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VIGENCIA DEL IDEARIO SOCIO-POLÍTICO-EDUCATIVO DEL HÉROE NACIONAL CUBANO JOSÉ MARTÍ (1) FICHAS DE FORMACION POLÍTICO – PEDAGÓGICA FICHA 30

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OBJETIVO:Demostrar la vigencia del pensamiento antimpe-

rialista y latinoamericanista de José Martí.

RECURSOS: • Papel, marcadores, papelógrafo, tirro

• Compilación de materiales bibliográficos sobre

la vida y obra de José Martí desde su quehacer

socio-político-educativo

DURACION: Cuatro (4) horas. Participantes: Voceros y voceras estadales, municipales y parroquiales.ACTIVIDADES:

a. Como inicio de la actividad el facilitador con cono-

cimientos previos sobre la bandera de la estrella

solitaria, como símbolo patrio de la nacionalidad

cubana orientará se organicen tres equipos de

trabajo utilizando como técnica de animación y

presentación “Los colores de la bandera cubana”.

Cada equipo formado se presentará y el facili-

tador dirá el significado de cada color:

• Rojo: La sangre derramada por los libertado-

res de la nación cubana

• Azul: El color del cielo

• Blanco: La pureza de los ideales de la na-

ción cubana

b. El facilitador presentará el tema a tratar y plan-

teará la siguiente interrogante.

¿Qué conocemos de la vida y obra del Héroe

Nacional Cubano José Martí? Se hará un reco-

nocimiento al equipo que aporte mayor cantidad

de conocimientos.

El facilitador profundizará con otros as-pectos de la vida y obra de Martí:

José Julián Martí Pérez, nació en La Habana

el 28 de enero de 1853. Hijo de los españoles

Mariano Martí y Leonor Pérez, su vida fue una

auténtica lucha a favor de la libertad de Cuba y

otros países de nuestro continente. Siendo joven

participó en el levantamiento de 1868, lo que pro-

vocó que cumpliera prisión por sus actividades

conspirativas. En 1871 por sus ideales indepen-

dentistas fue desterrado a España, donde apro-

vechó para estudiar Derecho, Filosofía y Letras.

En 1875 en el destierro desarrolló durante años

diversas actividades socio-políticas en México,

Guatemala y Nueva York. Regresó temporalmen-

te a Cuba y en 1881, pasó una pequeña tempo-

rada en Venezuela que lo marcó políticamente al

entrar en contacto directo con el pueblo venezo-

lano y los ideales bolivarianos, allí trabajó como

profesor de Lengua y Literatura Francesa en el

Colegio de Santa María y crea una cátedra de

oratoria. Por sus ideas revolucionarias fue expul-

sado del país.

Durante su estancia en los Estados Unidos,

precisamente en la etapa de formación del im-

perialismo, pudo comprender y denunciar los

apetitos expansionistas de esta nación y el pa-

pel de las Antillas independientes en frenarlo.

Fue portador de la admiración de los cubanos

por la historia de las luchas y éxitos del pueblo

norteamericano, no así con su gobierno al que

constantemente criticó por sus apetencias hege-

mónicas y arrogancia imperial. En 1895, encon-

trándose en Estado Unidos, en los preparativos

para la guerra de independencia cubana, les fue

confiscado el contingente logístico por parte del

gobierno estadounidense. Esto no amilanó sus

ideales y contra viento y marea logró nuevos

preparativos y en mayo de 1895 Martí, junto con

Máximo Gómez y otros patriotas, desembarcan

en Playitas de Cajo babo, en la provincia oriental

cubana, para continuar la guerra junto con otras

fuerzas revolucionarias. El 19 de mayo de 1895

en plena coincidencia con sus convicciones e

ideas patrióticas, el Apóstol de la independencia

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y Héroe Nacional Cubano muere en Dos Ríos, en

combate contra el ejército español.

Para concluir esta intervención podemos des-

tacar que José Martí fue un gran pensador, di-

plomático, político, periodista, filósofo, poeta y

escritor cubano, máximo símbolo de las aspira-

ciones cubanas de independencia y se manera

de actuar constituye fiel ejemplo de la ética del

revolucionario de todos los tiempos.

c. Entrega de la lectura por cada equipo de la si-

guiente hoja didáctica (Por su importancia y am-

plitud, se propone para los tres equipos la misma

hoja didáctica)

HOJA DIDÁCTICA: MARTÍ, SU ANTIMPERIALISMO Y LATINO AMERICANISMO.

La obra de José Julián Martí y Pérez, el Héroe

Nacional de Cuba (La Habana, 1853-Dos Ríos,

1895), contiene un sólido pensamiento pedagó-

gico, que tiene vigencia a partir del triunfo de la

Revolución Cubana en el año 1959. El Apóstol de

nuestra independencia patria fue un observador

analítico extraordinario de los problemas educati-

vos; para cada uno de los cuales planteaba salo-

mónicas soluciones. Concibe la educación como

la vía idónea para preparar al hombre latinoame-

ricano contra el poderoso vecino de Norteamé-

rica, lo que revela la esencia antiimperialista de

su pensamiento: “El tigre espera, detrás de cada

árbol, acurrucado en cada esquina. Morirá, con

los zarpas al aire, echando llamas por los ojos.”

En él es una constante el optimismo y la con-

fianza absoluta en la capacidad del hombre para

la lucha. Esta constituyó su intención pedagógica

más marcada. Proclama que América unida po-

drá vencer al imperialismo y su misión política es

la de preparar para ello a las nuevas generacio-

nes. “[…] el deber urgente de nuestra América es

enseñarse como es, una en alma e intento, ven-

cedora veloz de un pasado sofocante, manchada

sólo con la sangre de abono que arranca a las

manos la pelea con las ruinas, […] El desdén del

vecino formidable, que no la conoce, es el peligro

mayor de nuestra América; y urge, porque el día

de la visita está próximo, que el vecino la conoz-

ca, la conozca pronto, para que no la desdeñe.

Por ignorancia llegaría, tal vez, a poner en ella la

codicia. Por el respeto, luego que la conociese,

sacaría de ella las manos”.

Como otro ejemplo de su pensamiento an-

timperialista podemos citar los fragmentos de

la carta inconclusa enviada por José Martí a su

gran amigo Manuel Mercado desde el campa-

mento de Dos Ríos, el 18 de mayo de 1895, un

día antes del trágico acontecimiento de su muer-

te.

Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir, ya

puedo decirle con qué ternura y agradecimiento

y respeto lo quiero, y a esa causa que es mía y

mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en

peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber

-puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que

realizarlo- de impedir a tiempo con la indepen-

dencia de Cuba que se extiendan por las Anti-

llas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza

más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto

hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio

ha tenido que ser y como indirectamente, porque

hay cosas que para lograrlas han de andar ocul-

tas, y de proclamarse en lo que son, levantarían

dificultades demasiado recias para alcanzar so-

bre ellas el fin.

Las mismas obligaciones menores y públicas

de los pueblos -como ese de Ud. y mío,- más vi-

talmente interesados en impedir que en Cuba se

abra, por la anexión de los Imperialistas de allá

y los españoles, el camino que se ha de cegar, y

con nuestra sangre estamos cegando, de la ane-

xión de los pueblos de nuestra América, al Norte

revuelto y brutal que los desprecia, -les habían

impedido la adhesión ostensible y ayuda patente

a este sacrificio, que se hace en bien inmediato

y de ellos.

Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas:

-y mi honda es la de David. Ahora mismo, pues

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días hace, al pie de la victoria con que los cuba-

nos saludaron nuestra salida libre de las sierras

en que anduvimos los seis hombres de la expedi-

ción catorce días, el corresponsal del Herald, que

me saco de la hamaca en mi rancho, me habla

de la actividad anexionista, menos temible por

la poca realidad de los aspirantes, de la espe-

cie curial, sin cintura ni creación, que por disfraz

cómodo de su complacencia o sumisión a Espa-

ña, le pide sin fe la autonomía de Cuba, contenta

solo de que haya un amo, yankee o español, que

les mantenga, o les cree, en premio de oficios de

celestinos, la posición de prohombres, desdeño-

sos de la masa pujante, -la masa mestiza, hábil

y conmovedora, del país,- la masa inteligente y

creadora de blancos y de negros.

Y de más me habla el corresponsal del Herald,

Eugenio Bryson: -de un sindicato yankee- que no

será -con garantía de las aduanas, harto empe-

ñadas con los rapaces bancos españoles, para

que quede asidero a los del Norte;- incapacitado

afortunadamente, por su entrabada y compleja

constitución política, para emprender o apoyar la

idea como obra de gobierno. Y de más me habló

Bryson, -aunque la certeza de la conversación

que me refería, solo la puede comprender quien

conozca de cerca el brío con que hemos levanta-

do la Revolución,- el desorden, desgano y mala

paga del ejército novicio español,- y la incapa-

cidad de España para allegar en Cuba o afue-

ra los recursos contra la guerra, que en la vez

anterior solo saco de Cuba. Bryson me contó su

conversación con Martínez Campos, al fin de la

cual le dio a entender éste que sin duda, llegada

la hora España preferiría entenderse con los Es-

tados Unidos a rendir la Isla a los cubanos. Y aun

me hablo de Bryson más: de un conocido nues-

tro y de los que en el Norte se le cuida, como

candidato de los Estados Unidos, para cuando el

actual Presidente desaparezca, a la Presidencia

de México.

(...)Por mí, entiendo que no se puede guiar a un pueblo contra el alma que lo mueve, o sin

ella, y sé cómo se encienden los corazones, y cómo se aprovecha para el revuelo incesante y la acometida el estado fogoso y satisfecho de los corazones. Pero en cuanto a formas, caben muchas ideas, y las cosas de hombres, hombres son quienes las hacen. Me conoce. En mí, sólo defenderé lo que tengo yo por garantía o servicio de la Revolución. Sé desaparecer. Pero no desaparecería mi pensamiento, ni me agria-ría mi oscuridad. Y en cuanto tengamos formas, obraremos, cúmplame esto a mí, o a otros. (...)

La admiración por Bolívar manifestada en la

carta a Manuel Mercado se evidencia también

cuando expresa: ¡De Bolívar se puede hablar con

una montaña por tribuna, o entre relámpagos y ra-

yos, o con un manojo de pueblos libres en el puño

y la tiranía descabezada a los pies...! Ni a la justa

admiración ha de tenerse miedo, porque esté de

moda continua en ciertas especies de hombres el

desamor a lo extraordinario; ni el deseo bajo del

aplauso ha de ahogar con la palabra hinchada los

decretos del juicio” (...)

De igual forma cuando tomando como funda-

mento el planteamiento hecho por Bolívar en su

Carta de Jamaica: “Yo deseo más que otro alguno

ver formar en América la más grande nación del

mundo, menos por su extensión y riquezas que por

su libertad y gloria” Martí reafirma su admiración

al expresar: “El viajero hizo bien, porque todos los

americanos deben querer a Bolívar y a todos los

que pelearon con él porque la América fuese del

hombre americano...esos hombres son  sagrados:

Bolívar de Venezuela, San Martín del Río de la

Plata...Un negro generoso lo ayudó cuando ya no

lo quería ayudar nadie, volvió un día a pelear, con

trescientos héroes, con trescientos libertadores. Li-

bertó a Venezuela, libertó a Nueva Granada, libertó

al Ecuador, libertó al Perú. Fundó una nación nueva,

la nación de Bolivia...Bolívar no defendió con tanto

fuego el derecho de los hombres a gobernarse por

sí mismos, como el derecho de América a ser li-

bre...Murió pobre y dejó una familia de pueblos” 

Tales pretensiones son esbozadas por el pre-

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sidente Chávez en diversas oportunidades en las

cuales se refiere a la integración latinoamericana,

así en una de sus intervenciones destacó: “Solo

unidos es que podemos ser verdaderamente in-

dependientes, verdaderamente libres (…). Solo

unidos seremos libres y grandes, nuestro conti-

nente, nuestra Suramérica, nuestra América Lati-

na”. Expresión que va ampliamente enlazada con

lo expresado en su momento por los luchadores

como Bolívar y Martí, lo que refleja notablemente la

continuidad del pensamiento de estos ilustres en la

Revolución Bolivariana. 

d. Cada equipo socializará en plenaria la síntesis

de los aspectos registrados en la lectura. El facili-

tador realizará los aportes que estime necesario.

e. Retorno a la práctica enriquecida:

El facilitador planteará en plenaria la siguiente

situación para reflexionar sobre la convergencia

del pensamiento martiano con el pensamiento

chavista:

Conociendo que Chávez demostró en reitera-

das ocasiones su admiración por Martí, a la luz

de los conocimientos adquiridos:

• ¿Qué ejemplos ilustran la coincidencia del

antiimperialismo en el pensamiento mar-

tiano y chavista?

f. El facilitador orientará como actividad para el

próximo encuentro la interpretación del siguiente

pensamiento martiano:

(...)”Los políticos nacionales han de reem-plazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas”. 

Referencia Bibliográfica

-Martí José. Obras Completas. (T. 6). La

Habana: Editorial Nacional de Cuba; 1965.

-Martí José. Obras Completas. (T. 8). La Ha-

bana: Editorial Nacional de Cuba; 1965.

-Martí José. Obras Completas.  (T. 11)  La Habana,

Cuba: Editorial Nacional de Cuba; 1965.