Fotografia en Investigacion

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uicuilco c Revista de la Escuela Nacional de Antropología e Historia Fotografía y sociedad nuevos enfoques y líneas de investigación

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uicuilco cRevista de la Escuela Nacional de Antropologa e Historia Fotografa y sociedad nuevos enfoques ylneas de investigacin LA FRONTERAIMAGINARIA. USOSY MANIPULACIONES DELAFOTOGRAF/A ENLA INVESTIGACI~NHISTRICAENMXICO* Alberto del Castillo Troncoso Instituto Mora RESUMEN:Este artculo analiza la importancia de la fotografaen la construccinde mitos y de imaginarios polticos y culturales en el caso de la historia de Mxico en el siglo m. Describe los contextos polticos y las estrategias editoriales que rodean al uso de la fotografa, los cuales abarcan distintos rubros como el registro, la parcialidady laficcin. Aes~RAcr:Thisarticlelooksintofheimportance ofphotographyintheconstructiunofmythsand political and cultural "imaginaries" in fzuentiethcent uy Mexican histoy. Also it describes the political contexts andthe editorial strategies which are involved wifh the use ofphotographyin diferentareas like recording, parciality andfictwn. PALABRASCLAVE: Revolucin,fotografadocumental, representacin, movimiento estudiantil KEY WORDS:Rm1ufiOn, Documental photography, Representatwn, Student movement El uso y circulacin de las imgenes fotogrficas se encuentra en una paradoja en la aldea global donde estamos inmersos: por un lado hemos avanzado un gran trecho en lalectura ycomprensin de las fotografas, en funcin de unacada vezms sofisticadacrticahistricaque haincorporado las enseanzas de la semitica, la hermenutica, la crtica fotogrfica y la historia del arte, entre otras importantes aproximaciones. Sinembargo, porotro lado prevaleceunacarga nada desdeable de ingenuidad en la recepcin masiva de las imgenes, a las que grandes sectores de la poblacin le siguen atribuyendo un valor documental en s mismas. *Agradezco los valiosos comentarios de los investigadores John Mraz y Ana Mara Serna para la realizacin de este trabajo. Cuicuilcovolumen 14, nmero 41, septiembre-diciembre, 2007, Mxico, i s s ~ 1405-7778. ALBERTODELCASTILLOTRONCOSO Los ejemplos abundan. Cabe citar slo dos recientes como muestra de una lista interminable que se extiende y ampla da con da. Uno consiste en las fotografas que hace un parde aos public el Pent- gono mostrando los cadveres destrozados de los hijos de Sadam Hussein, las cuales le dieron la vuelta al mundo y fueron consideradas por amplios sectores occidentales una prueba documental que certificaba el hecho. De esa manera tra- taron de contrarrestarse los rumores iraques, de gran efectividad en el territorio rabe, en cuanto a que en realidad se trataba de un montaje, una falsedad ms inventada por el gobierno norteamericano. En el otro extremo ideolgico, pero bajo las mismas premisas epistemolgi- cas, cabe recordar la fotografa que public el gobierno cubano en abril de 2007, en la cual puede verse a Fidel Castro cmodamente sentado en lo que parece ser una oficina y departiendo muy cordial con dos altos funcionarios chinos. Lo anterior era una evidente intencin de enfatizar la recuperacin de la salud del gobernante y desalentar a la oposicin cubana en Miami, que por ensima vez lanzaba "campanas al vuelo"y daba por descontada la inminente muerte del comandante. Los ejemplos, pues, se producen a diario y su contenido cambia de acuerdo con la situacin. Sin embargo, el mensaje es el mismo y nos remite a considerar que la recepcin masiva de la fotografa, en plena etapa posmoderna y digital, le b $ sigue atribuyendo a la imagen fotogrfica la connotacin realista que sta adqui- Tri en la segunda mitad del siglo m [Ivins, 19921. 2 Este tipo de desfasamientos entre la lectura crtica de las imgenes y las cua- g lidades de su recepcin podra explicarse como un asunto vinculado a la historia ' de las mentalidades. Esto es, se sabe que en contraste con el avance vertiginoso de 8la tecnologa, la visin del mundo de las personas sigue un proceso mucho ms lento, en el cual las nuevas actitudes y comportamientos coexisten de manera .E caprichosa contodotipo de resistencias, representadas porlas creencias ms antiguas y los ritos ms primitivos Uenkins, 19961. o! 13 E Eneste artculo habremos de avanzar en esta paradoja ydesarrollaremos una reflexin sobre la manera en como las fotografas resultan cada vez ms un ! documento fundamental para la investigacin histrica, en el sentido de aportar 2 nuevos elementos para comprender un problemaen un periodo determinado Ey,sin embargo, cmo tambin contribuye a la construccin de mitos en tomo a \3 P estos problemas, de acuerdo con intereses polticos presentes a cada momento g en el uso y manipulacin de las imgenes. 3-Deacuerdo con las premisas anteriores, plantearemos en este articulo tres apartados: en el primero,ubicaremos el contexto acadmico donde se han de- 8 - ' a sarrollado las investigaciones en torno a una posible historia de la fotografa en .- 5Mxico. ! . A FRONTER.4IMAGINARIA En el segundo, revisaremos el debate generado entre distintos investigado- res en cuanto a uno de los casos ms destacados en la historia de la fotografa en este pas, representado por una fotografa de la Revolucin publicada en su momento en la prensa capitalina y convertida durante dcadas en icono de la participacin femenina durante dicho episodio. Por ltimo, en un tercer apartado abordaremos el caso de unafotografa sobre la coyuntura del movimiento estudiantil de 1968 en la Ciudad de Mxi- co.Lafoto en cuestines muysignificativa, yaque procedede lalentede Manuel Gutirrez, un fotgrafo muy cercano a Luis Echeverra lvarez quien fue designado por el propio secretario de Gobernacin para registrar distintos episodios del movimiento. Lafoto capta cuando los lderes del mismo fueron detenidos. Ambas fotografas son analizadas a partir de sus respectivos contextos polti- cos y culturales. LaRevolucin mexicana gener un nuevo ciclo poltico e histo- riogrfico que se extendi a todo el siglo xx, mientras el movimiento estudiantil de 1968 represent unprimer cuestionamiento de dicho ciclo y la bsqueda de nuevos derroteros polticos y sobre todo culturales para el pas. A lo largo de este artculo mostraremos algunas posibilidades de contado entre las miradas de los investigadores y los periodistas, as como las de sus inevitables desencuentros. CO l.l .C?; EL SURGIMIENTO DE UNAFOTO-HISTORIA ENMXICO5 5, La incorporacin de la imagen en general y la fotografa en particular como do- cumentos para la investigacin histrica ha tenido que enfrentar los prejuicios 4 de una historiografa occidental basada, casi exclusivamente, en el documento a escrito, algo que ha mostrado recientemente Peter Burke [2001]. 8 El reconocimiento a la fotografa por parte de la mirada histrica y museo- J grfica, as como la primera exposicin fotogrfica con Beaumont Newhall en.$ 9 el Museo de Arte Moderno en Nueva Yorken 1937, legitimaron el quehacer de? S!los profesionales de la lente y aceler la revisin histrica de archivos pblicos y privados en Europa, Norteamrica y Amrica Latina [2002]. %'4.4% Enel terreno acadmico yen lo que se refiereaMxico,lainvestigacin: fotohistrica ha crecido notablemente a partir de los ochenta del siglo pasado. 2 i Lalabor de los investigadores en general y los historiadores en particular se ha 5 centrado tanto en rescatar la obra de algunos autores como en comprender pro- blemas relevantes de la historia poltica y cultural del pas. C Un avance interesante de estos trabajos puede verse en el nmero dedicado 5 a Mxico por la prestigiada revista Histoy of Photography,correspondiente a la primavera de 1996, publicada porla Universidad de Oxford y coordinada en 2 .- aquella ocasin por el investigador John Mraz, en su calidad de editor invitado. 5 Dicho nmero incluy la reflexin de algunos destacados historiadores, escrito- res y antroplogos tanto mexicanos como extranjeros sobre la realidad mexica- na, lo que permiti la revisin de algunos aspectos investigados por esta historia en las dos ltimas dcadas del siglo pasado, y la visualizacin de distintos pro- blemas relevantes para la historiografa del pas.' De hecho, a partir de los ochenta la renovacin alcanz a la academia y se produjeron importantes aportaciones como resultado de seminarios de tesis e investigaciones de posgrado. Un grupo importante de trabajos irrumpi en la escena editorial y fue publicado por distintas universidades y editoriales2 Con ello, la foto adquiri carta de identidad en la academia mexicana y fue- ron cada vez ms frecuentes las propuestas de investigacin que rescataron un uso documental y crtico de las imgenes fotogrfica^.^ Una vertiente paralela que contribuy a revalorar el trabajo de los fotgrafos ha atravesado espacios tan distintos como los museos o las mesas de redaccin de los peridicos. Respecto a los primeros, cabe destacar la manera en cmo a partir de los ochenta algunos departamentos de fotografa comenzaron a cam- biar sus clasificaciones temticas y las sustituyeron por ndices autora le^.^ $ Hictory ofPkotography, nm. 20, marzo de 1996, editado por John Mraz. Otras publicaciones colectivas que reforzaron este proceso fueron el Dossier de la revista Cuicuilco, nm.13, y " la obra de Momoy [2003]. En ambos pueden consultarse distintos avances de investigacin .$ sobre estos temas, realizados en la ltima dcada del siglo m. Entre otros, caben mencionar los trabajos de Aguilar 119961, Canales 119981, Mass [1998], Ama1 [2001], Figarella [2002], Gonzlez [2003], Dorotinsky [2003] y Monroy [2003]. Estos au- 8 tores elaboraron su reflexin sobre la brecha abierta por Casanova y Debroise 119871, un su- $ gerente ensayo sobre los orgenes de la fotografa en Mxico. No est por dems decir que las listas que aqu se proporcionan no poseen un carcter exhaustivo y enfatizan la aportacin y .- peso de una generacin en este tipo de temas. Estamos conscientes de haber omitido textos -? Pque representan aportaciones importantes al tema pero, por razones de espacio, resultaran 1) imposibles de describir en este artculo. .g Este desarrollo ha implicado ladiversificacin de aparatos crticos en donde c d u y e nla hermenetica y la semitica con otro tipo de disciplinas y consideraciones tericas y meto- dolgicas, procedentes tanto de la historia social y cultural como de la historia del arte. Al ' respecto vase a Mirzoeff [2005:77-961. E'-3Estos cambios en las lecturas e interpretaciones hacia las fotografas se producen y renuevan constantemente, como parte de nuevas premisas generadas desde la perspectiva del presen- 5 te. Al respecto, resulta significativo el notable ejemplo sobre el caso de Teresa Capac, una 5 mujer de la lite peruana que se retrat en Lima en los sesenta del siglo m posteriormente - 4 viaj a Europa y conserv su foto como una prueba de prestigio, estatus y reconocimiento 8social obtenidos en su natal Per. Dicha imagen puede consultarse un siglo y medio despus -.- Uen el Museo del Hombre, en Pars, bajo laetiqueta "Tipos raciales".Alrespecto, vase a .- 5Poole [1997:76-791. h FRONTERA IMAGINARIA En el segundo caso, resulta importante verificar el auge del llamado "nuevo fotoperiodismo",que rescat loscrditos de los fotgrafos y propuso nuevas miradas editoriales capaces de revisar las imgenes ycompartirlas desde los lectores con otros enfoques y alternativas crticas [v. Debroise, 1994:21-24; Mraz, 1996.46-901. Como parte de este proceso, durante los ochenta result cada vez ms fre- cuente laincursin de los fotoperiodistas en galeras artsticas y exposiciones museogrficas. Al respecto, cabe mencionar el siguiente ejemplo: Rodrigo Moya, uno de los fotoperiodistas ms importantes de mediados del siglo xx ha decla- rado que durante su periodo profesionalmente activo, entre 1955 y 1968, nunca tuvo una exposicin individual de su trabajo en galera o museo alguno; es ms: ni siquiera se le ocurri tal idea, toda vez que la norma en aquella poca sealaba que el mejor espacio para la foto era el propio peridico en donde se laboraba y ese era el ms grande premio para cualquier fotgrafo [entrevista personal, 9 de junio de 20061. En la actualidad y en contraste bsico para este anlisis, puede sealarse que fotgrafos documentalistas, por ejemplo Francisco Mata Rosas o Eniac Martnez Ulloa,quienes cuentan con todaunatrayectoria fotoperiodstica, trabajan sus ensayos fotogrficos durante varios aos, los publican como libros y los exponen m en galeras y museosa manera de resultado natural derivado de sus propiosE procesos de trabajo [2000].2 z z 8 LA RWOLUCI~NMEXICANAYLACONSTRUCCI~NDEUNICONO $ La irrupcin de la violencia revolucionaria en 1910 con lderes como Francisco 1. 2 Madero, Venustiano Carranza, lvaro Obregn, Francisco Villay Emiliano Za- 8 pata, y la transformacin de aqulia en instituciones estables un par de dcadas $ despus, representa el acontecimiento fundador de la historia poltica y cultural .E .- del Mxico contemporneo.T L Todava en la actualidad, los tres partidos polticos ms importantes del pas, + es decir el Partido Revolucionario Institucional (PRI),el Partido de la Revolu- cin Democrtica (PRD) y el Partido Accin Nacional (PAN),reivindican desde sus! 2 distintas posturas polticas e ideolgicas a estos prceres de la Revolucin. Los dos primeros que representan, al menos en el discurso, una poltica de centro- \E izquierda, llevan presente a la Revolucin incluso en sus propias siglas. c 2- ElPANreivindica a nivel discursivo la tradicin democrtica de Francisco 1.Madero; el m se identifica con los grupos sonoremes que triunfaron en el movi- 5 miento armado, representados por Alvaro Obregn y Plutarco Elas Calles;y el PRD alimenta la leyenda de los hroes revolucionarios derrotados que se convirtie- 2 .- ron en figuras de la cultura popular, esto es, Francisco Villa y Emiliano Zapata 5 La primera revolucin social del siglo xx fue ampliamente recreada por fot- grafos aficionados y profesionales, locales y extranjeros, quienes divulgaron sus imgenes en tarjetas postales, estereoscpicas, lbumes familiares, peridicos y revistas ilustradas. A lo largo de la Revolucin adquirieron notoriedad y visibili- dad nuevos actores sociales, provenientes en su mayora de las clases populares, que en los aos anteriores haban sido omitidos y,en el mejor de los casos, capta- dos bajo el sesgo de ciertas visiones estigmatizadoras o folclorizantes, como las miradas criminolgica y antropomtrica caractersticas de finales del siglo m. Distintos fotgrafos nacionales y extranjeros cubrieron las campaas de los lderes revolucionarios, como reporteros de guerra o por una cercana muy es- trecha con la violencia cotidiana y los campamentos y batallas revolucionarias, y aportaron su visin de los acontecimientos con miradas profundas y complejas. Francisco 1. Madero, en la etapa de su levantamiento armado en la frontera norte de Mxico; y Francisco Villa, en su calidad de comandante de la Divisin del Norte, representaron probablemente los dos casos de lderes con una con- ciencia ms clara en torno al poder meditico de las imgenes. El caso opuesto ocurri con Erniliano Zapata, quien careci de una estrategia poltica en torno a la divulgacin de su figura. Toda una irona, si consideramos que casi un siglo m despus un "discpulo" suyo llev hasta el extremo el manejo propagandstico en los medios en Chiapas? 3 Un fenmeno de recuperacin oficial de la memoria fotogrfica revoluciona- : ria en Mxico puede ubicarse en 1978, al crearse la Fototeca Nacional, para lo cual " se rescat como sede el convento de San Francisco, en Hidalgo, y se adquiri for- $ malrnente el archivo fotogrfico de la Agencia Casasola, en donde se encontraba