FUNDACIÓN CATEDRAL SANTA MARÍA

FUNDACIÓN CATEDRAL SANTA MARÍA

ALBERGUE JUVENIL Y DE PEREGRINOS

FACTORÍA VERDE

Fundación Catedral Santa María – Albergue juvenil y de peregrinos Factoría Verde

Foto: Paisajes EspañolesSituación de la Catedral de Santa María en el Centro Histórico de Vitoria-Gasteiz

FUNDACIÓN CATEDRAL SANTA MARÍA

La Fundación Catedral Santa María, cuyo patronato está formado por la Diputación Foral de Álava, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y el

Obispado de Vitoria, fue creada en 1999 como la herramienta básica y el instrumento de gestión en la recuperación arquitectónica y socio-

cultural del templo gótico de acuerdo a las directrices del Plan Director de Restauración Integral. La profunda labor de investigación realizada

en él, subsuelo y entorno, ha permitido que aflorara una rica información sobre su evolución constructiva y la de la ciudad, evidenciando y

potenciando su excepcionales cualidades para explicar y entender su historia. Planteada, además, como una actividad didáctico-cultural, todo

el proceso, tanto de investigación como la propia restauración, se están llevando a cabo de manera participativa, bajo el lema “Abierto por

Obras”, resultando una herramienta muy útil para la divulgación de criterios y técnicas para la conservación del Patrimonio.

La restauración de la Catedral de Santa María (y sus edificios próximos) por lo tanto, no se trata tan sólo de la recuperación arquitectónica de

un templo gótico, sino que se trata de un proyecto integral que aspira a, además de devolver al edificio su función religiosa, dotarle de nuevas

funciones y usos (culturales, museísticos, turísticos, sociales, etc.) que sean capaces de garantizar su conservación y mantenimiento futuro.

Este ambicioso planteamiento, que se viene desarrollando con gran rigor metodológico, está ya generando efectos positivos en ámbitos tan

diversos como la cultura, el turismo, la divulgación científica, la economía local o la regeneración urbanística del entorno, creando nuevos


diversos como la cultura, el turismo, la divulgación científica, la economía local o la regeneración urbanística del entorno, creando nuevos

espacios de relación con la ciudadanía.

La Fundación promueve, con esta idea, una variada oferta de actividades como, conferencias, unidades didácticas con alumnos de primaria

gracias a un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, conciertos de música, teatro, etc… Algunas iniciativas al

respecto: “Encuentros con la Catedral”, conferencias con escritores e intelectuales de prestigio nacional e internacional - “Abierto por

concierto”, el pórtico de Santa María se convierte en un lugar privilegiado donde se llevan a cabo conciertos de pequeño formato, éstos se han

trasladado también al interior de la catedral desde verano de 2009. - “El Pórtico de la Luz”, innovador espectáculo didáctico que consigue

realizar una reintegración de las policromías que tenía el pórtico a través de proyecciones de luz y que desde mayo de 2009 viene funcionando

con extraordinario éxito. – Recuperación de la Capilla de Música de la Catedral con un doble objetivo: recuperar y divulgar el valioso archivo

musical de la catedral e incrementar el mismo con la aportación de nuevas piezas de música contemporánea apoyando a los compositores

locales…

El objetivo de todas ellas es devolver a la Catedral de Santa María la función que los templos catedralicios han tenido desde sus orígenes como

espacios de cultura, educación, conocimiento, intercambio de ideas, atracción turística… La restauración de nuestra catedral es tras los más de

diez años transcurridos desde su comienzo, un referente y son muchos los monumentos y edificios del patrimonio cultural español y europeo

que están siguiendo modelos similares de gestión y restauración.

Con la apertura en los próximos meses de un albergue juvenil y de peregrinos y la puesta en marcha de una primera fase de la musealización

de la Catedral, con las naves ya en uso, el “Itinerario del Conocimiento” iniciado y la torre convertida en una atalaya sobre la Ciudad y su

entorno, la Fundación Catedral Santa María ampliará notablemente su proyecto, enriqueciendo su oferta y servicios.

INTRODUCCIÓN

El Plan Director de Restauración de la Catedral de Santa María realizado entre 1996 y 1998 y publicado entonces, constituía la “foto fija” de un

proceso en permanente evolución, que se ha venido completando a medida que se avanzaba en la restauración y conocimiento del edificio y

se iban concretando los nuevos proyectos que desarrollaban las propuestas especificadas. En todos ellos destaca una máxima a la hora de

acometerlos: El rigor técnico y la coherencia metodológica de los trabajos de restauración llevados a cabo, lo cual obliga a tener un

conocimiento exhaustivo de los elementos a intervenir, previo a la redacción del proyecto de ejecución.

Desde la consideración como Patrimonio Cultural, pero también desde el punto de vista de la sostenibilidad, en cualquier intervención


Desde la consideración como Patrimonio Cultural, pero también desde el punto de vista de la sostenibilidad, en cualquier intervención

restauradora-rehabilitadora de un monumento debe primar el mantenimiento de todos aquellos elementos estructurales y constructivos que

puedan seguir ejerciendo la función para la que fueron pensados. Sólo se debe recurrir a la introducción de elementos nuevos en justificadas

ocasiones y haciéndolo siempre con criterios de compatibilidad: Lo sostenible, desde cualquier punto de vista, documental, material,

energético y económico, por regla general, es conservar no eliminar. En el caso de la Catedral, se han adoptado unos criterios que podrían ser

resumidos en tres puntos:

1.-Restauración científica de los elementos constructivos históricos.

2.-Refuerzo o complemento de los elementos que requieren de nuevas funciones con materiales similares y/o

compatibles.

3.-Introducción de nuevos elementos necesarios con características materiales y constructivas similares a las presentes pero

con tecnología y forma contemporáneas.

El objetivo del presente informe es presentar los criterios de restauración-rehabilitación sostenible con los que trabaja la Fundación Catedral

Santa María, haciendo especial incidencia, en el caso concreto del albergue, en el cuidado con el que se ha abordado todo el proceso del

proyecto arquitectónico hasta hacer realidad una rehabilitación un tanto atípica, que huye de la tendencia, casi generalizada en nuestros

cascos históricos, de demoler para luego reconstruir: De continuar aplicándose este criterio o costumbre en la manera de intervenir sobre la

arquitectura doméstica tradicional (entendiendo ésta como la que corresponde a las pequeñas construcciones anónimas dedicadas

fundamentalmente a viviendas), pronto obtendríamos, como consecuencia, la pérdida irreversible de nuestro patrimonio arquitectónico, y lo

que es casi peor, de técnicas y soluciones constructivas históricas, perfectamente aplicables hoy día en planteamientos enfocados hacia la

sostenibilidad, salubridad y eficiencia energética.

Algunos conceptos

Uno de los nuevos conceptos en alza para valorar y comparar la sostenibilidad desde el punto de vista energético, es lo que se denomina la

"huella de carbono", es decir, la cantidad de CO2 (anhídrido carbónico) emitida en la producción, fabricación y mantenimiento de un

determinado bien, actividad, persona, etc. Como se sabe, preocupa mucho el gran incremento de la concentración de CO2 en la atmósfera con

graves consecuencias (pérdidas) en la capa de ozono que nos protege y la correspondiente influencia, constatada en el cambio climático y

otros daños a nuestro ecosistema. Esta huella se está empezando ya a medir para distintas aplicaciones y con distintos objetivos, y aunque en


otros daños a nuestro ecosistema. Esta huella se está empezando ya a medir para distintas aplicaciones y con distintos objetivos, y aunque en

nuestro caso, no hemos hecho todavía ninguna medición real de la misma, sí podemos incidir en tres aspectos que tienen que ver con ella:

1- Producción de los materiales constructivos empleados en la CatedralTanto la piedra, como especialmente, la madera, son fijadores del CO2 en lugar de emisores, de manera que si bien el corte y

manipulación de los materiales consumen energía y ésta puede proceder de fuentes no renovables, también puede efectuarse

empleando energías en gran parte renovables, pues no necesita ni de calor ni de procesos químicos que se suelen alimentar

con energía del carbono. Es decir, no se utiliza energía añadida en su formación como material.

En el caso de la madera además los árboles transforman durante su crecimiento CO2 incorporándolo a su composición.

En el caso de la piedra esto, aparentemente, parece menos claro, pero sólo porque el proceso de producción de la

piedra es muy lento (milenario), pero cualquier caliza por ejemplo, almacena también CO2 en su composición.

Frente a esta realidad, por el contrario, las producciones de cemento y acero son de siempre dos de las industrias más

consumidoras de energía de carbono y emisoras de CO2 a la atmósfera.

En el caso de la producción de aluminio, ésta es altamente contaminante y consumidora de gran cantidad de energía, así

como la de plásticos también, aunque en menor medida, pero muy peligrosa para el medio ambiente por el riesgo de

contaminación química que conlleva (fugas, cáncer, etc.).

Un apartado aparte merece la fabricación de la cal utilizada en los morteros tradicionales, cuyo coste energético siempre es

menor que el necesario en los procesos de fabricación de los cementos portland, al necesitar menos temperatura para el

proceso.

2- Transporte de los materiales constructivosLa relación entre peso soportado y material empleado para soportarlo, lo que se denomina eficiencia estructural, frente

a otros materiales como el acero y hormigón, parece más desfavorable en la madera frente al acero y en la piedra

respecto del hormigón armado (aunque hay quien sostiene lo contrario). Pero en todo caso, el posible mayor gasto

energético para su transporte se vería compensado, más que con creces, por lo explicado en los apartados 1 y 3 de este punto.

3- Reutilización de los materiales constructivosLa madera es siempre reutilizable, con progresivas mermas de calidad y de posibilidades de uso, pero

aprovechable, y al final de su ´vida´ se convierte en biomasa o se emplea como abono, pues nada en su proceso de utilización

altera su condición de ´material natural´. De aquí viene la necesidad de usar productos ´ecológicos´ en su tratamiento y


altera su condición de ´material natural´. De aquí viene la necesidad de usar productos ´ecológicos´ en su tratamiento y

conservación. Por otra parte, su biodegradabilidad es muy superior a la de cualquier otro material constructivo.

En cuanto a la piedra, también se reutiliza, aunque impere en general la muy mala costumbre de no hacerlo.

Por el contrario, el hormigón es prácticamente "no reutilizable"; sólo se puede emplear, triturado, como árido para formación

de otros hormigones de peor calidad o para obras de relleno, etc., pero siempre resulta un material ´sucio´.

El acero sí es reutilizable, pero volviendo casi al inicio de su ciclo de producción (si exceptuamos la extracción minera), con

lo que la huella de carbono de esa reutilización es bastante fuerte.

Otros materiales, como el aluminio son reutilizables también, pero con un alto coste energético.

En el caso de los plásticos su reutilización consume tanto o más que su fabricación inicial.

El caso de la Catedral de Santa María

En nuestro caso concreto y en el de las intervenciones de restauración que se realizan con un planteamiento similar, habría que añadir además

que, tanto por criterios de conservación patrimonial, como de esta sostenibilidad de la que hablamos, se intenta reutilizar todo lo posible los

elementos existentes, tanto las maderas como las piedras. En el caso de que los materiales no sean reaprovechables, se procede a tratarlos

separadamente para que su vuelta a la naturaleza esté todo lo asegurada que permite el actual sistema de gestión de residuos.

En el futuro pensamos que se debería contemplar esta condición ´natural´ de los materiales procedentes de los edificios históricos y darles un

tratamiento especial, como materiales más ´saludables´ que son, aunque eso deba hacerse con precaución para no incentivar precisamente la

destrucción del Patrimonio Construido.

El retorno a la naturaleza

Al final del ciclo de vida útil de un material, sea procedente de la construcción o no, se debe considerar esa biodegradabilidad, es decir, el

tiempo que tarda el mismo en ser "reciclado" naturalmente. La piedra no tarda nada, y aunque no nos gustaría ver el paisaje lleno de sillares

desperdigados, lo cierto es que, según las circunstancias del lugar, serían absorbidos muy rápidamente (colonizados vegetalmente,

erosionados, etc.). En esta parte del ciclo, la madera tarda muy poco tiempo y los morteros de cal algo más, aunque si son ´débiles”, es decir


erosionados, etc.). En esta parte del ciclo, la madera tarda muy poco tiempo y los morteros de cal algo más, aunque si son ´débiles”, es decir

con poco contenido en cal como los históricos, duran bastante poco. Por el contrario, el hormigón no se asimilará jamás, siempre se percibirá

en la naturaleza como un aglomerado artificial , aunque, eso sí, las ruinas romanas sean tan hermosas. El acero también es relativamente

rápido, pues se mineraliza (oxida) bien, pero el aluminio, por el contrario, tarda bastante más en hacerlo.

En relación con los plásticos, su comportamiento es con mucho el peor: Tiempo milenario de descomposición y retorno, liberación de

productos tóxicos, destrucción del hábitat de los animales salvajes, etc.


Anillado de mampostería con cal hidráulica

ALBERGUE JUVENIL Y DE PEREGRINOS

El Albergue se proyecta para los números 87,89 y 91 de la calle Cuchillería, en pleno Centro Histórico de Vitoria-Gasteiz, a escasos metros de la

Catedral Santa María. Los edificios actuales, se construyen en el siglo XIX, aunque conservan la tipología arquitectónica de casas con poca

fachada y mucho fondo, característica de la arquitectura bajomedieval europea presente en el Centro Histórico.

La rehabilitación de estos tres edificios sigue los criterios de intervención del Plan Director de Restauración de la Catedral manteniendo la

tipología estructural, constructiva y volumétrica en la medida de lo posible, para tener las condiciones básicas de habitabilidad y confort que

requiere el nuevo uso , resaltando el componente añadido de la sostenibilidad y la eficiencia energética.

La voluntad de conservar los edificios, ha llevado a tratar cada uno de ellos de manera independiente aunque compartan un programa común.

Las fachadas son diferentes entre sí y el número de pisos que tiene cada uno también se ha respetado. Así el número 87 posee planta baja y

cuatro pisos mientras que los números 89 y 91 tienen sólo tres. Los patios traseros, que dan a la cabecera y contrafuertes de la parroquia de

Santiago, están a diferentes cotas y configuran unos espacios de gran valor plástico y escenográfico debido a las desiguales proporciones de los

edificios domésticos en comparación con la monumentalidad de los religiosos. Desde el punto de vista de la habitabilidad, este ámbito,

además, posibilita un ambiente atemperado, con mayor cantidad de luz natural y ventilación cruzada, que mejora aquella sin un consumo

añadido de energía.


El proyecto de albergue sitúa en las zonas bajas de la planta baja y primera los espacios comunes volcados tanto a la calle Cuchillería como a

los patios, y en los pisos superiores las zonas privadas de habitaciones. Tiene el acceso directo y principal desde la calle Cuchillería 87 y

además posee otro secundario a nivel de planta primera, desde el cantón de San Marcos 1, atravesando los patios. Uno de los objetivos de

esta rehabilitación es que estas instalaciones se conviertan en punto de encuentro y descanso de los visitantes de la ciudad y, especialmente,

de los de la catedral. Para ello, y debido a la diversidad de usuarios a los que va dirigido, sus 83 plazas de reparten en habitaciones con

diferentes configuraciones (2, 3, 4, 6 y 8 plazas), dos de ellas adaptadas a personas con movilidad reducida. Finalmente, un pequeño

apartamento de tres plazas con cocina incorporada, completa la oferta de alojamiento.

La propia morfología arquitectónica de los edificios y el mantenimiento de su estructura de muros de carga, ha obligado a que los espacios

comunes, se configuren como un conjunto de pequeñas zonas interconectadas sin grandes espacios diáfanos. Su tipología, de edificios con

mucho fondo y poco frente de fachada, condiciona la ubicación de los lugares de estancia en los extremos con fachada, dejando el resto de las

dependencias auxiliares (comunicaciones verticales, horizontales y servicios) en las zonas interiores con inferiores condiciones de iluminación

natural y ventilación. La sostenibilidad, eficiencia energética, la accesibilidad, la implantación de nuevas tecnologías para la comunicación e

información, la comodidad y seguridad del visitante, así como la información detallada de la oferta cultural sobre el casco histórico y la ciudad,

han sido especialmente previstas en el diseño y configuración del proyecto.


Foto: Paisajes EspañolesSituación de los edificios en relación a la Catedral de Santa María y su entorno próximo

Principales criterios de sostenibilidad aplicados. Factoría Verde

Se presentan a continuación los principales criterios de intervención desde le punto de vista de la sostenibilidad y la eficiencia energética

tenidos en cuenta en el desarrollo del proyecto y la actual ejecución de obra. No pretende ser un listado cerrado y único pero sí destacamos

los más importantes asumiendo que podría haber, incluso, otros mejores, aunque obviamente más onerosos. No obstante un concepto

general a tener en cuenta es la adecuación de los fines a las soluciones propuestas, y en el caso de rehabilitación-restauración de edificios de

viviendas en cascos históricos, estos mínimos se debieran tener en cuenta a pesar de la extendida (y muchas veces infundada) creencia en la

carestía de este planteamiento.

Mantenimiento y consolidación de elementos estructurales

Este es el principio general que rige el proyecto. Todo aquello que esté en condiciones de ser reparado o consolidado no se derriba, se

desmonta y se reconstruye o se sustituye. La inclusión de nuevos materiales y elementos constructivos supone un gasto energético añadido al

tener que deshacernos de los existentes y generar unos nuevos. Para poder plantear el mantenimiento a priori, es imprescindible haber hecho

unos estudios previos detallados que nos permitan tomar decisiones basadas en la situación real. Independientemente, efectuar la

documentación previa de un edificio de estas características y valores, tanto si finalmente se sustituyen elementos como si no, es


documentación previa de un edificio de estas características y valores, tanto si finalmente se sustituyen elementos como si no, es

fundamental.

Un claro ejemplo de ello, es el caso de la estructura de madera, donde un análisis pormenorizado durante la fase de proyecto, ha minimizado

las dudas en obra. No obstante, en algunos casos, la indeterminación se mantiene hasta el momento en que comienza la intervención al

resultar inaccesibles algunas zonas. Igualmente, el mantenimiento y consolidación de fábricas debe seguir los mismos criterios de prudencia y

evaluación, teniendo en cuenta que un ligero desplome o unas pequeñas fisuras, normalmente no suponen ser más que un problema estético

y no estructural al resultar muchos de estos síntomas algo propio de la misma evolución de los edificios históricos.

Empleo de materiales sostenibles

Entendemos éstos como los que proceden de elementos reciclados, los que son reciclables y los que no consumen excesiva energía en su

producción, puesta en obra o durante su vida útil. En este apartado se han primado además aquellos materiales no contaminantes y obtenidos

de manera natural controlada. Son este tipo de materiales con los que históricamente se han construido los edificios, en nuestro caso se han

empleado sistemáticamente, la piedra, la madera, la cal y los elementos cerámicos. Se han evitado además el empleo de disolventes en el

tratamiento preventivo de la madera al usar lasures (barnices al agua) y protecciones en base a aceites naturales.

Adecuación de los niveles de excavación

Todo edificio asienta en una morfología topográfica concreta que el proyecto trata de respetar. Se establecen los niveles en planta baja

tratando de que la excavación sea lo mínima posible para obtener las alturas mínimas libres en función del uso y la normativa vigente. Con ello

se pretende disminuir el volumen de tierras excavadas así como el volumen de rellenos de aportación. Un ajuste de este balance permite el

ahorro de contenedores con su consiguiente gasto energético, desplazamiento, etc.

Así, las plantas bajas de los tres edificios no están al mismo nivel y siguen en cierto modo el desnivel de la calle Cuchillería. En las zonas del

fondo se ubican zonas de instalaciones con desniveles respecto a la cota general ya que en estas estancias la altura libre se puede reducir al

mínimo.

Empleo de materiales reutilizados de la propia obra

La separación selectiva de residuos es algo obligatorio, según los Estudios de Gestión de Residuos, en función del volumen de éstos. No

obstante siempre se puede ir un paso más allá tratando de reutilizar los residuos en algunas partes de la obra. En nuestro caso se ha tenido

especial cuidado en generar piedras de tamaño suficiente durante la excavación en roca, para ser posteriormente utilizadas como

mampostería en muros y recalces o rellenos de cal y canto.


Es destacable el uso que se ha hecho de aquellas piezas de madera, especialmente viguetas, que estando ubicadas en crujías donde la práctica

totalidad de los elementos estaban arruinados, han sido trasladadas para completar sustituciones puntuales. De este modo se completan

vanos y crujías a mantener con madera existente y se emplean maderas nuevas en tramos completos, dando lugar a una mayor rapidez de

ejecución y puesta en obra. No obstante este proceso exige una documentación exhaustiva de que se hace con cada uno de los materiales

reubicados o movidos de su posición original.

Empleo sistemático de madera

Como material compatible con la propia estructura del edifico es un material reciclable, ligero y resistente. Además es suficientemente elástico

para adaptarse a los movimientos propios de este tipo de edificios. En nuestro caso, a la conservación de los elementos en condiciones de

servicio ya comentados, se ha empleado madera para la ejecución de vigas, viguetas y el tablero estructural. Se ha buscado una solución ligera

y resistente, que a su vez se diferencia de la original, ya que se ha optado por una estructura de madera laminada en los elementos

horizontales y las cubiertas, y madera de roble cajeada y tirafondeada en los entramados de las medianeras. De este modo la técnica es

compatible por el material utilizado pero diferenciable a su vez de las preexistencias.

En las zonas donde no se ha empleado la estructura de madera se han efectuado excepciones debido a los siguientes motivos:

Patios. La continua presencia de humedad en patios exteriores ha derivado en la solución de un forjado colaborante que

además mejore el aislamiento acústico mediante el uso de la masa por ubicarse zonas de instalaciones en la parte

inferior. No obstante se ha optado por una solución relativamente ligera.

Ascensor y núcleo de escaleras. En este caso la propia tipología de los edificios con mucho fondo y poco frente los hace

especialmente vulnerables a los empujes transversales a sus medianeras. Para estabilizar esos empujes se dispone de un

núcleo rígido de ascensor que junto con la estructura metálica ejerce de arriostramiento en sentido transversal a las

medianeras. Este efecto se conseguía anteriormente con la continuidad vertical de los núcleos de escaleras que ahora se han

reducido al compartir tres edificios las comunicaciones verticales.

Empleo sistemático de la cal

La construcción de estos edificios, al igual que la gran mayoría de los históricos ha sido a base del empleo de morteros de cal. La cal desde el

punto de vista de la sostenibilidad necesita una menor cantidad de energía durante el proceso de producción ya que los hornos deben alcanzar


punto de vista de la sostenibilidad necesita una menor cantidad de energía durante el proceso de producción ya que los hornos deben alcanzar

temperaturas en torno a 900ºC, mucho menores que las necesarias para la obtención del clinker de cemento tipo Portland. Además su escaso

aporte de sales, su mayor transpirabilidad y su elasticidad, la hacen especialmente indicada como producto de restauración, por ello se ha

empleado de manera sistemática en este proyecto, no solo como mortero de construcción de fábricas, sino además como revestimientos y

ejecución de hormigón de limpieza. En este último caso el intercambio de humedad entre el suelo y el aire es mayor a través de la solera de

cal, por lo que las humedades de capilaridad tienden a disminuir con la consiguiente mejora en el confort térmico.

Empleo de soluciones ligeras

Se emplean especialmente en el caso de los forjados y cubiertas a base de elementos de madera, vigas, viguetas, tablero estructural, rastreles

y tablero secundario. Se disminuye notablemente el peso total de la solución constructiva. Por ello, además, la tabiquería interior en las

plantas de piso, se realiza con paneles prefabricados de cartón yeso, más ligeros, rápidos de ejecución y más fácilmente desmontables en un

futuro cambio de uso. La reducción del consumo de energía en la puesta en obra es mucho mayor que las soluciones pesadas.

Mejora de la envolvente térmica

Un aspecto fundamental en cualquier intervención de rehabilitación–restauración es la mejora de la envolvente térmica, para un menor

consumo energético durante su vida útil. En este caso al ser edificios protegidos se ha optado por la inclusión de revestimientos de mortero

aislante de cal en algunas fachadas, y el trasdosado interior de las mismas, evitando rozas (residuos) al colocar el aislamiento continuo y por

delante de éste, la perfilería metálica.

En el caso de las cubiertas además de incorporar aislamiento sobre el tablero estructural, se ha optado por la inclusión de un primer rastrel

paralelo a la línea de máxima pendiente que permite tener un faldón ventilado por debajo de las tejas de cobertura. Esta cámara de aire

resulta especialmente eficaz en los meses de verano, donde el calor acumulado en las cubiertas se disipa por convección natural.

Aprovechamiento de la inercia térmica de los edificios

En las plantas bajas donde los muros son de mayor grosor y gozan de mayor inercia térmica se han ubicado los espacios comunes que pueden

aprovechar mejor esta característica de los edificios históricos. Ello, evita en gran medida, el uso de aire acondicionado, y por tanto la

producción de aire frío en los meses de verano. Las máquinas de aire instaladas en estas zonas tienen la función principal de renovar el aire ya

que la concentración de personas y olores es más habitual en las mismas.


Mejora de la estanqueidad de los edificios

Para garantizar que la energía consumida en la producción de calor no se malgaste, aparte de un buen aislamiento, es necesaria una correcta

estanqueidad. Con este fin, se han renovado todas las carpinterías de madera, algunas en buen estado pero con grandes pérdidas de calor en

su perímetro y juntas, y se ha minimizado la aparición de puentes térmicos en las envolventes con la inclusión de aislamientos continuos.

Mejora en la distribución para un mejor aprovechamiento de la iluminación y ventilación naturales

Este objetivo, ya comentado anteriormente, se ha tratado de resolver ubicando los espacios servidos en las fachadas, donde la iluminación y la

ventilación naturales son más fáciles, dejando los espacios servidores o de tránsito en las zonas centrales. En estas zonas el nivel de confort

necesario es menor, ya que los usuarios están en constante movimiento.

Ahorro de consumo eléctrico

Esto se consigue mediante la inclusión de sensores de presencia en zonas comunes y la implantación de un sistema de tarjeta en habitaciones.

De este modo sólo se iluminan cuando estas zonas están en uso. Además se han divido los circuitos eléctricos de modo racional para obtener

una iluminación mínima suficiente sin generar contaminaciones lumínicas interiores.

Ahorro de consumo de agua

Se incorporan controles sectorizados de consumo, centralizados y se instalan sensores en baños comunes.

Producción de Agua Caliente Sanitaria y Calefacción

Se han barajado diferentes posibilidades de producción de agua caliente para consumo y calefacción. Los paneles solares no garantizaban un

rendimiento óptimo por la ubicación de los edificios a la sombra de la Catedral. Además su inclusión en cubierta iría en contra de las

recomendaciones dictadas por el consejo asesor del Gobierno Vasco en cascos históricos protegidos por su notable impacto visual.


Las opciones de biomasa se han descartado por la dificultad del suministro y el espacio necesario en una zona sin posibilidad de ampliación así

como por el largo periodo de amortización de los mismos en relación con las potencias necesarias.

Finalmente la disposición de calderas de condensación con combustible de gas natural ha sido la opción elegida, colocando dos unidades en

paralelo para maximizar el rendimiento energético de la instalación.

Aprovechamiento al máximo de comunicaciones verticales

La idea en este caso es sencilla, se trata de aprovechar la inversión que supone la instalación de un transporte vertical, para la mayor cantidad

posible de edificios. El ascensor ubicado en el Nº89 permite dar servicio a ese edificio y a sus dos contiguos, 87 y 91 objeto del presente

proyecto.

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