Eva y Mujer Antediluvianos

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FACULTAD DE TEOLOGÍA PONTIFICIA Y CIVIL DE LIMA LICENCIATURA CUESTIONES DE MARIOLOGÍA La Mujer Antediluviana Lenin Vásquez Soplopuco P. ANTONIO MARÍA ARTOLA Lima, Diciembre del 2013

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Trabajo para un curso con el profesor Artola, acerca de los terminos que hacen referencia a la mujer antes del cap 6 del Génesis

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  • FACULTAD DE TEOLOGA

    PONTIFICIA Y CIVIL DE LIMA

    LICENCIATURA

    CUESTIONES DE MARIOLOGA

    La Mujer Antediluviana

    Lenin Vsquez Soplopuco

    P. ANTONIO MARA ARTOLA

    Lima, Diciembre del 2013

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    ndice

    ndice 02

    Introduccin 03

    Mujer Antediluviana

    a. Pasajes Bblicos y alusiones indirectas 04

    b. Marco Gramatical 06

    c. Varn y Mujer en Gn 08

    d. Mujer en Gn 11

    Conclusiones 13

    Bibliografa 14

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    Introduccin

    Esta reflexin es slo un inicio para profundizar en torno a un tema tan trascendente

    como la corredencin de Mara. Hace unos meses no hubiera podido escribir esta frase an-

    terior, pues como para muchos de los cristianos, personalmente crea que este tema pareca

    pertenecer al devocionario popular de la gente.

    Ahora se abre para m y espero que para muchos otros un amplio y profundo debate en

    torno a la antropologa bblica, la redencin y la misma encarnacin, desde una perspectiva

    novedosa. No slo es una revisin de la exgesis de unos pasajes del Antiguo Testamento,

    es tambin la revisin de nuestro esquema mental acerca de la Redencin, siguiendo ese viejo

    adagio patrstico de lo que no ha sido asumido no ha sido redimido.

    No pretendo profundizar demasiado, pero si llamo la atencin de una lneas de estudio

    nuevas y, creo yo, un poco descuidadas.

    Quera agradecer por esto mismos al Profesor Antonio Mara Artola, por ayudarnos a ser

    atrevidos en un campo nuevo. Por dejarnos aventurar en reflexiones que l ha iniciado y si

    hay alguien que es original en cuanto a la reflexin ser l el mejor calificado para verlo.

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    Mujer Antediluviana

    a. Pasajes bblicos y alusiones indirectas

    - La primera alusin a una mujer aparece en Gn 1,271:

    Cre, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le cre, macho y hembra los cre.

    Ntese que esta cita viene como aadida a la ms famosa cita de Gn 1, 26, que empieza:

    Hagamos al ser humano a nuestra imagen, diferenciando ser humano ()( ) de

    macho ()( )2 y por lo tanto mostrando que los dos seres humanos uno macho y

    otro hembra () ( ), unidos por la conjuncin, lo que desde ya muestra una igualdad

    entre ese ente femenino y el otro masculino. Todo esto en el marco del primer relato de la

    creacin.

    - La siguiente mencin aparece seguido en cuatro versculos seguidos, Gn 2,22-25:

    22De la costilla que Yahveh Dios haba tomado del hombre form una mujer y la llev ante el hombre.

    23Entonces ste exclam: Esta vez s que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta ser llamada

    mujer, porque del varn ha sido tomada.

    24Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.

    25Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.

    Aqu hay unas interesantes alusiones, mientras que la Biblia de Jerusaln usa hembra en

    Gn 1,27, aqu usa mujer, porque en realidad se utilizan dos palabras distintas en el original

    1 Las citas son de la Biblia de Jerusaln, edicin de 1976. He utilizado esta edicin por su literalidad. En cuanto al anlisis en los idiomas originales utilizar la versin griega LXX y el cdice de Leningrado del programa Bibleworks 9 2 Este vocablo no vuelve a aparecer hasta Gn 5, al mencionar la genealoga

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    hebreo y en la versin de los LXX. Para la versin griega utilizan la palabra (versculos

    23 y 25) y su declinacin en acusativo en los versculos correspondientes (22 y 24).

    La palabra Hebrea que se utiliza es en todos los casos tambin. El sentido lo vamos

    a ver en siguiente apartado, pero ya vamos viendo un sentido distinto y particular, ya no es

    un ser humano femenino, sino una mujer, un ser concreto.

    - El siguiente pasaje en que se menciona a la mujer es en Gn 3, el relato de la cada.

    De este relato completo, Gn 3,1-24, se menciona el mismo trmino anterior ( ) en casi

    todo el captulo: 1, 2, 4, 6, 8, 12, 13, 15-17, 20, 21.

    De esta seccin hay un versculo de verdadera importancia para nosotros, Gn 3,20:

    El hombre llam a su mujer Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.

    Se menciona por primera vez el nombre de Eva, . Lo interesante es la traduccin que

    hace la Biblia de los LXX, .

    - Otro dato interesante nos lo da el versculo Gn 4,1:

    Conoci el hombre a Eva, su mujer, la cual concibi y dio a luz a Can, y dijo: He adquirido un varn

    con el favor de Yahveh.

    El cdice hebreo sigue utilizando la misma palabra para Eva, , pero la Biblia de los

    LXX, usa ya el nombre propio, , dndole un sentido ms personal.

    - La ltima alusin que nos interesa est en Gn 5,1-2:

    1Esta es la lista de los descendientes de Adn: El da en que Dios cre a Adn, le hizo a imagen de

    Dios. 2Los cre varn y hembra, los bendijo, y los llam Hombre en el da de su creacin.

    Especialmente interesante el versculo 2. Vemos los trminos usados en el primer de los

    versculos que mencionamos, Gn 2,27, incluso la traduccin de los LXX utiliza las mismas

    palabras. Lo que s es un hecho curioso es que la traduccin espaola utilizada (Biblia de

    Jerusaln de 1976) no pone macho en vez de varn.

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    El trmino , se traduce por , en la LXX y por varn en nuestra versin espaola.

    El otro trmino , se traduce por , en la LXX y por hembra en nuestra versin

    espaola.

    b. Marco Gramatical

    Quisiera hacer ahora un anlisis gramatical de los textos mencionados, en funcin a las

    palabras utilizadas. Pero quisiera hacer citar la advertencia de Von Rad, acerca de la interpre-

    tacin de los textos que estamos estudiando, sobre todo los del relato sacerdotal:

    Hay algo que deber tener bien claro quien acometa la exgesis de Gen 1: este captulo es una enseanza

    sacerdotal, contiene el meollo de un saber sacerdotal bajo la ms quintaesencia de las formas. No fue escrito

    un buen da, sino que es doctrina que se ha ido enriqueciendo cautelosamente a lo largo de un crecimiento que

    dur siglos. Nada hay aqu que suene a poco ms o menos; todo ha sido meditado y sopesado, y debemos

    recibirlo con precisin. Por ende es falso contar aquaunque sea slo en ciertos puntoscon algn rudimento

    arcaico o semi-mitolgico al que desde luego se considerase digno de respeto y de ndole teolgico-conceptual,

    pero poco vinculante. Cuanto ah se dice, pretende ser tenido por vlido y exacto, tal como ah est dicho. El

    lenguaje es extremadamente a-mtico; tampoco se dice nada que haya de ser entendido simblicamente y cuyo

    sentido profundo tengamos que empezar por descifrar. Hablando con propiedad, el exegeta tendra que ir

    esponjando con iodo pormenor, frase a frase, palabra por palabra, esta doctrina tan apeuscada y ms bien

    esotrica. No son fciles de hiperinterpretar teolgicamente estas frases... Y en cualquier caso nos parece

    muy grande el peligro que corre el exegeta de verse desbordado por un contenido doctrinal tan concentrado.3

    - La primera cita es la de Gn 1,27, que se encuentra en el marco del relato sacerdotal de la

    creacin.

    El marco gramatical es el relato sacerdotal de la creacin es una percopa que va desde

    Gn 1,1 hasta Gn 2,4a. Y toda esta percopa es una pieza maestra del arte narrativo. Su estructura

    3 VON RAD, Gerhard. El Libro del Gnesis. Segunda Edicin. Ediciones Sgueme. Salamanca. 1982. Pg. 56.

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    es numrica, con siete gradas (construccin en escalera), correspondientes a la primera semana de la crea-

    cin4.

    Tambin se puede decir que este relato es una pieza litrgica por la frmula repetitiva vio

    Dios que era bueno5, y de hecho se utiliza en la liturgia Pascual en la actualidad.

    En todo caso es bastante notorio el papel principal y culminante de estos dos versculos

    (26 y 27) en todo el relato mencionado. Viene como a ser la cima a la cual se llega no slo

    literariamente, sino tambin teolgicamente.

    - En la cita de Gn 2,22-25. Este grupo de versculos en realidad no es una unidad sino que

    es la parte final del segundo relato de la creacin y el versculo inicial de la percopa en donde

    se narra la cada. Por eso se puede hasta dividir en dos: Gn 2,22-24 y Gn 2,25, a pesar de

    tener una misma tradicin de origen y ser una unidad literaria, diferencia dos temas: creacin

    y cada. Pero nosotros lo hemos agrupado debido a que el sentido de la palabra es el mismo

    en los 4 versculos mencionados.

    Este segundo relato de la creacin, procedente de la corriente yahvista, tiene como finalidad

    explicar el origen del y de la muerte La creacin est, por tanto en funcin de explicar como el hombre,

    siendo bueno por la mano de Dios, es el que ha dado origen al mal por medio del pecado.6 Respecto del

    primero est ms cargado de imgenes y es ms rico en smbolos.7

    El marco ya est descrito, aunque nos adelantemos un poco al siguiente punto, diremos

    que este pasaje tiene una importancia especial debido a que es ocasin para describir la comn

    naturaleza del hombre y la mujer.8

    - La siguiente mencin importante se da justamente en el relato de la cada, a lo largo de

    varios versculos entre Gn 3, 1-24. Este marco le da un sentido bastante parecido al anterior

    y podramos unir el ltimo versculo del captulo anterior a este relato, pues esta percopa va

    desde Gn 2,25 hasta Gn 3,24.

    4 GARCA LPEZ, Flix. El Pentateuco. Introduccin a la lectura de los cinco primeros libros de la Biblia. Coleccin Introduccin al Estudio de la Biblia. Verbo Divino. Pamplona. 2003. Pg. 78 5 Cf. MALY, Eugene H. Gnesis. En: Comentario Bblico San Jernimo. Dirigido por Raymond E. Brown, SS, Joseph Fitzmyer, SJ y Roland E. Murphy, O. Carm. Tomo I. Ediciones Cristiandad. Madrid. 1971. Pg. 67. 6 SAYS, Jos Antonio. La Creacin. El misterio del Hombre. Coleccin: Monografas Teologa. EDICEP. Valencia. 2013. Pg. 29. 7 LORDA, Jos Luis. Antropologa Bblica. De Adn a Cristo. Ediciones Palabra. Madrid. 2005. Pg. 41. 8 Op. Cit. Pg. 44.

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    Si bien es la continuacin del anterior relato, el dramatismo que encierra es bastante sig-

    nificativo adems de aadir algo ms de informacin de la que tenamos antes respecto del

    vocablo al darle nombre a la mujer en el versculo 20.

    - La siguiente referencia est situada en Gn 4,1. No es muy difcil enmarcar este pasaje pues

    es el comienzo de una percopa en donde aparecen distintos personajes de los otros y hasta

    distinto tiempo, por eso la unidad en la que est inserto es Gn 4,1-16, que viene a ser el

    famoso relato de Can y Abel. El relato, de tradicin yahvista, comienza (w. 1-2) como genealoga de

    los descendientes de la primera pareja.9

    - En Gn 5,1-2, encontramos la ltima referencia. Es el comienzo de una genealoga que va

    hasta el versculo 32 y que ocupa todo el captulo 5.

    La Genealoga es un recurso literario-teolgico y dira antropolgico que busca conectar

    pueblo y razas. Adems puede servir de puente entre un tema y otro. Es muy comn verlo

    en el Antiguo Testamento. Esta es una genealoga de tradicin sacerdotal. El captulo constituye el

    puente entre la creacin y diluvio.10 Es bastante evidente que quiere conectar con el diluvio, pues

    esta acaba en No y su familia.

    c. Varn y Mujer en Gn

    Ahora quiero ver los sentidos en que se utilizan estos trminos que tienen que ver con la

    mujer en estos pasajes. Esto nos dar una buena perspectiva para profundizar en una antro-

    pologa bblica ms completa. En este punto se centra el aporte del estudio previo.

    Antes de plantear las deducciones que sacamos de estos pasajes bblicos, quera recordar

    la crtica que el Papa emrito, Benedicto XVI, hace de la crtica histrica en la Introduccin

    de su primer libro de Jess de Nazareth, cuando muchas veces las investigaciones actuales se

    centran mucho en lo histrico o no de un pasaje de la Biblia, al punto que en vez de mos-

    trarnos lo que dice las escrituras Sagradas nos muestran lo que dice el exgeta. Veo como

    9 LOZA, Jos. Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusaln. Gnesis 1-11. Segunda Edicin. Descle De Brouwer. Sevilla. 2010. Pg. 78. 10 Op.Cit. Pg. 83.

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    algo fundamental esta llamada de atencin, pues estamos olvidando algo bsico y fundamen-

    tal: La Biblia es la Palabra de Dios y nos ha llegado a nosotros de manera providencial y de

    la manera en la que tenemos ahora. Querer reconstruir el contenido o buscar que pasaje es o

    no exacto segn el juicio del estudioso, es perder de vista que la verdad que Dios quiso

    transmitir es una verdad salvfica (DV 11) y no una histrica o cronolgica o cientfica.

    Tenemos pues en la Sagrada Escritura un instrumento de precisin divina en cuestiones

    esenciales para el hombre: su salvacin! Hay que utilizarlo entonces con la conciencia que

    estamos tratando de buscar la claridad, luces en este camino. As nos animamos, con esta

    conciencia, a profundizar en pasajes que normalmente no han sido tomados en cuenta para

    profundizar en la naturaleza humana. Buscaremos claves antropolgicas que nos ayuden a

    comprender la crisis actual en materia antropolgica.

    De los pasajes mencionados los ms antiguos son los relatos de la tradicin yahvista, desde

    estos ya encontramos algunas observaciones interesantes que podemos deducir:

    - IGUALES EN DIGNIDAD. El hombre y la mujer son esencialmente iguales porque

    participan de una misma naturaleza (de la costilla), al punto que las palabras que utilizan la

    misma pero de distinto gnero. La imagen significa que participa de la misma condicin humana, de

    la misma carne, huesos y vitalidad.11 La referencia anterior en orden, pero posterior en tiempo

    de la tradicin sacerdotal, tambin muestra la referencia a la igualdad como lo mencionamos

    anteriormente. Aqu podemos tener un avance interesante en la comprensin de la igualdad

    de los dos: puede indicar tanto que varn y mujer son igualmente imagen de Dios, como que lo son en su

    unin, es decir, en su capacidad de procrear.12 En esta segunda posibilidad normalmente no se

    profundiza. Me refiero a que en su unin son imagen, pero hay una rica posibilidad de refle-

    xin en el hecho de que no slo por la capacidad de procrear (condicin de futuro) son

    imagen, sino por el hecho de su origen en el momento de su creacin. Me explico, la cita de

    Gn 1,27 plantea algo interesante: Dios crea al ser humano a su imagen y semejanza, pero

    la aclaracin subsiguiente deja abierto ms posibilidades de estudio al decir que varn y hem-

    bra los cre, es decir, dos seres igualmente seres humanos completos? o dos seres que

    conforman al ser humano completo? Es decir, el varn no es un ser humano completo hasta

    11 LORDA, Jos Luis. Op.Cit. Pg. 44. 12 LORDA, Jos Luis. Op.Cit. Pg. 38.

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    que se une a su mujer, como se vera luego (en orden de texto pero anterior en tradicin)

    cuando hablen del matrimonio. Es un tema fascinante que adems da un lugar muy especial

    a la mujer en la reflexin antropolgica-teolgica.

    - COMPLEMENTARIEDAD. Es bastante evidente el hecho de la complementariedad en

    el relato yahvista de la creacin del hombre, los dos juntos son el ser humano creado por

    Dios. Al punto que el varn se unir a una mujer para formar una sola carne. Me parece

    interesante el texto de Gn 5,2 en donde les llama a los dos Adn: Los cre varn y hembra, los

    bendijo, y los llam Hombre en el da de su creacin. A pesar que ya hablamos de la igualdad, este

    texto adems de reflejar esta caracterstica, tambin refleja la complementariedad, fruto del

    origen comn.

    Creo yo que el hecho ms notorio en la mentalidad hebrea para mostrar que existe com-

    plementariedad entre el varn y la mujer se da en el hecho de que segn la tradicin hebrea, la

    diferencia de las palabras ish (hombre) e ishah (mujer), corresponde precisamente a las letras que componen

    el nombre de Dios.13

    La imagen de una creacin asexuada (muy adecuada en una perspectiva de gnero), es ms

    bien de tradicin griega (que es mucho posterior) y lo podemos ver en Filn recin. El fil-

    sofo judo afirma que el primer relato se refera al hombre ideal, al hombre celeste, al hombre asexuado

    creo que se ve claramente la influencia de la visin dualista griega conforme a la imagen plena de la huma-

    nidad, mientras que el segundo relato se refera al hombre animal, al hombre en la cada.14 A partir de

    este pensador en adelante se han afirmado varias cosas similares, inclusive alguno que otro

    Padre de la Iglesia, pero no hay que olvidar que el texto mismo y su contexto, siguiendo los

    criterios adecuados de interpretacin (DV 12) no lleva a interpretarlo de esa manera. Noso-

    tros slo nos estamos fijando en el texto mismo.

    Esta complementariedad llega a su mxima expresin, a mi modo de ver, con la vocacin

    nupcial de nuestros primeros padres, en la cual se puede ver incluso los rasgos de los fines

    propios del mismo (bien de los cnyuges y procreacin). Es un panorama muy grande de

    reflexin y proceder a una reflexin propia (al menos no s si se ha hecho algo parecido).

    Gn 2,24, nos muestra como el varn y la mujer se unirn para formar una sola carne, la

    clave en este pasaje est como entendamos esa unin, si es para algo nuevo o para recuperar

    13 GRANADOS, Jos. Teologa de la carne. Prlogo del Cardenal ngelo Scola. Coleccin Didaskalos. Monte Carmelo. Burgos. 2012. Pg. 79. 14 SCOLA, ngelo. Hombre-Mujer. El misterio nupcial. Ediciones Encuentro. Madrid. 2001. Pg. 81.

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    de alguna manera la humanidad total que implica la unin de los dos. Esta unin en la que

    se realiza una especie de humanidad total, al margen de las dificultades en las que caern,

    varn y mujer, fruto del pecado original, podemos deducir que es para el bien de los dos (cf.

    Gn 2,18), ya que Dios tiene esa intencin al darle la compaa al hombre: No es bueno que el

    hombre est solo, y que esa compaa sea igual a l.

    De este hombre total (ntese el parecido a Cristo total), unin del varn y mujer, que

    es para formar una familia nueva, o algo nuevo, pero fuera del nido original: Dejar el hombre

    a su padre y a su madre, se forma algo nuevo con una proyeccin a la fecundidad: Sed

    fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla... (Gn 1,28). Como si en esa totalidad de

    lo humano y su procreacin encontrsemos la imagen de Dios ms lograda a la que la huma-

    nidad puede llegar: la pro-creacin. Despus de todo Dios crea, al ser humano a imagen suya, a

    imagen de Dios le cre, macho y hembra los cre (Gn 1,27), ese ser humano de este texto es

    al que llamamos hombre total, unin de macho y hembra.

    Por eso deca que ya encontramos en estos pasajes, lo que ya, mucho despus, haba for-

    mulado en la Iglesia, con su posterior y ltima formulacin en el Cdigo de Derecho Can-

    nico de 1983 (canon 1055)

    d. Mujer en el Gn

    Tenemos una riqueza muy grande en los pasajes mencionados que nos da una idea bas-

    tante interesante de la comprensin de la mujer en los orgenes.

    Hay un primer sentido biolgico, si se puede decir al punto de utilizar un trmino feme-

    nino que tambin es usado en los animales. El ser humano que crea Dios es un ser hu-

    mano hembra. Ese mismo trmino tambin se aplica a los animales, como se puede apreciar

    a los animales del Arca de No (cf. Gn 6,19) en donde se utiliza la misma expresin para las

    hembras de los animales que la que se utiliz en el primer relato de la creacin. Entonces

    podemos hablar de un individuo que pertenece a la especie humana diferenciado por el sexo

    de otro individuo de la misma especie.

    Dentro del sentido anterior creo que podemos ver un sentido bastante genrico, es decir,

    un sentido que corresponde a todo individuo de la misma especie. Sobre todo cuando habla

    del matrimonio, se menciona a la mujer, como si hablase en sentido de toda mujer.

    Y todo esto antes de la cada. Lo que refleja muy bien el sentido original de ser humano y

    de mujer en la creacin.

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    Tambin un sentido bastante especial en uno de los trminos: Eva. Es bastante significa-

    tiva la traduccin del griego que la traduce por vida. Es como si hubiera una especie de

    sentido generador de vida. Aunque siempre es limitante la traduccin, me refiero al griego,

    por lo menos aclara el sentido, ya que el sentido que la misma Sagrada Escritura le da es el

    de madre de los vivientes. Est unido entonces el ser mujer al de ser madre.

    Esto ltimo se deja ver tambin en Gn 4, 1, en el comienzo del relato de Can y Abel. Es

    tan fuerte este sentido en el Antiguo Testamento que la importancia de la mujer casi se cir-

    cunscribe a su capacidad de dar hijos, incluso se ve como una desgracia bastante grande el

    ser estril.

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    Conclusiones

    En realidad tengo que hacer una especie de conclusin-confesin. He cambiado muchas

    veces la estructura del trabajo e incluso el nombre, tal vez como ningn otro trabajo que yo

    haya hecho.

    Esto se debe, en gran parte creo yo, a mis limitaciones, y por otro lado a la materia misma.

    El tema es original, no hay muchas fuentes y por lo mismo se hace difcil pensar en un es-

    quema desde el principio y mantenerlo.

    En la medida que avanzaba, iba cambiando y creo que eso demuestra la urgencia e impor-

    tancia de seguir profundizando en estos temas, porque las deducciones a las que se llegan

    pueden ser realmente novedosas y hasta podramos decir revolucionarias.

    La reflexin abarca desde de la creacin del ser humano hasta de la posterior Encarnacin

    y Redencin, por parte de Dios. Lo asumido por Dios tiene que ser total, tiene que ser el

    hombre total del que hablamos, o mejor dicho la redencin del hombre tiene que ser total.

    Aqu me atrever a decir algunas cosas: Segn esto podemos decir que para que el esquema

    de la redencin est completo tenemos que poner el elemento femenino en la misma y creo

    que ah es donde entra Mara. Su redencin, que es causa de su Inmaculada concepcin,

    completara la Redencin obrada por Jess. No porque ella sea parte activa de la misma, sino

    porque es preservada del pecado por poder del mismo Dios y en virtud de su misin. Pero

    eso mismo la hace partcipe de manera muy especial de este misterio.

    Con Mara unida a su Hijo tenemos un misterio de redencin del hombre total, de la

    humanidad redimida en su totalidad. Ellos dos son los nicos que participan de la gloria en

    cuerpo y alma humanos, es decir, que el misterio de la Asuncin adquiere tambin un nuevo

    significado. Ahora s podemos hablar de la humanidad redimida por Jess y en Mara.

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    Bibliografa

    1. ARTOLA, Antonio Mara. La Corredencin de Mara. Facultad de Teologa Redem-

    ptoris Mater. La Punta Callao. 2012.

    2. BOTTERWECK G. Johannes y RINGGREN, Helmer (Dir.) Diccionario Teolgico

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    3. GARCA LPEZ, Flix. El Pentateuco. Introduccin a la lectura de los cinco pri-

    meros libros de la Biblia. Coleccin Introduccin al Estudio de la Biblia. Verbo

    Divino. Pamplona. 2003.

    4. GMEZ-ACEBO, Isabel (ed.). Relectura del Gnesis. Segunda Edicin. Descle De

    Brower. Bilbao. 1999.

    5. GRANADOS, Jos. Teologa de la carne. Prlogo del Cardenal ngelo Scola. Colec-

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    7. LORDA, Jos Luis. Antropologa Bblica. De Adn a Cristo. Ediciones Palabra. Ma-

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    E. Brown, SS, Joseph Fitzmyer, SJ y Roland E. Murphy, O. Carm. Tomo I. Ediciones

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    10. NAVARRO, Mercedes y FISCHER, Irmtraud (eds.). La Torah. Coleccin La Biblia y

    las Mujeres. Verbo Divino. Pamplona. 2010.

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    11. SAYS, Jos Antonio. La Creacin. El misterio del Hombre. Coleccin: Monogra-

    fas Teologa. EDICEP. Valencia. 2013.

    12. SCOLA, ngelo. Hombre-Mujer. El misterio nupcial. Ediciones Encuentro. Madrid.

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    13. VON RAD, Gerhard. El Libro del Gnesis. Segunda Edicin. Ediciones Sgueme.

    Salamanca. 1982.