Expediente X Hand Elisabeth - Enfrentate Al Futuro

7/21/2019 Expediente X Hand Elisabeth - Enfrentate Al Futuro

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el subsuelo de un apacible pueblo del norte de Texas, el futuro de la humanidad espe

spus de cuarenta aos, los miembros de una conspiracin global saben que finalmen

ercan a la consumacin de su siniestro proyecto. Slo los agentes especiales del FB

ulder y Dana Scully vislumbran la pesadilla que aguarda al resto del mundo: una inva

engena provocada por el ms devastador virus de la historia.

slo ellos saben que la verdad ya no est ah fuera.

ora est aqu.


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Elisabeth Hand

Enfrntate al futuroExpediente X - 0

ePub r1.0Etriol 15.06.14


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lo original:Fight the Futureabeth Hand, 1998duccin: Alfredo Ramn & Mara Luisa Rodrguez Preztraciones: Editorial Evergrficas SLoque de cubierta: Piolin

or digital: Etriolb base r1.1


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PRLOGO

Norte de Texas, 35.000 A. C.

El paisaje desolado se extiende a lo largo del horizonte, todo hielo y nieve y un inmenso cielo

lo lejos, aparecen dos pequeas figuras corriendo de forma desesperada. Son parecidas a humn pelo enmaraado y rasgos bastos; sus cuerpos estn cubiertos por toscas prendas hechas de raviesan corriendo el blanco yermo con los cuerpos inclinados como si fueran buscando huellta que parecen seguir les conduce a una grieta, una abertura triangular entre unos bloques de hdra desplomada. Las huellas desaparecen a la entrada de la cueva. Uno de los homhistricos se agacha para mirar en su interior. Y ambos entran en la cueva.Dentro, las paredes de la cueva estn cubiertas de hielo que brilla dbilmente. El primer ho

mitivo prende su antorcha. Mientras la sujeta, su compaero le agarra el brazo y seala hacia cueva da un giro unos metros ms adelante. All, una pequea extensin de nieve virgen conseella de lo que han estado siguiendo. La antorcha chisporrotea, como en respuesta a un ocedente de la oscuridad que tienen delante. Los dos hombres se mueven rpidamenteelante, la cueva se divide en dos tneles. Sin hablar, cada uno de los hombres sigue un ptinto del tnel.El primer primitivo avanza deprisa por el tnel. Al final encuentra una abertura por la que a

bo un hombre. Asoma la antorcha por el agujero y la mueve de lado a lado. Se adentra en l y siguiente cmara.Despus de recobrar el aliente, eleva la antorcha y mira a su alrededor. Se encuentra en una

i circular, de unos nueve metros de dimetro, en cuyas paredes brilla el hielo mellado aqu r afloraciones rocosas. Una de ellas es ms grande que el resto. Observndola, el primitivo fruo y luego se acerca.

Se detiene cerca de la afloracin y estira la mano para tocar lo que ve: el cuerpo de otro hoviado con pieles y cuero, encerrado de pies a cabeza en una piel de hielo. Antes de anzarlo, algo le golpea por la espalda.El primitivo lanza un grito y cae, soltando la antorcha que queda chisporroteando en el sue

ce un ovillo, con una mano apretada contra el pecho sujetando el cuchillo, que apunta hacia

ro algo ya est all, clavndole las garras en la ropa, desgarrando las gruesas capas protectol y cuero como si fueran hierba seca. El primitivo grita de nuevo. Rueda hacia un lado, hinca

do en el rostro de la criatura y ataca con el cuchillo ciega y desesperadamente. La cosa chimbre siente caer sobre su mano un chorro clido y hmedo. El hombre prehistrico se separ

mbalea hasta la pared. Oye cmo la cosa se agita en la oscuridad a sus pies.El primitivo ruge y ataca otra vez. Siente cmo su cuchillo atraviesa la piel del ser pero no

tro de hueso o msculo bajo su mano; es como si el cuchillo hubiera atravesado fango. Cuido, el primitivo vuelve a clavar el cuchillo.

Demasiado rpido. Al momento pierde el equilibrio y cae, y la cosa est encima de l, clav


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garras en los muslos. El cuchillo resbala por el suelo. Antes de poder agarrarlo, una luz llmara. La cueva parece gira mientras la luz ilumina todo, centrndose finalmente en la antorcheta el segundo hombre primitivo, que acaba de aparecer en la cmara. La criatura eleva la vis

gundo primitivo levanta el cuchillo y se lo clava a la criatura. La cosa cae hacia atrs deapar un grito ensordecedor. En un instante, el primitivo est sobre ella, hincndole el cuchilloa vez, mientras trata de escapar. Con una fuerza y velocidad sorprendentes, la criatura lanhistrico al suelo de la cueva.Atontado, el primitivo se pone en pie dispuesto a atacar. Se detiene para recobrar el aliento y

u compaero cado. La sangre empapa sus prendas y sus ojos estn ya nublados. Est muermitivo se vuelve, buscando a su enemigo. En una cmara cercana encuentra el cuerpo cado emigo. Se acerca con cautela, agitando la antorcha sobre la cabeza de la criatura. Sus ojos se tamente. Y, durante un instante, la mirada del cazador y la del cazado se funden.El hombre primitivo levanta el cuchillo para asestar el golpe final. Antes de que su brazo cai

atura ataca. El prehistrico deja caer la antorcha y con la otra mano hace avanzar el cucvndolo en el cuerpo del ser. Lo retira y lo clava de nuevo, an con ms fuerza, mientras la crretuerce y llena la cueva con sus chillidos, y lo clava hasta que la cosa queda inmvil en el sue

El primitivo da un paso atrs respirando hondo. Ante l yace su presa muerta. Algo negro broheridas de la criatura. A la luz de la antorcha parece espesarse y formar un charco. Lo m

nce el ceo.Hay una pequea grieta en el suelo de la cueva. La sustancia negra oleosa avanza hacia ella.

ma natural, como lo hara el agua cuesta abajo, sino como algo vivo. Contempla atnito ceite llena la grieta casi hasta rebosar y despus se cuela por ella. Transcurre un momento ante se d cuenta de algo ms.Su pecho est salpicado de manchas oscuras dejadas por la sangre de la criatura. La mirad

mitivo se centra en una sola mancha oleosa. La mira y arruga las cejas. Su expresin cambriosidad a horro. Tiene manchas de cieno negro por todo el cuerpo, en el torso, en los brazoslos y el pecho. Grue y comienza a quitrselas, pero no desaparecen. Abre la boca para gr

ro de ella no sale ningn sonido.


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Captulo 1

Blackwood, Texas. Hoy

Sin previo aviso, un nio se precipit desde el techo de la cueva.

Stevie? Eh, Stevie ests bien? una voz grit en la abertura del techo.All estaban otros tres nios, asomndose nerviosos al agujero. Los ltimos das haba enstruyendo all un fuerte, cavando en la tierra. Tras ellos, el sol castigaba el ardiente tegunos kilmetros al este, el brillante contorno de la silueta de Dallas destacaba en el horizonca distancia se extenda una urbanizacin, con edificios idnticos dispersos sobre un paisaor pardo.Stevie yaca hecho un ovillo en el suelo de la cueva.Vaya vaya golpe que me he dado dijo por fin. Risas de alivio. Los rostros de Jason y C

arecieron junto al de Jeremy.Parece que tenas razn, Stevie Jason voce. Parece una cueva o algo as.Jeremy dio un codazo a los otros chicos, intentando abrirse espacio.Qu hay ah abajo, Stevie? Hay algo?Stevie se puso en pie despacio. Dio unos pasos inestables. En la oscuridad algo parpade

dondo y suave del tamao de un baln de ftbol. Lo cogi y lo inclin con cuidado, exponinduz de manera que pareca brillar en su mano.Stevie? grit otra vez Jeremy. Vamos, qu has encontrado?Una calavera humana suspir Stevie. Es una calavera humano!

Trala aqu, tronco! exclam Jason.De eso nada espabilao. Es ma contest Stevie negando con la cabeza. Se qued q

rando a su alrededor con asombro. Madre m! Hay huesos por todas partes.Dio unos cuantos pasos hacia la luz. Mir hacia abajo y vio que estaba pisando una espe

ncha de aceite. Cuando intent levantar los pies, el suelo le succion la suela del playero.Y entonces vio que el aceite estaba por todas partes, no slo bajo sus pies, sino que rezumagrietas de la roca. Y se mova. Se mova hacia l. El aceite negro serpenteaba bajo su pie

slizaba en su playero. La calavera cay y rod por el suelo mientras l tiraba de sus panta

rtos y contemplaba la piel expuesta de la pierna.Algo se mova bajo la carne: una cosa retorcida tan larga como un dedo. Lo nico que ahora

s de una, haba decenas de ellas, todas abrindose camino bajo su piel y avanzando hacia arribora algo ms, algo igualmente aterrador: por donde pasaba el aceite negro, sus miembros queensibles y helados. Paralizados.Stevie? Jeremy observaba en la oscuridad. Eh, Stevie?Stevie gru pero no lo mir. Jeremy lo contemplaba sin estar seguro de si se trataba d

oma.

Stevie, deja ya de


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Stevie? Dijeron los otros a coro. Ests bien?Estaba claro que Stevie no estaba bien. Mientras miraban, la cabeza de Stevie cay hacia atr

ma que pareca mirarles directamente, y bajo la deslumbradora luz del desierto vieron cms primero se llenaban de oscuridad y luego se volvan completamente negros.Eh, tos susurr Jason. Salgamos de aqu.Esperad dijo Jeremy. Deberamos ayudarle.Jason y Chuck tiraron de l. Jeremy fue con ellos de mala gana, golpeando los pies convoriento terreno.

Las sirenas geman a contrapunto con el viento en la llanura. Las puertas de la urbanizaciran dando paso a los curiosos que salan a husmear.

Los camiones de bomberos ya estaban all. Dos hombres completamente equipados saltarohculo, desengancharon una escalera y corrieron hacia el agujero donde antes estuvieron los ros hombres los seguan mientras el capitn aparcaba y sala del coche, radio en mano.

Al habla el Capitn Miles Cooles dijo. Tenemos una situacin de rescate en marcha.Se acerc al agujero. Los tres bomberos ya haban colocado la escalera y dos de ellos desce

prisa. Sus cascos brillaron con la luz del sol y despus parpadearon cuando llegaron abajojaron de la escalera.Qu tenemos ah abajo, T. C.? exclam Cooles. No hubo respuesta.Fuera, el sol caa sobre el cada vez mayor crculo de padres y nios que se haban acercad

pitn Cooles permaneca en silencio, con el ajado rostro tenso por la preocupacin mientras magujero. Un momento despus, envi abajo a otros dos bomberos.

Cooles elev la mirada, distrado momentneamente de su desesperado intento de ver mbres en la cueva. Un amenazador bomp bomp llen el aire mientras un helicptero ap

steriosamente en la puesta de sol. A su alrededor se agolpaba cada vez ms gente, padres y dos mirando hacia el horizonte del oeste. Mucho ms rpido de lo que pareca posible, el helicacerc al grupo congregado, vir bruscamente y flot sobre ellos. La gente se ech las manosjas y se protegi los ojos de las nubes de polvo, y el helicptero sin identificacin at

avemente sobre la tierra abrasada.Qu demonios?, pens Cooles. La puerta lateral del helicptero se abri y de l saltaron

uras. Envueltas en trajes de proteccin contra materiales peligrosos, con la cara oculta tras grscaras, transportaban una litera metlica cubierta con una burbuja de plstico translcido, com

menso caparazn de escarabajo. Se dirigieron inmediatamente hacia el agujero. Cooles asintiui, pero antes de que hubiera dado dos pasos, otro hombre sali del helicptero, una figura

vera vestida elegantemente, cuya corbata se agitaba bajo el viento de las hlices.Retiren a esa gente! grit, sealando a la multitud que contemplaba curiosa a los enfermetiqueta identificativa que colgaba de su cuello deca Dr. Ben Bronschweig. Squenlos de aHagas que se retires! Ahora! grit Cooles, volvindose a la lnea de bomberos. Despu

erc apresurado a Bronschweig y le dijo: He enviado a mis hombres a rescatar al nio. Noormado de que los ojos se le quedaron negros. Es lo ltimo que he sabido

Bronschweig le ignor y sali disparado hacia el agujero. Las figuras ya estaban ascendienalera, sacando el cuerpo inmvil del nio sobre la litera burbuja. Al ver esto, Bronschwe


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uvo, observando cmo el personal del rescate lo llevaba hacia el helicptero. El resto dmbres los siguieron y, ante la callada mirada de la multitud, el helicptero se elev y las hantaron oleadas de polvo rojo sobre la llanura. Un minuto despus no eran ms que un puntitolo.Bronschweig camin hacia la urbanizacin. El capitn Colles le segua de cerca. A poca dista

a hilera de vehculos pesados sin identificacin rodaba por la autopista y tomaba la carreteceso que llevaba a las filas de casas idnticas. Hombres de rostros inexpresivos vestidforme oscuro conducan las furgonetas de carga y camiones sin identificacin. Al frente denazante caravana haba dos enormes camiones cisterna blancos, desprovistos de cuaotipo o publicidad, que relucan bajo el sol abrasados. Bronschweig se detuvo, cruz los bra

serv la escena con una expresin tensa.Qu pasa con mis hombres? exclam enfadado el Capitn Cooles al doctor. He en

co hombres ah abajo.Bronschweig se dio la vuelta y se alej sin musitar palabra.Ha odo lo que le acabo de decir? Envi grit Colles sealando furioso el agujero.Fingiendo no orle, Bronschweig se dirigi hacia los camiones que se acercaban. Unos cu

ban aparcado en fila en el callejn sin salida. Personal de aspecto oficial ya estaba sacando tiestiles, antenas parablicas, bancos de luces elctricas y equipos de monitores de su interiorareos contemplaban asombrados mientras las primeras unidades de refrigeracin eran extradcamiones y transportadas al agujero. Los conductores seguan maniobrando los enormes cam

sta formar una barrera que bloqueaba la escena de la accin de la vista de la multitud.Bronschweig desapareci entre el tumulto. Al llegar a los camiones cisterna, se meti entre e un telfono mvil. Con el rostro tenso, marc un nmero, esper y finalmente habl.Seor? La escena imposible que no habamos planeado? escuch un momento y conte

en, ser mejor que ideemos un plan.


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Captulo 2

Edificio federalDallas, Texas

Una semana despus, en un tejado de Dallas, quince agentes con cazadores oscuras con las I impresas miraban cmo otro helicptero los sobrevolaba. Cuando el helicptero tom tiererta lateral se abri y sali un hombre: el Agente Especial al Mando Darius Michaud.Uno de los agentes lo recibi, telfono mvil en mano.Hemos evacuado el edificio y lo hemos recorrido de arriba abajo. Ningn rastro del art

plosivo ni nada parecido.Han puesto a los perros a rastrear? inquiri Michaud.S, seor asinti el agente.Pues hgalo de nuevo.S, seor contest.Michaud se dio la vuelta y observ la silueta de Dallas. De pronto, se puso tenso al ver una

ir de una puerta en el tejado vecino: una forma esbelta con una cazadora del FBI, un destello su melena rojiza.Michaud apret las manos al borde de la pared.En el otro tejado, la Agente Especial Dana Scully marcaba en su telfono mvil.Mulder? dijo apresurada. Soy yo.Dnde ests, Scully? son la voz de Mulder.

Estoy en el tejado.Has encontrado algo?No, Mulder. Nada.Qu pasa, Scully?Acabo de subir doce pisos, tengo calor y sed y, para ser sincera, me pregunto qu estoy hac

u espet Scully con impaciencia.Ests buscando una bomba respondi la voz imperturbable de Mulder.Ya lo s. Pero la amenaza se refera al edificio federal del otro lado de la calle suspir S

Creo que eso ya lo tienen cubierto.Mulder, cuando alguien da aviso de una bomba terrorista, el propsito lgico de facilita

ormacin es permitirnos hallar la bomba. El objeto racional del terrorismo es aterrorizalizas las estadsticas, encontraras un modelo de pauta de comportamiento en casi todos los que una amenaza ha desencadenado un artefacto explosivo dijo Scully despus de

ento.Se detuvo y acerc ms an el telfono.Si no actuamos de acuerdo con esa informacin, Mulder, si la ignoras como acabamos de

y muchas posibilidades de que si de verdad hay una bomba, no la encontremos. Podra


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timas.Se detuvo de nuevo y de pronto se dio cuenta de que llevaba minutos hablando sola.Mulder?Y qu pasa con las corazonadas?Scully se sobresalt: la voz no proceda del telfono mvil, sino de unos metros ms all

aba Fox Mulder. Casc una pipa de girasol con los dientes y se acerc a ella.Por Dios, Mulder! protest Scully.Es el elemento sorpresa, Scully dijo Mulder. La imprevisin habla de lo impredecibleSi no negamos a prever lo imprevisto o a esperar lo inesperado en un universo de posibili

previstas, nos encontraremos a merced de cualquier persona o cosa que no pueda ser prograsificada o catalogada continu despus de cascar otra pipa.Camin hasta el borde del edificio, se volvi y dijo:Qu estamos haciendo aqu? Hace un calor infernal.S que esta misin te aburre dijo Scully. Pero el pensamiento no convencional slo t

ar problemas.Qu quieres decir?

Tienes que dejar de buscar lo que no est ah. Han cerrado los Expedientes X, Mulder. Haguir trmites.Protocolo.

Quieres decir que nosotros hemos dado en aviso de bomba a Houston? sugiri. Creuien va a pagar hoy las cervezas en el Astrodome.Scully le lanz una mirada, pero era intil. Suspirando, pas delante de l hacia las escales, ltimos peldaos y agarr el picaporte. Lo gir uno y dos veces, y volvi la vista a Mulder.Y ahora qu?Est cerrado? dijo Mulder, mientras su rostro perda el aire travieso.

Eso por prever lo imprevisto suspir Scully girando de nuevo el picaporte.Entorn los ojos al sol y despus mir a Mulder. Antes de que pudiera decir nada, l dio un p

quit la mano del picaporte. Lo gir y la puerta se abri sin problema.Te pill Scully sonri satisfecha.No, no lo hiciste neg Mulder con la cabeza.Oh, s. Esta vez te pill.No, claro que noElla entr en el hueco de la escalera y se dirigi al montacargas. Apret un botn y esper

puertas se abrieran.Claro que s dijo, todava sonriendo. Te vi la cara, Mulder. Hubo un momento de pniPnico? Me has visto alguna vez tener pnico, Scully? replic Mulder, que estaba ju

a mientras el ascensor descenda.El montacargas se detuvo. Las puertas se abrieron en un vestbulo lleno de hombres y mujeree, chicos de reparto y un guardia de seguridad de rostro aburrido.Acabo de verte aadi Scully al salir del vestbulo. Ante ella, un grupo de

ntemplaban emocionados su cazadora del FBI. T pagas.

Cuando tengo pnico pongo esta cara dijo Mulder mirndola completamente inexpresivoS, esa es la cara que pusiste concluy Scully.


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De acuerdo dijo Mulder siguindola.Scully se cruz de brazos y mir directamente a una puerta con un cartel que

OLOSINAS/REFRESCOS. Mulder registr su bolsillo en busca de cambio mientras preguntabaQu va a ser? Coca cola, Pepsi? Una agita?Algo dulce.Mulder rod los ojos y se dirigi a la sala de refrescos. Iba rebuscando entre un puanedas cuando alguien le dio un codazo. Un hombre alto con uniforme azul de reparto y pelo

gro sala del cuarto. Mir con indiferencia a Mulder. Mulder le devolvi la mirada y lueresur para agarrar la puerta ante4s de que se cerrara.Ya en el interior del cuarto sin ventanas, Mulder fue directo a una mquina de refrescos gray iluminada. Una a una, introdujo las monedas en la ranura. Despus apret un botn, se a

Nada.Oh, vamos protest Mulder. Golpe la mquina con el puo nada y finalmente hur

bolsillo en busca de ms cambio. Lo introdujo en la mquina nada.Mierda!Mir la mquina y luego la golpe con ambos puos.Nada.Mulder se acerc a la parte posterior de la mquina. Se agach y mir por detrs fruncien

o.La mquina no estaba desenchufada.Cogi el enchufe y lo mir horrorizado al comprender qu suceda.Scully esperaba impaciente en el vestbulo, preguntndose por qu tardaba tanto Mulder.

d.

La puerta no se abra.No! Mulder gir el picaporte, pero no haba duda. Estaba encerrado.Sac el telfono mvil y marc un momento. Un instante despus, Scully contestaba.Scully.Scully, he encontrado la bomba anunci Mulder despus de tomar aliento.Qu gracia, Mulder dijo Scully, rodando los ojos.Estoy en la sala de refrescos.Ella se dirigi hacia dicha sala. Al or un dbil golpear, se detuvo ante una puerta que

OLOSINAS/REFRESCOS.Eres t el que golpea? pregunt.Scully, que alguien abra esta puerta pidi Mulder, golpeando an ms fuerte.Buen truco, Mulder.Mulder comenz a tirar de la parte frontal de la mquina de refrescos.Scully, escchame. La bomba est en la mquina de CocaCola. Dispones de unos c

nutos para evacuar este edificio.Mulder? Respir hondo al telfono. Dime que esto es una broma.

Trece cincuenta y nueve, trece cincuenta y ocho, trece cincuenta y siete reson la v


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ulder.Scully se agach para comprobar la cerradura. La haban soldado haca poco.trece cincuenta y seis Ves una pauta en todo esto, Scully?Aguanta dijo Scully. Voy a sacarte de aqu.En el interior de la sala de refrescos, el telfono de Mulder qued en silencio. Se agach a

quina. Dentro haba una batera de tableros de circuitos y cables, lectores digitales y filas yas de latas de plstico transparente llenas de lquido enganchadas a lo que deban ser explosivodio de todo esto, una pantalla de cristal lquido registraba la cuenta atrs. Mulder la mir y pexperto va a tardas mucho ms de trece minutos en averiguar por dnde comenzar.

En el vestbulo, Scully corri al puesto de seguridad.Este edificio debe ser evacuado completamente en diez minutos! Grit al jefe de seguCoja el telfono y ordene al departamento de bomberos que bloquee el centro de la ciudad

dio de un kilmetro en torno al edificioEn diez minutos? musit el agente de seguridad boquiabierto.NO PIENSE! Exclam Scully. COJA EL TELFONO Y HAGA QUE OCURRA!

La gente del vestbulo ya estaba corriendo y ella se alejaba, sin darle opcin a protestar, marco nmero en su telfono.Al habla la agente Dana Scully. Necesito hablar con el Agente Especial Michaud. Tie

ficio equivocado.Se detuvo junto a las puertas giratorias. Coches y furgonetas frenaban estrepitosamente

era, y de los vehculos sin identificacin salan corriendo agentes con cazadoras del FBI. Dchaud entre ellos.Dnde est? pregunt.

En torno a ellos, los trabajadores huan del edificio.Mulder la encontr en una mquina del edificio. Est encerrado con ella.Que venga Kesey con el soplete! Est en la sala de las mquinas de refrescos grit Mich

agente.Llveme hasta all le orden a Scully.Por aquEn el cuarto sin ventanas, Mulder observaba los explosivos y la pantalla de cristal lquido.7:00

Son su telfono mvil y contest.Scully? Te acuerdas de esa cara que puse la estoy poniendo ahora.Mulder orden Scully. Aprtate de la puerta. Vamos a entrar.Se retir mientras un soplete de plasma comenzaba a cortar la puerta metlica. Mulder oy

ie de golpes y una voz que gritaba Ahora! La puerta cay hacia dentro y se desplomo sobelo.

Scully entr con Michaud y otros tres tcnicos desactivadores de bombas. Avanzaron haquina de refrescos.

4:07Dgame que esas latas solo contienen refrescos.


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No dijo Michaud. Es lo que parece. Una gran bomba: tres litros de astrolita.Michaud estudi la bomba durante un instante. Despus orden:Muy bien. Saquen a todo el mundo de aqu y vacen el edificio.Alguien tiene que quedarse con usted coment Mulder.Le he dado una orden espet Michaud. Salgan de aqu y evacen la zona.Podr desactivarla? pregunt Scully.Eso creo contest. Michaud sac un par de alicates de la caja de herramientas. Los

entes salieron apresurados de la sala.Tiene unos cuatro minutos para averiguar si est en lo cierto dijo Mulder.Ha odo lo que he dicho? replic Michaud.Vamos, Mulder murmur Scully. Vamos.Ella se dirigi hacia la puerta. Mulder permaneci un momento ms observando a Michaud.Pero la atencin del otro hombre estaba centrada en la bomba. Finalmente Mulder dio la vu

ui a Scully hacia el pasillo. En la sala que dej detrs, Michaud dej los alicates sobre su rohizo nada ms; simplemente contemplar la bomba. Nada ms que mirarla.Todo el mundo haba sido evacuado del vestbulo.No queda nadie grit un agente del FBI.Scully y Mulder corran hacia las puertas giratorias. Un coche les esperaba a unos cuantos mpronto, Mulder se detuvo y volvi la vista al edificio.Qu haces? Exclam Scully. Mulder?Algo no va bien susurr Mulder.Mulder? Scully corri a su lado.Algo no va bien dijo de nuevo Mulder. Scully movi la cabeza y le agarr del brazo.Mulder! Mtete en el coche! No queda tiempo, Mulder!

Y lo arrastr tras ella hasta el coche. Mulder, gir la cabeza para mirar por encima de su homMichaud pronunci.

En el cuarto de los refrescos, Michaud haba devuelto a su sitio los alicates y cerraba la caja rramientas. Ahora estaba sentado en ella, con los ojos fijos en la pantalla de cristal lquido.

:30Vio desaparecer los segundos sin hacer nada. Finalmente, dej caer la cabeza contra el pecho

Fuera, el sol abrasaba la cercana plaza vaca.Mulder! Grit Scully. Entra!Mulder se sent en el asiento trasero, Scully en el delantero, y el coche sali a toda velocidavieron para mirar por la ventanilla y contemplar cmo se alejaba el edificio.Y, de repente, explot. La estructura entera fue arrasada por una bola de fuego que ascendi plata baja. Todo se llen de humo y oleadas de vigas y cristales rotos. El aire retum

splomarse el edificio.El impacto de la bomba viaj por el aire y empuj el coche de los agentes al otro lado de la

nde impact contra un coche aparcado. Los otros coches recibieron el mismo impacto. Se oan cracky la ventana trasera se rompi, regando de cristales rotos a Mulder y Scully.


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Estn bien? exclam el agente desde el asiento delantero.E Eso creo musit Scully.Mulder agit la cabeza y mir a Scully.La prxima vez, t pagas dijo abruptamente.


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Captulo 3

CUARTEL GENERAL DEL FBI:EDIFICIO J. EDGAR HOOVER.WASHINGTON, D.C.,

UN DA DESPUS.

El cartel de la puerta deca DESPACHO DE REVISIONES PROFESIONALES. En su interente Scully se mova nerviosa en la silla e intentaba concentrarse en lo que le estaban diciendo

A la vista de Waco y Ruby RidgeEsta vista era importante, demasiado importante para que Mulder llegara tarde. A ella mis

ba resultado difcil llegar a tiempo. Ante ella, seis directores adjuntos estaban sentados ega mesa. En el centro de la mesa de conferencias, estaba hablando la directora adjuntassidy.por la destruccin catastrfica de propiedad pblica y la prdida de vidas por cau

ividades terroristasAl final de la fila, el director adjunto Walter Skinner lanz a Scully una mirada triste. Du

os, Skinner haba pasado mucho tiempo con los agentes Mulder y Scully, quienes esectamente a su cargo. Siempre que poda, intentaba ayudarles.Quedan an muchos detalles por aclarar dijo Jana Cassidy. Algunos agentes no

regado sus informes o lo han hecho muy por encima, sin dar fe de los acontecimientos que llea destruccin ocurrida en Dallas. Pero estamos recibiendo presiones para dar una idea exacta

urrido al Fiscal General, de forma que pueda realizar una declaracin pblica.Y entonces, Scully oy lo que haba estado esperando: unos pasos familiares. Se volvi y

ulder entrar en la habitacin. Jana Cassidy le mir sin inmutarse.Sabemos que cinco personas murieron en la explosin dijo Cassidy. El Agente Es

rius Michaud, que estaba intentando desactivar la bomba instalada en el interior de una mqurescos, tres bomberos de Dallas y un nio.Mulder mir rpidamente a Scully.Disculpe dijo Mulder. Los hombres y el nio estaban en el edificio?

Agente Mulder, ya que no fue capaz de llegar a tiempo a esta reunin, voy a pedirle que sasala para que podamos escuchar la versin de los hechos de la agente Scully. As ella no tendrrir la misma falta de respeto que usted demuestra hacia el resto de nosotros.Nos dijeron que el edificio estaba vaco respondi Mulder bajando la mirada.Tendr su turno, agente Mulder Cassidy le seal la puerta. Por favor, salga.Mulder trag saliva y mir a la mesa. El nico rostro compasivo que encontr fue el de Sk

ro la compasin de Skinner estaba templada por un aviso. Mulder se volvi hacia Cassntinu:

Tal como comprobar en su informe, la agente Scully y yo fuimos los que hallamos la bom


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Gracias agente Mulder. Le llamaremos en breve concluy Cassidy invitndole a salir.Vencido, Mulder abandon la habitacin. Un instante despus, Walter Skinner se excusab

encio y segua a Mulder hasta el pasillo.Hall al joven agente de pie frente a una vitrina, contemplando melanclico los trofeos de t

interior.Sintese dijo Skinner, sealando un sof color beige. Ser tan solo un minuto. To

n hablando con la agente Scully.Mulder se dej caer en el sof y tambin Skinner.Sobre qu?Le estn pidiendo un relato de los hechos. Quieren saber por qu se encontraba en el ed

uivocado.Ella estaba conmigo.No se da cuenta de lo que ocurre, verdad? Musit Skinner agitando la cabeza. Ha h

arenta millones de dlares en daos a la ciudad de Dallas. Se han perdido vidas. No tienen npechoso. As que la historia que estn montando es que esto se poda haber evitado. Que el Fliz bien su trabajo.Y quieren echarnos la culpa?Agente Mulder, los dos sabemos que si usted y la agente Scully no hubieran tomado la inic

registrar el edificio anexo, las vctimas se habran multiplicadoPero no se trata de las vidas que salvamos se detuvo Mulder, saboreando la irona, sique no salvamos.Si parece feo, se pone feo para el FBI.Si quieren culpar a alguien, pueden culparme a m. La agente Scully no se merece esto

ulder.

Ahora mismo est declarando lo mismo respecto a usted.No segu el protocolo. Romp el contacto con el agente al mando Mulder hizo una pa

ordar el rostro cansado de Michaud mientras miraba la mquina cargada de explosivos. Ia regla tctica bsica y le dej solo con el artefacto.

La agente Scully dice que fue ella quien le orden abandonar el edificio. Que usted ver.Mire, ella estabaLa puerta se abri antes de que pudiera continuar. Los dos hombres elevaron la vista y vieron

cully. La mirada que dedic a Mulder le dijo que, fuera lo que fuera que hubiera ocurrido dDespacho de Revisiones Profesionales, no haba ido bien. Ella respir hondo y se dirigi a ellPreguntan por usted, seor le dijo a Skinner.Skinner mir una ltima vez a Mulder. Se puso en pie y, dando las gracias a Scully, volvinin.No importa lo que les hayas dicho ah dentro, o tienes que protegerme.Lo nico que les dije fue la verdad.Estn tratando de dividirnos, Scully afirm Mulder levantando la voz. No pod

arles.


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Ya nos han dividido. Nos estn separando.Sentado en el sof, Mulder la mir sin comprender lo que acababa de decir.Qu? De qu ests hablando? pregunt al fin.Estoy citada en el OPR pasado maana para rehabilitacin y reasignacin.Por qu? exclam Mulder, extraado.Creo que te puedes hacer idea. Han citado un historial de problemas que se remonta a 1993Pero ellos fueron los que nos pudieron juntos.Porque queran que yo invalidara tu trabajo le interrumpi Scully. Tus investigacion

paranormal. Pero creo que esto va mucho ms allNo se trata de ti, Scully Mulder habl en tono de splica. Esto me lo estn haciendo a Ellosno estn haciendo nada, Mulder Scully desvi la vista, evitando su mirada. Dej

rera en medicina porque cre que podra superarme en el FBI. Cuando me reclutaron, me de las mujeres solo formaban un nueve por ciento de la Agencia. Eso no me pareci un impedimo una oportunidad.Pero no result as. Y ahora, aunque me trasladaran a Omaha, o Wichita, o cualquier oficina

nde estoy segura de que lograra ascender, ya no me interesa tanto. No despus de lo que he vcho.

Se qued en silencio. Mulder la miraba incrdulo.Lo lo dejas?Scully se encogi de hombros.No hay ninguna razn para que me quede ms. Tal vez t deberas preguntarte si tu co

dava sigue en ello.Tras ellos, la puerta de la sala de vistas se abri. Walter Skinner hizo seas para que en

ulder, que continuaba aturdido.

Agente Mulder, su turno.Lo siento musit Scully mirndole con tristeza. Buena suerte.Mulder desapareci tras Skinner como un condenado.


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Captulo 4

BAR CASEYS

WASHINGTOND.C.

A Mulder nunca le gust demasiado el bar Caseys, pero llevaba ah desde por la tardemarera comenzaba a preguntarse cundo pensaba marcharse. El lugar estaba prcticamente vacepcin de dos o tres personas y otro hombre que le miraba desde el otro lado de la barrmbre mayor de pelo cano, con un rostro ajado vestido con un traje viejo y arrugado. Mulder leormecido y despus se volvi a la camarera.

Otro trago.La camarera se lo sirvi.Entonces a qu te dedicas? le pregunt.

Que a qu me dedico? Soy una figura clave de una farsa del gobierno. Una molestia parperiores La risa de mis compaeros, me llaman Siniestro, Mulder el Siniestro.Cuya hermana fue abducida por los aliengenas cuando slo era un chaval. Que ahora per

mbrecillos verdes con una placa y un arma, gritando al cielo y a quien quiera escuchar que todaado. Que nuestro gobierno est al da de la verdad y forma parte de la conspiracin. Que elest derrumbando y cuando lo haga va a ser la explosin de todos los tiempos.Menudo pringado, pens la camarera. Y rpidamente retir el vaso que acababa de servir.Creo que ya est bien por hoy, Siniestro dijo tirando la bebida al fregadero.El qu?Parece que el ochenta y seis es tu nmero de la suerte.El uno es el nmero ms solitario.Mala suerte. Se acab por hoy.Mulder se encogi de hombros y baj del taburete Camin balancendose hacia el fondo

bitacin, donde haba una puerta que daba a un callejn. Sali, pero antes de que diera un paso una voz a su espalda.

Est en misin oficial del FBI?Qu? Mulder se dio la vuelta.

De entre las sombras surgi una figura: el mismo hombre del traje arrugado que estaba dentr.

Le conozco? pregunt Mulder.No. Pero he vigilado su carrera desde hace bastante. Desde que no era ms que un joven a

ometedor. Antes de queMe ha seguido hasta aqu por alguna razn?S. Me llamo Kurtzweil. Doctor Alvin Kurtzweil.Mulder frunci el ceo.

Un viejo amigo de su padre Kurtzweil sonri ante la expresin de asombro de Mulder


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Departamento de Estado. ramos lo que se puede llamar compaeros de viaje, pero su desenr ms tiempo que el mo.

Cmo me ha encontrado? interrog Mulder. Es un informador?Soy mdico; creo que ya se lo mencion antes.Quin le envi?Vine por mi cuenta. Despus de leer sobre la bomba de Dallas.Bien, si tiene algo que decirme, dispone del tiempo que tardo en llamar a un taxi dijo M

ech a andar por el callejn.Kurtzweil le agarr del brazo.Van a colgarle el muerto de Dallas, agente Mulder. Pero no haba nada que usted pudiera h

da que nadie pudiera hacer para evitar que la bomba explotaraPorque la verdad es algo que usted nunca hubiera adivinado. Ni siquiera previsto.Mulder se alej caminando por la acera. Kurtzweil le sigui.Y, cul es? espet Mulder.Que el Agente Especial Darius Michaud nunca pretendi ni intent desactivar la bomba.Claro. Simplemente la dej escapar dijo Mulder con desgana.

Cul es la pregunta que nadie est formulando? Por qu eseedificio? Por qu no el edderal?

pregunt Kurtzweil agarrando a Mulder de la gabardina.El edificio federal estaba demasiado vigilado.No continu el doctor mientras Mulder levantaba la mano para llamar a un taxi. Pusie

mba en el edificio del otro lado de la calle porque s tena oficinas federales. La Agencia Fedestin de tena una oficina provisional de cuarentena mdica all. Que es donde hallaron los curo ese es el asunto.

Un taxi se detuvo. Kurtzweil sigui a Mulder hasta la puerta. el asunto que usted no saba. Que nunca se le hubiera ocurrido comprobar.Mulder ya estaba abriendo la puerta. Kurtzweil le mir desafiante antes de proseguir.Esas personas ya estaban muertas.Antes de que la bomba explotara? dijo Mulder, atnito.Eso es lo que estoy diciendo.Mulder le mir y neg con la cabeza.Michaud era un veterano, llevaba en la Agencia veintids aos.

Michaud era un patriota. Los hombres a los que era leal saban muy bien lo que hacllas. Volaron ese edificio para ocultar algo. Tal vez algo que ni siquiera ellos podan predecir.Me est diciendo que destruyeron un edificio entero para ocultar los cuerpos de

mberos? Y de un nio.Mulder entr en el taxi y dio un portazo. Mir al taxista y dijo:Llveme a Arlington.Baj la ventanilla y mir fijamente a Kurtzweil.Creo que ya es suficiente dijo.

Usted cree? Kurtzweil pregunt. Dio un golpecito en el techo del taxi y se sntemplando cmo se alejaba calle abajo. Usted cree, agente Mulder?


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En el taxi, Mulder se inclin hacia delante.He cambiado de opinin le dijo al conductor. Quiero ir a Georgetown.

APARTAMENTO DE LA AGENTE DANA SCULLY.

Scully estaba tumbada en la cama, mirando al techo. Escuchaba el batir de la lluvia en las pasu apartamento cuando oy algo ms. Se sent y aguz el odo.

Alguien golpeaba la puerta. Scully mir el reloj de su mesilla. 3:17. Se puso la bata y se apresala de estar. Ech un vistazo por la mirilla,

All estaba Mulder, despeinado y con la ropa completamente mojada. Pareca extraamspierto.

Te he despertado? pregunt.No dijo Scully moviendo la cabeza.Por qu no? inquiri Mulder entrando al apartamento. Son las tres de la maana.Ella cerr la puerta y le mir con aire incrdulo.

Ests borracho, Mulder?Lo estaba hasta hace veinte minutos.Eso fue antes o despus de que decidieras venir aqu? respondi Scully cruzndo

azos.Qu quieres decir? contest Mulder, confuso.Pens que tal vez te habras emborrachado y decidiste venir para convencerme de que

ara.Te gustara que hiciera eso?

Scully cerr los ojos, recordando cmo hace quince minutos, hace una hora, haba estado penactamente en eso. Despus de un breve instante, suspir.

Vete a casa, Mulder. Es tarde.


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Captulo 5

BLACKWOOD. TEXAS

Dos helicpteros sin identificacin sobrevolaban las llanuras de Texas, sus dos turbinas zumb

bre el erial. Volaban a una altura peligrosamente baja hacia su destino: una enorme cpuluca bajo el sol. A slo unos metros haba una urbanizacin y el agujero donde Stevie se do.Ahora, varias tiendas geodsicas circulares ocupaban el terreno. Estaban rodeadas por camion

ea blancos y un sinfn de vehculos de apoyo: coches, furgonetas y camionetas. Hombres de nas personas con trajes de proteccin andaban entre las cpulas.En el aire, los dos helicpteros se ladearon y lentamente se posaron sobre el suelo, levan

andes nubes de polvo: las tiendas se hincharon y tensaron los puntales. Un instante despus sepuerta de un helicptero. Un hombre baj y encendi un cigarrillo.

Seor?El Fumador dio una calada y mir al hombre de uniforme que le hablaba.El doctor Bronschweig le est esperando.El Fumador estrech la mirada. Despus, asinti y sigui al otro hombre hacia la cpula centEl interior de la cpula era un laberinto de tubos de plstico transparente y paredes de vinil

paraban una zona de trabajo de otra. Hombres y mujeres, iodos ellos ataviados con trajoteccin y mascarillas quirrgicas, trabajaban en mesas de acero inoxidable. Por todas partes dades de refrigeracin. El Fumador se puso un traje de proteccin y entr en otra zona de trab

Haca fro all dentro. Varias camillas metlicas estaban cubiertas con un revestimienstico. En medio de todo haba un montculo de tierra tapado con una cubierta de plnsparente, parecida a una tapadera de alcantarilla: su superficie transparente, de unos veintntmetros de grosor, estaba atravesada por gruesas barras de acero inoxidable. Las paredeujero de tierra se haban reforzado insertando un tubo metlico en el suelo, lo bastante grande por l entrara un hombre. Fue de aqu de donde sali el doctorBronschweig, tambin vestidtraje de proteccin. Apart la escotilla de plstico y sali.Tiene que ensearme algo dijo el Fumador.

Si asinti el doctor Bronschweig.Le indic la escotilla. El Fumador se deslizo por el agujero, movindose incmodo en el

entras descenda la escalera. El doctor Bronschweig le sigui.Llegaron al interior de la cueva.Hemos hecho descender la temperatura de la atmsfera hasta el punto de congelacin

ntrolar su desarrollo explic el doctor. Y dicho desarrollo no se parece a nada que hayto antesEl Fumador permaneca a su lado, tomando aliento.

Provocado por qu?


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El calor, creo. La coincidencia de la invasin del anfitrin el bombero y un mediv la temperatura de su cuerpo por encima de 37.5C.Hizo una sea para que le siguiera. Ms fundas y cortinas de plstico colgaban del techo. El dapart.Aqu estDetrs del plstico haba otra camilla, distinta de las anteriores. Habia un cuerpo encim

erpo cubierto de tubos, cordones y cables conectados a los monitores que se apilaban conred.

Este hombre an est vivo dijo observando el cuerpo. La piel era casi transparenteatina de color grisceo claro de tejido corporal y msculo. Las venas y capilares eran claraibles y palpitaban dbilmente.Tcnica y biolgicamente s. Pero nunca se recuperar coment el doctor encogindo

mbros.Cmo es posible?El organismo en desarrollo est utilizando su energa vital, digiriendo el hueso y el t

sotros slo hemos ralentizado el proceso contest. Y dirigi una luz sobre el rostro del bomgo se mova bajo la piel.El Fumador hizo una mueca.El cuerpo del bombero se estremeci en la camilla. Su pecho se levant. No como si respirara

mo su algo dentro de l se hubiera movido. El Fumador pudo ver una mano unida a lo que tenun organismo.Y entonces la oscura siluetaparpade. Una sola vez, muy despacio.Era un ojo, un ojo despierto. Y le miraba.Esperaba.

La mente del fumador herva al considerar las posibilidades de lo que tena ante snsecuencias

Quiere que destruyamos este tambin? Pregunt Bronschweig. Antes de que enstacin?

El Fumador tard un instante en contestar.No Necesitamos probar la vacuna en l.Y si no tiene xito?Qumenlo. Como los otros

La familia de este hombre querr dar sepultura al cuerpo coment el doctorDganles que muri tratando de salvar la vida del nio. Que muri heroicamente, como los

mberos.De qu?Parece que se tragaron nuestra historia sobre el virus Hanta respondi el Fumad

crguese de indemnizar econmicamente a las familias, as como de realizar una imponacin a la comunidad. Tal vez un monumento a pie de carretera.Y dicho esto, se dio la vuelta y sali.


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Captulo 6

HOSPITAL NAVAL, BETHESDA

Por dentro, El hospital Walter Reed era como cualquier otro hospital Pero las pocas persona

ulder y Scully encontraban llevaban uniforme de la marina y la figura del final del pasillo even de uniforme. Al or los pasos, levant la vista, completamente alerta a pesar de qudianoche.Identificacin y planta que van a visitar dijo. Le mostraron Le mostraron las identificacFBI.Vamos al depsito de cadveres explic Mulder.El guarda neg con la cabeza.Esa zona est actualmente restringida a cualquiera que no sea personal mdico autorizado.Por orden de quin? inquin Mulder con frialdad.Del general McAddie.El general McAddie es quien requiri nuestra presencia. Nos despert a las tres de la madros dijo que acudiramos inmediatamente continu Mulder.No he sido informado de nada al respecto contest el guardia extraado, mirando a su h

tas.Entonces, llame al General McAddie le urgi Mulder, que vigilaba impaciente el pasilloNo s su nmero.Le pueden conectar en la centralita.

El guardia se mordi el labio y finalmente cogi el telfono y comenz a buscar en unamensa. Mulder le mir desconcertado.

No sabe el nmero de la centralita?Estoy llamando a m superior.Mulder se inclin, desconect el telfono y mir al guardia con frialdad.Escuche, hijo, no tenemos tiempo para andar tonteando sindole demostrar su igno

pecto a la cadena de mando. La orden procede directamente del general McAddie. Llmelsotros llevaremos a cabo nuestro cometido mientras usted confirma la autorizacin.

Sin mirar atrs. Mulder invit a Scully a sobrepasar el puesto de seguridad, Tras ellos, el guga de nuevo el telfono.

Sigan adelante y yo confirmar la autorizacin les grit.Gracias asinti Mulder.Caminaron deprisa por el pasillo, relajndose nicamente al volver la esquina y entrar en

silloPor qu un depsito est de pronto restringido a las rdenes de un general?Creo que pronto lo averiguaremos respondi Scully sealando a la entrada del depsito.

Al entrar notaron una bocanada de aire glido. All haba muchas camillas, cada una ocultan


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erpo bajo una sbana blanca. Scully recorri rpidamente las hileras. Ley las identificacioneslillas que sujetaban los informes hasta que hall lo que buscaba.No es este uno de los bomberos que muri en Dallas? pregunt.Segn esta identificacin si asinti Mulder.Y ests buscando?La causa de la muerte.Puedo decrtelo sin mirarle dijo Scully. Conmocin de los rganos debida a una expo

xima al origen y cada de escombros.Acto seguido, extrajo el informe de la autopsia.A este cuerpo ya le han practicado la autopsia. Mulder explic pacientemente. Se sab

forma en que est envuelto y vestido.Mulder retir la sbana del cuerpo. Lo primero que vieron es que todava estaba en uniform

mbero. Una manga yaca vaca junto al torso, y donde haba estado el pecho, el uniforme se hsta la camilla.

Encaja esto con la descripcin que me acabas de leer, Scully? pregunt Mulder.Dios mo! El tejido de este hombre exclamo Scully sacando un par de guantes de

c suavemente el pecho del hombre. Es es como gelatina. Hay algn tipo de colapso cet completamente edematoso.Sus manos expertas buscaron heridas, quemaduras, cualquier cosa que habra encon

rmalmente en una vctima de bomba.Mulder, no han realizado ninguna autopsia. No hay seal de ninguna incisin en Y. ni de n

amen interno.Mulder cogi el informe de la autopsia y lo agit.Me ests diciendo que la causa de la muerte de este informe es falsa Que este hombre no

ausa de una explosin o de la cada de escombros.No s qumat a este hombre. Y tampoco estoy segura de que alguien pueda saberlo.Quiero llevarlo al laboratorio dijo Mulder. Me gustara que lo examinaras con c

ully.Ella asinti. Los dos sacaron la camilla del congelador y la arrastraron hasta el laborato

ologa. Mulder la empuj hasta La pared mientras Scully encenda las luces.Antes de venir aqu ya sabas que ese hombre no muri en el lugar de la explosin le dijMe lo haban dicho.

Ests diciendo que la explosin fue una tapadera De qu?No lo s admiti Mulder. Pero tengo la corazonada de que lo que vas a encontrar aqu

o que se pueda explicar fcilmente.Scully aguard para or si haba alguna otra explicacin. Al ver que no era as, se puso un g

ltex y suspir.Mulder, esto va a llevar algn tiempo, y alguien pronto va a averiguar que no debemos

u. Esto es una violacin serie de la tica mdica.Mulder seal el cuerpo que yaca en la camilla metlica

Nos estn culpandode estas muertes, Scully. Quiero saber de qu murieron estos hombres?


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Ella le mir y despus baj la vista hacia el cuerpo. Finalmente se volvi hacia una mesa sla pared llena de escalpelos, tijeras, pinzas y bistures esterilizados, esperando a ser utilizad

encio, comenz a reunir lo que iba a necesitar para realizar el trabajo.

DUPONT CIRCLE. WASHINGTOND. C.

La avenida Connecticut estaba prcticamente vaca cuando Mulder salt del taxi y la ando entre los montones de bolsas de basura apiladas en la acera. Tom la calle R y vio dos cpolica aparcados delante de una casa de ladrillo. Mir la direccin garabateada en un tro

pel que llevaba en la mano, recorri el caminillo y entr.Varios oficiales uniformados ocupaban la sala de estar. En la oficina contigua, un detective ica contemplaba montones de lo que parecan ser revistas medicas. Levant la vista al v

mbra de Mulder extenderse desde la puerta.Es esta la residencia del doctor Kurtzweil?Tiene algn asunto pendiente con l? pregunt el polica con gran sospecha.

Estoy buscndole.Buscndole para qu?Mulder sac su identificacin y se la mostr. El detective la mir, despus le mir a l y p

m a sus compaeros de la habitacin de al lado.Eh, los Federales tambin le estn buscando. Mulder dio un paso al centro de la oficina mi

ntemplaba la estantera Todos los libros tenan el mismo nombre escrito en grandes letras:DR. ALVIN KURTZWEIL.Mulder cogi uno de los libros.

LOS CUATRO JINETES DE LA CONSPIRACIN PARA DOMINACIN GLOBAL.Le ech una ojeada y lo volvi a colocar en la balda.Quiere que le avisemos si encontramos a Kurtzweil? pregunt el detective.No. No se moleste respondi Mulder avanzando hacia la puerta.Mulder abandon el edificio de apartamentos con la esperanza de que no tardara muc

contrar un taxi. Apenas haba caminado unos metros cuando vio una silueta larguirucha que lestos furtivos. Era Kurtzweil Al comprobar que Mulder se haba percatado de su presencia, asidirigi hacia el hueco existente entre dos edificios. Mulder se apresur tras l.

Kurtzweil se apoy contra la pared de ladrillo y agit la cabeza con furia.Qu le han dicho? dijo. Asunto clandestino Alguien sabe que he hablado con ustedMulder se encogi de hombros.No, segn los hombres de azul Parecen pensar que usted es alguna clase de criminalDe qu se trata esta vez? Negligencia? Espet Kurtzweil. Me han retirado la licen

s estados.Quieren desacreditarle, por qu? se interes Mulder.Por qu? Porque soy un hombre peligroso! Porque s demasiado sobre la verdad

Quiere decir sobre el fin del mundo, la basura apocalptica que escribe?Conoce mi trabajo? pregunt con una luz de esperanza en los ojos.


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Doctor Kurtzweil, no me creo nada de nada respondi Mulder tras respirar hondo.Yo tampoco, pero vende muchos libros sonri Kurtzweil.Asqueado. Mulder comenz a alejarse. Pero antes de que alcanzara la acera, Kurtzweil le ahombro.Tena razn en lo de Dallas verdad, agente Mulder?Cmo? musit Mulder.Cog el documento histrico de la hipocresa del gobierno americano. El peridico del da.El rostro de Mulder irradiaba impacienciaUsted dijo que los bomberos y el nio fueron hallados en las oficinas temporales de la Ag

deral de Gestin de Emergencias. Por qu?Kurtzweil observaba nervioso la acera.Segn el peridico, la FEMA estaba all temporalmente para controlar un brote del virus H

a odo hablar del virus Hanta, agente Mulder?Se trataba de un virus mortal extendido por los ratones de campo en el suroeste de EE. UU

rios aos.Y ha odo hablar de la FEMA? Cul es el poder real de la Agencia Federal de Gesti

mergencias?Mulder levant las cejas, esperando or cmo encajaba todo esto.Kurtzweil continu:La FEMA permite a la Casa Blanca suspender el gobierno constitucional ante la declaraci

ergencia nacional. Permite la creacin de un gobierno no electo. Piense en ello, agente MulderMulder daba vueltas al asunto. La voz de Kurtzweil se elev, sabiendo que por fin tena pbliQu est haciendo una agencia con un poder tan inmenso controlando un pequeo bro

us en el centro de Texas?

Kurtzweil pareca completamente febril.Lo que quiero decir es que no se trataba del virus Hanta.Qu era? murmur Mulder.Cuando ramos jvenes en la armada, su padre y yo fuimos reclutados para un proyecto

eron que era un asunto de guerra biolgica. Un virus. Corran, rumores sobre su origen.Pero qu mat a esos hombres? pregunt Mulder.Ni siquiera escribir sobre lo que les mat explot Kurtzweil. Se lo digo con

ceridad, haran mucho ms que hostigarme. Tienen un futuro que proteger.

Pronto lo sabr aadi Mulder.Pero Kurtzweil estaba demasiado embelesado para orle.Lo que mat a esos hombres no puede identificarse en simples trminos mdicos contin

or Dios, ni siquiera podemos comprender algo tan evidente como el VIH! Carecemos de conra lo que mat a esos hombres, o de cualquier apreciacin en la escala en que se desencadenaruro. O de cmo se transmitir, o de los factores medioambientales implicadosUna plaga?La plaga que acabar con todas Las plagas, agente Mulder susurr Kurtzweil. Un

enciosa para una guerra muda. La liberacin sistemtica de un organismo indiscriminado p


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e los hombres que lo traen todava no tienen cura. Llevan cincuenta aos trabajando en elloLanz el puo al aire para dar ms nfasis.Mientras el resto del mundo se enfrentaba a los comunistas, estos hombres han e

gociando en secreto un Armagedn planeado.Negociando con quin? pregunt Mulder.Creo que usted lo sabe respondi Kurtzweil apretando el gesto. El programa est f

ceder durante unas vacaciones, cuando la gente no est en sus casas. Cuando los funcioctos estn en la playa o en el campo. El Presidente declarar el estado de emergencia, ante

das las agencias federales, todo el gobierno pasar a estar bajo el mando de la Agencia Fedestin de Emergencias. La FEMA, agente Mulder. El gobierno secreto.Y dicen de m que estoy paranoico coment Mulder silbando.Algo ha salido mal, algo imprevisto. Vuelva a Dallas y avergelo, agente Mulder.

bremos como el resto del pas cuando sea demasiado tarde.

HOSPITAL NAVAL, BETHESDA.

Scully estaba tan inmersa en la autopsia que casi no oy el sonido de una puerta que se bri el cadver del bombero con la sabana, corri hada el congelador y se meti dentro. Sces dbiles en la habitacin contigua. Contuvo la respiracin y escuch.

dijeron que tenan autorizacin del general McAddie.De pronto, son su telfono mvil. Lo cogi y apret el botn de encendido ON.Scully?Se agach detrs de la puerta, aterrorizada ante la inminente entrada del guardia.

Scully?S? respondi en un susurro.Por qu ests susurrando? pregunt Mulder, intrigado. Scully poda or el intenso ruid

fico; l deba encontrarse en una cabina telefnica.Ahora no puedo hablar dijo ella.Qu has encontrado?Pruebas de una infeccin masiva contest tomando aliento.Qu tipo de infeccin?

No lo s.Scully, escchame. Voy a casa, despus voy a reservar un vuelo a Dallas. Voy a coger otro bra ti.

MulderTe necesito a mi lado, Scully coment con rapidez. Necesito a un experto. La bomb

lamos en Dallas estaba destinada a destruir esos cuerpos y lo que fuera que les haba infectadoPero tengo una vista maana.Te traer de vuelta a tiempo, Scully. Te lo prometo. Tal vez con pruebas que podran echa

rra tu vista.Mulder, no puedo prosigui Scully elevando la voz. Ya he traspasado con creces el l


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sentido comn.Las voces aumentaron de volumen al otro lado de la puerta. Sin decir adis, Scully desco

telfono y se lo meti en el bolsillo. Despus, se desliz por el suelo y se acurruc bajo una millas.

La puerta del congelador se abri. Desde donde estaba, Scully poda ver pasar los zapatoardia a apenas unos centmetros de su cara. Otros dos pares de pie* recorrieron la sala refrigerciendo resonar los pasos sobre el suelo de linleo. Ella apret los dientes: la mesa metlicamilla se le clavaba en la espalda como una hoja de acero.

Al llegar a la otra pared, los guardias dudaron.Scully observ cmo primero uno y despus el otro, se pusieron de puntillas. Se oy el ruido

mario de acero que se abra y cerraba, y despus, los guardias dieron la vuelta y se dirigieron puerta, con el guardia naval tras ellos. Acababa de pasar la camilla donde se ocultaba Sando, de pronto, se detuvo. Scully contuvo la respiracin mientras el corazn saltaba en su pdra haberle agarrado del tobillo si hubiera querido.Vete, pens, y cerr los ojos. Vete, mrchate, vetePor fin se fueron Las pesadas puertas del congelador se cerraron. Scully lanz un suspiro y e

sta que lodo estuvo en calma.


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Captulo 7

LABORATORIO FORENSE,OFICINA LOCAL DEL FBI, DALLAS

Est buscando una aguja en un pajar dijo el agente de la oficina local mientras le indicbitacin en la que estaban; un espacio vaco del tamao de una cancha de baloncesto. Mee la explosin fue tan devastadora que apenas hemos podido recuperar nada.Mulder asinti. Levant una ceja e intervino.Estoy buscando algo fuera de lo comn. Tal vez algo de las oficinas de la FEMA

arecieron los cuerpos.Por supuesto, no esperbamos encontrar esos restos. Fueron directos a Washington com

agente.Mulder mir a otro lado para ocultar su frustracin.Haba algo en esas oficinas que no fuera enviado a Washington?El agente seal hacia una mesa.Esta maana llegaron en la criba unos fragmentos de hueso dijo, mientras coga una bot

raba su contenido. Pensamos que se trataba de otra vctima, pero despus supimos que la Fhaba recuperado de una excavacin arqueolgica en las afueras de la ciudad.Los han examinado?No coment el agente encogindose de hombros. Por lo que sabemos, son solo fsilesMulder hizo un gesto a una figura que aguardaba en la puerta. Se volvi hacia el agente y le d

Me gustara que esta persona les echara un vistazo, si a usted no le importa.Scully esperaba a la entrada mirando a Mulder. El agente local la recibi con un ges

robacin.Djeme ver si localizo lo que est buscando.

Dijiste que no venas le dijo Mulder a Scully con expresin de asombro.

No era mi plan respondi ella con indiferencia. Sobre todo despus de pasar una

ra al fresco del congelador esta maana. Pero he analizado ms detenidamente las muestrngre y tejido que tom del bombero,Qu has encontrado?Scully baj la voz.Algo que no podra ensear a nadie ms No sin ms informacin. Y no sin provocar el ti

ncin que ahora mismo estoy tratando de evitar.Respir hondo y continu:El virus con que estaban infectados esos hombres contiene un cdigo protenico que nunca

to. Lo que les hizo, lo hizo extremadamente rpido Y a diferencia del virus del SIDA o de cuaa cadena agresiva, sobrevive bastante bien fuera del cuerpo.


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Cmo lo contrajeron? pregunt Mulder.Eso no lo s.En ese instante reapareci el agente local Traa una bandeja de madera que portaba v

squitos de cristal con tapones de corcho.Como ya le dije, son fsiles anuncio. Y no estaban cerca del centro de detonacin, a

creo que le vayan a servir de mucha ayuda.Me permite? dijo Scully cogiendo la bandeja.Uno a uno fue exponiendo a la luz los frasquitos. Contenan fragmentos de hueso. Escogi un

nt en la silla del microscopio. Con mucho cuidado, coloc un fragmento diminuto en la supvisor. Se inclin y ajust el enfoque.Casi inmediatamente lanz una mirada a Mulder. l comprendi su expresin y rpidame

igi al agente local.Dijo que conoca la ubicacin del yacimiento arqueolgico o dnde se hallaron estos restoEl agente asinti.Se lo mostrare en el mapa. Venga.

BLACKWOOD. TEXAS.

El sol de medioda caa sobre las tiendas en forma de cpula que se erguan como enormes hnchados de polvo en medio de los camiones un conductor que las rodeaban. La escena e

mpletamente desolada, a no ser por el zumbido mudo producido por varios generadores inmenEn el interior de la tienda central, la situacin era ms ajetreada. En el borde de un aguje

rra, un pequeo buldzer se las ingeniaba con un gran contenedor de Lucita, maniobrando

uarlo a unos metros de la abertura. Un sinfn de monitores e indicadores cubran hasta el ntmetro de la superficie del contenedor, adems de bombonas de oxgeno y algo que parecdad de refrigeracin. Recordaba al tipo de cosas ms propias de un mdulo lunar que d

nuras de Texas.Y eso es lo que era: un sistema de mantenimiento de vida, con el interior cubierto de una fina

escarcha.El motor del buldzer se apag. Aparecieron varios tcnicos, Se alinearon a lo largo de la p

maquina y levantaron el contenedor, transportndolo hacia el agujero. Mientras lo hacan, se

a faldilla del extremo de la habitacin, dando paso al doctor Bronschweig, ataviado con un troteccin, con la capucha desabrochada, de forma que le caa sobre los hombros. Hizo una seanicos y comenz a descender la escalera haca el agujero.Necesito que comprobis y modifiquis las mediciones exclam sealando al contene

cesito una temperatura constante de dos grados bajo cero durante el traslado del cuerpo y despe le administre la vacuna. Habis entendido? Dos bajo cero.

Los tcnicos asintieron. Hicieron descender el contenedor y comenzaron a comprobdicadores. Bronschweig desapareci en el agujero.

Abajo, en la cueva de hielo, todo estaba oscuro a excepcin del resplandor azulado que procea zona separada con cortinas de plstico situada al final de la cmara. El doctor Bronsc


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aves la cueva, apart el cortinaje de plstico y entr.Dej escapar un grito sofocado.El cuerpo del bombero pareca haber explotado. El lugar antes ocupado por tos rganos int

aba vaco, como si la cosa que haba estado dentro se hubiera comido. La camilla metlica enchada de sangre y restos mascados de hueso y tejido.Se ha ido! Grit mientras corra hacia la escalera. Se ha ido!Cmo que se ha ido?El rostro de un tcnico se asom por el agujeroHa dejado el cuerpo exclam el Dr. Bronschweig. Otros tcnicos rodearon al pr

entras Bronschweig comenzaba a subir la escalera. Creo que ha eclosionado.De pronto, se qued inmvil.Esperen susurr. Lo estoy viendo.Algo se movi entre las sombras. Bronschweig contuvo la respiracin. Un momento de

areci. Se mova tmidamente, casi con miedo, como algo recin nacido.Dios mo! susurr. Sus ojos se abrieron como platos Baj un peldao hasta el sudo.

toria con los hombrecillos verdes

Puede verlo? exclam nervioso un tcnico,S Es alucinante coment dirigindose a las caras apiadas en torno a la entrada de la Quieren bajar?Comenz a preparar la aguja, tratando de encajar la jeringa y el cargador. Volvi la mirada sombras donde estaba la criatura yHaba desaparecido. Bronschweig se volvi, tratando de averiguar dnde haba ido. No haba

ret la mano sobre la jeringa como si fuera una pistola y luego la vio entre las sombras ao de la cueva. La mir durante un segundo, completamente paralizado mientras la cosa leva

manos y extenda sus largas y afiladas garras. Le atac y lucharon con violencia. Con un granv la jeringa en la cosa de que le arrojara contra el suelo. Aterrorizado, Bronschweig se puso eorri haca la escalera. Le manaba sangre de una herida del cuello, pero casi todo el dao p

berlo recibido el traje de proteccin,Eh! Grit, comenzando a ascender hacia los rostros de los tcnicos. Necesito ayuda.Mir atrs, buscando seales de la criatura, y de nuevo continu la ascensin.Eh! Qu estn haciendo?Estaban cerrando la escotilla, encajndola a gran velocidad y atornillando frenticamente tod

rres, mientras Bronschweig contemplaba desconcertado. Grit, pero sus gritos no encontraronr encima de l haba un estruendo mudo y un contorno borroso se elevaba alotrolado de la cunsparente. La pala del buldzer suba y caa, y en cada palada descargaba tierra sobre la escestaban enterrando vivo.Permaneci all en silencio, despus, oy a su espalda un sonido apagado y en un instante e

bre l, tirando de l, arrancndole de la escalera hacia la oscuridad de la cueva.


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Captulo 8

SOMERSET, INGLATERRA.

La mansin Rovingsmere es una de esas casas seoriales adoradas por la aristocracia inglembre que estaba en el invernadero era miembro de ese grupo de lite y de otro muchreto. Ahora estaba junto a la ventana contemplando a sus nietos corretear sobre un impeped.Seor?Se volvi y vio a su ayudante en la puerta.Seor, tiene una llamada.Permaneci inmvil un instante y finalmente se dirigi hacia su estudio. Descolg el telfon

u junto a la ventana, de tal forma que pudiera seguir viendo a sus nietos.S dijo.Al otro lado de la lnea, se oy una voz familiar, cascada por el humo del tabaco.Tenemos un problema. Los miembros se van a reunir.El Hombre de las uas cuidadas hizo una mueca.Es una emergencia?S. Se ha organizado una reunin esta noche en Londres. Debemos decidir el rumbo a seguiEl rostro del Hombre de las uas cuidadas se tens.Quien ha convocado esta reunin?Strughold.Al or este nombre, el Hombre de las uas cuidadas asinti gravemente. Ya no habaguntas La voz del telfono continu:Acaba de tomar un avin desde Tnez.Sin contestar, el Hombre de las uas cuidadas colg el telfono. Un nio lloraba. Se apresur

ntana.El caos haba estallado en el csped. La gente corra hacia donde los nios rodeaban en silen

a figura cada: un nio, su nieto ms pequeo. El criado se arrodill junto a l y ac

iosamente la frente del pequeo mientras daba rdenes a los otros. Mientras el criado levanto en sus brazos, el Hombre de las uas Cuidadas sali corriendo del estudio, olvidando pmento todos los pensamientos sobre Strughold.No lleg a Londres hasta poco despus de las ocho. Su limusina le dej delante de un ed

nimo, al que entr.Ha llegado Strughold? pregunt el Hombre de las uas cuidadas a un botones que

ogido su coche.El botones le indic un pasillo largo y lgubre.

Estn esperando en la biblioteca, seor.


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Dentro, un grupo de hombres contemplaba un monitor de TV. Estaba mostrando un vidnco y negro, formas oscuras movindose a sacudidas sobre un fondo an ms oscuro. Al entrambres se volvieron expectantes.El Hombre de las uas cuidadas estudio al grupo que tena ante l. Rostros que nadie recon

nque una palabra de ellos pudiera hacer caer un gobierno. Hombres que permanecan embras.

En el centro del grupo estaba un hombre flaco, con el pelo muy recortado, elegante e imponvez. Su mirada se cruz con la del recin llegado, aguantndola durante un instante interminabmbre de las unas cuidadas sinti un escalofro.Empezbamos a preocuparnos dijo Strughold. Algunos hemos viajado desde muy le

ed es el ltimo en llegar.Lo siento dijo el Hombre de las uas cuidadas mirando a Strughold. Mi nieto se cay

mpi la pierna.El otro hombre continu:Mientras nos ha hecho espetar hemos visto videos de vigilancia que han despertadoocupaciones.Ms preocupaciones que qu? pregunt.Nos hemos visto obligados a replanteamos nuestro papel en la Colonizacin ex

ughold. Se han presentado algunos hechos biolgicos nuevos.El virus ha mutado interrumpi otra voz.El Hombre de Las uas cuidadas se sorprendi.Por s solo?No lo sabemos coment el Fumador. Hasta ahora slo tenemos el caso aislado de DallSu efecto en el anfitrin ha cambiado afirm Strughold. El virus ya no solo inva

ebro como un organismo controlador. Ha desarrollado un modo de transformar el cuerpo anfitEl Hombre de las unas cuidadas tens el gesto,En qu?Una nueva entidad biolgica extraterrestre.Dios mo exclam el Hombre de las uas cuidadas incrdulo.Strughold asinti.La geometra de la infeccin en masa presenta ciertos replanteamientos de concepto. Resp

estra posicin en su Colonizacin

No se trata de la Colonizacin! exclam el Hombre de las uas cuidadas Se tratarepoblacin espontanea! Todo nuestro trabajo

Su vozse quebr.Si es verdad, entonces nos han estado utilizando todo este tiempo. Hemos trabajado po

ntira!Podra ser un caso aislado precis uno de los otros.~Y cmo podemos saberlo?La voz de Strughold se elev calmada.


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Vamos a decirlo es lo que hemos averiguado. Lo que hemos aprendido. Entregndoles un cectado con el organismo gestante.Con la esperanza de qu? De saber que es verdad? exclam el Hombre de las uas cui

rando furioso a Strughold. Que no somos ms que aparatos digestivos para la creacin deva raza de vida aliengena?

Permtame recordarle quien es la nueva raza. Y quin es la vieja respondi Strughold.naramos ocultndoles algo? Fingiendo ignorancia? Si esto indica que la Colonizacimentado, entonces nuestro conocimiento puede anticiparse e impedirla.

Y si no? replic el Hombre de las uas cuidadas. Al cooperar no somos mndigos de nuestro propio fallecimiento! Nuestra ignorancia radica en cooperar colonizadores.La Cooperacin es nuestra nica oportunidad de salvacin dijo Strughold encogindo

mbros.El Fumador asinti a su lado.Seguiremos utilizndoles igual que ellos hacen con nosotros dijo Strughold. Aunqu

a para ganar tiempo. Para continuar trabajando en nuestra vacuna.Tal vez nuestra vacuna no tenga ningn efecto! exclam el Hombre de las unas cuidadaEn ese caso, sin una cura para el virus, no somos nada ms que aparatos digestivos.Todos los ojos se volvieron para ver cmo reaccionara ante esto el Hombre de las uas cuid

a muy respetado entre los miembros del Sindicato. Su voz sera escuchada an cuando su voznica que se alzara en contra.

Mi tardanza bien podra haber sido ausencia dijo con furia. Ya se haba tomado un rumHay complicaciones apunt el Fumador. Mulder vio uno de los cuerpos destruid

lias. Ha vuelto all. Alguien se ha ido de la lengua.

Quin?Creemos que Kurtzweil.Hemos permitido a este hombre ciertas libertades interrumpi Strughold. En realida

ros nos han ayudado a facilitar una negativa verosmil. Sigue sindonos til?Nadie cree ni a Kurtzweil ni a sus libros dijo el Hombre de las uas cuidadas con impac

Es un excntrico. Un chiflado.Mulder le cree aadi alguien.Entonces, Kurtzweil debe ser eliminado concluy el Fumador.

Al igual que Mulder pronunci Strughold.El Hombre de tas uas cuidadas movi la cabeza indignado.Maten a Mulder y nos arriesgaremos a convertir la misin de un hombre en toda una cruzaHemos desacreditado al agente Mulder dijo Strughold. Hemos destrozado su reput

uin va a llorar la muerte de un hombre roto?Mulder ni siquiera ha comenzado a estar roto contest el Hombre de las uas cuidadas.Entonces, debemos arrebatarle lo que considera ms preciado anunci Strughold. Se vo

r al monitor, donde el rostro de una mujer ocupaba casi toda la pantalla. La nica cos

ndo sin la que no puede vivir.


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Captulo 9

BLACKWOOD. TEXAS

No s, Mulder dijo Scully mirando de soslayo ante la deslumbradora luz del sol. Dela

a haba un parque infantil de juegos en medio de un terreno estril. l no mencion nrque.Mulder avanz desde los columpios al tobogn pasando junto al parquecito de juegos. Tod

mante y nuevo. La hierba que haba bajo sus pies, espesa y verde, tambin pareca nueva.Scully, este es el punto que seal en el mapa dijo Mulder moviendo el papel que tema

no. El lugar donde dijo que haban desenterrado esos fsiles.Scully hizo un gesto de impotencia.No veo ninguna prueba de excavacin arqueolgica ni de ningn otro tipo de yacimien

uiera una alcantarilla o un sumidero.Confuso. Mulder examin la zona. En la lejana brillaba trmulo el perfil de Dallas en el in

or y junto a una modesta urbanizacin, unos nios montaban en bici Volvi junto a Scully y jorrieron los bordes del parque.Ests segura de que los fsiles que viste mostraban las mismas seales de deterior

servaste en el cuerpo del bombero del depsito de cadveres?Scully asinti.El huevo era poroso, como si el virus o el microbio causante lo estuviese descomponiendoY nunca habas visto nada parecido?

No. No se present en ningn momento de los anlisis inmuno-hstoqumicos queMulder escuchaba mirando al suelo. De pronto, se agach y pas suavemente la mano por la

rba.Te parece que esto es hierba nueva? pregunt.Scully lade la cabeza.Parece demasiado verde para este tipo de clima.Mulder se arrodill y hundi los dedos en el espeso csped. Al cabo de un minuto levan

gmento. Por debajo poda verse el terreno reseco de Texas, rojo como el ladrillo y duro co

nisca.La tierra est seca a unos tres centmetros de profundidad coment Mulder. Alguien

poner todo esto. Y yo dira que hace muy poco tiempo.Scully observ los columpios y subibajas de brillante colorido,Todo el conjunto es muynuevo.Y sin embargo, no hay ningn sistema de riego. Alguien est ocultando su rastro.Por detrs de dios se aproximaba el zumbido de unas bicicletas. Scully y Mulder se volv

ba cuatro nios cerca de su coche alquilado. Cuando Mulder les silb, se pararon y lo m

sortos.


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Eh dijo Mulder dirigindose hacia ellos.Vivs por aqu? pregunt Scully.Los nios intercambiaron unas miradas. Por fin uno de ellos, Jason, se encogi de homb

ntest:S.Mulder se par y los mir. Eran los tpicos chavales de clase media americana con sus t

ntalones amplios y camisetas, montados en dos flamantes bicicletas BMX.Habis visto a alguien cavando por aqu?Losnios permanecieron en silencio hasta que Chuck contest con sequedad:No podemos hablar de ello.No podis hablar de ello? repiti Scully con suavidad para que siguiera hablando.

lo ha dicho?Jeremy contest inesperadamente.Nadie,Nadie, eh? El mismo Nadie que ha puesto este parque, y todos los columpios?Mulder seal a los columpios y despus mir con severidad los rostros de culpabilidad d

cos.Y tambin os han comprado las bicis, no?Los nios se sintieron incmodos.Creo que ser mejor que nos lo digis dijo Scully.Ni siquiera sabemos quines son ustedes dijo Jason sorbiendo por las narices.Bien, somos agentes del FBI.Jason mir a Scully con desdeo.No son agentes del FBI.

Mulder contuvo una sonrisa.Cmo lo sabes?Parecen vendedores de los que van de puerta en puerta.Mulder y Scully sacaron sus insignias. Los chavales se quedaron boquiabiertos.Se marcharon hace veinte minutos dijo Jeremy rpidamente. Por ah.

todos sealaron en la misma direccin.

Gracias, chavales respondi Mulder Cogi a Scully por el brazo y fueron corriendo al coLos chicos se quedaron en silencio viendo cmo el coche daba la vuelta y se diriga haretera.

EN ALGN LUGAR DE TEXAS.

Mulder estaba inclinado sobre el volante con el acelerador pisado a fondo. El coche pasaba aocidad adelantando a otros vehculos. A su lado. Scully estudiaba el mapa con detenimiento.

Camiones cisterna sin identificacin dijo Mulder casi para s mismo. Qu p


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nsportar los arquelogos en camiones cisterna?No s, Mulder.Y. adnde van con ello?Eso es lo ms importante, si queremos encontrarlos.Siguieron adelante. Haba pasado una hora desde la ltima vez que vieron otro coche. M

ant el pie del acelerador y dej que el coche se parara. Frente a ellos haba un cruce. Cada carretera pareca conducir a ninguna parte: ninguna parte hacia el norte, ninguna parte hacia eEl coche permaneci parado con el motor en marcha durante unos minutos. Al final M

mpi el silencio frotndose los ojos.Qu posibilidades tengo?Scully frunci el ceo.Estamos a unos cien kilmetros de ninguna parte, en cualquiera de las dos direcciones.Por dnde habrn ido?Tenemos dos elecciones. Una de ellas errnea.Mulder mir por la ventanilla de su lado.Crees que habrn ido por la izquierda?

Scully movi la cabeza.No s por qu, pero creo que han ido por la derecha.Pasaron unos minutos en silencio. Entonces Mulder pis el acelerador. El coche entr

retera sin pavimentar. Scully le mir esperando una explicacin, pero l se neg a encontrarsmirada.Frente a ellos, el sol se estaba poniendo. Unas nubes rojas y negras pasaron veloces por el cic

rdecer y las primeras estrellas se hicieron visibles. Pasaron veinte minutos hasta que Mulder vablar.

Cinco aos juntos dijo. Y cuntas veces me he equivocado?Transcurrieron unos segundos.Ninguna y volvi a hacer una pausa. Al menos a la hora de conducir.Scully observaba la noche y permaneci en silencio.Pasaron las horas. El cielo rutilaba. Aparte de las estrellas no haba nada mis que ver. Cuan

che empez a ir ms despacio, Scully se senta como si la despertaran de un sueo. Con devi la mirada de su ventanilla a lo que haba frente a ellos.A pocos metros del coche se extenda una lnea interminable de alambre de espino. En la va

ba ni puerta ni abertura alguna que Scully pudiese ver.Scully abri la puerta y sali. Se qued mirando un cartel clavado en un poste. A su es

ulder abri la puerta y sali para acercarse a ella.Bueno pero tuve razn en lo de la bomba, no? pregunt lastimeramente.Fantstico dijo Scully. Esto es perfecto.Seal el cartel con el pulgar.

ALGUNOS LO HAN INTENTADO, ALGUNOS HAN MUERTO.

DE LA VUELTA. PROHIBIDO EL FASO


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Qu? pregunt Mulder.Dentro de once horas tengo que estar en Washington D.C. para asistir a una audiencia

ultado podra influir en una de las mayores decisiones de mi vida. Y aqu estoy yo, en Texadio de ninguna parte,persiguiendo camiones cisterna fantasmas.No estamos persiguiendo camiones dijo Mulder con brevedad, estamos persigu

uebas.Pruebas de qu exactamente?

La bomba de Dallaspermitieron que explotara, para ocultar los cuerpos infectados cus. Un virus que t misma descubriste, Scully.En los camiones cisterna se transporta gasolina, y tambin se transporta petrleo. Pero

nsporta virus en los camiones cisterna.Mulder dirigi con tozudez su mirada a la noche.S, bueno. En este s pueden hacerlo,Qu quieres decir? Por primera vez Scully lo miraba directamente, con el rostro nubladra y la creciente desconfianza. Qu me ests ocultando?

Este virus se volvi, temeroso de seguir.MulderPuede ser extraterrestre.Pas un momento en el que Scully lo mir incrdula. Y a continuacin dijo:No me lo creo. No me lo creo! Exclam. Sabes que siempre heestadode tu lado.

do demasiadas veces, Mulder.l le dio una patada a una piedra y se volvi para mirarla, con una expresin de inocencia.Has estado, dnde?

Recorriendo algn camino de tierra en medio de la noche! Persiguiendo alguna verdad esn una dbil esperanza, y todo para encontrarme a mi misma donde estoy en este preciso instano callejn sin salida.Su voz qued bruscamente interrumpida por el estruendo de un pitido. Una luz cegado

min el rostro. Aturdidos, dieron rpidamente la vuelta mirando de trente a la valla con alambpino.

En el repentino estallido de luz, una seal de paso a nivel pareca colgada en el vaco. No rreras levadizas ni giratorias: slo aquel cartel, una misteriosa advertencia en medio del des

ulder y Scully lo miraron boquiabiertos, y despus se volvieron para mirar la luz que se acer el horizonte. Se iba haciendo cada vez ms grande, hasta convertirse en el foco de un tren qroximaba a ellos a toda velocidad.

En ese momento vieron lo que haban estado persiguiendo por el yermo: dos camiones cincos sin identificacin, cargados sobre los vagones planos. En unos segundos desapareci, gado por la noche.Mulder y Scully corrieron al interior del coche. Mulder gir bruscamente y el motor emp

gir en el momento en que salieron disparados tras el tren.

Lo siguieron durante un largo rato. En la lejana, las montaas se vislumbraban amenazadoracolor negro contra el cielo que empezaba a clarear. A excepcin de los rales paralelos, no


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gn otro indicio de que d hombre hubiese puesto jams el pie en aquel lugar.Poco despus, y muy lentamente, la vainici un largo ascenso pendiente arriba, Al final, el pudo seguir avanzando; los rales desaparecieron en la montana, sin la menor seal de lo que

ber al otro lado del tnel. El coche se par al borde de un barranco, Scully y Mulder salotonndose las chaquetas por el interno fro. A poca distancia, un extrao resplandor iluminalo.Qu crees que ser eso? pregunt Scully en voz baja.Mulder neg con la cabeza.No tengo ni idea.Se dirigieron hacia aquel lugar, descendiendo con dificultad ladera abajo. Al llegar ms

ron lo que iluminaba la noche: dos gigantescas cpulas blancas y resplandecientes. El trertaba los camiones cisterna sin identificacin avanz lentamente hacia ellas hasta pararse.Mulder seal. Scully asinti, y sin decir palabra siguieron descendiendo. Por fin llegaron al Frente a ellos se extenda la alta meseta desrtica. En ese momento avanzaron con ms rap

vs de la tierra balda. A poca distancia, algo brillaba trmulamente en el fro viento y se ombido. Pero no fue hasta casi llegar all que las cpulas revelaron lo que haba delante de ellos

Mira! exclam Scully con incredulidad.A media luz pudieron ver la gran cantidad de hectreas ocupadas por un maizal. El viento plantas entre murmullos, y Mulder y Scully siguieron avanzando hasta el borde de la plantaciEntraron en el maizal. Scully movi la cabeza.Mulder, esto es muy extrao.Realmente extrao.Tienes alguna de idea de por qu iba alguien a sembrar maz en medio del desierto?Mulder seal a las cpulas.

No, a menos que esas sean palomiteras gigantes.Por fin llegaron al extremo del campo. Frente a ellos, con un tamao mayor del que h

aginado, se alzaban las dos cpulas relucientes. No haba indicios de que nadie las estuardando. Por un momento, los dos agentes se quedaron mirando a las extraas construccionspus avanzaron deprisa, pero con precaucin, hacia la que estaba ms cerca.

La entrada estaba por una pesada puerta de acero. Mulder tir de ella y se abri emitiennido de succin, lo cual indicaba que el interior estaba presurizado. Le dirigi a Scully una mriosa, y entr, seguido de cerca por su compaera.

En ese mismo instante se sobresaltaron. Por encima de sus cabezas, unos grandes ventilaviaban rfagas de aire desde arriba.

Hace fresco, eh? dijo Scully tiritando. Cerr los ojos; en el interior de la cpula habensa y molesta luz. La temperatura est controladaCon qufin?Mulder miro arriba. De all colgaba un vertiginoso entramado de cables. Cuando baj la m un suelo gris y liso, sin absolutamente ningn rasgo distintivo. A su alrededor todo estama, pero segn avanzaban cuidadosamente, los dos agentes se percataron de un sonid

mbido, un sonido casi elctrico.Se dirigieron hacia el centro avanzando cuidadosamente por el suelo gris. Y por fin llegar


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smsimo centro de la cpula.Ante ellos, dispuestas como en un tablero, haba y filas de lo que parecan cajas. Cada una

os tres metros cuadrados. Mulder se puso con cuidado sobre una de ellas. Pnquilizadoramente slida y despus de un momento Scully le sigui y se coloc sobre el tablerCreo que estamos sobre algo, una especie de estructura enorme dijo Scully. Mir ab

nci el ceo. Las cajas tenan tapas que podan abrirse, pero en estemomento estaban cerradameza. Esto debe ser una especie de vlvula.

Mulder se agach hasta apoyar la cabeza en otra caja y se quedo escuchando.Oyes eso?Oigo un zumbido. Como si fuera electricidad. Quiz sea alto voltaje y volvi a diri

rada hacia la cpula.Puede que s dijo Mulder. Puede que no.Scully seal hacia arriba.Para qu crees que son esascosas?Sobre ellos, en lo ms alto de la cpula, haba dos enormes aberturas.No lo s contest Mulder.Permanecieron uno junto al otro, mirando al techo, cuando sin aviso previo un sonido me

do reverber en toda la cpula.En el techo de la cpula, una de las aberturas se estaba desplazando. Cuando la primera e

mpletamente abierta, la segunda empez el mismo siniestro proceder hasta quedar totalerta a la noche. Mulder la mir pensando con rapidez para intentar encontrar alguna explicacque haba sobre ellos.Vlvulas de refrigeracin? En el interior de la cpula ya haca mucho fro. Con el ceno frun

r hacia abajo y a su alrededor buscando algo que pudiera proporcionarle alguna pista. Su mir

r al llegar a las misteriosas cajas que haba bajo sus pies.En ese momento le paso algo por la cabeza. Algo extremadamente desagradable. Algo aterradScully?Su compaera segua mirando hacia arriba.S?La agarr por la mano y tir de da.Corre!Ella dud y se volvi para mirar las cajas grises del suelo; en ese momento pudo ver l

ntenan.Se abri una de las rendijas de cada caja, como si fuera un domin, hasta que su contenido

aire libre. Con un sonido parecido al de una sierra cortando madera, salieron miles de antos de miles, que se dirigan hacia el techo abierto. Scully se tap la cara con las manos y se elta tambalendose por detrs de Mulder. l se puso la chaqueta rodendole la cabeza y ella hsmo. Los insectos volaban en enjambre alrededor de Scully.No te pares! grit Mulder con la voz amortiguada por la manga. Tras l. Scully ava

ndo tumbos. La entrada quedaba a slo unos metros, pero se estaba quedando rezagada y per

entacin al tiempo que el enjambre caa sobre ella.


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Mulder ya estaba casi en la entrada cuando se dio la vuelta y vio a Scully dando manotazos areca aturdida y aterrada.

Scully!Mulder respir hondo y se acerc corriendo a ella. La agarr por el abrigo, un preocuparse

ejas que lo cubran, y tir de ella.Abri la puerta de un puntapi y salieron fuera. Le pregunt si le haban picado.Creo que no contest Scully.Antes de que pudieran recuperarse, algo ms apareci en la oscuridad. Esta vez no eran a

o dos luces cegadoras. El zumbido de unos motores llen el aire cuando dos helicpterroximaron desde detrs de la otra cpula. Avanzaban a ras del suelo, con los reflecslumbrando, en direccin a Scully y Mulder.

Los dos agentes se ocultaron justo en el momento en que los helicpteros pasaron sobre el lue haban estado unos segundos antes. Se dirigieron hacia los campos de maz. Los aparatos voaja altura sobre sus cabezas, iluminando con los reflectores las hileras de plantas de maz coran dos lseres. Mulder y Scully pasaban de un surco a otro, apenas capaces de evitar los hac. Los helicpteros se cruzaban en el aire y se ladeaban bruscamente en su bsqueda por el ms remolinos producidos por las aspas agitaban las plantas como un tomado, dejando al descualquier cosa que pudiera ocultarse all.

En el maizal, Mulder se levant por detrs de una planta rota para buscar a Scully. sapareado. Volvi a correr dando tumbos por los surcos, protegindose los ojos y sin dejar de br las interminables filas de maz,Mulder!Estaba por delante de l. Mulder avanzaba jadeante por el sembrado cuando vio uno d

aratos suspendidos en el aire.

Scully! Grit. Scully!La llamaba sin cesar mientras corra. El helicptero permaneci en el aire un momento co

uviese pensando qu direccin tomar. Dio la vuelta y se lanz hacia Mulder.Hizo un ltimo esfuerzo y corri hacia campo abierto; el corazn le lata con fuerza. Detrs

helicptero segua retumbando y sacudiendo violentamente las plantas de maz. Mulder llmpicones al final de la plantacin y sali a la oscuridad. Vio a Scully a pocos metros de distanScully? la llam.Mulder respondi corriendo hacia l. Vamos.

Empezaron a correr uno junto al otro, en direccin a la elevacin que ocultaba su coche. Cugaron a la ladera, iniciaron un frentico ascenso. Slo cuando llegaron a la cima redujerrcha y se miraron en la oscuridad.Haba un silencio sepulcral. Los helicpteros haban desaparecido.Dnde se habrn metido? dijo Scully tosiendo mientras se frotaba los ojos.No s. Mulder se irgui para observar las cpulas de extrao brillo y las hectreas de m

spus se volvi y sigui corriendo hacia el risco donde haba dejado aparcado el coche. Scuui. Entraron apresuradamente. Mulder gir la llave de arranque y pis el acelerador.

Vaya gru.


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Mulder! grit Scully.Por detrs del risco surgi uno de los helicpteros negros. Permaneci inmvil sobre ello

onto, el motor del coche su puso en marcha. Mulder meti la marcha, y sali de all con chirrdas al dar la vuelta al coche y avanzar cuesta abajo por la ladera sin encender las luces. Sraba atrs jadeante, esperando encontrarse en cualquier mom

Expediente X Hand Elisabeth - Enfrentate Al Futuro

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