Fernández Macedonio El Zapallo Que Se Hizo Cosmos

7
Macedonio Fernández: El zapallo que se hizo cosmos Érase un zapallo creciendo solitario en ricas tierras del Chaco. Favorecido por una zona excepcional que le daba de todo, criado con libertad y sin remedios fue desarrollándose con el agua natural y la luz solar en condiciones óptimas, como una verdadera esperanza de la Vida. Su historia íntima nos cuenta que iba alimentándose a expensas de las plantas más débiles de su contorno, darwinianamente; siento tener que decirlo, haciéndolo antipático. Pero la historia externa es la que nos interesa, ésa que sólo podrían relatar los azorados habitantes del Chaco que iban a verse envueltos en la pulpa zapallar, absorbidos por sus poderosos raíces. La primera noticia que se tuvo de su existencia fue la de los sonoros crujidos del simple natural crecimiento. Los primeros colonos que lo vieron

description

cuento hispanoamericanoMacedonio FernándezEl zapallo que se hizo cosmos

Transcript of Fernández Macedonio El Zapallo Que Se Hizo Cosmos

Macedonio Fernndez: El zapallo que se hizo cosmos

Macedonio Fernndez: El zapallo que se hizo cosmos

rase un zapallo creciendo solitario en ricas tierras del Chaco. Favorecido por una zona excepcional que le daba de todo, criado con libertad y sin remedios fue desarrollndose con el agua natural y la luz solar en condiciones ptimas, como una verdadera esperanza de la Vida. Su historia ntima nos cuenta que iba alimentndose a expensas de las plantas ms dbiles de su contorno, darwinianamente; siento tener que decirlo, hacindolo antiptico. Pero la historia externa es la que nos interesa, sa que slo podran relatar los azorados habitantes del Chaco que iban a verse envueltos en la pulpa zapallar, absorbidos por sus poderosos races.La primera noticia que se tuvo de su existencia fue la de los sonoros crujidos del simple natural crecimiento. Los primeros colonos que lo vieron habran de espantarse, pues ya entonces pesara varias toneladas y aumentaba de volumen instante a instante. Ya meda una legua de dimetro cuando llegaron los primeros hacheros mandados por las autoridades para seccionarle el tronco, ya de doscientos metros de circunferencia; los obreros desistan ms que por la fatiga de la labor por los ruidos espeluznantes de ciertos movimientos de equilibracin, impuestos por la inestabilidad de su volumen que creca por saltos.Cunda el pavor. Es imposible ahora aproximrsele, porque se hace el vaco en su entorno, mientras las races imposibles de cortar siguen creciendo. En la desesperacin de vrselo venir encima, se piensa en sujetarlo con cables. En vano. Comienza a divisarse desde Montevideo, desde donde se divisa pronto lo irregular nuestro, como nosotros desde aqu observamos lo inestable de Europa. Ya se apresta a saberse el Ro de la Plata.Como no hay tiempo de reunir una conferencia panamericana -Ginebra y las cancilleras europeas estn advertidas-, cada uno discurre y propone lo eficaz. Lucha, conciliacin, suscitacin de un sentimiento piadoso en el Zapallo, splica, armisticio? Se piensa en hacer crecer otro zapallo en el Japn, mimndolo para apresurar al mximo su prosperacin, hasta que se encuentren y se entredestryan, sin que, empero, ninguno sobrezapalle al otro. Y el ejrcito?Opiniones de los cientficos; qu pensaron los nios, encantados seguramente; emociones de las seoras; indignacin de un procurador, entusiasmo de un agrimensor y de un toma-medidas de sastrera; indumentaria para el Zapallo; una cocinera que se le planta delante y lo examina, retirndose una legua por da; un serrucho que siente su nada. Y Einstein?; frente a la facultad de medicina alguien que insina: purgarlo? Todas estas primeras chanzas haban cesado. Llegaba demasiado urgente el momento en que lo que ms convena era mudarse adentro. Bastante ridculo y humillante es el meterse en l con precipitacin, aunque se olvide el reloj o el sombrero en alguna parte y apagando previamente el cigarrillo, porque ya no va quedando mundo fuera del zapallo.A medida que crece es ms rpido su ritmo de dilacin; no bien es una cosa ya es otra; no ha alcanzado la figura de un buque que ya parece una isla. Sus poros ya tienen cinco metros de dimetro, ya veinte, ya cincuenta. Parece presentir que todava el cosmos podra producir un cataclismo para perderlo, un maremoto o una hendidura de Amrica. No preferir, por amor propio, estallar, astillarse, antes de ser metido dentro de un Zapallo? Para verlo crecer volamos en avin; es una cordillera flotando sobre el mar. Los hombres son absorbidos como moscas; los coreanos, en la antpoda, se santiguan y saben su suerte es cuestin de horas.El Cosmos desata, en el paroxismo, el combate final. Despea formidables tempestades, radiaciones insospechadas, temblores de tierra, quiz reservados desde su origen por si tuviera que luchar con otro mundo."Cuidaos de toda clula que ande cerca de vosotros! Basta que una de ellas encuentre su todocomodidad de vivir!! Por qu no se nos advirti? El alma de cada clula dice despacito: "yo quiero apoderarme de todo el stock, de toda la existencia en plaza de Materia, llenar el espacio, y, tal vez, los espacios siderales; yo puedo ser el Individuo-Universo, la Persona Inmortal del Mundo, el latido nico". Nosotros no la escuchamos y nos hallamos en la inminencia de un Mundo de Zapallo, con los hombres, las ciudades y las almas dentro!Que puede herirlo ya? Es cuestin de que el Zapallo se sirva sus ltimos apetitos para su sosiego final. Apenas le faltan Australia y Polinesia.Perros que no vivan ms que quince aos, zapallos que apenas resistan uno y hombres que raramente llegaban a los cien As es la sorpresa! Decamos: es un monstruo que no puede durar. Y aqu nos tenis adentro. Nacer y morir para nacer y morir?, se habr dicho el Zapallo: oh, ya no! El escorpin, cuando se siente inhbil o en inferioridad se pica a s mismo y se aniquila, parte al instante al depsito de la vida escorpinica para su nueva esperanza de perduracin; se envenena slo para que le den vida nueva. Por qu no configurar el Escorpin, el Pino, la Lombriz, el Hombre, la Cigea, el Ruiseor, la Hiedra, inmortales? Y por sobre todos el Zapallo, Personacin del Cosmos, con los jugadores de pker viendo tranquilamente y alternando los enamorados, todo en el espacio difano y unitario del Zapallo.Practicamos sinceramente la Metafsica Cucurbitcea. Nos convencimos de que, dada la relatividad de las magnitudes todas, nadie de nosotros sabr nunca si vive o no dentro de un zapallo y hasta dentro de un atad y si no seremos clulas del Plasma Inmortal. Tena que suceder: Totalidad todo Interna, Limitada, Inmvil (sin Traslacin), sin Relacin, por ello sin Muerte.Parece que en estos ltimos momentos, segn coincidencia de signos, el Zapallo se alista para conquistar no ya la pobre Tierra, sino la Creacin. Al parecer, prepara su desafo contra la Va Lctea. Das ms, y el Zapallo ser el ser, la realidad y su Cscara.(El Zapallo me ha permitido que para vosotros -querdios cofrades de la Zapallera- yo escriba mal y pobre su leyenda y su historia.Vivimos en ese mundo que todos sabamos, pero todo en cscara ahora, con relaciones slo internas y, as, sin muerte.Esto es mejor que antes.)

Macedonio Fernndez, argentino (1874-1952)