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 Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología ARTÍCULOS ISSN 1695-0194 RECPC 14-13 (2012) RECPC 14-13 (2012) ! http://criminet.ugr.es/recpc ! ISSN 1695-0194 ESTUDIAR LA TRATA DE PERSONAS Problemas metodológicos y propuestas para su resolución Laura Requena Espada  Doctora en Psicología. Investigadora Instituto de Ciencias Forenses y de la S eguridad Universidad Autónoma de Madrid Andrea Giménez-Salinas Framis  Doctora en Derecho. Directora del Máster en Ciencias Forenses. Instituto de Ciencias  Forenses y de la Seguridad. Universidad Autóno ma de Madrid Manuel de Juan Espinosa Catedrático de Psicología. Director del Instituto de Ciencias Forenses  y de la Seguridad. Universidad Autóno ma de Madrid  ______ _______ REQUENA ESPADA, Laura, GIMÉNEZ- SALINAS FRAMIS, Andrea y DE JUAN ESPINOSA, Manuel. Estudiar la trata de personas: Problemas metodológicos y propuestas para su resolución.  Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología  (en línea). 2012, núm. 14-13, p. 13:1- 13:42. Disponible en internet: http://criminet.ugr.es/recpc/14/recpc14-13.pdf ISSN 1695-0194 [RECPC 14-12 (2 012), 21 dic] RESUMEN: El artículo que se presenta a continua- ción tiene como objetivos el estudio de las dificulta- des que se encuentran los investigadores a la hora de estudiar la trata de personas así como la realización de propuestas que ayuden a salvar los obstáculos. A  pesar de ser un documen to con carácter esencial- mente teórico, los autores han querido aportar un matiz empírico para lo cual han analizado profun- damente setenta y cuatro trabajos sobre dicha materia. Gracias a este análisis han podido determi- nar cuáles están siendo las actuaciones en este sentido, a nivel cuantitativo y cualitativo, y las lagunas que son precisas solventar en las siguientes investigaciones. Finalmente, no se ha querido  presentar las dificultades y problemática s de la investigaci ón en el terreno de la trata de personas sin aportar una serie de recomendaciones, genéricas y específicas, que guíen los próximos estudios. PALABRAS CLAVE: Trata de personas, análisis cualitativo, análisis cuantitativo, obstáculos, reco- mendaciones. Fecha de publicación: 21 diciembre 2012  ______ SUMARIO:  1. Introducción. 2. Dificultades del estudio de la trata de personas. 2.1.  Dificultades debidas a las características del fenómeno objeto de estudio. 2.2. Dificulta- des debidas a las características de las víctimas. 3. Metodología. 4. Resultados. 4.1.  Documentos de carácter no-empírico. 4.2. Documentos de carácter empírico. 4.3. Venta-  jas e inconvenientes de las fuentes de datos. 5. Recomendaciones. 5.1. Recomendaciones  generales. 5.2. Recomendaciones específicas. 6. Conclusiones.  

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  • Revista Electrnica de Ciencia Penal y Criminologa ARTCULOS ISSN 1695-0194 RECPC 14-13 (2012)

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    ESTUDIAR LA TRATA DE PERSONAS Problemas metodolgicos y propuestas para su resolucin

    Laura Requena Espada Doctora en Psicologa. Investigadora Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad

    Universidad Autnoma de Madrid

    Andrea Gimnez-Salinas Framis Doctora en Derecho. Directora del Mster en Ciencias Forenses. Instituto de Ciencias

    Forenses y de la Seguridad. Universidad Autnoma de Madrid

    Manuel de Juan Espinosa Catedrtico de Psicologa. Director del Instituto de Ciencias Forenses

    y de la Seguridad. Universidad Autnoma de Madrid _______________________________________________________________________________________

    REQUENA ESPADA, Laura, GIMNEZ-SALINAS FRAMIS, Andrea y DE JUAN ESPINOSA, Manuel. Estudiar la trata de personas: Problemas metodolgicos y propuestas para su resolucin. Revista Electrnica de Ciencia Penal y Criminologa (en lnea). 2012, nm. 14-13, p. 13:1-13:42. Disponible en internet: http://criminet.ugr.es/recpc/14/recpc14-13.pdf ISSN 1695-0194 [RECPC 14-12 (2012), 21 dic]

    RESUMEN: El artculo que se presenta a continua-cin tiene como objetivos el estudio de las dificulta-des que se encuentran los investigadores a la hora de estudiar la trata de personas as como la realizacin de propuestas que ayuden a salvar los obstculos. A pesar de ser un documento con carcter esencial-mente terico, los autores han querido aportar un

    matiz emprico para lo cual han analizado profun-damente setenta y cuatro trabajos sobre dicha materia. Gracias a este anlisis han podido determi-nar cules estn siendo las actuaciones en este sentido, a nivel cuantitativo y cualitativo, y las lagunas que son precisas solventar en las siguientes investigaciones. Finalmente, no se ha querido presentar las dificultades y problemticas de la investigacin en el terreno de la trata de personas sin aportar una serie de recomendaciones, genricas y especficas, que guen los prximos estudios.

    PALABRAS CLAVE: Trata de personas, anlisis cualitativo, anlisis cuantitativo, obstculos, reco-mendaciones.

    Fecha de publicacin: 21 diciembre 2012

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    SUMARIO: 1. Introduccin. 2. Dificultades del estudio de la trata de personas. 2.1. Dificultades debidas a las caractersticas del fenmeno objeto de estudio. 2.2. Dificulta-des debidas a las caractersticas de las vctimas. 3. Metodologa. 4. Resultados. 4.1. Documentos de carcter no-emprico. 4.2. Documentos de carcter emprico. 4.3. Venta-jas e inconvenientes de las fuentes de datos. 5. Recomendaciones. 5.1. Recomendaciones generales. 5.2. Recomendaciones especficas. 6. Conclusiones.

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    1. Introduccin

    Estudiar la trata de personas no es una tarea fcil a pesar de no ser un fen-meno de reciente aparicin en la sociedad. A principios del siglo XX ya se co-menzaba a hablar de trata de blancas haciendo referencia a las mujeres de raza blanca que eran trasladadas a pases de Europa del Este, Asia y frica para ser explotadas sexualmente. Desde ese momento, ha existido una especial vincula-cin entre la trata y la prostitucin, especialmente desde que en 1949 se adoptara la Convencin para la Supresin de la Trata de Personas y de la Explotacin de la Prostitucin Ajena (Alianza Global contra la trata de mujeres, 2003: 28). Todava en diversos contextos se sigue planteando la trata de personas como un fenmeno que solamente conduce a la explotacin sexual, aunque cada vez con menos fuerza, pasando a protagonizar los debates otras formas, como la explotacin laboral. Un ejemplo lo encontramos en el Plan contra la Trata del Gobierno Espa-ol del ao 2009, inicialmente encaminado en exclusiva a la lucha contra la mo-dalidad de trata con fines sexuales. Posteriormente, en el ao 2010 se plante la ampliacin para recoger otras modalidades de explotacin. Lo mismo aconteci con el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, espe-cialmente mujeres y nios que complementa la Convencin contra la Delincuen-cia Organizada Transnacional promulgada en el ao 2000, momento en el que se introdujeron las diferentes formas de trata de personas y no solamente la sexual.

    El hecho de que haya un mayor nmero de vctimas de trata con fines de explo-tacin sexual, y la mayor vulnerabilidad de las mismas (son, en su mayora, muje-res y nios), explica el inters de la investigacin por esta forma de explotacin, as como el elevado nmero de estudios promovidos por las administraciones y las organizaciones sociales que trabajan en el rea. No obstante, otros aspectos del fenmeno han recibido una menor atencin a pesar de las profundas implicacio-nes que tienen tanto para las vctimas como para la economa y la sociedad de un pas (Requena et al, 2009: 1).

    A nivel de medicin, Van Dijk y Nevala (2002: 185) realizaron una diferencia-cin entre delitos convencionales o universales y delitos no-convencionales o no-comunes. En el primer grupo de delitos, los autores incluyen aquellos que son recogidos en la Encuesta Internacional sobre Criminalidad o Victimacin (ENICRIV)1: delitos contra la propiedad (robos en coches, robos en casas, etc.) y delitos contra las personas (robos con violencia e intimidacin, delitos sexuales, amenazas, asaltos, etc.). En el segundo grupo de delitos se incluyen aquellos que pueden tener consecuencias extremadamente serias a nivel humanitario y econ-mico de un pas (Van Dijk, 2008: 145) como son los homicidios, la corrupcin y el crimen organizado, dentro del cual est incluida la trata de personas. Este lti-

    1 Toda la informacin relacionada con la ENICRIV puede ser consultada en el sitio web:

    http://rechten.uvt.nl/icvs/#Questionnaires 2 En ocasiones no existe un intercambio entre pases sino que se produce dentro de los lmites de un esta-

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    mo grupo presenta unas caractersticas particulares que dificultan especialmente su medicin mediante los instrumentos tradicionales en Criminologa, tales como los estudios mediante auto-informes o las encuestas de victimizacin (Gimnez-Salinas et al., 2009: 8).

    Con este artculo pretendemos dar una visin conjunta de los obstculos que existen a la hora de investigar la trata de personas. Para ello, en primer lugar, presentamos aquellos obstculos o dificultades que un investigador del rea se encuentra en el momento de estudiar este fenmeno. Una vez hecho esto, en el tercer apartado revisamos 74 estudios que han abordado el tema de la trata de personas, realizando una especial mencin de aquellos cuyo objetivo ha sido la medicin del fenmeno, analizando cul ha sido la metodologa empleada. Asi-mismo, se examinan las ventajas y desventajas de las fuentes de datos desde las cuales podemos obtener informacin sobre la actividad, as como las lagunas que los estudios presentan. Finalizamos el documento, con una serie de recomenda-ciones, generales y especficas, que esperamos solventen algunos de los proble-mas que presentamos al inicio del mismo.

    2. Dificultades del estudio de la trata de personas La trata de personas, como hemos comentado anteriormente, es un fenmeno de-

    lictivo no-convencional que presenta una serie de complicaciones que impiden llevar a cabo aproximaciones certeras en torno a su realidad en un determinado pas como es Espaa (Villacampa Estiarte, 2012). No obstante, existen ciertos aspectos del fenmeno que ya conocemos bien y con los que contamos a la hora de proceder con nuestros estudios en esta materia. Disponemos de un correcto conocimiento del marco legislativo y represivo de la trata a nivel comparado, es decir, cules son los mtodos de control y castigo que los distintos pases estn aplicando sobre los autores de esta actividad. Asimismo, existe un amplio abanico de estudios (por ejemplo: Anderson y OConnell, 2002; Kangaspunta, 2003; Kelly, 2005; Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito, 2006) gracias a los cuales dispone-mos de la descripcin del fenmeno a nivel general (fases de las que consta, agen-tes implicados, tipos de explotacin, etc.) y especialmente sobre la trata de seres humanos cuyo objetivo es la explotacin sexual, donde inicialmente se dedicaron grandes esfuerzos. En ltimo lugar, las investigaciones sobre trata de personas han aportado un importante cuerpo de conocimiento sobre la problemtica de las vcti-mas, incluyendo especialmente sus caractersticas particulares que aaden comple-jidad a su estudio y que ms tarde veremos. Adems, en relacin con las vctimas, conocemos bien los sistemas de proteccin, asistencia y tratamiento, que sobre todo, desde las ONGs se estn llevando a cabo.

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    Pese a disponer de este conocimiento, todava son numerosas las dificultades que no hemos afrontado a la hora de investigar en esta rea, algunas no podremos superarlas sino controlarlas, otras estn siendo superadas progresivamente, mien-tras que hay obstculos que todava no son del todo conocidos y es preciso tener en cuenta para llevar a cabo un correcto avance en este campo de investigacin. En este sentido, es posible desagregar dos tipos de grupos de dificultades que, conociendo de su existencia, nos permite atender a su efecto sobre nuestro estu-dio. El primer grupo, lo componen las dificultades debidas a las caractersticas del fenmeno objeto de estudio y el segundo aquellas que son debidas a las caracte-rsticas de las vctimas. Cada uno de ellos aparece detallado a continuacin.

    2.1. Dificultades debidas a las caractersticas del fenmeno objeto de estudio

    La trata de personas presenta una serie de caractersticas definitorias que difi-

    cultan su estudio (Hernndez y Rudolph, 2011: 2). En primer lugar, es un fen-meno que se produce a nivel transnacional2, es decir, intervienen dos o ms pases en tal actividad. Las vctimas son trasladadas desde un pas de origen hasta otro de destino, y a veces, en funcin de la distancia entre los mismos, pueden existir regiones de trnsito donde los autores deciden realizar una parada en el camino. Obviamente, este hecho complica la investigacin de la actividad debido a que los autores se encuentran distribuidos por toda la geografa mundial y las vctimas se muestran desorientadas con respecto a su localizacin geogrfica. Por tanto, es posible llegar a conocer a las vctimas y autores que han actuado en territorio espaol, sin embargo, es complicado llegar ms all de nuestras fronteras, aunque cada vez existe una mayor cooperacin policial a nivel internacional que favorece el desarrollo de investigaciones de delitos transnacionales.

    Por otro lado y al igual que otras actividades vinculadas al crimen organizado, la trata de seres humanos es un delito que se ejecuta bajo una total clandestinidad, razn que tambin ha favorecido la escasez de estudios entorno a este delito (Pomares Cintas, 2011). Segn Stefanizzi (2007: 46) el trmino clandestino hace referencia a aquello que no es legal o explcitamente visible, tal como se presenta la trata de personas. Resulta altamente complejo obtener evidencias sobre su existencia, dimensin, actores que lo ejecutan e incluso vctimas, debido al ambiente donde se produce, tales como clubes ocultos donde las chicas ejercen la prostitucin o pisos en los que se encuentran alojadas decenas de personas que trabajan en diversos sectores laborales, como la agricultura o el sector textil.

    Asimismo, el carcter multidimensional de la trata de personas, es un tercer factor que aumenta la dificultad de su estudio. Esta actividad es una amenaza con

    2 En ocasiones no existe un intercambio entre pases sino que se produce dentro de los lmites de un esta-

    do. Nosotros nos centraremos principalmente en el caso transnacional.

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    mltiples causas que priva al ser humano de sus derechos y libertades fundamen-tales, afecta sobre la salud mundial, obstaculiza el crecimiento econmico y faci-lita la corrupcin, alienta el crecimiento del crimen organizado3, genera costes a nivel social, poltico y econmico, cuestiona la capacidad resolutiva del gobierno y otras instituciones afines (Ramacciotti, 2005: 8), etc. Obviamente, esta natura-leza multidimensional del fenmeno obliga a adoptar una posicin ms compleja a la hora de llevar a cabo su anlisis y tener en cuenta desde diferentes perspecti-vas todos los actores implicados, las diversas actividades que se desarrollan en ese mercado, as como las instituciones gubernamentales y no-gubernamentales que se encuentran implicadas en la lucha contra la trata de seres humanos (Whea-ton et al., 2010: 121).

    Finalmente, este fenmeno delictivo, est evolucionando hacia una mayor complejidad y sofisticacin. Una de las principales razones para ello es la expan-sin de las nuevas tecnologas a nivel mundial. En la actualidad, cualquier indivi-duo puede comunicarse y emprender negocios con personas que se encuentran en otra parte del Mundo, ya sean estos lcitos o no (Ziga, 2009: 61-62). En el caso especfico de la trata de personas, especialmente la fase de reclutamiento, se ha visto beneficiada del uso de Internet. El traficante puede contactar con las vcti-mas desde cualquier localizacin, emitir anuncios altamente atractivos que llegan a un mayor nmero de personas a la vez y evitar ms fcilmente la deteccin por parte de las agencias de seguridad del estado. As, adems, se reducen los gastos y aumentan los beneficios del grupo delictivo puesto que ya no es necesario dedicar tantos recursos al reclutamiento de la vctima.

    De la misma manera, los traficantes estn adaptando tanto sus estrategias como la estructura del grupo al que pertenecen a las legislaciones y actuaciones anti-trata que se estn planteando en los pases con el propsito de reducir los riesgos de su negocio (Surtees, 2008: 48). Con esta intencin, los grupos delictivos cuen-tan entre su plantilla con individuos expertos en el manejo de las nuevas tecnolo-gas as como en otro tipo de tcnicas que aumentan la calidad de los mtodos empleados y disminuyen la probabilidad de deteccin. Adems, los traficantes tambin se adaptan a los mercados laborales de la regin e intentan ofertar los mismos empleos que en ese momento se estn ofreciendo desde las agencias legales, utilizando los mismos procedimientos con el fin de aumentar la compleji-dad en la deteccin de la ilicitud de la actividad (Heinrich, 2010: 3).

    En este sentido, en la trata de seres humanos resulta cada vez menos necesario el uso de la violencia (Surtees, 2008: 60) porque los autores prefieren ejercer una influencia de tipo ms psicolgico sobre las vctimas, la cual deja menos rastro

    3 Esta informacin ha sido obtenida de la web de la Agencia Central de Inteligencia (Central Intelligence

    Agency) de los Estados Unidos https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/fields/2196.html. Documento creado en julio de 2009.

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    palpable sobre las mismas y por tanto menos evidencias de la actividad delictiva; sin embargo, el sentimiento de amenaza y coaccin permanece.

    Concluyendo, la trata de personas es un fenmeno delictivo altamente comple-jo que dadas sus caractersticas, hace difcil realizar un acercamiento a su realidad de una manera ms o menos fiable si no se tienen en cuenta las variables indica-das. Por este motivo, hasta ahora, los datos de los que disponemos nicamente muestran una parcela de la situacin y la cifra negra es ms significativa que en los delitos convencionales, as es preciso adoptar estrategias de anlisis ms especficas, como veremos en el siguiente apartado.

    2.2. Dificultades debidas a las caractersticas de las vctimas

    En el segundo grupo de dificultades en el estudio de la trata de seres humanos

    se encuentran las variables relacionadas con las vctimas de esta actividad. Las personas que sufren o han sufrido las consecuencias de la trata de seres humanos en cualquiera de sus modalidades, presentan unas caractersticas que les hacen pertenecer a un grupo especial de vctimas que requieren de un tratamiento espe-cfico tanto en el campo legislativo, asistencial e incluso de investigacin. Vea-mos cules son estos factores4:

    - No auto-percepcin del estatus de vctima. En los delitos convencionales las vctimas son conscientes de que han sufrido un delito, que han sido roba-das, violadas, que han matado a un familiar, etc. Sin embargo, en los deli-tos no-convencionales, especialmente los vinculados al crimen organizado, los individuos que los padecen no son del todo conscientes de su estatus de vctima. Un ejemplo lo encontramos en los cada vez ms prevalentes ci-bercrmenes, donde constantemente llegan e-mails repletos de estafas, phi-sing y otros mecanismos de fraude, pero no detectamos que se est come-tiendo un delito contra nosotros.

    En el caso de la trata de personas, las vctimas no se auto-perciben como tales. Consideran quiz que han sido engaadas, que el trabajo que les prometieron no es en realidad el que estn desarrollando; empero, no son conscientes de la vulne-racin de los derechos humanos que estn padeciendo.

    - Dbil estatus legal. Este segundo obstculo hace referencia a la posicin de las vctimas en el sistema legal y las consecuencias que genera en el proce-so de investigacin y tratamiento de este fenmeno (Villacampa Estiarte, 2011). En determinados pases, como es el caso de Espaa, las vctimas de la trata de personas no estn consideradas una modalidad especfica y hasta el momento mayoritariamente son identificadas como inmigrantes ilegales,

    4 El orden en el que se encuentran situados los factores es independiente de su importancia, nicamente

    es un orden establecido con el objetivo de organizar los contenidos.

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    sin permiso de residencia y/ o trabajo en territorio espaol. Este hecho, como veremos a continuacin, dificulta su colaboracin a la hora de infor-mar sobre los acontecimientos sufridos, puesto que corren el riesgo de ser deportadas. No obstante, es preciso indicar que en los ltimos aos, la sen-sibilizacin a nivel internacional y nacional ha aumentado progresivamente y, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad estn adquiriendo mecanismos de deteccin ms precisos que les permiten diferenciar de forma ms clara la persona que ha sufrido esta actividad delictiva de aquella que ha rebasado las fronteras espaolas de manera ilegal y bajo su consentimiento, as como su tratamiento cada vez ms especfico dadas las condiciones psicolgicas y fsicas con las que acceden a la polica.

    - Reacias a denunciar o colaborar. Evidentemente, si una persona no se per-cibe como vctima, no se encuentra en la tesitura de denunciar. Sin embar-go, en el caso de que sean conscientes de que estn siendo vctimas de al-gn delito (puede ser de estafa por estar desempeando un trabajo que no era el acordado), dada su posicin de vulnerabilidad al encontrarse en un pas que no es el suyo, muchas veces sin conocer el idioma, estando ame-nazadas por los autores con provocar algn dao a sus familias, impide su acercamiento a las comisaras u otros centros para denunciar la situacin en la que se encuentran.

    - Difcil acceso a las vctimas. Junto con los anteriores, encontramos que dada la percepcin de las vctimas sobre su propio estatus, as como por la clan-destinidad en la que se desarrolla este delito, resulta altamente complicado acceder a las mismas y obtener muestras representativas que permitan rea-lizar investigaciones generalizables. Por otro lado, los organismos no-gubernamentales que posiblemente tienen una mayor facilidad de acceso a las mismas puesto que algunas acuden en busca de ayuda, no autorizan en muchos casos el acercamiento, dadas las condiciones en las que se encuen-tran. Asimismo, las encuestas de victimizacin, no encuentran cabida en este grupo de vctimas ante la necesidad de muestras amplias y la dificultad de su acceso (Kutnick et al., 2007: 19).

    En resumen, junto a las dificultades advertidas en relacin con las caractersti-

    cas del delito, aquellas propias de las vctimas aaden dificultad en el momento de realizar una medicin precisa de la situacin de la trata de personas en cual-quier territorio. En la literatura ciertos autores se han planteado esta tarea y para ello han empleado diferentes metodologas. A continuacin, abordamos el estudio emprico que se ha realizado con el objetivo de conocer los tipos de afrontamiento al fenmeno de la trata de personas haciendo especial hincapi en aquellas inves-tigaciones que han pretendido realizar una medicin del fenmeno.

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    3. Metodologa Por tanto, una vez detectados los obstculos que dificultan el estudio de la trata

    de personas es preciso determinar cules son las fuentes de las que disponemos y que otros autores han empleado para acercarse a la realidad del fenmeno en distintos mbitos. Para llegar a este punto hemos analizado un total de 74 docu-mentos relevantes en el tema.

    Estos documentos han sido seleccionados a lo largo de un proceso de investi-gacin sobre trata de personas, cuyo objetivo ha sido realizar una descripcin de la situacin de la investigacin sobre dicha actividad delictiva. La bsqueda de informacin no se centr en una nica modalidad de trata de personas, sino que se rastre aquella de tipo laboral y sexual, con la finalidad de establecer compara-ciones en una fase posterior del estudio.

    Con el objetivo de localizar los documentos, se llevaron a cabo numerosas bsquedas en bases de datos electrnicas, buscadores de Internet y catlogos de bibliotecas universitarias, UNICEF, Oficina Internacional del Trabajo (OIT), Organizacin Mundial para las Migraciones (OIM), etc. Las bsquedas se limita-ron a documentos escritos con posterioridad a 1997, incluyndose aquellos publi-cados tanto en lengua inglesa como espaola y sobre todo centrados en poblacin adulta de ambos sexos. Sin embargo, somos conscientes de que estos trabajos no constituyen la poblacin de documentos publicados en relacin con la trata de personas, puesto que en ciertos casos los estudios no estn disponibles pblica-mente.

    Para realizar la categorizacin de los documentos obtenidos se ha tomado co-mo modelo el documento de Gozdziak y Bump (2008) sobre el anlisis de 741 referencias sobre la trata de personas y el informe de Derks et al. (2006) en el que consideraron un total de 67 documentos, principalmente centrados en la trata de seres humanos en el territorio asitico.

    Muestra

    Como en cualquier mbito cientfico, en el estudio de la trata de personas, nos encontramos con autores que se han acercado al fenmeno desde un punto de vista eminentemente terico, realizando una descripcin de la situacin basada en fuentes secundarias de informacin, aportando recomendaciones para su abordaje, etc. No obstante, otros expertos han enfocado anlisis ms empricos, realizando un trabajo de campo empleando metodologas de anlisis cuantitativas y/ o cuali-tativas.

    En la investigacin sobre trata de personas la segunda de ellas, a pesar de ser tan necesaria como la primera, ha sido escasamente empleada, debido, como hemos comentado anteriormente, a la dificultad a la hora de obtener datos de este

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    tipo. En relacin con ello, tambin es preciso conocer las fuentes de informacin de las que disponemos as como sus ventajas y desventajas. Finalmente, con el objetivo de cerrar este apartado, aadimos un breve apunte acerca de las carencias que presentan los estudios analizados, de tal manera que quien desee realizar una investigacin en este campo conozca cules son los beneficios de los mtodos de cada autor.

    Antes de comenzar con la exposicin de los trabajos desarrollados en el rea, presentamos en la grfica 1 la tipologa de los documentos analizados. El resulta-do final de la bsqueda de referencias son 74 ttulos distribuidos entre informes (59,5%), artculos de revistas de carcter cientfico5 (21,7%), captulos de libros (13,5%) y libros completos (5,4%).

    Grfica 1: distribucin de los tipos de documentos analizados

    TotalArtculos 21,62%Cap. Libro 13,51%Informes 59,46%Libros 5,41%

    0%10%20%30%40%50%60%70%

    Porcentaje

    Categoras de anlisis Una vez obtenidos los ttulos que seran analizados, se dise una base de da-

    tos estableciendo categoras de estudio. Estas categoras son las siguientes y se basan en el documento de Gozdziak y Bump (2008: 6):

    Tabla I: categoras de anlisis empleadas en el estudio

    Categoras Tipo de publicacin a) Artculo; b) Captulo de Libro;

    c) Informe; d) Libro. Tipo de investigacin a) Emprica; b) No emprica Disciplina de referencia a) Ciencias Sociales; b) Ley/ Justicia Penal;

    c) Medicina/ Epidemiologa; d) Cuestiones metodolgicas (muestra) a) Poblacin; b) Aleatorio; c) Por facilidad;

    5 Los artculos de peridicos, ensayos o artculos de opinin fueron descartados.

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    d) Seleccin especfica; e) Desconocido Cuestiones metodolgicas (mtodo de investigacin cualitativo)

    a) Estudio de caso; b) Etnogrfico; c) Eva-luacin; d) Comparativo; e) Descripcin; f) Varios

    Cuestiones metodolgicas (mtodo de investigacin cuantitativo)

    a) Evaluacin; b) Comparativo; c) Estadsti-co; d) Varios

    Tipo de trata a) Sexual; b) Laboral; c) Servicio domstico; d) Varios

    Sexo de la/ s vctima/s a) Hombre; b) Mujer; c) Nio/a; d) Varios mbito geogrfico del estudio a) Espaa; b) Unin Europea; c) Europa no

    Unin Europea; d) frica; e) Asia; f) Amri-ca del Norte; g) Amrica del Sur; h) Cen-troamrica; i) Varios

    Estudio centrado en autores o vctimas a) Autores; b) Vctimas; c) Ambos Metodologa cualitativa especfica a) Entrevistas; b) Fuentes secundarias; c)

    Ambas; d) Otros Metodologa cuantitativa especfica a) Bases de datos oficiales; b) Bases de datos

    no-oficiales; c) Sobre muestras; d) Varios

    4. Resultados A lo largo de este apartado se van a detallar los resultados obtenidos del anli-

    sis de categoras establecido para concluir acerca de las publicaciones realizadas en materia de trata de personas.

    Los resultados pueden mostrarse de diversas maneras, en funcin del tipo de referencia analizada (artculo cientfico, informe, captulo de libro o libro), del tipo de trata objeto de anlisis (con fines de explotacin sexual, laboral o ambos), etc. Sin embargo, nosotros hemos pretendido simplificar fragmentando los resul-tados segn el tipo de anlisis o perspectiva empleada, es decir, si tratamos con un documento de carcter emprico o no emprico.

    En la grfica 2, observamos la distribucin de documentos analizados segn el tipo de perspectiva de anlisis empleada y que, a continuacin, van a pasar a ser exhaustivamente desglosados.

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    Grfica 2: Distribucin de los documentos segn la perspectiva de anlisis

    4.1. Documentos de carcter no-emprico

    Segn muestra la grfica 2, del total de documentos analizados, el 58% corres-

    ponde a documentos de carcter no-emprico, es decir, su argumentacin ha sido de tipo terica, descriptiva o de evaluacin de la situacin, sin proceder con una investigacin de campo y tomando aquellos datos que ya se encontraban elabora-dos por organismos oficiales, no-oficiales o ambos. No debemos menospreciar este tipo de referencias puesto que presentan un gran valor de anlisis y aportan un marco terico fundamental para el desarrollo de cualquier investigacin, arro-jando reflexiones y preguntas precisas para ser tenidas en cuenta en esta categora de trabajos.

    De manera ilustrada, observamos en la grfica 3, la distribucin de los docu-mentos de carcter no-emprico en funcin del tipo de referencia. Observamos que el 47% de las referencias de esta tipologa son informes, el 32% artculos cientficos, el 12% captulos de libros y el 9% libros completos.

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    Grfica 3: distribucin del tipo de documentos no-empricos segn el tipo de referencia

    Estos documentos se incluyen fundamentalmente en la categora de Ciencias

    Sociales como disciplina de referencia, con el 86% de los casos. El restante 14% se enmarca en la disciplina de Ley o Justicia Penal.

    Tipo de trata y vctimas objeto de anlisis

    Un aspecto fundamental del trabajo elaborado, es el anlisis acerca del tipo de trata que estudian los documentos en cuestin. En concreto, la distribucin apare-ce recogida en la tabla II, donde puede apreciarse que, mayoritariamente, los documentos no-empricos analizados versaban sobre la tipologa de explotacin sexual y laboral conjuntamente (46,5%). En el momento de realizar la categoriza-cin, la modalidad de servicio domstico fue extrada del resto de explotacin laboral dadas sus caractersticas particulares, como por ejemplo, ser un sector profesional eminentemente femenino y disponer de legislacin especfica.

    Seguidamente, los documentos cuyo objetivo ha sido la explotacin sexual

    abarcan el 18,6% y con posterioridad se encuentran aquellos enfocados a la ex-plotacin laboral, con un 14%.

    Tabla II: distribucin de los documentos en funcin de la tipologa de trata

    Tipo de trata Porcentaje Sexual y laboral 46,5% Sexual 18,6% Laboral 14% Servicio domstico 2,3% Sexual y servicio domstico 2,3%

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    4.2. Documentos de carcter emprico En relacin con los documentos de carcter emprico, establecemos una dife-

    renciacin entre aquellos cuya principal metodologa de anlisis es de tipo cuanti-tativo y aquella que emplea una metodologa de tipo cualitativo.

    Metodologa cuantitativa

    La categora de metodologa cuantitativa es de especial importancia en cual-quier investigacin de todo mbito cientfico puesto que si queremos conocer la dimensin de un problema, de un estado, de una situacin, etc. no es sino median-te datos la manera ms precisa de llegar a ello; as, ser posible adoptar las medi-das adecuadas acordes a la dimensin de la actividad que nuestra informacin nos ofrezca.

    Como hemos comentado, en el estudio de la trata de personas son pocos los es-tudios que se han acercado mediante esta metodologa a conocer el volumen del problema. Concretamente, de los documentos analizados, el 35% ha empleado este tipo de metodologa. Podemos distinguir tres perspectivas adoptadas con tal objetivo: 1) los estudios basados en fuentes oficiales; 2) los estudios basados en fuentes de otros organismos; y, 3) los estudios a partir de muestras.

    A continuacin, aparecen detallados los principales resultados de cada uno de estos grupos de estudios.

    Grfica 4: distribucin del tipo de fuente empleada

    en los estudios de metodologa cuantitativa

    1) Estudios basados en fuentes oficiales Dentro de los estudios llevados a cabo dentro de la metodologa cuantitativa,

    obviamente se encuentran aquellos que estn basados en la explotacin de fuentes

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    oficiales, principalmente policiales, penitenciarias y judiciales. La accesibilidad de estas fuentes as como su objetividad, representan un importante primer paso para el anlisis de cualquier delito ya sea de tipo convencional o no-convencional. Del total de estudios que han empleado metodologa cuantitativa el 26,9% de ellos han utilizado estas fuentes.

    Un ejemplo de ello es el estudio de Kelly y Regan (2000) donde analizaron pa-trones de inmigracin, crimen organizado y acciones en contra de la prostitucin haciendo uso de datos oficiales. Tambin, Rechea y Gimnez-Salinas (2001) procedieron a examinar la trata de personas con fines de explotacin sexual en Espaa empleando fuentes policiales (incluyendo ambos cuerpos nacionales: Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Polica) y judiciales. Mediante el anlisis de fuentes policiales, Requena et al. (2009) llevaron a cabo un estudio de la trata de personas con fines de explotacin laboral en nuestro pas.

    2) Estudios basados en fuentes de otros organismos

    No obstante, adems de las fuentes oficiales, existen otros organismos que re-cogen informacin cuantitativa sobre el problema de la trata de personas. En este caso, principalmente obtienen datos acerca de las vctimas, ya que en su mayora suelen ser organizaciones no-gubernamentales cuyos objetivos son el acogimiento e intervencin sobre las mismas. Un 34,6% de los estudios cuantitativos han empleado este tipo de fuentes.

    En materia de trata de personas tres organismos estn llevando a cabo una im-portante labor de recopilacin de informacin sobre el problema. La OIM dispone de una base de datos (Counter Trafficking Module Database) sobre la trata de personas en el Este de Europa. La base de datos se completa con la informacin que ofrecen las vctimas en los cuestionarios estandarizados que rellenan en los centros de la OIM. Otro organismo relevante en este sentido, es la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). La ONUDD posee una base de datos donde se encuentra recogida informacin de fuentes abiertas, de Gobiernos, otras instituciones, ONGs e institutos de investigacin. De esta mane-ra, disponen de informacin sobre los flujos de trata de personas, incluyendo pases o reas envueltas, nmero de fases de la ruta, pas o rea de origen, trnsito o destino de las vctimas, tipos de explotacin (sexual o laboral), perfil de las vctimas y perfil de los autores. Finalmente, el Centro para la Igualdad de Opor-tunidades y el Combate del Racismo (CIOCR) localizado en Blgica, dispone de una base de datos con informacin sobre vctimas de trfico de inmigrantes y trata de personas.

    No obstante, no podemos olvidar que a estas bases de datos hay que unir el tra-bajo del Gobierno de Estados Unidos para estimar el volumen de trata de personas en el mundo. Asienta sus estimaciones en una base de datos que contiene infor-

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    macin de archivos almacenados por distintos investigadores, concretamente fuentes abiertas que contengan cuestiones relacionadas con el fenmeno. Con esta informacin y mediante mtodos de inferencia Bayesianos, llegan a la estimacin de la media de flujo anual de vctimas entre fronteras.

    Antes de comentar los estudios a partir de muestras, es preciso indicar que el 19,2% de las referencias analizadas del total de investigaciones de carcter cuanti-tativo han empleado tanto fuentes de datos oficiales como no-oficiales. Un ejem-plo de referencia de este grupo es el realizado por Narli en 2006. A lo largo de 18 meses, el equipo de investigacin realiz un trabajo de campo centrado en aloja-mientos de inmigrantes ilegales, observando y entrevistando a aquellas personas que alquilaban habitaciones a inmigrantes ilegales, personas con tiendas y lavan-deras, trabajadores ilegales extranjeros vctimas de trata de personas y personas implicadas en dicho delito. Adems, realizaron un anlisis de recortes de prensa y entrevistaron y observaron a clientes de mujeres que fueron vctimas de trata con fines de explotacin sexual. Junto a ello, incluyeron datos adicionales de depar-tamentos de seguridad, publicaciones diarias locales e internacionales e informes de los principales canales de televisin.

    Laczko y Gramegna (2003) publicaron los datos relativos a las mujeres vcti-mas de trata procedentes de Europa Central y del Este tomando informacin de la Polica alemana y comparndolos con aquellos que arroja la OIM, as como de otras organizaciones no-gubernamentales de diferentes pases.

    3) Estudios a partir de muestras

    Los estudios a partir de muestras, representan el 19,3% de las investigaciones cuantitativas analizadas. Dentro de este grupo de estudios, encontramos mtodos muy diversos de actuacin aunque todos tienen en comn haber trabajado con muestras, principalmente de vctimas, para posteriormente proceder con estima-ciones poblacionales.

    Albanese (2007: 58-60) propone tres tcnicas de estimacin de poblaciones las cuales deben ser combinadas para una correcta evaluacin, teniendo en cuenta que tales estimaciones siempre presentan errores debido a las caractersticas particulares de la poblacin de la trata de seres humanos.

    En primer lugar, Albanese propone la extrapolacin del riesgo desde el riesgo conocido. Para ello es preciso identificar los factores de riesgo (que pueden in-cluir: edad, gnero, ndice de percepcin de corrupcin, tasa de desempleo, etc.), medirlos en una muestra representativa y finalmente, determinar la poblacin que se encuentra en riesgo de padecer una circunstancia concreta. En segundo lugar, este autor propone emplear casos conocidos para estimar el universo de los casos desconocidos. En esta situacin el modo de actuacin es a travs de conteos peridicos y entrevistas a vctimas conocidas (por ONGs, arrestos, etc.), polica y

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    otros agentes que trabajan en el rea. Con esta informacin, posteriormente, se procede a la estimacin de los casos desconocidos, principalmente las vctimas y la actividad de la trata. No obstante, hay que tener en cuenta los lmites de no ser una muestra aleatoria. Finalmente, el tercer mtodo que propone Albanese es el modelo de red para medir los factores que afectan a las operaciones de trata y a sus cambios. Albanese considera que la trata de seres humanos, al igual que otros delitos vinculados al crimen organizado, es una empresa criminal organizada cuyos objetivos son sobrevivir y obtener beneficios. Tanto a uno como a otro les afectan los mismos factores de efecto salida y efecto entrada: proveedores, clientes, reguladores y competidores. Estos agentes presionan a los grupos orga-nizados para llevar a cabo su actividad y sobrevivir, as como obtener beneficios. De esta manera, el autor est combinando bajo un mismo modelo los factores de efecto salida y efecto entrada, para lo cual propone el diseo de indicadores cuan-tificables para la medicin de los agentes implicados.

    Por su parte, Di Nicola y Cauduro (2007: 75-77), proponen dos ndices de es-timacin cuantitativos mediante los cuales obtener un ndice anual6 y un ndice nacional de vctimas7. En su estudio emplearon datos de once pases europeos con estadsticas fiables en materia de trata de personas procedentes de ONGs, autori-dades policiales y/ o autoridades judiciales. En el empleo de estos datos hay que tener en cuenta la escasez de confianza de las vctimas en las autoridades, su supeditacin a los autores, su estatus ilegal en el pas y, la clandestinidad del fenmeno. Por este motivo, estos ndices deben ser tomados con cautela debido a que probablemente estn infra-estimando el fenmeno.

    Para finalizar, otros autores (por ejemplo, Tyldum y Brunovskis, 2005; Belser et al., 2005) han empleado diversas tcnicas con el objetivo de trabajar con po-blaciones ocultas, incluyendo tanto vctimas como autores. Tyldum y Brunovskis (2005: 29) definen poblacin oculta como aquel grupo de individuos para los cuales el tamao o fronteras son desconocidos, y para quienes no existe un marco de muestreo. Concretamente, suelen ser grupos que se encuentran en escasa medida en la poblacin general y por tanto no es posible realizar una seleccin aleatoria dentro de la misma. Por este motivo, es preciso realizar un acercamiento diferente a otros empleados para observar poblaciones ms accesibles. Dentro de este grupo de poblaciones ocultas se localizan las vctimas y autores de la trata de personas.

    En este sentido, se proponen diferentes tcnicas de estimacin de poblaciones complejas de alcanzar por sus caractersticas particulares. Uno de ellos es el denominado captura-recaptura. Bajo esta tcnica, eminentemente del campo de

    6 ndice anual = nmero de vctimas que contactan con polica o autoridades judiciales u ONGs por ao

    * 10 (min) 20 (max). 7 ndice nacional de vctimas = estimacin anual de vctimas / nmero de hombres residentes en el pas

    por encima de 15 aos en el ao considerado * 100.000.

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    la Biologa, los investigadores llevan a cabo observaciones sistemticas de los individuos que pretenden evaluar y posteriormente calculan mediante mtodos sencillos el tamao de la muestra general. Una segunda tcnica, es el recluta-miento de bola de nieve. Esta tcnica est ms ampliamente extendida en el campo de la investigacin en general. Bsicamente su modo de actuacin es, a travs de contactos iniciales (elegidos relativamente de forma aleatoria o bajo alguna forma de muestreo), ir obteniendo otros contactos secundarios que irn conformando la muestra de casos. Finalmente, el mtodo respondent-driven sampling (RDS)8, combina la tcnica de reclutamiento de bola de nieve con un modelo matemtico que reduce el error de haber obtenido la muestra de una manera no-aleatoria debido a la dificultad de acceso a la poblacin de estudio.

    Metodologa cualitativa

    Como venimos comentando, en los estudios sobre trata de personas predomina la metodologa de tipo cualitativo, es decir, aquella basada principalmente en la utilizacin de fuentes secundarias, la elaboracin de entrevistas (prensa, Internet, informes de terceras personas, etc.) y en otros mtodos como por ejemplo, los foros de discusin. Evidentemente, no debemos menospreciar el empleo de esta clase de mtodos, sin embargo, s es preciso alentar a la utilizacin de ambos puesto que enriquecen la investigacin y, especialmente, los resultados obtenidos.

    Las fuentes secundarias han sido el mtodo ms utilizado en las investigacio-nes analizadas sobre trata de personas, ya que estn representando un 58,8% de los estudios. Dentro de este grupo estn incluidos el anlisis de fuentes abiertas, el estudio de informes mdicos, contratos de trabajo, artculos de prensa, sitios web, etc.

    Kangaspunta (2003) llev a cabo una investigacin sobre la trata de personas desde la perspectiva tanto de la vctima, del autor y del proceso. Para ello emple la base de datos del Programa Global de la ONUDD (2006). Esta base de datos sistematiza la recopilacin de fuentes abiertas tales como: informes oficiales de los gobiernos, informacin de organizaciones inter y no-gubernamentales, infor-mes de investigacin, material de conferencias y medios de comunicacin. Por tanto, a pesar de ser un estudio eminentemente cualitativo, tambin presenta cierto carcter cuantitativo debido a que la ONUDD incluye en la base de datos variables de tipo cuantitativo mediante las cuales operativizar la informacin encontrada y posteriormente facilitar las comparaciones entre regiones.

    Otro trabajo desarrollado en el marco de esta metodologa es el llevado a cabo por Anti-Slavery International (2006). La organizacin revis ms de 70 informes y documentos de los aos 2000 a 2005. Entre esta documentacin se encontraban:

    8 Informacin ms detallada sobre esta tcnica puede ser consultada en el sitio web:

    http://www.respondentdrivensampling.org/

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    entrevistas semi-estructuradas a expertos y vctimas, estudios de casos, estudios de reclamaciones de trabajadoras domsticas, informes mdicos, testimonios de prisin, contratos de trabajo y artculos vinculados al tema. Adems, emplearon el mtodo de bsqueda de contactos bola de nieve, recientemente explicado.

    Las entrevistas semi-estructuradas son otro mtodo cualitativo de investigacin que en el caso de los documentos analizadas sobre trata de personas se ha em-pleado en el 47% de los estudios analizados por nuestro equipo. Dentro de este grupo, encontramos que principalmente las entrevistas se han realizado a personas expertas en el tema de la trata de personas (por ejemplo, Andrees y Van der Lin-den, 2005; Accem, 2007) debido a su contacto con la actividad, ya sea porque pertenecen a cuerpos de seguridad del Estado, organizaciones no-gubernamentales u otra entidad. En este sentido tambin predominan las investi-gaciones cuya muestra son vctimas (por ejemplo, Danailova-Trainor y Belser, 2006; Mahmoud y Trebesch, 2010) y en pocos casos hemos encontrado estudios en los que el entrevistado sea el autor de los hechos. Anderson y OConnell (2002), por ejemplo, llevaron a cabo un estudio altamente innovador al realizar entrevistas semi-estructuradas a empleadores de trabajadoras domsticas y clien-tes de trabajadoras sexuales.

    Finalmente, en este grupo de metodologas localizamos algunos grupos de in-vestigacin que han empleado mtodos cualitativos de otras tipologas menos extendidas hasta el momento (17.6% de los trabajos analizados), aunque es preci-so indicar, que debido a la extensin de las nuevas tecnologas el uso de tcnicas como los grupos de discusin a travs de la red, son cada vez ms empleados. En este sentido Rechea et al. (2007) y, Andrees y Van der Linden (2005) llevaron a cabo sendas investigaciones en las que mediante grupos de discusin entre exper-tos del rea, analizaron la situacin de la trata en distintos pases. En el mismo ao, Brennan (2005) present un estudio sobre las vctimas de la trata de personas desde la perspectiva antropolgica. Segn este autor, mediante el empleo del mtodo antropolgico es posible un acercamiento a las vctimas de la trata, las cuales difcilmente confan en aquellas personas encargadas de tomar las declara-ciones a nivel rutinario. De esta forma, ellas sern capaces de tomar las riendas de la lucha contra esta actividad, puesto que se vern ms capacitadas y apoyadas para ello.

    4.3. Ventajas e inconvenientes de las fuentes de datos.

    Como hemos avanzado anteriormente, es preciso ser cuidadoso a la hora de se-

    leccionar las fuentes de datos de las que nos valdremos para llevar a cabo nuestro estudio sobre trata de seres humanos. El empleo de cada una de ellas presenta ventajas e inconvenientes que son precisos tener en cuenta a la hora de proceder

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    con la investigacin. Lo ms adecuado es combinar fuentes de datos de tal manera que las carencias que presenta una sean suplidas por los beneficios de otra, ade-ms, la investigacin ser ms completa presentando menos lagunas metodolgi-cas.

    En la siguiente tabla presentamos sintticamente las cuatro tipologas principa-les de fuentes de datos as como sus ventajas e inconvenientes en el estudio de la trata de seres humanos.

    Tabla III: Tipologas de fuentes de datos

    Fuente de datos Ventajas Inconvenientes

    Policiales

    - Objetividad. - Accesibilidad. - Conocimiento de la adecua-cin de las medidas policiales.

    - Dependen del acercamiento de la vctima o de la actuacin policial. - Segn el Cdigo Penal (disper-sin legislativa). - Infra-estimacin del fen-meno.

    Judiciales

    - Objetividad. - Accesibilidad. - Conocimiento de la adecua-cin de las medidas judiciales.

    - Imposibilidad de desagregar el delito. -Infra-estimacin del fenmeno.

    Secundarias

    - Accesibilidad. - Amplia muestra de datos procedentes a su vez de distin-tas fuentes.

    - Subjetividad. - Inters pblico. - Sobre-estimacin del fen-meno.

    ONGs

    - Mucha informacin sobre vctimas. - Amplias bases de datos en distintos pases. -Conocimiento sobre los sistemas de atencin y trata-miento de las vctimas.

    - Las vctimas que se acercan a la organizacin son diferentes de las que no asisten. -Recogen los datos en funcin de sus necesidades y sobre todo sobre explotacin sexual. - Sobre-estimacin del fen-meno.

    Como podemos observar en la tabla III, ninguna fuente de datos es suficiente

    para abordar de manera integral la medicin de la trata de personas, de ah que la mejor metodologa sea aquella que coordina distintas fuentes de informacin.

    5. Recomendaciones El ltimo paso una vez presentados los estudios, es mostrar las recomendacio-

    nes oportunas para hacer frente a los obstculos que nos encontramos a la hora de

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    proceder con una investigacin sobre la trata de seres humanos. Este apartado se encuentra dividido entre las recomendaciones ofrecidas a nivel general y aquellas ms especficas con el objetivo de facilitar su comprensin.

    5.1. Recomendaciones generales

    En primer lugar, nos gustara realizar una serie de recomendaciones a nivel ge-

    neral, es decir, que afectan a todos los niveles a las investigaciones sobre trata de personas y que van ms all del estudio especfico que se pretenda a realizar.

    Bsicamente, estas recomendaciones se encuentran divididas en dos grupos: 1) aquellas referentes a la definicin de trata de personas y, 2) aquellas relacionadas con la coordinacin entre organismos.

    Primeramente, a pesar de que la trata de personas est definida en el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y nios que complementa la Convencin de las Naciones Unidas contra la Delin-cuencia Organizada Transnacional (2000) de forma tal que incluye no slo la trata con fines de explotacin sexual, sino tambin aquella para otros fines, presenta determinados aspectos un tanto ambiguos o genricos que siguen dificultando la investigacin as como su adopcin en los regmenes legales internos (Jordn, 2002: 9), aunque no podemos dejar de tener en cuenta los beneficios de la misma en el rea.

    Con el objetivo de llevar a cabo una adecuada investigacin sobre la trata de seres humanos es preciso realizar una adecuada operativizacin de la definicin ofrecida por el Protocolo de las Naciones Unidas, de tal forma que podamos disponer de variables que nos permitan observar con precisin la actividad. Para llevar a cabo la operativizacin debemos determinar qu significan los trminos que aparecen en la definicin de una forma concreta, es decir, si aparece la pala-bra reclutamiento hay que determinar qu significa para el investigador dicho trmino porque en funcin del mismo analizarn esa fase de la trata de personas ms especficamente y los lectores posteriores conocern en mejor medida a qu se estn enfrentando. As, es conveniente actuar con los diversos trminos de la definicin.

    Por otro lado, la trata de personas es un concepto que se ha confundido co-mnmente con el trmino trfico ilcito de inmigrantes, posiblemente debido a su traduccin de los trminos anglosajones, trafficking y smuggling, para referirse a trata y trfico respectivamente. Especialmente, por esta confusin es preciso realizar la distincin claramente en las investigaciones llevadas a cabo, ya que en el primer caso las vctimas ven vulnerados sus derechos y libertades como seres humanos, su capacidad decisoria se encuentra mermada porque a pesar de haber consentido inicialmente su traslado, las condiciones posteriores no son las que

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    pactan inicialmente. Sin embargo, en el caso del trfico de inmigrantes, las perso-nas inmersas en esta actividad, estn consintiendo voluntariamente su traslado, y su grado de implicacin en la actividad es contrario al caso anterior. Asimismo, la trata de personas es un proceso donde la vctima es, en su mayora, explotada laboral o sexualmente, y la relacin con el autor dura hasta que l lo determine, la vctima escape o una operacin policial detecte el delito. Por el contrario, la inmigracin ilegal finaliza cuando las personas llegan al destino acordado (Prez Alonso, 2008).

    Para finalizar, las recomendaciones relativas a la definicin de la actividad, creemos conveniente que todos los investigadores se adhieran a la misma defini-cin, pero a la definicin operativizada, es decir, donde los trminos ya son con-cretos y no hay cabida a la interpretacin. De esta forma las comparaciones as como rplicas de los estudios sern ms fiables.

    En segundo y ltimo lugar, en relacin con las recomendaciones generales, proponemos que los diferentes organismos estn coordinados con el objetivo de realizar un abordaje del problema de forma ms integral (Obokata, 2011). En 2009, el Instituto para la Investigacin Internacional en Poltica Criminal (IRCP) de la Universidad de Gante comenz el proyecto MONTRASECT9, financiado por la Comisin Europea, con el objetivo de unificar en una sola base de datos la informacin procedente de distintos organismos y pases. Cada uno de ellos debe-r introducir la informacin en un mismo sistema informtico establecido va web, donde existen ms de doscientas variables relacionadas con cada una de las fases de la trata (reclutamiento, traslado y explotacin), de la vctima y de los autores. Asimismo, se tienen en cuenta todas las formas de explotacin. De esta forma, en el momento de llevar a cabo cualquier investigacin relativa a la trata de personas, se dispondr de una nica base de datos, con la informacin estanda-rizada y con la posibilidad de llevar a cabo estudios comparativos fiables. No obstante, falta el esfuerzo de los organismos de los distintos pases para la intro-duccin de los datos en dicha web, sin los cuales el desarrollo de la misma no ser posible.

    Esta actuacin de IRCP y de la Comisin Europea es un ejemplo de buena prctica en el terreno de la investigacin de la trata de personas, puesto que estn llevando a cabo un proyecto conjunto para la recogida de informacin con el objetivo de generar un sistema mediante el cual compartir y combinar los datos de unos organismos y otros, mostrando de esta manera, que un problema como este fenmeno no puede atenderse si no es uniendo los esfuerzos a nivel internacional.

    9 Este proyecto tiene su origen en el proyecto SIAMSECT (Vermeulen, Balcaen, Di Nicola y Cauduro,

    2006) dirigido de la misma manera por IRCP y financiado por la Comisin Europea.

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    5.2. Recomendaciones especficas En ltimo lugar, querramos realizar una serie de recomendaciones especficas

    a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo una investigacin en el mbito de la trata de personas. Hemos dividido estas recomendaciones en tres grupos que son presentados a continuacin:

    a) Diseo de una base de datos

    Como hemos comentado, en el rea de investigacin de la trata de personas no existe tradicin a la hora de desarrollar bases de datos que sustenten cuantitativa-mente el estudio que se est desarrollando. No obstante, existen ejemplos de buenas prcticas de las que hemos hablado que son un modelo a seguir en este sentido: la base de datos de la IOM, de la UNODD y del CEOCR.

    A la hora de disear una base de datos, es necesario seguir unos pasos bsicos para generar un instrumento til en nuestro estudio. En primer lugar, es preciso operativizar las variables que pretendemos medir. Para ello, teniendo en cuenta el material terico del rea hay que disear un plantilla de recogida de datos donde acumularemos la informacin que vayamos obteniendo y categorizando. En esta plantilla estarn las variables que deseamos medir y las posibles respuestas a las mismas, estas respuestas deben ser lo ms cerradas posibles para que posterior-mente se puedan codificar en la base de datos. Dentro de estas variables deben tenerse en cuenta todos los aspectos de la trata, realizando bloques diferenciados para cada uno de ellos donde posteriormente el acceso sea sencillo para un correc-to anlisis estadstico de los mismos. Finalmente, el proceso de recogida de datos debe ser sistemtico y estandarizado, siguiendo unos pasos rigurosos de tal forma que resulte clara la procedencia y las variables estn adecuadamente completadas. Conviene especificar que la informacin no debe interpretarse y la base de datos debe completarse con aquella que aparece estrictamente en la fuente, posterior-mente, en el apartado correspondiente a las conclusiones, se dar cabida a la interpretacin.

    b) Metodologas nuevas a explorar

    En este punto recordamos algunas de las cuestiones comentadas con anteriori-dad cuando hablamos de las metodologas empleadas en el estudio de la trata de personas. En primer lugar, sera adecuado desarrollar en mayor medida las meto-dologas que han empleado algunos autores con el objetivo de estimar poblacio-nes ocultas: captura-recaptura, reclutamiento de bola de nieve y respondent driven-sampling (RDS). Estos mtodos pretenden aadir sustento cientfico a un campo tan complicado como el que aqu estamos tratando.

    En segundo lugar, tambin recomendamos desarrollar ndices compuestos me-

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    diante indicadores indirectos. En este sentido ha trabajado el investigador holan-ds Van Dijk (2007) haciendo referencia al Crimen Organizado en general. Van Dijk gener el ndice Compuesto de Crimen Organizado (COCI) combinando los datos de percepcin de la prevalencia de Crimen Organizado, homicidios no resueltos, corrupcin a gran escala, blanqueo de dinero y la extensin de la eco-noma sumergida. Los datos fueron tomados de las encuestas anuales del Foro Econmico Mundial, los directores ejecutivos de grandes compaas, estudios realizados por el World Bank Institute y las estadsticas oficiales de delitos. A pesar de las crticas que pueda recibir el trabajo de Van Dijk, que no son objeto este documento, creemos que es un paso importante en el anlisis de delitos no-convencionales para disponer de una medida concreta del nivel de crimen organi-zado en una regin, adems de establecer comparaciones entre pases, ya que no slo introduce medidas subjetivas sino tambin datos objetivos. Alentamos a los estudiosos de la trata de personas a desarrollar ndices compuestos con indicado-res indirectos sobre esta actividad, tales como flujos migratorios, trabajadores en los sectores ms vulnerables de explotacin laboral, niveles de prostitucin, etc.

    Finalmente, con el fin de elaborar una investigacin completa, lo ms adecuado es combinar metodologas cuantitativas y cualitativas. Aportar informacin de tipo cuantitativo es esencial para fundamentar la investigacin sobre una base objetiva de conocimiento; sin embargo, en campos de carcter sociolgico, los trabajos de tipo cualitativo, como el anlisis de historias de vida u otras fuentes secundarias, aportan informacin muy valiosa que complementa la anterior.

    c) Elaboracin de informes

    El ltimo grupo de recomendaciones que queremos mostrar se encuentra rela-cionado con la elaboracin de los informes una vez se dispone de la informacin pertinente. En este caso concretamos cuatro aspectos que consideramos principa-les a tener en cuenta en la realizacin de todo informe de investigacin en el campo de la trata de personas:

    - Especificar la metodologa empleada Una de las principales debilidades de los estudios de la trata de personas es la

    falta de transparencia en la descripcin de la metodologa que se ha empleado para llegar a los resultados que se presentan en el documento final (Kelly, 2005: 236). Este hecho complica la reproductibilidad de los hallazgos as como genera una investigacin carente de fundamento, por tanto, si deseamos que nuestro estudio tenga validez cientfica, es preciso aadir un apartado en el que se descri-ba minuciosamente la metodologa empleada, incluyendo: muestra, tcnica de obtencin de datos (instrumentos utilizados, debilidades y ventajas de los mis-mos) y anlisis de datos realizados.

    - Ir ms all de la mera descripcin

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    En segundo lugar, proponemos que en la elaboracin del informe sobre la in-vestigacin realizada entorno a la actividad de la trata de personas los autores no permanezcan en la mera descripcin de los resultado hallados, sino que se inten-ten aportar explicaciones y/ o comparaciones con otros estudios o fenmenos. De la misma manera que en el caso anterior, este acto va a contribuir a que la investi-gacin que presentemos sea ms slida y completa.

    - Abordar el fenmeno desde una perspectiva integral Principalmente, la investigacin sobre la trata de personas se ha centrado en la

    descripcin de la modalidad de explotacin sexual acontecida a nivel internacio-nal as como en el anlisis de las vctimas. Claramente es la forma de explotacin con mayor nmero de vctimas as como las que mayor vulnerabilidad presentan (mayoritariamente mujeres y nios), de ah que se hayan promovido un elevado nmero de estudios desde las administraciones y las organizaciones sociales: Comisin Europea (2000), Rechea y Gimnez-Salinas (2001; 2004), Red ACOGE (2005), Garca Arn et al. (2006), Di Nicola y Cauduro (2007). No obstante, la trata de personas es un fenmeno que presenta un mayor nmero de perspectivas que es preciso que sean abordadas desde un punto de vista integral (Obokata, 2011), es decir, haciendo referencia en la medida de lo posible a todos los aspec-tos que intervienen en la actividad, teniendo presente que es un fenmeno en el que influyen multitud de factores y que intervienen diversos agentes. Por todo ello, es preciso incluir: actores implicados (vctimas, reclutadores, transportistas, explotadores, etc.), modus operandi, factores que lo facilitan en un determinado momento (polticos, econmicos, jurdicos), capacidad de adaptacin a las nuevas situaciones que se presentan; anlisis de los grupos: estructuras, anlisis del mer-cado y los factores de riesgo generadores de la actividad; las diferentes formas de explotacin: sexual, laboral e infantil; nivel de actuacin: regional, nacional y/ o transnacional, en origen y destino.

    Sin embargo, tambin hay que tener presente que es posible desarrollar investi-gaciones nicamente centradas en un tipo de explotacin, pero no impide que se aborde desde una perspectiva integral, es decir, considerando que es una actividad enmarcada dentro de un fenmeno ms global con unas caractersticas y actores particulares.

    6. Conclusiones El volumen de ganancias estimado segn Europol para el negocio de la trata de

    personas es de entre 8.500 y 12.000 millones de euros al ao, convirtindose en uno de los delitos ms lucrativos del Mundo y estando considerada la tercera empresa que supone ms ingresos del crimen organizado segn las Naciones

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    Unidas. En cuanto a la cifra de vctimas, segn el informe consultado, compro-bamos que el rango oscila de 600 mil a 800 mil personas trasladadas a nivel transnacional para ser explotadas sexual o laboralmente (datos del Departamento de Estado de los Estados Unidos) hasta los 12.3 millones de personas en situacin de trabajo forzoso en todo el Mundo (informe ofrecido por Belser et al., 2005: 1). No obstante, tomando cualquiera de las cifras comprobamos la magnitud del problema al que nos estamos enfrentando, un problema que principalmente con-lleva una grave vulneracin de los derechos y libertades de los ciudadanos que estn siendo manejados de la misma manera que cualquier otra mercanca o efec-to.

    A pesar de la seriedad del problema, los datos de los que se dispone no termi-nan de aclarar la situacin en la que se encuentra el fenmeno (Villacampa Estiar-te, 2012). En el presente documento, se han advertido las dificultades a las que hay que enfrentarse para disponer de un conocimiento ms preciso del problema. Dos de los principales obstculos son el carcter eminentemente clandestino de la actividad as como las particularidades del tipo de vctimas implicadas. La identi-ficacin de estas dificultades nos permiten proponer recomendaciones con la pretensin de elaborar estudios lo ms ajustados a la realidad del fenmeno.

    En este artculo hemos realizado un breve recorrido sobre aquellas investiga-ciones que se han realizado en materia de trata de personas y, en particular, en relacin con aquellas cuya pretensin ha sido la medicin del fenmeno. Median-te este proceso hemos comprobado los grandes esfuerzos que se estn realizando para alcanzar un mayor conocimiento sobre el problema y las metodologas que los investigadores emplean en sus investigaciones. De esta manera, ahora dispo-nemos de un mejor conocimiento sobre el estado de la investigacin en el rea de la trata de personas y somos conscientes de la necesidad de seguir avanzando en la materia sobre todo empleando mtodos de investigacin mixtos donde las debilidades de unos sean solventados con las fortalezas de otros.

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