Estudio bíblico de 1 Juan 5_1-4.pdf

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  • 30/1/2015 Estudio bblico de 1 Juan 5:1-4

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    Estudio bblico de 1 Juan 5:1-4

    1 Juan 5:1-4

    En nuestro recorrido por la Primera Epstola del Apstol Juan, llegamos hoy a una nueva seccin en esta breve pero

    profunda epstola. En la primera seccin el apstol Juan nos explic que DIOS ES LUZ. Despus, nos detuvimos bastante

    tiempo en la extensa seccin central que concluy con el captulo 4, donde vimos que DIOS ES AMOR. Ahora, el tema del

    captulo 5 es que DIOS ES VIDA, y veremos que est dividido en dos secciones. En los primeros cinco versculos del

    captulo 5, Juan nos habla de que tenemos "la victoria sobre el mundo" Y luego, en los versculos 6 al 21, tenemos "la

    seguridad de la salvacin". En la primera parte de este captulo 5, Juan estaba hablando a los creyentes de "la victoria

    sobre el mundo". Una vez ms, recordemos que cuando se menciona "el mundo", se est hablando del COSMOS, es decir,

    el mundo, con todas sus organizaciones, todos sus gobiernos, todo su egosmo, su avaricia, sus enfermedades y todos sus

    terribles pecados. El apstol Juan insisti y recalc que el creyente, un hijo de Dios, tiene y puede tener victoria sobre el

    mundo. Esto es posible. As es que, en el primer versculo de este captulo 5 de su primera epstola, Juan dijo:

    "Todo aquel que cree que Jess es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendr, ama tambin

    al que ha sido engendrado por l."

    Como ya hemos dicho, esta seccin a la cual entramos hoy es muy importante. Dios es vida, y la vida es el resultado de

    haber nacido de Dios. Todo aquel que cree que Jess es el Cristo, - dijo aqu Juan - es nacido de Dios. Este es el mtodo:

    todo aquel que cree que Jess es el Cristo. El Apstol Juan comenz su evangelio hablando en el captulo 1 del evangelio

    segn San Juan, versculos 11 y 12. l present de una manera muy clara que se nace espiritualmente, y se llega a ser un

    hijo de Dios, sencillamente por tener fe en el Seor Jesucristo. En su evangelio Juan escribi: A lo suyo vino, y los suyos

    no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de

    Dios. l vino a los Suyos, a Su propio pueblo, pero ellos no le recibieron. Pero, a aquellos que s le recibieron, les dio el

    poder, la autoridad de ser hechos hijos de Dios, y es ms, incluye a todos aquellos que simplemente creen en Su nombre.

    Eso significa que, cuando usted confa en Cristo, usted confa que Jesucristo es quien dice ser y que cree en sus palabras y

    obras. Lo que l hizo no tendra ningn valor si l no fuera quien es.

    Nuevamente, debemos reafirmar que el nacimiento virginal de Jesucristo es esencial para la fe cristiana. Quin es este

    que muri por los pecados del mundo? No fue un hombre cualquiera, un hombre ordinario el que hizo esto, porque un

    hombre ordinario sera una persona pecaminosa tambin, que ni siquiera podra morir por sus propios pecados. Juan nos

    dice: todo aquel que cree que Jess es el Cristo, es nacido de Dios. O sea que, es la fe la que produce el nuevo

    nacimiento.

    Y ahora que Ud. ha nacido de nuevo, cmo sabe que ha nacido de nuevo? Ha tenido alguna experiencia grande,

    extraordinaria? Entra en algn estado exttico? No, no necesariamente. Hay personas que s pasan por situaciones as, y

    esto est bien, pero eso no es lo ms usual. Este versculo 1 nos dijo:

    "Todo aquel que cree que Jess es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendr, ama tambin

    al que ha sido engendrado por l."

    Cuando usted confa en el Seor Jesucristo, nace de nuevo, y Dios se convierte en su Padre celestial. l es Dios el Padre, y

    llega a ser su Padre celestial. Ahora, si l ha llegado a ser su Padre celestial, y usted ha sido engendrado por l, le amar

    con todo su corazn. Pero, esto es slo el comienzo de su nueva forma de vivir, porque usted va a amar a aquellos que

    tambin han sido engendrados por Dios. En otras palabras, usted va a tener una nueva comprensin espiritual, y esto

    incluye que va amar a los dems hijos de Dios.

    Juan ya lo haba mencionado anteriormente, y se repiti una y otra vez. En el captulo 3, versculo 11 nos record: Porque

    este es el mensaje que habis odo desde el principio: Que nos amemos unos a otros.

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    El Seor Jesucristo dijo: En esto conocern todos que sois mis discpulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan

    13:35). Esta expresin, nacidos de Dios, que se menciona aqu en esta Primera Epstola del Apstol Juan, es muy

    importante. Ahora, la experiencia de haber nacido de Dios no tiene nada que ver con el hecho de que Ud. quiz se ha

    unido a una iglesia, -esperamos que lo haya hecho ya. Tampoco tiene nada que ver con alguna ceremonia en la que

    pudiera haber participado. Si usted es nacido de Dios, confo en que se haya integrado en una iglesia y que tome parte en

    el desarrollo y crecimiento de la misma. Seguir ciertos ritos no significa que usted sea verdaderamente un hijo de Dios. La

    cuestin ms trascendental es ha nacido usted de Dios? Usted nace de nuevo solamente cuando confa en Cristo Jess

    como su Salvador, y la prueba de ese nacimiento es que usted comienza a amar a Dios. Usted ama a su Padre Celestial,

    porque l le ha engendrado, y usted, consecuentemente va a amar a los otros hijos de Dios, porque ellos son sus

    hermanos y hermanas. Este amor no est limitado a un cierto grupo de creyentes, a una iglesia en particular, de una sola

    raza, o grupo. La persona que ha nacido verdaderamente de nuevo, amar a los que tambin han nacido de nuevo.

    sta es la epstola que nos explica cmo usted y yo podemos tener la seguridad de la salvacin, y el apstol Juan nos ha

    estado presentando las "evidencias" para que podamos saber, con toda certeza, que somos hijos de Dios. Recordemos

    estos puntos:

    1 Evidencia: Juan nos dijo en el captulo 2 de esta misma epstola, versculo 29: Si sabis que l es justo, sabed tambin

    que todo el que hace justicia es nacido de l.

    Un verdadero hijo de Dios es el que practica la justicia en su vida. Esto no quiere decir que sea algo fuera de lo comn, o

    algo anormal, o que se practique la justicia de vez en cuando. Practicar la justicia ser un estilo de vida, una prctica

    habitual, que fluye con toda normalidad en su vida. Usted se puede equivocar, fallar, resbalar y caer en alguna ocasin,

    pero la prctica de su vida diaria ser ejercer la justicia, porque usted es un hijo de Dios.

    2 Evidencia: Leemos en el captulo 3 de esta epstola, versculo 9 lo siguiente: . . .todo aquel que es nacido de Dios, no

    practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en l; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

    Un hijo de Dios no practica el pecado. Eso quiere decir que no vivir en el pecado, no encontrar placer en vivir en

    pecado, ni lo har como forma de vida. El estilo de vida habitual del pecador es vivir en el pecado cmodamente; vive en

    esa condicin, y no se espera que lo haga de una manera diferente. Nosotros mismos vivamos de esa manera, hasta el

    momento en que acudimos a Cristo con nuestros pecados.

    3 Evidencia: En el captulo 4, versculo 7 de esta misma Primera Epstola del Apstol Juan, que ya hemos ledo en un

    programa anterior, dice: Amados, ammonos unos a otros, porque el amor es de Dios, todo aquel que ama es nacido de

    Dios, y conoce a Dios. Un hijo de Dios "amar" a los dems cristianos. Esta es otra prueba que le dar a usted la

    seguridad que es nacido de Dios, es su respuesta a esta pregunta: ama usted a los dems cristianos, sus hermanos y

    hermanas en Cristo?

    4 Evidencia.- leemos en el versculo 4, del captulo 5 que hoy nos ocupa que Juan escribi: Porque todo lo que es nacido

    de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

    Un hijo de Dios es aquel que "vence" al mundo"!

    5 Evidencia: la encontramos en el versculo 18, de este captulo 5 de 1 Juan: Sabemos que todo aquel que ha nacido de

    Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.

    Un hijo de Dios es aquel que es guardado y protegido del maligno, de Satans.

    As que, dos de las cinco evidencias, las encontramos en este captulo 5, como dos marcas de nacimiento de un hijo de

    Dios. Ms adelante hablaremos ms profundamente sobre estas dos evidencias. Nuevamente, Juan recalc y enfatiz las

    caractersticas que prueban la relacin fraternal de los verdaderos hijos de Dios, que son: el amor, la obediencia, y la

    verdad. Nadie puede encontrar extraas a estas palabras. El amor, la obediencia y la verdad son una seal o una marca de

    la familia de Dios, y son caractersticas de un hijo de Dios. El apstol Juan dijo en el versculo 2, de este captulo 5 de su

    primera epstola:

    "En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos."

    A qu se refiere aqu Juan al mencionar a "Sus mandamientos"? Bueno, los mandamientos, segn lo entendemos aqu,

    no es una referencia a la ley mencionada en el Antiguo Testamento, sino a aquellos mandamientos que el Seor nos dej

    cuando l estuvo en la tierra. Por ejemplo, ya no slo encontramos a los conocidos 10 mandamientos, sino unos 22

    mandamientos, cuando estbamos estudiando la Primera epstola a los Tesalonicenses. En el captulo 5, all lemos: Estad

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    siempre gozosos (v. 16). Orad sin cesar (v.17). No apaguis al Espritu (19), etc., y otros como: Sed llenos del Espritu

    Santo. Ahora, estos son mandamientos para los creyentes de hoy en da, son actuales. Cada hijo de Dios desea cumplir, y

    anhela guardar, estos mandamientos en su vida diaria. En otras palabras, cumplir los mandamientos de Dios no slo es un

    estilo de vida normal para un hijo de Dios, sino que los guardar con alegra, para honrar a Dios y demostrarle as su

    amor y gratitud. Continuamos con el versculo 3 de este captulo 5 que estamos estudiando:

    "Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos."

    Ahora, esta palabra "gravosos" literalmente quiere decir "pesado". Los mandamientos de Dios no resultan "pesados". Aqu

    no se nos dice que los mandamientos son difciles de cumplir, sino que ellos no resultan ser una carga, cuando se

    cumplen. Juan estaba diciendo que, cumplir los mandamientos de Dios es algo que el hijo de Dios desea hacer con todo

    su corazn. Hay voluntad, decisin y amor en guardar las leyes y mandamientos que nos fueron dados, porque somos

    hijos de Dios. No resultar difcil obedecer a Dios.

    Permtanos ilustrar este punto con una breve historia. Trata de una nia que caminaba cargando a un nio bastante

    grande. A su lado pas un grupo de personas y una de ellas le dijo: "Oye nia, no es demasiado pesado para ti ese

    nio?" La nia respondi: "No, es mi hermanito". Por qu tena fuerzas y nimo para llevar esa carga? Porque era su

    hermanito!

    Sus mandamientos no son gravosos. Eso se puede resumir as: Este es el amor a Dios, que guardemos sus

    mandamientos; y sus mandamientos no son "pesados", ni significan una carga aadida sobre nosotros, porque los

    guardamos, o cumplimos "por amor."

    Amigo oyente, el hijo de Dios no debe esperar o buscar, que alguien haga algo por l, sino que debe tomar la iniciativa en

    expresar su amor con hechos, con evidencias, y as estar mostrando su preocupacin por los dems. Jesucristo dijo: En

    esto conocern todos que sois mis discpulos, si tuviereis amor los unos por los otros. Aqu, Jesucristo est hablando del

    hecho de que si usted le ama a l, y ama a su Padre Celestial, entonces, usted, como consecuencia va a amar a los dems

    creyentes. Usted descubrir que Sus mandamientos de amar a los dems creyentes, no son una pesada carga.

    El Seor Jesucristo dijo: Mi yugo es fcil y ligera mi carga. (Mateo 11:30). Ahora, es cierto que podra llegar a ser pesada,

    a menos que usted ame profundamente al Seor y que verdaderamente desee servirle. Como consecuencia, ningn

    trabajo o ministerio, dentro o fuera de la iglesia, nunca sern tareas demasiadas difciles.

    Tiene usted inters que se extienda la obra de Dios? Se preocupa por difundir Su Palabra? Hay personas que dicen:

    "Bueno, yo no veo que el evangelio haga mucho progreso". Pero, quiz usted no est en el lugar donde se est

    desarrollando la accin. La Palabra de Dios est siendo predicada, y est teniendo su resultado en el corazn y en las vidas

    de muchas personas, y esto es lo ms importante. Continuamos con el versculo 4 de este captulo 5, de la Primera

    Epstola del Apstol Juan, y leemos:

    "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe."

    Ahora, qu es lo que ha vencido al mundo? Es nuestra fe. Es la fe la que nos salva, y es la fe la que nos mantiene.

    Somos salvos por la fe, y caminamos por fe. Somos hijos nacidos de Dios por nuestra fe en Jesucristo, y esa fe es la nica

    manera por la que usted y yo podremos vencer el mundo que nos rodea. Estamos en el mundo, pero no debemos ser

    parte de l, y solamente sobreviviremos por la fe.

    Amigo oyente, estamos concluyendo nuestro programa de hoy y solamente deseamos recordarle que en el prximo

    programa seguiremos profundizando estas enseanzas de la Biblia. Pedimos a Dios que le ayude a comprender que usted

    necesita conocer personalmente el amor inmenso, incondicional de Jesucristo, que anhela perdonarle, si usted se lo pide

    de corazn. Conocer un amor que desea su bien, que desea guiarle en su vida diaria, que quiere llevar la carga de sus

    problemas; es un amor que jams le defraudar.

    Como esperamos contar con su compaa en nuestro prximo encuentro, le sugerimos que lea todo el captulo 5 de

    Primas Juan, para que pueda estar ms familiarizado con el contenido de este estudio.

    Si tiene alguna duda o pregunta, le invitamos a que nos escriba o llame, como muchos oyentes ya lo estn haciendo. Con

    mucho gusto trataremos de ayudarle. Hasta el prximo programa, y que Dios le bendiga a usted y a su familia!

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