Eytel Guido Pueblo Paraíso

7
Guido Eytel: Pueblo paraíso Fue visión o sueño, o es que lo oí al pasar por la feria, pero van a venir a buscarme, Tito, van a venir a buscarte y te dirán "por hocicón" y el cuchillazo aleve te cortara el buenas noches buenos días, ya no sé si será (fue) cuando las luces traten de disimular la noche y la hagan más evidente, o cuando el sol duerma el perro que tú encuentras, encontrabas, demasiado femenino para un pueblo como éste, en que hasta las palomas parecen aves de rapiña. Nos equivocamos de pueblo, Tito. Iban a venir campesinitos ingenuos y fuertes a mi escuela, todos los días "La Alborada" (tu diario, Tito) hablaría del crecimiento de San Ignacio, tendríamos una huerta pequeña pero bien cuidada: "lechugas, zanahorias, rabanitos, te agachas y tienes la ensalada, Elenita". Yo también creía, éramos tan jóvenes, pero en estos dos años se nos arrugó el alma, se nos hizo trizas el alma y nos

description

cuento chileno contemporáneo: Pueblo Paraíso de Guido Eytel

Transcript of Eytel Guido Pueblo Paraíso

Guido Eytel: Pueblo paraso Fue visin o sueo, o es que lo o al pasar por la feria, pero van a venir a buscarme, Tito, van a venir a buscarte y te dirn por !ocicn y el cuc!illa"o aleve te cortara el buenas noc!es buenos das, ya no s# si ser $fue% cuando las luces traten de disimular la noc!e y la !a&an ms evidente, o cuando el sol duerma el perro que t' encuentras, encontrabas, demasiado femenino para un pueblo como #ste, en que !asta las palomas parecen aves de rapia( )os equivocamos de pueblo, Tito( *ban a venir campesinitos in&enuos y fuertes a mi escuela, todos los das +a ,lborada $tu diario, Tito% !ablara del crecimiento de -an *&nacio, tendramos una !uerta pequea pero bien cuidada: lec!u&as, "ana!orias, rabanitos, te a&ac!as y tienes la ensalada, Elenita( .o tambi#n crea, #ramos tan /venes, pero en estos dos aos se nos arru& el alma, se nos !i"o tri"as el alma y nos qued un cuerpo del&ado y triste que apenas si se reanimaba cuando !acamos el amor casicon rabia, con llanto, sobre todo con amor, y decidamos irnos a la maana si&uiente, aunque siempre 0cuando se nos entreme"claba el furibundo amor y la suave, triste, seria serenidad que le si&ue0 nos quedbamos, qui" por lo duro, lo difcil que nos resultaba el que deba !aber sido nuestro pueblo paraso( )osotros lle&amos en verano, con un sol que abrillantaba las man"anas y reful&a en al&unos tec!os de "inc, lle&amos en verano y sol y fruta y una vecina vino a ofrecernos un vaso de fresca c!ic!a, de pura c!ic!a, pero nosotros deberamos !aber adivinado los acaminos lluviosos del invierno, laincansable &otera que nos carcoma la casa, la manta oscura que al&'n da deba lle&ar y &olpear con fuer"a a nuestra puerta para que t' abrieras y recibieras el cuc!illa"o aleve que te cortara el qu# pasa, el buenas noc!es, y te de/ara la boca abierta como llamndome y los o/os infinitamente mirando al infinito( )ostros deberamos !aber adivinado los duros caminos del invierno, cuando el pueblo se volva un inmenso lobo, cuando un odio subterrneo lo recorra, cuando los rboles suplicaban ante la lluvia y el viento, cuando todo conclua en una noc!e de borrac!eras desesperadas y tr&icas, de asesinatos,fcilmente presentibles, una noc!e cubierta de ruidos y bru/as y visiones como la de a!ora, Tito1 un c!orro de a&ua o san&re que es como un camino que lleva !asta la puerta de nuestra casa( -, al&o debera !abernos presa&iado esta !istoria( 2ui"s el polvo que se arremolinaba en la calle, el mismo que nos !i"o cerrar los o/os, riendo, tomarnos de la mano, el remolino de polvo que tiene que !aber sido un aviso, una seal, un intento de desenmascarar el pueblo( ,s, pronto, solapado, nos fue lle&ando el otoo( Todava con belle"a, pero tambi#n con soledad, que poda advertirse en una 'ltima man"ana sobre el rbol del patio, o en la lu" que nos escaseaba, o en la fi&ura que ya supimos siniestra del sar&ento, del &ordo sar&ento -an!ue"a,que vena /unto con la tarde y empe"aba a insinuar yasus primeras amena"as: su marido no la cuida, seora Elena, aunque qui"s usted debera cuidarlo a#l( Entonces, el temeor que me empe" a necer, el temor que te deca: cudate, Tito, el temor que me !aca ver fi&uras en las ventanas, or aullidos por las noc!es, el deseo de irse, de !uir, de amanecer al otro da en verano, con !uerto y &allinero y yo llevndote el desayuono con un par de !uevos revueltos( Era tan poco lo que pedamos, pero nuestro pueblo era una piedra, era un pueblo infierno con el sar&ento -an!ue"a y su ami&o don pedro, dueo de todas las cantinas de -an *&nacio( Todo empe" cuando di/iste que -an *&nacio no podra nunca sur&ir, de/ar de ser el paradero del diablo, si se&uan e3istiendo todas esas cantinas 0una por cada cinco casas0 con su mal vivo y peor deseo, donde quedaba el traba/o del verano, el tri&o,la fruta, todo, y donde las deudas alcan"aban siempre para dos veranos despu#s( ,ll empe", con tu artculo en +a ,lborada, y si&ui despu#s con el sar&ento -an!ue"a rondando nuestra casa, rondndome, con un asedio cruel y paciente, amena"ndome, amena"ndote, solapado, sabiendo que al&'n da !uiramos4 el sar&ento -an!ue"a buscndote la espalda cuando vena la noc!e para volver despu#s donde su ami&o Pedro Piedra y decirle que todava soportbamos la oculta &otera que nos carcoma la casa( ,s empe"amos a vivir el sobresalto diario y los dos aos se nos volvieron puro invierno, los dos aos se nos !icieron veinte, se nos a&uaron los o/os, el cuerpo, y empe" a venir la visin en que t' abres la puerta y de afuerda 0de la noc!e, estoy se&ura0 viene la muerte que !ace meses acec!a nuestra casa y te sorprende con el saludo en la boca y es todo unalu" o un trueno y t' de/as una la&una de san&re en la puerta de la casa(5675 t'( ,s fueron estos dos aos( 8ada da las amena"as del sar&ento -an!ue"a se !icieron ms evidentes, cada da los presa&ios se !icieron ms cercanos y ascomo anoc!e, cuando llova como nunca, &olpearon a la puerta de verdad el cuc!illa"o aleve te alcan" la &ar&anta, el buenas noc!es sar&ento, y de verdad fue un c!arco de a&ua y san&re en el que a!ora parece que me miras y vuelves a repetir que #ste no era pueblo paraso, que de al&una manera me se&uirs queriendo, que me mandars un !i/o pero que me vaya, que de verdad me vaya y te lleve 0a!oraque ests muerto0, que te abtrace, me dices, parece que me di/eras, que cierre la puerta para no or los pasos y la risa y los &olpes del sar&ento -an!ue"a que maana nos ver partir en el tren, y yo ya de ne&ro, como debimos adivinar en el remolino de polvoque al lle&ar, como un aviso, se levant frente a nuestra casa(Guido Eytel $9:;