África mira al futuro...Mtengo Wa Nthenga. La mirada de un niño desnutrido Malawi ha sido colonia...

34
EDIC. NACIONAL SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN Nº 335-2-I-2003 África mira al futuro África mira al futuro

Transcript of África mira al futuro...Mtengo Wa Nthenga. La mirada de un niño desnutrido Malawi ha sido colonia...

EDIC. NACIONALSEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN Nº 335-2-I-2003

Áfricamira al futuro

Áfricamira al futuro

Sumario

Tú tambiénTú tambiénhaces realidadhaces realidad

nuestronuestrosemanariosemanario

Colabora con

PUEDES DIRIGIR

TU APORTACIÓN

A LA FUNDACIÓN

SAN AGUSTÍN,A TRAVÉS DE

CUALQUIERA DE ESTAS

CUENTAS BANCARIAS:

Banco Popular Español: 0075-0615-57-0600131097

Caja Madrid: 2038-1736-32-6000465811

BBVA: 0182-5906-80-0013060000

CajaSur:2024-0801-18-3300023515

Etapa II - Número 335Edición Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Pza. del Conde Barajas,1.

28005 Madrid. Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.alfayomega.es

E-Mail: [email protected]

Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte: Francisco Flores Domínguez

Redactores: Benjamín R. Manzanares,Anabel Llamas Palacios,Ricardo Benjumea Vega,

Carmen María Imbert Paredes,Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción:Elena de la Cueva Terrer

Documentación:María Pazos Carretero

Internet: Beatriz Jaso Ollo

-Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. -

Depósito legal: M-41.048-1995.

Edita:Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

Aquí y ahora

11 Ver, oír y contarlo.

12 Habla el autor de la capilla

del Papa Redemptoris Mater.

13 Matrimonio y Constitución

Iglesia en Madrid

12 El cardenal de Madrid

en la Universidad Complutense.

13 La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

Vida de María:

Iconos para contemplar

22-23 La vida

Desde la fe

24 Para escuchar a Dios

hace falta silencio.

25 Embriones humanos.

26 6 de enero:

Día de los catequistas.

27 Presencia en los medios,

asignatura pendiente

de la Iglesia.

28 Cine.

29 Libros.

30 Con ojos de mujer.

31 No es verdad.

Televisión

32 Contraportada

3/7Viaje a Malawi

y Mozambique,con Manos Unidas:

La VIDA,con mayúsculas

18/19Presentado el documento

La Iglesia en España y los gitanos, de la LXXIX Asamblea Plenaria

de la Conferencia Episcopal Española

20/21El Santo Padre repasa el año

con la Curia romana:

«2002 ha sido el Año del Rosario»

¡Feliz Año Nuevo 2003!

Entre las ovejas y las gallinas que cruzanlas carreteras africanas, unas ramascolocadas en medio de las pistas de tierraavisan de que ha habido una muerte en elpueblo más cercano. Los coches reducenla velocidad en señal de condolenciay respeto. Así es África: la vida y lamuerte vividas con más sentido que enningún otro lugar. «La malaria, el sida, elhambre, todas las enfermedades queacechana estas gentes indefensas hacen quesepan vivir como nadie el carpe diem»,nos contaba Mercedes Arbesú, misioneraen Malawi. Y mientras tanto, en nuestroprimer mundo, la gente suspira porlos parques de atracciones que ofrezcanlas montañas rusas más arriesgadasy espeluznantes, para sentir, por unosminutos, emociones fuertes. Tenía razónnuestro compañero de viaje cuando decíaque «el mejor parque de atraccionescomienza cuando sales por la puertade tu casa». Ésta es la crónica de un viaje a Malawiy Mozambique, organizado por ManosUnidas, una ONG de la Iglesia españolaque, gracias al resultado de iniciativascomo la Campaña contra el Hambre,financia proyectos tan sugestivos ynecesarios como los que les describimosa continuación:

A. Llamas Palacios,enviada especial

Apesar de la terrible sequía que sufre desde ha-ce varios años, Malawi está plagado de árbo-les y flores que colorean un paisaje extraño y

fascinante para el extranjero. En este pequeño país delsudeste africano, para muchos desconocido, las acaciasrojas, los baobabs, los hormigueros del tamaño de pe-queñas montañas, las casitas de adobe y techos de pa-ja se mezclan con los millones de niños sonrientes y ju-guetones que te asaltan cuando llegas a su poblado,que posan divertidos ante la cámara de fotos, que separten de risa cuando chapurreas algunas palabras maldichas en su dialecto, el chichewa. Son las contradic-ciones que a uno le asaltan cuando aterriza en Áfricapor primera vez y se encuentra en países tan belloscomo Malawi, o Mozambique, donde la pobreza, elagua contaminada, las enfermedades y las injusticiasasesinan sin piedad.

Hace unos días, un grupo de periodistas españo-les partíamos rumbo a África. Se trataba de un via-je organizado por Manos Unidas, en el que, duran-te 12 días, recorreríamos Malawi y Mozambique,visitando misiones y proyectos de desarrollo finan-ciados por esta organización de la Iglesia en España.

Atravesamos medio continente africano en avión:partimos de Madrid vía Zurich; de allí a Nairobi, yluego a Lusaka, hasta llegar, al día siguiente, a Li-

longwe, la capital de Malawi, en un estado de vigi-lia constante, donde la noche y el día se confundían.Mientras sobrevolábamos el Nilo y las poblacionesasentadas a sus orillas, miraba por la ventanilla conrespeto y curiosidad. Aquello era África, aquel con-tinente del que tanto había oído hablar a periodis-tas y misioneros. Tantas fotografías impactantes ytantas imágenes terribles en televisión a la hora de lacomida habían configurado en mí una imagen con-fusa, mezcla de miedo, curiosidad y admiración. Ig-noraba por completo a lo que me enfrentaba, y re-conozco la sensación de vértigo que tenía cuando

me imaginaba a mí misma situada en el mapa... tanal sur, casi boca abajo.

Por fin, aterrizamos en Malawi. La vista del país desde el cielo es sorprendente: tierra roja, ár-boles, ríos..., y poco más. El aeropuerto de Lilong-we está a las afueras y es pequeño, aunque cuidadoy bastante limpio. Allí nos espera José María Már-quez, responsable y creador de uno de los proyectosque veremos en este viaje, Alinafe, que amablementese ha ofrecido para ser nuestro guía y acompañantedurante nuestra estancia en este país. Nos subimos auna furgoneta alquilada. Comienza nuestro viaje.

En portada Alfa y Omega 2-I-2003 3

Viaje a Malawi y Mozambique

La VIDA, con mayúsculas

«He venido por dos meses a Mozambique, después de terminar lacarrera de Medicina. Quería tener esta experiencia de atender a losmás pobres..., aunque si no fuera médico también habría venido».

Javier Voluntario en Mozambique

Mtengo Wa Nthenga. La mirada de un niño desnutrido

Malawi ha sido colonia inglesa hasta su inde-pendencia en 1964. Actualmente cuenta con

una población aproximada de once millones de per-sonas, aunque el crecimiento demográfico del país esen estos momentos negativo, pues el sida y el ham-bre, junto con otras enfermedades, se están cebandocon toda una generación (si en el año 95 la espe-ranza de vida en Malawi era de 46 años, hoy es de37).

La sequía que afecta al país desde hace algo másde un año provocó que, a finales de febrero de 2002,el Gobierno decretase el estado de desastre nacional.Y es que, en Malawi, la población vive mayorita-riamente de la agricultura, cosechando una partida alaño de maíz, que si les falla, como ha ocurrido en es-tos dos últimos años, les deja sin comida, provo-cando una hambruna extrema.

La primera misión que visitamos en Malawi fueMtengo Wa Nthenga, una zona rural del centro delpaís, a 44 kilómetros de la capital, Lilongwe. Cuatrocarmelitas misioneras están al frente de la misión: unhospital rural, desarrollado y sostenido con mimopor ellas y por los 65 trabajadores que han venido su-mándose al proyecto. Las carmelitas misioneras lle-van más de veinticinco años al frente de hospitalesrurales en esta zona del país. Cuando llegaron aMtengo Wa Nthenga, tan sólo había un dispensarioy una parroquia con oficinas. En todo este tiempo, ycon la ayuda de ONG como Manos Unidas, Yam-ba, Wawitai o particulares, se han construido 20 ca-sas para los trabajadores, diez edificios del hospi-tal, una lavandería, una escuela, una cocina y la re-sidencia de las religiosas.

La hermana Brígida Moreta, natural de Ávila,lleva 26 años en Malawi. Quizá sea el fruto de todolo que le ha tocado vivir, pero tiene una sonrisa pí-cara, y una personalidad fuerte que produce admi-ración y respeto nada más conocerla. Ella nos en-seña, meticulosamente, cada rincón de lo que ha si-do su hogar en estos últimos veinte años. Visitamosen primer lugar la unidad infantil, donde recibimoslas primeras imágenes y retazos de vida terribles.En un edificio pequeño, nos encontramos con el si-lencio de unas madres que cuidan a sus hijos enfer-mos. Cada uno en su camita, tapados apenas conuna manta y casi desnudos. A diferencia de la alegríade los niños pobres, pero sanos, que conoceremos en

este viaje, los niños enfermos y desnutridos tienenuna mirada abrasadora. Sus ojos, enormes en unascaras famélicas, se mueven con lentitud, y cuando temiran te desgarran. No sonríen, no lloran. Nada.Son pocas las miradas acusadoras que me encuentroen este viaje. Muchas menos de las que esperaba.Pero las miradas de los enfermos son inolvidables.

La hermana Brígida nos habla del sida, la enfer-medad innombrable para ellos, como su principalpreocupación: «En Malawi, el sida se propaga a unavelocidad alarmante. La prostitución, la falta de hi-giene en los hospitales, la promiscuidad y la poli-gamia son las principales armas con las que cuentaesta epidemia de África. La enfermedad está tan ex-tendida y crece de tal manera, que en Malawi está de-sapareciendo toda una generación, mientras que otragigante de huérfanos crece sin parar. Se estima queel 30% de los niños menores de 5 años están infec-tados, y estas cifras podrían variar porque, tan sólocon que las mujeres embarazadas portadoras del vi-rus tuvieran acceso a medicamentos retrovirales du-rante los 9 meses de gestación, el niño nacería sano.Pero no hay dinero».

Likuni. ¿Y a ti, por qué te duran los voluntarios?

Desde el año 1993 funciona en la diócesis de Li-longwe un programa de prevención del sida.

Al frente del mismo se encuentran las misionerasde Nuestra Señora de África, conocidas allí comolas Madres blancas. Es nuestro segundo destino enMalawi. Escuchar a la hermana Amparo Cuesta,Madre blanca, española, enfermera y responsabledesde el año 1997 de este importante programa, esescuchar a una mujer llena de iniciativas e inagota-ble, que conoce muy bien la realidad con la que es-tá conviviendo. El programa en el que trabajan en Li-kuni tiene dos objetivos: por un lado, mejorar la ca-lidad de vida de las personas infectadas por el sida,y también de las afectadas de alguna manera por elvirus (viudas y huérfanos); y, por otro, una atenciónespecial a la prevención y a la educación.

Son en total unos 1.200 los enfermos que estánatendiendo en este año, entre las 33 parroquias quecomprende la diócesis de Lilongwe. La hermana

Amparo calcula que, «a este ritmo, en el año 2003habrá de 1.600 a 1.800 enfermos, y en el año 2004 sellegará a los 2.000». Sin embargo, a pesar de la can-tidad de trabajo y dedicación que todo esto supone,existe un lugar al que la hermana Amparo Cuestaquiere llegar: la prisión estatal de Lilongwe, dondela situación de los presos es inhumana y, asesoradapor el capellán de la misma, un padre blanco, in-tentará entrar a ayudar a partir del año que viene.

Un aspecto muy positivo de este programa es elgran número de voluntarios, casi dos mil, que de-dican su tiempo libre a trabajar en este proyecto. «Adiferencia de otras organizaciones no religiosas –nosdecía la hermana Amparo–, como las Naciones Uni-das, los voluntarios aquí no cobran. Trabajan duro,y son constantes porque saben a qué vienen. Tienenuna motivación cristiana muy fuerte. Si no tienesuna motivación así, al cabo del tiempo te acabasyendo, aunque te paguen algo de dinero. Así quemuchos acaban preguntándome: ¿Oye, y a ti, porqué te duran los voluntarios?»

Kapiri.Desintegración de la familia

Aunos 120 kilómetros de Lilongwe se encuen-tra Kapiri, donde visitamos otra misión, esta

vez de hermanas carmelitas misioneras. Dos perros encerrados en una caseta nos saludan

con gruñidos de pocos amigos. En seguida apareceuna mujer bajita y menuda que nos tranquiliza: «Notengáis miedo. Parecen muy fieros, pero en reali-dad son poco espabilados. Los soltamos por la nochepara que nos protejan, y justo anoche nos han roba-do». Es María José Carrasco, una religiosa gallegacon la que hablaremos largo y tendido durante nues-tra estancia en la misión. En Kapiri las carmelitasmisioneras llevan a cabo una gran labor de evange-lización y promoción de la mujer. Además, han le-vantado un importante centro de salud, que cuentacon 52 personas contratadas, y donde la propia sorMaría José ejerce su profesión de médico, en un lu-gar donde al año se atiende aproximadamente a unas200.000 personas, puesto que el hospital más cer-cano se encuentra a 58 kilómetros.

Con la hermana María José hablamos especial-mente de la situación social de los habitantes de lazona. A diferencia del norte del país, donde existe

En portadaAlfa y Omega4 2-I-2003

«Cuando vine, no creía ennada; me atraía el volunta-

riado más por el temasocial. Ahora sí puedo decirque es una motivación cris-

tiana la que me mueve, reci-bo más que doy. Puedo

aprender de toda estagente, y darles todo lo que

pueda, aunque nunca lleguea su altura».

José María Márquez misionero laico en Malawi

una sociedad patriarcal, en este lugar la sociedad esmatriarcal. Cuando las chicas cumplen 15 o 16 añosse casan, aunque la situación de la familia en Malawies terrible: desintegración, falta de responsabilidad yde conciencia de familia. Debido a esta desintegra-ción, las relaciones sexuales entre los jóvenes sonmuy frecuentes, provocando constantes contagios desida. Controlar el sida en África no es fácil. Los testson caros, y el Gobierno sólo los facilita a las orga-nizaciones cuando tiene garantías de que el proyectoes bueno. En el caso de Kapiri existe la promesa deque el Gobierno se los va a facilitar, pero hasta ahoralos han conseguido gracias a una ONG de Zaragoza.

Fue la misma sor María José Carrasco la que nospresentó a una familia de jornaleros, a pocos kiló-metros de Kapiri. Las carreteras en Malawi, salvo al-guna excepción, son polvorientas pistas de tierra,llenas de baches e intransitables en la época de llu-vias. Los pick-up, furgonetas con la parte de atrásdescubierta, te adelantan generalmente a velocidadesconsiderables mientras transportan un número in-determinado de personas, unas sobre otras, forman-do montones, al igual que ocurre con los autobuses,o matolas, cuya capacidad aún se desconoce.

La visita a los jornaleros resulta impactante paratodos. Nos encontramos en medio de un campo detierra, seco y triste. En medio del mismo, unas casasdesperdigadas. Bajo el tejado de paja, a la sombra,hay sentados dos niños. Con nuestra presencia, puessomos asungus, o extranjeros, aparecen más niños deno se sabe dónde, cosa muy frecuente. En seguidaaparecen la madre y el padre, que se sientan de ro-dillas al lado de los hijos. Ninguno sonríe. La her-mana María José habla con ellos, que contestan se-rios y puede que asustados. Las manos de los niñosson casi blancas, del polvo y la suciedad, al igualque sus ropas, las más sucias que había visto nunca.Viendo al crío más pequeño, me viene a la mentelo que días atrás nos había contado José María Már-quez: «De todas las formas de desnutrición, la másterrible es la que llaman en chichewa Kwasiokhol,que en español significa aquel que tiene un herma-no menor, y es que, cuando nace un hermano, el ma-yor ve reducida su alimentación porque todos losesfuerzos se centran en el recién nacido. La ausen-cia de proteínas provocan en el niño la falta de ganasde vivir, de alimentarse. Son niños de mirada perdi-da, de pies y manos hinchados...»

Nambuma.Cuando volváis, os encontraréisotra Nambuna diferente

El hospital de Nambuma fue fundado por las mi-sioneras de Nuestra Señora de África en 1948.

En 1954 se lo cedieron a la congregación malawia-na de teresianas, que lo dirigen actualmente.

Llegamos a Nambuma por una de esas carreterasafricanas que ustedes ya conocen. La hermana Mo-desta Chilembwe, teresiana, nos recibe cordialmente,junto con Alejandro Buitrago, un joven voluntario es-pañol que, tras terminar la carrera de económicas ycomenzar a trabajar, decide dejarlo todo y entregarun año de su vida para los más pobres de África.

En Nambuma, un proyecto que crece con pasofirme, se ofrecen servicios de maternidad, hay pa-cientes internos y externos, pediatría, dentista, pro-gramas de nutrición, servicio de ambulancia, far-macia..., junto con una gran escuela que, indepen-dientemente del hospital, corre a cargo también de lashermanas teresianas.

La hermana Modesta nos relata cómo, cuandollegó a Nambuma, en el año 1996, no había electri-cidad ni agua potable. Por estos motivos los médicosno querían venir a trabajar a este hospital, y ella te-nía que hacerlo todo sola, pues es la única enferme-ra de la comunidad. Poco a poco, gracias a la ayuda

de organizaciones como Manos Unidas,Solidaridad con Malawi, Yamba, o Con-cern, la situación va mejorando, se estánllevando a cabo proyectos que ayudarána hacer más digna la estancia de los en-fermos en el hospital, «y seguro que,cuando volváis –nos dice–, os encontra-réis otra Nambuma diferente».

Alinafe.Dios está con nosotros

Por fin llegamos a Alinafe. Su responsable y creador, como ya apuntaba al comienzo del re-

portaje, fue José María Márquez, nuestro guía ycompañero. Al llegar al proyecto se reflejaba en susojos una gran ilusión. Nos enseñó Alinafe comoquien enseña su casa, sus hijos, aquello que ama,producto del tiempo y la dedicación.

Alinafe significa en chichewa Dios está con no-sotros, y en cada rincón de aquel lugar se respirabael cariño de todas aquellas personas, que habíanpuesto su esfuerzo para que sus hermanos de Malawituvieran la dignidad que se merecen. Situado en eldistrito de Nkhotakota, Alinafe es un proyecto sa-

nitario, educativo y asistencial, situado en una zonaespecialmente pobre de Malawi, que cubre un áreade unos 50 kilómetros y que está principalmentefinanciado desde España. Manos Unidas ha sido laresponsable de la construcción de este proyecto, le-vantado siguiendo la tradición de los habitantes deMalawi. Todo allí está pensado para ellos, desde elmás pequeño detalle hasta los más importantes. Ladiócesis de Lilongwe está representada por las her-manas teresianas, y desde las ONG Yamba y Soli-daridad con Malawi acuden voluntarios españolespara ofrecer su ayuda. El personal es malawiano,y está formado por más de cuarenta empleados.

Como hay ejemplos que valen más que mil ex-plicaciones, les contaré algo que me pareció muygráfico. En Alinafe hay una pequeña escuelita don-de una religiosa teresiana da clase a los hijos delpersonal, o de los pacientes..., hasta hace poco notenían pizarra. Los niños aprendían los números por-

En portada Alfa y Omega 2-I-2003 5

«Por pertenecer a unacongregación misione-ra estoy abierta a ir a

cualquier lugar delmundo. En un momen-

to de mi vida recibíuna llamada a entre-garme a mis herma-

nos, y llevarles espe-ranza, alegría y

amor..., el mismo amorque yo siento».

Mercedes Arbesú misionera de María

Mediadora, en Malawi

«Desde siempre me ha interesado irme un tiempo de voluntaria a unpaís del tercer mundo. Ahora aprovecho que he terminado la carrerapara venirme a Malawi. Me aporta muchísimo en todos los aspectos:

creces personalmente, conoces otra cultura, otro país, y apreciastodo lo que tienes. Aquí todo se magnifica y cobra un sentido dife-

rente: una puesta de sol, una conversación...».Inés

voluntaria en Chezi, Malawi

que la profesora se los dibujaba en el aire.Las actividades que se llevan a cabo en Alinafe

son diversas: por un lado, el Centro de Nutrición,que comprende el tratamiento médico de los mal-nutridos, y un programa educativo para las madressobre la higiene, y la salud, la alimentación, etc.

El esfuerzo por llegar a los pueblos más aleja-dos, que no tienen atención médica, hizo que co-menzara a funcionar la clínica móvil. Una ambu-lancia viaja dos veces por semana a poblados quedistan hasta 65 kilómetros del proyecto.

Muchas enfermedades mortales que contrae lapoblación, especialmente de los niños, están debidasal agua contaminada que beben en los poblados don-de no hay pozos para extraer agua limpia. Nosotrospudimos ver alguno de los regueros, de donde bebí-an las personas un agua marrón, atestada de bacteriasy parásitos, que se depositan directamente en el es-tómago, causando múltiples enfermedades. Esta re-alidad hizo que los miembros de Alinafe promovie-ran la construcción de un total de 48 pozos en lospoblados de los alrededores.

El centro de salud se distribuye en varias casi-tas, como es típico allí, cada una con una funcióndistinta: laboratorio, farmacia, consultas médicas,etc. Se dedica también una atención a los huérfanosy los enfermos de sida en los poblados de los alre-dedores. (El área de Alinafe abarca 300 mudzi, opueblos tradicionales malawianos, en los que hayunos 11 huérfanos por cada uno).

Actualmente, Alinafe se encuentra en el proce-so de conversión a hospital rural. Para ello se cons-truirán nuevas instalaciones para maternidad, en-fermos infecciosos, y formación de personal espe-cializado, y necesitan fondos para llevarlo a cabo.

Chezi.La sonrisa de un niño

En Dowa, una de las zonas más pobres de Mala-wi, se encuentra Chezi. Y en Chezi, una astu-

riana: sor Mercedes Arbesú, misionera de MaríaMediadora. Esta congregación se ocupa, desde elaño 1993, de un centro de nutrición infantil. Perolo que, en sus comienzos, era simplemente un cen-tro para niños externos, se convirtió poco a poco enun hogar para los cientos de huérfanos que el sida ylas enfermedades habían provocado en los pobla-dos de los alrededores. Actualmente, el St. Mary´sRehabilitation Center acoge a 150 niños huérfanosinternos, junto con otros 400 más que viven con susfamiliares más cercanos, bajo los cuidados y la su-pervisión de las religiosas misioneras de María Me-diadora.

La hermana Mercedes Arbesú conserva todavíaun suave acento asturiano a pesar de la distancia, yuna gran vitalidad, no en vano fue periodista antesque religiosa, y lleva a sus espaldas horas de radio yde trabajo con la realidad y las noticias. Normal-mente a los niños les damos miedo, porque somosblancos y extraños. No es raro que, al acercarte adarles la mano o hacerles una caricia, se echen a llo-rar. Esto no ocurre en Chezi, donde los niños estánsanos y contentos, y aunque sus pertenencias equi-

valgan a un décimo de lo que pueden tener los niñosde Occidente, sus sonrisas son siempre el doble debonitas, el doble de sinceras, el doble de alegres.

«¡Guapa!», le decía a una niña que se subió de unsalto a mis brazos... «¡Guapa!», repetía ella... Lashermanas que estaban allí se reían: «Siempre repitentodo lo que les dices».

En Occidente los niños, por lo general, estánacostumbrados a poseer. En África están acostum-brados a compartir, a valorar, a vivir el día a día conintensidad.

Las religiosas se esforzaron por hacer de Chezi unverdadero hogar, y desde luego que lo consiguie-ron. Los jardines están cuidados, hay color por todaspartes; las casas, con literas, están limpias y cuida-das, y en cada cama, un osito. Es el mejor ejemplo,como lo son en realidad todos los proyectos que vi-sitamos, de la utilización del dinero con el máximorendimiento. Y lo que es más importante: los niñosreciben cariño, un cariño especial de quienes handecidido pasar el resto de sus días junto a ellos, ycompartir su hambre, su sequía, sus malarias…

Y llegamos a Mozambique

De Lilongwe a Johannesburgo. De Johannesbur-go a Maputo. Otro país, otras costumbres. Hemosllegado a Mozambique. Aquí visitaremos el nortey el sur del país. Mozambique dejó de ser coloniaportuguesa en el año 1975, pero sufrió, durante 16años, una dolorosa guerra civil, que terminó en elaño 1992 y dejó tras de sí un país devastado, sin in-dustria, y con la agricultura, su principal fuente de in-gresos, seriamente dañada. Actualmente, el Go-bierno, a pesar de la corrupción, hace serios intentospor conseguir el ansiado desarrollo, con la inesti-

mable ayuda de toda suerte de ONG ycooperantes que pueblan las calles deMaputo. Pero, a pesar de esta ayuda,Mozambique sigue formando parte delas 10 economías más pobres del pla-neta, con una elevadísima mortalidadinfantil.La pobreza y la esperanza conviven enMozambique. Al menos, Maputo tieneforma de ciudad, una ciudad con agu-jeros, pues, en ella, más que conducir seesquiva… Pero tiene el encanto de lasciudades que un día fueron bellas, y el

paso del tiempo las ha deteriorado. El norte del país es pobre de solemnidad. Desde

la furgoneta observamos un atardecer inolvidable. Eldía en Mozambique, como ocurría en Malawi, sue-le comenzar sobre las 4 de la mañana, y a las 6 de latarde empieza a anochecer. Sin embargo, el sol pa-rece tomarse su tiempo y regalarles a los africanos laspuestas de sol más bellas jamás vistas. Quizá porquees difícil despedirse de sus montañas, de sus árboles,sus flores y sus sonrisas.

Alto Molocue.Trabajando por la educación

Tras un largo viaje, donde los kilómetros nunca secorresponden con el tiempo invertido en el tra-

yecto, llegamos a la misión de Nivana, en Alto Mo-locué, situado en la provincia de Zambezia. Allí nosreciben los hermanos maristas, entre los que se en-cuentra José Antonio Pascual, burgalés, en una granmisión que les fue arrebatada en el año 1975 por elGobierno comunista, hasta que la recuperaron, enel año 1992, desvastada.

Los maristas trabajan en una escuela, construi-da en su día por Manos Unidas, a la que acudenunos 80 niños de poblados vecinos, algunos tienenque caminar cerca de 15 kilómetros para llegar. Es-tos niños tienen clase de 7:30 a 11:40 de la mañana.Allí reciben una comida y estudian Portugués, Ma-temáticas, Historia, Geografía, Educación Física,Ética y Biología, además de técnicas agrícolas y pe-cuarias.

Además de la escuela, los maristas llevan un dis-pensario y un centro nutricional.

En portadaAlfa y Omega6 2-I-2003

Quelimane.La aldea de la paz

Tras un largo trayecto llegamos a Quelimane, enla misma provincia de Zambezia, una ciudad de

dos millones y medio de habitantes, muy pobre, cu-ya población vive de la agricultura de subsistencia.Allí la hermana franciscana hospitalaria Berta Alvesempezó, hace años, a recoger a niñas que vagabanpor los caminos, huérfanas de guerra. Manos Unidasfinanció la construcción de seis hogares infantilesy actualmente La aldeia da Paz, como se llama elproyecto, es un bonito complejo de casas, que sus pe-queñas habitantes te enseñan orgullosas. Allí las ni-ñas pueden ir a la escuela pública, mientras que tie-nen un hogar y una alimentación sana. Hoy ya nollegan huérfanos víctimas de la guerra, pero es elsida y otras causas, como el abandono, el que haceque muchos niños sigan sin tener familia y se con-viertan en vagabundos y delincuentes en potencia.

Chalucuane.Caridad con el enfermo

Mozambique sufrió, hace dos años, unas terriblesinundaciones que destrozaron todo lo que se

encontraba a su paso. Algunos supervivientes se re-fugiaron durante varios días en los tejados de las ca-sas, uno de ellos era el del Centro de Salud de laCompañía de las Hijas de la Caridad, ubicado en

Chalucuane, en la provincia de Gaza, a 210 kiló-metros de Maputo. Para llegar hasta allí tenemosque atravesar grandes pistas de tierra, que durante lasinundaciones se convirtieron en un mar. Mucha gen-te murió aquí intentando salvar su ganado.

El Centro de Salud está en manos de las Hijasde la Caridad desde el año 1979, con una interrup-ción por causa de la guerra, que obligó a las herma-nas, los enfermos y la población en general a refu-giarse. En el año 1994 comenzó de nuevo a funcio-nar plenamente, y hoy es un gran Centro con variosdepartamentos y multitud de pacientes. Los nuevosedificios que se están construyendo son la señal deque su labor es necesaria.

Las hermanas Ángela Rodríguez, Amparo Nuin,de Navarra, y Adela, de Méjico, nos explican, denuevo, que el sida y la malaria son las enfermedadesmás comunes entre la población. La mayoría de losenfermos tiene como causa última el sida, que semanifiesta en tuberculosis o infecciones de cual-quier tipo.

Las unidades de enfermos infecciosos y muy gra-ves son especialmente duras. El calor y las habita-ciones cerradas provocan un fuerte olor, a pesar deque las hermanas lo mantienen todo impecable.

Entro la primera en una sala y veo a un hombre es-quelético, con un gotero y los ojos en blanco. Su ros-tro reflejaba la debilidad más extrema. Creí que estabamuerto. Era una visión terrible, imposible de descri-bir. Al cabo de unos segundos, cuando ya iba a avi-sar a alguien, reaccionó ante el ruido, y movió los

ojos con lentitud. Una hermana nos contó su historia:«Está enfermo de sida. El curandero del pueblo lehabía dicho que le había contagiado la enfermedad sutía, y él, convencido, le pegó una paliza a la mujer, quele abandonó. Ahora agonizaba solo en una cama delhospital. No tiene a nadie más en el mundo».

Las costumbres y tradiciones de los africanosson algunas veces un inconveniente para su propiodesarrollo. El curandero, o brujo, tiene una fuerteinfluencia sobre ellos, que acuden a él antes que a lamedicina blanca. Después, cuando el brujo ha em-peorado su situación, llegan a los centros de salud,donde el personal médico se encuentra con situa-ciones sangrantes. Una enfermedad para ellos no esalgo natural, sino que siempre es consecuencia de al-go, tiene un sentido sobrenatural, como una maldi-ción. Es frecuente que los brujos les aconsejen man-tener relaciones sexuales con una virgen para li-brarse del sida, o incluso con sus propias hijas. Conestos ejemplos, es fácil comprobar cómo el sida seextiende por África como un reguero de pólvora.

Numemo.Empezar desde cero

Las inundaciones del año 2000 se cobraron unas700 vidas y los hogares de miles de familias

destruidos. Por este motivo, en un terreno situadoen el distrito de Marracuene, comenzó el proyecto deNumemo, financiado por Cáritas española y ManosUnidas. Con la esperanza de construir más de 1.700casas, hoy existen ya 500 familias con un hogar. Soncasas pequeñitas, con un terreno propio que el día demañana contará con tres árboles frutales para usoprivado.

Un hospital, una escuela infantil y otra primariason las necesidades básicas que se han ido constru-yendo para esta nueva ciudad, donde nos recibencantando y bailando, como en casi todos los pro-yectos de este viaje. Están agradecidos, y, por tanto,nos dan lo que tienen: su música y sus bailes, su cul-tura. Nos obsequian con kapulanas, las preciosas ycoloridas telas con las que se visten las mujeres.

Numemo empieza desde cero, en una vasta ex-tensión situada en un alto, con el deseo de que, nun-ca más, las familias puedan perder su hogar.

Regresamos

Estamos a punto de volver a España. Los her-manos salesianos, vecinos de las franciscanas hos-pitalarias en Maputo, con quienes nos hemos alo-jado durante los últimos cuatro días de nuestro via-je, nos enseñan en nuestro último día en Maputo elcolegio Reina Sofía, donde el padre Jesús García,salesiano, es director. Es un gran colegio. Las ins-talaciones no tienen nada que envidiar a cualquier co-legio de España, y la organización y las actividadesque los padres realizan para los jóvenes nos sor-prenden por su profesionalidad. Podemos ver a unoschicos jugando al baloncesto en el polideportivo, aotros aprendiendo carpintería, electrónica y demásámbitos de la formación profesional, además del ta-ller de costura. El padre Jesús García, el rostro másbondadoso que uno se puede encontrar en años, lesrecuerda a todos los críos con los que se tropiezaque estudien para los exámenes. Don Bosco debió desoñar con esto alguna vez.

Y en el regreso a España nos encontramos conla exhibición de riqueza del aeropuerto de Johan-nesburgo, donde la gente vuelve a caminar deprisa,mirando sin ver, haciendo una mueca en vez de son-reír. Las escenas cotidianas del primer mundo pro-vocan la risa o la estupefacción, el parón y la reflexión. Tenía razón Pedro, el compañero de RNE,cuando nos repetía en el viaje: «El pasado ya haocurrido. El futuro está por venir... Pero el presentehay que vivirlo, porque tiene nombre de regalo».

En portada Alfa y Omega 2-I-2003 7

«Siempre había sentido una inquietud misionera,pero la fui dejando, y cuando tuve 50 años surgiómucho más fuerte en mí, y me decidí a venir aMozambique. Esta gente necesita nuestra ayuda,podemos hacer un gran trabajo».

Jesús García salesiano

«Cuando quise sermonja ya me atraíala idea de poder ira los lugares dondeno conocían aCristo, para que loconocieran y poderdar testimonio.Ahora llevo ya 31años enMozambique, y soymuy feliz».

María AlbertinaAlves

franciscana hospitalaria,

en Mozambique

Pocas fotos pueden ser máshirientes siempre, pero muyespecialmente en estos días,que la de ese tanque ante labasílica erigida sobre la gru-ta en la que nació el Príncipede la Paz. Las palabras deJuan Pablo II en su mensajenavideño han sido más apre-miantes y preocupadas quenunca. En la misa de No-chebuena el Patriarca latinode Jerusalén, monseñorSabbah, desde Belén, don-de se hacía particularmentepatente y angustiosa la au-sencia de peregrinos, lanzóun emotivo llamamiento paraque se reanude el diálogo ysea posible la paz en la tierrade Jesús. Monseñor Sabbahrecordó a todos los muertosy heridos; a los prisionerosolvidados en las cárceles is-raelíes; a los que reciben lasórdenes de matar, y a quie-nes lo ordenan, y tuvo pala-bras muy claras y terminan-tes: «Si los que no consiguenla paz en Tierra Santa no soncapaces de lograrla, que de-jen su puesto a otros connuevas ideas y talantes».También el Nuncio en Israelreclamó el derecho de todosa peregrinar a los Santos Lu-gares, un derecho imposiblede realizar por desgracia, apesar de que los combatien-tes se han comprometido afavorecer el libre acceso alos Lugares Santos.

En otros muchos lugares noha sido posible celebrar, enlibertad, la Navidad. Desdela inmensa China a Vietnamy a Cuba, y, tristemente ne-gros presagios se ciernen so-bre Medio Oriente. El dibu-jante de Le Figaro, Dobritz,lo ha visto así de gráfica-mente, en la cabeza de Sa-dam Hussein; pero la mismacaricatura podría hacerse enla de George Bush

La fotoAlfa y Omega8 2-I-2003

El mundo al revés

Feliz Navidad!… Huy!, perdón,¡eso se refiere a Jesucristo! –sa-ludaba alguien el otro día, con

buena dosis de ironía, a un grupo deamigos–; ahora hay que decir ¡Feli-ces Fiestas!» Poco antes, alguien co-mentaba que había escuchado lo si-guiente, nada irónico, desde luego, apropósito de los belenes en Navidad, yespecialmente de la retransmisión dela Misa de Medianoche, celebrada porel Papa: «¡No puede ser eso de que-rer cristianizar las fiestas navideñas!»No es un chiste.

En Malawi, en la capilla de unas mi-sioneras, una redactora de Alfa y Omegay otros periodistas, en el viaje reciente-mente realizado con Manos Unidas paraconocer de cerca sus proyectos, que sonaliento y esperanza para África, han po-dido rezar ante Jesucristo vivo y presen-te en un precioso sagrario horadado enun baobab, el árbol junto al cual, según lasreligiones tradicionales africanas, ofre-cían sacrificios a los dioses quienes an-helaban liberarse de la penuria, de la en-fermedad y de todos los males. Ahora elbaobab, como un bello símbolo del mun-do entero, acoge al Salvador, al mismoDios hecho carne, que se ofrece a sí mis-mo en sacrificio, justamente, para dar-nos la libertad. Las antiguas felices fiestasafricanas, como toda otra fiesta antes dela encarnación del Hijo de Dios, han da-do paso a la ¡Feliz Navidad! que llena dela esperanza de la vida eterna a toda laHumanidad.

No es muy diferente a la del anti-guo baobab la situación de los luga-res en los que hoy se adora a los diosesque dominan el mundo: el dinero, lalujuria y el poder, citando la expresivatrilogía certeramente definida porEliot. Por mucho que se vistan de mo-dernidad, no dejan de ser lugares deesclavitud. Sin Jesucristo, ¿qué clasede fiesta puede celebrarse, en estos dí-

as o en cualquiera otros?; sin Él, vivoy presente, aquí y ahora, ¿qué son sinoviejos baobabs africanos los árbolesde Papá Noel, y hasta los belenes re-

ducidos a objetos decorativos con mo-tivos nostálgicos? Y, al fin y al cabo,los sacrificios a los dioses en el Áfricanegra anhelando libertad eran un gritode dolor abierto a la esperanza. Los dehoy en el llamado Occidente cristia-no pueden definirse como una muecallena de escepticismo, por mucho quese trate de ocultar con risas y cham-pán. Sólo Quien se ha ofrecido en Sa-crificio definitivo por nosotros, ha-ciéndose carne y naciendo de MaríaVirgen, ha hecho posible el verdaderogozo de la auténtica libertad. Esto, y nonostálgicas fiestas familiares, y me-nos aún consumismo, derroche y efí-mera diversión sin sentido, es la Na-vidad.

Ante un mundo que, si en Áfricase muere de hambre y de luchas in-testinas, no menos muestra su rostro demuerte en los países llamados avan-zados, con el trágico fenómeno del te-rrorismo que acrecienta incertidum-bres y temores, con una Tierra Santaen el centro de esa ciega violencia de-satada en Oriente Medio, sobre el quede nuevo se cierne la amenaza de unaguerra que se pretende llamar preven-tiva, para ocultar la terrible esclavitudal dinero y al poder de quienes se con-sideran civilizados…, Juan Pablo IIha podido decir con toda verdad ¡Fe-liz Navidad!, porque reconoce en elHijo de María de Nazaret al Dios he-cho hombre que «guía nuestros pasospor el camino de la paz», como pro-clama en el nacimiento del Precursorsu anciano padre, Zacarías, en su cán-tico de bendición. Y por eso el Papa nopierde el tiempo dando ideas o pro-poniendo planes. En su plegaria deNavidad, junto a la Virgen Madre, lepide que, sin ceder a la desconfianza,seamos como Ella testigos creíbles desu Hijo, vivo hoy, aquí y ahora, «paraque los hombres y las mujeres denuestro tiempo reconozcan en el Niñoque está en tus brazos al único Salva-dor del mundo, fuente inagotable dela paz verdadera».

La cuestión decisiva de la vida no essi Dios existe o no, sino si Dios se hahecho hombre o no. La cuestión no esideológica, ni sentimental. Se trata sen-cillamente de constatar un hecho: o hasucedido, y entonces hay razones parala alegría y la fiesta, o no ha sucedido,y entonces –en palabras de san Pabloplanteando justamente la verdad o nodel hecho de la Resurrección– «somoslos más desgraciados de todos los hom-bres», más aún, desde luego, que losviejos africanos junto al viejo baobab.Los nuevos africanos, en cambio, antela novedad radical de Cristo vivo y pre-sente hoy en su Iglesia, aun en la ma-yor de las pobrezas, son sin duda, contodos los cristianos del mundo, ¡losmás felices de todos los hombres!, jus-tamente porque tienen la única Rique-za necesaria.

Criterios Alfa y Omega 9

Apocalipsisahora

Escucha las voces de los pe-queños y de los débiles,/ de las

mujeres que se ofrecieron en va-no,/ de las prostitutas, que se bur-laban de sí mismas,/ el triste en-cono de los que están siempre en-fermos,/ a los solitarios, a los queno rozó una sonrisa./ Escucha a losniños que sollozan, que se lamen-tan./ Y el grito de impotencia delas que en secreto fueron seduci-das./

Escucha a todos los que cargancon las penas,/ a los expósitos, a lossordos, escarnecidos,/ a los mártiressin corona/ de cada callejón, de ca-da día./ Escucha sus voces y escu-cha también cómo, con una melodíaprimigenia,/ se elevan hacia el cie-lo abierto./ Y ve también/ que sóloel dolor lleva hacia Dios,/ mientrasa los demás la pesada vida/ los cla-va a la tierra con una dicha de plo-mo./ Pero, interminable, la luz seextiende allá arriba,/ bajo el alu-vión/ de los ascendentes coros/ deldolor humano. Y él sabe que Diosprestará oídos/ a todos, a todos./Sus cielos rebosan misericordia./

A los pobres/ Dios no los juz-ga./ Una conmiseración sin lími-tes/ inflama el sagrado recinto conuna luz eterna./ Los jinetes delApocalipsis se dispersan,/ el do-lor se convertirá en placer y la di-cha en tormento/ para aquel queen la muerte experimenta la vida./Y ya vuela/ un ángel de fuego ha-cia la tierra./ Y con el rayo delamor sagrado,/ nacido del dolor,le perfora/ hondo y radiante el co-razón estremecido./

Entonces cae/ de rodillas, comoalcanzado./ Siente de una vez elmundo entero,/ real y en su ilimi-tada aflicción./ Su cuerpo tiembla,/una espuma blanca baña sus dien-tes./ Una convulsión ha deforma-do sus rasgos,/ pero las lágrimas,/bienaventuradas, impregnan sumortaja./ Pues siento que por vezprimera,/ desde que rozara losamargos labios de la muerte,/ sucorazón experimenta la dulzura devivir./ Su alma resplandece tras elmartirio y las heridas./ Y se dacuenta/ de que, en ese momento,/ha sido Aquel otro/ que hace mi-les de años estuvo en la cruz./ Yque, como Él,/ desde que sintiera elbeso abrasador de la muerte,/ de-be apreciar la vida por el dolor.

Stefan Zweigde Momentos estelares

de la Humanidad (ed. Acantilado)

ΑΩ

2-I-2003

necesariaLa única Riqueza

Ejemplar de Baobab, en Malawi (África)

¿Está la libertad ultrajada?

Nada importa lo material, porque lo importante es el espíritu. Cuando adverti-mos un desenfreno que se salta las barreras de la adecuada normalidad, y los

propios principios del diálogo civilizado y ético de los valores trascendentalesde la persona son escarnecidos, en loor a no sé cuantos y variados sofismasque quiebran los razonamientos más elementales de la convivencia, nos damoscuenta, en un personal grito de silencio, de que la amenaza del desvarío pretendesustituir las propias bases civilizadas e incorporar los otros gritos de la amenazay del miedo. El hombre no puede ser reducido a simple objeto, en la masificaciónsin sentido, cuna de libre albedrío del desorden, la impiedad, el ¡fuera el pudor!,como anunciaba recientemente la presentadora de un programa de televisión.Asistimos a todo un cortejo de despropósitos hábilmente elaborados para de-sorientar a la juventud, arañarle el sentimiento y el alma. Incluso crearle odioabierto o agazapado contra todo sentido de espiritualidad. Es la posible iniciacióncontinuada de disolver la unidad familiar, arrebatar los sentimientos más entra-ñables y cobijar en ellos la falsificación y la mentira. Sin embargo, habrá que in-sistir siempre, hasta el final de nuestros días, que verdaderamente sin Dios na-da podemos. Quizá en un cierto tiempo, no muy lejano, vuelvan a oírse fuertesy poderosos los cascos del caballo de san Pablo…

Pablo FernándezBarcelona

CartasAlfa y Omega10 2-I-2003

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Familia y vida

En primer lugar, quiero agradecer al señor cardenal arzobispo de Ma-drid su valiente defensa de la vida y de la familia en la homilía pro-

nunciada en la catedral de Madrid con ocasión de la Vigilia de la Inma-culada. Efectivamente, ningún ciudadano de bien puede mirar para otrolado y consentir la creciente corrupción de las instituciones fundamentalesde toda sociedad como son la familia y el matrimonio. Corrupción que es–a corto y largo plazo– mucho más perniciosa que la corrupción econó-mica. Por otra parte, no menos grave, las cifras de abortos han crecido un30% desde 1995, y la comercialización de la píldora abortiva RU-486 y lascampañas de publicidad de preservativos no hacen sino agravar la si-tuación.

Precisamente porque no podíamos seguir parados, un grupo de ciu-dadanos constituimos el pasado mes de abril el partido Familia y vida, pa-ra dar un cauce de protesta a todos aquellos que no están dispuestos acallar ante tanto despropósito. Sin otro objetivo político ni personal que de-fender la vida y proteger la familia, creemos que puede ser el mejor me-dio de denuncia de la pérdida de valores y principios que se observa enla clase política actual. Sólo llamando su atención del único modo que en-tienden –el voto– podremos conseguir que abandonen el absurdo com-plejo progresista que dirige su acción política. En las graves circunstan-cias actuales, el mero silencio es ya culpable.

José Alberto Fernández LópezMadrid

Todos los medioshumanos

Es admirable la solidaridad y generosidad de miles de jó-venes y otros no tan jóvenes, volcados a fondo perdi-

do. Es angustioso el sufrimiento e incertidumbre de muchasfamilias, que sólo saben del trabajo en la mar. El petrole-ro embarra de negrura cada día una gran parte del litoralespañol. Los medios de comunicación nos informan al mi-nuto. Todos trabajan a destajo. ¿Pero es verdad que se hanempleado todos los medios? Vamos a hacer memoria:una tarde, un grupo de marineros se hicieron a la mar enGalilea. Con ellos iba el Maestro «que estaba en la popadurmiendo sobre un cabezal» (Mc 4, 37-41). «Se levantóun fuerte vendaval…» ¿No sería Santiago el Mayor, que ibaen la barca, y cuyos restos veneramos en la catedral de sunombre, quien increpó al Maestro: ¿No te da cuidado deque perecemos?. «Y, despertando, increpó al viento, y di-jo al mar: Calla, enmudece. Y se aquietó el viento y se hi-zo completa calma». Nueva pregunta: «¿Quién será éstea quien el viento y el mar obedecen?»

A Santiago le toca de cerca, y nosotros lo tenemos biena mano. Entonces… ante la rebeldía de nuestros mares yel vómito imparable de negrura del viejo petrolero, ¿nosería el momento de movilizarnos y llenar día y noche,haciendo turnos como los voluntarios, y volver a pedir al Se-ñor Santiago que repita su petición de aquella tarde, nosólo en la catedral compostelana, sino en Madrid, Sevi-lla, Zaragoza, etc. a Aquel a quien obedecen los vientos yel mar, que vuelva a mandarles parar? ¿No se habrá dor-mido, ante nuestro silencio, otra vez? ¿No tenemos fe?Pues pidámosla también. Quién sabe si eso es lo únicoque nos falta. Todos los medios humanos están operativos.Por intentarlo, no perdemos nada.

Rosa María Menéndez CarrilloMadrid

José Francisco [email protected]

Algo más que curiosidad tiene el que sea sanLeón Magno, en sus Cartas cristológicas,quien le resuelva las dudas religiosas al edi-

torial del diario londinense The Daily Telegraph, enla edición del pasado día 25 de diciembre. Se pre-guntaba el prestigioso rotativo, y así lo recogió LaVanguardia: «¿Cómo podemos celebrar estas fiestascuando el mundo va de mal en peor?» Decía másadelante: «Y el fin del mundo sigue siendo una par-te explícita de la historia de la Navidad. La cuestiónmás sorprendente es que la Navidad se ha venidoadaptando muy fácilmente a una fiesta confortable.La Cruz Roja, al prohibir este año escenas de pese-bres en los escaparates de sus tiendas de caridad, almenos ha reconocido que hay un contenido religio-so en las imágenes del Niño en el belén. Este con-tenido es impresionante: Dios se ha hecho hombre yla Historia ya no será nunca la misma. Para los cris-tianos, la Navidad marca el nacimiento de Jesús enBelén, pero va mucho más allá, y espera un segun-do advenimiento que marcará el final real de la His-toria. Y en este final, Dios es juez. Y ésta es unacreencia común en las tres viejas religiones mono-teístas: el judaísmo, el cristianismo y el Islam. Seráun mismo Dios el que administrará la misma justiciaa los judíos, musulmanes y cristianos con la llegadadel fin del mundo y, mucho antes, al final de cada vi-da humana. Es comúnmente sabido y aceptado quela vida de Jesús se prolongó durante 33 años. Este es-pacio de tiempo sirvió para forjar una religión his-tórica: a todos los practicantes, esta religión mues-tra la inserción del Justo en la historia de los hom-bres. De ahí, que este principio haga que el final dela Historia sea un objetivo en sí mismo y no un sim-ple punto o parada.

La auténtica fiesta, diversión o alegría de HarryPotter es precisamente el optimismo, mientras que enEl Señor de los Anillos, de Tolkien, lo es el heroísmo.Con ello, la Navidad nos aporta algunas dosis deoptimismo y heroísmo».

Escribió san León Magno, en su obra ya cita-da: «La imagen del Dios invisible no rehusó la ver-güenza del nacimiento humano y pasó por todas lashumillaciones de nuestra naturaleza: la concepción,el parto, el llanto, la cuna. ¿Qué le podremos darnosotros a cambio, que sea digno de este amor ma-nifestado con una benevolencia tan grande? El úni-co Dios unigénito, cuyo nacimiento es inefable, cre-ce en forma de cuerpecillo humano en el seno de lasanta Virgen. El que todo lo contiene y dentro delcual y por medio del cual todo existe, es dado a luzsegún la ley común de todo parto humano. Y en elllorar de un niño se oye a Aquel ante cuya voz tiem-blan los ángeles y los arcángeles y son aniquiladosel cielo, la tierra y todos los elementos de este mun-do. El que es invisible e incomprensible, el que nopuede ser abarcado por los sentidos, por la vista,por el tacto, está envuelto en pañales en una cuna. Ysi alguien estima que esto es indigno de Dios, tendrá

que reconocerse deudor de un beneficio tanto mayorcuanto menos se acomodan estas cosas a la majestaddivina. No tuvo necesidad de hacerse hombre Aquelpor medio del cual el hombre fue hecho, pero no-sotros teníamos necesidad de que Dios se hicieracarne y habitara en nosotros, es decir, que por laasunción de un único cuerpo estuviese presente en to-da carne. Su humillación es nuestra nobleza, suafrenta es nuestro honor. Porque Él, que es Dios,existe en la carne; nosotros, por nuestra parte, sere-mos renovados a partir de nuestra carne hasta lle-gar a Dios».

Por más que se empeñe Vicente Verdú, en sucolumna de El País, del pasado viernes 27 de di-ciembre, cuando escribía: «El porvenir está am-pliamente desacreditado. El futuro apesta. Dondese halla el mejor espacio para protegerse y auto-

complacerse es mirando hacia atrás», nos queda-mos con lo que escribió la pensadora HannahArendt: «El milagro que preserva al mundo y elámbito de los quehaceres humanos de su normal ynatural ruina es el hecho de la natalidad, en el queontológicamente enraíza la capacidad de obrar. Enotras palabras, es el nacimiento de nuevos hombresy el nuevo inicio, es decir, la acción de la que éstosson capaces en virtud del haber nacido. Sólo la ex-periencia plena de esta facultad puede conferir a lohumano la fe y la esperanza, las dos característicasesenciales de la experiencia humana que la anti-güedad griega ignoró completamente. Dichas fe yesperanza ecuentran en el mundo su gloriosa y efi-caz expresión en las breves palabras con las que elEvangelio anunció la buena nueva del Adviento:Nos ha nacido un niño».

Aquí y ahora Alfa y Omega 2-I-2003 11

y contarlooír...Ver

Agua clara del siglo V para el Daily Telegraph

Reducir el derecho a la libertad religiosa a underecho estrictamente individual y privadoes negarlo, en grave medida, en aspectos de-

cisivos que tienen que ver con el desarrollo y fin dela persona humana», explicó el cardenal AntonioMaría Rouco ante centenares de alumnos y nume-rosos profesores de la Universidad Complutense,durante un encuentro en la Facultad de Derecho. Elencuentro fue promovido por la Delegación dioce-sana de Pastoral universitaria, y contó con la pre-sencia del Decano de la citada Facultad, don JoséIturmendi, así como de los capellanes de las distin-tas Facultades, escuelas y centros universitarios deMadrid. «Me siento a gusto aquí», dijo con espon-taneidad el cardenal, que ofreció una espléndida lec-ción magistral llena de sentido pastoral, al refle-xionar en voz alta sobre Estar en el mundo. La pre-sencia de la Iglesia en la sociedad actual.

Reconoció la preocupación de fondo ante la cuestiónde la presencia de la Iglesia en las instituciones públi-cas, y la polémica frecuente en ciertos medios de co-municación sobre la vigencia o no del sistema con-cordatario en España, sobre la libertad religiosa y sobrela relación entre lo público y lo privado respecto a la li-bertad religiosa. Explicó que el gesto de Jesús dicien-do el César es el César y Dios es Dios, es un gesto re-volucionario y, desde entonces, una cuestión de fon-do a la hora de concebir el cristianismo, la vida delhombre, la vida del cristiano y su relación con la so-ciedad y con la comunidad política; la tentación demezclar los dos ámbitos siempre se ha dado, por unlado o por otro. Pero –puntualizó– la separación delorden religioso y del orden político no implica exclu-sión o ruptura de los ámbitos, sino una distinción; or-denación jurídica de competencias, pero no de vida;la Iglesia y el Estado están al servicio de la misma per-sona humana y de su único destino en el tiempo y en laeternidad. El Vaticano II afirma la responsabilidad delos cristianos en todos los ámbitos de la vida, y definela tarea que tiene la Iglesia de respetar y apoyar el ejer-cicio de esa responsabilidad, así como el planteamiento,ante el orden político, de pedir libertad a la ordenaciónjurídica del Estado para que esa responsabilidad puedaser ejercida.

El Concilio Vaticano II también dice –subrayóel cardenal– que el seglar católico tiene responsa-bilidades políticas, sociales y públicas propias, yque las tiene que vivir en conformidad con el Evan-gelio, sin pretender para eso coberturas humanas, pú-blicas, de sus obispos, o de la institución Iglesia;tiene que jugársela libremente, con responsabilidad,sin pedir cobertura a sus posturas políticas, opinio-nes sociales, compromisos profesionales, sean losque fueren, salvando siempre su fidelidad a la leyde Dios y las exigencias de la caridad cristiana.

Lo que dice la Constitución

Al tratar el problema en nuestro momento histó-rico actual, recordó el cardenal que España se con-figura, por la Constitución de 1978, y se define co-

mo Estado democrático de Derecho, que propugnacomo valores trascendentes la libertad, la justicia,la igualdad y el pluralismo político. Citó el artículo10 que defiende la dignidad de la persona, los dere-chos inviolables inherentes, el libre desarrollo de lapersonalidad, el respeto de la ley y de los derechosde los demás. Consideró el apartado 2 de ese mismoartículo 10, ya de carácter normativo, como muy in-teresante, ya que dice que las normas relativas a losderechos fundamentales y a las libertades, que laConstitución reconoce, se interpretan de conformi-dad con la Declaración universal de los derechoshumanos y los Tratados y Acuerdos internaciona-les. El artículo 16 da una visión positiva sobre el de-recho a la libertad religiosa, ideológica, etc. En un se-gundo párrafo, habla de que el Estado tendrá encuenta las creencias de los españoles, en concretode la Iglesia católica, y que establecerá las oportunasrelaciones de cooperación con la Iglesia católica y lasdemás religiones reconocidas por el Estado demo-crático de Derecho.

Hay dos interpretaciones de esos derechos ex-presados en el artículo 16, una que lo hace de unamanera restrictiva, negativa (hay el derecho a noprofesar ni vivir la fe religiosa), o sea, que el Estadono confiesa, no profesa ni favorece ninguna reli-gión. La otra concibe al Estado y a sus institucio-nes positivamente en relación con lo religioso, esdecir, el Estado afirma, garantiza y promueve el de-recho a la libertad religiosa como los otros dere-chos, civiles y socioeconómicos.

El cardenal Rouco afirmó que considera eviden-te que «no cabe constitucionalmente, en este mo-mento, más que una interpretación positiva del de-recho a la libertad religiosa». Si se afirma que el Es-tado es, y ha de ser, un Estado social de Derecho,

se está afirmando que tiene obligaciones que vanmás allá de lo mínimo, sea en seguridad, en justi-cia, etc. El Estado interviene masivamente en elcampo de la cultura, de la educación, con institu-ciones propias, con personal propio, los funcionarios,y todos sabemos que el Estado subvenciona hoy ca-si todas las actividades sociales. Además, funcionasobre una base impositiva de derecho fiscal, dondetodos los ciudadanos tienen que pagar, sin tener encuenta preferencias, aficiones, necesidades. Eso hade tener efecto en lo religioso.

Terminó el cardenal arzobispo de Madrid conuna frase irónica que hizo sonreir a los oyentes. «Losque gozan con la posibilidad de ir a la ópera en Es-paña, no pagan lo que reciben; si no hubiese finan-ciación pública, esas actividades tendrían otros pre-cios. Lo que no se puede pretender, con un Estadoasí organizado, es que la única actividad que cuestedinero en España, socialmente hablando, sea el rezar.Si los católicos quieren tener una Iglesia, se la tienenque pagar, aunque haya una deducción en el im-puesto de las personas físicas para el mantenimien-to de la Iglesia, cosa que incluso se discute ahoradesde la visión negativa de la libertad religiosa».

Pero la fuerte presencia de concepciones pre-cris-tianas de la relación Iglesia-Estado y de los derechosfundamentales, no debe hacer que se restrinja y limi-te, en los Estados debidamente constituidos, un de-recho fundamental como el de la libertad religiosa.Hoy, los medios dan una visión más negativa que ver-dadera de la realidad de los cristianos en España, don-de la Iglesia católica acoge al 90 por ciento de los sintecho. Y recomendó darse una vuelta para verlo.

M. G.

Iglesia en MadridAlfa y Omega12 2-I-2003

El cardenal Antonio María Rouco Varela, en la Universidad Complutense

Ser católico exigecomprometerse

«Si los católicos quieren tener una Iglesia, se la tienen que pagar, aunque haya una deducción en el impuesto de las personas físicaspara el mantenimiento de la Iglesia, cosa que incluso se discute ahora desde la visión negativa de la libertad religiosa»,dijo el cardenal de Madrid ante centenares de universitarios en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense

La liturgia del tiempo de Navi-dad contempla el misterio delNiño Jesús recién nacido, de

acuerdo con los relatos evangélicos,en íntima relación de existencia y devida con su familia: con su madre Ma-ría, la Virgen de Nazareth, en cuyasentrañas fue concebido por obra y gra-cia del Espíritu Santo; y con José suesposo, a quien Dios confía como aun padre –el padre de la tierra– a am-bos: a la Madre purísima y al Hijo, elSanto de los Santos. ¡Verdaderamen-te una familia excepcional! Una fa-milia sagrada, como lo ha venido con-fesando y proclamando la Iglesia des-de los tiempos primeros de su histo-ria: el matrimonio del que surge y seconfigura es el fruto humano-divinode una intervención singularísima–nunca más repetida– del EspírituSanto en el consentimiento y en la en-trega mutua de ambos esposos, pre-cedida y sellada por la virginidad deMaría, a la que José corresponde in-condicionalmente; y su hijo es el mis-mo Hijo Unigénito de Dios, nacidodel Padre antes de todos los siglos. Y,sin embargo, una familia extraordina-riamente humana, que desenvuelve suvida en el contexto del amor fiel, delcuidado del hijo, de la unión familiarabierta a los designios del Señor y asu servicio, con un nuevo estilo de re-laciones íntimas y de apertura a losdemás, caracterizado por un amor des-de sus principios de una suma e inna-ta sencillez y de una total y universalgratuidad. A la Virgen María no se leahorra en ningún momento el hori-zonte de lo que la espera y a lo que esllamado su Hijo y ella misma: el de laoblación ilimitada de la vida. ¿Quéotro sentido tienen, si no, las predic-ciones de Simeón y los testimonios delas promesas cumplidas de la profeti-sa Ana que nos narra san Lucas?

La familia de Jesús, María y Josées ciertamente una familia única, sin-gular, pero a la vez el modelo de todaslas familias. Porque de ella, en pri-mer lugar, se valió Dios en el mo-mento culminante de la historia de lasalvación para que su Hijo creciese ymadurase en estatura, sabiduría y gra-cia, inaugurando su camino terrenode Redentor del hombre: Jesús se for-mó en su familia y aprendió en ella aprogresar divina y humanamente, has-ta llegar a la madurez de su vida pú-blica y de la hora definitiva de su Pas-cua. Y porque, en segundo lugar, enella se reveló al hombre el valor in-sustituible de la familia, comunión in-disoluble del varón y de la mujer en laplena donación mutua, como el únicoámbito del amor digno del hombre:donde puede ser procreado y nacer

como lo que es y para lo que está lla-mado a ser eternamente: imagen e hi-jo de Dios.

Un pluralismo falaz

Si hay una lección que debamosextraer en este momento, tan grave-mente crítico para la familia en nues-tra sociedad, de la celebración del mis-terio de la Sagrada Familia, al cele-brar su fiesta el pasado domingo, pri-mero después de la Natividad delSeñor, y ante la falacia del llamadopluralismo de formas de familia tanen boga, es la de que no hay más al-ternativa para el futuro del hombre yde los pueblos de la tierra que la deun renovado reconocimiento intelec-tual, moral, social y político del mo-delo esencial y normativo de la fami-lia tal como ha sido querida y es que-

rida por Dios, su Creador y Salvador:de la que Él mismo, en su infinita sa-biduría y bondad, se ha valido para ladefinitiva fase de la salvación del hom-bre, cuando el Verbo se hizo carne yhabitó entre nosotros, lleno de graciay de verdad.

El día primero del año 2003, Jor-nada Mundial de la Paz, celebrado enel contexto litúrgico de la solemnidadde Santa María, Madre de Dios, es unaexcelente ocasión para ahondar en lalección cristiana de la Sagrada Fami-lia de Nazareth. ¿Es que alguien pre-tende esperar, con un mínimum de ve-racidad humana y de sinceridad his-tórica, que pueda ser posible la paz,la nacional y la internacional, dentrode sistemas sociales que niegan a lafamilia en su raíz o, al menos, la ori-llan y marginan? En su Mensaje parala Jornada de la Paz de este año, el Pa-

pa evoca un principio en el que com-pendiaba su encíclica Pacem in terris,hace cuarenta años, su predecesor, elBeato Juan XXIII, y que decía así: «Lapaz en la tierra, suprema aspiraciónde toda la Humanidad a través de laHistoria, es indudable que no puedeestablecerse ni consolidarse si no serespeta fielmente el orden estableci-do por Dios». Pues bien, elementoesencial y fundante de ese orden es lafamilia, nacida de la unión indisolu-ble del varón y la mujer, hogar delamor y fuente de la vida.

Si queremos verdaderamente lapaz, respetemos, promovamos y cui-demos la verdadera familia, la verdadde la familia en nuestras familias.

A Jesús, María y José se las enco-mendamos hoy de todo corazón.

+ Antonio Mª Rouco Varela

Iglesia en Madrid Alfa y Omega 2-I-2003 13

La voz del cardenal arzobispo

Una familia excepcionalLa Sagrada Familia de Nazareth. El modelo de la verdadera familia: éste es el título de la exhortación pastoral que, esta semana,

escribe nuestro cardenal arzobispo, y en la que dice:

Nacimiento de Cristo. Relieve en madera policromada (siglo XVI). Iglesia parroquial de Berzosa de Bureba (Burgos)

Aquí y ahoraAlfa y Omega12 2-I-2003

Ricardo Benjumea

El jesuita esloveno Marko Iván Rupnik regalóhace seis años al Santo Padre la capilla «Re-demptoris Mater», con motivo de sus Bodas

de Oro sacerdotales. Juan Pablo II ha querido que laobra sirva al diálogo con la ortodoxia y al encuen-tro entre fe y cultura. El padre Rupnik ha visitadouniversidades de varios países del este y el oeste deEuropa, presentando el libro que recoge su esplén-dida obra. En España, estuvo en la Universidad«San Pablo-CEU», de Madrid. Con este motivo leentrevistamos:

Usted no es solamente el autor de una obraartística. Su creación es parte de la liturgia. ¿Quésiente un artista ante esto?

Cuando trabajaba en la capilla he sentido clara-mente que soy parte de algo que es mucho más gran-de que yo. En el proceso he podido constatar que esverdaderamente un don de la gracia, aunque en elmundo de hoy la palabra gracia no signifique na-da. Pero he percibido que me vienen las intuicio-nes, las soluciones artísticas…, ¡tan gratuitamente!En el pasado me he esforzado por encontrarlas. Aquí,he tratado de estar dispuesto, disponible, de estarabierto… He tratado de vivir con una ascesis interiorpara poder recoger esos frutos. No veo esta capillacomo una obra mía. Tanto es así que no la he firma-do. Ha sido una obra hecha en gran sintonía con misasistentes, una obra coral. La verdadera creatividadnace sólo del amor. Yo he tratado de vivir en la co-munidad de los asistentes una verdadera dimensióneclesial, del amor a la comunidad.

Otra dimensión que destacó el Santo Padrecon su obra fue el encuentro fe y cultura. ¿Quéaportación cree que puede tener?

Pienso que el arte ha sido la más feliz incultura-ción que el cristianismo ha vivido en la primeraevangelización. En los últimos siglos de la cristian-dad europea, la distancia entre la fe y el arte ha sidocada vez más dramática, hasta el punto de que PabloVI pidió perdón a los artistas por esta separación.Hoy, Juan Pablo II, en su Carta a los artistas, lo havisto desde el cuidado pastoral por los artistas. No setrata solamente de abrirles la puerta para que entrena trabajar en la Iglesia, sino de una preocupaciónpastoral. Sólo de este modo puede la fe volver a serla fuerza inspiradora del artista y del arte. No se pue-de separar el arte de la vida, ni el arte y el artista.Nuestra Iglesia no tiene ningún problema con loslenguajes contemporáneos del arte. Pero otra cues-tión es el arte litúrgico. El lenguaje artístico, la ico-nografía tienen un significado litúrgico y formanparte de la liturgia. En este sentido, pueden tener unsignificado provocativo para el mundo, de la Iglesiacontemporánea.

¿Es la universidad el lugar propicio para eseencuentro?

No lo creo. Las últimas décadas hacen ver cla-ramente que los puntos más creativos de la cultura yano están en la universidad. Como en la teología,tampoco en el arte es ya tiempo de elaborar gran-des ideas. Ideas hay muchas. El reto es que el pen-

samiento se traduzca en un estilo de vida. Esto sig-nifica partir no de principios abstractos, sino de la vi-da, de la persona.

¿Es quizá la persona la gran marginada de lacultura contemporánea?

Las ideas, las cosas, los programas…, se han con-vertido a menudo en algo más importante que lapersona viva. Hemos tenido millones de muertes ennombre de grandes ideas humanistas. Ésta es la ma-yor contradicción de la modernidad.

Es la persona la que da el significado a todo lo queexiste: todo confluye de algún modo en ella. Perola persona sólo se realiza en el contacto con el otro.Si la mirada es la expresión de la persona, tambiénes cierto que sólo encuentra su sentido en la miradadel otro. Pienso que nuestra civilización vive un pén-dulo dramático entre el objetivismo y el subjetivis-mo. Primero se afirma tajante que los cánones soniguales para todos, y después llega el momento sub-jetivista, donde cada uno se afirma a sí mismo, creasu propio lenguaje, y ya no hay posibilidad de en-tenderse. En cambio, la persona es la superación deeste dualismo, porque la verdadera objetividad seesconde en el amor. Y el amor siempre es libre, no lopuedo gobernar. El principio trinitario, es decir, la co-munión de las personas, es la solución al subjeti-vismo y al objetivismo. Cuanto más personal, másmío, sea un gesto de amor, más percibirá el otro quees para él. Pienso que el cristianismo debería des-cubrir el verdadero principio trinitario: sobre la Tri-nidad hay tres personas totalmente libres, que son almismo tiempo un solo ser, por el amor entre ellas

tres. Ésta es la cuestión fundamental para cualquierser humano. Para un marido y una mujer, para unpárroco y un coadjutor…, el reto es siempre cómollegar a ser uno sin mutilarse. Tenemos muros entrenosotros, que hay que derribar desde el amor y lalibertad. Pero si se comprende el principio trinitario,entonces desaparece ese dilema.

Su peregrinación le ha llevado también a paí-ses ortodoxos. Resulta curioso plantear este ecu-menismo desde el arte litúrgico, que es el puntopreferido por muchos ortodoxos para marcar dis-tancias frente al catolicismo…

La capilla es de la Casa de Pedro, pero quieretestimoniar que aquí están en casa también los ca-tólicos de la tradición oriental. Se quiere testimo-niar, además, que las dos tradiciones apostólicas, deOriente y de Occidente, después de mil años de ca-mino común y mil años de caminos separados, sepueden encontrar creando un espacio de explosióncreativa, de gran fecundidad para la nueva evange-lización de Europa. Trato de poner de relieve unalectura de la visión del mundo, de Dios y del hombre,de la historia de la salvación, tomada de la tradiciónde Oriente –también explícitamente ortodoxa–, quees, sin embargo, totalmente católica. Todo lo que esde Cristo es mío, y yo estudio el Oriente cristiano nopara conocerlo asépticamente, sino para que me ayu-de a vivir mi fe, porque Cristo se ha revelado allí. Eneste sentido, también los ortodoxos, si no son delambiente más nacionalista y cerrado, han aceptadola capilla como un gran reto, también para su refle-xión y creatividad.

Habla el autor de la capilla del Papa Redemptoris Mater

«No es tiempo de elaborarideas, sino de vivirlas»

Acuenta de que el concepto defamilia tiene pluralidad de sen-tidos, y el de matrimonio es

unívoco, algunos están suscitando unainteresada confusión terminológica yconceptual para hacer decir a la Cons-titución lo que ésta no dice. Según suartículo 32, el matrimonio es la únicaunión sexual legalizada, para cuya re-gulación se establece una reserva legala favor del legislador ordinario, queéste ha ejercitado por la Ley de 7 dejulio de 1981. Siendo el matrimoniola única forma legal de unión entre lossexos, las demás uniones que hom-bres y mujeres han inventado, o, even-tualmente, que puedan inventar en elfuturo, no podrán equipararse legal-mente a aquél, ni gozar de su protec-ción institucional.

Resulta vano invocar otros precep-tos constitucionales para fundamen-tar la pretendida igualdad. El artículo39 no proclama derechos básicos dela persona, sino enuncia principios depolítica económica y social, que losprogramas de los partidos políticosasumen en cada momento histórico.También se hacen exégesis distorsio-nadas del mismo precepto cuando sequiere minimizar, o se margina, la pre-sencia de la familia matrimonial a lahora de exigir a los poderes públicos laprotección social, económica y jurí-dica que proclama su primer párrafo;por ejemplo, algo de ello se está vien-do cuando se invoca, con toda razón,en favor de los ocho millones de per-sonas que forman parte de familiasmatrimoniales numerosas. O cuandose enfatiza sobre la presencia en aquélde la familia no matrimonial.

Cabe observar que el artículo 39no alude expresamente a las parejasde hecho, sino que su óptica es la ideade necesidad. La realidad muestra quehay madres solteras que se hacen car-go exclusivamente del hijo, y familiasmonoparentales, compuestas de un so-lo progenitor con uno o varios hijos asu cargo. Nadie duda que tales situa-ciones están precisadas de ayuda. Lacitada norma constitucional ordenaque a los hijos, matrimoniales o nomatrimoniales, hay que protegerlossiempre e integralmente; también alas mujeres, casadas o no. Pero, cu-riosamente, nada dice aquel preceptorespecto de los padres solteros, ni delas parejas no casadas que carecen dehijos.

¿Cómo valora la Constitución elhecho de que un hombre y una mujer,o dos hombres o dos mujeres, formenentre sí, sin papeles, una comunidadde vida? Dando por supuesto que setrata de mayores de edad, respeta sulibre decisión y les garantiza a cadauno el pleno respeto de sus derechosconstitucionales; podrán utilizar, enconsecuencia, todos los mecanismosjurídicos que el derecho común ofre-ce para ello, especialmente el con-tractual (cualquier notario les aseso-

rará adecuadamente). Pero la CartaMagna no puede inventar un matri-monio que los interesados no han que-rido (o no han podido legalmente) ce-lebrar. En el caso de las parejas hete-rosexuales hay que recordar que elmatrimonio es rigurosamente libre, yla ley no puede imponerlo a nadie. Loshomosexuales podrían libremente ca-sarse con personas del sexo opuesto(en ocasiones así lo hacen), y en talcaso se estaría en el caso anterior. Pe-ro si los homosexuales pretenden ca-sarse entre sí, no se podría cumpliruno de los requisitos fundamentalesque desde hace muchos siglos exige

la celebración de una unión legalizada,es decir, que el otro contrayente per-tenezca a sexo diferente.

Matrimonio y familia aparecen es-trechamente relacionados ante el De-recho. Una pareja de hecho no podráexigir que se aplique a sus miembrosun régimen legal de bienes, ni los de-rechos sucesorios íntimamente vin-culados a la condición de casados (porejemplo, la cuota usufructuaria, o losderechos a suceder intestato). En elorden laboral, el Tribunal Constitu-cional ha reiteradamente declaradoque la pensión de viudedad tampocose aplica a los no casados. La patria

potestad se reconoce tanto a los pa-dres casados, como a los no casados,porque deriva de la procreación y seotorga en beneficio del hijo. Por estaúltima razón una pareja homosexualno es el hogar adecuado para adoptarniños desamparados, y son muchas laslegislaciones que lo prohíben expre-samente, y hasta lo ha sancionado elTribunal de Derechos Humanos de Es-trasburgo en un caso procedente deFrancia.

Negar todos o algunos de los dere-chos de casados a quienes no han ce-lebrado matrimonio legal, no implicaviolar el principio de igualdad (artí-culo 14 de la Constitución española),pues casarse o no casarse son situa-ciones no homogéneas, y por tanto nocomparables, como ha dicho el Tri-bunal Constitucional. Tampoco coar-ta el derecho al libre desarrollo de lapersonalidad de cada miembro de lapareja (artículo 10), que no es un de-recho absoluto, sino que, entre otrascosas, debe respetar el régimen de laprivilegiada unión sexual legalizada(artículo 32).

La equiparación legal de las parejasde hecho (hetero- u homosexuales)con el matrimonio no encaja en nues-tro marco constitucional, por muchasleyes autonómicas que lo proclamen,violando probablemente, además, elartículo 149.1.8 de la Constitución.Las leyes procedentes de cualquierade los poderes públicos que atribuyenigualdad de derechos a los legalmen-te casados y a quienes no lo están, in-fringen el artículo 32 de aquélla.

Gabriel García Cantero

Aquí y ahora Alfa y Omega 2-I-2003 13

Matrimonio y Constitución

Qué fuerte! ¿te lo has pensado bien?» Éstas yotras expresiones son las que escuché a me-dida que iba dando la noticia de mis próxi-

mos votos. Cuando ingresé en el Instituto Secular delas Cruzadas de Santa María, a los 18 años, di el pa-so más importante de mi vida, o al menos así lo vi yviví. Ahora, me doy cuenta de que cada día doy pasos,tan decisivos como aquel, porque van en la mismadirección y son continuación del primero. En este ca-minar se ha cumplido el tiempo de profesar los votosperpetuos. Y así, el 26 de diciembre pasado, juntocon otras cuatro jóvenes más, emitía en la madrileñaparroquia de San Manuel y San Benito los votos per-petuos en las Cruzadas de Santa María. Para quienconoce lo que es una vocación de consagración se-cular, sabe que estos votos son una seguridad, un asir-se a algo estable, que nunca falla aunque los aconte-cimientos sean adversos. Marta Blanco, una de lascruzadas que emitía los votos conmigo, me contabamás tarde que le impresionó el comentario sentidode una compañera de trabajo: «Bueno, ya tienes loque querías». Marta sabe que más bien ya tiene aQuien quería, y ahora de una forma definitiva. María

Jesús Gonzalvo, que reside en Zaragoza, me expli-caba cómo para ella no era un paso que ella daba, si-no un regalo que le hace Dios. Estos años, María Je-sús ha ido abandonándose a lo que Dios ha querido ha-cer con ella, y ahora Él es quien da el paso, pero ha-cia dentro de ella.

María del Carmen Villalba, que vino desde Mé-xico para profesar sus votos, los acogía con una emo-ción contenida y, así, como eso que debe hacerse, conla alegría elocuente de lo sencillo. Gema MartínezMunuera, que vive en Burgos, minutos antes de laceremonia, me hacía la siguiente confidencia: «Tan-tos años esperando consagrarme definitivamente, yhoy, casi no puedo creérmelo; esto me supera, estoymuy contenta, pero, ya desde ayer, le pido a Jesúsque sea Él el que me prepare para este momento».De vez en cuando miraba para atrás, y comprobabaque ya habían llegado todos sus hermanos con susniños. Después, el cardenal Antonio María RoucoVarela, arzobispo de Madrid, que presidió la cele-bración, aludía a cada una de nuestras familias, por-que gracias a ellas nosotras estábamos allí. Graciastambién a la fidelidad de todas las cruzadas, a LydiaJiménez, que más que nuestra Directora General, esuna madre atenta siempre a nuestra santificación. Nos

acompañaban, concelebrando con el cardenal unosveinte sacerdotes, venidos de distintos puntos de Es-paña y de Europa donde está presente la Cruzada:unos, capellanes de universidades, otros, párrocos delos lugares donde estamos trabajando, que agradeci-dos se unían a esta gran fiesta. Pensaba desde mi sitiolo importante que es animar y ayudar a los sacerdotes,rezar por ellos, así que era un día grande para todos.El cardenal nos recordó en la homilía que éramos unregalo para la Iglesia, en particular para los jóvenes alos que dedicamos nuestra atención y vida. Que alhacer estos votos de pobreza, castidad y obediencia,así, con toda la radicalidad que suponen los conse-jos evangélicos, pero en medio de la profesión comouna más, nos convertíamos en testigos, mártires quedan su vida para que otros crean.

Estos días he ido a trabajar con la misma ilusión desiempre, sé que mañana, cuando suene el despertadory tenga que volver a la redacción, no va a ser, en apa-riencia, nada diferente. Y es que estoy convencida deque mi vocación en la Cruzada de Santa María es tanespecial para mí y para todos, precisamente porque dehunde en lo cotidiano, en lo corriente, en lo diario,y, desde dentro, dejo que Jesús haga, mueva y re-mueva el interior de los que me rodean. De mis com-

pañeros de redacción, desde el director de Alfa y Ome-ga hasta el director de arte, pasando por todo el per-sonal, he recibido regalos, no materiales, de esos queno se gastan, de los buenos, de los que se dan desdedentro y se reciben con gran respeto y emoción. Es di-vertido, emocionante, contemplar cómo Dios, pormedio de nosotras, si le dejamos hacer, va actuando enlas personas. Ahora los votos perpetuos me van a ayu-dar a fijarme, asegurarme en Cristo. Gráficamentehablando, y como siempre nos recordó nuestro fun-dador, el padre jesuita Tomás Morales, los tres votosson los tres clavos que me aseguran en la Cruz, a la queestoy abrazada y no me quiero soltar.

Para los que me preguntaban si me lo había pensa-do bien, tengo que decir que sí, que nunca he sido másfeliz, que este día compartí la alegría de Marta, Gema,María Jesús y María del Carmen, y me imaginaba atodas las personas a las que Jesús está invitando a vivirasí, con los pulmones llenos de alegría en mitad de sutrabajo, dándose por completo a los demás. ¡Qué fuer-te, Señor! ¡Qué fuerte me siento al dar este paso haciadelante, al dejarte que lo des Tú dentro de mí!

Carmen María Imbert

TestimonioAlfa y Omega14 2-I-2003

Consagración perpetua de cinco jóvenes en las Cruzadas de Santa María

Un paso hacia delante

Arriba, Carmen María Imbert durante la lectura de la fórmulade consagración a los pies del cardenal Antonio María Rouco.A la izquierda, un momento de la ceremonia de los votos delas cinco jóvenes cruzadas de Santa María

El Día del Señor Alfa y Omega 2-I-2003 15

Ante esos niños muertos dela escuela que se hundiópor el terremoto de San

Giuliano di Puglia, y por tantos mi-llares que mueren de hambre y deinjusticias en todo el mundo, ¿esverdad que Dios guarda silenciocomo si se desinteresase de lamuerte de los inocentes, o de la vi-da de todos y cada uno de noso-tros? He aquí la gran cuestión quesuele atormentar a muchos, referi-da a Dios y al hombre mismo.

Dios, con su Palabra encarnada,nos dice que hace suyas las limi-taciones de nuestra carne y denuestra condición humana, hastala misma muerte, para ofrecernosuna plenitud de vida ya comenza-da, con una condición: que acoja-mos su Palabra por la fe. Ésta es lagran revelación que contiene elprólogo del evangelio de San Juan,al sugerirnos que no busquemosuna imagen de Dios según nues-tros deseos mágicos, porque «aDios nadie lo ha visto jamás: el Hi-jo único, que está en el seno delPadre, es quien lo ha contado». Enla Palabra encarnada nos lo dicetodo el Padre: el amor que nos tie-ne y sus planes de salvación paranosotros.

La clave de solución, como luz yvida verdaderas para los hombres,se hallan en el interior del mundo,y de cada uno, en la medida en quecrean en su nombre, porque al lle-gar a esta fe reciben también el po-der de ser hijos de Dios. No todo elmal queda desterrado del mundo,pero el mismo Hijo de Dios hechohombre viene a salvar a la Huma-nidad desde dentro, transforman-do la ceguera en fe, el desalientoen esperanza, la rebeldía y el odioen amor. En la Palabra hay vida, yla vida es la luz de los hombres,pero se corre el riesgo de una li-

bertad mal enfocada, ya que la luzbrilla en la tiniebla, y la tiniebla nola recibió. Quienes la reciben lle-gan a ser hijos de Dios para parti-cipar de la plenitud de la vida, gra-cia tras gracia, porque la gracia yla verdad vinieron por Jesucristo.

Este prólogo de san Juan es co-mo un poema recapitulador de todosu evangelio, una obertura con es-trofas en que se distribuyen los die-ciocho versículos, llenos de armo-nía, que cantan quién es Dios para

nosotros con sonido humano: la Pa-labra, que existía en el principioporque es Dios, por la cual se hizotodo lo que existe, luz y vida paratodos, nos acompaña siempre. ¿Ha-bla y se preocupa Dios del hombre,o no? Lo que sucede es que la con-descendencia de Dios, al habitar en-tre nosotros, nos puede parecer in-creíble.

+ José Delicado arzobispo emérito de Valladolid

Segundo Domingo después de Navidad

… y habita entre nosotros

La Iglesia peregrinante es, por su naturaleza, misionera, puesto que toma su origen de la misión del Hi-jo y de la misión del Espíritu Santo, según el propósito de Dios Padre. Este propósito dimana del amor

fontal o caridad de Dios Padre, que, siendo Principio sin principio, del que es engendrado el Hijo y proce-de el Espíritu Santo por el Hijo, creándonos libremente por un acto de su excesiva y misericordiosa benignidady llamándonos, además, graciosamente a participar con Él en la vida y en la gloria, difundió con liberalidad,y no cesa de difundir, la bondad divina, de suerte que el que es creador de todas las cosas ha venido a ha-cerse todo en todas las cosas, procurando a la vez su gloria y nuestra felicidad. Y plugo a Dios llamar a loshombres a participar de su vida no sólo individualmente, sin mutua conexión alguna entre ellos, sino cons-tituirlos en un pueblo en el que sus hijos, que estaban dispersos, se congreguen en unidad.

La razón de la actividad misionera se encuentra en la voluntad de Dios, que quiere que todos los hom-bres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque uno es Dios, uno también el medidor en-tre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó a sí mismo para redención de todos, y enningún otro hay salvación. Es necesario, pues, que todos se conviertan a Él, conocido por la predicaciónde la Iglesia, y por el bautismo sean incorporados a Él y a la Iglesia, que es su Cuerpo.

Decreto Ad gentes, 3 y 7

Esto ha dicho el ConcilioEsto ha dicho el Concilio

Evangelio

En el principio ya existía la Pala-bra, y la Palabra estaba junto a

Dios, y la Palabra era Dios. La Palabraen el principio estaba junto a Dios.Por medio de la Palabra se hizo todo,y sin ella no se hizo nada de lo que seha hecho. En la Palabra había vida, yla vida era la luz de los hombres. Laluz brilla en la tiniebla, y la tinieblano la recibió. Surgió un hombre en-viado por Dios, que se llamaba Juan:éste venía como testigo para dar tes-timonio de la luz, para que por él to-dos vinieran a la fe. No era él la luz, si-no testigo de la luz. La Palabra era laluz verdadera, que alumbra a todohombre. Al mundo vino y en el mun-do estaba; el mundo se hizo por mediode ella, y el mundo no la conoció. Vi-no a su casa, y los suyos no la reci-bieron. Pero a cuantos la recibieron,les da poder para ser hijos de Dios, sicreen en su nombre. Éstos no han na-cido de sangre, ni de amor carnal, nide amor humano, sino de Dios. Y laPalabra se hizo carne, y acampó entrenosotros, y hemos contemplado sugloria: gloria propia del Hijo únicodel Padre, lleno de gracia y de ver-dad.

Juan da testimonio de Él y grita di-ciendo: «Éste es de quien dije: El queviene detrás de mí, pasa delante demí, porque existía antes que yo». Puesde su plenitud todos hemos recibidogracia tras gracia: porque la ley se diopor medio de Moisés, la gracia y laverdad vinieron por medio de Jesu-cristo. A Dios nadie lo ha visto jamás:el Hijo único, que está en el seno delPadre, es quien lo ha dado a conocer.

Jn 1, 1-18

Carmen María Imbert

Si alguien te pregunta por tu fe, llévalo ala Iglesia y muéstrale los iconos», acon-sejaba san Juan Crisóstomo. La Iglesiaen Oriente se ha caracterizado por susensibilidad artística, precisamente por

haber sufrido en los primeros siglos la herejía de losiconoclastas, que venía de la antigua herejía doce-tista, a la que respondió el II Concilio de Nicea, en elaño 787, precisando la utilización de iconos comoelemento ilustrador de la doctrina de la Iglesia. «Losiconos son legítimos, porque, si el Hijo de Dios se haencarnado verdaderamente en el seno virginal deMaría, es representable».

La iconografía rusa goza de una belleza recono-cida por el mundo del arte, y de una riqueza espiri-tual conocida por sus técnicas y simbolismo.

Giovanna Parravicini, iconógrafa familiarizadacon el progreso artístico y espiritual de los iconos, esademás investigadora de la Fundación Rusia Cris-tiana, y presenta ahora, en el libro Vida de María eniconos, lo que parece un proyecto más de los queha desarrollado hasta el momento de carácter ecu-ménico.

Los iconos que contiene el libro, además de subelleza artística, están rodeados de explicaciones,

RaícesAlfa y Omega16 2-I-2003

Madre de Dios(Odighítria –la que indicael camino–, de Smolensk),con escenasde su vida,del siglo XVI.Escuela de Moscú(GaleríaTretjakov,Moscú)

Vida de María en Iconos

Iconos paracontemplar

Se suele decir que el rostro es el reflejo del alma, y el de las almas más puras e imitables, de Jesús y de su Madre la Virgen, se ha pintado mucho. Se hace necesario el elemento visible para entender y contemplar los misterios

que protagonizaron, así como cuestiones dogmáticas. Pero quizá los iconos nacidos en la Iglesia en Oriente son las mejores representaciones que consiguen llevar a la contemplación de los misterios y dogmas.

Giovanna Parravicini, investigadora de la Fundación Rusia Cristiana, de la mano de la editorial San Pablo, recogeen el libro Vida de María en iconos, no sólo las imágenes de los iconos rusos, sino la explicación de sus símbolos

y comentarios de los Padres de la Iglesia, y de la Bíblia, que hacen recorrer al lector por la vida de la V

Presentaciónde Jesús

en el templo, de1408. Andrej

Rublëv, DaniilCërnyj

y colaboradores(Museo Ruso,

SanPetersburgo)

Raíces Alfa y Omega 2-I-2003 17

tanto de contenido como de forma. Cada icono vie-ne precedido de varios escritos de los Padres de laIglesia, en su mayoría, y textos bíblicos que con-textualizan la representación. Además, se añade unaexplicación de los personajes que aparecen en elmismo, y la simbología de las posturas, tamaños delas figuras y sus colores.

La riqueza contenida en los iconos supera a loartístico. Se trata de contemplar y conseguir elevar elalma de quien lo admira espiritual y moralmente.El icono ayuda a la oración, en la medida en que seutiliza como el marco que propone san Ignacio deLoyola en sus Ejercicios Espirituales al explicar có-mo hacer meditación. Contemplar el marco del mis-terio viendo las figuras, lo que hacen, lo que dicen.Así los iconos, mediante sus colores, nunca pro-puestos arbitrariamente, y los lugares que ocupancada una de las figuras retratadas, consiguen expli-car sin palabras, no sólo escenas del Evangelio, sinolos misterios que en ellas se concentran.

En 34 iconos, Giovanna Parravicini ha conseguidoexplicar la vida de aquella que fue elegida por Madrede Dios y Madre de la Iglesia. La selección sigue uncriterio derivado de la historia de la salvación.

Una imagen vale más que mil palabras, pero unicono supera la posibilidad de la sola imagen.

Pentecostés,del siglo XIX.Rusia septen-trional(colecciónprivada, Italia)

Nacimiento,de mediadosdel siglo XVI.Moscú(Museo Ruso,SanPetersburgo)

María en Iconos

nos paratemplar

de las almas más puras e imitables, de Jesús y de su Madre l elemento visible para entender y contemplar los misterios as. Pero quizá los iconos nacidos en la Iglesia en Oriente n llevar a la contemplación de los misterios y dogmas.

Rusia Cristiana, de la mano de la editorial San Pablo, recogenes de los iconos rusos, sino la explicación de sus símbolos

Bíblia, que hacen recorrer al lector por la vida de la Virgen

Benjamín R. Manzanares

El 4 de mayo de 1997, Juan PabloII beatificaba en la plaza de SanPedro del Vaticano al gitano es-

pañol Ceferino Giménez Malla –el Pe-lé–, y «le proponía como intercesor ymodelo para todo el pueblo cristiano»,recuerdan los obispos en la introduc-ción del documento sobre La Iglesiaen España y los gitanos. Con motivode esa beatificación –el primer gitanoelevado a los altares en toda la historiade la Iglesia–, los obispos españolesdirigieron un breve mensaje a la Igle-sia y a la sociedad española. En aqueldocumento invitaban a reconocer yapoyar todos los elementos positivosde la cultura gitana, e insistían «en laurgencia de compartir, con esta queri-da población, la Buena Noticia de Je-sucristo». Fue entonces cuando losobispos se comprometieron a publicaruna reflexión pastoral más pausada so-bre los gitanos y su evangelización.

Con este nuevo documento se quie-re dar gracias a Dios por la vida y porel testimonio de Ceferino GiménezMalla, «así como el de todos los quehan vivido y compartido su fe en Je-sucristo entre la población gitana; tam-bién se pretende estimular la acciónpastoral de nuestra Iglesia con los gi-tanos, avivar el amor y la solicitud porellos, seguir ofreciéndoles con reno-vado empeño lo más valioso que laIglesia posee, y que ya tantos gitanoscomparten: la fe en nuestro Señor Je-sucristo; y ayudar a la Iglesia en Es-paña a reconocer el rostro de Jesústambién en medio del mundo gitano».

Monseñor Ciriaco Benavente, obis-po de Coria-Cáceres y Presidente de laComisión Episcopal de Migraciones,comentó cómo otros objetivos de estedocumento son: «animar a nuestrasparroquias a intensificar la acogida,la solidaridad y la evangelización de lacomunidad gitana; alentar a los pro-pios gitanos a colaborar en su propiapromoción, e impulsar a los gitanoscatólicos a comprometerse activa-mente en la evangelización de su pue-blo, siguiendo el ejemplo del BeatoCeferino; invitar a la población espa-ñola mayoritaria –los llamados payosentre los gitanos– a hacer una lecturapositiva de la diferencia gitana; y, porúltimo, expresar nuestro apoyo y re-conocimiento al quehacer de tantaspersonas y asociaciones que trabajanresponsablemente en pro de la pro-moción gitana».

El documento ofrece unos datossobre la presencia de los gitanos es-pañoles en la Península ibérica, «des-de al menos 1425. Formaban parte yadel paisaje humano de nuestras ciu-dades y pueblos, cuando incluso Es-paña no era aún un Estado modernoy unificado; una presencia que, salvomomentos de claridad y de bonanza,de acogida y comprensión, ha estadoplagada de sombras, y salvo esos es-casos períodos, no han dejado de sufrira lo largo de su historia y de experi-mentar la aflicción del rechazo y, fre-cuentemente, la persecución».

Hoy día son 600.000 gitanos caléslos que se estima que viven en España.El documento señala cómo «su situa-ción es muy desigual, muy poco uni-forme. Los gitanos españoles presen-tan diferencias notables en razón desu nivel de vida, estudios, trabajo,comportamientos, lugar de residen-cia, etc. Desde hace algunos años, es-tán llegando a nuestro país, junto a losinmigrantes procedentes del Este deEuropa, familias de gitanos rumanos,y también es frecuente encontrar al-gunos gitanos portugueses. La convi-vencia y la incorporación de unos yotros a nuestra sociedad, e incluso a lacomunidad gitana española, no estáresultando fácil».

Los obispos reconocen que se handado importantes logros en la promo-ción social de los gitanos, pero quedamucho por hacer: «En teoría –se leeen el documento–, gozan de los mis-

mos derechos que sus vecinos payos,pero en la práctica muchos malvivenen la marginación y el paro. Junto aldeseo de ser considerados ciudadanosde pleno derecho de la sociedad espa-ñola, desean, con no menos ardor, se-guir siendo gitanos y conservar suidentidad y sus costumbre propias».Si el pasado no ha sido fácil para lacomunidad gitana, el presente, con susluces y sombras, es un poco más ha-lagüeño y esperanzador.

Datos alentadores

El documento ofrece estos datosalentadores: ha aumentado «la esco-larización de los niños, el progreso enla alfabetización de los adultos, el au-mento de la atención y educación sa-nitaria. Existe en nuestro país un nú-mero significativo de gitanos que estánaccediendo a la universidad, y un nu-trido grupo con profesiones universi-tarias y liberales. Otros tienen una re-levancia importante en el mundo delarte». Sin embargo, no faltan las som-bras: todavía «los gitanos ocupan elúltimo puesto en cualificación labo-ral, esperanza de vida, acceso a unavivienda digna, y están entre los pri-meros en población reclusa, paro, dro-ga, fracaso escolar, mortalidad infan-til». El documento lamenta que toda-vía se sigan proyectando sobre los gi-tanos «estereotipos y generalizacionesque frecuentemente se vierten sobreellos, y que la sociedad no haya supe-

rado todavía muchos de sus prejuiciosancestrales. Es necesario corregir pre-juicios racistas y promover el respetoy el diálogo intercultural».

El cuarto capítulo está dedicadoa resaltar los valores gitanos, queaunque «no están escritos en ningúndocumento oficial, ni son vividos entodos los casos de la misma manera–algunos incluso corren el riesgo deir poco a poco perdiéndose–, sin em-bargo, son los principales valoresdonde se reconocen la mayoría delos gitanos». Se reseñan algunos, co-mo: el respeto a la familia como ins-titución suprema de la sociedad gi-tana; la veneración por los miembrosde más edad; una concepción máshumana del trabajo; la hospitalidad yla solidaridad con los miembros dela etnia; la virginidad de la mujer an-tes del matrimonio; el respeto a losmuertos; y otros valores muy apre-ciados en el pueblo gitano como elsentido de libertad, el respeto a lapalabra dada, el amor a la naturale-za...

Se hace asimismo una llamadafuerte a los gitanos para que la fideli-dad a estos valores no sirva de coarta-da para el aislamiento: «El derecho ala diferencia no implica permaneceranclados en formas culturales querehusen abrirse a los mejores y másnobles avances sociales, como es todolo referente a la igualdad de dignidady derechos del hombre y la mujer, ala participación social, a la asunción de

EspañaAlfa y Omega18 2-I-2003

Presentado el documento La Iglesia en España y los gitanos, de la LXXIX AsambleaPlenaria de la Conferencia Episcopal Española

La Iglesia y los gitanosEn la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, fue aprobado un documento sobre La Iglesia en España

y los gitanos, en el V aniversario de la beatificación de Ceferino Giménez Malla, el Pelé. Se trata de un serio y profundo documento,escrito con sencillez, cuyo fin es alentar la acción de todos los agentes de pastoral gitana y comprometerse a intensificar

el trabajo pastoral con la población gitana

Mesa presidencial durante la presentación del documento, en un momento de la intervención de monseñor Ciriaco Benavente, obispode Coria-Cáceres y Presidente de la Comisión episcopal de Migraciones

España Alfa y Omega 2-I-2003 19

los modos más civilizados de convi-vencia en sociedad».

El capítulo quinto está dedicado arecordar la misión de la Iglesia entrelos gitanos, con una autocrítica y unallamada a la creatividad: «Queremosmirar y tratar a los gitanos como Dioslo hace. Nuestra misión es continuaren el tiempo y el espacio colaboran-do humildemente en el servicio a lasalvación de la Humanidad, que Dioscomenzó en los albores de la Historiay que culminó en la muerte y resu-rrección de nuestro Señor Jesucristo».

Hay una referencia al antiguo pue-blo de Israel, en el que, en no pocasde sus travesías, se ven identificadoslos gitanos: «Como él, han conocidoun largo éxodo desde la India origi-naria; como el pueblo de Israel, hanvivido siempre su travesía con los ojosy los oídos pendientes de Dios; con-ciben la vida como bendición y espe-ran firmemente el cumplimiento delas promesas divinas. El pueblo gitanocomparte con la tradición bíblica laexperiencia de que toda tierra es siem-pre provisional y preparación de la de-finitiva».

Luego hay una referencia ilumina-dora a la actitud de Jesús hacia las mi-norías de su tiempo, y en concreto ha-cia los samaritanos, los cuales en Israelno gozaban de buena fama. Para Je-sús lo que cuenta es la misericordia,y «Jesús rompe los prejuicios cultu-rales y religiosos de la época y se re-laciona con ellos con enorme libertady franqueza. Allí el diferente y el mar-ginado son tan valorados, que Jesúsmismo los pone como modelos, e in-cluso se identifica con ellos».

Un pueblo religioso

El documento recuerda la llamadaque hace el Concilio Vaticano II a losobispos a tener una especial solicitudcon «aquellos grupos humanos que,dadas sus especiales circunstanciasde vida, no son convenientementeatendidos por las ofertas pastoraleshabituales». Los obispos afirman có-mo el pueblo gitano es «un puebloeminentemente religioso, aunque nosiempre han tenido la suerte de podercultivar y desarrollar conveniente-mente su religiosidad»; por eso seña-lan que «el anuncio explícito de Jesu-cristo y la catequesis han de ir pare-jos con la atención social y la promo-ción humana».

Reconocen que hay un número im-portante de gitanos «que viven en unclima habitual de indiferencia reli-giosa, como los payos, no tanto ideo-lógica, sino más bien práctica», peroque también existe «un grupo muy sig-nificativo de gitanos que, siguiendo laestela de Ceferino, viven gozosa y ac-tivamente su fe en el seno de la Iglesiacatólica: catequistas, los que participanen los Consejos parroquiales de pas-toral, que viven un cristianismo com-prometido».

Los obispos ven también con ale-gría cómo empieza a haber entre losgitanos quienes se sienten llamados ala vocación religiosa y a la vida sa-

cerdotal, como el sacerdote gitano re-cientemente ordenado, don AntonioHeredia, que participó en la presenta-ción de este documento. «Vemos coninmensa esperanza –se dice en el do-cumento– la presencia de algunos jó-venes gitanos en nuestros seminarios.Ellos pueden hacer la mejor síntesisentre Evangelio y cultura gitana».

En los gitanos es fácil observar que,cuando una persona acepta honesta-mente a Jesucristo, esa fe da origen aun fecundo proceso humanizador.Cuando un gitano se encuentra con labuena noticia de Jesucristo, su vida yla de su entorno mejoran, como fue laexperiencia de Ceferino, de Emilia–en proceso de beatificación–, y la detantos gitanos a lo largo de los siglos.«Lo más valioso que la Iglesia tienepara compartir con los gitanos –añadeel documento– no son ni sus escuelasni sus obras sociales, sino la presenciade Jesús».

«Una minoría importante de gita-nos malvive en la marginación y lapobreza. Otros muchos han ido aban-donando esa situación de pobreza gra-cias, entre otras cosas, al trabajo y lagenerosidad de muchas personas einstituciones de Iglesia. La Iglesia–continúan los obispos– quiere acer-carse a los gitanos, especialmente alos más pobres, con una mirada defe, descubriendo en ellos el rostro deCristo pobre. Pero nuestra mirada depastores no ve a los gitanos sólo co-mo destinatarios o beneficiarios de la

acción pastoral de la Iglesia, sino quereconoce en ellos a verdaderos suje-tos de evangelización. Queremos quelos gitanos católicos sean los prime-ros responsables de la evangelizaciónde sus hermanos; que no sean en laIglesia meros espectadores, sino co-rresponsables de su vida y misión, yhagan también suya la tarea de la pro-moción de sus hermanos más desa-sistidos».

Un rico patrimonio

El capítulo sexto señala una seriede criterios y actitudes al servicio de laevangelización de los gitanos de hoyy de mañana. «En el fondo de sus bús-quedas e inquietudes religiosas, los gi-tanos tienen derecho a que la Iglesiacatólica comparta con ellos su tesoroprincipal, Jesucristo. Desean conocer elEvangelio, leer la Biblia, ser protago-nistas en la vida de la Iglesia», señalael documento, que invita a «poner laBiblia en las manos y en el corazón delos gitanos». También hace una lla-mada a atender la inculturación: «ElEvangelio de Jesús no se identifica conninguna cultura en exclusiva, ha de en-carnarse y fecundarlas todas».

Invita a cuidar la formación de agen-tes de pastoral y el protagonismo gitano,así como a atender a la familia gitana,que es, «en muchos casos, santuario devida y esperanza de la sociedad. Es unpatrimonio tan rico que no podemospermitir que se dilapide. También en elterreno religioso: la actitud que adop-ten los mayores, fundamentalmente elpadre, será determinante para el restode la familia. Son los padres los res-ponsables de la educación humana ycristiana de los hijos».

El documento señala algunas lí-neas operativas y órganos de anima-ción, con el fin de exhortar «a las pa-rroquias, a los movimientos apostóli-cos y a nuestras instituciones de cari-dad, a la acogida, a la promoción y a laevangelización del pueblo gitano quereside en nuestras diócesis. No debe-ría faltar en ninguna diócesis en queexista una presencia significativa degitanos una Delegación o, al menos,algún servicio específico que promo-viera y animara este campo de la ac-ción pastoral». El documento apuntacomo orientación, para las personasencargadas de este servicio, algunasde sus posibles funciones y muestracómo «Cáritas en sus distintos nive-les, y los Secretariados Gitanos, vienentrabajando desde antiguo con los gi-tanos, sobre todo desde la dimensiónsocial.

Muchos progresos en el campo so-cial han sido posibles gracias al tra-bajo y la paciencia de Cáritas. LasCongregaciones religiosas con sus co-legios y obras sociales están especial-mente llamadas a recrear el carismaprimigenio de sus fundadores, mos-trando, como vienen haciendo, unasolicitud especial por los más débilesde nuestra sociedad». Al concluir, losobispos españoles agradecen el buentrabajo que un buen número de sacer-dotes, religiosos, religiosas y laicos vie-nen prestando al pueblo gitano.

El documento concluye animando«a los gitanos a conservar y a trans-mitir a las nuevas generaciones susvalores más nobles, a acoger aquellosavances sociales que promueven ladignidad, la libertad, la igualdad y laconvivencia entre todos los hombres,a trabajar en favor de la promoción deaquellos gitanos que sufren todavíacondiciones inhumanas de vida, a abrirel corazón al Evangelio de nuestro Se-ñor Jesucristo, como lo abrió el BeatoCeferino. Su fe cristiana le impulsó aser un gitano cabal en la Iglesia y unmiembro fiel de la Iglesia en el mun-do gitano». Los obispos piden «quesu ejemplar testimonio de gitano cris-tiano aliente a los gitanos y payos, quetrabajan como animadores de pasto-ral gitana, a seguir anunciando a Je-sucristo, la fuerza renovadora de suEvangelio y la esperanza que brota desu resurrección». Por último, piden ala Virgen, en la advocación de la Ma-jarí Kalí, y por intercesión del BeatoCeferino, «que bendiga especialmen-te a los gitanos que viven y trabajanen España, y haga fecundos todos losesfuerzos destinados a su promociónhumana y evangelizadora».

El Beato, mártir, Ceferino Giménez Malla, el Pelé

Jesús Colina. Roma

El año 2002 que acabamos dedejar a las espaldas ha servidopara confirmar dos hechos cla-

ros en el seno de la Iglesia católica:Juan Pablo II continuará al timón de labarca de Pedro mientras Dios se lopermita; y lo seguirá haciendo con lacreatividad y la fuerza que han carac-terizado su pontificado, a pesar de quelas energías físicas no sean las de susprimeros años de pontificado, pues laIglesia «no se gobierna con los pies,sino con la cabeza», como han repe-tido en los últimos días medios de co-municación laicos. Lo demuestra unsomero repaso de la vida de la Iglesiadurante ese último año, que, una vezmás, está íntimamente ligada a la vi-da y gobierno del Papa, que acaba decomenzar el vigésimoquinto año desu pontificado. El mismo obispo deRoma, el 21 de diciembre, repasó consus colaboradores de la Curia romanalos acontecimientos más importantesque vivió durante este último año.

Para Juan Pablo II, como explicóeste año ha sido, ante todo, el Año delRosario, oración mariana que presen-tó el 16 de octubre pasado como medioúnico para rezar y promover la paz y launión de la familia. El Papa relanzóesta práctica de piedad superando al-gunos falsos prejuicios que se habíanextendido con el pasar de los siglos:el Rosario es, en realidad, una con-templación de los misterios de la vidade Jesús con los ojos de su Madre.

En el escenario internacional, elaño 2002 de Juan Pablo II será recor-dado por su incansable promoción del

MundoAlfa y Omega20 2-I-2003

El Santo Padre repasa el año con la Curia romana

«2002 ha sidoel Año del Rosario»

2002 en la Iglesia católica será recordado como el Año del Rosario, el año del gran encuentrode líderes religiosos por la paz convocado por el Papa Juan Pablo II en Asís en respuestaa los atentados del anterior 11 de septiembre, el año de la Jornada Mundial de la Juventudde Toronto, con la participación de unos 700.000 jóvenes, y por otros decisivosviajes internacionales pontificios. Pocos habían predicho un año tan intenso para el Papa...

Niños cristianos en Belén veneran en la Nochebuena el lugar donde nació Jesús. En la estrella de plata puede leerse: «Aquí nació Jesús de María Virgen»

La Santa Sede pide evitar un ataque contra IrakHabla el Secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, el arzobispo monseñor Tauran

En vísperas de la Navidad, cuando los cazas estadounidenses co-menzaban amenazadoras maniobras contra Bagdad desde Kuwait,

la Santa Sede lanzó un dramático llamamiento: «¡Es necesario hacerlo posible para que este ataque no tenga lugar!»

El arzobispo Jean-Louis Tauran, Secretario vaticano para las Rela-ciones con los Estados, afirmaba, en una entrevista que ha tenido un ecomundial: «El uso de las armas no es una fatalidad inevitable y, ade-más, una guerra preventiva no está prevista por la Carta de las Nacio-nes Unidas. Es importante que los responsables de Irak sepan regularsu acción política según el código de conducta, que impone la perte-nencia a la comunidad de la ONU».

En sus declaraciones, publicadas el 23 de diciembre por el diarioitaliano La Repubblica, el prelado francés aclaró que «no se debe de-cidir nada independientemente del consenso de las naciones y de lasinstituciones internacionales. De aquí se deriva el papel insustituible dela ONU».

«Un miembro de la comunidad internacional –aclaró tajantementeTauran– no puede decir: Yo hago esto y vosotros me ayudáis, o de locontrario os quedáis en casa. Si fuera así, todo el sistema de reglas in-ternacionales se derrumbaría. El riesgo sería la jungla. Podría sucederque mañana un país, en un contencioso con otro Estado, comenzardiciendo: Voy a poner orden».

El prelado utilizó palabras durísimas ante las amenazas proceden-tes de Washington de utilizar la bomba atómica en respuesta a posiblesataques de Saddam Hussein: «Sería mejor no hacer ni siquiera ecode esta hipótesis, por lo monstruosa que me parece». El ministro deAsuntos Exteriores de la Santa Sede pidió, asimismo, «pensar en las re-percusiones que tendrá en el mundo islámico» una operación militar con-tra Irak. «Podría desencadenar una especie de cruzada anticristiana, an-tioccidental, pues ciertas masas analfabetas lo mezclan todo».

Por último, el arzobispo denunció turbias maniobras realizadas alpresentar el dossier contra Saddam Hussein ante el Consejo de Se-guridad, pues sólo pudo ser consultado en su totalidad por los miembrospermanentes, mientras que a los demás sólo se les entregó una versióndepurada. «Esto me parece muy extraño», confesó el prelado. «Loque me turba es que, mientras los inspectores están estudiando es-tos dossieres, se hacen ya apreciaciones. Sería mejor quedarse calladosy esperar los resultados finales de la investigación para pronunciar-se».

El prelado consideró que muchos de estos problemas se podríanevitar dando autoridad al Tribunal Penal Internacional, al que no han da-do su adhesión países como Estados Unidos, China, Rusia y Japón.«De este modo, todos sabrían que nadie puede hacer lo que quiere–explicó Tauran–. Teniendo en cuenta precisamente las experiencias delsiglo XX, es importante que haya reglas y que sea castigado quien lasviola».

Ante el argumento de Washington, según el cual Estados Unidostiene miedo de que sus soldados empleados en misiones de paz fue-ran juzgados por motivos políticos, el prelado responde: «Personal-mente, y hablo a título personal, me siento perplejo. Esto querría decirque hay excepciones a los derechos humanitarios».

Para combatir el terrorismo –concluyó monseñor Tauran–, es ne-cesario volver a «dar a los hombres el sentido del carácter sagrado dela vida, así como de la dignidad de la persona. Al mismo tiempo, esnecesario saber individuar, para desarraigarlas, aquellas causas –po-breza, conflictos no resueltos, tensiones sociales– que se encuentranen el origen de las frustraciones y de la desesperación de movimientosy de personas, que se ven casi empujadas al diabólico modo de actuarque es el atentado terrorista».

Mundo Alfa y Omega 2-I-2003 21

diálogo entre creyentes y culturas, co-mo único camino para superar el shockprovocado por el 11 de septiembre delaño anterior. En este sentido, se com-prende la Jornada de oración por lapaz que reunió en Asís a representan-tes de la religiones del planeta, el 24 deenero pasado. Recordó, además, que«sigue siendo emblemática la situa-ción de Tierra Santa. Ahora bien, otrasguerras olvidadas no son menos de-vastadoras. El terrorismo, además, si-gue cosechando víctimas y excavandoulteriores fosas. Ante este horizonteregado de sangre, la Iglesia no deja dehacer escuchar su voz y, sobre todo,sigue elevando su oración», aseguró.«Tenemos que seguir gritándolo confuerza: Las religiones están al serviciode la paz».

Al repasar su labor durante el2002, el Papa mencionó una dimen-sión de su apostolado que ha pasadodesapercibida para la gran parte delos medios de comunicación: su com-promiso a favor de la defensa del am-biente. El acontecimiento más im-portante en este sentido tuvo lugar el10 de junio, cuando firmó por video-

conferencia, junto al Patriarca ecu-ménico de Constantinopla, Bartolo-mé I –primus inter pares entre lasIglesias ortodoxas–, la Declaraciónde Venecia, en la que los dos líderesdijeron «al mundo que es necesariapara todos, para el futuro de la Hu-manidad, una nueva conciencia eco-lógica, como expresión de responsa-bilidad hacia nosotros mismos, hacialos demás, hacia la Creación».

Defensa de la auténticademocracia

Juan Pablo II ha insistido este añoen la necesidad de defender la demo-cracia, amenazada por el relativismo,que funda sus valores en el simpleconsenso de las mayorías. Por el con-trario, el obispo de Roma ha venidorecordando «la urgencia de poner en elcentro de la política, nacional e inter-nacional, la dignidad de la persona hu-mana y el servicio del bien común». Elmomento más significativo de esta la-bor se concretó el 14 de noviembrepasado, en su mensaje ante las dos Cá-maras reunidas del Parlamento de la

República Italiana. Cabe señalar tam-bién que, al entablar el 1 de diciem-bre relaciones diplomáticas con elEmirato árabe de Qatar, la Santa Sedemantiene ahora este tipo de relacio-nes con 176 países, dos veces más queen 1978.

A nivel mediático, el aconteci-miento más importante fue su cita conunos 700.000 jóvenes en Toronto. ElPapa de 82 años demostró que no haperdido nada de su capacidad para dia-logar con los chicos de los cinco con-tinentes, presentando el mensaje deCristo con toda su fuerza de seduc-ción y exigencia.

Luces y sombrasen el camino ecuménico

El año 2002 ha sido un año, porotra parte, de decepciones y esperan-zas en el terreno ecuménico, una delas prioridades del Pontífice. Por unaparte, se ha asistido a momentos dedificultades inesperadas con el Pa-triarcado de Moscú, después de queJuan Pablo II creara cuatro diócesiscatólicas en febrero pasado en la Fe-deración Rusa. La respuesta del Pa-triarca Alejo II –hoy más dialogan-te– fue la de negar el derecho de uncatólico a anunciar el Evangelio ensu territorio canónico; mientras quela respuesta de las autoridades se ma-terializó en la expulsión de monseñorJerzy Mazur y de otros siete sacerdo-tes. Pero la frialdad de Moscú, con laconsiguiente postergación del añora-do viaje pontificio, se ha visto com-pensada con el acercamiento con elPatriarcado de Constantinopla, con elarzobispo ortodoxo de Atenas y detoda Grecia, Christodoulos, así comocon el Patriarca ortodoxo de Ruma-nia, Teoctist.

La santidad como propuesta

Por último, al repasar su año 2002,Juan Pablo II mencionó las canoniza-ciones de este año. Ante todo, la delprimer santo canario, el Hermano Pe-dro de San José de Betancur, apóstolde los pobres y enfermos de Guate-mala (30 de julio), la de Juan Diego, elvidente de las apariciones de la Vir-gen de Guadalupe (31 de julio), asícomo la de Pio da Pietrelcina (16 dejunio) y de Josemaría Escrivá de Ba-laguer (6 de octubre), que tanto ecohan tenido entre los medios de comu-nicación. En 2002 ha concluido tam-bién el proceso canónico de la beati-ficación de la Madre Teresa de Cal-cuta, que tendrá lugar el 19 de octu-bre próximo.

En esta propuesta de la santidad co-mo mensaje al mundo, destacó tam-bién el viaje que el Pontífice realizó,a mediados de agosto pasado, a Polo-nia, y que tuvo por objetivo principaldedicar el santuario de la Divina Mi-sericordia en Cracovia, en el que se re-coge el mensaje de Dios, «rico en mi-sericordia», propuesto al mundo poruna de las místicas más grandes del si-glo XX, sor Faustina Kowalska.

Navidad,misterio

de paz

Desde la gruta de Belén,se eleva hoy una llama-

da apremiante para que elmundo no caiga en la indife-rencia, la sospecha y la des-confianza, aunque el trágicofenómeno del terrorismoacreciente incertidumbres ytemores. Los creyentes detodas las religiones, junto conlos hombres de buena vo-luntad, están llamados aconstruir la paz: ante todo,en Tierra Santa, para dete-ner finalmente la inútil espi-ral de ciega violencia, y enOriente Medio, para apagarlos siniestros destellos de unconflicto que puede ser evi-tado con el esfuerzo de to-dos; en África, donde cares-tías devastadoras y luchasintestinas agravan las condi-ciones, ya precarias, de pue-blos enteros, si bien no fal-tan indicios de optimismo; enIberoamérica, en Asia, enotras partes del mundo, don-de crisis políticas, económi-cas y sociales inquietan a nu-merosas familias y naciones.

Junto a ti, Virgen Madre,permanecemos pensativosante el pesebre donde estáacostado el Niño, para parti-cipar de tu mismo asombroante la inmensa condescen-dencia de Dios. Danos tusojos para descifrar el miste-rio que se oculta tras la fra-gilidad de los miembros delHijo. Enséñanos a recono-cer su rostro en los niños detoda raza y cultura. Ayúda-nos a ser testigos creíblesde su mensaje de paz y deamor, para que los hombresy las mujeres de nuestrotiempo reconozcan en el Ni-ño que está en tus brazos alúnico Salvador del mundo,fuente inagotable de la pazverdadera.

(25-XII-2002)

Ha

bla

el P

ap

a

Juan Pablo II durante la Misa del Gallo en la Basílica vaticana

La vidaAlfa y Omega22 2-I-2003

La dirección de la semanaOfrecemos una novedosa y original página web que ayuda a

rezar y saber más sobre el Rosario, elaborada por [email protected], que se ha puesto en este Año del Rosario ba-jo el manto de Nuestra Señora, la Virgen de los Navegantes, paranavegar con Ella por Internet en este tercer milenio que está en susinicios. Entre los múltiples enlaces está el rezo del Rosario por elPapa, por los franciscanos, etc... Existen otros apartados, como unoen el que se pueden dejar peticiones. Y el más interesante: el Ro-sario Línea directa, en el Metro María.

http://www.rezaelrosario.com

Internethttp://www.rezaelrosario.com

Nombres propios

El Papa ha nombrado al salesiano Angelo Amato nuevo Secre-tario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y le ha de-

signado arzobispo. Sustituye al también salesiano monseñor TarcisioBertone, recientemente elegido arzobispo de Génova. El Papa hanombrado también Secretario del Consejo Pontificio para la Pro-moción de la unidad de los cristianos al padre Brian Farrell, Le-gionario de Cristo, hasta ahora Jefe de Oficina de la Sección paralos Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, y le ha elevadoa la dignidad episcopal. Será ordenado obispo por el propio Papa,en la basílica vaticana, el próximo día de Reyes. Monseñor Farrell,de 58 años, es irlandés. Su Santidad ha nombrado también a donMelchor Sánchez de Toca Jefe de Oficina en el Pontificio Conse-jo de la Cultura; y a don Pedro Morandé Court, Decano de la Fa-cultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católicade Chile, Consultor del Pontificio Consejo para la Familia.

El Patriarca ortodoxo de Rusia, Alejo II, ha propuesto al PapaJuan Pablo II la reanudación de los contactos fraternos. Lo hizo ensu mensaje con motivo de la Navidad y el gesto ha sido interpretadopor los expertos como un intento de reanudar y normalizar las re-laciones rotas en los últimos meses.

El obispo de Cartagena, monseñor Manuel Ureña, en la homi-lía de la misa de acción de gracias con la que 6.000 murcianoshan celebrado la aprobación de los Estatutos del Camino Neoca-tecumental, les ha dicho: «No os dejéis amedrentar. Cristo ha ven-cido al mundo». También por este motivo las comunidades neo-catecumenales de la diócesis de Asidonia-Jerez llenaron la catedralde Jerez. Monseñor Juan del Río, a unos dos mil miembros del Ca-mino, entre ellos 500 matrimonios con sus hijos, les exhortó a la hu-milidad, porque «la humildad –dijo– lleva a la verdad».

El Colegio de Consultores de la archidiócesis de Granada haelegido a don Miguel Peinado Muñoz Administrador Diocesano deGranada, sede vacante tras la toma de posesión de monseñor Ca-ñizares como arzobispo de Toledo. Don Miguel Peinado, que era Vi-cario General de la archidiócesis desde el pasado mes de sep-tiembre, es doctor en Teología y licenciado en Sagrada Escritura.

Don Manuel María Bru Alonso, Delegado diocesano de Mediosde Comunicación de la archidiócesis de Madrid, ha pronunciado es-te año el pregón de Navidad para las Hermandades del Trabajo.

Don Ángel Riesco, Padre conciliar y obispo del Vaticano II es eltítulo de un folleto que acaba de publicar el obispo de Palencia,monseñor Rafael Palmero Ramos, y que ha sido publicado por laeditorial Montecarmelo, de Burgos, en su colección de bolsillo.

Monseñor Leonardo Sandri, Sustituto de la Secretaria de Es-tado, ha ordenado sacerdotes a 40 seminaristas de la Legión deCristo en Roma. Proceden de 11 países: España, Alemania, Bra-sil, Canadá, Chile, Corea, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Italiay México. Estuvo presente el padre Marcial Maciel, fundador de lacongregación y del movimiento Regnum Christi. La congregacióntiene en estos momentos 550 sacerdotes y 2.500 seminaristas.

El cardenal Joachim Meisner, arzobispo de Colonia, en recientesdeclaraciones en las que ha comparado la actual política alemanasobre familia con la de la antigua República Democrática Alemana, haafirmado que la actual crisis de Alemania es, ante todo, una crisis dela familia. Todos hablan de valores, pero nadie los respeta. Los valo-res cristianos no son fetiches, sino que están anclados en Dios vivo.«La desintegración de la familia y del matrimonio en nuestra sociedad–dijo– representa el punto inferior de nuestra realidad actual, frutode una política matrimonial y familiar errónea, y de una ideología quedifama la maternidad y la paternidad».

La Santa Sede anuncia, para el próximo 23 de marzo, la beati-ficación de la valenciana Madre Juana María Condesa (1862-1916), fundadora de las Religiosas Esclavas de María Inmaculada.

El Ayuntamiento de Madrid ha acordado «otorgar la medalla almérito social a monseñor Antonio Astillero Bastante, con ocasiónde sus Bodas de Oro sacerdotales y en reconocimiento a la gran la-bor social y pastoral realizada durante tantos años en nuestra capital».

El Secretario General del IESE y profesor de Economía don An-tonio Argandoña ha dicho en el IV Simposio internacional Fe cristianay cultura contemporánea, celebrado en la Universidad de Navarra: «Vi-vimos en una sociedad que, a menudo, parece valorar el exceso detrabajo como una adicción, no sólo perdonada, sino elogiada; la so-ciedad competitiva conduce a la fiebre de tener y consumir más, aun-que sea a costa de más horas de trabajo y mayor endeudamiento. Deahí se deriva una sociedad desequilibrada».

Iniciativas editoriales

Ésta es la portada de la revistaLa Caja, publicación de opinión,

creación y ensayo que ha iniciadosu segunda época, bajo la presi-dencia de don Manuel Ortuño y ladirección de don Umberto Pérez-Tomé. El primer número de la se-gunda época contiene, entre otrascosas, una interesante conversa-ción con el pintor Pablo Pombo, yotra con don Alfonso Coronel dePalma, Presidente de la FundaciónUniversitaria San Pablo-CEU. Almismo tiempo, Sekotia SL que esla empresa editora, ha publicado elprimer número de otra revista titu-lada Silencios, revista de creación ypensamiento literario, que dirige Pa-blo C. Sanguinetti y sendas colec-ciones de libros: de narrativa, y deopinión y ensayo. Más información, e-mail: [email protected]

Rosario y Biblia

Ésta es la portada del folleto edita-do a todo color por la parroquia

de Nuestra Señora del Pilar de Zara-goza, para favorecer el rezo del Ro-sario según las indicaciones del PapaJuan Pablo II en su reciente Cartaapostólica. A cada uno de los veintemisterios acompaña un breve textobíblico y la correspondiente ilustra-ción, con obras de los más recono-cidos pintores clásicos. Más infor-mación: Tel. 976 39 23 17.

Gesto: 25 años

La revista infantil Gesto, editada por las Obras Mi-sionales Pontificias, acaba de cumplir 25 años.

Nació en 1977 como publicación de la Obra Pontificiade la Infancia Misionera, con el objetivo de acercarel mundo misionero a los niños y ayudarles a creceren la fe, siendo pequeños misioneros. Actualmente,dirigida por Montserrat Vilaseca, se edita en caste-llano, en catalán, y en Euskera, y tiene una tirada de300.000 ejemplares.

La vida Alfa y Omega 2-I-2003 23

San Agustín puede ser considerado comouno de los grandes maestros de espirituali-

dad de todos los tiempos.Tuvo el singular privilegiode una profunda agude-za en la ardua miradaque se necesita para lossondeos interiores; tam-bién el dominio de la pa-labra fácil y persuasiva.Supo estar cerca de loshombres de su tiempocomo nadie, pero ade-más –y eso ya son pala-bras mayores– su obra

permanece a través de los siglos, y está cercade todos los hombres, de todas las épocas ytodos los tiempos. Su palabra, desde que seencontró definitivamente con Cristo, estuvosiempre al servicio de la verdad, y en todas susobras se encuentra un filón inagotable de pen-samientos profundos, de frases centelleantes,de máximas de vigencia universal y perenne.Son como chispazos del espíritu, expresionesperdurables cargadas de ardor vital y conta-gioso, que han pasado a enriquecer el tesoro in-menso y común del pensamiento religioso y dela cultura. En este libro, Pensamientos de sanAgustín, cuya tercera edición publicó la BACen 1996, Victorino Capánaga –eminente estu-dioso de los escritos agustinianos– presentauna completa antología orgánica de sentenciasy definiciones de san Agustín sobre los tresgrandes temas básicos de su magisterio: elhombre –las inquietudes radicales de su cora-zón indigente e inquieto–; la búsqueda de Dios;y la vivencia del misterio de Cristo y de la Igle-sia. En este precioso y pequeño volumen es-tá, pues, concentrada la quintaesencia, y la mé-dula, de un mensaje tan fascinante hoy comoayer, para cualquier ser humano abierto a labelleza y al poder de la verdad.

Ernestina de Champourcín fue una de laspocas mujeres que formó parte de la Ge-

neración del 27. El eje de toda su obra poéti-ca y literaria se centró en una sola dirección:del amor humano al amor cristiano. Este li-bro que acaba de editarRialp, trata de ser unacercamiento afectuo-so a la vida y a una par-te esencial de la obrapoética de esta desta-cada creadora de la li-teratura española del si-glo XX. La autora de es-tas páginas, Beatriz Co-mella, es licenciada enHistoria y Geografía,ensayista y articulista.Desde su sensibilidad cristiana, ha trazadoen esta biografía y selección de poemas deErnestina de Champourcín un perfil humanoapasionante, que queda perfectamente ex-presado en la segunda parte del título del li-bro: Del exilio, a Dios. Efectivamente, el exi-lio en México junto con su esposo, el tam-bién poeta Juan José Domenchina, supusopara Ernestina un crecimiento cualitativo ensu fe, y un claro compromiso cristiano en elOpus Dei desde los años 50.

M.A.V.

El chiste de lasemana

Libros de interés

Mingote, en ABC

Las Fiestas de precepto durante 2003

Además de los domingos:

1 de enero: Santa María, Madre de Dios (miércoles)

6 de enero: Epifanía del Señor (lunes)

19 de marzo: San José (miércoles)

29 de junio: San Pedro y San Pablo (domingo)

25 de julio: Santiago Apóstol, Patrono de España (viernes)

15 de agosto: Asunción de la Virgen María (viernes)

1 de noviembre: Todos los Santos (sábado)

8 de diciembre: Inmaculada Concepción de Santa María Virgen (lunes)

25 de diciembre: Natividad del Señor (jueves)

A estas fiestas se les suman las que, en cada diócesis, establezca el obispoy la del Patrono en cada localidad

IV Premios Nickel Odeón

El Jurado presidido por el escritor Horacio Valcárcel ha otorgado losIV Premios Nickel Odeón 2002, como acontecimiento cinematográfi-

co del año, a la repercusión internacional reciente del cine argentino; y co-mo vida dedicada al cine, a Luis García Berlanga en reconocimiento a suextraordinaria carrera. Con este motivo fue presentado el número 29 dela revista trimestral de cine Nickel Odeón, correspondiente al invierno2002: se trata de un número monográfico, íntegramente dedicado a latrilogía El padrino, en el que escriben prestigiosos especialistas comoEduardo Torres-Dulce, José Luis Garci, Juan Cobos, Miguel Marías, Cla-ra Sánchez, Beatriz Pérez Aranda, etc.

Biblioteca alemana para España

La biblioteca alemana Görres, de Madrid, fundada por la Sociedad del mismo nombre, de Co-lonia, hace 75 años, ha pasado a formar parte de la Facultad de Teología San Dámaso, de Ma-

drid. Según el ex director de la biblioteca, Wolf Hanke, no había posibilidades de seguir manteniendoesta valiosa biblioteca dentro del ámbito de la política cultural alemana en España, ni contando conel apoyo de Fundaciones alemanas. Según él, la solución encontrada es de especial interés pa-ra la conservación de esta biblioteca, con más de 25 mil volúmenes, la mayoría en idioma alemán,que seguirá manteniendo su nombre. Las secciones de mayor relevancia son las de Filosofía, Te-ología, Historia y Literatura alemana. Hay algunas primeras ediciones muy valiosas. Tambiéndispone de 43 traducciones del Quijote al alemán, entre ellas, la edición de Bertuch, del año1776, o la edición de Leipzig, del año 1893, ilustrada por Gustavo Doré. Otra sección de sumo in-terés es una colección de antiguos diarios de viaje por países de todo el mundo. La biblioteca, pen-sada para los investigadores, se abrirá en el futuro a los lectores interesados. El Decano de la Fa-cultad de Teología San Dámaso, profesor Alfonso Carrasco Rouco, contempla de posibilidad deprofundizar, a través de esta notable biblioteca, en las relaciones espirituales y científicas, depor si excelentes, con los países de habla alemana.

Desde la feAlfa y Omega24 2-I-2003

Cuál es hoy la situación delmonaquismo?Reproduce la eclesiástica. Tie-

ne menos vocaciones en Europa, man-tiene los importantes conventos nor-teamericanos y aumenta en Asia yÁfrica de manera espectacular. Lasgrandes abadías europeas conservansu poder de atracción, a veces más cul-tural e histórico que religioso.

¿Y el monaquismo no cristianoque ahora se ha puesto de moda?

Es esencialmente asiático, y pro-pio de las religiones que exigen reco-gimiento e interiorización. Enseñanque el camino hacia Dios conlleva elvaciamiento de sí mismo, aunque enalgunas religiones más que un en-cuentro con Dios se enseña a domi-nar las pasiones humanas y a alcan-zar la serenidad. A menudo son peda-gogías de autocontrol y de autofor-mación, ya conocidas por filósofosgriegos.

¿Qué significado tiene hoy el mo-naquismo? ¿Es el caso todavía dehablar de monaquismo masculinoy femenino?

El monaquismo hoy se muestramás contradictorio que nunca. Por unaparte, nos resulta difícil entender elabandono del mundo, pero tambiénes verdad que aspiramos al retiro y ala meditación para encontrar res-puestas a preguntas que continúan sintenerlas. Además somos conscientesde que el así llamado silencio de Dioses en realidad el ruido agobiante deuna civilización extrovertida, ruido-sa, masificada. Por esto, quien deseao necesita encontrarse con Dios sien-te la necesidad de aislarse, de ir al de-sierto, donde los rumores se desva-necen. Los claustros no son hoy sólopara los creyentes, sino también paraaquellos que necesitan encontrarse yconocerse, son espacios para una au-téntica ecología física y espiritual. Yla existencia aún hoy de un mona-quismo masculino y femenino se de-be a la exigencia del voto de castidad,que permanece.

¿Qué valor tiene en nuestros dí-as la Regla de san Benito?

Es el compendio de todas las re-glas monásticas y, por el equilibrioque testimonia, refleja una forma devida espiritual accesible, moderada.La máxima ora et labora es excelente,y su espíritu de acogida, realizado enlas hospederías, atrae a más gente quenunca.

Pero, ¿tiene sentido, en la era dela técnica, el retiro del mundo?

Más de un pensador afirma que elcristianismo del futuro o será místicoo no será. La gran tentación actual esla de una fe mediocre, políticamentecorrecta, con un cierto sincretismo.De hecho, hoy algunos cristianos sontales sólo culturalmente. Por esto, la

existencia de algunos creyentes quevivan la radicalidad del Evangelio ensu vertiente más espiritual, es de ne-cesidad vital. Hoy es más fácil ser in-tegralistas-fundamentalistas en doc-trina más bien que místicos, aunqueno estoy seguro de que esta experien-cia mística sea posible en un mundocomo el nuestro. Sería como fumartres paquetes de cigarillos al día y pre-tender tener los pulmones limpios. Pe-ro necesitamos espacios de soledad,de espontaneidad, de encuentro silen-cioso con las siempre urgentes pre-guntas últimas.

¿Cómo sobrevivió el monaquis-mo ortodoxo durante el comunismo?

Fue atacado sin misericordia. Losregímenes comunistas eliminaron in-numerables conventos e introdujeronespías en las comunidades. Hoy la ver-dadera dificultad viene de la falta devocaciones. El fenómeno atañe tam-bién a los famosos monasterios delmonte Athos.

¿Hay un diálogo monástico inte-rreligioso?

Estamos frente a contraposicionesllamativas. Por una parte, no hay dudade que sería más fácil y espontáneo eldiálogo entre aquellos que dedican suvida a la oración, al encuentro conCristo, a la caridad. Por otra parte, enlos monasterios, sobre todo en los or-todoxos, se ha manifestado histórica-mente un fuerte nacionalismo. Entrecatolicismo y ortodoxia las disputasdoctrinales son mínimas, pero el abis-mo psicológico y las disputas históri-cas son importantes. En la última visitadel Papa a Grecia se habló de la tomade Constantinopla por parte de los cru-zados como algo cercano y aún ope-rante. Dudo que los católicos recuer-den algo de aquella cruzada.

¿Por qué este continuo éxito delmonaquismo? Nacen nuevas comu-nidades por cualquier parte delmundo, todavía hoy…

Siempre han existido anacoretas,personas que han buscado a Dios enla soledad absoluta. Pero resulta máshumano, más confortable y, proba-blemente, más eficaz caminar en com-pañía. El monaquismo es también es-to. Su éxito es la comunidad, la mutuaayuda permanente, la oración comu-nitaria.

¿Puede describir a un niño todolo que nos ha dicho? Quizá con unejemplo…

Hace algunos años estuvo en Ro-ma durante algunos meses un sobri-no mío de tres años. Sólo tenía a suspadres y a mí, y no hablaba italiano.Era precioso verlo caminar por la ca-lle y saludar a todos los niños que en-contraba con estas palabras: «Yo mellamo Pablo, ¿y tú?» Para jugar, parahablar, para enfadarse necesitaba com-pañía. No rumor, agitación, ni muchagente: sólo niños que jugasen y ha-blasen como él y con él. Porque Diosnos habla en el corazón, y, para escu-charlo y entenderlo, necesitamos unpoco de silencio. Los monjes viven encomunidad, se acompañan, se ayudan,se reprenden cuando es preciso, perono incordian, no importunan. Es Diosquien habla y ellos colaboran.

Juan María Laboa publica un Atlas histórico del monaquismo

Para escuchar a Dios,hace falta silencio

El profesor Juan María Laboa, docente de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teologíade la Pontificia Universidad Comillas, de Madrid, y director del Departamento de Teologíaen la Universidad San Pablo-CEU, de Madrid, ha presentado, en Italia, su libro Atlashistórico del monaquismo, en el que han colaborado bajo su dirección once especialistasde todo el mundo. Ofrecemos un extracto de la entrevista que le hizo Armando Tornopara el diario italiano Corriere della Sera

Desde la fe Alfa y Omega 2-I-2003 25

Nuevos avances de la biome-dicina. En los últimos años lamedicina y la biología han ex-

perimentado una verdadera revoluciónque ha ido cambiando, de un modoespectacular, tanto aspectos concep-tuales básicos como el enfoque de lasenfermedades y sus distintas opcio-nes terapéuticas. La denominada me-dicina reparadora, basada principal-mente en la utilización de las deno-minadas células madre, con la inten-ción de regenerar tejidos y de estemodo curar o tratar enfermos, está des-pertando el máximo interés.

Algunos procesos patológicos (co-mo el daño miocárdico postinfarto, laenfermedad de Alzheimer, el Parkin-son, la diabetes tipo 1, etc.) son oca-sionados por la degeneración, disfun-ción o muerte de determinados tiposde células. La medicina se propone re-generar estas células practicando mi-crotrasplantes de células que, de un mo-do similar al transplante de un órganoentero, podrían suplantar la función delas células alteradas. La mayor dificul-tad es la obtención de los tipos celula-res deseados. Es aquí donde la inves-tigación considera las posibilidades queofrecen las células madre. Éste es, tam-bién, el punto que plantea mayores dis-cusiones entre científicos y mayoresproblemas de carácter ético.

Diversos tipos de células madre.Las células madre son células indife-renciadas a partir de las cuales se pue-den obtener células de distintos teji-dos. Se caracterizan por la posibilidadde poder ser cultivadas indefinida-mente en un medio experimental. Sepueden clasificar por su origen y porsu diferenciación. Por su origen, pue-den ser embrionarias o de tejidos adul-tos. Por su diferenciación, pueden sertotipotentes (pueden dar lugar a un in-dividuo completo de su especie), plu-ripotentes (pueden dar lugar a célulasde todo tipo de tejidos), multipoten-tes (pueden dar lugar a células de di-versos tejidos) y unipotentes (sólo danlugar a células de un solo tejido).

Las células madre embrionarias selogran extrayéndolas de los embrio-nes humanos, de los producidos di-rectamente para obtenerlas, o de losproducidos por las técnicas de fecun-dación in vitro, congelados o no. Suimplante permitiría que, a partir deellas, se formaran células específicasdel tejido que se pretende regenerar.Como vemos, ello supone manipula-ción, utilización y destrucción de em-briones humanos.

En los últimos años, acreditadasinvestigaciones han puesto de mani-fiesto que no sólo se encuentran célu-las madre multipotentes en los em-

briones, sino que también las hay endiversos tejidos adultos (en la médulaósea, en el tejido hepático, en el tejidoadiposo, etc.) Estas células madre mul-tipotenciales, procedentes de organis-mos adultos, ofrecen similares posi-bilidades de investigación y de apli-cación terapéutica a las embrionarias,sin las graves implicaciones éticas queconlleva el uso de embriones huma-nos.

Campañas de opinión confusas.En el momento actual, en España, unsector de la industria biotecnológicay diversos grupos de opinión estánpromoviendo una campaña de opinióna favor de la clonación denominadaterapéutica y la derogación de las tra-bas legales para investigar con célu-las madre de embriones humanos so-brantes de la fecundación artificial.Se está confundiendo a la opinión pú-blica, creando falsas expectativas, yse está jugando con los sentimientos ynecesidades de los enfermos.

Los que esto hacen están, sin du-da, condicionados por fuertes intereses

ideológicos y aun económicos, comoha sido denunciado por muchas vocesautorizadas: «La decisión de algunospaíses –ha dicho hace tan sólo unosmeses Juan Pablo II– de usar embrio-nes humanos o incluso producirlos pa-ra propósitos terapéuticos tiene el res-paldo de grandes inversionistas. Mien-tras tanto, programas éticamente acep-tables y científicamente válidos queusan células madre de adultos para al-gunas terapias, con no menor éxito,atrae poco apoyo porque implica me-nos ganancia».

Respeto incondicionado a todoembrión humano. A la luz de los co-nocimientos biológicos actuales, elembrión humano es, a partir de la fu-sión de los gametos, un individuo hu-mano con una identidad bien defini-da por un código genético propio yexclusivo, el cual comienza desde esemomento su propio desarrollo coor-dinado, continuo y gradual, de tal mo-do que en ningún momento puede serconsiderado como una simple masade células.

«La Iglesia –se lee en la encíclicade Juan Pablo II Evangelium vitae–siempre ha enseñado, y sigue ense-ñando, que al fruto de la generaciónhumana, desde el primer momento desu existencia, se ha de garantizar elrespeto incondicional que moralmen-te se le debe al ser humano en su tota-lidad y unidad corporal y espiritual.El ser humano debe ser respetado ytratado como persona desde el ins-tante de su concepción y, por eso, apartir de ese mismo momento se le de-ben reconocer los derechos de la per-sona, principalmente el derecho in-violable de todo ser humano inocentea la vida».

El embrión humano merece la mis-ma protección, sea viable o inviablepara su transferencia al útero, mien-tras esté vivo. Distinguir entre em-briones viables y no viables a efectosde darles un tratamiento jurídico di-ferenciado, sería contrario a la pro-tección que el embrión merece encuanto ser humano.

Progreso científico y ética, al ser-vicio de la dignidad humana. Es cla-ra la conclusión: por muy noble quesea el fin perseguido, es inaceptablemoralmente la producción, manipula-ción y destrucción de embriones hu-manos. Nunca se puede instrumenta-lizar al ser humano. La ciencia y latécnica requieren la ética para no de-gradar sino promover la dignidad hu-mana.

Hay, sin embargo, otras alternati-vas moralmente lícitas, como la utili-zación de células madre procedentesde organismos adultos para lograr losmismos fines que se pretenden alcan-zar con las células madre embriona-rias. Ésta es la vía más razonable yhumana que se ha de seguir para unverdadero progreso en este nuevo cam-po que se abre a la investigación, yque ofrece una gran esperanza paramuchas personas enfermas.

Por todo ello, queremos concluirmostrando nuestro apoyo al progre-so científico y la investigación queayuden a mejorar las condiciones devida del ser humano; y congratular-nos por los múltiples avances de lasciencias biomédicas en las últimas dé-cadas, que han permitido logros sig-nificativos en la lucha contra la en-fermedad, y han hecho posible un no-table incremento de la esperanza devida y mejor calidad de la misma pa-ra una parte importante de la Huma-nidad.

Asimismo, pedimos a las autori-dades que encaucen los recursos pú-blicos hacia campos de investigaciónque respeten de modo pleno la invio-lable dignidad que corresponde a to-da persona, desde el momento de suconcepción hasta el de su muerte na-tural. La investigación científica (co-mo la economía, la política, etc.) de-be dejarse orientar por la ética paraque sirva verdaderamente al hombre,que nunca debe ser utilizado comoun objeto, sino que siempre ha de serreconocido y tratado conforme a sudignidad.

Embriones humanosLa Subcomisión episcopal para la Familia y la defensa de la vida, de la Conferencia EpiscopalEspañola, ha hecho pública recientemente la siguiente Nota sobre la utilización de embriones

humanos en la investigación sobre células madre, que por su interés ofrecemos:

Santa María de la Vida, en el Hogar de Niños Santa María de la Vida, de las FranciscanasMisioneras de la Madre del Divino Pastor (Madrid)

En los numerosos países que hoy viven en elmundo situaciones de conflicto, los cate-quistas y misioneros juegan un papel decisi-

vo en el proceso para la paz.Catequistas al servicio de la reconciliación es el

lema del Día de los catequistas nativos y del Ins-tituto Español de Misiones Extranjeras (IEME),que se celebra el próximo 6 de enero. Se trata deuna jornada con la que se pretende reconocer lalabor misionera y el trabajo y esfuerzo de los cate-quistas nativos, además del papel que juega el IE-ME en el compromiso misionero de los sacerdo-tes diocesanos.

El IEME está formado por sacerdotes diocesanospara la Misión ad gentes, es decir, dedicados plenamentea la actividad misionera de la Iglesia, siendo enviados alos países llamados de misión, y están asociados pararealizar mejor la común vocación misionera.

La opción por los pobres es una característica esen-cial de estos sacerdotes, que salen de sus Iglesias de ori-gen para insertarse en las Iglesias locales a las que son en-viados, sin tener una parroquia ni un proyecto propio, co-laborando y trabajando junto con los sacerdotes nati-vos.

En total, los sacerdotes del IEME son hoy 182misioneros, presentes en 15 países: 8 de Iberoamé-rica, 5 de África y 2 de Asia. Los últimos países enañadirse a esta lista son Tailandia, Benín y Cuba.

Precisamente Cuba ha podido contar con la co-laboración del IEME en el año 2001, con un equipode tres misioneros procedentes de Brasil, RepúblicaDominicana y Nicaragua.

Desde la feAlfa y Omega26 2-I-2003

6 de enero: Día de los catequistas

El regalo más preciadoEl próximo 6 de enero, día de Reyes, un día lleno de sorpresas, regalos y risas infantiles, la Iglesia celebra El Día de los catequistas

y del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Esta celebración se llena de sentido al comprobar que la proclamaciónde la Palabra de Dios es el regalo más preciado que puede tener el hombre

Carta a las comunidades

cristianas

Un año más llamamos a vuestra puer-ta, y lo hacemos con una llamada

misionera. Abrid vuestro horizonte a tan-tos hermanos y hermanas que trabajany sirven al anuncio del Evangelio. Ellosson los catequistas nativos, los respon-sables de comunidades.

Juegan un papel decisivo en la vidade la Iglesia misionera. Con su palabray con su vida, con su servicio entregadoa la comunidad cristiana son un don im-pagable al anuncio de Cristo Jesús. Y,a menudo, su prestigio y calidad huma-na, además de su fe honda, hacen deellos verdaderos discípulos al serviciode la reconciliación. Gracias a ellos, engran medida, las comunidades cristia-nas se mantienen vivas y ofrecen la vi-talidad que hoy tienen.

También los misioneros, en fidelidadal anuncio de Jesús, viven al servicio dela reconciliación de las personas y delos pueblos. El perdón, que se acoge yque se ofrece también a los otros, y la re-conciliación son uno de los frutos másclaros del don de Dios. Las situacionesde violencia y muerte que viven tantaspersonas y tantos pueblos son una lla-mada desgarradora para que hagamospresente la Buena Noticia del Evangelio,como anuncio del amor, del perdón y dela misericordia de Dios, que nos invitaa actuar como Él.

Os invitamos a que viváis el Advientoy la Navidad como un tiempo oportunode apertura, de abrir el corazón, de tenerpresentes a todos los hombres y mujeresque sufren, que buscan una esperanza,que anhelan una vida digna, que bus-can a Dios. Que no falte vuestra oraciónamplia por los catequistas, por los mi-sioneros, por los que buscan a Dios.

Que compartáis también algo de loque tenéis: con los necesitados, con losemigrantes…, pero no olvidéis a la Igle-sia misionera, a los catequistas nativos,a los misioneros…

Gracias por vuestra oración y ayuda.Que el Señor os bendiga y os llene de sualegría.

Tarsicio AntónResponsable del Departamento

de Información y AnimaciónMisionera del IEME

Zimbabwe 23Perú 15Japón 14Brasil 13R. Dominicana 10

Nicaragua 8Guatemala 8Panamá 8Mozambique 7Zambia 7

Togo-Benin 6Tailandia 7Colombia 6Cuba 3Chile 1

España:Servicios: 9Jubilados: 16Otros: 21

Zimbabwe

Zambia Brasil

Togo-Benin

R. DominicanaNicaragua

Colombia

Cuba

Guatemala Panamá

España

Mozambique

Japón

Tailandia

Perú

Chile

Países con presencia misionera del IEME

Desde la fe Alfa y Omega 2-I-2003 27

Jesús Colina. Roma

La asignatura pendiente de la labor evangeli-zadora de la Iglesia católica en estos mo-mentos es, sin duda, su presen-

cia en los medios de comunicación.Consciente de la importancia de estedesafío, la Conferencia Episcopal Ita-liana organizó recientemente el Con-greso Parábolas mediáticas: hacer cul-tura en tiempos de la comunicación, elacontecimiento más importante para laIglesia en el país durante el año 2002.

El encuentro, en el que participaronunas ocho mil personas, en su gran ma-yoría profesionales del mundo de la co-municación, quiso convertirse en la pla-taforma de encuentro, reflexión y nuevasiniciativas para permitir que el Evangeliodesempeñe su papel transformador en laera de la comunicación.

Juan Pablo II, sumamente interesadopor la iniciativa, quiso clausurarla perso-nalmente, encontrándose con los partici-pantes y pronunciando un discurso progra-mático, en el que presentó tres puntos fun-damentales para alcanzar el objetivo delCongreso: la necesidad de encontrar nuevoslenguajes para anunciar el Evangelio; tra-zar el perfil del evangelizador en los me-dios; y exigir reglas claras para garantizarla libertad en el mundo de los medios.

El lenguaje y los comunicadores

Dirigiéndose directamente a los comunica-dores católicos, el Papa confesó que, en estosmomentos, se han convertido en motivo de granesperanza y expectativa para la Iglesia, pues, «comoprotagonistas de los cambios que tienen lugar en unhorizonte de creciente globalidad, estáis llamadosa leer e interpretar el tiempo presente, y a encontrarlos caminos para una comunicación del Evangelio se-

gún el lenguaje y al sensibilidad del hombre con-temporáneo».

«La comunicación genera cultura, y la cultura setransmite mediante la comunicación –constató–. Pe-ro, ¿qué cultura puede ge-

nerar una comunica-ción que no ponga en el centro la dignidad de la per-sona, la capacidad para ayudar y afrontar los grandesinterrogantes de la vida humana, el compromiso deservir con honestidad el bien común, la atención a losproblemas de la convivencia en la justicia y la paz?»

El segundo punto decisivo para que la Iglesiapueda responder al desafío que plantea la era de lacomunicación depende de los mismos comunica-dores. El Papa trazó el perfil del comunicador cris-

tiano: «Hacen faltaobreros que, con el

genio de la fe, se-pan ser intérpretesde las actuales ins-tancias culturales,comprometiéndosea vivir en esta épo-ca de la comunica-ción no como unmomento de aliena-ción o extravío, sinocomo momento pre-cioso para la bús-queda de la verdad ypara el desarrollo dela comunión entre laspersonas y los pue-blos».

Al hablar de estosnuevos misioneros delmundo de la comuni-cación, el obispo deRoma destacó dos as-pectos decisivos. Antetodo, insistió, deben serhombres de contempla-ción: «No nos canse-mos de poner la miradaen Jesús de Nazaret, el

Verbo encarnado, que ha re-alizado la comunicación más

importante de la historia dela Humanidad». Y añadió: «Pongá-

monos una vez más a la escucha de laenseñanza de Cristo, para que la multiplicación de lasantenas en los tejados, como instrumentos emble-máticos de la comunicación moderna, no se con-vierta paradójicamente en el signo de la incapaci-dad para ver y oír, sino que sea el signo de una co-municación que crece al servicio del hombre y delprogreso integral de toda la Humanidad».

El tercer aspecto que recalcó, al trazar el perfildel comunicador católico, es que, en su gran ma-yoría, deben ser los laicos que demuestren «pro-fesionalidad y auténtica conciencia cristiana». Ydijo que «también en estos sectores hay que reco-nocer vocaciones específicas y dones particularesque, ciertamente, el Señor no deja de suscitar ensu Iglesia».

«¿Qué significa ser un periodista católico? Sim-plemente, significa ser una persona íntegra, un in-dividuo cuya vida personal y profesional refleje lasenseñanzas de Jesús y del Evangelio. Significa lucharpor los ideales más altos de la excelencia profesio-nal, y ser una persona de oración que busca siempredar lo mejor. Significa tener el coraje de decir la ver-dad, aun cuando la verdad no conviene, o es políti-camente incorrecta».

Presencia en los medios,asignatura pendiente de la Iglesia

Juan Pablo II propuso elementos decisivos para llenar el vacío de Evangelio que existe en los medios de comunicación, al intervenir en un Congreso sobre el tema, organizado por la Conferencia Episcopal Italiana, que ha hecho de este desafío

una prioridad pastoral. De su acción de fermento en los nuevos areópagos depende, en buena medida, el futuro del cristianismo

Mondadori: El coraje de la verdad

No es posible dejar todo el peso de la comunicación actual al Papa». Esta era la consta-tación de un hombre que de estas cosas entendía: Leonardo Mondadori, Presidente del

gran grupo editorial que lleva su apellido.Mondadori, convertido recientemente al catolicismo, acaba de fallecer. Lanzó su llama-

miento en el Congreso Parábolas mediáticas: hacer cultura en tiempos de la comunica-ción, celebrado entre el 7 y el 9 de noviembre, en Roma. «Nos encontramos ante una evi-dente homologación en la comunicación y en la cultura actual –dijo–; nuestros jóvenes es-tán expuestos a transmisiones en las que el asesinato, la muerte, es espectáculo. Sin em-bargo, la gente se ha dado cuenta de que no tiene puntos de referencia, los busca y estádispuesta a aceptarlos, incluso con sacrificios. Es una ocasión que no podemos perder».

Los mensajes lanzados por el Pontífice, el único que hoy se sienta en la mesa de la His-toria, no han sido seguidos. La Iglesia tiene valores profundos que propagar, con los que pue-de entrar en esta sociedad, pues la gente no quiere respuestas como anuncios televisi-vos. La Iglesia tiene un poder comunicativo que hay que usar».

Ilustración de Avvenire

Desde la feAlfa y Omega28 2-I-2003

Amén está basada en una obrade teatro titulada El Vicario,escrita en los años 60 por

Hochhuth, y que, aunque desestimadapor los historiadores y desmentida porlos hechos, supuso el origen de una le-yenda negra sobre Pío XII y su rela-ción con el nazismo.

El argumento cuenta la historia delquímico Kurtz Gerstein, oficial alemánde las SS encargado de fabricar el gasZiklon B para los campos de concen-tración. En un principio Kurtz piensaque el gas se utiliza para desinfectarbarracones, hasta que un día ve con suspropios ojos el uso que se le da. Ho-rrorizado, y animado por su honda con-ciencia cristiana, comunica su descu-brimiento a sus más íntimos amigos desu comunidad religiosa protestante. Al-gunos le sugieren que dimita, pero éldecide seguir y así poder ofrecer prue-bas documentales del exterminio.Cuando fracasa en su intento de quelos dirigentes protestantes denuncienpúblicamente la situación, lo intentacon la Iglesia católica a través del padreFontana, un joven sacerdote diplomá-tico de la Nunciatura en Berlín. Perosólo recibirá negativas, cuando no bur-las, del nuncio, del Secretario de Esta-do Vaticano, y del propio Pío XII; tam-poco sus conversaciones con miembrosde las cancillerías aliadas da ningún re-sultado. Entre tanto, la guerra va lle-gando a su fin y unos seis millones dejudíos han sido exterminados.

La película contiene dentro de sítres columnas vertebrales o categorí-as tan diversas, e incluso contradicto-

rias, que son la causa de su radical de-sequilibrio: una categoría que podría-mos denominar verídica o auténtica, yque encarna a la perfección el perso-naje de Gerstein, interpretado impeca-blemente por Ulrich Tukur. Es un per-sonaje consistente, de carne y hueso,rico en matices, conmovedor, y cuyoproceso interno sobrecoge al especta-dor de cabo a rabo. Un hombre cris-tiano, cuya vida se resquebraja cuandoentra en su alma la imagen de las cá-maras de gas en funcionamiento. Su-frirá un daño moral irreparable. Nuncasaldrá de él odio o rencor a la Iglesia.Gerstein es el centro y grandiosa apor-tación del film.

Una segunda veta es la ideológica,que ya no parte de personajes creíbles,sino que los convierte en esquemas pu-ramente ideológicos, sin vida propia,diseñados de antemano en el labora-torio del prejuicio. En esa categoríaGavras sitúa al nuncio en Berlín, alcardenal Secretario de Estado y a PíoXII. Patético el primero, histérico e in-tolerante el segundo, y angelistamentebobalicón el tercero. No hay en ellosasomo de matices, ni de verosimilitud,y, sobre todo, se pone de manifiestoun grave desconocimiento de cómoson y actúan los altos representantesde la Iglesia. Ya el arranque de la pelí-cula, en el que vemos a unas monjascolaborando en el envío de deficien-tes a cremaciones masivas para depu-rar la raza, se deja clara cuál va a ser laintención ideológica de Amén. La ra-zón de esta ridícula simplificación es-tá en el rechazo por parte del cineasta

de la figura de Pío XII, un Papa queluchó tremendamente contra el comu-nismo, religión intelectual de Costa-Gavras. Ahí está la clave para com-prender la forma tan nerviosa y preci-pitada con que dibuja los personajes, enuna motivación puramente ideológica.

Por último, existe una tercera líneademagógica, que toma vida en el per-sonaje del padre Fontana, interpreta-do por Mathieu Kassovitz. Este sacer-dote encarnaría la propuesta demagó-gica del propio Gavras y que, a su jui-cio, representa lo que la Iglesia católicay el Papa deberían haber hecho: ofre-cerse a sí mismos como víctimas vo-luntarias del holocausto nazi. Las de-cisiones de Fontana son impensablesen un hombre formado en el realismomás absoluto; por el contrario, mani-fiestan un utopismo demagógico de lomás absurdo.

De una forma muy fugaz, aparecenen la película franciscanos refugiandoa judíos, lo cual es cierto, pero en el

contexto del film parece plantearse entérminos de una Iglesia de base soli-daria, frente a la Iglesia de los pode-rosos, preocupada de no poner en pe-ligro sus propios privilegios.

Queda por afrontar la gran cuestión:¿cuál es la verdad de los sucesos queCosta Gavras denuncia? ¿Cómo seconcilian esas acusaciones con el he-cho de que el Congreso Mundial Ju-dío donase a Pío XII unos 40 millonesde dólares al cambio actual «para de-mostrar la gratitud del pueblo judío portodo lo que había hecho en su favor»?¿Cómo se explica que el rabino deNueva York, David Dalin, declare que,«durante el siglo XX, el pueblo judíono tuvo un amigo más grande que PíoXII»? Para iluminar estas apasionantescuestiones, que tiran por tierra la le-yenda negra de la que Costa-Gavrasse hace portavoz, invitamos a leer laabundantísima bibliografía que hay so-bre el tema.

El productor Elías Querejeta deja notar su im-pronta de cine comprometido y social de iz-

quierdas en la tercera película de Fernando Le-ón, Los lunes al sol, interpretada por un mag-nífico Javier Bardem y por un sólido coro de se-cundarios, casi protagonistas, encabezados porun cada vez mejor Luis Tosar. También se agra-dece que Aida Folch mejore el papelón que hi-zo en El embrujo de Shangai.

Ambientado en la ciudad de Vigo, Los lunesal sol retrata la vida de un grupo compañeros detrabajo que están ahora unidos por el drama

del despido y el paro. Se trata sin duda de unapelícula seria, a la vez que divertida, bien in-terpretada y con gags verbales muy consegui-dos. Sin embargo, es muy evidente en sus si-tuaciones, que están poco matizadas, y son in-cluso previsibles y, por qué no, algo tópicas enocasiones. A este defecto se añade la caren-cia de una historia argumental progresiva y re-donda. Más bien se trata de una sucesión decuadros o escenas, que retratan unas vidas yque hacen que el film pudiera concluir en casicualquier punto de su metraje.

También se echa de menos una salida po-sitiva y creativa al drama que viven los perso-najes, una salida al estilo de The Fullmonty,quedándose por el contrario en una mera de-nuncia sin horizonte. Esto es coherente con laposición religiosa que expresan los persona-jes: «Dios no cree en nosotros». En cualquiercaso se trata de una película interesante, que hamerecido la Concha de Oro, el premio SIGNISy la medalla del CEC en el último Festival deSan Sebastián.

Juan Orellana

Los lunes al sol

Fotograma de la película Amén

Costa-Gavras, famoso por sus muchas películas políticas,levantó una gran polémica en el pasado Festival de Berlín por suúltima película, Amén, que acusa a la Iglesia de haber sidoindiferente al exterminio de los judíos durante la segunda guerramundial; indiferencia que la haría cómplice silenciosa delHolocausto

Cine: Amén y su leyenda negra

La sumisión ideológica de Costa-Gavras

Cine: Amén y su leyenda negra

La sumisión ideológica de Costa-Gavras

Desde la fe Alfa y Omega 2-I-2003 29

La culturacomo epifanía

Bien sabemos que cultura viene de cultivar,hacer, transformar. Cuando cultivamos el

campo, hacemos una poesía o transformamosalgo, estamos, de algún modo, manifestándo-nos. Detrás de un cultivo, una poesía o una fá-brica vemos inexorablemente la mano del hom-bre. De ahí que la cultura sea manifestación,epifanía del ser humano. Manifestarse es pre-sentarse ante alguien, y presentarse es mos-trarse, darse a conocer. Pero sólo nos damos aconocer cuando tenemos confianza. Por eso to-da manifestación supone un riesgo: la aceptacióno el rechazo del otro al que nos mostramos.

Hay culturas que no tienen presente su di-mensión manifestativa, pues en vez de mos-trarse se ocultan, en vez de dar se apropian.Son culturas que, normalmente, son menos li-bres que otras. No es cultura aquella que no sedesvela. Una cultura así, en vez de cultivar ohacer, destruye, y destruye precisamente aque-llo que no se muestra. En las culturas donde lamujer no puede desvelarse, no se puede dar aconocer, no hay libertad, se destruye la mujer.El ocultamiento del ser humano hace imposibleel ámbito de la verdadera cultura.

Cuando hablamos de la epifanía del Señor,es la misma Humanidad la que se nos da a co-nocer. La aceptación de dicha epifanía hacemás posible la libertad, pues es el ser huma-no en su perfección lo que se nos da. Y todoacogimiento lleva consigo un reconocimiento. Elreconocimiento ante la epifanía del mismo Diosdebe ser la adoración, el regalo. Y cuando seregala algo, lo que se está haciendo es una en-trega, la donación de un presente. Por eso lacultura más que en recibir, estriba en su modo dedar.

Hay culturas donde la manifestación huma-na se da únicamente de un modo externo y enexceso, y otras en las que se da defectuosa-mente. En la primera el desvelamiento se dade una forma un tanto radical. Son culturas don-de el pudor no existe, donde el cuerpo (mani-festación externa del ser humano) se comer-cializa, se trivializa, y pierde su intimidad. Por elcontrario, otras culturas, en su defecto, no des-velan el rostro, se cae en un anonimato quequita el protagonismo, la historia misma de lapersona. En ambas hay un factor común: sonmanifestaciones no libres del ser humano.

La cultura más propia, más manifestativaes aquella que acoge, reconoce aquello quees lo más humano, que sigue el modo de serpropio del hombre, su naturaleza. De este mo-do, la cultura es la perfección de lo que ya so-mos. Una cultura que agradece, que regala yque se entrega es más perfecta, pues cultivaprecisamente lo que el hombre es y lo que de-be ser. El agradecimiento es una acción delhombre humanizadora, y el agradecimiento ose da o no se da. El regalo es la manifesta-ción, a su vez, del agradecimiento.

Cuando filósofos de la categoría de Orteganiegan la existencia de una naturaleza en elser humano, rechazan por tanto una realiza-ción de la misma, dificultan la posibilidad deuna verdadera cultura. Por eso la cultura noes algo que se contrapone a la naturaleza, si-no que la sigue y la enriquece.

Alberto Sánchez León

Punto de vistaL I B R O SHemos celebrado la Navidad. Y la lectura de esta pintura

sobre el cristianismo es un excelente recordatorio de loque hemos vivido en estas fechas, en las que la memoria del

nacimiento del Hijo de Dios inaugura siempre una nueva época, unanueva Historia. Fue hace muchos años, allá en Belén de Judá, endonde de la Humanidad brotó la Humanidad verdadera en sinfoníade recreación. La historia del cristianismo, como afirma el autor deeste panorama de fidelidad y de infidelidad, es, en parte, la histo-ria de los hombres y de las mujeres en estos últimos dos mil años.De entre la formas de agradecimiento que los cristianos del sigloXX tenemos para quienes nos han precedido en la fe, en el amor yen la esperanza, está el ser fieles a una tradición ininterrumpida, ala posibilidad de vivir y sentir la historia de amor, el camino re-corrido, andado y, muchas veces, sorteado, de la gracia en la His-toria.

El autor de este libro, que se ha acreditado en su vida docentepor su capacidad divulgativa, y que maneja con soltura, donaire yestilo la pluma, a la hora de retratar la Historia y de hacer la His-toria, nos recuerda constantemente que la fidelidad es el princi-pal atributo del pueblo cristiano, y que los pecados contra la fide-lidad son los que han acarreado siempre las inevitables conse-cuencias de la desunión. Otro de los aspectos que se resaltan de lalectura de la historia del cristianismo es su capacidad de haceravanzar la Historia, su fuerza como motor del progreso del hom-bre y de la sociedad. No han sido pocos los que, en una primera mo-dernidad más deglutida que asimilada, nos han hecho creer queel progreso dependía de la ruptura con el pasado, y con las insti-tuciones y mensajes que habían configurado el pasado, la Historia.La verdad campa por los predios argumentales contrarios. El res-peto a la dignidad del hombre no se aquilata y difunde más allá dela herencia que nos hace afrontar, con la frescura de la novedad dela dignidad humana, los nuevos retos del futuro. Juan María Laboano se limita sólo a una aséptica, higiénica, descripción de la vidadel pueblo cristiano en la Historia. Se adentra en los porqués conla razón de los paraqués. Siempre con la mirada puesta en ofrecer,al lector de hoy, una visión de conjunto de lo que ha supuesto la ir-rrupción de la nueva Humanidad en Cristo. Bien es cierto que, co-mo buen historiador, no cae en la trampa de las interpretaciones ana-crónicas y discrónicas. El respeto a las personas y a los hechos, ensu contexto, en su circunstancia, es el principio de un método, eldel saber, que sirve en la medida en que clarifica, al margen detendencias, modas, o puestas en escena.

Como nos recuerda el autor de este libro, a modo de manualuniversitario, en el año 2000 la genética cumplió un siglo de

vida oficial desde que los investigadores Hugo de Vries, Karl Co-rrens y Enrich von Tschermak-Seyseneg redescubrieron y desa-rrollaron los principios de Mendel. En la intención del autor estáel ofrecernos dieciséis lecciones básicas sobre genética y bioética,sin olvidar que el orden de los elementos tiene una finalidad clara:no obviar los debates éticos y las respuetsa que la Iglesia y la so-ciedad están ofreciedo a los citados debates. En este libro debemosresaltar su calificación pedagógica, su esfuerzo divulgativo –noes el destinatario un lector especializado en estas materias, sinoel gran público interesado en los avances en estos campos–, suclaridad expositiva y la capacidad de síntesis a la hora de tratar elestado de la cuestión de la investigación y de sus avances. No es unlibro de moral, ni estrictamente de doctrina de la Iglesia sobre es-tas cuestiones. Es un tratado que aborda poliédricamente la situa-ción actual de la genética desde la bioética, y que no solaya lascuestiones fundamentales con, incluso, algún paso más delantede las declaraciones magisteriales.

José Francisco Serrano

Historia de la fidelidad

Título: CristianismoAutor: Juan María LaboaEditorial: San Pablo

El inicio de la vida

Título: Genética y bioéticaAutor: Juan-Ramón LacadenaEditorial: U.P. Comillas y Desclée de Brouwer

Desde la feAlfa y Omega30 2-I-2003

Gentes

José María Javierre, sacerdote y periodista

«Creo que es Él quien nos busca a nosotros y nos encuentra, y no es por-que lo tengamos perdido, sino porque nosotros somos los que nos ex-traviamos en los laberintos, y a veces no vemos demasiado bien el hori-zonte. Hay mucha gente que cree, que hace el bien a los demás, y sonsiempre una mayoría muy silenciosa, de labor callada y de fe firme y,sobre todo, coherente. A los políticos les falta fe en los hombres, en laspersonas. Ante las catástrofes que nos asolan, como ahora con el cha-papote en Galicia, o en Israel donde se están matando, el creyente tienesólo la esperanza en la resurrección, y sabe que ahí está el Padre mi-sericordioso que nos espera».

Benito Floro, entrenador del Villareal Club de Fútbol

«Siempre hay que esforzarse para ganar y, si se pierde, que sea porqueel contrario es mejor. El fútbol se ha desmadrado, porque la gente va a unestadio a desahogarse. Es evidente que la familia es lo más importanteen la vida, porque es el verdadero centro de educación. En la sociedad,ni justicia, ni enseñanza, ni distribución de riqueza funcionan como de-berían. La gente popular debe intentar pasar desapercibida, para quesus defectos no se copien. Los que deben dar ejemplo son las familias,y los políticos. Cualquier hombre de buena voluntad cree en la virtudes dela religión. Para mí es el amor a la caridad, la humanidad y la justicia.Obliga a corresponder con la gente que más te necesite».

José Javier Uranga, periodista

«Después de sufrir el atentado, la vida te cambia cuando te ponen escolta.Es terrible. Me ofrecieron trabajo y hasta un chalet en el sur, pero creo quehuir y renunciar es peor que morir. Tenía que seguir escribiendo, seguir enla brecha. Yo perdono, para poder seguir rezando el Padrenuestro».

Mickey Mouse

Saber callar

Está claro que una de las cualidades quemuestra una persona madura es el do-

minio de sí mismo. Alguien que no lucharapor dominarse en función de unos valores,no sería una persona fiable, porque estaríadominado por sus gustos, por su estado deánimo. En definitiva, por cosas imprevisi-bles.

¿Se puede dominar el estado de ánimo?No, lo que ocurre es que alguien que se do-mina a sí mismo, que es dueño de sus ac-tos, suele tener, salvo por enfermedad, unánimo estable, consecuencia de esa luchapersonal por vivir de acuerdo a lo que quie-re vivir.

Lógicamente todo esto hay que entre-narlo, no se improvisa. Y en muchos casosel entrenamiento está en la lengua. Se po-dría decir que el que domina su lengua, do-mina su cuerpo.

Hay que enseñar a los hijos a saber callar,a saber hablar oportunamente, a saber daruna noticia y a saber guardarla, a ser opor-tunos, a decir las cosas a quien conviene, asaber decir lo positivo y callar lo negativo, aguardar un secreto, a saber no dar una bue-na noticia hasta el momento oportuno y adejar a otro contar un chiste.

Hay que enseñar a escuchar, a dejar ha-blar a los demás, a no dar una contestacióncortante cuando lo tiene fácil, a ser elegan-te y a conceder a los demás el beneficio dela duda; a no opinar sobre lo que no se sa-be, a no juzgar todo lo que los demás haceno dicen, a no poner verde a nadie sin moti-vo, ni con motivo.

Hablar bien de los demás genera muchaconfianza. Hace a las gentes acogedoras,agradables, afables.

Todo esto parece muy difícil. Y lo es. Pe-ro lo importante no es conseguirlo, es in-tentarlo. En el intento ya está el dominio desu lengua y de su cuerpo. Ya está siendodueño de sí mismo.

En este terreno sí que se ve claro que sinosotros, los padres, no intentamos vivirlo,los hijos seguro que no lo vivirán. Así queen esto, como en todo, lo que hay que haceres hablar poco y vivir mucho.

Tenemos que demostrar con nuestra con-ducta que se puede intentar vivirlo. En casocontrario, tendremos hijos chismosos, ino-portunos, con falta de dominio de sí mis-mos, sin esa elegancia que tienen las per-sonas que lo que dicen es porque quierendecirlo y lo que callan es porque quieren ca-llarlo.

Hay una gran relación entre fortaleci-miento de la voluntad y la lengua.

¿Intentamos educarla?

José María Contreras

Punto de vista

Resulta que Mickey Mouse y nosotros tenemos estrechas proximidades de genoma, la clavede nuestro organismo. A mí no me disgusta la noticia que acaban de dar los científicos. Dios,

el creador de todo el universo, de todo lo creado, nos hizo los reyes de la creación, o eso nos he-mos creído, pero no nos ha dejado sin parientes de genoma. Y este simpático y sufrido parien-te, a quien tanto deben los investigadores, puede hacernos comprender que seremos reyes, pe-ro somos criaturas; unas criaturas de genoma cuasi ratonil, pero de espíritu especial. No es lo mis-mo un ratón que una persona, hombre o mujer, porque somos unas criaturas capaces de descubriralgunos misterios de lo creado, incluído el genoma; capaces de hacer el bien o de hacer el mal,y distinguir lo uno de lo otro. De dar la vida o de matar. Criaturas que pueden destruir y puedentransformar el medio en que viven; personas que limpian playas y mares del chapapote vertido porotras personas también. Los humanos somos gente dotada de voluntad y libertad para elegir en-tre fuerzas como el amor o el odio, el perdón o la venganza, el egoísmo o la abnegación, el triun-fo, el dinero, la envidia, el poder. Cosas que no afectan a los Mickey Mouses.

Mercedes Gordon

Desde la fe Alfa y Omega 2-I-2003 31

Raíces cristianas ha titulado La Vanguardia uno de sus comentarios editorialesde estos días, después de que el Presidente de la Generalidad de Cataluñahaya vuelto a insistir en la necesidad de que la futura Constitución europeano olvide sus raíces cristianas. A trancas y barrancas, el editorialista acaba porreconocer que en la balanza de la Historia, a la hora de los pros y los contras,el fiel de la balanza se inclina decididamente a favor. Así y todo, el editoria-lista toma sus cautelas y escribe: «Reconocer este legado no ha de significaruna regresión, ni conceder a la religión un papel más allá del que le ha ido asig-nando el paso del tiempo y la sociedad». Freud haría maravillas descifrandolo que este editorialista entiende como regresión.

Mucho más descarado y sectario es el editorialista de El País, que escri-be: «El debate sobre la futura Constitución europea no debe ser ocasión pa-ra dirimir en el ámbito de la política controversias de naturaleza teológica ohistoriográfica». ¿Y a que no saben ustedes cómo titula el editorial? PuesLaicismo europeo. ¡Ahí queda eso! Y concluye deseando que «no haya con-fusión posible entre un ciudadano creyente y un fanático». Se impone una ele-mental pregunta: ¿pero fanático de qué, del laicismo? A lo peor le ocurre loque al senador socialista señor Solé Tura que, en un artículo también publi-cado en El País, se pone la careta de agorero para escribir: «...porque ennuestro futuro pueden aparecer conflictos políticos y culturales entre lo cris-tiano y lo mahometano, o entre ambos y lo agnóstico, y sería un triste favorlanzar las viejas banderas al viento». El senador Solé Tura no tiene reparo enlanzar al viento sus propias viejas banderas, y cuando habla de viejos resabiosquizás es que se está mirando al espejo.

Un amable lector me hace llegar un ejemplar de El País. Diario Independientede la mañana (ya saben que eso quiere decir que El País no depende de la ma-ñana) English Edition with the International Herald Tribune. En esa ediciónaparece una doble página con una entrevista by Francisco Perejil a Gaspar Lla-mazares (General Coordinator of the United Left –ya saben, el que corta elbacalao en Izquierda Unida–), con este sorprendente título: We don’t sup-port Ibarretxe’s plan (Nosotros no apoyamos el plan de Ibarretxe). ¿Quéme dicen ustedes? Aquí dicen y hacen unas cosas, y en Frankfurt, donde el lec-

tor encontró este periódico, dicen y hacen otras. Y El País, de solícito soporte,¡qué cosas, ¿verdad?! Viene a ser como lo de un tal William J. Clinton, ¿lessuena?, que escribe un artículo titulado Estados Unidos debería liderar, no go-bernar. Toma, ¿y por qué no lo hizo cuando era Presidente de los Estados Uni-dos? ¿Será por motivos de fuerza mayor como los que han impedido a JosuTernera votar los presupuestos en el Parlamento Vasco? A todo esto, como es-tos días ha sido Nochebuena el diario alemán Bild en su edición de Noche-buena, sólo incluyó noticias buenas. Y, en Valencia, una mujer abandonó a subebé en las proximidades del llamado hipermercado de la droga, triste por-tal. Los médicos que atendieron al recién nacido le han llamado Jesús.

Gonzalo de Berceo

NO ES VERDADNO ES VERDAD

TELEVISIÓNTELEVISIÓN

Pocos se acuerdan hoy de Cecil Rhodes,un hombre sin escrúpulos que quiso hacer

del continente africano la despensa de Occi-dente. Monopolizó todo lo que aquella tierra fe-raz le ofrecía en su subsuelo: el oro, los dia-mantes, todo. Por eso, se puso al frente deuna compañía de explotación de tan ricos pro-ductos, la Gold Fields Company of South Afri-ca. Se convirtió en el más sanguinario de losimperialistas británicos del XIX. Llevó su nom-bre a dos países, los actuales Zambia y Zim-babwe, que llegaron a denominarse, en tiem-pos de aquel infernal visionario, Rodesia delNorte y del Sur. De su legado se conservan laspalabras que anotara en su Confesión de fe,un mamotreto racista y reaccionario que con-tenía palabras incendiarias contra todo aque-llo que no fuera de extracción angloparlante:«Dedicaré el resto de mi vida –decía– a lo-grar que el mundo sea inglés».

Esa visión, unidireccional, centrípeta, en-ferma de solemnidad, encontró su talón deAquiles en la causa de los bóers. Aquellosholandeses que llegaron a tierras africanas yque, desde el XVII, dieron curso incluso a supropia lengua, el afrikáans, gozaban de laconciencia colectiva de sentirse llamados ala conquista de un pueblo que había que so-

juzgar de cualquier manera. Su racismo sóloprodujo víctimas y sometimiento. De ahí que,cuando llegaran los ingleses, y con ellos Rho-des (aquel patrón luciferino), el vergel suda-fricano se convirtió en un volcán ávido de pi-rotecnia, ya que eran dos inmensos púgilessobre la lona los que querían explicarse conlos puños. Los boers y los ingleses se en-frentaron en un par de ocasiones por hacervaler su propia codicia. ¿Las víctimas?: elpueblo surafricano, que padeció en sus pro-pias carnes la primerísima fase de la mons-truosidad llamada apartheid.

Creemos que estas son historias de otro si-glo y que avanzamos por caminos de baldo-sas amarillas en busca de soluciones concer-tadas, acuerdos que hagan valer aquella frasede Ortega de que «los asuntos importantes noson cuestión de puños, sino de posaderas».Pero esto no ocurre en nuestros días con lastelevisiones. Frente a la tarta de las audiencias,los líderes de las cadenas se comportan comoRhodes, o como un patriarca bóer que buscaadquirir un nuevo centímetro a su ya de por sívasta propiedad, y lo hacen con uñas, dientes,luz y taquígrafos, para que todo el mundo losvea. La prueba la tenemos en el tono de lasentrevistas que estos días se publican en la

prensa tras algunos cambios accionariales. Laspreguntas que suscitan los periodistas pare-cen cuestiones formuladas a conquistadoresde medio pelo, que quién entrará o saldrá, quesi interesa a la futura estrategia del grupo, quesi habrá que echar un ojo a la radio, a OndaCero... Todo se mueve en ese amplio mapa alque hay que añadirle más banderitas de ocu-pación. Sin embargo, las preguntas no versansobre los contenidos de los programas: por quésigue habiendo espacios que, con la excusade relatarnos de forma más didáctica un cri-men cometido recientemente, nos lo dramatizancon escenas dantescas más propias de la su-bespecie gore que de esa franja horaria queve toda la familia; por qué un solo programa escapaz de llenar toda la parrilla de programa-ción con conexiones, debates, nuevas cone-xiones, análisis y de nuevo conexiones. En eljuego de la guerra mediática, como en aquellaconfrontación de ingleses y boers en la que losoriundos del vergel africano quedaban maltre-chos, los perjudicados son aquí los especta-dores de a pie, que siguen viendo los mismosperros con distinto collar.

Javier Alonso Sandoica

Más banderitas de ocupación

LamaNoriega, en El Rotativo

El más viejo de los pastores eramuy viejo. Mucho. Desde ha-cía años su mujer le decía: «Así

no puedes seguir», y el reuma le re-cordaba que su mujer tenía razón; pe-ro a él le encantaba la vida al aire li-bre, por las colinas de Belén, el silen-cio de sus horas solitarias, el parloteocon los demás pastores en torno a lahoguera, con los hijos de sus amigosya muertos... El pastor era tan viejoque ya no dormía un gran qué; peroincluso durante el insomnio, bajo lasestrellas, se sentía feliz.

Una cierta noche, una criatura lu-minosa apareció junto a los pastores, yno era un sueño, porque, cuando abrie-ron los ojos, el angel seguía ahí. Lesdijo: «No temáis, os ha nacido un sal-vador. Encontraréis un niño envueltoen pañales y en un pesebre». Pensán-dolo bien, el asunto tenía su misterio,porque un salvador tenía que ser al-guien importante, no un crío en un pe-sebre; de todos modos, quien de voso-tros haya visto un ángel, sabe bien quecuando él dice algo, por extraño queparezca, no hay más remedio quecreerle; así que los pastores se levan-taron a todo meter y se fueron a buscaral salvador. Aquella noche, el pastorviejo, se dio cuenta que era muy viejo,porque mientras los otros corrían se-guidos de un coro de ángeles que can-taba Gloria a Dios en el cielo y paz enla tierra a los hombres a los que Élama, el viejo no podía apenas levan-tarse porque el reuma no le dejaba, yaquella ciática...

Camina que te camina en medio dela noche, arrastrando la pierna iz-quierda, pensaba en aquel extraño niñodel que podría ser su abuelo, y, en cam-bio, como salvador, se convertirá unpoco en su padre, y eso le daba áni-mos para seguir caminando. Entre tan-to, amanecía y habían desaparecido losángeles y las estrellas; y volvían lospastores gritando: «¡Le hemos encon-trado, es precioso!»

«¿Dónde?», gritaba el viejo sinaliento y con el corazón palpitándolefuertemente en el pecho.

«En aquella cueva que llamamos dela oveja perdida, pero ya es inútil quesigas, porque su padre ha conseguidoque le presten un burro, y ya se dispo-nía a marcharse con la madre y el niño

cuando nosotros les hemos dejado».Duro de mollera, el viejo siguió ca-

minando.Aquella mañana, José está feliz por-

que un amigo ha encontrado por fin unsitio para ellos tres en una carabana.Ha subido a María y al niño en el burroy el niño ha empezado a llorar des-consoladamente, y el burro sin mover-se. Por más que lo miman y lo acari-

cian, el niño no deja de llorar, tantoque la joven mamá se pone nerviosa.Apenas el burro inicia a andar, el niñovuelve a llorar y se pone rojo como untomate y casi sin poder respirar, y asíuna vez, y otra, y otra, de modo queallí están los tres parados, hasta que,de repente, con la cara pálida por elcansancio y arrastrando sus piernas,llega el viejo pastor: no puede ni ha-

blar, saluda sólo con un gesto de la ca-beza, y con los ojos pide permiso aMaría, y besa la mano del niño. Y elniño le acaricia con su manita. Luego,tranquilo, se vuelve hacia el seno desu madre, y se duerme en paz, y el bu-rro empieza a trotar.

Ettore Masina

Alfa y Omega

Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

El capricho del NiñoEttore Masina es uno de los mayores expertos italianos en Iberoamérica; prestigioso autor de novelas y de ensayos,

periodista acreditado, ha sido durante dos legislaturas parlamentario de la Izquierda Independiente. De su colaboraciónen el libro Cantata di Natale, editado en Italia por San Paolo el año pasado, recogemos lo esencial: