europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por...

25
La cuesti6n del fundamento y Fundamentar la moral 2. LA CUESTION DEL FUNDAMENTO 2.1. EL RECHAZO CIENTIFICISTA DE LA FUNDAMENTACI6N DE LA MORAL 2.1.1. Es indudable que el progreso cientifico- tecnico comporta en la actualidad una amenaza para la supervivencia de la especie humana, pero tam bien es necesario reeonocer que tal riesgo . no pertenece intrinsecamente al saber cientifico-tecnico. Si la ciencia constituye un instrumento para el dominio de la naturaleza desde el renacimiento, no cs ella misma quien constituye un peligro, sino el uso que de ella se haga. De ahi que quien amenace real mente la supervi- vencia de nuestra especie sea aquel tipo de reOexi6n filos6fica que posibilita utilizar los avances cientifi- cos para la destrucci6n c6smica, porque identifica racionalidad y cientifieidad [(!cnica, declarando irracional toda propuesta de moralidad. A este tipo de reflexi6n filos6fica es al que denominamos «cien tificismo». EI cientificismo contempon'tneo hunde sus raices en el positivismo de Comtc y Mach y rccibe el mas all1plio desarrollo en el neopositivismo 16gico occi- dental. Consiste, segun Habermas, en la «actitud (Slc/lullg) de que una filosofia cientlfica debe pro- ceder como las ciencias mismas inlenliolle reCla, es decir, tener el objeto ante SI (y no puecle asegurarse de si l11isma rcflcxival11cnt c)>>'". Frcntc ala tradici6n In J. Habermas, ColtocimiclI/o e !fllerb. Madrid. 1982. pp. 29S Y 299. 89 europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por Kant, que pretende desentraiiar Jas condiciones que hacen posibJe eJ conoc!miento teorico y saber prac- tico y, por tanto, Ja Ul1IOn y fundamentaclOn de ambos, eJ cientificismo renuncia a den om mar «saber» a Ja reflexion pr<lctica y reduce a «objetivismQ» Ja obje- tividad deJ conocimiento. Si unicamente puede considerarse «saber objetivo» al que tiene ante sf el no hay ?'las objeti- vidad que la del saber clentlflco y de ahl que «Clen- tificismo» signifique --en palabras de Habermas- «Ia fe de la ciencia en sf misma, es declr la con- viccion de que no podemos entender ya la ciencia como una forma de conocimiento posible, sino iden- tificar el conocimiento con la ciencia» ". Ello comportara la escisi6n teoria-praxis, conoci- miento-decision, reservando para la teoria y el cono- cimiento (cientfficos) toda posible objetividad y racionalidad, mientras que las decisiones morales que- dan relegadas al ambito subjetivo de los sentimientos y las preferencias irracionales. Este reduccionismo cientificista recibe su espalda- razo, segUn Apel, en los conceptos de «racionalizacion» y «progreso» de Weber, que poseen tan amp!1O eco en nuestros dias ". Aun cuando Weber pretendio elaborar una sociologia fundada en la comprension, 10 bien cier- to es que restringi6 el alcance de la comprension metodica a las acciones «instrumentales» (raclOnal-pro- positivas), que pueden analizarse mediante la regIa «si ... entonces» de las prescripciones tecnicas. La forma de la racionalidad tecnol 6gica medios-fines era el unico estandar normative bajo el que cl sociologo debfa evaluar las acciones para entenderlas sin valoracion. Estc concepto de racionalidad li ene como repercu- sion en cl mundo occidental el famoso «sistema de " Ihid .. p. 13. . . Ie Cf. K. O. ApcL ({ The COlllmon presUpposi tIon of I fcrmcncu- tics and Ethics». en Oil Afe/(Jscil.!lIce, 1. I3armak (Ed.), Gotcborg. 1980. pp. 31·43. 90

Transcript of europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por...

Page 1: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

La cuesti6n del fundamento y Fundamentar la moral

2. LA CUESTION DEL FUNDAMENTO

2.1. EL RECHAZO CIENTIFICISTA DE LA FUNDAMENTACI6N DE LA MORAL

2.1.1. Es indudable que el progreso cientifico­tecnico comporta en la actualidad una amenaza para la supervivencia de la especie humana, pero tam bien es necesario reeonocer que tal riesgo . no pertenece intrinsecamente al saber cientifico-tecnico. Si la ciencia constituye un instrumento para el dominio de la naturaleza desde el renacimiento, no cs ella misma quien constituye un peligro, sino el uso que de ella se haga.

De ahi que quien amenace real mente la supervi­vencia de nuestra especie sea aquel tipo de reOexi6n filos6fica que posibilita utilizar los avances cientifi­cos para la destrucci6n c6smica, porque identifica racionalidad y cientifieidad [(!cnica, declarando irracional toda propuesta de moralidad. A este tipo de reflexi6n filos6fica es al que denominamos «cien tificismo».

EI cientificismo contempon'tneo hunde sus raices en el positivismo de Comtc y Mach y rccibe el mas all1plio desarrollo en el neopositivismo 16gico occi­dental. Consiste, segun Habermas, en la «actitud (Slc/lullg) de que una filosofia cientlfica debe pro­ceder como las ciencias mismas inlenliolle reCla, es decir, tener el objeto ante SI (y no puecle asegurarse de si l11isma rcflcxival11cntc)>>'". Frcntc ala tradici6n

In J. Habermas, ColtocimiclI/o e !fllerb. Madrid. 1982. pp. 29S Y 299.

89

europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por Kant, que pretende desentraiiar Jas condiciones que hacen posibJe eJ conoc!miento teorico y .~J saber prac­tico y, por tanto, Ja Ul1IOn y fundamentaclOn de ambos, eJ cientificismo renuncia a den om mar «saber» a Ja reflexion pr<lctica y reduce a «objetivismQ» Ja obje­tividad deJ conocimiento.

Si unicamente puede considerarse «saber objetivo» al que tiene ante sf el obj~to, no hay ?'las objeti­vidad que la del saber clentlflco y de ahl que «Clen­tificismo» signifique --en palabras de Habermas­«Ia fe de la ciencia en sf misma, es declr la con­viccion de que no podemos entender ya la ciencia como una forma de conocimiento posible, sino iden­tificar el conocimiento con la ciencia» ".

Ello comportara la escisi6n teoria-praxis , conoci­miento-decision, reservando para la teoria y el cono­cimiento (cientfficos) toda posible objetividad y racionalidad, mientras que las decisiones morales que­dan relegadas al ambito subjetivo de los sentimientos y las preferencias irracionales.

Este reduccionismo cientificista recibe su espalda­razo, segUn Apel, en los conceptos de «racionalizacion» y «progreso» de Weber, que poseen tan amp!1O eco en nuestros dias ". Aun cuando Weber pretendio elaborar una sociologia fundada en la comprension, 10 bien cier­to es que restringi6 el alcance de la comprension metodica a las acciones «instrumentales» (raclOnal-pro­positivas), que pueden analizarse mediante la regIa «si ... entonces» de las prescripciones tecnicas. La forma de la racionalidad tecnol6gica medios-fines era el unico estandar normative bajo el que cl sociologo debfa evaluar las acciones para entenderlas sin valoracion.

Estc concepto de racionalidad li ene como repercu­sion en cl mundo occidental el famoso «s istema de

" Ihid .. p. 13. . . Ie Cf. K. O. ApcL ({The COlllmon presUpposi tIon of I fcrmcncu­

tics and Ethics». en P(,I'.\pet'tin~s Oil Afe/(Jscil.!lIce, 1. I3armak (Ed.), Gotcborg. 1980. pp. 31·43.

90

Page 2: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

complementariedad», segun Ja denominacion de Apel, entre la esfera publica y la privada.

Efectivamente, Weber reconstruye Ja historia como un prol5reso continuo de racionalizacion y «desenca­denamlento» (EnfzaubeJ'Ul1g). Por «racionalizaciom> entiende eJ «progreso de la puesta en vigor de la racio­nalidad medlOs-fines en todos los sectores del siste­ma socio-cultural, especial mente en la esfera de la economia y la administracion burocnltica, bajo la influencia del progreso constante en ciencia y tecno­logia»; mientras que eJ termino «desencantamiento» nos refiere a la «disolucion de un orden de valores o de una cosmovision religiosa 0 filosofica COmtill­mente aceptada» 1.1. La consecuencia pn\ctica de tal concepcion del progreso seria, segl1l1 Apel, el hecho de que el pro~reso humano, en el sentido de «racio­nalizacion», tlene su c01l1ple1l1ento en abandonar la idea de una fijacion racional de valores 0 normas ulti­mos, por decisiones ulti1l1as pre-racionales de concien­cia ante un pluralismo, como dice Weber, «politeis­mo» de normas 0 valores ultimos.

Weber deviene uno de los primeros exponentes del actual «sistema de complementariedad», de fen­dido porIa ideologia liberal occidental, que distin­gue dos esferas: a) La pllblica, en que solo se reco­nocen como intersubjetivamente vididas las leyes de la racionalidad cientifico-tecnica, mientras que las nor111as legales se trazan pOl' convenciones. La filosofia imperante en este ambito pllblico es el posi­tivismo cientifico, complementado con un cierto prag­matismo instrumental. b) A la esfera privada, pOl' otra parte, pertenecen las decisiones personales pre­racionales, y viene regida [ilosoficamente por un cierto existencialismo, sea religioso 0 ateo.

1\ este «sistema de complementariedad» teoria­praxis, conocimiento-decision, esferas publicas-pri­vadas, se suman, segun H. Albert, tanto cl neoll0~i­tivismo como el existencialismo, aunque las va oren

" Ibid .. pro 40-41.

91

de distinto modo. Partiendo del aforismo wittgens­teiniano «sentimos que, incluso si todas nuestras posi­bles preguntas cientificas hubicran sido respond i­das nuestros problemas vitales ni siquiera habrian sid~ rozados» ", realizan una separacion entre el cono­cimienfo neutral, desinteresado, libre de to do arbl­trio y objetivo, por una parte y, por otra, la decision subjetiva comprometIda y no neutral, sometlda a la voluntad~ Ello implica una interpretacion «facticis­ta» del conocimiento y «decisionista» del valor ".

2.1.2. Los inconvenientes de este cientificismo, que tiene como consecucncia en Occidente el siste­ma de complementariedacl, son destacados en nues­tros dias por el Racionalismo eritico y por la [ilo­sofia de la reflexion, despues de que la Escuela de Francfort diera la voz de alanna.

EI RacionulislI1o C,.ilico muestra como la etica ha sido inmunizada frente a toda posible critica, prove­niente de las ciencias 0 de la filosofia. Las deci­siones que puedan tomarse en cl ambito practico -moral, religioso y politico- quedan a cublerto de cualquier critica de los valores, precisamente por­que son reconocidas como irracionales, y, por tanto, subjetivas. La separacion entre el ser y el deber se!', y la asignacion del «sen> como, obJeto al conocl­miento y del «debem a la decIsion, Implde 111Jeren­cias de la ciencia en la etica.

Esta idea de que la moral no puede ser criticada por el conocimiento procede, a juicio de Albert, de la «ficcion del vacio», de creer que la decision por un sistema de val ores se realiza S111 con tar con el cono­cimiento' de ahi que sea necesario practicar la critica de los va'iores, Ja cntica racional cientifica a la etica 1(, .

, Tl'(lC/lltuL 6.52 . .. Cf. TraJ...-lat llhel' J,.-ritisc/t e 1't:/"I1II1!/i. 1968: TraklCl{ l'ibe/' ratio·

na/e Pra:ris. Tubingen. 1978. ,,, [sia crilica sc realll"' cnlas das abras funcial1lcnlales de Alberl,

citadas en la nota anterior. y consistc en In bllSqllcdG de contradic-

92

Page 3: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

Sin embargo, el propio Racionalismo Critico no logra superar los Iimites del cientifismo a pesar de las protestas de Albert ", en l~ l~ledida en que recha­za todo posible fundamento ultimo del conOClmIen­to y la decision, como veremos mas adelante: En tal caso las decisiones tlltimas, incluso la deCISion de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales. ' .

La filosofia de la reflexion, por su parte, que lIlclu­ye fundamentalmente a los r~presentantes de la Escue­la de Francfort, la Pragmatica Trascendental y. el Reconstructivismo de Erlangen, lanza frente al clen­tificismo las siguientes critlcas en esenCIa:

I) La ciencia, privada de fundamento reflexiv~, se convierte en ideologia. Un saber que Ignora sus ral­ces, es decir, que ignora «objetiv,istamente» los Illte­reses que han movido a la razon.a produclrio, se desconoce a sf mismo. Cree descubnr la verdad de los objetos a los .qu~ se dirige intentia recta, pero no puede eVItar una vIsion deformada acerca .de ellos,,Porque ial conocimiento de objetos cree ser mdependlente de todo interes. EI COnOC1l11lentp quese cree desmtere­sa do se encuentra en Sl tuaclOn optuna para revelarse como ideologico, pOl'que el interes existe, como COIl­dicion de posibilidad del COIlOCU11lento, pero el hecho

ciones para l1uestras hipot~sis y ell la. a~llli$i6n de ql~C la .reniiz:lbi­lidad de un rin se debe InllC al eonoell11lenlo de las elenelas reales. De ahi qlle la eriliea de los valores admlla los slgll1enles pre.su­pucslos: 0) :lccplacion c!c ,\a il)gica (del principio ~e contradlcclon): h) aeeplacio11 del ~ri11elplo-plle11le enlre Ia elenela y la moral. 9ll.e se expresa en 1<1 maxima «no poder Jn~pilc,a, no debem, Esta, ~1lnXI­ma C01151illlye el poslli lado de la Rcallzabrlldad: c) aecplacl on del postubdo de la Congruencia: d) debcl1 Plyduclfse constJntel1,1~ntc nuevos principios, para someter los ant~~-Iores ,a In ~rueba Cnllc;_

11 cr. II, Albert, TII.111sz('m/C!Jl(a/e TrUllmer/ell, l\ar/-O!l()~AI}(ls Si}!'(Ic/zspie/(' IIl1d sein lier":l!1lC!1I1 ischer GOff . . Hamburg. 1.97.). ,Pam un ana! is is cd t ico de las d I f ercntes perspec t Ivas~ de 1 .r~clOna ilsl110

crilico de II. i\lberll·id. el n." 102 de ESllidiusfilvs~/lcos (1987). ell cl que el misJllo A Ibert responde <1 <11gunas ObJC'clolles a Sli pro-puC'sta.

93

<IJ1smo de que no se descubra muestra que domina inconscientemente eJ pensamiento y Ja accion.

2) EJ cientificismo bJoquea toda fundamcntacion de Ja moraJ, pero cstc bJoqueo puede rompcrsc, incJu­so en acuerdo con eJ RacionaJismo Critlco: Ja posi­biJidad misma de Ja ciencia exige Ja moral; si Ja moraJ es irracionaJ, tambien Jo es Ja ciencia.

Efectivamente, la posibilidad de una objetividad cientifica exenta de valoraciones, no solo no exclu­ye, sino que presupone Ja validez intersubjetiva de norrnas eticas: no tiene sentido exigir Ja neutralidad axiologica de la ciencia empirica, en nombre de la objetividad, sin presuponer que Ja objetividad debe aJcanzarse. Pero, frente aJ Racionalismo Critico, este deber tiene que fundamentarse racionalmente. Si pre­tendemos que Jos logros cientificos valgan inter­subjetivamente, tiene que ser posible que vaJga.Jl intersub­jetivamente las nomlas presupuestas en Ja comunidad de cientificos, no que valgan subjetivamente, en virtud de una decision prerracional. En este caso, la ciencia seria decisiol1lsta.

3) Segun los supuestos del cientificismo, que no son racionales sino dogmaticamente decididos, se imposibilita toda argumentacion acerca de fines ul­timos. Aun cuando la irracionalidad de los fines ulti­mos es defend ida pOl' innumerable cantidad de pen­sadores, ello signiflcaria que los caracteres que hemos extraido como especificos del lenguaje moral -uni­versalidad e incondicionalidad- son inargumentablcs. Todo argumento en el que sc reivindican dcrechos y se exigen deberes descansaria, en el mcjor de los ca­sos, en persuasion sentimental. Pero el sentimiento, en virtud de su caracter subjetivo, no puede exigir a quien no posea identico sentimiento: nada puede pres­cribirse universal e incondicionalmente.

4) A la tesis de la complementariedad se ha lIeQ.ado mediante la descomFosicion de los supues­tos~ del derecho natural y de cristianismo, que lleva a una fundamentacion autonoma de normas de liber-

94

Page 4: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

tad de conciencia. La separacion Iglesia-Estado comporta la privatizacion de las pretensiones de validez religioso-morales, la neutralizacion axiolo­gica de la vida publica, la amoralizacion del dere­cho y la fundamentacion convencionalista de la politica en los sistemas democniticos. La fundamen­tacion filosofica de normas no interesa al libera­lismo tardio, porque 10 obligatorio de las normas, asentadas en el derecho positivo, se fundamenta en el «reconocimiento libre», expresado en convencio­nes, que ya no son racionalmente fundables '8 .

Frente al procedimiento del libera lismo tardio de fundamentar convencionalmente la vida publica, Apel expone las siguientes objeciones: aJ La validez de las convenciones precisa, quierase 0 no, una base moral, porque, como condici6n de posibilidad de la obligacion moral de las convenciones, es necesano suponer, al menos, la validez intersubjeliva de la moral de mantener las promesas hechas. b) Siste­mas de derecho que no pueden legitimarse moral­mente, pierden su credito antes 0 despues . c) No hay una interpretacion et ico-normativa de las decI­siones de los individuos, siendo asi que la suma de decisiones no tiene por que dar lugar a una decision racional. Si las decisiones privadas son irracionales, la mayoria de elias puede serlo tambien. d) Un acuerdo democratico, basado unicamente en el con­senso factico, com pro mete solo a los participantes, y no vincula ni tiene en cuenta a cuantos, afectados por el acuerdo, no han participado en el (c1ases marginales, pueblos del tercer mundo, generaclones futuras).

2.1.3. Las objeciones cxpucstas frente al cienti­ficismo hacen urgente una fundamentacion de la moral. Pero, ya que «Ia sed no prueba la fuente», todavia no hemos aclarado si es posible una fun-

H Las criticas 2.3 y 4.~ at cicntificismo ('stan tomadas de los lfabajas de K. O. Apc!.

95

damentaci6n de la moral, posibilidad que en nues­tro tiempo niega rotundamente el Racionalismo Cd­tico, como dijlmos. A continuacion nos ocupamos, pues, de tal ncgativa y de su posiblc critica.

2.2. LA REPULSA DEL RACIONALISMO CRiTICO A TOOO INTENTO DE FUNDAMENTACION ULTIMA. SEA DEL CONOCIMIENTO, SEA LA MORAL

En su Tratado de la razoll cr[tica expone Al­bert, como representante deJ Racionalismo Critico iniciado por Popper, Ja imposibiJidad de fundamen­tar tanto el conocimiento como Ja decision, impo­sibilidad reiterada en el Tratado de la praxis mcio­l1al. Este rechazo surge de Ja critica aJ modeJo clasico de racionalidad, que utiJiza como principio meto­doJogico eJ de Razon Suficiente, y que reaJiza una mezcJa de verdad, certeza y fundamento. EI proce­so es el siguiente .

EI problema de la fundamentacion del conoci­miento parece nuclear cuando se trata de delllllltar 10 verdadero frente a sup.oslclones subJetlvas. POl' medlO de la fundamentaclOn parecemos querer con­seguir la verdad acerca de la constitucion de algu­na relacion real, pero tambien convicciones verda­deras (certeza) y seguridad. Esto es 10 que parece, pero 10 que realmente buscamos es certeza~ segun­dad para nuestros COIlOCllnlentos y convlcclones.

Es necesaria ulla critica a este deslizamiento de pre­tensiones, que Albert cree realizar del sigu.iente modo.

La pregunla pOl' cl fundamcnto 0 razon suflclcn­Ie nos conduce a la cicncia adccuada cuando se lrata de argumentos y de su validez: la logica for­mal. Este ana l isis arroja Ires dalos: a) a traves de consecuencias logicas no se gana conlel1ldo; b) un argumento deductivo valido no dice nada con res­peclo a la verdad de sus componenles, pues so lo garanliza la lransferencla de la verdad posltlva de las premisas a la conclusion y la trans,ferencJa del valor de verdad negalivQ de la conc lUSIOn, a las pre­misas. POI' tanto, la verdad de la conclUSIon no ase-

96

Page 5: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

gura la verdad de las premisas; c) un argumento deductivo invalido constituye una falacia.

De estos tres resultados, el mas interesante para el Racionalismo Critico es el segundo: puesto que la verdad positiva de las conclusiones no se trans­mite a las premisas, el fundamento no es mas ver­dadera que 10 fundado.

Pera el problema se agudiza si tenemos en cuenta el universalismo del Principio de Razon Suficiente, pues «cuando se exige una fundamentacion para todo, de­be exigirse tambien para los conocimientos a los que se ha retrotraido la concepcion a fundamentar 0 el con­junto de enunciados a fundamental'» 10. Esta preten­sion conduce a tres posibilitades que aparecen como inaceptables, y que reciben el nombre de «Trilema de MUnchhausen»: a) un regreso al infinito, nacido de la necesidad de retrotraerse siempre en la busca de fun­damentos seguros, que no puede ejecutarse en la pn\ctica ni ofrece tales fundamentos seguros; b) un circulo vicioso logico en la deduccion, pues volvemos a tomar enunciados que precisaron fWldamentacion, y no conducen a fundamento segura por ser falibles; c) interrupcion del proceso en illl punto detenninado, que es una suspension arbitraria del principio.

Habitualmente se toma el tercero de estos caminos, apelando a autoevidencia, autofundamentacion, cono­clllliento inmediato con respecto a un enunciado, al cual se inmuniza y convierte en dogll1a, porque su verdad es cierta y no precisa fundamentaclon.

La busca de fundamento segura conduce, pues, a 10 contrario de 10 que pretendia: al dogmatismo, comllll a racionalistas y empiristas. Ello se debe a que es el cognoscente quien, en liitimo termino, deci­de si esta dispuesto a reconocer como inmunes deter­minados conocimientos. Estc reconocimiento orde­na los conocimientos en un contexto mas amplio, porque elimina su funcion como presupuestos ultimos; es decir, el reconocimiento no 3utoriza la interrup-

97

cion d::1 proceso cognoscitivo mismo, sino que la produclmos nosotras, slempre que estemos dispues­los a el,lo. «La dogmatlzaclon es una posibilidad de la praxIS humana y social, en la que se expresa el hecho de que la volunlad de lograr certeza triunfa sobre la volu,ntad de resolver problemas» '''. EI Racionalis­mo Claslco nos ha lIevado, en su afan de fundamen­(acion (de seguridad), de la verdad a la certeza.

Puesto que el dogmatismo excluye la discusion ra~lOnal, es nece~ano sustltulr metodologicamente el PnnclplO de R.azon Suficiente por el de la Prueba Cri­tlca, que conslste en cuestionar todos los enunciados con la. a:(Uda de argumentos racionales. Ello imp ide el naCimIento del tnler:na, porque afinnamos que no hay un punto arqulmcdrco del conocimiento, sino que el hombre 10 produce. La Prueba Critica tiende a la aproximacion a la verdad por ensayo-error, sin pretender certeza, y recllaza la autoproduccion de cer­teza .. No hay, pues, ningun enunclado infalible sino fabbliJdad de todos los enunciados' entre ell os el Prin­cipio de Razon Suficiente, que p~sa a convertirse de postulado en hipotesi~ que debe c?nfronlarse con otras.

En el caso de la etlca, tamblen el intento de fun­damentacion lIeva al trilema, pues se busca seguri­dad, en. las valoraclOnes y normas. La interrupcion arbllrana cn el proceso de fundamentacion puede hacerse: a) tomando como fundamento la intuicion con 10 que se debe justificar la diferencia de valo~ raclOnes; h). aXlOmatizando, 10 cual nos conduce al regreso loglco.;, c) utilizando como base la expe­ne,ncla, utillzaclon que aiiadc el problema de la induc­cIon a la dl ferencla dc valoraciones. Las teorias que asi proceden dogmatizan datos no criticables e Implden que la decision sea criticada por el cono­elmlcnto. EI Racionalismo propone la sustitllci6n de la fllndamentaci6n ultima por la critica racional illmltada: se trata de una prollferacion de alternati­vas quc deben ser somcticlas a la Prueba Critica.

INc! .. p. 73.

98

Page 6: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

2.3.

2.3.1.

LA NO UNIVOCIDAD DEL TERMINO «FUNDAMENTACI6N»

Flindamentacion !ogico-sintactica y {imdamentacionfilosojica. La crftica de K.G. Ape! a !a nocion de <<fllndall/elltacion» de! Raciona!islllo Crftico.

En su articulo «EI problema de la fundamentacion filos6fica ultima desde la perspectiva de una Praa -

matica Trascend~nt?1 del L;nguaje», trata Apel de mostrar Sl -Y Sl SI, en que sentldo- el Pnnclplo de Fundamentacion (0 de justificacion) puede ser sustltUido por el de la Prueba Critica, 0 si -y si si en que scntido- el Principio de la Fundamenta~ cion (0 justificacion) puede ser sustituido por el de la Pr~eba Crittca, 0 Sl -y si sl, en CJ.ue sentido-­el PnnclpIO de .Ia Fundamentacion (0 Justificacion) no debe mas bien ser presupuesto por el principio de la Critica intersubjetivamente valida ". Para ello tratara de esclarecer, en primer lugar, si el Princi­pio de la Fundamentacion puede ser reducido a un principio logico-sintactico-semantico, como Albert acepta al conducirlo hasta el trilema logico.

El problema filos6fico de la fundamentacion ultima nunca se redujo en la tradicion a un pro­blema logico-formal. Por el contrario, ya Aristote­les distinguio entre dos paradigmas de justificacion de argumentos, a la hora de intentar una funda­mentacion de la logica n. El primero de tales para-

" En B. Kanitscheider, o. C., p. 57 (hay traduc. cast. de N. Smil~ en £sll/{/iusji/OS()(icos. n." 102, 1987. pp. 251-299). -

Apcl disclIte de nuevo In posicion del «rncioll"lisl1lo pnllcritico») ell «Falibilisl11o, leoria consensual de I:J. vcrdad y fllndamcntacion ultim[l), en K. 0. Ape!. Teorin de la verdad l' hiea del disclIrso. Bar­celona, 1991. pp. 37-145. sabre todo pp: III S5. Vid. sabre clio 1. Coni!!, EI crepl/sclilo de l(llllelt{/isica. pp, 331 S5, Para lIna apro­ximaci6n a Ja vida y obra de Apel, ver el nlJtllero mOl1ogn.ifico dedi­cado a 01 ell la revista Alllhropos (nn 183. de 1999).

" Arist6teles. Mel .. 4, 1006 a 6-18.

99

digmas es el. de la racionalidad matematica, que t~nto el RaclOnallsmo Critico, el neopositivismo loglco, como la filosofia analitica, pretenden identi­ficar con e/ modele de argumcntacion. Aristoteles Iimila este modelo de f'undamentacion a un organa para el control objetivante de argumentos, que des­cansa en aXlOmas Indemostrables.

Sin embargo, el paradigma filos6fico de justifica­cion no descansa en principios evidentes, frente a 10 que Albert mantiene, sino que nos remite a aquellas presuposlclOnes que son indiscutibles, si es que pre­tendemos lograr argumentos que valgan intersubje­livamente. Desde el punto de vista filos6fico la fundamentacion de argumentos no consiste en d'eci­dirse por unos principios indemostrables, a partir de los cuales el argumento es derivable sino en descubrir a9uellos .presupuestos sin lo~ que la ar,gumentaclOn es Imposlble. EI unico procedi­mien to para hallarlos cs la autorreOexion.

En este proceso de autorreOexion se inserta Des­cartes, Iras. una. fundamentacion filos6fica, por tanto. La eVldencla por tl buscada no pertenece al orden logico-formal, sino 01 orden epistemologico que Ilene en cuenta la dimension pragmatica de los argumentos. Siguiendo sus huellas, Leibniz no for­mula el Principio de Razon Suficiente como un axioma, sino como "postulado general de la mcto­dologia clasica del pensamiento racional,,2J. De e~tas consideraciones concluye Apcl que el trilema loglco-formal se relaciona con la necesidad de axiomas, pero no con el principio moderno de la ralio inconCIiHa y la Razon Suficiente: «a diferencia de la problematica de una fundamentaci6n ultima logico-matematica, el principio moderno de la Razon Suficiente es un principio epistemologico, en tanto que eXlge recurso a la evidencia; un principio que, dlcho actualmentc, envuelve la dimension

23 Traklal Dba krirische Vernun!r, p. 9. Vid. tambien J. A. Ni­colas, .. EI fundamento imposible en el racionalismo critico de H. Alben". en Sistema. n.o 88 (1989), pp. 117-127.

100

Page 7: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

pragmalica (evidencia para un sujelo de conocl­mienlo)>>24.

Esla evidencia, como mueslra el cartesiano "cogi/o. SIIIII», no se idcnlifica con la evidencia silogislico-objeliva (,,10 que piensa. exisle; X piensa; X exisle»), sino con la evidencia dialogica de la conlradiccion, captada mediante autorre!1exion (<<te digo que posiblemenle no existes»).

Por tanto, el problema filos6fico de la fundamen­tacion ultima excede los Iimites de una fundamen­tacion de deducibilidad logico-sintactica, desde el Racionalismo Clasico hasta nuestros dias. Kant descubre en el cogi/o la autorre!1exion como ref1e­xi on sobre las condiciones de posibilidad de la vali­dez intersubjetiva del conocimiento, y Hegel entiende la ref1exion filosofica como argumentacion trascen­dental de fundamenlacion ultima del conocimiellto.

Actualmente el problema de la fundamentacioll no se refiere a la cuestion moderna del origen de los conocimientos, sino a las condiciones trascen­dentales de la validez intersubjetiva de la argumen­tacion, que pueden hallarse en la logica (Kant), el sistema coherencial (Hegel), la semantica (Peirce) 0

la pragmatica (Apel-Habermas). La fundamenta­cion ultima no puede consistir en la deduccion de proposiciones a parlir de proposiciones, porque entonces no es ullima. sino que prescinde de toda una dimension del signo lingliistico, que es la dimension pragmatica. Solo practicando la "falacia abslractiva» con respecto al ambito pragmatico de una argumentacion, es posible reducirla al tipo de fundamenlaci6n logico-sintactica propuesta por Al­bert. Pero si csle cs el Llnico tipo de argul11enlacioll posible, ni siquiera es legitimo el Principia de la Prueba Critica, porque este principio pretende una validez que ticne que ser aclarada analizando las condiciones de posibilidad de cualquier pretension de validez.

La fundamentacion filos6fica consistira en una

" Apel. "Dos Problem der LelZlbegriindung», p. 58.

101

argumentacion ref1exiva ace rca de aquellos elemen­tos no objetivables logico-sintacticamente, que no pueden ser discutidos sin autocontradiccion per­formativamente evidente, ni probarse sin pe/ilio principii, porque constituye las condiciones de posi­bilidad del sentido y validez objetiva de cualquier argumentacion.

2.3.2. Diversos nive/es /ogicos de /0 nocion de .jundamenlo»

De cuanto hemos venido diciendo se desprende que por "fundamentar la moral» no entendemos "hallar un primer principio indemostrable, a partir del cual pueda deducirse un euerpo de normas morales», ni siquiera «busear un axioma que JUSIl­fique la forma de los juicios morales». "Funda­menlO», «razon suficiente» y "justificacion», no sO,n sinonimos de "axioma», porque el modo aXlOma­tico de fundamentar es el logico-sintactico, pero no el filosofico.

La etica, como parte de la filosofia, no puede realizar sino una fundamentaci6n filos6fiea, que no abstrae dimension alguna del lenguaje, sino que tiene en cuenta la totalidad de las condiciones que hacen posible el lenguaje moral.

Esta totalidad de condiciones es la que Kant denomina «condiciones de posibilidad», que se tra­ducirian hegelianamente como «condiciones de coherencia», condiciones que hacen de un conte­nido concreto un todo relacional coherente; en nuestro caso, la existencia de un cJiscurso denomi­nado moral.

Abogamos, pues, por un mocJelo .filos6fico de fundamentacion no fundamentallsta, sino holts/a, y ella porque, atendiendo a los distintos niveles logi­cos de la nocion de .. fundamento" presentados por Hegel en la Ciencia de /a Logica, es el Ltltimo de ellos el que corresponde al nivel filos6fico'l.

" EI congreso celebr.do en junio de 1981 en Sttlltg.rt. y

102

Page 8: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

Efcctivamcnte, en la parte de la Logit:a Objetiva dedicada a la Doctrina de la Esencia (libro II), tematiza Hegel la nocion de «fundamento", nocion que expresa en general que ,do que existe (seiende) tiene que ser considerado, no como un inmedialo existente, sino como algo plieslO,,26. La nocion de fundamento sefiala la necesidad de la rellexion. porque 10 inmediato. 10 dado. el «puro ser" no es todavia verdadero, sino que necesita .Ia mediacion reflexiva para entrar en el nivel de la verdad. La categoria de fundamento expresa, pues, la «esencia de la reflexion en si frente al puro ser,,27.

La formula de esta determinacion del pensa­miento es el Principio de Razon (Suficiente), expre­sion que es puesta por Hegel entre parentesis para indicar que «razon» implica «suficiencia", pues «aquello cuya razon no fuera suficiente, no tendria ninguna razon"n Sin embargo, Leibniz afiadio el termino«suficiente» con motivo, puesto que el modo como entendio tal principio es distinto a como se entiende habitualmente. EI tipo corriente de inteieccion se expresa en los primeros momentos de la categoria de fundamento.

I) EI fllndamenlo forma! de un fenomeno tiene el mismo contenido que la existencia de la que ten­dria que ser fundamento. porque «el fundamento

organizacJo par la Hege/~Vereinigul/g, cnfrentaba dcs modelos filos6ficos de fundamentaci6n, los tic Kant y Hegel. AI primero de ellos sc consideraba como Hfundamcntalista .. ; al hegcliano. como holista. Si bien cs cicrto que Kant offcec un numcro limi· latin dc catcgorias -t('6ric,,~ y pr:h:ti<.:as- y qtlc cstabh.."Cc lIll si~· lema cstatico, a difercl1cia uc Hcgd. no sc puctlc considerar "fundamentalista" la deduccion kaolinna a partir c.k los hechos y dc la logica: las condiciones que h:.H.:el1 posihlc: el conocimic:nto tcorico y cJ saber practico no se tkduccn 3xiomatic3mc:ntc:, sino que pretenden constituir cl lodo conceptual para establcl.:c:r 13 cohcrcncia de ciertos hechos. Kant ('s. pues, mas holista y cohe­rcncialisla que fundamcntalisl<1.

" WiJJel1Jcha!1 de/' Logik 11. p. 65. Ciellcio de /0 Logica. p. 393.

21 Ibid. ]X Ibid.

103

esta arreglado de acucrdo con el fenomeno y sus determinaciones se fundan sobre este», «el conoci­miento con esto no ha dado un paso adelante»2'. Y el eonoeimiento no ha dado un paso adelante por­que el fenomeno fundamentado esta al mismo nivel logico que el fundamento, con 10 cual nos encon­tramos en una tautologia de nive!. Ello es muy fre­cuente en las ciencias fisicas. como muestra la fisica experimental de Newton. EI ataque dirigido por Leibniz a Newton sobre el empleo de «fuerzas ocul­tas» como justificacion. no se debio a que fueran realmente ocultas. segun Hegel. sino a que debian ser halladas mediante el mismo metodo experimen­tal que el fenomeno que se pretendia justificar.

Como aplicacion al problema de la moralidad, aplicacion que Hegel no haec, considero insuficiente todo fundamento que se encuentre al mismo nivel de facticidad que el punto de partida. Si la existen­eia de juieios morales es un hecho empiricamente com probable, el fundamento que los haga coheren­tes no puede encontrarse al mismo nivel empirieo, porque no acrecentaria el conocimiento. sino que nos lIevaria a una tautologia de nive!. La justifica­cion de la forma moral mediante la «naturalcza humana» psieologica 0 sociologicamente determi­nada es insuficiente porque no da razon filosofica (suficiente). Utilitarismo y pragmatismo pueden expliear el origen del contenido de los juicios mora­les, pero no dar razon (suficiente) de su forma.

2) EI fundamcilio real. En este momento de la determinacion logica (Dellkbeslill1l11l1llg) de funda­mento. el fundamento y 10 fundado difieren en el eontenido. pero entran en juego la accidentalidad y la exterioridad a la hora de establecer la relacion fundamental.

De entre las determinaciones que constituyen el contenido de algo concreto se elige libremente -y no neeesariamcnte- una de elias para considerarla

), WL II. 80: Monoollo. 405.

104

Page 9: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

como fundamento. La fundamcntacion es IInilateral y se expresa mediante la categoria de causalidad mecanica, que propone una conexion de determina­ciones extrinseca y accidental. Precisamente frente a la causa lid ad mecanica propuso Leibniz el Principio de Razon Suficiente; porque la. ca usalidad parece dar razon de 10 fundado, pero no es asi: no es la razon suficiente. Por ejemplo, no puede decirse -acIara 'Hegel- que la gravedad sea el funda­mento de la caida de la piedra, sino tam bien el hecho de que sea piedra, el tiempo, el espacio, el movimiento ...

La asignacion de fundamentos reales se convierte en un formalismo, porque en el contenido de algo concreto no viene indicada cual sea su determina­cion fundamental. La sintesis fundado-fundamento esta dada extrinsecamente por un tercero. De ahi que Hegel juzgue insuficiente este 'modelo, al igual que hizo Albert, como expone expresivamente: «Ia busqueda y la indicacion de los fundamentos, en que consiste principal mente el razonamiento, repre­senta, por tanto, un infinito dar vueltas, que no contiene ninguna determinacion final... Lo que Socrates y Platon llaman sofisteria no es otra cosa que el razonar basandose sobre fundamentos.»Jo.

Una fundamentacion suficiente (racional) de la moralidad no puede, por tanto, seleccionar extrin­secamente ninguna de las determinaciones conteni­das en ella. Es necesario tener todas en cuenta e investigar en que consiste 10 expresado en el momenta siguiente dc la nocion de fundamento.

3) La rl'lacioll IUl/dall/clltal tOlal sc determina como mediacion que eondiciona. La verdad del fundamcnto radica en la rclaeion total fundado­fundamento, que supera ya la eategoria del funda­mento en la de «mediaeion que eondiciona». Sin embargo, la eatcgoria de que tratamos reaparece en un nivel logieo mas elevado,

,u WL II, 88; Mondolfo. 411.

105

4) La razon Julicienle . Siguicndo cl metodo hegeliano que comprende analisis y sintesis, el ana­lisis de un concepto mas determinado de fundamen­tacion exige una categoria historica mas verdadera: la razon suficiente, tal como Lcibniz la entiende. La denominacion por medio de la categoria constituye el momenta sintetico correspondiente.

La razon suficiente considera la relacion entre las determinaciones que es «el todo como unidad esen­cial» y «se halla solo en el concepto, en el fi'n»JI. Leibniz ha denominado a su principio «de la razon sujiciente» porque es suficiente tam bien para la uni­dad esencial, que comprende las causas finales. EI fundamento es relacion fundamental desde las puras causas y las causas finales; de ahi que el unico fundamento sea el concepto que contiene la conc­xion de todas las Seite de la cosa concreta.

Pero esta ultima caracterizacion, en la que cons is­tiria la autentica fundamentaci6n filos6fica -ulti­ma- posee un grado de densidad logica superior a la que corresponde a la doctrina de la Esencia, que permanece en el ambito de la necesidad, La razon suficiente incIuye el concepto de causa final, que no pertenece al nivel de la necesidad, sino al de la libertad: «ellulldall1('l/lo teleolof?ico es una propiedad del concepto y de la mediacion por medio de el, que es la razon" J'.

Si la fundamentacion unilateral no es suficiente, es decir, no es racional, ella se debe a que ninguno de los fundamentos que ofrece es el concepto. La autentica fundamentacion de la moralidad sera, por tanto, aquella que intente ofrecer el conjunto logi­eamente eoneetado de las determinaeioncs que hacen posible la moralidad: sera fundamentacion filosofiea de la moral la que establezca sistematica­mente euantas determinaeiones scan neeesarias para estableeer la eoherencia del ambito praetieo, porque ella sera la que ofrezca la razon suficiente.

JI WL I I. 65; Mondolfo. 393, Jl WL II, 66; Mondolfo. 393,

106

Page 10: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

rcalmente derccho a pretenderse universal? Ante la heterogeneidad de fundamentaciones de 10 moral, que se ofrecen como /0 fundamentaci6n, ino es importante discernir que parle de verdad aporta cada una y en que se fundamenta 10 moral para esgrimir tales pretensiones formales?

Si no por 16gica 0 por curiosidad, el mundo moral tiene una forma peculiar de obligar a refle­xionar sobre el: la urgencia del obrar cotidiano se impone, 10 cual exige deliberar y preferir entre los diversos criterios de acci6n, aunque la preferencia consista en declinar en otros la responsabilidad de elegir. Y tal elecci6n que todos hacemos, consciente o inconscientemente, se realiza en nuestro tiempo dentro del marc'o de la forma moral de vida. Del futuro nadie es dueno, pero en nuestro momento y hasta el el amoralismo es un pensamiento ficticio.

2. «AMORALISMO» ES UN CONCEPTO VACIO

EI concepto de «amoralismo» no nos refiere a realidad alguna, sino que constituye un concepto vado. Esta afirmaci6n cobra especial patencia en las investigaciones contemponlneas en torno al hecho del discurso moral, realizadas por la filosofia analitica. EI «hecho moral» por excelencia, que antaiio se expresaba en el hecho de la conciencia moral 0 de la estructura moral del hombres, es, a partir de Wittgenstein, el de la existencia de deter­minados terminos, modos de juzgar y argumentar. a los que lIamamos «morales». Que tal lenguaje posee un scntido es perfcctamentc dcfendible desde el momento en que nos percatamos de que sus termi­nos son usados cUlllpliendo una funci6n en benefi­cio de sus usuarios. Por clio puedc decirsc que cl lenguaje moral es un juego lingUistico que cobra sentido precisaillente porque viene respaldado por una forma dc vida quc 10 sustcnta l

. La tradicional

I L. Wittgenstein, Philosophisc!Jc Untersuchungcl/, Oxford. 1953; the /JIlle alld BrOll'1I Books, O"ford. 1958.

109

pregunta "i,es posible situarse mas alia del bien y del mal morales?» se expresaria del siguiente modo, contando con el factum del lenguaje: ies posible concebir la vida cotidiana de un hombre que renunclara de tal modo a la forma de vida moral, que Ie resultaran inintelegibles terminos tales como (,mentira,), ccengafi.o H , «injusticia,), «traici6nH y tan­tos otros? No que criticara el contenido dado a estos terminos por morales concretas, no que actuara Inmoralmente entendiendo 10 que estos terminos significan, al menos minima mente: renun­ciar a obrar dentro de una forma moral de vida u otra, ser amoral, implica no en tender en absoluto el uso y significado de este tipo de terminos. iEs realmente -no fictlclamente- concebible en nues­tro tiempo semejante modo de vida?

3. LA EVOLUCION DE LOS TERMINOS «MORAL» Y «FUNDAMENTACION»

Sin embargo, a la hora de intentar determinar en que consiste la forma moral de vida y cuill sea su posible legitimaci6n nos encontramos con proble­mas, de los que tal vez sea el mayor el hecho de que los terminos «moral» y «fundamentaci6n» no tengan una sola significaci6n, sino que esten carga­dos de dlversos matices, segllll epocas, culturas e Incluso grupos.

3.1 A grandes rasgos, podemos decir, que por "Illoral" se ha entendido y cntiendc fundamental­mente la rea/izacion de /0 vida buella, de la vida feliz, el ajuslalllienlo a normas especfjicamenle IIUII/0;1O.\, e. incluso en nuestro ticmpo, aplillid para /0 so/ucio/l pacifica de cOII/licIOS. sea en grupos reducldos, a nlvel nacional 0 cn el ambito de la humanidad.

La experiencia moral como bllsqueda de la vida buena surge en Grecia, permanece en la etica cris-

110

Page 11: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

liana, aunque haciendo de Dios el objeto «felici­tante», y reaparece de forma privilegiada en utilita­ns~o y pragmatismo. EI ambito moral es el de las acclOnes cuya b?ndad se mide por la felicidad que puedan proporclOnar. Por ello, y grosso modo, se llam~ a estas concepciones te/e%gicas, porque no conslderan que haya acciones buenas 0 malas en si que deb~n ser hechas 0 evitadas por si mismas: ant~ la elecclOn, debemos preferir las acciones que pro­duzcan mayor felicidad.

Naturalmente, el modo de entcnder la felicidad varia, desde indentificarla con el placer hasta con­ceblrla como la actividad mas perfecta segun la vir­tud mas excelente del hombre 2; desde interesarse por la felicidad individual que es el inten:s moral en Grecia, hasta enunciar que el fin ultimo de los ~ombres es la /elicidad social, como muestra el uti­IItansmo surgldo de la Ilustraci6n. En todos estos casos la vida moral gira en torno a un fin ultimo dado. por la naturaleza, fin al que se denomin~ «felIcldad»; por ella la tarea moral consiste en hallar los medias mas adecuados para lograr un fin al que el hombre . tiende por naturaleza y que, po; ello~ constItuye su bien. Es para el algo valioso.

SIn embargo, a partir de la incidencia estoica en e! concepto de ley natural como centro de la cxpe­nenCla moral, surge la moral del deber, que ti ene su mas .acabada expresi6n en la reflexi6n kantiana. Efectlvamente, los hombres tienden por naturaleza a ~u felIcldad y se Interesan por adoptar los medios mas adecuados para alcanzarla. Pero es esta una dimensi6n del hombre por la que no se distingue de los restantes seres naturales: la felicidad es un fin natural no puesto por el hombre. Si el hombre es

2 Arist6teles, Elica nicomaquea. X, 7, 1177 a 10. Para la aris­totelica .. Etica de la perfecci6n .. , vid. J. Montoya/J. Conill. Ar!s-16te/cs: Sobidurla), Felicidad. En cl contcxto del sllrgimicnlo de I<alga parecido al ari.st~tclis~o", A. Ma.c Intyre propondd r~~resar a una ~cleologla Inscnta en la praxIs para evitaT e! erno. tlVlSmo hoy relnanle. Vid. After Virtue. 2.' cd., London, 1985 (hay trad. cast. de A. Valcarcel en Barcelona, 1987).

I 11

aquel ~er que tiene dignidlld y no prccio, ella se debe a que es capaz de sustraerse al orden natural, capaz de dictar sus propias !eyes: es aUla/egis/odor, aulonomo. Lo cual implica que su mayor grandeza estribe, no en juzgar sus acciones a la luz de la fcli­cidad que producen, sino en realizarlas segun la ley que se impone a si mismo y que, par tanto, consti­tuye su deber.

EI ambito moral es el de la realizaei6n de la olllonolll(o hllmalla, el de realizaci6n del hombre en tanto que hombre, la expresi6n de su propia huma­nidad. La grandeza del hombre estr iba, no en ser capaz de ciencia, sino en ser capaz de vida moral; y est a vida tiene sen tid o porque consiste en la conser­vacion y promocion de 10 ObSo/ulolllellle l'olioso: /0 I'ida pasano/ J

En relacion con el ya tradicional enfrentamiento entre teleologismo y deontologismo, si bien el teleo­logismo tiene su parte de verdad, tambicn la tiene el deontologismo" La capacidad para producir feli­cidad, sea individual 0 colectiva , no es la medida unica de la bondad de las acciones, y ella sc mucs­tra ados niveles: a nivel de las acciones que afectan a otros y a nivel de las que afectan al sujeto moral mismo. Con respecto a las acc iones que afec tan a otros, ningun id ea l de felicidad puede justificar la eliminaci6n 0 la disminuci6n de sus capacidades fisicas 0 mentales de 10 que no es «valioso para m[" sino que es «valioso en si», de la persona individual o colectiva. Inclu so la coincidencia de toda persona en su valor representa el constante cuestionamiento de modelos sociales en que la desigualdad perma­nezca, aunque tal desigualdad genere mayor felici­dad colectiva. Por otra parte, y can respecto al

, cr. I. Kant, Grund/egung. IV, pp. 428 Y 429. • En eSlc sentido. puedc seT de «utilidad" la poiemica que

E. Guisan )' yo hemos mantenido a1 rcspeclO en el numero de la rc\'isla AnrhropoJ. dedicado a .. Eticas de la Justicia y [ticas de la Felicidad ••. Barcelona, n." 96 (1989). asi como el analisis que J. Montoya haee en el mismo numero de las posicioncs teleol6-gica y deonto16gica .

I I 2

Page 12: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

sujeto de la acci6n, resultan enormemente insatis­factorios los intentos de justificar con vistas a la pro­ducci6n de felicidad ciertas acciones que permane­cen en la conciencia colectiva de la humanidad como moralmente buenas. Cuando los hombres conside­ramos que se debe ser justo, i,fundal11ental11os real­mente nuestra afirmaci6n en el hecho de que pro­porciona mas felicidad a la larga la justicia que la mjusticia? Cuando enuncial110s que no se debe men­tir, (,pensamos realmente que es mas util la veraci­dad que la mentira?

La verdad del deontologismo radicaria en desta­car que ni la felicidad individual ni la colectiva, que constituye el bien subjetivo del hombre (<<Sll bien»), pueden anteponerse al respeto 0 promoci6n de 10 valioso en si: la persona humana. Su limita­cion estribaria en no proporcionar procedil11ientos de actuacion opcrativos, que el leleologismo ofertaria en mayor medida. Por ello, la etica de 1a liberacion, gran parte de 1a etica del marxismo humanista, el praglllatismo de Mead y Peirce, el socialismo neo­kantiano -entre otros- se mueven en elmarco for­mal de la etica kantiana dandole un contenido social­mente concretado.

POl' otra parte, la adm isi6n de 1a autonomia como concepto fundamental de la vida moral, la justifi­caci6n del deber por el qllerer realmente humano, estaria a la raiz de la etica tragica.

Por ultimo, una nueva forllla de entender 10 moral parece abrirse paso actualmente en los paises demo­crMicos en Occ idente. Se caracterizana, en princi­pio, por primar la reflexi6n acerca del (ullbito soc ial, dejando ell la oscuridad el tradicional terreno de los «deberes para consigo mismo». Y ello debido al hecho de tener Sll origen en Ull problema plantea­do a la lIamada «moral social» mas gue a la indi­v idual, incluso mas a la filosofia pobtica que a la filosofia moral, aunqlle all1bas se encucntren estre­chamente conectadas.

En la FlIlldmJ/elltacion de fa Metajisica de las Cos­tlllllbres seiiala Kant como Illotor ut6pico de la

I 13

accion moral un rcino futuro, al que denomina "rcino de los fines». Por una parte, porque en el Glda persona sera considerada como un fin en Sl misma. nunca como medio para otro fin y, por tanto. 13 organizacion economica, politica y social dcberan gir;tr en LOrno a cada hombre, estar a su sCf\·icio. Pero, ademas, cste reino se Ilamara «de los fines .. porque en tl estaran armoniosamente conju­gados los lines que cada hombre se propone lograr a 10 largo de su vida (los fines subjetivos)5. Pero, Lcomo armonizar los fines tan distintos que los hombres se proponen?, ~c6mo conjugar sus intere­ses. deseos. necesidades, vol untades?

Las teorlas del Contrato Social ofrecen una solu­cion posiblc a traves de la idea del pacto social, que recibe su exprcsi6n acabada en la «voluntad gene­ral" de Rousseau: cada hombre renuncia a parte de su \'oluntad individual para ingresar en la general. [I ideal de una sociedad de interescs, necesidades, dcseos y fines armonizados a traves del pacto cmpicza a abrirse paso.

Sin embargo. cl marxismo recuerda nucvamente quc los intereses de los distintos grupos sociales no cs que sean distintos, es que se encuentran en con­Ilicto: es que son antag6nicos. La «novedad .. de nuestro ticmpo vendria, pues, constituida por el hccho de situar el ambito moral prefcrentemente en d de la soluci6n de connictos. Tal soluci6n exige ciertamentc la realizacion de los hombres como tales -exi)!c autonomla humana- y precisamente cn 10 que ks distinglle como hombres: su racionali­d'lli. Pero una racionaliclad que no sc muestra ya en el hecho dc ljUC los hombres se den a Sl mismos !e\'cs propias. no extraidas de la naturaleza ni de la religion. sino CIl 13 di.ljJollibilidad para decidirlas,

1)(/1(1 jlll/ijico/'la.1 0 I/OI'e.1 del didlago. Si bien el .. hombre bueno .. de la primera forma moral consi­dnada cs ci hombre feliz. y cl de la segunda el

Ct . }o\~!nt. (Jrundk'gung, IV. r. 433.

114

Page 13: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

hombre que solo se so mete a su propiu ley, para la tercera es bueno quien, en situaciones de conflicto. se halla dispuesto a resolverlas mediante un dialogo encaminado a lograr un consenso. Si en cl primer caso la ley moral vienc, en ultimo termino, dada por la naturaleza, y en el segundo procede de la razon, en el tercero el dialogo constituye la justifi­cacion de normas · morales. De ahi que el funda­mento de toda norma moral radique en haber sido legitimada a traves del consenso.

Tras considerar esquematicamente estas tres fo[­mas de concebir 10 moral, cabe preguntar si estan las tres presentes en la actual experiencia humana 0

si, por el contrario, las primeras deben desecharse por «superadas», por pertenecer a estadios anterio­res en la evolucion de la conciencia moral. Trata­remos de hallar una respuesta reflexionando breve­mente sobre la mas reciente teona bosquejada acerca de la evolucion de la conciencia moral y, por tanto, del modo de fundamentacion de normas morales: la teo ria de la evolucion social de J. Habermas.

3.2. En algunos lugares de su obra propone J. Habermas una teoria de la evolucion social, que intenta «desmontar el materialismo historieo y recomponerio en una forma nueva, con el fin de alcanzar mejor la meta que se ha propuesto,,6. Al igual que en el materiaJismo historieo, la historia sera interpretada como un proceso de emancipa­cion, que culminar{\ en b reconciliaci6n con Ia natura­kza interior y exterior; como UI1 progreso en la ra­eionalizaci6n. lograda a traves del aprendizaje social.

Sin embargo, y a diferencia del materialismo his-

6 J. Haberrnas, La reCOflJ/fIICcion drl morrria/isf1lo his(orico. Madrid, 1981, p. 9. Para 1:1 tcoria crltica habermasiall:1 \'id, entre nosotros, E. Menendez Urct13, La levria crilica de /a socie­dad de Habermas, Madrid, 1978; A. Carlina. Critica)' UlQpia: la Escuela de Franc/orl. Madrid, 1985; J. M. Mardanes. Raovn cotnllllicarivQ y (('oria cri/iea, Bilbao, 1985.

115

torico, el aprendizaje tornado como motor del cam­bio social no se identifica con el teCnlCO, con el desarrollo de las fuerzas produetivas, porqlle la his­toria de la tecnica no es apropiada para estableccr un orden logieo en el material hi storieo estable: ciendo formaciones soclalcs. Habermas Intentara recanstruir la historia segun una 16gica del desarro­llo, que tiene en cuenta, tanto e.1 ~rogreso en la racionalizacion de las acelones teenlcas (raclOnal­teleoI6gicas). como en el de. las aceiones comunica­ti\'as, que son las que poslbilitan el cO,nsenso sobre el que puede asentarse un obrar c?mun. EI Illotor del cambio sera el aprendlzaJe tecnl eo, y'. sobre todo. el aprendizaje moral, fruto de la Intellgen; la reguladora consensual mente de ;onflictos d; UCClon, que capacita para una II1tegraelOn sOCIal. ~las madu­ra y para nuevas relaclOnes ,de producelO,n. , '.

EI modo de raclOnalizaelon de la aeelon tee mea cs claro, pero i,en que eonsiste el progreso en la raeionalidad colllunicati\'a" Segun H<lbcflll<ls. sc produce ados niveles: si el sujeto manifiesta veraz­mente sus intenelones Y Sl posee razones para ava­lar la pretensi6n de validez de las norm as de aeei6n. Precisamente, Sl posee tales razones, es posible resolver las situaeiones de confiicto argu­mentando acerca de la validez de las normas pOI' las que se dirige la acci6n. «Racionalizaci6n» Slgnl­fica, pues, «cancelacion de aqucllas relaclones de \'iolencia que se han acomodado Inadvertldame~te en la s estructuras comunicacionales y que, vallen­dose de barreras, tanto intrapsiquicas como inter­p~rsonales, impiden dirimir conscientcl;nente y regu­lar de modo consensual los confiletos ".

EI progreso en la racionalizaci6n se plasma, tanto en el desarrollo de la s fuerzas producllvas, C0l110 en las formas normativas de integraci6n soc ial ,_ ell I?s mecanismos de regulaci6n de connlctos (lunclol1 atribuida soeialmente a Ia moral y al derecho), en las imagenes del muncio a partir de las euales un

. lhid. p. 34.

116

Page 14: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

sujcto se rcconoce como miembro de un~ sociedad, reconoce su identid~d en ella. Estos tres elementos conducen en cada sociedad a una illtersubjctivid~d constituida lingiiisticamente y de ahi que el pro­greso se mida por el grado de intcrsubjetividad con­seguido en la comprension sin recurrir a la violencia.

:Cual sera el hilo conductor para estableccr los esuldios de la evolucion social? Puesto que bs estructuras normativas a que acabamos de al!..ldir son comunes a los sistemas sociales y a los sistemas de personalidad, las distintas eta pas seran marcadas por homologia con los estadios de desarrollo de la personalidad, fundamentalmente del desarrollo de 13 conciencia moral, estudiado profuntiamente por Piaget y Kohlberg 8

. Dada la brevedad del espacio de que disponemos, nos centraremos en los puntos que ,Ifeetan directamente ~ Iluestro trabajo y qllc se rcfierell a los estadios de la evolucinn de la con­ciencia moral social; por tanto, de los modos de entender la fundamentaeian de normas.

Antes de cmprender esta tarea quiero, sin embargo, destacar un aspecto crucial cn la tcoria habermasiana de la evolucian, porque se trata de una de las lIluch~s hipotesis de su tarea, pero afecta muy especiallllcnte a un~ posiblc valoracion etica de su propuesta. Hablar de «Iogica del desarrollo .. supone referirsc a lIna slleesian de etapas que, segun Habermas, no se deSCribe puramente, sino que se ex pone en un sentido paradigmatico. EI des­arrollo puede malograrse, no posee una necesidad ineluctable; pero se encuentr~ inllladuro quien no alcanza individual 0 colectiv<llllentc la etapa que Ie corrcsponde. Este jllicio es Sllmalllente illlportante porque, precisamente por reconstruir ,13 evolucion social a partir dc lIna tcoria dc la ,ICClon comunlc<]-

~ cr. .I. Piagct, !:c J/fgell/ell! //Ioral clie: 1';'/l/il!ll. 19.12. tl,,'/ cn:-1('1"10 II1ora/ ell cJ 11010, Bar(:c\unCl, 1974); L. Kohlberg, Zur }.. oglll­

Ih'en Enfl r ic/..:/ung des J.:indf!5, Frankrurt / Main. 198~. Para un <1naiisis de 135 tcorias del desarrollo moral I'fe!. J. RubiO. EI hOIJl­hrey la h im. Barcelona. 1987. espcciaimcilte pp. 103-234.

117

tiva. tratara de probar que quien disponga de una competencia interact iva de un determinado nivel, habra de dcsarrollar una concienci~ moral dcl mismo nivel, a no ser quc 10 impida la cstructura moti,·acional.

Ahora bien. si a 10 largo de la evolueion vamos a fijarnos en la concicneia moral, i,que cntenderemos por ella?, i,que "amos a buscar en cl cambio social o individual? Tcniendo en cuenta que determinare­mos dlcha concieneia (ksdc una teoria de la ,Iccion comunicativa. la considera Habermas como «capa­cidad de scrvir>c de la competencia interactiva para una solucion consciente de conflictos de aecion, rele,'antes en perspectiva moral,,9 Connictos de accion moralmente relevantes son los ><susccptibles de una solucion consensual. La solucion moral dc connictos de accian excluye, tanto la utilizacion mal,iliesta de violencia cuanto un "compromiso facil". pud;endo interpretarse como un~ continua­cion con meJi,JS discursivos de la aceian comunica­tiva oricnt"da a la c()l11pr·cnsion"llI.

C()lIl,'pcion similar ofren: O. Schwemmer, como rcprcscllt;lntc de la [scuela de Erlangen. Tras dis­linguir elltre «siluaciones de carencia" (no hay acuerdo en una socicdad en torno a los llIedios llIas adecuados par~ aicanl.ar los fines que la socicclad se propone) y «situaciones de conJ'iicto" (no hay acuerdo sobre los fines lJitilllOS 0 las normas supremas segun los que se debe actuar). caracteriza como «saber practico" aquel (jue indica que I'incs debcmos preferir 0 a que normas supremas nos debemos somcter para evitar 1I obstaculizar las situaciones que amenazan connicto. «A la ctica -dice explicitamente Scll\wmmer- se presenta 13 tareQ de estabkccr los principios de la sllperacion

" llaberma s: /~ a RecolI HrucdJn " ('/ ,Ha!e, WIt.I IJI /! I/ i l/ ori( (J ,

p. i7. :. Ibid.. p. 70.

118

Page 15: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

de conllictos hasta donde pueda conseguirs.: cn modo ensenable mediante el habla .. ll .

EI derecho y la moral, en el sistema social. defi­nen el nuclco fundamental de la intcraccion, preci­samcntc porquc manticnen la accion comunicativa cuando pcligra pOl' conflictos de accion. De ahi que cxista homologia entre las instituciones del derecho y la moral y los juicios y acciones morales de los individuos. Y de ahi que «.:ntendamos por moral­mente "bucnas" aquellas personas que, tambien en situacioncs de agobio (esto es. en conflictos de accion relcvantes en terminos morales). aciertan a preservar su competcncia interactiva ( ... ) en lugar de rechazar inconscientemente el conflicto .. 12 •

Can respecto a la propuesta habermasiana, y antes de exponer sucintamente los estadios de la cvolucion moral, quisiera abrir tres cuestioncs a las que sc sumanin, tras la cxposicion, algunas otras: no sin senalar que mi intenis por la teoria de que tratamos no se debe solo a la importancia del men­cionado 'IUtor. sino. sobrc todo, al hecho dc quc rcsultc sumamcntc representativa dc la mayor partc de concepciones eticas contcmpor{lncas occidcnta­ics, porquc sicnta las bascs de un modclo democra­tico de fundamentacion de normas. Cualquicr intcn­to actual de ctica civica sc vc obligado a conoccr y valorar criticamcnte estas propuestas de «etica dialogicl».

Y pasando a la formulacion de las tres cucstiones iniciaics, serian las siguicntcs: I. Cuando habla­mos de personas «nlOralmente buenas». i.nos rcferi­nos rcalmente a la disponibilidad para solucionar dialogicamcntc probkmas, 0 debcmos rccurrir tam­bien a elementos hcrcdados de eticas anteriores? 2. i,EI desarrollo de la concicnci:! moral vicllc determinado pOl' el de los procesos cognitivos? En lal caso, rr<)ccder en ulla forma u otra en rclacion

II O. Sch\\'cmmer y P. Lorenzen: A'Of15trukfil"c Logi/':. ElMk 111/(1 Wi.\.\('1/.\c/;,~/i\{hcuri('. Mcisenhcim/Glan 1975, p. 150.

I" /.(1 Ncc()I/.\I/'/lcc;'Jn dcl Ma/crialismo HiJfOrico, p. 81.

119

con situaciones de conflicto no puede valorarse como bueno 0 malo, sino como situado 0 no a la altura exigida par el niyel interactivo alcanzado. 3. Y, por ultimo, i,«evolucion» significa que los modos de fundamentacion de los estadios iniciales quedan eliminados por caducos, 0 bien que tienen que ser englobados en el modo ultimo de funda­mentacion; «superados» en sentido hegeliano?

Para responder a estas cuestiones, algunas de las cuales se refieren solo a la propuesta habermasiana (2 y 3), )' a tar;tas otras preguntas que se planteen 31 modelo dlaloglco de fundamentacion de normas -tal, \:ez el mas ampliamente aceptado y el mas espeClflco en el occldente democratico--, pasamos a exponer muy esquematicamente las principales eta­pas de la evoluclon de la conciencia moral.

I. En las dos primeras etapas, correspondientes a las sociedades preci\'ilizadas y a las civilizaciones arcaicas, los miembros de los grupos sociales se reconocen como tales, y, por tanto, reconocen su propia identidad, a partir de relatos mitieos, que exponen narratlvamente una imagen concreta del mundo. Las justificaciones de normas son, pues, llarralil'G5. porque se realizan en base a los relatos expresivos de esta imagen del mundo mfiica. Por otra parte, no pretenden extenderse en su validez mas alia de los Iimites de la tribu, estableciendo una identidad particularisla de unos grupos frente a otros.

2. Las ci"ilizaciolles de.wrrolladas continuaran fundamentando sus normas a partir dc una imagen del lIIullda can canlenido, a partir de una determi­nada cosmovision, pero surgiran cambios notables. Esta epoca supone la ruptura con el pensamiento milico, la expansion de la tradicion religiosa judeo­CrlStiana y de la filosofia griega. Ambas tratan de justifiear normas por medio de argumenlos, no ya de narraelOnes; normas que pretenden valer univer­salmellie. dado que 13 correspondiente eosmovision

120

Page 16: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

-sea religiosa, sea filosOfica- seiiala una idelllidad entre todos los hombres como potenciales miem­bros de una comunidad de creyentes 0 como seres naturalmente racionale~ .. ES,ta idelllidad objelil'a entre los. hombres JustIfIcara un punto de vista moral UnIversal: los medIOs para realizar al hombre en tanto 9~e hombre son validos para todos ellos; su expreSIOn en normas consti tuye la legislaci6n moral, unIversal mente extensible.

Es menester puntualizar a este respecto que la pretensi6n de validez universal de las normas mora­les es uno de los caracteres que pasanl ya a consti­tUlr ,do mora!> •. Se fundamente tal pretensi6n obje­tIvamente en base a una imagen del m undo con contenido -filos6fica 0 religiosa- 0 bien intersub­JetIvamente, como veremos, a partir de reglas, raclOnales -sean formales 0 proccdimentales-. una de las notas por las que se disti nguen las nor­mas morales es su pretensi6n de universal validez . Las normas que reclamen validez particular son sociales 0 tecnicas.

Estas afirmaciones pueden despertar suspicacias entre qUIenes entlenden por «universalismo» frente a «particularismo» moral, el intento de imp~ner un determinado modelo de conducta, por parte de un grupo que se cree en posesi6n de la verdad con res ­pecto ,al ser del hombre y que, por tanto, imbuido de afan unIformIzador, no respeta las diferencias mdlYIduales a. culturales ni los divcrsos grados de desarrollo IndIVIdual 0 socIal. EI grupo «universa­lista» situaria los Iimites de 10 moral en el margen de los contenidos que el considerara tales y juzg.i'ria mmoral toda forma de vida situada allende sus fronteras, constituyendo una fuente de marginaci6n. . Desgracladamente, 's tc modo de proceder ha

sldo practlcado de hecho pOr grupos «universalis­tas» que han gozado de poder sufic iente como para Imponer su, concepci6n antropol6gica . Sin embargo, la pretensIOn de valrdez de los enunciados morales nada tien e que vcr con ello. Se jus tifica. por cl con­trano, en base a l reconocimiento del valor que

121

supone el ser del hombre en la persona ajena 0 en la propia, 10 cual implica que s610 puedan ser m()raics los principios 0 los critcrios para la acci6n que anullcian como inadmisihle cuanlO disminuya a la persona ajena 0 propia y los que urgcn a pOlenciar el ser del hombre ajeno 0 propio. Es evi­dente que en la concreci6n de tales principios hay que tener en cuenta los datos cuiturales, psicol6gi­cos \' sociales", como tambien que el reconoci­mien'to factico de normas como morales es progre­si\·o. Sin embargo, no 10 es menos que quien afirma "se debe respetar la diversidad" 0 en uncia como imperatilo "dar de comer al hambrient o", esta lan­zando una exigencia universal, basada en el apreclO al ser humano. Si tal aprecio "egara a extinguirsc real mente. ello supondria en verdad a la larga la muerte de la moral.

Otro de los caracteres de la mOlalidad, ganados en este estadio de la evoluci6n como nota constitu­til'a. es la argulllelllabilidad de sus normas. Si bien es cierto que 10 moral resu lta mas convincente por entranable si se conoce, si se convive a traves de Ull modelo vivo -de ahi que una de las formas invcte­radas de pedagogia moral sea la narraci6n, el relato de vidas modelicas; otra. todavia superior, el ejemplo-. no 10 es menos qlle SlIS principios y

IJ Vid. e! excelent{' articulo de 8. Quelqucjeu: .. Divcrsidad de morale') Y unj\'(:rsalidad del juicio moral .. , en Con cilium , 170-1981. pp'- 506-514. A el pcnenece el siguicnlc lexlO, clave a mi juicio: .. Encerrar a la s sociedadcs humanas en su sola particula­ridad histo,jca -prcjuic io de los culturalistas- ticne como con­.. eeuencia pri\"ar ala,; morales de su fund amcnto y Icgitirniuad hum ana. equivale a incapacitarsc para cornprcndcrlas como morales normativas, reduciendol as a tecnicas prac{icas de orga­niz.acion social. Ya la in \'cr~a. No considcrar mas mora! cfcctiva que la universal y negar la posicion de partkularid.a~ .hist6rica, cultural. religiosa. que (ada uno compona -preJulclo de 10'<; jdeal i~ ta 'i- . conduce a incapacitarse para haccrse cargo de 1<1 irreductible finitud humana )' aplasta a la humanidad bajo la exigencia mona I de una uniformidad que nicga las direrenc~~s. Ambos reduccionismos desembocan. a la postre, ell la negaclon de la rcalidad y la cxigencia moral en 10 que tiencn de especi­fico .. (p . 513).

122

Page 17: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

normas tienen que poder ser avalados mediante argumentos. Frente a los imperativos dogmaticos, cuya pretension 'de regular la cond~ct~ I~O ofrece mas legitimacion que el «porque 51» ul~lm.o.o la apelacion, en el mejor de los casos, al pnnclplO de autoridad, los juicios morales no se imponen dog­maticamente. Enunciar que algo se debe hacer moralmente significa que hay razones para que se haga referentes al mas especifico ser del hombre.

Si~ embargo, y a pesar de que en el estadi.o en que nos encontramos el tipo de /undamentaclOn es ya argumentativo, a juicio de, Habermas corre. el riesgo de convertlrse en dogmatlco, porque precisa de principios unificadores que den raz6n d.el mundo en su conjunto, y estos pnnclplos se, entlende,n ,Ya como incuestionables. «En la tradlclOn ontologlca del pensamiento -nos dira el autor- se llega incluso a garantizar esa mcuestlonabIlldad mediante el concepto de 10 absoluto»". ~A que se atribuye este valor absoluto, principio supremo e Incontro­vertible de la argumentacion moral? EI mlsmo Habermas ofrece la respuesta, aunqlle reCllne para ello a un pasajc de la Ellciclofiedio hegeliana: '~La idea de un alma inmortal ante Dlos abre el camIno a una idea de 13 libertad, seglill la cual "el Indlvl­duo tiene un valor infinito"»'l. Precisamente 'por ~u valor infinito, cada hombre es la JustlflCaClOn incuestionable de la argumentacion moral. La Id ea de 10 moral como instancia incondicionada de la conducta permanece ciertamel1te hasta nllestros dia s.

3. En Ia ctapa de la prill1era !I/odemid~d (correspondiente a las fases 5.' y 6.' en la evoluclOn de la conciencia individual, segun Kohlberg) los principios pierden Sll 'carac ter incuestionable y, tanto la fe religiosa, como la actitlld te6rica se tor­nan reflexivas. La unidad del mundo ya no puede quedar asegurada por una imagen con contenido,

I~ La Reconstruccion del Maferialismo Hislorico, p. 19. ]} Encic/opedia de las Ciencias del Espiritu. par. 482.

123

por princlpios como Dios, el ser 0 la naturaicza, «solo puede sostenerse por la via de la unidad de la razon ( ... J. La unidad de la razon teorica y practica es, pue" el problema clave de las modernas in tcr­pretaciones del mundo, que han perdIdo su COl1dl­cion como imagenes del mundo»". En esta epoca del iusnatural ismo racional las justificaciones mora­les no recurren a principios de tipo material, sino al principia formal de la razon . Puesto .que no hay principios ultimos IncuestlOnables, tlenen fuerza Iegitimadora. fundamentadora, las condicIOnes lor­males -no los principios materiales- de la justifi­cacion. Para comprobar si una norma es 0 no moral. cada sUJcto debe someterla a un proccdi­miento formal: inuagar ,Ii liell!' laji)/'/l/a de 10 1'11:011, c, dccir. Ii (',1 IIni 1'('1'\ 01. il/c(}",/ici(}l/odo, ,Ii ,\(. n:/i('I'<' a pel',IOIW,1 COll.lidcralldolo,1 COII/O .fiIlO y .1'1 lielle <'II

cuel//(! I/U ,1(5/u 1I clIdu illdil'idIlU, sillu 1I1 COlljlllllo de elias,

A pesar de que esta fundamentacion pueda COI1-

siderarse formal, porqlle no consiste en una imagen del mundo, si liene /III cOl1lellido: la neccsaria refe­rencia 0 personas y a 10 arl1lol/i zacion de /0.1' filles que se propullf!n. Ahora bien, su forrnalismo en el primer sent ido, en el sen ll~o de leglllmar cuanto revista la forma de la razon, poslbillta el surgl­miento de un nuevo modo de entender el IIl1iversa­lisll10 1I10ra/ como «pretension de validez univesal intersubjeli l'o» de las normas morales. La inlerSllbje­lividad sera en adelante el tra sllnto de la objetiviuad f u ndada en una natu ra leza h llma na metafisica mente descubierta. Por una parte, 13 intersubjetividau se identifica con Ia objetividad en cuanto se enfrenta al subjetivismo, en cuanto no se reduce a las pccu­liaridades de caua individuo, Pero, por otra parte, afirmar que las normas morales pretenden ser inter­subjetivamente \'itlidas no significa que Sll objetivi­dad consista en cstar fundadas en una natllraleza metafisica 0 psicologicamente descubierta yestable-

J~ La ReconHfU((ion del ,\fa/(' rialtJm() His/orico, p. 20.

124

Page 18: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

.. -' .

cida de una vcz por todas: implica mas bien que sc prctenden capaces de ser comprendidas y aceptadas por cualquier sujeto humano. porque crecn afectar a aqucllo que entre los hombres hay en COl11lll1. La renuncia a una antropologia metallsica con contc­nido, en la que pueda concordar una sociedad. supone el clcsplazamiento desde la pretension de validez objetiva, fundada en la naturaleza humana. a la pretension de validez intersubjetiva, fundada en la confianza en una comun capaciclad de compren-. , . . 51 on y asentllTIlento.

Esta comun capacidad haec posible la identidad universalista abstracta dc la sociedad burgucsa, que consiste en considerar a todos los hombres como SUjctl)S librcs e igualcs y quc vale. pOl' tanto. para la ilkntidad como eilldadanos del mundo. no de lin Est,l(lo qlle sc afirilla entre otros. La ldtillla altcrna­tiva ensayada para que cl individll o rueda realizar sus exigencias morales lInivcrsalistas dc identifica­cion es el l11ovirnicnto obrero: 10 que en el siglo XVIII sc cntcndio C0l110 cosmopolitismo sc cntiende hoy como socialismo, aunque cs una identidad que se propone no como realizada. sino C0l110 prodllclLl de la praxis.

4. En la fase del capi!alislI1o a\'Gnwdo el modo de legitimacion no va a scr ya formal, sino proce­dimenla/. Coincidira con el modo formal de funda­mentacion en no apelar a imagenes del mundo con contenido, religiosas ni filos6ficas, pero, a diferen­cia de la justificacion formal, no cs cada sujeto qllien ticnc que comprobar si las normas en Clles­tion se somctcn a cierlos requisi tos formales. puesto que la razon hllmana no es ya «monologica .. como cn el cstadiQ anterior, sino «ciialogica». A III/(] COII/­

pelcl1cia inleraCliva dia/ogica corrcspond!' 1111 lIIode/o dia/6gico de jlllldamcl11acioll )' de idenl!(icacion. Par una parte, cl cristianismo ha sido cl ldtimo en dar una interpretaci6n unificante. reconocicia por todos los miembros de la sociedad. y. tras todas las alter­nativas cnsayadas, la unica forma posible de icienti-

125

ficar es la que los distintos miembros de una soc ie­dad reconocen a traves de un dialogo que revista distintas condiciones formales. De igual modo puede decirse que actualmente no tienen fuerza legi­timadora la s razones ultimas ni las penultimas. Si 10 moral sigue siendo una instancia ultima de la conducta, y por ello tiene que con tar con elementos incondicionados, hoy solo son incondicionados, tie­nen fuerza legitimante, las premisas y reglas comu­nicativas que permiten distinguir un pacto obtenido entre personas libres e iguales frente a un consenso contingente 0 forzado. En ello estriba su racionali­dad. Dc ahi que la cuestion fundamental de la filo­sofia practica, en torno a la cual convergen los esfuerzos de autores como Rawls, Apel y la Escuela de Erlangen, consista en la «pregunta por los pro­cedimientos y premisas desde los que las justifica­ciones pueden tener un poder generador del consenso» 11.

Parece, pues, que el progreso en la evolucion de las sociedades, referente a sus estructuras normati­vas, nos lleva a la conclusion de que la unica forma de fundamentacion posible en nuestro momento -Ia unica forma de dar razon de la existencia y pre­tensiones de obligatoriedad y universalidad de los juicios morales- consiste en mostrar las estructuras comunicativas que posibilitan la formacion del con­senso. Segun este modo de justificacion, sera moral mente bueno quien intente en todo momento lograr la comprension de una sociedad plural, por medio del dialogo. LQue estructuras -nos pregunta­mos- hacen posible el consenso racional y por que se las considera como el unico modo racional de legitimar normas para la convivencia, independien­temente de las cosmovisiones por las que cada incli­"iduo 0 grupo haya optado? 0 10 que es identico, Lpor que constituyen la expresion de la autonomia humana?

" Ibid.. p. 271.

126

Page 19: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

4. FUNDAMENTACION DE LA MORAL DIALOGICA

4.1. En primer lugar, conviene repetir nueva­mente que cuando las eticas del dialogo remiten al consenso como fundamentador de normas no estan refiriendose al consenso factico. Frente al libera­lismo tardio, que no tiene empacho en proponer el consenso como base irrebasable de la normatividad moral, nuestros autores hacenprecisiones de cali­bre, de las que destacamos cuatro: I. con respecto a gran numero de sociedades decimos que seria deseable que se establecieran las condiciones para un consenso racional, 10 cual prueba que no es el pac to en si el legitimador, sino 10 que de racional tiene; 2. un consenso factico tiene en cuenta solo los intereses de los participantes en cl, no los de todos los afectados por el acuerdo, no los intereses generalizables; 3. todos los pactos son revisables, mientras no se produzcan en una situacion verda de­ramente racional del habla, porque estan sometidos a coaccion y asimetria, y 4. para que ·un conscnso sea creible tiene que descansar, a su vez, en un compromiso moral: la validez intersubjetiva de la norma de mantener las promesas hechas; por tanto, el mismo no puede constituir la fuente legitimadora de 10 moral.

Concluyendo, la legitimidad de las normas morales-civicas se fundamentaria en la racionalidad de un consenso racional, hacia cuyo logro progresa el genera humano.

4.2. "Consenso racional", sin embargo, no sig­nifica simple mente que hay motivos para establc­cerlo, porque el motive podria consistir en un inte­res egoista individual y, en ese caso, desde el punto de vista de las eticas del dialogo, no se trataria de un interes racional.

Yaqui vuelvo a repetir una vez mas que quienes consideran prablematicos la fe u otros modos de

127

,aber. mientr~s juzgan diafano el termino «raclO­nal", hablan de la racionalidad y creen que todo cl mundo csta de acucrdo cn su significado, gozan de un optimismo absolutamcntc infundado. EI cjcmplo del conscnso racional cs nucvamcntc una clarisima muestra.

Desde alguna perspectiva, no extraiia al libera­lismo precisamente, «racionalidad" cs igual a «racionalidad economica .. , a busqueda del mayor beneflcio. Lo cual implica que es perfecta mente legitimo un consenso en el que los contratantes, actuando como seres racionales, sellan cl pacto porque ello les favorece individualmente. Tal vez sea este el motivo mas corriente por el que se ingresa en cl procedimiento consensual, peru no puede decirse que garantice la fidelidad a 10 acor­dado. ya que puede cambiar cl interes cgoista por cI que se ingreso en el pacto. Tampoco puede decirse, desde el concepto de «racionalidad" de las eticas dialogicas. que sea racional.

4.3. Para dichas eticas seria un «consenso racional .. cn la legitimacion dc normas para la con­vivencia el que se atuviera simplemente a los requi­sitos que tiene que rcunir la enunciacion de una norma para tener sentido, e incluso cualquier accion que se atenga a normas.

Quienquiera que enuncie una norma esta preten­diendo ya implicitamente su validez intersubjetiva, si es que la enunciacion tiene, algLlIl sentido. Pero esta pretension de validez intersubjetiva, igualmente si tiene sentido, debe estar avalada por argumentos, que quien mantiene la norma tiene que cstar dis­puesto a of'rcccr a traves de un discurso para res­paldar sus pretensiones. Ahora bien, los argumen­tos tienen que ser comprensibles y aceptables, pues, en caso contrario, la pretension de validez intersub­jetiva es irracional. Lo que Iegitima una norma no seria la voluntad de los sujetos individuales, sino eI reconocimiento intersubjetivo de su validez, obte-

128

Page 20: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

nido a traves del unico motivo racional posible: el discu rso.

Si qlll!)'(!mos PI!IIStJ)' l'aciollo/m(!lIle y aclllO), l'acio-1I0/m(!lIle, cntonces debemos SCI' coherentes con todos estos requisitos que dan sentido a nuestra enunciacion de normas. Adoptar otra postura <:on­Ilevaria traicionar todas las caracteristicas que hacen dc la emision de normas acciones con sen­tido. Por clio, el discurso que fundamenta la pre­tension de validcz intersubjetiva de normas, de acuerdo con su pretension de intersubjetividad, no tiene que poner limite ,1 cuantos temas 0 personas quieran venir a contrastar sus pareceres, siendo ili­mitado el numero de participantes; en el «no se cjcrccra cO<lccion alguna como no sca la del mejor argumcnto, y, por consiguiente, queda excluido todD otm nllltivo que Ill' consista en la busqueda cooperativa de la verdad.,Cuando en esas condicio­nes se alcallza un consenso ace rca de la recomenda­cion de aceptar una norma, y se alcanza en el inter­cambio de argumentos ( ... ), ese consenso expresa entonces una «voluntad racional"ls.

EI sello de la racionalidad consistira en tomarse en serio la pretension de validez intersubjetiva de las Ilormas. ell l!lIsca!' \'('u/ac/(,l'am(,lIl(, cuaies pue­den ostentar tal pretension y en percatarse de que este «vcrdaderamente" supone no impedir aporta­cion alguna, eliminar la coaccion y atenerse a los intereses generalizables. Es muy dudoso que un grupo concreto determine los intereses generaliza­bles, por ello la universalizacion de intereses debe lograrse a traves de un discurso como el expuesto. que considere las Ilecesidades, tanto de los partici­pantes como de los afectados. aun de los sin voz actualmente, ya que «todos los seres capaces de comunicacion deben ser reconocidos como personas, porque son interlocutores de discusiones virtuales en todas sus accioncs y expresiones, y no puede negarse la justificacion ilimitada del pensamiento a

I~ Problemas de Legit/macion ell ('I Capital/sma fardio. p. I J I.

129

ningun · interlocutor y a ninguna de sus virtuales aportaciones a la discusion .. ".

Ciertamente los consensos reales, los que se han producido y se producen en nuestro mundo, no gozan de los caracteres de la racionalidad plena, pero un progreso en la racionalizacion permitira alcanzar aquella «situacion ideal de habla .. (Haber­mas). aquclla .. comunidad ideal de argumcntaci6n" (Apel) en que, con distintos malices, se excluye la desfiguracion sistematica dc 13 comunicacion, se distribu:cn simetricamente las oportunidadcs dc clegir y rcalizar actos de habla y se garantiza que los roles dcl dialogo sean intercambiablcs. Ello representa un<l forma de dialogo y de vida ideal. que sin'e como critica de los consensos facticos. puesto que rCllne los requisitos que deberia cumplir un consenso racional'''.

"Nos conducira a esta meta el progreso en la emancipacion con toda seguridad? En este sentido las palabras de Apel frente al materialismo histo­rico son contundcntes: el logro de este consenso que cxige la argumentaci6n de todas las personas poslbles, acerca del mayor numero de acciones y expresiones. funciona como un "principio regula­ti\·o. que debe ser realizado como ideal de 13 comu­nidad en )' a traves de la comunidad real" y por medio del cual .. Ia incertidumbre sobre cI logro fac­tlCO de la meta debe scr sustituida por un principia etico de compromiso y esperanza2l . La realizacion de la identidad humana exige una responsabilidad ilimitada. en cuanto depende de la participacion de todos los hombres; participacion movida por una \'irtud neccsaria para que la (area resulte atractiva: la esperanza.

~' K. o. Apel: Trolls/ormorion der l'hil050phie. II. p. 400. ," c;r. J. flabermas: "Vorbereitende Bemcrkungen zu riner

Theone dcr Kommunikati\"en Kompetcnz», en J. Habcrmasl N . L l"fl '\IA,~' \': Thcorie der Gne/hchajl ader Sozialiechnologie?, Frankfurt. 1976. especialmcnte cap. V: "Destimmungen cler idea­len Sprech~ituation".

" K. o. Apel: Of!. cir. p. 191.

130

Page 21: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

5. FUNDAMENTAR LO MORAL

5.1. Las eticas del di{t1ogo invilan, pucs, a la racionalidad, haccn una lIamada a la razon, con el fin de cvitar aquellos irracionalismos subjetivistas que tuvieron como consecuencia el nazismo y que hoy son la permancnte tortura de Latinoamerica, Polonia, Oriente yesa larga lisla que cs noticia dia­ria 0 que ni siquiera 10 CS.

Aun cuando suene a un nivel muy tcorico. el irracionalismo consiste precisamente en imponer como universales interescs individuales. Dijimos desdc cl comienzo que el contenido de las normas morales, para serlo, debe ser adecuado a Ia forma a traves de la CURl se expresa; por tanto, si queremos tamar en serio la universalizacion pretendida por las normas morales, el contenido debe responder a la pretension y solo los illlereses gellcralizab/es son acordes a ella. Por otra parte, los mejores defenso­res de tales intereses seran los interesados: que nadie se arrogue el derecho de hablar en nombre de otros; tomarse en serio sus intereses implica posibilitar que se expresen a traves de un dialogo racional.

5.2. Sin embargo, cs conveniente record<lr que los consensos reales, los que se producen factica­mente, son 'todos revisables. Expresan los conteni­dos que en ese momento se admiten "universal­mente» -con todo el problema de que "univer­salidad» signif'ique "mayorian, entre otros- en una sociedad dada, 10 cual impliGl que nos movcmos ell cl {Imbito del "deber ser n "posihlc ... Si tradiciollal­mente distinguiamos entre el ambito de 10 politico y cl de 10 moral, como los campos de 10 posible y de 10 que debe ser, los cOllsenscs facticos nos silllan en un<l suerte de hibrido que es "el deber sec posible .. , siempre revisable a la IliZ del debe ser.

5.3. Por otra parte, el progreso hacia cl deber ser no sc producira inevitablemente, sino mediante

131

lJ/l~1 opl:iun: ~(.,!gun las eLicas del tlialogo, 1(1 opci('>n pur I~ rnon. Se produce aqui una silUacion similar a la que presenlaba el imperalivo calegorico kan­liano: la razon solo reconoce como morales las normas que lienen derecho a valer universalmenle; es decir. en el caso de Kanl, las que respelan a lodo hombre como absolulamenle valioso y lienen en cuenta los fines que puede proponerse; en cl caso de Habermas y Apcl, las que expresan los inlereses generalizados a IraH~s de un consenso racional. Sin embargo. hay una primera premisa implicila: aun­que cualquier norma moral se presente como uni­versalmente obligaloria, en Cllanto que prelende ser exigible sin acepcion de creencias individuales 0

grupaJes, su aceplacion desca nsa en la opcion per­sonal de atenerse, en el caso de las eticas citadas, a la razon: en el caso de Olras eticas, la opcion se decanlaria por 10 propiamente humano, que en elias no siempre se identifica con 10 racional.

Es bien claro que a la base de cada una de esas propuestas late una concepcion del hombre, porque la legitimacion de la moral no descansa meramente en 10 que los hombres desean (Arisloleles, Ulilila­rismo, Pragmatismo), necesilan (marxismo, etica de la liberacion), en 10 que les interesa (etica dialo­gica). quieren (etica tragica) 0 en 10 que caplan como valor (personalismo), sino en 10 que IWi/­

menle quieren. en el deseo reCIO, en la necesidad radical. en la aspiracion que !!romuel'c la ma)'orj'cli­cidad social, en el valor supremo, en el i nteres gene­ralizable. Estos contenidos describen canonicamente aqucl elemenlo peculiar humano, en torno al que debe ajustarse la accion libre, si es que 1'1 hombre quiere vil'ir como hombre. Las elicas del dialogo, por su parte, lienen a la base -cxplicita 0 implicila­menle- una concepcion del hombre como ser capaz de comunicacion y argumentacion, como inlerloculor. Sera, pues, «moralmente bueno» quien se conduzca segun esta propiedad, por la que el hombre se distingue como tal.

132

Page 22: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

5.4. '·i\t..:ept~lr <..]ut.: cl hombre ·cs un intcrloclitor vGilido. aun cualldu sc lrata de tina caracterizaci6n cnormemcnte formal, tiene consecllencias inaprc­ciablcs a la hora tic tlccidir entre los tlistin:os 1110de­los cticos existentes.

I. La primera de elias seria de tipo catarlico; son rechazables en sus pretensiones aquellas eticas que, por SlI misma concepcion del hombre, des­autorizan a algunos hombres como interlocutores virlualmente validos. De entre elias podriamos recordar aquellas que dejan un resquicio abierto a la posibilidad de sacrificar un individuo en aras del bienestar colectivo; las que entregan a un grupo la capacidaJ dccisor ia; cuantas, midiendo el valor de un hombre por una detcrminada caracteristica -por ejemplo, la capacidad creativa- defienden la desigualdad real, si es que qu ieren ser coherentes y, por tanto, excluyen las decisiones dialogicas por carentes de sentido.

2. La segunda consecuencia haria afirmaciones positivas con respecto al cOlltenido de la moral, que resumiriamos en las siguientes:

la idelllidod hUlllono, consistente en ·Ia capaci­dad comunicativa, es una identidad vacia que capacita a los hombres para construir su iden­tidad con contenidos decididos consensuada­mente, a traves de dialogos en que se conside­ren los intereses de todos . La ident idad es un proyecto a lograr a traves de contenidos en los que los hombres nos reCOllozcamos, la identidad no puedc scr impuesta dcsde un objet ivismo extrafio al sujeto. Lo moral se pretende intersubjetivamente val ido, 10 ella I significa que pretende scr comunicable, com­prensible y aceptable por todo hombre: cree podcr hallar eco en todo hombre; la determinacion de 10 moral es progresiva y ello supone no considerarla definitiva en nin­gun momento dado, pero tambien no eliminar

133

I()~ lugros moralcs de epocas antcrion.:~. Sinu asumirlos y superarlos; el COI1I(,lIido de 10 moral vendria constituido por los intereses y convicciones gcneraliza-b/(,.\'.

Y en este ultimo pun to nos detendremos breve­mente, porque es crucial para nuestro tema. La concepcion del hombre como interlocutor \'5Iido, cu)'a aportacion al dialogo es indispensable si bus­camos la verdad. fides al sentido de nuestro propio discurso. proporciona lin proc('C/il1li(,1110 de decision rociollol: se decide como vfilido para los hombres 10 que ellos mismos \'an rcconociendo progrcsiva­mente como humano. Ello supone un largo proceso que 'aya proporcionando las bases materiales y mora·les sulicientes para que los hombres podanlOs lIegar a decidir "erdadcramente dcsde nosotros mismos. [I rcconocimicnto progresivo de la huma ­nidad suponc csa ctapa fUlllra de reconocimiento pleno, que la etica del dialogo caracteriza como "comunidad ideal,., que debe ir realizandosc ell la real. Pero, precisamcntc porquc se trata de un reconocimicnto progresivo, conviene distinguir bien entrc 10 «universal» y 10 "universaliz'lble».

Lo I1l1il '('/'.101 es el conjunto de intcreses ya rcco­nocido a traves dc un consenso, icgitirnado, por tanto, temporalmelltc, pero r('l 'isab/(' en el futuro. Lo IIlIil'ersa/izoblc es el cOIII('nido, la lIIalNia del dia­logo de que no hemos hablado y es esencial. Las etieas del dialogo proponell como nlOdclo de Jcgi­timacion de normas ci"icas -no pretenden, Cll prlrlClplO, entrar Cll la moral interpcrsonal e individual- un Fm(cdilllicIIIO, un modclo procedi­mental de fundarnentacion. Pero, ide dondc surge I" matcria1

L6gicamcntc, cl contcnido del di{dogo, esta cuns­tlluido pa r los intcreses que los distintos illdividuos o grupos considcran con derccho suricicntc como para scr reconocidos univcrsalmente, porque poseen argumentos para dcfenderlos que pucden ser com­prendidos y «con-scntidos» par todos. i,Que runda-

1.14

Page 23: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

m..:nto t..:ndrian talcs intcrcscs para los dist intos grupos? Si se trata de intereses individua les 0 gru­pales, el proceso argumentativo debe desenmasca­rar/os como tales, en el caso de que se fundamenten en argumentos tambien particulares, no ~,omprensl­bles y admisibles por todos. P~ro tamblen se, pre­sentaran intereses que Jusl1flcaran su pretensIOn de univcrsalidad sobre Ja base dc concepciones del hombre filos6ficas 0 religiosas. Precisamcnte por tener una imagen del hombre con contenido, consi­deraran nccesario delCndn dcterlllinados intereses que, a su juicio, afectar~an a todo hombre . ~e entre estas propuestas, un dlalogo raclonal debena eiIllll­nar cuantas, por considerar a los hombres deslgua­ics, imposibilitan el dia logo mismo. De ent re las restantes, el dialogo racional -la/ COIIIO /0 helllos caraclerizado- debe constituir la vcrificacion de que interescs son vcrdaderal1lcnte univcrsalizabks y, por consiguiente, cual es la imagen del hombre en la que los hombres nos reconocemos. Cuantos ten­gan pretension dc verdad, deben fomentar el pro­orcso material y moral que poslbliIte a los hombres ~econocer su propia identidad 11

.

i.Significan estas afirl1lacioncs reconocer que, hoy por hoy, es Imposlbl~ prescll1dlr ~c aquello,s mode­los de fundamentaclon que, segun la teona de 13 evolucion de Habermas, son propios de estadios anteriores, pero que paulatinamente podr;'m ser SllS­

tituidos a 10 largo del proceso por el modelo proce­dimental dc Iegitimacion?

5.5 . !\rrull1barcll1os ell cl futuro los Hvicjos" 1110dclo~ de fundamelltacion, quc hoy 5011 ya 1I1l

rcsto inmaduro de ticll1poS pasados? Cintamente csta cs la conviccion dc Habcrmas, cnraizada cn Sll

21 Para I:l ap!icnciol1 tic los rl'quisitos «diait)gicos .. a I::l mora! cristiana, vhf. c! trabajo de F. Backle, "VnJures y fundamenta· cion de normas .. , en F. Bockle/F. X. KaufmaniK. Rahner/Il. \Velte (comp.), Fe cri5tiano y sociedad moderna, Madrid, \·01. 12, 1986. pp. 49- 108.

135

teorfa de Ja cvoluci6·n . social: ·cl· progreso cn la racionalizaci6n -0 10 que es identico, en la eman­cipacion, en la «autonomizacion .. del hombre­depurara, por irracionaies, subjetivas y heterono­mas, las formas de fundamentacion que intentan ofrecer una imagen del hombre con contenido, sea desde la filosofia 0 desde la religion. Y en verdad es importante que los hombres nos percatemos de que ser hombre es valioso en si y de que los hombres (enemos que resolver responsablemente nuestro futuro, no imponiendo jamas desde un grupo aque-110 que los demas no aceptarian desde un dialogo raeional. Pero aqui empiezan, a mi juicio, los Iimi­les de la razon practica ".

Por una parte, el mismo Habermas reconoce que la teona de la evolucion social solo proporciona una prueba de verificacion indirecta. En segundo lugar, aunque el concepto de racionalidad que Habermas y Apel exponen es el mas adecuado -a mi juicio- para establecer la coherencia de la actual experiencia moral, no es menos cierto que coexiste con otras concepciones de racionalidad, como pueden ser, entre otras, la liberal -que conti­nua situando al individuo y su beneficio como motivo para atenerse a 10 consensuado- 0 la nietzscheana. en la que es insalvable la desigualdad humana. i,Quien puede asegurar que la racionalidad superviviente en esta competencia de racionalidades sera la dialogica?

Desde luego, no es la «Iogica de la evolucion .. quien puede garantizarlo, ya que solo la opeion por la razon y par eS/{l razon puede indicar a lgo con respecto al futuro.

Yaqui los problemas se taman insalvables para la ctica del diitlogo: en el futuro, en un futuro que tiene que gozar de determinadas caracteristicas para que esta concepcion etica sea racional, tenga sen-

~J Para talcs limitcs rid. auernas de los trabajos citauos en nOla 6 de la p. 167. A. Wdlmer. f.·rhik und Diulug Franki'urt. 1986: A. Cortina, E,;c(J jill mom/, partes II y III.

136

Page 24: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

tido. Porquc si optanlOS par la raz6n. es precisa Ilegar hasta el finat, ser coherente.

Supongamos que E. Dussel afirma -como hace en sus trabajos- que es un imperativo moral dar de comer al hambriento1

'. Y supongamos que some te su norma a referendum, no saliendo acep­tada. No me parece descabellado suponer que Dus­sel y bastantes otros -entre los que me cuento­segu iriamos manteniendo la obligatoriedad moral de la norma, aunque quedasemos solos. Y tratando de explicar este suceso media nte el proceder dialo­gico, diriamos que nuestra propuesta es IIniversa/i­zab/e e illcondicionada; que nadie puede eximirse de ella porque sienta bases indispensables para dialo­gos simetricos; 10 que ha fallado no es, pues, el caracter moral de la propuesta, sino el caracter racional del referendum, en el que faltarian los requisitos nccesanos para que tuviera fuerza legi­timadora.

Ningun consenso factico es, pues,' suficiente garantia; todos los resultados son revisables en el largo camino hasta la comunidad ideal, en la que se verificara que normas eran verdaderamente legiti­mas . La comun'idad idea l, si qlleremos pensar racionalmente, es un elemento indispensable para que tenga sentido. para que sea racional el modele procedimental de fundamentacion. Yaqui radica uno de los problemas: i,hay alguna garantia de que semejante dialogo perfecta mente racional vaya a tcner lugar alguna vez?

Es verdad que se puede caminar dialogicamentc aunque la comunidad ideal sea una utopia en el sentido ilusorio del termino. Pero entonees no hemos apostado por una razoll coherenle ha's ta el final, ya que es imprevisible desde ella que tenga lugar aquel eonsenso raeional, legitimador de los anteriores. Si ya es una ope ion apostar por la

" cr. E. Dussel. abras citadas en nota 9 del cap. 2 de este trabajo .

137

raz6n. comprometiendo en ella toda una forma de vida. mas arriesgada es Ja «toma de partido» a favor de la racionalidad que exige mayor sacrificio, si resulta, a la postre , incoherente, mientras que la razon economica-egoista resulta tan coherente en su est ilo.

Y la verdad estriba -a mi juicio- en que las eticas dialogicas, que dan razon como ninguna otra propuesta etica de nuestra actual experiencia moral, constituyen una secularizacioll de la fundamenta­cion moral cristiana y una procedimenla/izacion del concepto socialista de hombre; dos modos de fun­damentar pertenecientes a estadios ya superados de la evolucion social. No soy quien para desautorizar secularizaciones y procedimentalizaciones, pero creo poder afirmar que tales trasplantes a la «pura razon» no se producen sin perdida de coherencia y de savia vital. Perdida de coherencia -de racio­nalidad- porque el reino de Dios, que es a la par comunidad real y promesa de comunidad ideal, pierde su garantia de futuro, precisamente por la eliminacion de quien tiene poder para consumarlo. La esperanza en la promesa se convierte en ilusion por la utopia no fundada en la pura razon. Perdida de savia vital, porque el hombre -todo hombre-, que misteriosamente constituia el fin a cuyo servicio debe ponerse la crcacion entera por su infinita valia. se transforma en un interlocutor imprescindi­ble para que mis afirmaciones acerca de las normas sean racionales.

Y no puedo dejar de recordar aqui aquellapre­gunta que Kant formulaba a su propia fundamen­taeion de 10 moral: ~como un hombre, atraido por tantos moviles, puede senti r interes por las leyes de la razon, fria y descarnada?l'. i,Como es posible apostar toda una vida de entrega a la comunidad real, porque 10 pide la fidelidad a la propia razon, cuando. por otra partc. la razon no garanti7.Ll quc po­damos \ 'criliear la moralidad dc nuestras propllcstas'?

" cr. l. Kant. Crundlegung, 1 V, pp. 459-460.

138

Page 25: europea de Ja fiJosofia de Ja reflex ion, iniciada por ...biblio3.url.edu.gt/publiclg/lib/2009/etica/5.5.1.pdf · de adop'tar el Racionalismo Cdtico como forma de vida, son irracionales.

A mi juicio, si eJ modo proccdimentaJ de funda­mentaclOn no quiere perder coherencia ni savia vital, no deberia susliluir antiguos modos, sino ser­vir de procedimiento para que los hombres his tori­camente reconozcamos como nuestra la imagen del hombre con la que consintamos.