La relación entre Mirian Chalco Barrera (24) y Adolfo Peña Garfias (34) siempre fue conflictiva. En más de una ocasión ella fue víctima de maltratos y sus deseos de escapar se apagaban con las amenazas de su agresor: irse lejos y no permitirle ver a su hijo.

Irónicamente, el pequeño de 5 años sería testigo del terrible final de esta historia. La madrugada del miércoles presenció cómo la abnegada mujer que mantenía su hogar vendiendo golosinas en las puertas de los colegios era asesinada a puñaladas por su padre.

En su humilde vivienda del sector Nueva Esperanza, en Villa María del Triunfo, las huellas del crimen se diluyen lentamente. En el alma del menor no se borrarán jamás.

“Mi hermana trabajaba para su hijo, pero también ahorraba para estudiar y salir adelante. Lamentablemente, ese sujeto le quitaba la plata para irse a tomar. Él nunca aportó nada en la casa y por eso ella quería dejarlo”, afirma indignada Milagros Chalco.

Horas después del hecho, el asesino fue detenido y confesó a la policía que actuó como enajenado tras descubrir mensajes de otro hombre en el celular de su víctima. Incluso, dijo que ella lo provocó al decirle que el niño no era hijo suyo.

CIFRAS ALARMANTES

Según estadísticas del Ministerio Público, el asesinato de Mirian Chalco fue el noveno feminicidio reportado en lo que va del año en el país. 

El índice parece haber disminuido si lo contrastamos con años anteriores, en los que un promedio de nueve mujeres eran asesinadas por sus parejas mensualmente.

No obstante, las cifras no dejan de ser alarmantes si observamos que entre el 2009 y 2015, 734 mujeres fueron víctimas de feminicidio, lo que arroja un promedio de 120 al año. Esto nos coloca, según cifras de la Defensoría del Pueblo, en un vergonzoso segundo lugar en América Latina en casos reportados de feminicidio. CELOS Y MACHISMO

Para el doctor Manuel Saravia, director ejecutivo del Instituto Guestalt de Lima, los celos enfermizos y el machismo son los principales factores del alto índice de feminicidios en el Perú. El caso mencionado al inicio de esta nota encaja en esos parámetros.

"Se debe recalcar que esto no ocurre de la noche a la mañana, es un proceso que comienza con un maltrato psicológico, que luego se convierte en maltrato físico, posteriormente en amenazas y finalmente en un hecho de sangre", asegura Saravia.

El psicoterapeuta explica que para acabar con este terrible fenómeno debe haber un trabajo de largo aliento, que implique un gran compromiso social. "Debe empezarse en las familias y los colegios, orientar a los niños para que no sean agresores, y a las niñas para que no permitan ningún tipo de maltrato", recomienda.CIFRAS734mujeres fueron asesinadas entre el 2009 y el 2015.56,3%de feminicidios ocurrió dentro de la propia casa.