FELICIDAD - revista-triodos.com · Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real...

4
DINERO Y FELICIDAD texto: XAVIER HERVÁS VIGUERAS ¿EL DINERO DA LA FELICIDAD? Estudios, pensadores, ciudadanos y gobiernos se replantean el concepto de riqueza y en qué medida esta se conecta con la satisfacción personal. Algunos incluso analizan qué tipo de consumo concreto está asociado con una mayor felicidad. Hacemos un repaso por diversos estudios y enfoques para tratar de hallar una respuesta. 8

Transcript of FELICIDAD - revista-triodos.com · Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real...

Page 1: FELICIDAD - revista-triodos.com · Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real japo-nesa se ha quintuplicado [entre los años 50 y los 90] prácticamente no se

DINEROY

FELICIDAD

texto: XAVIER HERVÁS VIGUERAS

¿EL DINERO DA LA FELICIDAD? Estudios, pensadores, ciudadanos y gobiernos se replantean el concepto de riqueza y en qué medida esta se conecta con la satisfacción personal. Algunos incluso analizan qué tipo de consumo concreto está asociado con una mayor felicidad. Hacemos un repaso por diversos estudios y enfoques para tratar de hallar una respuesta.

8

Page 2: FELICIDAD - revista-triodos.com · Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real japo-nesa se ha quintuplicado [entre los años 50 y los 90] prácticamente no se

Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real japo-nesa se ha quintuplicado [entre los años 50 y los 90] prácticamente no se ha incrementa-do la satisfacción media con la vida”, explica el estudio “Con más dinero, ¿se puede comprar más felicidad?”, de IESE, que ve patrones similares en otras economías avan-zadas como Estados Unidos. Tampoco los ganadores de la lotería, encuestados un año después de que la suerte les sonría, expresan un aumento significativo de su bienestar en comparación con el resto de la población. “Si la sociedad se acostumbra o se adapta a niveles de consumo más altos a medida que aumentan los ingresos, no habrá ninguna ganancia en los indicadores de la felicidad observada”, establecen Manel Baucells y Rakesh K. Sarin, autores de este estudio que sintetiza y compara muchos otros llevados a cabo en las últimas décadas en torno a la felicidad y la riqueza.Lo que entendemos por riqueza varía enormemente, como muestra la última campaña de Triodos Bank en Holanda, en la que se ha preguntado a personas de entor-nos diferentes cómo la entienden ellos. “La auténtica riqueza no es a qué puedo recurrir, es qué valor puedo crear y proporcionar en mi mundo por el que la gente va a querer recompensarme”, explica el filósofo nortea-mericano Douglas Rushkoff, para quien “de-bemos dejar de pensar en cómo extraer valor de otros y pensar en cómo intercambiarlo”, ya que “enriquecerse significa enriquecer también a otros”.Angaangaq, un anciano de una tribu de

Groenlandia, considera que “la verdadera riqueza es el conocimiento”. Descendiente de una época y un medio en el que “no había tiendas” y la vida se basaba en la caza y el intercambio común de bienes y habilidades, señala que “cuanto más comparto mi conoci-miento, más rico soy. Y, por supuesto, si soy más rico, puedo dar más. Cuanto más doy, más recibo, en un círculo sin inicio ni fin y al que pertenecemos todos”.“Para mí, la riqueza es ser capaz de compar-tir y eso aporta satisfacción”, añade por su parte Isabel Rupschus, ciudadana holandesa que experimentó vivir sin dinero durante un periodo de su vida, explorando otras formas de intercambio. Pone un ejemplo sencillo: “He leído ese libro tres veces, así que, ¿para qué lo necesito todavía?”Junto a los trabajos que indican que más riqueza económica no es sinónimo de mayor felicidad, otros van, sin embargo, en sentido contrario. “En una sociedad, la gente más rica es más feliz que la gente más pobre”, observa un estudio reciente de ONS, el equi-valente británico del Instituto Nacional de Estadística que, al mismo tiempo, considera también que “el bienestar medio de un país no mejora a pesar de haberse producido au-

mentos sustanciales de la renta per cápita”.El debate sigue vivo, también a nivel público. Con entidades globales como la Sustainable Development Solutions Network, asesora de Naciones Unidas, que promueve ir más allá de los indicadores económicos conven-cionales a través de su informe anual mun-dial sobre la felicidad, o Eurostat y el INE, que trabajan desde hace años para medir de otro modo el progreso económico y social, con nuevos elementos como la satisfacción global y la felicidad de una población.

Qué prefiere, ¿dinero o tiempo?“Recortar el gasto es una manera de ganar tiempo, que es uno de los grandes tesoros perdidos de la actualidad. ¿Quién duerme 8 horas hoy en día?”, lanza Toni Lodeiro, miembro de Opcions y autor de Consumir menos, vivir mejor.Algo similar se han planteado en la Uni-versidad de British Columbia, en Canadá, implicando a más de 4.600 participantes en seis estudios relacionados. En la disyuntiva entre disponer de más tiempo o más dinero, los interrogados se distribuyeron práctica-mente a partes iguales, pero según concluye

DINERO Y CONCIENCIAA través de los libros Dinero y conciencia. ¿A quién sirve mi dinero? y, más recientemente, de La economía ex-plicada a los jóvenes, Joan Antoni Melé, miembro del Consejo Asesor de Triodos Bank, es una de las voces que animan a repensar el uso que damos al dinero. Plantea el ahorro, la inversión y la dona-ción como formas de expresión de las con-vicciones personales, así como de creación de relaciones sociales con verdadero valor humano.WWW.DINEROYCONCIENCIA.ES

9

Elegir experiencias en lugar de consumo

material, evitar la rutina, invertir dinero en tiempo libre, pagar

primero y consumir después y gastar

en los demás están asociados con una

mayor satisfacción.(“Con más dinero, ¿se puede comprar más

felicidad?”, IESE).

En un estudio con 1.000 ciudadanos estadounidenses, los niveles de autosatisfacción

declarada aumentaban en relación al salario, pero no por

encima de esta cifra (Kahneman y Deaton, Universidad de

Princeton, 2010).

Por cada persona feliz en nuestro entorno, incrementan nuestras opciones de serlo, según un estudio publicado en el British Medical Journal.

15 %MÁS

FELICES

Aristóteles (384 A.C. - 322 A.C.), filósofo griego

“La riqueza consistemucho más en el disfruteque en la posesión”

5CLAVES DEL

CONSUMO FELIZ

REPORTAJE

50.000EUROS

Page 3: FELICIDAD - revista-triodos.com · Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real japo-nesa se ha quintuplicado [entre los años 50 y los 90] prácticamente no se

la directora de los trabajos, Ashley Whillans, “tener más tiempo libre parece más relevan-te para la felicidad que tener más dinero”. Una elección que no siempre estamos en condiciones de poder realizar, pero que sin duda alienta a reflexionar sobre nuestros estilos de vida.“Nuestros padres y madres vivían para trabajar y para ahorrar; hoy en día, vivimos para trabajar y consumir”, comparte Lo-deiro, quien apunta cómo las 3V - vivienda, vehículo y vacaciones- han encadenado a muchas personas. “Pero tener una segunda vivienda o irnos de vacaciones muy lejos no nos hace necesariamente más felices que tener más tiempo en nuestra vida cotidiana o trabajar en algo que nos gusta aunque esté peor pagado” sostiene.

Consumo felizUn consumo exacerbado no aumentaría nuestra satisfacción personal sino que inclu-so contribuiría a deteriorar el ánimo, según muestra un estudio psicológico en la revista Motivation and Emotion, del Knox Co-llege, en Estados Unidos. En cambio, unas pautas concretas de consumo sí pueden sumar en nuestra vida cotidiana.En Dinero feliz: La ciencia del consumo inteli-gente, coescrito por los académicos Eliza-beth Dunn y Michael Norton, basándose en la compilación de estudios sobre uso del dinero y felicidad, señalan cinco aspectos clave: sustituir en lo posible el consumo material por el de experiencias, que quedan en el recuerdo en mayor medida; evitar la rutina en la compra, ya que “la abundancia es el enemigo de la apreciación”; invertir dinero en disponer de más tiempo libre para estar con familia y amigos; si es posible, pagar primero y consumir después, evitando la ansiedad de hacerlo al revés; y donar o gastar dinero en los demás.Sobre este último punto, un amplio trabajo de la escuela de negocios de Harvard con datos de 136 países apoya “una constante

psicológica universal: personas de todo el mundo obtienen beneficios emocionales de utilizar sus recursos financieros para ayudar a otros”. El cruce de datos que efectúa el estudio muestra un resultado positivo en el 90% de los países estudiados y, como apoyo complementario, aporta trabajos de campo propios en Canadá y Uganda, selecciona-dos por su diversidad cultural y diferente renta per cápita. En estos, se contó con dos grupos diferentes de personas, a los que se proporcionaba una suma de dinero y se les animaba a gastarlo en productos o servicios para ellos mismos o bien para otras perso-nas. Las conclusiones muestran cómo aque-llos a los que se indicó que hiciesen un gasto en los demás obtuvieron una mayor satisfac-ción personal. Además, que la cantidad de dinero empleada no variaba el resultado, ya que se establecieron subgrupos en función del nivel de gasto.“Sortear la infelicidad por razón de ingresos es un buen modo de comenzar a ser feliz”, admite Gonzalo Fanjul, investigador y acti-vista contra la pobreza que, por otro lado, no ve “una relación íntima” entre dinero, riqueza y felicidad. Para Fanjul “el dinero es, por encima de todo, seguridad” y, por lo tan-to, un elemento necesario, pero en ningún caso una garantía de felicidad. Diego Isabel, impulsor del Global Hub for the Common Good, un think tank ciudadano que promue-ve la Economía del Bien Común, comple-menta esta visión: “Por desgracia, el mantra del actual sistema, cuanto más dinero tienes más puedes consumir y cuanto más consu-mes más feliz eres, se sigue repitiendo en los anuncios, las televisiones y hasta el sistema educativo. Debemos construir una narra-tiva diferente que trasmita que felicidad depende de la cantidad y calidad de nuestras relaciones humanas, el encontrar sentido a lo que hacemos, cualquiera que sea nuestra profesión, y sentir que con nuestro trabajo y nuestra presencia contribuimos a la felici-dad de los que nos rodean”.

10REPORTAJE

>Donar o emplear

nuestro dinero en los demás es uno de

los aspectos clave que señala el estudio

“Dinero feliz: La ciencia del gasto inteligente”.

Foto: Acción Contra el Hambre, una de las

ONG colaboradoras de Triodos Bank a las que

poder donar intereses.

El experimento Project 333 ha conectado con personas de todo el mundo, que han decidido poner freno a la vorágine del consumo textil compulsivo. La iniciativa invita a elegir no más de 33 prendas para utilizar durante 3 meses y a compartir la experiencia con el resto de personas que aceptan el reto. Muchos apuntan que simplificar sus costumbres en este aspecto les ha ayudado a vivir mejor.

Hoy Joshua Fields y Ryan Nicodemus escriben en su web TheMinimalists.com, seguida por cuatro millones de personas, cómo vivir más plenamente con menos. En 2009, eran dos jóvenes profesionales de éxito con “salarios de seis cifras y coches de lujo, pero no felices, descubriendo que trabajar 70 u 80 horas a la semana para comprar más cosas no llenaba el vacío”. En su web describen cómo, durante 21 días, reenfocaron su vida desde lo material hacia las relaciones humanas.

La riqueza de una sociedad ya no se mide solo por su Producto Interior Bruto, o la cuantificación de la riqueza económica generada. La oficina estadística de la Unión Europea aboga ahora por introducir nueve factores para medir la calidad de vida: condiciones de vida materiales, trabajo y otras actividades, salud, educación, ocio e interacciones sociales, seguridad física y económica, gobernanza y derechos básicos, entorno social y natural y experiencia global de la vida.

Es el gasto anual por persona y año en productos de comercio justo en España, según la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Registro con claro potencial de mejora, con 39 euros de media en Suiza o 14 en Italia, es una muestra de cómo la forma de utilizar el dinero también podría contribuir en mayor medida a la felicidad de los demás. Los productos de comercio justo aseguran unas ganancias estables a sus productores y aportan fondos al desarrollo social de sus comunidades.

>21DÍAS PARA CAMBIAR

>33SÓLO

PRENDAS

0,7 EUROS

FACTORES MÁS ALLÁ DEL PIB9 >

>

Page 4: FELICIDAD - revista-triodos.com · Comprar la felicidad “A pesar de que la renta per cápita real japo-nesa se ha quintuplicado [entre los años 50 y los 90] prácticamente no se

>En Headbanger rare

guitars, proyecto con financiación de

Triodos Bank, se unen emprendimiento, pasión personal y

cultura.

>Realizar un consumo

responsable, como por ejemplo adquiriendo

productos de comercio justo, genera un efectivo positivo

personal y social.

DINERO CONSENTIDOEl sentido común y también el saber académico coinci-den: la forma en que utilizamos nuestro dinero y consumimos influye en nuestra propia satisfacción y en la vida de las demás personas. Con sus servicios y financiación, Triodos Bank facilita poner el dinero al servicio de iniciativas que mejoran la sociedad y cuidan del entorno. WWW.TRIODOS.ES

11

Según los especialistas, el consumo de

experiencias como el cine nos aporta

más disfrute que el material. Fotograma

de Nadie quiere la noche, de Isabel

Coixet, película con financiación de banca ética premiada en los

Goya 2016.

>“Nuestra felicidad depende

de nuestras relaciones

humanas, el encontrar sentido a lo que

hacemos”Diego Isabel, impulsor de Global Hub for the Common Good