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1 todo lo que sucede en mi vida es la iniciava de Alguien que me ama, Aquel que hace posible que mi conciencia tenga presente esta mirada que me obliga todas las mañanas a reconocer que El hace posible lo imposible ahora, con una inteligencia renovada que me hace mirar la vida con todas sus dificultades únicamente porque algo grande aconteció y alcanzó mi nada, formando una escalera de esperanza en esta obra que es de Otro. En Pisulli ahora hay muchas vidas cambiadas gracias a amigos como cada uno de Ustedes, que hacen posible que uno pueda descubrir todo lo que lleva adentro hasta llegar a ser capaz de asumir más responsabilidad y recordando que somos colaboradores de una obra que es de Otro. Queridos amigos, Sé que todo lo que ha sucedido en este año y el camino que juntos con las familias, los jóvenes y los niños hemos recorrido ha sido la iniciava Dios. El Señor usó el sí de algunos más para hacer que esta afro ecuatoriana crezca como sujeto desarrollándose como persona. Aún tengo miedo de la nueva responsabilidad; la primera reacción ante la propuesta fue de miedo de la iniciava que Cristo toma abrazando mi nada, para que salga de la oscuridad y empiece en medio de tanto sufrimiento a ver la luz de la mano de personas que me enseñan no solo a usar el corazón si no también la razón. Hace quince días me enteré de la enfer- medad de una abuelita del programa y fuimos a visitarla y con tan solo cin- cuenta años en estos días murió con cáncer terminal al estómago. Estar frente a circunstancias como estas y ver como lo que más le preocupaba como madre y abuela era ver como se que- daran sus hijas y nietos, no el dolor que sena sicamente o saber que iba a morir…es impresionante pero lo que sostenía a esta madre era la fe que se llevaría al encuentro con Cristo. Frente a una circunstancia como esta o la separación de un ser querido por la parda al cielo, es inevitable para mí no recordar cuando conocí a Stefi (responsable de la Fundación AVSI en Ecuador, Ong italiana gracias a la cual empezó la obra en Pisulli); era como un pájaro herido que tenía sus alas rotas y no podía volar, el cielo no tenía color, en mis ojos solo estaba la oscuridad y soledad que bañaba un corazón herido que se negaba a seguir palpitando por la parda de su hijo al cielo. Él nos mira y construye de nuevo todos los días mientras nos quejamos de lo que nos pasa, sin detenernos a mirar lo maravi- lloso que es vivir una compañía real en tu vida que te lanza tanto que la reali- dad se hace más grande que los sueños, tanto que me ha llevado en este año hasta ponerme frente al Santo Padre Benedicto XVI en ocasión de la asam- blea general de Cor Unum (la agencia de caridad del Papa, en donde AVSI estaba presente) y a poderme refle- jar en aquella mirada. La iniciava de Cristo para conmigo, enendo ahora, comenzó desde que estaba en el vientre de mi madre y permió que naciera, y después tener una abuelita que me cuidó como una verdadera madre y me educó en la fe. Luego un encuentro a la cara con Jesús a través de Anthony mi hijo que a través de su enferme- dad me enseño a reconocer la Mise- ricordia, la hermana Anna que como una segunda madre me abrazó sin mirar por primera vez mi color de piel, luego la amistad con Stefi y los amigos de Italia que me han hecho entender que los de piel oscura también somos hijos de Aquel que todo lo puede y desde ese momento he despertado a la realidad que es cada vez más grande. La responsabilidad que ahora tengo en Fundación Sembrar, tratando de acompañar a los compañeros de trabajo, familias y niños del progra- ma, es para mí un gran desao que acepté porque estoy segura que Fundación Sembrar Noticias desde Pisulli Julio 2013 La Fundación Sembrar maneja desde el año 2005 el programa AEDI (Acción Educativa Integrada) en los barrios La Roldós/Pisullí del noroccidente de Quito. El programa alcanza hasta el momento actual 760 niños y jóvenes de la zona y sus respectivas familias a través de actividades educativas las cuales consisten en formación para padres sobre temas de desarrollo infantil y para ayudarles a acompañar sus hijos en las tareas escolares, iniciativas de cuidado diario (guarderías) para los niños cuyos padres trabajan, apoyo escolar para los niños de escuela básica cuyos padres trabajan y que no tienen el tiempo suficiente para atender en las tareas de sus hijos, actividades para jóvenes para acompañar en las tareas escolares y recreativas para des- pertar nuevos intereses. Durante este año se han realizado también talleres de formación profesional para el desarrollo de competencias profesionales tanto para los jóvenes como para los padres. El centro de todas las actividades es el protagonismo de las familias en la educación de sus hijos y el protagonismo de los jóvenes a través de relaciones privilegiadas con personas adultas (en la mayoría de los casos provenientes de los mismos barrios) que representan modelos positivos a quien mirar e imitar. Todos los niños del programa AEDI reciben un apoyo económico para el desarrollo de varias actividades educativas por padrinos italianos a través de la Fundación AVSI, ONG italiana presente en Ecuador desde el 2001 y que empezó el programa en Quito en el 2004 impulsando poco a poco la labor y el desarrollo de Fundación Sembrar. Amparo Espinoza Amparo Espinoza Directora Ejecutiva de Fundación Sem- brar Desde la izquierda: Vicente Albornoz( Presidente de Fundación Sembrar), Gianni Piccato (Embajador de Italia ), Monseñor Danilo Echeverria (Obispo Auxiliar de Quito) visitando Ojos de Cielo durante el evento de Responsabilidad Social realizado en

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todo lo que sucede en mi vida es la iniciativa de Alguien que me ama, Aquel que hace posible que mi conciencia tenga presente esta mirada que me obliga todas las mañanas a reconocer que El hace posible lo imposible ahora, con una inteligencia renovada que me hace mirar la vida con todas sus dificultades únicamente porque algo grande aconteció y alcanzó mi nada, formando una escalera de esperanza en esta obra que es de Otro. En Pisulli ahora hay muchas vidas cambiadas gracias a amigos como cada uno de Ustedes, que hacen posible que uno pueda descubrir todo lo que lleva adentro hasta llegar a ser capaz de asumir más responsabilidad y recordando que somos colaboradores de una obra que es de Otro.

Queridos amigos, Sé que todo lo que ha sucedido en este año y el camino que juntos con las familias, los jóvenes y los niños hemos recorrido ha sido la iniciativa Dios. El Señor usó el sí de algunos más para hacer que esta afro ecuatoriana crezca como sujeto desarrollándose como persona. Aún tengo miedo de la nueva responsabilidad; la primera reacción ante la propuesta fue de miedo de la iniciativa que Cristo toma abrazando mi nada, para que salga de la oscuridad y empiece en medio de tanto sufrimiento a ver la luz de la mano de personas que me enseñan no solo a usar el corazón si no también la razón. Hace quince días me enteré de la enfer-medad de una abuelita del programa y fuimos a visitarla y con tan solo cin-cuenta años en estos días murió con cáncer terminal al estómago. Estar frente a circunstancias como estas y ver como lo que más le preocupaba como madre y abuela era ver como se que-daran sus hijas y nietos, no el dolor que sentía físicamente o saber que iba a morir…es impresionante pero lo que sostenía a esta madre era la fe que se llevaría al encuentro con Cristo. Frente a una circunstancia como esta o la separación de un ser querido por la partida al cielo, es inevitable para mí no recordar cuando conocí a Stefi (responsable de la Fundación AVSI en Ecuador, Ong italiana gracias a la cual empezó la obra en Pisulli); era como un pájaro herido que tenía sus alas rotas y no podía volar, el cielo no tenía color, en mis ojos solo estaba la oscuridad y soledad que bañaba un corazón herido que se negaba a seguir palpitando por la partida de su hijo al cielo. Él nos mira y construye de nuevo todos los días mientras nos quejamos de lo que nos pasa, sin detenernos a mirar lo maravi-lloso que es vivir una compañía real en tu vida que te lanza tanto que la reali-dad se hace más grande que los sueños, tanto que me ha llevado en este año hasta ponerme frente al Santo Padre

Benedicto XVI en ocasión de la asam-blea general de Cor Unum (la agencia de caridad del Papa, en donde AVSI estaba presente) y a poderme refle-jar en aquella mirada. La iniciativa de Cristo para conmigo, entiendo ahora, comenzó desde que estaba en el vientre de mi madre y permitió que naciera, y después tener una abuelita que me cuidó como una verdadera madre y me educó en la fe. Luego un encuentro a la cara con Jesús a través de Anthony mi hijo que a través de su enferme-dad me enseño a reconocer la Mise-ricordia, la hermana Anna que como una segunda madre me abrazó sin mirar por primera vez mi color de piel, luego la amistad con Stefi y los amigos de Italia que me han hecho entender que los de piel oscura también somos hijos de Aquel que todo lo puede y desde ese momento he despertado a la realidad que es cada vez más grande. La responsabilidad que ahora tengo en Fundación Sembrar, tratando de acompañar a los compañeros de trabajo, familias y niños del progra-ma, es para mí un gran desafío que acepté porque estoy segura que

Fundación Sembrar

Noticias desde Pisulli Julio 2013

La Fundación Sembrar maneja desde el año 2005 el programa AEDI (Acción Educativa Integrada) en los

barrios La Roldós/Pisullí del noroccidente de Quito. El programa alcanza hasta el momento actual 760 niños

y jóvenes de la zona y sus respectivas familias a través de actividades educativas las cuales consisten en

formación para padres sobre temas de desarrollo infantil y para ayudarles a acompañar sus hijos en las tareas

escolares, iniciativas de cuidado diario (guarderías) para los niños cuyos padres trabajan, apoyo escolar para

los niños de escuela básica cuyos padres trabajan y que no tienen el tiempo suficiente para atender en las

tareas de sus hijos, actividades para jóvenes para acompañar en las tareas escolares y recreativas para des-

pertar nuevos intereses. Durante este año se han realizado también talleres de formación profesional para el

desarrollo de competencias profesionales tanto para los jóvenes como para los padres. El centro de todas las

actividades es el protagonismo de las familias en la educación de sus hijos y el protagonismo de los jóvenes

a través de relaciones privilegiadas con personas adultas (en la mayoría de los casos provenientes de los

mismos barrios) que representan modelos positivos a quien mirar e imitar.

Todos los niños del programa AEDI reciben un apoyo económico para el desarrollo de varias actividades

educativas por padrinos italianos a través de la Fundación AVSI, ONG italiana presente en Ecuador desde el

2001 y que empezó el programa en Quito en el 2004 impulsando poco a poco la labor y el desarrollo de

Fundación Sembrar.

Amparo Espinoza

Amparo Espinoza Directora Ejecutiva de Fundación Sem-brar

Desde la izquierda: Vicente Albornoz( Presidente de Fundación Sembrar), Gianni Piccato (Embajador de Italia ), Monseñor Danilo Echeverria (Obispo

Auxiliar de Quito) visitando Ojos de Cielo durante el evento de Responsabilidad Social realizado en

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FORMACIÓN CON LOS PADRES.

formación humana sobre ciertos temas y está-bamos conscientes de la ayuda que ha sido en nuestras vidas, nos lanzamos a tratarlos con los padres del Programa. Así decidimos empe-zar con “El Riesgo Educativo “de padre Luigi Giussani (fundador de Comunión y Libera-ción). Los padres ven la utilidad de los temas para educar de una manera diferente a sus hijos, por ejemplo el optar por una metodolo-gía diferente, donde dan razones de porque se hacen las cosas. Los padres se sintieron muy atraídos por el tema de la autoridad, pero también fue el más difícil para ellos, esto lo hemos verificado a través de los cuestionarios que han realizado las familias. Los niños se han sentido más acompañados por sus padres, ya que ven que por lo menos los padres tratan de tenerles más paciencia. Esto lo sabemos también por algunos testimo-nios de los mismos padres que han manifesta-do “ahora le tengo más paciencia a mi hijo, antes le pegaba porque me hacía enojar ahora salgo afuera respiro y entro de nuevo a la habitación y empiezo de nuevo a trabajar con mi hijo”. Lo que puedo decir en general que este cam-bio en los temas de formación ha significado para las familias y para nosotros como equipo de trabajo, implicarnos más en los temas, viviéndolos en primera persona y transmitién-dolos. Pero lo más interesante ha sido ver despertar a los padres y sentirse provocados por ellos.

Lucía Troya

Responsable área Niñez y Familia Pro-

grama AEDI

Como los otros años también este año en el mes de diciembre se ha realizado en Pisulli la recogida de alimentos y de fondos entre las familias para ayudar a algunas de ellas con alimentos y ofrecer dinero a otros proyectos que AVSI desarrolla en el mundo, este año se escogió la escuela Luigi Giussani en Uganda. La Campaña “Navidad sin fronteras”, repre-senta desde hace unos años un importante momento para aprender a vivir la gratuidad y reconocer que la vida es un don. Aquí abajo las palabras de Amparito Espinoza, directora de Fundación Sembrar. “En estos días se ha podido experimen-tar junto a las familias, que nuestro Señor Jesucristo nace en nuestros corazones en un pesebre viviente, despertando en nosotros una gratuidad que muchas veces dejamos que se nos olvide porque entramos en la rutina del trabajo y de la vida diaria, impidiéndonos

tocar con la mano Su Misericordia. Que infini-ta bondad, haciéndose carne por cada uno de nosotros en un humilde pesebre, si no fuera que Él ha sido el primero en donarse por entero, entregándonos Su amor infinito no seriamos capaces de ningún gesto de genero-sidad. La propuesta a las familias del progra-ma nos ha hecho dar cuenta de esta mirada y aún más la colaboración de ellas y de algunos amigos cercanos quienes empezaron a enviar alimentos no perecibles, como arroz, azúcar, aceite y otros para que algunas de nuestras familias con más necesidades pudieran com-partir con ellos el pan junto a sus hijos digna-mente y compartir un plato de comida en noche buena.

Así fue que el viernes 21 de diciembre gracias a la bondad de las familias y de los amigos pudimos entregar víveres a 140 familias del programa y nos damos cuenta que Su amor nos ha usado de instrumentos. La campaña Navidad sin fronteras no tendría ningún senti-do, si no nos ayuda a ser más humanos y amarnos mas unos a otros como Él nos amó. Fue lindo saber que las personas que fueron ayudadas en esta campaña, también dieron su aporte en víveres y alimentos. Ade-más de ayudar a las familias en nuestro país también hemos podido contribuir con dinero en efectivo para la Campaña de AVSI para Uganda con 315 Usd, que sirven para que ellos al igual que nosotros sientan que esta-mos acompañados. La Campaña de Navidad para nuestras familias y nuestros chicos que durante 3 semanas han vendido productos realizados por ellos para recoger el dinero, ha servido para que aprendamos a compartir de lo que tenemos y no de lo que nos sobra, sin esperar nada a cambio. Las familias que reci-bieron la ayuda estaban conmovidas, algunas familias lloraban porque no esperaban un gesto así. Porque incluso la mayoría de las que fueron beneficiadas, trajeron víveres para compartir.”

Mi nombre es Lucía Troya y estoy contenta de pertenecer a la familia de Fundación Sembrar. En el área en este año ha habido algunos cam-bios, pero antes de hablar de ellos, quiero prime-ro contar brevemente que han sido para mí; el hecho de ahora tener más gente a mi cargo ha implicado ponerme en juego y empezar a ver una ocasión para aprender a acompañar a las personas, mirando y agradeciendo primero por el acompañamiento que estoy recibiendo. Luego el estar abierta a aprender, sin cerrarme en mis ideas es un trabajo que hago todos los días. Pero que no podría hacerlo sino tuviera a mis compa-ñeros que me acompañan y a las familias que con su saludo, sonrisa o conversación me hacen darme cuenta que estoy aquí para contribuir a una obra más grande y que mi aporte constituye una partecita de este Gran rompecabezas. El cambio más grande que hemos introducido este año se refiere a los temas de formación humana para los padres que para nosotros es la

actividad principal dado que queremos llegar a educar a los niños a través de sus padres; hemos introducido temas nuevos, los mismos con los cuales nosotros que trabajamos en la Fundación nos formamos todos los lunes con la ayuda de Stefania de AVSI y que tratan del significado de la educación, de la autoridad que son los padres, de la verificación que un joven tiene que hacer de la propuesta que sus padres le hacen para que se vuelva suya y del riesgo de la libertad que siempre es necesario en la educación porque el otro puede decirte que no. El tratarlos con las familias ha sido una novedad, primero ha sido un desafío para nosotros como educadoras ya que siempre partimos de la provocación que es para nosotros para compartirlo con las familias. Esto surgió a partir de un encuentro de AVSI in Italia hace dos años donde padre Carrón (actualmente el quien guía el Movimiento de Comunión Libe-ración en el marco del cual AVSI nació hace 40 años en Italia) dijo que los africanos no se mira-ban con amor porque no habían sido mirados así, entonces insistió bastante diciendo que nosotros a veces no miramos al otro como que tiene nuestras mismas exigencias, sino que lo subestimamos ya que tratamos de hacerle más fáciles las cosas. Desde ahí partiendo de que nosotros cómo equipo de trabajo ya teníamos

Isabel Toapanta, madre de Guarderia Famil-

LA CAMPAÑA DE NAVIDAD.

Jovenes preparando para la venta de la campaña

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QUERIDOS AMIGOS.

todo este año que también los hemos dado a las familias sobre el libro “El riesgo Educativo” donde abarcan subtemas como: “Introducción a la realidad total”, “la autoridad”, “la tradición”, “la verificación”, “la libertad”. Estos temas de igual manera me han ayudado a darme cuenta de muchas cosas que no las veía. El tema que más me impactó fue el de la autoridad porque ahora sé que una autoridad verdadera es quien te hace crecer, es la persona que está llena de conciencia y quien causa en nosotros novedad, admi-ración y respeto. Una frase que me gustó de la tradición es que los padres somos los maestros de nuestros hijos en cambio, los hijos son nuestros discípulos, puesto que nos siguen y los padres debe-mos ser un ejemplo para ellos. Desde el 2006 Evelyn participa en el Apoyo Escolar de la Fundación y desde el 2008 participa Viviana. Allí los niños son acompañados por educadores que les guían en sus deberes, tienen talleres como introducción a la fe entre otros y los niños se vuelven más autónomos. Este es el caso de mis hijas. Evelyn es una niña muy cariñosa y responsable, en septiembre in-gresará al colegio y pasará al apoyo de juventud y emprendimiento que pertenece al programa, ella está entrando en la etapa de la verificación que es la adolescencia.

Noto cambios en mi hija, pues ahora pregunta el porqué de cada cosa. Gracias a la Fundación he podido acompañar a mis hijas y ellas se sienten acompañadas. He transmitido a mis hijas todo lo que he recibido por parte del programa, para que ellas crezcan siendo seguras, que puedan decir lo que sienten y que no tengan miedo, sino al contrario que arriesguen. Viviana es una niña amoro-sa y pasará a sexto de básica. El padre de mi hija y yo recibimos felicitaciones por parte de la maestra, porque mi hija es buena estudiante. Yo me siento feliz porque Dios me ha dado dos hijas maravillosas y estoy viendo los frutos, espero seguir con salud y vida para seguir con esta bonita experiencia que es el educarse y educar. La relación con el padre de mis hijas ha cambiado pues ahora somos dos amigos, que vemos por nuestras pequeñas. Nos hemos perdonado, lo pasado ha quedado atrás y ahora vivimos el presente tratando de ser mejores personas y mejores padres. Él también está pendiente de mis hijas en la escuela, en la salud y en la alimentación. También retomó sus estudios y su problema de alcoholismo lo ha superado.

Quito, Julio del 2013 Con mucho cariño reciban un cordial saludo. Mi nombre es Mayra Ramón, tengo dos hijas, Evelyn de 12 años y Viviana de 10 años de edad. Participamos en el Programa desde el 2004. Les escribo esta carta para compartir con Ustedes mis experiencias en el Programa. Antes de participar en la Fundación yo era una persona que no le gustaba hablar, era insegura, tenía mi autoestima baja y estaba segura que yo no tenía ningún valor. Me casé muy joven y tuve mi primera hija a los 18 años, después vino mi segunda hija. Con mi esposo pasábamos mal, ya que, él se dedicaba a beber licor todos los fines de semana. Este hecho era el motivo por el cual teníamos muchos problemas. Por esta situación, yo no quería continuar con mi vida porque no era vida, yo sobrevivía. Así pasamos varios años y no había ningún cambio por parte de él ni por la mía. Después el cariño por mi parte se fue acabando y pensaba que tenía que estar con él solo por mis hijas porque no quería verles crecer sin padre, pero no me daba cuenta que de esta manera les estaba haciendo más daño porque ellas absorbían todos nuestros problemas y yo a veces me desquitaba con mis hijas. Cierto día un familiar me infor-mó que hay una Fundación, donde brindan apoyo educativo tanto para los padres, como para los hijos. Yo hice inscribir a mis hijas y después de pocos meses comencé a asistir a las reuniones quince-nales en la Fundación. Desde que empecé a ir a los talleres me gustó porque socializaba con otras personas, también porque impartían temas educativos que me ayudaba a educarme a mí para poder educar a mi familia. Después de algún tiempo las puer-tas del programa se me abrieron y me dieron la oportunidad de trabajar en la guardería Ojos de Cielo junto con mi hija menor. Desde entonces empezó en mí, a despertar el interés por la vida y el deseo de superarme. Después de un año, que estaba trabajan-do, decidí separarme de mi esposo porque la situación seguía igual y mis hijas estaban decaídas. Me armé de valor y saqué fuerzas para alejarme de él y continuar una nueva vida con mis hijas. A partir de aquel día vivimos en el terreno de mi padre en una pe-queña casa que nos prestó. Cuando me separé, Evelyn, tenía 6 años y estaba en segundo de básica en una escuelita que queda situada a 30 minutos de mi casa. Viviana, tenía 4 años y pasaba conmigo en la guardería. En la Fundación también me incentivaron para que retome mis estudios. Al principio no lo quise hacer por-que pensaba que no iba a poder y soy honesta al decir que cuando ingresé a estudiar lo hice, pero por obligación. Después encontré el sentido del porque debo estudiar y me empezó a gustar y des-pués lo hice con entusiasmo para superarme, aprender más y para ser una luz en el camino de mis hijas. Ahora voy a ingresar a se-gundo de bachillerato y me siento contenta al saber que si puedo, pero siempre teniendo al Señor presente en mi corazón. Después de algunos años trabajando en Ojos de Cielo me dieron la oportu-nidad de laborar como orientadora, que ha sido un reto muy gran-de. Al inicio me daba miedo porque no sabía cómo empezar o como ponerme al frente de personas más adultas que yo. Gracias a Dios ha sido lo mejor que me pudo pasar porque experimenté algo grande, aprendí que con los problemas que uno tiene se debe salir a delante buscando refugio en Dios, aprendí a hablar y escu-char. Con las familias que comparto los temas educativos y de formación humana, han aprendido de mí, así también yo de ellas. Algo muy importante que recibo en la Fundación también son las reuniones de formación humana que nos imparte Stefania sobre

Madre del programa con su hijo

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EL CENTRO JUVENIL “LUIGI GIUSSANI” ¿Cuál es el significado de este centro? Durante este año que hemos trabajado plenamente en el Centro Juvenil Lui-gi Giussani, ésta ha sido la pregunta que hemos tratado de ir respondiendo. Porque aunque nos acogen unas instala-ciones, unos lugares y espacios diseñados para la convi-vencia y el aprendizaje, cada día comprobamos que en este espacio se vive algo más. Lo vemos en los jóvenes que todos los días lo frecuentan, que llegan con alegrías, triste-zas, interrogantes, con ganas de aprender, descubrir y cre-cer. Nos lo muestran las madres que acuden a los talleres a aprender y mejorar sus competencias laborales, lo com-probamos en los testimonios de aquellos que conociendo nuestro trabajo reconocen una humanidad cambiada.

Pero, ¿cómo ser un hogar para los jóvenes y familias de estos barrios? ¿Cómo hacer que estas instalaciones pro-yecten un fuego vital y sean una propuesta verdadera? La respuesta es muy compleja y delicada, las intuiciones que tenemos nos hacen reconocer la pertinencia de una propuesta clara hecha a jóvenes y adultos. Una propues-ta educativa centrada en el valor de la persona y en el reconocimiento de su potencialidad, propuesta hecha a través de personas que quieran comunicar la intensidad y belleza de la vida y que acojan con calidez a estos jóve-nes. También el Centro Juvenil Luigi Giussani ha iniciado una serie de actividades sobre capacitación laboral para padres y madres del programa AEDI y de la comunidad. A través de alianzas con instituciones especializadas en capacitación, proponemos cursos y talleres sobre cocina, sobre cuidado de niños y adultos, manualidades, cuida-do del hogar para que padres y madres adquieran mejores herramientas laborales. Durante este año se han desarrollado muchísimas actividades educativas para jóvenes y propuestas de capacita-ción y mejoramiento de las condiciones laborales, todas con un factor en común, la generación de sujetos, que en los jóvenes y adultos se despierte un mayor interés por la vida que los haga verdaderos protagonistas de su Destino. Este es el fuego que el Centro Juvenil Luigi Giussani quiere proyectar y acoger, esta es la pasión con la que inten-tamos vivir todos los días, por esta razón, queremos ser un hogar. Roberto Freire Responsable área Juventud y Emprendimiento Programa AEDI

Quito, julio de 2013 Querido padrino, Recibe un cordial saludo y caluroso abrazo esperando que se encuentre bien de salud. Me llamo Kevin Simbaña, tengo 12 años. Con esta carta quiero comentarle un poquito de mi vida Estoy en el Co-legio Técnico Ecuador, me gusta mucho el colegio en el que estoy, no soy un muchacho muy aplicado pero es el primer año que estoy en el colegio, hago todas mis luchas pues yo sé que todas las personas tene-mos que estudiar y prepararnos para el futuro pues sin la ayuda que ustedes nos dan no sería posible seguir adelante. Me gusta mucho ir a la Fundación, asisto 3 veces a la semana y me gustan aún más los amigos que tengo allí. Tengo un padre y una madre que me sacan adelante en la vida, un hermano que está aprendiendo, tiene 3 años. Nuestra madre trabaja por horas para atender a mi hermano y me revisa los deberes. Mi papá se graduó de chofer y nos comenta que ser chofer es muy duro. Él es una buena persona, también mis primos viven con nosotros y nos llevamos muy bien, soy feliz. Ahora tengo alguien más el cual vela por nosotros y quiero compartir mi felicidad con ustedes, me despido, que Dios siga iluminando a sus corazones buenos y bondadosos y que en el mundo siga extiéndanse la bondad y el cariño como el que Usted nos brinda de corazón. Muchas gracias, me despido, atentamente

Kevin Simbaña

Así Kevin, un chico de los primeros que ingresaron en el Programa, agradece al padrino italiano para la ayuda que le ofrece.