Fiesta 1984

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DIGITAL Semanario de las Iglesias de Granada y Guadix-Baza 21 de diciembre de 2014 1084 AÑO XXIII FELIZ NAVIDAD FIESTA DE LA FAMILIA EN GRANADA MISTERIO Y MINISTERIOS DE LA MUJER

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Revista diocesana Fiesta digital, Semanario de las Iglesias de Granada y de Guadix.

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DIGITAL

S e m a n a r i o d e l a s I g l e s i a s d e G r a n a d a y G u a d i x - B a z a

21 de diciembre de 2014Nº 1084 • AÑO XXIII

Feliz Navidad

FieSTa de la FaMiliaeN GRaNada

MiSTeRiO Y MiNiSTeRiOS de la MUJeR

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vozdelPapa

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En su Mensaje de la XLVIII Jornada mundial de la paz el Santo Padre recuerda la carta de san Pablo a Filemón, en la que le pide que reciba a Onésimo, antiguo esclavo de Filemón y que después se hizo cristiano, mereciendo por eso, según Pablo, que sea considerado como un “hermano”.

Al comienzo de un nuevo año, que recibimos como una gracia y un don de Dios a la humanidad, deseo dirigir a cada hombre y mujer, así como a los pue-blos y naciones del mundo, a los jefes de Estado y de Gobierno, y a los líderes de las diferentes reli-giones, mis mejores deseos de paz, que acompaño con mis oraciones por el fin de las guerras, los con-flictos y los muchos de sufrimientos causados por el hombre o por antiguas y nuevas epidemias, así como por los devastadores efectos de los desastres naturales. (…).

(…) Siendo el hombre un ser relacional, destina-do a realizarse en un contexto de relaciones inter-personales inspiradas por la justicia y la caridad, es esencial que para su desarrollo se reconozca y respete su dignidad, libertad y autonomía. Por desgracia, el flagelo cada vez más generalizado de la explotación del hombre por parte del hombre daña seriamente la vida de comunión y la llama-da a estrechar relaciones interpersonales marcadas por el respeto, la justicia y la caridad. Este fenó-meno abominable, que pisotea los derechos fun-damentales de los demás y aniquila su libertad y dignidad, adquiere múltiples formas sobre las que deseo hacer una breve reflexión, de modo que, a la

luz de la Palabra de Dios, consideremos a todos los hombres “no esclavos, sino hermanos”.

(…)

Debemos reconocer que estamos frente a un fenó-meno mundial que sobrepasa las competencias de una sola comunidad o nación. Para derrotarlo, se necesita una movilización de una dimensión com-parable a la del mismo fenómeno. Por esta razón, hago un llamamiento urgente a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y a todos los que, de lejos o de cerca, incluso en los más altos niveles de las instituciones, son testigos del flagelo de la esclavitud contemporánea, para que no sean cóm-plices de este mal, para que no aparten los ojos del sufrimiento de sus hermanos y hermanas en hu-manidad, privados de libertad y dignidad, sino que tengan el valor de tocar la carne sufriente de Cris-to, que se hace visible a través de los numerosos rostros de los que él mismo llama “mis hermanos más pequeños” (Mt 25,40.45).

Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de noso-tros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (cf. Gn 4,9-10). La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globalización de la solidaridad y de la fraternidad, que les dé es-peranza y los haga reanudar con ánimo el camino, a través de los problemas de nuestro tiempo y las nuevas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestras manos.

Leer Mensaje completo

No esclavos,sino hermanos Mensaje en la Jornada

mundial de la paz

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Editorial

El domingo día 21, IV Domingo de Adviento, nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez bendecirá el Belén instalado en la S.I Catedral, al inicio de la Eucaristía que preside a las 12:30 horas.

El Belén, que reproduce escenas de la vida cotidiana en tiempos de Jesús, recuerda el momento en que la Virgen María y San José encontraron un lugar donde cobijarse para dar a luz a Jesús, el Salvador del mundo. En la Natividad hacemos memoria de la salvación de nuestra vida al hacerse Dios semejante a nosotros, ha-ciéndose carne, acercándose a nosotros. Como los pas-tores, gente sencilla y humilde, los primeros a quienes se comunica la llegada del Hijo de Dios, método con el que Dios mismo se comunica a los hombres, nosotros adoramos al Salvador del mundo, pidiendo un corazón sencillo porque sólo el corazón manso y humilde ve lo que los ojos no llegan a contemplar. Es el lenguaje del amor, y el Amor es lo que se nos ha donado en el Hijo de Dios.

Por eso, lo que celebramos estos días es la alegría, ple-na y rebosante, de quien se sabe seguro en roca firme, porque nuestra vida y alegría está en manos de Dios. Una alegría muy alejada de los fastos y la fiebre del consumismo al que quedan reducidos estos días cuan-do no hay nada que celebrar porque se prescinde de Dios. Y es que lo que celebramos no es una gran comi-lona o un gran regalo, sino la Venida de Dios con no-sotros, que nos acompaña siempre, en los momentos claros y en los momentos oscuros, llenando de sentido y significado toda circunstancia que acontece; porque en la circunstancia el Misterio dialoga con nosotros,

para que aprendamos a reconocerLe y amarLe más. Porque no somos más nosotros mismos que cuando reconocemos al Señor y Le amamos. Por eso, estamos alegres; y por eso, sea el momento que sea el que atra-vesamos –también en la muerte-, nuestro corazón está lleno de agradecimiento y alegría, también serena, no ruidosa, que es la alegría del corazón que lo tiene todo porque se sabe amado.

En este sentido, en este último número del año, hemos querido recoger en nuestras páginas la homilía que en el Domingo Gaudete –el III Domingo de Adviento, que es el domingo de la alegría- pronunciaba nuestro Arzobispo en la Eucaristía presidida en el templo cate-dralicio. Porque la alegría de ese domingo, expectante ante la Venida del Salvador, es la alegría que celebra-mos todos los días del año, porque todos los días del año tenemos motivos para estar alegres y dar gracias a Dios.

Asimismo, en este tiempo de Navidad que comenza-mos, hacemos nuestra la invitación que esta semana dirigía el Papa Francisco a todos los fieles de una pa-rroquia romana durante su visita pastoral, para vivir estas fiestas: dar gracias a Dios, rezar todos los días e intentar ayudar y aliviar a quien, cerca nuestro, está sufriendo.

Con el deseo de vivir agradecidos a Dios y alegres porque somos hijos de Dios, desde el Secretariado de Medios de Comunicación les deseamos feliz Navidad y feliz 2015.

Dios está con nosotros

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Directora:Paqui Pallarés García

Redacción:Rosa Die AlcoleaPedro Flores Medina

Delegado en Guadix:Antonio Gómez Casas

Edita: ARZOBISPADO DE GRANADAPlaza Alonso Cano, s/n18001 GRANADAtel.: 958 215 675 e-mail: [email protected] • www.archidiocesisgranada.es

Diseño y maquetación:Secretariado de Medios de Comunicaciónde la Archidiócesis de Granada

Sumario

02. Voz del Papa No esclavos, sino hermanos Mensaje en la Jornada mundial de la paz

03. Editorial Dios está con nosotros

05. Mirada

• Fiesta de las familias en Granada

• Navidad para todos

• Comunicado del Arzobispado de Granada

• Entrega de 100 cestas de Navidad a 100 familias necesitadas a través de Cáritas

• El Centro de Estudios Pedro Suárez, de Guadix, presenta su Boletín nº 26

• Comunicado de la Secretaría Técnica de Enseñanza de los Obispos del Sur

• Convivencia navideña de sacerdotes

• Un cristiano

• V Centenario de Santa Teresa de Jesús

• Felicitación de Navidad del Secretariado de Medios de Comunicación

• Agenda

12. Textos La alegría del evangelio de la familia Jornada de la Sagrada Familia

15. A fondo Vivir en la alegría y gratitud siempre, porque tenemos al SeñorHomilía del Arzobispo de Granada

19. Cultura Misterio y Ministerios de la mujer Libro

21. Testimonio Cien años educando en Granada Compañía de María

23. Signo y gracia Nos ha nacido el Salvador Canto y liturgia de Navidad

24. Luz de la Palabra”... Hágase en mí según tu Palabra” IV Domingo de Adviento

“Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros”Natividad del Señor

“Los pastores volvieron dando gloria a Dios”Solemnidad de María, Madre de Dios

Sumario

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Mirada

El próximo domingo, 28 de diciembre, se celebra la festividad de la Sagrada Familia y en Granada tendrá lugar una fiesta de las familias a la que están invitados todos los fieles.

Mons. Javier Martínez invita a todas las familias a la fiesta de las familias que se va a celebrar en la plaza de las Pasiegas, frente a la S.C. Catedral. Los actos comenzarán a las 10:30 horas en la plaza y a las 12:30 horas tendrá lugar la Eucaristía con las familias pre-sentes en el interior de la S.I. Catedral, presidida por el Arzobispo. A su término, la fiesta continuará en la plaza donde los participantes compartirán una comi-da fraterna.

A esta fiesta de las familias están invitados todos los fieles, todas las realidades, parroquias, movimientos, comunidades, grupos y cofradías de la Archidiócesis. Será una jornada para mostrar al mundo la familia cristiana y pasar un día de convivencia y fiesta.

En la invitación, el Arzobispo explica que este año se ha pensado llevar esta gran fiesta a las diócesis, tras unos años que se venía celebrando en Madrid y que desde este año comenzamos esta tradición en Grana-da. “Será un gusto dar gracias al Señor juntos, por-que Su Venida significa que el amor esponsal de un hombre y una mujer puede permanecer para siempre. Hace posible que los matrimonios estén abiertos a la vida. Y a todos nos permite querernos mejor y más, y querer a todos los hombres”, señala Mons. Martínez.

Fiesta de las familias en GranadaEl 28 de diciembre

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Mirada

Carta del Arciprestazgo Virgen de las Angustias en esta Navidad.

En la llamada zona centro de la ciudad de Granada y barrio del Albayzín prestan su servicio pastoral a los fieles once parroquias que forman el arciprestazgo denominado Virgen de las Angustias, además de la Catedral y otros templos de religiosas y religiosos. Los sacerdotes de esta zona queremos compartir con los fieles y ciudadanos el Mensaje evangélico de Navidad.En este arciprestazgo hay una tradicional presencia más fuerte de otros servicios y grupos de la Iglesia: once comunidades de monjas contemplativas, once colegios de religiosas/religiosos que ofrecen educa-ción humana y cristiana a miles de alumnos, cuatro colegios mayores de congregaciones, una casa de acogida para transeúntes, gran parte de las cofradías y hermandades, y todas desfilan por sus calles.

Esta zona es también la más comercial, la más visita-da por los que habitan en otras zonas de la ciudad y por quienes vienen de los pueblos. Es también la más transitada por millones de turistas.

Naturalmente, son también muchos los mendigos y transeúntes que en las puertas de los templos, en las esquinas y calles reclaman las migajas sobrantes del consumo dislocado.

La iluminación extra de estos días no disipa las som-bras de los que, en toda la ciudad, más padecen la injusta carestía de la crisis, y del mundo humano que habita en los viejos caserones de las calles céntricas: personas solas, ancianos, enfermos crónicos… las mujeres granadinas o inmigrantes que les asisten y les pasean en carritos. Más los trabajadores fatiga-dos por tantas horas de más en bancos, comercios, hoteles, bares y restaurantes, no siempre justamente retribuidas…

Todas las pobrezas humanas, además de la económi-ca, desde su oculto o patente desvalimiento son los acompañantes fijos de Jesús, el Pobre de Belén, Naza-ret, Jerusalén y su Calvario.

Queremos recordar con el altavoz de nuestra prensa granadina el mensaje evangélico de Navidad: El Me-sías de los pobres, el Hijo de Dios, siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (San Pablo). Este Jesús de Belén y Nazaret nos hace hijos de Dios y

hermanos. Su fraternidad gratuita con todos, empe-zando por los últimos para hacerlos primeros, a todos nos enriquece con su misma dignidad divina. Su luz nos humaniza radicalmente y nos ayuda a no deslum-brarnos por lujos y luces artificiales. Nos compromete al amor gratuito con los más faltos de cariño, amis-tad, compañía; con los más faltos de pan y de casa para alimentar la vida, don de Dios y resguardarla del frío invernal.

La vida y palabra de Jesús son un limpio mensaje que a todos beneficia llenándonos de la gracia de Dios y a nadie entorpece en el camino de la auténtica humani-zación hacia la plenitud eterna de Dios. Lo queremos recordar a todos sencillamente, reclamándonos a no-sotros sacerdotes los primeros, y a todos: honradez a carta cabal, fidelidad al Evangelio y al bien común de todo el pueblo al que Dios ama, respeto a los de-rechos de todos empezando por aquellos a quienes menos se les reconocen, atención y cariño para con los más desvalidos, empeño constante por compartir “el pan nuestro de cada día” con los que no tienen para cubrir las necesidades primarias de la vida.

Ofrecemos la acogida de nuestras comunidades cris-tianas y parroquiales a todos los que quieran sumarse voluntariamente para los servicios fraternos que cada día requieren la entrega de más personas.

Y nos ofrecemos nosotros, los sacerdotes, a serviros a todos, cada día con dedicación más exquisita, la fe, la esperanza y la caridad cristiana, dones de la gracia de Dios, que nos llenan de su felicidad para rebosarla hacia todos.

¡Feliz Navidad cristiana y fraterna!

Arciprestazgo Virgen de las Angustias

Navidad para todos

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Referido a unas informaciones publicadas en algu-nos medios de comunicación el pasado día 15 en relación al doloroso caso que sufre la Diócesis.

El Arzobispado de Granada comunica que, al igual que un número considerable de las informaciones aparecidas en algunos medios durante las últimas semanas en re-lación con este Arzobispado, son completamente falsas unas informaciones publicadas hoy respecto a que el Ar-zobispado no hubiera dado traslado a la autoridad judi-cial de la documentación que le ha sido solicitada por el Juzgado de Instrucción nº. 4 de Granada.

Desde el Arzobispado, y cumpliendo la última normativa establecida para estos asuntos en el año 2010 por S.S. Benedicto XVI, se ha mantenido en todo momento una total colaboración con el Juzgado Instructor. De hecho, fue el propio arzobispo quien comunicó al denunciante que, al ser él hoy mayor de edad, y según la ley penal

vigente en España, sólo él podía formular la correspon-diente denuncia, y le animó a que lo hiciera. Y apenas supo que los hechos objeto de la denuncia habían sido puestos en conocimiento de la Fiscalía, el arzobispo co-municó también su voluntad de colaboración y trasladó al Juzgado la documentación que más tarde le fue soli-citada por él, como lo ha hecho después en otra ocasión aportando nuevos datos posteriores.

Igual que es también falso, y constituye una burda men-tira, sostener que no se haya dado el preceptivo traslado de lo actuado a la Santa Sede.

El arzobispado se reserva el derecho a ejercitar las accio-nes que procedan contra quienes difunden informacio-nes falsas o contra quienes se las facilitan.

Granada, 15 de diciembre de 2014

Comunicado del Arzobispado de Granada

Por Obra Social La Caixa en Guadix.

Esta navidad, las oficinas de La Caixa de la ciudad de Guadix van a repartir 100 cestas de navidad a 100 fami-lias necesitadas de Guadix y de los pueblos de alrededor. El reparto se va a hacer a través de Cáritas Diocesana, que conoce bien la realidad de las familias más necesita-das de la diócesis accitana.

La presentación de esta acción solidaria, que se integra dentro de la Obra Social La Caixa, tendrá lugar el lunes 22 de diciembre, a las 9:30 horas, en la sede de Cári-tas Diocesana de Guadix. Al acto de presentación asisti-rán los directores de las oficinas de La Caixa que hay en

Guadix y la directora de Cáritas Diocesana. No es ésta la primera vez que las oficinas de La Caixa que hay en Gua-dix entregan cestas de Navidad a familias sin recursos. En años anteriores también lo han hecho y, como en esta ocasión, a través de Cáritas Diocesana.

Las 100 cestas de Navidad que se van a entregar contie-nen dulces navideños y, sobre todo, alimentos de prime-ra necesidad. Con esta ayuda, 100 familias van a pasar mejor estos días tan entrañables.

Entrega de 100 cestas de Navidad a 100 familias necesitadas a través de Cáritas

La presentación tiene lugar el día 20 en el salón de actos del Obispado de Guadix a las 12:30 horas.

Durante la presentación, el director del Centro, José Ma-nuel Rodríguez Domingo, presentará los contenidos del nuevo Boletín, donde se recogen artículos y estudios sobre distintas áreas relativas a la cultura en el norte de la provincia de Granada.

El Centro de Estudios Pedro Suárez es una asociación sin ánimo de lucro integrada por estudiosos e investiga-dores, cuya finalidad principal es colaborar en la investi-gación, conservación y difusión del Patrimonio Cultural del territorio que comprende la Diócesis de Guadix-Baza

(Granada), propiciando y fomentando el desarrollo cien-tífico, cultural, social y económico de las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar.

El Centro de Estudios adoptó el nombre de Pedro Suá-rez, en honor del ilustre historiador nacido en Guadix en 1657, quien tras desempeñar el puesto de Capellán Real y Letrado de Cámara, publicó la obra por la que es más conocido, la Historia de el Obispado de Guadix y Baza (Madrid, 1696). En ella relata el acontecer histórico por el que atravesó la Diócesis desde su fundación por San Torcuato, de forma que la cátedra episcopal de Guadix llega a ser considerada como la más antigua de España.

El Centro de Estudios Pedro Suárez, de Guadix, presenta su Boletín nº 26

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Mirada

La Secretaría Técnica de Enseñanza de los Obis-pos del Sur hace un llamamiento al Gobierno de la Junta de Andalucía para reconducir la re-gulación de la enseñanza de la Religión en la Escuela al marco del derecho de los padres y al sentimiento religioso mayoritario de la sociedad andaluza.

La Secretaría Técnica de Enseñanza lamenta profun-damente la intención del Gobierno andaluz de recor-tar el horario de la enseñanza de la religión católica en la escuela y su alternativa de valores sociales a la mitad del que tiene en la actualidad.

El Gobierno de la Junta de Andalucía tiene previsto un Proyecto de Decreto y Orden que recorta la asig-nación horaria de la religión a la mitad, mientras que crea asignaturas de nuevo cuño que pasarán a tener el doble de horario. Conviene destacar que la única asignatura que pierde asignación horaria en el currí-culo de educación primaria en Andalucía es la de reli-gión y su alternativa de valores cívicos.

Estas medidas inciden en la concepción que el ejecu-tivo andaluz tiene del sistema educativo como herra-mienta de transmisión de contenidos y no de pleno desarrollo de la personalidad humana (art. 27.2 C.E.), pues olvida la formación en Religión y en valores, tan necesaria conforme a todos los consensos sociales y causa de la actual crisis económica, política y social.

La Secretaría Técnica considera que dicha medida es una vulneración inaceptable del art. 27.3 de la Cons-titución Española que establece que los poderes pú-blicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y mo-ral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.Cabe señalar que la asignatura de religión católica en la escuela es solicitada por el 87% de los padres an-daluces en el nivel de educación primaria, por lo que cuenta con un amplísimo respaldo social.

Igualmente, la Secretaría de Enseñanza valora muy negativamente la pérdida de empleo que supondrá dicha medida para los 2.700 docentes que imparten esta asignatura en Andalucía y apoya todas las medi-das que los profesores de religión están adoptando para la defensa de sus derechos individuales y colec-tivos.

Los Obispos de Andalucía realizan un llamamiento a la Junta de Andalucía, en la persona de su Presiden-ta, para que aborde la regulación de la asignatura de una forma respetuosa con el sentir mayoritario de los padres andaluces y respetando el empleo de los do-centes.

Sevilla, 18 de diciembre de 2014

Comunicado de la Secretaría Técnica de Enseñanza de los Obispos del Sur

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Mirada

En el retiro del clero, el lunes nuestro Arzobispo felicitará la Natividad del Señor a los presbíteros diocesanos y compartirá con ellos un día de fra-ternidad.

El retiro del clero comenzará a las 11:15 horas con el rezo de la Hora Intermedia y concluirá con un almuer-zo fraterno tras el saludo y felicitación de Navidad de parte de nuestro Arzobispo.

Los sacerdotes diocesanos también festejarán la Navi-dad con el canto de villancicos y, previamente, partici-

parán en la conferencia sobre santa Teresa de Jesús y san Juan de Ávila. La conferencia estará a cargo de Encarnación González Rodríguez, miembro de la Institución Teresiana y antigua Directora de la Oficina para la Causa de los Santos de la Conferencia Epis-copal Española. La ponencia se enmarca también en el Año Jubilar Teresiano, que se celebran en todas las Diócesis españolas, incluida Granada, donde en nues-tra Diócesis puede ganarse la Indulgencia Plenaria en virtud del Decreto firmado por nuestro Arzobispo con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Te-resa de Jesús.

Convivencia navideña de sacerdotes

Por su interés, publicamos este artículo remitido a la Redacción del Secretariado de Medios de Co-municación del Arzobispado de Granada.

Juro que hoy he visto a un verdadero cristiano. Ha ocurrido esta mañana, de repente, en el pasillo de un edificio. Se le notaba fatigado: tenía los ojos henchi-dos por el sueño y el pelo muy blanco sobre el arco de la espalda. No obstante su cansancio físico, me di cuenta, una paz extraterrestre serenaba los rasgos de su rostro, lleno de invisibles escupitajos.

Yo lo conozco. Han sido varios años en los que he tenido el privilegio de estar a su lado, siendo soste-nido por sus palabras y ayudado siempre que se lo he pedido. Eso sí: es imperfecto, les advierto. A ve-ces, por ejemplo, tiene muy malas pulgas y emplea con maestría un afilado sarcasmo; y además, que me disculpe, es un poco torpe con el coche. Es humano, está claro, menos mal; pero a su lado he descubierto una entrega sincera a los hombres y a una Iglesia más ancha de lo que uno se piensa, cuya justicia es muy distinta a la de los hombres, que no es otra que la de la guillotina y el cadalso.

Digo verdadero cristiano, sí, porque en él he visto es-tas semanas la imagen de aquel hebreo que da nom-bre a su secta. Porque igual que su maestro, el hijo del carpintero, está siendo fustigado por los de Roma y también por los de su propio pueblo; calumniado por algunos que se dicen cristianos, aunque yo sospe-cho que sólo tienen el nombre porque por sus frutos los conoceréis y porque les gusta dividir, que eso lo hace otro con ropas de eremita y largas pezuñas. So-

bre todo porque no responde al mal con el mal, esto es, porque ama a sus enemigos, que no es ternura ni sentimentalismo ni fuerza de los puños, sino don que desciende de lo Alto. Sólo eso y no la cantidad de me-dallas pastorales y simpatías cosechadas entre el clero es el principal distintivo del que murió en un madero crucificado, en un monte con nombre de hueso, en la ciudad populosa. Ese mismo hombre que no vino a paliar el hambre material ni a tunear este mundo ruinoso cuyo príncipe, dicen los más exagerados (los “ultraconservadores”, qué risa), es el mismo que he nombrado antes con ropas de santo y largas pezuñas. Vino, según las Escrituras, a recuperar al hombre que sufre por el pecado (no falta ni yerro ni torpeza, sino Pecado) y a redimensionarlo colmando la vasija de lo humano de un amor sobrehumano cuya máxima ex-presión es la de su cuerpo desangrado, con los brazos abiertos, frente a sus asesinos. Un amor muy serio, lejos de ternuras occidentales. Este amor concreto, histórico y no abstracto que transforma al que lo aco-ge lo estoy viendo en la vida de este hombre del que os hablo, manso y mudo frente a los que lo ridiculizan sin descanso.

Hoy he visto a un verdadero cristiano. Se llama Javier Martínez, y es mi arzobispo.

Jesús Montiel López

Un cristiano

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Mirada

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• Belén de la Catedral. Mons. Javier Martínez bendecirá el Belén instalado en la S.I Catedral el domingo día 21, al inicio de la Eucaristía a las 12:30 horas. El Belén podrá visitarse gratuitamente en horario de domingos de 17:30 a 19:30 horas y resto de la semana de 19 a 21 horas. Los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero permanecerá cerrado en este horario, pudiendo visitarse esos días tras las celebraciones litúrgicas.

• Guía de Belenes. COPE Granada ha editado una Guía de Belenes, que refleja el carácter propio del belén granadino. Puede recogerse gratuitamente en su sede, en la C/ Gran Vía de Colón, 28 – 2ª planta. También hay ejemplares en la S.I Catedral y en la Curia Metropolitana. La Guía está disponible también para dispositivos móviles de Android y Iphone, con la aplicación gratuita Belenes Granada.

AGENDA

Misa del Gallo, 00 horas.

Eucaristía de la Natividad del Señor, 12:30 horas.

Eucaristía de entrada del nuevo año, 31 de diciembre, 23:30 horas.

Eucaristía de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, 1 de enero, 12:30 horas.

Eucaristía en la Epifanía del Señor, 6 de enero, 12:30 horas.

Celebraciones navideñas en la Catedral, presididas por el Sr. Arzobispo

• Concierto. Organizado por el CC. Nuevo Inicio del Arzobispado y la Catedral, concierto de Navidad el día 6, Epifanía del Señor, en el templo catedralicio a las 19:30 horas, a cargo del quinteto de viento Granada Brass Quintet.

• Exposición. El día 6, Epifanía del Señor, concluye la exposición Religar la materia, con obras escultóricas y relieves de Antonio Campillo, orga-nizada por el Centro Cultural del Arzobispado y la Fundación que lleva el nombre del artista murciano.

• Concentración navideña. La Casa de Cultura y Solidaridad de Gra-nada convoca una concentración de Navidad contra el hambre, el paro y la esclavitud infantil el día 21 a las 17 horas en la Fuente de las Batallas.

• Semanario Fiesta. El Secretariado de Medios de Comunicación del Arzobispado de Granada comunica que, con motivo de las fiestas navide-ñas, nuestra revista diocesana volverá a publicarse tras las celebraciones de Navidad, en enero de 2015.

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Textos

La celebración de la fiesta de la Sagrada Familia, el 28 de diciembre, no es una fiesta más en el calendario, sino la fiesta con la que reconocemos que en la Sagrada Familia de Nazaret –Jesús, Ma-ría y José- aprendemos la vocación al amor a la que estamos llamados y que llevamos impresos en el corazón. Es en la familia donde, en primera instancia, aprendemos a amar y a ser amados. Con motivo de esta Jornada, ofrecemos la Nota de los Obispos de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida.

El Papa Francisco ha regalado a la Iglesia la exhorta-ción apostólica Evangelii gaudium, donde nos ofrece preciosas indicaciones para la tarea pastoral de la Igle-sia en los años venideros. En ella nos recuerda que “la familia atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales. En el caso de la familia, la fragilidad de los vínculos se vuelve es-

pecialmente grave porque se trata de la célula básica de la sociedad, el lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros, y donde los padres transmiten la fe a sus hijos”.

A partir de esta afirmación del Papa surge una pre-gunta fundamental: siendo esto así, ¿cómo evangeli-zar y cómo anunciar el evangelio de la familia donde reina una concepción antropológica que conforma la cultura dominante y que transforman la concepción y el sentido del amor, de la sexualidad y de la corpo-reidad?

Frente a esta concepción, el Evangelio anuncia la bue-na noticia de que es posible conocer el amor verda-dero, un amor que se muestra como vocación, como camino hacia una plenitud, que colma el corazón hu-mano y lo hace libre y feliz.

La alegría del evangeliode la familia

Jornada de la Sagrada Familia

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Textos

VOCACIóN AL AMOR

Para vivir el amor verdadero debemos preguntarnos acerca del origen de este amor. De esta cuestión se desprenden otras como dónde descubrir la verdad del amor o de qué amor se ha servido Dios para mostrar su amor y quién es el origen del amor y de la vocación al amor de todo hombre. La respuesta sólo la pode-mos encontrar en el misterio de Dios.

Descubrir un amor que nos precede, un amor que es más grande que nuestros deseos, un amor mayor que nosotros mismos, lleva a comprender que necesita-mos aprender a amar. Este aprender a amar consiste, en primer lugar, en recibir el amor, en acogerlo, en ex-perimentarlo y hacerlo propio. Esto permite eliminar toda concepción emotivista o voluntarista del amor: “Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tie-ne y hemos creído en él” (Jn 4, 16).

La verdad del amor se descubre en la unión del hom-bre y la mujer. Con la creación del ser humano se descubre cómo el amor de Dios se hace realidad en la vida humana, y cómo la diferencia sexual es una realidad originaria que nos muestra la dimensión co-munional del amor.

Esta unidad dual es fecunda en la unidad de los cón-yuges y en la generación de los hijos. Dios se ha ser-vido del amor esponsal para revelar su amor. La trans-formación del amor humano en el amor de Dios no es algo circunstancial. Es tan permanente y exclusivo como la unión de Cristo con la Iglesia. Cristo, “por medio del sacramento del matrimonio (…) permane-ce con ellos (los esposos), para que (…), con su mu-tua entrega, se amen con perpetua fidelidad, como Él mismo ha amado a su Iglesia y se entregó por ella”.

Por tanto, “la vocación al amor es la que nos ha se-ñalado el camino por el que Dios revela al hombre su plan de salvación. Es en la conjunción original de los distintos amores en la familia -amor conyugal, pa-terno filial, fraternal, de abuelos y nietos, etc.- como la vocación al amor encuentra el cauce humano de manifestarse y desarrollarse conformando la auténti-ca identidad del hombre, hijo o hija, esposo o esposa, padre o madre, hermano o hermana”.

LA ALEGRíA DEL EVANGELIO EN LA FAMILIA

La verdad del Evangelio sobre el amor humano y la bondad y belleza de toda vida humana se convierte, de este modo, en fuente de alegría permanente. El mismo “Cristo necesita familias para recordar al mun-do la dignidad del amor humano y la belleza de la vida familiar”. Así, la misión de los padres es insustituible y, como no cabe opción a delegar la transmisión de la vida ni de la fe, tampoco cabe la posibilidad de que la verdad del bien que es la familia para un hijo se les pueda comunicar de otra forma que no sea viviendo en un hogar como comunión de amor; de ahí la enor-me responsabilidad de los padres, en primer lugar, de procurar que eso sea así y, en segundo lugar, de las instituciones públicas de favorecer las condiciones mí-nimas para poder llevar a cabo esa tarea dotando de la tutela, ayuda y protección necesarias para la estabi-lidad y seguridad de las familias. Esa alegría de la vida en familia forma parte de la naturaleza misma del ser humano, debido a su inherente vocación al amor y a la felicidad.

Con respecto a la transmisión de la fe es esencial que esta sea una fe viva, testimonial y alegre, traspasada por la esperanza y la caridad. Sin esos elementos, la persona en general, y el niño en particular, difícilmen-te podrá experimentar y hacer suyo que el mensaje que le comunican en su hogar y en la vivencia de la parroquia encierra una verdad auténtica; a lo sumo podrá llevarle a repetir frases vacías, comportamien-tos miméticos que acepta sin comprender y sin hacer-los vida; no le llevará a vivir con alegría, sobre todo cuando otros mensajes, en distinto sentido, lleguen a sus oídos, a sus corazones, que terminarán por anular la experiencia de la causa profunda y vital de dicha alegría.

Nadie en la comunidad eclesial puede desentenderse de esta misión. Todos hemos recibido una vocación al amor. Todos estamos llamados a ser testigos de un amor nuevo, de una gran alegría, que será el fermen-to de una cultura renovada, que pasa por la defensa del amor y de la vida como bienes básicos y comunes a la humanidad.

La Sagrada Familia. Francisco Goya.

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TextosEn esta fiesta de la Sagrada Familia pidamos la gracia de experimentar la alegría del evangelio de la familia y ser testigos de esta alegría en los hogares, en la Iglesia y en el conjunto de la sociedad, de modo particular allí donde las diversas pobrezas materiales, sociales o espirituales precisan de un anuncio convincente de esperanza y salvación.

+ Mario Iceta GavicagogeascoaObispo de BilbaoPresidente de la Subcomisión para la Familiay Defensa de la Vida

+ Francisco Gil HellínArzobispo de Burgos

+ Juan Antonio Reig PlàObispo de Alcalá de Henares+ Gerardo Melgar Viciosa

Obispo de Osma-Soria+ José Mazuelos Pérez

Obispo de Jerez de la Frontera+ Carlos Manuel Escribano Subías

Obispo de Teruel y Albarracín+ Juan Antonio Aznárez Cobo

Obispo Auxiliar de Pamplona y Tudela

Jesús, María y José,en vosotros contemplamos

el esplendor del amor verdadero,a vosotros nos dirigimos con confianza.

Sagrada Familia de Nazaret,haz que también nuestras familias

sean lugares de comunión y cenáculos de oración,auténticas escuelas del Evangelioy pequeñas Iglesias domésticas.

Sagrada Familia de Nazaret,que nunca más en las familias se vivan experiencias

de violencia, cerrazón y división:que todo el que haya sido herido o escandalizado

conozca pronto el consuelo y la sanación.

Sagrada Familia de Nazaret,que el próximo Sínodo de los Obispos

pueda despertar en todos la concienciadel carácter sagrado e inviolable de la familia,

su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José,escuchad y atended nuestra súplica. Amén.

Oración a la Sagrada Familia

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En estas fechas de Navidad la alegría se da por supuesta. Pero la verdadera alegría es la que nace del corazón agradecido porque somos ama-dos y somos hijos de Dios. En Navidad nuestra alegría es plena, cierta y rebosante, que ya se anticipa en el III Domingo de Adviento, el domin-go Gaudete, por la Venida del Hijo de Dios. Fren-te a la alegría vacua, fabricada y superficial de quienes reducen la Navidad a fiestas y grandes comidas, los cristianos festejamos con alegría re-bosante la Natividad de Nuestro Señor, porque celebramos la Respuesta de Dios, hecho carne, a nuestra cotidianidad y a nuestra humanidad. En el marco de esta Navidad, ofrecemos la ho-milía de nuestro Arzobispo en el III Domingo de Adviento -Domingo Gaudete- en la Catedral, en la que habla de la alegría del cristiano: la alegría de Dios hecho hombre y la alegría de ser hijos de Dios, amados desde siempre.

Queridísima Iglesia del Señor, Pueblo Santo de Dios, Esposa amada de Jesucristo; muy queridos sacerdotes concelebrantes; queridos hermanos y amigos todos; saludo especialmente hoy a mi coro favorito, la Schola Pueri Cantores de Granada, triunfadora en el mundo entero (cada vez sois más y eso está muy bien). Me

alegro mucho de estar con vosotros, siempre, ya lo sabéis:

Si hay algún motivo –los pedagogos dirían trasversal- que cruza de parte a parte la liturgia de hoy, es el motivo de la alegría. De hecho, en la tradición lati-na se le llama a este domingo con un nombre latino, domingo gaudete, porque en la antífona de entrada, en el primer canto que se hacía al comienzo de la liturgia, retomaba las palabras de la primera lectura: “Vivid siempre alegres en el Señor, alegraos”. Pero en la misma oración de la misa le hemos pedido al Señor poder celebrar las fiestas que se acercan, la Navidad que está en las puertas, con una alegría desbordante. Y la alegría aparecía, de una manera o de otra, en las dos primeras lecturas y en el Salmo: “Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador”, hemos cantado con la Virgen.

¿Cuál es en nuestra experiencia humana el motivo de la alegría? Quiero decir de una alegría que no sea fa-bricada, que no sea un montaje, que no tenga que ser una construcción, sino que sea una alegría que brota de lo más íntimo del ser; que no tiene que olvidarse de que existe el alzhéimer, de que existe el pecado y el mal, de que existe la traición y la mentira, de que

Vivir en la alegría y gratitudsiempre, porque tenemos al Señor

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Homilía delArzobispo de Granada

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existe la vejez y la muerte, de que nuestras vidas son limitadas y de que somos no sólo seres limitados, sino pobres pecadores. ¿Dónde es posible una alegría que no tenga necesidad de olvidarse de nada de eso? ¿De dónde nace? Pues, en nuestra experiencia humana, por limitada que sea esa experiencia, nace siempre del hecho de reconocer un amor: cuando somos amados, cuando nos damos cuenta de que somos amados y no de una manera utilitaria, instrumental, manipula-dora, sino que el amor es, somos objeto de un regalo nunca merecido, porque el amor nunca es merecido, nunca es un derecho, siempre es una gracia. Es, en-tonces, cuando en nuestro corazón brota una alegría. Yo diría la única alegría que es realmente pura, pura en su raíz, pura en su desarrollo, pura en su florecer y en sus frutos. Pues ése es el motivo por el que la Iglesia nos invita a estar alegres, porque Dios es amor. Eso parece una proposición muy abstracta, pero no. Es que la historia, los textos que se leen en la liturgia domingo tras domingo, día tras día, los textos de la Escritura, lo que son para nosotros las Santas Escri-turas, es una historia de amor, desde la elección de Abraham, desde los comienzos de la historia de esa familia cuyo origen estaba en la Alta Mesopotamia, (...) grandes emigrantes, grandes nómadas, de reba-ños de cabras y de ovejas que iban buscando pastos que llegaban hasta el Sinaí, a veces en tiempos de hambruna en la zona de Palestina, pues hasta Egipto como nos cuenta la misma Escritura. Desde la historia de esa familia hay una historia de amor, una historia de una fidelidad de Dios.

El pueblo ha roto la alianza que Dios constituyó con ese pueblo precisamente en el Sinaí: “Yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo”. Esa fórmula que para nosotros dice poco y que nosotros cuando hablamos de alianza entendemos muchas posibles cosas era una fórmula

esponsal, era una fórmula matrimonial, era la fórmula con el que en el mundo judío y el mundo semita de alrededor se casaba la gente: “Tú serás mi esposa y yo seré tu esposo”, o al revés: “Tú serás mi esposo y yo seré tu esposa”. Y ésa es la fórmula que usa Dios con su pueblo. Y el pueblo ha sido a lo largo de la historia una esposa infiel muchas veces. Los profetas nos dan testimonios y los Libros de los Reyes, es decir, podemos ver, profundamente infiel. Y sin embargo, Dios permanece una y otra vez, renueva esa alianza y una y otra vez promete una alianza nueva y eterna, una alianza que cambiará nuestro corazón de piedra en un corazón de carne, una alianza de la que nacerá una vida nueva: “Yo mismo vendré a pastorear a mi pueblo”. Tantas maneras, dice el Señor. A veces se harta y dice: “Ya no te voy a llamar más pueblo mío”, y después de eso dice: “No soy capaz. Te llevaré al de-sierto, te seduciré, te hablaré al corazón y tú ya nunca me llamarás Baal mío, sino que me dirás Dios mío y yo te diré pueblo mío”. Dios renueva esa alianza porque Dios es fiel.

Lo que nos recuerda cada trocito de texto (no son textos que leemos para aprender un poco cómo ser mejores o cómo tener más cualidades o cómo hacer unos propósitos) es un fragmento de una historia de amor, historia de amor que culmina en un aconte-cimiento: el acontecimiento de Cristo, que visto en su conjunto incluye la Encarnación, la Pasión y muer-te, la Resurrección y el don del Espíritu Santo. En ese acontecimiento se introduce definitivamente el amor de Dios en la historia, se siembra por así decir la vida divina en nuestra humanidad pecadora. Y nunca más dejará de estar entre nosotros. El Emmanuel, el Dios-con-nosotros, es justamente Jesucristo. Sus últimas palabras del Evangelio son “Yo estoy con vosotros todos los días, yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

Nosotros nos preparamos a celebrar un año más ese acontecimiento, que es la Encarnación y las conse-cuencias de la Encarnación, que al final es la unión de nuestra humanidad con la vida divina, o, si queréis, el don de la vida divina sosteniendo nuestra pobre condición mortal y pecadora. Y lo empezamos a cele-brar en la Navidad, que es una fiesta de bodas. Me lo habéis oído decir, quienes venís todos los domingos, muchas veces: cada Eucaristía es una fiesta de bodas porque cada Eucaristía hace memoria del aconteci-miento de Cristo en su totalidad, hace memoria de la Encarnación, hace memoria de la Pasión y de la muerte, y hace memoria, hace actual y contemporá-neo, el don del Espíritu Santo comunicándonos en la

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comunión, que significa justamente eso, comunión pero entre Dios y su criatura, comunión entre Dios y nuestra humanidad. “La Encarnación sigue teniendo lugar”, ésa es una frase de San Juan Pablo II: la En-carnación se prolonga de manera misteriosa pero se prolonga una manera verdadera en la vida de la Igle-sia. Y en algunas liturgias orientales incluso el gesto de la invocación al Espíritu Santo trata de recordar el aletear del Espíritu Santo al que alude el pasaje de la Anunciación en el Evangelio, con un paño que el sacerdote agita sobre el pan y el vino que van a ser consagrados.

Mis queridos hermanos, a nosotros no nos pasa como a aquellos a los que se dirigía Juan el Bautista. Decía: “En medio de vosotros hay uno que no conocéis”. No. Nosotros lo conocemos, nosotros tenemos la ex-periencia de la redención de Cristo, nosotros sabemos que Dios está con nosotros. Nosotros conocemos al Emmanuel, conocemos a Jesús, hemos recibido el don de su vida divina, somos hijos de Dios, partícipes de la vida de Dios. Somos hermanos, somos miem-bros del Cuerpo de Cristo y miembros los unos de los otros, unidos por unos lazos misteriosos, que es lo que proclamamos cada vez que rezamos el Credo en la comunión de los santos, cuando hablamos de la comunión de los santos, cuando decimos “Creo en la comunión de los santos”. Y los santos no es la comu-nión de aquellas personas que están llenas de virtudes y que no tienen defectos. Los santos son aquellos que forman parte del pueblo en el que Dios está, el único santo, en el que la santidad de Dios está y estará para siempre. Nunca jamás dejará de estar.

Si conocemos podemos alegrarnos y podemos vivir en la alegría. Yo diría que la alegría es uno de los prime-ros frutos; la alegría y la gratitud son los dos primeros frutos del acontecimiento de Cristo, de la experiencia del encuentro con Cristo, de la acogida de Cristo en nuestras vidas. Podemos vivir en la alegría siempre y podemos vivir en la gratitud siempre. Porque tenemos al Señor.

De aquí a unos momentos muchos de nosotros va-mos a recibir al Señor de una manera misteriosa, pero con la misma realidad con que lo recibió la Virgen. Y el Señor se unirá a nosotros y vivirá en nosotros y nos hará templos suyos. Vivimos sostenidos por ese amor infinito. ¿Cómo no vamos a vivir en la alegría? ¿Cómo no podríamos estar siempre, cómo no podría cumplirse lo que dijo el Señor: “Yo he venido para que mi alegría esté en vosotros y para que vuestra alegría llegue a plenitud”? La única alegría pura, por-que somos objeto de un amor sin condiciones, de un amor sin límites, de un amor que no es como el nuestro, frágil, débil, medio en claroscuro. No. De un amor que es todo luz porque Dios, que es amor, no ha tiniebla alguna. Si somos objeto de ese amor cómo no vamos a estar nunca... en ninguna circunstancia, no sólo cuando nos van las cosas bien humanamente, no sólo cuando aprobamos todas las evaluaciones y saca-mos adelante todas las materias, también cuando una asignatura se nos queda colgada o cuando se nos ha quedado un año colgado porque estamos en mitad de la edad del pavo total y no nos enterábamos nada ni de las matemáticas, ni de las sociales, ni de nada de nada. También cuando una enfermedad nos hiere

San Juan Bautista predicando en el desierto. Pier Francesco Mola.

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y nos ataca o ataca a un ser querido, también cuando las circunstancias no son fáciles o cuando experimenta-mos la vejez o la proximidad de la muerte. Un cristiano puede vivir siembre alegre en Cristo, es decir, cuando su vida está edificada sobre la roca que es Cristo. Y en nuestra casa caen tormentas, claro que sí, y vienen lluvias y torrenteras, y todo lo que sea, y aquella casa no se cae porque está edificada sobre roca.

Tenemos, pues, el don de la alegría y una alegría de la que no dispone ningún poder del mundo, ninguna realidad del mun-do. Una alegría que es puro don de Dios y que podemos disfru-tar desde lo más íntimo de nues-tras entrañas. Y sin embargo, le pedimos al Señor “Ven, Señor Je-sús”. ¿Por qué? Pues porque so-mos conscientes de que hay mu-chas zonas de nuestra vida, de nuestro pensa-miento, de nues-tro corazón, de nuestro deseo, que no han sido todavía iluminadas por Cristo y algunos, como yo mismo, seguro que llevamos toda la vida en la Iglesia y hemos crecido, por así decir, en el ambiente de esa luz, pero hay zonas de la vida que las tiene uno (a veces ni siquiera tapadas cons-cientemente); sino nos damos cuenta en un momento dado que nos hemos distraído, que hemos apartado nuestra mirada del Señor, que hemos puesto nuestra felicidad en cosas que no son capaces darla, en reali-dades que no pueden llenar y satisfacer plenamente nuestro corazón, y la Iglesia nos invita: “Volved a mirar al Señor, que el Señor viene, que viene siempre, que está a las puertas, que lo tenemos al lado, que nadie es tan cómplice de vuestro anhelo de ser feliz, de nuestro anhelo de ser feliz como el Señor”. Eso es lo que signi-fica “Ven, Señor Jesús”.Yo anhelo ser feliz. Yo anhelo vivir en eso que los se-mitas del mundo antiguo llamaban la paz, que no es simplemente la paz como ausencia de conflictos, sino la paz como plenitud de gozo, de confianza en el fu-

turo, de confianza en la vida, de confianza en la fideli-dad eterna e inmortal de Dios. Señor, todos anhelamos esa paz y Tú vienes a nosotros como cómplice nuestro en nuestro deseo de paz. Por eso es tan humano de-cir “Ven, Señor Jesús”. Por eso es tan profundamente humano. Y aunque conozcamos a quien está en medio de nosotros y le conocemos, le conocemos por la edu-cación que hemos recibido, por la experiencia que te-nemos de Él, le conocemos por la vida de la Iglesia y la santidad de la Iglesia que el Señor nos permite experi-

mentar cada día. Claro que Te co-nocemos, Señor, pero porque Te conocemos que-remos más de Ti, tenemos mas sed de Ti; cuanto más te conoce-mos, más sed de Ti. Más certeza de que Tú eres el bien de nuestras vidas, el tesoro de nuestro cora-zón, la alegría de nuestra humani-dad y también la única posibilidad de una humani-

dad floreciente, floreciente, de una humanidad de her-manos, de una humanidad donde nos miremos unos a otros con ese afecto y ese respeto y ese cariño que es como un reflejo de la mirada de Dios sobre cada ser humano, sobre cada uno de nosotros.

Pedirle al Señor “Ven, Señor Jesús” es suplicarle que eso suceda una vez más o que suceda de manera más plena en medio de nosotros y que porque sucede de nuevo podamos celebrar, no sólo el día de Navidad sino todos los días del año, con una alegría desbordante. Que así sea para vosotros. Así lo pido yo al Señor para mí. Que así sea, Dios lo quisiera, para todos los hom-bres.

Nos ponemos de pie para profesar la fe.

+ Javier MartínezArzobispo de Granada

14 de diciembre de 2014S.I Catedral

Escuchar homilía18

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Abordar el misterio de la mujer en toda su au-tenticidad y en todas sus exigencias. Ese es el contenido del último libro editado por la Funda-ción Maior, entidad sin ánimo de lucro que con-sidera la cultura como elemento primordial para la formación integral de la persona. El libro fue publicado en 1976, por el teólogo francés Louis Bouyer, y ahora la Fundación Maior –que propo-ne la contemplación de la Belleza, que despierta en el hombre el gusto y la fascinación por el arte, la música, la literatura y toda expresión cultural enriquecedora- lo rescata en lengua española y con Epílogo de Hans Urs von Balthasar, dada su plena actualidad hoy frente a la ideología de género.

En este libro el autor plantea inicialmente la cuestión del sacerdocio femenino, que resuelve con rotundi-dad y desapasionamiento, para, a continuación, pasar al estudio de lo que Juan Pablo II calificó como el “genio femenino”, analizando sucesivamente la re-lación entre Dios y la mujer, las vocaciones comple-mentarias del varón y la mujer y el significado de los ministerios femeninos tradicionales.

Todo el libro resulta de gran interés y llama la atención la precisión con la que se definen la paternidad, la feminidad y la virginidad, nociones que, en la actua-lidad, se nos presentan confusamente desenfocadas.

Cultura

Misterio y ministeriosde la mujer Libro

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Paseo a orillas del mar. Joaquín Sorolla.

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La aportación fundamental del libro se centra así, más allá de la polémica en torno a una pretendida superio-ridad del varón sobre la mujer o viceversa, en la exposición del misterio que se encierra en la diferencia sexual. Hans Urs von Balthasar, que lo tradujo y publicó en alemán, reiteró en su epílogo esta idea central: “Las dos formas complementarias de ser hombre (varón y mujer), pueden ser en todo de la misma dignidad, pero no por eso son intercambiables”.

Cultura

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El lugar que Dios mismo ha dado en la Iglesia a la mujer

Introducción al libro “Misterio yministerios de la mujer”

“Toda nuestra cultura, demasiado machista y dema-siado técnica, olvida fácilmente su fundamento feme-nino”. Estas palabras de Von Balthasar, que tradujo, prologó y publicó en alemán el pequeño ensayo de Louis Bouyer que ahora se presenta en español, se pueden reconocer también como punto de partida de las reflexiones del gran teólogo francés.

No se trata de negar dignidad a la mujer, sino de recibir y –especialmente en el caso de Bouyer- defender en la Iglesia el lugar que Dios mismo ha dado a la mujer. Que ese lugar excluye el ministerio sacerdotal no es algo que se pueda interpretar como una rémora cultural que desaparecerá pronto también de la Iglesia, sino mera-mente como la otra cara de la sorpresa de Adán, nunca superada, sorpresa también de Jesucristo, Nuevo Adán: esta sí es carne de mi hueso, hueso de mis huesos.

La controversia en torno a una eventual ordenación de las mujeres al ministerio sacerdotal que se empieza a extender en la Iglesia y que es previsible no haya aca-bado aún de sembrar en ella la desconfianza, debería tener al menos un efecto de lo más saludable. Y dicho efecto sería el de llevarnos a desarrollar el misterio de la mujer, cuya importancia para una justa interpretación del Evangelio se nos muestra tanto en el capítulo cinco de la epístola a los Efesios como en el doce del Apo-calipsis, sin contar con muchos otros textos bíblicos, aunque no se puede negar tampoco que siempre está a la espera de que se le otorgue toda la atención que merece. Sin duda que ésta sería la manera mejor y más efectiva de hacer frente a la actual inundación de una sexualidad aún más descentrada que desenfrenada.

En cualquier caso, el que la puesta en cuestión del per-manente rechazo de la tradición judía y cristiana en lo relativo a la admisión de un sacerdocio femenino (o más bien asexuado: indiferentemente atribuido tanto a la mujer como al varón), sea un hecho de una época y de una mentalidad tan claramente desorientada en todo lo que se refiere a este ámbito, no es mera casua-lidad. Se da uno perfectamente cuenta de ello cuando se examinan los extrañamente sofisticados motivos que en este sentido alegan los partidarios de un cambio ra-dical. Las ignorancias y los desconocimientos que así ponen de manifiesto son la prueba de la profundidad del malestar que existe respecto de la mujer, de su ver-dadero lugar y de su papel clave en la sociedad, en una palabra, de aquello en que consiste la dignidad femeni-na, completamente ajena, se diría, a lo que ya nadie se atreve a llamar nuestra civilización.

Examinar y criticar esos falsos razonamientos será así el camino más rápido y más natural para despejar el terreno de los prejuicios que lo entorpecen, no sien-do siempre los peores los más antiguos, procediendo a continuación resaltar el misterio de la mujer en toda su autenticidad y en todas sus exigencias.

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Testimonio

En el mes de diciembre del pasado año comenzaban las celebraciones del Centenario de la llegada de la Compañía de María a Granada, una orden religiosa de-dicada sobre todo a la educación que nació en el año 1607 con la vocación de ayudar a la mujer. En 1914 llegaron al Granada, tras un intento unos años antes, para crear el Colegio Compañía de María, que actual-mente se ubica en la Avenida de Andalucía, número 10, y que ha supuesto para muchas generaciones un acercamiento a la educación y una ayuda en sus nece-sidades.

Su primera creación en Granada fue el colegio, en la calle Buen Suceso y más tarde en la calle Gracia, hasta ubicarse donde está actualmente. Tras un tiempo las religiosas pensaron que su misión tenía que ampliarse y llevar adelante su carisma de atención a la mujer, por lo que crearon una residencia de jóvenes universitarias,

que se convirtió, años más tarde, en el Colegio Mayor Montaigne y ahora acogen a 80 chicas. Pero también pensaron que debían ir a las zonas marginales ya que su proyecto educativo “ha querido siempre tender la mano a las situaciones más duras”, explica Eloisa Ser-na, religiosa y titular del colegio en Granada. Se creó entonces el Proyecto Educativo Lestonnac, en el Barrio de la Paz. Así completaron su servicio toda la sociedad.

“Éste ha sido un año de acción de gracias”, señala Eloisa Serna, quien resalta que en esta celebración del Centenario “ha habido momentos muy entrañables. La gente ha venido feliz y contenta, hemos tenido mo-mentos de conciertos, conferencias, teatro, conviven-cia con las familias, un día con los antiguos alumnos de todas las generaciones. Hemos disfrutado y nos lo hemos pasado muy bien”, dice la religiosa.

Cien años educando en GranadaCompañía de María

Acaba de clausurarse el Centenario de la llegada de la Compañía de María a Granada, con la fundación del Colegio que lleva su nombre. Ha sido un año de acción de gracias en el que han mostrado el testi-monio de cien años trabajando por la educación en Granada y por los más necesitados.

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Este Centenario ha sido clausurado en estos últimos días del año con la celebración de la Eucaristía en la S.I. Catedral, donde el Arzobispo Mons. Javier Martínez anunció su deseo de visitar las casas de consagrados en este Año dedicado a la vida consagrada. Asimismo, recordó la importante tarea que en la educación hace la Compañía de María en nuestra Diócesis.

Toda esta tarea educativa y social se lleva adelante en Granada gracias a 10 hermanas que dan su vida a diario para que todo funcione, siempre ayudadas por seglares: “siempre ha habido con nosotras seglares, nunca hemos estado solas”, explica Eloisa.

El último acto enmarcado en este Centenario tuvo lu-gar el viernes 19 de diciembre, cuando celebraron con todo el colegio la Navidad en la calle. En el próximo año recogerán la Granada de Oro que les ha otorgado el ayuntamiento por su servicio a la ciudad de Granada durante estos cien años.

CARISMA

“Nacimos como una necesidad de atender a la mujer porque en aquél momento de nuestra historia el hom-bre empezaba a saber leer y escribir pero la mujer no, entonces tuvimos la experiencia de la fundadora que es hija de madre calvinista y su padre era católico. De su madre aprendió la necesidad de que la mujer tuviera cultura y de su padre los valores cristianos. Nacimos como un proyecto educativo, tratando de atender a la mujer fundamentalmente para que tuviera posibi-lidades en la vida de saber leer y escribir”, señala la titular del colegio. Siempre hacen alusión a su proyecto educativo por la gran herencia que les dejó su funda-dora, Santa Juana de Lestonnac, quien en su ciudad natal, Burdeos, comenzó esta gran obra. Fue una mu-jer significativa en la Iglesia y en la cultura de su tiempo que basó su pensamiento pedagógico en la Compañía de Jesús y en la filosofía de su tío Miguel de Mon-taigne. Enraizó su obra educativa en el humanismo cristiano, con todo lo que ello supone de visión positiva del hombre y del mundo. Comprometió su vida en una respuesta nueva y creativa: la educación de la mujer según el Evangelio. Tras una larga, azarosa y fructífera vida y extendida su obra con más de 40 colegios funda-dos, entregaba su alma a Dios el 2 de febrero de 1640. El Papa Pio XII la canonizó el 15 de mayo de 1949.

Un aspecto muy importante de su carisma y vocación es educar a los niños para la solidaridad y la responsabi-lidad social, de ahí que hayan abierto centros en zonas marginales y que en el colegio se tenga en cuenta y se trabaje. “Hacemos una educación que va más allá del aula, tenemos proyectos para atender a los niños, en el ocio también hay que atenderlos y educarlos”, afir-ma Eloisa Serna. “Pretendemos que los niños tengan la cabeza hecha de tal manera que puedan investigar por sí mismos y buscar caminos, soluciones, reflexio-nar, discernir, fracasar y volver sobre la marcha… una educación que permita que la persona sea crítica y que piense”, señala la religiosa.

Un carisma por el que ahora, cien años después de su llegada, dan gracias a Dios y se ponen a su servicio para seguir ayudando y educando a tantos niños gra-nadinos.

Testimonio

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Santa Juana de Lestonnac.

Colegio de la orden en Granada.

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SignoyGracia

Si normalmente nuestro canto litúrgico en ge-neral es muy pobre (lleno de buena voluntad, sí, pero pobre), cuando llega el tiempo de Navidad, la liturgia en muchísimas ocasiones baja aún más en calidad, al introducir sin criterio alguno, villan-cicos populares como cantos de entrada, ofrendas o comunión (Los peces en el río, El camino que lle-va a Belén, Hacia Belén va una burra...), ignoran-do los cantos principales tales como el Gloria o el Salmo responsorial. Se convierte la liturgia en un concurso de villancicos y disfraces de pastorcitos que no cuadra con la naturaleza de la liturgia, y se califica de “antiguo” a quien no pueda admitir semejantes inventos en la liturgia.

El Directorio Canto y música en la celebración es la pauta tanto para formarnos como para elevar el nivel del canto litúrgico en parroquias y monasterios. En él encontramos las directrices oportunas y claras, muy claras:

“El Gloria a Dios en el cielo es el gran canto de Navidad. Al celebrar la Liturgia el ‘magno y admirable misterio’ del Dios hecho hombre por nosotros debemos cantar, y no sólo con villancicos, la Navidad. Las Eucaristías de este tiempo no pueden reducirse a meras pastoradas. Los villancicos de corte litúrgico bien seleccionados en texto y música tienen su momento en la presentación de los dones y al final de la celebración durante la ado-ración del Niño. No se olvide el Adeste fideles ni los cantos del Propio y del Ordinario” (Directorio Canto y música en la celebración, nº 212).

Nos ha nacido el SalvadorCanto y liturgia de Navidad

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Así pues, el gran canto de Navidad es el Gloria, que por el primer verso se introdujo en Roma para la cele-bración de la Natividad de Cristo y luego se extendió su uso a todo el rito romano. Cualquier coro parro-quial debería tener en su repertorio dos ó tres versiones elegantes, solemnes, del Gloria. En este día, un Gloria alegre, que todos puedan cantar. El Adeste fideles, que muy bien puede ser Canto de entrada por su invita-ción a “venir”, “adorar”. Los cantos del Propio, espe-cialmente, el Salmo Responsorial de cada una de las solemnidades de Navidad. El canto en las ofrendas o en la comunión del salmo 97 (Cantad al Señor... Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios), del salmo 71 (Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente... Los reyes de Tarsis y de las islas...), del salmo 2 (Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy...). Y siempre es adecuado el canto para la comunión del salmo 33 (Gustad y ved qué bue-no es el Señor)”.

Los villancicos tan populares que al principio citába-mos, si no hay más remedio que cantarlos (aunque no cuadran mucho con la liturgia), hágase después del “Podéis ir en paz”, mientras se besa la imagen del Niño Jesús como algo fuera de la misma liturgia.

Hay que procurar que los cantos expresen en sus le-tras la fe de la Iglesia, y no lugares comunes o típicos de Navidad (“peces”, “chocolate”, “pastorcitos”), y los grandes temas de la Navidad deben aparecer en esos cantos (un buen Cantoral los ofrece, por ejemplo, el Cantoral Litúrgico Nacional de España...): Encarna-ción y Nacimiento del Hijo de Dios, divinización de la humanidad por la Humanidad salvadora de Cristo (el admirabile commercium), inicio de la Redención, ado-ración ante el Misterio, salvación a todos los hombres y naciones (universalidad) y entrada de Dios en la historia de los hombres.

Javier Sánchez MartínezSacerdote

SignoyGracia

Adoración de los pastores. Giorgione.

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Samuel 7, 1-5.8b-12.14a.16Salmo 88, 2-5.27.29Romanos 16, 25-27 Lucas 1, 26-38

El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz a un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Y María dijo al ángel: “¿Cómo será eso, si no conozco a varón?”. El ángel le contestó: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible”. María contestó: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra”. Y la dejó el ángel.

“... Hágase en mí según tu Palabra”IV Domingode Adviento

luzdelaPalabra

La Anunciación. Leonardo Da Vinci.

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Isaías 52, 7-10Salmo 97, 1-6Hebreos 1, 1-6

Juan 1, 1-5. 9-18:

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el princi-pio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: “Este es de quien dije: `El que viene detrás de mí pasa por delante de mí, porque existía antes que yo´”. Pues de su plenitud todo hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está sentado en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

“Y la Palabra se hizo carney acampó entre nosotros” Natividad del Señor

luzdelaPalabra

Madona con Niño durmiente. Giuseppe Maria Crespi.

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Números 6, 22-27Salmo 66, 2-8Gálatas 4, 4-7

Lucas 2, 16-21

Los pastores fueron a toda prisa y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron todo lo que el ángel les había dicho acerca del niño. Y todos cuantos escuchaban a los pastores se quedaban asombrados de lo que decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en lo íntimo de su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria a Dios y alabándolo por lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se les había anunciado. A los ocho días llevaron a circuncidar al niño y le pusieron por nombre Jesús, el nombre que el ángel le puso antes de ser concebido.

“Los pastores volvierondando gloria a Dios” Solemnidad de María,

Madre de Dios

luzdelaPalabra

La Adoración de los pastores. Bartolomé Esteban Murillo.

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laPuntadaReflexiones para náufragos

¿Por qué viene Jesús? ¿Cómo puede el hombre de hoy estar ante esta noticia?Y la Navidad, ¿qué es? Navidad es el amor de Cristo por el hombre.El Ser nuevo entra en el mundo. El Ser nuevo, según esa novedad de su comunicación a los hombres que no exis-tía antes.Un Ser nuevo entra en el mundo, el mundo del Dios ver-dadero. Un Ser nuevo para el mundo entero germinó en ese lugar.Todo procede de Él, pero aquí predomina la novedad, una nueva vida.Una criatura nueva vence a la antigua. La creación anti-gua se opone a la nueva, pero con la Navidad el calor se vuelve al mundo y todo resuena ante la apelación divina, ante el Misterio que viene.Lo imposible, esto es, el Misterio, es inmerecido para el hombre. Sin embargo, aquí prende un fuego, un afecto que lo envuelve todo, un calor que prevalece en el atrio inmenso del mundo, en el espacio eterno.

Aquí surge el presentimiento de una realidad nueva que enardece todo y tiende a darle concreción. Y precisamen-te por esto suscita una gran devoción.Por gracia divina, en el tiempo establecido, el Hijo de Dios se hizo un niño dentro de la historia, asumió las for-mas y los contenidos de una existencia humana.En el recuerdo y la memoria de ese Hecho, el testimonio del Hijo de Dios aparece cada vez con más fuerza y la impotencia del mal se convierte en la figura dominante de la historia. Y el pueblo de Yavhé nace para renovar el mundo. Así, por todos los días de la vida, queda en las manos del pue-blo cristiano la apuesta del poder de Dios en el tiempo, y la petición a la Virgen de que se realice en toda circuns-tancia.

Luigi GiussaniSacerdote italiano, fundador de Comunión y LiberaciónReflexión sobre la Navidad emitida el 24 de diciembre de 2004 en la televisión pública RAI 2