Encuentros urbanos a través de la fotografía y el diseño

Felipe César Londoño Santiago Escobar Jaramillo

Presentación

Caminar las calles de la ciudad de a pie implica diseñar un trayecto durante la marcha o con antelación. Si bien todos los caminos llevan a Roma, saberlos escoger hacen del recorrido uno más placentero y diciente. Por ello, fotografiar los edificios, retratar personas, registrar intersticios, los momentos que allí pasan cuando se camina trae implícito el hecho mismo de diseñar: diseñar y fotografiar son acciones sensuales, conceptuales y comunicacionales. Ambas exigen la metamorfosis de una idea a una acción, o viceversa. Algunas veces, la acción ocurre de forma intuitiva lo cual merece una reflexión. La urbe entonces, en su generosidad como sapiencia alberga estas condiciones, tanto para fotógrafos como diseñadores. A través de este escrito, proponemos generar vínculos y definiciones entre la práctica de fotografiar y diseñar. Propondremos la ciudad de Manizales como el escenario; el Festival Internacional de la Imagen (que desde hace 14 años realiza la Universidad de Caldas), como el taller. El Doctorado en Diseño y Creación como espacio de investigación. La [I1]curaduría de fotografías y experiencias de diseño servirán como ejemplo. Encuentros Urbanos

Los ENCUENTROS URBANOS A TRAVÉS DE LA FOTOGRAFÍA Y EL DISEÑO se proponen como espacios de investigación y exploración estética en torno a las interrelaciones contemporáneas entre imagen y ciudad, indagando, a partir de allí, derivas experimentales que posibiliten profundizar en territorios y sujetos, en formas y topologías, en estructuras ocultas y dinámicas sociales, más allá de las lecturas tradicionales de la fotografía en la ciudad. Para esto, los Encuentros se programan en el marco del Festival Internacional de la Imagen, un evento promovido por el Doctorado en Diseño y Creación de la Universidad de Caldas y que se realiza en Manizales, Colombia, y en el que se han dado cita fotógrafos, diseñadores, sociólogos y artistas de Inglaterra, España, Francia, Colombia, Argentina y Brasil, entre otros.

Como hipótesis se afirma que el [I2] problema esencial en la fotografía, yace en el diálogo entre las partes no en sus jerarquías. Las jerarquías corresponden a otros tiempos pasados de la Modernidad. Diálogo es lo que piden las nuevas generaciones en nuestros días. La fotografía, como el diseño también deben regirse por estos principios: no debe haber una distinción en elementos según su importancia sino por el contrario, la valoración balanceada entre ellos. En las fotografías de la serie ‘London, gap my mind’ hechas en Manizales y Bogotá durante los talleres en el Festival Internacional de la Imagen 2010, estos principios de correlación definen la producción de las fotos. En este trabajo, el diálogo entre a) objetos/sujetos, b) objetos/objetos y c) sujetos/sujetos acontece de forma plena. El valor entre uno y otro (a, b y c) es directo. Los sujetos o seres vivos (personas, animales y plantas) son equivalentes a los objetos o naturalezas muertas (arquitectura, mobiliario, texturas, entre otros). Es una posición definida hacia la democratización de lo que vemos, oímos y sentimos. Los fotógrafos y diseñadores debemos ser sensibles al mundo que nos rodea. Fotografiarlo y diseñarlo seguramente llegará de forma más natural y espontánea.

Encuentro de críticos e investigadoresCentro Cultural de España en Montevideo dfdfsd

El diálogo entre las partes en la fotografía es efectivo cuando interactúan de forma permanente tres elementos presentes en las imágenes que consideramos relevantes: membranas, trapecios y temperaturas.

a) Membranas: capas y planos que se mezclan en uno solo. La fotografía, como la vida, se compone de diferentes momentos, situaciones, estados, significados, conceptos, formas, etc. que se hayan de forma individual o colectiva en relación al espacio y al tiempo. Para observar la vida entonces, hay que captar el instante en un solo fotograma -o la sumatoria de estos. b) Trapecios: el trapecio es una figura no sólo ambigua sino con doble significado. Tensión hacia el positivo de la figura o negativo de la misma. Los trapecios vienen cargados de líneas que se pliegan en diferentes direcciones: hacia el horizonte, el piso o el cielo. Estas perspectivas forman figuras que encapsulan en su haber los distintos objetos y sujetos que protagonizan la historia de las fotos. El constante uso de perspectivas fugadas tienen como destino mayoritario el horizonte: uno que invita a imaginar un mejor mañana. La velocidad en las líneas pretenden acelerar este proceso. c) Temperatura: la temperatura de luz son pisos térmicos de información que captan la atención o la diluyen. Se pierde el interés adrede para enfatizar otros elementos. Muchas veces estos colores-tonos son neutros: negro, blanco y gris. El color en las fotos contempla una etapa de post-producción que comienza antes de hacer la foto. Así, el contraste, balance de color y saturación son necesarios siempre y cuando no alteren la veracidad de la realidad y la naturaleza de las cosas. En otras palabras, son filtros digitales que se usan de una forma calculada.

En la obra de Santiago Harker publicada en ‘Colombia Inédita’ por Villegas Editores, el fotógrafo recurre a unos patrones repetitivos de composición que logran de forma simbólica (mensaje) y práctica (estética) su objetivo de llamar la atención del lector (observador). Esto ocurre gracias a que Harker alcanza el clímax artístico a través del diálogo entre la parte alta y baja de la foto enmarcada en un formato vertical. Así, las franjas horizontales y paralelas en las que está dividida la foto van de forma ascendente que llevan el interés de forma escalonada y rítmica. Si partimos desde el objeto en primer plano iremos descubriendo la imagen -el paisaje- al inclinar la mirada. Este primer plano puede ser un arbusto, una piedra, una sombra o simplemente un rayo de luz que pinta el terreno. La coronación de la imagen por lo general será la silueta de las montañas, los picos y mesetas delineadas de forma fina por los colores profundos que producen los cielos Colombianos.

COLOR

La valoración rítmica que sucede en algunas de las fotografías de Santiago Harker no está presente del mismo modo en las fotografías que acompañan este escrito. Aquí, el diseño de las imágenes está enfocado en hacer comparaciones entre elementos sin tantos matices de por medio, y en cambio, de forma directa. Estos [I3] matices pierden frente a planos de color absolutos que ganan fuerza a partir de la saturación y contraste de la imagen. Los tonos que se usan como referencia, o punto de partida, son el negro, el blanco y algunas veces el gris. Así, los demás colores de la paleta cromática se expresan a plenitud y ganan protagonismo. Para que un color o mancha tonal adquiera fuerza es fundamental contraponerlo frente a un tono neutro que realce su temperatura. El color puede ser monotono, duotono o mixto.

En las fotografías que se muestran a continuación, el color está establecido como aporte primordial en la consecución de las imágenes. La atención entonces, deberá estar dirigida inicialmente a estos valores intrínsecos en las fotografías.

Para que el color cumpla una función definitiva en la lectura de las fotos es necesario que este esté enmarcado en una figura geométrica o en unos patrones de composición marcados por las líneas, la curva y el punto. En otras palabras, el color explota a los ojos al estar encapsulado en una jaula geométrica.

GEOMETRÍA

La composición trapezoidal en la obra es recurrente. El trapecio es una figura geométrica ‘doble faz’. Es complementaria de un lado y del otro ya que su valor negativo y positivo generalmente es similar. De este modo, las líneas que delimitan su figura son incluyentes hacia el resto de la imagen. Diferente pasa cuando se tiene un círculo o un triángulo que no permiten relación clara con otras formas a diferencia de ellos. Estas formas deben estar enmarcadas por trapecios o cuadrados para poder comenzar el diálogo con la totalidad del formato.

El trapecio aparece principalmente como consecuencia de la fuga visual que produce la perspectiva. El observador siempre tendrá como límite la línea de horizonte o el equivalente a ella según el lugar a donde se mire. Las líneas que construyen las figuras estarán en búsqueda de este punto.

DIRECCIÓN

Hablamos de la orientación en la cual concentramos nuestra atención ya que la ciudad en su diario vivir se camina, y observa, en múltiples direcciones. La urbe está diseñada en altura, en profundidad, en contraste, entre otras características: calles paralelas yacen perpendiculares a avenidas, escaleras conectan zonas de arriba con barrios de abajo, los ejes perimetrales tienen como referencia el centro y los centros de acopio irradian todo su dinamismo hacia las afueras. Es tanta la atención que reciben los pisos altos de los edificios como las cebras pintadas a ras de piso. Nos detenemos a mirar las personas que pasan en frente como a oír los sonidos que llegan desde atrás. Así, los sentidos en que se admira la ciudad son tan variables como impredecibles. El ritmo con el que se construye la malla residencial es equivalente a los cambios constantes que presenta en sus llenos y vacíos la renovación patrimonial. Fotografiar la ciudad, debe responder entonces a los impulsos que suscita nuestro interés sin discriminar direcciones: arriba, abajo, adelante, atrás, al lado y en diagonal. La cámara es la brújula que mira hacia los puntos cardinales pero también la que orienta la respuesta a nuestros sentidos. De este modo, las fotografías presentadas no tienen un sentido de mirada único: es variado en la escala y posición del observador. Para ello, es necesario asumir posiciones ergonómicas arriesgadas como tirarse al piso, subirse en azoteas/terrazas y hacer Clic! desde la ventana del vehículo en el que nos transportamos. El fotógrafo observa y fotografía con su mente todo el tiempo. No debe haber descanso durante los trayectos de un punto a otro, tampoco fotos!

MENSAJE

Desde la perspectiva fisiológica, Joan Costa define el acto de “ver” como “una transformación de impulsos y sensaciones en una síntesis significante: el mensaje y su contenido informacional”. Si el “ver” implica un proceso de observación que puede ser pasivo, el “mirar” es una participación activa en la que se combina una actitud de atención frente a lo observado y la función de percibir; los ojos no sólo se rigen por las estimulaciones lumínicas sobre la retina, sino también por las motivaciones sicológicas que determinan lo que se ve; estas motivaciones, que son los intereses de cada individuo, son la clave para la interpretación de los mensajes, para el desciframiento de los códigos y la implicación de los receptores, y para extraer de esta información los conocimientos útiles.

Desde una perspectiva funcional, el fotógrafo y el diseñador, como visualizadores de la información, articulan las relaciones gráficas y cromáticas entre las estructuras formales y semánticas. Allí es donde el color y la forma, como elementos portadores de sentido, se hacen presentes activamente en un mensaje visual en la ciudad. Las relaciones existentes en los mensajes se validan a partir de códigos cromáticos, icónicos y lingüísticos, encaminados a la construcción de mensajes claros para la comunicación visual.

Desde el punto de vista del equilibrio ambiental en la comunicación y en el paisaje urbano contemporáneo, los fotógrafos y diseñadores registran los entornos y sus problemas de

comprensión y dificultad de lectura en la gráfica aplicada; se analizan los enfoques de sostenibilidad, a partir de los contenidos de las imágenes simbólicas para hacer de ellos signos públicos; se evidencian las funciones comunicativas para potenciar su riqueza o para denunciar ilegibilidad, incomprensión y confusión de significados.

Por su parte, Alberto Saldarriaga Roa, en su libro “La Arquitectura como experiencia” indaga acerca de algunas características de cómo se vive la ciudad y sus elementos. Recuerda que la vivencia del espacio es posible gracias a la vivencia personal, a complejos referentes del orden más sensible que científico, más relacionado con experiencias ajenas, percepciones, memorias, interacciones e interrelaciones. Creemos que las percepciones espaciales las cuales nos hacen valorar el lugar habitado corresponden a los sentidos, las emociones, las relaciones, las actividades, la imaginación y la memoria. Por ejemplo, no es lo mismo experimentar caminar la calle en días de trabajo a días feriados o de celebración. Las emociones como la actividad alteran la lectura de lugar y dan paso a otro tipo de vivencia. Las fotografías mostradas buscan indagar acerca de estas condiciones al proponer distintas expresiones. El color rosado del cielo en la fotografía ‘Rosa’ tiene una connotación más reflexiva si se compara con la lectura directa y cruda que un cielo blanco y nublado ofrece de la imagen tomada en la estación del metro en Londres.

CONCEPTO / símbolo

Las capas que conforman la realidad de una ciudad incluyen una porción importante de la simbología y concepto en que ésta se sustenta. Los símbolos, como los conceptos de diseño presentes en el urbanismo, la arquitectura y el dibujo de objetos de uso cotidiano, están directamente ligados a la forma de sentir y expresarse de un conjunto de ciudadanos. No es aleatorio que los estadios, las iglesias, los hospitales, entre otros, tengan una imagen y significado particular del lugar. Todo lo contrario, los diseñadores tienen siempre esta información en cuenta para marcar pautas en la conformación de la urbe. Los fotógrafos complementan este hecho al darle gran prioridad al registro de este tipo de escenarios. No en vano, la apuesta por concentrarse en diseños de vanguardia, volumetrías definidas, colores vistosos, nobleza de materiales, tamaño de los elementos, repetición en los mismos, etc, busca hacer de cada ciudad visitada una diferenciada de la anterior y siguiente. Así, las fotografías son el mejor testigo de ello.

Las Experiencias urbanas en el Festival Internacional de la Imagen

Los fotógrafos, como creadores visuales, cambian y evolucionan el concepto de exposición y presentación de sus obras: las redes, por ejemplo, refuerzan los enlaces entre lo local, lo físico, lo real con el espacio de la esfera de la información. Así mismo, y por primera vez, la relación entre la imagen y el observador es reversible. La transformación de la fotografía, desde las anteriores perspectivas, modifica los sistemas de recepción, y conlleva a un cambio en sus canales de exhibición y distribución. Como lo afirma José Luis Brea, estas obras requieren un tiempo interno autónomo y expandido de contemplación, diferente a los formatos expositivos tradicionales. Por ello, los eventos como festivales y salones de arte son el ámbito de exhibición de estas nuevas propuestas de creación visual. Estos eventos pueden llegar a ser los catalizadores e intermediarios entre el autor de la obra, las instituciones interesadas en su exhibición y el público. El reconocimiento de la visión del artista y de las cualidades poéticas de sus ideas expondrá una nueva visión del mundo que tomará lugar en dos direcciones: en el flujo de información que pasa desde el observador a la imagen, y en la manera como se comunica la imagen con el espectador. En síntesis, la integración del espacio real con el espacio virtual, y del espacio virtual con el espacio real creando una nueva expresividad.

El Festival Internacional de la Imagen, un evento anual que realiza el Departamento de Diseño Visual de la Universidad de Caldas, en Manizales Colombia, le apunta a abordar estas dinámicas y a explorar las diversas competencias interdisciplinarias que se integran en torno a la creación audiovisual y que enriquecen la fotografía y el diseño en sus múltiples aplicaciones profesionales. El diseño puesto al servicio de la representación sensorial de la cultura en la ciudad, los dispositivos móviles, las redes sociales, la creación sonora como instrumento para explorar los fenómenos interactivos, la fotografía como instrumento para el reconocimiento de la cultura, y el diseño integrado a las artes, las ciencias y las tecnologías para crear una zona franca de conocimiento, son algunos de los tópicos que se abordan cada año en el Festival.

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Resumen

Caminar las calles de la ciudad de a pie implica diseñar un trayecto durante la marcha o con antelación. Si bien todos los caminos llevan a Roma, saberlos escoger hacen del recorrido uno más placentero y diciente. Por ello, fotografiar los edificios, retratar personas, registrar intersticios, los momentos que allí pasan cuando se camina trae implícito el hecho mismo de diseñar: diseñar y fotografiar son acciones sensuales, conceptuales y comunicacionales. Ambas exigen la metamorfosis de una idea a una acción, o viceversa. Algunas veces, la acción ocurre de forma intuitiva lo cual merece una reflexión. La urbe entonces, en su generosidad como sapiencia alberga estas condiciones, tanto para fotógrafos como diseñadores. A través de este escrito, proponemos generar vínculos y definiciones entre la práctica de fotografiar y diseñar. Propondremos la ciudad de Manizales como el escenario; el Festival Internacional de la Imagen (que desde hace 14 años realiza la Universidad de Caldas), como el taller. El Doctorado en Diseño y Creación como espacio de investigación. La curaduría de fotografías y experiencias de diseño servirán como ejemplo.

Los ENCUENTROS URBANOS A TRAVÉS DE LA FOTOGRAFÍA Y EL DISEÑO se proponen como espacios de investigación y exploración estética en torno a las interrelaciones contemporáneas entre imagen y ciudad, indagando, a partir de allí, derivas experimentales que posibiliten profundizar en territorios y sujetos, en formas y topologías, en estructuras ocultas y dinámicas sociales, en dinámicas de reconocimientos corporales, más allá de las lecturas tradicionales de la fotografía en la ciudad. Para esto, los Encuentros se programan en el marco del Festival Internacional de la Imagen, un evento promovido por el Doctorado en Diseño y Creación de la Universidad de Caldas y que se realiza en Manizales, Colombia, y en el que se han dado cita fotógrafos, diseñadores, sociólogos y artistas de Inglaterra, España, Francia, Colombia, Argentina y Brasil, entre otros.

Como hipótesis se afirma que el problema esencial en la fotografía, yace en el diálogo entre las partes no en sus jerarquías. Las jerarquías corresponden a otros tiempos pasados de la Modernidad. Diálogo es lo que piden las nuevas generaciones en nuestros días. La fotografía, como el diseño también deben regirse por estos principios: no debe haber una distinción en elementos según su importancia sino por el contrario, la valoración balanceada entre ellos. En las fotografías de la serie ‘London, gap my mind’ hechas en Manizales y Bogotá durante los talleres en el Festival Internacional de la Imagen 2010, estos principios de correlación definen la producción de las fotos. En este trabajo, el diálogo entre a) objetos/sujetos, b) objetos/objetos y c) sujetos/sujetos acontece de forma plena. El valor entre uno y otro (a, b y c) es directo. Los sujetos o seres vivos (personas, animales y plantas) son equivalentes a los objetos o naturalezas muertas (arquitectura, mobiliario, texturas, entre otros). Es una posición definida hacia la democratización de lo que vemos, oímos y sentimos. Los fotógrafos y diseñadores debemos ser sensibles al mundo que nos rodea.

SANTIAGO ESCOBAR JARAMILLO. Arquitecto Universidad Nacional de Colombia, con Maestría en Fotografía y Culturas Urbanas del Goldsmiths College, University of London luego de obtener una beca Colfuturo. Ha trabajado como fotógrafo y artista en varios países de África, Sur América, Europa y Estados Unidos. Su trabajo creativo se divide en fotografía documental y urbana, y reflexiona acerca del individuo, el espacio, el conflicto y la memoria a través de la rigurosidad estética, conceptual y geométrica. Sus proyectos han sido exhibidos en más de 50 exposiciones a nivel nacional e internacional, además, ha merecido variados reconocimientos y distinciones. Actualmente trabaja como fotógrafo de Villegas Editores registrando con su cámara los aspectos de idiosincrasia, paisajes y vida urbana alrededor de Colombia. Este año será uno de los artistas invitados al 42 Salón Nacional de Artistas – Colombia. También participará en varias ferias internacionales de Arte con la Galería Christopher Paschall SXXI.

FELIPE CÉSAR LODNOÑO L. Arquitecto, PhD Multimedia Universitat Politecnica de Catalunya. Director del Festival Internacional de la Imagen, que se realiza desde 1997, en Manizales, Colombia. Curador de las Muestras Monográficas de Media Art y de Escenarios Digitales. Director del Doctorado en Diseño y Creación, que realiza la Universidad de Caldas.

Anexos