Estructura, función y lugar en Lacan (85 73-1-sm)

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1 Los conceptos de Estructura, Función y Lugar en Lacan. Articulación conceptual con: Metáfora, Función y campo de la palabra. LUCIANO PALACIOS

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Los conceptos de Estructura, Función y Lugar

en Lacan.

Articulación conceptual con: Metáfora, Función y campo de la palabra.

LUCIANO PALACIOS

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Ponencia Libre. Trabajo: “LOS CONCEPTOS DE ESTRUCTURA, FUNCIÓN Y LUGAR EN LACAN”. Autor: Alfredo Luciano Palacios e-mail: [email protected] Palabras clave: estructura, función, lugar, posición, metáfora, función y campo de la palabra.

Resumen El objetivo principal del presente trabajo es realizar un estudio crítico, lo más sintético posible, de los conceptos de estructura, función y lugar, dado que según mi postura, como así la de algunos psicoanalistas, constituyen conceptos esenciales para comprender la teoría psicoanalítica, principalmente la de orientación lacaniana. También tratare de responder a un problema que se presenta como común en la relación docente-alumno a la hora de transmitir ciertos conceptos del psicoanálisis: este ultimo reside en el hiato manifiesto entre la práctica analítica y el concepto que trata de dar cuenta de ella por un lado, y la dificultad que presenta definir estos conceptos con términos de la lengua corriente por el otro. Es justamente aquí donde Lacan propone “romper la tradición de su terminología” [la de Freud]1 para proponer un “lenguaje” en el cual durante la “didáctica” del psicoanálisis no se confundan los términos que le dan titulo a este trabajo. Es sabido que Lacan toma herramientas conceptuales de las matemáticas y de la lingüística, entre otras disciplinas, para dar cuenta de los conceptos y la praxis en psicoanálisis, pero no siempre ésta referencia es leída desde las disciplinas evocadas en cuestión. Por ejemplo, si no se maneja el concepto de función en matemáticas, se dificultaría entender el punto de vista del autor con respecto a este concepto; lo mismo ocurre con el término metáfora. Siguiendo estas líneas cobran sentido “pedagógico”, los esquemas, los grafos y los modelos2 formulados por Lacan en la medida en que intentan formalizar mediante diferentes estrategias topológicas la clínica psicoanalítica, tratando así de dar cuenta de los fenómenos estructurales del analizado, del analista y de la relación transferencial entre ellos, que se muestran resistentes a la “pedagogía” clásica formalizada por Lacan como “discurso universitario”. Al margen de los objetivos inherentes a la articulación conceptual, sitúo como objetivo secundario, el de abrir líneas de interrogación acerca de conceptos que muchas veces son “naturalizados” a la hora de ser trasmitidos a los estudiantes. Como aspecto propositivo considero que la problematización de estos tres conceptos ayuda a entender la estructura del pensamiento de Jaques Lacan, con lo cual reservamos para un momento segundo del estudiante, el entendimiento de su formalización de la obra freudiana, como así, las novedades que introduce al psicoanálisis.

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Para la realización de este trabajo leeremos a Lacan, y no a Miller. Trataremos de encontrar en el primero, no solo un concepto, sino un pensamiento sostenido en su obra, y es justamente para sostener esta perspectiva, que citaremos mucho.

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Ponencia Libre. Trabajo: “Los conceptos de Estructura, Función y Lugar en Lacan”. Autor: Alfredo Luciano Palacios e-mail: [email protected] Palabras clave: estructura, función, lugar, posición, metáfora, función y campo de la palabra.

Trabajo Completo

1- Introducción. El objetivo principal del presente trabajo es realizar un estudio crítico, lo más sintético posible, de los conceptos de estructura, función y lugar, dado que según mi postura, como así la de algunos psicoanalistas, constituyen conceptos esenciales para comprender la teoría psicoanalítica, principalmente la de orientación lacaniana. También tratare de responder a un problema que se presenta como común en la relación docente-alumno a la hora de transmitir ciertos conceptos del psicoanálisis: este ultimo reside en el hiato manifiesto entre la práctica analítica y el concepto que trata de dar cuenta de ella por un lado, y la dificultad que presenta definir estos conceptos con términos de la lengua corriente por el otro. Es justamente aquí donde Lacan propone “romper la tradición de su terminología” [la de Freud]3 para proponer un “lenguaje” en el cual durante la didáctica del psicoanálisis no se confundan los términos que le dan titulo a este trabajo. Es sabido que Lacan toma herramientas conceptuales de las matemáticas y de la lingüística, entre otras disciplinas, para dar cuenta de los conceptos y la praxis en psicoanálisis, pero no siempre ésta referencia es leída desde las disciplinas evocadas en cuestión. Por ejemplo, si no se maneja el concepto de función en matemáticas, se dificultaría entender el punto de vista del autor con respecto a este concepto; lo mismo ocurre con el término metáfora. Siguiendo estas líneas cobran sentido “pedagógico”, los esquemas, los grafos y los modelos4 formulados por Lacan en la medida en que intentan formalizar mediante diferentes estrategias

“Frecuentemente se considera a la Matemática una ciencia difícil y misteriosa por los numerosos símbolos que emplea. Por supuesto, nada es más incomprensible que un simbolismo que no entendemos. Asimismo, un simbolismo que solo conocemos a medias y a cuyo empleo no estamos acostumbrados resulta difícil de seguir.” Whitehead, A.N “Introducción a las matemáticas”. Emecé editores, S.A, Buenos Aires (1944).

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topológicas la clínica psicoanalítica, tratando así de dar cuenta de los fenómenos estructurales del analizado, del analista y de la relación transferencial entre ellos, que se muestran resistentes a la “pedagogía” clásica formalizada por Lacan como “discurso universitario”. Al margen de los objetivos inherentes a la articulación conceptual, sitúo como objetivo secundario, el de abrir líneas de interrogación acerca de conceptos que muchas veces son “naturalizados” a la hora de ser trasmitidos a los estudiantes. Como aspecto propositivo considero que la problematización de estos tres conceptos ayuda a entender la estructura del pensamiento de Jaques Lacan, con lo cual reservamos para un momento segundo, el entendimiento de su formalización de la obra freudiana, como así, las novedades que introduce al psicoanálisis. Para la realización de este trabajo leeremos a Lacan, y no a Miller. Trataremos de encontrar en el primero, no solo un concepto, sino un pensamiento sostenido en su obra, y es justamente para sostener esta perspectiva, que citaremos mucho. “Nunca se vio a nadie quedarse cortado, desde el momento en que asume la posición de ser el que enseña. Esto me lleva a pensar que la única enseñanza verdadera es aquella que consigue despertar en los que escuchan una insistencia, ese deseo de conocer que sólo puede surgir cuando ellos mismos han evaluado la ignorancia como tal-en cuanto ella es, como tal, fecunda-y también del lado del que enseña. Por lo tanto, antes de añadir las pocas palabras que para quienes se sostienen del aparato formal de las cosas aparentarán ser conclusivas, pero que para los otros serán una apertura más, me gustaría que todos y cada uno de ustedes me planteara hoy una pregunta que podríamos definir así como la mía” Lacan, Seminario 2, Clase 17.

2- Los conceptos de estructura, función y lugar. Estructura: “¿Cómo se accede a la estructura? Las nociones de la topología y especialmente sus invariantes topológicos serán la vía.”5 Es bastante común que a los créditos acerca del concepto de estructura se los lleve la corriente llamada “estructuralismo”, y no solo eso, sino que cada vez que se lee ese concepto en una obra determinada de un autor determinado, inmediatamente se tilde de estructuralista. Mencionada suerte ha corrido mas de una vez, la obra de Lacan. Si bien no es el propósito de este trabajo ahondar en esta discusión epistémica, es necesario puntuar algunas preposiciones para problematizar el concepto:

Saussure habla de sistema y no de estructura.

El movimiento lingüístico post-Saussure, cuyo exponente más conocido es Jakobson, utiliza el término de estructura para nombrar el concepto de sistema.

Levi Strauss retoma el concepto de estructura de Jakobson para su “antropología estructural” y en ocasiones lo utiliza como homologo del concepto de “modelo”.

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En el estructuralismo no se diferencian radicalmente los conceptos de estructura, modelo y sistema.

Esta diferencia existe en matemáticas y es representada por las distintas disciplinas que dan cuenta de cada quien: el algebra, la topología y el análisis matemático, respectivamente de la estructura, de los modelos y de los sistemas numéricos (estas tres disciplinas componen diversos niveles epistémicos de análisis).

En Lacan encontramos dos acepciones de estructura: o Estructura del sujeto (como modelo): estamos en el ámbito “pedagógico” del

psicoanálisis, es decir, en la formalización de la experiencia analítica desde las matemáticas. A menudo se sostiene que parte de esta formalización tiene lugar en tanto se le imputa a Lacan el haber utilizado elementos de la lingüística estructural, pero de hecho, muchas veces se trata de formalizaciones matemáticas de hechos lingüísticos (por ejemplo las series significantes).

o Estructura en el sujeto: Esta ya no se refiere a la formalización de la teoría psicoanalítica, sino al sujeto mismo, es decir, la estructura ya no como modelo sino como parte del sistema del sujeto en su movimiento dialectico en lo real, es decir en función a su falta en “ser”, a su carencia de “ser”. En este plano claramente Lacan se sitúa más del lado del concepto de estructura de Hegel y de Marx en tanto es movimiento dialectico en lo real, que de otros sentidos más relacionados al estructuralismo o a las matemáticas.

Paradojamente, estas dos acepciones no se excluyen sino que una incluye a la otra: la noción de estructura como modelo de explicación incluye la idea de la estructura en el sujeto, es decir la primera comporta una abstracción más amplia que la segunda. Justamente es por ello que pienso que Lacan escogió a las matemáticas para intentar transmitir algo del orden de la experiencia analítica y de la estructura en el sujeto por un lado, y una formalización adecuada a ello, por el otro.

Debido a lo planteado anteriormente, podemos pensar en un concepto de estructura que sea homologo a ambas líneas, y como indica el titulo de este trabajo, no es sin referencia al concepto de función y lugar: En matemáticas, de forma general se sostiene que “Una estructura […] es un conjunto de elementos elegidos caprichosamente, pero entre los cuales se definen una o varias […] operaciones”. Aquí rescatamos dos puntos importantes, primero que los elementos son “elegidos”, no son cualquier cosa, sino que pertenecen a determinado “orden” (o Universo en Algebra, “lalengua” o campo en Lacan); segundo, entre estos elementos se producen relaciones de tipo funcionales u operacionales que determinan la “posición” de los elementos en juego (lógica de conjuntos). Por ejemplo una operación sintáctica ordena los significantes en una frase para producir determinado sentido. Si vaciamos de contenido dichas operaciones obtenemos una función: para la operación suma 2+2=4 podemos pensar en la función Sum (x+y) = z. Función “…Podemos definir a una función, en matemáticas, como una correlación entre dos números variables, llamados respectivamente el argumento y el valor de la función, de forma tal que

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sea cual sea el valor asignado al “argumento de la función”, el “valor de la función” se determina inequívocamente. La reciproca, a saber, que determinado el valor de la función, el argumento se determina también con precisión, no es necesariamente cierto… … la matemática, fiel a sus métodos generales de procedimiento, simboliza la idea general de cualquier función. Y lo hace escribiendo F (x), f (x)…etc., para cualquier función de x, donde el argumento x se coloca entre paréntesis, y se antepone alguna letra como F,f…etc., para representar la función. Esta escritura tiene sus defectos. Así, pues, es obvio que está en contra de la convención de que las letras individuales deben representar números variables, desde el momento que en este caso F, f…etc., antepuestas a un paréntesis representan funciones variables.”6 A menudo, dentro del ámbito psicoanalítico se suele utilizar las “letras” señaladas por Lacan, ya sea en sus modelos, en los grafos en los esquemas o en las funciones ( i(a) = función imaginaria), como variables y no como representantes de funciones. Vayamos más lejos, si las relaciones topológicas se definen en relaciones de contigüidad entre los puntos que las componen, podemos situar a las letras representantes de funciones que utiliza Lacan (por ejemplo: A, a, a’, S) como inmersas en estos tipos de relaciones, es decir, relaciones en donde se juegan la proximidad y las continuidad, como así donde es importante establecer las direcciones de “flujo de datos” (vectores). Es en este sentido en donde los esquemas, los grafos y los modelos presentan diferentes tipos de relaciones entre sus “letras”, y por lo tanto, es en esta estructura de relaciones en donde van a cobrar sentido (digamos significado) las letras que Lacan utiliza. Como dijimos antes, la naturaleza de las relaciones entre los elementos va a determinar el sentido, es decir, la “función” en relación a los demás elementos, configurando así, determinados lugares y/o posiciones en un modelo, grafo o esquema. A modo de representar topológicamente7 aquello que venimos hablando, le presento la siguiente comparación topológica entre el esquema Z escrito en dos formas distintas, y un esquema cualquiera inventadotambien escrito en dos formas distintas.

La única similitud lógica entre ambos esquemas es la relación entre “a” y “a´” debido a que mantienen sus relaciones de contigüidad y de función imaginaria o i(a) entre ambas. Aun si se cambiara el orden a-a´ por a´-a se mantendría mencionada equivalencia con el esquema Z.

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Lugar (posición): “Esta fase del simbolismo que se expresa en la metáfora supone la similitud, la cual se manifiesta únicamente por la posición. La gavilla puede ser identificada por Bozz en su falta de avaricia y en su generosidad, por el hecho de que es el sujeto de avara y odiosa. La gavilla es literalmente idéntica al sujeto Booz por su similitud de posición [en la cadena significante, en relación a los demás elementos]. Su dimensión de similitud es, sin duda, lo más cautivante del uso significativo del lenguaje, que domina hasta tal punto la aprehensión del juego del simbolismo que enmascara la existencia de la otra dimensión, la sintáctica. Sin embargo, esta frase perdería toda especie de sentido si mezcláramos el orden de las palabras. Cuando se habla de simbolismo se descuida la dimensión vinculada a la existencia del significante, a la organización del significante”8. El concepto de “lugar” aquí utilizado será entendido desde su significación topológica9, es decir expresado de forma más precisa en el concepto de posición, pero no agotado en él. En este sentido entenderemos “lugar” como la “simplificación geométrica” y con fines didácticos, de la noción de “posición”, ya sea haciendo hincapié en la relaciones topológicas o en la seriaciones en algebra (formalización por Lacan de las series significantes, metonimia). En este sentido, toda referencia a un “lugar” es referencia a una determinada “función” en relación a los demás elementos (posición), o distintas funciones dentro de una misma totalidad (sea un grafo, un esquema o una estructura). Por ejemplo cuando a menudo se habla del “lugar del Otro”, no debería entenderse “geográficamente” como si una personan fuera a parar a un recipiente llamado “Otro”, o como también se suele decir “encarna al Otro”. Si tenemos en cuenta el concepto de función que venimos trabajando, cuando decimos “encarna el lugar del Otro”, debemos remitirnos no al Otro como exterioridad, sino a una función del sujeto mismo, dicho de otra forma, el Otro no es externo al sujeto, sino que es una función del sujeto y que implica una determinada posición subjetiva en relación a esa función10. Mencionadas líneas cobran claridad cuando pensamos en la diferencia entre “realidad” y “real”, siendo en esta primera donde se enmarca el Otro, es decir, la persona encarnada en el lugar del Otro, en Lacan, no es una persona, sino una representación de esa persona que forma parte de la “realidad” del sujeto11. A modo de ejemplo ilustrativo:

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¿Que ocupa en esa familia?lugar Paciente

Padre Madre

Hijo/a

¿Que ocupa en esa familia?posición

Padre

Madre

Hijo/a

Relacionesde disyunción

“o”

Paciente

Relacionesde disyunción

“o”

Relacionesde conjunción

“y”

Pregunta del analista:

Desde ya que esta línea de pensamiento implica revisar que entendemos por sujeto en Lacan, y por qué se diferencia de otras perspectivas como por ejemplo la de Freud. Esta “diferencia polémica” se encuentra implícita en la topología utilizada por el francés (sobre todo en su concepto de “objeto a”), y que da cuenta de un “sujeto” del intervalo, digamos en posición tercera con respecto al individuo y a los otros. En cambio en Freud, el sujeto es un individuo sujetado a los otros, pero individuo en fin12. A menudo se lee a Lacan con la idea fin de encontrar a Freud en él, más que en captar su estructura de pensamiento13. A modo de ejemplo adelantamos un punto de vista: Si “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”, la función “metáfora paterna”, como así la “función de la palabra” también lo estarán de la misma forma, ya que dichas funciones incluyen los componentes y la legalidad de dicho sistema o estructura. También podemos decir esto mismo en términos matemáticos: “si definimos X propiedad para un conjunto Y, cada uno de estos elementos deberá presentar individualmente la propiedad X que definimos para el conjunto”. Podemos ir más lejos y decir que es justamente por ello que el “inconsciente está estructurado como un lenguaje”, lisa y llanamente, por ser parte de este último como lo demuestran los fallidos, los sueños y el síntoma.

3- Articulaciones conceptuales.

“La experiencia psicoanalítica ha vuelto a encontrar en el

hombre el imperativo del verbo [función de la palabra] como

la ley que lo ha formado a su imagen [el lenguaje]. Maneja

la función poética del lenguaje [metáfora] para dar a su

deseo su mediación simbólica. Que os haga comprender por

fin que es en el don de la palabra donde reside toda la

realidad de sus efectos, pues es por la vía de ese don por

donde toda la realidad ha llegado al hombre y por su acto

continuado como él la mantiene”. Lacan, J: “Función y campo de la palabra y del lenguaje en

psicoanálisis”. Escritos I. 1953. Ed. Siglo veintiuno.

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Función y campo de la palabra. “Afirmamos por nuestra parte que la técnica no puede ser comprendida, ni por consiguiente correctamente aplicada, si se desconocen los conceptos que la fundan. Nuestra tarea será demostrar que esos conceptos no toman su pleno sentido sino orientándose en un campo de lenguaje, sino ordenándose a la función de la palabra.14” Preguntémonos acerca de la palabra: Lacan las plantea de dos tipos, o mejor dicho, con dos funciones, la palabra vacía y la palabra plena. A la primera la sitúa en el momento en que el sujeto habla de alguien pero no compartiendo este ultimo la asunción de su deseo, es decir, un discurso en donde no se “juega” el deseo; en cambio la palabra plena, hace referencia a la historia del sujeto, a su casuística, al proceso de la cura, es decir al sujeto deseante. Es en esta función “plena” de la palabra donde se formula la “verdad” de este sujeto. Ahora, no es que existan tipos de palabras distintas que pueda conceptualizarse como plenas o vacías, sino que son dos funciones distintas de la palabra. En la palabra vacía el hablante no es dueño de su habla, es más bien "hablado" por una palabra de la que no es dueño, y que lo constituye en sujeto alienado (en realidad el sujeto no sabe lo que dice cuando lo dice porque en principio no sabe quien es). En la palabra plena, el sujeto es dueño de su palabra, y capaz de “dar” y empeñar su palabra. Según Lacan “la palabra es un don de lenguaje”15 en tanto este don está dirigido a otro en donde se busca una respuesta que retorna de forma invertida constituyendo así al sujeto, y al sentido en relación a él16 (“lo que me constituye como sujeto es mi pregunta”17 en tanto remite a una respuesta). Aquí otra vez encontramos una connotación funcional en la palabra “don” a la cual podemos equivaler lógicamente a “función de la palabra” en tanto siempre está dirigida al Otro y produce un efecto de “verdad”, de plenitud en la palabra. Por lo tanto, lo que se dona es una función, ya sea la función paterna (metáfora paterna), la función fálica (que es producto de la primera) o la función de la palabra o la función del “pago” en análisis. Al campo del lenguaje lo podemos definir ya no como un “sistema formal de signos” (Saussure), sino por un conjunto de significantes delimitado por un “muro de lenguaje” que le hace a su vez de continente, del cual, la función de la palabra obtiene el “valor” de sus argumentos y permite, en tanto acto-verbo, establecer una relación con el Otro (al cual también lo situamos dentro de los límites del muro), para luego, desde el retorno bajo la forma invertida, producir en forma de metáfora, el sentido. La palabra también determina la posición del hablante dentro de este campo del lenguaje y como así un lugar al interlocutor: por ejemplo “tú eres mi amo” o “tú eres mi mujer” otorgándole un sentido particular a cada posición. Esta forma discursiva pone de manifiesto la demanda, y en el caso de una respuesta a esa demanda, la forma invertida del lado del sujeto: “yo soy tu esclavo”, “yo soy tu marido”. Pero a este “tú eres mi amo” no lo podemos reducir al individuo, ni tampoco al otro, es un “espacio entre” que llamamos significación. En su retorno en forma invertida, lo podemos pensar como un “valor” resultado de la función de la palabra en la cadena significante. Como dijimos, en Lacan el sentido es posterior a la significación, es decir, posterior al encuentro del

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sujeto con el significante (al final del apartado acerca de la Metáfora articularemos en este punto). Ya relacionamos la función de la palabra con la palabra plena, la palabra vacía, con la “verdad” inconsciente, con la posición de sujeto en una enunciación, y por ultimo con la diferenciación entre significante y significación. Ahora veamos en palabras de Lacan, el concepto: “Se debe recordar la concepción dialéctica de la experiencia analítica. En la relación de la palabra misma, todos los modos de relación posible entre los seres humanos se manifiestan. Hay una diferencia entre un sujeto que dice "yo soy así" y un sujeto que dice "le pido que me diga quién soy". Hay una función de la palabra que, aunque sea una función de desconocimiento o de mentira deliberada, existe sin embargo una cierta relación con lo que ella está encargada de hacer reconocer negándolo. Alrededor de este don de la palabra se establece cierta relación de transferencia. Entonces, lo que pasa entre el sujeto y su analista es un don: el de la palabra. El sujeto no se hace pues reconocer sino al final. El don va del sujeto al analista. Y más, el sujeto da dinero. ¿Por qué? Hay aquí una paradoja aparente. El don de dinero no es una pura y simple retribución (la palabra honorarios, además, lo testimonia). Para comprender este don de dinero, debemos compararlo a las prestaciones de los primitivos que sacralizan las cosas. El don de dinero al analista tiene la misma significación que el don que hace el discípulo al maestro, pero esto constituye al maestro como garante de esta palabra y asegura que no la cambia, que continuará velando por ello”. Seminario -1 “El hombre de los lobos”. “la función simbólica, o lo que es su equivalente en nuestro vocabulario: la función de la palabra” Seminario 1, Clase 8. “A pesar de todos los esfuerzos que hacemos para olvidar la palabra o para subordinarla a una función de medio [palabra mediadora, vacía], el análisis como tal es una técnica de la palabra, y la palabra es el ambiente mismo en el que se desplaza. Únicamente respecto a la función de la palabra pueden distinguirse entre sí los diferentes resortes del análisis, y adquirir su sentido, su lugar exacto. Toda la enseñanza que desarrollaremos a continuación no hará más que volver, de mil maneras, a esta verdad” Seminario 1, clase 21. “En la experiencia captamos la transferencia tras diferentes aspectos, psicológicos, personales, interpersonales: se produce de manera imperfecta, refractada, desacelerada. Sin una radical toma de posición acerca de la función de la palabra, la transferencia es pura y simplemente inconcebible. Inconcebible en el sentido propio del término: no hay concepto de transferencia, nada más que una multiplicidad de hechos ligados por un vínculo vago e inconsistente” Seminario 2, Clase 3. “Tú eres mi amo, tú eres mi mujer: doy a estas fórmulas gran importancia para llegar a comprender la función de la palabra. Se trata hoy de volver a centrar el alcance dado a ese tú, que de ningún modo tiene siempre ese uso pleno [palabra plena]”. Seminario 3, clase 5.

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“Hay que distinguir, por lo menos, dos otros: uno con una A mayúscula, y otro con una a minúscula que es el yo. En la función de la palabra de quien se trata es del Otro” Seminario 2, Clase 19. En convergencia: a la estructura la situamos a nivel del orden y legalidad, en las relaciones entre sus componentes. Al concepto de función lo conceptualizamos como un ordenamiento particular de los componentes, cuyo valor es determinado por el lugar y el valor de la/s variable/s en el argumento (función de la palabra). La asignación de los lugares, la operación y los valores de las variables dependen y obedecen a las mismas leyes de la estructura de la cual forman parte (campo del lenguaje).

La metáfora. “Una metáfora, ya se lo he explicado, es un significante que viene en lugar de otro significante. Digo que esto es el padre en el complejo de Edipo, aunque deje atónitos a algunos. Digo exactamente – el padre es un significante que sustituye a otro significante. Aquí está el mecanismo, el mecanismo esencial, el único mecanismo de la intervención del padre en el complejo de Edipo… La función del padre en el complejo de Edipo es la de ser un significante que sustituye al primer significante introducido en la simbolización, el significante materno.”18 En formas generales, una metáfora corresponde a la sustitución de un significante por otro en determinado lugar de la cadena significante para obtener un determinado sentido al final de la frase. Es una definición para Lacan a la hora de hablar de función metafórica en general, pero sobre todo en un tipo particular: la metáfora paterna, es decir, esta última es el origen de la función metafórica. Cabe mencionar, que esta definición de metáfora, distinta a la convencional en lingüística19, nos lleva a pensar y a preguntarnos acerca de una teoría del lenguaje que le es propia a los desarrollos de Lacan. Función metáfora: S S´

xS´. S ( )1

s Metáfora Paterna: Nombre-del-padre

Deseo de la Madre Significado al sujeto

Deseo de la Madre. Nombre-del-padre ( )A

Falo Como vimos anteriormente en la definición de la noción de Función, podemos decir que la Metáfora Paterna describe a la Función Metáfora una vez asignados los valores a su

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argumento, es decir, a la primera S el valor del Nombre-del-padre, a la S’ el valor del Deseo de la Madre, etc. Utilizando el método de “simplificación” por cancelación de las matemáticas obtenemos:

S S´

xS´.

S ( )1s

Sx

. 1

La operación no resulta dificultades a la comprensión con excepción de un punto, la sustitución de “x” por “s”, y es justamente esta sustitución significante la que le da valor de metáfora a la función anterior. La “x” representa el “significado en la relación con la madre”20, es decir: ¿Qué soy para Mamá?, y no es casualidad que ilustramos esta posición con una pregunta ya que es un significado desconocido para el sujeto hasta que la metáfora opere otorgando la posibilidad de “sustitución” inherente a la lógica fálica. En este sentido, podemos decir que el falo como operador transforma a la falta en “variable imposible”, es decir en una letra del algebra en donde ningún “numero” del orden imaginario entra a medida, es decir, completándola, esto es, el objeto a. El mismo Lacan dice que la falta es un “imposible lógico”, debido a que se intenta llenarla con elementos que no corresponden al universo que le dio origen: se trata de llenar una falta, marcada como tal por lo simbólico, en lo real, con objetos imaginarios pero de legalidad simbólica (función imaginaria). No por casualidad el objeto a tiene su localización topológica en el centro del nudo borromeo comportando un conjunto vacio, y podemos agregar: en el objeto a confluyen dos faltas, la del individuo y la del otro (como persona real) en el lugar del Otro, o si se quiere decir lo mismo en singular: la falta del sujeto, que es a su vez, la falta del Otro21. Notemos que las “S” representan significantes y la única “s” un significado que viene al lugar de la incógnita o pregunta, con lo cual podemos decir que el campo de los significados (s) producidos por los efectos de significación (el valor de la función) solo son posibles metafóricamente, colocando así a la función metáfora en un lugar privilegiado en la obra de Lacan: “Lacan tiene argumentos para promulgar la metáfora paterna como prototipo de la metáfora. Se concibe entonces que la metáfora paterna replantee la cuestión del origen. El lenguaje se fundará en esta inscripción iniciadora: es una producción en la cual el sujeto no será exactamente el agente, sino el efecto; el sujeto ya no podrá comunicar con el lenguaje sino en el lenguaje.”22

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¿Que soy?

¿Que soy para mamá?

Soy...

Falta

Demanda-Deseo

Respuestas, Yo Imaginario

Simbólico

Real

SUJETO

MetáforaPaterna

LógicaFálica + metáfora

..........................

Hasta ahora vimos como la Función metáfora se aplica al campo del lenguaje y al complejo de Edipo, pero también, como veremos a continuación, a la causación del sujeto. Retomando la formula general podemos inscribir las dos operaciones que Lacan sitúa en la creación del sujeto: la alienación y la separación23. En la alienación, el sujeto debe “elegir” entre el sentido garantizado por el Otro y el sin-sentido, con lo cual se plantean las siguientes consecuencias: “eligiendo” la primera opción se produce la pérdida del ser pero se preserva al Otro, en el caso de elegir el sin-sentido, el sujeto pierde a ambos. Es por eso que se elige el término alienación. En la segunda operación, la separación, el sujeto debe mantener distancia del sentido del Otro (esto es del deseo del Otro) y a esto lo hace “castrándolo”, es decir, suponiendo una falta en el Otro que a su vez hace coincidir con la suya24. Aquí llegamos al punto de la “x”, es decir un campo de desconocimiento en la relación S-A del esquema R. ¿Cómo soluciona el sujeto este enigma? Por la vía metafórica, es decir, el plegado del esquema R corresponde con el funcionamiento de una metáfora: el vínculo del Nombre-del-Padre del orden simbólico con el falo en el orden imaginario dará como resultado un sujeto ordenado por la significación fálica (lógica fálica, falo simbólico), es decir, un sujeto en el campo del sentido en tanto respuesta a un enigma. Cabe destacar la importancia de una “falta” o “x” para que algo del sentido se produzca en el “lugar” de la incógnita, ya sea a nivel de la metáfora o al nivel de la causación del sujeto (así como en aquellos rompecabezas en donde la “imagen” a formar se organiza en función de la “falta” de una pieza). Por último podemos indicar que el efecto metafórico en el eje paradigmático es a su vez condicionado por la ubicación de este significante en la cadena, es decir en su relación con los que lo preceden y los que le siguen, y esto ya nos lleva al eje sintagmático del lenguaje, al cual Lacan llama metonimia.

4- Notas finales. Como dijimos al principio, el objetivo de este trabajo fue articular las nociones de estructura, función y lugar en la enseñanza de Lacan, y para ello planteamos las relaciones entre la “forma” del concepto de función, como así, el concepto de “posición” o “lugar” que influye a la hora de obtener un “valor” de la misma. Pensar en temas funcionales, matemáticamente

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hablando, es pensar en abstracciones que den cuenta de la parte estructural de determinadas relaciones entre “componentes” o “entidades” a la hora de formar un producto como el síntoma, el sujeto y el sentido. Fue la propuesta de este escrito, problematizar los conceptos de posición, estructura y función cada vez que aparezcan en la obra de Lacan, pero ahora ya enmarcados en un sistema de pensamiento inherente a las matemáticas en general, y al algebra y la topología en particular. Disciplinas que encontramos en cada concepto, en cada trazo, en cada pensamiento de Lacan. A menudo, muchos psicoanalistas suelen dividir la obra de Lacan en diferentes periodos de acuerdo a la aparición de determinado concepto, por ejemplo se suele hablar del periodo en donde introduce la “lógica de conjuntos”, o el periodo en donde introduce la idea de “múltiples cadenas significantes”25 por contrate a una sola. Es desde mi postura un error epistémico confundir un momento discontinuo en la enseñanza, con un momento discontinuo en el pensamiento del autor. La aparición de determinado concepto en la enseñanza, sin duda, no siempre da cuenta de que previo a éste, no forme parte del pensamiento del autor. Creemos haber demostrado con este trabajo y su articulación conceptual, determinada afirmación, y es en parte por ello en que nos vimos obligados a establecer la distinción entre dos estructuras: una explicativa, es decir de formalización, y otra en el funcionamiento del sujeto. La conjunción lógica entre ambas comportan una superestructura o una totalidad superadora de ambas: la enseñanza y el pensamiento de Jaques Lacan.

Para cerrar, quisiera hacerlo en palabras de Lacan… “Les haré notar igualmente que todo lo que acabamos de abordar y que desemboca en la palabra campo — es la palabra que empleé— cuando dije: "Función y campo de la palabra y del lenguaje", el campo está constituido por lo que llamé el otro día con un lapsus: "lalengua". Este campo así considerado, haciendo ahí de clave de la incomprensión como tal, es precisamente lo que nos permite excluir toda psicología. Los campos de los que se trata están constituidos por Real, tan real como El torpedo y el dedo de un inocente, que acaba de tocarlo. No es porque lo abordemos al matema por las vías de lo Simbólico, que no se trate de lo Real. La verdad en cuestión en psicoanálisis; es lo que por medio del lenguaje, entiendo por la función del psicoanálisis, es lo que por medio del lenguaje, entiendo por la función de la palabra, toca, pero en un abordaje que de ningún modo es de conocimiento sino, diría, de sigo como de inducción, en el sentido que tiene este término en la constitución de un campo, de inducción de algo que es totalmente real, aún cuando no podamos hablar de eso como de significante. Quiero decir que no tienen otra existencia que la de significante… Hombres y mujeres, eso es real. Pero no somos capaces, con respecto a ellos, de articular la menor cosa en "lalengua" que tenga la menor relación con este Real. Si el psicoanálisis no nos enseña esto, qué es lo que dice?, porque no hace más que machacarlo.” Seminario 19 bis, Clase 2.

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Bibliografía consultada

Eidelsztein, Alfredo: (2008) “Las estructuras clínicas a partir de Lacan. Libro II”. Editorial Letra Viva.

Eidelsztein, Alfredo: (1995) “Modelos, esquemas y grafos en la enseñanza de Lacan”. Ed. Manantial.

Infobase (versión digital): “Diccionario de Conceptos, Términos, y Personalidades en Psicoanálisis”.

Lacan, J: (1961) “Apéndice. La metáfora del sujeto”. Escritos II. Ed. Siglo XXI. Lacan, J: (1953) “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”.

Escritos I. Ed. Siglo XXI. Lacan, J: (1951-1952) Seminario -1. Editorial Paidos. Lacan, J: (1953-1954) Seminario I. Editorial Paidos. Lacan, J: (1954-1955) Seminario II. Editorial Paidos. Lacan, J: (1955-1956) Seminario III. Editorial Paidos. Lacan, J: (1957-1958) Seminario V. Editorial Paidos. Lacan, J: (1971-1972) Seminario XIX bis. Editorial Paidos. Milner, Jean-Claude: (1997) “La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofía”. Manantial

editores. Piro, María: “Metáfora paterna y causación del sujeto”, Extensión N° 7, Cátedra de

Psicopatología I. UNLP Whitehead, A.N: (1944) “Introducción a las matemáticas”. Emecé editores, S.A,

Buenos Aires.

Notas

1 Lacan, J (1953) “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”. Escritos I. Ed. Siglo XXI.

2 Eidelsztein, Alfredo (1995) “Modelos, esquemas y grafos en la enseñanza de Lacan”. Ed. Manantial.

3 Lacan, J (1953) “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”. 1953. Escritos I. Ed. Siglo XXI.

4 Eidelsztein, Alfredo (1995) “Modelos, esquemas y grafos en la enseñanza de Lacan”. 1995. Ed. Manantial.

5 Eidelsztein, Alfredo. Ibid.

6 Whitehead, A.N (1944) “Introducción a las matemáticas”. Emecé editores, S.A, Buenos Aires.

7 Al lector no familiarizado con nociones topológicas esenciales se le podría presentar la posibilidad de sustituir

la palabra “topológicamente” por “gráficamente” entendiendo otra cosa distinta de lo que queremos transmitir. Advertimos que en este trabajo no solo nos ocuparemos de las relaciones graficas en el sentido de la geometría euclidiana (los modelos en Lacan) sino mas bien en las relaciones topológicas (grafos y esquemas en Lacan). Dicha distinción en sistematizada por Alfredo Eidelsztein en el libro que ya hemos citado. 8 Lacan, J: “Metáfora y metonimia”, Seminario III (A partir de aquí, el subrayado y el texto entre corchetes en

todas las citas, no corresponden al texto original sino que son introducidos por mí, y cumplen la función de resaltar determinados conceptos que hacen a la articulación conceptual de este trabajo). 9 “…rama de las matemáticas que se ocupa de determinadas propiedades, como la vecindad, el limite y la

continuidad, de colecciones relacionadas a elementos físicos o abstractos.” Eidelsztein, Alfredo. Ibid. 10

Las llamadas “teorías de la enunciación” dentro de la lingüística diferencian “enunciado” de “habla”, haciendo hincapié en que el “análisis de la enunciación” se centra en la posición del sujeto que habla con respecto a su interlocutor. Es importante destacar aquí el lugar desde donde se habla y que implica posición en tanto supone a otro.

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“Cuando dije que en ese Otro debe haber un sector de objetos totalmente reales, es obvio que esta introducción de la realidad es siempre función de la palabra”. Seminario III, Clase V 12

Esta perspectiva es desarrollada en la obra de Alfredo Eidelsztein, pero más explícitamente en sus libros “Modelos, esquemas y grafos…” y en “Las estructuras clínicas a partir de Lacan. Tomo II”. 13

En esta perspectiva podemos situar el libro de Jean-Claude Milner: “La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofía”. 14

Lacan, J (1953) “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”, página 239. Escritos I. Ed. Siglo XXI. 15

Lacan, J. Ibid, Página 289. 16

“El sujeto no sabe lo que dice, y por las mejores razones, porque no sabe lo que es” (Lacan, J: Seminario II, pag. 266-67), en decir el don consiste en dar lo que no se tiene, mejor dicho, lo que no se es. En el apartado acerca del concepto de metáfora se explicara en parte este punto. 17

Lacan, J: (1953) “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”, página 288. Escritos I. Ed. Siglo XXI. 18

Lacan, J: Seminario V. 19

Lacan, J: (1961) “Apéndice. La metáfora del sujeto”. 1961. Escritos II. Ed. Siglo XXI. 20

Lacan, J: Seminario V. Pag. 179, 21

En Lacan se nos debe plantear como necesario diferenciar individuo, sujeto, otro y Otro. Es justamente porque el Otro es una función del sujeto, que a menudo se escucha decir: “cuando se barra el Otro también se barra el sujeto”, o viceversa. 22

Infobase: “Diccionario de Conceptos, Términos, y Personalidades en Psicoanálisis”, Definición de Metáfora. 23

Piro, María “Metáfora paterna y causación del sujeto”, Extensión N° 7, Cátedra de Psicopatología I. UNLP 24

Ver “Complejo de castración” en el Seminario V. 25

Es imposible pensar el concepto de metáfora como sustitución significante si no se supone la existencia de varias cadenas significantes. La similitud de posición en ambas cadenas es lo que posibilita la sustitución de un significante por otro.