Fantasía

“Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar”.

(Cohelo) Me basta cerrar los ojos

para acercarme a tu presencia y admirar tu sonrisa inconfundible

que penetra en lo más hondo de mis secretos. Te contemplo, te sueño, te enumero,

sumergida en el recuerdo de nuestro encuentro y me desnudo a solas, en silencio,

como en un rito de luna llena. Acaricio tu cuerpo sin límite

y mis pétalos bailan un nuevo ritmo abrasando la danza de la felicidad

que me proporciona el saberte en mí y yo en vos sin recovecos, ni escondites. Te siento cerca, encantador y seductor

como mago que hipnotiza mis sentimientos suspiro una y otra vez abrigada en mis anhelos

pero luego despierto... y abro los ojos sin poder verte

y aún más, sin la certeza de tenerte.

Sé que el amor es más fuerte que el miedo pero el corazón se me ahoga en el torrente del deseo,

y abro las compuertas de mi esperanza para liberar la angustia que me ciega.

No te pido que me ames sé que el amor no se exige, ni se inventa,

sólo quiero estar cuando quieras y permanecer invisible si lo deseas,

pero sobre todo, ser tu luz en los días grises,

abrigar tu piel en las noches frías y convertirme en la suave brisa

en tus tardes de fatiga. Te quiero,

vos sos la voz que ordena mi vida, la razón que se impone a la mía, la magia, el encanto, la fantasía

que a ratos, cuando cierro los ojos, me arrebata mis sueños para sumergirme

en la más profunda y plena alegría.

(f.p.p.)

22 de septiembre del 2003