Estudio clínico y etiológico de la desigualdad en … · Estudio clínico y etiológico de la...

11
Rev .. Esp. de Cir. ()st., 11, 255-265 (1976) Estudio clínico y etiológico de la desigualdad en longitud de los miembros inferiores JOSÉ LUIS MOROTE JURADO * QESUMEN El acolrtamiento del miembro inferior es producido por múltiples causas, con mecanlismos et1iopatogénicos distintos, por lo que se le añaden alteraciones cápsulolignmentosas que originan deformaciones que deben ser tratadas COI\= juntamente. SlTl\1l\JIAR.\T The shortening of the leg is o\ving to many causes of different pathology. 'fherefores, there are also changes on the joint capsule ancl ligaments, pro- ducing deformities which must be trated as possible. Las dismetrías representan uno de los problemas ortopédieos más comunes (TASCHJDIAN), y sin embargo, con gran frecuencia escapa su estudio a nuestra ex- ploración sistemática, siendo los padres los que suelen hacérnoslo notar. Pensamos que su solución no presenta problemas, pues nos limitamos a colocar un alza, hacer una osteotomía, etc., olvidando que actua- lnos sobre un mecanismo delicado y sutil y, en parte desconocido, como es el cre- cimiento simétrico y Hrmónico de las ex- tremidades. Su frecuencia es muy alta. HAssE y DEHNER, en un estudio, encontraron un 68 por 100 de dismetrÍas; SOLLMANN en- cuentra en un estudio realizado sobre 1.000 enfernlos, un 15 por lOO de dismetrÍas superiore.s al centímetro. HULT encuentra un 30 por 100 de disraetrÍas entre 1y 2'5 centÍrnletros. INGELMARK y LINDSTROM (1963), encuentran 370 enfermos con * Jefe de Traumatología y. Departamento de Cirugía. InfantIl .. C¡.udad. Sanltana Virgen del Rocío, Segundad SocIal. SeVIlla. dolores de espalda, dismetrÍa en el 87 por 100 de ellos. El estudio de sus características etioló- gicas clínicas y evolutivas, son de una gran importancia para que nuestra actuación terapéutica sea eficaz y no motivemos, por el contrario, alteraciones patológicas aún peores que las que padece el enfermo. Hasta hace una o dos décadas, la gran mayoría de las dismetrÍas de las extremi- dades inferiores estaban producidas por la poliomielitis, cifrando THOMSON esta cuota de incidencia en un 68 por 100 y FREJKA en un 71 por 100. Desde la aparición de la vacuna contra la poliomielitis se encuentra en descenso su incidencia, siendo en la actualidad las causas congénitas las respon- sables del 60 por 100 de las dismetrÍas. Como causa de las dismetrías reales o anatómicas se encuentran un gran núme- ro de ,afecciones que reconocen diversos mecanismos etiopatogénicos; su gran :va- riedad nos indica el carácter general de su presentación.

Transcript of Estudio clínico y etiológico de la desigualdad en … · Estudio clínico y etiológico de la...

Rev.. Esp. de Cir. ()st., 11, 255-265 (1976)

Estudio clínico y etiológico de la desigualdad en longitudde los miembros inferiores

JOSÉ LUIS MOROTE JURADO *

QESUMEN

El acolrtamiento del miembro inferior es producido por múltiples causas,con mecanlismos et1iopatogénicos distintos, por lo que se le añaden alteracionescápsulolignmentosas que originan deformaciones que deben ser tratadas COI\=

juntamente.

SlTl\1l\JIAR.\T

The shortening of the leg is o\ving to many causes of different pathology.'fherefores, there are also changes on the joint capsule ancl ligaments, pro­ducing deformities which must be trated as possible.

Las dismetrías representan uno de losproblemas ortopédieos más comunes(TASCHJDIAN), y sin embargo, con granfrecuencia escapa su estudio a nuestra ex­ploración sistemática, siendo los padreslos que suelen hacérnoslo notar. Pensamosque su solución no presenta problemas,pues nos limitamos a colocar un alza, haceruna osteotomía, etc., olvidando que actua­lnos sobre un mecanismo delicado y sutily, en parte desconocido, como es el cre­cimiento simétrico y Hrmónico de las ex­tremidades.

Su frecuencia es muy alta. HAssE yDEHNER, en un estudio, encontraron un68 por 100 de dismetrÍas; SOLLMANN en­cuentra en un estudio realizado sobre 1.000enfernlos, un 15 por lOO de dismetrÍassuperiore.s al centímetro. HULT encuentraun 30 por 100 de disraetrÍas entre 1 y 2'5centÍrnletros. INGELMARK y LINDSTROM(1963), encuentran ~n 370 enfermos con

* Jefe de Traumatología y. Ort~pedia Inf.ant~l.Departamento de Cirugía. InfantIl .. C¡.udad. SanltanaVirgen del Rocío, Segundad SocIal. SeVIlla.

dolores de espalda, dismetrÍa en el 87 por100 de ellos.

El estudio de sus características etioló­gicas clínicas y evolutivas, son de una granimportancia para que nuestra actuaciónterapéutica sea eficaz y no motivemos, porel contrario, alteraciones patológicas aúnpeores que las que padece el enfermo.

Hasta hace una o dos décadas, la granmayoría de las dismetrÍas de las extremi­dades inferiores estaban producidas por lapoliomielitis, cifrando THOMSON esta cuotade incidencia en un 68 por 100 y FREJKAen un 71 por 100. Desde la aparición de lavacuna contra la poliomielitis se encuentraen descenso su incidencia, siendo en laactualidad las causas congénitas las respon­sables del 60 por 100 de las dismetrÍas.

Como causa de las dismetrías realeso anatómicas se encuentran un gran núme­ro de ,afecciones que reconocen diversosmecanismos etiopatogénicos; su gran :va­riedad nos indica el carácter general desu presentación.

256 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSl'EOARTICULAR

A) Hay causas congénitas en las queexiste una afectación asimétrica en el des­arrollo de las extremidade3. Entre las quemotivan un retraso, >:e encuentran:

l.° Hemiatrofia congénita o hipopla.sia esencial, que cursa sin afectación neu·rológica o con ella, presentando en estecaso cuadros epilépticos.

La dismetría en este caso es propor­cionada. La extremidad di::métrica e3 entodo normal y guarda proporciones simé­tricas a su homóloga, que es de menortamaño.

2.° Aplasia de fémur o tibia, bien par.ciales o totales. Son las que producen ma­yores dismetrías (fig. 1).

3.° Displasia epifisaria punctata o sÍn­drome de Conradi-Hunermann, o condro-

FrG. 1. - Agenesia parcial de tibia derecha,con dismetría grave. Sin embargo, la radio­grafía de columna dorso-lumbar en bipedes­tación, tan sólo presentaba una escoliosis com-

pens:dora de 6°,

angiopatía punteada. La anomalía de cre­cimiento que produce no pre::enta sistema­tización, por lo que afecta por desigual alas epífisis.

4.° Condrodisplasia fetal o acondro-plasia. La afectación de los cartílagos decrecimiento motiva un desarrollo desigualde las extremidades inferiores. No suelendar grandes dismetrías.

5.° Displasia condroectodermal o sín­drome de Ellis-Van Creveld. Los acorta·mientos de las extremidades conllevan fre­cuentemente dismetrías.

6.° Discondropatía de Ollier.7.° Enfermedad exostosante o exos­

tosis cartilaginosas múltiples o condrodis­plasia deformante, en la que siguiendo laley de Bessel-Hagen, el cartílago de cre­cimiento hace crecer el hueso en otras di­recciones, a expensas de su pérdida de Ion·gitud, pues su patrón genético permanececonstante.

8.° Discondroplasia, encondroma múl­tiple o condromatosis ósea, presenta confrecuencia dismetría, pero sobre todo laforma de Ollier, en la que está afectadotan sólo un hemicuerpo (fig. 2).

9.° Síndrome de Mafucci, en el que,además de la discondropatía, existen he­mangiomas múltiples en tegumentos y ór­ganos internos.

10. Luxación congénita de cadera notratada, sobre todo la unilateral.

ll. Pie zambo, en el que frecuente­mente observamos acortamiento de la ex­tremidad.

12. Coxa vara unilateral.

B) Como causas congénitas que pro­ducen un estímulo, es decir, una hiperme­tría, tenemos:

l.0 El gigantismo parcial.2.° Hemartrosis hemofílica, en la que

la hiperemia reactiva a nivel de las zonasepifiso·metafisarias, sobre todo de rodilla,motivan una hipermetría.

J. L. MOROTE. - DESIGUALDAD DE LOS MIEMBROS INFERIORES 257

PICo 2. - Encondroma múltiple en estadio muy avanzado en falanges y metacarpianos.Se observan localizaciones en metáfi~is distales de fémur y tibia derechos, que motivan

una dismetría

258 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR

3.° Hemihipertrofia congénita.4.° Enfermedad de Klippel-Trenaunay,

en la que, además de la aparición de nevusplanos o verrugosos, se produce un creci-

,,.FIC. 3. - Al descender la cadera derecha 2centímetros por un acortamiento de igual lon­gitud (distancia d = 2 cms.) el descenso de Ba B' (= distancia D), será mayor por lo queel acortamiento medido desde este punto de

referencia, parecerá mayor.

miento exagerado de la extremidad. Tam­bién ocurre lo mismo en:

5.° Enfermedad de Parkes-Weber, porla formación de hemangiectasias hipertró­ficas.

C) Causas tumorales. Producen retra-sos del crecimiento.

1.° Osteocondromas.2.° Tumores de células gigantes.3.° Displasia fibrosa poliostófica (Mc­

Cune-Albricht) o displasia ósea fibrosa,sobre todo por su frecuencia de afectaciónen extremidades inferiores y en un hemi­cuerpo.

4.° Neurofibromatosis de Recklingh-ausen.

Por el contrario producen estímulo:5.° Hemangiomas.6.° Lifangiomas.7.° Displasias óseas (Jaffé-Lichtens­

tein).

D) Los procesos infecciosos loca,les,afectando las epífisis, los cartílagos de cre-

cimiento o las zonas metafisarias, producenretraso cuando alteran su integridad ana­tómica, como ocurre en:

1.0 Osteomielitis.2.° Tuberculosis ósea.3.° Artritis purulenta.Pero si la afectación no es tan grave,

la reacción hiperémica producida, deter­mina una aceleración metabólica del cartí­lago de crecimiento, es decir, un estímulo,como ocurre en:

1.0 Absceso de Brodie.2.° Tuberculosis metafisaria.3.° Osteomielitis metafisaria.4.° Artritis purulenta.5.° Sífilis ósea.6.° Elefantiasis.7.° Trombosis femorales o ilíacas.

E) Las parálisis producen retraso deldesarrollo de la extremidad en:

1.0 Poliomielitis; hasta hace unosaños la causa más frecuente de dismetrías.

2.° Secciones medulares; producendismetrías sólo ocasionalmente.

3.° Mielocele: la dismetría es de pe-queña cuantía.

4.° Hemiplejías.5.° Parálisis espásticas.La poliomielitis puede producir en su

fase inicial una hipermetría.

F) Producen también re t r a s o s lostraumatismos, tales como:

1.0 Lesiones de los cartílagos epifisa­nos.

2.° Fracturas diafisarias con disloca­ción ad axis.

3.° Traumatismos térmicos, sobre todoen las grandes quemaduras.

Pero también suelen producir hiperme­trías en los casos de:

1.0 Fracturas día y metafisarias defémur y tibia. Suelen ser transitorias ycesan hasta los seis-doce meses despuésdel traumatismo.

J. L. MOROTE. - DESIGUALDAD DE LOS MIEMBROS INFERIORES 259

2.° Operaciones en las diáfisis.3." Toma de injertos.4.° Osteotomías.5.° Fístulas arteriovenosas.

G) Mecánicamente se puede producirretraso de la extremidad, mediante:

l.0 Aparatos de descarga.2." Inmovilizaciones prolongadas.

Existen otras causas de retraso, comoocurre en:

l.0 Síndrome de Legg·Calves·Perthe3.2.° Epifisiolosis de la cabeza femoral.3.° Radiaciones de las fisis.

Medición

Pertenece a la sistemática de explora.ción general del aparato locomotor y serefiere a puntos anatómicos simétricos.Estos puntos deben Eer bien localizablespara evitar errores y que pueden Eervirigualmente de referencia en las revisionesclínicas que se habrán de hacer.

La medición desde las crestas ilíacaspuede ser motivo de error. La distanciaentre las caderas es menor que la de lasespinas ilíacas anterosuperiores, por loque un desplazamiento de éstas, será ma·yor en los puntos más distantes de 1:pelvis (fig. 3).

La variedad de puntos anatómicos quenos sirven de referencia, nos indica la fal­ta de unanimidad que existe en la mediciónclínica.

Entre las mediciones directas tenemos:a) Longitud absoluta: es la medida

desde e! borde superior de la cabeza fe­moral a zona de apoyo de planta de! pie.Clínicamente no tiene valor por la dificul·tad que entraña el situar la cabeza del fé·mur y es la que realizamos cuando me­diante telerradiografía, colocamos al en·fermo de pie, con una regla centimétricade testigo.

b) Longitud anatómica: medición en­tre trocánter mayor y vértice del maléoloperóneo, también presenta dificultades, de·bido a que la palpación del trocántermayor, a través de las masas muscularespuede ser bastante inexacta.

c) Longitud aparente; cuando setoma entre la cicatriz umbilical y el ma·léolo peróneo. No sirve para las revisiones,ya que la cicatriz umbilical se desplazafácilmente.

d) Funcional: se mide desde la espinailíaca anterosuperior y maléolo peróneo.Esta medición es la que usualmente serealiza tras haber sido preconizada porMARTÍN en el año 1925 y confirmado porla Sociedad Internacional de Cirugía Orotopédica y Traumatología. En los casosde genu valgo, la medición es algo menor

FIG. 4. - Puntos de referencias paramediciones clínicas de la longitudde las extremidades inferiores.= 1. Longitud absoluta. = 2. Longi­tud anatómica. = 3. Longitud apa­rente. = 4. Funcional. = 5. Relativa.

260 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR

FIG. 5. - Telerradiografía, exige chasis gran­de y filtro corrector. Inconveniente: la longi­tud entre cadera v tobillo está aumentada enun 6 por 100.

y en el genu varo por el contrario, algomayor.

La localización del vértice del maléoloperóneo no presenta dificultades. Sin em­bargo, en los casos de asimetría pélvica,o falta unilateral de la cresta ilíaca, o enlos casos de báscula pélvica, la mediciónserá tanto más errónea, cuanto mayoressean estas anomalías.

e) Relativa: es la medida entre elborde superior de la cabeza femoral y lainterlínea articular del tobillo en su cargaanterior. En ella, la existencia de contrac­tura o deformidades no pueden ser eva­luadas (fig. 4).

La medición indirecta la practicamoscon el enfermo desnudo y de pie y colo·camos alzas o tablillas de medio en mediocentímetro, hasta nivelar por completo lasespinas ilíacas anterosuperiores. Esta me·dición en niños de menos de 7 años esmuy valiosa, pues aún no hay grandesdeformidades ni contracturas, pero en losadultos, las escoliosis estructuradas o lascontracturas de caderas, motivan una di·ferencia entre la longitud anatómica y lafuncional, pero es precisamente este últimofactor el de más importancia.

Creemos que los dos métodos, directoe indirecto, se complementan y cada unode ellos nos dará una visión del problemadesde diferente punto de vista. La medi-

/

I

~\

\

\\

ción clínica tiene un margen de error de± 1'2 cm. y que quizá, tras una exactaatención y en manos experimentadas, pue­da reducirse por debajo de los 10 mm., ydesde luego, damos más valor al métodoindirecto, pues será la función de la extre­midad la que nos servirá para evaluarlas directrices terapéuticas.

La medición radiográfica se puede efec­tuar por:

a) Telerradiografía, en la que se prac­tica una radiografía en un disparo conchasis lo suficientemente grande para in­cluir toda la extremidad; estos aparatosllevan un filtro corrector para que en ca­deras y tobillos la intensidad sea la ade­cuada. Sin embargo, lleva consigo unmargen de error de un 6 por 100 (fig. 5).

b) Eskanografía: el tubo de rayos Xva moviéndose en sentido longitudinal,impresionando toda la placa, eliminándosepor tanto los errores de paralelismo, perotambién exige un filtro adecuado para quevaya graduando la intensidad de los rayos,según sea cadera, rodilla o tobillo. Exigepor tanto una instalación costosa, ademásde chasis de 90 centímetros.

c) Ortorradiografía, preconizada porla mayoría de los autores (WYATT, ANDER­

SON, GOLDSTEIN, DREISINGER, GOFF, etc.).El enfermo, colocado sobre un soporte es­pecial, en decúbito supino y con las extre·midades inferiores paralelas y sin rotaciónni interna ni externa; se practícan tresdisparos ortogonales a nivel de caderas,rodillas y tobillos, con una escala centi·métrica graduada. Es el procedimiento másusualmente utilizado y en los niños hayque tener un especial cuidado en que nose muevan en los disparos. (fig. 6).

La medición radiográfica es la que nosdará con exactitud la longitud de los ele­mentos óseos de la extremidad inferiory nos permite conocer la incidencia delproceso patológico determinante de ladesigualdad.

J. L. MOROTE. - DESIGUALDAD DE LOS MIEMBROS INFERIORES 261

Estudio clínico

Al examinar detenidamente al enfer·mo, desnudo y colocado de pie sobre unasuperficie totalmente horizontal, observa·remos las asimetrías que sus perfiles cor­porales y pliegues cutáneos presentan ma·yor elevación del borde superior del tra·pecio, vértice inferior de la escápula adistinto nivel, triángulos del talle asimé­tricos, crestas ilíacas, pliegues glúteos yaltura de la rótulas a diferentes alturas,etcétera (fig. 7).

Entre los síntomas subjetivos más im·portantes, se encuentra la pérdida de laintegridad personal. El dismétrico sienteque su cuerpo presenta alteraciones en laforma y padece está sensación igual queel amputado de un dedo, mano, o bien deotro tipo de órgano.

Sabe, además, que tendrá que cojearel resto de su vida. La cojera dismétricano solamente representa una alteraciónestética, sino que afecta al esfuerzo y ren­dimiento del aparato locomotor.

La marcha normal describe una curvasinual de amplias y simétricas curvaduras.En la marcha dismétrica las oscilacionesson mayores y, por lo tanto, el trabajomuscular también lo será, es decir, repre-

2.

FIC. 7. - Inspección de los perfiles en bipe·destación.

senta un sobreesfuerzo para el aparatolocomotor (fig. 8).

Estas sobrecargas actúan por desigualen unas estructuras, dejando otras en re·poso. Por ello, todos los autores coincidenen que si bien al principio permanece su

r

" • . 1\ 1\I I ' \I I '1\I \ ' I \I I \

I I \I I I \ I I \I . \, I I I \.

,.~\

/ ¿ .)

FIC. 6. - Ortorradiografía. Mediante tres dis­paros ortogonales, se evita el error de paralaje.La inmovilidad del sujeto debe ser absoluta.

FIC. 8. - La marcha dismétrica exige unmayor esfuerzo al tener que subir y descender

el centro de gravedad más intensamente.

262 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR

sintomatologia subjetiva silente, comienzana aparecer al cabo del segundo o tercerdecenio manifestaciones dolorosas a niveldel segmento lumbar, por la existencia deuna espondiloartrosis; también en la ca·dera del lado más largo se presentan bur·sitis y tendinopatÍas así como en la rodilladel mismo lado, con manife,taciones cá·pulo.ligamentosas y articulares de tipodegenerativo (fig. 9).

Las dismetrías producen una alteraciónmecánica en caderas y columna vertebraly rodilla.

La cadera de la extremidad más cortatiene una disminución de su carga por sermenor su brazo de palanca, estar aumen·tada su superficie de carga y encontrarsemás encajada en la cavidad cotiloid·ea.

Por trigonometría se puede fácilmente

- ..., "',I

FrG. 9. - El desplazamiento lateral de ciertasestructuras hacen aumentar el brazo de palancay con ello el esfuerzo para mantener la postura

estática y dinámica.

calcular este aumento o disminución dela zona de carga de las caderas.

Si la distancia entre las dos caderases de 25 cms., un acortamiento de 2 cenotÍmetros representará un aumento de lazona de carga de 4'50 y en el lado hiper.métrico una disminución de 4'50 (fig. 10).

Al encontrarse el tronco desplazadohacia el lado más corto, la resistencia quese ofrece a su potencia será menor, y alcontrario en el lado de la extremidad máslarga.

Así pues, en el lado de la extremidadmás larga la zona de carga es menor, eltrabajo de los aductores se encuentraaumentado. La mayor separación entrelas inserciones de los abductores en estelado aumenta su tensión, representandouna mayor presión sobre los cartílagosarticulares del cotila y cabeza femoral;sobre el trocánter mayor, el tracto ilioti·bial producirá tendinopatÍas y bursitis.Por ello existirá una coxa valga y un genuvalgo funcional en el lado de mayor Ion·gitud;.

Mecanismo de compensación

Inclinación pélvica; es quizá el umcomecanismo compensador que aparece enlas dismetrÍas de poco valor, menores de2 cms. Por ello se debe r·ecoger en toda

"H_4__~.. 2 (,"'~..

FIG. 10. - El descenso en dos centímetros deuna cadera por acortamiento de igual longitud,representa un aumento de 4'60 del ángulo ace­tabular de WIBERG en el lado del acortamiento.

J. L. MOROTE. - DESIGUALDAD DE LOS MIEMBROS INFERIORES 263

exploración del aparato locomotor, sinolvidar que existen oblicuidades pélvicaspor otras causas, sin existir dismetrias.

Esta inclinación pélvica no es sólo enel plano lateral, sino también en el planosagital.

SEIDEL, mediante la aplicación de cua­tro nivele3, demuestra que existe una ver­dadera rotación de la pelvis hacia abajoy adelante, sirviéndole de eje de giro lacabeza femoral del lado de la extremidadmás larga. Por ello, si en esta circunstanciacolocamos un alza sólo en el tacón, larotación pélvica no sólo desaparece, sinoque puede aumentar.

Nosotros hemos confirmado la existen­cia de la rotación pélvica mediante estudioradiográfico, marcando previamente ambascrestas ilíacas y apreciando su desapari­ción en los casos de colocación de alza entodo el pie, confirmación terapéutica deextraordinario interés debido a la acciónque tiene sobre la columna vertebral.

Como segundo mecanismo de compen­sación aparece el equinismo. El enfermomantiene el talón sin apoyar, merced auna flexión plantar activa. Ello ocasionaun varo del re t r opié con sobrecargadesigual de las articulaciones del tobilloy subastragalina, rotación del astrágalo ydel eje del tobillo hacia adentro y consi­derable sobrecarga funcional del antepié,que llevará a una acentuación de la bóvedalongitudinal y formación de dedos engarra.

Pero donde mayor efecto patogénicoaparece es a nivel de la columna dorso­lumbar.

La columna lumbar obligada por lainclinación pelviana, describe un arco deconvexidad del lado de la extremidad máscorta. Pero el giro de la pelvis motivarátambién una rotación de los cuerpos ver­tebrale3 con curva compensadora dorsal,formándose una escoliosis que con eltiempo produce deformidades, retracciones

cápulo-ligamentosas y por lo tanto, pérdi­da de su flexibilidad, es decir, una esco­liosis estructurada compensadora.

Sin embargo, INGELMARK y LINDSTROM,encuentran que la escoliosis lumbar, com­pensadora o estática, aparece en el 87 por100 de los casos si la extremidad dismé­trica es la izquierda y en el 75 por 100de los casos, si es la derecha la piernamás corta. Tampoco encontraron relaciónni paralelismo entre la inclinación pelvianay grado de la convexidad.

Nosotros, revisando las dismetrías con­génitas, sobre todo las producidas porgrandes deformidades en el crecimiento delas extremidades, aplasias de tibia, apla·sias de fémur, etc., no hemos encontrado

FIG. 11. - Escoliosis lumbar comralateral. Laconvexidad es del lado hipermétrico.

264 REVISTA ESPAÑOLA DE CIRUGÍA OSTEOARTICULAR

tampoco paralelismo entre el grado de dis­metría y el grado de la convexidad. Aveces obteníamos una convexidad lumbar

FIG. 12. - El colocar un alza o hacer unaosteotomía de alargamiento, cuando existe unaescoliosis rígida compensadora, motiva unagravamiento de la escoliosis (= descompen-

sación).

3

2

.....-~.._:..,

~'.\

49 "~,id"l

1\1..,

~ 1; • ~ e '\ t ".~c t J f' '>-

FIG. 13. - l. Báscula pélvica en la dismetríarelativa por contractura en abducción (AB) ycontractura en aducción (AD). 2. En la dis­metría real, al separar las extremidades infe­riores, la báscula pélvica sigue siendo igual,no varía. 3. En la contractura por abducción(AB), desaparece. 4. En la contractura poraducción (AD), la báscula pélvica aumenta.

\)I¡.,:.:\==\: ,: ,.,~

ryII1I,II

de 5° ante una dismetría de 7'5 centíme­tros y otras de 15° en dismetrías de 3 cen­tímetros.

Más asombroso resulta la aparición deuna escoliosis lumbar contralateral, esdecir, una escoliosis en la que la convexi­dad que forma el segmento lumbar corres­ponde al lado más largo, encontrados porSCHELLER en 34 de los 109 casos estudia­dos, y por BEUGERT en el 10 por 100.Nosotros, de 22 casos estudiados, hemo3encontrado 3 con escoliosis contralateral.Ello nos demuestra que no sólo actúanestáticas, sino también fuerzas dinámicasde compensación (fig. ll).

Todas estas alteraciones pueden llegara nosotros en su fase funcional, pero supermanencia, sobre todo si su apariciónes prematura, motivará 'deformidades, re­tracciones de tejidos, acortamientos capu­lares y ligamentosos, etc., que serán tantomayor cuanto más joven fue el organismoen que empezó a actuar la dismetría, dandoorigen a alteraciones estructurales, tantoen columna vertebral como en cadera, ro­dilla y pie, que son de gran importanciapara decidir el tratamiento oportuno.

J. L. MOROTE. - DESIGUALDAD DE LOS MIEMBROS INFERIORES 265

La estructuración de la deformidadlleva al la falta de flexibilidad de los tejidos.

En columna vertebral se estudiará me­diante r adi ogr afí as, según técnica de]ENTSCHURA, pues si el segmento lumbarse eneuentra ya estructurado, al colocarun alza en el lado más corto para tratarla dis:metría observar:~mos cómo aumentala escoliosis en lugar de desaparecer (figu­ra 12).

En caderas .se proeederá al estudio ra­diográfico de la oblicuidad pelviana enbipedestación, con y sin separación delas extremidades inferiores; llegando a co­nocer la existencia de contracturas enaducción o abducción.

Esta falta de flexibilidad debe ser tra­tada en primer lugar, si aún las condicio­nes biológicas del organismo lo permite,y en segundo lugar, !compensar la disme­tría, pues si no tan sólo haremos empeorarel estado del enfermo,.

La desigualdad de las extremidades in­feriores es, pues, un síndrome, en el quetenem.OS que estudiar no sólo la diferenciaen longitud que existe, sino también todosaquellos factores desencadenados por él, afin de que nuestra actuación terapéuticasea eficaz y vaya dirigida a mejorar elestado del enfermo y no motive descompen­saciones yatrogénicéls desgraciadamentefrecuentes.

BIBLIOHRAFIA

BLOMQUIST} E. y RUDS1'RON} P. (1943) : NeberP,enlur frakturen bei Kindern unter Besor­der,er Berucksichtigung des gesteigertenLangenwachstums. Acter. Chir. Scand.} 88,267-:291.

BURDICK, C. G. y SIRIS, L. E. (1923) : Fractu­res of the femur in children. Ann. Surg.}77, 736.

CARTWRIGHT} L. J. (1949): Orthoroentgeno­graphy as applied to the low,er extremitiesof children. Radiography} 15, 23.

CHAPCHAL} G. (1957): Die Untersuchung desBewegungssystems. Handbuck der Ortho­pedie} tomo 1, pág. 792-827. Stuttgart. Thie­nle.

COMPERE} E. L. Y ADAMS, C. O. (1937): Stu­dies of longitudinal growth of long bones;the infiuence of trauma to the diaphysis.J. Bone Joint Surg., 19, 922.

GREEN} W. T. y ANDERSON} M. (1955): The¿probl,em of unequal leg lengths. Pediat.CUn N. Amer.} 2, 1.137.

GREEN} W. T.; WYATT}G. M., y ANDERSON}M. (1946) : Orthoroentgenography as a me­thod of meassuring the bones of the lower,extremity. J. Bone} Joint. Surg.} 28, 60.

HOFFMANN-DAIMLER, S. (1972) : Bio-und patho­tuechanishe Puncktion des Beckenringes.Orthop. Praxis.} 7, 162-167.

KRAKOVITS} G. (1967) : Statik un Dynamik desHüftgelenk'es. Z. Orthop., 102, 418-425.

LEGER} W. (1959) : Die Form der Wirbelsaulemit Untersuchungen über ilare Beziehungzum Btecken und die Statik der anfrechtenHaltung. Stuttgart. Enke.

OEST} O. y SIEBERG} H. J. (1971) : Die Ront­genganzaufnahm,e der unteren Extremitaten.Z. Orthog.} 109, 54-72.

POLICARD, A. (1941) : L'appareil de creoissancedes os longues ; ses mecanismes á l'etat nor­mal et pathologique. París, Masson.

RATLIFF} A. (1959) : The short leg in poliomye­litis. ]. Bone ]oint. Surg.} 41-B, 56.

RUBIN} P. (1964): Dynamic classification ofBone Dysplasias. Chicago. Year Boock M e=dicaZ Publishers.

SCHELLER} M. L. (1964): Uber den Einfiussder Bein V,erkürzung auf die Wirbelsaule.Inaug. Diss. Colonia.

TAILLARD} W. y MORSCHER} E. (1965) : Bein­lengenunterschiede. Basilea. Karger.

WEINREICH} M. (1961): Zusannenhangender6ntgenologische Darstel-lung des Becken.Hein-Skelets in Stand. Z. Orthop., tomo 96,464-466.

WOODRUFF} H. J. Y LANE} G. (1966) : A tecni­que tor slit scanography, 96, 907-921.