Estudio paleopaisajístico del Parc Güell

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Barcelona, 25 de enero de 2013. Universitat de Barcelona. Grado: Arqueología. Materia: Geoarqueología y Arqueología del Paisaje. ESTUDIO P ALEOPAISAJÍSTICO DEL P ARC GÜELL. Prof. Santiago Riera Alumna: Yaiza Martínez

Transcript of Estudio paleopaisajístico del Parc Güell

Barcelona, 25 de enero de 2013.

Universitat de Barcelona.

Grado: Arqueología.

Materia: Geoarqueología y Arqueología del Paisaje.

ESTUDIO

PALEOPAISAJÍSTICO DEL

PARC GÜELL.

Prof. Santiago Riera Alumna: Yaiza Martínez

Índice:

1. Introducción………………………………………………………………………………………………………………………..1

2. Análisis geográfico……………………………………………………………………………………………………………….1

3. Usos y explotación del territorio………………………………………………………………………………………....2

3.1. De transporte..................................................................................................................2

3.1.1. Evidencia física.......................................................................................................2

3.1.2. Análisis histórico.....................................................................................................3

3.2. Uso minero.......................................................................................................................5

3.2.1. Evidencia física.......................................................................................................5

3.2.2. Análisis histórico.....................................................................................................6

3.3. Uso agrícola......................................................................................................................8

3.3.1. Evidencia física.......................................................................................................8

3.3.2. Análisis histórico.....................................................................................................9

3.4. Uso habitacional.............................................................................................................10

3.4.1. Evidencia física.....................................................................................................10

3.4.2. Análisis histórico...................................................................................................11

4. Estructuras que no visitamos.................................................................................................11

5. Hipótesis evolutiva.................................................................................................................12

6. Conclusiones..........................................................................................................................14

7. Bibliografía.............................................................................................................................15

8. Webgrafía...............................................................................................................................15

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1. Introducción:

El Parc Güell es un lugar donde la aplicación de la metodología de la arqueología del paisaje

puede dar resultados importantes, debido a que ha sido transformado a lo largo del tiempo

mediante diversos usos del suelo y, a pesar de ello, las diferentes explotaciones del territorio

se han conservado en mayor o menor medida, ya sea inscritas debajo de usos del suelo más

actuales o dejando auténticos vestigios, susceptibles de ser analizados arqueológicamente.

Este hecho incluye el parque como tal, debido a que Gaudí se dedicó en su mayoría a respetar

las formas que ya existían y, en ocasiones, reutilizar los elementos para constituir otro paisaje.

El hecho de haber analizado un paisaje como éste, permite que, aunque no podamos realizar

el análisis arqueológico propiamente dicho, podamos entrever los diferentes usos del suelo

mediante el análisis de los ortofotomapas, las fotografías históricas, la cartografía histórica y

mediante la prospección superficial para confirmar las evidencias y las formas restituidas y

además agregar algunas cosas que sólo podemos ver mediante la evidencia arqueológica como

la existencia de diferentes fases de construcción de los usos del suelo.

Gracias a este análisis podemos determinar una posible sucesión cronológica, aunque muy

relativa, lo cual nos da una idea de la historia de la transformación del lugar, lo cual finalmente

podemos corroborar mediante la documentación escrita.

2. Análisis geográfico:

El plano de Barcelona está limitado por la Sierra Litoral que acaban en mar, por el otro lado,

además está delimitado por el Garraf, que también limita con el mar y por otras sierras que

también lo delimitan:

- Sierra de la marina.

- Sierra de Collserola.

- Sierra de Sant Climent.

- Sierra Prelitoral.

Las sierras provocan que el clima de Barcelona sea muy oceánico, es decir, que no se tenga una

influencia continental, ya que éstas tapan la influencia del exterior.

Además de esto, tenemos la formación de dos deltas, el Delta del Besós y el Delta del

Llobregat hacia el VI d.C., teniendo en cuenta que antes las costas eran mucho menos

extensas.

La línea de cerros: Putxet, Monterols, Les Tres Creus, Turó del Carmel, Turó de la Rovira, entre

otros., dividen el plano litoral y el Valle interior de Vallcarca.

Analizando los dos caminos antiguos que conducían hacia Horta, podemos observar que,

desde un punto de vista de topografía antigua, el relieve obligaba, para tomar el camino que

va desde Travessera de Gracia recto hacia Horta, a llegar hasta Sant Martí, dándole la vuelta a

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Sant Andreu y desde allí subir por el Valle de Horta, hecho que se debe a que la riera de Horta

desemboca prácticamente en el Besos.

Por ello, era más práctico ir desde el Eixample hasta el Valle de Vallcarca, por cuello del

santuario, aunque el camino pueda parecer más largo, que dar la vuelta hasta llegar al Valle de

Horta.

Horta era una localidad importante porque desde allí salía uno de los caminos principales hacia

el Vallés, trayecto que era más favorable que el paso por el Estrecho de Montcada, más difícil

de realizar. Por lo tanto, el itinerario sería desde Barcelona a Coll de Horta y desde allí hasta el

Coll del Forat del Vent, que se encuentra detrás de Cerdanyola.

3. Usos y explotación del territorio:

3.1. De transporte:

3.1.1. Evidencia física:

• Primer tramo del camino:

Se trata de un camino que deja las dos cimas, Monte Creueta y la cima de Les Tres Creus, a la

izquierda. En la fotografía histórica se podía presenciar trazos de este camino, poco

pronunciados, con lo cual, inferíamos que se trataba de un camino viejo.

Pudimos observar que se trataba de un camino, por su longitud y la potencia de su muro, ya

que se trata de un camino grueso, que va ganando altura, mide aproximadamente 1,50 m. de

altura. Además, existe otro camino que baja de piedras irregulares menos antiguo que puede

ser de la construcción del Parc Güell.

Aparte de este uso del suelo para la actividad de transporte, podemos ver otro uso en este

sector, pero que se refiere a actividades agrícolas y que analizaremos más adelante.

• Segundo Tramo:

El segundo tramo del camino daba con el cuello entre el Monte Carmel y un monte que no

tiene nombre pero que parece una continuación del Monte de Les Tres Creus. Para saber si se

trataba o no de un camino antiguo decidimos reseguir el camino por debajo hasta llegar al

cuello y nos encontramos con que por debajo aparecía otra estructura, que seguramente debía

ser antigua, puesto que no está en funcionamiento

Pudimos observar que se trataba de un muro muy continuo y con una morfología sólida,

propia de la plataforma de un camino. Este muro viejo tiene continuidad y llega hasta el cuello,

además de que parece seguir al primer tramo del camino. La traza era construida, ya que

estaba excavado en la roca y relleno de sedimentos hasta el muro, teniendo una anchura de 3

a 4 m.

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• Tercer tramo: Trinchera.

El cuello se encuentra fuera del recinto histórico del parque, para saber si era antiguo o

moderno, observamos su corte y pudimos determinar que a una altura considerable se

hallaban dos estructuras, un muro, que parece de un camino, y una terraza adosada al muro,

con lo cual inferimos que la trinchera es posterior a estas estructuras.

• Cuarto tramo:

Saliendo del cuello hacia la derecha, se podía ver una clara evidencia de estructura que,

incluso, poseía diferentes fases de construcción:

1. Primera estructura o fase: Muro mucho más regular y de piedra más grande y

cuadrada en la base, bien encajadas, y piedra más pequeña en la parte superior. Esta

estructura se adosa a la estructura 2.

2. Segunda estructura o fase: Piedra más pequeña abajo e inclinada de forma horizontal.

3. Tercera estructura o fase: Más arriba se encuentra el camino moderno, del siglo XIX,

de piedra mucho más reducida y no sigue la misma orientación. Constituye la

plataforma actual.

Determinamos que era un camino por la plataforma que presenta, además de esto, no sigue la

pendiente y presenta una gran continuidad de más de 4 m. Se puede ver que posee fases

constructivas diferentes y reconstrucciones, que constituyen fases de intervención en el

territorio paisajístico. Esto refleja la profundidad histórica de la estructura, lo que nos permite

plantearnos que es un camino antiguo.

Los caminos suelen tener esta profundidad histórica y suelen ser reutilizados, quedando, en

ocasiones, insertos en la trama urbana, por ello, son un elemento interesante de reseguir,

además de que son continuamente representados en la cartografía histórica y poseen

topónimos que en ocasiones, se mantienen.

En esta zona se deja de ver las terrazas, es decir, esto es una zona usada únicamente para el

transporte.

3.1.2. Análisis histórico:

En primer lugar, analizando las formas y evidencias del paisaje en los ortofotomapas y mapas

topográficos, ya podíamos trazar caminos que aún estaban en uso y otros que sólo se

conservaban en algunos trayectos, este es el caso de los tramos de camino que reseguimos en

el Parc Güell y que, seguramente, formaban un solo camino, largo, constituyendo una especie

de carretera.

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Con respecto a la antigüedad de los diferentes tramos, podemos ver que el primer tramo,

tanto en la fotografía actual como en la histórica aparece muy borroso, con lo cual podemos

que se trata de un camino en desuso. Podemos ver que en el segundo tramo, que el camino

actual resigue el antiguo, que se observa más borroso, mientras que la Trinchera se presenta

de forma clara. Un elemento que nos proporciona una cronología de esta trinchera, es la

cartografía histórica, ya que resiguiéndola en los diferentes mapas, se puede ver que en el

mapa de 1891 ya no existe, lo cual se confirma por las estructuras colgadas a 5 m. de la

estructura actual, claramente más antiguas que el corte de la trinchera. Por último, el cuarto

tramo del camino, vemos que se mantiene de forma bastante clara en la fotografía actual, lo

cual se debe a las diferentes reconstrucciones de este camino que siguen la traza del camino

antiguo, que aparece de forma bastante clara en la cartografía de 1933.

Sobre la historia de este camino, podemos determinar que su itinerario podría seguir hasta el

Coll del Portell, hacia el Valle de Vallcarca y continuar hasta Horta. Para verificar la existencia

de este itinerario, encontramos varias evidencias. En primer lugar, me gustaría destacar una

fotografía antigua de 1897, donde claramente se observa que este camino continuaba hasta el

santuario (GIRAVENT, D. SUNYER, E., 2002; 16).

Además, este trayecto desde Gracia hasta Horta, aparece en todos los mapas de la cartografía

histórica hasta la de 1710, punto en el cual debemos dejar de lado esta cartografía, ya que no

nos puede dar una cronología que llegue hasta épocas anteriores.

En este punto es donde reside la importancia de la documentación histórica, ya que existen

referencias, en los documentos medievales, de este camino, en los cuales utilizan diversos

topónimos que podemos identificar. Un ejemplo de esto el documento de 1164, número 372,

que explica: “ipsius alodii culti et heremi de dicta cumba Martina est subtus Collem de Portell

et Podium de Aguilar”. Afronta: “a meridie in alodio torrente mediante (...) ab occiduo in

alodio Sancte Marie Fontis Rubie qui sunt tres feixes terre et partim in via sive camino que

tendit de Portell ad Ortam” (ALTURO I PERUCHO, J., 1985, vol. II; 391-393). Por lo tanto, se trata

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de un itinerario marcado desde época medieval, hecho que corroboran las estructuras que

observamos, debido a la profundidad histórica de las mismas, con diversas fases de

reparaciones, y al tipo de material, de piedra gruesa y potente, que parece propio de la época

medieval.

En cualquier caso, el camino puede seguir un itinerario mucho más antiguo. No hay que olvidar

que en la zona existen ocupaciones ibéricas y los caminos son usos del territorio cuyo trazo se

mantiene en muchas ocasiones. En este punto, entraría la práctica arqueológica, para poder

determinar si por debajo del camino actual hay un sitio de paso más antiguo.

Además, es interesante un documento de 1871, habla de la remodelación del camino de

Vallcarca a Horta, que consiste en su ampliación a 4,20 m., tamaño que mantiene actualmente

el camino viejo. Además, en la cartografía de 1888 aparece segmentado, lo que puede

significar que haya entrado en desuso, pero se debe tener en cuenta que en la cartografía de

1891 se vuelve a mostrar bien definido, por lo cual es posible que el camino aún existía en

1888 pero ya no constituía un camino importante, debido a que el cartógrafo decidió no

señalarlo mientras que marcó, de forma contundente, el camino que va por el norte del Cerro

de Les Tres Creus. Por último, encontraríamos la fase de construcción del camino moderno,

que pudimos ver claramente en la evidencia física, con una piedra más pequeña y un muro

menos potente.

3.2. Uso minero:

3.2.1. Evidencia física:

• Antigua pedrera:

Al entrar al parque como tal, podemos ver una construcción de Gaudí que reutiliza una antigua

pedrera, se puede ver el frente de la pedrera y las galerías. Las galerías no parecen ser de

extracción de piedra sino de algo más, es decir, debían ser usadas por la minería, seguramente,

para extraer hierro, pero por su morfología, según el investigador E. Sunyer, serían del siglo XIX

(SUNYER, E., 1999; 73-75).

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Además, encontré esta imagen del libro de D. Giravent y E. Sunyer, obtenida el 24 de Octubre

de 1948, que nos muestra la reposición de la Mare de Déu del Coll, donde se puede observar,

según este autor, que están pasando por delante de la máquina de triturar piedra de la

pedrera (GIRAVENT, D. SUNYER, E., 2002; 26). A través de esta fotografía podemos determinar

que el uso de las pedreras continúa hasta una época muy avanzada. Con lo cual, la pedrera del

Parc Güell probablemente haya sido utilizada hasta la construcción del parque. De igual forma,

sería interesante poder determinar cuándo se sitúa el inicio de la explotación de esta pedrera y

si ésta llegó a funcionar desde época medieval para la construcción de caminos y terrazas.

• Cueva d’en Cimany:

Cuando dejamos de reseguir el camino, decidimos dirigirnos a lo que en la cartografía histórica

aparece con el topónimo de Cova d’en Cimany. La existencia de montículos de arcilla

amarillenta, con una morfología muy particular, ya nos daba indicios sobre que este sector se

dedicaba a otra explotación del territorio diferente de las que hemos visto, es decir, que se

trataba una zona de obtención del hierro.

Además, se podía observar en el suelo escorias tratadas por el fuego, lo que muestra una

actividad de extracción y tratamiento previo del hierro. Estas escorias poseen el 80 % de

hierro, concentración que se sólo existe en la roca cuando se le aplica un el tratamiento previo,

que se debía realizar a través de hornos a pie de mina.

En cualquier caso, observamos que estos montículos son claramente una evidencia de

estructura, ya que tienen una morfología de escombreras. Además de las escombreras, se

pueden observar las minas donde se realizaba la extracción, existen dos de ellas. Es importante

porque dejó una evidencia en el paisaje, ya que se puede ver, aunque levemente, su impronta

en la fotografía actual, con una coloración amarillenta.

3.2.2. Análisis histórico:

No se han estudiado estas evidencias, sin embargo, podemos determinar que la práctica de

extracción del hierro que implica un tratamiento de hierro a pie de mina, es, al menos, pre-

industrial.

Pero lo que nos puede proporcionar una cronología con más precisión, es la documentación

escrita, ya que en plena Edad Media encontramos una explotación de mineral de hierro en los

cerros de Barcelona, documentada históricamente y con referencias a los yacimientos, o que,

al menos, afirman su cercanía a la Font Rúbia. Se trata de dos documentos del "Libri

Antiquitatum" de la Seu de Barcelona, número 1482 y 1483, redactados en 1138. Como lo

explica E. Sunyer: El primero es la donación, hecha por los "veguers" de Montcada, de la Farga

de Sant Andreu de Palomar a la canóniga, con la condición de que ni los definidores, ni los

sucesores, ni los habitantes de Sant Andreu pudieran reclamar nada del "llòssol" de la Farga. El

segundo documento es la donación del establecimiento y el "llòssol" de la Farga, por los

Ardíacos y todo el Convento de la Iglesia de Barcelona, a Pedro de Senmenat, veguer de

Montcada, durante toda su vida, devolviéndose después de su muerte a la Catedral. La

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referencia a los yacimientos del hierro se deduce al establecer que todos los hombres que

habitaban en la jurisdicción de la canóniga, desde el Castillo de Montcada al mar y del Castillo

de Montgat a Santa Maria de Font Rubia, fueran a esta Farga. Esto se puede interpretar como

que todos los trabajadores de la Farga o todos los que la utilizasen continuaban trabajando. El

perímetro formado por estos límites coincide con la zona donde hay yacimientos de hierro:

Montcada, Montgat y los cerros de Barcelona (SUNYER, E., 1999; 73-75).

Este investigador explica que, según su experiencia, el tipo de explotación que se realizaría en

los yacimientos de los cerros de Barcelona sería a cielo abierto o en galerías muy poco

profundas. Tanto el yacimiento de Puig dels Meners como el del Cerro de Cimany, existe una

explotación formando una gran cavidad similar a las explotaciones anteriores a las

explotaciones en forma de galería, típicas de la época de la industrialización (SUNYER, E., 1999;

73-75).

La relación entre esta Farga y la Cova d’en Cimany es indirecta, sin embargo, debido a la

localización que poseía la Farga de Sant Andreu, condicionada por el uso que empleaba de la

energía hidráulica para separar las escorias del hierro, ya que funcionaba con fuelles y el agua

se usaba para accionar el martillo, debía situarse en el canal del Riego Condal, que está muy

cerca de la mina del Coll, con lo cual es muy probable que extrajera el hierro de esta mina, lo

que sería interesante plantearse es si realizaban el tratamiento previo en la mina y si

desechaban las escorias en esta misma.

Además, a la Mare de Deu del Coll se le decía Font Rubia porque salía el agua de color amarillo,

debido a la arcilla con alto contenido de hierro, lo cual se puede ver en un documento de 1098

d.C, que cita al santuario, y se trata de una donación de terrenos al Monasterio de Sant Cugat

del Vallés: “loco quem vocant Fonte Rubea, alodium nostre ecclesie” (...) “per ipsam serram

quem est super Ariga et pervadit ad montem de Cabrils, et ad eandem ecclesiam de Sancta

Maria de Fonte Rubea et transit ad ipsum collum de Portello et per montem Agilar atque per

Pereion” (RIUS SERRA, J., 1946; 428-429). Hecho que puede ser significativo, debido a que

explicaría que la localización de este santuario, tan aislado de Barcelona, pudiera responder a

un cierto control de la mineralización del cerro, debido a que en este lugar existen pocas zonas

donde aflore la mineralización del hierro.

En cuanto a la cronología, E. Sunyer considera que la explotación de estos yacimientos podría

ser anterior, es decir, sopesa la posibilidad de que haya existido una explotación del mineral

del hierro de este cerro desde época ibérica, asociándolo a la ocupación ibérica del Turó de la

Rovira y a la posible ocupación del Turó del Carmel (SUNYER, E., 1999; 72). Aunque no deja de

ser una hipótesis válida, siendo lo común en estas comunidades que ya explotan el hierro con

certeza, debe ser verificada.

Por último, en cuanto al momento de finalización de la explotación de este cerro, podemos ver

que en la cartografía histórica aparece representada hasta la cartografía de 1933, conservando

el mismo topónimo que se usa actualmente. Esta presencia en la cartografía más actual y la

pervivencia del topónimo podría deberse a un abandono bastante moderno de esta

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explotación o, por lo menos, del siglo XVIII o XIX, aunque deben realizarse estudios

arqueológicos para determinar una cronología más precisa.

3.3. Uso agrícola:

3.3.1. Evidencia física:

Los sectores que comprenden la explotación agrícola son: la ladera sur del Cerro de Les Tres

Creus y el sector donde están las casas del Parc Güell, donde hay terrazas paralelas, al

noroeste del cuarto tramo del camino, donde hay evidencias de terrazas en forma de zig-zag, y

en el monte Carmel, donde hay evidencias de estos dos sistemas de terrazas.

• Ladera sur de Les Tres Creus:

En este sitio observamos, aparte del muro que conforma el camino, restos de pequeños muros

muchos más bajos y de piedra más suelta, que parece un sistema de terrazas de cultivo. Sobre

estas terrazas se puede ver que el último cultivo es de finales del siglo XIX o inicios del siglo XX,

ya que se trata de un cultivo de algarrobos, que se implanta cuando la viña desaparece

durante el siglo XIX debido a la aparición de filoxera. Estos cultivos se implantan con el objetivo

de obtener Garrofín, que es una goma vegetal, lo cual denota un uso es propiamente

industrial.

Sin embargo, esto no quiere decir que, en el momento de construcción de las terrazas, éstas

no tuvieran una finalidad agrícola, sólo que fueron reutilizadas durante la Guerra Civil,

momento en que Barcelona queda aislada y posee la necesidad de abastecerse, por lo cual, se

reutilizan muchas estructuras de este tipo, que seguramente son más antiguas.

• Sector donde están las casas del Parc Güell:

En este camino podemos ver una terraza de cultivo, se puede ver cómo existen dos fases de

construcción de la terraza antigua y la última, que corresponde al muro del parque Güell, que

resigue la altura de la terraza, lo cual nos permite apreciar que Gaudí en realidad buscaba

mantener las estructuras del paisaje.

• Sector Noroeste del cuarto tramo del camino:

Saliendo del cuello hacia la izquierda, reseguimos los caminos en zig-zag que bajan hacia el

fondo del Valle de Vallcarca y que van rompiendo un poco con la pendiente de la ladera. El

muro posee una altura de 1,60 a 1,70 m.

Debido a que los muros no son paralelos a la pendiente, podemos determinar que se trata de

terrazas. Estas terrazas no poseen, en su totalidad, la misma morfología, ya que hay algunas

de piedra pequeña y otras de piedra más gruesa y más desmoronada. Estas morfologías

pueden corresponderse con diferentes ocupaciones o reparaciones.

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Las terrazas en zig-zag poseen demasiada pendiente, lo cual implica que en la terraza exista

mucha potencia de suelo y sea menos pantanoso, por lo cual, probablemente fueran utilizadas

para el cultivo de la viña, ya que éste necesita poca agua. Estas terrazas serían más antiguas a

los caminos que las fosilizan.

• Monte Carmel:

En la zona que comprende el Monte Carmel, volvemos a encontrar un uso del suelo agrícola,

esto lo pudimos determinar debido a la presencia de dos tipos de evidencias:

- Terrazas paralelas: muy bajas y muy paralelas a la línea de pendiente.

- Terrazas en forma de zig-zag: estas terrazas bajan en diagonal, de forma inclinada,

poseen muros más potentes, de piedra más grande y hundida, mejores realizados que

los muros de las terrazas paralelas.

Cabe destacar, que no existen estudios sobre estas terrazas que nos permitan inferir su

cronología, probablemente por la dificultad que presenta la datación de una terraza al tratarse

de sedimento removido. Por ello, sería interesante realizarlos, ya que, a pesar de que podemos

dar una cronología relativa de las terrazas y de los cultivos que en éstas se desarrollaban, a

través de la realización de dataciones, podríamos aclarar la secuencia en diversos aspectos,

como verificar si las terrazas en zig-zag de esta zona son construidas contemporáneamente a

las terrazas, también con forma de zig-zag, que visitamos anteriormente.

3.3.2. Análisis histórico:

En primer lugar, encontramos las terrazas en zigzag, que se encuentran tanto en sector que

queda al noroeste del camino, como en el Monte Carmel. Ambas evidencias son semejantes

respecto a los materiales y a la morfología, por lo cual, yo considero que podrían ser

contemporáneas.

Éstas terrazas, que aparecían de forma clara en la fotografía histórica de 1947, las pudimos

reseguir hasta la cartografía de 1933, sin embargo, después de esta cartografía desaparecen,

probablemente porque los mapas no se realizaban con tanto detalle, ya que por su material

parecen ser mucho más antiguas.

Como ya mencionamos anteriormente, posee un material muy parecido al del camino

medieval, por ello, pienso que son relativamente contemporáneos, aunque no están los

suficientemente próximos para poder determinar una secuencia cronológica. Con respecto a

esto, es interesante un documento de 1195, que es el número 603 del Arxiu Antic de Santa

Anna, que explica: “et concedo uxori mee Marie medietatem mee vinee quam teneo per

Sanctam Mariam de Colle” (ALTURO I PERUCHO, J., 1985, vol. III; 164). Como podemos ver, se

trata de un individuo que dona la mitad de su viña a su mujer y explica que está ubicada en

Santa Maria del Coll. La referencia a la ubicación la podemos determinar debido a que, como

lo explica el diccionario “A Latin Dictionary” de Charlton. T. Lewis y Charles Short, la palabra

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per más acusativo suele ser utilizada para designar la ubicación de lugares no exactos y su uso

es frecuente en los textos medievales para orientar sobre la localización de las cosas, usando

un lugar conocido, sin informar sobre el lugar exacto. El hecho de que existiera una viña en las

inmediaciones del santuario, se corresponde con la construcción de las terrazas en forma de

zig-zag porque, además que el relieve exige esta construcción para poder explotar de forma

agrícola este lugar, la aparente forma de zig-zag que nosotros podemos observar se da por la

colocación de los muros, en vez de paralelos, en forma de V, lo cual permite el vaciado de

agua, que sería propicio para la viña, que es uno de los cultivos que necesita.

Aparte de esto, es significativo la relación estratigráfica que mostraba la trinchera, donde

aparecían una terraza adosada al muro del camino, con lo cual, debemos admitir que debieron

existir diversas fases de construcciones de estas terrazas en forma de zig-zag.

Después encontramos las terrazas paralelas, tanto en la ladera sur del Cerro de Les Tres Creus

como en el Monte Carmel. Estas terrazas debían ser contemporáneas y debían destinarse para

la explotación vitícola, que comienza en el siglo XVIII, pero que tiene su auge del siglo XIX. Sin

embargo, posteriormente a éste uso, denotamos una reutilización de las terrazas de la ladera

sur del Cerro de Les Tres Creus, para obtener algarrobos que, como ya lo mencionamos

anteriormente, responde a un uso propiamente industrial.

3.4. Uso habitacional:

3.4.1. Evidencia física:

• Cima del Monte Carmel:

Además de la explotación agrícola, en el Monte Carmel encontramos otro uso, situado en la

cima del mismo, ya que se pueden ver unas alineaciones de muros, que en la fotografía del 47

marcamos como un círculo. A pesar de que algunos investigadores han descartado la presencia

de un yacimiento, otros han destacado la presencia de cerámica ibérica, por lo cual se

deberían realizar diversos sondeos, porque es posible que exista un poblado ibérico,

constituyendo un uso habitacional. Esto no sería tan inusual, ya que en la cima del Monte

Rovira, que está justo al lado del Monte Carmel existe un asentamiento ibérico.

• Cal Moro:

Antes de subir al Monte Carmel, vimos a lo lejos la masía de Cal Moro, que ha sido

reconstruida y actualmente es un edificio de color amarillo. Esta masía es importante, ya que

debido a su antigüedad, su localización en la cartografía nos permitió recorrer el camino, que

debía ir por detrás del edificio, en muchos mapas de la cartografía histórica, ya que aparecía en

todos con el mismo topónimo.

El hecho de poder reseguir esta masía hasta la cartografía del siglo XVIII, ya nos da una idea

sobre la antigüedad de la misma. Aunado a esto, es interesante una fotografía de esta masía,

que aparece en el libro de D. Giravent y E. Sunyer, donde estos investigadores observan que en

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ella existía una inscripción que decía: “Torre sana 1750”, que debía ser la fecha de alguna

restauración, con lo cual sabemos que al menos debía de existir antes de este año, es decir,

nos proporciona una fecha antequem (GIRAVENT, D. SUNYER, E., 2002; 41).

• Casas del Parc Güell:

El Parc Güell se crea para servir como una organización de lujo para la burguesía que sentía la

necesidad de huir, debido al episodio de terrorismo sindical de los años 20, pero con la guerra

civil se acabó el terrorismo sindical y la burguesía se mantuvo abajo.

3.4.2. Análisis histórico:

Como podemos ver, este lugar, no ha sido muy habitado hasta época contemporánea, más

bien, constituía un lugar de explotación económica del territorio y es posible que las

estructuras habitacionales respondieran a esta necesidad de explotar el lugar. En el caso del

poblado ibérico, existe la hipótesis de que su localización se debe a la explotación del hierro de

la Cueva d’en Cimany. Con respecto a las masías, podemos ver que, por su gran entidad,

aprovecharon la expansión agrícola de finales del XVIII, mientras que el Parc Güell nunca

constituyó una organización.

Esto se debe probablemente a que el Parc Güell está muy alejado de Barcelona y por su

relieve, no posee las características de un sitio habitacional que agrade a la población.

4. Estructuras que no visitamos:

En la cartografía histórica pudimos observar algunas estructuras que no llegamos a visitar y

que también señalan otros usos del suelo, éstas eran:

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1. Sistema de irrigación: En la fotografía histórica del 47, se ve una forma que parece

claramente un sistema de irrigación, el cual usaría las fuentes que existían para

sustentarse, hubiera sido interesante visitarlo para observar cómo se articula la

estructura y la posible cronología de este sistema.

2. Camino al Monte Carmel: Aparte del camino que conducía al Coll del Portell, existe un

camino que subía de Travessera de Gracia al Monte Carmel, mencionado en el

segundo apartado y que en la cartografía de 1933 presenta un doble muro.

3. Pedreras: En la cartografía de 1933 podíamos ver diversas pedreras, que serían

interesantes de analizar, para ver a qué cronología corresponden.

5. Hipótesis evolutiva:

Este paisaje posee una profundidad histórica que comienza ya desde época ibérica, con la

posible ocupación del Monte Carmel y la ocupación del Monte Rovira, posiblemente, con una

configuración de caminos sin estructuras que podían seguir el mismo itinerario que los

caminos donde posteriormente se crearon las estructuras.

Después de esta ocupación, que ya implica un uso del suelo, tenemos que la explotación del

territorio más antigua puede ser la minera, porque como podemos ver ya en el documento del

1098, se denomina a Santa Maria del Coll como “Font Rubea”, haciendo referencia al color del

agua y ya en 1138, se define la explotación de estos yacimientos de hierro, pero hay que tener

en cuenta que puede pasar mucho tiempo desde que estos yacimientos se explotaban hasta

que se define su explotación, además de que el documento menciona que ya había gente que

realizaba trabajos en estos yacimientos para esta fecha. También hay que pensar, que siendo

una zona donde no existen muchas mineralizaciones del hierro, ésta ya era bastante conocida

quizás desde época altomedieval o quizás, incluso, desde antes, como lo señala Sunyer

(SUNYER, E., 1999; 72). Es interesante ver cómo esta temprana explotación del territorio, cuyo

inicio podemos fechar al menos en época medieval con la extracción del mineral por la Farga

de Sant Andreu, se mantiene a lo largo del tiempo, permanencia que se demuestra al quedar

claramente cartografiada en los mapas de hasta 1933, aunque a ésta se le van sumando otras

formas de explotar el territorio.

Posteriormente encontraríamos, la explotación agrícola de terrazas en zig-zag y la

configuración de caminos, siendo estos dos usos relativamente contemporáneos, pudiendo ser

el uso agrícola un poco más antiguo.

Esta cronología de relativa contemporaneidad nos la da, sobretodo, la documentación escrita,

ya que, como mencionamos anteriormente, existe el documento de 1195 que explica la

existencia de una viña. Este documento escrito nos proporciona por lo menos una posible

fecha antequem, ya que la configuración de estas viñas puede ser anterior, debido a que, para

determinar una cronología más aproximada, deberíamos estudiar todos los textos antiguos

para ver hasta qué año se menciona la presencia de viñas en este lugar, además de la

realización del pertinente estudio estratigráfico y de datación. En el caso de que las viñas sean

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anteriores al camino, es necesario tener en cuenta, que ya debían existir caminos que

condujeran a las viñas.

Además, es interesante ver la evidencia física, ya que a mi parecer el material con el cual se

realizaron las terrazas en zig-zag es una piedra grande, cuadrada, constituyendo un muro

potente y se puede relacionar con el material que podemos ver en la fase más temprana de

construcción del camino, con lo cual, existen evidencias para pensar que son elementos

contemporáneos. Sería necesario determinar si para extraer esta piedra están usando la

pedrera, que posteriormente fue reutilizada por Gaudí, o cualquiera de las otras pedreras que

podíamos observar en la cartografía de 1933, o si éstas son cronológicamente posteriores.

Contemporáneo al uso agrícola, encontramos la construcción de la gran estructura que

comprende el camino al Coll del Portell y que seguiría hasta Horta. Como lo mencionamos

anteriormente, ya en 1164 existe una referencia sobre el itinerario de este camino, así que al

menos sabemos que el itinerario ya es de esta época. Para poder precisar la cronología, sería

necesario determinar algún documento que hable de la construcción propiamente de la

estructura del camino, aunque el hecho de que este itinerario se mencione en el documento

de 1164 como “sive camino”, hace pensar que ya existía en 1164, además de que existen otros

textos de esta época que lo señalan como “el camino” sin precisar el itinerario, lo que significa

que ya era un camino bastante conocido por los pobladores. Según los materiales, parece un

camino de época medieval, como lo mencionamos anteriormente, para su construcción se

emplearon piedras cuadradas, constituyendo muros potentes. Como ya vimos, este camino

sufre una remodelación en 1871, sin embargo, en 1888 podemos ver como se pierde un poco

el uso de este camino, que iba por el sur del Cerro de Les Tres Creus, y va ganando un mayor

uso el camino que va por el norte del Cerro de Les Tres Creus.

Después de esto, observamos la existencia de otra explotación agrícola, probablemente

vitícola y que constituyen las terrazas paralelas. Seguramente comienza en el siglo XVIII, pero

posee su momento de auge en el siglo XIX, cuando la filoxera arrasó con los campos vitícolas

franceses, hasta que después de una década aproximadamente, arrasó con los campos

catalanes. Con respecto a esta explotación, es interesante la aparición de las masías Cal Moro y

Cal Xirot, las cuales pueden ser reseguidas en la cartografía, al menos hasta el siglo XVIII,

entonces sería interesante descubrir si están relacionadas con esta explotación vitícola, lo cual

es muy probable, ya que se trata de masías de gran entidad, que seguramente aprovecharon

este momento de expansión agrícola del siglo XVIII.

Durante el siglo XIX, seguramente también encontramos la explotación de las galerías mineras,

que se encontraban en la pedrera, y de las pedreras como tal.

Posteriormente, encontramos la construcción de las Casas del Parc Güell, para evitar el

terrorismo sindical de la década de los 20 y por último, probablemente durante la guerra civil,

encontramos la reutilización de las terrazas paralelas para la obtención de algarrobos,

constituyendo un uso propiamente industrial.

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6. Conclusión:

En primer lugar, me gustaría resaltar el hecho de que un territorio comience siendo explotado

de una forma, en este caso, un uso minero y vaya diversificándose su explotación al agregar

otros usos, lo cual no implica que la primera explotación desaparezca, sino al contrario, siga

explotándose, fenómeno que hace que se mantenga, en muchos ocasiones, en la cartografía y

en la toponimia. Un ejemplo de esto sería la Cova d’en Cimany, que aparece en la cartografía

de 1933 y aún actualmente se le conoce con este topónimo.

También es interesante como algunas estructuras o elementos son reutilizados, para darle el

mismo uso o uno diferente, lo cual demuestra que el paisaje no es un elemento estático, al

contrario, es tremendamente dinámico y las estructuras se mantienen, se explotan, se

reutilizan o se abandonan en función de la necesidad y de la cultura de cada época. Un

ejemplo paradigmático es el de las terrazas en forma de zig-zag que quedan inscritas en la

trama urbana, con lo cual, podemos observar que incluso un uso tan moderno de una forma

sigue un uso anterior. Por ello, es tan interesante estudiar tanto la cartografía histórica como

las fotografías actuales, para entender cómo ha cambiado la concepción del paisaje a lo largo

de su historia.

A pesar de este dinamismo, lo cierto, es que se mantiene un poco la ordenación del territorio,

es decir, sigue existiendo una cierta correlación con la organización que adoptó el territorio en

una época antigua, un ejemplo de esto es la superposición de terrazas paralelas y terrazas en

zig-zag en el Monte Carmel, la reconstrucción de los caminos medievales, entre otros.

En cuanto a la metodología, me gustaría resaltar la aportación que puede dar la cartografía

histórica para evaluar los diferentes usos del paisaje y el momento de abandono de dichos

usos, puesto que, aunque la cartografía esté condicionada por la persona que la realiza, esto

puede constituir una ventaja, ya que al ser un conocedor del territorio, suele representar los

elementos que aún encuentra funcionales, lo cual, sobretodo, nos puede dar una cronología

aproximada del momento de abandono o de poco uso de un elemento, como sucedía en el

caso del camino en la topografía de 1888, donde se puede ver que deja de tener el uso tan

extenso que poseía anteriormente.

Además, sería interesante conseguir cartografías antiguas que muestren la zona de forma más

detallada, para precisar la cronología de algunos elementos, como las masías o las terrazas,

aunque se puede dar el caso de que no existan. Esto se debe todos los métodos que usamos

tienen limitaciones, que sólo podemos superar mediante el entrelazamiento de los mismos

para obtener una visión holística de la evolución del paisaje.

Por último, considero que es importante que se realice en un futuro un estudio arqueológico

sobre este paisaje y que se protejan tanto las zonas que quedan dentro del parque, como las

evidencias de actividad antrópica que se sitúan fuera del mismo.

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7. Bibliografía:

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aproximació histórico-lingüística. Barcelona: Fundació Noguera, 1985. Vol. II. (Textos i

documents; 8, 9, 10).

• ALTURO I PERUCHO, J. L’Arxiu antic de Santa Anna de Barcelona del 942 al 1200:

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documents; 8, 9, 10).

• GIRAVENT, D. SUNYER, E. Barcelona: el Coll-Vallcarca. 2da edición. Barcelona: Viena, 1998

[2002].

• RIUS SERRA, J. Cartulario de Sant Cugat del Vallés. Barcelona: Consejo Superior de

Investigaciones Científicas. Sección de Estudio Medievales de Barcelona, 1946. Vol. II.

• SUNYER I COMA, E. «Noves aportaciones a l’estudi de les explotacions de mineral de

ferro dels turons de Barcelona Ciutat». Finestrelles, 1999, número 10.

8. Webgrafía:

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<http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:1999.04.0059:entry=pe

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