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PÚBLICODOMINGO, 30 DE AGOSTO DE 2009 29

que decide darse muerte para lan -zar un mensaje. “El mayor pecado de nuestro tiempo es pretender no saber lo que uno sabe para no ser perseguido. Yo sabía y no hice na -da. Me repetí mentiras imperdo -nables. Mi suicidio es la única ma -nera de derrotarlos. Desaparecer es la solución. Resolví el acertijo”, dice el personaje.

El actor de carne y hueso cree que “estamos empezando a dar -nos cuenta como nación de que las tragedias personales pueden tener una relevancia pública tras -cendental. Así como la primera Guerra del Golfo sólo sucedió a través de la televisión, podemos decir que la muerte de Kelly está pasando recién ahora en el Teatro Traverse”.

Se trata de una obra valiente que no cae en el maniqueísmo. “No hay monstruos en el mundo. Hay que tratar de entender de dónde viene mi personaje, England. Hay Linndie Englands en todo el mun -do y Estados listos para reclutar -las”, dice Bright. Los Estados, el británico, el estadounidense y el iraquí, en todo caso, son los úni -cos culpables veri�cables de la pie -za teatral. D

de Bollywood y el país entero mon -tó en cólera. La prensa sensaciona -lista, la misma que explota los im -pulsos xenófobos de la Inglaterra profunda, exigió que fuera decapi -tada. En un alarde de involuntaria comicidad, The Sun exaltó el mul -ticulturalismo que tanto detesta.

Goody, como Juana de Arco

La actriz fue recibida en la India co -mo si fuera Ghandi. Goody se dis -culpó de todas las formas posibles por utilizar a �n de cuentas el mis -mo lenguaje que las clases altas han empleado durante siglos en la privacidad de sus hogares. Pasó al más deplorable anonimato hasta que se supo que tenía cáncer, y de ahí a la fase de�nitiva de su estre -llato. Su muerte fue casi retransmi -tida en directo. Era la Juana de Ar -co de la telerrealidad.

Al igual que un adicto a la he -roína, el programa necesitaba au -mentar la dosis para obtener el mismo efecto. En 2004, la seguri -dad intervino para poner �n a una pelea a puñetazo limpio. Al año si -guiente, ganó una transexual, y en 2006 venció un joven que sufría el síndrome de Tourette. El chico se controló mejor que sus predeceso -res. Hasta incluyeron en el plantel a una ex monja lesbiana irlandesa, tres identidades que raramente se dan en la misma persona.

Gran Hermano rompió casi to -dos los tabúes de la sociedad britá -nica. Al �nal, se despide y deja un país muy similar al que se encon -tró. Las necrológicas han recorda -do su efecto revolucionario en la televisión. No tanto como para su -perar una ley de oro del medio. Un programa caro con sólo dos millo -nes de espectadores de media está condenado a la extinción. No tar -darán en ofrecer otro tipo de meta -dona televisiva a los mirones. D

FRESCOGRAMAPOR SAMUEL GRANADOS

La playa es de todos, según la ley...

VíA INTERURBANA

SERVIDUMBRE DE PROTECCIÓN

ZONA DE INFLUENCIA

LÍNEA DE PLEAMAR

LÍMITE INTERIOR DE LA RIBERA

LÍNEA DE BAJAMAR

(*) Las proporciones de la riberadel mar varían según la orografía del litoral.

Existe un Dominio Público Marítimo-Terrestre según lo que determina la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas

Está prohibida la construcción en el espacio comprendido en los primeros 100m medidos tierra adentro desde el límite interior de la ribera.

Podrá ser ampliada 100m más cuando sea necesario asegurar la servidumbre

La densidad de edificación en esta franja (500m hasta la ribera) debe ser inferior a la media del municipio al que pertenece la playa

RIBERA DEL MAR *

PlayasIncluidos escarpes, bermas y dunas

Zona marítimo-terrestre Desde la línea de bajamar, hasta donde alcanzan las olas

Libre al paso público peatonal y tan sólo vehículos rodados de vigilancia y salvamento. (6 a 20 metros)

SERVIDUMBRE DE TRÁNSITO

100 M

MálagaPASEO MARÍTIMO ‘ANTONIO BANDERAS’

Conil de la FronteraCABO ROCHE (CÁDIZ)

ElcheARENALES DE SOL (Alicante)

La Ley de Costas Los abusos de los ayuntamientos

Chiringuitos de cementosobre la arena

FUENTE: LEY 22/1988, DE 28 DE JULIO, DE COSTAS Y ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

Los edificios no sólo vulneran la servidumbre de acceso a la playa,sino que con su sombra, que llega ala propia orilla, dificultan el disfrute público del Sol