EvJn Cosmology

7
Matthew Holland, S.J. El Evangelio de San Juan 25/05/15 La Nueva Creación en el Evangelio de Juan Si por el término “cosmología” entendemos como la ciencia que estudia el origen y desarrollo del universo, entonces podríamos hablar de una cosmología en el evangelio de Juan en cuanto que en este evangelio se percibe un mundo narrativo con una visión cosmológica de una nueva creación. Esta narrativa comunica la verdad de esta nueva creación marcada por un nuevo modo de existir y proceder en comunión con el prójimo, el Espíritu, Jesús y el Padre. Esta visión cosmológica utiliza un dualismo funcional de orientación, de arriba y de abajo, junto con evocaciones a los mitos de la creación y de la historia de la salvación, para comunicar la misión de Jesús de crear esta nueva realidad como el Padre crea. La cosmovisión del EvJn mueve al lector hacía la experiencia de estar dentro de este nuevo comienzo, hacia la posibilidad de relacionarnos con Dios como nuestro Padre y con el prójimo como hermanas y hermanos, como dice el prólogo, «pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre» (Jn 1,12). Con una mirada de conjunto, el EvJn nos presenta un meta- cuento cósmico de una dinámica de descenso del Padre, y luego, una exaltación: un ascenso o un volver al Padre. Es una imagen muy familiar en el Antiguo Testamento donde encontramos los ángeles descendiendo para cumplir una misión y volviendo: 1

description

La nueva creación en el evangelio de Juan.

Transcript of EvJn Cosmology

Matthew Holland, S.J.El Evangelio de San Juan25/05/15La Nueva Creacin en el Evangelio de Juan

Si por el trmino cosmologa entendemos como la ciencia que estudia el origen y desarrollo del universo, entonces podramos hablar de una cosmologa en el evangelio de Juan en cuanto que en este evangelio se percibe un mundo narrativo con una visin cosmolgica de una nueva creacin. Esta narrativa comunica la verdad de esta nueva creacin marcada por un nuevo modo de existir y proceder en comunin con el prjimo, el Espritu, Jess y el Padre. Esta visin cosmolgica utiliza un dualismo funcional de orientacin, de arriba y de abajo, junto con evocaciones a los mitos de la creacin y de la historia de la salvacin, para comunicar la misin de Jess de crear esta nueva realidad como el Padre crea. La cosmovisin del EvJn mueve al lector haca la experiencia de estar dentro de este nuevo comienzo, hacia la posibilidad de relacionarnos con Dios como nuestro Padre y con el prjimo como hermanas y hermanos, como dice el prlogo, pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre (Jn 1,12).Con una mirada de conjunto, el EvJn nos presenta un meta-cuento csmico de una dinmica de descenso del Padre, y luego, una exaltacin: un ascenso o un volver al Padre. Es una imagen muy familiar en el Antiguo Testamento donde encontramos los ngeles descendiendo para cumplir una misin y volviendo: revelando e intercediendo con Abrahn, guiando y sanando como Rafael en Tobas, haciendo una iniciacin con Jos, salvando a Job y guiando a Moiss hacia la tierra prometida. Jess hace todo lo narrado arriba y mucho ms. La drama del EvJn empieza en el momento de la creacin, con el origen absoluto (). Con esta referencia intertextual al libro de Gnesis, En el principio (Jn 1,1; Gn 1,1-31), se arraiga la narracin en el evento cosmolgico de el comienzo de la vida. La Palabra ( ), que es Jess mismo, viene del Padre, de un lugar fuera de la creacin, del tiempo, del espacio y de la materia. Como Dios habla creacin a la existencia en Gnesis, el Padre sigue creando en el EvJn, hablando a travs de su Palabra. La Palabra hace la misma obra del Padre, que es crear y juzgar y tiene un rol en la creacin de los cosmos (Jn 1,3a.10a). Con el Padre, la Palabra es fuente de vida, de la luz, de la verdad y del Espritu. En un acto de auto-revelacin y de amor suprema, la Palabra se hizo carne y puso su Morada ( literalmente fij tabernculo o habit) entre nosotros (Jn 1,14a). Jess viene al mundo para recrearlo y sigue haciendo la voluntad de su Padre, haciendo sus obras y hablando sus palabras en el libro de los signos (Jn 1,19-12,50). La narrativa de su gloria, (Jn 13,1- 20,31), describe el cumplimiento de su misin y su salida del mundo con la llegada de la hora. Jess vuelve a su Padre hasta que l est dentro del seno del Padre ( , Jn 1,18), pero no antes de dar un testamento y una comisin en su ltimo discurso a sus discpulos. Ellos reciben la comisin de compartir su vida con todo el mundo en su aucensia fsica, para que el amor con que t me has amado est en ellos y yo en ellos (Jn 17,26b). La dinmica jonica de salir de arriba y volver evoca la imgen del ciclo del agua en el deutero-Isaas:Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven all sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que d simiente al sembrador y pan para comer, as ser mi palabra, la que salga de mi boca, que no tomar a m de vacio, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envi (Is 55, 10-11).

Jess entra en el cosmos, en el universo fsico (temporal y espacial) o en el orden creado, complejo y relacional por naturaleza. Este cosmos es el lugar donde Dios siempre est trabajando, an en el sbado (Jn 5,16-17), el lugar que es el foco principal de su atencin. A partir de su llegada, la creacin misma es el lugar de la revelacin de Dios, que lleva consiga el sello de la Palabra. Jess santifica la creacin y todo el cosmos con su participacin en ella. Si las leyes de la fsica (por lo menos la fsica newtoniana) y de la economa muestran el impulso de toda fuerza fsica haca el equilibrio, Jess, en sus signos, rompe estas leyes, mostrando la realidad de su auto-donacin, su amor, hasta el extremo (Jn 13,1). Los signos muestran la sobreabundancia ridcula, la exquisitez y la universalidad del amor de Jess. Los das de la primera semana de la narracin (Jn 1,29 2,1) tambin alude a los das de la creacin en el Gnesis. Durante la semana Jess encuentra a sus discpulos y la drama establece la revelacin de cosas nuevas. El ltimo da llega al inicio del primero de los signos, la transformacin del agua en vino en la boda de Can. Jess no deja de orbrar y los otros signos siguen: la curacin del hijo del funcionario desde afuera, la curacin de un hombre que llevaba treinta y ocho aos enfermo en la piscina de Betesda, la multiplicacin de los panes, Jess caminando sobre las aguas, la curacin de un ciego de nacimiento y la resurreccin de Lzaro. Los muestran la creacin de a una vida nueva que desborda los lmites de todo lo que nos separa: las tinieblas, la falsedad, la carne y la muerte. Su exaltacin en la cruz y su retorno al Padre cumplen su misin y nos revela un nuevo modo de relacionarnos, nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos (Jn 15,13). l nos abre la posibilidad de otorgar la vida como l mismo, como el testimonio de Pedro, siguendo a Jess hacia la cruz en una muerte violenta o como el discpulo amado, vivo y presente, entregando su vida en la comunidad como un smbolo del reinado de Dios realizado (Jn 21, 19-23). El uso de , o fij tabernculo, en el prlogo (ms el contexto de Jn 7,1-10,21) hace referencia a la fiesta juda de Sucot, la fiesta de los tabernculos, pero as alude tambin al desarrollo de la historia de la salvacin desde la alianza entre YHWH y Abrahn, de la promesa de una descendencia innumerable si Abrahn sigue siendo fiel a Dios (Gn 15, 7-21). En el xodo, con una alianza entre Soy lo que Soy y Moiss, la presencia de Dios mor en la tienda de la reunin, el acontecimiento celebraba anamnticamente en Sucot (Ex 33,7-11). Con una mirada atrs, los judos recordaban su marcha en el desierto y con una mirada hacia el porvenir mantenan la esperanza en la definitiva venida de Dios, una presencia estable y no en tiendas pasajeras. La alianza entre Dios y David (2 S 7, 12-13) y la subsiguiente templo de Jerusaln construido por Solomn hizo un paso haca la realizacin de esta promesa. Dios mor en el Santo de los Santos del templo (1 Re 8,10-11). El templo era un microcosmo del universo. El Santo de los Santos exista fuera de la creacin y simboliz un movimiento de Dios desde este centro santo hacia fuera. Es una visin de un Dios dinmico y no estancado y el descenso desde arriba en el EvJn evoca esta dinmica verterotestamentario pero superndola. As tenemos el cumplimiento pleno de la promesa cuando la Palabra se hizo carne. Dios toma la iniciativa para acercarnos y para revelar su plan para la creacin, que seamos uno con l mismo, hermanos y hermanas uno con otro. Como sujetalibros con el prlogo, la narrativa de la aparicin de Jess a sus discpulos despus de su muerte nos lleva de nuevo al libro del Gnesis. El huerto en Jn 19,41 () es una alusin al recin creado jardn de den. En Jn 20, cuando Mara Magdalena viene al huerto, el primer da de la semana . . . de madrugada, todava estaba oscuro. El texto paralelo del Gnesis dice as, en el principio cre Dios el cielo y la tierra. La tierra era caos y confusin y oscuridad por encima del abismo . . . (Gn 1,1-2). Tenemos aqu la evocacin del espritu que se cierne sobre el caos de las aguas preparando para entrar, arreglar y ordenar todas las cosas de desde ausencia de forma. Es muy probable, dado este contexto, que vamos a ver una nueva creacin. Un posible paralelismo entre Jun 19,26-27 y Jn 16,20-22 tambin nos coloca en este contexto. Cuando Jess dice, Mujer, ah tienes a tu hijo . . . Ah tienes a tu madre, es un posible imperativo de contemplar a l mismo en la cruz, como una madre, en el momento de tristeza dando a luz a una nueva creacin, convirtindose en la madre de una nueva hermandad. Al final de este mismo primer da, Jess aparece en el lugar donde los discpulos estaban reunidos encerrados por miedo a los judos, diciendo dos veces, la paz con ustedes (Jn 20,19.21). En el momento decisivo de creacin y vivificacin, Jess sopl sobre sus discpulos dicindoles, reciban el Espritu Santo (Jn 20,22), dndoles nueva vida en el Espritu. El texto paralelo de Gnesis dice, Entonces YHWH Dios form al hombre con polvo del suelo, e insufl en sus narices aliento de vida, y result el hombre un ser viviente (Gn 2,7). Este Espritu de vida y de verdad abre en los discpulos la capacidad de discernir, de retener o de perdonar. Es propiamente esta capacidad de perdonar que hace posible la creacin de una nueva familia con el poder de hacrseles hijos de Dios. A partir de este momento, los discpulos son capaces de reproducir unos con otros el amor de Jess, el amor de un Dios que sale de s mismo para darse y para compartir la vida. Esta creacin es intrnsecamente y objetivamente muy bien como la creacin en Gnesis (Gn 1,31). Podemos vivir en el verdadero conocimiento de la creacin ya que se desarrolla, no ms en rivalidad entre hermanos ni con Dios, sino unidos en el Espritu. Para concluir, me parece importante resaltar que la cosmologa del EvJn presenta una visin del proyecto de Dios en su Hijo, que es la de crear. La dinmica de la llegada de Jess al mundo y su subsecuente regreso al Padre crea un puente de correspondencia entre Dios y nosotros, sacraliza toda la creacin y hace posible nuevas relaciones de filiacin con Dios Padre. La llegada de Jess marca el cumplimiento de las promesas veterotestamentarias. Si recibimos el aliento de Jess y vivimos segn su Espritu, entonces somos en verdad parte de este proceso dinmico de la creacin, transformndonos en la carne de Cristo para el mundo. Y como Jess, podramos llamar a Dios, Padre, viviendo las relaciones mutuas e iguales de hermanas y hermanos de la misma generacin, no por la biologa sino por eleccin. Somos invitados a disfrutar la herencia del Padre que es compartir y participar en su vida divina no como siervos sino como amigos (Jn 15,15). La creacin verdadera est ocurriendo aqu y ahora si tenemos la fe en Cristo.

1