Experiencia Talleres Arquitectura

download Experiencia Talleres Arquitectura

of 12

Transcript of Experiencia Talleres Arquitectura

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    1/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    1

    >LA EXPERIENCIA DE LOS TALLERES DEL CICLO BASICOEN LA CARRERA DE ARQUITECTURA

    DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO

    >EL TALLER DE ARQUITECTURA

    Cuando Michelangelo Buonarotti ingresó al taller de Ghirlandaio, la bottega de

    Tomasso Bigordi1 -ese era su verdadero nombre-, era la más activa y próspera de

    Firenze. El taller era una espaciosa habitación de alto techo, bien iluminada, que

    tenía un fuerte olor a pintura, y estaba equipada con una única mesa en el centro, en

    la que los aprendices hacían sus dibujos con papel y carboncillo. En las paredes

    laterales se podían ver alineados los frescos terminados, y en el fondo, sobre una

    tarima, frente a una amplia mesa, se ubicaba Ghirlandaio, y detrás de él, en unos

    estantes, los tratados y los manuscritos. La descripción del taller medieval es de

    Irving Stone2 y es, en cierto modo, la descripción del dispositivo de formación de los

    artistas y los artesanos3 durante el extenso y heterogéneo período que comprende

    la Edad Media y el Renacimiento. En efecto, todos los conocimientos necesarios

    para la fabricación de la lana, la alfarería, la escultura, la pintura, el dibujo o la

    construcción, eran transmitidos de maestros a aprendices en un dispositivo

    arquitectónico que se caracterizaba por posibilitar el vínculo personal entre los

    integrantes, donde número, posición y rol estaban prefijados no solamente por la

    capacidad física del lugar, sino por las rígidas regulaciones de los gremios

    1 Domenico di Tomasso Bigordi, Firenze 1449-1494.2 Irving Stone. La agonía y el éxtasis. Vida de Miguel Angel. Buenos Aires, Emecé, 1978. Pág. 14. Título original: The

    Agony and the Ecstasy. A novel of Michelangelo, sl., Doubleday, 1961.3 La distinción entre artistas y artesanos es propia de la modernidad [cfr. Néstor García Canclini. Culturas híbridas.

    Buenos Aires, Paidós, 1ra. edición actualizada 2001, págs. 37-39], ya que durante la Edad Media todos eran artesanos,

    si bien tenían una estructura jerárquica [cfr. Henrí Pirenne. Historia económica y social de la Edad Media, México D.F.,

    Fondo de Cultura Económica, 1ra. reimpresión en Argentina, 1980, Cap. VI, La economía urbana y la reglamentación dela industria, pág.124]. Los gremios medievales se asemejan a una corporación industrial que gozaba del privilegio de

    ejercer exclusivamente determinada profesión.

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    2/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    2

    medievales, y donde el aprendizaje práctico se basaba en la imitación del trabajo de

    un experto.

    Esta tradición medieval se ha mantenido vigente no solamente en los ámbitos de

    producción sino también de transmisión de conocimiento en la arquitectura,

    disciplina que ha integrado en un mismo dispositivo pedagógico -el taller-, los

    procesos de enseñanza y de aprendizaje de saberes teóricos y prácticos de

    procedimientos proyectuales, un conocimiento que se enseña y se aprende,

    básicamente, por simulación.

    El análisis de la experiencia de los talleres del ciclo básico en la carrera dearquitectura de la Universidad Nacional de Rosario [UNR], ha tenido como objetivo

    general de investigación la comprensión de los factores que lo constituyen como

    dispositivo pedagógico de formación. La descripción de estas categorías, aún

    cuando ha dado origen a un conocimiento sistematizado, útil para quien intenta

    comprender los orígenes del taller o las razones de su configuración actual, no

    implica un logro relevante si el conocimiento producido no se constituye en

    argumento orientador para las decisiones referentes a las grandes transformacionesque resultan cada vez más indispensables para aggiornar  el dispositivo. En síntesis,

    el propio devenir de la investigación demostró que la descripción de lo que se

    muestra y de lo que se ve en los talleres del ciclo básico, si bien constituye un logro

    metodológico alcanzado, no es suficiente, y que es necesario señalar -a la luz de la

    información recopilada- las fortalezas y las debilidades de los talleres en relación al

    contexto en el que está inserta la universidad pública de gestión estatal en la

    Argentina actual, y –lo que es más importante- a los cambios que se estánproduciendo en la propia dinámica de cambio del contexto.

    Con ese propósito, se pueden hacer numerosas hipótesis sobre la forma que

    adoptará el dispositivo taller en el mediano plazo, pero es necesario describir,

    previamente, los orígenes, las evoluciones, progresiones, regresiones y rupturas que

    constituyen ese fenómeno que hemos investigado, para poder argumentar de una

    manera consistente. Y esta descripción debe hacerse desde una historia con

    perspectiva, es decir, desde la genealogía. Esta forma de mirar la historia de undispositivo pedagógico no es totalmente original. En efecto, Inés Dussel y Marcelo

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    3/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    3

    Caruso la aplican y explican en La invención del aula.4  En esta obra los autores

    definen a la genealogía como “una forma de mirar y de escribir la historia que difierede la historia tradicional porque se asume como historia con perspectiva, crítica,

    interesada”, una posición contraria a la de la historia tradicional que “presupone que

    el conocimiento es neutral y objetivo y que el historiador es neutral y objetivo y que

    puede situarse por encima de su tiempo y de su sociedad y conocer lo que

    verdaderamente pasó”.5  Aplicado el concepto al análisis de la relación entre la

    pedagogía y las configuraciones espaciales del aula, los mismos autores sostienen

    que “la genealogía parte de un problema o concepto presente y trata de hacer unmapa, no de los antepasados sino de las luchas y los conflictos que configuraron el

    problema tal como lo conocemos hoy. Los materiales históricos (las fuentes, los

    escritos de la época, los análisis históricos) no se revisan con un interés meramente

    erudito (“para aprender más”), sino con el objeto de comprender cómo se gestaron

    las condiciones que conforman el presente”.6 

    Dicho de otro modo, toda investigación abordada desde esta perspectiva parte de la

    percepción de un problema o de un déficit, y tiene como objetivo indagar ycomprender las causas que lo han configurado. Esta comprensión -sostiene

    Lawrence Stenhouse- no me orienta diciéndome exactamente lo que he de hacer,

    aunque quizá me digan con bastante claridad lo que no debo hacer.7 

    Pero es el estudio descriptivo de los fenómenos que se muestran y aparecen en los

    talleres del ciclo básico, el que proporciona la información más relevante para

    comprender la esencia del taller, comprensión que solamente es posible si se

    articulan ambos métodos. La fenomenología es una ciencia del fenómeno, de

    aquello que se muestra y que aparece. La esencia se da en la misma existencia, y

    todo lo que es, es porque se muestra, porque aparece, y en el extremo –de acuerdo

    con Merleau-Ponty- esa esencia sería, además, ingobernable. De ahí que lo que se

    4 Inés Dussel. Marcelo Caruso. La invención del aula. Una genealogía de las formas de enseñar. Buenos Aires,

    Santillana, 1999.5 Inés Dussel. Marcelo Caruso. La invención del aula. Una genealogía de las formas de enseñar. Buenos Aires,

    Santillana, 1999, pág. 27.

    6 Inés Dussel. Marcelo Caruso. La invención del aula. Una genealogía de las formas de enseñar. Buenos Aires,Santillana, 1999. Pág. 27

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    4/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    4

    muestra, lo que aparece, lo naturalizado, puede ser percibido como algo

    inmodificable. Un dato relevante que surge del abordaje fenomenológico son las

    percepciones de los cambios en las condiciones del contexto por los actores,

    cambios que, desde nuestra percepción, han determinado que el dispositivo entre en

    crisis.

    De los datos relevados, es posible inferir que tal crisis se debe básicamente a dos

    fenómenos: la masividad, que subvierte el sentido del taller medieval y lo reduce, y la

    ruptura del modelo de universidad de la modernidad, con la reestructuración del

    saber, el aumento del conocimiento, la creciente especialización, el desarrollotecnológico, y la redefinición de las condiciones de transmisión de ese saber.

    La expansión de los sistemas de educación superior ha tenido un doble efecto: por

    una parte ha significado un incremento de oportunidades para sectores que

    tradicionalmente no tenían acceso a la educación superior, es decir que ha sido un

    factor de movilidad social, pero al mismo tiempo en los talleres del ciclo básico de la

    carrera de arquitectura, el efecto de esa expansión modificó la naturaleza del vínculo

    entre maestros y aprendices que, en la tradición medieval, era una condición propiadel mecanismo. El taller es –cómo sistema de trabajo académico-, numéricamente

    reducido,8  pero en los talleres del ciclo básico, y en particular en los talleres de

    introducción a la arquitectura, correspondiente al primer año de la carrera, la relación

    numérica entre dedicación docente y alumnos dista de ser óptima -si lo que se busca

    es la relación personal a la manera del maestro y el aprendiz medieval-,

    independientemente de que esta situación se haya naturalizado.

    Los datos corroboran este fenómeno: en la Argentina, mientras que en 1950 la

    cantidad de alumnos en el sistema de educación superior era de 32.4 por cada diez

    mil habitantes, en 1970 era de 106.7, y en 2000 de 478.8.9  En la carrera de

    arquitectura en la Universidad Nacional de Rosario, mientras que en 1953

    ingresaban 180 alumnos, cincuenta años más tarde, en 2002, el número de

    7 Lawrence Stenhouse. La investigación como base de la enseñanza. Madrid, Morata, 1998. Pág. 31.8 Cfr. Ovide Menin. Psicología educacional. Buenos Aires, Miño y Dávila Editores, 1993. Pág. 19.

    9 Fuente: Mónica Marquina, Cecilia Straw. Datos básicos sobre la educación superior. Aportes para discursos, debates ypropuestas. Buenos Aires, Secretaría de políticas universitarias, Ministerio de educación, ciencia y tecnología de la

    Nación, 2002 [CD-R].

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    5/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    5

    ingresantes superaba los 700. En el ciclo básico en la FAPyD, en el año 2002, los

    tres talleres de introducción a la arquitectura concentraban 694 alumnos, con una

    relación bruta docente-alumno promedio 1:34, y los cinco talleres de análisis

    proyectual -segundo y tercer curso de la carrera- reunían 790 alumnos, con un

    máximo de 188 alumnos y una relación bruta docente-alumno 1:32.10 

    Estos datos del in-put tienen correlación con el porcentaje de graduados. En efecto,

    en el caso de la Facultad de arquitectura, diseño y urbanismo de la Universidad de

    Buenos Aires, de 35,000 arquitectos graduados en 100 años, 30,000 –el 85.7%- lo

    hicieron en las dos últimas décadas, desde 1984 hasta 2004.11 

    0

    50

    100

    150

    200

    250

    1 4 7 10 13 16 19 22 25 28 31 34 37 40 43 46 49 52 55 58 61 64 67 70 73 76

     

    Graduados desde 1929 hasta 2004 en la carrera de arquitectura en la Universidad Nacional de Rosario. 

    Los datos correspondientes a la Universidad Nacional de Rosario, si se diferencian

    de los de la UBA, son proporcionales: desde 1929 hasta 2004, en 76 años, se

    10 Fuente: Secretaría de asuntos estudiantiles, FAPyD, UNR.11 Roberto Fernández. Cultura, estética y vida pública en la Argentina finisecular. La Biblia y el calefón. En revista

    Contextos. Buenos Aires, FADU, 2004.

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    6/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    6

    graduaron 6,153 arquitectos. De estos, 3,269 –el 53.13%- lo hicieron entre 1984 y

    2004, es decir, en los últimos veinte años.12

     En segundo lugar, la ruptura del modelo de universidad moderna es un fenómeno

    pocas veces tenido en cuenta a la hora de hacer reformas curriculares. La referencia

    a los procesos históricos que configuraron el sistema, permite tener una visión de

    más altura, en el sentido de una perspectiva más comprensiva, más amplia de ese

    fenómeno. Mientras la educación secundaria atraviesa una crisis de legitimidad y, lo

    que es más grave aún, de sentido, la educación superior atraviesa su propia crisis

    institucional, de legitimidad y de hegemonía, y evoluciona inexorablemente hacia unaforma de educación de tipo post-secundaria, es decir, hacia una universidad de

    masas, no elitista, que provea educación superior para todos. En ese contexto, las

    universidades se han convertido en suministradoras de mano de obra calificada, y la

    percepción es que los talleres han dejado de ser dispositivos pedagógicos de

    formación, y han sido reducidos a espacios de entrenamiento disciplinar calificados.

    A esto debe adicionarse la componente tecnológica, que ha modificado los modos

    de producción disciplinar y, consecuentemente, está presionando sobre loscontenidos y los modos de transmisión de los mismos.

    La tendencia hacia un modelo de ciclo básico propedéutico,13  sumada a la

    masividad, implica asumir que los talleres del ciclo básico deberán transformar

    gradualmente sus contenidos y sus estrategias didácticas, resignificando el taller,

    devolviéndole la función formativa. Esto es factible porque los talleres constituyen los

    dispositivos más adecuados y eficaces para la formación. Debemos señalar que el

    concepto de formación excede ampliamente los aprendizajes estrictamente técnico,y se produce en un proceso activo, a partir de la participación en ambientes

    educativos que fomenten el movimiento, el debate, el consenso y el disenso, y la

    tolerancia. La formación va más allá de lo disciplinar. Por esta razón, la investigación

    12 Fuente: Período 1929-1993: 70 Aniversario de la creación de la carrera de arquitecto en Rosario 1923-1993.

    Rosario, Facultad de arquitectura, planeamiento y diseño, 1993. Período 1994-2004: Dirección de estadística

    universitaria, Universidad Nacional de Rosario, excepto años 1995 y 2002, Secretaría de asuntos estudiantiles, FAPyD,

    UNR, 2004.

    13 Propedéutico: enseñanza preparatoria para el estudio de una disciplina. Dic. RAE. Cfr. Informe de la Comisiónnacional para el mejoramiento de la calidad en educación superior [on-line]. En http://www.me.gov.ar [consulta: jul.

    2002]. 

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    7/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    7

    de la experiencia de los talleres del ciclo básico muestra cómo el taller se resignifica

    cuando se constituye en dispositivo para la reconstrucción de la solidaridad, como

    valor deseable, y la ruptura de los hábitos de dependencia que forma la educación

    escolar, propendiendo a la autogestión pedagógica. Enseñar a autogestionar el

    conocimiento, es decir, enseñar a aprender, enseñar principios de estrategia que

    permitan resolver problemas, mostrar a los alumnos los propios procesos que

    utilizamos para construir conocimientos -incluyendo los errores-, es propedéutica. Y

    ello no implica apartarse ni un ápice de la disciplina.

    Pero lo que se muestra y lo que aparece en el análisis fenomenológico es quemayoritariamente los métodos de trabajo de los docentes son personalistas. Esto, en

    primer lugar, resulta ineficaz cuando se trabaja con grupos de alumnos que duplican

    o cuadruplican el número de aprendices que tenía Ghirlandaio o el número

    recomendado por las experiencias de trabajo en talleres de formación.14  Y en

    segundo lugar, lo que es más grave aún, refuerza la dependencia y fomenta el

    individualismo.

    Ovide Menin ha señalado que el taller se funda en tres principios básicos: la libertadpara la discusión abierta, el esfuerzo autogestionario, y la solidaridad de los

    miembros entre sí. La libertad para la discusión, la libre circulación de ideas –una

    característica propia de la universidad moderna-, es uno de los rasgos visibles en los

    talleres, pero aún cuando es una condición necesaria no es suficiente. Por esta

    razón hace falta transformar las prácticas docentes que no promueven la

    autogestión ni la solidaridad entre los miembros. Y en este sentido es conveniente

    señalar algunos rasgos detectados por la investigación. Por ejemplo, desde elenfoque grupal, se pueden diferenciar tres tipos de didáctica: grupal, en grupos, y no

    grupal. Aún cuando lo que se muestra y lo que se ve es que todos los talleres

    emplean técnicas grupales, en muchos casos la didáctica es no-grupal, porque la

    acción está dirigida al individuo y no se interesa por las interacciones ni siquiera

    desde el ángulo técnico.15  Dicho de otra manera, el dispositivo pedagógico de

    14 Ovide Menin. Psicología educacional. Buenos Aires, Miño y Dávila Editores, 1993. Pág. 19.15 Cfr. Marta Souto. Grupos y dispositivos de formación. Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de

    Buenos Aires, sf, págs. 43-44.

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    8/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    8

    formación no se sustancia porque la formación solamente se produce a partir de “la

    interacción, de la posibilidad de intercambios, de los procesos compartidos”,16

      esdecir, a partir de una experiencia de aprendizaje grupal. Debe advertirse que el

    concepto de grupo aparece en el Renacimiento, de modo que el taller de

    Ghirlandaio, si bien resulta un ejemplo relevante para un análisis comparado de los

    modos de transmisión de conocimientos, no llega a ser un ejemplo pertinente desde

    la noción de grupo de Kurt Lewin, para quien el grupo es una totalidad, con

    propiedades distintas a la suma de las partes. Y desde el enfoque foucoultiano,

    tampoco constituye un dispositivo pedagógico. Cuando designamos al taller como

    dispositivo, no lo hacemos en su significado ordinario de mecanismo dispuesto para

    obtener un resultado. El concepto de dispositivo al que adscribimos es introducido

    por Michel Foucault17 definiéndolo como un conjunto heterogéneo de elementos que

    incluye discursos, espacios arquitectónicos, reglamentos, proposiciones filosóficas y

    morales. Para Foucault, el dispositivo es la red que se establece entre estos

    elementos.18 En consecuencia, si el dispositivo es conceptualizable como una red

    que vincula los elementos que lo componen, la experiencia de los talleres del ciclobásico revela que en determinados momentos históricos el concepto del dispositivo

    fue reducido al de espacio físico, omitiéndose los demás componentes. Este

    fenómeno, aparece claramente manifiesto durante el Proceso de reorganización

    nacional [1976-1983], período en el que el taller seguía siendo el espacio-tiempo

    nombrado, pero donde los tres principios básicos no eran respetados, porque se

    había erradicado la discusión abierta y la libre circulación de ideas, controlando

    todas las prácticas, y tendiendo hacia una didáctica no-grupal. Paradójicamente, la

    solidaridad entre los miembros aparece, si bien en grupos acotados, como un rasgo

    destacable, pero la esencia del taller se rompe. La democracia devuelve

    progresivamente al taller su función. En el tienen lugar las experiencias grupales de

    aprendizaje, pero estos no llegan a constituirse en talleres de formación. El

    individualismo es un aspecto obturante, que aparece por dos razones: la primera

    16 Cfr. Marta Souto. Grupos y dispositivos de formación. Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de

    Buenos Aires, sf, págs. 43-44.

    17 Michel Foucault. Historia de la sexualidad. 1. La voluntad de saber. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2002 [Ed. orig.Historie de la sexualité 1: la volonté de savoir. París, Éditions Gallimard, 1976].

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    9/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    9

    como herencia del proceso, que aplicó la teoría personalista precisamente por su

    rasgo individualista; la segunda: la posmodernidad. En ese sentido, la creación es el

    resultado de un proceso de evolución, que implica proyecto, planificación. Este

    concepto es opuesto al principio que sustenta la inventiva permanente, que no

    puede tener convicciones firmes, porque está vinculada con la vigencia social, con la

    moda, que es antítesis de todo lo que sea proyecto, y que se basa en el principio de

    la erradicación de todo esfuerzo. La investigación fenomenológica muestra como en

    el discurso, el taller continúa siendo pensado desde la perspectiva de la

    modernidad  –en el sentido de ser el lugar de la creatividad, de la producción

    científica y artística, de la excelencia académica de sus productos, crítico, autónomo,

    de libre circulación de ideologías-, mientras que el contexto es posmoderno, y la

    educación es generalmente entendida como entrenamiento y no como formación.

    >EL TALLER QUE VIENE

    La genealogía y la fenomenología proporcionaron un método de aproximación a las

    diversas causas que han configurado el taller como dispositivo pedagógico. En ese

    proceso, resulta inevitable preguntarse acerca de las configuraciones que el

    dispositivo debiese adoptar, y de las decisiones y las acciones que se deberían

    impulsar para proyectarlo en el próximo escenario. ¿Cómo será el taller que viene?

    ¿Responderá positivamente ante la enorme presión que genera la masividad, como

    fenómeno estructural de la universidad pública? ¿Se adecuará a las profundas

    modificaciones en los hábitos de producción y transmisión de conocimiento que

    producen las tecnologías de comunicación?

    Si el taller se caracteriza por los tres principios enunciados -la libertad para la

    discusión abierta, el esfuerzo autogestionario, y la solidaridad de los miembros entre

    sí-, la integración de tecnología de comunicación, puede constituir un factor

    altamente potenciador de la autogestión pedagógica, sin merma de la libertad de

    discusión y de la colaboración solidaria entre los miembros de una red o de un taller

    18 Michel Foucault. Saber y verdad. Madrid, Ediciones La piqueta, 1991.

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    10/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    10

    virtual. Pero ello depende de los modos en que estas tecnologías se integren a los

    talleres. La telemática y la informática son herramientas, por tanto, pertenecen a la

    esfera técnica. Pero también son tecnologías, porque poseen una lógica propia. Se

    pueden integrar limitando la enseñanza y el aprendizaje a la manipulación de las

    herramientas, sin explicar ni comprender la tecnología, es decir, sin llegar a

    comprender la lógica de la hipertextualidad que es diferente de la lógica de la

    linealidad de la escritura y de la imprenta. Linealidad e hipertextualidad no son

    categorías técnicas, sino tecnológicas, por tanto abstractas.

    En las primeras experiencias llevadas a cabo en los talleres de la FAPyD en esta

    dirección, los resultados fueron algo decepcionante, pero esperables. La razón

    es que la universidad es una institución con 764 años de antigüedad, y su base es

    excesivamente pesada, en el sentido que Burton Clark19 asigna a esta expresión,

    en referencia a sus prácticas: hay un profesor que detenta un conocimiento que

    transmite a un alumno que toma registros. Transmisión oral y escritura manuscrita.

    Linealidad.

    La imprenta, cuya introducción en Europa data de 1456, solo se desarrolló lo

    suficiente como para que los libros resultaran accesibles unos cuatrocientos años

    más tarde, con la invención de la máquina de vapor. De modo que el empleo de

    documentos impresos es -en la evolución de la universidad-, relativamente reciente,

    pero ha sido la tecnología de base para nuestra estrategia comunicacional durante

    suficiente tiempo como para ser naturalizada. Parafraseando a Pierre Levy20, una

    integración verdadera de la telemática y de la informática supone, por lo tanto,

    el abandono de un hábito antropológico centenario , muy difícil de cambiar en

    pocos años. La resistencia a la integración de herramientas telemáticas e

    informáticas es esperable, precisamente porque si la universidad ha perdurado en el

    tiempo eso se debió, en gran parte, a su fuerte resistencia al cambio, a su

    concepción esencialista de la función de la universidad en la sociedad,

    independientemente de las demandas de esta última. Y a que la mayoría de

    19 Burton Clark. El sistema de educación superior. Una visión comparativa de la organización académica. México,

    Nueva Imagen, 1983.20 Pierre Levy. Las tecnologías de la inteligencia. El futuro del pensamiento en la era informática. Buenos Aires, Edicial,

    2000.

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    11/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    11

    nosotros, nacidos antes de la expansión de la telemática y la informática a la

    disciplina, formados en otro paradigma, no entendemos lo que significa,

    exceptuando el hecho específico que, mientras en general la discusión se centra en

    la sustitución de texto escrito por imagen, en la arquitectura esta última siempre ha

    sido hegemónica.21  No obstante resultar paradójico, a quienes critican esta

    integración –sostiene Pierre Levy- no se les ocurriría criticar la imprenta y, mucho

    menos aún, la escritura, que también son tecnologías que han configurado un modo

    particular de pensar y de comunicarse. Los que resisten Internet –afirma Felix

    Temportetti- son los dogmáticos.22

     Desde esta perspectiva, la investigación concluye revalorizando el taller como

    dispositivo pedagógico para la formación integral, en un contexto en el que la

    educación superior en general y la universidad pública de gestión estatal en

    particular necesitan generar ambientes de aprendizaje colaborativo, espacios de

    resistencia al creciente individualismo. Estos serán, sin duda, espacios híbridos, en

    los que las estrategias de transmisión de conocimiento heredadas del taller medieval

    deberán ser gradualmente reemplazadas por otras basadas en tecnologías de

    comunicación. Sin duda, esto subvierte el taller tal como lo vemos hoy, pero no

    necesariamente los principios que lo constituyen, los que, entendemos, pueden ser

    sostenidos desde la virtualidad. Claro que se trata de una hipótesis, porque de

    momento son mayores las dudas que las certezas, y como tal es el punto de inicio

    de otra investigación. Porque si el objetivo era indagar y comprender las causas que

    han configurado el dispositivo pedagógico taller, el propio proceso de indagación

    generó -además de algunas respuestas-, nuevos interrogantes.

    Finalmente resta comentar un aspecto fundamental: toda investigación es útil

    cuando logra transferir sus resultados, entendidos estos como información y

    conocimiento sistematizado, e hipótesis teóricas, que permitan iniciar un proceso de

    reflexión crítica a la luz de los datos construidos. Como sostiene Lawrence

    21 Sergio Bertozzi. Del scriptorium a Internet. Historia de las tecnologías de comunicación. Disponible en PDF on-lineen: http://www.america.fapyd.unr.edu.ar/el/data/mixtopias/index.htm [consulta sep 2005]22 Felix Temporetti. Entrevista realizada por el grupo de investigación, Rosario, 2003.

  • 8/18/2019 Experiencia Talleres Arquitectura

    12/12

    La experiencia de los talleres en el ciclo básico de la carrera de arquitectura de la UNR

    12

    Stenhouse, investigación es indagación sistemática hecha pública.23  En

    consecuencia, la transferencia de datos constituye un objetivo del proyecto,entendida como aporte para el diseño curricular y para el mejoramiento de las

    prácticas docente en los talleres de arquitectura. LA ENSEÑANZA DE LA

    ARQUITECTURA, tema marco del XXIV ENCUENTRO Y IX CONGRESO

    ARQUISUR24, constituye, sin dudarlo, un escenario relevante y pertinente para

    exponer y debatir las experiencias y las perspectivas de los talleres en las escuelas

    de arquitectura.

    Autores: arqs. Patricia Benito, Claudia Chiarito, Sergio Bertozzi.

    Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño. Universidad Nacional de Rosario.

    Rosario, Argentina. MMV.

    http://www.fapyd.unr.edu.ar  

    23 Lawrence Stenhouse. La investigación como base de la enseñanza. Madrid, Morata, 1998. Pág. 30.24 Montevideo, Uruguay, septiembre 2005.