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INTRODUCCION La importancia del psoas para nuestra salud, vitalidad y bienestar emocional. El psoas es el músculo más profundo y estabilizador del cuerpo humano, que afecta a nuestro equilibrio estructural, amplitud de movimiento, movilidad articular y funcionamiento de los órganos del abdomen. Es el único músculo que conecta la columna vertebral con las piernas, el responsable de mantenernos de pie y el que nos permite levantar las piernas para caminar. Un psoas sano estabiliza la columna vertebral y proporciona apoyo a través del tronco, formando además un buen estante para los órganos abdominales. Algunos estudios recientes consideran además al psoas, un órgano de percepción compuesto por tejido bio-inteligente que encarna, literalmente, nuestro deseo más profundo de supervivencia y de florecer. Es decir, es el mensajero primario del sistema nervioso central, por lo que es considerado también como un portavoz de emociones. Esto es debido a que el psoas está conectado con el diafragma a través del tejido conectivo o fascia, por lo se ve afectado tanto en la respiración, como en el miedo reflejo. Un estilo de vida acelerado y el stress generan adrenalina que crónicamente tensan el psoas, preparándolo para correr,

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INTRODUCCION

La importancia del psoas para nuestra salud, vitalidad y bienestar emocional. El psoas es

el músculo más profundo y estabilizador del cuerpo humano, que afecta a nuestro equilibrio

estructural, amplitud de movimiento, movilidad articular y funcionamiento de los órganos

del abdomen.

Es el único músculo que conecta la columna vertebral con las piernas, el responsable de

mantenernos de pie y el que nos permite levantar las piernas para caminar. Un psoas sano

estabiliza la columna vertebral y proporciona apoyo a través del tronco, formando además

un buen estante para los órganos abdominales.

Algunos estudios recientes consideran además al psoas, un órgano de percepción

compuesto por tejido bio-inteligente que encarna, literalmente, nuestro deseo más profundo

de supervivencia y de florecer. Es decir, es el mensajero primario del sistema nervioso

central, por lo que es considerado también como un portavoz de emociones. Esto es debido

a que el psoas está conectado con el diafragma a través del tejido conectivo o fascia, por lo

se ve afectado tanto en la respiración, como en el miedo reflejo.

Un estilo de vida acelerado y el stress generan adrenalina que crónicamente tensan el 

psoas, preparándolo para correr, entrar en acción o encogerse para protegernos.  Si

constantemente mantenemos el psoas en tensión debido al stress, con el tiempo comienza a

acortarse y a endurecerse. Se dificultará así nuestra postura y las funciones de los órganos

que habitan en el abdomen, dando lugar a dolores de espalda, ciáticas, problemas de disco,

degeneración de la cadera, menstruaciones dolorosas o problemas digestivos.

Por otro lado, un psoas tenso manda señales de tensión al sistema nervioso, interfiere en el

movimiento de los fluidos y afecta a la respiración diafragmática. De hecho, el  psoas está

tan íntimamente involucrado en las reacciones físicas y emocionales básicas, que cuando

está tensionado de forma crónica, está enviando al cuerpo continuas señales de peligro, por

lo que puede repercutir en el agotamiento de las glándulas suprarrenales y del sistema

inmunológico. Esta situación se ve agravada por la forma de sentarnos o  por las posturas

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de nuestros hábitos diarios, que reducen nuestros movimientos naturales y constriñen aún

más el músculo.

Asi también cuando el psoas se encuentra tenso o contracturado debido a sobre

entrenamiento, lesiones, problemas posturales, estar demasiado tiempo sentados, etc; puede

alterar la biomecánica de la cadera.

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ANATOMIA

Psoas Mayor:

Origen: proceso transverso de las vértebras lumbares, cuerpos y discos intervertebrales de las ultimas vertebras torácicas y todas las lumbares.

Inserción: trocánter menor

Inervación: nervio superior e inferior del musculo psoas mayor (L1-L3)

Acción: flexión de cadera, flexión de columna lumbar e inclinación homolateral

Psoas Menor:

Origen: cuerpo vertebral de D12-L1

Inserción: eminencia iliopectinea

Inervación (L1)

Acción: flexión de cadera y flexión lumbar.

MUSCULO PSOAS

Un poderoso flexor del muslo en la articulación de la cadera (psoas mayor) y un débil flexor del tronco y del segmento lumbar de la columna vertebral (psoas menor). El término psoas tiene su origen en el griego 'psoa' que en plural significa 'músculos del dorso. Es un sitio común de infecciones en forma de absceso (ABSCESO DEL PSOAS). Los músculos psoas y sus fibras también se utilizan con frecuencia en experimentos sobre fisiología muscular.

Clásicamente, el psoas iliaco se estudia como una unidad funcional por su inserción anatómica común en el trocánter menor. Sin embargo, ambos músculos, psoas mayor e iliaco, han mostrado tener patrones de activación individuales dependiendo de la tarea específica y los distintos movimientos en columna, pelvis y cadera.

En base a esta premisa se analizan las distintas funciones del músculo psoas expresadas por distintos autores. Existe gran controversia respecto a la función del músculo psoas y la relevancia en cuándo y cómo considerar su abordaje terapéutico.

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Funciones del musculo Psoas en la literatura.

EXPOSICION

Flexor de cadera

De todas las funciones, en la que parece haber menos controversia es en su acción principal: flexor de cadera. El músculo psoas está en la posición adecuada para realizar por sí solo todo el rango de recorrido de la flexión de cadera, sin embargo, algunos autores sostienen que la capacidad de contracción es menor que la que se pensaba en base al tipo de fibras peniformes unipenadas (y no fusiformes) que posee.

Tampoco se puede asegurar que sea el principal músculo de la flexión de cadera. Hu, H. (evaluó la actividad de los distintos flexores de cadera en la elevación de pierna estirada o Straight Leg Raise (SLR) activa. De todos los flexores de cadera, con mucho, el más potente fue el músculo iliaco, seguido del adductor mayor, recto anterior y por último el psoas mayor.

Por otro lado, el grosor en la sección transversal del psoas está directamente relacionado con la fuerza en la flexión de cadera. Ambos han mostrado ser mayores en jugadores de fútbol en comparación con no deportistas, y esto se relaciona con el gesto de golpear el balón. Por tanto, el entrenamiento de la fuerza muscular del psoas se consigue mediante la flexión de cadera.

Si bien no hay del todo consenso en que sea el mayor flexor de cadera, tampoco podemos decir que exista unanimidad en considerar su acción más importante la flexión de cadera. No obstante, para algunos autores, como McGill S. M., la flexión de cadera es la única función del psoas.

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Muchos autores sostienen que el psoas es un músculo que tiende a la retracción, sin embargo, es un músculo que debe permitir la extensión de cadera. Una limitación de 10º en la mayoría de músculos no supone un gran problema, pero una limitación de 10º en el psoas impediría una marcha adecuada.

REPERCUCIONES LUMBARES

Lordosante / Cifosante

La principal controversia en la acción muscular del psoas mayor viene dada por lo que se ha denominado paradoja del psoas, observado por el comportamiento del psoas como extensor lumbar (lordosante) en un SLR bilateral activo contrariamente a lo que cabría pensar de un músculo, considerado por algunos autores como Janda, flexor de la columna.

La paradoja del psoas sostiene que este músculo se comporta como flexor o como extensor lumbar en función de la posición de la columna. Si parte de una extensión lumbar el psoas se comporta como lordosante y si parte de flexión lumbar contribuye a la flexión.

El aumento de la lordosis en la flexión de cadera activa con extensión de rodillas se atribuye a la acción del psoas, pero esto no está del todo claro. Si recordamos al artículo de Hu, H, en un SLR la acción más potente es la del iliaco, por tanto la extensión lumbar podría deberse a la anteversión pélvica del iliaco, y ser la pelvis quien arrastra las lumbares.

Por otro lado, en una flexión anterior de tronco en supino (sit up), las piernas deben fijarse para evitar que se eleven haciendo contrapeso. Esta acción sucede en flexión lumbar porque la inicia el recto abdominal y los oblicuos. Al invertir el ejercicio, elevando las piernas habrá una tendencia a despegar el tronco y la extensión lumbar, favorecida por los erectores espinales, hará el contrapeso. Al margen de lo que ocurra en esa posición y el mecanismo por el cual suceda, es necesario saber qué ocurre con el psoas mayor en distintas posiciones.

La actividad muscular del psoas depende no solo de la posición del tronco, también de los distintos fascículos musculares. Los fascículos que se originan en las apófisis transversas tienen un origen más posterior en el plano sagital (fibras posteriores), mientras que los fascículos que se originan en los cuerpos vertebrales (fibras anteriores) tienen un origen más anterior.

Las fibras posteriores tienen mayor actividad cuando se produce extensión lumbar. La actividad de los fascículos anteriores es mayor en la flexión de cadera que con los movimientos del tronco. En sedestación, por tanto, los fascículos posteriores del psoas son más activos en posición lordótica que con la columna lumbar plana. En esta misma posición la actividad de los fascículos anteriores no varía con la modificación de la lordosis lumbar.

Además de la división entre anterior y posterior, algunos autores proponen una división entre lo que ocurre en los segmentos lumbares superiores y los inferiores. En una visión lateral, las fibras del psoas descienden anteriormente y al sobrepasar la pelvis la dirección

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cambia hacia posterior para anclarse en el trocánter menor, como si la pelvis sirviese de polea para aumentar el momento extensor lumbar. En las fibras inferiores el momento extensor parece ser mayor que en las superiores. Sin embargo, algunos autores, como Bogduk, N y Gibbons,S.G.T., sostienen lo contrario, que el psoas mayor extiende la columna lumbar alta (L1-L3) y flexiona la columna lumbar baja (L4,L5), aunque ese momento no es realmente significativo por lo cercano al eje de movimiento.

Figura 1: orígenes anteriores y posteriores del musculo Psoas.

Clásicamente se ha pensado que un acortamiento del psoas genera un aumento de la lordosis lumbar y de ahí se infería que la hiperlordosis es un signo clínico de que el psoas iliaco debe ser estirado. Si tomamos como ejemplo las observaciones en corredores, el área de sección transversal del psoas ha mostrado relación con la velocidad de sprint y con la fuerza que es capaz de desarrollar en un isocinético, pero no guarda relación con la lordosis lumbar.

El momento en el que el psoas es capaz de desarrollar más fuerza es en flexión de cadera de 90º. Esa mayor activación del psoas en el ejercicio de flexión de tronco en supino con las rodillas flexionadas supone mayores fuerzas compresoras y de cizalla en la columna lumbar y por tanto no es recomendable.

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Bogduk, N. Considera que más que extensor lumbar se comporta como músculo postural que mantiene la lordosis fisiológica.

Figura 2: orientación de las fibras que se originan en segmentos inferiores (imagen de la izquierda) y segmentos superiores (imagen de la derecha).

Rotador lumbar

Menos consistente en investigaciones, la rotación lumbar del psoas también tiene sus defensores. Algunas de las teorías se apoyan en la constitución del psoas por múltiples fascículos musculares de una longitud que oscila entre los 3 y 8 cm y que se originan a nivel segmentario. Autores como Kapandji, I. A. y Neumann, D. A. lo consideran rotador lumbar contralateral emparejado con la función de rotador externo de cadera. Otros más atrevidos, sostienen que el desequilibrio unilateral del psoas puede ser responsable de algunas rotaciones toracolumbares observadas, aunque no hay datos empíricos de ello.

Flexor lateral

La disposición lateral del psoas invita a pensar que tal vez tenga un componente de inclinador lateral. Los estudios de Santaguida P. L. muestran que el psoas no controla la lordosis, ni extiende ni flexiona las lumbares, ni tampoco las rota, pero sí ejerce una fuerza de compresión asociada a un movimiento de flexión lateral sobre la columna lumbar, y contribuye en la estabilización de los segmentos lumbares.

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Aceptando que el psoas tiene un componente de flexión lateral puede entenderse al psoas como antagonista de sí mismo para esa función de inclinador lateral. Gilles Peninou propone la contracción del psoas para hacer inhibición reciproca de su antagonista, el propio psoas del lado contrario, en su papel de inclinación lateral lumbar. Volviendo al estudio de Hu, H., el psoas contralateral se activa incluso con más intensidad que el que realiza la flexión de cadera. En base a este estudio la contracción del psoas provoca una contracción del psoas cotralateral y no una inhibición como propone Peninou.

Tanto las fibras que tienen origen en los cuerpos vertebrales (anteriores) cómo las fibras que se originan en las apófisis transversas (posteriores) son activas en la flexión lateral de tronco homolateral. Sin embargo, ese movimiento en posición anatómica tiene lugar a favor de gravedad. Andersson, E. anotó que el psoas mayor controla los movimientos laterales lumbares excéntricamente, es decir que en bipedestación, la flexión lateral sucede cuando los flexores laterales contralaterales permiten el movimiento.

Estabilizador lumbar

El concepto de estabilidad es controvertido en sí mismo. En los últimos años, diversos autores, como Bogduk, N.o Gibbons S.G.T. han ido otorgando más peso al rol de estabilizador y desestimando que el psoas tenga un componente relevante en los movimientos sobre la columna.

Se basan en la localización profunda del músculo y en la dirección de las fibras demasiado vertical como para que un movimiento de flexión o extensión lumbar sea relevante. Más allá de ese pequeño momento extensor o flexor, supone una compresión axial de las vértebras, que las mantiene alineadas en su lordosis fisiológica. Bajo esa perspectiva, la única función del psoas sobre la columna debe ser como estabilizador, ya que los movimientos provocados con ese brazo de palanca generarían movimientos de cizalla entre los distintos segmentos.

Los estudios de Santaguida, P.l., muestran con EMG la activación del psoas al realizar movimientos de flexión de hombros, como sucede con el transverso y los multífidos, lo que apoya la teoría de estabilizador postural.

Gibbons S.G.T. propone un abordaje del psoas como músculo estabilizador. El psoas supone la unión entre el techo, formado por el diafragma, y el suelo, formado por el suelo pélvico, del cilindro en el modelo del core stability, el cual también ha sido puesto en duda. A pesar de ello, es la teoría vigente con mayor peso.

REPERCUSIONES PELVICAS

Bascula Anterior

Aunque el psoas no tiene inserciones en la pelvis al cruzarla, salvo en la articulación sacroiliaca, algunos autores sostienen que influye en ella secundariamente. En cadena cinética cerrada, tomando como punto fijo la cadera, la extensión lumbar arrastrará a la pelvis hacia una báscula anterior, aunque es más probable que esto ocurra por la acción del

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músculo iliaco, lo que nos lleva a pensar en la actividad de todos sus agonistas en la flexión de cadera.

Cuando todos ellos, recto anterior, sartorio e iliaco, están acortados se produce una báscula anterior. El síndrome cruzado inferior de Janda describe un abordaje para un desequilibrio muscular que provoca la báscula anterior, favorecida por el acortamiento del psoas y los erectores espinales por un lado, y la debilidad de abdominales y glúteos por otro lado.

Estabilizador pélvico

El psoas frena el desplazamiento anterior de la pelvis. Es el máximo responsable de la alineación pélvica en el plano sagital. Esta posición adelantada de la pelvis es también llamada postura de sway back caracterizada por la debilidad del psoas y del glúteo mayor que implica una extensión de cadera y un sufrimiento lumbopélvico.

REPERCUSIONES EN CADERA

La flexión de cadera es considerada la acción principal del psoas y se expuso al inicio del texto.

Adductor /Abductor

Parece no haber consenso tampoco en el componente aproximador o separador del músculo. Para algunos autores como Kendall F. P. o Neumann D.A.el psoas es abductor de cadera, para otros como Jenkins D.B (27) es adductor de cadera y para otros ninguno de los dos. En cualquier caso el psoas no parece tener un gran momento abductor o adductor. Si tiene alguna contribución a estos movimientos, dependerá de la posición inicial de la cadera.Estando en adducción podrá abducir y estando en abducción podrá adducir hasta la línea media, aunque la participación del psoas en estos movimientos no está clara.

Este movimiento sucede en cadena cinética abierta, en cadena cinética cerrada, en carga, se traduce en un ascenso/descenso de la pelvis, por lo que entraría dentro de las repercusiones pélvicas. En cualquier caso hay otros músculos en mejor situación que el psoas para dichas funciones, como los adductores para la adducción o los glúteos para la abducción de cadera.

Rotador Externo/Interno

La mayoría de textos expone al psoas como rotador externo. Para unos tiene un componente más importante que para otros, pero pocos autores lo consideran rotador interno

Ya en 1968, un análisis de la anatomía del psoas en una disección de un recién nacido mostraba al psoas como rotador externo en todas las posiciones, aunque eso sucedía especialmente desde la abducción de cadera

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Los estudios de Skyrme A. D., muestran resultados similares, presentando al psoas como rotador externo, salvo en adducción de cadera donde no se producía ninguna rotación.

En cualquier caso, la rotación de cadera como función del psoas es desestimada o poco considerada por muchos autores y la observación del movimiento pasivo de rotación de cadera en supino (pies de pato/pies de paloma) como signo clínico de acortamiento del psoas no ha sido verificada

Estabilizador coxofemoral.

Por un lado, el psoas realiza una coaptación de la cabeza contra el acetábulo y por otro lado frena el desplazamiento anterior de la cabeza femoral ya que el tendón se dispone anterior a la cabeza del fémur, aunque esto sólo ocurre en bipedestación, con la cadera a 0º. A los 15º de flexión el tendón del psoas pierde el contacto con la cabeza del fémur

Otro signo clínico descrito para valorar la tensión del psoas es la longitud de miembros inferiores. De la coaptación femoro acetabular no se sigue necesariamente un acortamiento del miembro inferior. Valorar el psoas por la longitud de miembros inferiores implica omitir la presencia de los potentes ligamentos y cápsula articular que constituye la articulación coxofemoral.

EL PSOAS Y EL DOLOR DE ESPALDA

El psoas es un músculo que dada su profunda localización es muy difícil analizar su

implicación en diferentes gestos mediante EMG (electromiografía). Este músculo se origina

en las apófisis transversas y en los cuerpos de las vértebras D12 a L4, y se inserta en el

trocánter menor del fémur. En definitiva es un músculo que en los libros de anatomía se

identifica como “flexor de cadera” junto al ilíaco, pero que puede estar muy relacionado

con el dolor de espalda por tener inserción en la columna lumbar además de la última

vértebra dorsal.

Analizando la musculatura del raquis lumbar (inferior) observamos que es el músculo de

mayor tamaño, y se inserta a los dos lados de la columna lumbar (en la parte anterior)

haciéndonos pensar que además de ser un simple flexor de cadera tendrá una función más

importante: “Estabilizar la columna lumbar”. Si seguimos observando la anatomía,

observamos como en la parte posterior de las lumbares se localiza el multifido, que también

está colocado por los dos lados de las vértebras lumbares, haciéndonos pensar que también

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tiene una función de estabilización similar al psoas. Esta localización tan específica de estos

músculos le proporcionan  a la columna lumbar una excelente protección y estabilización

durante cualquier movimiento, flexión extensión, o incluso rotaciones, por eso mismo lo

consideramos un músculo de gran importancia para el movimiento en la práctica deportiva

y evitar así las temidas lesiones.El psoas es el único músculo de la zona que se conecta con las extremidades inferiores, por eso mismo estará muy implicado en actividades de la vida cotidiana como por ejemplo levantarse de cama o levantar una pierna desde el suelo. Si lo observamos en la práctica deportiva, por ejemplo en el futbol este músculo estará sobresolicitado en la pierna de golpeo en donde este tiene que ejercer una gran fuerza a fin de estabilizar la columna lumbar, como consecuencia de la flexión de cadera que un remate a portería provoca a nivel mecánico.

Aplicándolo a la vida normal, sin ser deportistas de élite, el psoas está muy implicado en la marcha, y no es tan difícil observar como algunas personas que caminan con la espalda arqueada hacia adelante pueden tener un acortamiento de este músculo, y simplemente con un trabajo adecuado conseguir mejorar su calidad de vida. Otro trastorno habitual que se puede observar es cuando el acortamiento está solamente en un lado, produciendo lo que se denomina como un desalineamiento de las vértebras lumbares, siendo esta una de las causas del dolor de espalda baja o lumbar.

La recomendación básica, y aunque hablemos de la musculatura desde una perspectiva

biomecánica y buscando mejorar su funcionalidad con ejercicio físico, previo a esto debe

existir la intervención de un especialista del campo de la salud, sea un médico

preferiblemente con pruebas diagnósticas, o un fisioterapeuta. Estos serán los encargados

de proporcionarnos la información necesaria para poder trabajar con esta persona y

conseguir recuperar la funcionalidad de este músculo tan importante.El psoas controla la posición natural de la pelvis, tan importante para mantener una correcta postura, y un acortamiento o desequilibrio en este músculo puede afectar a toda la estructura del cuerpo, observando especialmente una postura encorvada u hombros anteriorizados. La verdad es que es increíble como este músculo puede afectarnos en la posición y este problema afectar a nuestra salud en cada una de las actividades que realizamos habitualmente. Otro aspecto a resaltar puede ser la debilidad del mismo por desuso, por ejemplo en personas mayores las cuales comienzan a caminar menos, tanto el psoasiliaco como el glúteo mayor y rotadores laterales de la cadera se verán debilitados y poco a poco nos costará más caminar o subir escaleras las cuales son rutinas que realizamos diariamente y que las podemos denominar como actividades que nos proporcionan “independencia funcional”.

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El fortalecimiento de este músculo no debe llevarse a cabo mediante una activación excesiva ya que someteríamos a la columna a una elevada tensión. Dos de los mejores ejercicios según Hector García para activar el músculo desde el campo de la salud produciendo un 25% de la máxima activación del psoas podrían ser la plancha en prono (abdominal isométrico en plancha) o los llamados fondos en suelo.

EJERCICIOS

Como primer requisito el ejercicio debe de implicar una flexión de cadera (a fin de demandar la acción estabilizadora del psoas sobre el raquis). Recordar también que la columna debe de mantener siempre su neutralidad y que especialmente en pacientes de espalda, la intensidad de activación muscular no debe de ser excesiva. Con unos simples fondos en suelo o una plancha abdominal logramos un 25% max de

activación del psoas (recuerda que en estas acciones el apoyo de pies sobre el suelo implica un momento considerable de flexión coxal). Curiosamente con la plancha lateral se obtienen los mismos resultados. El biomecánico McGill argumenta que el psoas en conjunto con el músculo cuadrado lumbar presenta una arquitectura idónea para la estabilidad frontal de la columna. Entrenadores de renombre como el americano Michael Boyle sugieren que al emplear un rango articular superior a los 90 grados todos los flexores que se originan en la cadera se encuentran en desventaja mecánica (máximo acortamiento) a excepción claro está del psoas que parte de la columna lumbar, de tal manera que se potencia su actividad. En este sentido, es posible plantear una progresión de ejercicios, partiendo de decúbito supino donde la carga gravitatoria favorece la flexión +90 grados, avanzado a una posición sentada (en un banco y sobre un churro) y culminando en postura bípeda. La flexión se mantiene unos 10 -15 segundos, evitando siempre cualquier sustitución lumbar. 

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Otro ejercicio excelente, es la acción isométrica del brazo contra la pierna contralateral: aplicamos de manera gradual durante 5 seg. Presión sobre la rodilla en un intento por extender la pierna. En este caso tratándose de una flexión coxal resistida y dependiendo claro está de la presión ejercida, podemos lograr activaciones de los psoas superiores al 50-60% máx. (no necesarias en un ámbito terapéutico y/o preventivo ya que repito, conllevan un carga compresiva demasiado elevada). Básicamente y como demuestra el estudio anteriormente mencionado, toda acción en decúbito supino que implique una flexión de cadera (ejercicios que en la actualidad se emplean frecuentemente para desafiar el control lumbo-pélvico por parte de la pared abdominal) activa el psoas a una intensidad apropiada y además en sinergia con su buen amigo el recto abdominal.

Una vez realizado el trabajo nos vendrían bien unos estiramientos. Más aun considerando que tenemos la mala suerte de compartir tendón con el ilíaco; un músculo con una clara tendencia al acortamiento adaptativo. Es posible emplear el test de Thomas como estiramiento, aunque existe una variante interesante donde se utiliza un cilindro de espuma que se sitúa debajo de la cadera. Igualmente, los clásicos estiramiento de flexores nos valen; en este caso además de extensión de cadera, podemos rotar y/o inclinar el tronco en dirección contralateral (opuesta al psoas a estirar) para desafiar mejor la orientación oblicua de las fibras del psoas. En este tipo de acciones recuerda siempre fijar la pelvis con el recto abdominal ya que nos interesa localizar el estiramiento en la cadera y no en la columna. La técnica de Rolfing recomienda además, liberar o relajar el psoas en decúbito supino con pies en el suelo y rodillas flexionadas en ángulo recto durante 5-10 minutos diarios. En esta posición, las fibras musculares se orientan directamente de la columna hacia el fémur (a semejanza de los animales cuadrúpedos) y la gravedad se encarga del trabajo.

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CONCLUSION

Si tenemos en cuenta todos los aspectos conocidos y descubiertos sobre el musculo psoas, y

comenzamos a tratar a los pacientes desde un punto de vista más exhaustivo de acuerdo a lo

que nos indican los recientes hallazgos es que podemos alcanzar mucho más efectividad en

las diferentes patologías a tratar especialmente aquellas que tengas que ver con la columna.

Para ello, debemos utilizar una buena evaluación y la observación de características, que

hay en cada paciente.

Una sobresolicitaión del psoas a la larga podría conllevar varias alteraciones en una zona de

alto compromiso biomecánico: inestabilidad en la columna lumbar por retardo en la

activación, tracciones periósticas, cambios estenóticos de canal, cambios en la distribución

de las presiones, aumento de presión cigapofisaria, aumento de presión intradiscal, cambio

en el ángulo lumbosacro, aumento de las fuerzas de cizalla y compresivas, desplazamiento

del núcleo pulposo,  etc.

Por supuesto, el estiramiento puede y debe formar parte de una buena salud

musculoesquelética, pero no soluciona el estrés biomecánico que supone una mala

ejecución de ejercicios que comprometen y sobresolicitan la zona más susceptible a

alteraciones del cuerpo como los que habitualmente se prescriben en colegios (test de

situps) o se realizan en gimnasios sobre banco romano declinado, etc.