Fábulas de Esopo

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Transcript of Fábulas de Esopo

  • El perro y la almeja El perro, el gallo y la zorra Los dos perros El hombre al que mordi un perro El perro y el cocinero El perro de pelea y los perros sencillos Los perros hambrientos El perro y la liebre El perro y el reflejo en el ro El perro y el carnicero El perro y la corneja El perro con campanilla El perro que persegua al len El guila y el escarabajo El guila, el cuervo y el pastor El guila y la flecha El guila de ala cortada y la zorra El guila y la zorra El guila, el len y el murcilagoMen

  • El perro y la almeja Esopo

    Un perro acostumbrado a comer huevos, al ver una almeja, no lo pens dos veces, y creyndola un huevo, se la trag inmediatamente.

    Desgarradas luego sus entraas, se sinti muy mal y se dijo: -- Bien merecido lo tengo, por creer que todo lo redondo son huevos.

    Moraleja

    Nunca tomes un asunto sin reflexionar, para no entrar luego en extraas dificultades. men

  • El perro, el gallo y la zorra Esopo

    Un perro y un gallo se aliaron en sociedad para recorrer el mundo. Llegada una noche, el gallo subi a un rbol y el perro se recost al pie del tronco. Y como era su costumbre, cant el gallo antes del amanecer. Le oy una zorra y corri hacia el sitio, parndose al pie del rbol. Le rog que descendiera, que deseaba besar a un animal que tena tan bella voz. Le replic entonces el gallo que primero despertara al portero que dorma al pie del rbol. Y entonces el perro, cuando la zorra trataba de establecer conversacin con el portero, le salt encima descuartizndola.

    Moraleja

    Es inteligente actitud, cuando encontramos un enemigo poderoso, dirigirlo hacia otros ms fuertes que nosotros. men

  • Los dos perros Esopo

    Un hombre tena dos perros. Uno para la caza y otro para el cuido. Cuando sala con el de caza y coga alguna presa, el amo le regalaba un pedazo al perro guardin. Descontento por esto el perro de caza, lanz a su compaero algunos reproches: que era l quien sala y sufra en todo momento, mientras que el cuidador, sin hacer nada, disfrutaba de su trabajo de caza. El perro guardin le contest: -- No es a m a quien debes reclamar, sino a nuestro amo, ya que en lugar de ensearme a trabajar, me ha enseado a vivir del trabajo ajeno !

    Moraleja:

    Pide siempre a tus mayores que te enseen una preparacin y trabajo digno para afrontar tu futuro, y esforzarte en aprenderlo correctamente.

    men

  • El hombre al que mordi un perro Esopo

    Un perro mordi a un hombre, y ste corra por todo lado buscando quien le curara.

    Un vecino le dijo que empapara un pedazo de pan con la sangre de su herida y se lo arrojase al perro que lo mordi.

    Pero el herido respondi: -- Si hiciera eso, todos los perros del pueblo vendran a morderme !

    Moraleja

    Grave error es alagar la maldad, pues la incitas a hacer ms dao todava.

    men

  • El perro y el cocinero Esopo

    Prepar un hombre una cena en honor de uno de sus amigos y sus familiares. Y su perro invit a otro perro amigo.

    -- Ven a cenar aqu conmigo -- le dijo. Y lleg el perro invitado lleno de alegra. Se detuvo a contemplar el gran festn, dicindose a s mismo: -- ! Que suerte tan inesperada ! Tendr comida para hartarme y no pasar hambre por varios das.

    Estando en estos pensamientos, meneaba el rabo como viejo amigo de confianza, y al verlo el cocinero movindose de all para ac, lo cogi de las patas y lo arroj por la ventana. El perro se volvi lanzando grandes alaridos, y encontrndole en el camino otros perros, estos le preguntaron: -- Cunto has comido, amigo ? -- De tanto beber -- contest -- tanto me he embriagado, que ya ni siquiera s por donde he salido.

    Moraleja No te confes de la generosidad que otros prodigan con lo que no les pertenece. men

  • El perro de pelea y los perros sencillos Esopo

    Un perro haba sido muy bien alimentado en una casa y adiestrado para luchar contra las fieras.

    Un da, al ver un gran nmero de ellas colocadas en fila, rompi el collar que le sujetaba y ech a correr por las calles del pueblo. Lo vieron otros perros que era fuerte como un toro y le preguntaron: -- Por qu corres de esa manera ?

    -- S que vivo en la abundancia, con mi estmago siempre satisfecho, pero tambin siempre estoy cerca de la muerte combatiendo a osos y leones -- respondi. Entonces los perros comentaron:

    -- Nuestra vida es pobre, pero bella, sin tener que pensar en combatir con leones ni osos.

    Moraleja

    Las grandes ganancias, siempre van acompaadas de grandes riesgos. men

  • Los perros hambrientos Esopo

    Vieron unos perros hambrientos en el fondo de un arroyo unas pieles puestas a limpiar; pero como no podan alcanzarlas decidieron beberse primero el agua para as llegar fcilmente a las pieles.

    Pero sucedi que de tanto beber, reventaron antes de alcanzar las pieles.

    Moraleja

    Ten siempre cuidado con los caminos rpidos, pues no siempre son los ms seguros.

    men

  • El perro y la liebre Esopo

    Un perro de caza atrap a una liebre, y a ratos la morda y a ratos le lama el hocico.

    Cansada la liebre de esa actitud le dijo:

    -- Deja de morderme o de besarme, para saber yo si eres mi amigo o eres mi enemigo !

    Moraleja

    S siempre consistente en tus principios. men

  • El perro y el reflejo en el ro Esopo

    Vadeaba un perro un ro llevando en su hocico un pedazo de carne.

    Vio su reflejo en el agua del ro y crey que era otro perro que llevaba un trozo de carne mayor.

    Y deseando ms el ajeno, solt el suyo para arrebatar el trozo a su compadre.

    Pero el resultado fue que se qued sin el propio y sin el ajeno: ste porque no exista, y el otro porque se lo llev la corriente.

    Moraleja

    Nunca codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con tu esfuerzo. men

  • El perro y el carnicero Esopo

    Penetr un perro en una carnicera, y viendo que el carnicero

    estaba muy ocupado, cogi un trozo de carne y sali corriendo.

    Se volvi el carnicero, y vindole huir, exclam:

    -- Oye amigo ! all donde te encuentre, no dejar de mirarte !

    Moraleja No esperes a que suceda un accidente para pensar en cmo evitarlo. men

  • El perro y la corneja Esopo

    Una corneja ofreca una vctima a Atenea e invit a un perro al banquete del sacrificio.

    Le dijo el perro:

    - Por qu dilapidas tus bienes en intiles sacrificios ?

    Pues has de saber que la diosa te desprecia hasta el punto de quitar todo crdito a tus presagios.

    Entonces replic la corneja:

    - Es por eso que le hago sacrificios, porque s su indisposicin conmigo y deseo su reconciliacin.

    Moraleja

    No alabes a tus enemigos por el temor que te puedan provocar.

    men

  • El perro con campanilla Esopo

    Haba un perro que morda sin razn. Le puso su amo una campanilla para advertir a la gente de su presencia. Y el can, sonando la campanilla, se fue a la plaza pblica a presumir. Mas una perra, ya entrada en aos le dijo:

    - De qu presumes tanto ? -S que no llevas esa campanilla por tus virtudes, sino para anunciar tu maldad oculta.

    Moraleja

    Los halagos que se hacen a s mismos los fanfarrones, slo delatan sus mayores defectos. men

  • El perro que persegua al len Esopo

    Un perro de caza top con un len y parti en su persecucin.

    Pero el len se volvi rugiendo, y el perro, atemorizado, retrocedi por el mismo camino. Le vio una zorra y le dijo:

    -- Infeliz ! Perseguas al len y ni siquiera soportas sus rugidos !

    Moraleja

    Quien sin razn justa alguna persigue a otro ms poderoso, se expone a ser motivo de la burla. men

  • El guila y el escarabajo Esopo

    Estaba una liebre siendo perseguida por un guila, y vindose perdida pidi ayuda a un escarabajo, suplicndole le salvara.

    Le pidi el escarabajo al guila que perdonara a su amiga. Pero el guila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devor a la liebre en su presencia.

    Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el guila pona sus huevos, y hacindolos rodar, los tiraba a tierra.

    Vindose el guila echada del lugar a donde fuera, recurri a Zeus pidindole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeuelos.

    Le ofreci Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la tctica escapatoria, hizo una bolita de barro, vol y la dej caer sobre el regazo de Zeus. Se levant entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, tirando por tierra los huevos sin darse cuenta.

    Por eso desde entonces, las guilas no ponen huevos en la poca en que salen los escarabajos.

    Moraleja

    Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan dbil que no pueda alcanzarte. men

  • El guila, el cuervo y el pastor Esopo

    Lanzndose desde una cima, un guila arrebat a un corderito.

    La vio un cuervo y tratando de imitar el acto, se lanz sobre un carnero, pero con tan malas artes que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo en vano sus alas no logr soltarse.

    Viendo el pastor lo que suceda, cogi al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se la llev a sus nios.

    Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:

    Para m, slo es un cuervo; pero l, se cree guila.

    Moraleja

    Pon tu esfuerzo y dedicacin en lo que realmente ests preparado, no en lo que no te corresponde. men

  • El guila de ala cortada y la zorra Esopo

    Captur un da un hombre a un guila, le cort sus alas y la solt en el corral junto con todas sus gallinas.

    Apenada, el guila poderosa, bajaba la cabeza y pasaba sin comer: era como una reina encarcelada.

    Pas otro hombre que la vio y decidi comprarla.

    Le arranc las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo.

    Repuesta el guila alz vuelo, apres a una liebre para llevrsela en agradecimiento a su liberador.

    La vio una zorra y maliciosamente le dijo:

    --No le lleves la liebre al que te liber, sino al que te captur; el que te liber ya es bueno sin ms.

    Procura ms bien ablandar al otro, no vaya a atraparte otra vez y te arranque completamente las alas.

    Moraleja

    Siempre corresponde generosamente con tus bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados que insinan hacer lo incorrecto. men

  • El guila y la flecha Esopo

    Estaba un guila en el pico de un peasco esperando por las liebres.

    Mas un cazador le lanz una flecha que atraves sus carnes.

    Viendo el guila entonces que la flecha estaba construida con sus propias plumas exclam:

    Qu tristeza tener que morir por causa de mis propias plumas !

    Moraleja

    Ms profundo es nuestro dolor cuando nos vencen con nuestras propias armas. men

  • El guila y la zorra Esopo

    Un guila y una zorra eran muy amigas y decidieron vivir juntas con la idea de que eso reforzara su amistad. Entonces el guila escogi un rbol muy elevado, poniendo all sus huevos, mientras que la zorra solt a sus hijos bajo unas zarzas sobre la tierra al pie del rbol. Un da que la zorra sali a buscar su comida, el guila hambrienta cay sobre las zarzas, arrebat a los zorruelos, y as, ella y sus cras se regocijaron con un banquete. Regres la zorra y ms le doli el no poder vengarse, que ver la muerte de sus pequeos; Cmo podra ella, siendo un animal terrestre, sin alas, perseguir a uno que vuela ? Tuvo que conformarse con el consuelo de los dbiles e impotentes: maldecir desde lejos a su nuevo enemigo. Mas no tard el guila en sufrir el pago de su traicin contra la amistad. Se encontraban en el campo unos pastores sacrificando una cabra; cay el guila sobre ella y se llev una vscera inflamada, colocndola en su nido. Vino un fuerte viento y transmiti el fuego a las pajas, ardiendo tambin sus aguiluchos, que por pequeos an no saban volar, los cuales cayeron al suelo. Corri entonces la zorra, y tranquilamente devor a todos los aguiluchos ante los ojos de su enemiga.

    Moraleja Nunca traiciones la amistad sincera, pues si lo hicieras, tarde o temprano del cielo llegar el castigo. men

  • El guila, el Len y el Murcilago(Tradicin Popular)

    Cuentan los muy ancianos que en tiempos remotos el guila y el len se repartan el gobierno de los animales.

    Reinaba el len sobre osos, lobos y dems cuadrpedos que poblaban el planeta.

    El guila, por su parte, dictaba prudentes reglamentos que regan la vida y costumbres de las aves. Un da se reunieron ambos soberanos.

    Has de saber que el murcilago me ocasiona problemas ! - dijo el guila -. Cuando le beneficia dice que es un pjaro y se mezcla con ellos, alegando que como ellos, vuela ! Pero cuando su inters reside en librarse de mis leyes, dice que es un mamfero y, por lo tanto, una bestia de tu jurisdiccin y vasallo de tu imperio !

    Vaya con el avechucho ! - respondi el len enfadado -. Cuando intento someterle a las reglas con que gobierno a los cuadrpedos, se niega a obedecerlas, alegando que, como vuela es un ave de las tuyas !

    - Pues yo no le quiero en mi reino ! - exclam el guila.

    Ni yo en el mo decidi el len ! , convencidos ambos de que el murcilago era un pcaro, slo dispuesto a desobedecer.

    Moraleja Quien tome dos partidos saldr perjudicado: ser, con desconfianza, por ambos despreciado men