Formas De Divina Misericordia Cómo Rezar la Coronilla de ... · Realizar obras de misericordia —...

2
US $14.95 Formas De Divina Misericordia del Beato Juan Pablo II 1. Hablarle de la miseri- cordia de Dios a la familia, a los amigos, y a los compañe- ros de trabajo que estén preo- cupados o inquietos. 2. Realizar obras de misericordia — y en este caso, la Iglesia nos da una lista práctica de obras de misericordia espirituales y corporales que podemos realizar (vean el margen). 3. Rezar para obtener misericordia. Recen por uste- des mismos, por su puesto, pero también por los demás. Naturalmente, las personas que conocen y quieren esta- rán al principio de su lista, pero recen por los extraños también. Recen por el mundo en general, que tan desespera- damente necesita la misericordia de Dios. Pueden seleccionar a alguien que sea espe- cialmente notorio, y rezar por que esa persona se aparte del mal y experimente la misericordia de Jesucristo. Santa Teresa, la Florecita, hacía eso: ella rezaba fervorosamente por un asesino condenado. Todo el tiempo que estuvo en la prisión, él había rechazado al capellán católico, pero momentos antes de ser ejecutado, el condenado le pidió al capellán un crucifijo, lo tomó en sus manos, y lo besó. 4. Invocar a la Santísima Virgen María para que los guíe en llevar una vida de misericordia. El Beato Juan Pablo la llamaba “la Madre de la Divina Misericordia”. Por medio de las oraciones de María pueden recibir la misericordia de Dios y aprender a ser misericordiosos con los demás. 5. Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia dia- riamente. 6. Profundizar su amor a Jesús y aumentar su con- fianza en Su Divina Misericordia. El Padre George W. Kosicki, C.S.B., autor de Una Guía de Bolsillo para Vivir la Divina Misericordia / A Pocket Guide to Living the Divine Mercy, sugiere ir a Misa con frecuencia — dia- riamente, si es posible; confesarse con regularidad — por lo menos mensualmente — porque especialmente en este Sacramento experimentamos la misericordia de Dios; la Adoración Eucarística donde sea posible, o una comu- nión espiritual diariamente, cuando paran de trabajar por un minuto y le vuelven su corazón y su mente a Jesús. Finalmente, el Padre Kosicki recomienda: Pedir por la misericordia de Jesús; Ser misericordiosos con el prójimo; Confiar plenamente en Jesús. La devoción a la Divina Misericordia puede transfor- mar su vida. Con la ayuda de la gracia de Dios, apren- derán a poner toda su confianza en Jesús, mientras se acercan más a El y le muestran más paciencia, más com- pasión, y misericordia a toda persona que encuentren en la vida diaria. Obras Corporales de Misericordia Dar de comer al hambriento Dar de beber al sediento Vestir al desnudo Dar techo a quien no lo tiene Visitar a los enfermos y a los presos Rescatar al cautivo Enterrar a los muertos Obras Espirituales de Misericordia Instruir al ignorante Aconsejar al que duda Reprender al pecador Sufrir con paciencia Perdonar las ofensas con gusto Consolar al alfligido Resar por los vivos y los muertos Cómo Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia En 1935, una voz interior le enseñó esta devoción a Santa Faustina Kowals- ka. Se acostumbra rezar esta oración a las 3 de la tarde, la hora en que Jesús murió en la cruz. Tomen su Rosario y hagan la Señal de la Cruz. Entonces recen un Padre Nuestro, un Ave María, y el Credo de los Apóstoles. En las cuentas del Padre Nuestro, digan lo siguiente: “Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en desagravio por nuestros pecados y por los del mundo entero”. En las diez cuentas del Ave María, digan lo siguiente: “Por Su triste Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”. Cuando han dicho estas oraciones en las cinco décadas, recen la siguiente oración tres veces: “Santo Dios, Santo y Poderoso Dios, Santo Inmortal Dios, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”. BEATO JUAN PABLO II El Papa de la Divina Misericordia Para Leer Más Dives in Misericordia (carta apostólica sobre la miseri- cordia de Dios), Papa Juan Pablo II (1980) Diary of Saint Maria Faustina: Divine Mercy of My Soul (Imprenta Mariana / Marian Press, 2010) A Pocket Guide to Living the Divine Mercy, Padre George W. Kosicki, C.S.B. (Our Sunday Visitor, 2008) Faustina: Apostle of Divine Mercy, Catherine M. Odell (Our Sunday Visitor, 1998) The Last Wish of Pope John Paul II: The Life and Messages of Saint Faustina Kowalska, Susan Crimp (AuthorHouse, 2010) John Paul II’s Book of Saints, Matthew Bunson, et al. (Our Sunday Visitor, 1999) The End and the Beginning: Pope John Paul II The Victory of Freedom, the Last Years, the Legacy, George Weigel (Doubleday Religion, 2010) El Segundo Domingo de Pascua es el Domingo de la Divina Misericordia 0311 CNS photo from L’Osservatore Romano, Arturo Mari OSV Fotografía de Archivo Por Thomas J. Craughwell Traducido al Español por Vilma G. Estenger Derechos de Reproducción © Our Sunday Visitor, Inc. Ninguna parte de este folleto puede ser reimpresa o reproducida en forma alguna. Inventario No. P1238 Nihil Obstat: Msñr. Michael Heintz, Ph.D. Censor Librorum Imprimatur: Kevin C. Rhoades Obispo de Fort Wayne-South Bend Marzo 8, 2011 El Nihil Obstat y el Imprimatur son declaraciones oficiales de que un libro o folleto está libre de errores doctrinales o morales. No hay aquí implicación alguna de que quienes han conce- dido el Nihil Obstat o el Imprimatur estén de acuerdo con el contenido, con las opiniones, o con las declaraciones expresadas. Shutterstock Para ver un PDF de folletos con temas de actualidad o para ordenar una gran cantidad de copias de este folleto, visiten 1-800-348-2440 • Fax: 1-800-498-6709 • www.osv.com For Review Only. Copyright Our Sunday Visitor, Inc. For Review Only. Copyright Our Sunday Visitor, Inc.

Transcript of Formas De Divina Misericordia Cómo Rezar la Coronilla de ... · Realizar obras de misericordia —...

US $14.95

Formas De Divina Misericordia del Beato Juan Pablo II

1. Hablarle de la miseri-cordia de Dios a la familia, a los amigos, y a los compañe-ros de trabajo que estén preo-cupados o inquietos.

2. Realizar obras de misericordia — y en este caso, la Iglesia nos da una lista práctica de obras de misericordia espirituales y

corporales que podemos realizar (vean el margen).

3. Rezar para obtener misericordia. Recen por uste-des mismos, por su puesto, pero también por los demás. Naturalmente, las personas que conocen y quieren esta-rán al principio de su lista, pero recen por los extraños

también. Recen por el mundo en general, que tan desespera-damente necesita la misericordia de Dios. Pueden seleccionar a alguien que sea espe-cialmente notorio, y rezar por que esa persona se aparte del mal y experimente la misericordia de Jesucristo. Santa Teresa, la Florecita, hacía eso: ella rezaba fervorosamente por un asesino condenado. Todo el tiempo que estuvo en la prisión, él había rechazado al

capellán católico, pero momentos antes de ser ejecutado, el condenado le pidió al capellán un crucifijo, lo tomó en sus manos, y lo besó.

4. Invocar a la Santísima Virgen María para que los guíe en llevar una vida de misericordia. El Beato Juan Pablo la llamaba “la Madre de la Divina Misericordia”. Por medio de las oraciones de María pueden recibir la misericordia de Dios y aprender a ser misericordiosos con los demás.

5. Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia dia-riamente.

6. Profundizar su amor a Jesús y aumentar su con-fianza en Su Divina Misericordia. El Padre George W. Kosicki, C.S.B., autor de Una Guía de Bolsillo para Vivir la Divina Misericordia / A Pocket Guide to Living the Divine Mercy, sugiere ir a Misa con frecuencia — dia-riamente, si es posible; confesarse con regularidad — por lo menos mensualmente — porque especialmente en este Sacramento experimentamos la misericordia de Dios; la Adoración Eucarística donde sea posible, o una comu-nión espiritual diariamente, cuando paran de trabajar por un minuto y le vuelven su corazón y su mente a Jesús. Finalmente, el Padre Kosicki recomienda: Pedir por la misericordia de Jesús; Ser misericordiosos con el prójimo; Confiar plenamente en Jesús.

La devoción a la Divina Misericordia puede transfor-mar su vida. Con la ayuda de la gracia de Dios, apren-derán a poner toda su confianza en Jesús, mientras se acercan más a El y le muestran más paciencia, más com-pasión, y misericordia a toda persona que encuentren en la vida diaria.

Obras Corporales de Misericordia

Dar de comer al hambrientoDar de beber al sedientoVestir al desnudoDar techo a quien no lo tieneVisitar a los enfermos y a los

presosRescatar al cautivoEnterrar a los muertos

Obras Espirituales de Misericordia

Instruir al ignoranteAconsejar al que dudaReprender al pecadorSufrir con pacienciaPerdonar las ofensas con gustoConsolar al alfligidoResar por los vivos y los muertos

Cómo Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia

En 1935, una voz interior le enseñó esta devoción a Santa Faustina Kowals-ka. Se acostumbra rezar esta oración a las 3 de la tarde, la hora en que Jesús murió en la cruz.

Tomen su Rosario y hagan la Señal de la Cruz. Entonces recen un Padre Nuestro, un Ave María, y el Credo de los Apóstoles.

En las cuentas del Padre Nuestro, digan lo siguiente: “Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en desagravio por nuestros pecados y por los del mundo entero”.

En las diez cuentas del Ave María, digan lo siguiente: “Por Su triste Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Cuando han dicho estas oraciones en las cinco décadas, recen la siguiente oración tres veces: “Santo Dios, Santo y Poderoso Dios, Santo Inmortal Dios, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.

BEATO JUAN PABLO IIEl Papa de la Divina Misericordia

Para Leer MásDives in Misericordia (carta apostólica sobre la miseri-

cordia de Dios), Papa Juan Pablo II (1980)Diary of Saint Maria Faustina: Divine Mercy of My Soul

(Imprenta Mariana / Marian Press, 2010)A Pocket Guide to Living the Divine Mercy, Padre

George W. Kosicki, C.S.B. (Our Sunday Visitor, 2008)Faustina: Apostle of Divine Mercy, Catherine M. Odell

(Our Sunday Visitor, 1998)The Last Wish of Pope John Paul II: The Life and

Messages of Saint Faustina Kowalska, Susan Crimp (AuthorHouse, 2010)

John Paul II’s Book of Saints, Matthew Bunson, et al. (Our Sunday Visitor, 1999)

The End and the Beginning: Pope John Paul II — The Victory of Freedom, the Last Years, the Legacy, George Weigel (Doubleday Religion, 2010)

El Segundo Domingo de Pascua es el Domingo de

la Divina Misericordia

0311

CN

S ph

oto

from

L’O

sser

vato

re R

oman

o, A

rtur

o M

ari

OSV

Foto

graf

ía de

Arc

hivo

Por Thomas J. CraughwellTraducido al Español por Vilma G. Estenger

Derechos de Reproducción © Our Sunday Visitor, Inc.Ninguna parte de este folleto puede ser reimpresa

o reproducida en forma alguna. Inventario No. P1238

Nihil Obstat: Msñr. Michael Heintz, Ph.D.Censor Librorum

Imprimatur: � Kevin C. RhoadesObispo de Fort Wayne-South Bend

Marzo 8, 2011

El Nihil Obstat y el Imprimatur son declaraciones oficiales de que un libro o folleto está libre de errores doctrinales o morales. No hay aquí implicación alguna de que quienes han conce-dido el Nihil Obstat o el Imprimatur estén de acuerdo con el contenido, con las opiniones, o

con las declaraciones expresadas.Sh

utte

rsto

ck

Para ver un PDF de folletos con temas de actualidad o para ordenar una gran cantidad de copias de este folleto, visiten

1-800-348-2440 • Fax: 1-800-498-6709 • www.osv.com

P1238.indd 1 3/22/11 3:20 PM

For Review Only. Copyright Our Sunday Visitor, Inc.

For Rev

iew O

nly.

Copyright O

ur Sunday

Visitor, I

nc.

Con su beatificación el 1º de Mayo del 2011, el Papa Juan

Pablo II ha dado un gran paso hacia la santidad, la gloria de la coronación para un Papa extraordinario cuyo papado de 26 años le dio un nuevo vigor a la Iglesia Católica. El realizó 104 viajes a 133 países, vigorizando las iglesias locales y conectándolas más fuertemente que nunca a la Iglesia Universal y al Papado. Alentó nuevos movimientos y organizaciones laicos, que buscaban ayudar a todos los católicos a crecer en una santidad personal. Autorizó el primer Catecismo Universal para la Iglesia Católica desde el Concilio de Trento, a mediados del siglo XVI. Estableció el Día Mundial de la Juventud para volver a conectar a los jóvenes católicos con su fe. Contribuyó a que se produjera la caída del imperio soviético, y después de la misma se dispuso a revivir el catolicismo en la Europa Oriental.

Mas en un Papado tan activo y trascendental, un elemento crucial de la espiritualidad del Beato Juan Pablo tiende a ser pasado por alto — su devoción a la Divina Misericordia. El Papa Benedicto XVI, atrajo nuestra atención a este hecho en el 2006, cuando dijo: “El mis-terio del amor misericordioso de Dios fue el centro del pontificado de mi venerable antecesor”. Y después añadió: el Papa Juan Pablo nos enseñó que “el culto a la Divina Misericordia no es una devoción secundaria, sino una dimensión integral de la fe y de la oración cristianas”.

El don de diosa nuestro tiempo

En el 2000, el Papa Juan Pablo II canonizó a la Hermana Faustina Kowalska (1905-1938), la joven monja polaca cuyas visiones de Jesucristo le revelaron al mundo el amor y la misericordia sin límites de Nuestro Señor. “La humanidad no tendrá paz hasta que se vuelva con con-fianza a mi misericordia”, le dijo Jesús a Santa Faustina. En su sermón en la Misa de la canonización, el Papa Juan Pablo declaró que el mensaje de la Divina Misericordia es “el don de Dios a nuestro tiempo”. En un mundo lleno de sufrimiento, de violencia, y de confusión, que él conside-raba tan importante para la vida espiritual de todos los católicos, proclamó que el Domingo después de la Pascua sería de allí en adelante la fiesta de la Divina Misericordia, cumpliendo, así, una de las peticiones que Cristo hizo por medio de Santa Faustina.

El Beato Juan Pablo II reconoció que la selección del Segundo Domingo de Pascua como el Domingo de la Divina Misericordia no fue hecha al azar, sino que atrajo la atención a la conexión íntima entre el Misterio Pascual y la infinita misericordia de Dios. Lleno de una compa-sión amorosa por toda la humanidad caída y pecadora, Cristo sufrió una muerte terrible en la cruz para recon-ciliar al mundo con el Padre. El Papa Juan Pablo escribió en su encíclica del año 1980, Dives in Misericordia / Rico en Misericordia (sobre la Misericordia Divina), “De este modo la redención comporta la revelación de la misericor-dia en su plenitud”. Cinco años después de canonizar a la Hermana Faustina, mientras le hacia frente a las últimas horas de su vida, el Beato Juan Pablo II hizo dos últimas peticiones: que le leyeran la Biblia, y que celebraran la Misa de la vigilia de la fiesta de la Divina Misericordia. El habría de morir en la víspera del Domingo de la Divina Misericordia.

Aprendamos a perdonarLa misericordia de Dios fue, así, un tema que el Beato

Juan Pablo trató con frecuencia. En 1995, él le habló de la misericordia a una multitud de peregrinos que se había reunido en la Plaza de San Pedro para rezar la Regina Caeli (la oración Reina del Cielo). En esa ocasión, el Papa le recordó a la multitud que el perdón está íntimamente conectado con la misericordia. “Aprendamos a perdonar”, dijo. Por supuesto, el Beato Juan Pablo le dio al mundo un ejemplo vívido de misericordia y de perdón.

En una tarde cálida y soleada, el 13 de Mayo del 1981, el Papa Juan Pablo II estaba de pie en su papa- móvil, pasando lentamente a través de una multitud de 20,000 peregrinos aproximada-mente, preparándose para iniciar su audiencia pública semanal al

aire libre. De repente, Mehmet Ali Agca, un joven de 23 años de edad, condenado escapado de Turquía, apuntó al Papa con una pistola e hizo seis disparos, hiriendo al Papa Juan Pablo en el abdomen, en el brazo derecho, y en la mano izquierda. Las heridas abdominales fueron graves, pero la balas no le dieron a la espina dorsal del Papa ni a ningún órgano importante, ni cortaron la arteria abdomi-nal. Por el resto de su vida, el Papa Juan Pablo creyó que ninguna de sus heridas había sido mortal porque la mano de la Santísima Virgen María había desviado las balas. No obstante habría de tomar meses para que se recuperara de este atentado contra su vida.

Cuatro días después del tiroteo, estando aún hospi-talizado, el Papa Juan Pablo grabó su mensaje dominical del Angelus para que les pudiera ser tocado a los peregri-nos en la Plaza de San Pedro. “Oren por el hermano que me disparó, a quien yo he perdonado sinceramente”, dijo el Papa.

En Enero del 1984, el Papa Juan Pablo visitó la Prisión de Rebibbia, en Roma, donde Agca estaba sirviendo una sentencia a cadena perpetua por haber atentado matarlo. Estuvieron sentados juntos por 21 minutos, con las cabe-zas juntas, hablando suavemente para que los guardias de seguridad, el secretario del Papa, el fotógrafo del Vaticano y el equipo de filmación no pu-dieran oir lo que los hombres estaban di-ciendo. Mirando la fotografía del Papa Juan Pablo y Agca, con las cabezas jun-tas, muchos obser-vadores han comen-tado que parece una escena confesional. Si Agca admitió su culpa y pidió perdón, no sabemos; pero sí sabemos que el Papa abrazó a Agca y dijo que lo perdonaba.

¡Jesus, confío en Ti!Cristo le dijo a Santa Faustina que estaba preparado para concederles innumerable gracias a todos aquéllos que depositaran su confianza en Su misericordia. Sin embargo, privadamente, hasta católicos practicantes con frecuencia están llenos de incertidumbre: están conscientes de sus pecados y de sus faltas, su pro-greso en la santidad parece inadecuado — ¿llegará la misericordia de Jesús a ellos realmente? La respuesta de Nuestro Señor es ¡Sí! El primer paso, pues, para hacer que la devoción a la Divina Misericordia sea integral en su vida espiritual, es poner toda su confianza en Jesús, confiar plenamente en Su amor y en Su misericordia. Como dijo el Beato Juan Pablo en el Santuario de la divina Misericordia, en Polonia, en 1997, en la miseri-cordia sin límites de Jesucristo, “encontrarán consuelo en todas sus angustias y en todos sus temores”.

¡Jesus, ConfÍo en ti!

Corte

sía P

adre

s Mar

ianos

de

la In

mac

ulad

a Co

ncep

ción,

© A

rqui

dióc

esis

de V

ilniu

s, Lit

uani

a

OSV

Foto

graf

ía de

Arc

hivo

Fotografía de Archivo por Arturo Mari

CNS

Foto

graf

ía de

Arc

hivo

P1238.indd 2 3/22/11 3:20 PM

For Review Only. Copyright Our Sunday Visitor, Inc.