Contestación del. académico Don Juan de vera

Excmos. e Ilmos. Sres . :Sres. académicos :Sras. y Sres . :

Siempre es un honor el ostentar la representación de nues-tra Academia de San Quírce; pero hoy es para mí, además d eesto, motivo de gran satisfacción . Honor y satisfacción que seacreditan por hacerlo ante vosotros y por la amistad que m eune al nuevo académico ; por eso, al proponerme el encargo decontestar a su discurso, por ausencia de don Angel Revílla yenfermedad de don Luis Martín Marcos, que hubieran de reali-zarlo, lo acepté sin reparo alguno y con la buena disposició ncon que se acoge siempre, la más leve indicación hecha por lo scompañeros de esta querida Casa .

El llevar a buen puesto el encargo, con brevedad y de l ameíor manera posible es mí mayor deseo y, naturalmente, el d etodos vosotros, por lo que he de hacer cuantos esfuerzos sea nnecesarios para no defraudaros, en lo primero cuando menos ,ya que en lo segundo encontraré mayor dificultad.

Me permitiréis que antes de cualquier otra exposición, cum -pla con un deber de cortesía, dando en nombre de la Academi ade Historia y Arte de San Quírce, la bienvenida a nuestro nuevocompañero, al que recibimos con los brazos abiertos, invitándo -le a ocupar un asiento en el escaño académico desde el que hade colaborar en nuestras tareas con el acierto que todos espe-ramos de su capacidad y entusiasmo, fundándonos en el cono -cimiento nuestro de la labor por él ya realizada en los años d evivencia segoviana .

El asiento que vais a ocupar, señor Montero, en este esca-ño absidíal de San Quírce, no es la vetusta poltrona de unaReal Academia, aquéllas que motivaron la satira de nuestro shumoristas al dar a sus ocupantes el calificativo de «inmorta-les», y en la que, abrumados de laureles y consumidos porachaques, dormitaban en un descanso, sin duda merecido . No:

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el asiento que os ofrecemos, además de ser duro, es un puest ode trabajo y de lucha, muchas veces contra la incomprensión d egentes que se obstinan en no reconocer la nobleza del espíritu ,es un lugar . en el puesto de mando en la vanguardia de la cul-tura segovíana desde el que, poniendo a contribución vuestrosaber y vuestra experiencia, en plena juventud logradas, habéi sde uniros a nosotros en esta callada pero creadora labor histó-rico-artística en que estamos empeñados desde siempre los se-govianos de buena voluntad y aquéllos otros, que sin serio, s esientan amantes de nuestra tierra, para cumplir con ello «laobra de inveStígación en que nuestro siglo está empeñado» ,gracias a la cual, pese a las corrientes actuales, se han lograd odetener buen número de «crímenes» contra el arte, identifica ranónimas obras,. sacar del olvido otras postergadas en éI, alen-tar, con sus publicaciones en nuestras revistas, ESTUDIO SSEGOVIANOS y MANANTIAL, los deseos de jóvenes estudio-sos y, en no pocos casos, ganar batallas al materialismo reinan -te, manteniendo con ello viva la llama del espíritu .

Esta Academia, en la que ahora entráis a formar parte, est áconstituida como todas sus semejantes, por un reducido númerode miembros : universitarios, investigadores o artistas, consa-grados al estudio de las cuestiones íntimamente ligadas co nSegovia, continuadores, sí queréis, a través de los tiempos, d eun Ruiz de Castro, un Diego de Colmenares, un Gómez deSomorrostro, un Baeza, un Lecea, un Vergara y aquéllos otrosque nos precedieron con su entusiasmo en los estudios sobreSegovia, siendo ellos origen de escritos de alto valor histórico ,archivos que hoy contienen fondos inapreciables, cuando no desociedades de gran renombre local y aún más allá de nuestra sfronteras provinciales .

Los miembros de esta Academia con su unánime voto, ha nquerido que la labor realizada por nuestro nuevo compañer osea enaltecida y apoyada por el prestigio de esta ya antigua íns-titucíón y sirva de cauce a los numerosos y meritorios esfuerzo spor él realizados en el campo de las letras ; de estímulo para lo saún no realizados, y de guía, un tanto egoísta, para conducirlo sa nuestra soñada meta, que no es otra que la continuación ,como ya apuntamos, de los estudios iniciados por aquellos eru -

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datos segovíanos y beneméritas Sociedades que llevaron, y ho yllevan, los nombres de « Económica de Amigos del País», «Llní-versídad Popular Segovíana», «Instituto Diego de Colmenares» ,etc., cuya orientación encamina al mejor conocimiento de nues -tro querido Solar.

Expresado ya nuestros deseos, he de proceder, por obliga-do protocolo más que por imperativos de necesidad, pues d epresentación entre vosotros no necesita el nuevo académico, abosquejar rápidamente su semblanza científico-profesional, tod avez que sus talentos habéis podido apreciarles cumplidamente através del contenido del magistral discurso que hemos tenido l asatisfacción de escuchar .

Como sabéis, SEGOVIA EN LA POESIA ESPAÑOL ACONTEMPORANEA, es el tema del estudio realizado por e lprofesor Montero . Con su lectura han desfilado ante nosotros ,en visión panorámica, títulos de obras, estilos literarios y nom -bres de autores que teniendo por hito inicial la generación de lNoventa y Ocho, con los de Azorín, Gómez de la Serna, Baroja ,Eugenio Noel, Antonio Machado, pasando por Julián Marí aOtero, Juan de Contreras, Mariano Quíntanilla, Luís Martí nMarcos, Gerardo Diego, José Rodao, Salvador Rueda, Marian oGrau, Martín y Gómez, Alvarez Cerón . . ., termina con la actua len la que figuran Felipe Vivanco, García Nieto, Jaime Delgado ,Rafael IVMatesanz, Julio Sánchez Hernández, Luís Martínez Drake ,Alfonso Moreno, Dionisio Ridruejo, Vicente Gaos . . ., en un tra-bajo casi exhaustivo de recopilación de cuanto se ha escrit obajo forma poética dentro del ámbito nacional relacionad ocon Segovia .

Un trabajo formado con retazos literarios—imágenes de unSegovia vivido que se lleva dentro de sí, «que suenan a oracio-nes naturales dirigidas a la verdad de Segovia»—con los que ,unidos maravillosamente por Montero Padilla, al igual que pu -diera hacerlo un Zuloaga, mago de la cerámica, ha construíd oun bello mosáico, vida, historia y arte en junto, que por la deli-cadeza con que fueron sentidos y el cariño con que fueron selec -cionados, Montero, sin ser segovíano, merecía serlo .

Nuestro nuevo compañero ha logrado un discurso lleno deinterés, tanto por los datos que aporta como por la habilida d

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con que están reunidos y la soltura con que está escrito . Es di-fícil decirnos algo de más sustancia en tan corto espacio d etiempo, acreditándose en el autor sus cualidades de buen estilis-ta conservador del orden y de la forma ; concepto este últim oconsiderado por muchos, por parecer algo externo y accidental ,como una mera exornacióli retórica, pero indispensable a tod oescritor, que de tal se precie, ya que gracias a ella se conviert ela materia bruta de las ideas, en algo real, moldeado y vivo; enalgo con espíritu y alma, que merezca la pena de ocupar un lu-gar en la mente humana nunca satisfecha con vacíos, desorde-nados y amorfos conceptos, imperantes en buen número deescritos actuales .

José Montero Padilla realiza los estudios de Filosofía y Le-tras en la Universidad de Madrid, licenciándose con Sobresa-liente y Premio Extraordinario de fin de carrera, cursando des-pués las asignaturas del doctorado . Profesor Ayudante deLiteratura, durante varios cursos, en el Instituto Nacional d eEnseñanza Medía «San Isidro» de Madrid, y en la Facultad deFilosofía y Letras en su Sección de Filología Románica, obtiene ,por concurso, una plaza de Profesor de Lengua española en l aUniversidad Laboral de Sevilla. Más tarde, por oposición, y co nvotación unánime a su favor del Tribunal, logra una plaza d eProfesor Auxiliar Numerario de Literatura en la Real Escuel aSuperior de Arte Dramático de Madrid, en la que, en la actuali-dad, se halla excedente. Por fin, en 1961, gana, por oposició ntambién, con unanimidad asimismo en la votación del Tribunal ,Cátedra de Literatura de Institutos Nacionales de EnseñanzaMedia, ocupando su primer destino en el de Calatayud, de don -de se traslada, por concurso, al de Segovia, en el que continú ay cuya dirección desempeña desde hace cuatro años .

Es profesor en los Cursos para Extranjeros de la Univer-sidad de Madrid, de la Dirección General de Relaciones Cultu-rales, de la Universidad « Menéndez Pelayo» de Santander y d enuestra Academia de San Quirce .

Entre las obras de que es autor el señor Montero Padilla ,haciendo una selección de las íntimamente relacionadas co nSegovia, destacaremos :

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Plaza (guión y apuntes para un estudio histórico) .Jerónimo de Alcalá y la novela picaresca .Ramón Gómez de la Serna y Segovia .Segovia en una novela de Baroja .Segovia de escritores (Estudio y notas de Geografía literari a

prologado por el doctor segovíano Teófilo Hernando .Presencia de Juan Valera en Segovia .José Rodao: Antología de sus versos .El poeta José Rodao entre Noventa y Ocho y Modernismo .Pregón de las Fiestas de Cuéllar (1967) .Guía Literaria de Segovia .

Pero es más, el señor Montero Padilla, en su ya larga vid ade escritor, tiene publicados otros varios escritos y está en po-sesión de diversos premios literarios otorgados a sus trabajos ,en nuestra provincia y fuera de ella . Valgan de ejemplo :

La Pardo Bazán, poetísta .Azorín y el Cine .Eugenio D'Ors .La actitud de la crítica ante la obra de Gabriel y Galán .Emília Pardo Bazán y la poesía gallega .Algunos poemas poco conocidos de la Pardo Bazán .Epistolario de Aureliano Fernández Guerra y Menéndez Pela yo .Duque de Rivas: Romances.Moratín y su magísterb .Carlos Arníches: «La pareja científica» y otros sainetes.Leandro Fernández de Moratín: «El Sí de las niñas» .

Es pensionado de la Fundación March; premio Valera e n1961 ; premio del Patrimonio Nacional con ocasión del IV Cen-tenario de la Fundación del Monasterio de El Escorial, del II° yIV° «Día de la Provincia» . Acueducto de Oro de la Asociació n-de Amigos de Segovia, Socio de Honor de la «Peña de Amigo sdel Quijote», radicada en Segovia, etc ., etc .

Y ahora, perdonad mí atrevimiento, queridos colegas, per ome permito sugerir, vista la especialización Meraría de alguno sde nuestros compañeros, la creación por esta Academia, a modo

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de los ya existentes en su seno— «Diego de Colmenares», de His-toria y Arte y «Andrés Laguna » , de Ciencias Naturales—, un ter-cer Instituto de Literatura que bien pudiera llevar el sobrenom-bre de «Alonso de Ledesma » , que sirviera, además de honrar atan ilustre poeta segoviano, de unión y orientación a todo snuestros literatos, en cuestiones a ellos inherentes y a su ve zllegará a revivir aquellas reuniones o «parnasíllos» que tant oinfluyeron en nosotros y tan agradables fueron en otros años d enuestra ya larga vida .

Deliberadamente he soslayado en mis palabras todo diti-rambo fácil en torno a la figura y obra del señor Montero qu ehubiera podido servir de epílogo a esta contestación, mas n opuedo pasar por alto la constancia de su positiva labor al frente ,como Director, del Instituto de Enseñanza Medía de nuestra ca-pital al que llegó, tras nobles oposiciones, para ocupar la cáte-dra de Lengua y Literatura Española a raíz de la jubilación d enuestro doblemente compañero don Angel Revilla Marcos .

Fueron por tanto sus méritos de escritor universitario y d esu amplía labor cultural, los que le han traído a nuestra Acade-mia para cubrir la vacante producida por la promoción a aca-démico de Mérito del, hasta hace pocos meses numerario, do nMariano Quintanilla Romero, alma de ella y su número un o-durante tantos años .

Y termino señores, reiterando nuestra bienvenida al nuev oacadémico y felicitándole al llegar hasta nosotros por la cir-cunstancia casual, pero que considero gratísima, de que viene aocupar una vacante no producida por fallecimiento, como suel eocurrir, sino vacante causada por la exaltación, como qued ódicho, del académico señor Quintanilla a la categoría de Méri-to, lo que aleja la sombra de tristeza que el recuerdo del compa-ñero perdido empañaría la alegría de recibir al nuevo miembro .

En nombre de la Academia de Historia y Arte de San Quia,-ce, y en el mío propio, bienvenido seáis a esta Casa, seño rMontero Padilla . Estáis entre amigos .