Frank, Manfred - La Piedra de Toque de La Individualidad, Cap.6

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LA PIEDRA DE TOQUE DT LA II\DIVIDUALIDAD Reflexiones sobre sujeto, persona e individ,uo con motivo de su certificado de defunción posmoderno MANFRED FRANK Profesor dc ia Universidad dc Tubinga BARCELONA EDITORIAL HERDER 1995

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Frank, Manfred - La Piedra de Toque de La Individualidad, Cap.6

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  • LA PIEDRA DE TOQUEDT LA

    II\DIVIDUALIDADReflexiones sobre sujeto, persona e individ,uo con

    motivo de su certificado de defuncin posmoderno

    MANFRED FRANKProfesor dc ia Universidad dc Tubinga

    BARCELONAEDITORIAL HERDER

    1995

  • UNA CoNCEPCIN HERMENuTicRDE LA INDIVIDUALIDAD

    En la primera parte de nuestras reflexiones habamosanalizao diversas teoras

    -egolgicas y no egolgicas,orientadas por el modelo de reflexin y por la idea de unafamiliaridad consigo mismo no relacional- sobre la subje-tividad y la autoconciencia. Tenan en comn la tendenciaa estructurar y estudiar el fenmeno como un universai.Cierto que Hegel se haba referido con especial nfasis alhecho de que nosotros designamos mediante el

    "yo" tantolo que es comn a todos los sujetos como lo propio de ca-da uno en contraposicin a todos los dems. Pero ni l nisus sucesores han podido ilustrar por qu mecanismo seconcilia la estructura general de una familiaridad consigomismo con el autoconocimiento de la individualidad, sinque la indiaidualidad se entienda cual mera deduccin dewn wniaersal, y por tanto conto algo particwlar.

    Esta informacin tampoco hemos podido obtenerla deaquellos representantes de la filosofa analttca que estable-cen ..el descenso del "Yo" al "yo"r, y que ligan el discursogeneral de la subjetividad o de la autoconciencia a la identi-dad espacio-temporal de la

    "persona>>. Cierto que este em-peo por "individuar" la persona por su ubicacin en un

    continwum espacio-tiempo puede parecer a primera vistams prometedor que el de Leibniz para el filsofo alemnla mnada es un point mtaphysiqwe sin extensin (Philo-

    1,43

  • IJna concepcin hermenutica de la individualidad

    soph.ische Scbriften, vol. 4, p.482), que se individualiza ex-clusrvamente a rravs de las cualidades (generales) que lccorresponden (de acuerdo con lo cual s verificari unaconmensurabilidad perfecta entre individualidad y con-cepto de un mundo posible, una relacin de deriva.ir, l-gica). Pero si el concipto leibniziano de individualidad an-ticipa los fallos del que presentan los sisremas idealistasdesde Fichte a Hegelf el concepto de persona de Strawsony de Tugendhat permanece vinculado de un modo excesi-vamente unilateral al concepto de identificabilidad (posi-ble) en el espacio y el tiemp. Pero, semejante vinculcinretrgrada resulta problemtica desde el punto de vista teo-rtico-cognirivo (nosotros no nos identificamos a rravsdgl

    "yo", ni hay descripcin corporal alguna que describalo que pensamos al atribuirnos un predicado psquico); lateora analtica supone, adems, uni identidad

    -insosterri-ble desde la rcori del lenguaje- de los significados en losque articulamos nuestros estados psquicos. Naturalmenteque quren

    _recurre al continuum espacio-tiempo no niegala temporalidad de la personalizacin; pero s niega

    -debl-do a una imagen roralmenre idealizada'de la semntica- elhecho de que distintas autoadscripciones de predicadospsquicos pueden llevarse a cabo alaluz de intbrpretacio-nes completamente diferentes de las mismas, y qu. ,roe.xiste ningn criterio rranscomunicacional par:a'laidenti-dad semntica de las expresiones en las cuaies esquemati-zan los sujetos su visin-del mundo.' Al poner en juego esre punto de vista se elimina la se-

    mntica como fiadora de l identidad de las afirmacionessobre la mismidad. La .,asimetra epistmica,, se emancipadel punto de visra meramenre hipoitico de la simetr, sl.-mntica. De ah podr derivarse un proceso hermenuticocontrario tanto al planteamiento de Leibniz como al enfo-que

    _analtico, en el sentido de que la identificacin no ese.n absoluto una jugada en el jugo lingstico de la auto-

    . desrgnacrn. A m me parece que la individualizactn de la'

    , autorreferencia slo se deja pensar y desarrollar concep- I

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  • ,dad (personal).Sin embargo, se puede forzar esa verificacin en el sue-

    lo mismo de la semntica. El haber sido el primero en in-tentarlo creo que fue una de las grandes aportaciones deFriedrich Schleiermacher, aunque no encontrase seguido-res en la hermenutica coetnea. Mientras que tanto la fi-losofa analca del lenguaje como la neoconstructivistaanteponen el lenguaje (bien como semntica formal, biencomo sistema de signos diferencial) como punto de parti-da, y desde ah acometen las cuestiones de la subjetividady de la personalidad (Tugendhat analiza la autoconcienciaslo como

    "ejemplo" de la capacidad operativa del "mto-do de interpretacin" lingstico-analtico [SzS, p. 7)),laoriginalidad de Schleiermacher est en haber derivadola orientacin filosfico-lingstica del fracaso del plantea-miento de la teora de la conciencia.

    Recordar brevelgnte el motivo epistemolgico espe-cfico que indujo a\Sqhleiermactela la elaboracin de su.or,..pro her*..,rf d-ltlfrlidualidad. En los pri-meroJ pargrafos de su Doctrina de la fezt y en la Dialc-tica (de ISZZze expuso el hecho y las causas de por quhaba entrado en crisis la autoconciencia como principio yfundamento ltimo de la certeza en la filosofa contempo-

    , rnea (Glawbenslebre, p.243a. Para decirlo con su propiaexpresin, la. autoconciencia consiste en una

    "determina-clon> o precrsron de la que ella misma no puede conside-rarse autora y que por lo mismo hay que calificar de

    "tras- ;cendente,, (Dialektik p. 430): al entenderse como lo que ;es, ya est marcada por la huella de un retraso respecto de '

    lJna concepcin hermenutica de la individualidad

    't,ral-ent. en contraste negativo con la de una

    28. Der christliche Glaube, dc acuerdo con los principios fundamentales de la Iglest:cvanglica, 7." ed., nuevamente rccditada sobre cl tcxto crticamente dcpurado dc Ia ediciiirrscgunda por Martin Redckcr,2 vols., Bcrln 1960, espcc. vol. I, $ 3-5.

    29. Dialektik, edit. por LudwigJonas (.= Sammtliche Werka' sec IIi, vol IV' parte s!--gunda), Berln 1939, p. 428ss.

    3C. Mc rcrnito a los textos aducidos en Das individuellc Allgemeine (Franciort.lcl \11977,21985, p. 87-113), as como cn Was ist Neostrubturalismzsi (Franciort dei \1. 19Si.21985, p. 1 19s, 41Sss, Lccci

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    ill.llg que la marca -su indisponible esrar dererminada_;es declr, sc slente "dependiente,3l. Tan pronto como abre

    los oios, ya est priuaa de su autopr"s.i.,.ia y y;;;;;"ta como lugar de una verdad presenre a s miima suprahis_tricamente, qge contiene en's todos 1", h;.h;; ;;;do hrstric-o y los ofrece a pasos deductivos.

    Ese defecto bsico en ientido literal -Schleiermacherhabla de una ..faka,, (Mangel)tz- oblija "-h ;i;;;; "refrendar en el campo de ia .,r.nerrci"" irrt.rrrbj.ii

    "^lv,por.tanto, en el campo lingstico_ la evider.i" . su co_nocimiento, de la qe y" "no dispone monolgi..-.rrt..En el puesto de una contemplacin adecu.d;;;;;;;^;;,

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    universal" (HwK, p. 422 y 421; es decir, equivala a re-chazar el ideal metodolgico del objetivismo no dial-gico.

    Como nunca se dar una fijacin y formulacin delestado de cosas independiente de la interpretacin, la dia-lctica acaba apelando a la hermenutica; mas no para ob-tener de ella un mtodo, sino para explicar por [a va dela teora del conocimiento el esquematismo de las opera-ciones de comprensin, que no pueden derivarse ds nin-gn concepto universal (Dialektik., p. 259-261, = HwK,p. al0s). El motivo principal del recurso a la hermenuticaest precisamente en que, al fakar un criterio transindivi-dual (metafsico) para la identificacin de las cosas parti-culares y la verificactn de las afirmaciones sobre los esta-dos de cosas, es necesario poner en juego la interpretacinindividual del mundo de los interlocutores de la comuni-cacin. Pero tal interpretacin interrumpe tanto la ensoa-cin hermenutica del modelo de cdigo esrrucruralistacomo el sueo analtico de una identidad semntica prees-tablecida de los trminos, al emplear los cuales no nos li-mitamos a expresar nuestro mundo, sino que

    _tambin -lo

    esquematizamos activamente (y cada vez de forma dife-rente).

    Ambos modelos consideran por tanto las manifesta-ciones como casos que pueden derivarse de una regla (gra-matical, pragmtica, etc.) general y fijarse como tales. Porel contrario, lo que a los ojos de Schleiermacher impideque el ordenamiento de lo universai se compendie, definay se cierre de modo definitivo y de una yez para siempreen un concepto (hegeliano), slo puede ser un elemenro,cuya natur aleza es la de no dejar de ser elemento de ese or-den. Su manera de ser se falsea cuando se la confunde conlo particular, lo cual es siempre elemento de un ordena-miento (aunque se trate de una falsificacin hipottico-deductiva y por tanto futura), y en consecuencia eJ un casoque est sujeto a una regla. lJna cosa particular, en tanroque definida por la regla'(o por el tipo), cuya especifica-

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    cin es, jams podra introducir un cambio en ese ordena-miento. Mediante el concepto general, que est por encimade la cosa parricular, r. .ncr.rt ra sti deterinada porcompleto y puede ser conrrolada, diferencindose de'to-dos los otros elementos de su especie

    -cual realizacjnconcreta que ella es del tipo-... .

    Con tal planteamiento piensa Schleiermacher que ana-lticamente est claro que l individual nunca pr." obte-nerse del concepto d universal, cual produito final deuna cadena de derivaciones metodolgicls

    -como ens orn-nimodo determinatum o cual speciesinfima-. Los indivi-duos no pueden deducirse de un .otr..pto (de una esrruc-tura, un ordenamiento simblico, un aparato categorial, elconcepto de un mundo posible como la clase mi rica deconceptos completos, etc.), por cuanto son ellos quienes,sobre todo con la interpretcin, asignan .., .o.r..pto

    "itodo, descubrindose cmo elemenro"s del mismo. bi.hode otro modo: el significado del todo no existe ms que enla conciencia de los"individuos, que interio rizanlo.rnirr.r-sal de un modo peculiar siempre y que, a travs de sus ac-tos,.se enajenan y vuelven a lo general. Esto comporta dosimplicaciones: primera, el concpto de universal ie disociade s mismo p. la inrervencin^de un individuo; es decir,que tal concepro pierde su identidad semntica (una inter-pretacin slngular-separa el significado pasado dei conceptode su significado futuro); segunda, el oncepto de univer-sal no existe slo en una inteipretacin, sino en numerosasinterpretaciones incontrolabls: en tanras como individuosracionales existen en una comunidad comunicacional. Ca-da una de taies interpretaciones slo puede asumir cual-q.uier otra en forma de hiptesis hermenutca (Divina-tion, en forma de

    "diynain"), y cada adivinacin llevaun ndice de falta de control metodolgico; ningun a alcan-za el status de un saber objetivo, qrr. .i."p" a ls hiptesisde sentido singulares.

    Para una teora que haya de asirse al ideal metodolgi-co del conocimient segwro y del dominio del lenguaje"es

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  • Una concepcin hermenutica de la individualidad

    ste un inconveniente necesario. Mas no se le eliminarcon la declaracin de malestar, pues Schleiermacher recla-mapara 1 motivos de crtica del conocimiento. Su poster-gacin condujo a una semntica frente al giro hermenutico.Este giro consisti en la reflexin a fondo sobre la depen-dencia interpretativa de toda asignacin de sentido, inclu-so la automatrzada, y de la mxima de no tener nada porevidente. Tenemos que ponernos de acuerdo sobre la uni-dad de nuestro mundo (esquematizado en el lenguaje), nopese a que no, sino precisamente porque no podemos re-mitirnos a ningn universal seguro, ya existente con ante-lacin y sin depender del sujeto. Somos seres individualesde tal ndole que nuestras interpretaciones del mundo nose fundan en ningun a armona preestablecida (en ningnconcepto de un mundo posible transparente por comple-to) ni coinciden en ningn lugar arquimdico. Mi voz di-rigida al otro, o que partiendo del otro se me dirige a m,slo es reconocible a condicin de que sea del otro o diri-gida al otro, de modo que no habra podido producirsedesde mi (o desde su) exclusivo dominio de las reglas. Elmodelo de cdigo del lenguaje, que somete la posibilidadde traduccin de todas las afirmaciones, y con indiferenciade significado, desde la perspectiva

    "1" a la perspectiva..yo,r, y ala inversa, y que vigila (es decir, sanciona) la in-novacin semntica mediante el concepto de tipo, slopresenta un compromiso aparentemente intersubjetivo.Ese modelo convierte en ficticia la alteridad del otro: pue-d.e decir lo que quiera, con tal que. su declaracin no con-sista en otra cosa que en.transmitir u.na informacin o enpasar n esquema operatioo convencionaltzado (..Yo ten-go dolores>>,

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    blantes.(ratificada por el discurso tcnico de speaher-hearer,del hablante-oyente) nivela el carcter innorraor y las ener-gas creativas de sentido de cualquier dilogo y lo reduce alenunciado de lo ya previsto en-el reperto"rio comn. Losproblemas de interpietacin.del munio

    -es decir, los pro-blemas hermenuriios- simplemenre no esrn p..rrirror'po,ese paradigma lingstico. La formulacin d Tugendat,segn Ia cual la asimetra epistmica nunca podra i..r., ,.-percusiones semnticas (pero que nuestras -manifestaciones

  • una concepcin hermenutica de la individualidad

    el ndice de singularidad que con ello se le asigna escapa alavez al marco epistemolgico de una semntica de la per-sonalidad idealizada sin contemplaciones. Ese ser particu-lar no obtiene su identidad ni gracias a unas propiedadescorporales (que, en tanto que datos naturales, en modoalguno estn semantizadas a priori y obtienen el sentidobajo el que se abren intersubjetivamente a una comuninlingstica slo de interpretaciones individuales, y que ala inversa no pueden condicionar), ni gracias tampoco a laestabilidad del significado de los predicados que se le atri-buyen (al individuo) en diversos tiempos (y qr. gradual-mente tambin se modifican con el sistema de interpreta-cin del mundo que tiene el individuo y que se transformade continuo). Mientras que la filosofa del lenguaje, tantola estructuralista como la analtica, parte de la tesis de larepetibilidad homognea y uniforme de signos lingsti-cos, la hermenutica (de Schleiermacher) considera lo in-dividual como indivisible en sentido propio y por lo mis-mo incomunicable (unsbarable, dicen los anglosajonesreuniendo ambos significados): no en el sentido del mode-lo clsico del tomo, como indivisibilidad de una sustanciainfinitesimalmente pequea que, al igual que el ,.ser" deHegel,

    "slo" mantiene relaciones consigo misma, sinocomo aquello que existe sin doble interior, y por tantoirrelacionado, consiguientemente como aquello que ensentido literal no tiene igual y por ello escapa al criterio deIa repetibilidad homognea. Quiere decirse que formularuna manifestacin individual y reproducirla en el acto deentender (por ejemplo, en la lectura), recrendola en con-secuencia, zo significa (y esto me parece determinante) ar-ticwlar la misma cadena lingstica u.na. aez m y desdeluego en el mismo sentido, stno acometer otra. articwlacinde Ia misma cadena lingstica.

    As, lo nico o lo individual no es precisamente unprincipio de unidad. Dejando aparte lo que pueda signifi-car

    "individualidad", en cualquier caso hay que concebirlacomo la adversaria directa de la idea de identidad y remate

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  • lJna concepcin hermenutica de la individualidad

    de la estructura (y de la identidad de las expresiones Dorella diferenciadas'con vistas a un todo) . para Schleierira-cher, el individuo es fundamentalmenie y siempre quiencon su intervencin impide que la .rtru.trrn (o ios ,ig.ro,que ella asggyl? en su autoidentidad) coincida con"sig.,misma. Coincidir consigo misma significa .rr* pr.r..,i..4b9." bien, una .rr.r.r,iru o un sign nunca pueen coin-cidir. co.nsigo mismos: primero, pJ.qr" la ida de la dife-rencia de los signos supone la idea de tiempo; segundo,qglgye cada empleo d un signo supone la idea'de l ,.p.-tibilidad

    -su no conte_r_p9raej"di (tema tratado u*pii"-mente en la leccin XXVII de .was ist Neostrwktuialis-mws?).^ .9-oTo ya haba.demostrado Hegel en el suplemenro al$ a62.de su Enzykloplidie \erlin rrl ,. requieie el tiempopara dejar que un sonido se hunda en el pjsado v permiiiras al siguie.nre que se articule en su diversida ifOnica;frente al ltimo emitido. Lo cual se aplica de forma eoui-valente al encadenamiento de los signos. Mediante ,rr'irr-mersin en el tiempo se los descon*ecta de su sentido: radesaparicin del curpo verbal en el pasado, al dejar espa-cio a un.segu.ndo (que resucna de nuvo), permite nla rrzla aparicin de lo ideal

    -el significado del ,ig.,o-.La retirada del sentido de un signo no h de enrenderse

    mecnicamente. Justo porque resuena (l o el sonido quetransmite), no nos est (y) presente. y la

    "mem orja re_prodwct.ora, riene q.r. rrplir la prdida de su presencia. Lamemoria

  • lJna concepcin hermcnutica de la individualidad

    con un cambio de identidad) sobre el abismo de la "des-prcsenc iali zacin,, temPoral.' El segundo punto de uista enlaza directamente con cs-to. Para"ser elemettto de una estructura' cada signo tieneoue ser repetible. Y para poder articularse una segundairt,l^ estructura tiene cn ii..to modo que salir dc s mis-^ , ^

    fin de recomPonerse de nuevo ms all de su.enaie-,r..i.t. Se descompone as la imagen engaosa de unaidentidad ,t.-porri que da la gramtica. Y, puesto que laidentidad de los propios signos descansa ya el una rnter-pretacin (en la ieidntificaitn comprensiaa de dos soni-or, qrr. fnicamente siempre difieren ligeramente como,igtrifi.utttes recurrentes de lo mismo),

    .es imposible pre-

    ,Jn,".la estructura como determinante de sentido: un sen-tido particular nunca puede reconstruirse a priori desde el.ono.i*i..tto de las ieglas (HuK, p. 1'72 en el contexto)'En efecto, una realiza.i.t del individuo es dejar en sus-Denso la identidad hipottica de los signos -que sicmprei,, d. concebirse baio un ndice de pasado: *as se ha ha-bl"do basta ahorar,- mediante el acfo de la realizacin desu sentido (el cual tiene siempre como suPuesto una des-oresencializacin del significante). La estructura no puede'g r^nrirur la continuiad entre el significado que

    .se le

    irignr, y que siempre es cosa pasada en el acto de utilizar.l "gutj. (y por onsiguiente slo con un valor hipotti-.o), y".l tlqifi.tdo (de"nuevo) recuperado en el uso indi-"i"1. Es falta de'un

    criterio, prducida por el indivi-duo, para la identificacin semfntic.a prohbe cualquier,risacin de sentido al camino infinito dc la hermenuti-., jinfi,'tiro por imprevisiblemente abierto I gue.slo sede.id" p.orritiottnlmente por motivos pragmticos)' Nun-c" s. p.r.d e jtzgar definiiivamente sobre la unidad de unsigno, de una frse, de un-texto' de una cultura que inter-acia'simblicamente. Y ello porque tal unidad se renue\ade continuo en el uso y en la iomprensin. Atribuirle unaidentidad semntico-etructural eJuna ficcin cientificista.inspirada por el sueo de una maduracin llevada a la

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  • lJna concepcin hermenutica de la individualidad

    inaccin completa, la cual fija definitivamenre con unamuerte por congelacin.los.significados, con cuyo inter_cambro producen los individuos la imagen inesta'ble de sumundo.

    , Partiendg., por una parte, de_la estructura temporal de

    la artlculacrn .por otra, de la proyeccin de'sentidoabrerta al fururo, la hermenutica.romntica se tom muyen serio la no identidad de los signos y tambin la del suljeto que se inrerpreta a s misrio a I'a ruz de los rin"o,en cuestin. Como dice, por.ejemplo, August Boeck nose puede

    "producir.s.iempre.lo- miimo_ni na sola vez>, yese deslizarse de la identidad del sentido del sisno ,"-oo_co se detiene anre la identidad de quien lo itiliza: LElhombre no es el mismo en ningn momenro> (Enzyhlopii-die und Metbodologie der phtologischrn Wirrrib-;;",dil. p_o.r.E, Bratuschk, Darmstad t"1966, p. 126).

    "t" .rJi-vidualidad.Io 1.. puede enconrrar, po, J.-pi., -.;r.-te una clasificacin...; la individualidd... .r algo ttal-.nte

    ;'ivo, cgnqreto, positivo,.mientras que, por'.1 .orir"rio,(cuatqurer) esquma es slo negativo; es decir, una abstrac_crn-gengral de la individualidJd propiamcnre diqh" (o.c.,p. 127). \7. von Humboldt

    -y .or, [ rraemos a .olacn uun tercer represenrante. del paradigma romntico_ habahecho la propuesta siguiente para explicar la no identidadde. los signos lingsricos: en cada iituacin de entendi_mrento lingstico entrechocan dos diferentes maneras d.erepresenracin, de las que slo coincide la parte relativa-mente convencional, mientras que

    "predom-ina la ms in_dividual". uEn un punro indiviiible,i .,o pr.d J;;-"""coincidencia.completa, pues toda compre'nsin p.i;U;lii"_9" po,.,los srgnos o po.r el texto proporcion" r,a uninrnestable de lo unrversal con una aisin individual del mis-mp, pero 9"1n9 podra ser general (Gesammelte Schriften,edrt. por A. Leitzmann, lZ vols., Darmstadt tlOA, vI. V,p. j18). De ah que cada ardculacin, como cada compren_tl9n,l.o,rlo sea reproductiva (es decir, repite ,n" .onu.n_cton fra), sino que adems es creativa de na manera siste-

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  • IJna concepcin hermenutica de la individualidad

    mticamente incontrolable. La asignacin individwal desentido a la sntesis de signos, Que dispone el sustrato ver-bal y el sentido, supone siempre una sacudida y siempredesplaza las fronteras vigentes de 1a normalidad semntica.De ah que la decisin sobre el

    "verdadero sentido" deuna declaracin slo tenga, en el fondo, carcter de pre-swncin, y su logro o fracaso nunca pueden medirse porcriterios objetivos, sino exclusivamente por criterios prag-mticos e intradialgicos.

    Con lo cual no desaparece sin ms la idea de la identi-dad semntica (ni la personal, que ella hace posible), comopodran dar a entender las conclusiones precipitadas de lateora derridana sobre lenguaje y sujeto. Sus motivos hayque encontrarlos en las ideas de que, primero, una relacincon los fenmenos subjetivos (mentales) slo puede darsea travs de los signos

    -Saussure hablaba de que el esprituantes de su articulacin a travs de la chane phonatoire seasemeja a una

    "nebulosa amorfa" (nebwleuse amorphe)-;y,segundo, que los signos que establecen una relacin nuncapueden ejercer una funcin identificadora precisa. Esta se-gunda parte la fundamenta Derrida en la superacin radi-cahzada del principio de diferencialidad de Saussure, deacuerdo con el cual cada signo facilita su identidad me-diante la delimitacin de su cuerpo significante del de to-dos los dems. As, el significado del signo a vendra faci-litado por relaciones de alteridad frente a los signos b, c, d,,e, f, etc. Ahora bien, no hay ningn motivo determinantepara suponer que la cadena de los trminos.de oposicin,que se mantienen negativamente alejados del signo prime-ro sea una cadena finita. Por ello las fronteras de la identi-dad semntica de un trmino son funciones de un sistemaabierto de pennanentes rediferenciaciones sin la posiblepresencia de un trmino consigo mismo34.

    34. l-a reflexin de Derrida la he discutido ampliamentc, adems dc en \f,"s is Neo-strukturalismus? (Lecciones V y XXVII), en Plurttocit ct dis-simuLtanit. Questions her-mneutiques pour une thorie du texte Littrairc,

    "Revuc internationalc dc philosophic,XXXVIII, n. 151 (1984), p.412s.

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  • lJna concepcin hermenutica de la individualidad

    I a.ventaja del modelo derridano es que permire conce-bir la individualidad como una no ideni;da radical, aun-gy. gl pens.ador francs evita el trmino o lo equip ra in-discriminadamenre con el de subjerividad. En ubio, .,modelo no posibilita concebir la individualidad .o-oautoconscienrc y, por lo tanto, referida a s misma. Ello sedebe a que a la subjetividad

    -en absoluto de manera dife-rente a lo que ocurre con el reduccionismo analtico- se leplantea la alternativa o de ser coherente (seman trzable), vdepender as de la correspondiente articuiacin de los sig-nol, o de desaparecer en'cl sinsentido (reductio od obir'r-dum). Ahora bien, es subjetividad, y eso quiere decir cuees un.epifenmeno de la articulacin de los'signos. I.

    A.ho1a. sc impone discutir. aun admitieno la depen-dencia del sentido re.specro de los signos, el que Deiridapueda mantener en el marco de su

    -d.lo el rincipio deque e.xiste subjetividad. Primero, porque al igal que en elmonismo neutral no se ve cmo li suBjetividd pueda sur-gir del puro juego referencial, de no darse ya por supuesrocomo algo irreducible al mismo (cf . Was it rortrihtrro-lismus?, Leccin XVIII). Segundo, porque su araque a laidea de la autorreferencia p.er"trt. ei tan radic"l que ya nose explican unas condicines mnimas del fenm.ro d"nuestra autofamiliaridad... l.io este araque a la idea de la presencia no slo es ra-dical sino, adems, absurdo. Sin el^retorno a un momenro

    de relativa igualdad consigo mismo, en modo alguno po-dra. co mp robarsc una d if"eren ciaci n (desplazarn'i ento' desentido, reinscripcin metafrica de signififado); carecerade criterios y n podra distinguirse d"el estado'ie inerciacomp.leta. Slo pueden diferenciarse aquellos trminosque al menos coinciden respe.cro de un elmento significa-tivo, as como s1o pueden-identificarse aquellos t?minosque se diferencian enrre s. Sobre las hullas de Versucbber die Transcendentalphilosophie de Salomon Maimon,esto lo haba ya expresado Fichte en los trminos siguien-tes: uCada contrapuesto es igual a su contrapuesto en una

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  • Una concepcin hermenutica de ia individualidad

    nota = X;y cada igual se contraPone a su igual en una nota=/,, (WW, edit. pr I.H. Fichte, I, P. 111). Dicha nota (X)representara el Tundamento: en el primer caso el funda-rninto de su relacin, en el segundo el fundamento de sudistincin. Ambos se implican mutuamente' Y es algo quepuede demostrarse sin dlficultad: si comparo A y B, debeirrrtrt.r-t.tte al menos en parte -4, pues de lo contrario a B\e faltara el trmino de oposici n, Y no se veriftcara lacontraposict6n. A, pues, es recogida slo enparte por B,yslo en parte se mantiene. X es smbolo de la esfera, en laque,4.y'.8 tienen que dividirse, para poder entrar en con-traposlclon reclproca. Otro tanto cabe decir sobre la iden-tidid entre Ay B. Quien afirma..,4 es.B, no pretende dt-cir que A en anto que A sea a la vez no ,4 (es- decir' ,B).Eso sera absurdo, pbtqr. en tal caso yo habra formuladodos tautologas, pto to habra llevado a c1b9 ningunaidentificacin de

    -dos relata serrnticamente diferentes' Si

    es, pues, necesaria la distincin semntica de A y B como.onii.in indispensable para que entre ellas pueda esta-blecerse una relcin de identidad, queda demostrado quela identificacin supone una precedente no identidad delos trminos comparados. En vez de la frmula o1 = $',sera lgico escri6ir: existe un X, y de ese X se dice converdad [r. pot una parte es A y Por otra es .8. Tal X es el..fundamento,, de ambas. As, pues, la identificacin ge-nuina se verifica entre X y X, y ilo e.t virtud de la mismacoinciden A y B, que en s difieren35'

    Creo que la hrmenutica de Schleiermacher mantieneuna va *tdia entre el absurdo ataque radical a la idea dela identidad semntica y de la reduccin demasiado radicalde la diferencia semntica a una esfera unitaria como abso-lutamente aceptada. Me parece, mutatis mutandis, conci-liable con el cbttcepto de una continuidad psicolgica, tai

    35. Esta consideracin le clcsarroii schelling ral vez cn forma ms penerranre qucFiclrtc cn sus xpuntcs pzra)as weLtnlter (.s\{z 1/8, p.213-21ti, v asimismo en los clos frag-mentos dc 1811 y 1813, publicados por Manfrcd Schrter' Munich 1946, p.28 v 127ss' espec. 129).

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  • IJna concepcin hermenutica de Ia individualidad

    como lo desarrolla el ya citado estudio de Sidnev Shoema-ker sobre Personal In'detity. A Materiatirt,, rir;;."1';}",mienrras el enfoque funcinal-materialist"

    .o.rrt.i. . u"urdentificacin de motivos (mentales) y causas (fsicas). voquerra hacer inreligible la consritu;" d. ra indiuidaii-dad autoconsciente como una consecuencia de continuastransformaciones de estados,_ que son

  • lJna concepcin hermenutica de la individualidad

    en el marco de una autosuperacin hermenutica se dejadeterminar hacia un sentido futuro' Aun entonces no se;;';-d; criterio ltimo para la identidad. objetiva d.el;nritl.?" de la expre sin ) en el momento rl.y de.la mis-;?;;;;;tio" .n .l'*o-"nto P'Y es que tal identidad' alJ.r.rrit". sobre una interpretacin y no sobre una PerceP-.l", ." s misma ,ro p,-r". ser tns-que.conjetural y nece-sita dc la acogida de 1 interpretacin.subyacente Pot PAt'de otros individuos de la comunidad comuntcactonal. ue

    "". ." se desarrollara una continwidad entre dos esta-

    io, d. la aurocomprensin de un individuo o entre dosini.rp..,u.ior,.s ,u.iguientes 4q un signo' Esa co.ntinui-JrJ jou. no lo sera ."n un sentido evolucionista, sino co--o Jti""da de juicios hipot-ticos gue..se.,Totivan rec-Drocamente- podra al menos hacer inteligible el dtscursoloo.ri.o de errida acerca de una

  • IJna concepcin hermenutica de la individualidad

    motivacin. La "idsridad personal,, de una historia indi-

    vidual humana no es la identidad de unos hechos obietivosensamblados sin solucin de continuidad (ni se reduce a lamisma); es la identidad de una aurointerpretacin conri-nuada,. a cuya luz esos supuestos hechos^objetivos aTcan-zan sobre todo la cualidadde esre o del otro iipo. Un des-encadenante de transformacin que desarroll su eficaciaen virtud nicamente de una interpretacin que lo recono-ce como fundamento (por ejempl, una ideaTinal) no pue-de entenderse como causa de tai transformacin. Ms an,en ltima instancia tambin las causas fsicas, como ha de-mostrado Peirce, son fundamentos, en el sentido de que lamanera de ser de la realidad fsica se descubre como l quegr,,ro a travs de percepciones sino atravs de

    "perceptualudgments', de .urcros perceptores, y por tanto a travs deunas interpretaciones. Tampoco las lyes de la mecnicason otra cosa que conclusiones morivadas al hilo de unosjuicios de percepcin, cuyo carcter hipottico y herme-nutico nunca puede superarse ni ha sido supeiado, porcuanto con l desaparecera justamente la inieligibiliaddel mundo,,.l .l que ,remos operar dichas ley., n regu-Iarload mecanrca.

    De estas observaciones saco la conclusin de que el re-curso a la catego ra de la individualidad en la discusin se-mntica acerca de la mismidad y la persona no habra po-dido. quedar al margen. Y ello porq". la individualida esuna rnstancia, y parece ser la nica, que ofrece una resis-tencia alavez instantnea e idnrica ilaidealizacin rigo-rosa del sentido del signo (realiza por tanto exacramenteaquello que Derrida itribuye a la diffrance). por otraparte., es la nica_que, al coniar conla'garanta de \a awto-conciencia, tiene la ventaja de hacer comprensibles las mo-tivaciones y los juicios hipotticos, en t".tto qr'r. son inrer-pretaciones, y en definitiva todos aquellos prb..ro, en loscuales aflora la categora ..sentidor, o-o necesaria, que escomo decir insustituible. Al mismo tiempo. se exolica elcarcter no derivable de los proyecros d sentido'indivi-

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  • lJna concepcin hermenutica de la individuaiidad

    duales a partir de tipos semntico-pragmticos. Las rela-ciones de derivacin slo se dan enire iguales: una regla oun concepto y un caso o una instancia,atravs de los cua-les se identifican los primeros. Cuando, Por el contrario,se establece de nuevo-la extensin del tipo subyacente pormedio de un proyecto de sentido individual, queda clarodesde el putrt d vista analtico que ef proyecto de se.nti-do no pr.d. preverse por el dominio de la semntica de laposicin de partida. EJto se aplica tambin a los proyectose sentido idiuidualcs en el marco de una historia Perso-nal. Sin duda alguna, cada proyecto est motivado por un