Fanjul_Demostrativos y Referencia. IV Congresso Brasileiro de Hispanistas

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 168 Hispanismo 2 0 0 6 Ese día, esse dia; no siempre el mismo día. Demostrativos y referencia en español y portugués. Adrián Pablo Fanjul (USP) Tanto el español como el portugués presentan tres series de demostra-  tivos, a di fer encia de lenguas que, como el inglés, presen tan u n sistema bi- nario. Para ambas lenguas, sobre todo cuando se trata de usos deícticos, la  tradición nor mativa y , en pri nci pio , ta mbién la descr ipc ión, suelen relacionar a cada serie con cada una de las personas del discurso. Así, la 1ª serie co- rresponde a lo que se encuentra en el dominio del hablante (en su tiempo, su espacio, o en las palabras o textos que está produciendo), la 2ª al dominio del oyente, y la 3ª a lo que no está en el dominio de ninguno de los dos. Sin embargo, en casi todos los casos, los mismos instrumentos des- criptivos reconocen que muchos usos no siguen esa distribución, y que existen en ambas lenguas, contextos en que, con regularidad, alguna de esas formas neutraliza esos valores. En este trabajo nos referiremos principalmente a los usos deícticos de los demostrativos, sobre todo en la referencia espacial y temporal, donde creemos que se pueden manifestar mayores desajustes entre hablantes de español y de portugués brasileño, e intentaremos mostrar que es la segunda serie de demostrativos (ese / esse ) la que se ubica en un lugar más crítico (y por eso más interesante) en ese aspecto. Primero daremos información, separadamente, sobre el español (pun-  to 1) y el portugués brasileño (punto 2), tomada de gramáticas descripti- vas y de textos que exponen resultados de investigación de campo y/o de corpus digitalizado. Después (punto 3), presentaremos casos que hemos relevado de reescrituras y de traducción del portugués al español. Por economía expositiva, seguiremos el procedimiento de denominar cada serie por medio del masculino singular (este /  este, ese / esse,  aquel  / aquele ), dando por sobrentendido que nos referimos también a las for- mas femeninas y/o plurales, y al neutro. Algunas propuestas sobre el español actual En su capítulo sobre demostrativos en la  Gramática descriptiva de la lengua española, después de describir el sistema de tres formas para el español, arma Eguren (1999, p.940): dicho sistema ternario, tal y cual acaba de ser descrito, funciona, so- bre todo, en casos de deixis gestual y simbólica en el español peninsular. En el español de América se tiende a sustituir aquel por ese, resultando en un sistema binario. (Destacado en el original).

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    Ese da, esse dia; no siempre el mismo da. Demostrativos y referencia en espaol y portugus.Adrin Pablo Fanjul (USP)

    Tanto el espaol como el portugus presentan tres series de demostra-tivos, a diferencia de lenguas que, como el ingls, presentan un sistema bi-nario. Para ambas lenguas, sobre todo cuando se trata de usos decticos, la tradicin normativa y, en principio, tambin la descripcin, suelen relacionar a cada serie con cada una de las personas del discurso. As, la 1 serie co-rresponde a lo que se encuentra en el dominio del hablante (en su tiempo, su espacio, o en las palabras o textos que est produciendo), la 2 al dominio del oyente, y la 3 a lo que no est en el dominio de ninguno de los dos.

    Sin embargo, en casi todos los casos, los mismos instrumentos des-criptivos reconocen que muchos usos no siguen esa distribucin, y que existen en ambas lenguas, contextos en que, con regularidad, alguna de esas formas neutraliza esos valores.

    En este trabajo nos referiremos principalmente a los usos decticos de los demostrativos, sobre todo en la referencia espacial y temporal, donde creemos que se pueden manifestar mayores desajustes entre hablantes de espaol y de portugus brasileo, e intentaremos mostrar que es la segunda serie de demostrativos (ese / esse) la que se ubica en un lugar ms crtico (y por eso ms interesante) en ese aspecto.

    Primero daremos informacin, separadamente, sobre el espaol (pun-to 1) y el portugus brasileo (punto 2), tomada de gramticas descripti-vas y de textos que exponen resultados de investigacin de campo y/o de corpus digitalizado. Despus (punto 3), presentaremos casos que hemos relevado de reescrituras y de traduccin del portugus al espaol.

    Por economa expositiva, seguiremos el procedimiento de denominar cada serie por medio del masculino singular (este / este, ese / esse, aquel / aquele), dando por sobrentendido que nos referimos tambin a las for-mas femeninas y/o plurales, y al neutro.

    Algunas propuestas sobre el espaol actualEn su captulo sobre demostrativos en la Gramtica descriptiva de la

    lengua espaola, despus de describir el sistema de tres formas para el espaol, afi rma Eguren (1999, p.940):

    dicho sistema ternario, tal y cual acaba de ser descrito, funciona, so-bre todo, en casos de deixis gestual y simblica en el espaol peninsular. En el espaol de Amrica se tiende a sustituir aquel por ese, resultando en un sistema binario. (Destacado en el original).

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    Eguren da a Kany (1969) como nica referencia para apoyar su afi r-macin. El autor referido efectivamente sealaba esa tendencia, pero aclaraba (p. 170) que En realidad, semejante uso se puede hallar en el espaol peninsular, y se remonta al lenguaje antiguo. Y a partir de ejem-plos tomados de los escritores Fray Mocho (Argentina) y Acevedo Her-nndez (Chile), en que el mismo objeto, desde el mismo punto de vista, era mencionado primero con aquel y despus con ese, introduca la interesante hiptesis de que:

    el cambio de aquel (o aquella) por ese (o esa) indique que, despus de ser mencionados por primera vez, los nombres pueden considerarse como relacionados con la persona interpelada. (p. 171, destacado en el original).

    Nos parece apresurada la afi rmacin de Eguren de la tendencia a un sis-tema binario. Los ejemplos y la refl exin de Kany muestran usos de aquel que tendran un valor especfi co, y, por otra parte, no debe subestimarse el papel de los instrumentos normativos, que siguen proponiendo un sistema tricotmico como pauta de correccin. Tampoco nos parece adecuada para este caso, como para el de otras formas en variacin, la generalizacin de el espaol de Amrica. Obsrvese, por ejemplo, que en dos corpus de textos literarios del siglo XX, espaoles y americanos, De Kock (1997, p.147) muestra la siguiente distribucin de ocurrencias entre los demostrativos, incluyendo formas con funcin adjetiva o pronominal:

    Corpus de 19 textos Este 56,19% ese 29,91% Aquel 13,88%Corpus de 20 textos Este 48,41 ese 37,66 Aquel 13,93

    De Kock trabaj con metodologa de Lingstica de Corpus, y muestra muchas ocurrencias de aquel entre escritores hispanoamericanos. Los textos de Octavio Paz y de Vargas Llosa que integraron la muestra estn entre los que ms ocurrencias exhiben de la 3 serie, y los de Carmen Martn Gaite entre los que menos la registran.

    De cualquier modo, el cuadro de De Kock evidencia que la serie aquel muestra, en general, menos frecuencia, y la observacin de usos de secto-res poco escolarizados puede reforzar la idea, si no de su desaparicin, que ya dijimos que no compartimos, de su limitacin a hablantes ms cultos. Un ejemplo extremo lo tenemos en Colantoni (2000), en que se describe un cor-pus oral recogido en la provincia de Corrientes, Argentina, entre hablantes sin escolaridad secundaria. Si bien el objetivo del trabajo de Colantoni es otro, estudiar algunos usos peculiares de este y eso como marcadores con-

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    versacionales, para iniciar su anlisis debi cuantifi car primero las ocurren-cias de cada grupo de formas. De aproximadamente 330 demostrativos en el corpus, ninguno correspondi a la serie de aquel. El 77% fue de la serie ese .y el resto, de la serie de este. Vale destacar que los temas sobre los cuales giraban las entrevistas grabadas incluan narrativas de distintos tipos (experiencias personales, historias y leyendas locales, etc.) (COLANTONI, 2000, p. 72), que favorecan, por su carcter evocativo de tiempos y espacios alejados, la aparicin de formas de la 3. serie.

    Como contraparte, y antes de cerrar este punto, cabe sealar dos ca-sos de uso no dectico en que creemos que aquel sigue excluyendo a ese para el espaol en general. Se trata del giro este... aquel para la retomada contrastiva de dos entidades ya mencionadas, y del llamado demostrativo de lejana (EGUREN, 1999, p. 939) en construcciones con que + subjuntivo (Aquellos que se sientan capaces, propnganse.). En esta ltima estructura, el artculo defi nido puede substituir a aquel.

    Descripciones e investigaciones sobre el portugus brasileoEn su obra gramatical, apoyada en un vasto y actualizado corpus literario

    y meditico, Neves (1999, p.498-499) explica que Quando faz referncia situao, cada uma das trs formas dos pronomes demonstrativos variveis ESTE, ESSE, AQUELE-, se refere em especial a uma das trs pessoas gramati-cais. Y afi rma que esa distribucin se hace evidente en la ocurrencia conjunta con los demostrativos de lugar (aqui, a, l). Sin embargo, despus, al tratar en particular del funcionamiento de cada serie, dice, para la primera, que A vin-culao de ESTE com o falante muitas vezes se afrouxa y que a relao che-ga a estender-se da primeira para a segunda pessoa (p. 500, destacado en el original). Y al describir la referencia de esse (p. 501) tambin dice que su vn-culo con la 2 persona muitas vezes se afrouxa y que en consecuencia, ha-blante y oyente quedan incluidos en la referencia. Tambin, y ya con referencia a la ubicacin espacial, muestra que el lugar puede ser un aqui compartido entre 1 y 2 persona, y que en tal caso, ESTE e ESSE podem, praticamente, alternar-se (p. 501). En ningn momento de la descripcin de funciones de aquele, en cambio, la autora menciona posibilidades de superposicin de valores con las otras dos series.

    Castilho (1993, p. 127), al comentar la distribucin reconocida por la gramtica tradicional, afi rma que esse arranjo no corresponde ao uso contemporneo do portugus brasileiro. Los datos que expone como parte del corpus del proyecto NURC (Norma Urbana Regional Culta) muestran una menor frecuencia de la 1 serie:

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    Este 13% | Esse 58% | aquele 29%

    En el mismo texto, Castilho se refi ere a gramticos que, desde media-dos del siglo XX sealaban una asimilacin entre este e esse, recor-dando que Nascentes vaticinaba la desaparicin de esse mientras que, por el contrario, Bechara mostraba la tendencia a su predominio. Tambin apuntan a una asimilacin, en un texto de reciente aparicin, Ilari y Basso (2006, p. 117): a grande oposio hoje entre este + esse, e aque-le, o que caracteriza um sistema binrio.

    En un texto que da cuenta de una investigacin sobre este y esse con corpus del mismo proyecto NURC en Rio de Janeiro, Cid, Costa e Oli-veira (1986) trabajan con un corpus de dilogo y otro de lo que llaman elocuo formal. En el dilogo, esse apareci en la categora deno-minada no lugar de este 9 veces, mientras que para este las apa-riciones propias (perto do falante, tempo presente em relao ao falante) sumaron slo 7. En la elocuo formal, en cambio, esse no apareci no lugar de este. El mismo corpus muestra 59 ocurrencias de este contra 484 de esse.

    Caminos asimtricos y algunas reescriturasPor lo que podemos apreciar a partir de los estudios referidos, mientras

    que para el espaol se seala, de diferentes maneras, un decrecimiento de aquel en favor de ese, y esa segunda serie aparece donde se esperara la tercera; para el portugus brasileo, este es la forma que pierde terreno y distincin respecto de esse , que toma parte de su lugar.

    El siguiente fragmento de la letra de un tema musical de la banda En-genheiros do Hawai, llamada Melhor assim, nos parece emblemtica sobre el desplazamiento de la segunda serie:

    Mas h estrelas atrs das nuvensno cu da ptria nesse instante.a

    En la retomada del segmento del Himno Nacional de Brasil o sol da liberdade em raios flgidos / brilhou no cu da Ptria nesse instante se evidencia el cam-bio de esse hacia una perspectiva temporal del presente del hablante.

    Observamos a continuacin algunos fragmentos de traduccin de cuentos brasileos, hechas por traductores hispanoamericanos. Por ra-zones de espacio, exponemos slo dos casos del corpus que reunimos, extrado de dos recopilaciones bilinges: Kovadloff et. al. (1978) y Paglial (org.) (1996). Vemos las selecciones de demostrativos hechas por esos

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    traductores como un gesto de extraamiento en relacin al funcionamien-to lingstico del original en portugus, movimiento que fue acompaado por otros, especfi camente en cuanto al aspecto verbal.

    El primer ejemplo es del cuento Antes do baile verde, de Lygia Fa-gundes Telles, traducido por Santiago Kovadloff (1978, p. 9-16):

    Todos esses meses, quem que tem agentado o tranco? Todos estos meses, quin es la que se aguant el fardo?

    Al percibir que los meses de referencia todava duran e incluyen el presente del hablante, el traductor utiliza en espaol la forma estos, para lo que en portugus era esses. Y obsrvese que al elegir el pre-trito indefi nido se aguant, borra la proyeccin actual y la iteratividad del pretrito perfeito composto del portugus, que podra haber sido tra-ducido como se viene aguantando o por se ha aguantado, este ltimo probablemente menos frecuente en la variedad rioplatense del traductor.

    El segundo ejemplo que daremos es de la traduccin por Ofelia Cas-tillo del cuento Passeio noturno, de Jos Rubem Fonseca, en PAGLIAI (1996, p. 226-227)

    No sei que graa voc acha em passear de carro todas as noites, tambm aquele carro custou uma fortuna, tem que ser usado.

    No s qu encontrs de lindo en pasear en auto todas las noches; tambin, ese coche ha costado una fortuna, hay que usarlo.

    El coche al que se refi ere el personaje es el que tiene en el garaje su marido, en el mismo tiempo de su habla. Aquel coche cost, probable-mente hubiera resultado incongruente para ese contexto, ms adecuado para un coche que ya no est en el mbito de los que hablan, que no es el que todas las noches, an hoy, el hombre saca a pasear. Evidente-mente la seleccin de la segunda serie (ese coche) fue concomitante con la de un pretrito perfecto compuesto que en su oposicin al simple, contruibuye con esa perspectiva enunciativa.

    Conclusiones:En el funcionamiento de la segunda serie en cada lengua, hay poten-

    ciales desencuentros referenciales para el contacto entre ambas. Los ve-mos como pequeos y seductores encuentros con lo imposible o lo des-concertante. Sobre lo primero, entre los ejemplos que da NEVES (1999) hay uno, tomado de la obra Boca de Ouro, de Nelson Rodrigues, en que la acotacin escnica es categrica en cuanto a la referencia al espacio

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    de la 1 persona (p. 501, destacado en el original): (Berrando e sacudindo o colar no alto) A que tiver os peitinhos mais bonitos ganha ESSE colar. Lo desconcertante puede aparecer, por ejemplo, en pedidos de orienta-cin en que essa rua es la calle en que estamos, o esa ciudad que-da muy lejos, y nunca estamos en ella. Los resultados de nuestro trabajo muestran, tambin, que en el paso de una lengua a otra, otras categoras semnticas, como el aspecto, pueden verse relacionadas con la ocurren-cia de diferentes demostrativos. Y todos los fenmenos observados nos parecen aprovechables tambin en la enseanza, en una didctica atenta al funcionamiento de las formas.

    Referencias Bibliogrfi cas

    CASTILHO, Atalliba T. Os mostrativos no portugus falado. In: Castilho (org.) Gramtica do portugus falado. Vol. III. As abordagens. Campinas: Ed. da Unicamp, 1993, p. 119-138.CID, Odirce; COSTA, Maria Cristina, e OLIVEIRA, Clia. Este e esse na fala do Rio de Janeiro. Estudos lingsticos e literrios, n 5. Salvador: UFBA, 1986, p. 195-208.COLANTONI, Laura. Los demostrativos en el espaol de Argentina: de los usos prototpicos a los casos gramaticalizados. El caso de este y esto. Revista Espaol actual, n 74. Madrid: Arco Libros, 2000, p. 71-78.DE KOCK, Josse. Gramtica espaola: enseanza e investigacin. Sala-manca: Ed. Univ. de Salamanca, 1997.EGUREN, Luis. Pronombres y adverbios demostrativos. Las relaciones decticas. In: BOSQUE, I.; DEMONTE, V.: Gramtica descriptiva de la len-gua espaola, vol. 1. Madrid: Espasa, 1999, p. 929-972.ILARI, Rodolfo; BASSO, Renato. O portugus da gente. A lngua que estu-damos, a lngua que falamos. So Paulo: Ed. Contexto, 2006.KANY, Charles. Sintaxis Hispanoamericana. Madrid: Gredos, 1969.KOVADLOFF, Santiago et. al. Quince cuentistas brasileos de hoy. Buenos Aires; Ed. Sudamericana, 1978.NEVES, Maria Helena de Moura. Gramtica de usos do portugus. So Paulo: Ed. da UNESP, 2000.PAGLIAI, Lucila (org.). Cuentos brasileos del siglo XX. Buenos Aires: Ed. Colihue, 1996.

    Notasa Agradecemos a Sandra Regina Gonalves, alumna de graduacin en Letras de la FFLCH-USP, que nos

    facilit este ejemplo cuando curs la materia Tpicos contrastivos II que dictamos en el 2004.