El impuesto reproductivo, una errónea decisión patriarcal.

Fernando TERRAZAS

Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados.

Universidad Autónoma de Guerrero.

México.

@ terra184@hotmail.com

RESUMEN: A principios del siglo XXI en la mayoría de los países en desarrollo resultaba difícil el

acceso a internet como medio de comunicación, aún en los países desarrollados y entrelazados

por una economía global e interconectada existían fallas en el servicio de datos. Hoy se puede

realizar una conexión a internet desde la parte más remota de la Tierra de una manera efectiva. Se

logró un avance progresivo para los usuarios directos e indirectos del internet. Así como en una

década se avanzó en una red a todo el mundo, el impuesto reproductivo ha marcado una

tendencia a la baja en una sociedad informada, acompañado de la lucha de movimientos

feministas a favor de sus derechos. Desafortunadamente la ignorancia en zonas marginadas y la

herencia de comportamiento de padres a hijos en cualquier hogar, independientemente de su

estatus social, ha mantenido con vida la aplicación del impuesto reproductivo, impulsado también

por intereses económicos, políticos, sociales y laborales principalmente. La participación de la

mujer en el ámbito público desde los primeros registros de vida en el mundo ha desencadenado

una combinación de fuerzas al lado del hombre para el progreso de su sociedad. La imposición de

mantenerla en el ámbito privado sólo lograba el estancamiento de la misma sociedad, sumergida

en una idea parcial y no general de las actividades a realizar. El impuesto reproductivo podrá ser

eliminado y reconvertido en un impuesto equitativo, para el beneficio colectivo y no personal.

Palabras clave: Ámbito público, ámbito privado, impuesto reproductivo, sociedad igualitaria.

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El modelo de imposición patriarcal.

Es pertinente mencionar que la mujer antes de la decadencia del impuesto reproductivo

había sido históricamente relegada al ámbito privado doméstico.

“El trabajo no pagado que realizan las mujeres en el hogar es el resultado del pacto

patriarcal que firmaron los varones de la derecha y de la izquierda tras la segunda guerra mundial

por el que se consagraba al varón como proveedor económico universal de la familia y a las

mujeres como cuidadoras familiares y domesticas”1 (Cobo, 2007: 287).

La teoría de la evolución humana nunca define a la mujer con una participación relevante.

Existen vestigios e investigaciones científicas que determinaron la importante participación de la

mujer en la época de las cavernas, ya que la escasa población de esa era necesitaba la el trabajo

de todos para lograr la supervivencia. En la religión católica se determina que la mujer viene de

una costilla del hombre, y se define prácticamente como alguien sumisa y dependiente de las

bondades del hombre que la acompañará el resto de su vida. Tanto en la ciencia como en la

religión no se le da una relevancia a la participación de la mujer debido a la imposición patriarcal.

A finales del siglo XIX el economista británico John Stewart Mill publicó el ensayo “The

Subjection of Women”, a millones de años de distancia de los registros que marcaron los

antecedentes de la ciencia sobre su teoría de la evolución de humana y a siglos de la teoría

religiosa. A pesar de la distancia que marca ambas acontecimientos con respecto al ensayo de

Mill, se continúa mantiene a la mujer alejada del ámbito público. Continúa la imposición patriarcal,

acorde a la época.2

Mill escribía en su ensayo sobre la sujeción de la mujer. “Que el principio que regula las

actuales relaciones entre los dos sexos –la subordinación de un sexo al otro-, es injusto en sí

mismo y es actualmente uno de los principales obstáculos para el progreso de la humanidad. Para 1 La definición de Impuesto Reproductivo la realizó la economista feminista Ingrid Palmer, debido a que

concluyó que las mujeres no acceden al mercado laboral con las mismas condiciones que los varones. La conclusión reafirma el posicionamiento de la mujer en el ámbito privado, ya que a pesar de realizar una actividad, ésta no es renumerada. 2 Harriett Taylor Mill, intelectual feminista y socialista, fue su principal inspiración de Mill para elaborar sus

obras sobre el feminismo. Fue esposa del filósofo ingles John Stuart Mill. Otra aportación al feminismo como parlamentario fue proponer a votación el derecho al voto para las mujeres propietarias solteras o viudas. A pesar del fracaso de la propuesta, Mill la consideró como un éxito: se abrió el debate sobre la emancipación de las mujeres en la sociedad. Y en 1919 las mujeres británicas lograron el derecho al voto.

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Mill, las instituciones patriarcales –es decir, todas aquellas que están relacionadas de un modo u

otro con la opresión de las mujeres- son un hecho aislado en el mundo moderno” (De Miguel

Álvarez, 2010: 179).

El inicio de la decadencia del impuesto reproductivo se registra con la crisis del modelo de

bienestar, establecido después de la segunda guerra mundial.

“La quiebra del pacto social firmado entre la derecha económica y la izquierda sindical y

política que garantizaba el papel del Estado en la redistribución económica, el derrumbe del pacto

patriarcal por el que se consagraba al varón como proveedor único del salario familiar y se

asignaba a las mujeres el papel de amas de casa sin salario, el fin de un proyecto único de

emancipación dirigido por un sujeto político único, -el proletariado-, como agente de

transformación social y la guerra declarada a la igualdad como núcleo central de ese proyecto

político” (Cobo, 2007: 269).

La mujer en el ámbito privado.

La diferencia entre el ámbito público y el ámbito privado no solamente radica en una

definición textual de las palabras, esto si lo buscáramos en el diccionario de la Real Academia

Española. Ambas tienen un sentido más amplio en el feminismo. En el ámbito privado desde la

percepción feminista existe una desigualdad, marcada por la imposición de una cultura milenaria

que ha denostado cualquier actividad de la mujer, desde las culturas más avanzadas en lo

intelectual como la helénica y romana, hasta las culturas del nuevo mundo. Siempre se ha sesgado

la participación de la mujer en la vida pública.

Existe una definición correcta desde la perspectiva feminista de lo que significa ámbito

público y ámbito privado: “En términos generales, los feministas y las (os) estudiosas (os) de la

condición de las mujeres identificamos el espacio público como el lugar de trabajo que genera

ingresos, la acción colectiva, el poder, es decir, el lugar donde se produce y trascurre la Historia, y

el mundo privado como el de lo doméstico, del trabajo no remunerado ni reconocido como tal, las

relaciones familiares y parentales, los afectos, la vida cotidiana. El primero, masculino; el segundo,

femenino” (Revista Mexicana de Sociología, 1991).

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“Así, todas las mujeres son educadas desde su niñez en la creencia de que el ideal de su

carácter es absolutamente opuesto al del hombre: se les enseña a no tener iniciativa y a no

conducirse según su voluntad consciente, sino a someterse y a consentir en la voluntad de los

demás” (De Miguel Álvarez, 2010: 187).

El impuesto reproductivo desvaloriza cualquier actividad fuera del ámbito privado que

desee realiza la mujer. Destinada de por vida al ámbito privado domestico, la mujer pierde

cualquier posibilidad, por mínima que se presente, de desarrollarse en el ámbito público.

Solamente los hombres tienen esa posibilidad, natural obviamente, y sin restricción alguna.3

La mujer, sustituta de las obligaciones del Estado.

En el impuesto reproductivo, además de la responsabilidad impuesta que tienen las

mujeres en el ámbito privado doméstico por decisión unilateral del hombre, se realiza una cesión

por parte del Estado de las responsabilidades que por ley le corresponden: Alimentación, salud y

educación principalmente. El Estado ha participado conscientemente en mantener vigente el

impuesto reproductivo por medio del deslinde de obligaciones institucionales.

Las imposiciones en política económica que realizan los organismos financieros

internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), bajo la aprobación de la

Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial del Trabajo, a los países en

desarrollo principalmente, que sujetos a decisiones ajenas de un Estado independiente tienen que

realizar un cambio sustancial en sus política social: Disminución del gasto público en programas de

desarrollo social como muestra de disciplina fiscal, y esta disciplina se traduce en recursos

económicos de los organismos antes mencionados.

“Una de las condiciones de posibilidad de la puesta en marcha de políticas neoliberales es

el corte en el gasto público. Los recortes en políticas sociales, añadidos al desempleo, suelen tener

3 La película mexicana “Una familia de tantas” (1948) describe en la época posterior a la Revolución, en una

ciudad en aparente calma social y política, como se aplicaba el impuesto reproductivo en una familia dominada por el hombre, quien fungía como patriarca dentro del ámbito privado y tenia vida pública sin limitación alguna. Muestra la vida dentro del ámbito privado de una mujer, que no tenía derecho, ni su opinión alguna validez. Pero también la película demuestra como se inicia la decadencia del impuesto reproductivo y del sometimiento de la mujer al ámbito privado.

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efectos catastróficos, sobre todo en los países más pobres, pues obstaculizan el acceso a la salud y

a la nutrición a aquellos sectores de la población que menos recursos tienen. Estos sectores, en su

mayoría, suelen ser mujeres, niños y niñas” (Cobo, 2007: 285).

Ante estas situaciones originadas por decisiones político económicas surge la cesión

Estado-Mujer. Esta cesión sin fundamento legal otorga toda la responsabilidad de supervivencia

de una familia a la mujer madre soltera, divorciada o viuda primordialmente, ya que ellas son las

responsables del ámbito privado. Son las responsables de brindar alimentación, salud y educación

bajo sus normas establecidas y con las condiciones económicas que se puedan presentar, ya que el

Estado difícilmente otorgará algún beneficio monetario por su labor. Los programas de ajuste

estructural pueden realizar las modificaciones pertinentes al gasto público sin ocuparse del

género.

“En la extensa bibliografía crítica sobre la globalización neoliberal se pueden observar

análisis minuciosos sobre el nuevo funcionamiento del capitalismo internacional, sobre el

aumento de la desigualdad o sobre las 1200 millones de personas que viven con menos de un

dólar al día, pero escasean las investigaciones que visibilizan otra realidad empírica contrastable,

como es la desigualdad de género y la pobreza en las mujeres” (Cobo, 2007: 286).

En México la mujer no está exenta de la cesión estatal. Hay millones de mujeres que

cubren las obligaciones del Estado.4 A pesar de realizar labores que deberían ser obligaciones del

Estado, también sufren de discriminación por el mismo Estado. Con estas acciones el Estado

incrementa la población de mujeres que pagan el impuesto reproductivo. Las mujeres desplazadas

por el recorte de políticas básicas no tienen otra opción más que dedicar su vida y atención a los

hijos e hijas. Los programas de ajuste estructural están promoviendo la disminución considerable

de oportunidades de las mujeres, al limitar su espacio y opciones de supervivencia al ámbito

privado. Mientras que los hombres, creados de estos programas, sólo centran su idea fundamental

en el crecimiento económico del país sin tomar en cuenta las necesidades del género.

4 Un estudio de la Cámara de Diputados (2008) reveló que en México existen 4.5 millones de madres solteras, separadas o viudas, quienes al igual que sus hijos son sujetos de discriminación. Esas mujeres son segregadas cuando solicitan servicios médicos, de vivienda y seguridad social; incluso se les prohíbe la entrada a eventos artísticos y culturales.

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Limitadas oportunidades laborales como consecuencia del impuesto reproductivo.

Como consecuencia lógica del impuesto reproductivo se presenta la escasa participación

de la mujer en el ambiente laboral, sobre todo en los países en desarrollo, en donde no existen

políticas públicas que generen una equidad de género o respete los derechos de las mujeres.

La escases de oportunidades laborales ocasiona la migración de la mujer y su familia en busca de

mejores oportunidades. En el caso de México se presenta con la migración en dos tendencias: del

campo a la ciudad, y del campo o de la ciudad a los Estados Unidos por la vía ilegal.

En el ámbito público la mujer disminuye su influencia como resultado del pacto

establecido entre los varones. Con la decadencia del impuesto reproductivo se han logrado

avances sustanciales para incorporar a la mujer en las actividades económicas, pero como ejemplo

de sesgo, la actividad domestica sigue siendo considera como una actividad económica no

remunerable y con poca protección de las leyes.

“Hay que señalar que la globalización económica está haciendo crecer el empleo y el

trabajo de las mujeres. En los países desarrollados, las mujeres se trasladan de la industria a los

servicios y en los países en desarrollo, se trasladan del trabajo gratuito del hogar y de la agricultura

de subsistencia a la economía monetaria” (Cobo, 2007: 292).

Cuando se presenta la oportunidad laboral de las mujeres migrantes existen pocas

opciones. Una de ellas es la de trabajadora doméstica en México, en las cuales se presentan los

siguientes casos: algo similar a una esclavitud moderna, explotación física y acoso sexual de los

hombres, por mencionar algunos. Además de estas precarias situaciones que violan sus derechos

fundamentales, no existe el respeto a la condición de trabajadora. No existe por qué la Ley Federal

del Trabajo continúa excluyéndolas de sus derechos, sin considerar en la discriminación a la cuales

están sujetas.

Contrario a lo antes mencionado, en Brasil durante el primer semestre del 2013 “El Senado

brasileño aprobó por unanimidad una ley que amplía los derechos de los (las, usualmente)

empleados domésticos. La nueva ley –dirigida a cocineros, jardineros, choferes, nanas y personal

de limpieza– dicta que los empleados domésticos tendrán jornadas máximas de ocho horas

diarias, y de 44 horas semanales; los trabajos realizados por encima de estas cuotas recibirán

remuneración de horas extras. Los nuevos derechos de las y los empleados domésticos en Brasil

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incluyen: sobresueldo por trabajo nocturno, seguro de desempleo en caso de desocupación

involuntaria, participación de las/los empleados en un Fondo de Garantía por tiempo de servicio

(especie de afores), indemnización de 40 por ciento del saldo de lo que hay en ese fondo en caso

de despido sin causa justificada, tipificación como delito de la retención dolosa de salarios por

parte de empleadores, pago de seguro social para los empleados, apoyo para guarderías y

educación prescolar de los hijos de las domésticas hasta los cinco años de edad, y seguro contra

accidentes laborales” (La Jornada, abril 3, 2013).

Mientras en Brasil existe una legislación en la materia, en México aúna hay lagunas legales

que favorecen al empleador sobre el empleado, y genera una sobre explotación moderna.5

Los conceptos que maneja la Organización Mundial del Trabajo para clasificar, sesgada y

equivocadamente, a la población mayor de 12 años como Población Económicamente Inactiva

definen que los quehaceres domésticos, estudiantes, jubilados y retirados y los incapacitados para

trabajar no generan parte del producto interno bruto de un país, por tal motivo su categoría de

estudio es prácticamente utilizada para agregarse como referencias en los indicadores económicos

nacionales.

Igualmente, la categoría “inactiva para el mercado” describe que el trabajo no

remunerado se realiza en el doméstico básico, cuidado de menores, cuidado de discapacitados,

producción autoconsumo y voluntario para la comunidad. También menciona como inactivos a los

dedicados a su formación y a los discapacitados. La OIT tiene una función secundaria en la

creación de los programas de ajuste estructural, pero presenta un lineamiento de carácter

capitalista al discriminar labores que considera no remuneradas como los empleados domésticos.

5 Las trabajadoras del hogar son las personas que, a cambio de un salario monetario o en especie, prestan sus servicios de cuidado, limpieza y atención en hogares de terceros. Conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al cuarto trimestre de 2010 había un poco más de 2 millones de trabajadoras domésticas en México. Entre éstas, 9 de cada 10 son mujeres, por lo que en este trabajo se referirá a ellas en femenino. Casi el 60% pertenecen a un estrato socioeconómico medio bajo y el 64% tiene apenas una instrucción primaria o inferior. En 2005, se calculaba que el 11.8% de las trabajadoras del hogar que viven en los lugares donde prestan sus servicios, eran mujeres indígenas. Paradojamente a los datos mencionados en el punto anterior, esta información se obtuvo de la relación de becarios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. (http://www.scjn.gob.mx/Transparencia/Lists/Becarios/Attachments/150/Becarios_150.pdf)

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Rosa Cobo lo menciona en su ensayo “Globalización y nuevas servidumbres de las

mujeres” que de debido a que la mujer está en la clase de trabajadoras genéricas no tiene la

mínima oportunidad de desarrollo laboral, su tarea es determinada y no tiene aspiraciones

superiores. En las maquiladoras establecidas desde la frontera norte de México hasta

Centroamérica, se pueden ubicar fácilmente ese tipo de trabajadoras: Mujeres, solteras,

divorciadas o viudas principalmente, y en menor medida casadas que laboran por un sueldo fijo y

mínimo, para una empresa transnacional que maneja una política interna disfrazada de equidad.

Contratando mujeres con un perfil como el que maneja Rosa Cobo, quien cita a Manuel Castells

para definir a la clase de trabajadores, con el objetivo de mantener el modelo de trabajadora

genérica.6

Hacia un cambio del paradigma del impuesto reproductivo.

En el México de los 50, en donde las grandes urbes del centro, norte y occidente

comenzaban a florecer en la arquitectura urbana, la industrialización era el nuevo proyecto del

gobierno, y también podemos observar el inicio lento de la decadencia del impuesto reproductivo.

Las ideas liberales de aquellos países que influyeron en la industrialización de las ciudades

lograron que las mujeres mexicanas comenzaran a tener una perspectiva diferente de su

verdadera realidad. Revelarse ante el impuesto reproductivo tenía sus consecuencias dentro y

fuera de la familia, pero generó dentro de las mujeres de ciudad un paradigma diferente, de

libertad sin condicionamientos patriarcales. Era notoria que la mayoría aún tenia temor por dejar

atrás el viejo paradigma de la dominación masculina, pero si en una película de finales de la

década de los 40 se toca el tema y se concluye en intentar, como opción mínima de liberación,

terminar con ese impuesto reproductivo. Hoy el paradigma del impuesto reproductivo continuo

6 Un precedente feminista que se gestó desde una empresa minera en el gélido estado de Minnesota,

Estados Unidos. Mediante un juicio a una mujer que reclamaba condiciones laborales dignas y el fin del acoso sexual por parte de los trabajadores, la Justicia estadounidense obligó a las empresas del país a crear políticas laborales que protegieran los derechos de las mujeres. Además de crear una jurisprudencia en el caso, fue un ejemplo de tenacidad ante la violencia verbal, psicológica y física que se presentaba en las áreas de trabajo. Desde la perspectiva feminista se pasó de una clase de trabajadoras a otra, de trabajadoras genéricas se pasaron a trabajadoras auto programables, que son aquellas quienes poseen educación, y pueden reprogramarse de acuerdo a los constantes cambios que se presenten en la empresa. Como referencia, esta clase de trabajadores teóricamente esta reservada para los hombres.

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siendo un gran bloque en algunos sectores de la sociedad mexicana, pero la concepción de un

cambio de modelo viene como consecuencia de la decadencia gradual de imponer a la mujer en el

ámbito privado. Desafortunadamente continúan las diferencias debido a los profundos niveles de

desarrollo existentes entre las comunidades del campo y la ciudad, y eso le sigue dando vida a la

imposición del varón.

Para continuar con el cambio de paradigma es fundamental la concepción de libertad de

decisión desde la familia, para que esta sea el impulso que ejemplifique un nuevo ideal, ajeno al

modelo antiguo de sumisión y desarrollo de una vida privada por parte de la mujer.

El androcentrismo predominante en los herederos del impuesto reproductivo debe ser

minimizado con la demostración de capacidades similares y superiores en la ciencia, tecnología,

educación, salud, política, género y todos los sectores que rodeen la el ámbito publico, del cual ya

no tiene que existir un retorno al ámbito privado.

“Es algo más que una cuestión de género: es una cuestión de androcentrismo. Debemos

preocuparnos, entonces, como mujeres latinoamericanas, alcanzar la equidad para todas en

nuestra enorme diversidad, alcanzar la autonomía en la determinación de nuestros intereses,

legitimar otros mecanismos de evaluación de los saberes, establecer otros vínculos en las

comunidades del conocimiento, y cambiar el discurso de la ciencia sobre los cuerpos de las

mujeres con los que el patriarcado justifica la opresión y la discriminación” (Maffía, 2012: 140) .

Las siguientes cifras que se mencionarán denostan el activismo feminista que se ha venido

incrementando con el paso de las décadas en el mundo y también en México, que a pesar del

machismo predominante, continua la mujer logrando la equidad de género como resultado de la

decadencia del impuesto reproductivo.

“35% de las 3,402 millones de mujeres en el mundo han sido agredidas física o

sexualmente por su pareja o por algún otro hombre” (Organización Mundial de la Salud, 2013).

“El 38% de los asesinatos de las mujeres en el mundo son cometidos por sus parejas”

(Organización Mundial de la Salud, 2013).

Estas citas muestran la resistencia del varón por eliminar su patriarcado y superioridad

física ante las mujeres. Como se ha venido mencionando anteriormente, la mayoría de las mujeres

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que mencionan las estadísticas de la OMS deberán ser, y afirmo en un carácter objetivo debido a

la posición patriarcal del hombre, mujeres de países latinoamericanos y africanos en su mayoría,

que ante la falta de equidad de género y razonamiento del hombre patriarca, sufre la violencia

física y sexual como resultado del intento de cambiar el paradigma del impuesto reproductivo por

un paradigma equilibrado, equitativo e igualitario.

Para obtener una perspectiva cuantitativa sobre el promedio de horas semanales dedicadas al

trabajo domestico se empleará una tabla comparativa de los años 2002 y 2009.

Los indicadores no muestran un alejamiento abismal entre los dos periodos registrados

correspondientes a las actividades domésticas, ya que la mujer continua liderando la mayoría de

las mismas, pero también es importante señalar que el hombre debido a la decadencia del

impuesto reproductivo, ha tomado la iniciativa de apoyo en labores que antes solamente

realizaban las mujeres, y a pesar de no ser un incremento que equilibre los indicadores, es una

muestra clara de que la evolución del pensamiento y el cambio del paradigma patriarcal de la

sociedad a un modelo equilibrado, equitativo e igualitario ha logrado avances significativos con el

paso de los años.

Promedio de horas a la semana destinadas a las actividades domésticas por clase de actividad según sexo

2002 2009

Actividades domésticas H M T H M T

Total 8.91 38.32 25.54 15.2 42.35 29.72

Cocinar y preparar alimentos 4.06 11.48 10.24 3.74 9.05 7.85

Apoyo a la cocina 1.42 3.3 3.12 2.59 7.58 5.92

Limpieza de la vivienda 4.36 15.06 11.24 3.44 9.29 7.08

Limpieza y cuidado de ropa y calzado 2.06 7.36 5.54 1.7 5.39 4.09

Compras para el hogar 2.54 3.48 3.3 2.28 2.71 2.54

Administración del hogar 2 2.24 2.12 1.16 1.27 1.22

Pago y trámites de servicios 1.42 1.42 1.36 1.17 1.13 1.15

Reparación de bienes y/o construcción de la vivienda 4.24 2.54 3.54 2.89 2.03 2.7

Cuidado de niños(as) y apoyo a otros miembros del hogar 7.18 13.24 11.12 8.57 13.72 11.44

Cuidado de enfermos 7.54 6.54 7.12 5.92 9.47 8.27

Cuidado de personas con limitaciones físicas o mentales 5 9.9 8 8.02 10.26 9.54

(INEGI, Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2002). (INEGI, Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2009).

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Comentario Personal.

La errónea decisión del varón de imponer a la mujer al ámbito privado y el impuesto

reproductivo desde que se tiene registros científicos y religiosos sobre su nula participación y

sesgada en muchos casos en la historia de la humanidad. Formada para desarrollar su vida desde

su nacimiento hasta la muerte, la mujer desde hace más de 50 años ha comenzado a cambiar ese

paradigma de dominación patriarcal. La exigencia de derechos las ha motivado a lograr causas que

hace siglos se hubieran considerado ajenas a la sociedad.

El impuesto reproductivo, aquel que envía a la mujer al ámbito privado domestico ha

venido decayendo debido a factores promovidos por las mismas mujeres y también por la

evolución en el pensamiento del hombre. Una sociedad avanzada intelectualmente es aquella que

puja por un equilibrio entre ellos, en la convivencia y en sus leyes. En este caso, el impuesto

reproductivo pierde su poder de dominación por la apertura de pensamiento de los seres

humanos deseosos de libertad. La libertad de pensamiento también otorga libertad física, de

expresión, de acción, de millones de mujeres sujetadas a la decisión patriarcal de permanecer en

el ámbito privado, sin ninguna posibilidad de anclar en el frente liberal que representa el ámbito

público. Existen todavía contrastes que mantienen vigente en algunos grupos sociales el impuesto

reproductivo y la sujeción de la mujer al ámbito privado. Estos grupos sociales son aquellos que

mantienen una tendencia conservadora hacia los derechos de las mujeres, agregado a la escasa

educación y proyección de sus miembros.

Mientras exista en cualquier grupo social una persona que desee cambiar el paradigma de

dominación patriarcal, sea hombre o mujer quien lo intente, seguirá disminuyendo la tendencia

opresora hacia las mujeres, ya que ese pensador podrá cambiar el paradigma antiguo y empezar a

crear un modelo de equidad. Al mismo tiempo se logrará un avance sustancial en donde la mujer

tenga participación activa en el ámbito público, ya que sus aportaciones serán desde una

perspectiva feminista, y con está se lograría un equilibrio de pensamiento que aportaría el

crecimiento de la sociedad que lo lleve a cabo.

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Bibliografía.

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Miguel (Editoras), Teoría feminista: de los debates sobre el género al multiculturalismo, España,

Minerva ediciones, 2010.

En internet

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Diario La Jornada www.jornada.unam.mx

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática www.inegi.org.mx

Instituto Nacional de las Mujeres www.inmujeres.gob.mx

Organización Mundial de la Salud www.who.int/es/

Revista Mexicana de Sociología, Vol. 53, No.1, Enero-Marzo, 1991 www.revistas.unam.mx

Suprema Corte de Justicia de la Nación

www.scjn.gob.mx/Transparencia/Lists/Becarios/Attachments/150/Becarios_150.pdf