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HISTORIA DE LA FAMILIA EN MÉXICO María Eugenia Z. de Cosio 109 Aquest treball es va realitzar durant la estada de la autora com professora-investigadora visitant al CED, al febrer-setembre de 1995, amb el suport de la DGICYT del Ministerio de Educación y Ciencia. Centre d'Estudis Demogràfics 1995

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  • HISTORIA DE LA FAMILIA EN MXICO

    Mara Eugenia Z. de Cosio109

    Aquest treball es va realitzar durant la estada de laautora com professora-investigadora visitant al CED, alfebrer-setembre de 1995, amb el suport de la DGICYT

    del Ministerio de Educacin y Ciencia.

    Centre d'Estudis Demogrfics

    1995

  • RESUMEN

    Las estructuras familiares en Mxico son el fruto de la mezcla, en grados diferentes,

    de una herencia indgena precolombina, de una immigracin peninsular en la poca

    colonial, del mestizaje y de la esclavitud de poblacin de rigen africano, en un

    contexto de urbanizacin y de colonizacin. Hay que subrayar la separacin racial, el

    desequilibrio demogrfico entre los sexos por migracin y mortalidad, los niveles

    sumamente elevados de illegitimidad relacionados con el amancebamiento, as como

    la circulacin de los nios indgenas entre familias no emparentadas y el impacto de

    la viudez sobre todo en las mujeres. La historia de la familia en Mxico permite

    entender como se gestaron varios sistemas demogrficos en la Nueva Espaa y de all

    inferir algunas de sus consecuencias hasta nuestros das.

    RESUME

    Les structures familiales au Mexique sont nes du mlange, des degrs divers, d'un

    hritage indigne pr-colombien, de l'immigration ibrique l'poque coloniale, du

    mtissage et de l'esclavage de la population d'origine africaine, dans un contexte

    d'urbanisation et de colonisation. Il faut souligner l'influence de la sparation raciale,

    le dsquilibre dmographique entre les sexes cause de la migration et de la

    mortalit, les niveaux extrmement levs de naissances illgitimes en relation avec

    le concubinage, ainsi que la circulation des enfants indiens vers des familles sans

    liens de parent et les effets du veuvage, notamment chez les femmes. L'histoire de la

    famille au Mexique permet de comprendre l'origine des systmes dmographiques de

    la Nouvelle Espagne et d'en tirer les consquences jusqu' aujourd'hui.

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    HISTORIA DE LA FAMILIA EN MXICO

    La organizacin familiar en Mxico es el fruto de una historia demogrfica contrastaday de procesos de poblamiento muy variados. Las estructuras familiares resultan de lamezcla, en grados diferentes, de una herencia indgena precolombina, de unaimmigracin peninsular en la poca colonial, del mestizaje, de la esclavitud de poblacinde rigen africano, de la urbanizacin, de la colonizacin del norte y del trpico msrecientemente.

    En la ltima dcada, el estudio de la organizacin familiar novohispana se ha venidoconociendo gracias a monografas de una extraordinaria riqueza, destacando losfactores ms importantes para la formacin de las familias. Hay que subrayar laseparacin racial, el desequilibrio demogrfico entre los sexos por migracin ymortalidad, los niveles sumamente elevados de illegitimidad relacionados con elamancebamiento, as como la circulacin de los nios indgenas entre familias noemparentadas y el impacto de la viudez sobre todo en las mujeres.

    Si adoptamos la hiptesis de que los patrones familiares son un revelador de losprocesos de poblamiento regionales, la composicin de las familias mexicanas a loancho y lo largo del pas servira como indicador de la historia demogrfica de lasregiones y de sus principales pautas culturales. Sin embargo, dada la extrema movilidadde la poblacin mexicana y los cambios repetidos y recientes en los siglos XIX y XX,poco se puede inferir, a partir de indicadores demogrficos regionales contemporneos,acerca de un substrato antropolgico antiguo. Estamos en un caso muy diferente del delas poblaciones europeas, donde el fondo de poblamiento se lee claramente a la luz delos comportamientos demogrficos actuales. En Mxico, se borra esa lectura en el

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    contexto de una movilidad espacial y racial particularmente intensa desde la pocacolonial.

    En cambio, la historia de la familia en Mxico permite entender como se gestaronvarios sistemas demogrficos en la Nueva Espaa y de all inferir algunas de susconsecuencias hasta nuestros das. El sistema de castas, con sus cuatro grandesgrupos: espaoles y criollos, mestizos, mulatos e indios, conform una sociedadrelativamente compartimentada, aunque con mltiples interrelaciones. La endogamiaracial se respetaba en la mayora de los casos, pero tambin coexista con el mestizaje.

    La situacin demogrfica dibujaba un entorno extremadamente rgido: por un lado,una alta mortalidad, epidemias, una alta prevalencia de la viudez, ms que nada en lasmujeres; por el otro lado, una fuerte movilidad espacial, ya que ciudades, villas y nuevospoblados coloniales se formaron en un contexto de alta inmigracin. Mortalidad ymovilidad adems estaban ligadas, al ofrecer las ciudades refugio y empleo a las viudasy a los hurfanos.

    La consecuencia de esta situacin demogrfica es un desequilibrio en los efectivosen presencia, a favor de las mujeres, como por ejemplo en la Ciudad de Mxico, con 40por ciento de poblacin inmigrante en el siglo XVIII y de 75 a 80 hombres por cada cienmujeres en espaoles y castas1. En cambio, la poblacin indgena en las ciudades ypueblos mostraba relaciones de masculinidad siempre favorables a los hombres: allinmigraban familias completas u hombres trabajadores solos. En 1777, en Guadalajara,el censo arroj una relacin de 71.5 hombres por cien mujeres, ligeramente superior a lade los padrones de 1679 (64.4%) y de 1725 (67.5%), pero en los barrios indgenasalcanzaba 99.3 hombres por cien mujeres.

    En 1821, Guadalajara tena una relacin de 79.7 hombres por cien mujeres para todala ciudad, pero de 104.5 por ciento en Analco, barrio indgena. Segn T. Calvo, "hay unamayora de ndigenas empleados en las faenas de la tierra, o como reserva de mano deobra para la ciudad, con pocos esclavos o ninguno, y hay pocos empleos domsticospara las mujeres en esos barrios pobres"2.

    En Antequera, en 1777, haba un exceso de hombres indios en todas las edades(106 hombres por cien mujeres), cuando el dficit de hombres jvenes era marcado enlos dems grupos socioraciales (menos de 80 hombres por cien mujeres)3.

    1 J.J. Pescador, De bautizados a fieles difuntos, El Colegio de Mxico, 1992, p. 125

    2 T. Calvo, Guadalajara y su regin en el siglo XVII, poblacin y economa, Ayuntamiento de Guadalajara, 1992, pp. 92-95;

    3 C. Rabell, 1995, "Los grupos familiares", V Reunin Nacional de la Investigacin demogrfica en Mxico, Mexico, junio de1995, p. 43, mimeo

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    1. Los sistemas matrimoniales

    En la Nueva Espaa, con el modelo del matrimonio cristiano y las reglas importadasde Europa por la Iglesia, pero con las contingencias y particularidades de una sociedadpluriracial, se llegaron a definir normas de matrimonio para cada grupo tnico, basadasen una separacin de derecho, si no de hecho. Cada grupo racial presentaba su propiosistema matrimonial, con reglas de alianza relativamente estrictas, que, por lo mismo,sufran frecuentes excepciones: endogamia racial en espaoles e indgenas, edadestempranas al casarse sobre todo para las mujeres, matrimonio universal entre losindgenas, exogamia en los grupos intermedios (mestizos y mulatos), amancebamiento eilegitimidad de los hijos como correctivo a los desequilibrios de los mercadosmatrimoniales segregados por raza, circulacin de los hijos a edades tempranas desdelos indgenas hacia los espaoles.

    Revisaremos en los apartados siguientes los rasgos principales del matrimonio en cadagrupo racial.

    1.1. Los indios

    El trabajo ms completo sobre familias indgenas en el siglo XVI es el de RobertoMcCaa, donde analiza un censo nahua, llevado a cabo en dos pueblos cercanos deCuernavaca, Morelos: Huitzilln y Quauhchichinolln, en la traduccin de S.L. Cline de1993. Refirindose a 315 hogares y a cerca de 700 parejas, nos muestra unanupcialidad universal: 90 por ciento de las mujeres mayores de los 10 aos de edad sehaban casado alguna vez, 95 por ciento de las de ms de 15 aos, todas las mujeresdespus de los 25 aos.

    La nupcialidad era muy precoz, con una edad mediana al matrimonio de 10.7 aospara las mujeres y de 15.2 aos para los hombres. Al casarse tan temprano, 15 porciento de las jvenes esposas todava no tenan hijos despus de 5 aos de matrimonio.La viudez era alta, pero no se conocen las edades de las viudas, que representaban laquinta parte de las mujeres alguna vez unidas. Los viudos se volvan a casar enpromedio en unos 200 das; las mujeres tardaban ms, 4 aos en promedio4.

    En todos los estudios sobre el matrimonio indgena, se observan las mismascaractersticas durante toda la poca colonial: fuerte endogamia racial, matrimonio aedades tempranas. En San Luis de La Paz, los matrimonios exogmicos en los indios nopasaban de 5 a 15 por ciento; 91 por ciento de las novias indias se casaron con indiosen 1720-1759, 87.6% en 1760-1810. El pequeo resto de las novias indias se cas conhombres de castas (7 por ciento en el primer perodo, 6 por ciento en el segundo). Lasnovias indias se casaron a los 17.8 aos en promedio, 20.6 aos para los novios indios,ms tempranamente que cualquier otro grupo racial.

    4 R. McCaa, "Child marriage and complex families among the Nahuas of Ancient Mexico", Latin American PopulationHistory Bulletin, n26, Fall 1994, pp.2-11

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    Otro rasgo especfico de las familias indgenas, es su baja ilegitimidad, sobre todo enlas parroquias rurales: rara vez pasaban del 10 por ciento de illegtimos (o hijos de laIglesia) entre los bautizos. As, en San Luis de la Paz, haba 12.6 por ciento de ilegtimosen los bautizos de principios del siglo XVIII, 5.7 por ciento a principios del XIX. EnZacatelco, entre los bautizos de indios, haba 4 por ciento de illegtimos en 1721-26 y 2.7por ciento en 1785-91. En Acatzingo, esas proporciones eran de 10.8 por ciento en1650-1712 y 4.1 por ciento en 1720-1802; 10.6 por ciento en Tula entre 1651-1711 y10.2 por ciento entre 1720-18115.

    En las grandes ciudades, el indio estaba en una situacin ms precaria, ya que msde la tercera parte de los nios indios eran ilegtimos al bautizarse, en Guadalajara y enla Ciudad de Mxico, proporcin que llegaba a la mitad de los bautizos, en Guadalajara,a finales del siglo XVII6. Las evoluciones en el altiplano y en la ciudad tapata fuerondiferentes: cada vez ms endogamia y afianzamiento de los indgenas en la parte centralde Mxico, una prdida de toda cohesin social del indio urbano en la Nueva Galicia.

    Los pesos demogrficos especficos de cada comunidad tuvieron mucho que ver conesas tendencias, ya que la identidad racial slo poda conservarse a travs delmatrimonio si la poblacin del grupo era suficiente numricamente para permitir a la vezuna fuerte endogamia y una nupcialidad temprana y universal. Si el grupo estabademasiado diluido, como en algunos barrios de las grandes ciudades coloniales, esasreglas matrimoniales no se podan respetar y tenda a fundirse el individuo con los otrosgrupos raciales.

    Otro rasgo especfico de la comunidad indgena era la circulacin de los jvenesentre las familias, particularmente bin estudiado en el trabajo de Cecilia Rabell sobreAntequera en 1777. De acuerdo con la composicin de los hogares segn lazos deparentesco, era importante la salida de nios indgenas hacia familias mestizas yespaolas: dos terceras partes de los varones y la mitad de las nias dejaban el hogarpaterno. Los hijos indios salan muy temprano: entre los 10 y los 12 aos, slo la mitadde los nios viva con sus padres, apenas una quinta parte entre los 13 y los 17 aos; lasnias abandonaban la casa de sus padres un poco ms tarde que sus hermanos7.

    Visto del otro lado, ganaban jvenes los hogares espaoles, no slo en Antequera,pero tambin en Guadalajara, donde la presencia de adoptados y hurfanos era muyfrecuente en las familias espaolas8 La circulacin de nios indgenas se desepeaba enel marco de las relaciones intertnicas, con familias generalmente no emparentadas y deacuerdo a un rden social que haca venir el nio desde abajo hacia arriba (de indios

    5 C. Rabell, op.cit

    6 T. Calvo, 1992, op.cit, pp. 117-119 y J.J. Pescador, op.cit., p. 147

    7 C. Rabell, op.cit

    8 T. Calvo, 1992, op.cit, pp. 120-123

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    hacia espaoles). La funcin de ese fenmeno poda ser el aprendizaje de un oficio, delidioma espaol, la adaptacin a la vida urbana y al trato con las categoras sociales msprestigiosas, la crianza entre posibles protectores futuros, o sea una formacin yproteccin que reciba el jven indio en el seno de la clase dominante a cambio de sutrabajo y de su presencia desde edades tempranas.

    1.2. Espaoles y criollos

    A todo lo largo de este trabajo, confundiremos espaoles y criollos, ya que sus reglasmatrimoniales eran las mismas, adems de que se casaban entre ellos sin muchadistincin. Tan endogmica como la ndigena, la familia espaola o criolla presentaba sinembargo grandes diferencias con la primera. Por una parte, slo en este grupo habahogares grandes y compuestos con numerosos parientes, sirvientes, esclavos. En lacasa de Agustn de Gamboa en Guadalajara vivan 43 personas. Este alto personaje deorigen peninsular, nacido en Toledo y muerto en Nueva Galicia en 1692, enviud dosveces sin descendencia legtima. Sin embargo, tuvo como concubina a una jvenesclava que liber y dot; durante su viudez, fu padre de dos hijos naturales cuyamadre era "doa"; su segunda mujer recogi a cinco nias y dos nios que criaron,educaron en casa y casaron entre sus parientes. Se dibuja el cuadro de la familiaespaola con sus elementos principales: matrimonio, viudez, infertilidad, poligamia,concubinato, adopcin de nios9.

    Los principales rasgos de la familia en Guadalajara fueron estudiados por ThomasCalvo, siguiendo los matrimonios de los nacidos entre 1666 y 1690 con el archivo delSagrario, trabajo sin par en Mxico. Entre los 128 matrimonios de su muestra, losespaoles y criollos estn sobre representados10, por tratarse del archivo de la Catedraly por su mayor legitimidad y estabilidad. La condicin de legitimidad era muy importante,ya que entre los bautizos de 1690-1694, se encontraban 45 por ciento de niosilegtimos, y, 20 aos despus, entre los matrimonios, slo 23 por ciento de noviosilegtimos. El matrimonio estaba mucho ms difundido entre la poblacin legtima11.Volveremos ms abajo sobre este tema de la ilegitimidad, por ser fundamental en laspoblaciones novohispanas, pasando de la mitad de los bautizos en algunos casos.

    En Guadalajara, T. Calvo encuentra edades modales al matrimonio de 19 aos paralos hombres y de 15 y 18 aos para las mujeres. Las edades medias al casarse de losespaoles eran de 20 aos y 7 meses para las mujeres y de 25 aos y 5 meses para loshombres. La mujer criolla se casaba temprano, muy cotizada en el mercado matrimonialpor su escasez y su calidad. El novio era por regla general bastante mayor que ella, yaque "estaba obligado a retardar su matrimonio hasta haber asentado su fortuna"12. Se

    9 T. Calvo, 1992, op. cit

    10 Representan las parejas denominadas "espaolas" el 52 por ciento de las familias estudiadas, cuando en toda la dcadade 1665-1674 slo constituyen 30.2 por ciento del total (Calvo, 1989, p.36)

    11 T. Calvo, La Nueva Galicia en los siglos XVI y XVII, El Colegio de Jalisco y CEMCA, 1989

    12T. Calvo, 1989, op.cit., pp.40-43

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    confirman estas edades al casarse en otras monografas para espaoles y criollos, porejemplo en los matrimonios celebrados entre 1720 y 1800 en la Ciudad de Mxico, conunas edades medias de 20 aos y 6 meses para mujeres y 25 aos y 7 meses en loshombres13.

    La endogamia era muy fuerte en el grupo de criollos y espaoles: en la Ciudad deMxico, 86.8 por ciento de las doncellas espaolas slo se casaban con espaoles14 yesa homogamia, tanto entre espaoles como en los indios se consolid durante el sigloXVIII15. En San Luis de la Paz, un ejemplo de parroquia rural, la endogamia entre losmatrimonios espaoles, en 1720-1759, era 9 veces mayor que lo que arrojara unasimple combinacin de probabilidades; la endogamia disminuy un poco a finales delsiglo XVII (matrimonios de 1760-1810), aunque la probabilidad de casarse en su grupoera todava 7 veces mayor para los espaoles que lo que dara un mercado matrimonialabierto a todas las categoras raciales16.

    Sin embargo, estas reglas nupciales estrictas, de matrimonios arreglados por lasfamilias, en vista de su rango y de su honor, sufran grandes excepciones, por lacoexistencia del matrimonio y de una vida familiar fuera de l. Para T. Calvo, se tratabade compensar una relativa baja fecundidad marital con una hiperfecundidad extramaritalasi como los desequilibrios de la feria nupcial17. A mi juicio, no hay tal fecundidad maritalbaja, ya que las familias completas alcanzaban, en Guadalajara un promedio de 7,23hijos por mujer casada18. Pero la alta prevalencia de la viudez, consecuencia de unaesperanza de vida inferior a los 25 aos, la inestabilidad matrimonial con una altaproporcin de maridos ausentes, la fuerte inmigracin de mujeres solteras y viudas hacialas ciudades, cuyos efectivos rebasaban por mucho los de hombres casaderos, todosesos elementos demogrficos y sociales no permitan que el mercado matrimonial decada grupo racial fuera equilibrado ni que permaneciera rigurosamente cerrado a losotros grupos.

    Se manifiesta esa permeabilidad a travs de las muy grandes proporciones deilegitimidad y con el crecimiento del mestizaje y de las castas. Adems, era tan difundidala unon libre, que practicamente todos los autores sealan el refrn: ms vale binamancebado que mal casado. Aunque las altas tasas de illegitimidad se concentrabansobre todo en mestizos y mulatos, los espaoles no quedaban al mrgen: 33 por cientode los bautizos de nios espaoles del Sagrario de Guadalajara eran "hijos de la Iglesia"

    13 J.J. Pescador, op. cit

    14 J.J. Pescador, op.cit, p. 153

    15 J.J. Pescador, op.cit., p. 181

    16 C. Rabell, 1992, op.cit

    17 T. Calvo, 1992, op.cit, p. 92

    18 Resultado de mis propios clculos, en base a las cifras presentadas por T. Calvo (1989, op.cit), tomando en cuenta en eldenominador los aos-mujer de exposicin al riesgo

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    entre 1600 y 1619; 39 por ciento entre 1692-93 y 27 por ciento entre 1698-170219. Calvoseala la complicidad del clero, cuando en el acta de bautizo de una nia inscrita como"de padres no conocidos" se anot la siguiente mencin: "es hija de padres de conociday notoria nobleza...que aqu se omiten por justas causas"20.

    Sin embargo, a lo largo del XVII, empezaron cada vez ms a mezclarse los distintosgrupos raciales, llegando a principios del siglo XIX a una reduccin importante de lailegitimidad, ya que el matrimonio se abri a las mezclas raciales. Como lo manifiesta T.Calvo cuando escribe:

    "...la sociedad se va haciendo ms flexible, acogiendo paulatinamente yamalgamando a los diversos grupos que la componen, an si epidrmicamente laasaltan todava casos de rechazo"21.

    1.3. Los mestizos

    El sistema matrimonial de los mestizos y mestizas presentaba rasgos particulares ydiferentes de los dos primeros. La exogamia era importante, como en San Luis de laPaz, donde los casamientos exogmicos de los mestizos representaban entre 55 y 65por ciento, y se celebraban con todos los otros grupos raciales. Cuando no se casabandentro de su grupo, los espaoles se unan preferentemente con mestizos (o mestizas) ycasi nunca con castas o indios. En San Luis de la Paz, los mestizos eran un grupoabierto, puente entre espaoles y castas, aunque los indios permanecan excluidos deesta integracin22.

    Tambin, en Guadalajara, los mestizos eran un grupo exogmico, pero sobre todoconocan un amancebamiento importante, con 68.7 por ciento de hijos ilegtimos en1600-1619, proporcin que baj a 42.8 por ciento a finales del siglo XVII. Se observa a lolargo del tiempo lo que ya habamos sealado antes, o sea una mayor integracin socialde este grupo, que permita un mayor acceso al matrimonio por la Iglesia23.

    En la Ciudad de Mxico, en la parroquia de Santa Catarina, un 57 por ciento de lasmestizas y castizas se casaba con mestizos y castizos y 24.3 por ciento con espaolesen el periodo 1730-1737; entre las indias, 57.6 por ciento se casaba con mestizos ycastizos. En 1777-1790, el 40 por ciento de las mestizas y castizas se casaban conespaoles y 34 por ciento en su mismo grupo; las mujeres indgenas se casabanpreferentemente con indios (69.3%) y luego con mestizos (19.8%). Por otra parte, en losvarones, junto a la tendencia endogmica de los espaoles, se observaba tambin unarelacin simtrica con mestizos y castizos. Los mestizos y castizos se unan

    19 T. Calvo, 1992, op.cit, pp. 117-119

    20 T. Calvo, 1989, p.85

    21 T. Calvo, 1989, p.90-91

    22 C. Rabell, 1992, op.cit, pp. 20-21

    23 T.Calvo, 1992, op. cit., pp. 117-119

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    preferentemente en su propio grupo (63 y 47% respectivamente en cada periodo) o conespaolas (25 y 31% respectivamente). Los mulatos se casaban en primer lugar conmestizas y castizas (55.7 y 47% respectivamente). La mitad de los casados indios seunan con mujeres mestizas en el primer periodo, 32 por ciento en el segundo.

    Por lo tanto, en el grupo de los mestizos, tanto para los hombres como para lasmujeres, los matrimonios se dividan entre su propio grupo y los espaoles e indios.Adems, muy poco numerosos, los mulatos tomaban preferentemente como esposas alas mestizas. De all la afirmacin que el grupo de los mestizos era un grupo "puente",que entabl relaciones marginales con espaoles e indios, los dos grupos msendogmicos, y que se fundi poco a poco con los mulatos y dems moriscos,"transformndose en el grupo genrico de castas"24.

    La edad al casarse era, en regla general, ms elevada para las mestizas que para lasmujeres indias y espaolas y menos elevada para los mestizos que para los espaoles.Esto se explica por una juventud ms difcil de las mestizas, que frecuentementetuvieron que trabajar y migrar antes de poderse casar. En cambio, como la situacinpatrimonial de los varones era indiferente para su matrimonio, stos se podan casartempranamente. Las mestizas se casaban en promedio a los 18 aos y 8 meses en SanLuis de la Paz25, a los 20 aos y 1 mes en la Ciudad de Mxico26. En Guadalajara, laedad media al casarse era de 25 aos y 4 meses en las no-espaolas y de 22 aos y 6meses en los varones no-espaoles27, mostrando la asimetra en la feria nupcial de lascastas e indgenas: mujeres que se casaban dificilmente, hombres que no tenan porquesperar frente a un excedente de mujeres. Adems, dos terceras partes de las mujeresde las castas moran clibes, aunque frecuentemente tenan hijos, consecuencia directadel amancebamiento y de su posicin servil frente a los espaoles en las grandesciudades28.

    1.4. Negros, mulatos y moriscos

    El grupo de esclavos africanos practicamente no tena acceso al matrimonio. Como losubraya T. Calvo: "quin se preocuba por unirse legalmente con una esclava y procrearhijos que no le perteneceran?" 29 Adems, esto era el fruto de una voluntad poltica: en1541, la Corona orden que los esclavos africanos no se casaran fuera de su grupo, con

    24 J.J. Pescador, op.cit, pp.171-175

    25 C. Rabell, 1992, op. cit, p. 25

    26 J.J. Pescador, op.cit., p. 151

    27 T. Calvo, 1989, op.cit, p. 57

    28 T. Calvo, 1992, op.cit., p. 97

    29 T. Calvo, 1992, op.cit, p. 97

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    el fin de que los hijos no nacieran libres. Tambin se derogaron las leyes alfonsinas parano dar libertad al esclavo que se casase con una persona libre30.

    Nunca fu bin visto el matrimonio entre espaoles y afromestizos, lo cual conducaal amancebamiento sin poder legalizar las uniones. Hay que aadir a sto las dificultadesde la vida marital de las esclavas, sin convivencia con sus cnyugues, llevando a lahuda de muchas de entre ellas de los obrajes o de la esclavitud31.

    Sin embargo las uniones entre blancos y negros existieron desde el principio de lacolonia: en el siglo XVI, los conquistadores se unieron con las esclavas africanas; en elsiglo XVII, los negros se unieron con mulatas y afromestizas; en el siglo XVIII, losespaoles ya se casaban con mulatas pardas32.

    Seal de estas evoluciones, las proporciones de hijos ilegtimos en el Sagrario deGuadalajara: en 1695-1699, 86.2 por ciento de los esclavos eran hijos naturales33; entrelos bautizos de 1600-1619 de negros y de mulatos, las tres cuartas partes eran "hijos dela Iglesia", proporcin que se redujo a 60 por ciento entre los mulatos y 44 por cientoentre los negros a finales del siglo XVII. Escribe Calvo: "si el esclavo es siempre unilegtimo, cada vez menos los ilegtimos son esclavos"34.

    Poco a poco, en el transcurso del tiempo, los mulatos empezaron a mezclarse con elresto de la sociedad. En San Luis de la Paz, la mitad de las uniones fueron exogmicasen el primer cuarto del siglo XVIII, abierto a indios y mestizos. Esas tendencias nocambiaron en el transcurso del siglo XVIII. En esa sociedad rural, las edades almatrimonio se asemejaban a las de los mestizos: ms tarde para las mulatas que paralas otras mujeres, ms temprano para los mulatos que para los dems varones. Tambincreci en San Luis de la Paz la tendencia a la celebracin de matrimonios religiososentre los mulatos, ya que la proporcin de hijos illegtimos pas de un tercio a principiosdel siglo XVIII a 6.6 por ciento a principios del XIX35.

    30 M.E. Corts Jcome, "Los esclavos: su vida conyugal. Siglos XVI-XVII", L.M. Martnez Montiel, J.C. Reyes G. ed.,Memoria del III Encuentro Nacional de Afromexicanistas, Colima, 1993, pp. 53-71

    31 J.C. Reyes G., "Negros y afromestizos en Colima, siglos XVI-XIX", in L.M. Martnez Montiel coord;, Presencia africana enMxico, CNCA, 1994, p. 316

    32 L.M. Martnez Montiel, Negros en Amrica, Madrid, Mapfre, 1992, pp.160-161

    33 T. Calvo, 1992, p.90-92

    34 T. Calvo, 1989, pp.73-74

    35 C. Rabell, 1992, op.cit., p.6, nota 7

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    En la Ciudad de Mxico, se observaban las mismas tendencias: alta illegitimidad, conuna tendencia hacia la baja, integracin a travs del matrimonio con mestizos yespaoles. Un dato significativo es que slo la dcima parte de los matrimonios secelebraban en su propio grupo, tanto para los mulatos como para las mulatas36. El grupode negros, mulatos y moriscos, hombres como mujeres, es el que se casaba menos yms tarde: 21 aos y un mes en promedio para las doncellas, 24 aos y 7 meses paralos varones, en las primeras nupcias de 1720-1800, en la Ciudad de Mxico37.

    En todos los estudios, se vislumbra que con el paso del tiempo, el grupo mulato seexpandi gracias a su exogamia, formando con mestizos y castizos un grupo intermedio,el de las "castas" en conjunto. En cambio, espaoles e indios mantuvieron una presenciasocial derivada de su endogamia, que se conserv ms o menos integralmente durantetoda la poca colonial: con mucho rigor, segn J.J. Pescador, en la Ciudad de Mxicodel siglo XVIII, menos estrictamente en Guadalajara, segn T. Calvo. En la parroquiarural de S.L. de la Paz, mestizos y castas parecan mezclarse con ms dificultad.

    2. La estructura de los hogares

    Despus de la feria nupcial y de las reglas de matrimonio inter y extra raciales, lasfamilias novohispanas presentaban algunos rasgos peculiares: en promedio, de tamaoreducido, entre 3 y 5 personas por hogar, vivan en la cercana de varios parientes. Lasfamilias ms ricas eran las ms numerosas e incluan con ms frecuencia a parientes yno emparentados. Mencionamos, al principio de este trabajo, al hogar tapato de donAgustn de Gamboa, que contaba con 43 personas.

    Destaca la presencia de jvenes sin relaciones de parentesco en las familiasespaolas y mestizas ricas de las grandes ciudades (Mxico, Guadalajara, Antequera)que provenan del campo y de familias ndigenas que los enviaban a educarse y aaprender un oficio a tempranas edades. Tambin, all se concentraban sirvientes yesclavos, a veces con la familia de los primeros, viviendo generalmente los esclavosfuera de todo lazo familiar.

    Al otro extremo de la sociedad, la familia indgena se puede observar gracias al censonahua de Morelos (Huitzilln y Quauhchichinolln) del siglo XVI, con patrones familiaressingulares. El tamao promedio de los hogares era de 8 miembros, incluyendo 47.7 porciento de parientes del jefe de familia. El jefe del hogar era en general el hombre casado,con hijos, de mayor edad; las tres cuartas partes de los hogares incluan dos o msparejas casadas. Los hogares indgenas presentaban estructuras complejas, viviendocon los padres varias familias de hijos casados38. Parece ser sto un rasgo de lasfamilias rurales o de pequeos pueblos, como en Tenango, en 1770, donde 40.5 porciento de los hogares de la "gente de razn" comprenda ncleos mltiples y ms de lacuarta parte de los hogares de los indios de la cabecera y de los pueblos de las visitas.

    36 J.J. Pescador, op.cit, p.173

    37 J.J. Pescador, op.cit, p. 151

    38 R. McCaa, op.cit.

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    Rodolfo Tuirn seala que esa proporcin rara vez pasaba de un hogar entre veinte enla Europa del Antiguo Rgimen39.

    Por otra parte, no se hallan muchos indicios de una supervivencia del sistemapoligmico de los caciques indgenas precolombinos en la Nueva Espaa del siglo XVI.Entre las 700 parejas del censo nahua de Morelos, slo 5 eran polignicas, con un totalde 16 mujeres, entre las cuales 9 se designan como concubinas40. En el recuento de lasfamilias de caciques y cacicas estudiado por Cecilia Rabell en Antequera, segn elpadrn de 1777, se encontraron 31 familias de caciques en la ciudad, de las cuales 10encabezadas por cacicas. No haba poligamia declarada. Adems, slo cinco familias decaciques tenan arreglos domsticos semejantes a los de la lite espaola, o sea casapropia, de preferencia en el centro de la ciudad, compartida con parientes y allegados,sirvientes y familias secundarias (las de los sirvientes). Los dems vivan en unasituacin social bastante desfavorable41.

    Otro rasgo particular de las familias novohispanas consista en la alta proporcin dehogares encabezados por mujeres. En Guadalajara, en 1679, entre un conjunto de 296hogares, 158 estaban encabezados por hombres, 138 por mujeres (47%). En Antequera,en 1777, 29 por ciento de los hogares estaban encabezados por mujeres. Las mujeresjefas de hogar vivan en pequeas unidades de 4 personas y menos, y eran solteras,concubinas o viudas, con pocos hijos. La proporcin de menores de 10 aos, en 1679 enGuadalajara, era de 8.8 por ciento, comparativamente muy inferior al del conjunto de loshogares (16.4 por ciento); tambin en Antequera, en 1777, las madres viudas vivan con1.85 hijos menores de 10 aos y un solo hijo la madre soltera, comparado con 2.13 hijosen promedio de las madres casadas42. Las viudas espaolas no tenan muchosincentivos para volverse a casar, al quedar libres y generalmente ricas, condicininapreciable que slo proporcionaba la viudez, ya que solteras y casadas eranconsideradas como permanentes menores de edad. Diferencia importante entre laNueva Espaa y el Brasil o Chile, cuando las mujeres que encabezaban sus hogarespertenecan a las clases ms altas en Mxico y a las clases ms bajas en Amrica delSur43.

    39 citado por R. Tuirn, "Algunos hallazgos de la demografa mexicana", Estudios demogrficos y urbanos, vol 7, n1,enero-abril 1992, pp. 273-312

    40 R. McCaa, op.cit

    41 C. Rabell, "Las familias de caciques", junio de 1995, 8p., mimeo

    42 T. Calvo, 1992, op.cit, pp. 86-90. C.Rabell, 1995, op.cit, cuadro 6 y notas 24 y 28

    43 E. Kutzensof, "Household, family and community studies 1976-1986", Latin American Population History, n 14, fall1988, pp. 9-22

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    3. Conclusin

    De este breve esbozo de la historia de la familia en la poca colonial, se desprendenvarias conclusiones. La primera es que el origen racial ha sido el componente msimportante de las estructuras familiares en Mxico, al existir mercados matrimonialessegregados por raza. Por lo tanto, no debe sorprendernos la permanencia de unanupcialidad elevada y precoz entre los grupos indgenas contemporneos, queconservaron su endogamia matrimonial hasta pocas recientes y formas de matrimonio yde familias extensas diferentes de los dems.

    Por otro lado, el sistema matrimonial catlico es el modelo ideal de los grupossociales que lo heredaron de la poca colonial, criollos y castas, al mismo tiempo quecoexisti con una alta ilegitimidad y uniones consensuales, rasgos que han permanecidohasta nuestros das. En las regiones en las que la Iglesia Catlica cobr ms fuerza alpaso del tiempo, la nupcialidad ha sido ms tarda y las uniones ms frtiles que en elresto del pas (Occidente, Bajo). En las regiones ms abiertas, por ejemplo alprotestantismo, seal de un menor control por la Iglesia Catlica, el concubinato haestado ms presente, lo mismo que entre los afromexicanos, pero este grupo se hadiluido poco a poco, por ser poco numeroso entre el conjunto de la poblacin.

    Aqu encontramos los dos principales rasgos culturales que inducen variaciones enlas estructuras familiares en Mxico: orgen tnico (indio o no) y catolicismo. Los difcilestiempos de construccin de la sociedad novohispana, los desequilibrios demogrficos enlos mercados matrimoniales segregados de los diferentes grupos tnicos, las mezclasraciales que se derivaron de ello, el concubinato y la ilegitimidad, han marcadopermanentemente de su huella indelbil a una sociedad surgida en su totalidad delmestizaje racial y cultural.