FRANZ KAFKA Y LA PARÁBOLA

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A manera de promoción, les dejo totalmente libre y en línea el primer capítulo de mi próxima publicación titulada Franz Kafka y la parábola, libro donde publico mi tesis de grado del año 2009. Un estudio sobre uno de mis autores fetiches, maestro indiscutible.

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FRANZ KAFKA Y LA PARBOLA

Leonardo Escobar Barrios

NDICE

1. Introduccin2. La parbola y su dimensin narrativa 3. La parbola y sus implicaciones de significacin: las diferentes / posibles lecturas3.1. Intento de un entorno parablico kafkiano3.2. La parbola se mistifica /se seculariza: lecturas desde Brod-Benjamin-Scholem 3.3. La parbola se actualiza: lecturas desde Eco y Ricur3.4. La parbola se oscurece: una lectura desde Maurice Blanchot 4. Conclusiones en torno a la parbola en Kafka 5. Bibliografa

16. Y los judos estaban tan asombrados que no acertaban a responder. 17. Y el nio, recogindose en s mismo, se goz, y dijo: Os he hablado en parbola, porque s que sois dbiles e ignorantes. Evangelio apcrifo de Santo Toms, redaccin latina, estrofa seis, De cmo fue tratado Jess por un maestro de escuela La verdad interna de un relato no se deja determinar nunca, sino que debe ser aceptada o negada una y otra vez, de manera renovada, por cada uno de los lectores u oyentes. Franz a Felice, en una de sus cartas Mi norma de trabajo al leer a Kafka es observar que hizo todo lo posible por evadir la interpretacin, lo cual significa slo que lo que ms necesita y exige interpretacin en la lectura de Kafka es su perversamente deliberada evasin de la interpretacin. Harold Bloom, Kafka, Cbala y deconstruccin

1. IntroduccinDebo la idea de este trabajo a la conjuncin de dos escritores ilustres (ecos de Tln). El planteamiento general de este escrito lleg a m, y lo tom como un asunto digno de ser investigado, por los comentarios de Borges sobre Kafka en uno de sus ensayos cortos titulado Los precursores de Kafka, presente en su libro Otras inquisiciones. Este es un escrito en el que el escritor argentino trata de encontrar, dentro de la vasta cantidad de libros que ha ledo, y dentro de las referencias generales que conoce, a algunos de los precursores del narrador checo-alemn. La cita precisa a la que debo la idea es sta: La finalidad mental de ambos escritores (se refiere a Kierkegaard y a Kafka) es cosa de nadie ignorada; lo que no se ha destacado an, que yo sepa, es el hecho de que Kierkegaard, como Kafka, abund en parbolas religiosas de tema contemporneo y burgus[footnoteRef:1]. Un tiempo despus de leer esto, me di cuenta que no era ste el nico comentario con respecto a esta relacin entre Kafka y la parbola. Lo que s encontr era que el caso de Borges era el mismo de muchos otros autores: todos mencionaban la relacin, pero pocos trataban de encontrar su debida justificacin y sentido. Tratar de encontrar una justificacin y un sentido a esta relacin es el propsito principal y ltimo de esta publicacin. [1: Borges, Jorge Lus, Otras inquisiciones, Obras completas, Emec, Barcelona, 1989; tomo II, p. 89. Las cursivas son del autor de este libro, no estn en el original citado.]

Adems de exponer una idea de los orgenes, considero pertinente comenzar este trabajo de escritura con la confesin de lo que muchos de mis lectores previos consideran una osada: escribir un trabajo monogrfico sobre Franz Kafka, teniendo en frente toda la crtica que se ha escrito sobre este escritor, podra resultar un proyecto atrevido y ms, estando en el punto, en este, nuestro siglo XXI, abundante en la sistematizacin y recopilacin de las crticas, en el que el autor checo-alemn se ha convertido en uno de los ms estudiados de los ltimos tiempos. Jos Rafael Hernndez Arias menciona lo que sigue sobre este asunto en su prlogo a los cuentos completos publicado por la editorial Valdemar: Kafka constituye un fenmeno nico en la historia de la literatura. De pocos escritores se sabe tanto; numerosos simposios de germanistas, judaistas o de filsofos han estudiado su vida y obra hasta en los ms recnditos detalles; el saber acerca de Kafka es inmenso, difcil de abarcar an para el especialista. En 1977 Theo Elm calcul alrededor de 11 000 opiniones de expertos sobre la obra de Kafka. Los coloquios sobre Kafka suelen derivar en autnticas orgas interpretativas[footnoteRef:2]. [2: Prlogo de Jos Rafael Hernndez Arias, en: Kafka, Franz, Cuentos completos: Textos originales, Barcelona: Valdemar, p. 22.]

A pesar de lo anterior, el prologuista no nos invita a dejar de lado la investigacin sobre su obra o a ver sta como una instancia ya finalizada desde el punto de vista interpretativo:No obstante, esta obra sigue siendo un enigma. No deja de causar perplejidad el abismo existente entre el saber acumulado, una verdadera Torre de Babel de conocimientos, y las pocas certezas que este saber proporciona. Tal vez por esta razn la obra de Kafka mantiene su vigencia, atrae a especialistas y profanos con una fuerza inusitada[footnoteRef:3]. [3: Ibd., p. 25.]

Por otra parte, estn aquellos crticos y lectores, quienes de tanto indagar en la obra de Kafka se han sumido en el malentendido, este fenmeno es citado por Maurice Blanchot: Kafka tal vez quiso destruir su obra porque le pareca condenada a profundizar el malentendido universal[footnoteRef:4]. Sin embargo, y como marco inicial de este escrito, debo mencionar otras palabras del mismo escritor: [] Si la obra de Kafka evoca la clebre interpretacin infinita, no se puede renunciar, sin embargo, a la bsqueda de un sentido que explique su actualidad[footnoteRef:5]. Sin embargo, quiero dejar claro, desde este momento primario, que planteo este trabajo como una simple indagacin de un enigma irresoluble, como una inquisicin en torno al sentido de una obra, pero que no busca para nada descifrarlo; como la muestra ferviente de un amor por lo desconocido, por aquello que no se llega a comprender, pero que se aprecia, como una muestra de asombro frente a la obra de Franz Kafka. [4: Blanchot, Maurice, De Kafka a Kafka, Mxico D.F., FCE, p. 79. ] [5: Ibd., p. 15.]

Un ejercicio por el estilo es lo que intenta plantear el presente escrito de ahora en adelante, lo cual est, o podra estarlo, muy a tono con la manera en que el mismo autor austrohngaro pensaba su obra, al aceptar, con sus propias palabras, que la verdad interna de un relato, si es que la hay y existe, es aceptada y negada de forma continua. De esta forma, el punto central de este trabajo de escritura ser ese juego con la teoras e interpretaciones que se han erigido en torno a sus obras, en particular, en torno a sus relatos que tienen carcter parablico, por eso tendra que hablar de una revisin, de un escrutamiento como repaso, de varias posibles lecturas. Ninguna estar supeditada a la otra, todas sern presentadas con el mayor grado de igualdad de unas ante otras.Teniendo en cuenta lo anterior, creo que es pertinente decir que a m me conciernen ms lo medios que el fin en s mismo: no estoy interesado en el significado final de la obra de Franz Kafka, ni en que mi escrito se convierta en un trabajo exegtico paradigmtico sobre el autor; por el contrario, me intrigan las maneras como el significado de la obra puede llegar a ser construido. Es por esto que he decidido explorar la manera como el escritor utiliza una de las formas literarias ms antiguas dentro de su obra eminentemente contempornea: la parbola, como una posibilidad narrativa y de significacin. Es una verdad pocas veces citada, algunos de los supuestos cuentos cortos y relatos de Kafka no son ms que parbolas dentro de su miserable extensin, o cuentos que se yerguen, que se erigen, sobre la estructura propia que estas proporcionan.Durante la pesquisa bibliogrfica para el presente escrito, me he encontrado con un sinnmero de artculos acadmicos que intentan hacer un anlisis de la parbola en la obra de Kafka, por ejemplo, algunos de estos crticos denominan a sus relatos cortos La peonza, El animal en la sinagoga y otros como parbolas. Tambin me encontr el caso de un libro publicado por Schocken Books, donde se hace una clasificacin de los relatos del autor entre paradojas y parbolas sin haber dado antes una debida justificacin de dicha clasificacin. Resulta curioso en el caso del primer libro antolgico de Schocken Books que el ttulo no sea ms que eso, un ttulo, porque en realidad el libro est organizado internamente de forma temtica: en un primer apartado se juntan todos los relatos y fragmentos que en la obra de Kafka tratan sobre el tema chino; en un segundo apartado, los que tratan sobre el tema de Babel; en uno tercero, aquellos que tratan sobre el tema de Grecia y su legado, y en el cuarto se nos presenta ya una distribucin ms eclctica.Por esta misma va, la editorial Anagrama presenta una antologa de relatos del autor que titula Bestiario haciendo referencia a que algunos de esos relatos estn protagonizados, o tienen como figuras centrales, a los animales, los cuales podran ser fcilmente identificados como fbulas, sin embargo, lo que hace un crtico como Alwin Baum en su artculo Parable as Paradox in Kafka's Erzhlungen es tratar de insinuarnos que un relato como El animal en la sinagoga es una parbola, cuando, segn ser examinado en el primer captulo acerca de las caractersticas del gnero, existen pocas marcas textuales que nos puedan llevar a pensar que eso realmente sea as.Teniendo en cuenta todo el anlisis siguiente sobre la forma de la parbola, se puede decir que el autor checo-alemn slo escribi dos parbolas, en su sentido estricto, ya que stas dos piezas narrativas han de compartir todos los requisitos formales del gnero breve que nos concierne, estos dos seran las piezas Ante la ley y Un mensaje imperial (sin embargo, el mismo editor, Nahum Glatzer editar los relatos completos de Kafka diez aos despus y har una seleccin ms inteligente, tanto que el primer apartado de los cuentos completos est titulado Two Introductory Parables y los relatos que nos presenta son, sorprendentemente, Ante la ley y Un mensaje imperial). Para este trabajo en particular tendremos como materia de anlisis esas dos piezas cortas que son irrefutablemente parbolas: Ante la ley y Un mensaje imperial. Adems ser materia de anlisis el breve relato-reflexin? titulado Sobre las parbolas.

2. La parbola y su dimensin narrativa Debo comenzar por aclarar que para m es relevante mantener una claridad terica, hasta el punto de llegar a ser incluso purista en lo que respecta al concepto de parbola. Por lo cual me interesa dejar claro el significado real de lo que es una parbola. El primer punto que debo dejar claro es que quiero estudiar las parbolas en los relatos cortos de Franz Kafka, como lo indica mi ttulo, razn por la cual dejar de lado otros escritos suyos que son realmente cuentos cortos o, que inclusive, se podran llegar a identificar con la fbula (por la presencia de personajes animalizados[footnoteRef:6]) o con el aforismo. [6: Debo mencionar aqu que segn los ltimos investigadores de la fbula no es sta la principal caracterstica para llamar a la fbula fbula y tratar, as, de separarla conceptualmente de la parbola. Segn Harnisch, el rasgo central de la fbula es que su objetivo dialctico se ha vuelvo inseparable de su esencia. El estudioso de esta figura retrica seala en su libro Fabeln. Formen, Figuren, Lehren que la fbula es una formacin esttica y un instrumento didctico, un producto artstico y un medio retrico al mismo tiempo (citado por Harnisch, en su libro Las parbolas de Jess, p. 91.). Este punto no es compartido por la parbola porque sta no necesariamente debe tener el fin didctico que quiso ponerle la tradicin retrica en la lectura de este tipo de textos.]

Debido a que intento encontrar la parbola en sus obras narrativas cortas, creo que lo primero que debo hacer es comenzar con un ejercicio de definiciones. He pensado que lo ms conveniente es partir de un entendimiento bsico de los problemas y he querido que el concepto central de este libro sea la definicin de parbola y las diferentes implicaciones, en el terreno narrativo y en el terreno del significado, que se desprenden de su conceptualizacin y de sus caractersticas varias.Si debemos citar una verdad para el desarrollo de este escrito es considerar que la parbola est llena de indeterminacin desde el trmino mismo con el que la llamamos. Por ejemplo, se debe citar que el trmino griego es la traduccin en el Nuevo Testamento del termino siriaco matla, que proviene del hebreo mashal, palabra que en esa lengua semita suele designar, no slo a la parbola que conocemos hoy, sino tambin a otras formas retricas, tales como la fbula y el apothegm[footnoteRef:7][footnoteRef:8]. [7: Citado en la Jewish Enciclopedia on line, http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=63&letter=P.] [8: Esta palabra ingresa designa, segn el Merriam-Webster Dictionary, una formulacin o dicho corto, lacnico e instructivo. ]

Lo mismo ocurre en la lengua alemana, el trmino alemn para designar a la parbola Gleichniss, puede ser traducido tambin como metfora, como alegora, y, en muchos casos, sus usos son indistintos. Otro fenmeno que vale la pena mencionar es el hecho de que se equipare en muchos casos la parbola con la alegora. Sin embargo, es relevante que Harnish, en su libro Las parbolas de Jess: una introduccin hermenutica, establezca una diferencia tajante entre ambos (y sumamente importante para el desarrollo y la significacin de la parbola en nuestro caso) que ser desarrollada ms adelante.La parbola es una de las formas ms simples que se pueden encontrar dentro del terreno de lo narrativo. Nos delinea un escenario, nos describe una accin, y nos muestra un resultado. Es comn que nos presente un personaje que enfrenta un dilema moral, o que lleva a cabo una decisin que se cuestiona y que sufre las consecuencias de sta. La parbola, por lo general, nos relata una sola accin, consistente y simple, sin detalles ajenos o con circunstancias que distraigan. Algo que es importante notar es que se distingue de la fbula porque en ella intervienen en la accin narrativa caracteres humanos, no como en aquellas, en las que suelen intervenir animales, plantas, objetos inanimados o fuerzas de la naturaleza.Con respecto al trmino parbola suele ocurrir una indeterminacin lingstica, que se presenta en otras lenguas, pero no en el espaol. El trmino proviene de la palabra griega "" (parabol), que era el trmino usado por los retricos griegos para designar cualquier ilustracin ficticia que se presentara en la forma de una narrativa breve. Ms tarde lleg a significar una ficcin narrativa, que se refera generalmente a algo que podra ocurrir naturalmente, por medio de la cual se podran comunicar asuntos morales y espirituales. Otra definicin interesante es que la parbola es una metfora que ha sido extendida para formar una ficcin coherente y, al mismo tiempo, breve. Sin embargo, no es esto lo nico que caracteriza a una parbola, puesto que es una condicin compartida con la fbula y la alegora.Debemos dejar claro que la parbola, a diferencia del smil, tiene un significado paralelo que no se dice y est implcito, aunque no es del todo secreto, porque al menos se dilucida; debe ser esta inestabilidad del significado lo que hace que las lecturas en torno a una parbola, en especial una kafkiana, puedan llegar a ser muchas. Otra caracterstica al respecto es el uso que se da al interior de la parbola de un lenguaje metafrico que permite a quien se le comunica llegar a aprehender de forma ms fcil ideas complejas o que tienen cierto grado de dificultad. Teniendo en mente una definicin de parbola que considera lo anterior es que George Fyler Townsend, en el prefacio a su traduccin de las fbulas de Esopo, defini la parbola como: el uso diseado del lenguaje utilizado a propsito con el fin de comunicar un significado secreto y oculto diferente a aquel que se encuentra contenido en las palabras mismas, y que puede o no llevar una referencia especial al que la escucha o al que la lee[footnoteRef:9]. [9: Fyler Townsend, George, Prefacio a las Fbulas de Esopo, definicin consultada en Wikipedia, artculo Parable. Cita original: "the designed use of language purposely intended to convey a hidden and secret meaning other than that contained in the words themselves, and which may or may not bear a special reference to the hearer or reader. Todas las traducciones incluidas en este libro son mas.]

Desde el punto de vista narrativo podemos decir, con seguridad, que las parbolas de Kafka llevan a un punto lmite una de las caractersticas propias del gnero, que consiste en que en sta se traten temas o situaciones inusuales e inesperadas que hacen que el lector atraiga su atencin hacia sta. Jess tambin lo hizo en sus parbolas, por ejemplo, no es normal que un hijo que ha abandonado la casa paterna sea recibido con regocijo; nos es convencional una remuneracin que no ajuste el salario al rendimiento, como en la parbola narrada en Mateo 20: 1. Uno de los ms destacados tericos de la parbola dentro de la tradicin alemana, D.O. Va, lo expresa as: la parbola no es el relato de un caso tpico, recurrente, sino una historia de libre invencin. La parbola no se ocupa de lo que hace todo el mundo, sino que cuenta algo especial que le ocurre a una persona o a varias. La semejanza (alegora) extrae su fuerza de lo aceptado generalmente, mientras que la parbola la extrae de dar credibilidad y verosimilitud a lo extrao[footnoteRef:10]. Adems, dice que debe ser una obligacin del relato parablico: asimilar lo inverosmil sin quebranto de la historia[footnoteRef:11]. [10: D. O Via citado por Harnisch, p. 60. cita su libro: D. O. Via. Die Gleichnisse Jesu. Ihre literatische und existentiale Dimension (BEvTH57), Mnchen, 1970, p. 23. ] [11: Ibd., p. 23. ]

Todo lo anterior lo hace Franz Kafka: nos presenta a guardias de puertas que en vez de dar la entrada a aquel que est autorizado para pasar, se la niega; algo similar pasa en el caso del mensajero: esperaramos que alguien que lleva un mensaje tan importante, que ha sido dado por un moribundo en su lecho de muerte, llegue a su destino; ya sabremos que no llega a ser as. Es as como frente a las parbolas kafkianas nos encontramos con mucho ms que un relato fantstico, nos encontramos con parbolas de excelente estructura. Esto ltimo nos podra llevar a concluir que el autor checo-alemn era un excelente conocedor del gnero o, al menos, las haba ledo y las conoca. Adems de todo lo que se ha dicho, podramos dar a la parbola dos definiciones, la primera como una obra breve sagrada, presente en escritos de este tipo, y otra como un gnero ficcional corto con desarrollos dentro de lo literario. La parbola es un relato corto con un marcado lenguaje analgico, que se constituye as en una forma peculiar de la narrativa. En algunas existen, adems, posibilidades metafricas, que van ms all de lo figurado. La parbola es ms un relato de acciones que de imgenes; en esto estriba su carcter narrativo. Tambin podemos mencionar que tiene algo de teatral. Esta es la definicin que se maneja en un libro que me parece desarrolla en buena medida los conceptos en torno a la parbola[footnoteRef:12]. [12: Harnisch, Wolfgang, Las parbolas de Jess, Una introduccin hermenutica, Ediciones Sgueme, Salamanca, 1989, Captulo 1, titulado La peculiaridad narrativa del lenguaje parablico de Jess. ]

A pesar de la indeterminacin lingstica del trmino para Wolfgang Harnisch, quien es uno de los principales estudiosos de la parbola en la tradicin sinptica, es de vital importancia hacer una distincin clara entre ambos tipos de relatos, entre los textos de tipo alegrico y parablico. En opinin del autor: [] el relato alegrico habla de una segunda historia que se expresa en l y por l. Como la narracin alegrica obedece a su vez a la segunda historia, y posee por tanto un carcter reflexivo, slo cabe descubrir la alegora a condicin de que exista ya la estructura codificada. La comprensin debe seguir un movimiento circular: la alegora transmite un referente a travs del cual se transmite ella misma. La primera historia remite a otra que acredita a su vez la estructura interna de la primera[footnoteRef:13]. [13: Ibd., p.47. ]

Mientras que la parbola lleva a cabo ciertos tipos de movimientos un tanto distintos. Es necesario que establezcamos en este punto una distincin clara entre ambos tipos de relatos porque van a poder guiar en buena medida lo que significa el posible significado (en la revisin de las distintas lecturas) que puede tener una parbola y, adems, ayudar al lector cotidiano del autor a saber en qu casos lee un relato del primer tipo y cuando un relato del segundo.Harnisch cree que la principal caracterstica del relato parablico es su naturaleza de autonoma narrativa. Para apoyar lo anterior recurre al trabajo de D. O. Via sobre las parbolas de Jess, trabajo del cual yo tambin citar algunos fragmentos El carcter autnomo consiste en que cuando nos encontramos frente a una parbola nos topamos con un relato o historia que habla desde s misma y por s misma. En este punto se distingue ostensiblemente de la alegora porque, por lo general, ese tipo de escritos se refieren a marcas textuales estables y dirigidas a un pblico iniciado y conocedor de las referencias que se esconden detrs del relato primario. Harnisch escribe: Es la red de relaciones internas de los distintos elementos, son el curso, la secuencia escnica y el movimiento de la accin los que reclaman nuestra atencin, sin el rodeo de un referente situado fuera del relato[footnoteRef:14]. Por su parte, D. O. Via llamar nuestra atencin sobre otra de las caractersticas centrales de la autonoma de la parbola, debido a que sta habla de s misma, el autor nos habla de una direccin centrpeta de nuestra atencin, refirindose al carcter impactante del relato. Adems Via califica este tipo de experiencia como intransitiva, porque: Una obra literaria (en este caso, una parbola) puede encadenar intransitivamente nuestra atencin porque no se refiere a acciones y pensamientos del mundo real; () No es un fragmento de vida; propone representaciones y pensamientos inventados, ficcionales, hipotticos y posibles[footnoteRef:15]. [14: Ibd., p. 55. ] [15: D. O Via citado por Harnisch, p. 56. cita su libro: D. O. Via. Die Gleichnisse Jesu. Ihre literatische und existentiale Dimension (BEvTH57), Mnchen, 1970, p. 76. ]

As, nos volvemos a encontrar con la diferencia respecto al relato alegrico: no nos movemos durante la lectura de una parbola en un mar constante de referencias externas, sino que el flujo mismo de la narracin, por inusual que sea, nos gua en el camino de la lectura interna. Sin embargo, no podemos ser tan ingenuos y llegar a pensar que la parbola renuncia a cierta esfera de referencialidad, lo que pasa es que sta es de un tipo particular. Via lo explica de esta forma: aparece estructurada en sentido centrpeto y todas las partes estn correlacionadas. Las palabras, los significados y las acciones no remiten al mundo exterior, sino que estn conectados entre s[footnoteRef:16]. El relato parablico tambin nos remite a un sentido, pero a aquel que se instituye por sus relaciones internas, no por su valor referencial: slo reconociendo que el relato remite a otra cosa al apuntar a s mismo, se descubre la nota metafrica especial que caracteriza al lenguaje parablico a diferencia de la alegora. En este caso la evidencia remisora de lo narrado descansara en su propia fuerza de atraccin. Un movimiento centrpeto de tipo narrativo sera, en cierto modo, el factor desencadenante para un movimiento centrfugo de tipo metafrico[footnoteRef:17]. [16: D. O Via citado por Harnisch, p. 57. cita su libro: D. O. Via. Die Gleichnisse Jesu. Ihre literatische und existentiale Dimension (BEvTH57), Mnchen, 1970, p. 78. ] [17: Harnisch, Wolfgang, Las parbolas de Jess, Una introduccin hermenutica, Ediciones Sgueme, Salamanca, 1989, Captulo 1, titulado La peculiaridad narrativa del lenguaje parablico de Jess, p. 58. ]

Pienso que a partir del concepto primigenio de parbola se desprenden todos los dems problemas que me interesan en el desarrollo de la presente investigacin, tales como las implicaciones de significado y las narrativas. En general, la forma y el contenido mismo de las parbolas hacen que estas dos instancias se vuelven asuntos a tener en cuenta. Por ejemplo, desde el punto de vista de lo narrativo, la parbola tienen algunos aspectos estables: es comn que nos presente a los agentes ms opuestos entre s (como el que quiere entrar y aquel que no se lo permite). Por esta misma va, encontramos que en las parbolas tampoco existe una descripcin de los personajes; slo los conocemos a travs de sus palabras y de las acciones que llevan a cabo. Lo otro que podemos mencionar dentro de los aspectos narrativos es que la parbola apunta a lo fragmentario y crea un universo autnomo y creble slo dentro de su extensin. Harnisch lo menciona as:El propio relato parablico presenta el carcter de un fragmento. Describe una seccin de la realidad cotidiana, y esto de un modo peculiar. En efecto, al omitir cualquier contexto y muchos matices de las circunstancias existenciales para lograr una polarizacin de los personajes, crea una atmsfera de irrealidad, la atmsfera de un mundo narrado. Ella obliga a los personajes, que actan en un plano casi ahistrico, a encontrarse de modo artificial aunque el encuentro ofrezca los rasgos de lo cotidiano[footnoteRef:18]. [18: Ibd., p. 31.]

Un aspecto crucial del planteamiento terico de Harnisch es el desarrollo de lo que l llama la tipificacin de las formas, al exponer las diversas caractersticas de la parbola en el plano de lo narrativo. A continuacin lo que haremos es examinar cada una de estas caractersticas y ver de qu forma se cumplen en el caso de la parbola clsica y en el caso de Kafka, para dejar claro lo que llamaremos la dimensin narrativa. La parbola presenta algunas caractersticas narrativas y estructurales muy particulares. Por ejemplo, se puede mencionar que es una pieza miniaturstica de carcter pico, representa, en semejanza con la fbula, una serie de encuentros representables como espectculo teatral. Tiende al mundo del drama[footnoteRef:19]. Adems, en la parbola el lenguaje es extremadamente lacnico y se concentra en lo esencial[footnoteRef:20]. En este ltimo punto encontramos una relacin estrecha con el carcter general de la obra kafkiana: lo lacnico. Pienso que es conveniente examinar esas marcas narrativas en los dos relatos escogidos para el grueso del presente escrito, con el fin de que no exista la menor duda de que nos encontramos frente a parbolas y as no caer en el vicio general que existe de creer que toda la obra de Kafka responde a una naturaleza parablica, cuando, en realidad, si se hace un anlisis de la dimensin parablica en su narrativa encontramos otro tipos de resultados[footnoteRef:21]. [19: Ibd., p. 23. ] [20: Ibd., p. 26. ] [21: Por ejemplo, Heinz Politzer, en su clebre y citado trabajo Franz Kafka, Parable and Paradox, Cornell Paperbacks, Cornell University Press, Ithaca, New York, de 1966, plantea que los movimientos parablicos son comunes a toda la obra de Kafka, planteamiento con el cual no estoy de acuerdo, despus de haber realizado todo este anlisis. ]

El primero de los rasgos a tener en cuenta para el examen es que la parbola nos ofrece una secuencia escnica que culmina al final dramticamente en una solucin.La parbola nos esboza una historia que pasa ante nuestros ojos en forma escnica. Harnisch agrega que: Hay personajes principales y accesorios, que aparecen y desaparecen conforme a las exigencias de la direccin escnica. Y el movimiento de la accin se encamina de nuevo hacia una escena final concebida dialogalmente[footnoteRef:22]. Lo anterior lleva a que, en la mayora de los casos, la parbola est organizada como en una especie de actos. Un elemento adicional a tener en cuenta, segn el crtico, es que la secuencia de las escenas presenta un carcter irreversible para mantener la intencin narrativa. Veamos de qu manera se encuentra presente lo anterior en los relatos de Kafka. [22: Harnisch, Wolfgang, Las parbolas de Jess, Una introduccin hermenutica, Ediciones Sgueme, Salamanca, 1989, Captulo 1, titulado La peculiaridad narrativa del lenguaje parablico de Jess, p. 20 (las cursivas son mas). ]

En Ante la ley vemos como un hombre del campo llega y quiere pasar las puertas de la Ley, el guardin de la puerta le dice que por el momento no le puede permitir la entrada, esa sera la escena uno; en la escena dos, el hombre, debido a que ve la puerta abierta, intenta ver a travs de ella, por otra parte, el guardia le reta a pasar a pesar de la prohibicin que le ha hecho, adems le dice que no intente hacerlo, porque a medida que pasa ms y ms adelante se encontrar con guardias ms terribles, lo que decide el hombre es esperar resignadamente su turno; esa sera la segunda escena. En la tercera, ingresa un nuevo elemento a la accin narrada, el guardia le pasa un taburete al hombre para que pase all sentado la larga espera que se prolonga por das, meses, e incluso aos. En medio de esta espera se dan conversaciones, sobornos, interrogatorios e incluso un conocimiento total del guardia hacia aquel hombre que vena del campo, pero el hombre al fin no consigue pasar la puerta, sta sera la tercera escena, y, sin duda, la ms larga. En la cuarta escena, que sera la escena final, se da, el que puede ser llamado por Harnisch, el final dramtico de la accin, el hombre sorprendido de no ver a nadie pasar por esa puerta en tantos aos, pregunta al guardia: Todos aspiran a entrar en la ley, (), cmo es que en tantos aos nadie ms que yo ha solicitado entrar? Al final el drama se encuentra en que el guardia le dice que esa puerta estaba destinada slo para l, pero que en ese preciso instante l se ir y la cerrar. Termina la accin. Igualmente, en Un mensaje imperial vemos una organizacin escnica similar. Podramos decir que esta parbola tiene una peculiaridad, puesto que no comienza con la descripcin inmediata de la primera escena, sino que comienza in medias res. Se nos informa que con anterioridad se nos ha enviado un mensaje a nosotros, despus de esto se nos informa la primera escena. Desde su lecho de muerte el emperador envo un mensaje, hizo arrodillar al mensajero junto a su lecho y despus hizo que ste le repitiera el mensaje al odo, as de importante era el mensaje. En la que podra ser la segunda escena, el mensajero es despedido contando como testigos a los espectadores de la muerte, que pueden apreciar todo el panorama debido a que los muros que impedan la vista han sido derribados y desde las escalinatas que rodean la escena de la muerte, observan. En la tercera escena, veremos cmo, en resumidas cuentas, el mensajero, a pesar de su tesn, se pierde en espacios que son infinitamente imposibles de transitar del todo, al final de la escena, se nos informa que el propsito que intenta cumplir el mensajero es imposible de lograr. La cuarta escena es de verdad un fin dramtico: se nos informa en ella que todo lo que presenciamos antes nos es ms que nuestro sueo vespertino mientras estamos sentados al pie de la ventana. Un segundo rasgo sobre el cual se puede llamar la atencin es sobre la naturaleza dialogal de la accin narrativa, razn por la cual se da un acercamiento entre las distancias propias de la narrativa y de lo dramtico: gran parte de las acciones ocurren en los dilogos y nos enteramos del problema principal precisamente porque desfila por las palabras de los personajes que actan. A veces tambin predomina el monlogo, que es tambin por naturaleza dramtico, aunque en el caso de Kafka se usa un narrador omnisciente que nos informa de lo que pasa por la cabeza de los implicados, razn por la que el monlogo, en los dos relatos descritos, est ausente. Otro de los aspectos narrativos singulares de la parbola son las razones que existen para que la organizacin de las secuencias sean las elegidas. Harnisch menciona que el entramado de relaciones de las distintas escenas garantiza as el efecto del relato[footnoteRef:23]. Esta situacin es bastante clara en el caso de Ante la ley, el hecho de que el hombre espere por aos y aos, da sentido, y dolor, a que la puerta se cierre despus de todo lo que ha pasado. Tambin se presenta, a su manera, en Un mensaje imperial. El hecho de que el relato comience con la informacin sobre el mensaje que se nos enve, da sorpresa, y dolor tambin, a que ste no pueda llegar a nosotros por el deambular infinito. Y el final se conjuga magistralmente con la informacin del principio: que se nos enva un mensaje no es ms que uno de nuestros tantos sueos distrados, mientras vemos por la ventana. [23: Harnisch, p. 24. ]

Otro de los aspectos especficos tiene que ver con la tipificacin precisa que cumplen los personajes dentro de la accin narrada en de la parbola. Ya lo haba dicho arriba, la narracin es extremadamente lacnica y se concentra en lo esencial. Es tanto as que sabemos poco sobre los personajes, sabemos muy poco sobre cmo son fsicamente y dems, en la mayora de los casos conocemos sus actitudes por descripciones muy generales o por sus propias palabras. Esto se hace patente tambin en la limitacin en el nmero de actores en la accin: uno o dos, mximo tres, son suficientes. Esto se cumple en ambos relatos de Kafka: en Ante la ley slo tenemos al guardin y al hombre que quiere entrar, aunque la puerta de la ley, quieta, inmvil, es casi otro personaje, pero la accin se sustenta principalmente en los dos primeros. Lo mismo pasa en Un mensaje imperial, slo un emperador moribundo y un mensajero bastan, los testigos son casi annimos y permanecen en silencio, aunque en este caso nosotros nos convertimos en soadores de la accin y en un personaje ms; pero la accin central la sustenta el mensajero y su amo que lo enva. Esta relacin de personajes tambin suele sustentarse en un nmero dual: un amo y su siervo, un esclavo y su amo, una viuda y un juez; el caso de Kafka no es la excepcin. Otro punto que tiene que ver con los personajes es que, por lo general, se da una polarizacin entre stos, es decir, que se presenten como parejas opuestas entre s: esto lo vemos en los relatos kafkianos tambin. Nos topamos con el que vigila la puerta, quien da permiso para entrar, y con aquel que quiere atravesarla, pero debe pedir autorizacin al primero. Nos encontramos con aquel que enva el mensaje y con aquel que lo lleva; los dos se encuentran en posiciones que son opuestas, que estn polarizadas.Para seguir con el tema de los personajes debemos abordar lo que Harnisch llama la imagen de los personajes en el mundo narrado de la parbola. Esto tiene que ver con que los personajes dentro de sta: no son seres de carne y hueso, a los que el lector tuviera que seguir con sus sensaciones y sentimientos, (); aqu no actan personas, sino espectros, seres inventados, artificiales, comparables a muecos. Lo que hace lo anterior es crear una esfera potica peculiar que hace que el carcter analgico de la parbola se exacerbe. Lo anterior lo vemos en el caso de Kafka: se supondra que si el hombre que viene del campo estaba destinado para esa puerta ha debido cruzarla, pero no fue as, lo otro es que, quin puede esperar tanto tiempo frente a una puerta, hasta estar frente a las puertas, pero de la muerte? Por ltimo, encontramos lo que podemos llamar la exposicin rpida, sucinta y sorprendente de la accin parablica. Existen pocos porqus: no sabemos por qu el guardia no le permite el paso al hombre, no sabemos por qu ha muerto el emperador, no sabemos por qu se ha elegido a ese hombre para que pase y no a otro, no sabemos por qu el mensajero se pierde en la infinitud de los espacios, no conocemos una explicacin a esa expansin espacial. Ni nos aclaran una decisin, una accin o un acontecimiento que luego provoca una serie de complicaciones o de conflictos. As mismo, el relato termina abruptamente. Nos gustara saber cmo reaccionan los jornaleros recin llegados a las palabras finales del propietario de la via (). Estas cavilaciones quedan reservadas al oyente[footnoteRef:24]. [24: Harnisch, p. 31.]

Lo anterior sucede en una de las parbolas del Nuevo Testamento, sin embargo, en Kafka tambin lo encontramos: no sabemos cul es la suerte del hombre despus que la puerta sea cerrada, no sabemos Para seguir con el tema de los personajes debemos abordar lo que Harnisch llama la imagen de los personajes en el mundo narrado de la parbola. Esto tiene que ver con que los personajes dentro de sta: no son seres de carne y hueso, a los que el lector tuviera que seguir con sus sensaciones y sentimientos, (); aqu no actan personas, sino espectros, seres inventados, artificiales, comparables a muecos. Lo que hace lo anterior es crear una esfera potica peculiar que hace que el carcter analgico de la parbola se exacerbe. Lo anterior lo vemos en el caso de Kafka: se supondra que si el hombre que viene del campo estaba destinado para esa puerta ha debido cruzarla, pero no fue as, lo otro es que, quin puede esperar tanto tiempo frente a una puerta, hasta estar frente a las puertas, pero de la muerte? Por ltimo, encontramos lo que podemos llamar la exposicin rpida, sucinta y sorprendente de la accin parablica. Existen pocos porqus: no sabemos por qu el guardia no le permite el paso al hombre, no sabemos la razn por la cual ha muerto el emperador, no sabemos por qu se ha elegido a ese hombre para que pase y no a otro, no sabemos por qu el mensajero se pierde en la infinitud de los espacios, no conocemos una explicacin a esa expansin espacial. Ni nos aclaran una decisin, una accin o un acontecimiento que luego provoca una serie de complicaciones o de conflictos. As mismo, el relato termina abruptamente. Nos gustara saber cmo reaccionan los jornaleros recin llegados a las palabras finales del propietario de la via (). Estas cavilaciones quedan reservadas al oyente[footnoteRef:25]. Lo anterior sucede en una de las parbolas del Nuevo Testamento, sin embargo, en Kafka tambin lo encontramos: no sabemos cul es la suerte del hombre despus que la puerta sea cerrada, no sabemos siquiera si en realidad la cerrar el guardia o si el hombre correr y entrar antes de que eso ocurra. No sabemos cul es el destino de un mensaje que deambula en nuestros sueos; no sabemos siquiera porqu deambula. [25: Olrik. A. p. 64 del libro Epische Gesetze der Volksdichtung, en: W. Harnisch (ed.) Gleichnisse Jesu. Positionen der Auslegung von Adolf Jlicher bis zur Formgeschichte (WdF366), Darmstadt 1982.]

Para terminar dentro con este repaso de rasgos parablicos debemos incluir lo que es denominado, por los crticos y estudiosos de la parbola, la ley estilstica del contrapeso. Cito: Si hay una serie de personas o de cosas, la ms importante se coloca en primer lugar, y se reserva el ltimo lugar para aquella que sirve para potenciar el componente pico especial. Nosotros llamamos a esos extremos, con terminologa nutica, peso de proa y peso de popa. El punto de gravitacin pico est siempre en el peso de popa. As, en Ante la ley, es la clausura final de la puerta y las palabras del guardin las que hacen que pese la espera, la larga espera, del hombre. Es el hecho de que el mensajero se pierda al final por el espacio del imperio, y por el espacio de nuestro sueo, lo que hace que toda la secuencia de la parbola pese. Todo se resume en la popa.Hasta aqu vamos con el anlisis de las caractersticas y posibilidades narrativas de la parbola, a continuacin, haremos un repaso de las diferentes posibles lecturas.

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