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FONDEF de selección clonal presentó sus resultados

Centro de Biotecnología confirma liderazgo en investigación sobre biocombustibles

Chile invierte $7.000 millones en biocombustibles propios

Inversores estadounidenses apuestan por los biocombustibles de segunda generación

“Produciremos biocombustibles sin competir con los alimentos”

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FONDEF de selección clonal presentó sus resultados

* El pasado jueves 16 de octubre se realizó el cierre del proyecto FONDEF que seleccionó a los mejores clones de Eucalyptus globulus, para la industria nacional de celulosa. La iniciativa fue llevada a cabo por el Centro de Biotecnología y Arauco S.A.

Por Fernando Mejías B.

Con la presencia del Director ejecutivo del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico FONDEF, Gonzalo Herrera, se desarrolló el workshop de término del proyecto FONDEF “Desarrollo de herramientas de selección clonal en Eucalyptus globulus para la industria de celulosa” llevado a cabo por el Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, Bioforest S.A., Bosques Arauco S.A. y Celulosa Arauco y Constitución S.A.

“Hace tiempo que estamos con la idea de apoyar el cierre más que la iniciación de un proyecto, aclara Gonzalo Herrera. En este sentido, muchas veces se comunicaba como resultado la inversión del dinero, pero no su contribución final, y eso lo hemos querido mejorar” comentó el director de FONDEF.

Por su parte, el director del Centro de Biotecnología, Dr. Jaime Rodríguez, fue

enfático en señalar los beneficios de proyectos como este, en especial con los nuevos escenarios climáticos y económicos.

“Debemos optimizar el uso de las plantaciones forestales, porque hemos prácticamente agotado la tierra utilizable para las plantaciones forestales, explicó Rodríguez. Por ende hay que mejorar los árboles que ya tenemos, y hacer más sustentable esta actividad.

El principal resultado, agrega el Dr. Rodríguez, fue desarrollar metodologías no destructivas para la selección clonal en esta especie, a través de herramientas espectroscópicas, químicas, bioquímicas y moleculares, que permitieron identificar y caracterizar los clones que presentaban ganancias significativas en la productividad y calidad pulpable para la industria de la celulosa.

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Un siglo detrás de los mejores

Después de más de 10.000 años de domesticación de especies, o selección genética, en la agricultura, los ojos de inversionistas e investigadores se posaron sobre la industria forestal. Sin embargo, el proceso de domesticación de especies forestales lleva apenas un siglo.

El Dr. Claudio Balocchi y la Dra. Sofía Valenzuela, director alterno del proyecto FONDEF e investigadora del Centro de Biotecnología respectivamente, explicaron las herramientas genómicas utilizadas en el proyecto y algunos de los resultados obtenidos desde su uso en el sector forestal.

“Tomamos las mejores características de cada individuo y aquellos que tenían lo que buscábamos, en este caso rasgos que mejoraran la habilidad pulpable, los separamos del resto y los caracterizamos genéticamente en detalle”, explicó la Dra. Valenzuela.

Los beneficios del proyecto, además de generar los clones de mejor calidad, permitirán tomar mejor decisiones no solo en la industria y las grandes empresas, sino también en los medianos propietarios que requieran obtener mejores resultados de sus plantaciones.

“Esperamos seguir contribuyendo con iniciativas como esta, tanto para mejorar la competitividad de la industria nacional, como para hacer ciencia de primer nivel, puntualizó el Dr. Jaime Rodríguez.

Por último el Dr. Laurie Schimleck investigador de la Universidad de Georgia, expuso sobre el uso de la espectroscopia infrarroja cercana (NIR) y la utilización de esta herramienta como instrumento para la química de la madera.

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Centro de Biotecnología confirma liderazgo en investigación sobre biocombustibles

• Faltaba Chile. En el mundo, el desarrollo de biocombustibles ha estado presente hace décadas, como en el caso de Brasil. Con los $7.000 millones aprobados el pasado jueves por InnovaChile, los consorcios BIOENERCEL y BIOCOMSA, tendrán la tarea de desarrollar investigación que lleve a nuestro país a generar etanol a partir de biomasa lignoceulósica.

Por Fernando Mejías B.

Y el anuncio se hizo realidad. En su mensaje del 21 de mayo, la Presidenta Michelle Bachelet expuso la necesidad de crear un consorcio que produzca biocombustibles de segunda generación, iniciativa que pondría a Chile en carrera por la producción de este valioso recurso energético.

BIOENERCEL, uno de los consorcios beneficiados por la Convocatoria Nacional de Consorcios Tecnológicos Empresariales de Investigación en Biocombustible, concurso coordinado por Innova Chile de CORFO, cuenta con la participación destacada del Centro de Biotecnología, a través del Dr. Jaime Baeza, coordinador del consorcio, y el Dr. Jaime Rodríguez.

El equipo de BIOENERCEL, que recibirá más de $3 mil millones, equivalentes al 58% del costo total del proyecto que asciende a más de $5 mil millones, está conformado por la Universidad de Concepción a través del Centro de Biotecnología, Arauco, CMPC y Masisa, además de Fundación Chile y la Universidad Católica de Valparaíso.

Mirada de futuro

El primer producto esperado del Consorcio BIOENERCEL es un protocolo de producción de etanol a partir de biomasa lignocelulósica más competitivo que los existentes hasta ahora, de modo que sea conveniente utilizarlo en escala comercial.

“Además de felices, estamos con muchas ganas de desarrollar cuanto antes esta tecnología a escala comercial, aclara el Dr. Jaime Rodríguez, director del Centro de Biotecnología. Es clave que Chile disminuya su dependencia energética, en especial en un escenario de crisis económica y cambio climático, como lo estamos experimentando ahora”.

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Las ventajas de producir biocombustibles por residuos forestales, se concentrarían no sólo en la gran industria, sino en todos los propietarios que actualmente poseen plantaciones, y que frente al alza de los combustibles, sumado a la fluctuación de precios de la celulosa, podrían ver en esto una interesante oportunidad de negocio.

“Queremos desarrollar proyectos que impulsen una industria de los biocombustibles en Chile, afirma el Dr. Rodríguez, pero esto es sólo un primer paso. En efecto, el director del CB-UdeC aspira de aquí a cinco años a aumentar la inversión en el desarrollo de estas tecnologías.

Combustible 2.0

Los biocombustibles de desechos lignocelulósicos son llamados de “segunda generación”, porque no afectan los precios de los alimentos como los biocombustibles de grano.

La energía generada a partir de biomasa es una gran oportunidad que combina beneficios energéticos, económicos, ambientales y de desarrollo de los países.

El recurso a la biomasa permitiría reducir en el futuro la presión sobre la extensión de la frontera agrícola, e incluso liberar algunas áreas actualmente dedicadas a cultivos.

El otro consorcio aprobado por InnovaChile fue Biocomsa integrado por Enap Refinería S.A (ERSA), Consorcio Maderero S.A (Comsa) y la Universidad de Chile.

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Chile invierte $7.000 millones en biocombustibles propios.El Mercurio 03/10/2008.

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Inversores estadounidenses apuestan por los biocombustibles de segunda generación

• Las empresas de capital riesgo de Estados Unidos han decidido dar la espalda al etanol procedente del cultivo de maíz e invertir en productores que utilicen algas, residuos forestales y agrícolas u otro tipo de residuos. Los pronósticos les den la razón: una sola compañía, Range Fuels, espera producir 378 millones de litros de etanol celulósico al año antes de 2010.

La agencia Reuters, a través de su servicio de noticias especializado en medio ambiente, Planet Ark, daba a conocer la pasada semana el cambio de rumbo de las inversiones de empresas de capital riesgo estadounidenses en materia de biocombustibles.

Según datos del Cleantech Group, hace sólo dos años se invirtieron US$495 millones en la producción de etanol procedente de maíz. Este año, ni un solo dólar de capital riesgo de los 6.000 millones invertidos hasta el momento en tecnologías limpias ha ido a parar a este tipo de producción. Por el contrario, las empresas que utilizan celulosa o algas para producir biocarburantes han recibido grandes cuantías de capital riesgo.

Se invierte en etanol celulósico y en super-enzimas

Los analistas de Reuters entienden que este viraje se debe a la controversia en la que está envuelto el cultivo de maíz destinado a elaborar etanol, con acusaciones de aumento en los precios de los alimentos y hasta de escasez en algunos lugares del planeta. Para evitar esta competencia con los alimentos, los inversores han abierto sus carteras a otro tipo de materias primas, en especial a las gramíneas, las hojas y tallos del mismo maíz o los residuos municipales, con los que se puede fabricar etanol celulósico.

Todo este movimiento está llevando incluso a invertir en los procesos tecnológicos que garanticen la descomposición más fiable y rápida de la celulosa a través de enzimas y otros microorganismos, para así producir azúcares que fermenten como alcohol. Amyris Biotechnologies es una de las empresas de investigación beneficiadas. Y Range Fuels lo es en el terreno de la producción. Esta compañía asentada en Georgia espera sacar de sus plantas 378 millones de litros de etanol celulósico al año a partir de residuos de madera antes de 2010.

Fuente: Energías-Renovables.com20/10/2008

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Director de Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción:

Produciremos biocombustibles sin competir con los alimentos

• El Dr. Jaime Rodríguez, Director del Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción (CB-UdeC), ha estado trabajando con su equipo desde hace más de 15 años en la producción de etanol desde la madera.

• Diseñaron un proyecto, lo presentaron a CORFO con las tres empresas forestales más grandes del país (CMPC Celulosa, Masisa, Bosques Arauco) y han obtenido financiamiento para investigar la producción de etanol durante 5 años.

• Esto será una importante fuente para generar trabajo, además de dinamizar la economía y fomentar la investigación y desarrollo en la Región del Bío-Bío.

Por Camila Mendoza Muñoz.Estudiante 1º año de Periodismo.Universidad de Concepción. Durante los años 1992 y 1993, pocas personas hablaban sobre crisis energética. Sin embargo, científicos de la Universidad de Concepción divisaron que venían graves problemas para Chile en esta materia. Al comienzo, fue difícil conseguir apoyo para sus investigaciones ya que los precios del petróleo estaban relativamente bajos y el país importaba gas de Argentina, por ende, no se consideraba necesario invertir en investigación y tecnología para producir biocombustibles.

Recién el año 2002, recibieron un apoyo de Innova Bío-Bío (Fondo de Innovación Tecnológica de la Región del Bío-Bío) que significó el impulso que necesitaban. Así, ganaron el apoyo de un consorcio que aportó 5 mil millones de pesos que les ayudó a consolidar su línea de trabajo.

“La independencia en los países ya no viene dada por cómo protegemos las fronteras con nuestro armamento, sino que viene dada por nuestra capacidad económica y por la seguridad energética. Un país que no tiene energía es completamente dependiente”. Rodríguez señala que las decisiones estratégicas en materia energética hay que tomarlas con fuerza. Y así ha sido.

El 2007 el gobierno llamó a concurso para postular a programas de desarrollo en biocombustibles de origen forestal con un monto de 5 mil millones de pesos. El CB-UdeC se adjudicó este proyecto para comenzar sus investigaciones.

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“Nuestra estrategia es que vamos a producir biocombustibles, pero desde recursos que no compitan con los alimentos. Los tenemos en abundancia y tenemos empresas que saben plantarlos y cultivarlos”, dice Rodríguez.

Durante los meses de junio y julio el alza del petróleo trajo graves repercusiones para el país. “El problema es que Chile importa el 98% del petróleo que consume y la única solución para no estar preocupado de cuál es el precio del petróleo o el dólar, es cubrir al menos alguna fracción de ese volumen con fuentes renovables propias”. - Para el desarrollo de este proyecto, el Centro de Biotecnología se unió a la Facultad de Ciencias Forestales. En esa área, ¿hay especies más recomendadas que otras para la generación de biocombustibles?

El pino tiene sus ventajas, el eucaliptus crece bastante rápido, el aromo crece rápido. Estamos evaluando no sólo especies sino diferentes formas de plantar. No cómo se planta ahora pulpa o madera aserrada, que tiene que tener una cierta calidad. Para biocombustibles la calidad de la madera puede ser bien mala, pero ya es buena para lo que queremos.

- En todo este quehacer, ¿qué rol cumplen en estas investigaciones las empresas forestales? ¿Se han incorporado de lleno a esta línea?

Lo han hecho con mucho entusiasmo. De los 5 mil millones de pesos que tiene nuestro proyecto, las empresas forestales ponen mil millones. La planta Nueva Aldea y las fábricas de celulosa ya usan biocombustibles, en el sentido que con todos los residuos que ellos los queman, producen la electricidad suficiente como para iluminar Valdivia, Chillan y Los Ángeles. Entonces las plantaciones forestales hacen un aporte para que no nos falte electricidad y no solamente producen celulosa.

- ¿Cuáles son los procesos industriales que se llevarían a cabo?

Estos aún no están claros. Tenemos 5 años para definir los procesos industriales. Este es un proyecto no productivo, estamos enfocados para que después de 5 años tengamos las bases, las capacidades humanas, las bases tecnológicas para poder tener procesos en Chile.

- Eso sería algo que aún les falta…

O sea, las decisiones de inversión no las toman los centros de investigación sino que las grandes empresas. Nosotros vamos a hacer todo lo posible para facilitar esa toma de decisiones y ojala que sean lo más pronto posible, porque Chile necesita cierta independencia económica.

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Seguir Avanzando…

Actualmente trabajan en el área de biocombustibles del CB-UdeC 7 doctores, 10 técnicos y 12 estudiantes de pre y post grado.

El Dr. Jaime Rodríguez cree que se ha avanzado mucho en materia de biocombustibles en el país. Dice que ya se publicó una norma que autoriza la comercialización de biocombustibles mezclados con gasolina o diesel; y también se ha convocado a un panel de expertos en la Comisión Nacional de Energía para legislar sobre biocombustibles.

No obstante, Rodríguez no está conforme. “Uno siempre quisiera que se avanzara más, que hubieran mayores decisiones. Estos montos que son importantes para Chile todavía son pequeños para competir con las tecnologías globales que existen, pero estamos caminando en el sentido correcto”

Actualmente el CB-UdeC no sólo está trabajando en la obtención de etanol de los recursos de la madera. El año 2006, entre otros proyectos, les fue aprobado el financiamiento del proyecto “Manejo Biotecnológico de Microalgas Oleaginosas Nativas para la obtención de Biodiésel”.

El Dr. Rodríguez, está conforme con los logros obtenidos pero espera que las decisiones se tomen más rápido por parte de las empresas y del gobierno para llegar a concretar los proyectos en los que están trabajando. “Estamos caminado no tan rápido como uno quisiera, pero estamos caminando”, indica.

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