Formas noclásicas dedeficienciadehormonadecrecimiento · éxito de un enanismo hipofisario con hGH...

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Bol Pedíatr 1991; 32: 239 - 253 Formas no clásicas de deficiencia de hormona de crecimiento JESUS Pozo ROMAN° INTRODUCCION En 1956, LI Y PAPKOFF (1) aislan y caracterizan la hormona de crecimiento humana (hGH). En 1958, RABEN publi- ca el primer caso de tratamiento con éxito de un enanismo hipofisario con hGH extraída a partir de hipófosis de cadáveres (2) y al año siguiente, KNO- BIL (3) confirma que sólo la GH de pri- mates, que tiene características bioquí- micas diferentes de la de los no prima- tes, es activa biológicamente en el hom- bre. A partir de ese momento, y dada la escasa disponibilidad de GH extractiva (4), los tratamientos que se realizan y los criterios diagnósticoss que se emple- an son sumamente restrictivos. Este pro- blema se palía, parcialmente, durante los años setenta con la creación de comités nacionales encargados de la recogida coordinada de hipófisis y la comercialización, por parte de las com- pañías farmaceúticas, de la hGH de ori- gen extractivo. En los primeros años de la década de los ochenta se recogían alrededor de 300.000-400.000 hipófisis en todo el mundo, lo que suponía unos 5-6 millones de DI (5) y la posibilidad de tratar, no sólo a aquellos pacientes con un déficit completo (déficit clásico), sino también a pacientes con afectación menos marcada de la secreción de GH ya grupos con alteración idiopática del crecimiento. En 1985, gracias al desarro- llo de la tecnología recombinante del ADN (6,7), se comercializa la hGH de origenbiosintético lo que posibilita, definitivamente, la disponibilidad de cantidades ilimitadas de hGH y su posi- ble aplicación terapéutica en otras for- mas de hipocrecimiento en las que, hasta ese momento, era impensable su utilización. SECRECION DE HORMONA DE CRECIMIENTO Simultáneamente con el incremento en la disponibilidad de hGH se produ- cía un aumento concomitante en el conocimiento de las características de su secreción y de los mecanismos que regulan su secreción y actuación a nivel de los tejidos periféricos. Uno de los mayores avances, en este sentido, lo constituyó el descubrimiento y aisla- miento, en 1984, del factor hipotalámico liberador de GH (GHRH) (8, 9). Hoy día sabemos que la secreción de GH está regulada por un complejo sistema de control neuroendocrino con intrincadas relaciones entre sus compo- nentes: sistema nervioso central (SNC), hipotálamo, hipófisis anterior, órganos diana y tejidos periféricos (10) (Fig. 1). El controlador final de la secreción y de sus características es el SNC (11); este control lo realiza a través de la libera- ción e interación de, al menos, dos neu- ropéptidos hipotalámicos con acciones contrapuestas: el GHRH (hormona libe- radora de GH) y la somatostatina o SRIH (hormona inhibidora de la secre- ción de GH) (12). La actuación de estos dos péptidos está, a su vez, modulada por otros neuropéptidos y neutrotrans- misares cerebrales y por determinadas substancias periféricas, como hormonas (esteroides sexuales, hormonas tiroi- ° Unidad de Crecimiento, Endocrinología y Metabolismo. H. -NiñoJesús-. Madrid. Conferencia pronunciada en el IV Memorial Profesor «Guillermo Arce».

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Bol Pedíatr 1991; 32: 239 - 253

Formas no clásicas de deficiencia de hormona de crecimiento

JESUS Pozo ROMAN°

INTRODUCCION

En 1956, LI Y PAPKOFF (1) aislan ycaracterizan la hormona de crecimientohumana (hGH). En 1958, RABEN publi­ca el primer caso de tratamiento conéxito de un enanismo hipofisario conhGH extraída a partir de hipófosis decadáveres (2) y al año siguiente, KNO­BIL (3) confirma que sólo la GH de pri­mates, que tiene características bioquí­micas diferentes de la de los no prima­tes, es activa biológicamente en el hom­bre. A partir de ese momento, y dada laescasa disponibilidad de GH extractiva(4), los tratamientos que se realizan ylos criterios diagnósticoss que se emple­an son sumamente restrictivos. Este pro­blema se palía, parcialmente, durantelos años setenta con la creación decomités nacionales encargados de larecogida coordinada de hipófisis y lacomercialización, por parte de las com­pañías farmaceúticas, de la hGH de ori­gen extractivo. En los primeros años dela década de los ochenta se recogíanalrededor de 300.000-400.000 hipófisisen todo el mundo, lo que suponía unos5-6 millones de DI (5) y la posibilidadde tratar, no sólo a aquellos pacientescon un déficit completo (déficit clásico),sino también a pacientes con afectaciónmenos marcada de la secreción de GHya grupos con alteración idiopática delcrecimiento. En 1985, gracias al desarro­llo de la tecnología recombinante delADN (6,7), se comercializa la hGH deorigenbiosintético lo que posibilita,definitivamente, la disponibilidad decantidades ilimitadas de hGH y su posi-

ble aplicación terapéutica en otras for­mas de hipocrecimiento en las que,hasta ese momento, era impensable suutilización.

SECRECION DE HORMONA DE CRECIMIENTO

Simultáneamente con el incrementoen la disponibilidad de hGH se produ­cía un aumento concomitante en elconocimiento de las características desu secreción y de los mecanismos queregulan su secreción y actuación a nivelde los tejidos periféricos. Uno de losmayores avances, en este sentido, loconstituyó el descubrimiento y aisla­miento, en 1984, del factor hipotalámicoliberador de GH (GHRH) (8, 9).

Hoy día sabemos que la secreciónde GH está regulada por un complejosistema de control neuroendocrino conintrincadas relaciones entre sus compo­nentes: sistema nervioso central (SNC),hipotálamo, hipófisis anterior, órganosdiana y tejidos periféricos (10) (Fig. 1).El controlador final de la secreción y desus características es el SNC (11); estecontrol lo realiza a través de la libera­ción e interación de, al menos, dos neu­ropéptidos hipotalámicos con accionescontrapuestas: el GHRH (hormona libe­radora de GH) y la somatostatina oSRIH (hormona inhibidora de la secre­ción de GH) (12). La actuación de estosdos péptidos está, a su vez, moduladapor otros neuropéptidos y neutrotrans­misares cerebrales y por determinadassubstancias periféricas, como hormonas(esteroides sexuales, hormonas tiroi-

° Unidad de Crecimiento, Endocrinología y Metabolismo. H. -NiñoJesús-. Madrid.

Conferencia pronunciada en el IV Memorial Profesor «Guillermo Arce».

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deas y adrenales) y factores de creci­miento (1). De la delicada interrelaciónde GHRH y SRIH resulta un patrón desecreción pulsátil. Alrededor de 4-8excursiones pulsátiles se detectan a lolargo del día cuando se utilizan técnicasconvencionales con toma de muestrascada 20-30 minutos 03, 14); sin embar­go, a medida que se incrementa la fre­cuencia del muestreo, se observa unasecreción pulsátil de alta frecuenciadentro de los picos secretorios mayores(5). Durante los períodos interpulsolos niveles de GH se sitúan próximos opor debajo de los límites de sensibilidaddel radioinmunoensayo (RIA) conven­cional (aproximadamente 0.5-1 ng/m1) ,mientras que durante los picos, estosniveles, suelen situarse alrededor de los20 ng/ml; si bien, pueden alcanzar los50 ng/ml, e incluso más, sobre todo ensujetos jóvenes. La mayor parte de lasecrección de GH se produce, caracte­rísticamente, durante la noche y encorrelación con las fases electroencefa­lográficas de ondas lentas, pero pulsosde considerable magnitud pueden apa­recer, en cualquier momento y demanera impredecible, a lo largo del día(13, 16, 17). Este patrón básico desecreción está modulado por una multi­tud de influencias: ciclo vigilia-sueño,actividad, estrés, aporte de nutrientes,estado de nutrición, composición corpo­ral, edad, sexo, y probablemente porotros factores que desconocemos. Des­graciadamente también desconocemos,en gran medida, los mecanismos fisioló­gicos y fisiopatológicos que determinanel patrón de secreción y las vías a travésde las cuales los distintos factores lomodifican y modulan.

El estado de nutrición es uno de losfactores más importantes a la hora dedeterminar el patrón de secreción de laGH. En los estados de malnutrición yayuno se observa un incremento de losniveles medios de GH 08, 19). La obe­sidad, por el contrario, determina unadisminución marcada de estos niveles,

que se manifiestaa, incluso, en la escasao nula respuesta a estímulos farmacoló­gicos y GHRH (20, 22).

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FIG. 1. Mecanismo de acción y de retrocon­trol de la secreción de GH (RcAC: retrocontrol de

asa corta; RcAL: retrocontrol de asa larga; RcAUL:retrocontrol de asa ultracortaJ

En el momento del nacimiento losniveles GH son muy altos, disminuyen ypermanecen más o menos estables a lolargo de la infancia (23-26). La llegadade la pubertad determina un incrementode los niveles de GH a expensas de unamayor amplitud de los pulsos de secre­ción (27). Una vez finalizada la puber­tad, los niveles de GH tienden a des­cender (26).

Una vez que la GH es liberada a lasangre, se une a proteínas trasportado­res (GHBPs) (28) y actúa mediante suunión a receptores específicos de la

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membrana celular (29). La acción bioló­gica más importante de la GH es la deestimular el crecimiento longitudinal delhueso; ésta, como muchas de sus otrasacciones, la realiza, como fue propuestoen el año 1957 por SALMüN y DAU­GHADAy (30), a través de la síntesis deunas proteínas de estructura muy seme­jante a la de la proinsulina, las, por ello,denominadas IGFs Cinsulin-like growthfactors - factores de crecimiento seme­jantes a la insulina) o también somato­medinas, de las cuales la más importan­te es la IGF-I o somatomedina C. Noobstante, trabajos más recientes indicanque la GH actúa también de una mane­ra directa sobre el cartílago de creci­miento (1). Aunque el hígado es lamayor fuente de producción de somato­medinas, estos péptidos son sintetizadosen multitud de tejidos, incluida la placade crecimiento (32), desde los que pue­den ser liberados al torrente circulatorioo desempeñar a nivel local funcionesau tocrinas o paracrinas 01, 33). LosIGFs también circulan en la sangre uni­dos a proteínas trasportadores específi­cas (IGF-BPs) (34), cuya función bioló­gica, al igual que la de las proteínastransportadores de GH, es sólo parcial­mente conocida.

VALORACION DE LA SECRECION DE GH

En los últimos años numerosos estu­dios clínicos de tratamiento con hGHhan sido llevados a cabo en diferentesgrupos de pacientes con talla baja ynuevas metodologías aplicadas al estu­dio de la secreción y de sus mecanis­mos de control; sin embargo, el diag­nóstico de déficit de GH (DGH) siguesiendo incierto. Nuevos aspectos hansurgido en los últimos años que handespertado considerable interés por susposibilidades diagnósticas: estudio dereceptores, niveles de GHBPs y IGF­BPs, tecnología recombinante del ADNaplicada al estudio de los déficits con­génitos, análisis de variantes molecula-

res de GH, etc; sin embargo, y desde unpunto de vista práctico, el diagnósticode DGH sigue basándose en tres tiposde pruebas:

a) Test de estimulación

Hasta los años sesenta en que seintrodujo el RIAA para determinar losniveles de GH en plasma (35), el diag­nóstico de déficit de GH se basaba encriterios clínicos y antropométricos.Pronto se observó que en niños norma­les era habitual encontrar niveles basa­les de GH bajos y, con frecuencia, inde­tectables, y con ello la necesidad devalorar la respuesta de GH frente a estí­mulos fisiológicos (ejercicio, sueño) ofarmacológicos (hipoglucemia insulíni­ca, arginina, glucagón, clonidina, L­dopa, etc.) (36). Debido a que la res­puesta a los distintos estímulos en suje­tos normales mostró resultados discor­dantes, s estableció como criterios deDGH, además de los parámetros clíni­cos, la falta de una respuesta «aceptable»al menos a dos estímulos de provoca­ción (36, 37). El problema residía, yreside, en establecer cuáles son esosniveles «aceptables» de respuesta. Ini­cialmente, y como consecuencia de laescasa disponibilidad de GH, se consi­deró que una respuesta? 7 ng/ml acualquier test indicaba una secreciónnormal y que una respuesta < 3 ng/ml,en al menos dos test, evidenciaba undéficit de GH (36). Se postuló que losniños con respuestas intermedias podríanconstituir formas de «déficit parcial»,sobre todo al constatarse que el trata­miento con GH, de algunos de ellos,determinó una respuesta similar a la delos niños considerados como déficitscompletos (38). La rigidez de estos cri­terios respondía a la falta de GH y fuemodificándose a medida que las canti­dades disponibles de ésta fueron incre­mentándose. En la actualidad, en lamayoría de los países se asume comonormal una respuesta? 10 ng/ml y se

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considera que hay: a) un déficit total,cuando la respuesta a dos pruebas far­macológicas es inferior a 5 ng/ml, y b)un déficit parcial, cuando ésta se sitúaentre 5 y menos de 10 ng/ml (39-41).Los criterios diagnósticos son, pues,cuando menos arbitrarios y, en sentidoestricto, el término de déficit total deGH debería reservarse para aquellosniños, que como consecuencia de unadelección del gen de la GH, son incapa­ces de sintetizarla; además, muchos deestos niños, con supuesto déficit com­pleto de GH, responden normalmente ala administración de GHRH (42), refle­jando, posiblemente, que la localizaciónde la l~sión es hipotalámica y no hipofi­saria ,43): En' cualquier caso, la repuestaa GHRH en sujetos normales y patológi­cos es muy variable y puede depender,aparte de la existencia o no de un défi­cit, de los niveles hipofisarios de SRIHen el momento de la prueba.

b) Análisis de la secreción espontánea

El estudio de la secreción espontá­nea de GH a lo largo de las 24 horasdel día, o en períodos más cortos, apro­vechando el predominio nocturno de lasecreción, se ha venido realizandodesde la década de los sesenta. Variosmétodos de análisis computarizado sehan desarrollado de cara a estudiar, nosólo los niveles medios de secreción,sino las características de ésta en lo quese refiere a: número y amplitud de lospicos de secreción, cantidad de GHsecretada en forma pulsátil, área totalbajo la curva de secreción, etc. (44, 45).Sin embargo, su importancia clínica seha incrementado en los últimos añoscomo consecuencia de: a) la publica­ción de algunos trabajos que sugieren laexistencia de una correlación positivaentre la talla y la velocidad de creci­miento con la cantidad de GH total ysecretada en forma de pulsos (46-50); yb) el hallazgo, en algunos pacientes conalteración del crecimiento y que respon-

den normalmente a los test de estimula­ción farmacológica, de una secreciónespontánea disminuida (51). Este últimopunto indicaría que una respuesta nor­mal a los test de estimulación no garan­tiza que un paciente secrete espontá­neamente la cantidad de GH suficientepara un crecimiento normal (52) y quelos test sólo reflejan el potencial desecreción, y no la secreción real (47).Sin embargo, no todos los autoresencuentran esta correlación entre talla ovelocidad de crecimiento y secreciónespontánea (51, 53, 54), ni todos estánde acuerdo en que el estudio de éstatenga una mayor fiabilidad diagnósticaque los test de estimulación clásicos(56, 57) o la simple evaluación clínica yantropométrica del paciente (58). Enapoyo de esta tesis está el hecho deque la secreción espontánea de GHmuestra una gran variabilidad en sujetosnormales, normales con talla baja y condéficit de GH, lo que determina unsolapamiento entre los distintos grupos(53, 56). Por otra parte, y como en elcaso de los test de estimulación, estánpor establecer, de una manera clara,cuáles son, si es que existen, los crite­rios que definen una secreción normalen función del sexo, de la edad y delestadio puberal. La mayoría de los auto­res consideran como normal una secre­ción media ~ 3 ng/ml (51, 52).

Para terminar de complicar la eva­luación de los criterios diagnósticos,éstos se establecieron cuando práctica­mente todos los laboratorios utilizabanun mismo RIA; en la actualidad sonmuchos los disponibles, los coeficientesde variación interensayo son altos, hastaun 10 %, Y las diferencias de resultadosentre ellos pueden ser tan marcadascomo del 100 % e incluso mayores (59).Todo ello dificulta sobremanera la com­paración de resultados entre los distin­tos grupos e indica la necesidad, a lahora de valorar un paciente, de dispo­ner de controles propios.

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Otra aproximación diferente al análi­sis de la secreción espontánea de GH esel estudio de sus niveles en orina de 12­24 horas (60). Esta forma de estudiar lasecreción, además de ser incruenta ymostrar una buena correlación con losniveles medios de secreción (61), pre­senta otras indudables ventajas: menorcoste, mayor comodidad para el pacien­te y posibilidad de repetición en unmismo paciente en varias ocasiones; sinembargo, adolece de la misma variabili­dad y solapamiento de resultados entrelos distintos grupos de pacientes y con­troles y, además, no permite analizar elpatrón de pulsatilidad, que parece serdeterminante en el crecimiento, almenos en animales de experimentacióncomo la rata (62).

Los datos acumulados indican que lasecreción de GH es un «continuum»entre el déficit completo y la normali­dad, en el que no es posible establecerun punto de ruptura que permita dife­renciar una secreción «suficiente» o«insuficiente» (63). De ahí que la valora­ción clínica y antropométrica siga sien­do hoy día una herramienta fundamen­tal a la hora de evaluar a un niño conhipocrecimiento (Fig. 2).

e) Niveles de IGF-I

La somatomedina e o IGF-I, que escomo se denomina actualmente a estefactor de crecimiento, es una proteínacuya dependencia de la GH estáampliamente demostrada (64); no obs­tante, sus niveles son también muyinfluenciados por otros factores como:la edad cronológica, el estadio puberaly la nutrición. Un adecuado estado denutrición es un prerrequisito indispensa­ble para que la GH incremente la tasade IGF-I (65). En el momento del naci­miento sus niveles son bajos y se vanincrementando muy lentamente a lolargo de la infancia, para, al llegar a lapubertad, y coincidiendo con el ascensode los niveles de GH, experimentar unmarcado ascenso; en la edad adulta,descienden nuevamente al rango prepu­beral (66). La medida de su tasa plasmá­tica basal se ha intentado utilizar comométodo indirecto de valoración de lasecreción de GH y, por tanto, comométodo de despistaje de los pacientesdeficitarios; desgraciadamente, tambiénsus niveles muestran un solapamientomarcado entre pacientes hipopituitarios,niños normales con talla baja y niñoscon talla normal, sobre todo por debajo

--.. DPGH

--t..~DNSGH

--tI"~ DTGH

- Talla inferior a -2,3 DS (P 1)

- Velocidad de crecimiento < P 25

- Edad ósea retrasada más de 2 DS

M Test farmacológicos (al menos 2) con respuesta < 5 ng/ml I

~ Test farmacológicos (al menos 2) con respuesta entre 5-10 ng/mll

~Test farmacológicos con respuesta> 10 ng/ml y

secreción espontánea disminuida (media < 3 ng/ml)

FrG. 2. Criterios auxológicos y bioquímicos de deficiencia de GH (DTGH déficit

total, DPGH déficit parcial; DNSGH disfunción neurosecretora de GH).

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de los 5 años (67); por lo que es pocoútil, sobre todo a la hora de identificarpacientes atípicos o dudosos.

CLASIFICACION DE LOS DEFICITS DE GH

Dejando aparte clasificaciones etioló­gicas, y considerando fundamentalmen­te los aspectos clínicos y las característi­cas de la secreción de GH, R.M. BLIZ­ZARD (68) clasifica los déficits de éstahormona en tres grupos:

a) Déficit clásico de GH. Seríanaquellos pacientes con un déficit hor­monal inequívoco tanto clínico comobioquímico. El ejemplo más claro seríanlos pacientes con deleción del gen de laGH. Su aspecto fenotípico, sobre todoen los casos congénitos o de apariciónen los primeros años de la vida, escaracterístico: talla baja, adiposidadtroncular y aspecto más infantil del quepor la edad les correspondería.

b) Déficit no-clásico de GH Seríanaquellos pacientes con un déficit hor-

monaal "parcial» o cuestionable. Dentrode éste grupo tendrían cabida variasentidades que comentaremos posterior­mente con más amplitud: el déficit par­cial, la disfunción neurosecretora de GH(DNSGH) y posiblemente también elretraso constitucional del desarrollo yde la pubertad (RCDP) y la talla baja decausa psicosocial.

c) Síndromes semejantes al DGH(síndromes DGH-like). Son pacientesque en la mayoría de los casos tienenun aspecto fenotípico de déficit clásico,pero en los que los niveles de GH sonnormales e incluso elevados. Los nivelesde IGF-I pueden encontrarse elevados,disminuidos o normales, dependiendodel síndrome específico (Tabla 1).

Otra aproximación diagnóstica muysimple, pero eminentemente práctica ala hora de valorar qué pacientes sonsusceptibles de beneficiarse con un tra­tamiento con GH exógena, y que surgede la ya comentada dificultad en la defi-

TABLA 1. Síndromes de DGH-like

Basal Tras GH

GH IGF-I GH-BP ve IGF-I Etiopatogenia Ref.

• Síndrome de NoA D Ausente NM NM • Receptor de GH 69-71Laron ausente o no

funcionante (AR)• Pigmeos NoA D D NM • ¿Déficit parcial del 72, 73

(Africa) receptor de GH? o¿déficit de GH-BP?

• Montaña OK NoA N D • ¿Déficit parcial del 74(Nueva Guinea) receptor de GH? o

¿déficit de GH-BP?• GH Inactiva NoA D N A A • GH inactiva 75, 76

biológicamente peroinmunorreactiva

• Resistencia al NoA A N NM NM • ¿Disminución de la 77, 78IGF-I afinidad del receptor?

• N: Normal; A: Aumentada; D: Disminuida; NM: no se modifica; ve: Velocidad de crecimien­to; AR: autosómico recesivo; ?: desconocido.

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nición del DGH, es la sugerida por MIL­NER (79, 80). Este autor propone, enfunción de la respuesta a los test con­vencionales de GH y la presencia o node las manifestaciones auxológicascaracterísticas de los déficits de GH (enespecial el ritmo de crecimiento lento),

diferenciar tres categorías de pacientes:normales, con secreción deficitaria ycon secreción insuficiente (Fig. 3). Casitodos los pacientes deficitarios y unporcentaje variable de los insuficientesresponderán positivamente a la adminis­tración de GH exógena.

- No criterios auxológicos de DGH- Respuesta normal a los test de estimulación

- Criterios auxológicos de DGH presentes- Respuesta parcial o normal a los test de

estimulación

- Criterios auxológicos de DGH presentes- Respuesta claramente patológica a los test

de estimulación

Fig. 3. Clasificación de los estados de secreción de GH (Milner, 1986)

DEFICIT PARCIAL DE GH

El concepto de déficit parcial, comoya hemos comentado, es un conceptoarbitrario y sujeto a discusión que en laactualidad tiende a desaparecer para serincluido, junto con el déficit total, bajoel nombre genérico de DGH. No obs­tante, estos pacientes muestran algunasdiferencias respecto a los déficits tota­les, como es el hecho de no presentar,al menos de forma tan clara, el aspectofenotípico característico de éstos y el deque rara vez se presentan asociados aotros déficits hormonales hipofisarios(81). Esta entidad debe sospecharse encualquier niño con velocidad de creci­miento disminuida, sobre todo, si suedad ósea se encuentra retrasada. Pre­sentan una respuesta a los test de esti­mulación farmacológica intermediaentre la considerada normal y la propia

del déficit completo y los niveles deIGF-I se encuentran sólo ligeramentedisminuidos o en el rango bajo de lanormalidad (68). La secreción espontá­nea de GH se encuentra en la mayoríade los casos disminuida y se sitúa, en lamayoría de los casos, en un rango inter­medio entre el déficit clásico y el grupocontrol (52); si bien, se han descritopacientes con secreción espontáneadentro del rango bajo de la normalidad(56). No es posible, con los conoci­mientos actuales, explicar esta paradoja.Quizás, como postula ROSE y cols (56),estos niños necesiten unos niveles másaltos de GH, dentro del rango normal,para crecer a un ritmo adecuado y lapresencia de esta alteración sea mejorreflejada por los test de estimulación,que por la medida de la secreciónespontánea. Su respuesta al tratamiento

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con GH es similar (82) o ligeramenteinferior a la de los déficits totales (83,84).

DISFUNCION NEUROSECRETORA DE GH

La asociación de velocidad de creci­miento disminuida con alteraciones enla secreción espontánea de GH y res­puesta normal a los test de estimula­ción, fue descrita por BLATT y cols.(85) en 1984, en niños con leucemialinfoblástica aguda que habían recibidoirradiación craneal profiláctica. Poste­riormente, SPILIOTIS y cols. (51)demuestran la existenciaa de alteracio­nes similares en niños no irradiados conalteración del crecimiento y postulan laexistencia, en este grupo de pacientes,de anomalías en la neurorregulación dela secreción de GH. Denominan al cua­dro "disfunción neurosecretora de GH" yestablecen como criterios diagnósticos:1) talla inferior al P 1, 2) velocidad decrecimiento =::; 4 cm/año, 3) edad ósearetrasada ~ 2 años respecto a la edadcronológica, 4) respuesta normal a lostest de provocación de GH (pico > 10ng/ml), 5) niveles bajos de SmC y 6)alteración del patrón de secreciónespontánea de GH. El tratamiento decon GH exógena determinó, en 6 de los7 pacientes estudiados, un marcadoincremento de la velocidad de creci­miento y de las tasas de SmC. Un añomás tarde, en 1985, ZADIK y cols. (47)encuentran hallazgos similares al estu­diar 71 pacientes con talla baja y test deprovocación normales y demostrar queun 45 % de ellos presentaban una con­centración integrada de GH en el rangodel grupo con déficit clásico. Estudiosposteriores (86) demostraron que lospacientes con DNSGH tienen un picode respuesta a los test de estimulaciónde GH intermedio entre los déficits clá­sicos de GH yel de los sujetos control yque responden (pico ~ 10 ng/ml) mejora clonidina (59 % vs 82 % de los contro­les) y GRF (75 % vs 93 % de los contro-

les) que a hipoglucemia insulínica 09% vs 78 % de los controles). El análisisde la secreción espontánea con méto­dos computarizados (87) demuestra laexistencia de una pulsatilidad disminui­da a expensas de una disminución en elnúmero y amplitud de los pulsos desecreción (86, 88) que condiciona unadisminución de la secreción total, valo­rada como área bajo la curva de secre­ción, y de la secreción pulsátil, valoradacomo área bajo los picos.

La respuesta de este grupo depacientes a la terapia con GH exógenaes similar a la de los pacientes con défi­cit clásico (88, 89) o, como en el casode los déficits parciales, ligeramenteinferior (90).

RETRASO CONSTITUCIONAL DEL DESARROLLO

y DE LA PUBERTAD

El concepto de RCDP es un concep­to puramente estadístico; de forma que,un paciente se considera que tiene unRCDP cuando no ha iniciado la puber­tad en el momento en que el 97 % de lapoblación ya lo ha hecho; o lo que eslo mismo, cuando un niño no ha alcan­zado un volumen testicular de al menos4 mI a los 14 años y una niña no ha ini­ciado el desarrollo mamario a los 13años (91). El retraso en el inicio de lapubertad no es un hecho aislado, sinoque responde, en la mayoría de loscasos, a un patrón hereditario de creci­miento y desarrollo (alrededor del 60-90% de los pacientes tienen antecedentesfamiliares de retrasso puberal). Estepatrón se manifiesta ya en los primerosaños de la infancia y que se va a carac­terizar clínica y auxológicamente por: 1)talla baja o en los límites de la normali­dad, 2) una velocidad de crecimientonormal, salvo en la edad preescolar yen los años previos al inicio de lapubertad en que el ritmo de crecimien­to es característicamente bajo, 3) retra­so, a veces muy marcado, de la madura-

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ción ósea (superior a dos años), y 4)retraso en el inicio de la pubertad supe­rior a dos años respecto a la media dela población. Característicamente es unvarón (el RCDP es más frecuente envarones o al menos es un motivo deconsulta más frecuente en ellos) quenace con un peso y una talla normalesy que crece a un ritmo normal hastaaproximadamente el año o los dos añosde vida; en ese momento su velocidadde crecimiento se enlentece y su madu­ración ósea se retrasa de forma paralela.Ello determina que su talla, al inicio delperíodo escolar, se sitúe en los límitesinferiores de la normalidad o por deba­jo de éstos, dependiendo en gran mane­ra de la talla media familiar. A partir deese momento, crece a un ritmo normalhasta la edad en que normalmente seinicia la pubertad, en que nuevamentesu ritmo de crecimiento disminuye hastaque se produce el estirón puberal, conun retraso aproximado de 2-4 años res­pecto a la media de la población. Latalla definitiva que alcanza suele seradecuada para su talla familiar.

Aunque más que una enfermedad, elRCDP representa uno de los extremosde la distribución gaussiana de la edadde desarrollo puberal, presenta gravesproblemas de diagnóstico diferencialcon el DGH Y con el hipogonadismohipogonadotrópico y, con frecuencia, esmotivo de preocupación para los padresy causa de problemas psicosociales parael niño. Además, no todos los autorescoinciden en la benignidad del cuadro ysugieren la existencia de un déficit realdeGH.

La mayoría de los autores aceptan laexistencia, como un hecho frecuente eneste grupo de pacientes, de un déficittransitorio de GH en el momento delretraso puberal (92-94). Es una realidadque un porcentaje de estos niños pre­sentan respuestas subnormales a lostest de estimulación, secreción espontá­nea disminuida y niveles bajos de IGF-I

(95) en los años que preceden a lapubertad y que se normalizan una vezque ésta se inicia o cuando son tratadoscon dosis puberales de esteroidessexuales (96-97). Por ello, se ha pro­puesto que una forma de diferenciarestos déficits transitorios del DGH seríarealizar los test de estimulación previaprimación con esteroides sexuales (98).Sin embargo, no todos los autores estánde acuerdo en ello, dado que algunosde estos niños, que incrementan susniveles de respuesta de GH tras la pri­mación esteroidea, no experimentanposteriormente un adecuado estirónpuberal (99).

Otros autores, en especial BIERICH(100), sostienen que la secreción insufi­ciente de GH, en estos pacientes, no esun hecho transitorio, sino permanente yque varios hechos sustentan esta tesis.Las tallas finales de algunos de estosniños, sobre todo los que tienen unaedad ósea más retrasada, se han encon­trado, en algunos trabajos, substancial­mente inferiores a las esperables enfunción de su talla familiar (101). Aun­que tras la primación esteroidea respon­den con cifras de GH por encima de losvalores considerados diagnósticos deDGH, estas respuestas son, en muchoscasos, de menor magnitud que las delos niños puberales normales (100). Porúltimo, BIERICH ha analizado la secre­ción espontánea nocturna de 133pacientes con RCDP, 87 de ellos prepu­berales, y encuentra que sus valoresmedios de secreción son aproximada­mente la mitad de los niños control acualquier edad y en cualquier estadiopuberal (102); en función de ello, pos­tula que: la talla baja y el retraso pube­ral de los pacientes con RCDP seríansecundarios a una reducción de lasecrección espontánea de GH y, portanto, que deberían ser tratados con GHexógena. Sin embargo, otros autores noencuentran esta disminución de lasecreción espontánea de GH en el pe­ríodo prepuberal (103) y aunque se ha

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demostrado que la GH exógena puedeincrementar el ritmo de crecimiento deestos pacientes (104), es una terapiamuy cara, no exenta de potencialesefectos secundarios, que requiere inyec­ciones diarias y de la que apenas tene­mos información, en lo que a estegrupo de pacientes se refiere, de losresultados a largo plazo sobre la tallafinal. No se suele considerar, pues, unaindicación de tratamiento con GH;máxime, cuando la mayoría de estosniños, sin tratamiento alguno alcanzanuna talla final normal (105) y existenotras alternativas terapéuticas más bara­tas, sencillas y efectivas para aquellosniños en los que el RCDP determinealteraciones psicológicas o de adapta­ción social lo suficientemente importan­tes como para requerir una intervenciónmédica, aparte de un adecuado apoyopsicológico (106). El tratamiento máshabitual en estos casos suele ser, envarones, la administración, durante unperíodo corto, de dosis bajas de oxan­drolona que aceleran la aparición delestirón puberal en aquellos niños enque ya se ha iniciado la pubertad; o laadministración de testosterona intramus­cular para inducir el inicio de ésta, enaquellos casos en que no se ha iniciado.En las raras ocasiones en que sea unaniña la que precise tratamiento, éste serealiza con estrógenos, de cara a inducirel desarrollo mamario y el inicio espon­táneo de la pubertad.

TALLA BAJA DE CAUSA PSICOSOCIAL

Este cuadro, conocido hace muchosaños, pero escasamente comprendido,constituye un síndrome caracterizadopor talla baja y/o retraso puberal en uncontexto de maltrato psicológico o deprivación afectiva y para el que no seencuentra otra explicación (107). Losprimeros antecedentes de este tipo depacientes se remontan al siglo XVIII yse refieren a casos de fallecimientos deniños en asilos infantiles. En 1947,

TALBOT describe niños con talla bajaque atribuye a alteraciones emociona­les y postula la existencia de un posi­ble déficit transitorio de GH, cuandolas técnicas para confirmar esta hipóte­sis no estaban todavía disponibles(108). En 1967, POWELL y cols. publi­can el estudio que podemos calificarde definitivo, en el que sientan lasbases del papel de los factores psicoló­gicos en el crecimiento infantil (109,110) Y que permitió que muchos deestos cuadros fueran, a partir de enton­ces, reconocidos.

La sintomatología que presentanestos niños puede ser más o menos abi­garrada (polifagia, polidipsia, enuresis,alteraciones del carácter y del sueño,coprofagia, etc.) en un contexto familiarde rechazo de los hijos y maltrato psico­lógico y/o físico. La malnutrición con osin signos de malabsorción y esteatorreaes relativamente frecuente. Sin embar­go, en la mayoría de los casos querefieren una historia clínica característi­ca de esteatorrea, las pruebas de labora­torio son incapaces de demostrar laexistencia de malabsorción (07). Apro­ximadamente en un 50-60 % de estosniños muestran anomalías endocrinoló­gicas, la más frecuente de las cuales esel DGH (111), que se manifiesta poruna disminución en la respuesta a lostest de estimulación ((110) y una tasade IGF-I disminuida (12); ambos pará­metros se normalizan rápidamente(DGH transitorio), una vez que elpaciente es separado del ambiente psi­cosocial desfavorable. Los datos dispo­nibles en lo que a secreción espontáneade GH se refiere, en estos niños, aunsiendo escasos muestran una disminu­ción marcada de la secreción media yde la amplitud de los pulsos secretorios(107, 13). Curiosamente, en estospacientes, se ha descrito una disminu­ción importante de las fases de ondaslentas en los estudios electroencefalo­gráficos de sueño (114), fases que,como está ampliamente demostrado,

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muestran una estrecha relación con lasecreción de GH.

El tratamiento de estos enfermospasa, ineludiblemente, por el cambiodel ambiente psicológico del niño; loque, en la mayoría de los casos, suponela separación del ambiente familiar,dada la incapacidad de la mayoría delos padres para modificar la actitudhacia sus hijos. Esta separación vaseguida de un crecimiento rápido derecuperación y de una normalización detodos los parámetros clínicos y de labo­ratorio. Desgraciadamente, el pronósticode estos niños, en lo que se refiere a la

estabilidad emocional y nivel de inteli­gencia, es pobre, sobre todo en aque­llos casos de diagnóstico tardío (115).Por último, los escasos intentos de trata­miento con GH exógena (116, 117),mientras permanecen en su ambienteadverso, han determinado un nulo omínimo incremento del ritmo de creci­miento, sin apenas aumento de losniveles de IGF-I; lo que indicaría laexistencia, al menos en algunos de lospacientes, de una resistencia periférica ala acción de la GH, que como otrasmuchas cuestiones, referidas a este cua­dro, permanecen sin aclarar.

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FORMAS NO CLÁSICAS DE DEFICIENCIA DE HORMONA DE CRECIMIENTO 253

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