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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE

MEXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN

METODOS DE INVESTIGACION

INVESTIGACIÓN PUEBLO

DE TEPOTZOTLÁN

EQUIPO:

GARCIA CONTRERAS SARA

IBERRY MARTINEZ ISABEL

MENDOZA ROMERO CARLOS ALBERTO

ORTIZ SERAFIN AXEL

RIVERA PEDROZA MIGUEL ALEJANDRO

TREJO RAMIREZ YARENI SARAY

ZARAGOZA MARTINEZ DANIEL

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Introducción

Como es necesario saberlo, el trabajo siguiente tiene una función mucho más grande que

sólo demostrase, como una guía turística, un lugar poco conocido para los residentes de la

Ciudad de México.

El describir algunos temas con respecto al lugar, a su vez, estudiando los significados

representados en cada signo naciente en cada tema. ¿Por qué? Porque hemos de saber que

todo es un signo y al serlo, tiene un significado dentro de nosotros, en una sociedad eso es

el pensamiento comunitario dentro de una época.

A lo largo de cada tema es necesaria una minuciosa descripción (a veces no tan detenida

debido a su naturaleza interconectada con los demás temas).

En cierto modo, los signos y su evolución explican la forma de comportamiento ante

alguna situación controlada por el mismo nacimiento de los signos respectivos. Es decir, al

nacer estos signos perdemos el miedo por el simple hecho de conocerlos y al

contemplarlos la familiaridad permite omitir el miedo.

En el caso específico de un pueblo como lo es Tepotzotlán, hemos de advertir al lector un

hecho importante de contemplación: Globalización

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Arquitectura del lugar

Recorrer las calles de Tepotzotlán, es situarse entre dos épocas, en múltiples espacios y

tiempos; es un concierto de historia, cultura y tradición amalgamados entre calles,

balcones y caminos.

En 1580 cuando los primeros jesuitas llevaron a Tepotzotlán se establecieron en el

poblado, dirigidos por el padre superior Hernán Suárez de la Concha. Convivía con los

indígenas, aprendían su lengua, infundían en ellos la doctrina y de este modo fueron

dándose a conocer. Sin lugar en donde alojarse, lo hicieron temporalmente en las casas

parroquiales, poco tiempo después, uno de los caciques mas respetado Martín Maldonado

al ceder parte de sus posesiones, favoreció la creación del primer seminario para los indios

de Tepotzotlán en 1584.

Para poder realizar su labor, los padres necesitaban donde vivir y enseñar, gracias a una

donación más se fundó el colegio que recibió el nombre de San Martín.

En el siglo XVII, 1606 para ser exactos, falleció don Pedro Ruiz de Ahumada, simpatizante

de la orden que dejó una herencia de 34 mil pesos destinados a la construcción de la Casa

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Probación y Seminario de Lenguas del Colegio de Tepotzotlán. Con estos recursos las

edificaciones se iniciaron hasta lograr un amplio conjunto que, con la presencia de los

jesuitas, se convirtió en uno de los centros de enseñanza misional con más prestigio en el

periodo novohispano.

El convento San Francisco Javier convertido hoy en el

Museo del Virreinato, es un privilegio para la vista.El

convento, que en otro tiempo tuvo su atrio rodeado por una

barda almenada, es presidido hoy en una plaza donde

desplazan una cruz atrial labrada en piedra, en la que se

puede observar la Pasión de Cristo y una escultura de

serpiente en la base. Al interior del convento es evidente una

diferencia conceptual con otros conventos pero sobre todo

contrasta la sencillez del recinto dedicado al claustro con la

devoción estética que se observa en el templo. Buena parte de los pasillos del antiguo

colegio son lisos, aunque algunos de los muros presentan obra plástica de Cristóbal de

Villalpando dedicada a la vida de San Ignacio de Loyola. Dos patios abren el espacio de

los claustros: el de los Aljibes y el de los Naranjos, este ultimo sirvió de recinto al

seminario. Tomando en cuenta el número de personas que atendían el colegio y el

seminario, se entiende la existencia de instalaciones diseñadas y planeadas con singular

cuidado. Un recorrido permite la reconstrucción imaginaria del funcionamiento de la

cocina, la despensa y el comedor; la botica, la enfermería, los sanitarios y las cisternas; las

oficinas y la biblioteca, y desde luego la Capilla Domestica reservada a los novicios. A

ésta correspondía un espacio barroco de extraordinaria belleza y un retablo de estilo

churrigueresco.

En 1670 doña Isabel Picazo de Hinojosa y su hijo, el padre Pedro de Medina y Picazo,

gracias su generosa donación, se inicio la edificación de la iglesia de Tepotzotlán, duro

doce años para que la obra culminara en un grandioso templo. Del siglo XVII se conserva

aún la fachada lateral y también puede apreciarse en algunas zonas un bello friso de

arabescos en argamasa que debió dar al conjunto un aspecto de singular belleza.

Durante la segunda mitad del siglo XVII se añadieron nuevas construcciones a la iglesia y

fue así como se inició la edificación de la Capilla de Loreto. Tepotzotlán fue cobrando

mayor importancia, ya que, además de enriquecerse materialmente, se convirtió en un

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centro intelectual sobresaliente. La fachada fue remozada en la segunda mitad del siglo

XVIII. Se agregó obra plástica de renombrados artistas, como Cristóbal de Villalpando y

Miguel Cabrera.

La iglesia, de planta de cruz latina, es tanto en su exterior como en su interior es un claro

ejemplo del barroco estípite. La portada está formada por dos cuerpos y un elaborado

remate entre dos cornisas que se prolongan hasta los estribos de la torre. De la torre llaman

la atención las columnas por su exquisita decoración, en contraste con la sencilla fachada

lateral que nos habla tal vez del aspecto original en conjunto.

Un arco de medio punto marcaba originalmente el acceso al interior de la iglesia. Las

pilastras estípites aparecen a sus lados, y mientras alcanzan notable altura van

resguardando hornacinas con esculturas. Después de dejar abajo la ventana coral

mixtilínea, unos pináculos que rematan el conjunto, en una soberbia composición

semejante a la portada del Sagrario Metropolitano de la ciudad de México.

Mención aparte merecen los retablos del interior de la iglesia, estas obras maestras fueron

creadas en 1753 y 1758, complicadas estructuras esculpidas en madera y recubiertas

parcialmente con hojas de oro .El pintor Miguel de Cabrera y del ensamblador Yginio

Chávez fueron los encargados del retablo principal y sus dos laterales en el presbiterio.

El retablo principal fue dedicado a San Francisco Javier, que aparece como misionero en el

centro de la composición, un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe se encuentra en el

extremo inferior. En la ornamentación de este destacan ángeles, querubines, vegetación y

figuras geométricas. En el portón, San Ignacio de Loyola, fundador de la orden jesuita y la

de San Francisco de Borja.

A 28 kilómetros del poblado, el mismo espíritu se percibe en los Arcos del Sitio, soberbia

construcción del siglo XVIII. De planeación jesuita y terminada por el Conde de Regla,

Manuel Romero de Terreros, el acueducto sirvió durante varios años para abastecer de

agua a la población en sus vertederos de múltiples fuentes, algunas de las cuales,

remodeladas, es posible todavía admirar cuando se camina por las calles empedradas del

centro de Tepotzotlán. La naturaleza fue también prodiga con el valle del Jorobado,

Xochitla es una reserva natural en la entrada de Tepotzotlán, de riqueza natural, histórica

y cultural. De origen nahua es el “lugar donde abundan las flores”.

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Centro de Tepotzotlán

El centro de Tepotzotlán es un lugar de reunión y diversión para las personas que arriban

el lugar ya que se presta para tener una buena convivencia.

Se localiza entre la iglesia, el museo y el palacio municipal. Lo rodea una gran gama de

hoteles y restaurantes.

Generalmente los fines de semana es cuando puedes encontrar puestos de artesanías y

comida. Es un tianguis que abarca la plaza principal de Tepotzotlán en donde se instalan

vendedores de pulseras, artes, ropa, cuadros de pinturas, música, entre otras cosas

principalmente.

La mayoría de la gente que llega aquí viene a disfrutar y pasar un buen rato con su familia,

pues la gente del lugar te da un buen trato, son muy cordiales, lo cual hace que te sientas

cómodo.

También, a pesar de los puestos hay un mercado de antojitos mexicanos situado cerca del

tianguis, en el que se venden diferentes tipos de alimentos.

Generalmente se dan conciertos gratuitos en la explanada de mariachis, bandas musicales

entre otros para que la gente disfrute y baile. Sin embargo, sólo cuando son bailes

regionales o danzas prehispánicas la gente se queda a observar.

No obstante, la diversión se da para chicos y grandes, ya que por las tardes hacen acto de

presencia los famosos payasos en la plaza y hacen que los niños participen en su show

dando pequeños regalos de premio.

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Vestimenta

La indumentaria común de los habitantes de la región de Tepotzotlán, se caracteriza

principalmente por ser de carácter informal y abrigador. Esto se debe a la necesidad de los

pobladores de estar siempre preparados para los cambios de temperatura en la región, la

cual tiende al enfriamiento por las mañanas. Por otro lado, en el horario vespertino, el

ambiente se encuentra agradable y un poco soleado. Sin embargo, las noches son más bien

frías y húmedas, debido a las lluvias consecutivas.

Algunos hombres, utilizan gorras o sombreros para cubrirse del sol de mediodía.

El calzado es igualmente sencillo y lo suficientemente confortante para recorrer las

numerosas calles a desnivel. Está generalmente conformado por tenis o botas. Es poco

común observar a alguna persona con zapatos que dejen al descubierto los pies y de ser así,

solamente lo utilizan por las tardes, cuando aún no hay signos de posibles lluvias..

Durante el festejo, la manera de vestir de los pobladores es la misma que utilizan

diariamente, a diferencia de todos aquellos que se encuentran participando de manera

directa en la organización de la fiesta, quienes deben portar los atuendos adecuados, según

la tarea a realizar. Por ejemplo, los danzantes se visten con plumas y caracoles, mientras

que el obispo de la iglesia, utiliza distintas vestimentas a lo largo del día.

Comercio

Es muy importante revisar los comercios que de ahí emanan, sitios tradicionales y con un

lugar fijo. Entre los lugares encontramos:

Restaurantes, bares, misceláneas, lonjas mercantiles, tiendas de abarrotes, cremerías y

salchichonerías, tortillerías, panaderías pastelerías, consultorios médicos y dentales,

papelerías, boneterías, farmacias, ferreterías, tlapalerías, planchadurías, boutiques, bazares,

video clubs, madererías, vulcanizadoras, tiendas de vidrio y cristales…etc.

Es importante remarcar la desventaja que se encuentra este pueblo al tener todos estos

servicios debido a la cercanía con la Ciudad de México y en donde la gente prefiere

realizar sus compras.

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Y entre tanto comercio, buscaremos satisfacer un poco al paladar con la…

Gastronomía en Tepotzotlán.

Encontrar a México a través de sus sabores resulta siempre una experiencia muy

agradable, descubrir con el sentido del gusto la identidad y esencia de una nación es un

deleite, la comida típica de cada región nos mueve el apetito, nos llama a la convivencia, al

arte de un buen guisado, en Tepotzotlán Edo. de México estos sabores se hacen presentes,

de un color y aroma suaves al tacto de los comensales, si la gran variedad de platillos

mexicanos (y algunos extranjeros) pudiera fusionarse logrando un festín de dioses, sin

duda, los encontraríamos en Tepotzotlán.

Desde un buen pozole hasta una jugosa y enriquecedora hamburguesa, la delicadeza y

empeño que el comerciante pone a la preparación de los platillos es toda una artesanía,

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los meseros se acomodan a la salida de cada restaurante, ofrecen sus alimentos, te llevan a

la mesa, en ella, se disponen a servir manjares exquisitos, la comida es abundante, rica en

condimentos, con legumbres y trozos grandes de carne, la herencia española se muestra sin

reservas, sin embargo la combinación de hierbas y condimentos indígenas no niega

nuestras raíces, los romeros, las verdolagas y los quelites son un complemento que viene a

reforzar el sazón mexicano.

El mexicano es un ser un tanto salvaje por naturaleza, mutila, arranca, devora, no

encuentra en la comida esa sutileza de los orientales, gusta de saborear sin detenimiento,

engullendo un tanto apresurado a la presa, el alimento. La gastronomía mexicana es

ambulante, con puestos de comida de una esquina a otra, con dulces, bebidas y fritangas, la

familia se aglomera en el centro de la plaza alrededor de un puesto, de otro, esperando su

turno, para comprar cocteles de fruta, garapiñados y semillas, los puestos de tacos

despiden un olor agradable, la gente pide de maciza, de buche y de sesos, también hay de

suadero, de longaniza, de tripas, demostrando nuevamente ese salvajismo natural.

En el mercado se escuchan voces, invitaciones, -¡pásele, tenemos sopes, quesadillas,

enchiladas, pancita, comida corrida, pásele, pásele!- los invitados pasan a la mesa, ordenan

y disfrutan de la variada cantidad de alimentos, el picante no puede faltar, es condimento

que le da fuerza, que connota la hombría mexicana, hay cuaresmeños, de árbol, manzanos,

salsa verde, roja, aguas de sabor y refresco.

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Existe también una bebida que enriquece a la entidad mexicana, una bebida embriagante,

que se destila en los corazones, que es muy de nosotros, hay curados: de guayaba, tuna,

coco, nuez, etc., el pulque, beberla nos remite al trabajo en el campo (al igual que la

tortilla) a las manos duras, callosas, de trabajo.

La diversidad gastronómica que encontramos en Tepotzotlán nos muestra gran parte de su

tradición, de su cultura y denominación como pueblo mágico, dejándonos un buen sabor

de boca y esperando con ansia el regreso a un lugar lleno de sorpresas e infinitos sabores.

Fiestas y Eventos Culturales en Tepotzotlán.

Sin duda, el municipio de Tepotzotlán, se caracteriza por su mezcla de costumbres y

tradiciones reflejadas en las diversas actividades festivas, ya sean cívicas, religiosas o

culturales, pues siendo un poblado reconocido como “Pueblo Mágico”, la preocupación en

las festividades recae en agradar tanto a residentes como a visitantes.

Como fiestas cívicas encontramos todas

las celebraciones relacionadas con la

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historia de nuestro país. El día de la bandera (24 de Febrero), el natalicio de Benito Juárez

(21 de Marzo) y el inicio de la lucha de Independencia (15 y 16 de Septiembre), son

ejemplo de fechas que en Tepotzotlán celebran enalteciendo su cariño por la patria.

Los eventos culturales se celebran en su mayoría en el marco del museo de Virreinato;

exposiciones, recitales, representaciones teatrales, pastorelas, etc. A su vez, la casa de la

cultura alberga exposiciones pictóricas y festivales folclóricos. Pero aunque Tepotzotlán

tiene bien definidos sus espacios culturales, algunas situaciones de la misma índole son

dignas de subrayarse, pues también el centro puede ser un excelente escenario para llevar

acabo un sin fin de actividades como el baile, la pintura, la artesanía, etc.

En el tema de la cultura, cabe resalta que

Tepotzotlán cuenta con una biblioteca

sumamente nutrida, que proporciona a los

visitantes información de cualquier tipo,

ya sea en video o bibliográfica, dando

realce a muchas obras que nos hablan

sobre el mismo municipio.

A pesar de la riqueza artística y filosófica que se alberga en Tepotzotlán, sus máximas

atracciones y por lo que más es conocido, sin duda son las festividades religiosas que en

este pueblo se desarrollan, dejando de manifiesto, que este poblado es sumamente

entregado a la religión católica y que si se trata de enaltecer a su Dios, todos los habitantes

están dispuestos a cooperar de la manera que más convenga.

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Las fiestas religiosas en Tepotzotlán generalmente tienen un mismo protocolo, sea cual sea

el motivo (como por ejemplo las fiestas en honor al Señor del Nicho o las fiestas a San

Mateo Xolóc, entre otras). Generalmente la organización de estas queda a cargo de un

mayordomo, que puede ser alguien del gobierno del poblado; los gastos, se sostienen

gracias a la cooperación del pueblo. Ya en el tema del festejo, las conmemoraciones

comienzan un día antes de la fecha exacta, para que al día siguiente, se le canten las

mañanitas a las 6:00 am al santo o al motivo que corresponda. La puerta de la iglesia de

San Pedro se adorna con flores, y los pobladores, después de escuchar la misa, se agasajan

con tamales y atole fuera del recinto. A lo largo del día se realizan diversas misas y en la

plaza se llevan a cabo bailes, eventos musicales, venta de antojitos y otras cosas más

características del municipio.

En nuestro análisis, es muy importante señalar el arraigo que la gente de Tepotzotlán tiene

hacia las raíces prehispánicas de nuestro país, pues a pesar de que las celebraciones de la

iglesia católica son una tradición sumamente colombina, en este municipio tratan de

mezclar esta religión con los bailes de concheros de los ante pasados aztecas.

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Otras Fotografías Sobre Festividades

La gente va a misa para cantar las mañanitas

y prender veladoras al Santo festejado

Adornos de flores colocados en las

puestas de la iglesia de San Pedro en

el marco de una celebración religiosa.

La mezcla de ideologías y culturas se hace presente con los bailes

prehispánicos en honor al señor del nicho, una celebración cien por

ciento colombina.

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CONCLUSIONES

Como ya se ha visto a lo largo de los temas, los signos son distintos entre sí pero su

unión forma una estructura dependiente -a veces- de la comprensión de otros signos.

Expliquemos algunos casos en específico con la actividad más importante de este lugar,

el Comercio. Sin ladear a los demás temas y a su influencia en el mismo.

Si el comercio es prioridad para el sostenimiento de este lugar, podemos hacer una

reflexión inmediata a ella, la amabilidad de la gente se debe a la interpretación

mayoritaria de la amabilidad y la cordialidad. Esto se debe sencillamente a la

dependencia de la venta, para ello se desarrolla un sentido de atracción para una mejor

facilidad de venta. Si el signo se guía a una mejor forma de significación para con los

turistas es más probable la rentabilidad del lugar.

Pero eso no se logra sólo con actitud y buenos productos, el sitio bien cuidado y un

sentido atractivo para cierto público es esencial. Aquí entra la arquitectura del lugar que

debe ser aprovechada al máximo y es donde el convento jesuita, la iglesia, y el lugar

(bien cuidado) en general. El signo de pulcritud es maximizado al grado de dar una

significación enaltecida a los pobladores quienes cuidan –muy bien- el municipio.

Las festividades son otro signo con una significación representativa del lugar, porque

las atracciones son formas de atracción comunitaria y aunque aquí se expresan variadas

formas de cultura como los eventos organizados por la casa de cultura: danza árabe,

danza regional, etc. Esto es la muestra de una forma de expresión variada, pero a la vez,

contradictoria. Una universalidad dentro de las actividades nativas del sitio.

Todo ello no contaría con una gran potencia significante si no hubiese gastronomía que

probar. Aunque existe una importante observación; la comida es la misma encontrada

en otros pueblos, reduciendo el nivel de autonomía gastronómica.

Un silogismo final permite entender esta relación entre signos, significantes y acciones

humanas; Si un signo permite la atracción, un significante inmediato procura una visita

forzada, aumentando el movimiento comercial mejorando el estilo de vida de quienes

salen beneficiados de su explotación.

Es unir signos agradables, significados guiados a esos signos agradables mediante las

acciones humanas cordiales. Mejorando al pueblo en sí.