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enero · abril 2011 · esic market

Ética empresarial teleológica:formativa, racionalista ytransformativa – ilustracionesy analogíasSvensson, G. (2011). “Ética empresarial teleológica: formativa, racionalista y transformativa– ilustraciones y analogías”, EsicMarket, Vol. 138, pp. 63-90.Wood, G. (2011). “Ética empresarial teleológica: formativa, racionalista y transformativa –ilustraciones y analogías”, EsicMarket, Vol. 138, pp. 63-90.

ResumenLos niveles estratégicos, tácticos y operativos de una organización puedentener diferentes percepciones y convicciones sobre cómo las conductas yprácticas de ética empresarial de la organización deberían gestionarse en elmercado y la sociedad que lo rodea. Examinamos las conductas y prácti-cas de ética empresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedadque lo rodea con la ayuda de las ciencias de la complejidad. El objetivo esdescribir las conductas y prácticas de ética empresarial de las organizacio-nes utilizando diferentes enfoques teleológicosLas conductas y prácticas poco éticas pueden ser el resultado de accionesconscientes, pero también pueden ser subconscientes. Analizaremos lasrazones de ambas posibilidades: conductas y prácticas poco éticas de lasorganizaciones, sus directivos y empleados. Una idea importante basada enlas ilustraciones y analogías presentadas es que los diferentes enfoques tele-ológicos a la ética empresarial en las conductas y prácticas pueden ser con-secutivas y simultáneas dentro de una organización. Un tema esencial para

Göran SvenssonOslo School of Management, Norway

Greg WoodDeakin University, Australia


ética empresarial teleológica: formativa, racionalistay transformativa – ilustraciones y analogías

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la investigación futura es cómo hacer frente a la durabilidad y variabilidadde las conductas y prácticas de ética empresarial de las organizaciones enel mercado y la sociedad que lo rodea.

Palabras clave: Ética empresarial, teleología, formativa, racionalista, trans-formativa.

Códigos JEL: L20, N34.



IntroducciónEn las últimas décadas ha habido un creciente volumen de investigacióncentrado en la ética empresarial de las organizaciones (por ejemplo, códi-gos de ética). Sólo en los EE.UU. se ha llevado cabo alguna investigaciónsobre los códigos de ética empresarial (Cressey y Moore, 1983; Mathews,1987; Weaver, Trevino y Cochran, 1999; Berenbeim, 2000; Chonko,Wotruba, y Loe, 2003), en el Reino Unido (por ejemplo, Langlois y Schle-gelmilch, 1990, Le Jeune y Webley, 1998), en Irlanda (O’Dwyer y Madden,2006), en Canadá (Lefebvre y Singh, 1992; Schwartz, 2002; Singh, 2006),en Suecia (Svensson et al., 2006), en Australia (Kaye, 1992;. Farrell y Cob-bin, 1996; Wood, 2000; y Callaghan, 2003). La investigación también seha realizado en las organizaciones que operan en todo el mundo (Bethoux,Didry y Mias, 2007; Carasco y Singh, 2003; Kaptein, 2004).

La ética empresarial, o más bien las orientaciones, decisiones y direc-trices de las organizaciones para apoyar las conductas y prácticas de éticaempresarial de los directivos y empleados en el mercado y sociedad que losrodea es un tema recurrente de crucial importancia tanto desde la perspec-tiva empresarial como la académica. Organizaciones tales como Enron,WorldCom, Tyco International, Arthur Andersen, Qwest, Global Crossing,Parmalat, Banco Barings, Systembolaget y Skandia (Carroll y Meeks,1999; Davies, 2001; Flanagan, 2003; Heath y Norman, 2004; Rosthorn,2000 ; Wallace, 2004) han llegado a conocimiento del público por las razo-nes equivocadas. En todo el mundo, hemos visto a estas organizaciones,sus asesores –y hasta un cónyuge– en los tribunales, haciendo frente a laira de sus sociedades: sociedades que han empeorado su situación econó-mica por sus conductas y prácticas de ética empresarial sin escrúpulos.Estas conductas y prácticas minan la confianza de los gobiernos, los accio-nistas y, en consecuencia, a todos nos afecta este comportamiento y estasprácticas corruptas y alcistas (Wood y Callaghan, 2003).

Sin embargo, la aparición de negligencia en las conductas y prácticasde ética empresarial en las organizaciones no es algo nuevo (Richardson,2001; Warren y Tweedale, 2002; Piety, 2004). Cragg (2000) ha etiquetadola década de 1980 como el decenio de la avaricia en Norteamérica. Cad-bury (1987) escribe que las organizaciones tienen que tener en cuenta sus

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responsabilidades con la sociedad, y la sociedad, a su vez, tiene que asumirsus responsabilidades para establecer las normas por las cuales se van avalorar las conductas y prácticas de ética empresarial de las organizacionesteniendo en cuenta las orientaciones, decisiones que se adoptan y directri-ces que se dan a los directivos y empleados.

Surgen algunas preguntas: ¿por qué experimentamos escándalos éticosde vez en cuando en el mercado y en las sociedades? ¿Por qué tenemos con-ductas y prácticas faltas de toda ética en las organizaciones? ¿Por qué tene-mos conductas y prácticas faltas de toda ética entre los directivos y emple-ados? ¿Es porque las organizaciones son poco éticas en sus orientaciones,decisiones adoptadas y directrices? Probablemente no, pero ¿por qué esentonces? Evidentemente, hay varias razones que pueden contribuir yexplicar la aparición de conductas y prácticas no éticas de las organizacio-nes en el mercado y la sociedad que lo rodea. Asimismo, hay varias razo-nes posibles por las que los directivos y empleados transgreden las normasde vez en cuando.

En términos generales, las conductas y prácticas poco éticas pueden serel resultado de acciones conscientes, pero también pueden ser subcons-cientes. Analizaremos las razones de ambas posibilidades: conductas yprácticas poco éticas de las organizaciones, sus directivos y empleados. Sederiva, limita y basa en “enfoques teleológicos” según lo definen Stacey,Griffin y Shaw, 2000 para describir y explicar el fenómeno de las accioneshumanas en las organizaciones, que se enmarcará en el contexto de la éti-ca empresarial en los dos epígrafes siguientes.

Marco teóricoDiferentes factores influyen en las conductas y prácticas de ética empresa-rial de las organizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodea. Svens-son y Wood (2003 y 2004) identifican cinco factores, tales como el tiem-po, contexto, desajuste (gap), resultado y consecuencia. Las conductas yprácticas de las organizaciones son dependientes de estos factores. En pri-mer lugar, las conductas y prácticas de ética empresarial de las organiza-ciones pueden considerarse como una función del tiempo. El parámetro‘tiempo’ en la empresa y el entorno social afecta a las organizaciones en

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términos de lo que puede considerarse conductas y prácticas de éticaempresarial aceptables e inaceptables en el mercado y la sociedad que lorodea. En la literatura, la ética empresarial de las organizaciones se ve amenudo como una función del tiempo a pesar de no ser generalmenteenunciado de forma explícita (Orwig, 2002; Kilcullen y Kooistra, 1999;Feldman, 1998; Pava, 1998; Giacalone y Knouse, 1997; Yamaji, 1997;McDonald y Zepp, 1989). En segundo lugar, las conductas y prácticas deética empresarial de las organizaciones también pueden considerarse comouna función de contexto (por ejemplo, cultura). La actual situación y evo-lución contextual en la empresa y el entorno social también afectan a lasorganizaciones en lo que puede considerarse conductas y prácticas de éti-ca empresarial aceptables e inaceptables en el mercado y la sociedad que lorodea. Posteriormente, se han llevado a cabo varios estudios en varios paí-ses que han hecho hincapié en el contexto de la situación (Jakubowski etal., 2002; Hood y Logsdon, 2002; Bucar et al., 2002; Fisher et al., 2001;Seitz, 2001; Peppas y Peppas, 2000; Singhapakdi et al., 1999; Fernández-Fernández, 1999; Vinten, 1998; y Sen, 1997).

En consecuencia, según pasa el tiempo, los contextos evolucionan ycomo consecuencia cambian las conductas y prácticas de ética empresarialde las organizaciones. La evaluación de las conductas y prácticas de éticaempresarial de una organización puede verse como una función de desa-juste (gap), resultados y consecuencias. Svensson y Woods (2004) se refie-ren a estos factores, donde la diferencia (gap) sustenta el resultado de la éti-ca empresarial, que a su vez lleva a consecuencias (positivas o negativas)para la organización en el mercado y la sociedad que lo rodea. En conjun-to, estos parámetros crean una base para marcos de gestión y académicos,y también contribuyen a describir la dinámica de conductas y prácticas deética empresarial de una organización en el mercado y la sociedad que lorodea. La ética empresarial de una organización puede considerarse comouna función de estos factores (Svensson y Wood, 2003).

En el siglo XVI, Nicolás Maquiavelo (1532) hizo hincapié en que lascircunstancias y coincidencias en un entorno tienen un impacto decisivo enel resultado de diferentes situaciones. Esto puede aplicarse a las conductasy prácticas de ética empresarial de una organización en el mercado y la

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sociedad que lo rodea. Otros creen firmemente que una atención cuidado-sa de los detalles, al igual que a la visión general en el tiempo y en los dife-rentes contextos pueden evitar los resultados no deseados o inesperados ensituaciones diferentes (Sun Tzu, 500 B.C-.; Miyamoto Musashi, 1645).Esto también puede ser aplicable a las conductas y prácticas de éticaempresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodea.Stacey, Griffin y Shaw (2000) argumentan que el discurso dominante sobrela gestión de las organizaciones humanas se basa en dos líneas de pensa-miento, a saber: 1) método científico; y 2) pensamiento sistémico. Hay undilema - ambos aplican la metodología de las ciencias naturales a la acciónhumana, lo que también puede afectar a los resultados de la investigaciónen las conductas y prácticas de ética empresarial de las organizaciones enel mercado y la sociedad que lo rodea.

Taylor (1911) y Fayol (1916/1948) produjeron obras de gran influen-cia en la gestión científica, pero su trabajo pasa por alto la interacción quese está desarrollando en la acción humana. Es un punto de interés en lainvestigación de las conductas y prácticas de ética empresarial de las orga-nizaciones. Por ejemplo, Taylor (1911) enfatiza el resultado satisfactoriode las actividades físicas necesarias para lograr los propósitos de la orga-nización basados en una receta para proporcionar descripciones estandari-zadas de todas las actividades. Sostiene que la administración es una cien-cia objetiva que se estructura en torno a las leyes, normas y principios. Sinembargo, es cuestionable si la ética empresarial puede verse como unaciencia objetiva debido a su naturaleza relativa en el mercado y en lassociedades. Fayol (1916/1948) divide la organización en diferentes activi-dades, tales como contabilidad, administración comercial, y áreas técnicas.Él ve la gestión como un enfoque de previsión, planificación, organización,coordinación y control basado en reglas que deben seguirse. Otros, comolos de Mayo (1949) y Likert (1961) comenzaron a abordar la interacciónentre las personas y dentro de grupos – todavía utilizando el enfoque cien-tífico.

Tres líneas de pensamiento sistémico surgieron a mediados del sigloXX. Uno es la teoría general de sistemas ( Boulding, 1956; von Bertalanffy,1968), que se basa en la creencia de que los sistemas tienen una fuerte ten-

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dencia a avanzar hacia una especie de equilibrio para reducir y corregir eldesorden. Otro es los sistemas cibernéticos ( Wiener, 1948; Ashby, 1945,1952 y 1956. Beer, 1979 y 1981), que se basa en la creencia de sistemasautorregulables y orientados a los objetivos que se adaptan al medioambiente (TQM-Total Quality Management-). La tercera es la dinámica desistemas (Phillips, 1950; Goodwin, 1951; Tustin, 1953; Forrester, 1958,1961 y 1969), que destaca la economía y los problemas de gestión indus-trial utilizando modelos/ecuaciones no lineales matemáticos de cómo lossistemas cambian con el tiempo.

Stacey, Griffin y Shaw (2000) sostienen que tanto los enfoques deadministración científica como el pensamiento sistémico proporcionan unconocimiento limitado de la acción humana en las organizaciones. Cree-mos que ambos ofrecen información restringida de las conductas y prácti-cas de ética empresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedadque lo rodea. Sin embargo, la administración científica ha mejorado lacomprensión y la práctica de la eficiencia en la gestión, así como el pensa-miento sistémico, que representa una ampliación de la anterior debido a suinclusión de la interacción. Una tendencia reciente es las Ciencias de laComplejidad, que se divide a su vez en sub-tendencias, tales como la teo-ría del caos, la teoría de la estructura disipativa y la teoría de sistemasadaptativos complejos, que pueden afectar de manera diferente las con-ductas y prácticas de la ética empresarial de una organización en el mer-cado y la sociedad que lo rodea. La teoría del caos (Gleick, 1988; Stewart,1989) contribuye a comprender el comportamiento de un sistema basadoen ecuaciones no-lineales deterministas que muestran cómo parámetrosespecíficos de control fuera del sistema hacen que su comportamientoavance hacia un estado concreto. La teoría de la estructura disipativa (Pri-gogine y Stengers, 1984, Nicolis y Prigogine, 1989; Prigogine, 1997) tam-bién aborda el sistema determinista no lineal y su potencial para producirun comportamiento impredecible. Disipa la información importada desdeel entorno para renovarse. Es un proceso interactivo de evolución quemanifiesta temporalmente estados estables en forma de patrones irregula-res. La simetría y uniformidad de los patrones se pierden, pero el trastor-no crea nuevas estructuras. La teoría del sistema adaptativo complejo

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(Ray, 1992; Reynolds, 1987; Allen, 1998a y 1998b) representa un grannúmero de actores, cada uno de los cuales se comporta de acuerdo a suspropios principios de interacción local. Ningún actor individual, o grupode actores, determina los patrones de comportamiento que el sistemamuestra en su conjunto, o cómo evolucionan esos patrones y ninguno hacenada fuera del sistema. La autorregulación se refiere a los actores que inte-ractúan localmente con arreglo a sus propios principios o intenciones enausencia de un modelo general básico para el sistema.

En consecuencia, la comprensión de las conductas y prácticas de éticaempresarial de las organizaciones difieren dependiendo del enfoque utili-zado. Usando el enfoque de la administración científica puede apareceruna vista estática –o no estática– basado en un enfoque bastante limitadoa la acción humana en las organizaciones. Utilizando las diferentes corrien-tes de pensamiento sistémico las conductas y prácticas de ética empresarialde una organización se colocan en un contexto más amplio y más comple-jo, pero todavía puede ser restringido. Por lo tanto, nuestro objetivo esdescribir las conductas y prácticas de ética empresarial en las organizacio-nes utilizando diferentes enfoques teleológicos. En otras palabras, tenemosla intención de arrojar luz sobre las conductas y prácticas de la éticaempresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodeacon la ayuda de las ciencias de la complejidad. A nuestro entender, la éti-ca empresarial no se han explorado mediante enfoques teleológicos. Coneste fin, el debate se basará en los marcos causales de teleología introduci-dos por Stacey, Griffin y Shaw (2000). Se describen en la siguiente sección.También presentamos un conjunto de modelos adaptados para comple-mentar sus marcos causales, que se cree de forma colectiva, que propor-cionan una base y resaltan la esencia fundamental de la conducta y prácti-cas de ética empresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedadque lo rodea desde la perspectiva de las ciencias de la complejidad y losenfoques teleológico inherentes.

Enfoques teleologicosLas conductas y prácticas de ética empresarial de las organizaciones en loscontextos y en el tiempo pueden determinarse teniendo en cuenta a Prigo-

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gine (1997): ¿el futuro está establecido o está en construcción perpetua? Enotras palabras, ¿existe un futuro conocido y previsible en cuanto a las con-ductas y prácticas de ética empresarial de las organizaciones en la futuraética empresarial del mercado y la sociedad que lo rodea, o no existe? Esta-mos convencidos de que depende del enfoque utilizado. Por ejemplo, si elenfoque se basa en la suposición de un futuro conocido y predecible,entonces la respuesta puede ser positiva, pero si se asume que el futuro esdesconocido e imprevisible, entonces es muy probable que sea dudoso. Almenos, es más complejo y problemático demostrarlo.

Utilizaremos los marcos causales de enfoques teleológicos de Stacey,Griffin y Shaw (2000) como base de nuestra discusión de conductas y prác-ticas de ética empresarial de las organizaciones en los diferentes contextosy en el tiempo. Se basan en la causa teleológica, donde la teleología signi-fica (ibíd., p 14: 1) el tipo de movimiento en el futuro que se supone quees hacia un estado o condición conocido o desconocido (es decir, previsi-ble o imprevisible); y 2) el motivo y la razón del movimiento de un fenó-meno hacia el futuro para alcanzar: un arreglo óptimo, una meta elegida,un desarrollo completo, continuidad y transformación de su identidad.

Ellos identifican cinco enfoques de teleología (“ley natural”, adapcio-nista, racionalista, formativa y transformativa), que proceden de obras degran influencia, tales como: Darwin (1859 y 1971), Hegel (1807 y 1830)y Kant (1790/1987). Sin embargo, hemos excluido los siguientes enfoques:ley natural y adapcionista-teleológico (ibíd., págs. 14-49), debido a que susaplicaciones se hacen más pertinentes en las ciencias naturales y en conse-cuencia menos útiles en las ciencias sociales, tales como las conductas yprácticas de ética empresarial de una organización. Por ejemplo, el enfo-que de la ley natural significa que el fenómeno objeto de estudio se muevede manera estable en el tiempo y el cambio es un movimiento predetermi-nado y totalmente predecible (es decir, hacia un futuro conocido). El fac-tor tiempo es irrelevante y la interacción entre las partes no desempeñaningún papel esencial en lo que sucede. Por lo tanto, está excluido. El enfo-que adapcionista persigue una búsqueda competitiva de optimizaciónbasada en la oportunidad a través de una forma no exigente de autorregu-lación en el proceso de selección. El cambio es el movimiento hacia un esta-

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do o condición estable de adaptación al medio ambiente. Es principalmen-te aplicable en los reinos animales y vegetales, por lo tanto, también estáexcluido.

En consecuencia, nuestro objeto de estudio está en los tres restantesenfoques teleológicos en el contexto de conductas y prácticas de éticaempresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodea(consulte las figuras 1-3):

El enfoque formativo (véase la figura 1) se refiere a la afirmación deque el movimiento estable es producido por la interacción de las partes quese autorregulan donde el estado o condición final es predeterminado (esdecir, un futuro conocido y predecible) y el sistema se mueve hacia él. Elmovimiento del tiempo y del significado van de un pasado determinadohacia el presente. El futuro es reconocible en el pasado y será una repeti-ción del pasado. En otras palabras, en el enfoque formativo uno tiene unanoción del futuro en el presente, pero las hipótesis se basan en el pasado.En este enfoque, las conductas y prácticas de la ética empresarial de lasorganizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodea se convierten enpredeterminadas y se dirigen hacia un estado o condición en el futuroconocido y predecible.

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Presente

Pasado Futuro

Figura 1. Un enfoque formativo



El enfoque racionalista (véase la figura 2) se refiere a que las nocionesde autorregulación están ausentes y tanto la estabilidad como el cambioson opciones humanas hacia objetivos elegidos de manera autónoma. Loque ocurre es que se elige una acción para cumplir con algún objetivo selec-cionado para el futuro (es decir, un futuro predecible y conocido). Partien-do de la situación del presente, se trata de pensar en las actividades a lle-var a cabo para obtener lo que se desea en el futuro. El movimiento deltiempo es desde el futuro hasta el presente. El significado está situado enel futuro, en la acción que se hace en el presente con intencionalidad defuturo. En otras palabras, en el enfoque racionalista el futuro se determi-na y describe en el presente. Las conductas y prácticas de la ética empre-sarial en el mercado y la sociedad que lo rodea se convierten en un proce-so de obtención de objetivos hacia un estado o condición en el futuroconocido y predecible.

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Presente

Pasado Futuro

Figura 2. Un enfoque racionalista



El enfoque transformativo (véase la figura 3) se refiere a que hay auto-rregulación y una causalidad transformativa de micro interacción en el quecada momento está influenciado por momentos anteriores. Cada momen-to es una repetición del pasado, pero con el potencial para la transforma-ción y continuidad futura al mismo tiempo (es decir, un futuro desconoci-do e impredecible). En otras palabras, en el enfoque transformativo laacción humana se desarrolla en interacciones de responsabilidad compar-tida (co-creativas). Las conductas y prácticas de la ética empresarial de unaorganización en el mercado y la sociedad que lo rodea se hacen variablesy continuas hacia un estado o condición en el futuro desconocido e impre-visible, pero hay nociones de cómo el estado o condición futuro podríaderivarse de la interacción continua en la acción humana.

En consecuencia, tanto en la teleología formativa como en la raciona-lista el significado de la acción humana surge en el presente, pero en la for-mativa el significado emerge como un movimiento del pasado (figura 1) yen la racionalista el significado emerge como un movimiento hacia el futu-ro (figura 2). En la teleología transformativa el movimiento futuro del sig-nificado se plantea en el presente. En otras palabras, en el segundo, el sig-nificado del futuro surge como continuas transformaciones en el presente(figura 3).

Creemos que puede ser más apropiado (y potencialmente crucial)hablar de los enfoques formativos, racionalistas y transformativos en lasconductas y prácticas de la ética empresariales de las organizaciones en el

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Presente

Pasado Futuro

Figura 3. Un enfoque transformativo



mercado y la sociedad que lo rodea (adaptado de Stacey, Griffin y Shaw,2000). Por lo tanto, vamos a utilizar los enfoques teleológicos presentadoscomo un marco teórico para arrojar luz sobre la ética empresarial en elmercado y la sociedad que lo rodea. Proporcionamos ilustraciones y ana-logías para describir estos enfoques en las conductas y prácticas de éticaempresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodea.

Ilustraciones teleológicasEn esta sección, ofrecemos tres ilustraciones teleológicas condensadas en elcontexto de conductas y prácticas de la ética empresarial de una organiza-ción en el mercado y la sociedad que lo rodea en los niveles estratégicos,tácticos y operativos. La numeración (es decir, 1, 2 y n) utilizada en las ilus-traciones de las figuras 4-6 se refiere al ‘reajuste a las circunstancias’ en elmercado y la sociedad que lo rodea , lo que podría interpretarse como perí-odos de tiempo flexibles (es decir, semanales, mensuales, trimestrales oanuales) para dar a las ilustraciones una aplicación y un aire genérico yuniversal. Además, también se presentan un conjunto de analogías teleoló-gicas en la sección siguiente para complementar la importancia de los enfo-ques teleológicos en las conductas y prácticas de ética empresarial de unaorganización en el mercado y la sociedad que lo rodea.

Ética empresarial formativaUtilizando el enfoque formativo, las conductas y prácticas de la éticaempresarial de las organizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodeadefinidas en el ‘reajuste a las circunstancias’ 1 es la base para las siguien-tes ocasiones en 2 y n, todo lo cual se derivará y basará en las expectativasy percepciones iniciales (figura 4). El dilema es que las orientaciones estra-tégicas y las decisiones adoptadas con respecto a la ética empresarial quese basa en el pasado a fin de proporcionar orientación para el futuro de lasconductas y prácticas de una organización son arriesgadas y dudosas. Apesar de que el cambio de los enfoques de ética empresarial de reactivos aproactivos puede ser atractivo para una organización, el dilema persistedebido a que se basa en experiencias anteriores de la organización en elmercado y la sociedad que lo rodea. Puede haber conocimientos insufi-

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cientes considerando los niveles tácticos y operativos de la organización.Esto puede llevar a consecuencias inesperadas en el nivel táctico de la orga-nización que se describe bajo el enfoque racionalista (véase más abajo).

Las orientaciones estratégicas y las decisiones adoptadas para dirigir laorganización, a sus directivos y empleados pueden conducir a un enfoqueformativo sin que se sea consciente de que no permiten flexibilidad tácticay operativa de las conductas y prácticas de ética empresarial de la organi-zación en el mercado y la sociedad que lo rodea. Significa que las orienta-ciones estratégicas y las decisiones adoptadas en el ‘reajuste a las circuns-tancias’ , 1 en la figura 4, pueden conducir a la creación de expectativas noviables, conductas predeterminadas y prácticas de ética empresarial pro-blemáticas a la hora de llevarse a cabo de manera eficaz en otros ‘reajus-tes a las circunstancias’ (es decir, 2 y n en la figura 4). Diseñar o realizarun proyecto o una plantilla de un estado o condición en el futuro podríacrear un problema a la hora de abordar el presente.

El dilema es que las consecuencias de un enfoque formativo en lasorientaciones estratégicas, las decisiones adoptadas y directrices propor-cionadas a la organización no se ponen de manifiesto hasta que las con-ductas y prácticas tácticas y operativas de ética empresarial se comparancon las otros ‘reajustes a las circunstancias’ en la figura 4. Por lo tanto, lasorientaciones estratégicas, las decisiones adoptadas y las directrices de laética empresarial deberían tener en cuenta sus desventajas potenciales,independientemente de las buenas intenciones. Aquí podemos reconocerun patrón al que todos hacen referencia, es decir, cuando un grupo dedirectivos o empleados ‘pierden de vista la realidad’ y crean estrategias o

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Figura 4. Ética empresarial formativa



hacen planes para un estado o condición en el futuro de ética empresarialde la organización –todo parece alcanzable–, pero a la hora de llevar acabo estas iniciativas en las conductas y prácticas diarias de ética empre-sarial el resultado podría no ser como se había previsto, lo que significaque la realidad podría parecer difícil de administrar en las orientacionesestratégicas, las decisiones adoptadas y directrices proporcionadas.

Ética empresarial racionalista

Utilizando el enfoque racionalista, ha habido un cambio en el contenido delos ‘reajustes a las circunstancias’. Los criterios tácticos de la organizaciónque se utilizan en los ‘reajustes a las circunstancias’ tienden más a medir elprogreso y el rendimiento hacia los objetivos estratégicos elegidos (es decir,las directrices, las decisiones adoptadas y las directrices dadas a nivel estra-tégico). Cabe señalar que no hay cambio con respecto a la comprensión delestado o condición en el futuro de las conductas y prácticas de ética empre-sarial de la organización en el mercado y la sociedad que lo rodea.

¿Cómo deben los niveles tácticos y operativos de una organizaciónapoyar la conducta y prácticas de ética empresarial de sus directivos yempleados en el mercado y la sociedad que lo rodea? Se pueden especificarvarias formas. Por ejemplo, puede ser lo que deberían decir y hacer en dife-rentes situaciones (1 en la figura 5). En otros ‘reajustes a las circunstancias(2 y n), estos temas pueden abordarse y proceder a organizar la formación.El resultado puede ser evaluado teniendo en cuenta estos estándares pre-determinados y los objetivos estratégicos. Sin embargo, el resultado puedeno ser favorable, ya que el mercado y/ o la sociedad que lo rodea cambiacontinuamente. Esto puede llevar a consecuencias inesperadas en el plano

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Figura 5. Ética empresarial racionalista



operativo de la organización, de sus directivos y empleados. Se describecon arreglo al enfoque transformativo que aparece a continuación.

Ética empresarial transformativa

Utilizando el enfoque transformativo, los directivos y empleados a niveloperacional de la organización pueden percatarse de que las orientacionesestratégicas y tácticas descritas, las decisiones adoptadas y directricesdadas puede que no funcionen en el mercado y/ o la sociedad que lo rodea(1 en la figura 6). El movimiento reactivo-proactivo puede causar muchosproblemas a diario. Por lo tanto, los directivos y empleados operativospuede que tengan que adoptar un enfoque mucho más flexible para estassituaciones ( 2 y n) con el fin de administrar los requerimientos del merca-do y la sociedad que lo rodea para cumplir con los requisitos del estado ocondición en el futuro de los conductas y prácticas de ética empresarial dela organización. Puede que tengan que aplicar un enfoque transformativode ética empresarial para gestionar la situación, es decir ‘reajustes a las cir-cunstancias’ continuas en el mercado y la sociedad circundante.

Analogías teleológicasLas diferencias entre los enfoques formativos, racionalistas y transformati-vos en los comportamientos y las prácticas de ética empresarial de las orga-nizaciones en el mercado y la sociedad que lo rodea también pueden des-cribirse a través de analogías teleológicas que se pueden ver a continuación(véase también las figuras 1-3):

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Figura 6. Ética empresarial transformativa



Circunstancias y ExplicacionesColóquese usted mismo en la ‘situación’ de enfrentarse a un peli-groso ‘campo minado’. El ‘desafío’ es ‘cruzar el campo’ sin provo-car que ninguna ‘mina’ explote hiriéndole o matándole, en otraspalabras, ‘cruzar‘ y alcanzar el ‘otro lado’ de forma segura. No hay‘camino alternativo’, la única forma es cruzarlo! Usted tiene tresenfoques teleológicos disponibles.‘Usted’ representa su organización. El ‘campo minado’ representa elmercado y la sociedad que rodea su organización. El ‘desafío’ repre-senta los comportamientos y prácticas de ética empresarial de suorganización. Las ‘minas’ representan diferentes dilemas éticos (esdecir, conductas y prácticas poco éticas de su organización). La‘ausencia de camino alternativo’ representa el contexto de la éticaempresarial de su organización. El ‘cruzar el campo’ es la decisiónde su organización – es decir, se presenta como algo atractivo o pro-blemático.Por último, la ‘situación’ representa el pasado, ‘cruzar el campo’representa el presente, y el ‘otro lado’ representa el futuro.

Analogía Formativa de la Ética EmpresarialSi se aplica el enfoque formativo a las circunstancias mencionadas,hay un mapa disponible para cruzar el campo que se le ha propor-cionado antes de llegar al mismo. El peligro que tiene este enfoquea la hora de cruzar el campo es que se basa en la suposición de queel mapa es correcto. También se supone que las minas en el camponi varían ni variarán su situación, de acuerdo con su comprensiónpre-determinada que representa el mapa. Por lo tanto, puede llevara una situación donde una mina estalle y usted puede resultar heri-do o muerto, porque el mapa era incorrecto o las minas han sidocambiadas de ubicación. Debido a su enfoque formativo, usted niacepta ni admite que el mapa pueda no guiarle de forma segura através del campo. En consecuencia, hay una posibilidad de queusted pueda no cruzar el campo de minas: si es así, su situación espreocupante y su destino problemático.

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Analogía Racionalista de la Ética empresarialSi se aplica el enfoque racionalista a las circunstancias mencionadasno hay ningún mapa disponible proporcionado con antelación paracruzar el campo minado. Se suministra al llegar al campo minadopara analizar y evaluar la situación. El peligro de este enfoque a lahora de cruzar el campo minado con seguridad es que se basa en lasuposición de que usted puede averiguar la forma más adecuada ysegura de cruzar entre las minas antes de entrar al campo. Por lotanto, ¿qué podría salir mal? Pues bien, el mapa proporcionado pue-de ser incorrecto. Su decisión de por dónde cruzar el campo puedeser errónea. Además, se puede haber cambiado la ubicación de lasminas. Por lo tanto, puede llevar a una situación donde usted pue-de resultar herido o muerto, porque las condiciones en el campo deminas parecen ser diferentes de lo que se esperaba. Su enfoque racio-nalista se niega o es incapaz de reconocer que el mapa puede no lle-varle de forma segura a través del campo de minas, de modo quecontinúa como inicialmente había planeado. En consecuencia, hayuna posibilidad de que usted pueda no cruzar el campo: si es así, susituación es otra vez preocupante y su destino problemático!

Analogía Transformativa de la Ética Empresarial.Si se aplica el enfoque transformativo a las circunstancias mencio-nadas no hay ningún mapa disponible para cruzar el campo mina-do. De hecho, nunca ha habido ningún mapa y puede que ni si quie-ra haya minas en el campo! Por lo tanto, como toda la situación estásin determinar, cuando llega al campo analiza y evalúa la situación.En el intento de cruzar el campo, este enfoque no se basa en la hipó-tesis de que usted pueda averiguar la forma más adecuada y segurade cruzar entre las minas potenciales antes de entrar en el campo.Por el contrario, se basa en el hecho de que usted analiza y evalúala situación después de cada movimiento en el campo: paso a paso.Por lo tanto ¿qué puede ocurrir? Pues bien, el mapa no puede serincorrecto ya que nunca ha existido. La ubicación de minas en elcampo podría tener una ubicación diferente, por lo que tendrá que

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tener cuidado y estar alerta. Esto puede llevar a una situación don-de tendrá que re-analizar y reevaluar la situación en el campo paraevitar resultar herido o muerto, porque las condiciones van varian-do a medida que usted se mueve. Debido a su enfoque transforma-tivo se da cuenta y reconoce que cualquier mapa puede no ser útil y,por lo tanto, elige cruzarlo con mucho cuidado. Incluso puede quevuelva sobre sus pasos para encontrar otro camino para no resultarherido o muerto. En consecuencia, puede que cruce el campo sinproblemas: si es así, su situación es cómoda y el destino atractivo!

Una visión crucial en las analogías teleológicas presentadas es que lasconductas y prácticas de ética empresarial de las organizaciones puedenbasarse o derivarse de las percepciones y asunciones predeterminadas másque de la receptividad continuada de las organizaciones (y de sus directi-vos y empleados). El pasado, el presente y el futuro debería considerarsecomo uno – el presente viene de ‘el pasado presente’ y hace el ‘presente’,que será el ‘futuro presente’ de la ética empresarial en el mercado y lasociedad lo rodea. En resumen, hay algunos pros y contras evidentes en losenfoques teleológicos formativos, racionalistas y transformativos de la éti-ca empresarial (figura 7) que vale la pena considerar en las conductas yprácticas de las organizaciones.

Importantes beneficios están relacionados con el bienestar financiero ysocial de una organización, mientras que las desventajas están relacionadascon las reacciones violentas y la supervivencia de la misma organización enel mercado y la sociedad que lo rodea. Sostenemos que los enfoques for-

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C ($ &☺) –D (M&N)

Figura 7. Pros y contras de enfoques teleológicos en los comportamientosy prácticas de las organizaciones



mativos y racionalistas están más expuestos a las reacciones violentascuando se aplica a las conductas y prácticas de ética empresarial de lasorganizaciones. El enfoque transformativo, por el contrario, presta másatención a la hora de revelar dilemas éticos.

ConclusionesUna conclusión importante basada en las ilustraciones y analogías ante-riores es que los diferentes enfoques teleológicos de ética empresarial enconductas y prácticas pueden ser consecutivos y simultáneos dentro de unaorganización. Los niveles estratégicos, tácticos y operativos de una organi-zación pueden ofrecen distintas percepciones y convicciones sobre cómodeben gestionarse las conductas y prácticas de ética empresarial de la orga-nización en el mercado y la sociedad que lo rodea. Según las ilustracionesproporcionadas, puede haber un enfoque formativo de la ética empresariala nivel estratégico que se convierte en uno racionalista para el nivel tácti-co. Puede ser transformativo en el plano operativo, debido a los defectosinherentes y fallos que se produjeron mientras se aplicaban las orientacio-nes, decisiones adoptadas y directrices suministradas. En resumen, puedehaber un desajuste en las orientaciones, decisiones y directrices que fallanen el ‘reajuste a las circunstancias’ entre el nivel estratégico, por un lado, ylos niveles tácticos y operativos por otro lado.

Las expectativas que se basan en experiencias pasadas y que se utilizancon el fin de hacer frente al futuro traen conductas y prácticas de éticaempresarial que uno encuentra difícil relacionar con los niveles tácticos yoperativos actuales. Esto significa que sólo podemos entender lo que yaconocemos. La experiencia o interpretación del presente es un proceso derelación o, en otras palabras, no podemos reconocerlo o relacionarlo conlo que no conocemos. Se trata también de un proceso de encontrar senti-do a las experiencias en el presente, lo que podría ser un desafío cuandoocurren cosas que no estaban previstas a nivel estratégico.

Curiosamente, uno puede argumentar que las conductas y prácticas deética empresarial de una organización en el mercado y la sociedad que lorodea son dependientes de procesos con patrones de responsabilidad com-partida (co-creación), los cuales no son controlables. Son procesos de inte-

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racción continua, donde las organizaciones, los directivos y empleadosinfluyen en otros, y al mismo tiempo ellos son influenciados por otros. Elproceso respecto de qué decisiones, orientaciones y conductas a adoptar noes tipo ‘top-down’ o ‘bottom-up’ , sino tipo acción-reacción, donde el sig-nificado o sentido de las conductas surgen de la responsabilidad comparti-da (co-creación) entre las distintas partes: la organización, sus directivos yempleados con el mercado y la sociedad que los rodea. Por lo tanto, esesignificado y sentido no son exclusivos de la organización, ni de sus direc-tivos ni empleados sino de la sociedad en su conjunto. Desde esta perspec-tiva uno no puede exigir que las conductas y prácticas de las organizacio-nes procedan de los directivos, empleados, o viceversa, sino que es másbien una cuestión de si las organizaciones serían capaces de comportarsemejor de lo que lo harían los directivos y empleados en el mercado y lasociedad que lo rodea.

Un tema esencial para una investigación posterior es cómo tratar ladurabilidad y la variabilidad de las conductas y prácticas de ética empre-sarial de la organización en el mercado y la sociedad que lo rodea. ¿Sonformativas, racionalistas y/ o transformativas? La clave puede ser unmayor énfasis en la investigación sobre aspectos longitudinales de la éticaempresarial que puede explorarlas en el tiempo y a medida que evolucio-nan los contextos. Las conductas y prácticas de ética empresarial de lasorganizaciones deben ajustarse a las circunstancias del mercado y de lasociedad que lo rodea en el tiempo y a través de los contextos de unamanera u otra. Tienen un pasado, un estatus (o condición) actual y unfuturo.

La única manera en que podemos ‘objetivamente’ evaluar pasadas con-ductas organizativas y prácticas de ética empresarial en el mercado y lasociedad que lo rodea es mediante el uso de los principios y valores éticosdel momento y en relación con el contexto disponible. La investigacióntiende a sacar resultados erróneos cuando se tienen en cuenta las dimen-siones longitudinales y evolutivas en la exploración de los comportamien-tos y prácticas de ética empresarial de las organizaciones. En otras pala-bras, ha habido un énfasis en ‘no reajustarse a las circunstancias’ en elpasado con respecto a los actuales esfuerzos de investigación.

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