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Estrategia Nacional para el Buen Vivir
Rural
Propuesta conceptual y técnica.
Diagnóstico, políticas y lineamientos
Este documento no ha sido sometido a edición técnica
Julio 2013
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1. Presentación
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2. Introducción
La nueva epoca emergente nos invita a valorar la contribución que el mundo
rural ecuatoriano, las capacidades y potencialidades de los territorios rurales, la
economía de la pequeña y mediana agricultura, la biodiversidad y la variedad
de contextos culturales, pueden aportar a los ejes fundamentales del Plan
Nacional del Buen Vivir 2013.2017- PNBV, y también a las nuevas Estrategias
que lo despliegan, principalmente las vinculadas al cambio de matriz productiva
y la erradicación de la pobreza, y también al “cómo” alcanzar tales propósitos,
con sustentabilidad ambiental y desde una sociedad enriquecida por el
conocimiento y la innovación.
La Estrategia Nacional para el Buen Vivir Rural – ENBVR es concebida como la
síntesis de un conjunto de políticas de distinta índole a ser procesadas
democrática y técnicamente en los territorios rurales, y su probable impacto
transformador, como resultado de la naturaleza de cada una de ellas y de sus
interacciones intersectoriales, buscando un cambio estructural que responda a
las distintas realidades locales.
Todo lo contrario a lo ocurrido en el pasado, se quiere pensar en el despliegue
del Buen Vivir Rural desde adentro de las comunidades rurales, de manera
propositiva y culturalmente pertinente, planificando e impulsando cambios en
medio de la complejidad de las distintas realidades territoriales. En este
sentido, existe una profunda correspondencia y complementariedad entre la
ENBVR, la Estrategia Territorial Nacional – ETN, las políticas direccionadas a
transformar la matriz productiva y las programadas para erradicar la pobreza, y
vice-versa. En escala territorial rural es posible generar interacciones capaces
de ampliar el alcance y la profundidad de las acciones. No son procesos que
corren en paralelo, sino dinámicas a ser concebidas de forma sistémica y
recursiva, en la medida que unas interactúan sobre las otras y, en este proceso,
ambos se retroalimentan y se renuevan permanentemente.
La viabilidad del PNBV en los territorios rurales depende de la capacidad de
articular acciones que potencien la sinergia entre las distintas estrategias
nacionales, incluyendo las agendas sectoriales y zonales. Por lo que se propone
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construir un arreglo institucional cuyo estilo de gestión posibilite coordinar
coordinaciones sectoriales y articular niveles de gobierno, creando mediante
renovados modelos de gestión, relaciones de consistencia, entre las
orientaciones nacionales y las condiciones locales específicas en las cuales se
aplica. Los actores sociales ubicados en los territorios rurales, que dan vitalidad
a los espacios de participación y gestión social, cumplen un rol decisivo en la
implementación del PNBV, garantizando inclusión, pertinencia, integralidad y
sinergia de resultados. Debemos ser capaces de revertir los magros resultados
de los programas convencionales de “desarrollo rural”, buscando cerrar las
brechas de inequidad, transformando de manera colectiva y reflexiva - el
Estado junto a la sociedad - las condiciones estructurales que sustentan las
asimetrías socioeconómicas, desde los territorios. El despliegue del Buen Vivir
en los territorios rurales necesita considerar tanto la importancia y legitimidad
de las demandas que vienen de los actores locales, cuanto la multiplicidad de
interconexiones sectoriales que pueden generarse a partir de la organización
de una acción concreta.
La ENBVR es un instrumento fundamental para incorporar a las poblaciones
rurales y sus territorios plenos de potencialidades a la dinámica general del
Buen Vivir del Ecuador. Para que las propuestas innovadoras definidas en el
PNBVR puedan concretarse se requiere que la política pública sea legitimada
socialmente, por los Gobiernos Autónomos Descentralizados – GADs y la
sociedad civil organizada vinculada al territorio. Debemos construir de conjunto
a la sociedad rural deseada, creativa y democráticamente, buscando cambios
estructurales, no simplemente paliativos que impiden visualizar las causas de
los problemas. La ENBVR propone métodos para configurar a nivel nacional una
oferta coordinada, diferenciada y priorizada de políticas para la ruralidad, con
su concreción a nivel zonal y territorial. Dicha oferta se combina con las
dimensiones económicas, ecológicas, sociales, y de identidad cultural de las
poblaciones locales, priorizando a las comunidades donde predomina la
agricultura familiar campesina – AFC, a la vez que a las variables productivas, de
acceso al mercado, el acceso a los servicios de educación, salud, agua potable,
saneamiento y vivienda, y de calidad de la participación ciudadana, todo con
miras a lograr una ecuación integral, e intervenciones efectivas de las
realidades rurales a transformar. La ENBVR facilita la focalización territorial de
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las políticas intersectoriales, e incorpora al mismo tiempo la capacidad de
innovación e iniciativa de los actores locales, creando así protagonismo en las
bases de la sociedad. La articulación de las demandas con las políticas
nacionales y provinciales permite concertar medidas adaptadas a cada
territorio con su dotación presupuestaria. Se puede implementar de forma
eficaz las políticas y lineamientos del PNBV, darle concreción a las diversas
agendas, en los territorios rurales.
Es justamente la posibilidad de mantener la esperanza de que el Buen Vivir
pueda efectivamente desplegarse lo que hace que la ENBVR sea una original
propuesta histórica. Para que pueda brotar esa nueva configuración social, es
necesario reformular las viejas propuestas políticas, excluyentes e ilegitimas,
una y otra vez. Cambiar la ruralidad no es caminar en contramano del progreso,
sino una expresión de justicia histórica. Sólo una estrategia dotada de
significados cognitivos, democráticos, igualitarios, sustentables, soberanos,
inclusivos, productivos es auténticamente revolucionaria.
3. Antecedentes y perspectiva
El entorno internacional anuncia incertidumbres y advierte impredecibles cambios en los
mundos urbanos y rurales ecuatorianos. El calentamiento global y las variaciones
climáticas; el incremento en el precio de los alimentos; la especulación de alimentos y su
influencia en los mercados; el crecimiento demográfico y la creciente presión de la
población y de la producción capitalista sobre los recursos naturales; la demanda de
productos agrícolas para usos diferentes a la alimentación humana; la pérdida progresiva
de tierra arable, fertilidad y biodiversidad; la disminución de la tasa de incremento en los
rendimientos y la productividad; el aumento de la dependencia de la cadena de
agroquímicos; la persistencia de la pobreza, la exclusión y la inequidad rural; junto a los
problemas económicos y graves crisis financieras en diversas partes del mundo
“desarrollado”, obligan a valorizar el potencial de nuestra agricultura y ruralidad.
Obligan también a pensar seriamente sobre el papel de la Agricultura Familiar Campesina
-AFC- en el proceso de cambio de matriz productiva que propone el Gobierno Nacional,
afirmando la soberanía alimentaria y diversificación productiva. Lo que supone plantear
un inédito contrato social entre el Estado y los campesinos, los pueblos y nacionalidades
indígenas, que lleve a redefinir los modelos y políticas convencionales de desarrollo
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agropecuario y rural. En un contexto de incertidumbre se debe priorizar la soberanía
alimentaria y también reconocer que en los mercados externos de la actualidad existen
oportunidades de inserción sostenible para numerosos agricultores campesinos, y que en
los territorios rurales hay un gran potencial para participar en procesos selectivos de
sustitución de importaciones.
Por las dinámicas y los potenciales endógenos de nuestra heterogénea y multifuncional
ruralidad pasan parte de las soluciones para algunos de estos desafíos y problemas, y la
revitalización de nuestros mundos rurales va de la mano con la revitalización de nuestras
comunidades campesinas, pueblos indígenas, montubios y afroecuatorianos, y con el
cuidado de la naturaleza.
En el Ecuador, desde la segunda mitad del siglo pasado, las políticas y programas de
desarrollo rural han revelado distinta índole según las coyunturas. Las acciones, los
enfoques y los discursos han seguido generalmente las pautas de los diversos modelos
de desarrollo macroeconómicos. Por varias décadas y siguiendo la lógica de la añeja
matriz productiva, la ruralidad fue percibida como sinónimo de agricultura, y debía
dedicarse a producir divisas para la industria y alimentos baratos para su fuerza laboral.
Si bien la característica central de la ruralidad es su invariable vinculación con lo urbano,
la ciencia social y la política desarrollista crearon y reprodujeron una dualidad estructural
que aún se mantiene como rasgo esencial. Las políticas agropecuarias y los programas de
desarrollo rural eliminaron los contextos y partieron en dos a vida rural, siguiendo
esquemas sectoriales centralistas.1
El Estado ofreció respuestas programáticas casi invariables para todo el diversificado
sistema rural, desconsiderando la heterogeneidad de sus mundos, las trayectorias
socioeconómicas específicas, la diversidad de formas productivas, a nombre del
progreso.2 Las diferentes versiones programáticas, en cualquier territorio, difundieron
intervenciones casi homogéneas, calificadas como componentes. Los modelos de
gestión fueron formateados “desde arriba”, centrándose en la oferta, sin la participación
del sujeto, dependiendo de agendas y financiamientos externos focalizados en los
1 José de Souza Silva (2007) Descolonizando la dicotomía del superior-inferior en la “idea de desarrollo”:
de lo universal, mecánico y neutral a lo contextual, interactivo y ético, Primer Congreso Internacional “Universidad, Desarrollo y Cooperación, Cuenca, Ecuador. 2 Una oferta homogénea de políticas, programas y componentes para lidiar con situaciones
heterogéneas y diversas tuvo como consecuencia que se mantengan las diferencias estructurales existentes.
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agricultores calificados como “viables”, con capacidad de integrarse al mercado, de la
mano con programas asistencialistas diseñados para reducir desigualdades.
Ese estilo convencional de desarrollo rural reducido a lo sectorial, compensatorio y
productivista, que usualmente “reclutaba” a los segmentos viables de las comunidades
campesinas al paradigma de la revolución verde, nos deja importantes lecciones. La más
importante asevera que Ecuador no ha formulado hasta hoy una política de desarrollo
rural con la participación del campesinado, desde los años setenta del siglo pasado,
tiempos del desarrollo rural integral (DRI). Las iniciativas programáticas, en general,
salieron de los organismos financieros multilaterales, con miras a prevenir y corregir
desequilibrios nacionales.3 Las propuestas fueron concebidas lejos de nuestro contexto,
sin otro compromiso que imitar a la modernidad capitalista, creando distractores para
mantener la gobernabilidad. Los diversos enfoques y programas que por varias décadas
le sucedieron al DRI constituyeron esquemas sectoriales confinados a lo productivo;
tradujeron una política asistencial, compensatoria, “minimalista”, impulsada mediante
proyectos puntuales, sin impacto estructural.
En general, el desarrollo rural convencional, en casi todas sus versiones, no cumplió con
las promesas ofrecidas a la sociedad ecuatoriana, particularmente en el campo de lo
ambiental y social. Por omisión pública, casi todo el esfuerzo político en desarrollo rural –
percibido como instrumento sectorial – favoreció a la agroexportación, fomentando el
monocultivo y más tarde, al modelo agroindustrial, que no logró transformar las bases.
También por omisión, el desarrollo rural convencional funcionó como instrumento
opuesto a fortalecer los procesos de reforma agraria, evitando se produzcan cambios
estructurales en la vieja matriz productiva.4 El cambio tecnológico que fuera promovido
benefició principalmente a la producción de bienes agrícolas comerciales, producidos
entre las grandes propiedades, con impactos marginales en la productividad de los
cultivos que aportan a la canasta básica de alimentos, a cargo de los campesinos.
Numerosos agricultores campesinos que accedieron a tierras, sin oportunidades para
mejorar sus activos, se vieron forzados a venderlas y migrar a las ciudades, favoreciendo
los procesos de reconcentración. En las décadas de los 80 y 90, al inaugurarse la fase
agroexportadora neoliberal (flores, palma africana) y activarse la agroempresa orientada
a producir materia prima para la industria, resurge la lucha por la tierra desde los
movimientos indígenas y campesinos. Para mitigar los efectos sociales adversos, se
3 El PNBV 2013-2017 nos llama a “defender el interés nacional sobre intereses corporativos o
particulares, ya sea de actores nacionales o extranjeros, preservando la capacidad decisoria del Estado frente a procesos que comprometan el ejercicio de la soberanía”. 4 Ley de Fomento y Desarrollo Agropecuario de 1979.
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elaboran desde afuera las propuestas de desarrollo local, como PRODEPINE y PROLOCAL,
que apostaron a las Organizaciones de Segundo Grado (OSG) y a las capacidades
endógenas de las comunidades asentadas en los territorios. 5
El desarrollo rural convencional transitó por la historia ecuatoriana sin mayores señales
de cambio estructural, apuntalando a los modelos dominantes de acumulación.6 Estuvo
generalmente marcado por visiones reformistas de “alivio o combate” a la pobreza rural,
sin democratizar los medios de producción, sin preocuparse del ambiente, de los
derechos humanos, o de la expansión de las capacidades de los grupos campesinos.
Hasta el presente, tales programas no han logrado reducir las asimetrías existentes en los
mundos rurales. A lo largo de las décadas, sin embargo, algunos proyectos de desarrollo
rural consiguieron integrar exitosamente a segmentos selectivos del campesinado,
promisorios a los encadenamientos de valor y los mercados, mejorando la
infraestructura. La lógica “proyectista” que acompañó al desarrollo rural convencional,
fortaleció las prácticas clientelares y partidistas, creando dispersión de inversiones y ante
todo, reproducción de las relaciones de subordinación. Mucho del gasto público fue
encaminado principalmente al fomento productivo, la ampliación de los servicios sociales
y obras de infraestructura.
Cuando el desarrollo rural convencional trabajó en “beneficio” de los segmentos
empobrecidos, simplemente se olvidó de realizar análisis causales para enfrentar las
raíces de la pobreza. No estaba en la visión política de los gobiernos desafiar los
arraigados patrones culturales de carácter excluyente, cerrar las brechas de inequidad,
reducir las asimetrías que reproducen la pobreza y la degradación ambiental. Los
mercados de crédito rural han sido muy débiles para asignar liquidez a las economías
campesinas y los hogares rurales; los campesinos quedaron en manos de prestamistas
usureros que cobran altas tasas de interés creando vulnerabilidad. Numerosos
campesinos permanecieron y permanecen atrapados en sistemas asimétricos de
comercialización; la venta de los productos agrícolas permite niveles de ingresos que son
insuficientes para reinvertir, progresar y vivir dignamente. El dinamismo económico
creado benefició a los deciles rurales de ingresos medios y altos, sin mayores cambios
5 SENPLADES (2011) Consultoría sobre “asistencia técnica al proceso de formulación de lineamientos
técnicos que sirvan como insumo para la definición de políticas nacionales para el Buen Vivir Rural, en el ámbito Productivo”.
6 Continuaron los procesos de conversión de las unidades campesinas en monocultivos; la pérdida y el
desarraigo campesino de la tierra; la desvalorización de los conocimientos tradicionales; la dependencia de intermediarios, comerciantes y transportistas; la ampliación del mercado de trabajo temporal; el uso indiscriminado de agro tóxicos; la pérdida de bosques y biodiversidad; la degradación del suelo, etc.
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cualitativos en las ecuaciones de poder y riqueza. La naturaleza era percibida como
objeto de utilitarismo y control, de un crudo aprovechamiento tecnológico, y no de
respeto y uso sustentable. No se observaron los cambios de las economías regionales y la
diversificación de actividades rurales, los procesos de migración, el papel de las mujeres
jefes de hogar, la pertinencia cultural de los instrumentos, etc. Los objetivos del
desarrollo rural, en suma, fueron modelados por los intereses de grupos sociales,
diferentes al campesinado, haciendo que las políticas ocupen una posición subordinada
ente la creciente influencia política, económica y social de los actores urbanos.
Durante los años del neoliberalismo se argumentaba reducidamente que el problema del
sector agropecuario en Ecuador era explicado por la persistencia de la pobreza, la baja
productividad y la falta de un sector agroindustrial altamente competitivo.7 Esa lectura
fortaleció los procesos de modernización sectorial que buscaban mejorar la
competitividad, al tiempo que promovían la protección de los segmentos sociales más
vulnerables. El resultado fue la profundización del dualismo estructural. Mientras se
achicaba al Estado, se privatizaban los servicios, se imponía el comercio libre y se
generalizaba la desregulación, algunos programas de desarrollo rural - a cargo del
Ministerio de Bienestar Social – operaron como los mecanismos de compensación a los
ajustes estructurales. No se buscaba desarrollar a la agricultura familiar tecnificando a los
campesinos, sino clientelizar a los campesinos para fomentar el agronegocio. El resultado
fue la ampliación productiva de las ramas agroindustriales, potenciado también las
estrategias agro-exportadoras que sostienen la oferta de bienes primarios en el mercado
mundial.
La inversión pública de las últimas décadas en desarrollo rural y en modernización
agropecuaria, junto al modelo de protección social, han mejorado relativamente las
condiciones materiales de vida de numerosas poblaciones rurales. Se observa un mayor
y mejor acceso a infraestructura básica de caminos, riego, educación, agua potable,
electrificación, vivienda, alcantarillado, salud, etc., y con ello una mayor integración
social. Pero aún quedan profundas brechas sociales, económicas y territoriales por
cerrar, particularmente entre el campo y la ciudad.
Hasta el presente, la construcción del desarrollo rural en Ecuador, conceptual y
operativamente, ha sido predominantemente asimétrica, sintomática y excluyente. Es
necesario replantear los enfoques y las políticas convencionales, estableciendo otro
7 La productividad asume especial importancia en una economía dolarizada, donde la imposibilidad de
maniobrar el tipo de cambio nominal, imposibilita lograr aumentos de competitividad en el corto plazo.
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modelo de “desarrollo rural”, con capacidad de liberar a la sociedad rural y campesina de
la histórica posición subordinada, mejorar los niveles de productividad, crear
diversificación productiva generadora de valor, en coherencia con los derechos de la
naturaleza. Debemos ser capaces de crear en el campo una cultura de innovación e
integración social, de solidaridad y cohesión, de reconocimiento de la diversidad.
Estamos socialmente endeudados en las dimensiones de la etnicidad y los derechos
colectivos, donde persiste la inequidad y la impertinencia cultural. La numerosa
población económicamente activa femenina, que sustenta los hogares rurales, aún sufre
todo tipo de discriminaciones.
Preocupan los bajos niveles de ingreso entre las economías familiares campesinas, la baja
productividad de factores, la desocupación, los procesos de re-concentración de la tierra
de cultivo y del agua para riego, las modalidades de acaparamiento de la renta de la
tierra, las elevadas tasas de mortalidad infantil y desnutrición en algunos territorios
rurales, la vulnerabilidad de numerosas comunidades frente a los cambios naturales
extremos, y entre otros fenómenos, el creciente control de la producción y del comercio
de productos agrícolas en manos de pocas empresas, las asimetrías en los
encadenamientos, la persistencia de los mecanismos asimétricos e ineficientes de
comercialización. Muchos territorios rurales permanecen como depósitos de
externalidades ambientales negativas del crecimiento urbano desordenado y de las
secuelas del intenso uso de agrotóxicos, principalmente por parte de la agricultura
industrial. Preocupan también los intensos procesos de deforestación, la erosión del
suelo y pérdida de fertilidad, la escasez y contaminación del agua, la desertificación y
pérdida de diversidad biológica por la destrucción de los ecosistemas, pero
esencialmente, la ausencia de valores ambientales en la vida social, y en las políticas de
desarrollo agropecuario y rural, lo que influye negativamente sobre nuestro Buen Vivir y
el de las futuras generaciones.
La ENBVR que propone SENPLADES, va detrás de las causas profundas de la pobreza y la
exclusión y promueve respuestas integrales, sostenibles. Pero también apuesta en la
redistribución de activos productivos- tierra, agua, crédito, información, conocimiento-
en condiciones de eficiencia y solidaridad, y en la capacidad de innovación y
productividad a ser fortalecida desde nuevas rutas tecnológicas y organizacionales
ajustadas a las cambiantes realidades y conocimientos locales; el mejoramiento del
transporte y la conectividad, el desarrollo creciente de la economía solidaria rural, y el
fomento de una nueva matriz productiva agropecuaria que asegure la sustentabilidad,
principalmente. Se trata de una propuesta soberana dirigida a concretar el derecho a
establecer un sistema económico social, solidario y sostenible. Se aprende de las
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experiencias internas y externas, pero el sistema de ideas que se propone para
transformar la realidad rural, no responde a los apremios del mercado que hace de los
territorios rurales un instrumento mercantil. El enfoque propuesto, además, respeta los
derechos de la naturaleza, pero reconoce el valor potencial de la biodiversidad, el
registro de los conocimientos ancestrales. Para alcanzar el Buen Vivir Rural, el agro
ecuatoriano tiene que ser revolucionado, el potencial de la agricultura campesina debe
ser reconocido, los bienes comunes tienen que ser cuidados, la sociedad debe
solidarizarse.
La ENBVR, como proyecto político, conlleva una base ética que se manifiesta en una
opción por el ejercicio de la libertad, el disfrute de los derechos, la observancia de
obligaciones o deberes, para alcanzar la emancipación social, y también por la
construcción de modelos propios de transición hacia la sustentabilidad. El sujeto de la
Estrategia es toda la población rural, pero manifiesta una opción positiva por los sectores
sociales rurales con menos acceso al bienestar y calidad de vida, a ingresos dignos y una
convivencia de esperanza: los campesinos, los pueblos indígenas, las comunidades
montubias y afroecuatorianas. Toda su propuesta conceptual se fundamenta en la ética
que no escatima esfuerzos para emancipar al campesinado de las abyectas condiciones
de pobreza de ingresos y negación de oportunidades económicas, políticas y sociales,
para tener una vida larga, creativa, digna, productiva, plena de autoestima e identidad.
4. El Plan del Buen Vivir 2010-2013 que despliega una nueva ruralidad.
El Gobierno ha venido formulando un conjunto coherente de leyes, normas, e
instrumentos de política que abren camino hacia un nuevo patrón de desarrollo en la
ruralidad ecuatoriana, productivamente más diversificado, incluyente y sustentable.
Propone afianzar la institucionalidad del Estado democrático para el Buen Vivir, lo que
implica profundizar y alinear la trasformación institucional del Estado para la consecución
de los objetivos nacionales. En los mundos rurales, ello supone definir una nueva
orientación política de carácter intersectorial capaz de activar transformaciones y
cambios socioeconómicos que signifiquen el florecimiento de una convivencia social
plena de libertad y solidaridad, en la que todos/as tengan acceso al poder decisorio, con
derechos y responsabilidades, dotados de acceso a oportunidades para realizar sus
diversos planes de vida, conforme a su cultura.
El PNBVR propone introducir innovaciones en la estructura institucional para ajustarnos
dinámicamente a los nuevos contextos, procurando relevancia, sostenibilidad y
flexibilidad. Propone pautas que posibilitan mejorar los vínculos entre los procesos de
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desconcentración y descentralización del Estado, compartiendo responsabilidades entre
el Estado Central, los GADs. Plantea instrumentos a ser aplicados en territorios
funcionales al fortalecimiento del Sistema Nacional Descentralizado de Planificación
Participativa, haciendo de la planificación territorial un instrumento de cambio político.
Ello facilita la construcción “desde abajo” de un sistema económico afirmado en la
equidad y el conocimiento, pleno de capacidades, basado en la democratización de los
medios de producción, en la generación de trabajo digno y estable, que traduzca una
existencia rica en armonía entre hombres y mujeres, entre culturas y nacionalidades, y
sobre todo entre los seres humanos y la naturaleza, el Buen Vivir. 8
El Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017 propone proyectarnos al futuro en torno a
cuatro ejes complementarios del esfuerzo estatal: el cierre de brechas de inequidad, el
avance de la tecnología, la innovación y el conocimiento, la transformación de la matriz
productiva, de la mano con una gestión eficiente y cuidadosa de los recursos naturales,
buscando la sustentabilidad ambiental, para no comprometer la calidad de vida de las
generaciones futuras. Estos ejes impulsores del Buen Vivir condicionan sobremanera la
concepción y proyección de la ENBVR, haciendo de la misma un componente estratégico
del PNBVR, ajustado a la diversidad de contextos y dinámicas territoriales.
El PNBV nos obliga a tomar medidas para garantizar el Buen Vivir rural y la superación de
las desigualdades sociales y territoriales, con armonía entre los espacios rurales y
urbanos.9 Define la necesidad de crear y fortalecer mecanismos justos de
encadenamiento productivo de la AFC y medios alternativos de comercialización,
promoviendo y fortaleciendo la asociatividad y la soberanía alimentaria, con principios
de igualdad, equidad y solidaridad. Nos invita a mejorar los niveles de productividad de la
AFC y demás sistemas agroproductivos mediante sistemas de producción que respeten la
naturaleza y la pertinencia cultural. Nos compromete a asegurar la promoción, la
vigencia y la plena exigibilidad de los derechos de la naturaleza.10 Propone implementar
mecanismos de incentivos en actividades económicas, especialmente del sector popular
y solidario, las Mipymes, la AFC, así como las de trabajo autónomo que se orienten a la
generación y conservación de trabajos dignos y garanticen la igualdad de oportunidades
de empleo para toda la población. Y también a fortalecer la producción rural organizada
y la AFC, bajo formas de economía solidaria, para incluirlas como agentes económicos de
la transformación en matriz productiva, promoviendo la diversificación y agregación de
8 El Buen Vivir pertenece a los dominios del SER y por ello debe escribirse con mayúscula.
9 Objetivo #2.
10 Objetivo # 7
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valor y la sustitución de importaciones, en el marco de la soberanía alimentaria.11 Y nos
obliga a mejorar la gestión de los territorios rurales del país para asegurar la soberanía
alimentaria nacional, privilegiando las prácticas orgánicas y las tradicionales sostenibles
en las diferentes escalas de la producción agropecuaria, desde la agricultura familiar y
campesina hasta los grandes monocultivos, en el marco de la revolución agraria.12
La importancia de la ENBVR, sus políticas y lineamientos radica en la posibilidad de
formular orientaciones precisas respecto al conjunto de políticas prioritarias a ser
territorializadas, en concordancia con las aspiraciones de las comunidades locales y los
GADs. No hay mejor forma de cristalizar las rupturas propuestas en el PNBVR, en una
ruralidad tan diversificada, que trabajar en escala territorial, fijando objetivos concretos,
procesando los intereses de los diversos grupos que constituyen la sociedad local,
asignando recursos, compartiendo capacidades y creando los medios necesarios para
una inserción activa de los actores sociales pertenecientes al territorio, como
protagonistas de las transformaciones. De este modo es posible afirmar que, si las
intervenciones democráticas, estructurales, intersectoriales y culturalmente pertinentes
son llevadas a cabo, en escala territorial, junto con la población, los objetivos nacionales
perseguidos por el PNBV, serán alcanzados más rápidamente. Se ha construido una
relación de consistencia entre el PNBVR y la ENBVR, con la ventaja de que esta última
está condicionada por las condiciones específicas del territorio en las cuales se aplican las
políticas. Y todo ello se cobija bajo las políticas y lineamientos de la Estrategia Territorial
Nacional- ETN.
En este sentido, la visión esperanzadora de un nuevo Ecuador, modelada bajo los
principios del Buen Vivir, tiene la capacidad de convertirse en una cadena articulada
aunque discontinua, de planes territoriales concretos, con objetivos medibles y realistas.
La transformación estructural se vuelve tangible y posible, no solamente gracias al
análisis causal y local de las distintas problemáticas, ofreciendo mayor eficacia a las
políticas, sino por la suma de las decisiones compartidas que se plasman en Agendas o
planes territoriales, buscando maximizar el cambio socioeconómico. Esta propuesta
histórica es posible, depende de la voluntad política, de pactos sociales, y de un intenso
entusiasmo por parte de la sociedad urbana y rural. Por ello el PNBV 2013-2017 propone
“fortalecer el diálogo social entre Estado y sociedad para alcanzar una mayor cohesión
social y buena gobernanza, fomentando vínculos de corresponsabilidad “.13
11
Objetivo # 10 12
Objetivo #2 13
Objetivo #1
14
Los componentes de la ENBVR se ubican transversalmente entre los mencionados ejes
del PNBV 2013-2017, proponiendo un papel inédito para nuestra ruralidad, en particular,
para la AFC en sus diferentes expresiones. Se trata de colocar a la soberanía alimentaria
en la base del cambio de la matriz productiva macro. Al contrario del papel subsidiario y
marginal asignado convencionalmente al sector agropecuario y campesino, durante la
primera fase de sustitución de importaciones, se propone en esta coyuntura una
alternativa incluyente, innovadora, redistributiva y sustentable de transformación rural,
capaz de contribuir activamente al proceso de superación del modelo de acumulación de
la economía ecuatoriana. Cualquier cambio progresivo en tal modelo, caminando hacia
una economía diversificada e incluyente, supone concebir a la alimentación, no
solamente como un derecho, sino como un bien esencial para toda la sociedad, que no
puede dejarse a las exigencias del mercado. El PNBVR 2013-2017 nos compromete a
“articular la producción local/nacional, su distribución y su consumo a las necesidades
nutricionales de la población, a fin de garantizar la disponibilidad y el acceso permanente
a alimentos nutritivos, sanos, saludables y seguros, con pertinencia social, cultural y
geográfica, contribuyendo con la garantía de la sostenibilidad y soberanía
alimentarias”.14
El desarrollo y cambio en las fuerzas productivas que propone el PNBVR, centrado en la
formación del talento humano, la generación del conocimiento y la innovación, también
se vuelve tangible en la ENBVR. Se busca impulsar de forma creciente, un proceso
inclusivo basado en el mejoramiento sustantivo de la educación rural, en todas sus
formas. Se trata de trabajar por y hacia la construcción de una sociedad rural
aprendiente y creativa, apostando en los talentos locales, pero esencialmente en la
construcción de ambientes sociales innovadores provocados por la interacción. Se trata
también de diversificar la producción local en armonía con el potencial endógeno
territorial; de ampliar las oportunidades de acceso a los activos productivos, la
información y el conocimiento en favor de la población rural y campesina; de promover
saltos colectivos cualitativos en tecnología y productividad, generando valor agregado
que solidarice capacidades para conquistar escala e ingresos dignos. Para lo cual se busca
potenciar el bioconocimiento, particularmente el destinado a apoyar el tránsito hacia
una sociedad sustentable.
Todo lo anterior dentro de una perspectiva de cuidado de los bienes comunes, de los
derechos de la naturaleza y cerrando las brechas de inequidad, con pertinencia cultural y
de género.
14
Objetivo #3.
15
Para lo cual se propone formular políticas diferenciadas en escala territorial y en la
coordinación de competencias entre el Estado central y los gobiernos autónomos
descentralizados- GADs. Por lo que la congruencia entre el PNBVR y la ENBVR no es
suficiente para garantizar las transformaciones deseadas, sin que se observen los
lineamientos de la Estrategia Territorial Nacional – ETN. La ENBVR sigue las pautas del
“modelo territorial deseado”, esto es, la organización de las intervenciones en
conformidad al uso adecuado de las tierras, las formas de ocupación del territorio y la
necesidad de conservar las redes vitales de la naturaleza. La ENBVR también apoya sus
agendas o planes territoriales en modalidades de actuación que impiden o disminuyen
los desequilibrios económicos, sociales y ambientales de los territorios rurales, sobre la
base de una gestión inteligente y prudente de los recursos naturales. Por ello apuesta en
instalar, progresivamente, una agricultura no contaminante, y la diversificación
productiva basada principalmente en principios agroecológicos, disminuyendo el nivel
del metabolismo sobre el ambiente a mediano y largo plazo.15
En congruencia con la ETN, la ENBVR concibe al territorio rural como un espacio
socialmente construido en el cual la población mantiene vínculos intensos y variados con
las ciudades intermedias. Esos territorios abrazan y articulan una diversidad de distritos
y circuitos administrativos, que posibilitan ampliar el acceso a bienes y servicios,
concretando el cierre de brechas. Será posible percibir y proteger las tierras con vocación
agroproductiva, organizar con mayor eficiencia el flujo de bienes, personas y servicios,
visualizar con mayor nitidez a los asentamientos localizados en zonas de riesgo, orientar
sosteniblemente los procesos productivos locales en función al potencial endógeno. Pero
también, contando con el consenso y la decisión compartida de los actores locales,
controlar la expansión de la frontera agrícola y definir estrategias locales que permitan
revertir las externalidades que afectan al medio ambiente, particularmente las originadas
a partir de la actividad antropogénica. Los territorios rurales, como unidades de
planificación, nos permiten observar con mayor claridad las dinámicas que impulsan la
deforestación y erosión de los suelos en cuencas y microcuencas hidrográficas,
formulando propuestas concretas para recuperar los agroecosistemas degradados y
reparar los pasivos ambientales, como los producidos por el monocultivo.
Nuestra Constitución define al proceso de construcción paulatina del nuevo régimen de
desarrollo como “el conjunto organizado, sostenible y dinámico de los sistemas
económicos, políticos, socio-culturales y ambientales, que garantizan la realización del
15 Estrategia Territorial Nacional. SENPLADES, 2013
16
buen vivir, del Sumak kawsay”16 Ello significa que cualquier esfuerzo de cambio en la
matriz productiva - indispensable para ingresar debidamente al futuro - necesariamente
debe posibilitar el logro de ese objetivo central. En este marco, el acoplamiento de tales
sistemas interdependientes solicita formular una teoría de transición. La ENBVR
representa un importante elemento del sistema total a transformarse, decididamente
viable. Propone modelos de intervención y gestión institucional en escala territorial,
respuestas intersectoriales estructurales, inéditas, sostenibles, capaces de lidiar
progresivamente con los desafíos del cambio de matriz productiva y el cierre de brechas
de inequidad.17
La Constitución nos manda a producir, intercambiar y consumir bienes y servicios con
responsabilidad social y ambiental. Todas nuestras agriculturas deben conllevar
capacidad de innovación y competencias, trabajando simultáneamente en las fronteras
del conocimiento y en la valoración de los conocimientos ancestrales. Los derechos
humanos y los de la naturaleza nos obligan a ser social y ambientalmente responsables, a
generar valor agregado incluyendo a campesinos y trabajadores, a ser más productivos
protegiendo la salud de los agroecosistemas. Lo mismo nos dice el PNBV 2013-2017,
debemos “impulsar actividades económicas que permitan generar y conservar trabajos
dignos, y contribuir a la consecución del pleno empleo priorizando a los grupos
históricamente excluidos”. 18 Debemos “fortalecer la producción rural organizada y la AFC
para incluirlas como agentes económicos de la transformación en matriz productiva”19
El enfoque del Buen Vivir Rural no admite recetas universales sectoriales de política
pública, demanda reflexión social sobre las realidades concretas territoriales, buscando
concretar cambios estructurales; define respuestas que surgen del encuentro de
alternativas, iniciativas y perspectivas, del encuentro entra la oferta y la demanda, de la
incorporación progresiva de la tecnología que activa a la productividad. Se apuesta en el
16
Constitución Política del 2008, Título VI, Capítulo primero. Principios generales. 17
El cambio estructural supone un gran esfuerzo de creatividad técnica y política, de innovación institucional, de acceso a factores productivos y mercados, de organización social, para revertir o modificar los actuales procesos de fraccionamiento social y cultural que la modernización capitalista viene configurando en nuestros mundos rurales. Procesos en los cuales la mayoría de los pequeños agricultores campesinos vienen jugando a perder, pero resistiendo, desde lógicas distintas a las que impone el sistema dominante. 18
Objetivo # 9. 19
Objetivo #10
17
carácter relacional de la comunicación educativa, ampliando las conversaciones locales,
el intercambio de buenas prácticas y experiencias que nutren la innovación social.20
La generación de conocimientos es un proceso de construcción social y por ello la
Estrategia apuesta en un cambio de mentalidades, en nuevas formas de articulación de
saberes y emancipaciones cognitivas.21 Se busca promover, por ejemplo, modelos
innovadores de desarrollo económico-productivo que sean ambiental y socialmente
responsables, respetando los derechos de las futuras generaciones, de la mano con los
de la naturaleza. No se trata apenas de transferir fuera de contexto el conocimiento
desarrollado en los centros públicos de investigación, o de adquirir y adaptar el saber
especializado disponible en los países desarrollados. Se requiere establecer otro modelo
cognitivo alejado de las modalidades verticalistas, que asuman el carácter sistémico y
social de la innovación; una apropiación critica de los saberes disponibles en la
sociedad.22 Todo lo cual nos obliga a disparar procesos inéditos de formación de
capacidades, expandir la innovación social y ampliar la movilización y animación de las
poblaciones rurales.
Este marco conceptual es incorporado en el componente “gestión del conocimiento” de
la ENBVR. No solamente que da realismo al proceso de articulación del conocimiento y la
educación, con el sector productivo, sino que identifica las demandas de nuevos
conocimientos en función de las dinámicas territoriales, creando innovaciones en medio
del dialogo de saberes.
4.1. El anclaje legal de la Estrategia
20
Albert Einstein nos decía que “la única fuente del conocimiento es la experiencia”. Jürgen Habermas afirmaba que “aprendemos del mundo en la medida que aprendemos los unos de los otros”.
21 Edgar Morín (1999), nos dice que “Al determinismo de los paradigmas y modelos explicativos se
asocia el determinismo de las convicciones y creencias que, cuando reinan en una sociedad, imponen a todos y a cada uno la fuerza imperativa de lo sagrado, la fuerza normalizadora del dogma, la fuerza prohibitiva del tabú. Las doctrinas e ideologías dominantes disponen igualmente de la fuerza imperativa que anuncia la evidencia a los convencidos y la fuerza coercitiva que suscita el miedo inhibidor en los otros. El poder imperativo y prohibitivo de los paradigmas, creencias oficiales, doctrinas reinantes, verdades establecidas determina los estereotipos cognitivos, ideas recibidas sin examen, creencias estúpidas no discutidas, absurdos triunfantes, rechazos de evidencias en nombre de la evidencia y hace reinar bajo los cielos conformismos cognitivos e intelectuales.” Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Traducción de Mercedes Vallejo-Gómez, UNESCO. Francia.
22 Salazar L.;J. de Souza Silva; J. Cheaz y S. Torres (2001), La dimensión de la participación en la
construcción de la sostenibilidad institucional. San José. Costa Rica, ISNAR Nuevo Paradigma.
18
En la Constitución de la República del Ecuador, el pueblo ecuatoriano optó por un Estado
de derechos y justicia, que implica la construcción de un nuevo modo de convivencia
sociocultural, afirmado en el reconocimiento de las aspiraciones, las necesidades y la
autonomía de las personas, tanto en su dimensión individual como colectiva, y en los
principios de equidad, solidaridad e interculturalidad.
La soberanía alimentaria es uno de los elementos fundamentales para el logro del buen
vivir rural, y por tanto de la ENBVR. Esto va en coherencia con lo que establece la
Constitución del 2008 en el artículo 282 que define como obligación del Estado que las
personas, comunidades, pueblos y nacionalidades dispongan de alimentos sanos y
culturalmente apropiados de forma permanente.
Para alcanzar el Régimen de Desarrollo que se establece en el artículo 276 de la
Constitución del 2008, el Estado debe mejorar las condiciones de la vida rural y facilitar a
sus habitantes el ejercicio de sus derechos. Todo ello en concordancia con el artículo 334
de la Constitución, que establece que el Estado promoverá el acceso equitativo a los
factores de producción, para lo cual evitará la concentración o acaparamiento de
factores o recursos productivos, promoverá su redistribución y eliminará privilegios o
desigualdades en el acceso a los mismos. Bajo ésta última premisa la Ley Orgánica del
Régimen de Soberanía Alimentaria del Ecuador (LORSA), constituye un marco relevante
para el cumplimiento de los objetivos de la ENBVR. Promueve políticas agrarias
redistributivas, mecanismos de financiamiento, la investigación agroecológica, y regula el
uso, la comercialización justa y el desarrollo de biotecnologías no transgénica, entre otras
decisiones. La LORSA también aborda temas como la calidad nutricional de los alimentos
y busca promover un consumo alimentario más sostenible, sano y respetuoso.
La LORSA establece que es deber del Estado impulsar –en el marco de la economía social
y solidaria – los vínculos empresariales de asociatividad para mejorar su participación en
los procesos de producción, almacenamiento, transformación, conservación y
comercialización de alimentos, de acuerdo con los derechos de la naturaleza. Y por ello,
propone la diversificación productiva y la reconversión sustentable de los procesos
productivos convencionales por modelos agroecológicos y orgánicos, apoyados en
mecanismos de crédito y mejor participación en los mercados internos y externos
(artículo 13). La Ley hace visible a la agricultura campesina, cuya economía deberá
preservarse, en un marco de responsabilidad laboral, dignidad y justicia, particularmente
en sus relaciones con el mundo empresarial, coadyuvando a la conservación de los
ecosistemas.
19
El Código Orgánico de Ordenamiento Territorial, Autonomías y Descentralización
(COOTAD) propone consolidar el proceso de descentralización, de forma progresiva y
obligatoria, regulando las competencias de los GADs y de los regímenes especiales. En
concordancia con el artículo 242 de la Constitución de la República, el COOTAD establece
un nuevo modelo de organización territorial, al agregar, a las tradicionales provincias,
cantones y parroquias rurales, las circunscripciones territoriales indígenas,
afroecuatorianas y montubias, cuya gestión deberá acoplarse a sus propias reglas de
convivencia. Se propone la conformación de regiones como circunscripciones que
posibilitan construir equilibrios interregionales, la complementariedad ecológica, el
manejo integrado de cuencas, y el desarrollo de la seguridad alimentaria, mediante la
integración gradual de provincias continuas. En el artículo 108, el Código crea un Sistema
Nacional de Competencias, la institucionalidad responsable de administrar la
descentralización, las fuentes de financiamiento y la definición de mecanismos
funcionales para compensar los desequilibrios que broten del desarrollo territorial.
En la concepción del COOTAD la descentralización es un instrumento para democratizar
la gestión del Estado, con mejores perspectivas y capacidades para producir desarrollo
endógeno y sustentable. Los GADs se convierten en actores políticos legítimos,
favorecidos por la proximidad, la identidad y el sentido de pertenencia, para identificar
las brechas de inequidad en los territorios, y también para definir los potenciales locales
de diversificación productiva e inclusión socioeconómica. Se trata de los gobiernos más
cercanos a la red local de población, llamados a administrar el territorio, a definir las
demandas sectoriales y a concertar las políticas, pero principalmente a jugar un papel
protagónico en los procesos de transformación.
Los planes de ordenamiento territorial (PDOT) - competencia de los Gobiernos
Autónomos Descentralizados tal y como lo estipula el Art. 32 del COOTAD - son
esenciales para orientar los procesos de despliegue del Buen Vivir Rural. Se destaca el rol
activo y estratégico que asumen las Juntas Parroquiales - el nivel de gobierno más
próximo a la realidad rural - para definir el sentido prioritario de planes y proyectos,
posibilitando el consenso social y la motivación colectiva que garantiza la sostenibilidad.
La Constitución de la República, en el artículo 283, establece que:
El sistema económico es social y solidario; reconoce al ser humano como sujeto y fin; propende a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado, en armonía con la naturaleza; y tiene por objeto garantizar la producción y reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el buen vivir.
20
En el mismo artículo, se orienta el despliegue del Buen Vivir definiendo que:
El sistema económico se integrará por las formas de organización económica pública, privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que la Constitución determine. La economía popular y solidaria se regulará de acuerdo con la ley e incluirá a los sectores cooperativistas, asociativos y comunitarios. La Ley de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario
regula a las personas naturales y jurídicas que hacen parte de estas formaciones
económicas y financieras, siguiendo principios que reconocen y valoran la prevalencia del
trabajo sobre el capital y de los intereses colectivos sobre los individuales, así como la
redistribución equitativa y solidaria de los excedentes. La Ley formaliza y visibiliza la
actividad productiva de cientos de miles de trabajadores vinculados a emprendimientos
asociativos comunitarios, regulando y apoyando a más de quince mil entidades
financieras solidarias. Es en torno de estas formas productivas emergentes que se
conciben los procesos de diversificación y agregación de valor, absorbiendo talentos
locales, abriendo las oportunidades de ingreso digno, para sustituir importaciones y
aportar al cambio en la matriz productiva.
4.2. Justificación de la ENBVR: breves antecedentes, resultados y retos.
Las recetas del Consenso de Washington y las correspondientes políticas de apertura,
liberación de comercio y ajuste estructural no tuvieron como objetivo central el
desarrollo sustentable, ni el crecimiento incluyente, la protección del medio ambiente, la
justicia social, el cierre de brechas de inequidad, la garantía de derechos, el bienestar
campesino y su productividad, la emancipación de la mujer, etc. En el medio rural
ecuatoriano, las políticas neoliberales23 implementaron un proyecto político ajeno a los
intereses de las clases populares, de la agricultura familiar campesina, de los
trabajadores del campo.24 Casi nada se hizo para detener la separación de los pequeños
agricultores campesinos de sus medios de producción, para regular los procesos de
reconcentración de la tierra, aunque fuera provechoso sostener la multiactividad, que
23El período neoliberal comprende la temporalidad entre 1998 y 2005 año en el que se destituye a Lucio
Gutiérrez; son cuatro gobiernos: Fabián Alarcón (1998), Jamil Mahuad (1999-2000), Gustavo Noboa (2000-2002), y Lucio Gutiérrez (2003-2005). 24
Las políticas neoliberales favorecieron principalmente a los sectores empresariales vinculados al mercado externo, a los inversionistas extranjeros y a los grupos vinculados a la banca y las finanzas, frecuentemente excluyendo a los movimientos de la sociedad civil, particularmente a los campesinos e indígenas.
21
hace que una proporción de los ingresos de las familias campesinas provenga de los
salarios temporales, posibilitando ampliar los mercados de consumo.
Bajo el neoliberalismo, muchas de las instituciones, programas y servicios vinculados al
desarrollo de la agricultura familiar campesina fueron eliminados, privatizados, o
quedaron muy debilitados. Las dinámicas económicas establecidas en el agro, conforme
a los dictados del mercado, produjeron rupturas en los tejidos sociales rurales,
intensificando los procesos migratorios. Los programas convencionales de desarrollo
rural siguieron formatos sectoriales, favoreciendo a los segmentos “encadenables” del
campesinado, con limitados impactos en las asimetrías rurales; los segmentos más
pobres fueron los “beneficiarios” de la compensación. El desarrollo local se volvió
sinónimo de municipal, el escenario de ejecución de una diversidad de pequeños
proyectos, ajenos al contexto, clientelares. Se soslayaron los principios de justicia social;
el enfoque basado en derechos humanos; la distribución de activos productivos y
oportunidades; la salud ambiental de los agroecosistemas; la integración del
conocimiento científico a las dinámicas productivas tradicionales, o el fortalecimiento de
las capacidades de negociación en las cadenas productivas; etc. 25
Las recetas neoliberales “achicaron” al Estado e impulsaron una descentralización de
corte mercantil, profundizando la fragmentación sectorial. Entre los gobiernos locales
emergieron nuevos centralismos. El mercado impuso un accionar cortoplacista bajo
manos de intereses privados, lo que modeló una programación atomizada que afirmó la
descoordinación institucional, afectada por vínculos particularistas. Salvo intermitentes
movilizaciones campesinas, que sacudieron al Estado, fueron escasos los espacios rurales
funcionales a la participación democrática y la acción colectiva. Las políticas públicas no
buscaron la emergencia de la cohesión social, fundamento de la gobernanza. Las
reivindicaciones históricas del campesinado, como el acceso a la tierra y el agua no
tuvieron ninguna prioridad; se institucionalizaron las reformas de la tenencia de la tierra
asistidas por el mercado. Todo el desarrollo rural fue definido desde arriba y desde
afuera, siguiendo las perspectivas de los grupos hegemónicos.
Los datos multidimensionales que presenta este documento, expresan la gravedad de la
crisis sistémica que enfrenta la agricultura familiar campesina y la vida rural en general:
la pobreza rural, la exclusión y la desigualdad social; las brechas en educación, salud,
saneamiento y vivienda; el papel subordinado de la mujer rural; los bajos niveles de
25
Cando, Carlos, Crespo, Patricio Salas, Lorena, Jaramillo, Viviana, Pérez, Lucia, Yépez, Natalia (2011). Plan Nacional del Buen Vivir Rural en la Dimensión Productiva. SENPLADES
22
productividad medidos en función de los rendimientos; el minifundismo; los procesos de
feminización de la agricultura; la re-concentración de la tierra y la concentración del
agua; la pérdida de biodiversidad y el uso insustentable de los recursos naturales; la
erosión, desertificación y contaminación de suelos y aguas; la discriminación y el
desapoderamiento; la desconfianza social; la inseguridad presente en algunos territorios
rurales, principalmente.
Esta compleja mezcla de anomalías, patologías y vulnerabilidades, ocurre dentro de un
contexto de ampliación generalizada de los mercados de alimentos, en medio del cambio
climático y de un capitalismo productivo y financiero que impulsa la transformación de
las agriculturas y ruralidades regionales y nacionales. 26 Ello obliga a formular un conjunto
de políticas públicas inéditas capaces de moldear éticamente un nuevo paradigma de
“desarrollo” rural a ser aplicado en escala territorial. La ENBVR define un marco
conceptual de transición hacia una nueva ruralidad, anticipa los rumbos políticos,
intersectoriales y multiniveles, que supone el despliegue del Buen Vivir. No hay
alternativa, o cambiamos la actual configuración de la ruralidad buscando equidad,
productividad y sustentabilidad, o se potencian los modos inerciales que tienden a
reproducir escenarios negativos. El cambio en la matriz productiva rural y campesina
exige otros principios, teorías, métodos, valores, una concepción ecológica de la vida y la
producción.
El despliegue del Buen Vivir Rural puede ser posible si se cambian los enfoques, las
preguntas, las perspectivas, las opciones, los instrumentos, las voluntades, y los modelos
de gestión en la ruralidad, buscando necesariamente un accionar intersectorial y un
nuevo contrato social entre el Estado y el campesinado ecuatoriano. Nos proponemos
ser muy creativos y formular instrumentos que nos permitan construir cualidades,
capacidad de innovación social, indispensables en esta nueva época fundada por los
intangibles. Se trata de la principal materia prima para la construcción del Buen Vivir.
Para la emergencia del Buen Vivir Rural se demanda coherencia, capacidad y credibilidad,
un tejido social cada vez más denso y motivado, nuevos diseños institucionales. Es
necesario movilizar a la inteligencia colectiva. Por ello el PNBV 2013-2017 nos invita a
“fortalecer el diálogo social entre Estado y sociedad para alcanzar una mayor cohesión
social y buena gobernanza, fomentando vínculos de corresponsabilidad”.27 Debemos
26
Se evidencia el fortalecimiento de las cadenas productivas transnacionales, la dispersión geográfica de la producción buscando reducir costos y el acceso a activos estratégicos (tierra fértil), la globalización de la competencia, etc. 27
Objetivo #1
23
utilizar todas las posibilidades de la razón y nutrir una noción radical de esperanza y
posibilidad de transformación entre el Estado y la sociedad rural. No hay camino hacia el
Buen Vivir, porque el buen vivir es el camino.
La visión del contexto y las enseñanzas entregadas por las políticas y programas
convencionales de desarrollo rural aplicados en las últimas décadas, definen algunos
quehaceres que deben considerarse al concebir esta Estrategia como son:
La necesidad de integrar las dimensiones sociales, económicas, culturales, políticas e institucionales, como principio básico del cambio estructural, y de asumir un enfoque intersectorial e intercultural en la formulación de políticas públicas, visualizando los distintos sistemas de la realidad rural - tangibles e intangibles – y de organizar la gestión de las intervenciones en escala territorial, y promoviendo el protagonismo de los niveles descentralizados y autónomos de gobierno;
La necesidad de explicar los problemas sociales de la ruralidad, particularmente la pobreza, como expresiones de derechos humanos insatisfechos. Por lo tanto, el desafío de indagar en las causas profundas de los mismos, para definir políticas e instrumentos que posibiliten modificar los patrones de exclusión y discriminación, creando las condiciones que posibiliten a cada actor, individual o colectivo, sin diferencias de sexo, etnia o género, realizar las iniciativas que valora, acceder a las oportunidades que anhela y merece, sin bloqueos a sus libertades, sin dominaciones, construyendo una cultura de corresponsabilidad.
La necesidad de promover en la ruralidad - privilegiando a la agricultura familiar campesina - un intenso proceso de transformación y diversificación productiva, agropecuaria y no agropecuaria,28 que tenga como sur a la soberanía alimentaria, afirmado en procesos que democraticen la tenencia de la tierra y el acceso sostenible al crédito, al agua, el apoyo técnico, la investigación, la comunicación, los mercados y la capacitación, para aumentar los niveles de productividad, las oportunidades de inclusión social, creando valor y sustituyendo importaciones;
La necesidad de democratizar a la sociedad rural como requisito básico de la gobernanza política y ampliación de la ciudadanía, creando o fortaleciendo los espacios de dialogo, control, participación, interaprendizaje, innovación social y acceso a la información, para que la población rural, las comunidades campesinas y sus organizaciones, se conviertan en agentes activos de su propio cambio, asegurando la pertinencia cultural de las políticas y los servicios;
28
Revolución Agraria.
24
La necesidad de entender a la ruralidad ecuatoriana como una construcción social e histórica territorial que expresa configuraciones variables y dinámicas socioeconómicas heterogéneas, cuyas trayectorias hacia escenarios compartidos, requieren de acuerdos, alianzas y políticas diferenciadas ajustadas a las realidades territoriales, para que las poblaciones puedan beneficiarse responsable y cuidadosamente del potencial endógeno, valorando sus capacidades, saberes, vocaciones;
La necesidad de mejorar continuamente la densidad y calidad de los tejidos sociales rurales, de fomentar el despliegue de alianzas estratégicas y las interacciones, para facilitar el despliegue de la asociatividad, cohesión, confianza, solidaridad, y la innovación social, buscando lograr una convivencia segura y responsable, y el entendimiento armonioso entre personas y culturas;
La necesidad de cuidar y proteger la diversidad de herencias culturales, saberes y buenas practicas, valorando la identidad de los pueblos y comunidades que conllevan aspiraciones y reivindicaciones distintas, lógicas particulares de género y generación, para facilitar el reconocimiento del otro y de la otra, como coautores de la convivencia y creadores del Buen Vivir;
La necesidad de incorporar los derechos de la naturaleza y las consideraciones ambientales en las políticas y programas territoriales, para garantizar a las presentes y las futuras generaciones la posibilidad de sustentar sus propias vidas, conservando, recuperando y protegiendo la biodiversidad, así como promoviendo modos agroecológicos que garanticen la salud ambiental de los agroecosistemas, reconociendo el valor intrínseco del patrimonio, de las especies y las funciones que prestan a la sociedad;
La necesidad de construir nuevas estructuras económicas, de promover y multiplicar nuevas formas de propiedad y producción rural, mediante entramados de economías solidarias, para aprovechar las ventajas de la escala, ampliar la diversificación productiva y lograr el aumento sostenido de la productividad, pero también para cambiar las asimetrías dentro de las cadenas productivas y modificar los vínculos con el poder de mercado (monopolios, consiguiendo una mejor y más equitativa distribución de los beneficios;
La necesidad de darle un nuevo significado histórico a nuestra sociedad y economía rural, como el locus propicio para el despliegue de comunidades multiculturales creativas, productivas, reflexivas, innovadoras, libres de pobreza, capaces de articular sus recursos, saberes y practicas productivas con el conocimiento científico de frontera, aportando intensamente al cuidado de los bienes comunes, a la seguridad y la soberanía alimentaria;
25
La necesidad de fortalecer los procesos de descentralización, las capacidades competenciales y de incidencia de los GADs, fortaleciendo la coordinación entre actores y sectores, pero también las instancias de participación ciudadana que activan la actoría para la incidencia política, el empoderamiento, la integración de perspectivas políticas, y la capacidad de gestión compartida en territorios;
La necesidad de ampliar los mercados internos, pero también de intervenir con eficiencia y juicio en los desequilibrios de los mercados agrícolas - actualmente presionados por una demanda creciente de alimentos - controlando los mecanismos de intermediación extractivos de excedentes que impiden la justa distribución del ingreso, pero también de crear las condiciones de acceso de alimentos limpios, sanos y nutritivos para toda la población, conquistando soberanía alimentaria;
La necesidad de ampliar el gasto público en I&D y de estimular los procesos de innovación social e experimentación local, principalmente a través de sistemas territoriales de comunicación educativa e interaprendizaje, pero también de organizar desde el ordenamiento territorial, estrategias diferenciadas para mitigar la acumulación de riesgos ante desastres naturales, y ajustarse a los impactos del cambio climático, posibilitando reducir la vulnerabilidad;
La necesidad de movilizar los recursos financieros en la ruralidad con visión estratégica, eficiencia y sentido transformador, soberanamente, creando una nueva institucionalidad rectora intersectorial, capaz de articular esfuerzos y garantizar relaciones de cooperación y complementariedad entre políticas y programas, incluyendo las iniciativas de los GADs;
En el marco de las políticas y lineamientos definidos por el Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017, la necesidad de garantizar el florecimiento de estrategias de abajo hacia arriba, pero en particular de focalizar los esfuerzos hacia el cierre de brechas urbano-rurales, mejorando las relaciones con las sociedades ubicadas en los territorios menos favorecidos, mediante una articulada y fortalecida política intersectorial y local;
4.3. Significado y enfoque de la ENBVR: la escala territorial.
El gobierno, a través de la SENPLADES, asume el proceso de formulación, debate e
implantación de la ENBVR con un espíritu de coherencia, ética política, responsabilidad,
seriedad y creatividad.
Coherencia, porque es indispensable que los esfuerzos dirigidos al cierre de brechas de
inequidad, erradicación de la pobreza, innovación institucional, y desarrollo de la
26
cohesión social, a especificarse localmente, estén en estrecha articulación, teórica y
práctica, con los objetivos y lineamientos que orientan el Plan Nacional del Buen Vivir
2013-2017, cumpliendo funciones de articulación, facilitación de procesos y concreción
de una política diferenciada de territorialidad. 29
Ética política, porque en un ambiente de cambio de matriz productiva en escala macro,
no es sensato postergar - para un futuro indefinido - las demandas acumuladas desde
antaño por el campesinado ecuatoriano, buscando lograr cambios estructurales en sus
condiciones de vida y producción, haciendo realidad el pago de una deuda histórica. No
tiene sentido ético dejar a la población campesina e indígena - como en el pasado -
librada a su suerte, en su lucha por salir de la subalternidad y la pobreza. Debemos ser
capaces de nutrir la gobernanza, garantizar el florecimiento de estrategias de abajo hacia
arriba, explorar iniciativas interculturales, y crear desde los territorios, flujos de cambios
virtuosos.
Responsabilidad, porque más allá de valorizar a los mundos rurales y a la agricultura
familiar campesina, cuidando de la Pacha Mama, existe el compromiso de no
comprometer las capacidades futuras de las poblaciones rurales, particularmente de los
segmentos que viven en situaciones de pobreza y vulnerabilidad. Debemos ser capaces
de impulsar una revolución agraria construyendo relaciones sociales y económicas
solidarias, en armonía con la naturaleza. Para apuntalar desde el agro y la ruralidad la
nueva estrategia de acumulación, es necesario que las acciones intersectoriales a ser
planificados en escala territorial, sigan el camino de la sustentabilidad, buscando la
justicia ambiental e inter-generacional. Los mundos rurales ofrecen un enorme potencial
para impulsar la emergencia de nuevas agroindustrias no contaminantes, el desarrollo de
economías solidarias, y la diversificación productiva enfocada en la agregación de valor y
la inclusión social. Si se quiere lograr una sociedad basada en el bio-conocimiento, mucho
dependerá de la cultura de manejo cuidadoso y sustentable del ambiente, la
biodiversidad y los recursos naturales por parte de las poblaciones rurales.
29 La ENBVR comparte la visión de largo plazo del Plan Nacional del Buen Vivir 2010-2017 y constituye
una alternativa de gestión intersectorial viable, no solo para iniciar el cambio en el modelo de acumulación, distribución y re-distribución productiva, sino para visualizar las brechas en escala territorial, en particular aquellas que afectan a las áreas rurales y los grupos poblacionales rezagados, que son los pueblos indígenas, los montubios, los afroecuatorianos y las mujeres. Por ello apuesta en la gestión del conocimiento, la emergencia de fuerzas productivas sustentables, la formación de talentos humanos y la innovación social.
27
Seriedad, porque su construcción, además de democrática, supone un esfuerzo de
síntesis de lo mejor que hemos aprendido sobre “desarrollo rural”, una renovación de
conceptos e instrumentos que se inspira en el compromiso ético por enfrentar relaciones
y estructuras que producen y reproducen el “maldesarrollo” que nos afecta,
particularmente la pobreza, la exclusión y la desigualdad social. La ENBVR sintetiza la
buena fe y sinceridad política de las autoridades, unida a la experiencia técnica
conducente a la toma de decisiones que traduzcan rupturas, capaces de crear un futuro
mejor y distinto para toda la población, urbana y rural.
Creatividad, porque no hay recetas universales para responder eficientemente a las
cambiantes realidades de los mundos rurales. Las disparidades territoriales – los
diferenciales de pobreza, desempleo, calidad de vida y productividad – deberán
resolverse con la ayuda de políticas diferenciadas culturalmente pertinentes. Debemos
ser capaces de inventar nuevas formas de intensificar el cambio social, encontrar modos
de trabajar creativamente, nutriendo sistemas de innovación territorial. Reconociendo
los saberes tradicionales, las buenas prácticas, en conversación con los avances de la
ciencia, se plantea formular respuestas alternativas, inéditas, estimulando una inventiva
colectiva traducida en nuevas ideas y soluciones transformadoras.
El propósito de alcanzar el Buen Vivir en nuestras sociedades rurales supone una revisión
de las prioridades y una reflexión critica del paradigma de desarrollo rural vigente:
dependiente, reduccionista, patriarcal, productivista, verticalista. En lugar de focalizar los
proyectos casi exclusivamente en las carencias de los pobres rurales, es necesario
analizar las causas que la generan y reproducen, para diseñar respuestas apropiadas; en
lugar de plantearnos una lucha reducida contra la pobreza material, es necesario
emprender una lucha por la equidad, la emancipación, la igualdad de oportunidades, y la
solidaridad; en lugar de solo facilitar el acceso de los productores a los mercados, es
también necesario enfrentar a los monopolios y romper con los mecanismos asimétricos
de extracción de excedentes; en lugar pensar la productividad solamente desde la
rentabilidad, buscando obtener mayores volúmenes de producción con la misma
cantidad de recursos, debemos conquistarla adoptando prácticas responsables con la
naturaleza, ampliando las oportunidades de ingreso; en lugar de apostar y reificar al
objeto político de las políticas públicas - el territorio – asignándole atributos y
resoluciones,30 debemos ampliar las capacidades del sujeto – la población rural y
campesina, para formular propuestas coherentes con sus demandas y potenciales; en
30
Se habla de territorios cohesionados, competitivos, sostenibles, etc.
28
lugar de pensar al territorio rural como instrumento mercantil,31 al servicio de los
negocios y del valor de cambio, debemos impulsar su desarrollo endógeno
concentrándonos en el conocimiento y en el tejido social, cultivando una cultura pública
de cohesión y corresponsabilidad social e intercultural; en lugar de juzgar al despliegue
del Buen Vivir como una propuesta ilusoria, debemos asumirla como una nueva utopía
posible que estructura nuestras visiones de la sociedad imaginada.32
Las bases conceptuales del enfoque del Buen Vivir Rural desde los territorios rurales han
sido definidas por la SENPLADES.33 Se especifica que el Buen Vivir deberá concretarse y
desplegarse desde los territorios y de forma descentralizada, enfocándose
prioritariamente en los temas de pobreza rural y soberanía alimentaria, buscando el
acceso universal y culturalmente pertinente a servicios básicos de calidad, afirmados en
una base social amplia.34 El PNBV 2013-2017 nos propone “mejorar la gestión de los
territorios rurales del país para asegurar la soberanía alimentaria nacional, privilegiando
las prácticas orgánicas y las tradicionales sostenibles en las diferentes escalas de la
producción agropecuaria, desde la agricultura familiar y campesina hasta los grandes
monocultivos, en el marco de la revolución agraria”. 35
El Estado deberá fomentar y proteger a la producción familiar campesina, creando
instrumentos flexibles y apropiados para el desarrollo de sus capacidades productivas y
niveles de productividad, así como condiciones eficientes y justas de intercambio, con
especial énfasis en la distribución y acceso a los activos productivos, privilegiando los
productos más importantes de la canasta alimentaria ecuatoriana. La agricultura familiar
campesina debe ser además de productiva, limpia y ecoeficiente, precisando del uso
cuidadoso de los recursos naturales y la biodiversidad, la creación de empleos de calidad
y sus efectos multiplicadores en los territorios rurales. Urge estimular la capacidad de
31
El sistema económico hegemónico utiliza todo, necesita todo y cualquier cosa que pueda ser mercantilizada para perpetuar su racionalidad 32
Terry Eagleton (1991). Ideology: an introduction. Verso. Nueva York. 33
Según la SENPLADES el “territorio y la geografía son depositarios de la historia económica, política, social de un país o región, siendo la expresión espacial de los diversos modos de acumulación y distribución de riqueza”. Nos advierte que varios son los abordajes conceptuales aplicados para definir al territorio, y concluye afirmando que “los territorios son zonas socio-históricas y culturales diferenciadas, que se van agregando y se establecen con niveles de organización específicos y dinámicas territoriales propias.” El nuevo modelo territorial para alcanzar el Buen Vivir”, Plan Nacional del Buen Vivir 2009-2013, Quito 34
SENPLADES (2009). Estrategia Territorial Nacional. Plan Nacional del Buen Vivir 2009-2013. Se propicia y potencia una estructura nacional policéntrica, articulada y complementaria de asentamientos humanos. 35
Objetivo #2
29
innovación y competencias campesinas que les permitan acceder a las fronteras del
conocimiento científico, haciendo más eficientes y eficaces sus procesos productivos,
para ingresar en las nuevas alternativas comerciales. Es importante que el Estado
intervenga en la regulación del mercado, promueva la educación rural y la conectividad,
proporcionando la infraestructura rural y los servicios que requieren los campesinos para
aproximarse a los consumidores directos. 36
El enfoque propuesto en la ENBVR no se detiene en el “deber ser” sino que establece una
teoría para el cambio que concreta las posiciones normativas y los arreglos
institucionales capaces de traducir políticas diferenciadas y viables, intersectoriales,
impulsadas por los propios actores, conscientes y empoderados, desde los territorios.
En la ENBVR son los propios sujetos rurales quienes construyen una concepción de las
transformaciones que demanda el territorio que los cobija, y quienes definen y orientan
la acción colectiva, afectiva y propositiva, no las fuerzas “invisibles” del mercado. Ello
contradice a la perspectiva hegemónica del “desarrollo territorial” que usualmente
resiste todo elemento que pueda impedir el aprovechamiento mercantil del territorio y
sus recursos, percibidos como distorsiones del mercado. El despliegue del Buen Vivir no
es el resultado de la interacción de las cosas, sino de las personas, de relaciones
frecuentemente conflictivas entre los actores sociales, del encuentro entre poderes y
contrapoderes.
Sin embargo de lo anterior, hay varios elementos del enfoque territorial convencional
que son rescatados por la ENBVR. Se afirma el propósito irrenunciable de reducir la
pobreza, pero ella es explicada como el producto de derechos humanos insatisfechos, de
relaciones sociales excluyentes y estructuras de poder que imposibilitan generar cambios
estructurales. Se apuesta en la planificación descentralizada y democrática de los
territorios, idealmente delimitados por fronteras de identidad, desde una mirada
sistémica que consideren las dimensiones productivas, sociales, culturales, políticas y
ecológicas. Se considera necesario mejorar la calidad y densidad del tejido social,
ampliando las redes de relaciones de cooperación y confianza, que son tejidas por los
propios actores que la constituyen. Pero al hablar de fortalecer la economía territorial
nos preguntamos sobre el cómo y para quienes mejorarla prioritariamente; cuál es
impacto de la productividad. Se propone un modelo alternativo de desarrollo del agro y
36
Richards, Michael (2002). Hacia un Mayor Entendimiento de la Pobreza Rural en América Central: Lecciones de la Literatura sobre el Desarrollo Rural. Taller DfID-RUTA-ODI. ‘Políticas de Reducción de la Pobreza Rural – Enfocando el Dialogo sobre Experiencias de Nicaragua y Honduras’. Tegucigalpa, Honduras.
30
la ruralidad, afirmado en enfoques estructurales, cambiantes según los territorios,
confiando en las conversaciones entre Estado, mercado y sociedad civil.
La Estrategia, como instrumento de transición hacia un nuevo patrón de “desarrollo” en
el campo, contiene un conjunto de lineamientos de política vistos como prioritarios para
iniciar los cambios estructurales o rupturas que deben emprenderse, en perspectiva,
para garantizar las necesidades de las generaciones futuras. Estas rupturas deben ser
reflexionadas por el conjunto de actores, pero esencialmente, deben ser asumidas de
conjunto por el Estado y la sociedad, incluyendo a la iniciativa privada. Las políticas
públicas y los instrumentos de gestión deberán reflejar esas rupturas; comprende
reformas, ajustes, agendas compartidas, alianzas, pactos, innovaciones, movilizaciones,
decisiones inéditas.
La ENBVR no es una propuesta de políticas secundarias ruralistas, ni una recapitulación
de declaraciones campesinistas románticas. Afirma que el futuro de los mundos urbanos
del Ecuador, de sus economías, depende mucho del desempeño sustentable de su
ruralidad, razón por la cual se busca crear, de manera diferenciada, las proximidades y
los vínculos intersectoriales de sinergia, mediante una gestión social territorial. Somos
obligados a romper con los dualismos que separan a los mundos rurales buscando
puentes de complementariedad, y también a ajustar los estilos de producción para
minimizar al máximo los costos ambientales. La sustentabilidad de nuestras ciudades
depende de la oferta de recursos naturales o de la biocapacidad que brinda la ruralidad. 37
El despliegue del Buen Vivir Rural es una propuesta viable, indispensable para que fluyan
los procesos de cambio en la matriz productiva, que hoy dependen más que nunca, en la
soberanía alimentaria. En perspectiva, si se opta por radicalizar la democracia en el
sistema político y la sociedad rural; si fuera posible acoplar la intervención pública
elevando el grado de las interacciones intersectoriales y conversaciones sociales; si
pudiéramos concretar la coordinación y complementariedad entre niveles de gobierno; si
se lograra aproximar al ciudadano rural a la gestión de las instituciones públicas para
alcanzar pertinencia; si se ajustarán las demandas de los GADs y sus sociedades con las
realidades y exigencias del entorno, y viceversa; si fuera posible valorizar las
potencialidades endógenas de los territorios rurales, para diversificar la producción y
ampliar las capacidades para generar empleos y valor agregado; si pudiéramos elevar los
37 Toledo. V. M. y González M. (2004). El metabolismo social las relaciones entre la sociedad y la naturaleza. Las Ciencias Socioabientales, Edit Trutta, España.
31
índices de productividad, lograr mayor eficiencia y aumentar la producción
agroalimentaria sin dañar el ambiente; si pudiéramos regular la concentración de la
tierra y el agua, procediendo simultáneamente a una eficiente distribución de estos
medios a favor de las organizaciones campesinas; si en el proceso de cambio en la matriz
productiva agropecuaria se apreciase el saber acumulado y se alentara el acoplamiento a
la nueva época informacional, creando alternativas tecnológicas y gestionales capaces de
responder a demandas de calidad; si tuviéramos consciencia de que la innovación social y
los saltos cognitivos exigen integrar el conocimiento científico y tecnológico avanzado
con el tradicional, así como el diseño de nuevas formas de organización productiva
campesina para fomentar una sana competitividad; si se optara gradualmente por
transitar desde los sistemas agrícolas afirmados en la revolución verde, hacia tecnologías
limpiáis y buenas practicas agroecológicas; si además del cierre de brechas se decide
analizar las relaciones causales que afectan a quienes viven bajo la violencia de la
pobreza, la discriminación y la exclusión cultural y de género, para definir políticas
coherentes; si las políticas sectoriales pudieran formular nuevos instrumentos
comunicacionales capaces de desarrollar redes sociales más densas y proactivas para
mejorar la cohesión y el cuidado por los bienes comunes; si fuera posible construir
localmente una cultura pública de solidaridad junto a redes decididas a mitigar o
ajustarse creativamente a los impactos del cambio climático; si se pudiera distribuir el
poder que tiende a concentrarse en los territorios más prósperos, buscando despolarizar
las inversiones; por último, si fuera posible establecer un dialogo hacia un nuevo
contrato social que posibilite el pago de la deuda histórica a millares de campesinos y
campesinas, indígenas, montubios y afroecuatorianos, es muy posible desplegar el Buen
Vivir Rural. Estos no son argumentos reducidos al “reparto” para la revitalización de lo
rural y la agricultura campesina en particular, sino de reconocimiento de las funciones y
el valor que tienen para impulsar el cambio en la matriz productiva, generando inclusión
y sustentabilidad.
Estas son las bases conceptuales esenciales del enfoque del Buen Vivir Rural que propone
el gobierno de Revolución Ciudadana, a ser aplicado en escala del territorio rural. Los
problemas del Buen Vivir tienen naturaleza multidimensional, pero las soluciones son
intersectoriales. Es el Estado, en todos sus niveles, y la sociedad organizada quienes
deben definir y orientar los procesos de transformación, el contenido plasmado en las
reglas del juego, modelos de gestión y nuevos arreglos institucionales.
El Buen Vivir es una cualidad de vida social que camina armónicamente con la naturaleza
y que emerge en los sistemas territoriales desde procesos de interacción, comunicación,
interaprendizaje y cohesión social, donde todos los grupos sociales, en conversación
32
afectiva e intercambio de experiencias y perspectivas, pueden influenciar en su curso y
despliegue.38 El camino que colectivamente se va construyendo socialmente para
alcanzar objetivos comunes, a su vez, también define y transforma la manera de caminar
colectiva, cultural y políticamente. Cuando en las poblaciones territoriales se siembren y
cosechen estos valores, principios y elementos, que son interdependientes, el resultado
será un emergente sistémico pleno de complejidad, de solidaridad y de innovación
institucional, el Buen Vivir.
5. Las dimensiones del sistema territorial rural: una visión sistémica.
5.1. La dimensión económica-productiva;
El modelo que actualmente hegemoniza el “desarrollo” del capitalismo en la agricultura
ecuatoriana se caracteriza por el progresivo dominio del agronegocio, en particular, de la
producción de material primas para la industria, el control del procesamiento y la
comercialización para el mercado, en gran medida en manos de grandes empresas que
operan principalmente en las regiones de la costa y la amazonia, todo ello en el marco de
la internacionalización de los mercados. Se consolida un nuevo modelo de acumulación
sectorial, que conlleva emergentes y poderosos negocios, exigiendo la asimilación de
nuevos parámetros tecnológicos y gerenciales, produciendo cambios en los patrones de
uso de tierra y la mano de obra. Se trata de un modelo complejo que vincula a diversos
tipos de agricultores dentro de encadenamientos fuertemente asimétricos que
desembocan en los mercados nacionales e internacionales.
Parte de la sociedad rural ecuatoriana del pasado aún persiste encubierta en las
estructuras económicas del presente. No existe en Ecuador una matriz productiva
agropecuaria cuyas dinámicas se manifiesten en estado de pureza. Esa coexistencia de
formas y sistemas productivos se expresa en las hendiduras de la diferenciación social
rural; en la identidad de los migrantes temporales que llegan a la ciudad sin salir
completamente del campo; en las empresas rurales que no pueden existir sin la oferta
campesina de mano de obra barata; en la capacidad de los campesinos para
sobreponerse a las variaciones mercantiles presionadas por los comerciantes
intermediarios; y entre otros factores, en la renovada presencia de los mismos poderes ,
con sus visiones retrógradas, constantemente privilegiando los intereses de los
segmentos más prósperos, etc. Sin embargo, no cabe duda que la ruralidad que
38
Johnson, Steven (2001). Sistemas emergentes. O qué tienen en común hormigas, neuronas, ciudades y software. Madrid, Fondo de Cultura Económica.
33
observamos hoy tiene fisonomías nuevas - sobre todo creadas por la modernización
sectorial - y que sus estructuras se han vuelto más complejas y sus elementos más
interdependientes.
El PNBV 2013-2017 nos obliga a “impulsar la producción y la productividad de forma
sostenible y sustentable, fomentar la inclusión y redistribuir los factores y recursos de la
producción en el sector agropecuario, acuícola y pesquero”. Y a renglón seguido nos
manda a “fortalecer la producción rural organizada y la agricultura familiar campesina,
bajo formas de economía solidaria, para incluirlas como agentes económicos de la
transformación en matriz productiva, promoviendo la diversificación y agregación de
valor y la sustitución de importaciones, en el marco de la soberanía alimentaria.” 39
La dimensión económico-productiva concebida por la ENBVR incorpora la dinámica del
cambio en la matriz productiva ya dada. Existe la necesidad de lograr mayor comprensión
de las articulaciones y vínculos entre los distintos sistemas productivos y las
complejidades de la actual estructura agraria ecuatoriana. Advierte la persistencia
modernizada del antiguo patrón de desarrollo agrícola primario exportador, donde
toman fuerza los complejos agroindustriales encadenados a las grandes corporaciones
transnacionales, provocando el crecimiento del agronegocio en los valles interandinos, y
la intensificación de la producción de commodities. Se observa una creciente orientación
de la producción agropecuaria hacia los mercados, y todo ello en medio de un gran
proceso de diferenciación social del campesinado, muchos de los cuales resisten el
proceso de descomposición que impone el modo de producción capitalista.
Precisamente cuando es la AFC la que aporta de manera significativa a la seguridad y la
soberanía alimentaria.
El sector de la agricultura familiar campesina, sin lugar a dudas, ha sido llevado a
posiciones subalternas por las políticas públicas, influenciadas por el mito de la
inviabilidad, sumado a actitudes neocoloniales, pero con capacidad de actuar
dinámicamente en el proceso de cambio en la matriz productiva, bajo condiciones de
profundos cambios tecnológicos y acceso a activos productivos, nuevas formas de
organización y vinculación simétrica a cadenas, servicios y mercados. Para la sociedad
ecuatoriana, la producción campesina significa no sólo una fuente directa de trabajo e
ingresos para numerosas familias rurales, afirmadas en el esfuerzo familiar, sino que
representa soberanía alimentaria, cuidado ambiental, y también valores sociales y
39
Objetivo #10.
34
culturales que con frecuencia son desconsiderados por el mercado y por la orientación
urbana de las esferas decisorias.
Se quiere que la ENBVR, partiendo del potencial endógeno territorial, pueda desplegar
iniciativas de diversificación productiva y construir un tejido económico más denso,
sostenible y solidario, generando empleo e ingresos dignos, con mayores niveles de
productividad. Urge cambiar la visión compensatoria del desarrollo rural convencional,
dirigida a impedir, aquí y allá, en los espacios territoriales menos favorecidos, el
deterioro de equilibrios sociales y políticos. Nos importa el desarrollo de comunidades
productivas y creativas, solidarias e incluyentes, para actuar en las diversas actividades
de la economía territorial, incluyendo prioritariamente a la juventud rural. El concepto
de matriz productiva implica estructuras de poder asimétricas, exclusión social,
dependencia tecnológica, instalación de agentes transnacionales que hacen prevalecer el
dominio financiero, etc.
La ENBVR propone un camino político hacia un inédito contrato social entre el Estado y la
sociedad rural y campesina. Se destaca la importancia de posicionar a la agricultura
familiar dentro de los esfuerzos dirigidos a conquistar soberanía alimentaria y
diversificación productiva generadora de valor. Tal escenario, indispensable para activar
estrategias territoriales diferenciadas e integradoras, es condicionado por la presencia de
una diversidad de políticas con capacidad de revertir las relaciones de exclusión y
fragmentación que han dominado a la ruralidad campesina. Necesitamos una nueva
matriz productiva que afirme la economía política del trabajo productivo solidario,
dignificando al pequeño productor rural; que frene la apropiación privada destructiva e
indiscriminada de los recursos naturales, el descuido de los bienes comunes.
La dimensión económica de la ruralidad comprende, entre los elementos que integran
los diferentes eslabones de un encadenamiento productivo y comercial, a los vínculos
con los demás sectores de la economía y los mercados, y las capacidades productivas y
tecnológicas, de la mano con el acceso a recursos financieros, incluyendo los servicios de
transporte y la conectividad principalmente.
El tema de la investigación agrícola, la innovación y transferencia tecnológica juega un
papel central en el cierre de brechas de productividad y orientación hacia la calidad y la
producción limpia. La agricultura ecuatoriana, en general, y la agricultura campesina, en
particular, precisan elevar sus niveles de productividad y crear competencias y capacidad
innovadora para operar en contextos que exigen mayores niveles de conocimiento.
Además de sistematizar las buenas prácticas productivas, será necesario identificar los
35
problemas tecnológicos locales prioritarios para los agricultores familiares, las
ineficiencias a lo largo de las cadenas agroalimentarias, evaluando la oferta tecnológica
disponible. La innovación tecnológica no es necesariamente el producto creativo directo
del conocimiento que sale del centro experimental, sino también del conjunto de
aprendizajes entre diversos actores sociales e institucionales, productores y productoras
que establecen redes de cooperación, alianzas y conversaciones. 40 La ENBVR propone
crear estructuras institucionales muy densas con capacidad de producir y difundir
información, multiplicar los activos cognitivos, ampliar el aprendizaje. La innovación
social y tecnológica constituye un emergente sistémico.41
Es indispensable conocer el comportamiento del mercado laboral rural, en particular, las
relaciones de empleo rural no agrícola (ERNA). En algunas regiones, las características y
oportunidades de inclusión dependen mucho del dinamismo de las empresas, de diverso
tamaño, que son quienes configuran la demanda de mano de obra asalariada.
Dinamismo que se ve condicionado por las medidas de política, la infraestructura local y
las variables del contexto, incluyendo los costos de transacción, que impactan en la tasa
de creación de empleo. El intercambio temporal de trabajo por salario – la multiactividad
campesina – en algunos casos significa la principal fuente de ingreso para los hogares. El
ERNA, sin embargo es una alternativa importante para salir de la pobreza de ingresos,
requiriendo institucionalidad y políticas que lo fomenten.42 La falta o insuficiencia de
acceso a los activos productivos tiende a impulsar a miembros no activos de la familia
campesina a migrar en la búsqueda de alguna actividad laboral, incluyendo a niños,
jóvenes, mujeres o grupos de mayor edad. Los salarios aumentan lentamente, la mayoría
de los empresarios se limita a cumplir con las obligaciones legales ofreciendo las mínimas
remuneraciones, a su vez determinadas por la baja productividad del trabajo. Muchos
trabajadores rurales se afirman a empleos precarios, de baja calidad, o trabajan por
cuenta propia; los mercados laborales no se mantienen activos durante todo el año.
5.2. La dimensión social.
40
Enrique Alarcón (2008). Apuntes conceptuales sobre los términos: innovación tecnológica e institucional para el cambio tecnológico agropecuario. IICA. Costra Rica. 41
Carlos Julio Jara (2011). Innovación Social, Solidaridad y Buen Vivir. MCDS, Quito. 42
Martine Dirven (2010). El empleo rural no agrícola y la disminución de la pobreza rural ¿Qué sabemos en América Latina en 2010? Programa Dinámicas Territoriales Rurales. Proyecto Conocimiento y Cambio en Pobreza Rural y Desarrollo. Documento de Trabajo N° 2. Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural. Santiago de Chile.
36
El ser humano y la naturaleza existen totalmente interrelacionados, pero es solamente
como los seres autónomos y diferenciados que somos, que conseguimos participar en
tramas de relaciones sociales y construir la cotidianeidad en la cual nos encontramos
culturalmente con los otros y las otras, y también con Pacha Mama. Solamente somos
seres humanos dentro de lo social y de la convivencia con las demás personas, insertos
en un determinado nicho vital, en el que siempre estamos cambiando siendo los mismos.
Somos naturalmente seres sociales, desde el nacimiento hasta la muerte, siempre
transformándonos y aprendiendo dentro de diversas redes de conversaciones que
establecemos.43 Incluso nos relacionamos simbólicamente con los objetos personales,
como lo hace el campesino que trabaja su finca con el machete, el azadón, el pico y el
arado, que constituyen parte de su acervo tecnológico, con sus capacidades, su lenguaje
y su experiencia, el trabajo familiar, el mercado local, etc.
De eso trata esencialmente la dimensión social, de percibirnos como parte de redes
sociales de convivencia, y de intentar comprender la compleja y diversa evolución de
nuestra sociedad nacional, incluyendo sus pueblos y nacionalidades. Se trata de advertir
la tonalidad de los fenómenos que determinan la vida social ecuatoriana, con sus
desigualdades, asimetrías, exclusiones, pero también sus aspiraciones, conductas,
percepciones, demandas, motivaciones, valores, sus formas de organización, los
símbolos que nos unen, entre tantos otros elementos. Toda la sociedad está hecha de
relaciones sociales que, en última instancia, determinan su modo de evolución. El Buen
Vivir que queremos desplegar está hecho de estos materiales intangibles y traduce algo
más que el acceso a servicios básicos de salud, educación, seguridad social o vivienda.
Junto al cierre de brechas de inequidad - tarea impostergable – queremos que brote una
convivencia responsable, solidaria, aprendiente, preocupada de hacer efectivos sus
derechos y lista a cumplir sus obligaciones. Debemos ser capaces de formular
instrumentos de política inéditos que nos lleven hacia una cultura de comprensiones
mutuas en todos los sentidos, para conquistar libertades y emanciparnos socialmente. 44
El paradigma convencional de “desarrollo” define a la política social, como el “conjunto
de actividades relacionadas con el diseño e implementación de estrategias orientadas a
mejorar la calidad de vida de la población de un país, región o localidad “. Ello
comprende una diversidad de sectores, particularmente los relacionados con educación,
salud, trabajo, seguridad social y gestión del riesgo, pero también de aquellos que se
43
Humberto Maturana (2004). Transformación en la Convivencia. Comunicaciones Noreste. Chile. 44
Edgar Morin (1999). UNESCO.
37
identifican con la infraestructura física, cuyas finalidades están asociadas al bienestar,
como agua potable y alcantarillado, vivienda, transporte, y comunicaciones. El modelo
vigente de “desarrollo” social expresa una combinación de instrumentos de protección y
medidas de bienestar, pasando por la asistencia social focalizada, por coberturas
universales, el cierre de brechas de inequidad,45 incluyendo respuestas específicas para
segmentos sociales vulnerables. En cierta manera la política social ecuatoriana aún
manifiesta un complejo de “programas sociales” en donde se revelan las prioridades del
gobierno.
Lo que nos obliga a trabajar mediante inéditos programas de comunicación educativa en
la calidad de las relaciones, en las creencias, en las normas, en las reglas del juego, en las
costumbres y en los hábitos adquiridos, para provocar sinergias. Debemos perseguir una
cultura de cooperación y solidaridad a riesgo de permanecer atados al paradigma de la
competencia ultraindividualista, que tiene a la guerra como norma, asociando a una
creciente acumulación de cosas como sinónimo de felicidad. Los sistemas jurídicos y las
instancias de control son necesarios, pero tienen limitaciones para eliminar los
obstáculos subjetivos que impiden al disfrute de derechos y libertades; las verdaderas
transformaciones comienzan en la conciencia de cada uno. La solidaridad que produce
corresponsabilidad no se planifica, no se decreta, es un despliegue cultural que depende
mucho de las comunicaciones.
Debemos estudiar las relaciones causales que producen y reproducen el
empobrecimiento y la exclusión, formular medidas innovadoras que consigan
transformar las violencias discriminadoras que separan a las personas diferentes.
Para emanciparnos, hay que ir más allá del bienestarismo y del proteccionismo.
Hablamos del despertar de la conciencia de todos los ciudadanos y ciudadanas, para que
seamos seres capaces de un mejoramiento continuo e integral de todas las capacidades,
45
La palabra brechas se deriva del francés Bréche que significa rotura o abertura irregular, aunque también traduce la idea de herida. Se trata de la distancia entre lo que se ha conseguido y lo que se quiere lograr, entre lo que se hace y lo que se debe hacer, lo que se tiene y lo que se debe tener de acuerdo a ciertos estándares, como los definidos por la ONU. El tema distancia expresa resultados tangibles de la gestión de la política social, percibida como medida del grado de exclusión o inclusión en esferas percibidas como fundamentales para llevar una “vida humana”, pero sutilmente sesgada hacia las condiciones materiales, aunque son indispensables para el ejercicio de derechos básicos y el acceso a bienes y oportunidades indispensables para el desarrollo de capacidades. El cierre de brechas traduce una especie de desarrollo lineal - que no lo es - hacia metas definidas como umbrales normativos. Se definen ciertos indicadores de acceso al empleo, educación, ingresos, salud, consumo, servicios básicos, etc., y se calculan las brechas, que son objetivas porque se pueden medir.
38
y para desempeñar libremente actividades artísticas, sociales, laborales, políticas,
religiosas, etc., en igualdad de condiciones. Solamente de esa manera podrán
garantizarse y respetarse los derechos humanos, de forma sostenible. Se trata de que
todos los y las ecuatorianas podamos crear, comunicar, pensar, sentir, significar mundos,
contribuir a que todos y todas podamos satisfacer las necesidades humanas. Para ello, no
solamente debemos vivir educados y saludables, con techo, sino vivir libres de bloqueos,
dominaciones y discriminaciones, con esperanza.46
5.3. La dimensión político-institucional
En las complejas dinámicas del cambio están llamados a participar diversos actores
sociales e institucionales vinculados al quehacer ambiental, económico, político y social.
La ENBVR busca activar desde los territorios procesos diferenciados de transformación
productiva y distributiva de las sociedades rurales, pensando particularmente en los más
pobres y vulnerables. Diferente a las ideas neoliberales que proclaman la intervención
estatal mínima en la sociedad y la economía, el despliegue del Buen Vivir supone crear
espacios de debate político capaces de afirmar una construcción histórica en torno a
derechos humanos. El PNBV 2013-2017 nos obliga a “diseñar e implementar mecanismos
e instrumentos que permitan la participación efectiva de personas, comunidades, pueblos
y nacionalidades durante todo el ciclo de la planificación.”47
No existen propuestas de transformación social y productiva que no sean el resultado de
decisiones políticas. La calidad de la vida política, de la participación, influye
decididamente sobre los resultados de los esfuerzos institucionales, e impacta en las
relaciones entre los actores, modelando la incidencia de la ciudadanía en las esferas de
decisión. El neoliberalismo logró desmovilizar a la sociedad, modificar el ethos asociativo
de la sociedad rural en un espíritu individualista. La ENBVR busca darle vida a la noción
de participar en las decisiones que afectan a las personas y organizaciones; tomar parte
sustantiva de un asunto común, un proceso, decidir cómo resolver un problema
colectivo. Se quiere clarificar los mecanismos mediante los cuales las personas, las
comunidades, las asociaciones, las empresas del territorio toman las decisiones, en los
distintos niveles y sectores, para provocar consensos. La variable que debe procesarse
democráticamente es la del poder, esto es, la capacidad que tienen ciertos actores, de
influir en los comportamientos y controlar las acciones de los demás.
46
Carlos Julio Jara (2012). Emancipación Social. SENPLADES.
47 Objetivo #1
39
El dialogo y la información son requisitos fundamentales para orientar los procesos. El
déficit cognitivo y la mala información con frecuencia reflejan las desigualdades sociales,
fortaleciendo las lógicas jerárquicas y burocráticas. Persisten los procesos de decisiones
opacas, el dominio de los caciques locales, las “fuerzas vivas” de siempre. Las relaciones
de confianza y la comunicación entre los actores locales son fundamentales para que las
políticas se ajusten constantemente y fluyan las pertinencias culturales, condicionando
gobernanza en los territorios. Por ello necesitamos de instituciones, con reglas claras,
para reducir la incertidumbre. La gestión del Buen Vivir en los territorios rurales, por
consiguiente, además de normar y establecer estructuras organizativas que regulen las
interacciones, determinando competencias y procedimientos, debe posibilitar el
enriquecimiento de las reglas locales no escritas, cuyo cumplimiento depende de los
habitus de la propia población.
El gobierno ha logrado recuperar el Estado del libre circuito del mercado y aproximarlo a
la sociedad. En los territorios rurales, sin embargo, permanece el desafío de superar la
evidente fragmentación de programas y políticas, y encauzar la convergencia de
voluntades públicas y privadas. En los mundos rurales, como lo demuestra el diagnóstico
que sigue, la coordinación intersectorial e intragubernamental se expresa debilitada. La
ENBVR busca que la propia sociedad organizada en el territorio, articule las políticas
públicas lo que demanda un arreglo institucional que sintetice políticas, programas y
propuestas. Se demanda excelencia, integralidad, participación, racionalidad,
cooperación, creando instancias de concurrencia, de distribución de responsabilidades,
pero particularmente, un espacio inédito de coordinación sectorial en escala territorial
que involucre como actor central a los GADs, pero que también privilegie la participación
activa de las organizaciones locales y de la esfera empresarial.
La ENBVR, en este sentido, crea las condiciones necesarias para que en territorios se
fortalezca el Estado de derecho. Debemos imaginar una nueva institucionalidad con
capacidad de coordinar coordinaciones, de unir, articular, vincular, que pueda lidiar con
la heterogeneidad de intereses y dinámicas sociales, capaz de gestionar ecuaciones
diferenciadas de políticas públicas. Se vuelve imprescindible cambiar o ajustar las reglas
del juego y establecer un modelo de gestión integral de políticas públicas, de carácter
intersectorial y multinivel. Para ello, es necesario contar con los medios administrativos,
tecnológicos y profesionales necesarios que mejoren las relaciones de coordinación entre
sectores y niveles de gobierno, generando respuestas estratégicas, efectivas y realistas a
las demandas expresadas por las organizaciones campesinas, indígenas, montubias,
afroecuatorianas, y demás actores de la sociedad civil organizada en los territorios.
40
La “rectoría” institucional vinculada a actividades de desarrollo rural se encuentra
actualmente repartida en diversas esferas. Las políticas públicas rurales, en general, no
tienen un eje institucional vertebrador. Ello traduce un escenario de intervenciones
desordenadas, desarticuladas, una acción institucional fragmentada, mediante proyectos
de diversa índole, escala y alineación estratégica, no inscritos dentro de una estrategia
mayor que les de coherencia, eficacia y eficiencia. Es imprescindible construir un
mecanismo general de articulación de la política pública. La nueva arquitectura
institucional debe permear todos los niveles de gobierno, impulsar los procesos de
descentralización, ajustarse a la heterogeneidad de los territorios rurales, pero
principalmente, tener la capacidad de convocatoria del conjunto diverso de actores que
integran los territorios rurales.
Se requiere de un nuevo ordenamiento de la institucionalidad que traduzca
coordinaciones de coordinaciones, que permita reordenar los esfuerzos del Estado como
un todo y la sociedad, en torno al desarrollo sustentable de los territorios rurales, de
acuerdo con los diversos instrumentos de política, ampliando la participación de los
actores sociales. Es imprescindible evitar la dispersión de las instancias de poder,
fomentando un estilo democrático de toma de decisiones, vertical y horizontal, afirmado
en el dialogo y la negociación; el gobierno debe integrar sus competencias y funciones,
distribuirlas adecuadamente, pero nunca fragmentarse. El PNBV 2013-2017 nos propone
“introducir innovaciones en la estructura institucional de la Función Ejecutiva, con el fin
de que se ajuste dinámicamente a los nuevos contextos, procurando relevancia,
sostenibilidad y flexibilidad.”48
El tema de la innovación institucional no se refiere exclusivamente al modelo de gestión
de la Estrategia, que responde a la necesidad de desfragmentar el esquema convencional
de intervención pública en la ruralidad. Es algo más que cambiar la tradicional cultura de
gestión, creando instancias de concertación y trabajo conjunto orientado por la
planificación y bajo el paraguas del ordenamiento territorial. Las normas, las reglas del
juego, los aparatos institucionales deberán igualmente renovarse o adaptarse según los
objetivos de la ENBVR. Estas innovaciones institucionales, de naturaleza política, suponen
la apertura de diversos diálogos democráticos, de acuerdos que legitimen las nuevas
orientaciones, todas ellas desembocando en un nuevo pacto social para el campo y el
campesinado.
5.4. La dimensión ambiental
48
Objetivo #1
41
Federico Engels decía que “el ser humano es aquella parte de la naturaleza donde la
naturaleza cobra consciencia de si misma”49 Todos nosotros hemos sido y somos parte
de esa fuerza cósmica llamada naturaleza, donde todo se mueve en procesos dinámicos
de cambio constante. La compartimos desde antaño con las bacterias, los pájaros, las
hormigas, los delfines, los árboles de cacao, etc.
Los seres humanos como los seres vivos que somos, existimos en la naturaleza, que
también la llevamos dentro. A lo largo de los tiempos, la conservación y la reproducción
de nuestra vida han dependido de relaciones de congruencia con el medio natural,
posibilitando realizar nuestra existencia. Sin ese acoplamiento estructural entre
organismo - el ser humano- y el medio natural, el ser humano simplemente moriría. Para
que sea posible el fluir evolutivo del vivir, todos nosotros y nosotras transformamos el
entorno del medio natural que nos hospeda, y viceversa. 50 Y así creamos y recreamos el
ambiente, una totalidad compleja, sistémica, dinámica y articulada, en la que participan
los elementos naturales - la suma de las especies y poblaciones biológicas, junto al
suelo, el aire y el agua - pero también los elementos intangibles de la cultura, nuestros
comportamientos, saberes y valores, nuestras racionalidades productivas, nuestros
conflictos e instituciones. Por consiguiente, todos conllevamos en nuestro ser todos los
derechos de la naturaleza.
La cuestión ambiental se refiere esencialmente a la forma cultural como una
determinada sociedad decide acoplarse o adaptarse estructuralmente, y organizar su
relación con la naturaleza que lo acoge. De esa claridad deducimos que sin una ética
mínima, cuidadosa y respetuosa de la naturaleza, estamos perfilando el camino de
nuestra propia autodestrucción.51 El ambiente, por consiguiente, traduce una
construcción que abraza los procesos de las dimensiones naturales, sociales, económicas,
49
Federico Engels (1972). Dialéctica de la naturaleza. Notas y fragmentos. Dialéctica-Causalidad. Editorial Cártago, Buenos Aires.
50 “Si uno extrae los llamados recursos naturales más rápido de lo que puede reponerlos, genera
pobreza, si uno lanza desechos en cantidades tan enormes que la tierra no puede absorberlos, o desechos de plano inabsorvibles, genera destrucción ambiental. El asunto de fondo es el modo en que transformamos nuestro entorno, no la dinámica de la transformación ya que esta es inevitable. ¿Lo haremos conservando las condiciones…para la conservación a largo plazo de la relación de congruencia entre la antroposfera y la biósfera? ¿Lo haremos solo del modo menos inadecuado? ¿O llanamente del modo más barato posible al corto plazo “ Ximena Dávila, Humberto Maturana, Ignacio Muñoz y Patricio García (2010). “¿Sustentabilidad o armonía biológico-cultural de los procesos? Todo sustantivo oculta un verbo” Instituto Matríztico. Chile. 51
Conforme Leonardo Boff.
42
tecnológicas y culturales, que existen en dinámica interdependencia, interrelacionadas
por vínculos de tipo muy particular, en un momento histórico y espacio determinado. Es
así como en nuestros agroecosistemas rurales coexisten las agro-biotecnologías, junto a
los conocimientos tradicionales, las innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas y
comunidades campesinas. 52 Nos adaptamos o modificamos el medio natural agrario no
solamente mediante el tractor o el azadón – la tecnología - sino también mediante
arreglos institucionales y normas, generalmente condicionadas por el poder. Para pensar
la dimensión ambiental, por consiguiente, debemos analizar la interrelación entre
historia social, la política, la cultura y la naturaleza.53
Hay “racionalidades” que reducen a la naturaleza al status de cosa dominada, que
tienden a sobrexplotar los recursos naturales, causando degradación ambiental. Hay
enfoques del desarrollo territorial dedicados a buscar valores de cambio por todos los
rincones. Se asume como verdad evidente que el bienestar económico implica malestar
ecológico, lo que hiere a la naturaleza. Por esa razón, por desgracia, el modo de
trasformación cultural de la naturaleza ha llegado hasta un punto donde la naturaleza
modificada revierte esa alteración y la dirige hacia la destrucción de los propios sistemas
culturales.54 Se debe construir una modalidad sustentable de crecimiento que se
relacione armoniosamente con el medio natural, sin saquearlo y arruinarlo. El PNBV
2013-2017 nos manda a “fortalecer la institucionalidad y establecer mecanismos para
viabilizar el tránsito progresivo hacia patrones de producción agrícola basados en
principios agroecológicos, que contribuyan a aumentar la productividad y los niveles de
ingreso, así como la diversificación productiva y generación de valor agregado”.55
El despliegue del Buen Vivir Rural exige una política y gestión ambiental cuidadosa y
responsable, esencial para enfrentar los cada vez más crecientes y complejos problemas
52
Cobra fuerza la matriz productiva industrial del monocultivo, la especialización y la súper tecnificación, frente a las diversas categorías de agricultura familiar campesina. Las externalidades y los impactos ambientales que generan son diferentes, según sus lógicas productivas. La una busca hacer más eficientes y eficaces sus procesos productivos para lograr los mejores márgenes de ganancia en los mercados internos y externos, de los cuales depende su acumulación. La otra busca mejorar sosteniblemente sus niveles de ingresos y ampliar sus capacidades y oportunidades para cuidar de la salud ambiental de sus agroecosistemas territoriales de los cuales depende su sobrevivencia. 53
Carlos Julio Jara (1998). A sustentabilidade do desenvolvimento local: desafios de um processo em construção. IICA – PRORURAL. Secretaria de Planejamento. Recife. Brasil. 54
Miguel Pacheco Muñoz (2005). El ambiente, más allá de la naturaleza. Pensamiento ambientalista. Elementos. http://garritz.com/andoni_garritz_ruiz/documentos/Lecturas.CS.%20Garritz/Pensamiento.Ambientalista/Ambiente.Elementos.57.Pacheco.pdf 55
Objetivo #10
43
que extinguen la sustentabilidad. Los territorios rurales del Ecuador envuelven la mayoría
de los agroecosistemas y reservas de recursos naturales, proporcionando alimentos,
paisaje, identidad, oportunidades endógenas, servicios ambientales. Pero la tierra es
agotable, el agua dulce también, los bosques se acaban, las especies están
desapareciendo, la fauna y la flora igualmente pueden perecer. A nivel global, estamos
afectando la atmósfera, la biosfera, la litosfera y la hidrosfera. El deterioro de Pacha
Mama es incuestionable, por la pérdida de hábitats, la expansión incontrolada de la
frontera agrícola, el uso de pesticidas y contaminantes, la degradación de los suelos, la
pérdida de fertilidad, la erosión, la desertificación, el drenaje de humedales, el asedio
sobre los bosques tropicales, la pérdida de diversidad biológica, etc. Pacha Mama se
encuentra presionada por patrones tecnológicos que apuestan en la cruda productividad,
ordenados por intereses empresariales social y ambientalmente irresponsables. Pero
también por la falta de oportunidades de acceso al conocimiento y a los activos
productivos que obligan a muchos productores rurales a sobre-explotar los recursos
como estrategia de supervivencia.56
El cambio climático que se expresa en casi todo el planeta es un fenómeno irreversible, y
se manifiesta en un momento de creciente demanda de alimentos, semillas, fibras para
la industria textil, biomasa para combustibles, aceites industriales, recursos genéticos
para la industria farmacéutica. Ocurre una dialéctica perversa entre el cambio climático y
la agricultura moderna en particular. Las cadenas agroindustriales y sus procesos de
intensificación productiva, afectan la salud ambiental de los agroecosistemas,
aumentando la contaminación agroquímica y la emisión de gases de efecto invernadero,
que a su vez impactan negativamente en la agricultura como un todo. 57Somos llamados
a repensar éticamente nuestros hábitos de consumo alimentario, pero también la
modificación de las costumbres y pautas de conducta locales condicionados por la
moderna cultura urbana.
56
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura-IICA (2006) Políticas para la Prosperidad Rural: la contribución de la agricultura y los territorios rurales a la creación de empelo y reducción de la pobreza. San José. Costa Rica. 57
Ha sido comprobado científicamente, mediante estudios de balance energético aplicados a la agricultura industrializada, que la energía obtenida en forma de alimentos es menor a la introducida artificialmente por el agricultor. Los profesores David Pimentel (Universidad de Cornell) y Tad Patzek (Universidad de Berkeley) estudiaron el balance de energía de algunos cultivos destinados a la producción de agrocombustibles. Encontraron que con las técnicas agrícolas actuales para su producción se gasta más energía fósil que la generada por el biocombustible. Silvia Ribeiro (2007) Agrocombustibles y lógicas perversas. Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. Ver, David Pimentel y Mario Giampietro, (1994) “Food, Land, Population and the U.S. Economy”, en Carrying Capacity Network, 11/21/1994 B. http://www.dieoff.com/page55.htm (07.07.2006).
44
Hay límites en el desarrollo productivo agropecuario que no estamos respetando. Cae la
fertilidad del suelo agrícola y se agota rápidamente la disponibilidad de tierra arable.
Seguimos buscando mayores rendimientos a base del uso intensivo de fertilizantes
químicos y agrotóxicos, energía no renovable. En contextos globalizados plenos de
tensiones entre intereses y paradigmas, es ético y urgente definir políticas públicas que
posibiliten el desarrollo paulatino de sistemas de producción basados en principios
agroecológicos, que sean culturalmente sensibles, socialmente inclusivos y
económicamente viables, siguiendo también los requerimientos de escala y calidad que
reclama el mercado. Las economías solidarias campesinas que debemos multiplicar
deberán establecer otra relación con el medio natural, superando la cruda relación
utilitaria, la instrumentalización de Pacha Mama. Se requieren investigaciones
multidisciplinarias para desarrollar metodologías que posibiliten transformar los sistemas
productivos convencionales en agroecológicos e incentivos políticos para viabilizar el
período de transición. No hay cambio en la matriz productiva mayor que valga sin
respetar a los derechos de la naturaleza.
5.5. La dimensión cultural
Edgar Morín nos dice que la “cultura está constituida por el conjunto de saberes, haceres,
reglas, normas, prohibiciones, estratégicas, creencias, ideas, valores, mitos, que se
transmiten de generación en generación, se produce en cada individuo, controla la
existencia de la sociedad y mantiene la complejidad psicológica y social “. Y continua
afirmando que “no hay sociedad humana, arcaica o moderna, desprovista de cultura,
pero cada cultura es singular: Así, siempre existe la cultura en las culturas, pero la cultura
existe solamente por medio de las culturas”58 En este sentido, la sociedad ecuatoriana
constituye una unidad cultural, y al mismo tiempo, una diversidad cultural inscrita en esa
maravillosa unidad llamada Ecuador.
La cultura, en cierta forma, representa la “personalidad” de una nación o pueblo; expresa
el acumulado de una multiplicidad de experiencias o alternativas de adaptación al
ambiente que el propio ser humano crea y recrea. La cultura traduce esa parte del
ambiente que el hombre construye y reconstruye.59 Pero el ser humano viviendo en
sociedad no solamente construye su propio ambiente, concretando las soluciones que
ingenia para resolver los problemas que enfrenta, sino que imagina escenarios de vida
58
Edgar Morín (2000). Os Sete Saberes necessários á Educação do Futuro. Cortez Editora. UNESCO. 6ta Edição, Brasil. Pág. 65. Traducción CJM. 59
Según Melville Herkovits.
45
futuros, los persigue, racional y emocionalmente. Y simultáneamente crea las reglas del
juego, incluyendo las normas morales necesarias para organizar su convivencia. Es
posible caminar juntos hacia el Buen Vivir, respetando, conservando, conversando desde
los distintos sistemas de valores, prácticas y símbolos de las identidades culturales.
La Constitución del 2008 declara al Ecuador como un Estado constitucional de derechos y
justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural,
plurinacional y laico, lo que anuncia una compleja e ineludible transición hacia un nuevo
contrato social.60 Transición que implica un intenso proceso de diálogo intercultural que
posibilite consolidar una convivencia respetuosa entre comunidades y pueblos, que
obliga a cambiar el sentido de las reglas que conllevan las instituciones que regulan la
educación, la salud, la ciencia, la tecnología y la innovación, etc. El Estado plurinacional
define una organización política y jurídica particular de una matriz social que abraza
varias naciones unidas bajo un mismo Estado, reguladas por una única Constitución
Política. Ello supone construir una nación hecha de varias naciones, que sintetiza una
ecuación de poder crecientemente igualitaria, bajo principios de pluralidad política y
reconocimiento de las diversidades; una cultura ciudadana en la que todas y todos
podamos admitirnos como seres humanos iguales. También implica un profundo cambio
de actitudes y subjetividades que reproducen el racismo, la discriminación y las
relaciones asimétricas de poder que subordinan a las culturas ancestrales.
Construir el camino hacia el Buen Vivir, en esta nueva época marcada por la crisis
multidimensional traduce una tarea difícil, demasiado compleja. La ENBVR promueve la
transición de la sociedad rural hacia un nuevo modelo de “desarrollo”.61 Lo que implica
alejarse de las estructuras y relaciones que bloquean el derecho a una convivencia
creativa, digna, tranquila, libre, productiva, y saludable, de la mano con la Pacha Mama.
Se requiere, desde la vida cultural, posibilitar la construcción compartida de una nueva
visión del mundo, que posibilite el nacimiento de nuevos estilos de vida, formas de
producción y modos de consumo, que sucesivamente posibiliten la emergencia de
nuevas formas de comportamiento, valores, hábitos, actitudes, creencias, costumbres,
representaciones colectivas, prácticas sociales. Todo ello cruza por las estructuras
institucionales y condiciona las actuaciones individuales y colectivas, posibilitando la
60
Constitución de la República del Ecuador. Art. 1. 61
El verbo “desarrollar” se lo entiende desde su significado original, en el sentido de “abrir lo que aún necesita ser liberado desde adentro”. Convencionalmente, el sentido del desarrollo tiene que ver con la consolidación de un patrón de poder.
46
cohesión social que es el sustento de la convivencia plurinacional.62 Más allá de la
educación, por cierto fundamental, debemos desarrollar instrumentos para facilitar la
comprensión, enriquecer las redes sociales y facilitar, desde los contactos, los cambios de
actitudes culturales. Necesitamos pedagogías que no lleven a los diversos grupos
culturales a situarse bajo el poncho de un “occidental generalizado”.
El despliegue del Buen Vivir requiere de un cambio ético de paradigma, lo que supone
pensar en procesos de transición que ordenen el camino hacia el imaginario deseado,
que si bien dependen de las decisiones políticas, son esencialmente esfuerzos culturales.
Debemos partir de concepciones relativamente distintas a las actuales, capaces de
darnos explicaciones más unificadas y llevarnos a futuros alternativos. La historia
ecuatoriana no camina hacia una cultura única, no hay culturas superiores sino
diferentes, algunas de ellas encarnadas en nacionalidades ancestrales, históricas. Se
propone abrir un constante dialogo intercultural y en condiciones de mutuo respeto,
para enriquecernos mediante el intercambio de saberes; debemos revisar las
consecuencias de seguir imitando a los patrones socioeconómicos calificados como
modernos. En otras palabras, aprender a aunar la vida económica con la vida social y
cultural, los métodos racionales de producción con las demandas subjetivas de los
pueblos.63
Ese es el principal desafío del modelo de gestión del Buen Vivir en algunos de los
territorios rurales seleccionados; garantizar el papel protagónico de los pueblos y las
nacionalidades indígenas, reconociendo el derecho a sus formas propias de autoridad,
coherente con los derechos colectivos.64
62
Boaventura de Sousa Santos (2007) nos dice: “Lo que es diverso no está desunido, lo que está unificado no es uniforme, lo que es igual no tiene que ser idéntico, lo que es diferente no tiene que ser injusto. Tenemos el derecho de ser iguales cuando la diferencia nos inferioriza, tenemos el derecho de ser diferentes cuando la igualdad nos descaracteriza “. La reinvención del Estado y el Estado plurinacional. CLACSO, Buenos Aires. 63
Alain Touraine (1998). El concepto e desarrollo “revisited”. En Emir Sader (Ed): Democracia sin exclusiones ni excluidos. Editorial Nueva Sociedad. Caracas. 64
Conllevan el reconocimiento de la propiedad ancestral imprescriptible de los territorios de los pueblos indígenas; el derecho a crear y fusionar circunscripciones territoriales, asumiendo las mismas competencias de los gobiernos autónomos descentralizados correspondientes; el derecho a administrar las áreas protegidas ubicadas en los territorios ancestrales, protegidas de actividades extractivas; el reconocimiento a la justicia indígena; el reconocimiento a las nacionalidades y pueblos como sujetos de derechos; el fortalecimiento de la educación intercultural bilingüe, bajo la rectoría del Estado; la declaración del castellano, kichwa y el shuar como idiomas oficiales de relación intercultural y de los demás idiomas como oficiales en las zonas en las que habitan las respectivas nacionalidades.
47
El Buen Vivir Rural abraza la igualdad, la integración, la cohesión social y la expansión de
capacidades, con sistemas productivos diversificados e inclusivos, radicalmente
cognitivos, afirmado en la redistribución de activos y oportunidades, en convivencia
armónica con la naturaleza. Todo ello está cruzado por el tema de la “diferencia” que
desafía la idea de la uniformización cultural e implica el desarrollo de una actitud
solidaria, respetuosa de la otredad. Esa solidaridad “ha de ser ganada con la lucha, no
está centrada en torno de los imperativos del mercado sino que se desarrolla a partir de
los imperativos de liberación, de democracia y de ciudadanía critica”. 65
Todo ello supone cambiar gradualmente del perfil cultural que discrimina y excluye, y
también de los criterios y valoraciones que nos llevan a interpretar al mundo como si
fuera un campo de batalla. La construcción de un país intercultural apunta a reconocer la
diversidad social, más allá del paradigma de la modernidad, que reconoció a la
ciudadanía desconociendo “la especificidad social, la etnicidad y los derechos colectivos,
confinando a los diversos a una situación donde la igualdad se trastocó en desigualdad y
falta de libertad”. 66 La propuesta modernizadora ha sido siempre el proyecto de las
élites, el Buen Vivir la esperanza de todos los pueblos y comunidades solidarias.
Debemos aproximar a los “nosotros opuestos”, dialógicamente. Sharon Welch apuesta
más a la solidaridad que al consenso, y señala que la primera depende del dialogo,
solicita que los grupos marginados sean invitados a la conversación, y nos dice:
“La solidaridad tiene dos aspectos en este caso: 1) otorgar a cada grupo el respeto suficiente para escuchar sus ideas y ser retado por ellas y 2) reconocer que las vidas de los diferentes grupos están tan entrelazadas que una cuenta con la otra. Estas formas de reconocimiento implican trabajar juntos para generar cambios en las prácticas sociales” 67
La ENBVR propone una ruptura del modelo agrario concentrador y dualista nutrido y
consolidado por el capitalismo neoliberal. No solamente que se propone enfrentar el mal
trato y la exclusión social, la desigualdad que se reproduce por razones culturales, sino
que aboga por el dialogo intercultural con, entre y al interior de los pueblos y
nacionalidades, como medio de construcción de un Estado plurinacional. Por ello la
estrategia define el eje transversal destinado a fortalecer la densidad del tejido social,
precisamente para maximizar los puntos de dialogo e interacción. Cuestiona la
65
Peter Maclaren (1995). Pedagogía crítica y cultura depredadora. Paidós, Barcelona, Pág. 261. 66
Ludwig Guendel (2011). Política social e interculturalidad: Un aporte para el cambio. Ayayu. UNICEF. Bolivia. 67
Sharon Welch (1990). A feminist ethic of risk, MN, Fortress Press, Minneápolis, USA. Pág- 133.
48
institucionalización del cierre de brechas de inequidad, basada monoculturalmente en las
premisas del mundo blando, masculino, urbano.
6. Orientaciones generales de la ENBVR.
La estructura del Ecuador agrario y rural está intensamente marcada por la
modernización conservadora de su agricultura. Un modelo que viene apostando en la
competitividad, en los encadenamientos, en la eficiencia productiva, en la concentración
de la tierra y el agua, en la articulación de la agricultura con la industria, en la expansión
de los monocultivos, en los equipamientos, maquinaria e insumos químicos industriales,
en la apertura de mercados, en la exportación de productos con bajo valor agregado,
etc., que se resiste a renunciar a su matriz socialmente excluyente y ambientalmente
insustentable. Ese modelo es parte de un escenario caracterizado por el dominio del
capital sobre el agro, donde captan creciente presencia los complejos agroindustriales,
vinculados a las grandes empresas transnacionales y a los grandes supermercados. La
profundización de ese modelo hegemónico de modernización sectorial viene excluyendo
a la agricultura familiar campesina en casi todo el país. Aun considerando las diferentes
dotaciones de recursos naturales y financieros, incluyendo el acceso a servicios y
mercados, el agronegocio ha debilitando la sostenibilidad económica del agricultor
campesino de base familiar, particularmente los que viven en condiciones de
subsistencia.68
El Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017 se presenta esencialmente concebido en torno
a dos ejes estructurantes. Por un lado se aspira alcanzar una sociedad libre de pobreza
desde políticas que auspician la igualdad, la inclusión y la cohesión, dinamizando el cierre
de brechas de inequidad. Por otro lado, se plantea cambiar el patrón hegemónico de
acumulación y distribución, redefiniendo los condicionamientos estructurales
tradicionales que nos estancan dentro de una economía primario productora. Debemos
transitar desde una economía basada en recursos finitos naturales hacia una economía
sustentada principalmente en activos cognitivos, para especializarnos cada vez más los
componentes secundarios y terciarios. Por supuesto anteponiendo los derechos
humanos, y sin descuidar los derechos de la naturaleza.
La ENBVR afirma que la ruralidad es un componente estratégico para concretar ambos
ejes estructurantes del Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017. Se impone una visión
68
Fernando Larrea (1998). Políticas agrarias y economías campesinas en el Ecuador. Cascavel, Brasil. Ver también, Víctor Bretón (1997). Capitalismo, reforma agraria y organización comunal en los Andes, Espai/temps, Lérida, España.
49
más clara y optimista respecto a la importancia de la vida y el potencial rural. Se
transciende la visión reducida de la transformación de la matriz productiva macro
dependiente exclusivamente de impulsores industriales de la nueva dinámica económica,
centrados en lo urbano. La política del Buen Vivir Rural atraviesa por varios de los
Objetivos del PNBV, no tiene sentido compensatorio, aunque en la ruralidad se
concentre gran parte de la pobreza, y tampoco está desprovista de potencial para
generar diversificación productiva, valor agregado, nuevas oportunidades de mercados,
con incrementos en la productividad. La ENBVR, si bien aboga en favor del pago de la
deuda histórica con el campesinado ecuatoriano, no afirma su valor político en la
urgencia de resolver problemas estructurales, sino en la necesidad de que se aproveche
racional y sustentablemente su enorme potencial.
El proceso de cambio en la matriz productiva macroeconómica, además, no constituye
un esfuerzo de desarrollo lineal hacia una estación societal predeterminada. Se trata de
cambiar, en el marco de la globalización, una particular configuración socioeconómica
institucional, resultado de una construcción histórica. Es indispensable cambiar, en el
sentido del Buen Vivir, las diferentes relaciones propias de las diversas formas de
producción emplazadas a lo interno de la matriz mayor. Las complementariedades e
interconexiones de políticas y lineamientos se concretan en los territorios rurales,
creando estrategias estructurales diferenciadas. El concepto de estrategias estructurales
tiene que ver con el ajuste de las políticas generales a las dinámicas locales, para
enfrentar los problemas desde las causas. Pero también define a la integración de las
partes sectoriales e institucionales que componen un todo, que es necesariamente
diverso y contradictorio. Lo rural, lo agrario, la agricultura familiar campesina, también es
parte de la transición de una configuración económica en la que predominan las
actividades primarias, a otra rica en valor agregado.
La idea convencional del progreso que ha gravitado en las esferas decisorias dio lugar a
un paquete de políticas sectoriales afirmadas en el mito de la “inviabilidad” de la
agricultura familiar y campesina, justificando todo tipo de programas asistenciales y
compensatorios. Esa visión es contraria a los principios y derechos del Buen Vivir. Los
teóricos de la modernización han propuesto que la estación futura de la agricultura
campesina debería ser la misma de la agroempresa, que ha logrado éxito económico e
integración en el mercado, siguiendo saltos tecnológicos. Domina la perspectiva que
busca facilitar el acceso de los campesinos funcionales a las cadenas de valor,
fortaleciendo la capacidad empresarial, sin preocuparse de las asimetrías. No está clara la
propuesta de cómo transitar hacia economías solidarias campesinas, creando nuevas
50
formas de asociatividad, aglomeraciones de escala y encadenamientos.69 Se sataniza al
minifundio y se instrumentaliza mercantilmente a la llamada “multiactividad”, funcional
a muchas empresas capitalistas. La ENBVR pretende cambiar esta lógica dualista
mediante la promoción de un nuevo enfoque de políticas públicas, intersectoriales, de
orden territorial. Enfrentar simultáneamente las causas estructurales de la exclusión y el
empobrecimiento, cerrar las brechas de inequidad, impulsar la productividad de los
factores, ampliando las oportunidades de ingreso local, en el marco de la sustentabilidad.
El Ecuador rural que queremos está integrado por mundos diversos y singulares en los
que las familias, las comunidades, los recintos, los pueblos y las nacionalidades aspiran
vivir en condiciones de dignidad, salud, solidaridad, creatividad, autonomía, alegría,
tranquilidad, consciencia ambiental, sintiéndose incluidos y productivos. Observando a lo
interno de la matriz productiva macro, sin embargo, el patrón de acumulación que
hegemoniza el “desarrollo” del capitalismo en la agricultura se caracteriza por la
intensificación del dominio del agronegocio y de la producción agroindustrial, todo ello
en el marco de la internacionalización del comercio y del mercado. En este sentido, el
Programa de Gobierno 2013-2017 nos recuerda que “La procura del Buen Vivir requiere
políticas y programas que desestructuren las bases de una matriz productiva ya dada,
que abra las posibilidades para la diversificación de la economía, logre la reactivación de
las fuerzas productivas locales y la generación de empleo digno, para reforzar el carácter
democrático del Estado. Allí radica el núcleo central de un programa serio y viable de
transformación estructural de la sociedad“. 70
Es posible construir una matriz productiva agropecuaria donde todos entren y participen
productiva, sustentable y dignamente. El desafío está en poner en marcha una política
pública que coloque al Ecuador rural en el camino de una producción diferenciada con
69
Se recomienda registrar e integrar las experiencias existentes en el Ecuador para mejorar las políticas públicas favorables al crecimiento de la economía solidaria entre los pequeños agricultores. Proponemos ampliar las actividades de comercio solidario que, generalmente, expresan cuatro características fundamentales: la cooperación entre los productores involucrados en toda la cadena, desde la producción hasta la comercialización; la autogestión que es posible construirla mediante la propiedad colectiva o el uso compartido de los medios de producción; la dimensión económica solidaria que exige un esfuerzo de todos los miembros en la realización del proyecto compartido; y la solidaridad que entrelaza al grupo con el fluir de emociones, coordinando sus haceres. Debemos desarrollar instrumentos para enfrentar la desconfianza que apaga la solidaridad, que brota de la cultura patriarcal, del autoritarismo, de la incomprensión del otro, que bloquean la solidaridad
70 Patria Altiva y Soberana (2013). Programa de Gobierno 2013 – 2017. Gobernar para profundizar el
cambio. 53 Propuestas para el Socialismo del Buen Vivir. Quito. Pág. 46.
51
valor agregado y de base agrícola, sin devorar la naturaleza, y también producir
suficientes alimentos sanos que toda nuestra sociedad necesita para poner en su mesa.
Se piensa el Buen Vivir Rural como un proceso simultáneo de transformación productiva,
innovación tecnológica, emancipación social, participación ciudadana e inclusión
socioeconómica, de innovación institucional de un espacio territorial rural, para crear
sustentabilidad ambiental y convivencias solidarias, reduciendo los desequilibrios
económicos, políticos y sociales.
6.1. El sujeto privilegiado de la ENBVR: la agricultura familiar campesina - AFC
El sistema agropecuario ecuatoriano contiene varios tipos de agriculturas estrechamente
interconectadas, cada una de ellas portando sujetos diferenciados que persiguen
cambiantes y complejas racionalidades productivas. Junto al modelo de modernización
sectorial agropecuario configurado hegemónicamente alrededor del agronegocio
exportador e industrial, en buena medida especializado en la producción de
commodities, la dinámica agrícola ecuatoriana también se apoya en el esfuerzo de una
amplia y diversa base de agricultura familiar campesina, indígena, montubia y afro
descendiente, que no expresa solamente un sector de la economía, sino que constituye
un valor social y cultural histórico que es parte de todos/as nosotros/as.
La ENBVR es definida para posibilitar la emergencia del Buen Vivir en toda la sociedad
rural y pretende llegar con sus políticas diferenciadas e inversiones a toda la población
rural. Sin embargo, y no obstante que se reconoce con claridad que lo rural no es
sinónimo de agricultura, peor aún de pequeños y medianos agricultores campesinos, la
decisión política ha sido la de privilegiar al campesinado mestizo, indígena, montubio y
afroecuatoriano.
Los sujetos que integran la agricultura familiar campesina, como actividad, han sido y son
los más afectados del orden estructural rural, tanto socioeconómico como sociocultural,
aún vigente en Ecuador. Afectados por la pobreza, la vulnerabilidad social, cultural y
territorial, la desigualdad, la exclusión, las altas tasas de analfabetismo, los bajos niveles
de escolaridad, por mecanismos de comercialización que conllevan condiciones
desventajosas, y entre otras variables, por la percepción de la otredad cultural de
manera estereotipada, como sujetos inferiores, social y culturalmente.
Los agricultores/as familiares campesinos constituyen el sujeto privilegiado de la
Estrategia, y no solo porque son titulares de los derechos garantizados en la Constitución,
sino porque son segmentos productivos indisociables del sistema económico
52
prevaleciente, esenciales para garantizar nuestra seguridad y soberanía alimentaria. Los
campesinos ecuatorianos expresan diversos y cambiantes modos de vida, son social y
culturalmente heterogéneos, normalmente desempeñando labores rurales agrícolas y
pecuarias organizadas mediante el uso intensivo del trabajo familiar no remunerado.71 El
principio que estructura la vida social y productiva campesina es el uso de la mano de
obra familiar disponible, que asume diversas estrategias, según las presiones del
contexto y el tipo de familias. 72Al contrario de la agricultura empresarial capitalista, la
agricultura familiar campesina se reproduce principalmente a base de su propio trabajo,
desde un profundo conocimiento de los agroecosistemas locales, tomando decisiones
económicas afirmadas en supuestos propios, en general, según reglas no equiparadas
estrictamente a la lógica capitalista de mercado.
Sabemos muy poco sobre las dinámicas en las que están involucrados los campesinos
ecuatorianos. Fueron tan excluyentes las políticas neoliberales de desarrollo rural que no
solamente perturbaron al medio rural y el modo campesino de vida, sino que, salvo
pocas excepciones, alejaron al campesino del campo de la investigación, demostrando
insolidaridad. Se estudió la pobreza rural, las políticas agrarias, la relación entre la
agricultura y la globalización, las cadenas de valor, la comercialización agropecuaria, la
reforma agraria, el empleo rural, la mujer rural, algunas dinámicas “territoriales”, el
movimiento indígena, las agro-exportaciones, etc., pero muy poco sobre las estrategias
productivas o modalidades de acción de los campesinos ecuatorianos.73
No cabe duda alguna, la falta de estudios sobre la diversidad de campesinos – en general
sobre la estructura agraria ecuatoriana – sus racionalidades y actividades productivas, es
un obstáculo al diseño de políticas públicas diferenciadas. Afirmamos por ello que la
economía campesina tiene un fuerte contenido territorial, que también es rural por su
dependencia de los recursos naturales. Se conoce muy poco sobre la variedad de las
formas campesinas de producción ecuatoriana, particularmente la comunitaria. Salvo
pocas excepciones, se ha prestado atención a los sistemas productivos plenos de
policultivos, propios de las fincas campesinas, cuya subsistencia no depende de cultivos
tecnificados sino de una diversidad de productos y prácticas aprendidas a lo largo del
tiempo. La visión sectorial convencional no considera a las unidades familiares como
71
Carlos Julio Jara (2012) Campesinos. SENPLADES, Quito. 72
En buena medida la creación de un mercado de trabajo temporal e itinerante resulta de la desintegración o empobrecimiento progresivo de la organización de la AFC. 73
Ver Manuel Chiriboga Vega (2008). 30 años después: una reflexión sobre estudios rurales y agrarios en Ecuador. Quito.
53
sistemas de actividades productivas, lo que afirma las respuestas públicas reducidas al
apoyo técnico y financiero en pocos productos. 74
La agricultura familiar campesina –AFC es importante en el Ecuador y en la mayoría de
los países de América Latina. En nuestro país, la agricultura familiar campesina alberga
más de 700.000 hogares, lo que significa que abraza aproximadamente el 23% de la
población total del Ecuador.75 Se especializa en la producción de alimentos para el
consumo interno, y provee cerca del 60% del total de alimentos consumidos por las
familias ecuatorianas (76% de la producción de maíz suave; 64% de papa; 49% de arroz;
42% de la leche; 46% de maíz duro y el 83% de la producción de carne de ovino).76 En el
2010 la contribución de la agricultura familiar al PIB sectorial agropecuario fue de
aproximadamente $2,250 millones, esto es, el 45% del total.77 La agricultura familiar
campesina contribuye con la oferta de productos de exportación: 80% de las UPAS de
cacao y 93% de las UPAS de café.78 Hay estudios que demuestran que la agricultura
familiar campesina produce hasta 7 veces más empleo y es más eficiente en la
generación de ingresos y riqueza por hectárea comparada con la agricultura patronal o
capitalista.79 Es la principal actividad fuente generadora de ingresos en nuestros mundos
rurales; absorbe mano de obra local y posibilita reducir las tasas de desempleo. De ser
sostenible, contribuye a establecer a las personas, especialmente a los jóvenes en los
territorios rurales.
Además, contribuye a la conservación de semillas y la diferenciación de productos, usa
menos energía e insumos derivados del petróleo, revela gran capacidad y potencial de
aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, tiene rasgos y relaciones que
favorecen el desarrollo de economías solidarias, tienen relaciones muy cercanas al
ambiente natural, promueven biodiversidad genética, etc. Estudios demuestran que la
agricultura familiar campesina puede adaptarse y está más preparada para enfrentar las
variaciones climáticas, reduciendo o distribuyendo el riesgo de la cosecha, por el uso de
variedades endógenas, la diversificación de cultivos, el manejo de malezas, los sistemas
silvo-pastoriles, y algunas tenaces prácticas tradicionales frecuentemente juzgadas como
74
Por ejemplo, no hay programas de crédito para el sistema productivo campesino, sino para determinados rubros comerciales. 75
La población ecuatoriana actual es de aproximadamente 15 millones de habitantes; de mantenerse la tasa promedio anual de crecimiento poblacional de los últimos nueve años, a saber 1.9%, la población se duplicaría en los próximos 37 años. 76
FAO-BID (2007). Políticas para la Agricultura Familiar en América Latina y El Caribe. 77
Ramón Espinel (2011). La Agricultura familiar y su sostenibilidad. RIMISP. Quito. 78
MAGAP- AVSF, Circuitos Alternativos de Comercialización – CIALCO- 2010. 79
Empresa brasileira de pesquisa agropecuaria –EMBRAPA (2009).
54
improductivas.80 De la misma manera, los campesinos, particularmente las mujeres, son
vulnerables a las fuertes e impredecibles lluvias, pues son mucho más dependientes de
los recursos naturales. Se afirma que la agricultura sustentable a escala familiar “enfría el
planeta”.
Las AFCs representan el 80 % de los empleos agrícolas directos del Ecuador; constituye la
primera fuente de trabajo en el país. La AFC se caracteriza por ser la principal fuente de
empleo e ingresos para la población rural.81
Debido al empobrecimiento y el proceso de ruptura de los tejidos sociales el Ecuador
rural presenta un creciente proceso de feminización de la agricultura. El 40% de las
mujeres rurales ocupadas en la agricultura lo hacen por cuenta propia, significando que
son jefas de hogar responsables de la producción de sus fincas.82 Las mujeres rurales
80
Antônio Márcio Buainain (2006). Agricultura Familiar, Agroecologia e Desenvolvimento Sustentável: questões para debate. IICA-Brasil. 81
SENPLADES (2010) Estudios de consultoría en la dimensión económica-productiva rural. 82
CEPAL, FAO (2009). El Empleo de las mujeres rurales en Ecuador, lo que dicen las cifras al 2007, Santiago.
55
realizan múltiples jornadas: trabajo doméstico dentro hogar, cuidado de niños y adultos,
cultivos en la parcela, atención de animales, ayuda otros hogares, comercialización,
trabajos comunitarios. Si bien las mujeres han ampliado su participación laboral en la
producción agrícola comercial – que demanda el uso intensivo de mano de obra - entre
el campesinado, ellas asumen mayores cargas vinculadas a la reproducción de la unidad
doméstica y productiva. 83 La diversificada AFC y su intensa economía de cuidado, han
desafiado la sentencia formulada por la modernidad capitalista promotora del complejo
urbano-industrial, que señalaba un irremediable proceso de descampesinización.84
No se trata de los sobrevivientes de una cultura ancestral y de una forma de economía en
claro declive, aparentemente vencidos por las dinámicas de la modernización capitalista;
recientemente resistieron el ajuste estructural promovido por las políticas neoliberales
en los años 90.85 Debido al mito de la modernidad, no existe suficiente conciencia entre
sociedad civil y los agentes públicos sobre el papel decisivo de la AFC en la seguridad
alimentaria, ni se reflexiona sobre su rol estratégico dentro del cambio de matriz
productiva. Este cambio en el patrón de acumulación no viable sin soberanía alimentaria.
Se trata de un sujeto social históricamente desvalorizado por las políticas públicas, pero
que dotado de instrumentos eficaces y de mecanismos de desarrollo ajustados a sus
lógicas productivas y modos de vida, pueden transformarse en motores de cambio,
impulsando la transformación social y económica del Ecuador. Las oportunidades han
sido abiertas principalmente a los agroexportadores y agroindustriales, ampliando las
brechas de ingreso y tecnológicas entre los campesinos y los agroempresarios. No hay
actividad económica más familiar en Ecuador que la AFC.
El tema de la productividad campesina merece ser reflexionado en este punto.86 Es
indudable que existen enormes brechas de productividad al interior del sector agrario
ecuatoriano, y respecto a los países calificados como “desarrollados”. Constantemente
83
Susana Lastarria-Cornhiel (2008). Feminización de la agricultura en América Latina y África Tendencias y fuerzas impulsoras. RIMISP. Santiago de Chile. 84
Carlos Julio Jara (2012). La Estrategia de “Desarrollo” del Buen Vivir Rural: el papel de la Agricultura Familiar Campesina. SENPLADES, Quito. 85
La retirada del sector público de muchas de las funciones de apoyo al desarrollo campesino, junto al ajuste y la eliminación de las empresas estatales, crearon importantes vacíos institucionales, que no fueron llenados adecuadamente por las ONGs, lo que debilitó los mercados de crédito rural, comercialización y asistencia técnica. El agricultor campesino asumió parcialmente el paradigma de la revolución verde, viéndose forzado a entrar en procesos de regresión tecnológica. 86
La productividad, de manera clásica, define la relación entre la cantidad de productos que obtiene un determinado sistema productivo y los recursos o factores productivos que son utilizados para obtener dicha producción. En la misma lógica la productividad agrícola se define como el cociente entre la producción lograra y el total de los factores productivos empleados.
56
se afirma que las grandes fincas son más productivas que las pequeñas, al constatar que
las primeras entregan mayor cantidad total de productos por hectárea. Se comparan los
rendimientos, la cantidad de maíz, soya, papas, arroz, etc., por unidad de área. Estas
comparaciones se realizan en el marco de un paradigma de modernización sectorial que
apuesta en los monocultivos, con uso intensivo de fertilizantes químicos y mecanización.
En Ecuador, por ejemplo, el rendimiento promedio estimado por hectárea de maíz
amarillo, sin paquetes tecnológicos industrializados, es de 3.7 TM/ha, mientras que en
los Estados Unidos que es de 7 TM/ha. Buscando aumentar los rendimientos, el cultivo
en escala de un solo producto generalmente entrega mayores cosechas, lo que no
significa que factores como la tierra y el agua están siendo utilizados de manera
eficiente, o que los salarios sean dignos, sin considerar el descuido en la salud ambiental
de los agroecosistemas. La productividad del agricultor familiar campesino puede ser
baja en muchos rubros, pero las causas de ese desempeño son, esencialmente, más
sociales y políticas, que técnicas.
No es cierto que la productividad campesina siempre se coloque por debajo de la
mediana o grande empresa. En un texto creativo publicado por el Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura - IICA en el 2004, se afirma que: “Un
argumento utilizado con frecuencia es que las fincas grandes son más productivas y
eficientes que las fincas familiares pequeñas. Este argumento, sin embargo, ha sido
rebatido, arguyendo que los criterios con que se analiza la productividad en fincas
grandes no son aplicables a la agricultura familiar, pues se trata de sistemas productivos
con una lógica económica diferente. En las fincas grandes, caracterizadas por la
especialización, el objetivo fundamental es la maximización de las ganancias. En las
fincas familiares pequeñas, que generalmente son diversificadas, más que la
maximización de ganancias, el objetivo es la reproducción del sistema…; además, el
factor trabajo es aportado casi en su totalidad por el núcleo familiar y se contratan
menos insumos modernos. Estas diferencias tienen implicaciones para la selección de los
criterios con que se evalúa la productividad en cada caso.”87
La ciencia social nos enseña que los métodos de medición deben permitir un
conocimiento confiable, lo que no es del todo posible si no se observan las mismas cosas,
mejor dicho, si las unidades de análisis son diferentes. La estructura compleja de la
agricultura familiar campesina, esto es, el sistema diferenciado de relaciones que
conforman su forma de producción, no necesariamente se asemeja a las formas
87
Sergio Sepúlveda, Adrián Rodríguez, Rafael Echeverri y Melania Portilla (2004). Agricultura familiar y desarrollo rural desde una perspectiva territorial. IICA. Asunción, Paraguay. Pág.12.
57
empresariales dedicadas al monocultivo.88 Aunque, por supuesto, hay campesinos
vinculados al mercado que se han especializado, por ejemplo, en la producción de papas,
o de arroz.89 Los autores anotados continúan argumentando y nos dicen: “La
controversia sobre la productividad relativa de las fincas familiares pequeñas vs. fincas
grandes remite, entonces, a la discusión sobre cuál es la medida adecuada de
productividad que se debe utilizar en uno y otro caso. Dos medidas son posibles: a) la
medida convencional de rendimiento por producto por unidad de área; y b) una medida
de producción total por unidad de área. El principal argumento es que si se desea evaluar
de una manera justa ambas productividades se debe descartar el concepto de
rendimiento. Por el contrario, la medida adecuada de productividad es el producto total,
esto es, la suma de todo lo que se produce en la finca por unidad de área…. La obtención
de un alto rendimiento en un cultivo determinado es posible si únicamente se planta ese
cultivo, como en el caso del monocultivo. Sin embargo, como se ha visto, una
característica de la agricultura familiar es la combinación y rotación de cultivos. Por lo
tanto, el utilizar una medida de rendimiento de cultivos como medida de productividad
otorga ventaja a las fincas grandes, debido a la especialización que es típica de este tipo
de explotaciones”. 90
Existe una diferencia fundamental entre el sistema parcelario campesino que necesita sostener un sistema de multicultivos y la agricultura monocultora. 91
88
Carlos Jara (2012). Campesinos. SENPLADES. Subsecretaria de Planificación. 89
En realidad, las pequeñas unidades campesinas pueden ser más productivas que las grandes, si evaluamos la producción total y no solo el rendimiento de un solo cultivo. Estamos lidiando con sistemas integrados en torno a policultivos, de cultivos asociados que son objeto de rotación (papas, leguminosas, cucurbitáceas, quinua, forrajes y productos de origen animal). Una UPA mediana o grande puede producir más maíz o papas por hectárea que una pequeña parcela en la que la papa es parte de un policultivo, donde encontramos frijoles, zapallos, cuyes, gallinas, cerdos, plantes medicinales. Es indudable que los productos aprovechables por la unidad familiar y la comunidad rural es mucho mayor que cualquier monocultivo. 90
Sergio Sepúlveda, et al (2004). Óp. cit. Pág. 13. 91
Manuel Chiriboga Vega (s/f) hace una diferencia entre agricultura familiar y el campesinado: “La pequeña agricultura familiar, a diferencia de las unidades minifundistas y de campesinos pobres y sin tierra, dispone de suficiente tierra, en algunos casos con acceso a agua, produce principalmente para el mercado, de donde la familia obtiene principalmente sus ingresos, ha incorporado cambios tecnológicos, utilizando entre otros, semilla mejorada, fertilizantes y agroquímicos, en algunos casos explota la tierra con apoyo de maquinaria y consigue rendimientos satisfactorios. Se asemeja a la unidad campesina por el hecho de que la actividad productiva se realiza principalmente con el concurso de la familia, y en el caso de organizaciones de tipo asociativo, con el trabajo de los asociados”. Desafíos de la Pequeña Agricultura Familiar Frente a la Globalización. Quito.
58
Se insiste en la noción de campesino/a porque la Estrategia observa en las formaciones
sociales campesinas no solo una forma de economía, sino modos específicos de vivir la
existencia humana. Nuestro régimen de desarrollo, según la Constitución, nos manda
proteger y promover la diversidad cultural, y respetar los espacios de reproducción e
intercambio. 92 No se confunde al sujeto con la actividad que realizan, o la lógica con la
que operan, aunque todo sea interdependiente. No es justo ni ético continuar con
políticas públicas y patrones productivos que afirmen la descomposición del
campesinado.
Observamos al pequeño campesino arrocero del cantón Palestina en la Cuenca del
Guayas, y al campesino minifundista indígena de Guamote del Chimborazo, pero también
a las campesinas que integran la cadena del cuy en Cochapata de Nabón en Azuay, y a los
campesinos cacaoteros de la Manga del Cura, a los pequeños productores de caña de
azúcar del cantón Pangua en Cotopaxi, etc. Una enorme heterogeneidad. Hoy existen
numerosos agricultores campesinos dedicados a la monoproduccción, como los
“pequeños” arroceros del Guayas y Los Ríos, y los campesinos productores de papa en
Carchi, por ejemplo. La monoproduccción campesina toma forma luego de los primeros
procesos de “reforma agraria”, con las presiones de la revolución verde, la promoción de
las commodities, pero no constituye una función tradicional del modo de vida y
92
Art 275. Constitución de la Republica del Ecuador, 2008.
59
producción campesino. En este sentido el proceso de transformación social y productiva
que propone la ENBVR implica “bajar reflexivamente a los territorios” para conocer las
características y dinámicas de las economías campesinas locales, las relaciones
comerciales y políticas con el entorno. Será en los diversos territorios, junto a los propios
campesinos donde se pueda identificar las caracterizaciones específicas del campesinado
local, sus agriculturas y problemas. Será posible entender porque una unidad productiva
campesina (UPC) tiene los rasgos que tiene, sus vínculos con el mercado y los
mecanismos que operan en el territorio, tangibles o intangibles, que producen su
empobrecimiento o bloquean la productividad. Porqué algunos campesinos no logran
salir de una dinámica de reproducción simple, qué los lleva a mejorar sus ingresos, y
cómo se vinculan con las cadenas de valor.
Para entender esa compleja diversidad de la agricultura familiar campesina, la ciencia
social agraria se ha valido de numerosas tipologías. Si se toma como criterio central la
manera como se vinculan los campesinos al sector agro-alimentario y se destaca su
principal fuente de ingresos, se ha propuesto la siguiente diferenciación socioeconómica:
1) agricultores familiares campesinos capitalizados; 2) agricultores campesinos
proletarizados; 3) agricultores campesinos semi-proletarios; 4) agricultores campesinos
comunitarios de subsistencia.
La SENPLADES, en un estudio de la dimensión económico-productiva rural, identificó los
siguientes tipos de campesinos dedicados: al autoconsumo (formas comunales,
indígenas); semi-asalariados (producción parcelaria complementada con salarios);
productores campesinos de subsistencia vinculados al mercado; agricultores campesinos
comerciales (producción destinada al mercado)93 Observado el grado en que la actividad
agropecuaria de la AFC se vincula a los mercados varios autores se apegan a la siguiente
tipología: 1) AFC de subsistencia; 2) AFC de transición, y 3) AFC consolidada.
A. Explotaciones campesinas de subsistencia: identifica principalmente al
minifundio cuya producción cuya dinámica se focaliza principalmente en el
autoconsumo, presentando una diversificación de actividades fuera y dentro de la finca
para complementar los ingresos familiares;94
93
SENPLADES (2010). Estudios de consultoría en la dimensión económica-productiva rural. 94
Estos campesinos mal equipados tecnológicamente, frecuentemente analfabetos y mal dotados de tierra, se ven obligados a buscar trabajo en las empresas agrícolas, en la construcción urbana, en el sector informal, por jornales bajos.
60
B. Explotaciones campesinas familiares: cuyo tamaño de UPA varía según la
región, utiliza principalmente mano de obra familiar y el destino de la producción se
reparte entre el autoconsumo y el mercado. Son productores que cuentan con recursos
suficientes en cantidad y calidad, pudiendo reproducir su subsistencia a partir de la
actividad agropecuaria. Ese circuito de reproducción simple, sin embargo, es
complementado por el trabajo extra predial temporal de algunos miembros del hogar.
Pueden generar excedentes para ser en algo reinvertidos en la actividad productiva y en
el bienestar de la familia;
C. Pequeña agricultura campesina comercial: de igual manera el tamaño
promedio de la UPA varía según la región, tienen mayor dotación de activos y
capacidades, de capital, tierra y tecnología, utilizando mano de obra familiar y, en ciertas
temporadas, trabajo asalariado. Generalmente su producción se orienta al mercado, han
logrado algún grado de especialización productiva, de asociatividad, de integración con
cadenas agroindustriales, lo que les permite generar pequeños excedentes para
reinvertir, lo que posibilita su transición hacia formas empresariales.95
En esta perspectiva, un valioso estudio realizado por Sara Wong y Carlos Ludeña (2006),
al estudiar los datos de la Encuesta de Vida 1998, indica que un 88% del total de
unidades productivas agropecuarias en el Ecuador corresponde a agricultura familiar; lo
que corresponde a un total de 739,952 Upas, que ocupan un 41% del total de nuestra
tierra productiva. De ese total de AFC el 62% se ubican en el rango de la agricultura
campesina de subsistencia, el 37% a la agricultura campesina en transición y solo el 1% a
la agricultura consolidada.96 Este estudio debe ser actualizado y sus categorías analizadas
según regiones, para lograr una idea más clara sobre el tamaño promedio de cada Upa
ubicada en la “casilla” de subsistencia, de transición o consolidada.
La Estrategia propone establecer un nuevo pacto social con el campesinado ecuatoriano,
a riesgo de profundizar de forma insostenible las brechas estructurales, profundizando la
ingobernabilidad. La Estrategia niega el mito de que la agricultura familiar campesina
constituye un bloqueo al desarrollo social y económico del Ecuador.
95
Manuel Chiriboga Vega (s/f). Desafíos de la Pequeña Agricultura Familiar Frente a la Globalización. Quito. Ver también: Luis Alejandro Acosta y Marcos Sebastián Rodríguez (s/f) En busca de la Agricultura Familiar en América Latina. Santiago de Chile. 96
Sara Wong y Carlos Ludeña (2006). Caracterización de la Agricultura Familiar en Ecuador. FAO-BID. Proyecto GCP/RLA/152/IAB, “Impacto de los Tratados de Libre Comercio sobre la Agricultura Familiar en América Latina e instrumentos de compensación”
61
El líder campesino histórico, Jorge Loor, cuando era el dirigente de la Unión de
Organizaciones Campesinas de Manabí – UPOCM - nos ofreció la siguiente definición de
la agricultura familiar campesina:
“Somos una manera de vivir y de producir de acuerdo a nuestra cultura, y seguimos el
objetivo de asegurar nuestra vida familiar, en condiciones sencillas, pero suficientes.
Tenemos poco capital, nuestras fincas son pequeñas, pero el manejo de nuestra unidad
productiva y las inversiones que realizamos las decidimos nosotros, que tenemos lazos
familiares; en nuestra economía, la mayor parte del trabajo, la propiedad de la tierra y
los demás medios de producción (aunque no siempre tenemos títulos) pertenecen a
nuestra familia, que es el sitio donde se enseñan y se transmiten las costumbres, las
prácticas, las creencias y las experiencias que vienen del pasado. ”97
6.2. Visión, misión y finalidad de la ENBVR.
La visión de futuro de la ENBVR traduce la construcción en positivo de la imagen rural y
campesina deseada, compartida y viable al 2017. Se vislumbran los siguientes:
a) El potencial de la ruralidad ecuatoriana, como impulsor de dinámicas socioeconómicas
funcionales al cambio de la matriz productiva macro ha sido reconocido y el Estado ha
construido una institucionalidad intersectorial y multiniveles, dotada adecuadamente
de recursos técnicos y financieros, para promover el despliegue del Buen Vivir Rural;
b) La población rural ecuatoriana ha mejorado significativamente sus condiciones
sociales básicas, particularmente educación, salud, hábitat seguro y trabajo digno,
habiéndose cerrado de manera significativa las brechas de inequidad y las urbano-
rurales, en el marco de la interculturalidad y mediante relaciones corresponsables;
c) Los agricultores campesinos, los pueblos indígenas, los recintos montubios y las
comunidades afroecuatorianas, han mejorado significativamente su calidad de la vida,
sus condiciones de producción e intercambio, y el disfrute de sus derechos humanos,
individuales y colectivos, disponiendo de oportunidades para definir y concretar sus
planes de vida, afirmando sus identidades;
97
Carlos Jara (1983). Proyecto DRI Jipijapa. Secretaria de Desarrollo Rural Integral - SEDRI- Presidencia de la República del Ecuador.
62
d) Las poblaciones rurales han analizado las causas profundas de sus problemas de
desarrollo que impiden el disfrute de los derechos humanos, y han participado
activamente, junto con las instituciones sectoriales centrales y los GADs, en la
definición de políticas públicas, planes y estrategias territoriales, ajustadas a sus
realidades ambientales, sociales, culturales;
e) Las poblaciones rurales y las comunidades campesinas han ampliado sus capacidades
productivas, técnicas, organizacionales y de gestión, y configuran ambientes
territoriales inclusivos, productivos, solidarios y sustentables, que preservan los
recursos naturales, recuperan la fertilidad de los suelos y protegen la
agrobiodiversidad, conforme a los derechos de la naturaleza;
f) Las comunidades y las pequeñas urbes que integran los territorios rurales, construyen
pactos sociales que reconocen la diversidad étnica y cultural, recogen las expectativas
y las demandas de todos los habitantes, desarrollando redes sociales, relaciones de
confianza y solidaridad, que enriquecen el tejido social y fortalecen la gobernanza,
asumiendo deberes y responsabilidades;
g) Se fortalece en la ruralidad los procesos re-distributivos de la riqueza, se diversifica la
producción en los territorios, se incrementan las plazas de trabajo digno y se reduce la
migración de los campesinos pobres y comunidades indígenas a los centros urbanos, y
se habilitan condiciones de inserción laboral que privilegian a la juventud, percibida
como co-creadora del destino de los mundos rurales;
h) La diversificada AFC ha mejorado significativamente los niveles de productividad y con
ello, los niveles de ingreso, de ahorro e inversión, se cuenta con mayor y mejor acceso
a activos y servicios, particularmente crédito y tecnologías limpias, aumentan las
inversiones en I&D en favor de la AFC y se dispone de mayor infraestructura física,
particularmente caminos vecinales y riego comunitario, pero también de conectividad
e información, ha mejorado la calidad de la participación en las cadenas de valor y en
los mercados de alimentos, aumentando la producción con valor agregado;
i) Se han formulado de manera participativa, planes y estrategias territoriales que
priorizan la transformación estructural que despliega el Buen Vivir, particularmente las
relaciones sociales y de poder que reproducen la pobreza y la exclusión social, y se han
construido modelos locales de participación y gestión social para incidir, impulsar,
acompañar y controlar los procesos;
63
j) Se ha defendido a la producción campesina del dumping resultante de las
importaciones subvencionadas, se impiden los monopolios y las prácticas
especulativas, se han fortalecido las organizaciones de productores para acceder
directa y solidariamente a los mercados, se han apoyado los circuitos alternativos de
comercialización y se venden alimentos sanos al consumidor;
k) Se construye una sociedad rural donde la innovación y el aprendizaje se revelan como
procesos creativos, que son extendidos a toda la población, para incrementar la
productividad y mejorar las condiciones de vida, se reorienta la investigación y el
desarrollo tecnológico en función de los problemas prioritarios de la AFC, el dialogo de
saberes ha sido institucionalizado, se sistematizan las buenas practicas productivas, se
construyen redes de interaprendizaje en los territorios, y se forman extensionistas con
capacidad de articular los nuevos conocimientos con el preexistente, posibilitando la
innovación social.
l) Se han creando instrumentos eficaces de política para mejorar el acceso y la
distribución de activos y factores de producción, particularmente tierra y agua, y se
han creado nuevas formas de propiedad y producción coherentes con los principios de
la economía solidaria, posibilitando el despliegue de economías rurales diversificadas;
m) En el marco de la soberanía alimentaria, se ha regulado la expansión de la frontera
agrícola, se controlan los procesos de concentración y acaparamiento de la tierra y su
renta, así como del agua para riego, se han desarrollado incentivos, tecnologías
apropiadas y formas asociativas capaces de dotar al minifundio de factores positivos
que lo vuelvan gradualmente sostenible, y el latifundismo ha sido erradicado;
n) Se ha reconocido el papel de la mujer rural y campesina, particularmente su
participación en la economía del cuidado, se introduce el enfoque de género en los
procesos de planificación y gestión del Buen Vivir Rural, incrementando la presencia de
las mujeres en los procesos de toma de decisiones, para ampliar las oportunidades y
afirmar el ejercicio de sus derechos;
o) Se ha creado una Banca de Segundo Piso para atender los problemas de
financiamiento de la AFC y se fomenta, a través del sistema financiero rural, las
diversas actividades productivas rurales, particularmente las que buscan el incremento
del valor y la movilidad de los factores productivos hacia niveles de mayor
productividad y sustentabilidad.
64
p) Los servicios financieros rurales, particularmente los vinculados al sistema solidario,
han ampliado sus redes en los territorios rurales, han sido capitalizados por la Banca
de Segundo Piso y asignan oportunamente liquidez a las AFC, estimulando la
emergencia de las economías solidarias;
q) Se genera mayor producción de alimentos tomando cuidado de la salud ambiental de
los agroecosistemas y se han formulado y puesto en marcha estrategias territoriales
de transición hacia formas agroecológicas de producción, posibilitando la emergencia
de una cultura productiva basada en la responsabilidad social y ambiental;
r) El Buen Vivir Rural, en el contexto de la enorme heterogeneidad rural ecuatoriana, se
concreta en los territorios rurales, percibidos como espacios donde se sintetizan las
competencias, las propuestas sociopolíticas y las responsabilidades, y donde se
articulan las dinámicas, las políticas y los procesos, apoyados por modelos
diferenciados de gestión;
s) Se han formulado nuevas reglas del juego mediante nuevos arreglos institucionales,
dotados de capacidades, conocimientos, eficiencia, estabilidad y legitimidad para
gestionar procesos de Buen Vivir Rural, con el protagonismo de los GADs, los sectores
públicos están preparados para articular programas y gestionar políticas
intersectoriales ajustadas a las realidades territoriales y demandas prioritarias
expresadas por los actores locales;
t) Se ha creado una cultura institucional que orienta eficientemente las capacidades y los
recursos sectoriales hacia el despliegue del Buen Vivir en los territorios, privilegiando
el concepto de proyectos estructuradores,98 configurado una oferta coordinada y
diferenciada de políticas que se articulada y concierta con un enfoque de demandas,
que permita la expresión de demandas y medidas adaptadas a las realidades
territoriales por parte de las sociedades locales.
La institucionalidad pública responsable de la ejecución de la ENBVR tanto a nivel central como
zonal, provincial y territorial tendrá como misión esencial:
a) Fortalecer los vínculos de coordinación y articulación de las políticas públicas, tanto
entre los sectores del Gobierno nacional vinculados al Buen Vivir Rural, como entre
98 Se refiere a las propuestas estratégicas que tienen la capacidad de cambiar las estructuras sociales,
económicas y políticas de un territorio, garantizando los derechos humanos y de la naturaleza.
65
diferentes niveles de gobierno, estableciendo un nuevo modelo de gestión integral de
políticas públicas intersectorial;
b) Alinear la ENBVR con los ejes, políticas y lineamientos del Plan Nacional del Buen Vivir
2013-2017, así como con la Estrategia Territorial Nacional, las Agendas para la Igualdad
y las Agendas Zonales, abriendo paso a la formulación de síntesis de acción política en
escala territorial;
c) Mejorar constantemente las relaciones de coordinación entre actores sociales,
sectores y niveles de gobierno, adoptando modelos de gestión basados en la
cooperación y la complementariedad, creando capacidades de gestión territorial, a fin
de ganar credibilidad, legitimidad y pertinencia frente a la sociedad local;
d) Formular y ofertar políticas públicas diferenciadas, pero también definir prioridades
de acción destinadas a provocar cambios estructurales, afirmados en espacios
democráticos de participación, con capacidad y legitimidad, que posibiliten el ajuste y
la pertinencia de las políticas públicas territoriales, realizando las asignaciones
presupuestarias indispensables para estos propósitos;
e) Ganar coherencia, desfragmentar la gestión política y crear sistemas de
interaprendizaje institucional para compartir visiones de mundo, conceptos, valores,
enfoques, principios, premisas, paradigmas, finalidades, a fin de crear sinergia de
esfuerzos, complementariedades, concurrencia de políticas, excelencia y eficacia en la
gestión hacia el Buen Vivir Rural;
f) Establecer sistemas de información, seguimiento y evaluación, crear una batería de
indicadores de gestión, y llevar a cabo investigaciones retrospectivas y prospectivas
para percatarse del desempeño de las políticas diferenciadas y los procesos de cambio
estructural, a fin de retroalimentar las decisiones y enriquecer la calidad de las
intervenciones;
g) Ampliar o fortalecer los espacios de participación de la población rural y las
organizaciones campesinas en las esferas de decisión para afirmar su protagonismo en
la construcción del Buen Vivir, asegurando que la agricultura familiar campesina tenga
un rol activo en el proceso cambio de la matriz productiva macro, desde su papel
estratégico en la construcción de la soberanía alimentaria;
66
h) Diseñar y validar mecanismos de planificación territorial que recojan, concierten y
sinteticen agendas de prioridades que sean realistas, ajustadas, flexibles,
participativas, estratégicas, endógenas, sustentables y viables, acotando con claridad
la temporalidad y los sectores, programas y proyectos que deben intervenir de forma
cooperante, con su dotación presupuestaria;
i) Aumentar la concienciación de la institucionalidad pública, central y local, de la
sociedad civil y demás agentes sociales, sobre el potencial y el papel decisivo de la AFC
en la producción de alimentos, el cuidado de los bienes comunes, la conservación de
los ecosistemas y la biodiversidad, la protección de los paisajes y servicios
ambientales;
j) Fortalecer el proceso de descentralización y reconocer que los GADs son instancias
fundamentales para alentar, articular, impulsar y cofinanciar políticas públicas para
desplegar el Buen Vivir Rural, y que juegan un papel determinante en el cambio de la
matriz productiva, la generación de valor, la reducción de la pobreza, la corrección de
las inequidades, y el cuidado del ambiente natural;
El modelo de gestión para el Buen Vivir Rural, que será descrito en los siguientes capítulos, se
fundamenta, por un lado, en la cooperación y concertación de las entidades públicas centrales,
que se cristaliza en la oferta coordinada de políticas públicas, todo ello articulado con las
demandas y políticas locales – provinciales, cantonales y parroquiales – respetando
competencias y promoviendo la participación de las organizaciones rurales, campesinas y
actores del sector privado, y por otro lado, en la formulación de políticas diferenciadas que
permitan alcanzar objetivos múltiples, mediante el diseño de medidas ajustadas a las
realidades territoriales.99 Los modelos institucionales de gestión del desarrollo rural
convencional, estático, centralizado, mecánico, tecnocrático, dependiente, vertical, sectorial,
se presentan incapacitados para manejar la complejidad, formulando respuestas innovadoras
para enfrentar el desafío del cambio de matriz productiva y la erradicación de las pobrezas.
6.3. Objetivos de la ENBVR
Para aproximarnos a la visión que propone la ENBVR, se plantea un objetivo general y
objetivos específicos relacionados con cada uno de los componentes de acción, incluyendo los
99
No todas las dimensiones de la realidad rural – en el marco de la interdependencia – tienen el mismo peso en los territorios. Por lo que no todas las políticas correspondientes tienen la capacidad de impulsar o bloquear tendencias que positiva o negativamente inciden en el despliegue del Buen Vivir.
67
ejes transversales que buscan integrar una ruptura paradigmática coherente con el cambio
estructural que demanda la vida rural, para ganar coherencia e interdependencia de actuación.
6.3.1. Objetivo general
Ampliar las capacidades y oportunidades de inclusión socioeconómica, participación política y diversificación productiva en los territorios rurales, para garantizar el Buen Vivir de la población rural mediante procesos de transformación económica, social, cultural e institucional, en el marco de la soberanía alimentaria y la sustentabilidad ambiental.
6.3.2. Objetivos específicos
6.3.2.1. Reducir significativamente la pobreza y las desigualdades sociales de la población
rural y campesina, protegiendo a los segmentos vulnerables y creando una cultura
de solidaridad, corresponsabilidad y cuidado por los bienes comunes, para
garantizar los Derechos del Buen Vivir.
6.3.2.2. Desarrollar la economía territorial de forma incluyente y sustentable,
desencadenando procesos de Revolución Agraria priorizando a la agricultura
familiar campesina y las organizaciones solidarias, generando diversificación
productiva, valor agregado y el aumento sostenible de la productividad.
6.3.2.3. Promover una cultura de cuidado ambiental y de uso sustentable de recursos naturales, el fomento de la agro-ecología, la protección de agroecosistemas y biodiversidad, la conservación y la recuperación de la fertilidad del suelo, la gestión eficiente y equitativa del agua y la custodia de los paisajes.
6.3.2.4. Mejorar la calidad y densidad del tejido social rural mediante la comunicación
educativa, el diálogo, la organización social, la participación y el desarrollo de
redes sociales de solidaridad y aprendizaje, para darle contenido a los deberes
humanos.
6.3.2.5. Crear una sociedad rural aprendiente, basada en el dialogo de saberes y el acceso
al conocimiento científico y artístico codificado, mejorando ambientes de
aprendizaje, incluyendo el desarrollo del talento humano, para ampliar las
capacidades de creatividad e innovación.
68
6.3.2.6. Transversalizar el enfoque de género y el principio de interculturalidad en las políticas públicas territoriales para valorizar una ruralidad pluricultural, plurinacional, multiétnica y multilingüe, afirmando la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y lograr una convivencia solidaria.;
6.3.2.7. Institucionalizar una plataforma pública intersectorial para fortalecer la
coordinación de políticas, programas y agendas posibilitando la formulación,
ejecución y gestión de políticas diferenciadas, en territorios, y la articulación con
las propuestas de los GADs y las organizaciones territoriales de base.
6.3.3. Funciones y alcance de la ENBVR
La ENBVR constituye una propuesta inédita articulada a la Estrategia Territorial Nacional
y a las Agendas Zonales, como instrumentos de ordenamiento territorial y de articulación
de políticas públicas en los territorios, esenciales para cumplir con los objetivos del Plan
Nacional para el Buen Vivir 2013-2017.
En el marco del PNBV 2013-2017, la ENBVR define seis aspectos fundamentales:
i) Afirma que las relaciones sociales de las formas de producción rural emplazadas
dentro de la matriz productiva agropecuaria hegemónica deben redefinirse, en
coherencia con los derechos humanos y de la naturaleza, para garantizar la
soberanía alimentaria sobre la que se asienta cualquier proceso de cambio en el
patrón macro de acumulación;100
ii) Invita a entender las especificidades y diferencias de los mundos rurales
analizando la perspectiva territorial, al interior de las diferentes zonas, para
provocar sinergias e integraciones entre capacidades, actores, instituciones,
políticas, recursos, sectores, considerando las potencialidades endógenas;101
iii) Propone un modelo de interactividad intersectorial y multiniveles que posibilita
articular la coordinación horizontal de las políticas públicas sectoriales, con las
100
Sin comida no hay vida. La soberanía en la producción de alimentos es el requisito básico que posibilita cualquier reversión de los vínculos de subordinación respecto del neoliberalismo; traduce la emancipación y la salud del consumidor ecuatoriano. 101
El hecho diferencial nos obliga a construir la unidad en la diversidad, y viceversa.
69
demandas y políticas promovidas “desde abajo” por los GADS y las
organizaciones sociales; 102
iv) Define una hoja de ruta intersectorial de aplicación en el corto plazo, no solo
para dinamizar las economías territoriales, sino para ajustar y mejorar el
enfoque del cierre de brechas de inequidad, visualizando las causas diferenciales
que bloquean el disfrute de los derechos humanos;
v) Al traer la territorialidad de vuelta a las políticas públicas apuesta en procesos
localizados de aprendizaje e innovación, con capacidad de enactivar la
creatividad individual y colectiva, creando nuevas trayectorias de “desarrollo” en
vez de continuar linealmente por las rieles ya existentes. La construcción de un
proceso de innovación integral basado en la mejora constante del aprendizaje
interactivo, con capacidad de resolver problemas específicos, integra
conocimientos.103
vi) En el contexto del cambio climático, la ENBVR afirma la necesidad de transitar
hacia sistemas agropecuarios sustentables basados principalmente en principios
agroecológicos y patrones productivos orgánicos, con un mayor protagonismo
de pequeños agricultores y campesinos.104 Se propone debatir la necesidad de
establecer un nuevo paradigma tecnológico en todas las agriculturas, capaz de
despertar la capacidad de regeneración de la tierra y sus recursos.
La ENBVR asume un enfoque holístico que integra una diversidad de conceptos
interdependientes. Vincula la democratización de los medios de producción, la
diversificación de las formas de propiedad, la emergencia de economías solidarias, la
102
Las instituciones públicas, centrales o locales, de cualquier naturaleza, suelen ser demasiado grandes para comprender y gestionar los asuntos pequeños, o demasiando pequeñas para conducir o entender las cosas grandes. 103
Es posible ir más allá del paradigma cognitivo que apuesta principalmente en el bioconocimiento, creando un proceso de KAISEN (Japonés), que significa el camino hacia una sociedad aprendiente, que mejora progresivamente gracias al interaprendizaje, o sea, al dialogo de saberes en todas las dimensiones de la vida social. Ver, Manuel F. Suárez-Barraza y José-Á. Miguel-Dávila (2008). Encontrando al Kaizen: Un análisis teórico de la Mejora Continua. https://buleria.unileon.es/bitstream/handle/10612/1378/3117757%5B1%5D.pdf?sequence=1
104 Habrá menor disponibilidad de tierra arable y agua para irrigación, cae la tasa de incremento en los
rendimientos y aumenta el consumo de agroquímicos e insumos energéticos provocado pérdida de eficiencia energética, deterioro medioambiental y la disminución de la calidad de los alimentos.
70
multiplicación de actividades generadoras de valor; los esfuerzos sistémicos dirigidos al
aumento de la productividad, con el objetivo de transformar la matriz productiva.
Concibe la construcción de una sociedad aprendiente, rica en ciencia, tecnología, y
capacidades de innovación, con la aplicación progresiva de tecnologías limpias y prácticas
agroecológicas, indispensables para conquistar sustentabilidad y cambiar la matriz
energética. Imagina el cierre de las brechas de inequidad, aceptando la diversidad y
promoviendo la incorporación del enfoque intercultural en la política social,
coadyuvando a la incorporación de nuevos instrumentos de política y perspectivas
epistemológicas capaces de provocar cambios en las conductas sociales y prácticas
productivas. Enfrenta estructuralmente a las pobrezas identificando las causas que
impiden el disfrute de los derechos humanos, buscando definir las estrategias más
eficaces para emancipar a los vulnerables y domesticar las inequidades. Crea tejido
social provocando proximidades entre actores, se vale de comunicaciones educativas
para catalizar conversaciones, buscando la cohesión social que consolida la revolución
ciudadana y radicaliza la democracia. Concibe a los derechos humanos como derechos de
la vida humana a la vida humana, por lo que siendo seres naturales, estamos envueltos
por los derechos de la naturaleza, responsables por las futuras generaciones,
protegiendo la biodiversidad. Más que enfrentar a la pobreza rural por los enfoques
convencionales, la ENBVR busca bloquear las relaciones que producen y reproducen
empobrecimiento.
La construcción del Ecuador de la nueva ruralidad demanda establecer puentes de
complementariedad no jerárquicos entre estrategias, agendas, planes, instrumentos,
coherentes con los escenarios deseados, que tienen como nodo el Plan Nacional del
Buen Vivir 2013-2017.
La cobertura de la ENBVR es nacional, pero su concreción se plasma en territorios
rurales prioritarios definidos por las instancias políticas competentes, cada uno
integrando varios distritos y circuitos. Mediante el esfuerzo compartido entre el Estado
central, los GADS, la sociedad civil, las organizaciones campesinas y demás actores
sociales, se quiere que la Estrategia pueda orientar un conjunto de transformaciones
estructurales en las relaciones de poder, en las relaciones de producción, en los patrones
culturales ligados a la discriminación, y en las conductas que nos separan de la
naturaleza.105
105
J. de Souza Silva, J. Cheaz y J. Calderón (2001). La cuestión institucional: de la vulnerabilidad a la sostenibilidad institucional en el contexto del Cambio de Época. Proyecto Nuevo Paradigma.
71
La ENBVR cumple una función facilitadora de la gestión pública, que debe asegurar que el
conjunto de actores sociales e institucionales, públicos y privados, trabajen
coordinadamente. La ENBVR, al aproximar actores y sectores, creando concurrencias,
plantea crear un modelo de coordinación constante de coordinaciones, lo que posibilita
lidiar con la complejidad y por tanto convivir con la diversidad y la incertidumbre. La
gestión del Buen Vivir Rural debe ser pensada en términos de interacciones no
lineales,106 simplemente porque el abordaje intersectorial no traduce intervenciones
rígidas que se concretan en un producto, sino en propiedades.
El alcance temporal de la ENBVR es de largo plazo, pero se espera que el cambio en la
matriz productiva agropecuaria empiece a concretarse en los próximos cuatro años. Se
entiende normalmente que las transformaciones estructurales demandan prolongados
tiempos de maduración. No solo se trata de cambiar una matriz productiva sedimentada
históricamente, de crear nuevas formas de producción y de producir nuevos productos
de forma diferente, sino de que fluyan nuevas capacidades y agricultores diferentes. Por
ello la ENBVR apuesta en instrumentos que facilitan el desarrollo de la cohesión e
innovación social, buscando dinamizar los cambios, esto es, aproximarse al futuro más
rápidamente.
En este sentido, el desarrollo rural y agropecuario debe mostrar ritmos adecuados para
acompañar la industrialización que plantea el PNBV 2013-2017. Mientras se consolida el
nuevo paradigma industrial no hay mejor alternativa que invertir en actividades
diferenciadas agrícolas y agroindustriales, para absorber una importante proporción de
la fuerza de trabajo total.107
Las economías campesinas constituyen subsistemas diferenciados acoplados a un
modelo hegemónico de acumulación agropecuaria ya dado, que es insustentable y
106
El despliegue de una propiedad – convivencias solidarias – no traduce fenómenos predecibles que siguen lógicas de causa-efecto. Es necesario interpretar a la gestión pública intersectorial como un esfuerzo plural e interdependiente que tiende a volverse ineficiente en la medida que siga aferrada a modelos administrativos mecánicos, deterministas.
107 Nuestros agricultores, particularmente los vinculados a la agricultura familiar campesina deberán
disfrutar de mayores protecciones. La agricultura industrial tiende a intensificar la producción causando problemas de contaminación agroquímica en el ambiente. La búsqueda de competitividad exige niveles más bajos de costos, lo que refuerza la mecanización ahorradora de mano de obra, el aumento de la escala y la productividad, así como la adaptación de estos productos agroindustriales a las exigencias de los mercados. El modelo de agricultura industrial tiende a orientar el uso de la tierra hacia cultivos de alto rendimiento, en detrimento de la soberanía alimentaria, con efectos asimétricos en la distribución de la renta.
72
excluyente, aunque produzca ingentes ganancias.108 El cambio de la matriz productiva
sectorial constituye un fenómeno demasiado complejo y dinámico que supone rupturas
con paradigmas y relaciones de poder que generan fragilidad y exclusión, no solo de la
AFC, sino de las pequeñas y medianas empresas agropecuarias, evitando el deterioro de
los agroecosistemas.
La ENBVR representa una propuesta técnica y política viable, así como una adecuada
base conceptual para emprender un amplio diálogo hacia la construcción de un nuevo
contrato social entre el Estado y el campesinado ecuatoriano. Es coherente con propósito
planteado en el Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017, en lo que hace a la necesidad de
cambiar las relaciones de poder indispensable para que emerja un Estado Popular capaz
de expresa su opción preferencial por los más pobres.
La ENBVR apuesta en el dialogo y la innovación social y plantea estrategias y métodos
diferenciados para dinamizar la transformación socioeconómica de la ruralidad, desde las
zonas y territorios en paz y en democracia.
6.3.4. Cobertura geográfica: los territorios rurales
Ecuador es un país territorial que presenta una gran diversidad de recortes geográficos
socialmente construidos - no necesariamente continuos - donde existen poblaciones
específicas, algunas en inexorable contacto con determinados sistemas ecológicos y
recursos naturales, que realizan una diversidad de actividades económicas, mediante una
pluralidad de relaciones sociales, formas de producción y dominios institucionales;
espacios territoriales frecuentemente confinados dentro de fronteras político-
administrativas. En las configuraciones territoriales encontramos redes muy complejas
de relaciones y procesos; interconexiones de dimensiones y elementos, entre los cuales
nos encontramos involucrados, expresando costumbres, prácticas, tradiciones,
narrativas, identidades, necesidades, conflictos, etc. En los territorios rurales, de manera
muy profunda, las comunidades campesinas expresan una existencia en-red-dada con el
medio natural.109
108 El desarrollo de las tecnologías limpias y de productos agrícolas amigables con el ambiente, las
buenas prácticas agrícolas y las biotecnologías no transgénicas, son una oportunidad para que la agricultura enfrente en forma más eficiente y sustentable los desafíos de la soberanía alimentaria. 109
Gregory Bateson (2006). Espíritu y naturaleza. Amorrortu/editores, Buenos Aires.
73
La Población del Ecuador, según el último censo de Población y Vivienda (INEC 2010) es
de 14.483.499 habitantes de los cuales 9.090.786 se encuentran ubicados en la zona
urbana y representan el 62,77%; mientras en la zonas rurales se encuentran 5.392.713
habitantes, representando el 37, 23% de la población rural. La mayor parte de la
población total, es decir el 72% se considera mestiza, el 7,2 % afro descendiente, 7%
indígena, el 7,4 montubia y 6,1 blanca; particularidad que se ve reflejada en las
diferentes culturas y formas de vida y manejo de los territorios a lo largo y ancho del
país.110
Si miramos el ámbito rural, se puede observar que al menos el 78% de la población está
vinculada directa o indirectamente a la agricultura y el restante 22% se dedica a otras
actividades. Considerando los datos del III CNA (2000), casi la mitad de la superficie
nacional, es decir el 47% de la superficie total es utilizada para la Producción
Agropecuaria, de donde aproximadamente la mitad es decir el 51%, está siendo utilizada
para la agricultura donde se han establecidos: cultivos permanentes, cultivos transitorios
y barbecho, superficie en descanso y pastos cultivados, mientras que el 49% restante
corresponde a pastos naturales, páramos, montes y bosques y otros usos111.
La población rural juega un papel importante dentro de la economía nacional debido a su
aporte en el PIB que en el 2010 según datos del Banco Central del Ecuador, es apenas del
10%, proporción de la cual un 45% proviene de la agricultura familiar, aun considerando
que este tipo de actividad ocupa menos de la mitad de las tierras cultivadas en el país, es
decir, el 41% según el III censo agropecuario del año 2000.112
La ENBVR adopta una visión espacial para el despliegue del Buen Vivir en contextos
rurales de elevada heterogeneidad, y propone orientar la dinámica social, económica y
ambiental del cambio en escala territorial, de conformidad al potencial endógeno. Esta
concepción posibilita ordenar las políticas, seleccionarlas conforme a necesidades
prioritarias, construir agendas compartidas y modelos de gestión que hacen compatible y
factible el logro de objetivos múltiples.
110
La República del Ecuador está localizada entre las coordenadas 1°28’39” de latitud norte; 5°01’00” de latitud sur; 75°11’49” de longitud este y 81°00’37” de longitud oeste; en América del Sur. Limita al norte con Colombia, al sur y al este con Perú y al oeste con el Océano Pacífico. Cuenta con una extensión aproximada de 256.370 Km2 (IGM-SENPLADES, 2010). 111 Plan Nacional de Riego 112 Ramón Espinel (2011)
74
Políticamente el país se encuentra dividido en 24 provincias que conforman 9 zonas de
planificación, amparadas en el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomías y
Descentralización (COOTAD). 113 De estas configuraciones emergen 9 Agendas Zonales
condicionadas por los lineamientos de la Estrategia Territorial Nacional, que se refieren
al ordenamiento físico del territorio nacional, las actividades económicas derivadas del
potencial endógeno, la localización de las grandes obras de infraestructura, las geografías
patrimoniales que deben ser objeto de conservación y protección, principalmente.
La ENBVR se inserta dentro de la Estrategia Territorial Nacional - ATN - que, a su vez,
constituye un instrumento complementario al PNBV 2013-2017. Las Agendas Zonales
posibilitan articular la planificación nacional y la planificación realizada en los espacios
locales, buscando garantizar la articulación funcional entre los niveles de gobierno.
Tanto la ATN como las Agendas Zonales se construyen en base a 4 ejes prioritarios:
asentamientos humanos, sustentabilidad ambiental, transformación de la matriz
productiva y cierre de brechas.
Para la ETN la concepción del territorio se refiere principalmente al espacio nacional
continental, aunque propone trabajar las diversas unidades zonales de manera integral
partiendo de un enfoque sistémico. El territorio continental ecuatoriano la ETN identifica
14 Unidades de Síntesis que definen espacios naturales relativamente homogéneos, al
compartir características de uso del suelo, topografía y relieve, cobertura vegetal,
vulnerabilidades naturales, dotación de recursos geológicos, principalmente. Esta lectura
excluye las dimensiones sociales y culturales, los sistemas agroproductivos, y las porosas
fronteras de la identidad, base de la cohesión social. Tales Unidades de Síntesis
corresponden a diversas configuraciones calificadas como corredores, zonas, vertientes,
y fondos de cuenca.114
113 El Art. 10 del COOTAD establece que “El Estado ecuatoriano se organiza territorialmente en regiones, provincias, cantones y parroquias rurales. En el marco de esta organización territorial, por razones de conservación ambiental, étnico culturales o de población, podrán constituirse regímenes especiales de gobierno: distritos metropolitanos, circunscripciones territoriales de pueblos y nacionalidades indígenas, afro-ecuatorianas y montubias y el consejo de gobierno de la provincia de Galápagos”. 114 1. Corredor agroproductivo Santo Domingo-Quevedo-Guayaquil-Machala; 2. Corredor de Bosque Seco Tropical Bahía-Manta-Salinas-Puná; 3. Corredor montañoso de la costa norte; 4. Corredor montañoso de la costa centro; 5. Zona litoral, transición marino-costera; 5. Fondo de cuenca interandino norte; 6. Vertientes interiores de cuenca interandina norte; Fondo de cuenca interandina sur; 7. Vertientes interiores de cuenca interandina sur; 8. Vertientes externas intervenidas de la Cordillera de los Andes; 9. Corredor amazónico norte Lago Agrio-Tena-Puyo; 10. Corredor amazónico Macas-Zamora; 11. Zonas de cobertura natural sin estatus de protección; Zonas de Patrimonio de Áreas Naturales del Ecuador (PANE).
75
Los territorios rurales definidos por la ENBVR se ubican al interior de las configuraciones
geográficas expresadas en las Unidades de Síntesis definidas por la ETN. Para la ENBVR
un territorio rural define una realidad geográfica históricamente construida por una
determinada sociedad que ha logrado asentarse y acoplarse a un particular ambiente
natural, donde se han configurado diversos sistemas de producción y convivencia,
relaciones sociales y organizaciones, estructuras de poder, instituciones, creencias y
valores que crean vínculos de identidad, que actúan como pautas que tejen un sentido
de pertenencia. Constituyen espacios dotados de funciones que van más allá de la
actividad productiva agraria y pecuaria, siempre vinculados con los núcleos urbanos;
siempre son productos sociales inacabados, en flujo continuo. 115
Sergio Sepúlveda nos dice que el territorio es “un constructo social y cultural
históricamente construido lo que le confiere un tejido social único, dotado de una base de
recursos naturales, ciertos modos de producción, consumo e intercambio y una red de
instituciones y formas de organización que se encargan de darle cohesión al resto de
elementos presentes”.116 Por lo que la localización es sólo un aspecto del territorio, el
cual, por motivos operativos puede volverse determinante. Lo que significa que un
territorio también puede definirse desde una perspectiva jurídico-político (provincia,
cantón o parroquia); una cuenca o micro-cuenca hidrográfica; un ecosistema; un ámbito
económico-político, o, puede combinar distintas aproximaciones.
El territorio rural no se reduce al conjunto de recursos, al ámbito biofísico contenedor de
asentamientos, sino principalmente al escenario espacial de la acción social e
institucional. Por ende, constituye un bien común a ser cuidado por todos y todas, por
existir como una construcción plena de valores ecológicos, culturales y patrimoniales. El
territorio rural también define la localización espacial de los esfuerzos de cuidado
ambiental, como el lugar delimitado desde donde pueden controlarse algunos
115 La Dirección de Desarrollo Rural Sostenible del IICA nos dice: “Los territorios rurales son estructuras complejas que difieren respecto a su base de recursos naturales, cultura y tradiciones de su gente, instituciones sociales y políticas, estructuras económicas e infraestructura. Esas especificidades determinan oportunidades propias de desarrollo que deben ser aprovechadas en políticas consistentes con el objetivo de promover la inserción de la mayoría de la población rural al proceso de desarrollo .” Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura- IICA (2006). Políticas para la prosperidad rural: la contribución de la agricultura y de los territorios rurales a la creación de empleo y reducción de la pobreza. San José. Costa Rica. 116
Sergio Sepúlveda (2008). Gestión del Desarrollo Sostenible en Territorios Rurales: Métodos para la Planificación. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura- IICA. San José, Costa Rica.
76
metabolismos que imprimen huellas ecológicas, para que el potencial endógeno pueda
mantenerse en constante y relativo renacimiento.
La ENBVR plantea desplegar el Buen Vivir Rural desde los territorios rurales, siguiendo a
su potencial endógeno, sea activando sus dinámicas positivas, sea bloqueando las
negativas. Porque es en la sociedad territorial donde se anidan las relaciones producción,
distribución y consumo, fusionadas por las estructuras de poder. Por lo que los territorios
son percibidos como espacios funcionales al fortalecimiento de la democracia y el
desarrollo de la cohesión social.
En la ENBVR, el territorio rural se convierte en el eje integrador de políticas y planes, de
estrategias territoriales en torno a las cuales se busca correlacionar a los diferentes
sectores y niveles de gobierno, creando mayores posibilidades de desplegar sinergias y
voluntades compartidas.117 Sin embargo, la ENBVR percibe al territorio más allá de su
utilidad instrumental, esto es, como el lugar donde confluyen las políticas públicas y
donde ocurren las dinámicas de gestión intersectorial. Se los concibe también como el
escenario donde se expresan las demandas sociales, como el referente primario de la
identidad y la cultura de la sociedad local. Es la lectura cultural lo que nos vuelve realistas
sobre las maneras que buscamos transformar el mundo. La identidad establece
fronteras entre nosotros y los “otros” posibilitando diferenciarnos de los demás, al
tiempo que traduce subjetividades que nos permiten aproximarnos en torno a visiones
de futuro compartidas. El despliegue del Buen Vivir supone la participación de una
variable intangible, la fuerza motivacional y emotiva de la población participante.
La ENBVR propone formular estrategias de cambio estructural en escala territorial,
estableciendo políticas diferenciadas con capacidad de incidir en el cambio de la matriz
productiva, pero también, mediante sus modelos de gestión social, contar con
instrumentos sociales para generar una acción colectiva a favor de finalidades
compartidas. La dimensión geosocioeconómica del territorio es también la base del
arraigo ancestral de los grupos humanos que permanecen en el mismo. En la dimensión
social del territorio existen proyectos de identidad que los asentamientos humanos - las
comunidades - vienen y van construyendo, desde procesos de interacción que crean
narrativas y también estructuras psíquicas.118 Son las identidades culturales o colectivas
las que amalgaman las demandas y propuestas locales, expresando características
117
Tomas de Leus y Tom Leenders (2009) Considerando territorio. PLANTELplus. Asociación Flamenca de Cooperación al Desarrollo y Asistencia Técnica -WOB 2008-2010, Quito.
118 Carácter colectivo
77
simbólicas compartidas. Y todo ello contribuye a darle contenido y realismo al proceso
de cierre de brechas, que puede volverse culturalmente impertinente sin el
reconocimiento mutuo. La ENBVR toma en cuenta las especificidades históricas de las
diversas realidades territoriales, y sobre todo, de las realidades que deben ser objeto de
la aplicación de políticas.
En este sentido, cada uno de los territorios rurales priorizados o decretados por el Estado
- para luego ser delimitados participativamente - expresan realidades concretas e
inconstantes que generalmente superan la convencional dicotomía rural/urbana. Revelan
una especificidad de problemas sociales y económicos caracterizados por su complejidad,
multicausalidad y variedad, pero también espacios que visibilizan las asimetrías y fuerzas
del poder; las relaciones de explotación social y ambiental; los mecanismos, las prácticas
y las actitudes comerciales injustas; las discriminaciones históricas y negaciones a los
derechos humanos; la intensidad de las brechas de inequidad, inclusive las que afectan a
los derechos colectivos, etc.
La cobertura geográfica de la ENBVR es nacional, pero su ejecución será enfocada en
escala territorial, para lo cual SENPLADES ha realizado una tipología preliminar de
territorios rurales, cada uno abrazando vínculos diferenciados con los centros urbanos.
Los territorios “decretados” como prioritarios a partir de un conjunto de variables,
deberán ser “delimitados” de forma participativa entre los GADS y las organizaciones de
la sociedad civil, principalmente para darle visibilidad al sujeto de la ENBVR. El proceso
de construcción de las fronteras territoriales será un ejercicio democrático producto de
la revisión de las agendas públicas, la reflexión sobre los significados culturales del
entorno, la importancia de lograr la mayor sinergia territorial frente a los escenarios
zonales, la necesidad de integrar agentes, actores en torno a problemas comunes, la
importancia de integrar a la economía territorial sobre la base de la inclusión y la
sustentabilidad.119
La ejecución de la Estrategia del Buen Vivir Rural se realizará en escala territorial de
acuerdo al enfoque definido por la Constitución de la República. Se han priorizado 16
territorios rurales a partir de indicadores que privilegian la lectura de la pobreza rural en
sus diversas manifestaciones, pero que también hacen lectura de las dinámicas
económicas que prevalecen en tales formaciones territoriales. Se elaboró una
metodología para identificar los territorios rurales a ser intervenidos en el corto plazo. Se
119
Rafael Echeverri y Edgardo Moscardi (2005). Construyendo el desarrollo rural sustentable en los territorios de Mexico. IICA. SAGARPA. Bogotá, Colombia.
78
definieron criterios que consideraban el número de pobres rurales tanto por niveles de
ingreso como por NBI, procediendo a realizar un ejercicio de ponderación entre ambas
métricas, y también se superpuso una tipología de territorios en base del empleo rural,
considerando los niveles de atención por parte del poder público en términos del cierra
de brechas.
A partir de esa primer ejercicio multivariable se procedió a identificar a los territorios
rurales con mayor número de pobres e incidencia de pobreza, aquellos con mayor
concentración de poblaciones indígenas, montubias y afroecuatorianas, los que
expresaban el mayor número de receptores del BDH, incluyendo el mayor número
beneficiarios PAE. Observando la proximidad de la población con los recursos naturales,
se buscaron los espacios que demuestran las mayores características de ruralidad, y
aquellos que manifiestan una dinámica cultural-productiva relativamente común (zona
cafetalera, ganadera, páramos, cuenca hidrográfica, etc.)
Los territorios rurales priorizados son los siguientes
79
1: NORTE DE ESMERALDAS (Cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro); 2: MANABI SUR (Cantones Paján, Jipijapa, 24 de Mayo, Olmedo y Santa Ana); 3: MANABI ZONA CENTRO (Cantones Chone, Flavio Alfaro, Tosagua, Bolívar, Junín y Pichincha); 4: SANTA ELENA (las 66 comunas campesinas que integran la Provincia); 5 CUENCA DEL RIO GUAYAS - ZONA ARROCERA (Cantones Pedro Carbo, Isidro Ayora, Lomas de Sargentillo, Daule, Santa Lucía, Nobol, Samborondón, Colimes, Palestina y Salitre); 6: LOS RIOS (Cantones Palenque, Vínces, Baba, Babahoyo, Pueblo Viejo, Montalvo y Urdaneta); 7: LOJA (Cantones Catamayo, Celica, Chaguarpamba, Pindal, Puyango, Olmedo, Paltas, Sosoranga, Macará, Calvas, Gonzanamá, Quilanga, y Espíndola) 8: SUR DE ZAMORA (Cantones El Pangui, Chinchipe, Palada, Yantzaza); 9: CUENCA ALTA DEL JUBONES (Cantones Nabón, Oña, San Fernando, Santa Isabel y Chilla); 10: CAÑAR (Cantones La Troncal, El Tambo, Déleg y Suscal); 11: ZONA NO DELIMITADA DE LA MANGA DEL CURA; 12: CUENCA DEL CHANCHÁN (Cantones de Alausí, Colta, Guamote, Chunchi, Cumandá y Pallatanga); 13: PÁRAMOS DE LA SIERRA CENTRAL (Cantón Ambato: parroquias Pasa, Pilahuin, Quisapincha, San Fernando, Augusto N. Martínez, Atahualpa, Santa Rosa); 14: ZONA OCCIDENTAL DEL COTOPAXI (Cantones Sigchos, Pujilí y Saquisilí); 15: NOROCCIDENTE ANDINO (Cantón Pimampiro); 16: ZONA SUBTROPICAL COTOPAXI (Cantón Pangua).
7. Componentes y Ejes Transversales de la ENBVR.
Cualquier estrategia de “desarrollo” territorial que se proponga transformar las
realidades rurales en el marco de los principios del Buen Vivir, debe ser enmarcada
dentro de contextos mayores y concebirse sistémicamente, como un conjunto de
dimensiones interdependientes. Aun cuando se busca funcionalizar la ENBVR al proceso
de cambio en la matriz productiva, el solo hecho de implantar un modelo de actuación
unidimensional, dominado por la sola perspectiva económica, traduce un reduccionismo
que reproduce el paradigma de simplificación, que nos fragmenta.120 El objeto de la
120 José de Sousa Silva (2003) argumenta que. “Bajo el concepto de competitividad, el neo evolucionismo
está dividiendo al mundo en arenas económicas y tecnológicas donde las leyes del mercado prevalecen sobre las leyes de las sociedades y las transacciones comerciales prevalecen sobre las relaciones sociales. Bajo esta visión, todo se vende, desde principios hasta la naturaleza, y todo se compra, desde escrúpulos hasta el cuerpo humano, sus órganos y su DNA. Bajo el culto al dinero, esta visión de mundo aporta una perspectiva de planificación cuya principal característica es el egoísmo, porque define el mercado como el juez supremo que premia a los buenos – los competitivos – y castiga a los malos – los no-competitivos
80
intervención no está definido en términos de los “puramente económico-productivo”
separado de las cuestiones sociales, culturales y ambientales. Es imposible negar que el
cambio en la matriz productiva agropecuaria está situada social, política e
institucionalmente, y que debe entenderse como un proceso complejo, no lineal,
dependiente no sólo de activos cognitivos, sino de factores tales como la calidad del
tejido social, la confianza, la cooperación, la solidaridad, los hábitos, la dinámica
comunicativa, esto es, un conjunto de “bienes relacionales” casi imposible de
comercializarse. 121
En este sentido hemos asumido un enfoque sistémico de la vida rural buscando construir
una propuesta de cambio la más integradora posible. La propuesta que se presenta es
imperfecta, no solo por las limitaciones de, positivismo para entender la complejidad
dentro y entre cada dimensión, sino porque el quehacer oficial aún no asume
fundamentación epistemológica para producir una estrategia unificada dirigida a
desplegar una nueva configuración, en el marco de un solo país, que llamamos Buen
Vivir. 122 Lo que se propone como Estrategia del Buen Vivir Rural, en esencia, es un
instrumento para dirigir los cambios, que debe necesariamente ser perfeccionada con la
participación de la sociedad. La visión de la complejidad – un trabajo embrionario de
prospectiva -, sin embargo, tiene la virtud de llevar al planificador a la creatividad, a
reflexionar sobre alternativas. Es por ello que afirmamos que la Estrategia Nacional del
Buen Vivir Rural, desde una postura constructivista y crítica, éticamente, propone un
paradigma inédito de transformación de la ruralidad. Se quiere dar prioridad a los
problemas fundamentales, pero estos deben ser validados por la sociedad, junto a las
políticas de ruptura.
Se reconoce que una propuesta integradora de cambio multidimensional, en la cultura
vigente de gestión pública afirmada principalmente en el paradigma de regulación y en la
fragmentación administrativa, presenta muchas dificultades de implementación. Existe
muy poca tradición para gestionar esquemas políticos intersectoriales, para lograr
consensos. Predomina, a pesar de los grandes esfuerzos de coordinación sectorial, una
- imponiendo la creación de un imaginario técnico y social donde para el éxito personal e institucional requiere que nos transformemos todos en gladiadores rehenes de la lógica de la arena: cada uno por si mismo, Dios por nadie y el Diablo contra todos “. En ¿Quo vadis, planificación? Caminos hacia la alienación, la domesticación y la liberación en la época histórica emergente. Red nuevo paradigma. IFPRI, San José. Costa Rica. Pág. 5.
121 Carlos Julio Jara ( ) Calidad Social. IICA
122 Recordemos el principio de Mach: “La totalidad es necesaria para la comprensión de las partes de la misma forma que las partes son necesarias para la compresión del todo”
81
compartimentación institucional que ha llevado a ceñir la gestión pública. Pero ese es
precisamente el reto del modelo de gestión institucional que debemos construir, una
revisión estructural del accionar público llamado a desfragmentarse.123 Las
transformaciones estructurales no pueden gestionarse solamente desde el Estado y fuera
de los contextos; se requiere implantar una ética de responsabilidad y solidaridad,
resonancias afectivas para la acción consciente colectiva. Por ello los componentes de
innovación institucional y tejido social que propician la instauración de una verdadera
democracia en la ruralidad; un entramado de voluntades que sustenta y se mueve en
dirección al imaginario que anhela.
Se propone integrar las principales dimensiones que interactúan entre si en la realidad
rural mediante intervenciones intersectoriales diferenciadas según las realidades
territoriales. Se afirma que mediante políticas diferenciadas que posibiliten concatenar
sectores, apoyadas por la gestión social de los procesos locales, es posible activar se
activan cambios sistémicos, conforme a las distintas realidades territoriales. Las políticas
intersectoriales y los modelos territoriales de gestión posibilitan la complementariedad,
que solamente se consolida mediante la participación y el control social; lo intersectorial
no traduce la sumatoria de programas sectoriales, sino una sinergia, una conjunción de
voluntades, inteligencias, funciones y competencias que necesariamente cambia la
calidad de las intervenciones. Se trata de coordinar coordinaciones para posibilitar la
convergencia de esfuerzos en escala territorial, y de considerar simultáneamente las
distintas capacidades de cambio que conllevan las políticas, en un contexto determinado,
para concretar el dictum aristotélico de que el “todo es más que la suma de las
partes”.124 Todo el modelo de gestión, como veremos, se orienta al fortalecimiento de
las capacidades de autogestión de las organizaciones, comunidades y actores sociales del
territorio.
123
Ver AECID/IICA (2011). Políticas innovadoras para el desarrollo de los territorios rurales en América Latina (PIDERAL). San José. Costa Rica. El PIDERAL afirma que “Las políticas nacionales sectoriales que no reconocen las características específicas de los diferentes territorios rurales y sus sistemas de gestión, corren el riesgo de perder gran parte de su eficacia. Al mismo tiempo, las actuaciones aisladas a nivel de territorios rurales que no están integradas en el contexto de políticas nacionales, no tendrán la sostenibilidad y el nivel de impacto necesario”
124 Desde el punto de vista de la teoría general de sistemas, la intervención inteligente intersectorial,
colectivamente consciente, deberá producir un efecto transectorial que posibilita lidiar con la complejidad de las situaciones, provocando emergencias y transformaciones espontaneas. Carlos Julio Jara (2008). El MIES y el pensamiento complejo. MIES, Ecuador.
82
En escala territorial y desde la demanda del sujeto - de los campesinos de base familiar-
se propone impulsar los procesos de transformación productiva, cambio estructural y
desarrollo institucional que apoyen, principalmente, el fortalecimiento de la AFC. Hay
que implementar un conjunto de políticas capaces de plasmar un proceso de revolución
agraria, un cambio radical en la economía política de la agricultura ecuatoriana; un nuevo
pacto entre el Estado y el campesinado ecuatoriano que garantice principalmente a la
soberanía alimentaria, pero que también le asigna un rol estratégico dentro del
propósito de cambio en la matriz productiva del agro.
Además de replantear las reglas del juego y los marcos institucionales del sector
agropecuario, la Estrategia propone un nuevo paradigma de emancipación social - una
intervención más profunda y estructural en las relaciones que producen y reproducen la
el empobrecimiento rural y la exclusión al campesinado – que va dirigida al cierre de
brechas de inequidad y a garantizar derechos, pero también a desbloquear barreras que
impiden el ejercicio de los derechos y de la libertad. Plantea la necesidad de crear
nuevos mecanismos que nutran una cultura de responsabilidad social, de compromiso y
cuidado por los bienes comunes.
Las transformaciones que implica el despliegue del Buen Vivir deben apoyarse en una
malla de relaciones de cooperación y solidaridad, pensada como redes sociales tejida de
vínculos y relaciones que posibiliten sostener e impulsar los procesos de cambio. Un
tejido social más denso, capaz de traer más inteligencia colectiva al proceso de gestión
del esfuerzo político intersectorial, de la mano con sentimientos de entusiasmo y
confianza que movilicen a la sociedad. La Estrategia plantea un componente dirigido a
enriquecer el tejido social rural, indispensable para activar procesos de innovación social
que facilitan el ajuste a los cambios en el entorno.
Todo el esfuerzo de transformación y diversificación productiva, incluyendo la inversión
en bienes y servicios apropiados a las realidades rurales, tiene impacto en los sistemas
naturales que sustentan la vida. Se quiere que las riquezas producidas en los territorios
rurales emerjan dentro del cuidado al medio natural; que el consumo total de las
economías locales no excedan las capacidades de asimilación y resilencia. Debemos
custodiar las necesidades de las generaciones futuras; ser productivamente eficientes sin
llegar a intensificar la entropía a niveles irresponsablemente elevados. Nos obligamos a
garantizar los derechos de la Naturaleza, potenciando una gestión sustentable de los
recursos naturales por parte de todos los actores del territorio,
83
La ruralidad ecuatoriana es social y culturalmente heterogénea, lo que nos obliga a
trabajar la Estrategia con enfoque intercultural, considerando la coexistencia de diversos
pueblos y comunidades con identidades culturales distintas. Los cambios deseados para
posibilitar el despliegue del Buen Vivir suponen comprender la cultura de los mundos
que entran en contacto, los sentidos, los valores, las normas, para comunicarse dentro
del respeto. Esa comprensión cultural acerca de la cosmovisión de los otros, como entes
colectivos, posibilita ajustar políticas, valorar saberes, conquistar cohesión social y
creatividad.
Todo lo anterior se afirma en procesos de gestión del conocimiento, entendido como la
necesidad de promover un aprendizaje colectivo tendiente a instalar, gradualmente, una
nueva cultura de gestión social e institucional para el despliegue del Buen Vivir. El
conocimiento representa el activo más importante para el proceso de gestión del Buen
Vivir Rural.
7.1. Componente: economía territorial rural y revolución agraria.
84
La ruralidad ecuatoriana es mucho más que el diversificado sector de la producción
agropecuaria, constituyendo una realidad heterogénea y multifuncional, que presenta
variadas expresiones económico-productivas. La ruralidad es una realidad compleja en
constante modificación que revela diferentes configuraciones y actividades económicas,
desiguales en el tiempo y el espacio. Lo que significa, en otras palabras, que viene
acoplada en una matriz productiva que integra una diversidad de formas de producción,
que se desarrollan de forma desigual y combinada.
Esta constatación, por otra parte, nos lleva a reconocer el diverso potencial endógeno
que existe en los territorios. Podemos ampliar la base económica rural ecuatoriana y
promover una matriz más diversificada, logrando que los bienes elaborados,
generalmente primarios, incorporen valor agregado para distintos mercados, pensando
más allá de las cadenas productivas, creando economías que formen parte de redes
productivas solidarias. Se trata de abrir el abanico de oportunidades de empleo e
ingresos, creando nuevos productos, de la mano con políticas de corte estructural
dirigidas a enfrentar las causas profundas de la pobreza, la exclusión. Se trata también
de impulsar procesos de reconversión y diversificación productiva, en particular,
siguiendo el principio de las ventajas comparativas, y de allí vincularse a procesos
selectivos de sustitución de importaciones.
La creación de un nuevo régimen de desenvolvimiento en el medio rural ecuatoriano
desborda al sector agropecuario. Nos obliga a analizar el futuro de nuestra sociedad rural
pasando responsablemente desde una visión agrarista del campo, y por consiguiente,
reducida a lo sectorial agropecuario, hacia una perspectiva ruralista afirmada en el
diverso potencial de sus territorios. Desde ellos y mediante la ampliación de capacidades,
la intensificación de los procesos de aprendizaje interactivo, es posible diseñar espacios
económicamente diferenciados, con atributos endógenos para ser protagonistas de
nuevas dinámicas, idealmente incluyentes y sustentables. Debemos promover nuevos y
mejores productos, nuevas maneras de producir, generando más oportunidades de
empleo productivo, ajustarnos soberanamente a los nuevos contextos globales, creando
un torbellino de nuevas dinámicas y procesos económicos con capacidad de ofrecer
beneficios comunes. Ello supone una gran inversión en activos físicos, sociales y de
conocimiento.
85
7.2. Una mirada al estado de la población ecuatoriana y al mercado de trabajo. 125
Ecuador tiene actualmente una población cercana a los 15 millones126 de habitantes, que viene acreciendo a una tasa anual del 1.9% en la última década, la misma que de mantener tal ritmo, probablemente se duplique en los próximos 35 años. Si analizamos la composición de la población por edades, se evidencia una clara tendencia al “envejecimiento”, pero el rasgo dominante demográfico lo expresa cuantitativamente la juventud, pues alrededor de la tercera parte (31%) se encuentra en edades entre 0 y 14 años. El 62% de la población ecuatoriana se encuentra entre los 15 y 64 años. 127
Cuando se examina la distribución de la población ecuatoriana por zonas, se observa que 6 de cada 10 viven en los centros urbanos y apenas 4 de 10 en el campo. En términos porcentuales, a finales de 2010 la población rural representaba el 37% de la población total del Ecuador, mientras que a finales de 2001 representaba el 39%. En el sector rural se encuentran un total de 5.4 millones de pobladores, de los cuales el 50.55% son hombres y el 49.45% son mujeres. Relación que puede considerarse contraria al evaluar la población urbana en donde los hombres son el 48.97% y las mujeres el 51.03% (INEC, 2010 y 2001).
La mayoría de la población urbana se concentra en las ciudades intermedias y las áreas metropolitanas.128 Nuestro desordenado modelo de “urbanización” tiene que ver con procesos truncados de reforma agraria, la implantación de polos industriales y manufactureros, la modernización del sistema de haciendas, la falta de auténticas políticas de “desarrollo rural”, el funesto “Feriado Bancario” y una larga historia de exclusión y empobrecimiento de las poblaciones rurales, particularmente la campesina, provocando migraciones129 y desplazamientos.130 Con todo, los mundos
125
Se habla de mercado de trabajo porque existe la asalarización, que define la compra y venta de fuerza laboral, que se despliega idealmente mediante el empleo formal, que fuera brutalmente desregulado durante la “larga noche neoliberal”. 126
Según el Censo Nacional, 14´483.499 habitantes. 127
INEC, Censo de Población 2010.
128 Si se analiza la distribución de la población según el tamaño de las localidades tenemos que, entre el
2001 y el 2010 han disminuido los centros poblados de menos de 2.500 personas y han aumentado los de 5.000 a 10.000 habitantes, significando un aumento de las localidades intermedias. 129
Luciano Martínez (s/f) nos dice que: “ En el caso ecuatoriano, existen dos fenómenos estructurales que explican el crecimiento de la migración rural: a) la minifundización de la propiedad y b) la cada vez menor competitividad de la producción campesina (…) la polarización de la estructura de tenencia de la tierra conduce no sólo a un incremento del minifundismo sino también a una nueve reconcentración capitalista de la tierra que ha tornado inviable la economía campesina, propiciando una diferenciación ocupacional más amplia entre la mano de obra de los campesinos pobres que de esta manera queda al
86
rurales continúan manifestando importancia, pues aún albergan cerca el 37% de la población total.131 Todavía existen muchos territorios característicamente rurales, coexistiendo y entretejiéndose con los espacios y las dinámicas urbanas. Nada es estático en la vida social, por lo que se observan rápidos cambios en las actitudes y valores de los habitantes rurales, como reflejo de la expansión de los medios de comunicación y una mayor interacción entre el campo y la ciudad.
No obstante que el Ecuador es el país de América Latina que ha disminuido de manera más rápida las brechas de inequidad, y las distancias entre ricos y pobres, aún tiene un elevado porcentaje de la población rural, el 83%, que es pobre según el indicador NBI, según el último censo poblacional; porcentaje que representa cerca de 5,3 millones de personas. Observado el fenómeno de la pobreza desde otro indicador, entre Diciembre del 2006 al mismo mes del 2012, más de 1 millón de ecuatorianos lograron salir de la pobreza. La pobreza por ingresos en el área rural se redujo de 60,6% a 50,9% entre 2006 y 2011, en el área urbana cayó de 25,9% a 17,4%. Esa reducción obedece no solamente a una decidida transferencia condicionada del BDH, sino a la inversión pública en infraestructura y la expansión de la capacidad productiva local, ampliando las oportunidades de empleo productivo.
La persistencia de la pobreza rural y la desigualdad de los ingresos en el campo, pudiera agravarse por la expansión de una matriz productiva donde la capitalización agrícola tiende a concentrarse en el sector que provee materias primas para la industria, dejando la AFC relativamente desprotegida, además del cambio climático, limitan de forma importante las alternativas de despliegue del Buen Vivir. Aumentarían los procesos de pauperización entre los campesinos, no importa lo mucho que se cierren las brechas, persistirían las privaciones básicas. Sucede que las miradas de la pobreza, desde la métrica convencional, pueden llegar a percibir las más latentes privaciones, y sin embargo, no llegar a descubrir las causas que las generan. Por ello se propone un nuevo contrato social, los campesinos estarán atrapados en el remolino de la pauperización, mientras carezcan de poder.132
margen del acceso a la tierra, puesto que la legislación agraria actual no contempla más la redistribución de este recurso..” En, ¨Migración internacional y mercado de trabajo rural en Ecuador”. FLACSO. Quito. 130
Durante la década “perdida” de los 80 el mundo rural ecuatoriano registró un balance migratorio negativo de -769.000 personas. 131
Según los criterios del Censo, los centros urbanos son aquellos que registran una población igual o mayor a los 20.000 habitantes.
132 La métrica que demanda el Buen Vivir no debe reducir el concepto de la pobreza al plano normativo,
pues de esa manera estamos ocultando que ella deviene de relaciones. Una persona no es pobre porque no
es rica. Debemos preocuparnos mucho más en analizar los patrones de distribución de los activos, las
oportunidades y recursos que existen en la sociedad, que de alcanzar un determinado umbral de
87
Gráfico 1. Pobreza por NBI 1990–2010
Fuente: INEC Elaboración: Senplades.
En la matriz productiva ya dada la dinámica productiva dedicada a las commodities, en general, conllevan tecnologías de alto coeficiente de capital y de importación, que demanda poca mano de obra. Lo que nos obliga a buscar estrategias, desde los territorios, que pongan manifiesto la necesidad de promover diversificación productiva, acompañada de un elevado coeficiente de empleo, de oportunidades de ingreso, en el marco del respeto a los derechos de la naturaleza.
La información oficial sobre las características ocupacionales de la población rural no da cuenta de las complejas y cambiantes características ocupacionales que ocurren en el campo. La modernización rural ha sido tan dinámica en los últimos años que ha venido recomponiendo los vínculos y las trayectorias laborales, redefiniendo las categorías. Debemos realizar mayores esfuerzos para descubrir las nuevas realidades que se están formando en los mercados laborales, y analizar cómo se inserta la población rural en sus dinámicas. No es difícil entender que la población rural y campesina constituye una amplia heterogeneidad, característica que es el resultado de la diversidad en cuanto modelos de acceso a la tierra, estructura interna de las unidades productivas, formas de vinculación a los mercados, tipos de barreras que condicionan su acceso a activos, niveles de adopción tecnológica, el entorno
“desarrollo”, visto, como ya fuera explicado, como el mínimo aceptable para vivir en “bienestar. Muchas
de las causas de la pobreza están ligadas a la desigual distribución del poder y a las relaciones que niegan
o discriminan al otro y a la otra.
88
agroecológico, los sistemas de comercialización, etc. Generalmente la ciencia social positivista se vale de clasificaciones generales agregadas (subsistencia, en transición, consolidada)133, las analiza y obtiene inferencias sobre dinámicas en curso, lo que permite orientar la toma de decisiones políticas.
Son muy diversas las formas de inserción de los hogares rurales, de sus miembros, al mercado de trabajo, pero las podemos simplificar en cuatro grandes categorías: la agricultura familiar; el trabajo agrícola temporal; el trabajo agrícola permanente y el trabajo rural no agrícola o ERNA.
De acuerdo con los datos del INEC, a finales de 2012 la población en edad de trabajar - PET - llego a 12’398.359 No de personas. Se registró un crecimiento a nivel nacional del 21.53% en el periodo comprendido entre el año 2001 a 2010; siendo que el incremento de esa variable en el sector rural fue de 17.6%. (INEC, 2001 y 2010).
En el 2012 la población económicamente activa - PEA - rural fue el 33% de la PEA total, de la cual el 64.65% fueron hombres y el 35.35% mujeres, en el área rural, sin embargo esta composición cambia en el área urbana, el 57.99% son hombres y el 42.01% son mujeres. (INEC, 2012) (Gráfico 2). Debido a la transición demográfica que anotamos arriba - tasas de fertilidad decrecientes y aumento de la longevidad - las tasas crecimiento de la PEA tienden a aumentar. En el campo, el envejecimiento debe ser percibido “ante todo y sobre todo, como una historia del éxito de las políticas de salud pública, así como del desarrollo social y económico...”134 Pero para el capital los adultos mayores son percibidos como una carga, convertidos de despojados en despojos improductivos. Por cierto que aumentan las tasas de dependencia, lo que significa otro gran desafío para el Buen Vivir Rural, crear puestos para la gente mayor de edad. Sabemos que el capital siempre busca sustituir la fuerza de trabajo desgastada y buscar una más fuerte y productiva. Pero si partimos hacia la sociedad del conocimiento, debemos sistematizar los saberes acumulados. Sabemos que la innovación es esencialmente un proceso interactivo que supone conversaciones entre diferentes tipos de conocimiento. No hay ningún programa estatal dedicado a capturar este conocimiento, para lidiar con la heterogeneidad, el cambio climático, transformando los territorios rurales en “laboratorios de aprendizaje”.
133
Ver, Carlos Jara (2012). Campesinos. SENPLADES. 134
Frase de Gro Harlem Brundtland, Directora General de Organización Mundial de la Salud, 1999.
89
Gráfico 2
Composición de la PEA por sexo (2012)
Fuente: INEC-ENEMDU. Elaboración: Senplades.
Para apreciar la estructura porcentual de la PEA clasificada según zonas se presenta a continuación el gráfico que habla por sí mismo. Es factible deducir el comportamiento relativamente estable de la población económicamente activa urbana y rural, pues en el lapso de 6 años los porcentajes no han cambiado significantemente.
Gráfico 3
Composición de la PEA Urbano-Rural (2005- 2011)
0
10
20
30
40
50
60
70
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
65 64 66 67 66 67 67
35 3634 33 34 33 33
Po
rce
nta
je
PEA Urbana PEA Rural
90
Fuente: INEC-ENEMDUR. Elaboración: Senplades.
El Ecuador ya no sufre del persistente problema de desempleo estructural, traducido en subempleo masivo, y en elevadas tasas de desempleo. En el presente, se tiene una de las tasas de desempleo urbano más bajas de los últimos años, sin duda alguna, la más baja de América Latina (4,6%). El crecimiento de la economía y la inversión estatal han logrado absorber una parte importante de la fuerza laboral, generando empleo productivo. Es posible observar que tasas de desempleo permanecen relativamente estables; el desempleo no ha superado el 7% durante los últimos cuatro años. La información disponible sobre trabajo infantil, comparando los censos del 2001 y 2010 revelan un importante descenso.
En el año 2007 apenas el 35% de la PEA estaba plenamente ocupada, al tiempo que el 59% estaba se encontraba en subocupación.135 (Gráfico 4). Nos sigue preocupando mucho el subempleo, que durante el 2012 se sitúo en el 51%, lo que expresa que el Ecuador aún tiene muchos trabajadores pobres produciendo para consumidores pobres, que viven apresados por una economía de pobreza, que forzosamente los lleva a la autogeneración de ocupaciones de muy baja productividad, que generalmente no permite al trabajador alcanzar un nivel de subsistencia.136
Gráfico 4 Indicadores básicos del Mercado de Trabajo
135
Si analizamos la distribución de la PEA ocupada por ramas de actividad y área se constata que más de la mitad de la PEA ocupada trabaja en agricultura, ganadería y caza; comercio, reparación de vehículos y efectos personales; muy poco en manufactura. 136
Según Carlos Larrea (et al) (2013). “Existen varias modalidades de subempleo, como la visible y la invisible. La primera se da cuando el trabajador labora involuntariamente menos de 40 horas por semana, y en el segundo caso la remuneración se mantiene bajo un valor mensual considerado el mínimo aceptable, pese a que el trabajador labora 40 o más horas por semana “. En, SENPLADES. Atlas de Desigualdades Socio-Económicas del Ecuador. Consultoría “Estudio de desigualdades socioeconómicas del Ecuador respecto de los Derechos del Buen Vivir, según los enfoques de igualdad. Unidad de Información Socio Ambiental UISA – Universidad Andina Simón Bolívar. Centro de Planificación y Estudio Social – CEPLAES, Quito. Pág.32.
91
Fuente: INEC /ENEMDU. Mediciones a diciembre de cada año. Elaboración: SENPLADES
Carlos Larrea afirma esta lectura y dice que: “La mayor debilidad estructural del mercado laboral ecuatoriano a lo largo del tiempo ha sido el elevado porcentaje de subocupación o subempleo de la PEA. Aunque esta tendencia continúa, la cifra ha bajado 18 puntos porcentuales entre diciembre de 2005 (49,7%) y diciembre de 2011 (31,6%), en forma consistente con el incremento de la fuerza laboral con ocupación apropiada o adecuada. Este resultado positivo no ha modificado las asimetrías que colocan en desventaja a los trabajadores del campo con respecto a los que habitan en las ciudades, de manera que la distancia entre el subempleo rural y el urbano es de 28 puntos porcentuales, tanto en el 2005 como en el 2011, año en que más de la mitad de la PEA rural (51%) se ubica en esta condición de actividad “. 137
39,8%
28,9%
22,3%
67,9%
59,2%
50,5%
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Ecuador: Subempleo por área, % sobre PEA 2005 - 2011
Urbana Rural
137
Atlas de Desigualdades Socio-Económicas (2013) Óp. Cit. Pág.116.
92
Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR de diciembre de 2005 a diciembre de 2011 Elaboración: Unidad de Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES
El año pasado, sin embargo, el 43% de la PEA se encontraba incluida en el mercado laboral, expresando condiciones de pleno empleo. Se percibe una mayor capacidad del sector moderno de la economía para absorber gradual y productivamente a la fuerza de trabajo. Falta mucho por hacer para aumentar las oportunidades de acceso al empleo productivo, y también que mejore la inserción de los trabajadores en los sectores de mayor productividad. Sin embargo, la tendencia actual del desarrollo de las fuerzas productivas, mientras no logremos aumentar nuestro “capital humano”, parece ser la de “refugiar” el “espíritu empresarial” a la población ocupada en micro y medianas empresas. Sabemos por experiencia que los empleos vinculados a los sectores de baja productividad están asociados a los bajos niveles educativos, variable que tiende a reproducir las desigualdades. Felizmente estamos logrando grandes avances en algunos indicadores de educación; la tasa neta de asistencia en el nivel secundario e ubica ahora en el 71% comparado al 46% del 2001 y la cobertura de la educación básica llegó a valores (95%) casi universales en el 2010.
Al momento, Ecuador ha mejorado mucho sus condiciones de empleabilidad, pero a largo plazo ello va a depender de mejores habilidades y mayores conocimientos que posibiliten abrir el abanico de opciones de promoción en un mercado laboral que se vuelve cada día más competitivo.
El desarrollo responsable empresarial es un requisito básico pata ampliar la disponibilidad de trabajos decentes,138 que sean sinónimos de trabajos productivos, en los cuales se protejan los derechos para que las labores ocurran en condiciones de equidad, seguridad y dignidad. Lo que supone tener acceso a ingresos adecuados y a la protección social apropiada. En este contexto, el gráfico siguiente (#5) explica el reflejo cuantitativo de la categoría del empleo adecuado, esto es, de la ausencia de subempleo y desempleo. Los trabajadores que han logrado vincularse al mercado de trabajo mediante empleos adecuados, a su vez, forman parte de dos grupos. Un primer grupo ha sido identificado como relacionados a los llamados “empleos
138
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) viene promoviendo el concepto de trabajo decente,
desde el enfoque de derechos. Se define una actividad productiva que genera ingreso digno, afiliación,
protección social familiar, perspectivas de movilidad y formación, participación en las decisiones,
estabilidad, derechos a la jubilación y cesantía, una remuneración adecuada, derecho a la organización
sindical, ausencia de discriminación salarial o laboral por género, etnicidad u otra causa, y la eliminación
del trabajo forzado. Nuestra Constitución asume estos conceptos en la noción del Buen Vivir. La
información estadística oficial nos permite observar algunas de estas características, que han sido
sistematizadas como trabajo apropiado. Atlas de Desigualdades Socio-Económicas (2013) Óp. Cit.
Pág.31.
93
apropiados”, lo que supone que los vínculos laborales están mediados por el cumplimiento de las condiciones laborales mínimas como la afiliación a la seguridad social, un contrato de trabajo formal o nombramiento estable, una jornada de no más de 48 horas semanales, y que el trabajador ocupado tenga una edad entre los 15 y 64 años. La otra categoría supone que no hay de subempleo. Si analizamos la PEA a nivel nacional y por área, siguiendo estas categorías, tenemos que en el 2011, el 50.5% de la población rural en capacidad de trabajar se encontraba subocupada, y el 38.2% estaba ocupada pero bajo condiciones precarias, sin mayores posibilidades de movilización social, sin contrato de trabajo. Es posible identificar a las mujeres y, sobre todo, a los jóvenes rurales como los principales afectados por estas condiciones de vulnerabilidad. Si bien se ha revertido la desregularización del empleo formal, lo que posibilita la movilidad, se observa una perversa proletarización rural; empresas que demandan mano de obra joven y poco calificada, para realizar actividades intensivas, y por supuesto, no bien remunerada.
Gráfico 5 Distribución de la PEA por área a nivel nacional (2005-2011)
94
11.9
2.0
25.9
8.2
40.3
25.2
45.6
38.2
39.8
67.9
22.3
50.5
7.6 4.4 5.32.8
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Dic. 2005 Urbana Dic. 2005 Rural Dic. 2011 Urbana Dic. 2011 Rural
Po
rce
nta
je
Ocupados apropiados Ocupados adecuados no apropiados Subocupados
Desocupados abiertos y ocultos Ocupados no clasificados
Fuente: INEC-ENEMDUR. Elaboración: Senplades. El desempleo juvenil es preocupante en el Ecuador.139 (Gráfico 6). La evidencia es categórica al identificar a los jóvenes y las mujeres como los principales grupos afectados por esta modalidad de exclusión laboral. Es imposible negar los graves efectos sociales que produce fenómeno de separatividad laboral, comenzando por la descomposición del tejido social que acaba apagando la autoestima y cuestionando al propio trabajo como fuente de identidad; el desempleo destruye los sueños de futuro. Las mujeres jóvenes con menores niveles educativos son las que encuentran más barreras para acceder al empleo. El desempleo juvenil constituye una subutilización del llamado “capital humano” que ha sido y es creado con el esfuerzo de la inversión social, apagando potencial para el despliegue del Buen Vivir. Es por ello que proponemos una salida pactada entre el Estado y la sociedad rural de la matriz productiva agropecuaria ya dada, que lleva en sus entrañas una perversa “destrucción creadora”. El modelo dominante de agricultura impuesto por el capital demanda una lógica de espacios geográficos y recursos ilimitados, lo que necesariamente va a intensificar la desigualdad social. Debemos ser capaces de redefinir las dinámicas sociales y productivas intra-territoriales que impulsan a la modernización conservadora, abordando responsablemente a las
139
El grupo menos favorecido en términos de ocupación apropiada se refiere al segmento juvenil de la
PEA comprendido por adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años, los que por primera vez buscan
trabajo, sin mayor calificación, forzados a asumir cualquier trabajo por precario que sea.
95
aglomeraciones productivas que estamos fortaleciendo, concentrando y extranjerizando en no pocos territorios, procurando crear estructuras democráticas de gobernanza. Los jóvenes con inserción laboral precaria son una parte importante de la población ecuatoriana en situación de riesgo, que irremediablemente enfrentará problemas de adaptación y marginación social. El aumento del empleo juvenil dentro de la ruralidad, en perspectiva, se visualiza principalmente dentro de las empresas no vinculadas a la producción de commodities, pasa por el estímulo a la diversificación productiva endógena, capaz de construir entramados productivos solidarios, funcionales a la sustitución selectiva de importaciones. No hay otra salida. La dinámica instalada solo alimenta la transmisión intergeneracional de la pobreza, o intensifica la migración.
Gráfico 6 Desempleo Juvenil (18-29 años)
Fuente: INEC /ENEMDU). Mediciones a diciembre de cada año. Elaboración: SENPLADES
Tasa de desempleo (2011)
96
Fuente: Información estadística: Unidad de Información Socio Ambiental de la Universidad Andina Simón Bolívar y CEPLAES. Con base en ENEMDUR, 2005-2011 Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001-2010. Elaboración: Senplades
Tasa de subempleo (2011)
Fuente: Información estadística: Unidad de Información Socio Ambiental de la Universidad
Andina Simón Bolívar y CEPLAES. Con base en ENEMDUR, 2005-2011
Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001-2010.
97
Elaboración: Senplades
Tasa ocupación adecuada, no apropiada
(2011)
Fuente: Información estadística: Unidad de Información Socio Ambiental de la Universidad Andina Simón Bolívar y CEPLAES. Con base en ENEMDUR, 2005-2011 Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001-2010. Elaboración: Senplades
Tasa ocupación apropiada (2011)
98
Fuente: Información estadística: Unidad de Información Socio Ambiental de la Universidad Andina Simón Bolívar y CEPLAES. Con base en ENEMDUR, 2005-2011 Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001-2010. Elaboración: Senplades
7.2.1. Tasa de ocupación rural
La tasa de ocupación del sector rural presenta un comportamiento cíclico El promedio de los datos encontrados entre el primer semestre del 2011 y el mismo periodo del 2005 ha oscilado alrededor del 96.4% en la zona rural y 92.9% en la zona urbana. En términos absolutos al final del año 2005 existían 2.2 millones de ocupados rurales y 3.9 millones de ocupados urbanos (INEC, 2011-2005).
Si estudiamos la variable género en el censo de 2010, se observan diferencias entre el sector rural y el urbano, para el primer caso la tasa de ocupación llega al 96.84% para los hombres y 96.41% para las mujeres. Mientras en el sector urbano la tasa ocupación de los hombres fue de 94.05% y la de las mujeres del 92.58% (INEC, 2010)
Las diferencias entre la ocupación laboral rural y la urbana una vez analizada la variable edad, estas se encuentran en el rango de los menores de 18 años, en donde el sector rural presenta un valor relativo del 95.14% frente a 82.55% en la urbana; en
99
el conjunto o rango de más de 18 a 50 años es de 97.1% frente a 94.18% en la urbana; y en el conjunto de los mayores de 50 años fue de 99.29%, mientras la urbana es de 98.55%. Es posible que estos resultados que revela la población rural joven ecuatoriana estén asociados con la baja escolaridad y su incorporación al “empleo familiar” no remunerado, siguiendo la lógica de las economías campesinas de base familiar (INEC, 2012).
Gráfico 7 Tasa de ocupación por área (2005 - 2011)
Fuente: INEC, ENEMDUR. Elaboración: Senplades.
7.2.2. El empleo rural no agrícola
Mucho ya se ha escrito sobre pluriactividad aunque persiste la incapacidad de la institucionalidad pública para formular políticas públicas que puedan lidiar con el “problema”, en el doble sentido, para garantizar decencia y dignidad al vínculo laboral que se configura de manera compleja forzado por el empobrecimiento, expresando una diversidad de destinos y situaciones, y también para mejorar la productividad dentro de la parcela, por pequeña que sea, del pequeño productor campesino cuya actividad le es insuficiente para reproducir la subsistencia de su familia, debiendo buscar un trabajo asalariado temporal. Es desarrollo rural convencional nunca dio
100
respuestas a este “problema”, salvo mediante el “proyectismo” clientelar que apuesta esencialmente en lo productivo.140 Debemos diseñar formas para promover estrategias sostenibles de diversificación de las formas de producción y modos de vida de la AFC. La visión sistémica del territorio posibilita registrar las redes de relaciones sociales locales que no se fundamentan en la producción agropecuaria. Son pocos los estudios que han analizado esta cuestión.141
En el 2012, el Empleo Rural No Agrícola (ERNA) representó el 20% del total del empleo
extra-parcelario, indicando un total de 431,609 trabajadores asalariados. (Tabla 1).
Tabla 1.
Tipo de Empleo por región geográfica (absolutos, 2012)
Agrícola No agrícola
Total
Cta. Propia Asalariado Cta. Propia Asalariado
Costa 265,163 305,994 74,621 95,937 741,715
Sierra 577,438 179,991 180,159 295,795 1,233,383
Amazonía 144,092 26,457 14,432 39,878 224,859
TOTAL 986,693 512,442 269,213 431,609 2,199,957
Tabla 2
Tipo de Empleo por región geográfica (porcentaje, 2012)
Agrícola No agrícola
Cta. Propia142 Asalariado143 Cta. Propia Asalariado
Costa 36% 41% 10% 13%
140
Ver, Hubert C. de Grammont y Luciano Martínez Valle (Coordinadores). (2009). La
pluriactividad en el campo latinoamericano. FLACSO. Sede Ecuador. 141
Sergio Schneider (2001). “Perspectivas Recentes do Emprego no Meio Rural: uma análise preliminar da emergëncia das atividades não agrícolas e da pluratividade”. En:Transformaciones Agrarias y Empleo Rural. Riella, A. y Tubío, M. (compiladores). Montevideo: Universidad de la República, Facultad de Ciencias Sociales, Unidad de Estudios Regionales 142
Para el tipo de empleo cuenta propia, se consideran aquellos que declaran ser: patronos, cuenta propia, y trabajadores no remunerado 143
Para el tipo de empleo asalariado se consideran todos aquellos trabajadores que perciban un salario, sea como empleados, jornaleros o empleados domésticos y aquellos trabajadores que son ayudantes de un trabajador remunerado.
101
Sierra 47% 15% 15% 24%
Amazonía 64% 12% 6% 18%
TOTAL 45% 23% 12% 20%
Nota: Según la CEPAL, ERNA no incluye actividades agrícolas, ganaderas, de silvicultura y pesca, por lo cual también se lo denomina Empleo Rural No Agropecuario. Los desocupados, no reportan rama de actividad, por lo cual no son parte de la población en estudio. Fuente: INEC-ENEMDU, 2012. Elaboración: Senplades.
Podemos comparar las actividades agrícolas y no agrícolas por región y siguiendo las categorías de empleo por cuenta propia, asalariado agrícola, no agrícola por cuenta propia y asalariado no agrícola.144 Podemos observar que los asalariados agrícolas predominan en la Costa ecuatoriana, mientras que los trabajadores agrícolas, que se auto-emplean, predominan en la Amazonía, representando el 64% del total, incluyendo la categoría no agrícola. Se concuerda con Vasco & Vasco “Existen dos argumentos para explicar estas diferencias regionales en cuanto a patrones de empleo. En primer lugar, la diferencia puede ser atribuible a que la mayoría de la mayoría de cultivos de exportación – los cuales demandan un uso intensivo de mano de obra – se producen en la Costa. Es posible también que dichos cultivos sean más rentables (…) y por consiguiente los jornales que se ofrecen resulten más atractivos para los campesinos costeños. Una segunda posibilidad es que en la Costa exista mayor concentración de tierras lo que obliga a los campesinos sin tierra a vender su mano de obra a quienes disponen de este recurso...”145
En la Costa ecuatoriana se encuentra el mayor número de campesinos sin tierra, que son los más pobres de todos, viviendo principalmente en las provincias de Manabí, Guayas, Los Ríos y Esmeraldas. Generalmente el segmento de los asalariados agrícolas contiene las tasas más altas de trabajadores sin contrato y sin seguridad previsión social, subcontratados. Comparando datos, llegamos a la hipótesis de que se trata de empleos rurales de muy baja calidad, temporales, paga mínima, jornadas largas y probablemente, en condiciones de riesgo.146 Desafortunadamente la tasa de accidentalidad que se tiene se refiere principalmente a los trabajadores afiliados, y no
144
Un análisis similar al que se presenta fue realizado por Cristian Vasco y Diana Vasco hace un par de meses. Ver: DEBATE AGRARIO-RURAL: El empleo rural no agrícola en Ecuador. Publicado en Internet. 145
Cristian Vasco y Diana Vasco (2013). Óp. Cit. Pág.2. 146
En el 2011 realice una visita a un Hospital de Santo Domingo (MCDS). Constaté que el mayor número de casos que eran atendidos respondían a accidentes de tránsito y de trabajo.
102
se cuenta con información sobre los trabajadores agrícolas por cuenta propia; sabemos que se accidentan los jóvenes y las mujeres, principalmente.
Sin embargo, tanto los ingresos agrícolas como los de cuenta propia son más altos en la Costa. El ingreso no agrícola representa el 81.64 % del ingreso de los hogares rurales más pobres. (INEC, 2012)
Tabla 3
Ingresos promedios mensuales por actividad y región geográfica (2012)
Costa Sierra Amazonía
Cta. Propia Asalariado
Cta. Propia Asalariado
Cta. Propia Asalariado
Agrícola $ 328.22 $ 235.22 $ 135.93 $ 204.23 $ 176.12 $ 223.17
No Agrícola Explotación minera $ 724.80* $ 345.36 $ 260.00* $ 516.93 $ 274.51* $ 616.30*
Manufactura $ 173.78 $ 325.74 $ 193.81 $ 298.09 $ 106.30* $ 499.27*
Construcción $ 358.68 $ 317.60 $ 312.62 $ 326.39 $ 320.00* $ 331.81*
Comercio $ 205.64 $ 264.61 $ 321.53 $ 364.95 $ 193.01 $ 332.81*
Hoteles y restaurantes $ 163.92 $ 291.46 $ 265.18 $ 270.14 $ 69.07* $ 490.19*
Transporte $ 385.97 $ 371.15 $ 424.04 $ 416.32 $ 259.90* $ 418.48*
Act. inmobiliarias $ 293.88* $ 459.98 $ 723.99 $ 382.56 $ 543.73* $ 547.22*
Admin. pública y defensa; seguridad
social - $ 548.24 - $ 692.80 - $ 710.03
Enseñanza $ 30.00* $ 522.08 $ 334.88* $ 624.74 - $ 637.49
*La muestra para estos valores es muy pequeña, puede tomarse como dato referencial sin embargo carece de significancia estadística. Fuente: INEC-ENEMDU, 2012. Elaboración: Senplades.
103
Se observa un enorme contingente de juventudes rurales buscando insistentemente
oportunidades locales de inserción laboral, forzados a migrar. Se acentúa la tendencia en
los hogares rurales ubicados en los primeros quintiles de buscar ingresos en efectivo
fuera de la parcela para cubrir sus necesidades de subsistencia, inclusive de
alimentación.147 Por cierto que las agriculturas familiares campesinas atenúan el éxodo
rural y amortiguan la desocupación masiva. Pero su función social es insuficiente.
En muchos territorios, la salida hacia el Buen Vivir no consiste en afirmar la tendencia a
fortalecer las economías modernas de escala, a pesar de sus relativas ventajas en
rendimientos y productividad.148 Urge promover una economía rural incluyente y
sustentable, que se refuerce principalmente con la agricultura familiar campesina,
abrazando actividades multisectoriales vinculadas con la agroindustria, el turismo rural,
la pequeña y mediana manufactura, las actividades forestales, la pesca artesanal, la
minería responsable, en general, la promoción de empresas solidarias diversificadas
cuyos beneficiarios principales sean los/las productores/ras rurales sin tierra, los
trabajadores rurales. Las políticas que fomenten las economías territoriales rurales
requieren criterios de priorización territorial, privilegiando los sectores estratégicos bajo
criterios de inclusión y sustentabilidad. Se reconoce la diversidad productiva, social,
cultural y territorial de la ruralidad, aplicando políticas diferenciadas, particularmente
aquellas que permitan generar valor agregado.
7.3. Turismo rural
Existen territorios de alto valor turístico, como los parques nacionales y las áreas
protegidas 149 que deben ser cuidadosamente incorporados el proceso de despliegue del
Buen Vivir, potenciados por política conservacionistas. Por ser uno de los 17 países del
mundo calificados como megadiversos, además de ser un país pluricultural y multiétnico,
Ecuador tiene grandes ventajas comparativas para ampliar su oferta turística y
147
Marcela Ballara y Soledad Parada (2009). El empleo de las mujeres rurales: lo que dicen las cifras, FAO-CEPAL, Roma. 148
Sergio Sepúlveda, Adrián Rodríguez, Rafael Echeverri y Melania Portilla (2004). Agricultura familiar y desarrollo rural desde una perspectiva territorial. IICA- Paraguay. 149
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) identifica 37 áreas que se encuentran bajo la tutela del Estado los mismos que cubre el 18.5% del territorio nacional, con una superficie mayor a las 4.7 millones de hectáreas; los bosques protectores alcanzan a 2,4 millones de hectáreas, significando que el Ecuador tiene el 26% de su territorio bajo protección. MINTUR-PLANDETUR 2020.
104
desarrollar una diversidad de opciones de visita.150 Los territorios rurales del Ecuador
tienen numerosos polos de atractividad que valorizan su ruralidad y proclaman la
importancia de lo local. El turismo en general, pero el turismo rural en particular, abre
camino para desplegar el sentido de la estética de la naturaleza, los recursos intangibles
de los pueblos.
El turismo rural representa una opción de ingresos que debe ser territorializada y
articulada con otras actividades, en sinergia con diversos sectores de la economía. Lo que
supone integrar, en los PEAT,151 un conjunto de elementos que posibiliten construir la
identidad territorial del turismo, como la ampliación de capacidades, la cultura local, la
protección del paisaje y los recursos naturales, la participación responsable de la
comunidad, la construcción de un tejido empresarial local, la conservación del
patrimonio, la accesibilidad, el saneamiento, la calidad de los servicios, etc. El enfoque
del turismo rural, pero también del agroturismo, deberá seguir principios de
agroecología, cierre de brechas, democratización de oportunidades, generación de valor
agregado y empleo, todo ello vinculado a la soberanía alimentaria, fomento a la
economía popular y solidaria, desarrollo de tejidos sociales, etc. La idea central es la de
revalorizar la subjetividad social y cultural de las comunidades rurales, las dimensiones
cualitativas de su vida, sin caer en el folklore.
En los mundos rurales del Ecuador existe un incipiente aprovechamiento del potencial
agro turístico, principalmente debido a desorganización y atomización de los agentes
locales, revelando una cartera dispersa de iniciativas; es evidente el desarrollo
desordenado de este potencial, precisamente por la falta de una visión territorial. Existen
algunos atractivos de la agricultura - como la Ruta del Cacao – que valorizan una
diversidad de potenciales endógenos, la gastronomía, las prácticas agrícolas, las
150
El SIGTA nos dice: “En cuanto a la riqueza florística el Ecuador es considerado como el país con mayor cantidad de especies de plantas por unidad de área en América del Sur. La flora del Ecuador comprende aproximadamente entre 20.000 y 25.000 especies de plantas. En una parcela ubicada en la Reserva Faunística Cuyabeno, en la Amazonía ecuatoriana se ha registrado el record mundial de número de especies por una unidad de área: 400 especies de árboles, 449 especies de arbustos, 92 especies de lianas, 96 de hierbas y 22 de palmas. En los bosques montañosos existe mayor diversidad de arbustos epífitos. Es en estos bosques donde se encuentra la mayor biodiversidad del país y un altísimo endemismo, sin embargo son los más amenazados. La diversidad faunística es igualmente espectacular hasta el momento se han registrado 402 especies de anfibios, 380 especies de reptiles, 1559 especies de aves y 324 especies de mamíferos. En los puertos costeros se conoce de más de 1.300 especies de pájaros el doble de la cantidad que existe en EE.UU. y Canadá….” SIGTA/MINTUR. 151
Plan Estratégico de Acción Territorial
105
artesanías, la producción artesanal, las ferias locales, etc. 152 Todo lo cual genera
oportunidades de empleo y de mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades
rurales, demandando una cultura de cuidado y redes de solidaridad.
El turismo rural es una propuesta multisectorial que dibuja estéticamente al territorio
como espacio construido y vivido. “Antes de ser un mercado, el turismo es una
organización local, representa la movilización de actores alrededor de recursos… El
turismo requiere de los agricultores y de otros actores del mundo rural, un aprendizaje de
nuevas funciones, redefinición de su profesión, un desarrollo de nuevas formas de
sociabilidad entre un actor de adentro y un actor de afuera….Sin embargo, los papeles y
las representaciones de los actores permanecen desfasados. El primero se apropia del
lugar consumiéndolo, al paso que el segundo le da una función simbólica de
diferenciación…” 153 La cohesión social en los territorios, además, depende mucho de la
energía subjetiva y la consistencia de los contenidos simbólicos que vibran en los campos
intangibles.154
Es también posible apoyar propuestas territoriales de diversificación productiva
mediante la búsqueda de raíces de identitarias que posibilitan los procesos de
recuperación y protección del patrimonio histórico rural, su exhibición, su promoción, y
la difusión de bienes y tradiciones culturales, incentivando la formación artística y
cultural entre la juventud, el fomento a la producción artesanal y cultural. Estas
actividades contribuyen a mejorar la calidad del tejido social, reforzando el sentido de
pertenencia e identidad, en contramano a los procesos de fractura de los vínculos
comunitarios. 155
Uno de los rasgos esenciales de la ruralidad se relaciona con proximidad del ser humano
y sus racionalidades económicas con el medio natural y los recursos naturales. Por eso,
en Ecuador y a diferencia de los países del austro latinoamericano, la agricultura
permanece como la actividad determinante de la estructura rural. La concepción
multifuncional de la ruralidad nos lleva a observar cuidadosamente el potencial de su
152
Hay diferentes formas de turismo rural: eco-turismo, agro-turismo, turismo ecológico y turismo cultural. 153
Claire Cerdan, Maria Célia Martins de Souza, Murilo Flores (2007). El patrimonio cultural como elemento estratégico para el desarrollo territorial – dos casos de la inmigración italiana en Brasil. CIRAD, Instituto de Economía Agrícola, Florianópolis, Brasil. 154
Carlos Julio Jara (2001). As dimensões intangíveis do desenvolvimento sustentável, IICA-Brasil.
155 David Soto Uribe y Jennyffer Vargas (2007). Valorización de la identidad territorial, políticas públicas y
estrategias de desarrollo territorial en los países de la Comunidad Andina, Revista Opera Universidad Externado de Colombia. No.007.
106
riqueza y diversidad biológica. La enorme variedad de especies y recursos genéticos que
tiene un país biodiverso como el nuestro, representan un potencial productivo e
económico de su ruralidad. La biodiversidad de los territorios rurales constituye una
invalorable riqueza que abre opciones para la innovación tecnológica en diversas áreas,
como la alimentación y la salud. Se requiere regular la relación entre la sociedad local, la
naturaleza como base de la diversificación productiva y las presiones de las empresas
transnacionales que ejercen monopolio sobre las investigaciones referentes a la
diversidad biológica.156
La ENBVR propone controlar la bioprospección, la biopiratería,157 ejerciendo soberanía
sobre los territorios, pero también a asegurar que las actividades de aprovechamiento de
los recursos biológicos y genéticos no perjudiquen al ambiente, regulando la
transferencia de tecnología y los métodos de diagnóstico, protegiendo el conocimiento
tradicional, y respetando, en apego al derecho, las patentes y la propiedad intelectual
comunitaria. 158
La esfera agroindustrial, por otro lado, constituye un sector económico de gran empuje
en las últimas décadas, con impactos significativos en el crecimiento económico nacional,
interactuando dinámicamente con diversos sectores productivos y de servicios. La
agroindustria ecuatoriana, que agrupa diversas cadenas agroalimentarias (aceites y
grasa, refinerías de azúcar, cacao, molinería, cárnicos, pesca, bebidas), representa
156 El mercado farmacéutico mundial depende mucho de productos derivados del material biológico,
particularmente del almacenado en los bosques tropicales. La biodiversidad amazónica, por ejemplo, asume un papel importante al convertirse en materia prima básica para concretar principios activos y nuevos materiales naturales, como son las proteínas recombinantes, las moléculas bioactivas, los fármacos, las vacunas, incluyendo insumos biológicos agrícolas, biofertilizantes, biopesticidas, nutracéuticos, cosméticos, etc. Carlos Jara (2011) Buen Vivir y Cambio Climático. MCDS. Quito.
157 Es necesario formular políticas específicas de regulación de la gestión y estos recursos estratégicos en
los territorios rurales, vinculados a la cuestión de la propiedad intelectual, posibilitando el control comercial de las negociaciones “con “seres vivos y patrones culturales que la conforman: genes, especies y ecosistemas”, según lo define el Ministerio Coordinador de Patrimonio. 158 El conocimiento tradicional es más que una serie de derechos económicos, significando un
patrimonio que supone responsabilidad de cuidar del recurso natural. El derecho colectivo de gestionar ese patrimonio es esencial para la identidad, y el Suma Kawsay de los pueblos indígenas. Ver. Naciones Unidas. Consejo Económico y Social. Comisión de Derechos Humanos. Subcomisión de Prevención de Discriminaciones (1995). Discriminación contra las poblaciones indígenas. Protección del patrimonio de los pueblos indígenas. Informe definitivo de la Relatora Especial, Sra. Erica-Irene Daes.
107
alrededor del 54.46% del PIB total. 159 Tradicionalmente los eslabones finales de las
principales cadenas se localizaban en las ciudades, como Quito160 y Guayaquil, lo que
permitía jalonear a las economías rurales, situación que tiende a cambiar con el
desarrollo de la infraestructura de transporte y la conectividad en general, abriendo
oportunidades en los mercados laborales. Algunas de estas cadenas muestran claros
índices de crecimiento en términos de producción bruta, consumo intermedio, empleo y
valor agregado.161 Constituyen el centro hegemónico de la matriz productiva
agropecuaria.
8. Revolución Agraria.
El agro ecuatoriano y su matriz productiva ya instalada, se encuentra sumergido en una crisis
de carácter multidimensional. Desde los mundos urbanos no es fácil percibir la magnitud de
esa crisis que nos afecta a todos y todas. La complejidad de los problemas cruzados e
interdependientes que la configuran desbordan nuestra capacidad de asimilarla e
internalizarla enteramente. No es una crisis que pueda comprenderse de manera diáfana, pues
no solamente es ambiental y social, sino cultural, política, institucional, inclusive cognitiva y
espiritual. Expresa formas de producción en dinámico crecimiento pero cargando elevadas
dosis de insalubridad ambiental en los agroecosistemas y exclusión a los estratos de la
pequeña y mediana producción agropecuaria. Se trata de una agregación de viejos y nuevos
problemas, de mescolanzas estructurales, de campos tangibles e intangibles, construyendo
una totalidad sistémica insustentable, que constituye mucho más que la suma de sectores, de
componentes o partes.
Es difícil caracterizar esa crisis desde una mirada positivista, pues sus dinámicas devienen
sistémicamente a manera de espiral, son interdependientes, se retroalimentan, y se ven
atravesadas e influenciadas por las fuerzas de la globalización. En lo político, esa crisis rural y
agraria viene construyéndose desde antaño, en general, por la inconsciencia ética de muchos
gobiernos, respecto a las demandas y prioridades de una amplia y diferenciada población rural
y campesina. A lo largo de los años, las comunidades campesinas y los pueblos indígenas
ecuatorianos, los montubios y los afroecuatorianos han venido sufriendo efectos
159 Ver, IICA-MAG (2006). La agroindustria en el Ecuador: un diagnóstico integral. Quito. Dato
proporcionado por SENPLADES, y se refiere a un PIB aproximado que hace referencia a elaboración de productos alimenticos y bebidas, debido a que no hay una definición del sector agroindustrial. 160
Iván Hernández, Natalie Cely, et al. (2010), “The discovery of new export products in Ecuador”, IDB Working Paper Series No.165, Washington, Junio. Documento electrónico HM BID-DT 165 [2010] 161
Frank Brassel, Jaime Breilh y Alex Zapatta - Editores (2011). ¿Agroindustria y Soberanía Alimentaria? Hacia una Ley de Agroindustria y Empleo Agrícola. SIPAE. Quito.
108
desestructuradores de empobrecimiento, no solo en los periodos de crisis, sino en los de
bonanza económica: ajustes estructurales, privatizaciones, concentración de la tierra,
concentración del agua, acaparamiento de la renta de la tierra, expansión de la frontera
agrícola, desalojos, empleos precarios, destrucción de los tejidos sociales, pérdida de fertilidad
de los suelos, etc.
Actualmente, como lo demuestra este diagnóstico, nuestro mundo agrario está
profundamente marcado por la desigualdad, que deviene del colonialismo, del patriarcado y la
concentración del poder. Las oportunidades fueron dadas, principalmente, a las medianas y
grandes propiedades comerciales, incluyendo en los últimos años a los complejos
agroindustriales y al agronegocio en general. Los programas convencionales de “desarrollo
rural” no han detenido el empobrecimiento de la población rural y campesina, proceso que
viene caminando de la mano con la descampesinización. Juzgando desde la ética – que se
manifiesta como exigencia moral – podemos juzgar un fracaso en la tarea histórica de
construir puentes de complementariedad entre los diversos segmentos sociales rurales y sus
agriculturas. Las elites del poder sectorial y financiero, en el marco de la internacionalización
de las inversiones, han conseguido en el presente profundizar las brechas sociales y
productivas, particularmente las de ingreso y productividad. Hasta este momento, el Estado
Ecuatoriano no ha generado una política autentica de “desarrollo” rural para todos y todas.
Desde antaño, el campesinado y su actividad agrícola familiar era todo aquello que evocaba
tradicionalidad, estancamiento y atraso. Fue creada una dialéctica negativa que desvalorizaba
lo tradicional, discriminando a las explotaciones que no tenían rasgos o perspectivas para
modernizarse. Pasamos del régimen de hacienda al régimen empresarial capitalista
arrastrando actitudes y percepciones que discriminan e inferiorizan al heterogéneo
campesinado. Las inversiones públicas han promovido profundos cambios sociales, mayor
comunicación, menor aislamiento, mayor contacto con los mercados, acceso a los servicios
públicos, mejor infraestructura, más y mejores servicios, etc., pero se mantiene vivo el
imaginario dualista; persisten las asimetrías estructurales entre lo rural y lo urbano, donde el
primero conserva una posición subordinada al poder económico y político concentrado en las
ciudades. 162 No es justo proyectarse al encuentro del futuro, dándoles la espalda a más de
700.000 Upas campesinas.
Al desvalorizar a la producción agrícola campesina, indígena, montubia y afroecuatoriana -
partiendo de prejuicios coloniales afirmados más tarde por el mito del progreso - hemos
fortalecido cada vez más a la empresa agropecuaria privada vinculada a la exportación y a la
162 Por cierto, hemos cerrado algunas brechas sociales, pero el modelo de gestión pública se ha
focalizado principalmente en los mundos urbanos, distanciándose relativamente de la ruralidad.
109
industria de alimentos, aumentando de manera constante sus cuotas mercantiles, mayores
rendimientos y lucros. Hemos llevado las infraestructuras, los recursos, los conocimientos, las
instituciones, las innovaciones, las inversiones hacia los sujetos capaces de lograr el máximo
rendimiento de factores, mejor vinculados al mercado. Las constantes apuestas en las
empresas alta o medianamente modernizadas han debilitado el sujeto campesino ya
desmejorado históricamente. Hemos incitado la carrera hacia la modernización competitiva -
ventajas comparativas para sostener una determinada posición en el mercado - creando una
inclusión perversa, afirmada en salarios precarios, junto a externalidades ambientales
negativas. Esa es la matriz productiva agropecuaria que debe ser cambiada.
Si pudiéramos definir a la crisis multidimensional que afecta a los mundos rurales y al agro
ecuatoriano con un nombre, podemos inclinarnos a llamarla como crisis del modelo de
desarrollo productivo, del patrón de acumulación que excluye a las mayorías rurales.163 Se
requiere de un pacto social entre el Estado y la sociedad rural para que la miseria pueda
liberarse de la dinámica del mercado restringido y oligopólico, para que los grupos de poder
económico asuman comportamientos ambiental y socialmente responsables, con resultados
distributivos y ambientes de gobernanza.
La construcción de un nuevo modelo de desarrollo productivo rural y agropecuario implica la
puesta en marcha de un profundo cambio evolutivo en la estructura agraria, de carácter
multidimensional que el Gobierno Nacional ha calificado como Revolución Agraria. Una
transformación articulada por igual a procesos sociales, tecnológicos, organizacionales,
políticos e institucionales que permitan fortalecer cuantitativa y cualitativamente a la
seguridad y la soberanía alimentaria. La ENBVR intenta volverse un instrumento de transición.
Propone políticas que signifiquen rupturas, que deben ser debatidas con la sociedad, en las
diversas esferas de la actividad agropecuaria.
En este mundo globalizado, el futuro de nuestras agriculturas está intrínsecamente
relacionado con una gestión sustentable de los recursos naturales y la ampliación de las
capacidades. El diagnostico que sigue nos indica que los niveles de productividad son bajos en
el sector agropecuario y que la tasa de crecimiento en los rendimientos de algunos productos
163 No es una crisis que perjudique al modelo agroindustrial prevaleciente, sino del régimen de
desarrollo que ética y legalmente, debe mejorar la salud de los agroecosistemas, aumentar las capacidades productivas y los conocimientos de la población rural, articular la ciencia y la tecnología principalmente con la soberanía alimentaria, consolidar formas de organización y financiamiento que den respuesta a las demandas campesinas, con prioridad ambiental y social, entre otras finalidades. Somos obligados a construir un sistema económico rural justo, basado en la distribución igualitaria de las oportunidades, activos y medios de producción, generando ingreso y trabajo digno.
110
se estanca o disminuye.164 Son pocos los estudios que nos orientan sobre las principales
variables que están determinando el aumento o la caída de la productividad total de factores.
Debemos generar mayores excedentes a partir de los mercados locales y externos, tomando
mayor cuidado de la salud ambiental de los agroecosistemas y buscando incluir en esas
dinámicas a los segmentos de la AFC.
Las oportunidades de los mercados mundiales de alimentos demandan valorizar el potencial
de la AFC y el diseño diferenciado de incentivos de política pública que sirvan de inductores y
potencien sus actividades, con sustentabilidad ambiental y social. No es sustentable continuar
intensificando la producción agropecuaria desde patrones que profundicen los problemas de
contaminación agroquímica; la destrucción de hábitats, la deforestación, la perdida de
fertilidad de los suelos, la destrucción de la biodiversidad, la emisión de gases de efecto
invernadero, etc. Se demanda un desarrollo sectorial capaz de aliviar la presión económica
que ejercemos sobre los recursos naturales. Existe una tendencia de pérdida de fertilidad y
materia orgánica en todo el territorio nacional. Estamos perdiendo eficiencia biológica y
también económica en los agropecuarios sistemas intensivos; salvo su “traslado” hacia suelos
más fértiles.
La AFC demanda desarrollos tecnológicos apropiados,165 tanto organizacionales como
productivos, para garantizar mayores volúmenes y niveles mínimos de calidad, salud e
inocuidad del producto. Pero aún no existe un sistema articulado de innovación y transferencia
tecnológica que responda a las demandas de los campesinos.166 Es urgente desarrollar
tecnologías que perfeccionen los sistemas diversificados de producción campesina, conciliando
los principios agroecológicos y ambientales con las exigencias de escala y calidad que imponen
los mercados. La oferta de semillas certificadas e insumos es insuficiente; los kits son
esencialmente respuestas productivistas que siguen el modelo de la revolución verde. El
MAGAP y los GADS deberían desarrollar metodologías para transformar gradualmente a los
sistemas agropecuarios convencionales en agroecológicos y crear incentivos que posibiliten el
período de transición desde los territorios. Hay que integrar a la AFC a la presente dinámica de
la “economía del conocimiento” vinculada a mercados diferenciados, que exigen valor
agregado. No es justo ni racional apostar únicamente en las grandes commodities a cargo del
164
Se observan brechas significativas de rendimientos entre los resultados obtenidos en los centros experimentales y los rendimientos promedios nacionales. 165
Económica y ecológicamente viables 166
Está en proceso de montaje el Programa Hombro a Hombro que debería complementarse o integrarse a
las Escuelas de la Revolución Agraria-ERAS.
111
sector privado, sin abrir oportunidades a los segmentos de la AFC dedicados tradicionalmente
a la producción de alimentos.167
La Revolución Agraria enfatiza en las políticas públicas que promueven la transformación de la
estructura de tenencia y acceso a la tierra y el agua, la eliminación del latifundio y de la gran
propiedad que no cumpla con su función social y ambiental. Es evidente que se mantiene la
concentración de la tierra con coeficientes de Gini variables según regiones y territorios. Se
advierte sobre la necesidad de regular los procesos de acaparamiento y reconcentración de la
propiedad de la tierra;168 dinámica que resulta del crecimiento demográfico global y la
correspondiente demanda de alimentos, de los mercados que exigen productos con valor
agregado, de la demanda de productos agrícolas para la agroenergía y los aceites industriales.
El diagnostico constata que agroecosistemas expresan cada vez mayor escases de agua de
riego, que además revelan mal distribuida favoreciendo a los cultivos agroexportables. Los
sistemas de riego son ineficientes, tienen infraestructura inconclusa y no cuentan con
tecnificación; existe ineficiencia en la gestión, conducción, aplicación y distribución del agua de
riego.
El componente de Revolución Agraria apunta hacia la conquista progresiva de la soberanía
alimentaria; se quiere incrementar la oferta de productos alimenticios, con un valor añadido y
sobre todo, saludables. La soberanía alimentaria es el requisito más importante para garantizar
un cambio de matriz productiva macro en condiciones de gobernabilidad. Se constata la falta
de un sistema nacional integrado de comercialización que incluya agrocentros comunitarios,
servicios de acopio y transformación, servicios de distribución para apoyar el consumo público
y privado, mecanismos de comercio alternativo y solidario. Los encadenamientos expresan, en
general, grandes asimetrías que tienden a concentrar la riqueza en manos de las minorías.
En el presente 7 de cada 10 ecuatorianos viven en las ciudades donde los patrones de compra
se encuentran capturados por los supermercados, desplazando a las tiendas de barrio.169 Se
constata también que existe concentración oligopólica de los mercados alimentarios, y que las
167
Ver, Suma Chakrabarti y José Graziano da Silva (2012). Con hambre de inversiones: el sector privado
puede empujar el desarrollo agrícola en países que más lo necesitan. Wall Street Journal Septiembre 6.
168 Germán Jácome, et al (2004). Desplazados por Agroexportación; la concentración de la tierra por
multipropiedad y fracturación: El caso de Quevedo. En ¿Reforma Agraria en el Ecuador?:Viejos Temas,
nuevos argumentos. SIPAE. Quito.
169 Miguel Zamora (2003). La rápida expansión de los supermercados en Ecuador y sus efectos en las
cadenas agroalimentarias. Ecuador Debate No. 64. CAAP. Quito. Manuel Chiriboga nos informa que el
nivel de penetración de los supermercados en la esfera del consumo de alimentos se aproxima al 50% de
las ventas. En, Plan del Buen Vivir en el Eje Productivo. Conversatorio entre expertos, 26 de Enero 2011.
112
compras públicas no privilegian los productos de la AFC. La Estrategia propone crear canales
de comercialización alternativa orientados fortalecer y democratizar los mercados locales y
nacionales, protegiéndolos contra el dumping. 170
8.1. Caracterización de la dimensión económico-productiva de las zonas rurales del Ecuador
Las políticas de fomento agrícola neoliberal tuvieron como objetivo central la mejora de la
competitividad y productividad de las exportaciones primarias (incluyendo las no tradicionales)
y la producción agroindustrial de consumo interno, la profundización de las lógicas de mercado
y la garantía a las inversiones. La competitividad había de lograrse dejando operar libremente
a las fuerzas del mercado, si fuera posible, sin ninguna intervención del Estado. Las políticas
orientadas a la producción familiar rural se formularon, generalmente, con un sesgo
asistencialista y de compensación, salvo el caso de los pequeños agricultores “viables” desde el
punto de vista del mercado.
El modelo neoliberal tiene la capacidad de adaptarse a los cambios en la coyuntura política y
económica según amerite la situación. Los programas neoliberales de desarrollo rural han
funcionado como instrumentos de amortiguamiento a la exclusión estructural del
campesinado, han servido para compensar selectivamente el desmantelamiento de las
estructuras estatales de apoyo y posibilitar que se continúe con el aperturismo comercial
desde los territorios. 171
Por ello, durante este periodo se formularon programas de fomento productivo y desarrollo
local basados en la descentralización y en la potenciación de las organizaciones de
productores, incluyendo la participación de la iniciativa privada.172 El trabajo con las
organizaciones campesinas produjo cambios importantes funcionales principalmente a los
intereses particulares de las dirigencias, creando asimetrías de diverso tipo. No hubo
170
En la medida que algunos países del norte industrializado enfrentan su crisis económica, reducen sus
gastos públicos, reducen salarios, ajustan sus instituciones, buscando generar excedentes exportables,
Ecuador estará bajo el constante riesgo de invasiones comerciales que pudieran perjudicar a los pequeños
agricultores. .
171 Liisa North y John Cameron (2008). Desarrollo Rural y Neoliberalismo: Ecuador desde una perspectiva
comparativa. Universidad Andina Simón Bolívar. Corporación Editora Nacional. Quito. 172
Especial atención merece el Proyecto de Reducción de la Pobreza y Desarrollo Rural Local - PROLOCAL, financiado por el Banco Mundial, que realizó acciones dirigidas a mejorar la gestión de gobiernos locales y organizaciones sociales, reactivar las economías locales y fortalecer el tejido social, que tuvo efectos positivos en la reducción de las tasas de dependencia económica familiar y los índices de pobreza medida por necesidades básicas insatisfechas.
113
integralidad de propuestas, lo que pudo observarse en la exclusión de los productores y
trabajadores rurales que no encajaban en la ecuación mecánica de sus componentes; la
gestión estuvo a cargo de “unidades ejecutoras”173 que operaban paralelas a la
institucionalidad estatal.
El diagnóstico que sigue se aborda a partir de los siguientes temas percibidas como las
variables claves de una transformación agraria que favorezca a la AFC: 1) la situación actual de
la producción y la productividad agropecuaria; 2) el análisis de los sistemas de comercialización
de alimentos; 3) la cuestión del acceso a la tierra; 4) la problemática del riego; y 5) la
problemática del financiamiento productivo rural con énfasis en el sector agropecuario.
8.1.1. La situación actual de la producción y productividad agropecuaria
El sector agropecuario es de vital importancia para la economía del país, empleador de una
elevada proporción de la fuerza laboral, que provee ingresos a una numerosa población,
contribuyendo actualmente con alrededor del 10% del Producto Interno Bruto y significa una
fuente muy importante de entrada de divisas.174 La participación del PIB sectorial con relación
al PIB total revela una tendencia decreciente. Durante los últimos diez años las ventas totales
del subsector alimentos han mostrado tasas de crecimiento superiores a la mayoría de
sectores económicos, siendo, como veremos, las grandes agroindustrias y empresas de venta
al detalle las que han capitalizado de manera más eficiente las ganancias.
173
El Decreto Ejecutivo No. 1343 publicado en el R.O. 287 de 19 de marzo del 2001 crea la Unidad de Implementación para la ejecución del proyecto de Reducción de la Pobreza y Desarrollo Rural Loca l- PROLOCAL, adscrita al Ministerio de Bienestar Social; 174
Fuente
114
El banano sigue siendo el principal rubro sectorial de exportación, representando el 27% del
total no petrolero, es decir casi 800 millones de dólares.175 El segundo producto en
importancia es el camarón (12%), seguido por las flores naturales y enlatados de pescado, con
8% cada uno y el cacao con un 5,4%. Si bien se evidencian algunos cambios, esta estructura de
exportación se ha mantenido invariable desde hace dos décadas. En este período se observa
un significativo crecimiento de las exportaciones consideradas no tradicionales que se ha
profundizado desde 2009. Destacan las flores naturales, los productos de madera y las frutas.
Ecuador aún no es un país soberano en materia alimentaria. Si bien las importaciones de
alimentos son significativamente menores que las exportaciones, en algunos rubros se
registran tendencias de crecimiento tanto en materias primas para uso agroindustrial como en
productos alimenticios elaborados para el consumo.
Durante el período 2007-2009 se importaron aproximadamente 800 millones de USD en
alimentos, lo cual representa el 5,8% del total de importaciones.176 Los rubros más
importantes, según las categorías del BCE, son:
175
Fuente 176
Fuente
115
Cereales: 35% del total que advierten principalmente al maíz y el trigo; 177
Productos agrícolas provenientes principalmente de Perú y Colombia y que
significan un 14% (cebolla, pimiento, papa, entre otros);
Otros productos alimenticios que representan un 14% del total y corresponden
en su mayor parte a productos elaborados para el consumo.
Las materias primas importadas con mayor representación son el trigo (90% del consumo
interno), el aceite de soya (70%), el maíz duro (50%), la avena, la cebada y ciertas frutas. La
cadena de balanceados vinculada a la producción e aves, camarones, ganado porcino, bovino y
piscicultura presiona sobre la importación e maíz amarillo178 y soja. En el siguiente gráfico se
puede identificar el detalle:
Gráfico 1:
Resumen de importaciones de alimentos
177
La demanda interna de trigo supera las 500.000 toneladas anuales. Junto a la cebada, el arroz y las
papas, son los alimentos más demandados por el consumidor ecuatoriano. 178
Muchos agricultores y campesinos producen maíz amarillo duro. El problema radica en que en ” la
mayoría de los casos, los campesinos venden a intermediarios con gran poder de acaparamiento y almacenamiento y a empresas agroindustriales cárnicas y de balanceados. Estas empresas incorporan valor agregado de transformación y venden el maíz (…) a un segundo intermediario quien lo comercializa. En ocasiones la comercialización también es controlada por una empresa y el consumidor termina pagando los costos de publicidad, transporte, servicios, etc. Este modelo genera utilidades sólo a los grandes intermediarios, agroindustriales y comerciantes. Si los precios de los insumos agrícolas se incrementan también aumentan los costos de producción de los cultivos. Sin embargo, el precio de venta de la producción campesina no incrementa. El intermediario y la agroindustria siguen comprándole al campesino al mismo precio, empujándole a un círculo infinito de deuda”. Xavier León y María Rosa Yumbla (2010). El agronegocio en Ecuador: el caso de la cadena del maíz y la empresa PRONACA. IICD, Misereor, Entre Pueblos, Acción Ecológica, Quito. Pág.12.
116
Fuente: BCE, matrices oferta – utilización 2000 - 2007
Elaboración: SIPAE, 2010
El Ecuador tiene una superficie de 25,6 millones de hectáreas de las cuales poco menos de 18
millones no tienen usos productivos, y corresponden a bosques, parques nacionales, reservas
ecológicas, áreas protegidas, páramos, cuerpos de agua y centros urbanos, así como también a
superficies erosionadas o en proceso de erosión notable. Las zonas destinadas a la producción
representan aproximadamente 7,3 millones de has, el 39% de las cuales está en la Costa, el
38% en la Sierra y el 23% en el resto del país. El 46,7% del total nacional corresponde a pastos
cultivados, el 20,7% a pastos naturales, el 19,5% a cultivos permanentes (generalmente
orientados a la exportación) y el 13,5% son cultivos transitorios (mayoritariamente orientados
al consumo interno). Las provincias que tienen una mayor cantidad de superficie de labor
agrícola son Manabí (15,48%), Guayas (11,26%), Loja (7,64%), Los Ríos (7,25%) y Esmeraldas
(7,11%)179.
Según varios analistas, desde hace 30 años que la frontera agrícola ecuatoriana empezó a
rebasar la superficie con aptitud agropecuaria. Desde entonces, la pulsión desarrollista de
expansión de cultivos, particularmente los industriales ha venido realizándose principalmente
sobre tierras no aptas para la actividad agropecuaria. Muestra de ello es que durante la última
década los suelos cultivados y con pastos crecieron solamente 100 mil hectáreas. La expansión
de la frontera agropecuaria tiene que ver con el deterioro de los bosques, la pérdida de
biodiversidad, la destrucción de los corredores biológicos, el agotamiento de los suelos, los
cambios en el micro clima, etc. No hay controles eficientes para la tala del bosque tropical
ecuatoriano y su transformación en tierras de uso agropecuario; se anuncian inéditos procesos
de concentración y acaparamiento de tierras como fundamento de un nuevo ciclo de
expansión del sistema agroalimentario global,180 en la que las grandes empresas dispersan su
poder y control sobre la producción local.
Gráfico 2:
179 Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC )2010, del INEC 180 World Economic Forum (2012). Putting the New Vision for Agriculture into Action: A Transformation Is Happening, McKinsey & Company. Cologny, Geneva. Switzerland
117
Fuente: ESPAC
Cabe anotar que el proceso de ocupación del espacio territorial para uso agropecuario
registrado en el país desde 1970 se caracterizó por ser principalmente de carácter ganadero;
tasa de crecimiento de los suelos agrícolas hasta el año 2000 fue de 189% mientras que la de
pastos fue de 238%.
Durante los últimos 10 años se observó una leve tendencia a la baja de los pastos cultivados,
principalmente por el incremento de la superficie de palma africana. Sin embargo, desde el
2008 se observa nuevamente un repunte de la superficie de pasturas, fenómeno que minimiza
a la agricultura dedicada al cultivo de productos básicos.181 Hay una relación directa entre la
ganaderización y la pobreza campesina bajo el capitalismo agrario. Al descansar muchas
agriculturas campesinas en actividades primarias y enfrentarse constantemente a relaciones
desiguales de intercambio, además de utilizar suelos marginales frágiles, se ven obligados a
“invertir” en muy pequeños hatos de ganado, como activos, para minimizar sus riesgos y
garantizar un nivel de ingresos.
Cuadro: 1
Cambios en el uso del suelo: Ecuador 1970 – 2000
Concepto 1970 2000 Tasa de
crecimiento (%) Millones de Has. % Millones de Has. %
Agricultura 1.68 47 2.98 40 189
Pastos y
Ganadería 1.88 53 4.48 60 238
Total 3.56 100 7.46 100 216
181
Como veremos, a su expansión ha contribuido el sistema financiero público, particularmente el BNF.
118
Fuente: MAG – SEAN y III Censo Nacional Agropecuario Elaboración: CAMAREN, 2009
El agro ecuatoriano se ha caracterizado históricamente por la expansión territorial de
monocultivos extensivos orientados principalmente a la exportación, sea mediante la apertura
de nuevas zonas de colonización o mediante la diversificación de cultivos. En la última década
se observa el crecimiento productivo agrícola para el mercado interno y externo, en particular,
palma africana y caña de azúcar, principalmente en la Costa. En la Sierra la superficie de los
principales cultivos propios de la AFC han retrocedido respecto al incremento de los pastos. De
hecho el ligero incremento de la superficie productiva del país ha sido destinado, en un 80%,
para ampliar la ganadería extensiva, en particular, en el nordeste del país. Justamente en el
norte de la Amazonía, Esmeraldas y en las zonas de estribación de cordillera (principalmente al
sur) es donde se han instalado los nuevos pastizales. El proceso de ampliación de la ganadería
extensiva tiene varias causalidades; la tierra está produciendo rentas y cuando las propiedades
se ubican próximas a las carreteras o megaproyectos, el precio futuro de la tierra no depende
tanto de su potencial productivo, sino de las posibilidades de valorizarla; algunas “haciendas”
engordan vacas, y también especulación.182
Solamente en la Costa, las áreas de pastizales ocupan aproximadamente cinco millones de
hectáreas. No hemos logrado cuantificar la cantidad de merma del ecosistema forestal, pero se
estima que entre 1990 y 2000, la pérdida anual de bosques fue de 74.000 hectáreas; se
aprovecha la madera y se da paso a la ganadería extensiva, explotación que utiliza poca mano
de obra En una década se perdió una superficie equivalente a 7 millones de canchas de futbol.
Esa tasa promedio se redujo a alrededor de 61.000 hectáreas anuales entre el año 2000 y
2008, lo que suma 1.228.000 hectáreas en 18 años183.
Tal como lo evidencian los datos presentados, la superficie agrícola ecuatoriana con
capacidades productivas ha ultrapasado su frontera límite. Insistir en profundizar el modelo de
agricultura industrial a gran escala, de la mano con el de ganadería extensiva, no sólo es
insustentable e insostenible, sino que implica riesgos para la soberanía alimentaria de las
generaciones presentes y futuras, con impensables derivaciones ambientales y sociales. El
desarrollo del capitalismo en el campo ecuatoriano sigue la lógica del incremento en la
productividad medida principalmente mediante la vara de los rendimientos, 184 buscando el
beneficio inmediato, sin mayor responsabilidad social y ambiental: agotamiento del suelo;
contaminación del agua; acaparamiento de la renta del suelo; eliminación de trabajadores;
182
Talleres regionales de sistematización realizados por SENPLADES (2011) 183
Estudio "Línea Base de Deforestación en Ecuador", MAE 2010 – 2011. 184
Volumen producido por hectárea.
119
dependencia tecnológica; etc. Es necesario regular el proceso de expansión de los cultivos
agroindustriales.
Gráfico 3
Evolución de la superficie de pastos naturales y cultivados a nivel nacional en hectáreas
Fuente: ESPAC
Elaboración: Equipo Estrategia del Buen Vivir Rural, 2012
En este sentido, el debate sobre el modelo de desarrollo en el agro tiene alta relevancia para
construir un escenario prospectivo de nuestro mundo agrario y rural. En un contexto
internacional marcado por la alta volatilidad de precios de los alimentos y desfavorables
niveles de productividad en commodities, el fortalecimiento del actual patrón de acumulación,
sin políticas estructurales para el Buen Vivir Rural, tendrá negativas consecuencias para
muchos campesinos, agudizando las luchas sociales en el campo. Salta a la vista, en la medida
en que la población ecuatoriana sigue creciendo, tiende a acentuarse la presión sobre la tierra
y los recursos naturales. Debemos preguntarnos: ¿cuanta tierra fértil tenemos, cuánta
necesitamos, y quiénes se benefician de los recursos naturales? Como resultado de la
expansión de los cultivos sobre tierras marginales - incluyendo terrenos públicos protegidos -
se generan altos costos sociales y bajos rendimientos promedio. Se asiste a un proceso de
deterioro de los recursos naturales (tierra, agua) que son el sustento de soberanía alimentaria.
Es necesario, además, realizar todo esfuerzo para mejorar la productividad sistémica de la
tierra y asegurar los volúmenes de producción de alimentos necesarios para satisfacer el
consumo interno y también para responder a la demanda del comercio exterior, regulando
seriamente el avance de la frontera agropecuaria en las zonas no aptas.
120
Si se hace una lectura de los datos existentes sobre uso del suelo con fines agrícolas se puede
notar que los cultivos en los que predominan las dinámicas productivas empresariales se
incrementan año tras año. En el siguiente cuadro sobre la evolución de la superficie cultivada
en la Costa, se observa que los cultivos de palma africana y caña de azúcar han crecido
considerablemente en la última década, mientras que el café y el cacao, productos
mayoritariamente de origen campesino se han visto significativamente disminuidos. La palma
africana fue el producto que mayor crecimiento tuvo durante el 2010, con un 28% y alcanza los
2,9 millones de toneladas métricas. Las provincias que dominan la cosecha de este producto
son Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Gráfico 4:
Evolución de la superficie cultivada, Costa, 2000 – 2010.
Fuente: ESPAC, 2011. Elaboración: Equipo ENBVR
En general, como resultado de la aplicación del modelo neoliberal, las prácticas de producción
campesina, familiares y comunitarias, han quedado rezagadas, debido al minifundio, la falta
de acceso al crédito, a la información y al conocimiento, y también a los crecientes costos de
producción. Mientras que el rendimiento promedio de Upas empresariales en monocultivos
tiende a crecer, el de las Upas campesinas tiende a disminuir. Los bajos ingresos del
campesinado tienen que ver, principalmente, con la desigual distribución de tierra y limitado
acceso a otros activos productivos, pero también a los bajos niveles de productividad.185
Sin embargo, hay variaciones de productividad entre fincas y territorios, los factores no tienen
el mismo comportamiento en todas las diversas Upas. Hay Upas que se ven alentadas por una
185
Banco Mundial (2004). Ecuador: evaluación de la pobreza. Unidad sectorial de reducción de la
pobreza y gestión económica América Latina y El Caribe. Coeditado por Alfaomega Colombiana S. A.
121
mano de obra competente, calificada, con capacidad de potenciar la emergencia de valor
agregado; hay entornos laborales responsables que aumentan la oferta de empleo digno. La
educación, el interaprendizaje, la experimentación, el apoyo tecnológico, etc., son factores que
generan un círculo virtuoso en favor de la productividad, aumentando los ingresos y
mejorando la calidad de vida. Es un mito sostener que las pequeñas parcelas campesinas han
sido y serán siempre atrasadas, improductivas e ineficientes. Desde el punto de vista de la
equidad, la sustentabilidad, la inclusión social, pero esencialmente, la soberanía alimentaria,
hay que reactivar a la AFC, tecnificarla, reorganizar sus formas de organización. Tiene más
sentido de futuro que apostar únicamente en el modelo agroindustrial a gran escala,
mecanizado, concentrador de la renta de la tierra, con utilización intensiva de químicos,
centralizado en pocas corporaciones, socialmente excluyente.
Los pequeños productores campesinos son también multifuncionales y desde otras lógicas
productivas están lejos de ser tan improductivos e ineficientes como nos han hecho creer.
El Banco Mundial argumenta que “en Ecuador existen grandes diferencias en la productividad
agrícola de un cantón a otro y de una finca a otra dentro de los cantones. Los agricultores
independientes con mayor productividad tienen significativamente menos probabilidades de
ser pobres”.186 Lo que significa que la productividad agrícola fluctúa de territorio en territorio,
186
Banco Mundial (2004). Óp. Cit. Pág. 81
122
revelando sin embargo dos tendencias generales macro; crece la vinculada a los productos
agroexportables, mientras que decrece la productividad de los productos de consumo interno.
Es difícil realizar comparaciones de productividad entre agricultores ubicados en distintos
territorios que producen distintos cultivos. Faltan estudios que nos permitan comparar los
niveles de productividad de una Upa a otra, de un territorio a otro, que utilizan cantidades
equivalentes de insumos y producen los mismos cultivos; peor aún que nos permitan comparar
productividades entre diversos sistemas productivos.187
La gran diversidad de las pequeñas unidades campesinas de base familiar expresan realidades
estructurales cambiantes que influyen en sus niveles de productividad y que deben ser
analizadas en escala territorial. Son necesarias medidas de políticas para aumentar la
productividad, pues aparte de conquistar soberanía alimentaria, se prevé que los precios de
los alimentos básicos tienden a llegar a una media más elevada en la próxima década,
sostenidos por una demanda que se conserva estable.188
En la agricultura, el índice productividad parcial de los factores (PPF) comúnmente utilizado se
refiere a la producción por unidad de tierra, o el rendimiento de los cultivos; define
generalmente el cociente entre la producción y el factor productivo tierra.189 Este índice
187
IICA-SENPLADES (2012). Taller sobre productividad agropecuaria. Quito. En un trabajo realizado por el equipo que formula la ENBVR se argumentó que “No se hace Revolución Agraria aumentando, a secas, la productividad, sino todo lo contrario, para aumentar la productividad, hay que realizar una Revolución Agraria. ¿Cómo pensar en mejores desempeños a la agricultura familiar campesina sin mejores tecnologías para la preparación de la tierra, sistemas de riego parcelario, semillas de calidad, abonos orgánicos y productos biológicos para el control de plagas y enfermedades, entre otros apoyos? Supongamos que mejoran los niveles de productividad de los campesinos productores de cacao en La Manga del Cura. ¿Quién se estaría beneficiado del aumento de la productividad? Podemos decir, el país, el sector agrícola, los millones de consumidores de chocolate en el mundo. La realidad es que los beneficios irán efectivamente a parar en manos de los comerciantes, los usureros locales, los transportistas, y un reducido grupo de intermediarios que viven en las ciudades rurales”. Carlos Jara (2012) Campesinos. Pág.59. 188
Carlos Julio Jara (2010). Cambio climático y seguridad alimentaria. IICA-CATIE. Costa Rica. Ver, Ayuda en acción, Cáritas Española, ONGAWA y PROSALUS (2011) Especulación Financiera y Crisis Alimentaria 189
Se argumenta sobre las limitaciones de esta modalidad de medición de productividad parcial de factores por el hecho de que los resultados pueden verse afectados por cambios que ocurren en otros factores, que no se reducen a la tierra como el componente del índice. Así por ejemplo, se puede aumentar las aplicaciones de agroquímicos por unidad de superficie y compensar la pérdida de fertilidad del suelo, mejorando el rendimiento. No es posible deducir las razones del incremento de los rendimientos del cultivo bajo el enfoque del yield, si este responde a las semillas mejoradas, la calidad de la mano de obra, nuevas tecnologías de siembra y cosecha, etc., salvo que el análisis incorpore controles experimentales o matemáticos que bloqueen la influencia de los otros factores. El valor del producto final puede ser comparado con el valor de cada factor utilizado en su producción (por ejemplo:
123
permite hacer comparaciones entre espacios agrícolas y tiempos. Cuando se realizan
comparaciones entre distintos lugares, sin embargo, es preciso considerar las diferencias de
suelo y clima. La evolución del rendimiento por unidad de área, a lo largo del tiempo y en un
territorio determinado es útil como indicador de la eficiencia económica.190 Pensando desde
la ENBVR y desde las políticas de Revolución Agraria, el conocimiento de dicho cociente nos
permite tomar el pulso a la “salud” económica del agroecosistema, apoyando la definición de
políticas diferenciadas; a largo plazo en nivel de vida de los productores agropecuarios y sus
comunidades va a depender en buena medida de la eficiencia en el uso sustentable e
incluyente de sus factores de producción. La racionalidad dirigida a extraer de la tierra y el
trabajo los máximos benéficos económicos con los mínimos costos, descuidando la
sustentabilidad y la equidad, riñe con los principios del Buen Vivir Rural.
En el cuadro anterior la productividad promedio anual calculada en TM/ha se normaliza en
valores de unidad común, lo que sirve de promedio para cada categoría o rubro. Se emplea la
metodología de productividad total de factores (PTF) que agrega las cantidades empleadas por
los diferentes factores, que son diferentes, llegando a establecer un output físico total
maquinaria, trabajo, irrigación, insumos, etc.) lo que nos daría una medida de la productividad de cada factor. 190
Eficiencia es la relación de salidas efectivas obtenidas de acuerdo con una norma prestablecida
124
mediante la conversión a una unidad común, el precio. Se observa un lento crecimiento en la
productividad total de los factores impactando negativamente en el ingreso per cápita relativo,
al compararse con otros países, como Estados Unidos, que sirven se estándar. Necesitamos
dilucidar a que causales responde ese lento crecimiento en la productividad, si son el resultado
de las malas políticas, desarrollo tecnológico inapropiado, fallas en el mercado, variabilidad
climática, calidad de los suelos, etc. En principio, las mejores técnicas tienden a incrementar
las productividades de todos los factores, pero habría que evaluarlas en términos de eficiencia
energética, inclusión laboral e impacto ambiental. Debemos buscar equilibrios entre
productividad y sustentabilidad. A nivel territorial, es necesaria una estimación de los costos
económicos, sociales y ambientales de la actividad productiva agropecuaria local.
El rendimiento promedio por hectárea para café, cebolla, papas y tomates demuestra a nivel
nacional una tendencia decreciente. Pero los promedios esconden diferencias, como el caso de
la papa, tubérculo que se produce principalmente en la Sierra y que constituye, junto al arroz,
uno de los principales cultivos destinados al consumo domestico. La productividad difiere si la
papa se produce en Carchi, Cotopaxi, Tungurahua, Cañar, Azuay y dentro de ellas. Esas
diferencias obedecen a diversos factores: localización, cantidad de mano de obra y tierra,
tecnología, etc.191
La productividad parcial de factores (PPF) no nos permite alcanzar una medida agregada de las
cantidades totales de input de los diferentes factores. Necesitamos de estudios de sistemas
productivos diversificados en las distintas regiones para definir las principales causas que
191
El Banco Mundial (2004) reflexiona sobre el tema productividad y nos advierte: Comprensiblemente, el valor en dólares de la producción por hectárea en Ambato podría ser más alto que en Nabón, debido a que los agricultores de Ambato utilizan más mano de obra y más capital por hectárea. De igual manera, el valor en dólares de la producción por trabajador en Ambato podría ser más alto que en Nabón, porque el agricultor promedio de Ambato tiene a su disposición más tierra y más capital. Analizamos al grado al cual éste podría ser el siguiente caso. Primero comparamos los niveles de productividad de una finca a otra que utilizan cantidades similares de insumos y producen los mismos productos y encontramos que existen diferencias importantes aún dentro de estos grupos definidos tan cuidadosamente. Por ejemplo, cuando limitamos el análisis a agricultores con predios de menos de una hectárea, quienes no utilizan tractores ni contratan obreros que no sean familiares, el rendimiento de la papa por hectárea en Nabón es de 3,0, mientras el de Ambato es de 7,8 –lo que sugiere que los rendimientos de la papa en Ambato son mayores que los de Nabón, aun entre este grupo más cuidadosamente definido de agricultores. Una alternativa a este tipo de comparación entre grupos consiste en modelar de manera formal cómo fincas diferentes utilizan insumos y luego utilizar los resultados de este modelo para factorizar las diferencias de productividad asociadas con la variación en la cantidad y uso de insumos. Expresado en términos simples: ¿Qué fracción de las diferencias de producción de una finca a otra no se puede explicar por medio de las diferencias en la cantidad de mano de obra, capital o tierra? Las diferencias residuales de producción resultantes de este tipo de ejercicios serían entonces una medida de productividad ‘más pura’ o ‘más limpia’, más cercana al significado estándar del término ”. Óp. cit. Pág. 89.
125
influyen en los bajos niveles de productividad. La caída de la productividad simple de un
determinado factor, como la tierra, pueden deberse al agotamiento de la fertilidad del suelo
por su ubicación en sitios marginales, sin riego, o al empleo de técnicas agrícolas inapropiadas
o a las malas semillas; puede ser el resultado del subsidio en fertilizante cuya productividad
media tiende a disminuir, sin que la tecnología tenga impactos importantes.
Las estimaciones sobre productividad que han sido medidas de acuerdo al índice de factores
nos llevan a concluir que la agricultura ecuatoriana, comparada al desempeño productivo de
otros países es deficiente. Para producir 100 toneladas de maíz amarillo o duro seco en
Estados Unidos se requieren apenas 10 hectáreas, mientras que el Ecuador destina 50
hectáreas para producir el mismo volumen.192 En nuestro país, el promedio de rendimiento de
tomate (determinado) llega a 50 TM/ha., mientras que en Francia, durante el verano y en
cultivos de invernadero, se pueden lograr productividades de la hortaliza superiores a
300/TM/ha. El cultivo del mango de exportación en nuestro país rinde de promedio unas 9
TM/ha., mientras que los países competidores, como Brasil, producen hasta 17 TM/ha.193
192
Las principales empresas comercializadoras de semilla de maíz amarillo son PRONACA, AGRIPAC, ECUAQUÍMICA E INTEROCSA. En Kuwait el rendimiento llega a 20,9 TM/ha. En Estados Unidos se
cosechan entre 9.5 a 14 TM/ha. Ecuador revela un rendimiento entre 3 y 7 TM/ha. (INEC, MAGAP,
GREENPEACE, FAO) 193
HortiBrasil
126
La FAO menciona que en 1961, Ecuador registraba 8.580 libras de producción agrícola por
hectárea, pero en el 2009 la cosecha cayó a 5.500 libras. La caída de la productividad obedece
al desgaste que ha sufrido el suelo nacional con el pasar de los años. "Cuando uno va a iniciar
una siembra siempre utiliza la mejor área. Eso significa que la gran cantidad de tierras ya han
sido utilizadas y que cada vez los agricultores se encuentran con parcelas de menor calidad".194
Lo que significa, para algunos productos, que el aumento de productividad se la logrado,
progresivamente, a costa de la degradación de los recursos. Se argumenta que los bajos
niveles de productividad no solo responden a la debilidad de los suelos y a la variabilidad del
clima, sino a la insuficiencia de tecnología y al uso de semillas de mala calidad que no permiten
lograr mayores cosechas. Se reflexiona también sobre las tecnologías importadas que han
aportado poco o nada a los cultivos locales; la modernidad no ha aportado al desarrollo
endógeno, movilizando cambios en favor de una agricultura sostenible. La modernidad “ha
traído serios problemas no porque la tecnología sea mala sino porque no ha sido desarrollada
194
Paúl Herrera (2012). Centro de Investigaciones Rurales de la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL)
http://elproductor.com/author/prodctor/page/324/?wpmp_switcher=mobile
127
para nuestro medio”.195 El tema de las semillas es muy complejo, como veremos, debe
considerar la diversidad de condiciones agroecológicas y preferencias de los agricultores. 196
195
Ídem. 196
Se recomienda formular políticas e incentivos que promuevan la innovación local y permitan el
desarrollo de estrategias territoriales para la conservación y mejoramiento in situ de la biodiversidad
agrícola, participativamente. Debemos promover la experimentación campesina.
128
129
130
Como argumentamos al referirnos al sujeto de la Estrategia - la AFC - los bajos niveles de
productividad y de bienestar social no son problemas inherentes a la economía y a la cultura
campesina. Responden a una visión institucional, traducida en políticas públicas, que
históricamente ha definido a los campesinos como sujetos económicamente “pasivos” e
inviables; las brechas de productividad no pueden explicarse sin entender la desigualdad de
poder y el escaso acceso a recursos productivos. Aún hay territorios rurales donde la AFC no
está en franco declive, y que ofrecen mucho más que subsistencia y residencia a la población
local.197 En algunas zonas rurales una proporción creciente de pequeños campesinos deben
complementar su producción agrícola con diversas actividades extraprediales para obtener
ingresos, lo que ha configurado una compleja diversificación de la estructura socioeconómica. 198 La persistencia de estos sistemas campesinos minifundistas no es tanto el resultado del
pequeño tamaño de sus Upas, sino de la lógica de subsistencia que asegura a las familias. Los
197
RIMISP-MCDS (2011) “Realización de 6 diagnósticos rápidos y 6 planes estratégicos de acción territorial”. Estudio de consultoría. Quito. 198
Rafael Guerrero Burgos, Marcela Samudio y Raúl Farías B. (2011). “El territorio del norte de Guayas y los Ríos”. Grupo Diálogo Rural. Quito.
131
pequeños productores arroceros de la Cuenca del Guayas199 no son pobres porque no son
competitivos, sino porque enfrentan diversos bloqueos que les impiden ingresar en la
dinámica de productividad agrícola del territorio. Sin acceso a riego y en fincas de hasta 3
hectáreas, produciendo sin niveles de tecnificación, estos pequeños agricultores apenas
consiguen producir 3 TM/ha. La reproducción de sus explotaciones no se explica sin la venta de
trabajo temporal en Guayaquil y en las pequeñas ciudades rurales del territorio.
Algunos cultivos industriales, por otro lado, se expanden a costa de una apuesta de uso
intensivo de recursos naturales, logrando cerrar brechas de productividad con relación al
techo tecnológico; concentran la propiedad de los recursos, sostienen la desigualdad de
ingresos, generan pocos empleos.200
Debemos realizar estudios para comprobar si entre los productores de la ACF se tiende a
producir mucho menos de lo que pudieran, con sus prácticas tecnológicas, o si el problema
reside en la falta de incentivos de política pública, los sistemas asimétricos de
comercialización.201 Las buenas semillas pueden de hecho mejorar en algo la situación, pero se
requieren cambios estructurales. La AFC como actividad puede fortalecerse y dejar de
desaparecer y envejecer, retener a los jóvenes en el campo, conservar sus valores, con
políticas diferenciadas, inclusivas e integrales, ajustadas a los contextos, facilitando su
articulación a cadenas solidarias vinculadas a mercados internos y externos. Ello supone, de
manera complementaria, aumentar la capacidad de las organizaciones campesinas de
participar e incidir en las políticas públicas.
La ciencia social nos enseña que los métodos de medición deben permitir un conocimiento
confiable, lo que no es del todo posible si no se observan las mismas cosas, mejor dicho, si las
unidades de análisis son muy diferentes. La estructura compleja de la agricultura familiar
campesina, esto es, el sistema diferenciado de relaciones que conforman su forma de
producción, no necesariamente se asemeja a las formas empresariales dedicadas al
monocultivo. Aunque, por supuesto, hay campesinos vinculados al mercado que se han
especializado, por ejemplo, en la producción de papas, o de arroz. La mayoría de las fincas
campesinas abrazan cultivos múltiples, como forma de intensificar la producción en coherencia
con su racionalidad económica, maximizando el uso de los factores disponibles, intercalando
199
Se ubican principalmente en los cantones Daule, Urbina Jado, Santa Lucía, Palestina, Colimes Nobol, Samborondón, Lomas de Sargentillo, Isidro Ayora y Pedro Carbo. 200 Carlos Jara (2010) Nuevos paradigmas de desarrollo rural. Quito. MCDS 201 IICA-SENPLADES (2012) Taller sobre productividad en el sector agropecuario. Quito. Ver, IICA-
MCCH-COSUDE (2005). La comercialización en grande con los pequeños si es posible. Quito. También,
Manuel Chiriboga (2007). Comercialización y pequeños productores. FIDAMERICA, Quito.
132
las especies.202 Han venido construyendo complejos agroecosistemas que combinan un
mosaico de especies racionalmente seleccionadas en función de las ventajas ofrecidas por el
propio medio, posibilitando la reproducción de su subsistencia. El Estado y las universidades
han dedicado muy poco esfuerzo al estudio de estos sistemas policulturales, promoviendo
experimentaciones participativas.203 Algunos cultivos de la finca campesina diversificada
pueden sembrarse por separado buscando mayores rendimientos, pero se estaría creando la
homogeneidad simétrica.
Los estudios de productividad focalizados en los sistemas diversificados de las fincas
campesinas son esenciales para identificar, ante todo, los problemas tecnológicos, calculando
diversas variables como empleo, ingreso, producción, impacto ambiental. Se requieren otras
medidas:
“La controversia sobre la productividad relativa de las fincas familiares pequeñas vs fincas grandes remite, entonces, a la discusión sobre cuál es la medida adecuada de productividad que se debe utilizar en uno y otro caso. Dos medidas son posibles: a) la medida convencional de rendimiento por producto por unidad de área; y b) una medida de producción total por unidad de área. El principal argumento es que si se desea evaluar de una manera justa ambas productividades se debe descartar el concepto de rendimiento. Por el contrario, la medida adecuada de productividad es el producto total, esto es, la suma de todo lo que se produce en la finca por unidad de área…. La obtención de un alto rendimiento en un cultivo determinado es posible si únicamente se planta ese cultivo, como en el caso del monocultivo. Sin embargo, como se ha visto, una característica de la agricultura familiar es la combinación y rotación de cultivos. Por lo tanto, el utilizar una medida de rendimiento de cultivos como medida de productividad otorga ventaja a las fincas grandes, debido a la especialización que es típica de este tipo de explotaciones”. 204
En este momento de bifurcación energética, las políticas vinculadas a la productividad deben
promover sistemas amigables con el ambiente, para garantizar la sostenibilidad y
sustentabilidad de agroecosistemas. Se puede ahorrar mucha energía si se sustituyen los
202
Fernando Landini (2011) 203 Ver SIPAE.. 204
Sergio Sepúlveda, Adrián Rodríguez, Rafael Echeverri y Melania Portilla (2004). Agricultura
familiar y desarrollo rural desde una perspectiva territorial. IICA. Asunción, Paraguay. Pág.13.
Ver, Peter Rosset (1999) The Multiple Functions and Benefits of Small Farm Agriculture in the
Context of Global Trade Negotiations. Food First/ The Institute for Food and Development
Policy. Oakland, California. http://www.foodfirst.org
133
agroquímicos convencionales por insumos orgánicos205, junto a buenas prácticas culturales
aplicadas a lo largo del proceso de cultivo. 206 Los aumentos en la productividad agrícola, la
expansión de los monocultivos agroindustriales nos entregan elevados costos ambientales, con
el agotamiento de los suelos, su erosión, contaminación de ríos, acuíferos y zonas costeras,
emisión de gases, creciente uso de energía fósil y de productos químicos de síntesis no
biodegradables.207 No conocemos a ciencia cierta cual es la tasa de extinción de especies que
provoca la destrucción de la biodiversidad ecuatoriana. Se propone pasar gradualmente a
aplicar patrones de agricultura biológica, que logra productividades comparables a la
convencional. 208 Y también de agricultura orgánica como sistema de gestión integral que
fomenta la salud del agroecosistema, empleando, cuando sea posible, prácticas culturales y
biológicas, en lugar de materiales sintéticos, creando sustentabilidad.209
Desde una perspectiva macro, si se analiza la productividad sectorial en términos energéticos,
se puede concluir en términos absolutos que nuestra producción agrícola tiende a demandar
mayor energía; los requerimientos energéticos per cápita en insumos tienden a aumentar. Esta
modalidad de contabilidad energética nos demuestra que la relación insumo/producto en
términos energéticos presenta una tendencia tangible al alza. El agro ecuatoriano puede estar
requiriendo más energía fósil para producir la misma cantidad de productos agrícolas.210 Se
afirma un patrón de consumo de insumos agrícolas – fertilizantes, funguicidas, plaguicidas -
que requieren de síntesis química y son elaborados a partir de petróleo, que advierte un
sobrepasamiento del umbral de sustentabilidad. Lo que significa que nuestra “huella
205
Los insumos orgánicos se derivan de los residuos de las plantas y animales mediante
procesos microbiológicos que los posibilitan; los agroquímicos requieren de altas inversiones de
energía fósil o minerales. 206
Es posible medir la energía empleada por los sistemas agrícolas mediante los siguientes
procedimientos: 1) eficiencia energética que nos entrega la relación entre los resultados en
términos de unidades energéticas y la energía que se invierte y está incorporada en los insumos;
2) productividad energética que relaciona la cantidad del producto obtenido, tantas TM/ha.,
con la cantidad de energía empleada en el proceso productivo, y 3) rentabilidad energética que
es la relación entre los ingresos generados y las unidades de energía invertidas. Ver, Jairo Mora-
Delgado, Carlos Ramírez y Olman Quirós (2007). Mano de obra, análisis de beneficio-costo y
productividad de la energía en la caficultura campesina de Puriscal, Costa Rica. Cuadernos de
Administración, No. 033. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. 207
Cada año la industria de insumos produce cientos de nuevos compuestos sintéticos que son
lanzados al mercado, lo que dificulta el control sobre su degradación y eco-toxicidad,
conociendo sus consecuencias en el ambiente natural y la salud. 208
Organic Farming Yields as Good or Better. (Internet)
http://www.reuters.com/article/2007/07/10/us-farming-organicidUSN1036065820070710 209
Codex Alimentarius (FAO/OMS, 2001).
210 SENPLADES (2012).
134
ecológica” se está debilitando, obligándonos a buscar productividad por distintos caminos,
todos ellos de base sustentable. 211 Esta propensión energívora ocurre en tiempos de cambio
en las condiciones climáticas y de volatilidad en los precios de los insumos para producir,
particularmente fertilizantes. Significa que no aumentarán mucho los rendimientos, en los
mismos suelos y con la misma tecnología, sin una optima aplicación de agroquímicos,
agravando la contaminación y degradación ambiental. Significa también que el aumento fácil
del ritmo de crecimiento de los rendimientos y de la productividad, particularmente en
commodities, pasa por ocupar tierras de mayor fertilidad, agrediendo a la ya debilitada
frontera agrícola. Ante los cambios climáticos – como la prolongada sequia que estamos
observando – la escasez de agua nos obliga a empezar a medir la productividad en términos de
debe medirse no en términos de tonelada por hectárea, sino tonelada por litro de agua.
211
Fomento de la producción agroecológica; agricultura de conservación; buenas prácticas
culturales productivas; sistemas agro-forestales; desarrollo de tecnologías limpias; abonos
orgánicos y bioinsumos; aterrazamiento; recuperación de cangahua; sistemas sostenibles de
riego; mejoramiento y selección de semillas; recuperación de la eficiencia biológica en los
sistemas intensivos; rotación de sistemas agrícolas intensivos; ordenamiento territorial;
conservación in situ y ex situ de recursos genéticos; desarrollo de tecnologías que perfeccionen
los sistemas orgánicos de producción agrícola; nuevas variedades de plantas y animales
resistentes a la variabilidad climática (estrés hídrico, salinidad, suelos ácidos) y con mayores
aportes nutricionales; diversificación vegetal y animal a nivel de especies o genética en tiempo y
en espacio; reciclaje de nutrientes y materia orgánica; mantenimiento de la cobertura del suelo;
estimulo de fauna benéfica y antagonistas; sistematización de sinergias resultantes de las
combinaciones entre especies o entre plantas y animales; manejo integrado de plagas; la
integración del conocimiento tecnológico de punta con los saberes ancestrales, mejoramiento
genético por métodos convencionales; etc.
135
136
137
138
8.2. Potencialidades y crisis de la Agricultura Familiar Campesina
La agricultura denominada campesina y de base familiar es numerosa; se estima que
representa el 75% del total de Upas ocupando el 17 % de la superficie de uso agrícola.
Representa el 80 % de los empleos agrícolas directos del Ecuador. Según el censo 2012, en el
país existe alrededor de 400.000 explotaciones de menos de 2 has. Las agriculturas campesinas
familiares constituyen un medio para reducir la inseguridad alimentaria, permitiendo a la
familia campesina asegurar parte de su alimentación en forma autónoma, además de
abastecer con sus pequeños excedente a los mercados locales. Son el pilar de la seguridad y
soberanía alimentaria. Históricamente la producción campesina ha alimentado a la población
ecuatoriana; las explotaciones familiares de menos de 20 has aseguran el 76 % de la
producción de maíz suave, 64% de la papa, 49% del arroz, 46% del maíz duro, y el 42% de la
producción lechera.212
También son generadoras de divisas, el 80 % de las UPA’s productoras de cacao y el 93 % de las
UPA’s productoras de café son familiares con tamaño inferior a 10 Hectáreas. Unas 20
organizaciones campesinas, las principales, que agrupan alrededor de 10.000 familias
212 Fuente ( Buscar )
139
campesinas producen y exportan (café, cacao, banano, quinua, etc.) por un monto superior a
los 53 millones de USD anuales.
Gráfico 4: Dualismo estructural en el campo213
La agricultura familiar campesina revela características complejas y diversificadas; existen
pequeños campesinos con parcelas propias y capacidad de generar trabajo e ingresos
suficientes para mantenerse en el campo y otros que son aparceros o arrendatarios, se obligan
a entregar renta mediante una diversidad de acuerdos informales. Algunas fincas campesinas
poseen riego y realizan inversiones mínimas, mientras que otras revelan grados exiguos de
capitalización. El rasgo común es que el agricultor campesino trabaja en su propia finca y
utiliza la mano de obra de su familia; muchos operan desde una lógica económica distinta a la
capitalista. Las definiciones clásicas de la economía no alcanzan para comprender la real
dinámica de esta forma de producción.
213 AVSF, Consultorías SENPLADES (2011)
140
Por ello, para caracterizar la unidad de producción dentro de agricultura campesina hablamos
de explotación agropecuaria y no de empresas. El hecho de que la agricultura campesina sea
de tipo familiar y que no exista, siempre, una transferencia de salarios en moneda, le confiere
en los momentos de precios bajos una mayor solidez que a las unidades productivas
capitalistas asalariadas214.
La AFC existe vinculada a diversos territorios y agroecosistemas, con frecuencia adoptando
patrones diferenciados de policultivos y también compartiendo algunos bienes comunes con
los demás miembros de la comunidad. En las regiones del altiplano la tenencia típica del
agricultor familiar es el minifundio, un fenómeno que viene desde la reforma agraria. Las
propiedades obtenidas inicialmente en zonas marginales, a través de los años, fueron
dividiéndose entre los sucesores, generando fragmentación.215 El resultado ha sido el menor
descanso de los suelos, la pérdida de fertilidad, los bajos niveles de productividad, la
multiactividad, el abandono de las tierras campesinas, en particular, de la población joven. La
población campesina que queda en el campo se ve compuesta por personas mayores y
mujeres, quienes conservan la parcela en propiedad como estrategia de seguridad
doméstica.216 En lo cualitativo y muy a pesar de la pobreza extrema que envuelve a muchos
campesinos, mantienen el tejido social y cultural, conservan el patrimonio genético, asumen
sistemas asociativos, conservan conocimientos ancestrales, siguen los ciclos de los
ecosistemas, atesoran prácticas funcionales ligadas a realidades concretas. No cabe duda que
la AFC continua siendo un factor que define la identidad cultural de numerosas comunidades.
La agricultura familiar campesina ha logrado resistir al embate de la modernización capitalista
al costo de permanecer en la pobreza; sus mercados tradicionales han sido penetrados por el
comercio, que enfrentan las diversas dinámicas locales de cooperación y acción colectiva. Las
unidades campesinas más pequeñas, y a menudo aisladas, localizadas en tierras marginales
logran ingresos familiares muy inferiores al umbral de reproducción, por lo que se ven
obligadas a vincularse a otras actividades, entran en crisis, se descapitalizan, algunas tienden a
desaparecer. Todo depende de las características del territorio, las políticas públicas que llegan
al mismo, las características de las familias rurales. La AFC no es solamente una forma
productiva sino una unidad social.
214
Un ejemplo claro del tema es los sistemas bananeros en Ecuador y como los pequeños productores
funcionan como la variable de ajuste estacional para las cuotas de exportación. (Tamayo y Cepeda
inVaillant et al, 2007)
215 Carmen Hernández y Rafael Urriola (1993). Los pequeños productores agropecuarios y la apertura comercial. IICA-ILDIS. Quito.
216 Carlos Julio Jara (2012). Campesinos. SENPLADES.
141
Estas no son lógicas puras. El Estado se ha orientado a fortalecer a los segmentos de medianos
y grandes productores agropecuarios y a los grandes empresarios dedicados a rubros
agroindustriales o de agroexportación. En los casos en los que el Estado o el sector privado
comercial han intervenido buscando llegar a los pequeños campesinos, lo ha conseguido de
forma atomizada y puntual, con una lógica empresarial y con recetas tecnológicas derivadas de
la “revolución verde”. El extensionismo convencional no fomentó la experimentación
participante de campesinos, para que se conviertan gradualmente en los protagonistas de la
innovación y generalización tecnológica. Así, los sistemas campesinos conocidos como mixtos,
o asociados que expresan la síntesis de los saberes acumulados, se combinan o sobrevienen
con sistemas intensivos que apuestan a la especialización asumiendo diversos paquetes
tecnológicos.
Debido a la racionalidad característica del agricultor campesino, este intenta: i) por un lado,
limitar la carga de entradas compradas en moneda sobre el mercado, por medio del
autoconsumo intermedio y del reciclaje de subproductos; y ii) por el otro vender una parte de
la producción217 para obtener ingresos económicos que permitan alcanzar los niveles de
reposición.
Esta agricultura esta dotada por una gran capacidad de adaptación frente a los cambios en el
entorno. Para que se tenga una idea de la enorme capacidad que tienen los distintos tipos de
Upas de generar valor agregado, empleo e ingresos se presentan a continuación los resultados
obtenidos en una serie de estudios de casos realizados a lo largo de varios años por el
Sistema de Investigación de la Problemática Agraria del Ecuador (SIPAE) Agrónomos y
Veterinarios sin Fronteras (AVSF) las cuales fueron recogidas y sistematizadas en un conjunto
de consultorías realizadas para SENPLADES en 2010.
Cuadro 3 Resultados obtenidos en el análisis de cuatro sistemas de producción familiares.
217
Esta agricultura no vende la totalidad de producción como es el caso de la agricultura empresarial, pero
obtienen un sur plus comercializable importante sobre todo en el caso de hortalizas, arroz, maíz duro.
Zona
Parroquia Santa
Rosa, Província
Tungurahua
Cantón Píllaro,
Provincia
Tungurahua
Parroquia El
guabo, Provincia El
Oro
Cuenca rio
Portoviejo,
Provincia
Manabí
142
Fuente: SIPAE, 2006.
Como se puede observar, a pesar de las condiciones adversas que enfrenta la economía
familiar campesina para su reproducción, su capacidad productiva y de absorción de empleo es
muy alta en relación con otras actividades, además de su importancia relativa en términos de
población y ocupación del espacio.
Cuadro 4
Resultados económicos de 4 sistemas de producción capitalista
Provincia Santo Domingo El Oro Guayas Guayas
Sistema de producción Latifundio
palmicultor
Latifúndio agro
exportador de
banano
Latifundio
ganadería
extensiva
Hacienda cacao
Superficie (ha) 100 a 2000 500 700-1000 200 a 500
VAN(USD)/ha SD 2.700 86 392
Empleo (UTH/ha) 0,15 0,5 0,03 0,08
Salario jornal agrícola (USD) SD 6 6 6
Fuente: SIPAE, AVSF, 2006; Consultorías SENPLADES, 2010.
Sistema de producción
Minifundio
intensivo
producción mora
y crianza animales
menores
Pequeño
productor
policultivo -
ganadería (papa,
maíz, cebolla,
leche)
Pequeño
productor de
banano
Minifundio
arrocero
intensivo
Superficie (ha) 0,5 a 1 1,6 5 1 a 2
VAN(USD)/ha 6500 a 9000 4000 2365 6500
Empleo (UTH/ha) 3 1,5 1 1,5
Ingreso por día de trabajo
familiar (USD) 8 9 10 17
143
Si la agricultura familiar campesina viene tradicionalmente asociada con la pobreza y el
empleo, porque no considerar su potencial para crear trabajo y reducir el desempleo rural. Hay
estudios que afirman que “La agricultura familiar de América Latina, da empleo
aproximadamente a dos de cada tres agricultores de la región... no es exagerado afirmar que
al menos 100 millones de personas en Latinoamérica dependen de este sector, el cual suele ser
caracterizado como de baja productividad”218 Estudios realizados por la Empresa Brasileira de
Pesquisa Agropecuaria - EMBRAPA y el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento
del Brasil (2003) nos indican que la agricultura familiar campesina tiene capacidad para
producir 7 veces más empleo que la agricultura patronal.219 La mayoría son muy pequeños y
tienen escaso capital, sin posibilidad de contratar mano de obra e integrarse a cadenas. Pero la
mayoría conserva el potencial de producir alimentos para el autoconsumo y muy exiguos
excedentes que llevan a los mercados locales; si tienen acceso a condiciones mínimas de
capital de inversión y a recursos productivos, como el riego y el crédito, pueden llegar a ser
más eficientes en términos de productividad del trabajo y capital que las unidades intensivas
en capital. Este es el segmento que necesita de políticas públicas que faciliten el acceso a
factores productivos, bienes y servicios sociales. 220 Ramón Espinel, quien fuera Ministro de
Agricultura, Ganadería y Pesca afirma:
“… el problema de nuestras agriculturas no está en los precios, éstos son tan solo un efecto. La causa está más bien en la productividad. Si medimos las productividades medias de los principales producto agrícolas de nuestros países, encontramos que la mayoría están por debajo e la media mundial y dramáticamente por debajo de los países desarrollados. Pero también podemos percatarnos fácilmente de que existen posibles medios inmediatos de mejorar la productividad. De ahí que el desarrollo rural que permite la soberanía alimentaria requiere de manera urgente que identifiquemos las causas mas importantes en la baja productividad de nuestros pequeños agricultores… temas tales como semillas mejoradas, calidad de suelos, irrigación, practicas agronómicas, técnicas post cosecha, cadenas agroalimentarias, capacitación y tecnologías del conocimiento, como la agricultura de precisión, pueden ser rápidamente desarrolladas y puestas en ejecución con comunidades campesinas…Elevar la productividad a nivel de la agricultura familiar de nuestros pequeños productores en la manera más directa y eficiente para garantizar la soberanía alimentaria y la superación de la pobreza rural”. 221
218
FAO-BID. Políticas para la agricultura familiar en América Latina y el Caribe 219
Nicolau Schaun (2003). Agricultura Familiar, Juiz de Fora, Brasil. 220
CEPAL, FAO, IICA. (2009). Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una
mirada hacia América Latina y El Caribe, San José, Costa Rica.
221 Ramón Espinel (2011). La Agricultura familiar y su sostenibilidad. Quito. Pág.12.
144
La importancia y potencialidades de la AFC nos obligan a repensar el modelo de desarrollo de
la agricultura ecuatoriana y a plantear, en base a criterios de soberanía alimentaria, a que ella
se transforme en el sujeto político de la Revolución Agraria. Sin embargo para apoyar a esta
agricultura, requerimos de un nuevo paradigma que la valorice y la potencie, de un nuevo
pacto social entre la sociedad rural y el Estado, que conduzca a una concepción inédita de
cambio en la matriz productiva, que redefina la visión convencional de desarrollo rural que
calladamente viene ocultando la descomposición campesina, y por cierto, a una nueva
institucionalidad al servicio del Buen Vivir.
8.3. La agricultura como principal generador de empleo
La población económicamente activa empleada en el sector agropecuario y de pesca
representa 28,5 % de la PEA total (INEC 2010). La importancia del sector se acentúa en las
zonas rurales en donde según el INEC el 68,5% de la población tiene a la agricultura como
fuente principal de ingresos. El empleo en el sector agropecuario a nivel nacional creció en un
21,9 % entre 1990 y 2001 mientras que mostró un ligero declive (1,8%) a lo largo de la última
década. Esto se explica más por un fenómeno de urbanización ya que la variable se incrementó
en casi seis puntos en las zonas rurales durante el mismo periodo.
En perspectiva inclusiva, considerando la densidad demográfica y la calificación, una
alternativa posible consiste en fomentar las llamadas economías de diversificación,222 que
combinan actividades locales generando solidaridad desde la complementariedad y la calidad
de la interacción. 223 Se trata de procesos de diversificación productiva de carácter endógeno,
fundados en la existencia de un saber hacer local, sumado a la presencia de capacidades e
iniciativas. La Estrategia apuesta en la innovación social, producto de las interacciones y
aprendizajes conjuntos, de conversaciones con el conocimiento de frontera, para crear
alternativas de inserción territorial para beneficio de los excluidos. Invita a reflexionar
críticamente sobre los actuales sistemas de innovación y prácticas de extensión; un debate que
debe ocurrir en el marco más amplio de una sociedad del conocimiento.
Cuadro 5
Actividades agropecuarias de mayor contribución en términos de empleo.
Mano de obra familiar Mano de obra contratada
222
Cadenas cortas apropiadas territorialmente por los productores locales, afirmadas en redes de
cooperación. 223
Magdalena León (2008). Ecuador: la búsqueda de un “nuevo modelo”, ALAI, No. 430. Quito.
145
Producto USD % Producto USD %
Leche 533.175 20 Banano 124.510 20
Porcino 253.604 10 Leche 82.659 14
Bovino 251.498 10 Flores 49.039 8
Cacao 163.784 6 Arroz 45.781 8
Arroz 159.221 6 Bovino 38.472 6
Café 157.500 6 Maíz duro 31.665 5
Maíz duro 141.624 5 Cacao 25.831 4
Maíz suave 140.689 5 Camarón 20.339 3
Papa 89.754 3 Porcino 19.692 3
Banano 84.078 3 Palma africana 14.495 2
Aves de campo 81.533 3 Papa 13.239 2
Plátano 78.011 3 Plátano 12.569 2
Frejol seco 50.582 2 Maíz suave 11.454 2
Otros 437.522 17 Caña de azúcar 9.008 1
Otros 110.446 18
total 2.622.575 100 total 609.199 100
Fuente: *CEPAL 2006
8.4. Análisis de los sistemas de comercialización de alimentos
Abordaremos el análisis de los procesos de comercialización desde una visión sistémica e
integral de forma que para hacer una aproximación a la comprensión de los sistemas
agroalimentarios, se parte de reconocer los subsistemas que componen la producción, el
procesamiento, el mercadeo, la distribución y el consumo. Su análisis exige considerar las
146
dinámicas que emergen del desarrollo de un determinado subsistema y sus distintas
interacciones o limitaciones.
Los sistemas de abastecimiento y distribución de alimentos vinculados al consumo de las
ciudades son construcciones muy complejas; combinan e interconectan actividades
(producción, manipulación, almacenamiento, transporte, procesamiento, embalaje, ventas al
por mayor y al por menor, etc.)
Tales subsistemas definen realidades dinámicas que se construyen mediante interacciones
desempeñadas por una compleja red de actores: productores agropecuarios, acopiadores
intermediarios, importadores, transportistas, vendedores mayoristas, minoristas, empresas de
transformación, tenderos, vendedores ambulantes, proveedores de servicios, etc. Intervienen
servicios de crédito, almacenamiento, carga, información y extensión. Participan diversas
instituciones públicas, como los gobiernos autónomos descentralizados. Los actores necesitan
de infraestructura, equipos, servicios de seguridad, y regulaciones, pero también de instancias
para la toma de decisiones y elaboración de políticas.
Un primer eslabón de los procesos de comercialización lo constituyen las actividades
vinculadas a la producción de alimentos y su acopio que concretan el abastecimiento: la
producción de bienes primarios y la intermediación, pasando por el procesamiento,
almacenamiento, manipulación, embalaje, transporte a los mercados.
Una vez realizado el abastecimiento, un segundo nivel consiste en la distribución que incluye
todas las actividades formales, informales, tradicionales y modernas, necesarias para el
mercadeo de los alimentos, para responder al consumo, principalmente de la población
urbana, lo que incluye las ventas al por mayor, el transporte intra-urbano, ventas al por
menor, ventas ambulantes, entre otras. Siguiendo el análisis anterior se pueden diferenciar
dos grandes sistemas distintos de comercialización de alimentos, los sistemas tradicionales o
populares y los sistemas empresariales.
8.4.1. El sistema “tradicional” de comercialización de alimentos
En el Litoral, este sistema se abastece de las zonas productoras del Guayas, Santa Elena,
Manabí, Los Ríos y el Oro, de donde provienen el arroz, azúcar, maíz amarillo duro, grasas y
aceites vegetales, frutas tropicales y algunas hortalizas como cebolla perla y pimiento. En la
Sierra, los principales puntos de abastecimiento de granos básicos, papas, frutas y hortalizas
de clima templado, son los mercados de Ambato y Riobamba, a los que fluyen los productos de
147
las zonas productoras de alimentos de las otras provincias de la región; ahí se forman los
precios y posteriormente se redistribuyen a los mercados terminales o de consumo de Quito,
Guayaquil y Cuenca.
En el sistema participa un amplio conjunto de actores que incluyen a los productores,
intermediarios, comerciantes, transportistas, empresas de transformación, instituciones de
crédito formal e informal, importadores, exportadores así como un sinnúmero de negocios de
venta al por menor para la distribución de alimentos en las ciudades.
El proceso de descentralización de la gestión pública establecido en la constitución y el
COOTAD, transfiere competencias, o las reafirma, a los gobiernos locales. Estas funciones
están relacionadas con el fomento productivo (GA Provinciales), manejo de mercados y
espacios de comercialización (municipalidades), organización de los productores (Juntas
Parroquiales) entre otras. Sin embargo, no existe todavía claridad acerca de cómo y a través de
qué mecanismos los sistemas de mercado locales se articularán a la LORSA y a la LEPS.
En este sentido la Estrategia Nacional del Buen Vivir Rural cobra significación como
instrumento con capacidad de establecer lineamientos de políticas funcionales que sirvan para
fortalecer sistemas alternativos de comercialización, vinculando a las organizaciones
campesinas con las ferias y las tiendas, las canastas comunitarias y las compras públicas,
incluyendo la apertura hacia oportunidades de exportación bajo principios de comercio justo u
orgánico. La estructura de estos sistemas, se simplifica y detalla en el siguiente esquema:
Gráfico 5: Esquema resumen del sistema tradicional o popular de comercialización
148
Como se detalla en el gráfico, gran parte de los alimentos básicos que ingresan a las ciudades,
son producidos por campesinos de pequeña y mediana escala. Sin embargo, tal como
numerosos estudios han demostrado, su participación en los precios pagados por los agentes
comerciales y los consumidores urbanos finales es muy reducida debido a que son los agentes
rurales y urbanos de abastecimiento, distribución y de consumo los que retienen la mayor
proporción de las utilidades. El poder de negociación se concentra en los agentes mayoristas,
quienes operan estructuras combinadas de monopsonio y oligopolio, inclusive valiéndose del
abuso de poder de mercado que afecta principalmente a los pequeños productores y a los
consumidores de menores ingresos relativos.
Un segmento importante de los sistemas populares de comercialización de alimentos son los
negocios minoristas ubicados en las zonas pobladas, que también son negocios de tipo
familiar. Los establecimientos minoristas tradicionales se caracterizan por sus bajos niveles de
inversión, pero son importantes generadores de empleo urbano, aunque pierden mercados
sistemáticamente, frente a las grandes cadenas de venta de alimentos, particularmente los
supermercados.
Finalmente, a lo largo de los procesos de comercialización de los sistemas populares se
desarrollan múltiples tipos de servicios cómo crédito, almacenamiento, manipulación,
embalaje y transporte, entre otros, los cuales constituyen importantes ámbitos de
interconexión sectorial de la economía alrededor de la producción comercialización de
alimentos.
8.4.2. El sistema empresarial de comercialización de alimentos
Este tema también revela una complejidad que sobrepasa los objetivos del diagnostico que
requiere la Estrategia. Para abordarlo sistémicamente se plantea un análisis que parte de dos
entradas. La primera entrada se apoya en una lectura analítica, sistematizando la información
disponible, sobre los sistemas agroindustriales de abastecimiento de alimentos; la segunda se
concentra en los sistemas empresariales de distribución al detalle de alimentos,
principalmente bajo el formato de los hipermercados.
Gráfico 6:
149
Esquema resumen del sistema empresarial de comercialización
En el Ecuador, al igual que en el resto del mundo, se observa un fenómeno de incorporación
creciente de productos industrializados en los hábitos de consumo de la población. Esto ha
sido capitalizado fuertemente por los sectores productivos generando importantes
crecimientos en sus ventas. Las empresas líderes del mercado se resumen en el siguiente
cuadro.
Cuadro 5 Las 15 empresas agroindustrias más grandes del Ecuador, 2010.
Lugar Razón Social
Total Ingresos 2010
(Millones USD) Actividad
1 CORPORACION FAVORITA C.A. 1.292,80 Comercio al por menor
2 CORPORACION EL ROSADO S.A. 767,69 Comercio al por menor
3 PROCESADORA NACIONAL DE ALIMENTOS C.A. PRONACA 657,83 Productos alimenticios
4 NESTLE ECUADOR S.A. 414,87 Productos alimenticios
5 LA FABRIL S.A. 349,14
Aceites, grasas y palma
africana
6 CERVECERIA NACIONAL CN S.A. 342,95 Bebidas alcohólicas
7 TIENDAS INDUSTRIALES ASOCIADAS SA TIA 332,81 Comercio al por menor
8 ARCA ECUADOR S.A. 317,23 Bebidas no alcohólicas
9 UNION DE BANANEROS ECUATORIANOS SA UBESA 296,93 Banano
10 MEGA SANTAMARIA S.A. 236,81 Comercio al por menor
11 NEGOCIOS INDUSTRIALES REAL N.I.R.S.A. S.A. 222,54 Pesca y acuacultura
150
De conjunto, en el 2010, estas quince empresas agroindustriales sumaron alrededor de 4 mil
millones de dólares en ventas, continuando con la tendencia de expansión que las ha
caracterizado a o largo de la última década. Estas cifras muestran una capacidad cada vez
mayor de abastecimiento, aumentando su poder de mercado. No cabe la menor duda de que
los supermercados se han transformado en protagonistas centrales de la economía
agroalimentaria ecuatoriana e América Latina, absorbiendo progresivamente el mercado
minorista. Como se observa en el siguiente cuadro, la estructura del mercado empresarial, la
comercialización de alimentos y otros productos de la canasta básica es de tipo oligopólico. La
tendencia señala la profundización del fenómeno; los supermercados empiezan a expandirse
hacia las ciudades intermedias, como Latacunga.
Cuadro 6 Concentración de los ingresos por ventas del sector productivo Nacional de algunos bienes
de la canasta básica ecuatoriana 224
224
Fuente: INEC Censo económico 2010, Elaboración SENPLADES, 2011.
12 INDUSTRIAL DANEC SA 208,81
Aceites, grasas y palma
africana
13 EXPALSA EXPORTADORA DE ALIMENTOS SA 207,79
Productos alimenticios
diversos
14 REYBANPAC REY BANANO DEL PACIFICO C.A. 194,83 Banano
15 INDUSTRIAS ALES CA 190,92
Aceites, grasas y palma
africana
Fuente: Superintendencia de Compañías y Servicio de Rentas Internas (SRI), correspondiente al ejercicio fiscal 2010. Corte de la información: mayo 2011
GRANDES EMPRESAS RESTO DE EMPRESAS
% participación en
ventas
# empresas % participación
en ventas
# empresas
Bebidas no alcohólicas 81% 1 19% 155
Aceite 58% 1 42% 13
Higiene 76% 2 24% 88
151
Fuente: Superintendencia de Compañías 2011; Elaboración: ALDHEA
Las estrategias de abastecimiento agroindustrial tienen como objetivo central el asegurar
cuotas y volúmenes de alimentos al menor costo posible y para ello tienen varias posibilidades
como la integración vertical; la compra directa a agricultores con medianas y grandes
economías de escala; la agricultura por contrato y las importaciones.
En cuanto a las modalidades agroindustriales de integración vertical se destacan las
relacionadas con el enfoque de negocios inclusivos.225 Las mismas consisten en asegurar cuotas
de producción - o volúmenes - apuntalando el abastecimiento, para luego establecer los
precios en el mercado. Se convocan a las llamadas empresas “anclas” que involucran dentro de
la cadena de valor que controlan a pequeños productores o personas de bajo poder
adquisitivo como distribuidores, proveedores o clientes. El sector empresarial presenta claras
ventajas competitivas para desarrollar modelos de mercado que pueden “incorporar” a los
pequeños productores en los encadenamientos productivos.
En ciertos casos, las empresas crean sistemas de incentivos o enganche hacia los productores,
ofreciendo créditos, asistencia técnica y semillas mejoradas, para contar con sistemas
estandarizados de producción en finca que mejoras en la productividad, abaratando los costes.
Se trata de un modelo de negocios que busca incorporar a los pequeños productores, por el
lado de la demanda, como clientes, pero también por el lado de la oferta, como empleados o
propietarios de pequeños negocios, en los diversos eslabones de la cadena de valor. Por cierto
que crecen los mercados, se producen innovaciones, crece la productividad y ocurren flujos
225
El Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo – SNV define a los negocios inclusivos como las iniciativas empresariales que, sin perder el objetivo final de generar ganancias, contribuye a la superación de la pobreza, a través de la incorporación de las mayorías de bajos ingresos a las cadenas de valor. La idea central es la de ganar rentabilidad para beneficio mutuo de empresarios y productores. www. inclusivebusiness.org . Intervienen también el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID, el Banco Mundial, la Fundación Ford, el Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, varias empresas transnacionales, ONGs y entidades gubernamentales. Es un componente del World Business Council for Sustainable Development.
Pastas 54% 2 46% 26
Molinería 71% 5 29% 335
Lácteos 61% 5 39% 436
Productos textiles 61% 9 39% 1493
Productos plásticos 50% 11 50% 373
152
sostenibles de ingresos, se bajan las barreras de acceso a determinados mercados ya
establecidos.
Este tipo de acuerdos constituyen nuevas formas de relacionamiento “responsable” entre las
empresas y los productores y requieren de nuevas estructuras organizacionales e
institucionales que faciliten la integración entre los eslabones de las cadenas agroindustriales.
El gobierno cumple un papel de garante para casos de controversia. Algunos organismos
internacionales promocionan fuertemente este modelo de negocios y a la agricultura bajo
contrato como salida a la falta de competitividad de pequeños y medianos productores, bajo el
discurso de crean vínculos de ganar – ganar.
Sin embargo, múltiples estudios, realizados en el Ecuador y en otras partes del mundo, concuerdan que los mismos conllevan formas sutiles de explotación laboral y acaparamiento de la renta de la tierra, a manera de “trabajadores a domicilio” en donde el productor dueño de la tierra fértil, se vincula contractualmente a dinámicas y cadenas agroindustriales, jaloneadas por las llamadas empresas “anclas”, entrando en dinámicas asimétricas que fortalecen a los grandes empresarios.226 El pequeño productor subsume su trabajo, compromete el uso del suelo fértil, posibilita la ampliación selectiva de la frontera agrícola, sometiéndose a disposiciones técnicas y operativas que aseguran mejores niveles de productividad. La finca “campesina” es manejada de acuerdo a criterios prestablecidos, la contratación se realiza bajo principios de consentimiento libre, cediendo al empresario la renta de la tierra. 227 Las empresas buscan productores dueños de sus tierras, que estén organizados o que puedan
organizarse y que tengan niveles medios y altos de productividad, en general los pequeños
productores campesinos no están en el marco de sus necesidades. Debido a que hay pocas
empresas compradoras coordinadas entre sí y una multitud de productores desorganizados y
desinformados, las empresas pueden colocar precios y condicionamientos con mucha facilidad
lo cual les permite captar trabajadores no contratados como tales y trasladar los riesgos del
negocio hacia la esfera de la producción
De hecho, el actual gobierno ha fomentado los negocios inclusivos mediante programas de
consumo con descuento para los sectores de bajos ingresos, de compras públicas que tienen a
226
Por ejemplo, la empresa Cuyera Nacional Cuycuna de Latacunga promueve criadores de cuyes entre las familias campesinas, que son los proveedores. Luego, “Nosotros les vamos a vender los cuyes destetados (pequeños) a 100 campesinos para que ellos los engorden por 75 días, con nuestro asesoramiento y también con sus conocimientos, y luego de ese tiempo nos vuelvan a vender a un precio más alto”. Diario La Hora. 16 de septiembre de 2010. 227
Ver, Guillermo Flichman (1977). La renta del suelo y el desarrollo agrario argentino. Siglo XXI Editores. México.
153
las empresas agroindustriales como principales proveedores y de apoyo tácito a la agricultura
por contrato. Tal es el caso del PRONERI - MAGAP y de los programas Socio Ahorro y Socio
Tienda llevados a cabo por otras carteras. Al parecer, estos programas no tendrán más
continuidad.
Uno de los casos más relevantes para la agricultura costera es el de PRONACA y AFABA en la
cadena del maíz amarillo duro donde adquieren alrededor del 80% de la producción nacional
(42%) e importada (58%) de este producto. Una de las principales líneas de este negocio
consiste en transformar la proteína vegetal en proteína animal mediante la fabricación de
balanceados para satisfacer las demandas de los sectores avícola y porcino principalmente.228
En las provincias de Guayas y los Ríos, PRONACA ha realizado numerosos contratos con
productores organizados para la compra de maíz mediante la entrega de financiamiento
directo, proyectos de fomento productivo, asistencia técnica y mediación en la compra de
insumos. Estos contratos establecen el volumen, las condiciones, el precio (y la restricción de
venta a otros compradores), la frecuencia de las entregas y por supuesto las cláusulas para
mediación de conflictos, a través del contrato la empresa asegura la compra de la cosecha a un
precio determinado.
Las condiciones que deben cumplir los productores para ser considerados “beneficiarios” es
tener tierras propias de al menos 15 hectáreas (según sea el cultivo), tener una buena
ubicación, contar con suelos aptos para el cultivo con lo cual aseguran mejores rendimientos y
competitividad. También requieren experiencia del productor o grupo de productores en el
manejo del cultivo, actitud obediente y comprometida, capacidades para manejar tecnologías
nuevas y de trabajo conjunto así como el respaldo financiero necesario para garantizar el
cumplimiento del contrato y afrontar los riesgos.
En muchas regiones de la Costa los pequeños productores se ven obligados a “incluirse” en
este tipo de sistemas por temor a quedar fuera del mercado y tener que cambiar de cultivo. En
pocos casos las empresas establecen mecanismos de asociatividad para pequeños productores
en los que exigen acuerdos de responsabilidad conjunta de los productores frente a las
empresas.
228
Fuente
154
Cuadro 7 Volumen de ventas por canal de comercialización de las principales empresas proveedoras
de alimentos (en millones de dólares), 2008.
VENTAS POR CANALES
TRADICIONALES
VENTAS POR CANAL AUTOSERVICIOS
PRONACA 421 172
LA FABRIL 233 95
DANEC 178 73
NIRSA 170 69
ALES 136 55
NESTLE 332 36
TOTAL 1470 500
Fuente: Ranking de empresas empresa EKOS, 2009. Tomado de IPSA Report Overview.
Cabe anotar que los precios de los alimentos primarios muestran tendencias a la baja mientras
que, los precios de los productos con valor agregado tienden al alza y que a lo largo de las
cadenas agroindustriales más del 80% del valor se agrega fuera de las fincas. Esta es la causa
estructural de la crisis de la economía familiar urbana y rural.
8.4.3. Los sistemas solidarios de comercialización229
Además de analizar los dos principales sistemas de comercialización en cuanto a volumen, se
propone un sistema adicional que corresponde a todas aquellas formas de comercio que
integran principios, relaciones y organizaciones solidarias a los que llamamos sistemas
solidarios.
El Ecuador es un país rico en lo que al tema respecta; un heterogéneo mundo de prácticas
sociales que perduran, inscritas en la cultura, principalmente en el medio rural, entre las
229
El articulo 3 literal c) de la LORSA establece que es deber del Estado “impulsar, en el marco de la economía social y solidaria, la asociación de los microempresarios, microempresa o micro, pequeños y medianos productores para su participación en mejores condiciones en el proceso de producción, almacenamiento, transformación, conservación y comercialización de alimentos”.
155
comunidades campesinas y los pueblos indígenas. Basta mencionar los trabajos colectivos en
bien de la comunidad como la minga, el cambia manos, el trueque, el trabajo comunitario,
expresiones de la economía femenina del cuidado, etc.230 La idea es que las personas
privilegien el trabajo productico compartido, sean sujetos de su propio desarrollo, posibiliten
la inclusión social, eleven sus niveles de productividad y creatividad, negocien de conjunto y
distribuyen los excedentes de acuerdo a las actividades desarrolladas.
En el caso de experiencias de solidaridad productiva referidas a la esfera agropecuaria, las
evidencias tienen como soporte y denominador común a los campesinos en capacidad de
reproducción e incluso a organizados y asociados. Durante los últimos años, según corroboran
los informes proporcionados por el MAGAP a SENPLADES para esta investigación, existe una
tendencia creciente de concretar estas iniciativas vinculadas a actividades de acopio y
agregación de valor (en distintos niveles), dirigidos hacia mercados de consumo orgánico y
comercio justo, pero también hacia los mercados de exportación. En todos los casos se
proponen estrategias para acortar las cadenas de comercialización y generar mejores precios
al productor.
Las experiencias registradas pueden ser resumidas en cuatro grandes grupos: ferias
campesinas, tiendas campesinas, canastas solidarias y exportaciones de la EPS. Adicionalmente
se reflexiona sobre la capacidad del Estado como comprador de este tipo de sistemas. Se
propone el siguiente esquema para comprender de mejor manera estas ideas.
Gráfico 6: Esquema resumen de los sistemas solidarios de comercialización
230
El imaginario del progreso habría sentenciado que los procesos de desarrollo caminen por un sendero unilineal; todo debía encuadrarse dentro de racionalidades mercantiles utilitaristas, sin mayor espacio para estructuras organizadas en torno a la reciprocidad y la equidad expresadas en forma de economías solidarias
156
Es muy difícil cuantificar con exactitud y verificar la magnitud d este tipo de iniciativas; las
estadísticas no son confiables. En general estas formas de producción surgieron como
estrategias localizadas frente a desafíos del entorno, casi sin participación del Estado. Son
visibles algunas redes de organizaciones solidarias que actualmente cuentan con un marco
normativo que posibilitan su sostenibilidad; se benefician de los incentivos y demás medidas
de fomento establecidas en el Código de la Producción. Sin embargo, actualmente el IEPS lleva
acabo un proceso nacional de registro con el gran de reto de realizar una definición adecuada y
proceso de diferenciación entre las mismas.
En el siguiente cuadro se presentan los resultados de un proceso de levantamiento de
información por parte del MAGAP que aporta con un primer acercamiento en el conocimiento
acerca de lo que existe en la actualidad.
Cuadro 6
Experiencias de economía popular y solidaria relacionadas con la producción comercialización de alimentos
Experiencias
/porcentajes
No.
Experiencias
% No.
Productores
% Cifra de ventas %
Ferias
Campesinas
87 62 6365 24 5.301.405 9,9
Canastas de
consumidores
articuladas a
campesinos
13 9 222 1 128.838 0,2
Tiendas
campesinas de
productos
campesinos
18 13 6.869 26 3.195.134 6
Compras
públicas
4 3 4.150 16 7.923.991 14,8
157
campesinas
Exportaciones
campesinas
19 13 9.014 34 36.902.131 69
Total 141 100 26.620 100 53.451.499 1000
Fuente: MAGAP, 2011.
Tal como se aprecia en el cuadro anterior, las exportaciones significan una proporción
importante de las ventas a través de canales solidarios de comercialización. Si contrastamos
los datos del cuadro anterior con los datos proporcionados por el MRE, se encuentran ciertas
diferencias las cuales, sin embargo, refuerzan lo dicho anteriormente.
Según la base de datos manejada por el Ministerio de Relaciones Exteriores - MRE un conjunto
de 15 actores de la EPS representa el 90% de exportaciones de la EPS. Los principales son:
Fundación Maquita Cushunchic (23%), Aso Guabo (21,06%) y el mismo BNF con el 12,33%. (El
BNF a través de la Unidad Nacional de Almacenamiento consolida oferta exportable en
productos estratégicos de actores de la EPS. Según la misma fuente desde 2007 hasta la fecha
se han registrado entre 50 y 55 organizaciones de la EPS con mercados en el exterior). En el
siguiente gráfico se presenta la evolución de las exportaciones de la EPS registradas desde el
año 2007.
Gráfico 7:
158
Fuente: SENAE/Superintendencia de Compañías
Elaborado por: DCI/MRECI
Haciendo un análisis más detallado se observa que si bien las empresas exportadoras de la EPS
registran crecimientos considerables en sus ventas bastante considerables, no representan un
cambio real en función de la transformación de la matriz productiva ya que su composición
(como se observa en el gráfico siguiente) es similar a la estructura tradicional de exportaciones
del país. Sin embargo, el número de productores beneficiados directamente es muy alto con
respecto al total de ventas lo cual constituye una variable fundamental al momento de evaluar
la función social que cumple este tipo de sistema.
Gráfico 8:
Fuente: SENAE/Superintendencia de Compañías
Elaborado por: DCI/MRECI
159
Cuadro 7
160
Cuadro8
Cuadro 9
161
Las ultimas informaciones demuestran que no obstante se registra un incremento
del 29% de las exportaciones de la EPS durante lo que va del 2012, en comparación
al primer trimestre del año pasado, si retiramos el rubro correspondiente a banano,
el valor de las exportaciones de otros productos provenientes de la misma EPS han
disminuido significativamente, un 56% según la Subsecretaria de Comercio e
Inversiones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración.
Cuadro: 10
162
Elaboración: MRE
8.4.4. Las compras públicas de alimentos y su vínculo con los sistemas solidarios de comercialización
Diversas organizaciones campesinas, amparadas en la LEPS, han establecido la necesidad de
potencializar las ventas de las organizaciones de la EPS dándoles preferencias especiales en los
mercados de compras públicas de alimentos. Actualmente, existe un intenso debate acerca de
este punto, referente por un lado a la real capacidad de compras públicas del Estado y por otro
a los mecanismos que se necesitan para lograrlo.
La información existente sobre el tema es bastante limitada, si bien el portal de compras
públicas registra los procesos según códigos específicos para cada tipo de rubros, no se conoce
cuantos alimentos se compran y de donde proceden. Una de las razones esgrimidas para
justificar este limitante es que muchas veces se realizan adquisiciones para proyectos que no
están relacionados directamente con alimentos pero que a la larga terminan destinando
recursos para comprarlos. Por ejemplo las compras de instituciones públicas, del ejército, de
los hospitales y de los colegios. Sin embargo, algunos especialistas involucrados en el
mecanismo estiman un mercado anual de alrededor de 120 millones de USD en compras
públicas de alimentos el sector público
Con respecto a las compras de alimentos registradas oficialmente en el portal del INCOP las
mismas representan menos del 2% del total de compras públicas. Según los datos enviados
para la elaboración de este documento por el INCOP, en el 2011 se adquirieron
aproximadamente 75 millones de dólares en alimentos y textiles, compras de las cuales
aproximadamente 15 corresponden solamente a alimentos y prácticamente en su totalidad
fueron realizadas por el Programa de Provisión de alimentos del MIES –PPA.231
Gráfico 9
Porcentaje adjudicado en CP de alimentos y textiles/Total CP; 2011 (miles USD)
231
Preocupan las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que se presenta como un
Acuerdo de Asociación con la Unión Europea; entre los puntos delicados se encuentra el acceso los
sectores estratégicos, servicios y las compras públicas. Mientras la Unión Europea intenta atravesar su
crisis financiera y recorta gastos públicos, salarios, seguridad social y otras formas de sostener el
consumo interno, buscando generar excedentes exportables los mercados latino-americanos deben sufrir
un asedio comercial. ¿Qué va a ocurrir con la propuesta de cambio de la matriz productiva?
163
Fuente: INCOP; 2011.
Tal como se anota anteriormente, este valor no representa la totalidad del monto en compras
de alimentos, sin embargo constituye una muestra interesante para evaluar que rubros y a que
proveedores se realizan. En el siguiente cuadro se resumen las compras registradas en el año
2010 y se puede observar que prácticamente la totalidad de las compras de alimentos del PPA
se realizaron a proveedores agroindustriales, salvo las compras de panela.
Gráfico 10:
Principales alimentos comprados por el PPA 2010
Fuente: Base de datos INCOP, www.incop.com
En el caso de las compras de conservas se registró que en el 2010 aproximadamente el 75% de
las adquisiciones del PPA se realizaron a tres empresas y en el caso de las compras de lácteos
el 38% correspondieron también a tres empresas. Sin embargo, según manifestaron los
funcionarios del MIES-IEPS que participaron en las reuniones de diálogo interministerial para la
ENBVR en el 2011, las compras de alimentos del PPA incrementaron fuertemente las
importaciones de alimentos balanceados y las compras internas se redujeron, como verifica el
INCOP a 8 millones.
Productos
164
Debido a la gran dispersión en los mercados y en los proveedores sería ingenuo pensar que de
la noche a la mañana se pueda estructurar un sistema adecuado de abastecimiento y
distribución de alimentos para el Estado articulado completamente a la AFC y a los canales
solidarios de comercialización de alimentos. Sin embargo, existen posibilidades bastante
concretas y posibles de realizar en el corto plazo para iniciar un camino hacia ello.
Un ejemplo de esto son los Centros Infantiles del Buen Vivir del INNFA, los cuales atienden a
casi 80 mil niños menores a cinco años a nivel nacional. Actualmente estas guarderías reciben
dinero del Estado para sus gastos y realizan compras de manera individual en los mercados,
supermercados232 y mayoristas de las ciudades y poblados, sin embargo desde varias instancias
del gobierno y de las organizaciones campesinas se ha planteado la posibilidad de articular
estas compras de alimentos hacia le EPS, en este caso a los canales solidarios de
comercialización.
Cuadro 10
Total de compras de alimentos Centros Infantiles del Buen Vivir CIBV-INNFA, 2011.
Ámbito No. De niños CIBV Total dólares CIBV
NACIONAL 77.824 20.545.536
PICHINCHA 20.146 5.318.544
QUITO 15.104 3.987.456
GUAYAS 17.958 4.740.912
GUAYAQUIL 8.344 2.202.816
Fuente INNFA; 2011. Elaboración: Propia. Calculado con un costo de 1,1 dólares por día/por niño, tomado un año de 240 días.
Este mercado en particular podría constituir una oportunidad interesante, a nivel nacional los
CIBV atienden a casi 80 mil niños entre 1 y 5 años para lo cual se destinan poco más de 20
millones de dólares anuales. (1,1 dólares por niño) y adicionalmente el INNFA a través de
programa Creciendo con Nuestros Hijos - CNH atiende a 400 mil infantes menores a 1 año a un
costo diario de 0,1 dólares/niño, aunque actualmente estas compras (de los CNH) están
suspendidas.
232
En Ecuador, al 2008, el 40% del comercio minorista de alimentos estaba en manos de las grandes
redes de supermercados, comparado con Chile (50%), Colombia (47%). Thomas Reardon y Julio
Berdegué. (2008). El papel del comercio minorista en la transformación de los sistemas agroalimentario
implicancias para las políticas de desarrollo. RIMISP. Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
Internet.
165
8.5. La cuestión del acceso a la tierra
La desigualdad de acceso a la tierra prácticamente no ha variado desde mediados del siglo
pasado, muy a pesar de los procesos de reforma agraria, un escenario que se agudiza al tomar
en cuenta el común fenómeno de la multipropiedad. El coeficiente de Gini casi se ha
mantenido relativamente constante en medio siglo, aunque se expresa de manera
diferenciada en territorios y regiones. El propio Presidente Rafael Correa Delgado reconoce
que “Tenemos los indicadores más inequitativos en cuanto a distribución de la tierra”. 233 El
Articulo 276 de la Constitución de la República establece que el régimen de desarrollo tendrá
como objetivo “construir un sistema económico justo, democrático, productivo, solidario,
sostenible, basado en la distribución igualitaria de los beneficios del desarrollo, de los medios
de producción y en la generación de trabajo digno y estable”.
Hay claros indicios de que en el agro ecuatoriano del presente toma forma un proceso de
reconcentración de la tierra, que expulsa de forma variable a la población campesina de sus
territorios. La política de reforma agraria ha desaparecido, y en su lugar, funcionan
mecanismos que estimulan el acceso por la vía del mercado de tierras, promoviendo “masivos”
procesos de titulación. Mientras existen segmentos campesinos que se valen del mercado de
tierras como medio de acceso, otros se ven obligados a alquilar o vender su parcela, parcial o
totalmente, para acceder a ingresos. En algunas regiones, como la Amazonia, se intensifica la
competencia por tierras, que se explica por el incremento en el precio de los alimentos en los
mercados internacionales, junto a las demandas de la agricultura industrial. Se generalizan
formas de “contrato” temporales de tenencia y modalidades de arrendamiento.234 Cada
hectárea destinada a la exportación o a la producción agroindustrial es una hectárea menos
para la producción alimentaria territorial.235 La disponibilidad de tierras aptas para el cultivo
233
V Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC-VIA
CAMPESINA), Quito. Octubre 2010. 234 Ocurren procesos de integración vertical y/o contratos temporales entre campesinos y empresas que
controlan la cadena de valor que se benefician logrando mayores escalas y menores costos en general,
particularmente por la mayor fertilidad de la tierra, pero también por el poder de mercado, incluyendo su
adelanto tecnológico. 235
Vicent Boix (2011) nos dice que “…el incremento de los precios de la alimentación en los mercados
de materias primas, la posibilidad de especular en la compraventa de tierra, la creciente demanda de
alimentos y la importancia estratégica de los agrocombustibles para el futuro energético en los países
ecológicamente derrochadores, está alimentando la voracidad de inversores que ansían controlar la
producción de alimentos y materias primas. En la última década millones de hectáreas han sido
arrendadas o vendidas en los países empobrecidos… En algunos casos son gobiernos que adquieren
tierras en otro estado para garantizarse su suministro futuro. Pero en la mayoría se trata de empresas e
inversionistas que pretenden producir alimentos y sobre todo agrocombustibles, en ambos casos para
exportar a los países ricos especialmente. “Acaparamiento de tierras, nuevo término para la enciclopedia
166
de palma africana, caña de azúcar, soja, por ejemplo, sumado a modernos métodos de
labranza, maquinaria, innovaciones genéticas y calidad de insumos, constituyen factores que
aumentan la “sed” de tierras, generalizando la concentración del capital en la producción
agropecuaria. Fernando Soto Baquero, Oficial de Políticas de la FAO advierte que “los
gobiernos de la región deben encontrar formas de asegurar que los procesos de concentración
y extranjerización de tierras no tengan efectos negativos sobre la seguridad alimentaria, el
empleo agrícola y el desarrollo de la agricultura familiar”.
Cuadro 11
Distribución de la tierra en el Ecuador
Fuente: CNA 1954, 1974 y 2000. Elaboración SIPAE.
En el campo ecuatoriano la mayoría de Unidades de Producción Agraria (Upas) se agrupan y
constituyen un bajo porcentaje de la superficie agropecuaria; el 70% de las Upas se reducen al
10% de la superficie. Al otro extremo, casi dos tercios de la superficie total de cultivo son fincas
que superan las 50 hectáreas, extensión en manos del 6,4 % de los productores. Según los
datos del censo, la mayor concentración de la tierra se encuentra la Costa, donde el 78% de las
Upas (170.000) tienen menos de 20 has., y representan apenas el 18% de la superficie,
mientras que 235 propiedades, de más 1.000 has., concentran el 12%. Este fenómeno es más
notorio y acentuado en las provincias de Esmeraldas, Manabí y Guayas. Por ejemplo, en el
cantón Guayaquil, 64 (Upas) concentran casi 50% del total de la tierra, a pesar que solo
representan el 3% del total. 236
Aun no se define la cifra oficial sobre la cantidad de tierra bajo propiedad del Estado que
potencialmente está disponible para su distribución. En el año 2009, el “Plan Tierras y
Territorios” calculó en 69.000 hectáreas, la superficie de tierras incautadas a la banca
de la indignación. Universidad Politécnica de Valencia. Ver también, FAO (2011) Acaparamiento de
tierras: Estudio de 17 países en América Latina y El Caribe. Santiago de Chile. 236
Hidalgo F y Laforge M. (2111). Tierra urgente. Sistema de Investigación de la problemática agraria del
Ecuador – Intermon /Oxfam. La Tierra. Quito.
167
quebrada en manos de MAGAP, IFIS y la AGD. En materia de distribución de la tierra, el actual
gobierno, más que progresar en expropiaciones, ha optado por titulaciones, apoyando la
seguridad jurídica entre las comunidades campesinas y pueblos indígenas.
8.5.1. El marco legal
La Ley de Desarrollo Agrario (1994) liberalizó el mercado de tierras en Ecuador, permitió el
fraccionamiento y venta de tierras comunales, impidió que el Estado intervenga en predios
privados por medio de la afectación, contemplando únicamente la adjudicación del recurso a
través de un acuerdo de compra-venta de tierras entre las partes e incluso para recibir tierras
Estatales a través de la Subsecretaria de Tierras y Reforma Agraria - SSTRA (ex INDA) debe
haber un el pago previo y al contado del valor del predio.
La Ley Orgánica del Régimen de Soberanía Alimentaria interpreta, de manera bastante
general, el significado de la función social y ambiental de la tierra, refiriéndose al tema del
latifundio sin mayores precisiones. Determinó la creación de la Conferencia Nacional de
Soberanía Alimentaria (COPISA) con el fin de garantizar un amplio proceso participativo de la
sociedad civil; esta entidad presentó un primer proyecto de Ley de Tierras.
El Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones (COPCI), en el artículo 61
garantiza que el Estado y sus instituciones competentes fomentarán y facilitarán el acceso a la
tierra a las familias y comunidades campesinas carentes de ella, dándoles preferencia en los
procesos de redistribución de la tierra, mediante mecanismos de titulación, transferencia de
tierras estatales, mediación para compra-venta de tierras disponibles en el mercado,
reversión, u otros mecanismos establecidos en la Constitución y la Ley.
La inexistencia de un marco legal acorde a los objetivos de redistribución establecidos por la
Constitución, la LORSA y por el Plan Tierras, impide que se inicie un proceso de revolución
agraria que parta de un esfuerzo redistributivo. Todo lo contrario, las regulaciones actuales
han permitido que los agentes del poder agrario inicien juicios en contra de los dirigentes
campesinos,237 los cuales no tienen la solvencia para necesaria enfrentarlos por lo que muchas
237
Por ejemplo: “Las modalidades de asedio y ocupación de las tierras comunales peninsulares son
diversas, muchas de ellas “ocultadas” bajo complicados o tergiversados legalismos. Compras irregulares
por engaño, dolo o inducción de error; decisiones de autoridades competentes del ex INDA, por
ejemplo, que favorecen a poseedores privados que pasan a convertirse en propietarios; dolos procesales
precisados por ilegalismos dentro de los procesos judiciales; transferencia fraudulenta de derechos por
parte de las instancias administrativas; tráfico de influencias para lograr ventas a bajos precios; órdenes de
desalojo forzado; profundización de conflictos entre comuneros; venta de tierras comunales por parte de
comuneros vinculados con segmentos empresariales y políticos; uso de terceros para ocultar la titularidad
de tierras comunales privatizadas; etc. “ Carlos Jara (2011). Una propuesta de intervención intersectorial
168
veces se ven forzados a desmovilizarse. Los derechos humanos, las libertades, son bloqueadas
por los intereses agroempresariales. Por eso es indispensable hacer un cambio profundo en el
marco legal que parta de la comprensión que tener más unidades de producción familiar de
mediana escala y menos empresas de monocultivo extensivo es más eficiente y acorde al
interés nacional en términos sociales, ambientales y económicos y que por lo tanto facilite se
la titulación de los territorios en conflicto a los actuales usuarios garantizando su derecho al
acceso a la tierra contemplado en la Constitución.
8.5.2. Los logros obtenidos por el Plan Tierras
Según el Informe anual del MAGAP 2011 en ese año se hizo entrega efectiva de 11 predios
estatales a campesinos sin tierra, que suman 7.417 hectáreas, se afectaron 5 predios privados
en un total de 1.342 hectáreas, y se inició la afectación en 21 predios más. Según el informe
existirían procesos de compra y venta a través del BNF para la adquisición de 1.213 hectáreas,
la titulación de 301.785 hectáreas de territorios de pueblos ancestrales y la entrega de 30.951
títulos a nivel Nacional.
Gráfico 11:
Entregas de predios estatales
estratégica para el desarrollo del Buen Vivir en la provincia de Santa Elena. MCDS. Quito. Ver,
Francisco Reyes, Leonel del Peso y Miguel Delgado (2011). Conflictividad en territorios comunales de
Santa Elena.
169
Fuente: MAGAP, 2011.
8.5.3. Las principales limitaciones en el proceso de entrega de tierras
Un primer limitante para poder conocer la realidad del tema es el desconocimiento general
sobre los conflictos de tierra existentes en el país. Los Planes de Ordenamiento Territorial, en
general, no han introducido esta variable en su formulación. No se tienen datos definitivos
acerca de la cantidad de tierras rústicas en manos del Estado, sean fiscales, de los bancos
quebrados, o las incautadas a narcotraficantes, así cómo los fideicomisos de tierras disponibles
para la redistribución. De hecho según se pudo conocer en el trabajo de investigación en el
BCE se está trabajando en completar y verificar estas variables.
Otro limitante tiene que ver con la complejidad del trámite y el proceso de adjudicación de
tierras. Un informe realizado por Landívar y Yandún en el 2010238 sobre la situación que
atraviesan actualmente los trámites de expropiación de las haciendas de los bancos
quebrados, evidencian las dificultades por las que ha atravesado la SSTRA para concretar las
adjudicaciones a los campesinas que ocupan tierras luego de haber sido abandonadas, debido
al bombardeo de apelaciones por parte de los grupos de poder, que se consideran afectados
De hecho, los predios vinculados a la banca quebrada están hoy en día bajo la administración
del Banco Central y Corporación Financiera Nacional, o fueron incautados por la AGD y
transferidos a fideicomisos 34 como AGD-CFN-No más Impunidad y otros como FODEVASA.
Por ello, según el citado informe En el banco central hay dos situaciones:
Situación 1: predios que ya eran de propiedad de los bancos cuando fueron liquidados
en la Superintendencia de Bancos y Seguros y posteriormente transferidos al Banco
238
Landívar Natalia, Yulán (2010). Monitoreo de políticas de redistribución de tierra estatal y el derecho
a la alimentación de posesionarios. Foodfirst Information and Action Network. FIAN, CEDOCUT. Quito.
170
Central del Ecuador. Siendo éstos predios de propiedad estatal, para los cuales es
aplicable el artículo 48 de la Ley de Desarrollo Agrario que permite transferir tierras de
las instituciones públicas a la SSTRA/MAGAP.
Situación 2: grupo de haciendas hipotecadas en los bancos que fueron liquidados,
“cuyos activos y pasivos pasaron al Banco Central del Ecuador, el cual continúa con
procesos coactivos, ejecutivos, de insolvencia, impugnaciones y otros administrativos y
judiciales contra las empresas deudoras vinculadas. Muchos de estos predios se vienen
rematando, lo que representa una posibilidad para que los antiguos dueños de las
haciendas puedan librar y recuperar la propiedad a un precio sumamente bajo en
relación con su avalúo comercial”.239 Este procedimiento, dificulta la adjudicación
inmediata de estos predios a las asociaciones posesionarias que mantienen demandas
de expropiación o legalización, y quienes no pueden competir en este tipo de
transacciones públicas.
Al respecto, en la Misión de Verificación realizada en el mes de abril de 2010 se obtuvieron las
siguientes conclusiones:
Exacerbación de conflictos presentados en las haciendas posesionarias debido a
expectativas insatisfechas de los campesinos.
En el caso de las haciendas hipotecadas en los bancos que fueron liquidados, las cuales
son todavía propiedad privada, la vía de adjudicación es más compleja (prevista en el
artículo 44 de la Ley de Desarrollo Agrario).
Los largos y difíciles mecanismos que establece esta ley para la adjudicación de predios
privados a las asociaciones dificulta su entrega.
El Código Orgánico de Planificación y Finanzas estableció el traspaso de las tierras en
manos del Ministerio de Finanzas al Fideicomiso AGD-CFN-No Más Impunidad dejando
de lado la posibilidad de entregarlos directamente al MAGAP/STRA,
La SSTRA, mediante la resolución administrativa No. 01, impuso nuevos requisitos para
la legalización de tierras a personas naturales y jurídicas, mucho más complejas y
costosas que las que tenía el INDA.
Enorme inestabilidad en el manejo político de la SSTRA
No se han hecho esfuerzos de parte del Estado para incluir a las organizaciones rurales
posesionarias de tierras en conflicto al debate y a la toma de decisiones. Al contrario,
se han realizado acciones y omisiones arbitrarias y de escritorio que han entorpecido
los procesos de adjudicación.
239
Ídem.
171
8.5.4. Algunas constataciones
Tal como evidencian los datos del Censo, en la Costa se observan los mayores niveles de
conflictividad por el acceso a la tierra. En el caso del Guayas y Santa Elena hay graves y
prolongados litigios entre, aproximadamente 15 mil familias campesinas posesionarias de
tierras y grupos del capital financiero guayaquileño que abandonaron sus propiedades después
que fueron entregadas en garantía a sus propios bancos para créditos vinculados y que ahora
utilizan su poder e influencia para entorpecer los procesos administrativos, así como para
atemorizar a los posesionarios mediante juicios y amenazas.
En Manabí, Los Ríos y el Oro se observan casos en donde la conflictividad se vuelve violenta. Ni
se diga la situación de Esmeraldas, donde la palma africana y la explotación maderera casi han
ocupado el territorio provincial, por diversos mecanismos, incluso de parte de actores
extranjeros tal como ha informado el Ministerio de Defensa en varias ocasiones.
En la Amazonia la tónica es distinta pero no menos violenta, hay numerosos casos de conflicto
en zonas no tituladas principalmente en las provincias de Pastaza y Napo. Dichos conflictos
tienen muchas veces un carácter interétnico que complica enormemente su mediación. Por
ejemplo, hay casos de colonos contra quichuas en la cuenca del Bonbonaza, entre Quichuas y
Achuaras en Pastaza, o la confrontación entre miembros de las nacionalidades Andoa y
Shiwiar, que ha dejado algunas victimas. En estos casos, buena parte de la responsabilidad
recae sobre el Estado; en los anteriores gobiernos se titularizaron los territorios de las
nacionalidades indígenas en el escritorio, y también se obviaron ocupaciones ancestrales de
tierras principalmente en lo que se denominó la “franja de seguridad fronteriza.
Es importante que el Estado reconozca que tiene una parte importante de la responsabilidad
en muchos conflictos de tierras ya sea por acción u omisión. La ineficiencia, negligencia y
prepotencia con la que han actuado históricamente todos los gobiernos debe ser confrontados
directamente y resuelta por el mismo Estado para que los cambios sean posibles. El Gobierno
actual tiene por lo tanto una oportunidad histórica para lograrlo y el primer paso es cumplir el
compromiso político que se asumió otorgando legitimidad y transparencia a los procesos en
curso reformulando el modelo de gestión actual, fortaleciendo a la SSTRA e incluyendo a los
usuarios de las tierras en conflicto en el debate y toma de decisiones.
El segundo paso sería entregar inmediatamente las tierras de los bancos corruptos y las de los
narcotraficantes condenados a las familias que las ocuparon, dieron uso productivo y que
presentaron la solicitud de adjudicación al ex-INDA o la SSTRA después que fueron
172
abandonadas según sea el caso. Para esto se debe revisar los mecanismos de financiamiento,
Finalmente el siguiente paso de una verdadera revolución agraria sería cumplir con el mandato
constitucional y caracterizar detalladamente el latifundio y proceder a las expropiaciones así
como también determinar claramente los rangos de cumplimiento de la función social y
ambiental de la tierra e iniciar un proceso participativo con control social del proceso. También
es fundamental debatir sobre los mecanismos, por ejemplo ¿Es conveniente un Fondo de
Tierras? ¿Qué condiciones existen para que el Estado a través del BNF realice una estrategia de
compras con los campesinos? ¿Hay la cercanía suficiente?
Al respecto y tomando como referencia el proceso de manejo del fondo de tierra que el
gobierno de Borja realizó con el FEPP, Pablo Ospina (2010) argumentó lo siguiente:
“Es difícil encontrar una institución en la que los campesinos confíen menos que en el BNF. Sin confianza y redes de relaciones con las organizaciones, el fondo no podrá ni siquiera empezar a funcionar. En efecto, el FEPP constituyó comités tripartitos (de organizaciones campesinas nacionales, locales y de la ONG) para supervisar el proceso de compra, crédito y adjudicación. Solo de esta manera se puede limitar (no impedir) la influencia de traficantes de tierras y clarificar un proceso de traspaso que no se podría hacer sin movilización campesina”.
De no ser así, con la gente, es impensable que se haga un traspaso de las dos millones de has
ofrecidas por el gobierno. Indudablemente de manera paralela al apoyo irrestricto a los
campesinos se debe exigir también el cumplimiento de compromisos y la asunción de
responsabilidades sobre el uso productivo que se hará del suelo y los demás recursos con los
beneficiarios en base a un modelo de desarrollo específico y adaptado a la situación de cada
territorio.
8.6. La problemática del riego
Durante los últimos años a nivel nacional y mundial se han desarrollado nuevas corrientes
desde diversos enfoques de pensamiento que tienen como factor común el mirar al agua con
otros ojos. El punto en común es inobjetable, el agua no es solamente un “factor de
producción y consumo” sino que es la vida misma,240 el bien más preciado de la naturaleza, la
salud, la alimentación y también, pero no solamente, es un recurso productivo de uso común y
carácter público.
240
Todo gobierno debe garantizar que cada persona tenga acceso a por lo menos 20 litros de agua limpia
cada día.
173
En este sentido, el Ecuador tiene una rica experiencia. Históricamente han surgido numerosos
y muy interesantes procesos que constituyen un conjunto de saberes empíricos y teóricos de
las comunidades usuarias del agua y de las organizaciones de regantes, de las universidades,
de las ONG con experiencia en el campo que han logrado diseñar sistemas de administración y
manejo eficientes y solidarios, crear sistemas de redes y de organizaciones altamente
articuladas y coordinadas que sobretodo han logrado generar acuerdos, derechos y
obligaciones colectivos en función de intereses comunes de largo plazo alrededor de un tema
tan sensible y complejo.
Tal vez por ello, los artículos dedicados al agua en la Constitución del Ecuador (derechos de la
naturaleza, el agua como patrimonio nacional estratégico, el agua como derecho humano)
tienen una connotación tan fuerte y esperanzadora ya que de alguna manera recogen por
primera vez las demandas construidas durante muchos años por la sociedad rural en su
conjunto. Constituyen un hito frente a la triste tradición de acciones públicas cómplices y
encubridoras de las enormes injusticias que caracterizan al campo.
A partir de los resultados obtenidos en el diagnóstico, se plantea una propuesta que intenta
recoger de la manera más amplia posible los planteamientos desarrollados en el país que se
enmarcan en lo establecido en la Constitución y el PNBV.
8.7. ¿Qué sabemos sobre el tema riego?
Persisten en la actualidad los históricos niveles de acaparamiento del agua para riego por parte
de las grandes haciendas y se evidencia una alta concentración del recurso en monocultivos de
exportación.
El Ecuador es un país bien dotado en lo que se refiere a recursos hídricos, según la SENAGUA,
(2010) la disponibilidad por habitante al 2009 fue de 22,5 m3/año/habitante, cifra que está por
encima de la media mundial. La mayor parte del agua utilizada proviene de los recursos
superficiales. Sus principales usos son: riego (82%), uso doméstico (12%) y uso Industrial
(6%).241
El uso del agua para riego se ha extendido profundamente en el último siglo de manera
paralela a la expansión de la frontera agropecuaria, cada vez más zonas de producción
requieren del riego lo cual ha intensificado los niveles de conflictividad en el campo debido a la
estructura altamente concentrada que tiene el uso del recurso desde los tiempos de la colonia.
241
CNRH. 2006.
174
Cuadro 12
Concentración del agua para riego según tamaño de la UPA
Tamaño de UPA hasta 50
hectáreas 51 a 200 hectáreas más de 200 hectáreas
Porcentaje con respecto al total de
UPAS 96,7 2,5 0,7
Porcentaje de utilización de agua para
riego en función del total disponible 49,0 21,7 29,3
Fuente: III CNA, 2000
Según los datos del censo agropecuario las UPAS con menos de 50 hectáreas (que representan
el 97% de unidades agropecuarias) ocupan el 49% del agua para riego disponible mientras que
las UPAS de mas de 200 hectáreas ocupan caso el 30% a pesar que representan menos del 1%
del total de Upas.
La vital importancia que tiene el riego para la producción agropecuaria y la importancia de la
agricultura en la economía nacional han hecho que a lo largo del tiempo se desarrolle una
competencia por el acceso y uso del agua de mejor calidad entre los sistemas de producción
capitalista y la AFC. De hecho, son numerosos los estudios que demuestran que el riego eleva
considerablemente la productividad agrícola y es un elemento esencial para asegurar la
soberanía alimentaria.
Sin embargo, las dinámicas de acaparamiento del recurso han cambiado en su forma durante
las últimas tres décadas y se han intensificado. Actualmente las dinámicas de producción
agropecuaria capitalista requieren de volúmenes mayores de agua y de modernos sistemas de
riego para elevar sus rendimientos y su competitividad en los mercados. Como se evidencia en
el cuadro, la mayor parte de las zonas regadas del país está destinada a mercados de
exportación con niveles altos de inversión y utilidad.
Cuadro: 13
Reparto del agua entre la agroexportación y la producción para consumo interno.
175
Producción con
predominio
empresarial
Porcentaje de la superficie
(%)
Producción con
predominio de
mediana propiedad y
campesina
Porcentaje de la
superficie (%)
Banano de exportación 79
Caña para panela y
alcohol 23
Caña de azúcar 95 Arroz 45
Flores de exportación 100 Café 4
Brócoli de exportación 100 Papa 26
Papaya de exportación 100 Arveja 20
Mango de exportación 100 Cacao 11
Piña de exportación 100 Maíz duro 8
Maíz suave 21
Fuente: INEC. Elaboración: Foro RRHH; 2008
En los cultivos de exportación toda o casi toda la superficie está bajo riego mientras que los
cultivos de consumo nacional e inclusive los de café y cacao, que provienen principalmente de
la pequeña y mediana finca: superficie regada está entre el 4 al 25%.
La provincia del Guayas es un ejemplo lacerante de este problema. Según la SENAGUA (2008)
solamente dieciséis concesiones para riego a grandes empresas, en una extensión de 50 mil
hectáreas, acaparan el 24% del caudal de agua. Según el Foro de los Recursos Hídricos esta
agua podría servir para regar hasta 50 mil fincas campesinas.
Casos como este se repiten a lo largo de todo el país, pero el factor más relevante de este
análisis es que las tarifas que pagan estas empresas son irrisorias y en muchos casos gratuitas.
Citando el caso anterior, las 16 empresas no pagan entre todas ni 40 mil dólares anuales, cifra
que no cubre siquiera los costos de mantenimiento de los grandes proyectos de riego que los
benefician.
Otro factor relevante respecto a este tema es el proceso de ganaderización del campo. Cada
vez es más requerido el riego para la producción empresarial de leche y cárnicos. Mientras
176
tanto, la producción de alimentos destinados al consumo nacional a la que se dedican
pequeños agricultores, cuenta con una cantidad mucho más baja con la que regarse y la mayor
parte de la superficie cultivada no está bajo riego. Esto a pesar de que la agricultura campesina
es la principal fuente alimentaria del país.
Cuadro: 14
Distribución del riego por tipo de sistemas; 2005.
Tipo de sistemas Beneficiarios
(%)
Área (%) Caudal (%) L/s finca
Sistemas privados o
individuales
1 63 64 56,8
Sistemas comunales 86 22 13 0,2
Sistemas públicos 12 16 23 2,2
Suman 100 100 100 1,2
*Estimaciones en base a autorizaciones de uso dadas por el CNRH, No están muchos sistemas de riego, ni todas las captaciones individuales. Elaborado por Foro de los Recursos Hídricos.
A pesar de los datos de concentración lacerante referidos en la tabla anterior, los campesinos
de la costa y de la Sierra deben, para acceder a los caudales organizarse, hacer mingas y pagar
tarifas que son en términos marginales más altas que las que pagan las agroempresas de
exportación. Por esto la agricultura familiar requiere una atención privilegiada de parte del
Estado para cumplir los objetivos de soberanía alimentaria.
8.7.1. El despojo del agua a los sectores campesinos y el modelo neoliberal de
“ajuste hídrico”.
El Estado ha tenido un papel fundamental en el proceso de acaparamiento del agua de parte
del gran capital a través de la formulación de normas, leyes e instituciones que lo han
legitimado. El modelo neoliberal planteó, mediante normativas y leyes, los principios de
“seguridad jurídica” para consolidar y proteger la estructura de reparto de las aguas y dificultar
la viabilidad legal de los reclamos de los campesinos desplazados. Así también promovió la
prestación privada de servicios relacionados con el agua (consumo urbano, hidroelectricidad y
riego) y limitó el rol del Estado central en la gestión de los RRHH a través de la
descentralización y sectorialización.
177
El Estado se deslindó casi totalmente de sus responsabilidades en el sector riego y las trasladó
a las Corporaciones Regionales de Desarrollo (CDR), instituciones privadas tradicionalmente
cooptadas por grupos de poder, las cuales recibieron recursos a lo largo de todos los gobiernos
neoliberales que comprendieron entre el 45 y el 65% del presupuesto anual agropecuario.
Posteriormente las CRD trasfirieron 35 sistemas públicos de riego a los usuarios, lo cual en
muchos casos benefició a grandes propietarios. Los sistemas transferidos a las Juntas
Parroquiales fueron entregados sin consultas ni diálogos, tampoco se hicieron esfuerzos
sostenidos por prepararlas adecuada y sostenidamente para su manejo
La complejidad y cruce de competencias que caracterizaron al modelo institucional neoliberal
dejaron un legado de desorden en las concesiones de agua que fueron administradas de forma
burocrática y centralista sin capacidad de seguimiento, manejo y control de la sobreutilización
y abusos de parte de los usuarios. El modelo hídrico neoliberal no consideró nunca el realizar
consultas ni diálogos con las organizaciones rurales vinculadas al riego.
La meta principal planteada en este periodo fue el incremento del área irrigada a través de
grandes inversiones en proyectos de infraestructura para riego público al igual que el modelo
desarrollista.
A pesar da la gran inversión existente, los sistemas públicos cubren solamente el 16% del área
bajo riego gran parte de la cual beneficia a unidades privadas de producción y muchas veces lo
hace casi exclusivamente a grandes extensiones privadas. El monto total que representa la
inversión en riego y drenaje público a nivel nacional al menos sobrepasa los
USD2.500’000.000. La gran inversión social y económica reflejada en los sistemas de riego
público se orientó casi totalmente a obras de infraestructura (casi todas inconclusas) sin
ninguna estrategia de desarrollo productivo ni modelo de gestión adecuado.
Constataciones de partida acerca de los sistemas públicos obtenidas en la elaboración de la
propuesta del Plan Nacional de Riego y Drenaje (PNRD) 2011:
• No se cuenta con un inventario completo de la situación de los sistemas de riego.
• Infraestructura incompleta, inadecuado mantenimiento, operación, rehabilitación y
limitados niveles de tecnificación.
• Intervenciones parciales de rehabilitación en sistemas de riego públicos.
• Débil acompañamiento estatal para la gestión administrativa de los sistemas de riego,
hay experiencias puntuales de capacitación y asistencia técnica en el área.
178
• En general, los entes responsables del subsector tienen limitada capacidad
institucional.
• Estaría en capacidad para regar más de 266.000 ha
• La gestión de los sistemas no transferidos, su regulación y control aún está en manos
del Estado en proceso de transferencia a los GAP.
Los 42 sistemas de riego público existentes constituyen un patrimonio productivo público de
gran importancia para el país, sin embargo gran parte de la infraestructura no está terminada y
en general cuenta con bajos niveles de tecnificación. No se utiliza toda el área potencial debido
a la reducción creciente de caudales y al desperdicio ocasionado por su precariedad y mala
gestión.
A pesar que el riego comunitario involucra a cerca de 213.000 familias 242 con potencialidades
organizativas importantes no se ha desarrollado un plan integrado para el desarrollo de la
superficie bajo riego público. Por ejemplo el sistema Babahoyo tiene la capacidad de regar
10.000 has pero solamente cubre 4.000 y por ello los rendimientos de los cultivos son menores
que en otras regiones de la Costa
Cabe anotar que en los últimos tres años se han invertido más de 200 millones de dólares,
para la ampliación y mejoramiento de la infraestructura de riego y drenaje en el país, lo cual
demuestra que se persiste en la misma estrategia de construcción de infraestructura.
Es necesaria una institucionalidad fuerte, con capacidad de rectoría nacional y territorial.
Delegar el tema a una Subsecretaría podría desmantelar la capacidad de regulación e
intervención del Estado. La descentralización constituye una oportunidad para redireccionar la
participación estatal en riego en la medida en que sea integral e incorpore dentro del modelo
de gestión a las organizaciones.
Sin embargo, la descentralización por sí sola no es necesariamente una política de riego ni
resuelve los problemas de fondo que aquejan a este sector. Los GAP no cuentan con unidades
operativas especializadas para atender los requerimientos de riego de la AFC y existe la
posibilidad de manejo del riego politizado y sujeto a intereses de grupos de poder territorial.
Las organizaciones de regantes de todo el país han exigido que se reconozca su derecho a una
participación efectiva la administración, operación y mantenimiento de los sistemas públicos
de riego público. (FRH; 2012).El debate se ha restringido al manejo de los sistemas de riego
público y se ha dejado de lado el tema de los sistemas comunitarios y campesinos.
242
Fuente (Buscar)
179
8.7.2. Ineficiencia de los sistemas de riego
Como se observa en el siguiente gráfico y cuadro, un gran porcentaje de la infraestructura bajo
riego existente funciona con niveles bajos y medios de eficiencia con respecto a su capacidad
potencial.
Gráfico: 11
Estimación del área efectivamente regada con respecto al área potencial de riego
2011 (en has.)
Fuente: MAGAP - SSRD, Datos estimados en la propuesta de Plan Nacional de Riego y Drenaje, 2011, realizada por CESA y AVSF. Elaboración: Propia
La Superficie potencial de riego según el proyecto de PNRD es de 3,1 millones has y la
superficie con infraestructura de riego es de 1.500.000 hectáreas. La tasa efectiva de riego
total es de 63%.
Cuadro: 12
Área bajo infraestructura de riego, área regable y área realmente regada por tipo de
sistemas
Tipo de Sistema Área bajo infraestructura (has)
Área regada (has)
Brecha (has)
Tasa efectiva de riego ** (%)
Públicos 266.000 162.260 103.740 61
Comunitarios – Asociativos
466.000 233.000 233.000 50
Subtotal 1 732.000 395.260 336.740 54
180
Privados – Particulares
420.000 327.600 92.400 78
Subtotal 2 1`152.000 722.860 429.140 63
Sin concesión (no registrada)*
348.000 219.240 128.860 63
TOTAL 1`500.000 942100 558.000 63
Fuente: III CNA, 2000; SENAGUA, 2010; SRD, 2010243
Elaborado por: CESA/AVSF
Actualmente, el incremento de la superficie de riego es más complejo. La posibilidad de hacer
megaproyectos es cada vez menor debido a que las zonas que quedan sin riego son
inaccesibles o tienen cuencas deterioradas y tienen una relación costo / beneficio negativa.
(PNRD; 2011)
Por otro lado, es evidente que hay que continuar trabajando intensamente en constituir
sistemas de drenaje, almacenamiento y regulación de caudales más eficientes sobre todo en el
litoral en coordinación y cooperación con los gobiernos locales y las comunidades de usuarios
del recurso.
Cuadro: 13
Número de Upas y área regada según sistemas de riego244
MÉTODO has UPA’s
Goteo 19.401 3.158
Aspersión 170.058 11.912
Bombeo 220.842 31.807
Gravedad 432.147 185.915
Otros 10.885 6.511
TOTAL NACIONAL 853.333 239.303
244La inexistencia de una información actualizada en torno a los métodos de riego utilizados en el país,
hace que el único referente para establecer el peso de cada método sea la información del III CNA.
181
Fuente: III Censo Nacional Agropecuario – Datos Nacionales Elaboración: IEDECA, 2011PNRD:
245
Como muestra la tabla anterior la inversión pública para la gestión e tecnificación e innovación
tecnológica en el riego es insuficiente y ciertos procesos iniciados han sido descontinuados.
8.7.3. La importancia de los sistemas comunitarios de riego
Son sistemas vitales para la soberanía alimentaria y constituyen un patrimonio cultural y
económico de la nación a pesar de ser inversiones relativamente pequeñas. Funcionan bajo
gestión colectiva a través de organizaciones comunitarias, juntas de usuarios, asociaciones
directorios, etc. La mayor parte de la infraestructura comunitaria ha sido construida por los
propios usuarios, muy eventualmente, con apoyo de ONGs, con niveles relativamente bajos de
inversión.
Abarcan una extensión de aproximadamente 470 mil ha e involucran alrededor de 300.000
familias en las que contribuyen a la diversificación productiva y demuestran mayor capacidad
para generar, empleo e ingresos por hectárea, en comparación con la agricultura de
exportación. Cubren a los rubros de consumo interno y tienen un enorme potencial de aporte
económico para el país a pesar de contar con inversiones relativamente pequeñas.
Logran mayor equidad, empleo e ingresos por hectárea (ha) que la agricultura para la
agroexportación siendo un patrimonio productivo del país (aprox. 470 mil ha) que involucra a
miles de familias campesinas familias que aportan con recursos económicos propios para el
manejo, mantenimiento y operación bajo gestión colectiva a través de organizaciones
comunitarias o de usuarios (Juntas, Directorios, Asociaciones). Hay prácticas e iniciativas
comunitarias, de resolución de conflictos, y de manejo de riego parcelario que deben ser
sistematizadas para ser replicadas.
8.7.3.1. Problemas de los sistemas comunitarios
Bajos niveles de productividad en los cultivos debido a la limitada capacidad de
reinversión de la AFC, al minifundio y al escaso acompañamiento estatal en políticas
245
“Para la determinación de estos datos, se han utilizado como fuentes: el III Censo Nacional
Agropecuario, 2000; la base de datos de la SENAGUA y la información proporcionada directamente por
la SRD (ex INAR). Todas las fuentes señalan datos diferentes, por lo que conjuntamente con la SRD se
decidió aproximar esta información a la realidad del riego que tanto la SRD como el equipo consultor de
CESA, conoce”
182
complementarias como mejoramiento de suelos, fomento de sistemas productivos
financiamiento, entre otros.
La infraestructura es su principal problema. En su mayoría no tienen obras de
captación, regulación y repartición de caudales, ni modalidades de almacenamiento
de aguas. Los canales de aducción, conducción, redes terciarias, generalmente son
construidos en tierra.
Debido a que casi la totalidad de sistemas comunitarios está en zonas indígenas de y
campesinas dela Sierra poseen buenos y sostenidos sistemas de gestión comunitaria
de los usuarios, en ciertos casos desde hace 200 años.
Escasos niveles de inversión y consecuente ineficiencia
Abandono del Estado
8.8. La situación del financiamiento agropecuario
La política financiera es un asunto de alta relevancia para lograr los propósitos de
transformación y diversificación productiva en el sector agropecuario. En el Ecuador, como en
el resto del mundo, las oligarquías plutocráticas son las principales ostentadoras de poder
político y económico. Esta situación es una característica fundamental e invariable del
capitalismo.
El mandato constitucional que establece un sistema económico popular y solidario es un reto
de grandes proporciones que implica cambios revolucionarios en la estructura económica y
social del país, que no serán posibles sin reformas profundas en las políticas financieras del
Estado. En los últimos años se han dado avances importantes en la elaboración de propuestas
y acciones concretas enmarcadas en la iniciativa regional por una nueva estructura financiera
internacional. El Ecuador, desde la UNASUR, ha sido un actor clave en el impulso del Banco del
Sur, el Sistema Único de Compensación Regional- SUCRE- y la propuesta del fondo compartido
de liquidez para la región.
En lo interno, desde varias instancias se viene trabajando mucho en la construcción del nuevo
sistema Financiero Popular y Solidario. Pero hay varios temas que tienen especial relevancia. El
primer tema concierne a la propuesta de montar un sistema tecnológico operativo
interconectado mediante una red de servidores, entre entidades financieras de la EPS y el
Sistema Nacional de Pagos que sirva, entre otras cosas, para canalizar las remesas de los
migrantes, el bono de desarrollo y las transacciones entre cooperativas y la banca pública. Este
es un debate esencial que debe ser tomado en cuenta para apoyar desde el Estado al sector.
183
El segundo tema concierne a la implementación de un sistema de “banca móvil” que facilite la
profundización del sistema financiero en la economía nacional que es necesario
principalmente en las zonas rurales. Si bien, es importante para el sector productivo contar
con herramientas tecnológicas de este tipo que faciliten el acceso a servicios financieros de
manera eficiente y poco costosa es necesaria que se debata su aplicación desde ámbitos
políticos y técnicos. Si no es así, podría ser posible un escenario en el que empresas
transnacionales de comunicación y grandes emporios financieros nacionales se apropien de la
iniciativa y consoliden su rol como monopolios.
Si bien, en relación con otros países de la región el índice de financiarización de la economía
ecuatoriana es todavía bajo, se observan niveles muy importantes de evolución de los mismos
en el último lustro (ver cuadro), lo cual denota una aparente recuperación de confianza en el
sector después de la crisis de 1999.
Las políticas públicas han acompañado este proceso incrementando controles sobre la banca
privada principalmente obligando a que los bancos intensifiquen los niveles de intermediación,
a que se limiten las grandes comisiones cobradas por la prestación de servicios y estableciendo
de límites máximos a las tasas de interés.246
Gráfico 11
Ecuador: Profundización financiera
246
El crecimiento acumulado de utilidades de la Banca Privada en el período 2007-2009 fue 70% superior
al período 2004-2006. Durante el ejercicio 2011, dada la liquidez registrada por la economía ecuatoriana,
el sector bancario incrementó sus utilidades todavía en un 51% más. Entre enero y octubre de 2011, la
banca privada ecuatoriana registró 439 millones de dólares en utilidades, más que duplicando los
beneficios obtenidos en 2010 (en ese período se alcanzó un aumento de utilidades del 15,4% respecto al
2009). Superintendencia de Bancos. Decio Machado (2012) Las élites económicas.
184
Fuente: Superintendencia de Bancos y Seguros
Los montos totales de cartera bruta total denotan niveles acelerados de crecimiento de la
banca privada, banca pública y una tendencia relativamente constante en el sector
cooperativo, aunque con tendencia al alza. Sin duda el sector privado ha sabido absorber con
mejor eficiencia los excedentes absolutos generados por la economía nacional creciendo
aproximadamente en un 100% en seis años. Es conocido también que existe una tendencia
hacia la concentración de recursos entre las instituciones privadas.
Gráfico 12:
Montos de cartera bruta total por tipo de IFI 2006-2011 (millones USD)
Fuente: Superintendencia de Bancos y Seguros, Elaboración: Equipo ENBVR, 2012
185
Haciendo un zoom en el sector de la agricultura, silvicultura, caza y pesca vale decir que a
pesar de su importancia en el PIB total y el crecimiento del sector alimentos, se observa un
desplazamiento gradual de la inversión sobre el sector de los servicios y un paulatino
abandono al área de la producción. Tal es así que la participación del crédito dirigido al sector
agropecuario con respecto al total de créditos colocados por el sistema financiero nacional
tiene una tendencia decreciente a lo largo del tiempo. Es decir que por un lado el sistema
financiero en general crece y por otro el agro recibe cada vez menos.
Gráfico 13
Todo el sistema financiero: porcentaje de participación crédito agropecuario/ total de créditos
2001-2011.
Fuente: Superintendencia de Bancos y Seguros, Elaboración: Equipo ENBVR, 2012
De acuerdo a información del III Censo Nacional Agropecuario, en 2001 el 92,6 % de
productores consultados no disponía de créditos que financien sus actividades productivas.
Tan solo 60 mil productores manifestaron tener acceso a crédito agropecuario, siendo sus
principales fuentes de financiamiento: Bancos y Cooperativas, prestamistas, otras fuentes,
Banco Nacional de Fomento y empresas privadas, en ese orden de importancia. La mayor
parte de los créditos agrícolas se entregó a las Upas de mayor tamaño.
En general el sector financiero, público y privado, percibe a la economía campesina como una
actividad marginal, informal, ineficiente, poco rentable; las colocaciones suponen elevados
riesgos y costos altos administrativos. Las razones para esto es la estacionalidad de los cultivos,
las variaciones en los rendimientos por hectárea, la incertidumbre inicial sobre la calidad de la
cosecha, las altas posibilidades de pérdida de la producción por desastres naturales, las
diferencias en rendimientos u otros factores la presencia de vínculos comerciales inequitativos
y las situaciones de aislamiento y difícil de acceso a los mercados. Esto explica las elevadas
186
tasas de interés y comisiones por parte de la banca, y la búsqueda de alternativas informales
de financiamiento, donde la única salida para los productores sin capital son los “chulqueros”.
La banca privada sigue siendo la principal fuente de crédito agropecuario beneficiando
principalmente a agricultores con alta capacidad de inversión mientras que la AFC, por sus
limitaciones estructurales, se ve limitada a fuentes de financiamiento cooperativo o agiotistas.
Precisamente en un estudio realizado por el PNFPEEPS y Plan Internacional durante 2011 se
pudo demostrar que en las zonas rurales de las provincias de Guayas, Manabí, Los Ríos y el
Oro, más del 75% de las personas que han solicitado un crédito lo han realizado a chulqueros
lo cual denota la incapacidad del sistema financiero regulado y no regulado de cubrir la
demanda existente en las zonas productivas.
8.9. Algunos datos sobre banca pública.
Desde principios de los cincuenta, el problema del financiamiento rural y especialmente hacia
las unidades de producción agropecuaria fue asumido fundamentalmente desde los programas
de crédito dirigido, emprendidos por la banca estatal de desarrollo. Estas iniciativas
respondieron a la necesidad de compensar la ausencia del sistema financiero tradicional,
formulando líneas de créditos preferenciales dirigidas a sectores productivos específicos
generalmente excluidos de la intermediación formal. Sin embargo, el enfoque y gestión de
estos mecanismos de financiamiento público desestimaron criterios que propendan la
eficiencia, sostenibilidad y profundización de los mismos. En general, el crédito estatal se
asignaba siguiendo las coyunturas políticas (privilegiando a grandes productores) con altos
costos de transacción para los pequeños productores y con un escaso nivel de recuperación en
el periodo de repago.
La presencia del BNF logró cubrir un segmento importante de la demanda de crédito
agropecuario financiando a actores que de otra manera no hubiesen podido ingresar al
sistema financiero. Sin embargo, en el Ecuador al igual que en otros países las estrategias de la
banca estatal provocaron distorsiones en el espacio rural como son altos niveles de
morosidad, tasas de interés poco consistentes, concentración de la cartera en ciertas
actividades y actores, redestino de créditos hacia usos no productivos, etc. Por ello los grandes
objetivos que se ha planteado el Estado no llegaron a cumplirse y por lo tanto la banca pública
por si sola no ha logrado ser una alternativa real que generalice el acceso de los pequeños y
medianos agricultores – el campesinado - a medios adecuados y permanentes de
financiamiento.
187
Gráfico 14:
Monto total de crédito otorgado al sector agropecuario
Periodo 2008 2009
Fuente: Superintendencia de Bancos y Seguros, Elaboración: Equipo ENBVR, 2012
A pesar de esto y tal como se evidencia en el gráfico anterior, la banca pública por intermedio
del BNF y de la CFN representa una fracción muy importante del crédito agropecuario, siendo
considerablemente mayor que las colocaciones del sector cooperativo regulado por la SBS. Sin
embargo la proporción de cartera agropecuaria con respecto a la cartera total tiene una
tendencia a la baja. Al parecer esto se debe a una estrategia de diversificación de cartera del
banco. Tomando los datos agregados en el periodo 2001 y 2004 y comparándolos con la
agregación 2009 2011 se evidencia esta tendencia.
Gráfico 15: BNF, % crédito agropecuario colocado con respecto al total de crédito
188
Fuente: Superintendencia de Bancos y Seguros, Elaboración: Equipo ENBVR, 2012
Gráfico 16: BNF: % crédito agropecuario colocado con respecto al total de crédito
Fuente: Superintendencia de Bancos y Seguros, Elaboración: Equipo ENBVR, 2012
La cartera de crédito agropecuario del BNF atiende a un segmento amplio y diversificado de
agricultores aunque en general, y dependiendo de las políticas de Estado, este tiende a
concentrarse en un sector determinado. Por ejemplo durante 2011, casi la mitad de la cartera
se utilizó para financiar actividades de ganado bovino (poco más de 100 millones) siendo los
rubros siguientes arroz y cacao (con poco más de 20 millones cada uno).
El BNF durante el año 2009 evidenció un deterioro en su cartera de crédito debido al aumento
de la cartera vencida aunque se registraron utilidades al cierre del año debido a la venta de
activos, como las acciones de la empresa Cemento Chimborazo y a la entrega de recursos del
Estado por diferenciales de tasas de interés subsidiadas. Sin esto la situación financiera del
189
BNF habría sido en extremo compleja, con cero liquidez, y pérdidas por alrededor de US$ 60
millones y un creciente monto de cartera vencida
La estrategia del Estado en los últimos años ha sido la canalización de recursos por medio del
BNF a través de programas de asistencia social como el Plan 555 (actualmente suspendido
pero que manejó hasta 70 millones); el programa de microcréditos, el programa de Desarrollo
Humano y otros programas especiales (fondo de tierras y atención de emergencias).
8.10. El sistema cooperativo: una alternativa viable de financiamiento para
la AFC
Como resultado de los procesos de ajuste estructural y desregulación financiera, se configura
progresivamente la alternativa cooperativista como modalidad funcional para colocar recursos
de inversión en las economías rurales. En Ecuador el sistema cooperativo ha experimentado un
notable crecimiento durante las ultimas dos décadas, expresando importancia estratégica para
el desarrollo productivos en las zonas rurales. La expansión del sistema cooperativo de
intermediación en los últimos 20 años se explica fundamentalmente por su ajuste a las
realidades locales; su capacidad de atención particular y especializada de la demanda local de
productos y servicios de intermediación financiera, urbano y rural.
Las nuevas tecnologías financieras implementadas desde el sistema cooperativo han facilitado
que sectores tradicionalmente excluidos de la banca privada, puedan acceder en condiciones
adecuadas al crédito, a servicios de ahorro y movimiento de remesas, etc. y que a su vez el
intermediario rentabilice su actividad, asegurando sostenibilidad. En el país se identifican más
de 1.200 COAC, miles de cajas de ahorro, bancos comunales; se estiman casi 1.500 millones de
dólares en activos y más de 3 millones de socios a nivel nacional.
No obstante, los desafíos siguen siendo múltiples. A pesar de lo conseguido en materia de
ampliación del acceso y profundización financiera, el sistema cooperativo no siempre se guía
por los principios altruistas que deberían regir sus estrategias de largo plazo en beneficio de
los sectores productivos.
Una evidencia de esto es el altísimo nivel de concentración de las cooperativas de ahorro y
crédito en las cabeceras cantonales y provinciales. Por ejemplo en Quito están localizadas el
82% de las COAC de Pichincha, en Guayaquil se ubican el 68% de las del Guayas, en Ambato el
77% de las de Tungurahua, en Cuenca el 76% de Azuay y en Esmeraldas el 90% de la provincia.
(MCDS, 2011)
190
Según el MCDS (2011) gran parte de las zonas rurales del país no gozan de ningún tipo de
cobertura, existiendo 88 cantones (40% a nivel nacional) que no tienen COAC; 47 cantones
(22%) donde solamente existe 1 servicio COAC; y 22 cantones (10%) donde operan hasta 2
COAC. Todos los cantones sin cobertura son principalmente rurales.
Cabe recalcar que el sistema cooperativo es bastante complejo, lo que dificulta su control y el
seguimiento de sus operaciones. En 2007 se registraron más de 5 mil cooperativas de diverso
tipo. Articular estas redes es un reto complejo para el que aparentemente la LEPS es una
salida. Sin embargo se observan esfuerzos desde distintos espacios por consolidar redes,
uniones y federaciones de cooperativas, que en su conjunto manejan montos significativos de
capital.
Desde diversas instancias del Estado y de la sociedad se han planteado aportes conceptuales y
prácticos hacia la redefinición de los sistemas cooperativos de financiamiento y cuya
concreción está aun en proceso. Algunos de estos avances se plasman en la LEPS y su
reglamento, en donde se establece la necesidad de reconocer formalmente a este sector
articulando a los antes conocidos como “no regulados” en el marco de un sistema único e
integrado de instituciones del sector financiero Popular y Solidario.
En el artículo 4 de la ley se establece que los principios que deben guiar a la EPS son la
búsqueda del Buen Vivir y del bien común, el comercio justo, el consumo responsable, la
equidad de género, el respeto a la identidad cultural, la autogestión, la responsabilidad social y
ambiental y distribución solidaria y equitativa de excedentes. Además la ley reconoce
principios como el de reproducción de la unidad doméstica, la reciprocidad, generación de
excedentes y utilidades, redistribución de las ganancias y generación de autoempleo.
Se propone que dado el limitado enfoque de microcrédito que caracterizó al modelo neoliberal
y sustituirlo por el de Finanzas Populares, basado ante todo en las necesidades reales de la
demanda financiera y en la prevalencia del trabajo sobre el capital. La formalización del sector
financiero Popular y Solidario supone ofrecer más y mejores servicios, reducir costos y
diversificar ingresos, conformar consorcios y redes de estructuras financieras que capten
recursos y reinviertan en el desarrollo local.
En lo referente al tema de finanzas populares se establece en el reglamento que la
Corporación de Finanzas Populares funcionará como una instancia de financiera de segundo
piso para canalizar recursos hacia el sistema cooperativo, cajas de ahorro y bancos comunales.
La Corporación estará bajo la rectoría del Comité Interinstitucional de la Economía Popular y
191
Solidaria que será integrado por los representantes de ministerios coordinadores de Desarrollo
Social, que lo presidirá; de la Producción; y, de la Política Económica, según dispone el Art. 138
del Reglamento. Desde esta instancia se dictarán, fomentarán y evaluarán las propuestas de
política públicas para la EPS con el apoyo del IEPS y del Consejo Consultivo (conformados por
delegaciones de los GAD y por un complejo entramado de actores beneficiarios del sistema
(ver artículo 142).
Las funciones del Consejo Consultivo, según el reglamento, se limitarán a emitir su opinión
sobre asuntos que le sean requeridos por el Comité y proponer recomendaciones sobre
políticas sin ningún carácter vinculante para el mismo. No se menciona ninguna función para
este Consejo en cuanto a recibir información del Estado, o de manejo compartido ni de
sistemas participativos de evaluación y seguimiento. No se establece ninguna pauta para su
organización y funcionamiento. Los gastos del Comité serán cubiertos por las organizaciones a
las que representan sus integrantes.
Tal como establece la LEPS los entes reguladores de las formas de organización de la Economía
Popular y Solidaria serán el MCDS para el sector no financiero y, para el sector financiero será
la Junta de Regulación, la cual aún no está conformada y que emitirá la normativa necesaria
para el cumplimiento de las políticas dictadas por el Comité interinstitucional). Se propone una
diferenciación según “la naturaleza y segmentos en que se ubiquen las organizaciones…”. En el
caso del sector financiero se propone un sistema de escalas para cooperativas:
En el primer nivel del escalafón planteado en el reglamento estarán las cooperativas de hasta
1.000 socios, con depósitos y activos de hasta un millón de dólares, un patrimonio de hasta
100.000 dólares, y con operaciones limitadas al ámbito cantonal. Las del segundo se
incrementan a 5.000 socios, las del tercero a 25.000 y las de cuarto a más de 25.000.
Las cooperativas más grandes, tipo 3 y 4 no serán siempre beneficiarios del sistema de finanzas
y seguirán siendo reguladas por la SBS. Según declaraciones realizadas en medios de prensa,
existiría preocupación en estos sectores ya que no quedan claras sus condiciones de
financiamiento respecto al CFN y al BNF.
El paso a seguir en este momento consiste en concretar un sistema de registro y seguimiento
adecuado a la realidad de manera que las organizaciones puedan acceder a los beneficios que
establece la ley. El momento actual es de mucha expectativa y movimiento en lo que respecta
al sector financiero. Desde el MCDS para el 2012 se anunciaron incrementos de
aproximadamente 100 millones en recursos para las instituciones financieras de economía
192
popular y solidaria. 247
Durante los últimos meses se han realizado algunos anuncios de intervenciones fuertes para
apuntalar los servicios rurales de financiamiento. Un ejemplo de esto es el Fondo Internacional
de Desarrollo Agrícola que (FIDA) y el Fondo de Cofinanciación para la Seguridad Alimentaria
Español, que aprobaron el Programa del Buen Vivir en Territorios Rurales, desde el cual se
destinarán 62,9 millones de dólares para la reducción de la pobreza rural en ocho territorios de
Ecuador. Otro ejemplo es la reciente autorización del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) para un préstamo al Estado ecuatoriano por 50 millones de dólares que serán orientados
a microcréditos a través del PNFEEPS. Según se anunció se espera lograr una cobertura de
25.000 empresarios, con especial énfasis en las mujeres productoras.
Es de esperar que las anunciadas inversiones ha realizarse con recursos de la cooperación
internacional en el tema financiamiento y ejecución de acciones se enmarquen en torno a una
estrategia integral de acción del sector público y de la sociedad rural y que no se destinen a
“programas paralelos” a la vieja usanza neoliberal
8.11. Propuesta de políticas y lineamientos para fortalecer la economía
territorial y la Revolución Agraria
1. Reconocer, priorizar y fortalecer a las economías campesinas de base familiar como un
sector estratégico en el proceso de cambio de la matriz productiva y sustitución selectiva
de importaciones.
1.1. Reconocer que la agricultura familiar es un sector estratégico para la economía
nacional y la soberanía alimentaria y que su heterogeneidad demanda políticas y
estrategias diferenciadas en escala territorial;
1.2. Promover el posicionamiento de la agricultura familiar campesina manejada bajo
prácticas de agroecología y agroforestería como un sector estratégico para
solventar el problema de la pobreza, el hambre y garantizar la soberanía
alimentaria.
1.3. Estudiar la dinámica de la demanda agroalimentaria y sus exigencias en calidad e
innovación, para identificar las oportunidades de diversificación productiva en los
247 Según la Ministra Doris Solíz, en 2011 a través de 204 entes del sector financiero popular y
solidario se otorgaron más de $160 millones mediante 271.000 operaciones.
193
territorios rurales, garantizando la inclusión y vinculación sostenible de la AFC en
los mercados de alimentos.
1.4. Identificar desde los territorios las posibilidades endógenas de sustitución selectiva
de importaciones y planificar procesos de diversificación productiva a cargo de la
agricultura familiar campesina, para sustituir importaciones, garantizar la
independencia alimentaria de los productos de la canasta básica, y abastecer a los
mercados regionales y mundiales con productos diversificados, orgánicos y con
valor agregado.
1.5. Aumentar las cuotas de exportación de productos agrícolas de origen campesino,
privilegiando los productos diversificados, orgánicos y con valor agregado, y
mejorar la capacidad de captación de excedentes y valoración de la renta de la
tierra, de los pequeños y medianos productores agropecuarios vinculados a
cadenas de exportación de productos agroindustriales.
1.6. Crear vínculos directos de comercialización tanto para los mercados locales y
nacionales, como para los de exportación, para los productos diversificados y con
valor agregado provenientes de la AFC agroecológica.
1.7. Impulsar la investigación, experimentación, capacitación, sistematización y difusión de
prácticas y tecnologías agroecológicas, a ser aplicadas en diferentes escalas y
sistemas productivos agropecuarios, para incrementar la productividad y abastecer
la creciente demanda nacional e internacional.
1.8. Fortalecer los mecanismos institucionales públicos y privados para intensificar los
procesos de interaprendizaje rural, la innovación compartida y el acceso a
tecnologías apropiadas y culturalmente pertinentes, democratizando el acceso a la
información y la formación de talentos.
1.9. Fomentar la investigación sobre las características biofísicas de los territorios que
permitan la aplicación de técnicas y tecnologías agroecológicas diferenciadas para
optimizar y potencializar la producción y rendimientos.
1.10. Profundizar la inducción en los territorios de prácticas sustentables, la producción
de bioinsumos y de semillas criollas mejoradas para incrementar los rendimientos
totales.
194
1.11. Estimular el desarrollo de la investigación en maquinarias, equipamientos
apropiados, software y sistemas de gestión culturalmente aceptables para mejorar
la productividad de las pequeñas empresas solidarias campesinas.
1.12. Incrementar la inversión en investigación, diseño e implementación de plantas
agroalimentarias de bajo costo, adecuadas a la pequeña escala, conforme a las
exigencias fitosanitarias y a las prácticas ambientales sustentables.
1.13. Promover la reconversión de áreas destinadas a la ganadería y monocultivos
extensivos mediante la implantación de modelos diferenciados de ganadería
sostenible y de producción agroecológica para diversificar la producción, generar
valor agregado y abastecer la demanda nacional e internacional.
1.14. Estimular la inversión rural tanto pública como privada para ampliar y mejorar la
infraestructura productiva y de comercialización, el transporte, el almacenaje, la
electrificación, la comunicación, la conectividad digital y los caminos rurales.
1.15. Fomentar la asociatividad y el apoyo crediticio para la incursión de la AFC en
microempresas, la participación justa y responsable en los procesos de
encadenamiento productivo y comercialización, priorizando la participación de la
juventud y las mujeres rurales.
1.16. Dotar a la AFC de capacidades técnicas y gerenciales compatibles con la producción
agroecológica, así como el financiamiento, la infraestructura y la maquinaria
necesarias para generar valor agregado.
2. Mejorar el acceso a los factores y activos productivos en el sector agropecuario y
rural para fortalecer la inclusión y mejorar la productividad de forma sostenible y
sustentable.
2.1. Impulsar la democratización socialmente responsable del acceso campesino a la
tierra y garantizar su uso eficiente, productivo, diversificado, solidario y sustentable;
2.2. Ampliar los mecanismos de regulación y control del uso y acceso a tierras de cultivo
a fin de que cumplan con su función social y ambiental
2.3. Fortalecer la prevención, control y sanción a la concentración, latifundio,
neolatifundio, acaparamiento y tráfico de tierras.
195
2.4. Detener y revertir los mecanismos de transacción de la tierra a gran escala,
especialmente su "extranjerización", salvaguardando a las comunidades, las culturas
y los tejidos sociales rurales, para asegurar la soberanía alimentaria.
2.5. Impulsar la democratización del acceso al agua de riego y garantizar su uso eficiente
y productivo mediante modelos compartidos de gestión de la irrigación, valorando
las formas organizativas comunitarias y los saberes locales.
2.6. Fortalecer programas de titularización y regularización de la tenencia de la tierra,
de manera articulada y coordinada entre niveles de Gobierno, reconociendo diversas
formas de propiedad y acceso, y considerando la “capacidad de acogida” de los
territorios.
2.7. Asegurar la regularización participativa de los territorios de pueblos ancestrales y
fortalecer mecanismos de control para garantizar la conservación de la propiedad e
identidad de las tierras comunitarias de las comunidades, pueblos y nacionalidades,
evitando su desplazamiento.
2.8. Implementar un sistema eficiente de rescate, investigación, mejoramiento y
multiplicación de semillas criollas, incluyendo la ampliación de los Bancos de
Germoplasma locales con la participación de la AFC, garantizando su
democratización.
2.9. Garantizar y privilegiar los procesos participativos de certificación pública y
comunitaria de semillas y cultivos orgánicos, para satisfacer exigencias mínimas de
calidad física, fisiológica y sanitaria, prohibiendo el ingreso de semillas transgénicas;
2.10. Ampliar las redes e institucionalizar los procesos locales de intercambio de semillas
criollas entre productores de la AFC y comunidades campesinas para garantizar la
diversidad y la conservación de la riqueza genética;
3. Fortalecer la economía popular y solidaria y MIPYMES en la estructura productiva
de los territorios rurales.
3.1. Fortalecer, ampliar la oferta de servicios financieros y mejorar las tecnologías
crediticias en los territorios rurales, priorizando el acceso de los segmentos
poblacionales de menores ingresos a través de tasas preferenciales.
196
3.2. Fortalecer el marco regulatorio del sistema financiero rural, público, popular y
solidario, garantizando la transferencia de recursos financieros a la AFC, para
dinamizar la diversificación productiva y generación de valor agregado, en el marco
de la soberanía alimentaria.
3.3. Establecer mecanismos para incorporar las MIPYMES y las economías solidarias en
las cadenas productivas agropecuarias y rurales vinculadas a la sustitución selectiva
de importaciones y al cambio de matriz productiva;
3.4. Regular, supervisar y resguardar las instituciones financieras a través de un fondo
de protección de depósitos, garantizando la estabilidad económica de los
depositantes.
3.5. Fomentar la investigación operativa, la sistematización y difusión de buenas
prácticas asociativas, el desarrollo compartido de tecnologías gestionales y
capacitación especializada para el fortalecimiento de la economía popular y solidaria
y las MIPYMES rurales.
3.6. Ampliar y mejorar los servicios del seguro agrícola campesino en los territorios para
enfrentar las pérdidas económicas asociadas a la producción agrícola y los riesgos en
general.
3.7. Convertir al BNF en una Banca de Segundo Piso para capitalizar a las redes de
organizaciones financieras locales y ampliar los sistemas de apoyo financiero y
crediticio en escala territorial, para dinamizar prioritariamente las actividades
productivas de los pequeños y medianos productores rurales, en particular los
agricultores campesinos y sus organizaciones;
3.8. Fortalecer e impulsar el crecimiento adecuado del sector financiero popular y
solidario, articulándolo a las iniciativas de desarrollo productivo y territorial,
priorizando aquellas de las organizaciones campesinas.
3.9. Adecuar el marco normativo de las compras públicas y el proceso de sustitución
selectiva de importaciones para garantizar una mayor inclusión y priorización de los
productos provenientes de la economía popular y solidaria y las MIPYMES.
197
4. Garantizar relaciones equitativas de intercambio y articulación de la producción
rural primaria con los procesos de comercialización y transformación.
4.1. Fomentar procesos de gobernanza incluyentes en las cadenas agroproductivas y
comerciales en las que participa la AFC, creando mercados de origen, agregación de
valor, una mejor distribución de ganancias y reduciendo la intermediación.
4.2. Fomentar y apoyar la asociatividad, fortalecimiento organizativo, la creación de
redes, cadenas productivas y circuitos de comercialización para mejorar la
competitividad y reducir los márgenes de intermediación en los mercados locales e
internacionales, para la AFC, los actores de la economía popular y solidaria y las
MIPYMES.
4.3. Ampliar y profundizar el desarrollo de agrocentros comunitarios en el marco del
Sistema Nacional de Comercialización -SNC, para mejorar los términos de intercambio
de la agricultura familiar campesina, aumentando la participación de la AFC en la
determinación de los precios que pagan los consumidores.
4.4. Establecer y sostener un sistema nacional de información que integre y difunda en
los territorios información de mercados nacionales e internacionales, relativos a la
demanda y la oferta, inventarios existentes, perspectivas de producción, y
cotizaciones de precios por producto y calidad.
4.5. Identificar, controlar y sancionar las prácticas de abuso de poder de mercado, los
monopolios y oligopolios, garantizando igualdad de condiciones y oportunidades.
4.6. Disminuir las asimetrías de poder en las cadenas comerciales, controlar y sancionar
las prácticas especulativas, la concentración y el acaparamiento de los productos
agropecuarios.
4.7. Estimular la emergencia y el fortalecimiento de empresas comercializadoras y de
los servicios de acopio y almacenamiento locales, privileginado las iniciativas
colectivas vinculadas a la economía solidaria y a los productos ofertados por la
agricultura familiar campesina y las MIPYMES, favoreciendo las estrategias y acciones
de comercialización directa.
198
4.8. Ampliar y sostener la oferta de productos agroecológicos, artesanales y de servicios
provenientes de las MIPYMES rurales, fortaleciendo los mecanismos de
comercialización directa con los mercados locales, urbanos y externos.
4.9. Definir marcos jurídicos específicos para ampliar y estimular la compra pública de los
productos agropecuarios de origen campesino, para fortalecer su incorporación
como proveedores de los programas sociales y simplificando los procedimientos de
contratación.
5. Aumentar el gasto público en inversión en actividades, programas, acciones y
procesos en los territorios que fomenten el Buen Vivir Rural, particularmente a la
agricultura familiar campesina y las prácticas agroecológicas.
5.1. Aumentar la inversión pública para el fortalecimiento de la AFC y la producción
agroecológica y orgánica, buscando saldar la deuda histórica con el campesinado y
garantizar la soberanía alimentaria.
5.2. Aplicar estímulos fiscales y subsidios selectivos al sector de la AFC vulnerable a los
mercados competitivos y la intermediación, para garantizar su viabilidad y asegurar
su Buen Vivir.
5.3. Mejorar la capacidad intersectorial de planificación y gestión presupuestaria para
aplicar políticas públicas diferenciadas e integradas, que garanticen la convergencia y
la coherencia de intervenciones en los territorios, incluyendo la participación de los
GADs.
6. Fortalecer las capacidades técnicas, tecnológicas y organizacionales de la pesca
artesanal, el mejoramiento de equipos y tecnologías, infraestructuras, comercialización y
protección del ambiente.
6.1. Realizar un ordenamiento costero-territorial de las comunidades y pesquerías
artesanales y diseñar programas diferenciados de apoyo técnico, financiero, logístico
y organizacional a la actividad pesquera artesanal;
6.2. Establecer franjas de reserva costera y marítima para ordenar los procesos de pesca
y maricultura artesanal y solidaria, incluyendo los realizados en las aguas interiores
del país.
199
6.3. Abrir o mejorar los espacios de comercialización directa y encadenamientos
enmarcados en la economía solidaria que privilegien la producción de los pescadores
artesanales y de sus organizaciones.
6.4. Regular las tasas de explotación o captura de especies según las características del
ecosistema marino-costero y fluvial, el periodo de pesca y los tipos de flotas
pesqueras, para mantener el equilibrio del ecosistema.
6.5. Sistematizar las buenas prácticas de pesca artesanal sustentable, validarlas y
difundirlas, para garantizar la conservación y aprovechamiento sostenible de los
recursos.
9. Componente: Gestión del Conocimiento.
Toda sociedad está basada en el conocimiento, simplemente porque como sistemas
vivos que somos, nos mantenemos vivos merced a la cognición. El conocimiento define
esencialmente a la vida, y se revela en todas las acciones que realizamos. Toda la vida
se explica a partir del conocimiento y dentro del conocimiento; toda ella es proceso de
cognición que nos ajusta al nicho vital. El conocimiento siempre ocurre siempre
dentro de un contexto relacional, del cotidiano. Combina experiencias, valores,
informaciones, datos, maneras de hacer y de ser, útiles para actuar, decidir y orientar
las acciones dirigidas, principalmente, a resolver nuestros diversos problemas. Mucho
del conocimiento producido está escrito, codificado, esto es, registrado formalmente,
esculpido en libros, documentos, medios digitales; es el conocimiento explícito y
transferible. Mucho del conocimiento, sin embargo, está encarnado en las prácticas de
vida y trabajo desde las que emergen, y se disipa fácilmente; es el conocimiento
aplicado o tácito llamado a sistematizarse o a codificarse. Es la materia prima del
dialogo de saberes. El conocimiento estático no sirve para cambiar la vida, hay que
moverlo, multiplicarlo, activarlo, difundirlo, lo que traduce la necesidad de gestionarlo.
Para enactivar la innovación hay que compartir el conocimiento, circularlo, difundirlo,
compartirlo. La determinación de qué conocimiento se desarrollan y comparten es un
problema político.
La ENBVR pretende ser un instrumento de transformación de la matriz productiva que
excluye y subordina a las comunidades rurales y campesinas del Ecuador. Se busca
200
ampliar el abanico de opciones para el despliegue de una sociedad productiva,
sustentable, inclusiva que abrace los valores referidos a la libertad, igualdad y dignidad
humana. Ese propósito traduce nuevas maneras de observar a los mundos rurales y a
la agricultura familiar campesina, dando valor a las capacidades endógenas
territoriales como fuentes de diversificación económica-productiva. La ENBVR propone
el surgimiento, desde los territorios, de nuevas formas de producción basadas en la
creación de conocimiento.
Nuestros mundos rurales constituyen “sistemas abiertos” muchos de los cuales han
llegado, en su complejo proceso de evolución – como diría el físico Ilia Prigogine – a
“un punto de bifurcación”. Somos desafiados a continuar por el camino de la
insustentabilidad y la exclusión social, hasta colapsar, o a reorientar la matriz
productiva y las instituciones, hasta concretar nuevas configuraciones estructurales.
Nuestra ruralidad tiene casi todos los problemas que acarrea la modernidad y casi
todas las soluciones para que sus generaciones vivan en coherencia con las redes de la
vida y la dignidad humana. La ENBVR invita a transcender el conformismo conceptual e
instrumental en el que nos encontramos; actitud que nos vincula con la pasividad, la
indolencia, la dependencia cognitiva, el apego conceptual, el abandono, la alienación, y
el conservadurismo. El despliegue de nuevas realidades en la ruralidad, en este
momento de cambio de época, solicita nuevos instrumentos conceptuales y mejores
activos cognitivos.
Siguiendo las alineaciones del PNBV 2013-2017, la ENBVR apuesta tanto en el
conocimiento codificado como en el tácito. Percibe a los territorios como “espacios de
aprendizaje” y argumenta que la innovación no se reduce a la formación de talentos o
especialistas, sino que depende de procesos de aprendizaje colectivo e interactivo,
donde las diversas prácticas y saberes se combinan, se acumulan, dando lugar a la
emergencia de nuevas maneras de ser, saber y hacer. Por ello se apuesta en sistemas
de comunicación educativa, que provoquen proximidad, y en nuevos enfoques de
asistencia tecnológica que posibiliten el intercambio abierto de experiencias e ideas. El
desarrollo de las fuerzas productivas es esencialmente un proceso relacional facilitado
por la comunicación y la educación, no un producto mediado por el mercado. Las
comunidades y organizaciones rurales, dentro de redes de interaprendizaje, tienden a
beneficiarse del intercambio de información, conocimientos y buenas prácticas,
201
creando sincronismos, más que un modelo de formación que se sustenta,
principalmente, en el control privado de los medios de producción.
Debemos colocar el conocimiento al servicio del BVR, de la emancipación y cohesión
social, el respeto a los derechos humanos y de la naturaleza, el logro de la inclusión
socioeconómica, la construcción de la soberanía alimentaria, la diversificación
productiva, el aumento sistémico de la productividad, principalmente. Toda la ENBVR
apuesta en la revolución cognitiva para facilitar el acoplamiento, no sólo a los cambios
que ocurren en el contexto, sino para generar comprensión de realidades y
compromisos orientados a crear Buen Vivir. La historia institucional ecuatoriana revela
muy poca preocupación en la generación de conocimientos para fortalecer a la AFC. La
creación de la innovación ha sido capturada por los grupos vinculados al mercado,
apegada a una concepción lineal de la I&D que separó el trabajo intelectual del
manual, buscando principalmente el crecimiento empresarial. La ENBVR apuesta en la
mejora constante de las condiciones ambientales, sociales y económicas, resultantes
del aprendizaje conjunto, de una interacción centrada en la resolución de problemas.
Es por ello que el “el conocimiento puede definirse como el producto emergente de la
acción creativa y coordinada consensualmente, ligada a la autoorganización, y al
tiempo Kairos”. 248
La propuesta de valorizar a la agricultura familiar y apostar en la misma como uno de
los principales motores del Buen Vivir Rural, nos obliga a poner colocar parte del
esfuerzo de la ciencia y la tecnología al servicio de sus necesidades. Lo que nos obliga a
pensar y establecer otro modelo cognitivo, redes de intercambio que posibiliten
articular los saberes entre las comunidades, pueblos y organizaciones; un cambio
fundamental en el “chip” de las instituciones responsables de activar la gestión del
conocimiento. Se propone crear capacidad innovativa y competencias en torno a los
territorios donde predomina la AFC, trabajando en la frontera del conocimiento, junto
a las prácticas ancestrales de manera de hacer más eficientes los procesos productivos
para ajustarse a los contextos y acceder a alternativas comerciales no solo nacionales
sino relativas al mercado globalizado.
248
Según lo define Hugo Assmann (2002). Placer y Ternura en la Educación: Hacia una sociedad aprendiente. Narcea, S.A. de Ediciones, Madrid.
202
Somos desafiados no solamente a fortalecer la innovación social rural y alentar a las
organizaciones a renovarse y enriquecerse constantemente, sino a universalizar la
educación, a promover seminarios, debates, formación ciudadana para la
participación, sistematización de experiencias, intercambios, llegando a todos los
actores sociales e institucionales mediante redes de aprendizaje e información.
Debemos ampliar y mejorar el actual sistema de apoyo técnico a los agricultores
familiares campesinos (ERAS), pero también garantizar e incentivas la inclusión digital
articulada a la calificación de los productores. Las Escuelas de la Revolución Agraria
tienen la capacidad para fortalecer los cimientos de innovación de la sociedad rural. Es
fundamental calificar a los procesos educacionales rurales, garantizando el acceso,
adecuando los contenidos a las realidades territoriales, campesinas, indígenas,
montubias y afroecuatorianas; debemos emprender una reforma curricular y construir
proyectos políticos-pedagógicos que valoren la ruralidad, en el contexto de la
globalización.
Debemos gestionar el conocimiento ligándolo con los objetivos del Buen Vivir Rural. La
generación del conocimiento debe ser integral y exponencial. La gestión del
conocimiento debe actuar como motor de las transformaciones sociales y económicas,
para provocar o facilitar los cambios dentro de las instituciones, y en la propia cultura.
Es necesario articular el aporte científico y tecnológico en torno a tres grandes
campos: la competitividad de las cadenas agroalimentarias, la sustentabilidad de los
agroecosistemas y la inclusión social de la AFC, buscando alianzas mediante proyectos
multidisciplinarios e interinstitucionales. Es necesario consolidar plataformas
tecnológicas regionales, nutrir las redes de innovación y promover proyectos
cooperativos de escala territorial. Los cambios de actitudes y comportamientos deben
brotar desde adentro y desde las bases, esencialmente, agregando conocimientos
externos coherentes con la cultura.
10. Componente: Emancipación Social.
El Art. 1ro de la Constitución Política establece que el “Ecuador es un Estado constitucional de
derechos y justicia social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural,
plurinacional y laico…”. Esta concepción significa en primera instancia que tanto el ejercicio
del poder, como la conducta de los ciudadanos, se encuentran regulados por el marco jurídico,
y que la gestión del gobierno se encauza por el sendero del derecho. Pero también que ese
203
ordenamiento jurídico, simultáneamente, establece un conjunto de garantías para proteger a
los ciudadanos, afirmando su igualdad ante la propia ley, estableciendo medidas para eliminar
las desigualdades, en el marco de los derechos humanos. Nuestra Constitución establece que
el Estado debe planificar el despliegue del Buen Vivir garantizando tales derechos humanos
con dignidad y respeto.
El desafío de la emancipación social implica enfrentar deudas históricas y recientes. Venimos
de un modelo de “desarrollo social” que asocia la concentración de la riqueza con
intervenciones minimalistas encaminadas principalmente a crear “red de seguridad” para
proteger a las familias sin posibilidad de cubrir sus necesidades más elementales. Para el
modelo neoliberal la política social no era un "derecho" pues el acceso a los servicios y bienes
sociales debía seguir las reglas de asignación de factores que rigen para las operaciones de
mercado. El Consenso de Washington no hablaba casi nada de desarrollo humano o
sustentable, sino de equilibrio fiscal, competitividad, estabilización, mejora de la eficiencia y
eficacia del gasto presupuestario, reducción del nivel de atrasos, austeridad, riesgo país,
superávit global y primario, ahorro patriótico, deuda soberana, etc. Los valores como la
solidaridad, justicia social, igualdad, responsabilidad colectiva, fueron deportados por el nuevo
ideario neoliberal, que afirmó los derechos del individuo, eficiencia, la responsabilidad
personal y la empresarial. Todo ello promovió una política económica fiscalista que conllevó un
grado importante de mercantilización de los bienes comunes sociales. La política social era
entendida en términos técnico-económicos y no desde una perspectiva de responsabilidad
ética y política.249 Se enfatizaron los programas cortoplacistas de “lucha contra la pobreza”
buscando optimizar los recursos, por lo que los “beneficiarios” debieron ser focalizados,
identificados claramente para que el “subsidio” los llegue realmente, incrementando su ya
muy limitado poder de compra. Estos programas, implementados de forma reducida, fuera de
contexto y sin perspectiva integral, no tuvieron impactos positivos en términos de inclusión
social. 250
Durante el neoliberalismo, el tema de la deuda social fue desplazado por el saneamiento de las
finanzas públicas, buscando alcanzar el equilibrio macroeconómico, la reducción de la inflación
y el déficit fiscal251. Todo ello sostenido en un paradigma que asigna a la dimensión social un
papel secundario, donde la ciudadanía tiene poco espacio para debatir democráticamente los
problemas que la afectan e incidir en las decisiones políticas; en un contexto cultural donde
prevalece la individualidad exasperada, el sentimiento de indiferencia, la dependencia y la
249
Carlos Julio Jara (2006). Otro desarrollo social es posible. STFS-UNICEF. 250
Juan Ponce (2008). Políticas sociales y programas de transferencia monetaria condicionada en América
Latina. En Jorge Granda. Pobreza, exclusión y desigualdad. FLACSO/Ecuador. Quito. 251
Carlos Julio Jara (2006). Otro desarrollo social es posible. STFS-UNICEF, Quito.
204
irresponsabilidad.
Hemos recuperado el concepto de derechos sociales y logrado relativamente salir de los
enfoques “garantistas” al afirmar el enfoque de los derechos humanos. Hemos creado un
Sistema Nacional de Inclusión y Equidad Social, que expresa el conjunto articulado y
coordinado de sistemas, instituciones, políticas, normas, programas y servicios que aseguran el
ejercicio, garantía y exigibilidad de los derechos reconocidos en la Constitución y el
cumplimiento de los objetivos del régimen de desarrollo. Los derechos humanos son
percibidos como responsabilidad colectiva y como asunto estratégico del Estado.
En este sentido, los problemas que bloquean el despliegue del Buen Vivir se desprenden,
principalmente, de la falta de disfrute de derechos humanos, situación que responde a
causalidades complejas e interdependientes y que deben ser contextualizadas. La
emancipación social traduce una transición desde un estado de dependencia, exclusión y
sumisión, que puede calificarse como malvivir, a un estado de autonomía y libertad, de salud,
creatividad, desempeño solidario, y sentido de la responsabilidad ética de los conocimientos,
que posibilita el Buen Vivir. Se reconoce que la pobreza, la exclusión y la desigualdad
constituyen problemas esencialmente políticos relativos a impulsar una transformación
distributiva, pero se exige una mayor presencia de las responsabilidades sociales en la agenda
política.
Para que se instale progresivamente el Buen Vivir no son suficientes las políticas dirigidas a
garantizar a la población los medios económicos y el acceso a la salud, educación, vivienda y
saneamiento. Es necesario provocar cambios en el ámbito de los valores, las conductas, los
modos de vivir y convivir. Algunos valores solidarios ya están instalados en algunos segmentos
de nuestra sociedad, percibidos como contra-hegemónicos. Se necesita dar un salto de
consciencia social hasta llegar a reconocer que el gobierno, cualquier gobierno, responde y
comprende a todas las personas; hay que definir medios comunes de la cultura para construir
respuestas proactivas y responsables a los desafíos-problemas de la sociedad. La superación
del malvivir no depende solamente de la capacidad de la gente de actuar libremente, sino de
actuar consciente y reflexivamente. Una acción política es emancipadora cuando posibilita que
los/las ciudadanos/nas perciban las relaciones de exclusión que antes no podían. 252
252
Boaventura de Sousa Santos (2006) nos dice que: “necesitamos construir la emancipación a partir de una nueva relación entre el respeto de la igualdad y el principio del reconocimiento de la diferencia. En la modernidad occidental, ya sea en las teorías funcionalistas conservadoras o en las teorías críticas, no hemos tratado esto de una manera adecuada hasta ahora, porque –sobre todo en la teoría crítica– toda la energía emancipatoria teórica fue orientada por el principio de la igualdad, no por el principio del reconocimiento de las diferencias. Ahora tenemos que intentar una construcción teórica donde las
205
Nuestra ruralidad es una construcción social heterogénea y diversa, con grandes brechas en el
acceso o calidad de servicios de educación, salud, agua potable y saneamiento y vivienda, que
afectan de manera particular a las comunidades campesinas, indígenas, montubias y
afroecuatorianas. La desigualdad, vista generalmente como las brechas entre los pobres y los
ricos, es un resultado social y cultural compuesto de muchas inequidades, un complejo social
que expresa distintos patrones de exclusión laboral, negación de derechos, discriminación
racial, étnica y de género, variados tanto en intensidad como en modalidades de expresión.253
Un acumulado de menoscabos y condiciones precarias que conducen a las personas a esferas
de riesgo y desventaja, que les impiden ejercer su derecho a una ciudadanía plena;
apartamientos que bloquen la posibilidad de acceder a las oportunidades juzgadas como
valiosas para realizar la vida.254 Por lo que no bastan los esfuerzos por reducir a la pobreza de
ingresos cuando se mantienen las diferencias nutridas por la discriminación, el irrespeto a las
diversas concepciones de mundo, la falta de participación en las decisiones que afectan el
cotidiano compartido, ser victimas de comportamientos que infligen daños físicos o
psicológicos.
La Estrategia propone un enfoque más enriquecido de desarrollo social, que sea capaz de
construir una arquitectura social rica en comportamientos solidarios y responsables que
traduzcan alteridad, seguridad, cuidado, y compañerismo. Debemos afirmar y ampliar lo
conquistado hasta aquí en materia de aplicación de principios de derechos humanos,
continuar resueltamente cerrando brechas de inequidad. Es necesario ir más allá de la
asistencia focalizada que alivia a la pobreza extrema, de la satisfacción de los derechos de las
dos estén presentes, y saber que una lucha por la igualdad tiene que ser también una lucha por el reconocimiento de la diferencia, porque lo importante no es la homogeneización sino las diferencias iguales.” Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social: Hacia una cultura política emancipatoria. (encuentros en Buenos Aires). CLACSO, Pág. 73. 253
La desigualdad social no es sinónimo de diferencias económicas. Se supone así que son estas últimas las que generan las desigualdades sociales, y también que reduciéndolas se resuelve el problema. Como dice J. Sánchez Parga (2007): “No es porque hombres, grupos sociales o pueblos son económicamente diferentes, porque unos son ricos y otros pobres, que se establecen entre ellos relaciones de desigualdad, sino que por el contrario "el crecimiento de las propiedades y de las riquezas no ha podido llevarse a cabo sin un profundo cambio en las relaciones de desigualdad" entre los hombres y de éstos con el planeta… una cosa significa reconocer que siempre en toda sociedad hubo ricos y pobres, quienes poseían más o menos y quienes nada poseían, y otra muy diferente es aceptar cómo históricamente inevitables y necesarias las sumisiones y dominaciones, la explotación y el consumo de unos hombres por otros; porque esto, y no otra cosa, es la desigualdad, que da lugar a las diferencias entre ellos “ En, Desigualdad y nuevas desigualdades: economía política de un ocultamiento. Ecuador Debate. No.70. CAAP. Quito. 254
Carlos Julio Jara (2012). Emancipación social. SENPLADES
206
personas en situaciones de dependencia, vulnerabilidad, privación de libertad. Se trata no
solamente de ganar efectividad y eficiencia de gestión, y de ampliar el impacto redistributivo
de las políticas sociales y económicas, sino también, de cambiar las relaciones que producen y
reproducen el empobrecimiento y las exclusiones. Hay que ir más allá del dato, del umbral o la
línea de pobreza, para centrarse en los comportamientos, en las relaciones que causan el
empobrecimiento, desde el vínculo patronal, el patriarcado, el consumismo, la contaminación
ambiental, la alteración de los ciclos naturales, etc.
Somos desafiados a formular políticas sociales cualitativamente superiores, inéditas, para
superar las inequidades y conquistar libertades, concretando el enfoque de género,
intercultural e intergeneracional, sentando las bases de otros modos de convivencia. Como
argumentamos en este documento de propuesta de BVR, al reflexionar sobre la dimensión
social, proponemos que los ciudadanos y las ciudadanas puedan tener un rol activo en el
decidir y en el hacer de sus mundos, dotados de derechos que deben ser respetados y también
conquistados, pero al mismo tiempo observando deberes y responsabilidades, para ser
protagonistas de su propia liberación.
El despliegue del Buen Vivir, el camino de la emancipación social no debe ser un desafío que
dependa solo del Estado, sino de la voluntad colectiva de toda la sociedad. Por lo que además
de buscar se concreten los criterios de efectividad, eficiencia y focalización de los distintos
programas sociales, incluyendo el análisis del impacto redistributivo de las políticas y el avance
en la dirección del cierre de brechas, deben promoverse cambios culturales en el ámbito de los
valores y las capacidades. Es necesario crear ambientes sociales ricos en sujetos dotados de
energías sociales dispuestas a transcender lo estrictamente exigible, practicando conductas
éticas con capacidad de promover la satisfacción de las necesidades sociales de todos los
miembros de la comunidad, el cuidado de los bienes comunes.255
En este sentido, las políticas públicas que se proponen a partir de esta reflexión no son
suficientes para producir el cambio cultural deseado. Es necesario un esfuerzo de innovación
de políticas e instrumentos para provocar progresivamente el cambio deseado hacia la
emancipación social.
La Política Social
A partir del nuevo milenio, el tema de la política social se ha convertido en parte inseparable
de la agenda política en los países de América Latina. Generalmente, los sistemas de bienestar,
255
Ídem.
207
protección y seguridad social han seguido las pautas de los modelos de desarrollo
históricamente consolidados, condicionando las instituciones y las políticas. 256 Ecuador ha
propuesto concretar un esquema de políticas sociales afirmado en los principios de derechos
humanos, que abrazan la universalidad, la interdependencia, la igualdad, la participación, la no
discriminación, la inclusión y la rendición de cuentas. La política social ha roto sus antiguos
paradigmas reducidos a compensar los impactos negativos del ajuste económico,
transcendiendo el distribucionismo.257 Afirma que la desigualdad social - como patrón de
distribución de bienes de diversa naturaleza - no es en esencia un hecho natural, sino el
resultado de la forma como operan históricamente las instituciones sociales. Por lo que se
enfatiza, ante todo, el logro de la equidad que supone una gestión pública afirmada
principalmente en la justicia distributiva, aspirando develar las relaciones de poder que
reproducen las desigualdades estructurales. La lucha “contra la pobreza” ha sido y continúa
siendo una prioridad de la política social; representa la prueba límite de su eficacia, el
testimonio de la voluntad política del gobierno. La Estrategia del Buen Vivir Rural insiste en
promover la equidad distributiva en el campo, nutriendo un régimen más justo y ecuánime. 258
Propone iniciar un proceso de emancipación social, nuevas formas de comunicación,
aprendizajes y conversaciones, dirigidas a cambiar el sentido de las relaciones humanas que
forman el tejido social, instalando el buen vivir en las relaciones cotidianas. Es un problema
institucional y una convocatoria a crear nuevas motivaciones éticas en el accionar humano.
La política social implica un conjunto de intervenciones del Estado en la sociedad buscando
resolver los principales problemas que afectan la calidad de vida de la población, de las
comunidades que forman parte del territorio rural. Lo que obliga no solo a racionalizar la
transferencia de bienes y servicios a la población, cerrando brechas, sino a promover espacios
y capacidades de participación, para ampliar la ciudadanía y ganar pertinencia cultural,
256
Luz M. Mejía-Ortega y Álvaro Franco-Giraldo (2007). Protección Social y Modelos de Desarrollo en
América Latina. Facultad Nacional de Salud Pública, Universidad de Antioquia, Colombia. Rev. salud
pública. 9 (3):471-483. 257
José Sánchez Parga (2007) argumenta que “El distribucionismo supone resolver el problema de las
diferencias económicas no de la desigualdad, quitando a los que poseen para dar a los que no poseen,
sin afectar las causas que provocan tales diferencias; como si la distribución al interior de la
"desigualdad económica y desigualdad de ingresos" impidieran a las fuerzas que generan tal
desigualdad impedir o limitar tal distribución. No se trata de limitar la riqueza ni siquiera el
enriquecimiento sino la capacidad y el poder de enriquecerse. La ideología distribucionista refleja como
ninguna otra la confusión entre diferencias (económicas) y desigualdad”. Desigualdad y nuevas
desigualdades: economía política de un ocultamiento. Ecuador DEBATE. CAAP. Pág. 72. 258
Alfredo Serrano Mancilla (2012). La equidad de la economía: disputando la justicia distributiva. En,
¡A (Re)distribuir! Ecuador para Todos. SENPLADES.
208
cumpliendo con determinados estándares.259 Hay que ampliar e intensificar el cierre de
brechas siguiendo las pautas de la cultura, para que ocurra la apropiación y la motivación
indispensable para movilizar a la población en torno al cuidado. La cultura y la identidad son la
cara y la cruz de la misma vida social, plenos de significados compartidos.
Todas las políticas sociales - vistas retrospectivamente - han tenido como objeto reducir la
pobreza de ingreso y de insatisfacción de necesidades básicas. La Estrategia asume que la
superación de las pobrezas, la erradicación de las condiciones que causan el empobrecimiento
exigen, además de las políticas sociales derivadas del paradigma convencional, de cambios
estructurales, de nuevas formas de vivir y convivir, de políticas dirigidas a ampliar el abanico
de oportunidades de acceso a una economía crecientemente ecológica.
Los escenarios de futuro exigen un modelo de implementación de la política social que
privilegie los fines antes que los medios, que sea más comprometido con los derechos de los
sujetos y actores sociales, que identifique las causas profundas de las pobrezas, antes que el
direccionamiento del gasto público hacia objetivos simples de modernización. La política social
incluye también actividades usualmente identificadas como de inversión en infraestructura
física, como la vivienda, el agua potable y el alcantarillado, para enriquecer la habitabilidad. La
política social que se propone no deberá depender exclusivamente de la voluntad política y de
las disponibilidades económicas, sino principalmente de la responsabilidad social de la
población, plena de competencias intra e interpersonales, como la conciencia de sí, la
autorregulación, la motivación, la empatía, la reciprocidad, la alteridad. 260 Para concretar este
imaginario, se requieren nuevas políticas e instrumentos, mayor creatividad institucional.
10.1.1. Elementos conceptuales del paradigma emergente de Emancipación Social.
En la Agenda Social 2009 - 2011261 se manifiesta que la nueva política social se orienta hacia
la reducción de brechas bajo el principio básico de equidad: enfatiza en acciones positivas en
grupos poblacionales de atención prioritaria, genera corresponsabilidades y construye
ciudadanía, respeta y promueve el tejido social y las capacidades organizativas, emancipa a los
ciudadanos, rompiendo lazos de explotación o dominación, y les permite su reconocimiento
como actores clave del desarrollo social y económico.
259
La identificación de las necesidades sociales y carencias que requieren el apoyo del Estado mediante
la acción de la política social, así como los estándares a lograrse, constituye el centro de las políticas
públicas y las inversiones. 260
Leonardo Schvarstein (s/f) La inteligencia social de las organizaciones: desarrollando las competencias
necesarias para el ejercicio efectivo de la responsabilidad social. (Internet) 261
Ministerio de Coordinación de Desarrollo Social (MCDS). 2010. Quito.
209
La nueva política social se enmarca en la recuperación del rol del Estado, la solidaridad, la
universalidad y la gratuidad en servicios sociales claves que se consideran como bien público,
asegurando derechos que son indispensables para la construcción de ciudadanía, garantizando
el acceso y promoción de espacios sostenibles del buen vivir, entre los que sobresalen las
oportunidades sociales. El rol crucial de las oportunidades sociales es expandir el campo de la
agencia humana y la libertad y están influenciadas por las circunstancias sociales y la política
pública en lo relacionado a educación, salud, nutrición, equidad social, libertades civiles y otros
aspectos inherentes a la calidad de vida262. Ello significa, crear las condiciones para que los
ciudadanos puedan asegurarse un futuro mejor mediante la educación, la calificación, la salud
y las condiciones de vida que les permitan aspirar a un trabajo digno, justamente remunerado
y socialmente reconocido. Esas condiciones se perfilan y concretan desde el acceso al poder,
incidiendo en la toma de decisiones.
El concepto de desarrollo social emerge gradualmente como una propuesta de generación de
capacidades, oportunidades e instrumentos que posibilitan lograr condiciones sostenibles de
bienestar traducidos en procesos de inclusión socioeconómica, reducción de la pobreza y
eliminación de las desigualdades. Si bien en las normas establecidas los principios de equidad
y solidaridad respaldan la formulación y ejecución de políticas redistributivas, con especial
atención a los grupos sociales excluidos del ejercicio de sus derechos, son también los
instrumentos para promover transformaciones. Debemos identificar a los sujetos cuyos
derechos se expresen excluidos y crear mecanismos de inclusión. Hay necesidad de ampliar el
concepto de desarrollo social, integrando al enfoque de derechos, la conquista de libertades,
el desbloqueo de las relaciones que causan exclusión y empobrecimiento. Para concretar una
sociabilidad donde reine la justicia social, posibilitando emanciparnos.
262
Mauricio León (2011). “Pobreza, Exclusión y Derechos” (disertación), Quito.
210
Emancipación social
Participación e incidencia en las
esferas decisorias
Igualdad y no discriminación por razón de
género, generación y discapacidad
El cuidado responsable de
los bienes comunes
Respuesta compartida a las
causas del empobrecimiento
y la exclusión
Igualdad y no discriminación
por ciclo de vida
Igualdad y no discriminación por identidad
cultural
Dere
chos
del
Bue
n Vi
vir
En la Constitución de 2008 se define un estado democrático y surge la noción de democracia
participativa -léase participación ciudadana- con el objeto de construir el poder ciudadano263 y
establecer mecanismos institucionales para promover el diálogo, la deliberación entre el
Estado y la sociedad, viabilizar el cambio social y profundizar la democracia. El campo de la
participación social, concebida como un espacio de la sociedad civil y del movimiento social,
sucede en la vida cotidiana, en el espacio público, donde el Estado está obligado a apoyar el
desarrollo de iniciativas que signifiquen cualificar el derecho a la participación y tiene el deber
de impulsar la creación de espacios públicos donde se construya la vida colectiva y el
pensamiento.
El desafío es conjugar la Estrategia del Buen Vivir Rural con una profunda participación
ciudadana y social, obviamente este aporte necesita de un diálogo fecundo entre los
científicos sociales, los políticos y funcionarios responsables de la toma de decisiones y de
otros actores sociales relevantes de la sociedad civil como de los movimientos sociales.
Queda la tarea de articular las propuestas con los Consejos Nacionales para la Igualdad
(Comisión de Transición hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género –CDT;
Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia – CNNA; Corporación de Desarrollo
263
El poder ciudadano se entiende como la posibilidad de que las personas de manera protagónica
participen en la toma de decisiones, en la planificación y la gestión de asuntos públicos; así como, en el
control social de todos los niveles de gobierno, de las funciones e instituciones del Estado, tanto en el
territorio nacional como en el exterior, y de las entidades que manejen fondos públicos.
211
Afroecuatoriano – CODAE; Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos de
Ecuador – CODENPE; Consejo de Desarrollo del Pueblo Montubio de la Costa Ecuatoriana y
Zonas Subtropicales de la Región Litoral – CODEPMOC; Consejo Nacional de Discapacidades
– CONADIS)
La Estrategia del Buen Vivir Rural busca construir un mayor “protagonismo de lo social” en los
procesos de transformación que demanda el cambio de época. No se trata solo de ampliar la
dimensión social mediante la protección solidaria, el cierre de brechas, la garantía de los
derechos humanos, la sostenibilidad del gasto social, una activa presencia de los derechos
colectivos en las agendas públicas. Debemos emanciparnos, dar respuestas a las deudas
históricas y a las recientes, ampliar capacidades, eliminar la discriminación racial, étnica,
generacional y de género, y también la pobreza extrema, luchando contra las relaciones que
producen y reproducen la desigualdad.
10.1.2. La problemática socioeconómica general del país
a. Crecimiento Económico
En el 2011 la economía ecuatoriana creció en 8,1%, evidenciándose una aceleración de la
actividad económica durante la primera mitad del año y una ligera moderación durante el
segundo semestre. El impulso del crecimiento fue liderado por la demanda interna, cuyo
principal motor fue el gasto público que aumentó considerablemente debido a los planes de
inversión 264y también a las políticas de apoyo social implementadas por el Estado, tal es así
que el nivel del gasto público en el 2011 representó cerca del 40% de la actividad económica,
mientras que en el primer quinquenio de la década superaba levemente el 20%. En tales
circunstancias, el sector público se ha convertido en el principal motor de la economía
ecuatoriana265. Según la CEPAL, al 2011, el Ecuador era el tercer país con mayor crecimiento
económico en América Latina (8%), duplicando el promedio regional (4.3%).
En efecto, la inversión pública ha posibilitado corregir las deficiencias del mercado que tiende
a concentrarse en el logro de beneficios cortoplacistas. El aumento de las tasas de inversión
pública contribuyó a la ampliación de las oportunidades de empleo e incentivos a la empresa
privada, al aumento de los recursos físicos y la infraestructura, siguiendo una estrategia
264
Entre el 2007 y el 2011la inversión pública con respecto al PIB se situó alrededor del 12.0%,
comparado al periodo entre el 2001 y el 2006 que fue algo superior al 5.0%. 265
CEPAL, División de Desarrollo Económico. Balance Preliminar de las Economías de América Latina
y El Caribe, Santiago de Chile, 2011.
212
macroeconómica contracíclica, un adecuado sistema de recaudación fiscal, entre otras
medidas.
b. Pobreza y Extrema Pobreza
En forma complementaria, para el caso ecuatoriano, los indicadores de pobreza y desigualdad
constituyen una herramienta básica en la planificación, evaluación, seguimiento y diseño de
políticas sociales. En el 2011 la pobreza y la indigencia -medidas a través del método indirecto
del ingreso- disminuyeron a nivel nacional, en consonancia con la recuperación del crecimiento
económico; de esta manera, ambos indicadores se sitúan en su nivel más bajo de los últimos
10 años266.
Gráfico 16
Pobreza y extrema pobreza en el Ecuador
Específicamente, en el 2011 la incidencia de la pobreza a nivel nacional se situó en 28,6%,
incluyendo un 11,5% de personas en condiciones de pobreza extrema o indigencia. En
términos absolutos, estas cifras equivalen aproximadamente a 4 millones de personas pobres,
de las cuales 1,6 millones son indigentes. Las cifras indican que la recuperación económica,
evidenciada por el país a partir del 2007, se ha reflejado, al menos en parte, en los indicadores
266
INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), varios años.
213
de pobreza. Efectivamente, la tasa de pobreza se redujo 9,0 puntos porcentuales y la
indigencia cayó en 5,4 puntos porcentuales, respecto al año 2006.267
Pero la pobreza no es un fenómeno exclusivamente relacionado con ingresos insuficientes o
acumulación de carencias básicas. Los pobres son también los vulnerables, los que no tienen
espacios donde expresar sus demandas, los y las que experimentan apartamiento y violencia.
La pobreza tiene diferentes rostros, todos ellos opacados por la sombra de la violación de los
derechos humanos, pero los bloqueos a las libertades de acción y opción son diferentes, por
interdependientes que sean. Es enfrentando a las causas del empobrecimiento que afectan a
los diferentes sujetos que podemos generar condiciones de emancipación, base del despliegue
del buen vivir. Si priorizamos la pobreza a secas, en general, terminamos focalizando a los
pobres de ingreso, ampliando las oportunidades ofrecidas por la vida material, conservando el
enemigo íntimo e invisible de la exclusión. Se buscan tablas de flotación para llegar a las orillas
del tener y del hacer, la subsistencia, la protección y el entendimiento; nos sumergimos por
falta de acceso al ocio, la creación, la identidad, la libertad, el derecho de Ser. 268
La política social ecuatoriana busca romper con el círculo vicioso en el que están atrapados
muchos pobres. Se conoce que la pobreza de muchos campesinos minifundistas los lleva a la
multiactividad, buscando ingresos que genera una sobreoferta de mano de obra no calificada;
se obtienen salarios bajos que reproducen las malas condiciones de vida y bajos niveles de
productividad. Se conoce que el crecimiento sectorial, en algunas regiones, no es suficiente
para resolver los diversos problemas asociados a la pobreza de los trabajadores,
particularmente los vinculados con la mala salud, la discriminación, y la falta de educación. La
racionalidad del productor campesino empobrecido bloquea cualquier política que promueva
la empresarialidad; se ven obligados a desarrollar múltiples estrategias de subsistencia para
diversificar sus ingresos. La diversificación de los ingresos rurales familiares – incluyendo el
acceso a remesas – es una estrategia eficiente para lidiar con el riesgo y la incertidumbre. Si los
campesinos multiactivos consiguen vincularse a actividades extraprediales donde el salario
llega a convertirse en la principal fuente de ingresos, la vulnerabilidad de la unidad doméstica
tiende a disminuir.269 Pero los ingresos, cualquiera que sea su magnitud, no completan la vida
267 Ver, PNUD. (2010).Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010. Actuar sobre el futuro: romper la transmisión intergeneracional de la desigualdad. New York: PNUD. 268 Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde, Martin Hopenhayn (1993)Desarrollo a Escala Humana:una opción para el futuro. CEPAUR, Santiago de Chile. 269 Ver, Julio Berdegué, Thomas Reardon y Germán Escobar (2001). Empleo e ingreso rural no agrícola en América Latina y El Caribe, Nueva Orleans.
214
buena, no revelan necesariamente una celebración saludable, solidaria, tranquila, ética y
estética de la vida, de la mano con la naturaleza, también dentro de nosotros.
En el 2011, según la encuesta nacional de empleo y desempleo urbana y rural- ENEMDUR - la
pobreza total medida por ingresos270 fue de 28.6%, mientras en 2006 fue de 37.6%, lo que
significa una disminución de 9 puntos porcentuales. La pobreza rural cayó de 60.6% a 50.9% en
el mismo período. Si bien tienden a caer las remesas, ha aumentado el gasto social y es
evidente una mayor inversión en infraestructura; crece significativamente el sector de la
construcción. Existe, sin embargo, un amplio campo no explorado por las políticas públicas
sectoriales agropecuarias, para diversificar la producción en el campo, ampliar el acceso
campesino a activos y promover las capacidades de la AFC desde los territorios. La AFC, en el
actual contexto de creciente demanda de alimentos a nivel global puede aportar de forma más
activa al crecimiento sectorial. Más allá de enfocar la solución a la pobreza rural mediante
asignaciones directas o apertura de oportunidades de empleo temporal, se pueden y deben
formular políticas que estimulen la asociatividad, posibiliten generar valor agregado, la
formación de nuevas plataformas tecnológicas y apoyo técnico para campesinos, el diseño de
equipamientos apropiados para las pequeñas agriculturas, el desarrollo de productos locales
con identidad, la capacitación dirigida a conquistar exigencias de escala y calidad para
sostenerse en los mercados, etc. La Estrategia del Buen Vivir Rural apuesta en estas políticas
de inclusión socioeconómica.
c. Desigualdad Económica
El Ecuador, al igual que varios países de América Latina, se caracteriza por tener distribuciones
del ingreso altamente inequitativas, no obstante en años recientes se han observado cambios
favorables hacia una menor concentración de los ingresos, que provienen principalmente de
una mejor distribución de los ingresos laborales, así como del papel redistributivo del Estado a
través de las transferencias monetarias.
Gráfico 17
Coeficiente de Gini a Nivel Nacional
270 Define a las personas con ingresos menores a 2.3 dólares diarios.
215
Los años 2007 y 2010 han representado un punto de inflexión a partir del cual la desigualdad,
medida a través del coeficiente de Gini271, empezó a mostrar una tendencia decreciente a nivel
nacional, ya sea en la comparación de los ingresos captados por los grupos situados en los
extremos inferior y superior de la distribución, como haciendo uso de indicadores sintéticos de
desigualdad. Si bien la caída de la desigualdad es de una magnitud leve272 (entre el 2006 y 2011
experimentó una reducción de 0,07 puntos), constituye un escenario favorable, sobre todo en
un contexto histórico de ausencia prolongada de mejoras distributivas generalizadas.
Como se mencionó anteriormente, el coeficiente de Gini mide la concentración del ingreso y
sus cambios, pero no permite identificar a quienes benefician o perjudican esos cambios; por
ello es importante analizar la distribución del ingreso por segmentos de la población. La
271
El coeficiente de Gini por ingresos, como una medida de la desigualdad, oscila entre valores
de 0 y 1, a medida que el indicador se acerca a 1 la sociedad presenta una distribución de
ingresos menos igualitaria (más desigual), por el contrario si el indicador se acerca a 0 la
sociedad presenta una distribución de ingresos más igualitaria (menos desigual). 272
INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), varios años.
216
distribución del ingreso por quintiles o deciles 273 es útil para examinar en el tiempo los
cambios en los niveles de participación en el ingreso total de los diferentes estratos de la
sociedad. La desigualdad en la distribución del ingreso limita el despliegue del Buen Vivir pues
no solo porque limita el acceso a bienes de valor agregado y servicios por parte de los grupos
mayoritarios, que se ven obligados a destinar una mayor proporción de sus ingresos al
consumo de subsistencia.
Gráfico 18
Participación del Ingreso Per Cápita promedio - Nacional Urbano
1,4% 1,4% 1,1% 1,3% 1,5% 1,4%
40,2% 40,7% 40,4% 39,4% 39,5%36,1%
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
1 2 3 4 5 6
Participación del Ingreso Per Cápita promedioNacional Urbano
Decil 1 (10% más pobre) Decil 10 (10% más rico)
Fuente: INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Varios años
A través de la participación del ingreso per cápita promedio es posible medir la desigualdad de
los ingresos de los perceptores individuales, así: a nivel nacional urbano existe una desigual
distribución del ingreso entre el 2006 y 2011, pues las personas más pobres (decil 1) tienen
una participación menor al 2% del total del ingreso per cápita a nivel nacional; por su parte, las
273 Los deciles se calculan ordenando la población desde la persona más pobre a la menos pobre para
luego dividir por 10 partes iguales (un décimo), de esta manera se obtienen 10 deciles ordenados por sus
ingresos, donde el primer decil representa la porción de la población más pobre, el segundo decil el
siguiente nivel y así sucesivamente hasta el décimo decil representante de la población más rica.
217
personas más ricas (decil 10) concentran el 36% del total del ingreso per cápita en el 2011. No
obstante, en relación al 2006 se advierte una disminución en la acumulación del ingreso de 4
puntos porcentuales, mejorando la participación de las personas menos pobres; incluso existe
una disminución en relación al decil inmediatamente inferior, pasando la brecha de 2,6 a 2,1
veces.274 Entre 2006 y 2011, la relación del ingreso urbano entre los más ricos y los más
pobres, (comparando en deciles) bajó 10 puntos; con relación al ingreso de los deciles más
ricos, los pobres registraron una mejora del 56%.
Este indicador muestra de modo claro como un pequeño porcentaje de la población
ecuatoriana tiene condiciones de vida mucho mejores que la gran mayoría; podemos
argumentar que se camina hacia una sociedad más igualitaria, los ecuatorianos y ecuatorianas
tienen mayores perspectivas de Buen Vivir.
10.2. Diagnóstico Sectorial: inequidades urbanas-rurales, oferta-demanda, coberturas y brechas
En este acápite se pretende discernir la problemática social considerando las asimetrías
regionales, sectoriales y geográficas, así como desvirtuar las señales de separación entre un
Estado y una sociedad cada vez más urbana y una sociedad rural que requiere de fuertes
inversiones y políticas diferenciadas para cerrar brechas y lograr mayores niveles de bienestar,
productividad y sustentabilidad.
Se hará evidente que el Ecuador del 2011 no es el mismo que el Ecuador del 2006. El
diagnóstico del sector social que se presenta a continuación da cuenta de ello.
10.2.1. Pobreza y desigualdad
El Ministerio de Coordinación de Desarrollo Social afirma que “La pobreza y desigualdad son
fenómenos multidimensionales, los cuales no consisten simplemente en la carencia de recursos
económicos, sino, por el contrario, en un conjunto de condiciones que provocan serias
limitantes en el desarrollo de las personas y no asegura su ampliación de libertades y
oportunidades fundamentales”275. Somos llamados a re-definir la pobreza como ausencia de
los derechos del Buen Vivir, de falta de disfrute de los derechos y libertades, indispensable
274
En el 2006, el ingreso del decil más rico de la sociedad ecuatoriana era 38 veces más alto que el ingreso del decil más pobre. 275
MCDS, Agenda Social 2009 - 2011, Quito, 2010.
218
para optar por una convivencia creativa y saludable, incluyendo elementos intangibles como
tiempo libre, realización, seguridad ciudadana, entendimiento, participación.
En la práctica, para medir la pobreza existen varios métodos, sin embargo en el Ecuador se
utilizan dos formas de medición de la pobreza: el método directo más conocido como Pobreza
por Necesidades Básicas Insatisfechas y el método indirecto o pobreza monetaria que se lo
mide a través del ingreso o del consumo.276
A efectos de monitorear el comportamiento temporal de la pobreza, se utilizará el método
indirecto del ingreso que define a una persona como pobre si su ingreso per cápita del hogar
es menor a la línea de pobreza y, como pobre extremo o indigente a la persona cuyo ingreso
per cápita es menor a la línea de extrema pobreza.
Sobre la base de esta conceptualización, es menester indicar que los niveles de pobreza y
desigualdad en el Ecuador han disminuido a partir de la última década, pues se ha registrado
una tendencia decreciente desde el año 2000, acentuándose con mayor intensidad desde el
año 2003. A nivel nacional, la pobreza por ingresos registra una incidencia de 37,6% en el 2006
y de 28,6% en el 2011. A nivel de áreas geográficas, en el área urbana esta proporción
disminuye con respecto al dato nacional, mientras que en zonas rurales la magnitud supera
con mucho al promedio nacional, pues, la incidencia de pobreza en áreas urbanas y rurales
para el 2011 es de 17,4% y 50,9%, respectivamente.
Gráfico 19
Pobreza por Áreas Geográficas
276
El RIMISP argumenta que “…los dos métodos de medición de la pobreza principales, las líneas de
pobreza y las necesidades básicas insatisfechas sin embargo han sido fuertemente criticadas por hacer
supuestos sobre la homogeneidad de los hogares (Trivelli, 2000). Las NBI miden las características
inadecuadas de vivienda sin tomar en cuenta que los materiales de construcción de las viviendas por
ejemplo varían de una región a otra y son determinadas culturalmente (Trivelli, 2000). En el caso
Ecuatoriano las parroquias amazónicas constan con mayores necesidades insatisfechas por este motivo. A
simple vista las provincias con mayor incidencia de pobreza en el país son las provincias de la Amazonia.
Sin embargo, en cuanto al número de pobres, encontramos que el número de pobres es mayor en la costa,
ya que a pesar de que la incidencia es mayor en la amazonia, la población es mucho menor. Según
Lanjouw muchos pobres de la costa son invisibilizados y en la costa se evidencia mucho mayor
desigualdad, lo cual se constata con la tenencia de la tierra. En la costa se encuentra el mayor numero de
campesinos sin tierra, (44% en relación a 32% en la sierra y 30% en la amazonia)”. Pobreza Rural en
Ecuador: un análisis de la literatura y de los principales esfuerzos para combatir la pobreza rural en el
país. Documento de Trabajo.
219
38,8
32,5 31,025,9 24,3 22,6 25,0 22,5
17,4
71,3 68,864,4
60,6 61,3 59,7 57,553,0 50,9
32,5
36,333,4 34,7 37,0 37,1
32,5 30,533,5
0
20
40
60
80
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
URBANO RURAL BRECHA
POBREZA POR ÁREAS GEOGRÁFICAS(porcentaje)
Fuente: INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Varios años
Aún más, durante los últimos años -tanto en áreas geográficas urbanas como rurales- se ha
registrado un importante decremento de la incidencia de la pobreza, especialmente en las
zonas rurales en las que el indicador ha pasado de 71,3% en el 2003 a 50,9% en el 2011; por su
parte, en las zonas urbanas, esta magnitud disminuyó de 38,8% en el 2003 a 17,4% en el 2011.
En definitiva, si bien los niveles de pobreza en el Ecuador se han reducido en alrededor de 20
puntos porcentuales entre el 2003 y 2011 y casi 10 puntos entre el 2006 y 2011, es indudable
que la pobreza afecta con mayor intensidad a la población que reside habitualmente en las
zonas rurales, pues en dichos espacios geográficos 1 de cada 2 personas es pobre.
Hay otras formas de medir o percibir la pobreza rural, desde los campos subjetivos,
consultando a los hogares la manera como de autodefinen. Desde afuera, desde los mundos
urbanos muchos campesinos son considerados pobres por el solo hecho de moverse
cotidianamente dentro de una lógica de reproducción simple, de subsistencia. Viven en casas
de adobe o de caña, usan accesorios artesanales, consumen el propio alimento que
producen,277 mantienen una fuerte identidad cultural, no quieren o no saben como operar
como empresarios.
En este mismo orden de ideas, es importante considerar la incidencia de la pobreza por
grupos étnicos278, que denota la relación entre pobreza y exclusión social. La incidencia de la
pobreza para las personas que se auto identifican como indígenas en el 2011 alcanza el 60,1%
y el 35,5% para afro descendientes279, mientras que para mestizos es 23,5% y blancos 21,3%.
277
Si un campesino produce su propio alimento y no lo comercializa, se supone, no aporta al PIB ni
contribuye al crecimiento económico. 278
Cifras provisionales del INEC hasta determinar la confiabilidad estadística del indicador en función de
los coeficientes de variación. 279
Incluyen a las personas que se auto identifican como afro ecuatorianos, negros y mulatos.
220
En forma complementaria, la desigualdad económica o la concentración del ingreso en los
ricos -medida a través del coeficiente de Gini280 - también registra una tendencia decreciente
en el Ecuador, salvo ciertos aumentos en determinados años de la década pasada. En el año
2011 se registró el nivel más bajo de desigualdad en la última década, pues, la desigualdad de
ingresos a nivel nacional fue de 0,47, en tanto que para el área urbana de 0,44 y para el área
rural de 0,46.281 En cuanto al comportamiento temporal del coeficiente de Gini, se advierte
que en las áreas rurales la desigualdad ha permanecido casi constante desde el año 2003,
convirtiéndose en un fenómeno estructural; mientras se registraba un decremento de la
desigualdad en las áreas urbanas, donde la magnitud de este indicador ha bajado de 0,54 en el
2006 a 0,47 en el 2011. La desigualdad o la concentración del ingreso en los ricos,
disminuyeron también en el ámbito nacional.
La rigidez de la estructura de distribución del ingreso en los mundos rurales nos obliga a
pensar en nuevas políticas de transformación productiva, acceso a activos y ampliación de
capacidades, de la mano con el empoderamiento de la población.
10.3. Protección social
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “el acceso a un nivel adecuado de
protección social es un derecho fundamental de todos los individuos reconocido por las normas
Internacionales del trabajo y por las Naciones Unidas. Además, es considerado un instrumento
para la promoción del bienestar humano y el consenso social, que favorece la paz social y es
indispensable para lograrla, y por lo tanto para mejorar el crecimiento equitativo, la
estabilidad social y el desempeño económico, contribuyendo a la competitividad”282.
La protección social contribuye al bienestar humano y la paz social mediante el manejo del
riesgo que compromete la subsistencia básica de los segmentos poblacionales más pobres,
que habitualmente carecen de medios adecuados para manejarlos. Se trata de garantizar y
mejorar las condiciones mínimas de subsistencia de las personas. Este tipo de intervención es
indispensable, aunque lo que se propone es una política de emancipación social lo menos
reducida a la tarea de compensación como respuesta a la vulnerabilidad, ni constreñida a
asegurar los mínimos de vida, sino pensada e implementada sobre los máximos sociales de
inclusión y acceso a oportunidades. No se trata tanto de formular medidas públicas de
280
La variable que se considera para el cálculo del coeficiente de Gini es el ingreso total per cápita,
variable con la que se mide también la incidencia de pobreza. 281
El coeficiente de Gini varía entre 0 que traduce completa igualdad en la distribución del ingreso y 1
que indica el extremo opuesto. 282
La Protección Social es uno de los cuatro objetivos estratégicos del Programa Trabajo Decente,
impulsado por la OIT.
221
respuesta a la situación de vulnerabilidad cuanto de minimizar hasta donde sea posible su
presencia en la sociedad.
Para lo cual somos desafiados a enriquecer el tejido social, a volverlo más denso, poniendo en
mutua conexión a quienes tienen intereses complementarios, promoviendo enlaces,
conversaciones y contactos. Hay que abrir la estructura de oportunidades y ser capaces de
identificar las causas de los problemas que llevan a la vulnerabilidad, para formular respuestas
eficaces. Se requieren nuevos mecanismos creadores de sintropía social, la tendencia a
multiplicar los contactos, las formas de cooperación, la asociatividad, las redes de solidaridad e
interaprendizaje. Daríamos paso a una sociedad aprendiente, despierta, proactiva,
responsable.
En Ecuador el sistema de protección social está orientado a reducir la vulnerabilidad de la
población, a mejorar las condiciones de vida, incrementado los niveles de bienestar. Para
medir objetivamente el bienestar de la población el Gobierno ha utilizado intensivamente la
base de datos del Registro Social,283 como un instrumento que permite focalizar
adecuadamente a los potenciales “beneficiarios” de los programas sociales.
A finales del 2011, el 66% de la población total del Ecuador consta en el Registro Social. Esta
importante cobertura también se expresa al realizar una lectura según áreas geográficas, pues,
7 de cada 10 personas, en las zonas urbanas, y 5 de cada 10, en las zonas rurales, se
constituyen en potenciales beneficiarios de los programas sociales.
Cuadro 12
FUENTE DE INFORMACIÓN NACIONAL URBANO RURAL
CENSO DE POBLACIÓN Y VIVIENDA 2010 14'483.499 9'090.786 5'392.713
REGISTRO SOCIAL 9'569.049 6'530.239 3'038.810
COBERTURA 66,1% 71,8% 56,4%
(*) a diciembre de 2011
Fuente: MCDS, RS
COBERTURA DEL REGISTRO SOCIAL(*)-personas-
283
El Registro Social es un catastro nacional de información social, económica y demográfica
individualizada a nivel de hogares, núcleos familiares y sus miembros como un instrumento que permita
determinar los niveles de bienestar de las familias ecuatorianas, con el propósito de que puedan acceder a
los programas sociales y subsidios estatales.
222
En forma complementaria, de las 9’569.049 personas que constan en el Registro Social, el 68%
residen en el área urbana y el 32% en el área rural; además, a nivel nacional, el 75% son
núcleos familiares, 18% adultos mayores y 7% personas con capacidades especiales,
estructuras que son similares en el área urbana y rural en el 2011.
En este mismo contexto, se destaca -como un instrumento clave de política- el Bono de
Desarrollo Humano (BDH) concebido como un programa de protección a grupos poblacionales
en situación de riesgo y vulnerabilidad. El BDH, que actualmente es de USD 35 por persona, en
el 2011 amplió su cobertura a la población con doble vulnerabilidad284: adultos mayores (29%)
y personas con capacidades especiales (6%). La cobertura en las zonas rurales es del 41%,
destacándose en las mismas que el 73% del total de adultos mayores y el 56% del total de
personas con capacidades especiales son beneficiarias del BDH.
Dentro de las políticas de protección es necesario referirse al Crédito de Desarrollo Humano
(CDH), proyectado como un programa orientado a la ampliación de capacidades para mejorar
los niveles de vida de la población en condición de extrema pobreza, mediante el acceso al
crédito, capacitación y asistencia técnica especializada. Entre 2007 y 2011 se han beneficiado
de este crédito alrededor de 800.000 personas de bajos recursos a nivel nacional. Al considerar
el ámbito geográfico se advierte que 7 de cada 10 personas en el área urbana y 3 de cada 10
en las zonas rurales han accedido al CDH; en adición, cabe destacar que en el 2011 fueron las
madres que reciben el BDH las mayores beneficiarias (87%), comparado a los adultos mayores
(10%) y personas con capacidades especiales (3%) que accedieron al CDH.
Todo esto significó que el Estado, entre 2007 y 2011, asignó recursos, por concepto del CDH,
por alrededor de USD 490 millones, de los cuales USD 360 millones (73%) y USD 130 millones
(27%) se invirtieron en las zonas urbanas y rurales, respectivamente.
En cuanto al tema de la Seguridad Social, si bien durante la gestión del actual Gobierno se ha
incrementado la afiliación de la fuerza de trabajo, el fortalecimiento de este sistema debe ser
prioritario, pues sólo el 38% de la PEA a nivel nacional se encuentra afiliada a la Seguridad
Social (IESS, ISSFA, ISSPOL). En las zonas urbanas, el porcentaje de la PEA afiliada a este sistema
pasó de 27,5% en el 2006 a 42,3% en el 2011, mientras que en las zonas rurales, en el mismo
período, se evidenció un incremento de once puntos porcentuales, esto es, 3 de cada 10
personas ocupadas o desocupadas estaban cubiertas por la Seguridad Social hacia finales del
284
Según el INEC, de la población total del Ecuador el 6,5% son adultos mayores y 5,6% personas con
capacidades especiales, en el área rural estos porcentajes representan 7,4% y 6,0%, respectivamente.
223
2011. El reto a futuro es el cierre de brechas urbano-rurales, y posteriormente, la
universalización de la Seguridad Social.
Los niños menores de cinco años de edad y los adultos mayores285, entre otros grupos
poblacionales, constituyen grupos de atención prioritaria en los cuales se han efectuado
intervenciones transversales, principalmente, a través del Sistema MIES. Al respecto, en el
2011 se han puesto en funcionamiento a nivel nacional 4.163 Centros Infantiles del Buen Vivir
(CIBV), de los cuales el 58% se encuentran en las zonas urbanas y el 42% en las zonas rurales.
Le educación temprana es fundamental para el logro del Buen Vivir al permitir remediar
algunas desventajas iniciales, particularmente entre los grupos afectados por la pobreza; se
nutren potencialidades durante un periodo critico del desarrollo infantil, posibilitando la
emergencia de capacidades afectivas y cognitivas.
La implementación de estos CIVB ha permitido que 137.082 niños menores de cinco años de
edad, cuyas familias se encuentran en situación de pobreza y extrema pobreza, sean
beneficiarios del cuidado, alimentación, atención en salud, recreación y educación. Otro
Programa que está dirigido a las madres y padres o adultos responsables del cuidado y crianza
de los niños menores de cinco años se denomina Creciendo con Nuestros Hijos286 (CNH), el
mismo que tiene una cobertura del 70% en el área urbana y 30% en el área rural, los niños
beneficiarios de este Programa son 244.728 y 102.569 en las zonas urbanas y rurales,
respectivamente.
Finalmente, los Programas de Protección Familiar dirigidos a jóvenes, adultos mayores y
personas con capacidades especiales, así como los Programas de Protección Especial son
limitados y su cobertura se circunscribe únicamente al área urbana del país.
10.4. Educación
La educación es un proceso de socialización y endoculturación287 de las personas a través del
cual se desarrollan capacidades físicas e intelectuales, habilidades, destrezas, técnicas de
estudio y formas de comportamiento ordenadas con un fin social, además, se constituye en
285
Según los Censos de Población y Vivienda del 2010, ejecutados por el INEC, la población de primera
infancia representa el 10% y los adultos mayores el 7% de la población total del Ecuador.
286 Creciendo con Nuestro Hijos ofrece formación a las familias para que promuevan el máximo
desarrollo en sus hijos e hijas. En caso de niños y niñas menores de dos años se realizan visitas
domiciliarias una vez por semana; y para los niños y niñas mayores de dos años se cumplen actividades
grupales de niños con sus familias una vez a la semana. 287
Es el proceso a través del cual la generación más antigua transmite sus formas de pensar,
conocimientos, costumbres y reglas a la generación más joven.
224
uno de los movilizadores sociales más importantes y el único medio que permite el salto social.
La filosofía del Buen Vivir debe guiar la formulación, ejecución y evaluación del sistema
educativo, reflejándose en el currículo, los textos, los métodos de enseñanza-aprendizaje, el
entorno educativo, la relación escuela-comunidad, la docencia, la evaluación de la calidad, etc.
Se trata, en pocas palabras, de aprender a ser, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y
como iguales, y aprender a respetar la naturaleza. 288
Al considerar la importancia de contar con información sobre este sector, se expone
seguidamente un breve análisis a nivel nacional, urbano y rural con relación a indicadores
básicos289 importantes para conocer la situación actual de la educación.
Históricamente la educación en el Ecuador se ha caracterizado por el acceso desigual así como
por la permanencia de problemas en la calidad educativa, factores que han estado
relacionados directamente con una escasa inversión pública y una serie de barreras y brechas
de acceso al sistema educativo que influyen en la escolaridad de la población. 290 Se enfrentan
serios problemas para proporcionar una educación diferenciada a los habitantes de la
ruralidad, particularmente desde el reconocimiento de su diversidad cultural, que permita
avanzar en términos de equidad y pertenencia social.
Durante el 2006, la escolaridad291 de la población ecuatoriana era de 8,1 años; al desagregar
este dato por áreas geográficas, se advierten disparidades significativas, pues, los años de
escolaridad promedio en el área urbana eran de 9,6 frente a 5,0 del área rural.292 Se puede
argumentar que mientras más cerca esté una población escolar a la ciudad mayor es el nivel
educativo. Estos cambios en los promedios de escolaridad permiten vislumbrar probabilidades
288
Mauricio León (2011). Buen Vivir y Educación. MCDS.
289 Se utiliza intensivamente como fuente de información la serie histórica proveniente de la Encuesta
Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) ejecutada por el INEC. 290
El artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.” 291
Periodo de tiempo que dura la asistencia de un niño o joven en una escuela para estudiar y recibir la enseñanza
292 En los países desarrollados la escolaridad promedio se sitúa en alrededor de 10 años.(PREAL, 2006)
225
futuras de acceso a empleo y elevación de los niveles de competencia para lograr mejores
niveles de ingreso; si el nivel educativo es mayor, menor es la posibilidad de sobrevivir por
debajo de la línea de pobreza. La población rural con baja escolaridad enfrenta serias
desventajas, siendo un determinante de los bajos niveles de productividad y salarios, una
barrera que impide aprovechar los cambios tecnológicos. 293
Al 2011, luego de cinco años, se ha logrado atenuar estas brechas sociales de acceso a la
educación, alcanzándose niveles de escolaridad promedio de 10,0 y 5,3 años en el área urbana
y rural, respectivamente.
Otro de los efectos perniciosos del acceso desigual a la educación en el Ecuador es el
analfabetismo, entendido éste como la incapacidad que tienen las personas para leer y
escribir, debido generalmente a la falta de aprendizaje y escolaridad.
Los niveles de analfabetismo son el resultado no solamente de las políticas aplicadas durante
el actual Gobierno, sino que son el reflejo de decenios de políticas enfocadas a la educación de
la población. Debido a que el analfabetismo tiene como población objetivo de medición y
análisis a las personas de 15 y más años, la educación que recibieron las personas de hace más
de tres generaciones aún influye sobre el resultado que tiene actualmente el país en este
tema.
En el 2006, la tasa de analfabetismo fue de 8,6%, con un analfabetismo del 4,5% en las zonas
urbanas y 17,5% en las rurales, siendo las personas que residen en estas jurisdicciones las más
afectadas por el analfabetismo. Al 2011, la tasa nacional de analfabetismo se sitúo en 8,4%,
evidenciándose un estancamiento a nivel nacional que, sin embargo, tiene impactos positivos
para el área urbana donde el analfabetismo bajó al 3,8%; en cambio, en el área rural, los
esfuerzos estratégicos de educación para jóvenes y, principalmente, adultos en procura de
reducir el analfabetismo no surtieron efecto ya que la tasa de analfabetismo fue de 17,9%,
constituyéndose en el nivel más alto desde el 2005. Estos comportamientos observados en el
ámbito nacional y, sobretodo, en el rural ubican al Ecuador distante de ser declarado libre de
analfabetismo.
293
Susana Skipper (2006). “Desarrollo del capital humano y reducción de la pobreza en El Salvador”, Comercio Exterior, vol. 56. Nº 11.
226
Gráfico 20
Porcentaje analfabetismo por áreas geográficas
4,35,2 5,1 4,4 4,5 4,0 4,0 4,1 4,3 3,8
17,6
20,218,5
17,7 17,516,3
15,4 15,5 16,217,9
13,3
15,013,4 13,2 13,0 12,4
11,4 11,4 11,8
14,1
0
5
10
15
20
25
2001 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
URBANO RURAL BRECHA
Fuente: INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Varios años
227
Fuente: INEC, Censo de población 2010
Analfabetismo por parroquias / C1
Similares comportamientos se advierten en el caso del analfabetismo funcional294, pues en el
2011 el porcentaje de personas de 15 años y más a nivel nacional afectadas por esta
restricción a la educación fue del 14,7%, para el área urbana la tasa de analfabetismo funcional
fue de 7,7% y para el área rural del 29,1%. Sobre la base de estos indicadores se concluye que,
nuevamente la población de las zonas rurales, tiene mayores restricciones para resolver de
una manera adecuada tareas necesarias en la vida cotidiana y también se ve limitada para
interactuar con las tecnologías de la información y comunicación.
294
Es la incapacidad de una persona para utilizar su capacidad de lectura, escritura y cálculo de forma
eficiente en las situaciones habituales de la vida. Se diferencia del analfabetismo en sentido estricto en
que éste supone la incapacidad absoluta de leer o escribir frases sencillas en cualquier idioma.
228
Fuente: INEC, Censo de población 2010
Escolaridad por parroquia / C1
No obstante las limitaciones expuestas, la cobertura del sistema de educación regular ha
experimentado avances importantes a partir del 2006. En los últimos cinco años, en el ámbito
nacional y urbano-rural, se han incrementado las tasas netas de escolarización295 a nivel
básico, bachillerato y superior; así, para el 2011 la tasa neta de escolarización básica cada vez
está más cerca de la universalización (96,5% en las zonas urbanas y 93,6% en las rurales), en
tanto que las tasas de escolarización de bachillerato (69,3% en el área urbana y 49,2% en el
área rural) y de educación superior (36,0% y 16,3% para el área urbana y rural,
respectivamente) si bien han experimentado incrementos importantes en la cobertura y cierre
de brechas, todavía evidencian niveles insuficientes para alcanzar la universalidad.
Los incrementos de las tasas de asistencia señalados se explican, entre otros factores, por las
rebajas en los costos de educación a través de la aplicación de varias políticas públicas
implementadas en el país desde el año 2007. Si bien, los avances en la educación básica son
notorios, este dinamismo no se ha logrado consolidar en el bachillerato y en la educación
superior, pues varios de los jóvenes abandonan sus estudios por motivos de baja cobertura de
establecimientos de educación (principalmente en las zonas rurales); limitado acceso a los
centros educativos, ya sea por la distancia o por insuficientes medios de movilización; y, baja
295
La tasa neta de asistencia, permite identificar la proporción de personas asistiendo al nivel de
instrucción correspondiente de acuerdo a su edad.
229
calidad de la educación. A estos factores, se debe sumar la falta de interés de varias de las
personas jóvenes así como los costos que implica asistir a clases, entre los cuales se incluye un
costo de oportunidad concebido como el ingreso laboral que deja de percibir una persona por
el hecho de estudiar.
Para alcanzar la universalidad de las tasas de escolarización y acceder a la calidad educativa es
preciso orientar los mejores esfuerzos al cierre de brechas de inversión. Entre el 2007 y el 2011
el Estado ha destinado mayores recursos a la inversión educativa con el objeto de consolidar
los programas de ampliación de la cobertura y eliminación de barreras económicas de acceso a
la educación, garantizando la gratuidad a través de la entrega de alimentación escolar, textos
escolares y kits de uniformes.
Cuadro 17 Cobertura de los Programas de Educación
Programa Cobertura 2006 Cobertura 2009 Cobertura 2007 - 2011
Alimentación Escolar1'228.952 niños (80
días de atención)
1'428.348 niños (120
días de atención)
1'635.702 estudiantes
beneficiarios del desayuno
escolar (200 días de atención)
Textos Gratuitos 1'581.309 2'612.09837'338.649 textos escolares
entregados
Uniformes Gratuitos(*) --- 827.5723'056.273 kits de uniformes
entregados
Fuente: MINEDUC
(*) El Programa se inición en el 2007
COBERTURA DE LOS PROGRAMAS DE EDUCACIÓN
Para algunos estudiosos296 de la ruralidad una de las tares urgentes es la educación rural ya
que el vínculo entre educación y desarrollo es evidente y elocuente, pues existe una alta
correlación entre los logros de los alumnos en matemáticas, ciencias y lectura y el desarrollo
de un país. Con seguridad la inversión en educación es la más importante y esta debe cubrir
desde la prescolar; sin embargo, el caso de los niños pobres en las zonas rurales es lamentable.
La evidencia es contundente: en cantones típicamente rurales y agropecuarios como Daule,
Palestina, Palenque, Pedro Carbo o Paján, las tasas de analfabetismo funcional ronda el 40% de
296
Manuel Chiriboga (2012). “Tarea urgente: educación rural”, El Universo, 04 de marzo de 2012.
230
acuerdo a cifras del Censo de Población y Vivienda 2010, apenas por debajo del 2001. Si a ello
se añaden las cifras de analfabetismo simple, que bordea el 20% en las zonas rurales, se llega a
la conclusión de que al menos una de cada dos personas en las zonas rurales no sabe leer,
escribir, hacer operaciones matemáticas simples o tener conocimientos básicos en ciencias.
Una reciente conversación en el marco del Grupo Diálogo Rural arrojó luces importantes en
torno a explicar estas evidencias. Si bien se constató el enorme apoyo presupuestario del
Gobierno a la Educación y la decisión política que lo sostiene, la inercia predomina; pues, lo
que caracteriza a buena parte de las zonas rurales es un panorama donde no existe preescolar,
la escuela unidocente está difundida, es decir aquella en que niños de diferentes cursos
comparten aula y profesor (un niño rural por lo tanto recibe una sexta parte de atención que el
urbano), inasistencia del profesor durante uno o dos días de la semana (ello incrementa la
diferencia rural urbana a una octava parte), no hay educación luego del octavo año y más
grave aún, el énfasis está en escolarización (es decir en pasar los grados) y no en educación
(capacidades de comprensión, intercambio, etc.), aquello clave de los primeros años de vida en
las personas.
Se podría abundar en los déficits en la escuela rural, pero hay un tema que es importante
mencionar y soslayar en forma emergente: muchos de los profesores en las zonas rurales, con
excepciones importantes, apenas comienzan su carrera docente o están allí por algún tipo de
castigo. Muchos resienten ser profesores rurales y lo que quieren es salir a las ciudades. No
hay lo que podría denominarse carrera de maestro rural, ni los incentivos suficientes para ello.
Así que cuando se piensa en algunas apuestas gubernamentales que solo se pueden apoyar
desde la sociedad civil, como la Ciudad del Conocimiento o las escuelas del milenio, y se
constata lo que pasa en las zonas rurales, es necesario indagar si se están haciendo las cosas
en forma adecuada.
10.5. Salud
El articulo 32 de la Constitución establece que “La salud es un derecho que garantiza el Estado,
cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la
alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos
y otros que sustentan el buen vivir”.
En las zonas rurales del país, el modelo de atención que pretende poner al servicio de las
personas un sistema integral ajustado a sus necesidades, con un enfoque intercultural,
231
focalizado en la familia y a la comunidad, con acceso equitativo, aún deberá concretarse. 297 Es
la intención de esta Estrategia coadyuvar a su construcción y mejorar la equidad en el acceso a
los servicios, particularmente de los grupos rurales en situación de pobreza y extrema pobreza.
La situación de la salud en el Ecuador se caracteriza por la alta incidencia de enfermedades
carenciales y transmisibles como desnutrición crónica, anemia, infecciones respiratorias
agudas, enfermedades diarreicas agudas, dengue, paludismo, malaria, tuberculosis pulmonar y
enfermedades inmunoprevenibles. Según la información disponible en el Ministerio de Salud
Pública (MSP), al 2011 existen a nivel nacional tasas de dengue clásico, dengue hemorrágico y
paludismo de 125.5, 2.2 y 13.4 personas por cada 100.000 habitantes, respectivamente. El
dengue - enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti – ha aumentado
durante el 2012 como efecto de las alteraciones climáticas, las intensas lluvias.
Actualmente, en la población ecuatoriana se evidencia una acumulación epidemiológica, en la
que las enfermedades carenciales, atribuibles a una dieta pobre, y las transmisibles coexisten
con las crónico-degenerativas (hipertensión arterial, diabetes, accidentes cerebrovasculares,
cáncer, enfermedades respiratorias).
Las zonas rurales del país demuestran deficiencias sanitarias habitacionales, nutricionales, etc.,
que afectan principalmente a las mujeres y la niñez. Según cifras del INEC298, el estado de salud
de los ecuatorianos en el 2010 se define por una tasa de mortalidad de 4,3 personas por mil
habitantes, una tasa de mortalidad infantil de 11,0 por cada 1.000 nacidos vivos, una tasa de
mortalidad materna de 92,6 por cada 100.000 nacidos vivos.
La esperanza de vida al nacer299, según estimaciones de la CIA World Factbook, es de 75,73
años para la población total y de 72,79 y 78,82 años para hombres y mujeres,
respectivamente. Debido al relativo mejoramiento de los sistemas sanitarios y servicios
sociales, pero principalmente a las migraciones, ha ocurrido una relativa despoblación en la
297
Subsecretaría Nacional de Gobernanza de la Salud Pública. Modelo de Atención Integral del Sistema
Nacional de Salud Familiar Comunitario e Intercultural. Quito, 2012 298
Todas las tasas calculadas por el INEC para el 2010 se sustentan en los nacidos e inscritos en el año 2010; estas tasas se modificarán con los nacidos en el 2010 e inscritos en al año 2011. Las variaciones anuales registradas en las diferentes tasas de mortalidad deben ser analizadas teniendo en cuenta la notificación de los nacimientos en el Registro Civil, pues este hecho puede condicionar oscilaciones en las tendencias. 299
La esperanza de vida al nacer es una medida general de la calidad de vida en un país y resume la tasa de mortalidad para todas las edades. También puede ser considerada como un indicador de la tasa de retorno potencial de la inversión en capital humano y es necesaria para el cálculo actuarial de diversas medidas.
232
ruralidad (se pierden los niños que los jóvenes migrantes hubiesen tenido) y se observa el
envejecimiento progresivo de las comunidades; es necesario generar diversificación productiva
y ocupación, pero también garantizar el cierre de brechas para revertir este proceso. Una
amplia gama de demandas sociales aparecen con el envejecimiento demográfico; se requiere
de un enfoque incluyente con enfoque de derechos que valores las iniciativas de los adultos
mayores en la formulación de políticas intersectoriales rurales. La tercera edad en la ruralidad
no es una categoría desechable, reproduce el vínculo familiar y cultural, atesora conocimientos
ancestrales.
En cuanto a la Producción de la Salud se tiene la siguiente información a nivel nacional300: la
tasa de utilización de servicios del Ministerio de Salud Pública pasó de 0,9 en el 2006 a 1,7 por
cada 100 habitantes en el 2010; el número de médicos fue del 3,8 por cada 1.000 habitantes
(2009); el número de camas hospitalarias se sitúo en 75,3 por cada 1.000 habitantes (2010); y,
el total de consultas atendidas en los establecimientos de salud públicos fue de 205 por cada
100 habitantes (2011).Sin embargo de estos logros, en las zonas rurales aisladas hay carencia
de servicios básicos de salud; las poblaciones optan por la medicina tradicional, las
comadronas y el uso de plantas medicinales.
Los resultados expuestos experimentan comportamientos diferentes al considerar las áreas
geográficas, donde aquellos del área rural distan de ser satisfactorios si se los examina en
relación a los recursos humanos y materiales disponibles. En forma específica, la muerte de
mujeres jóvenes301 que ocurre durante el embarazo, el parto y el puerperio tiene
consecuencias negativas para sus hogares y su principal causa es el aborto. En este sentido, la
mortalidad materna constituye una de las preocupaciones centrales de los programas materno
infantiles ya que las actuales cifras (93 por cada 100.000 nacidos vivos) son las más altas desde
el 2000. La mortalidad materna en el campo es un fenómeno que responde a diversas causas
interdependientes: las altas tasas de embarazo no deseado; el aborto inseguro (hemorragias,
sepsis); aislamiento geográfico; analfabetismo; violencia contra la mujer; migraciones de los
varones; etc. De allí la importancia que la Estrategia del Buen Vivir Rural da al desarrollo de
redes sociales, para crear soluciones locales, entre tantas eventualidades, para enfrentar
emergencias obstétricas.
Este mismo comportamiento se advierte en las áreas geográficas, pues en el área urbana se
experimentan incrementos de esta tasa a partir del 2007, llegando al 2010 a niveles de 78 por
300
Las fuentes de información son el MSP y el INEC. 301
Según el INEC, aproximadamente 1 de cada 5 mujeres adolescentes, cuyas edades fluctúan entre 15 y 19 años, se encontraban embarazadas durante el último quinquenio, pues el porcentaje de adolescentes embarazadas cada año se encontraba en alrededor del 20%,.
233
cada 100.000 nacidos vivos; por su parte, en las zonas rurales las tasas de mortalidad materna
son críticas y experimentan crecimientos importantes en el 2009 y 2010 (113 y 154 por cada
100.000 nacidos vivos), respectivamente, con lo cual se pone en evidencia severas deficiencias
en la captación precoz de las embarazadas, en el número y calidad de los controles prenatales
y en la calidad y atención del parto, el puerperio y la planificación de la fertilidad.
En forma complementaria, entre los componentes del crecimiento de la población, la
fecundidad302, como un proceso complejo responsable del mantenimiento biológico de la
humanidad, constituye el aspecto esencial de la dinámica poblacional. De acuerdo a las
estadísticas disponibles303, la situación demográfica en el Ecuador ha cambiado
significativamente, pues, la fecundidad ha experimentado un descenso suave pero sostenido
desde finales de la década de 90 y se manifiesta con mayor intensidad en la última década,
descensos que involucran cambios relevantes en aspectos socio demográficos y económicos
de la población.
La Tasa Global de Fecundidad (TGF), definida como el promedio de hijos por mujer durante su
período reproductivo, bajó a nivel nacional de 3.2 hijos en 2001 a 2.8 en 2010 (TGF corregida
por metodología indirecta). El descenso de la fecundidad se ha dado de manera diferencial por
áreas, como manifestación del desigual desarrollo socio-económico alcanzado, dando lugar a
descensos con diferentes intensidades. Las mujeres del área urbana en forma persistente
presentan tasas de fecundidad inferiores a las del área rural, diferencias de algo más de 2 hijos
en 2001 (3.3 y 5.3 hijos, respectivamente) y algo menos de 1 hijo para 2010 (2.6 vs. 3.3 hijos).
Entre estas, el descenso fue mayor en el área rural (24%) que en las ciudades (8%).
A pesar del importante descenso de la fecundidad en ambas áreas, para 2010, la fecundidad
de las mujeres rurales es más alta en un 27% que la de las urbanas (más de 2 hijos de
diferencia), lo que ha incidido en el mantenimiento de una estructura poblacional
eminentemente joven con los siguientes efectos socio-demográficos. El descenso de la
fecundidad en las zonas urbanas se debe, en gran parte, al aumento en los niveles de
educación, al proceso de urbanización y a un mayor uso de anticonceptivos.
En política pública, se ha comprobado que invertir en la primera infancia tiene mayores
retornos que invertir en cualquier otra etapa de la vida; por lo tanto, los cinco primeros años
302
Bajo este término se conocen los aspectos relacionados con la procreación y se establece en función del número de embarazos y partos (frecuencia de nacimientos) que tiene la mujer en edad fértil (15 a 49 años), durante toda su vida reproductiva. 303
INEC, Censos de Población y Vivienda (2001 y 2010) y Encuesta de Condiciones de Vida (2005-
2006).
234
de vida constituyen el período de mayor vulnerabilidad y, a la vez, de dependencia de otros
para la atención de las necesidades básicas, de crecimiento y desarrollo integral, siendo de
gran importancia la vigilancia de la alimentación y nutrición en este período por los efectos
que tienen en el proceso de crecimiento y desarrollo del niño. Según el INEC, la población de
primera infancia se ha reducido a partir de la década del 90 y actualmente representa el 10%
del total de la población del país (1.462.277 personas), existiendo más niños menores de 5
años en las zonas urbanas (9% de la población urbana) que en las rurales (11% de la población
rural), lo que equivale a 863.496 y 598.781 niños, respectivamente.
Las disparidades socio-sanitarias de las áreas geográficas se ponen de manifiesto al analizar la
Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) para menores de un año, que refleja aspectos tan diversos
como las condiciones de vida del niño y su familia, su estado nutricional, la accesibilidad a los
servicios de salud, el nivel educativo y de ingresos de los padres. En este sentido, en el ámbito
nacional y urbano -a partir de 2005- se advierte una tendencia a la baja de este indicador,
comportamiento que se reproduce en el área rural a partir de 2007; pues, mientras que el
promedio nacional para 2009 fue de 11,0 por cada 1.000 niños nacidos vivos, el rango a nivel
de áreas geográficas oscila entre el 11,3 para el área urbana y el 9,9 para el área rural. Esta
situación pone de relieve la necesidad de priorizar las acciones en aquellas zonas y grupos que
muestran una situación de desventaja con relación al resto de la población.
En el Ecuador los servicios de salud se han concentrado principalmente en las ciudades más
importantes del país, mientras que las zonas rurales y las ciudades más pequeñas han quedado
en grave descuido, estos niveles de desarrollo desiguales han marcado discrepancias en las
condiciones de salud y nutrición de la población urbana y rural304.
La desnutrición es no solo un problema de salud pública en los países en desarrollo sino el
indicador más cercano de la pobreza de los grupos humanos. Impide el crecimiento físico y el
desarrollo intelectual de los niños y contribuye directamente a la mortalidad infantil en los
primeros cinco años de vida. La frecuencia de desnutrición es un indicador de resultado que
sirve para identificar grupos de intervención prioritarios de las políticas de salud y,
específicamente, a niños con alto riesgo de morbi-mortalidad. Refleja el grado de desarrollo de
un país; junto con las medidas de pobreza, es uno de los mejores instrumentos para describir
la situación socio sanitaria de la población y es una de las pruebas más sensibles de la
aplicación de políticas sociales integrales305.
304
MCDS, Agenda Social 2009 - 2011, Quito, 2010. 305
MCDS, SIISE, Quito, 2010.
235
La desnutrición ha sido, y continua siendo, una problemática relevante para la población
ecuatoriana. Respecto a la situación nutricional de los menores de 5 años, se evidencia que en
el 2010 la desnutrición aguda no constituye un problema relevante desde el punto de vista
poblacional ya que solo un 6% a nivel nacional mostró un déficit grave de peso para la edad, en
el área rural este indicador fue de 7% en comparación con el 5% registrado en el área urbana;
sin embargo, esto no significa desconocer la existencia de conglomerados poblacionales en
situación de riesgo social en donde la desnutrición adquiere proporciones significativas.
La situación es diferente respecto a la desnutrición crónica, valorada por el déficit de la talla
para la edad, ya que en el 2010 se determinó que, a nivel nacional, el 23% de menores de 5
años sufren desnutrición crónica (el indicador en el área rural es de 33% comparado con el
16% en el área urbana). Sin embargo, en la última década la desnutrición crónica disminuyó,
pues la tasa nacional pasó de 31% a 23%, siendo la población menor de 5 años del área urbana
la más aventajada ya que el indicador disminuyó en 7 puntos porcentuales. Por su parte, los
niños de las zonas rurales continúan en desventaja, pues a inicios de la década 4 de cada 10
niños padecían desnutrición, en el 2010 la tienen 3 de cada 10, con lo cual se evidencia que las
políticas alimentarias deben centrase en las zonas rurales para proteger a la niñez que allí
habita.
Fuentes de datos: UISA, UASB (modelización de la desnutrición en base a: INEC, división político administrativa 2010, INEC Censo de población y vivienda 2010, INEC, Encuesta de condiciones de vida 2006
Desnutrición crónica infantil / C1
Tipología de Desnutrición crónica Infantil por parroquia
Área Rural: 2006-2010
236
La situación nutricional en los países de la Región es un indicador más de las desigualdades
sociales; asimismo, la desnutrición infantil tiene una serie de consecuencias negativas en
distintos ámbitos. Entre ellas destacan los impactos en morbimortalidad, educación y
productividad, constituyéndose en uno de los principales mecanismos de transmisión
intergeneracional de la pobreza y la desigualdad.
Bajo esta argumentación, la desnutrición infantil es, al mismo tiempo, causa y consecuencia de
la falta de oportunidades de desarrollo para una parte importante de los niños y las niñas del
Ecuador. La desnutrición en la niñez menor de cinco años incrementa su riesgo de muerte,
inhibe su desarrollo cognitivo y afecta a su estado de salud de por vida. Atender a este
problema es condición indispensable para asegurar el derecho a la supervivencia y al
desarrollo de las niñas y niños, así como para garantizar el desarrollo del país.
Es necesario subrayar que en los promedios nacionales no se reflejan las grandes disparidades
existentes dentro de los países de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, la probabilidad de
que un niño que vive en una zona rural sufra de desnutrición global es entre 1,5 y 3,7 veces
más alta que en un niño que vive en zona urbana, y al menos 4 veces mayor entre niños
indígenas. Los países andinos y centroamericanos son claros ejemplos de esta situación306.
En el caso ecuatoriano, sobre la base de la información proveniente de la ENDEMAIN 2005, un
estudio del Banco Mundial307 estima que casi 371.000 niños menores de cinco años en el
Ecuador están con desnutrición crónica; y de ese total, unos 90 mil la tienen grave. Los niños
indígenas, siendo únicamente el 10% de la población, constituyen el 20% de los niños con
desnutrición crónica y el 28% de los niños con desnutrición crónica grave. Los niños mestizos
representan, respectivamente, el 72% y el 5% del total. El 60% de los niños con desnutrición
crónica y el 71 % de los niños con desnutrición crónica grave, habitan en las áreas rurales.
También se da una concentración muy elevada en las áreas de la Sierra, que tiene el 60 % de
los niños con desnutrición crónica y el 63 % con desnutrición crónica extrema. El 71 % de los
niños con desnutrición crónica provienen de hogares clasificados como pobres, lo cual se
aplica también al 81% de los niños con desnutrición crónica extrema.
306 CEPAL (2006). Desnutrición Infantil en América Latina y el Caribe en Desafíos: Boletín de la infancia y
adolescencia sobre el avance de los objetivos de desarrollo del Milenio, Número 2, CEPAL, UNICEF, UNICEF TACRO, Santiago de Chile.
307 Banco Mundial (2007). Insuficiencia Nutricional en Ecuador, Banco Mundial, Quito.
237
En el mismo estudio se afirma que se pueden encontrar diferencias grandes entre los grupos
socioeconómicos en la prevalencia de los resultados nutricionales: diferencias por sexo, raza,
residencia urbana o rural, región geográfica, altura, ingresos y nivel de pobreza de los hogares;
al respecto, algunas evidencias:
La prevalencia de desnutrición crónica es un poco mayor entre niños que entre niñas (el 24%
versus el 22,1%). Las tasas de desnutrición crónica extrema son muy similares para los dos
grupos. Los niños indígenas tienen una probabilidad mucho mayor de tener desnutrición
crónica (46,6%) y desnutrición crónica grave (16,8%) que los de cualquier otro grupo racial. Los
niños negros tienen las menores probabilidades de tener desnutrición crónica (14,2%) y los
niños blancos tienen la mayor probabilidad de ser obesos (5.5%). Las cuatro regiones
geográficas principales del país, Costa, Sierra, Amazonía y Archipiélago de Galápagos
presentan tasas muy diferentes de malnutrición. Los niños que viven en la Sierra,
particularmente en la Sierra rural y en Quito, tienen probabilidades mucho mayores de
registrar desnutrición crónica (31,9%) o desnutrición crónica grave (8,7%) que los niños en la
Costa (15,6% y 3,4%, respectivamente). La Amazonía se encuentra en el medio (22,7% y 7,4%).
Las provincias ubicadas en la Sierra tienen tasas uniformemente elevadas de desnutrición
crónica en comparación con el resto del país. Cinco provincias, Zamora Chinchipe en la
Amazonía y Tungurahua, Cañar, Bolívar y Chimborazo en la Sierra, tienen tasas por encima del
40 %. Cotopaxi, Imbabura y Azuay, también en la Sierra, tienen tasas mayores al 30 %. Todas
las provincias de la Costa y Galápagos se encuentran por debajo del promedio nacional.
Los niveles de ingresos y pobreza también están correlacionados con los resultados
nutricionales. En el quintil inferior de la distribución de los ingresos, el 30% de los niños tiene
desnutrición crónica y el 9% desnutrición crónica grave. En el quintil superior, solamente el
11,3% tiene desnutrición crónica y el 1,9% desnutrición crónica grave. De modo similar, entre
los hogares clasificados como pobres, el nivel promedio de desnutrición crónica es del 27,6 % y
la desnutrición crónica extrema es del 8,1%; mientras que para hogares no pobres, las cifras
son de 16,15% y 2,8%, respectivamente.
En esta perspectiva, la vulnerabilidad nutricional debe analizarse en función de dos
dimensiones que interactúan: una atribuible a las condiciones que presenta el entorno
(natural, social y económico) y otra relativa a la capacidad y voluntad (individual y colectiva) de
contrarrestarlas.
En abril del 2011 el Gobierno puso en marcha una estrategia para combatir la desnutrición
infantil. Mediante el Programa “Acción Nutrición” se busca llegar a la meta de desnutrición
cero en niños y niñas desde su gestación hasta los cinco años de edad. Esta política de estado
238
intersectorial pretende disminuir las dramáticas cifras de desnutrición infantil presentes en
todas las provincias del país, particularmente en las de la Sierra Centro: Chimborazo, Cotopaxi,
Tungurahua y Bolívar.
Para combatir la desnutrición, precisa el programa, se debe comenzar a actuar en el embarazo
de la madre, insistir en los seis meses de lactancia materna exclusiva, en la alimentación
complementaria al seno materno a partir de los seis meses de edad, en el acceso a agua
potable y saneamiento básico, en la producción de productos alimenticios y en lograr una
cultura alimenticia de la población.
Debido al origen multicausal de la desnutrición infantil, las políticas y programas de seguridad
alimentaria y nutricional deben convertirse en políticas de Estado, con una visión integral y de
largo plazo. Particularmente para el caso de la desnutrición crónica, se requiere de años de
trabajo con continuidad de enfoques. Una prioridad es focalizar las intervenciones en niños y
niñas menores de 3 años y en mujeres embarazadas y en períodos de lactancia, quienes se
encuentran en momentos críticos de vulnerabilidad nutricional dentro del ciclo de vida.
En este marco, se presenta un conjunto de lineamientos de política, algunas de
implementación relativamente rápida y otras de más largo plazo que han tenido efectos
positivos en países de la Región308:
Promover la lactancia materna (exclusiva hasta los 6 meses de vida), facilitando condiciones laborales apropiadas para la mujer trabajadora con hijos lactantes.
Mantener y mejorar los programas de fortificación de alimentos con micronutrientes, que han probado ser altamente costo efectivos en la reducción de rezagos en salud, aprendizaje y productividad.
Proveer y promover el consumo de suplementos alimentarios para mujeres embarazadas y en período de lactancia, y para niños y niñas lactantes y en edad preescolar.
Promover y mejorar las prácticas alimentarias basadas en productos originarios y tradicionales, con alto contenido nutricional, tomando en cuenta la diversidad cultural y étnica.
Establecer programas de transferencias monetarias y de alimentos para poblaciones en extrema pobreza, o de ambos, como contraprestación por asistencia a servicios de
308 CEPAL (2006). Óp. Cit.
239
atención primaria de salud y educación, trabajos comunitarios, capacitación, alfabetización y otros.
Fortalecer las acciones de prevención, sobre todo por medio de programas de información, educación alimentario-nutricional y comunicación respecto de buenas prácticas de cuidado infantil, higiene, desparasitación, alimentación saludable, manipulación y conservación de alimentos, focalizados en los grupos más vulnerables.
Mejorar la calidad de la inversión y gestión de los servicios de educación y salud, a objeto de acrecentar la cobertura y elevar la calidad de la oferta para alcanzar mayores niveles de seguridad alimentaria y acceso a la salud; mejorar la infraestructura de agua potable y saneamiento en zonas marginales, a fin de disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades relacionadas con la desnutrición.
Facilitar a las familias más vulnerables el acceso a activos productivos relacionados con la tierra, el equipamiento y el financiamiento, junto con programas de mejoramiento de suelos, manejo del agua, almacenamiento y acciones que profundicen la capacidad asociativa y de industrialización de los procesos, a fin de aumentar la productividad y diversificación de la producción, especialmente en la agricultura de subsistencia.
Mejorar los procesos productivos de los bienes alimentarios mediante la inversión en nuevas tecnologías, capacitación e higiene, sobre todo en lo referente a la manipulación de alimentos en el comercio y en el interior del hogar, y con efectivos sistemas de control sanitario para proteger a los niños y niñas de las enfermedades originadas en las distintas fases de producción y distribución.
10.6. Vivienda
En la Agenda Social 2009 - 2011 se explicita que “un elemento fundamental, y pilar de la
política social, es el de garantizar a toda la población el acceso a un hábitat seguro y saludable,
a una vivienda digna, independientemente de la situación social y económica de cada familia,
asegurando así, espacios del buen vivir para los habitantes”309.
El proceso de urbanización de la sociedad ecuatoriana comienza a dinamizarse, en el siglo
pasado, con la industrialización sustitutiva y los cambios en el régimen latifundista de la tierra.
Empiezan las migraciones de las personas de las áreas rurales hacia las áreas urbanas,
buscando empleos y acceso a servicios. Ese proceso se fortalece en los años 70 y se concentra
particularmente en Quito y Guayaquil, donde se han configurado concentraciones barriales
humanas periféricas que, en general, por el maldesarrollo institucionalmente programado,
309
MCDS, Agenda Social 2009 - 2011, Quito, 2010.
240
pasan a ser focos de marginalidad social. El crecimiento urbano ha sido desordenado, por no
decir caótico, impulsado por la ocupación humana espontánea de suelos suburbanos,
densificando a la ciudad, con graves impactos ambientales; procesos acompañados por el
crecimiento natural de la población. Todo lo cual aumenta las filas de las personas que
demandan puestos de trabajo, vivienda y servicios sociales En un plazo de 10 años, ciudades
como Samborondón, Montecristi y Tarapoa llegaron a duplicar la población que tenían en
2001. El resultado es un 62,77% de población urbana en 2010 en Ecuador.
Muchos conglomerados calificados urbanos son esencialmente “ciudades rurales”, como
Vínces, Palestina, San Lorenzo, etc., para las cuales no existe un paradigma de “urbanismo”
sustentable que permita gradualmente el despliegue del Buen Vivir. Son conglomerados
humanos que crecen rápidamente, en general, reproduciendo los patrones de las grandes
urbes, pensando que las ciudades pueden expandirse sin límites y en forma continúa en el
territorio, transformando el espacio y creando difíciles problemas de abastecimiento de los
servicios esenciales: agua, sumideros de desechos, vivienda, transporte, saneamiento básico,
etc. Este proceso tiende a reducir las zonas rurales, aumentando la capacidad de carga
ambiental que roba sostenibilidad ecológica. La gestión de las “ciudades rurales” reproduce las
ambigüedades propias de las grandes urbes, afectando la realidad ambiental del entorno. No
existe una imagen integral del territorio y los procesos socioeconómicos rurales que configuran
a las “ciudades rurales” donde se combina la exclusión social y la segregación ambiental,
producto también de políticas públicas locales de tipo clientelar, cortoplacista, populistas. Se
requiere una política cultural de buen vivir urbano-rural tendiente a construir habitabilidad
sustentable.
El último Censo de Población y Vivienda informa que el déficit de unidades habitacionales fue
de alrededor de 700.000 en el 2010.310 Sin embargo, existe un déficit cualitativo (deficiencias
que presentan fallas constructivas, hechas con materiales precarios, inseguras, etc.) superior al
millón de unidades habitacionales a nivel nacional, de las cuales un 26% se ubican en las áreas
rurales. Hacia el 2006, el porcentaje de hogares que vivía en condiciones de hacinamiento311
fue del 18,9%, mientras que en el 2011 llego a 11.2%, lo que significa una reducción de 8
puntos porcentuales, disminuyendo las brechas en el área urbana, en 7 puntos porcentuales y
en 10 puntos en las zonas rurales. A pesar de una notable disminución del hacinamiento en el
310
El déficit cuantitativo define la diferencia entre el número de hogares que tiene un territorio y el
número de viviendas disponibles; no indaga en los aspectos inherentes a la calidad de la construcción o el
estado de conservación de la vivienda. 311
Ecuador ha acogido el criterio de que un hogar vive en condiciones de hacinamiento si tiene más de 3
personas por dormitorio. Este criterio es muy similar a otros utilizados en análisis de la disponibilidad de
vivienda en América Latina.
241
período 2006-2011, y considerando que esta reducción de brechas benefició a los estratos más
pobres, todavía, una de cada tres familias ecuatorianas viven hacinadas.
El despliegue del Buen Vivir requiere reflexionar sobre el concepto de habitabilidad, en el
contexto del cambio climático y la emergencia de una nueva matriz productiva y energética,
más allá del confort, enfatizando los factores de convivencia ciudadana, salud, entendimiento,
identidad, seguridad, y una sociabilidad respetuosa y solidaria.312
Al considerar la evolución de los indicadores de agua potable313 y disposición adecuada de
excretas314 a nivel nacional, se advierte que durante los últimos seis años existe un incremento
paulatino de la cobertura de infraestructura básica; en el caso del agua por red pública este
indicador aumenta en 4 puntos porcentuales (72,7%), y en el sistema de eliminación de
excretas 6 (82,3%). La cobertura del servicio de agua por red pública muestra diferencias entre
áreas geográficas, mientras en el área urbana 9 de cada 10 hogares tienen acceso a este
servicio, en el área rural acceden al mismo apenas 3 de cada 10 hogares en el 2011. Cabe
destacar la reducción en la brecha urbano-rural de la cobertura de infraestructura básica; en el
año 2006 el acceso a agua entubada por red pública en el área urbana era 3,4, veces mayor
que en el área urbana; esta relación se redujo a 2,7 veces para el año 2011. En el caso del
acceso a eliminación de excretas, la brecha se redujo de 2,3 a 1,8 veces entre el 2007 y 2011;
sin embargo, la cobertura de infraestructura básica relacionada con el servicio de disposición
adecuada de excretas evidencia bajos niveles de cobertura y amplias brechas urbano-rurales,
tal es así que el 96.3% de los hogares del área urbana y apenas 54.6% en el área rural acceden
a este servicio.
Los cambios indicados en la cobertura de infraestructura básica se explican por la inversión
social efectuada por el actual Gobierno en materia de desarrollo urbano y vivienda, pues una
gran parte del presupuesto devengado del MIDUVI en los años 2007 - 2010 se ha invertido en
la entrega de bonos de vivienda nueva y de mejoramiento. Entre el 2007 y 2011 se han
entregado a nivel nacional 186.308 bonos de vivienda, de los cuales el 64% se han dirigido a los
hogares del área rural y urbano marginales y el 26% a los del área urbana del país.
312
Debido al cambio climático, cada vez más la calidad de la vivienda, será un mayor determinante calidad de la salud; se requiere pensar a las soluciones habitacionales desde nuevos paradigmas, sostenibles y sustentables. 313
El acceso a agua entubada por red pública se refiere al número de viviendas abastecidas por agua de la red pública a través de tubería, expresado como porcentaje del total de viviendas. 314
La disposición adecuada de excretas se refiere al número de viviendas conectadas a la red pública de alcantarillado o pozo séptico, expresado como porcentaje del total de viviendas.
242
En definitiva, durante los últimos seis años la población ha accedido a viviendas de mejor
calidad, las tasas de hacinamiento han disminuido, mientras que el porcentaje de viviendas
con acceso a infraestructura básica se han incrementado. Pese a ello, existe todavía un gran
desafío en el sector rural del país. En perspectiva, debemos combinar el hábitat, la
arquitectura sustentable y la cultura y prepararnos para enfrentar el futuro.
El problema del desarrollo urbanístico equitativo del presente es el de continuar pensando en
mejores soluciones habitacionales, sin nuevas concepciones de habitabilidad; la política
pública se queda normalmente en intervenciones dirigidas principalmente al aumento en la
inversión en infraestructura física. Algunos de los desafíos en esta área son315:
Debemos actualizar, democratizar y mejorar la calidad de los Planes de Ordenamiento
Territorial, para gestionar de manera sustentable al entorno rural y proteger la fertilidad de los
suelos, agredidos por las ocupaciones espontaneas o los negocios inmobiliarios. El acceso
equitativo a la vivienda rural debe ser garantizado, las prácticas especulativas deben ser
eliminadas y el diseño o reconstrucción gradual de la morfología de los asentamientos
comunitarios rurales, deben ser culturalmente definidos. Urge incorporar al proceso de cierre
de brechas en vivienda, la prevención y la reducción del riesgo, pero también la conservación
del paisaje y el respeto a la identidad.
10.7. Inversión y Gasto Social 316
En términos generales, si la política social está concebida para ser sustentada por diversas
fuentes de financiamiento, el gasto público constituye su principal sostén y promotor,
consecuentemente el gasto social hace referencia al “conjunto de erogaciones que sirven para
iniciar, sostener y ampliar las acciones de la política y la gestión social”317. Bajo esta
argumentación, la inversión social ha experimentado un importante crecimiento durante los
últimos 5 años. Tomando como referencia el monto de inversión como porcentaje del
Producto Interno Bruto (PIB), la cifra de 2011 (9%) duplica a la cifra registrada en 2006 y
prácticamente triplica la alcanzada en el año 2000, con lo cual se advierte que, desde una
315
GRUPO CHORLAVÍ – FIDAMÉRICA (2004). Infraestructura y Desarrollo Rural en Boletín Intercambios, Año 4, Número 43. 316
La información sobre la Inversión Social proviene del Ministerio de Finanzas y del Banco Central del Ecuador. 317
Taller de Medición del Gasto Social en el Ecuador, MCDS-CEPAL-GIZ, Quito, noviembre 2011.
243
perspectiva basada en la creciente socialización del producto económico, el gasto social ha
crecido con el PIB y se ha constituido en una prioridad absoluta del gasto público.
3%
4%
5%
4% 4%
5% 5%
6%
7%
8% 8%
9%
0
2
4
6
8
10
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
ECUADOR: GASTO SOCIAL COMO PORCENTAJE DEL PIB
Gasto Social como % del PIB
Fuente: Ministerio de Finanzas, SIGEF; Banco Central del Ecuador, Boletines Estadísticos Mensuales
Los mismos comportamientos se registran si se comparan los montos de inversión social
respecto al Presupuesto General del Estado (PGE) y el gasto social per cápita, pues el gasto
social al ser una proporción del presupuesto público se relaciona con los ingresos del Estado y
con la capacidad fiscal de este para sustentarlo. Respecto al PGE, aproximadamente una cuarta
parte del mismo está orientado a la inversión social a partir del año 2008, en tanto que
respecto el gasto social per cápita se ve un incremento sustancial en dicho rubro, el mismo que
pasó de US$ 148 en 2006 a US$ 395 en 2011 y se ha proyectado US$ 408 para el 2012. No cabe
duda que el gasto social ha posibilitado reducir los niveles de pobreza, principalmente debido a
la focalización del mismo en las poblaciones más vulnerables.
Por el lado institucional, el presupuesto total de las instituciones del sector social318
prácticamente se triplicó entre el 2006 y el 2011, pues pasó de US$ 1.980 a US$ 5.727 millones
318
Las Instituciones del Sector Social consideradas son los Ministerios de Educación, Salud Pública,
Inclusión Económica y Social, Desarrollo Urbano y Vivienda, Coordinador de Desarrollo Social,
Relaciones Laborales, Secretaría Nacional del Migrante y Corporación de Finanzas Populares.
244
de dólares. Específicamente, el presupuesto del MINEDUC ha crecido en más del 100% y el
correspondiente al MSP se ha triplicado, con lo cual el gasto de los hogares en educación y
salud ha sido sustituido por recursos del Estado de manera significativa; en forma adicional, el
presupuesto del MIES se ha cuadruplicado y el del MIDUVI casi se ha triplicado si se compara
los presupuestos del año 2011 con relación a los del 2006.
Sobre la base de la información expuesta, se advierte que a partir del 2007 la estrategia de
desarrollo ha sido objeto de planificación y que la política social, considerada en términos de
su desarrollo, también ha sido objeto de la planificación socioeconómica. No obstante, estos
significativos recursos destinados a la inversión social no deben canalizarse a sistemas
administrativos e institucionales que presentan graves ineficiencias y rigideces en términos
organizativos y laborales, pues la inversión social en estas condiciones, correría el riesgo de
reducir su impacto o ser desviada de sus fines reales, es decir, a la reducción de las profundas
inequidades sociales que todavía caracterizan al país.
10.8. Caracterización de la mano de obra rural
10.8.1. Empleo
A finales de 2011 la Población Económicamente Activa (PEA) del Ecuador ascendía a 6’647.203
personas, de las cuales el 67% se encontraba en el área urbana y el 33% en el área rural,
porcentajes que se han mantenido constantes durante los últimos 5 años319. En forma
complementaria, si se analiza la presión de la Población en Edad de Trabajar (PET) 320sobre el
mercado laboral -a través de la tasa de participación global321- se advierte que el tamaño
relativo de la fuerza de trabajo representa el 55% a nivel nacional, urbano y rural; no obstante,
se advierte que este indicador evidencia una tendencia a la baja en el área rural a partir del
2007, lo que ocasiona una menor contribución de la PEA en la PET, es decir, existen más
personas que han cambiado su condición de actividad pasado de ocupadas o desocupadas a
inactivas.
319
INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), varios años. 320
La PET está constituida mayormente por la Población Económicamente Activa (PEA), comparada de
la Población Económicamente Inactiva (PEI). 321
La tasa de participación global (TPG) constituye un indicador ocupacional que se utiliza para
cuantificar el tamaño relativo de la fuerza de trabajo y se define como la relación porcentual entre la PEA
y la PET.
245
La transición de la condición de actividad indicada se corrobora al analizar el comportamiento
de la tasa de ocupación bruta322 que mide como porcentaje a las personas en edad de trabajar
que tienen empleo. Asimismo, se advierte una disminución de este indicador en el área rural
durante los últimos 5 años, pues entre el 2007 y el 2011 se constata una disminución de 8
puntos porcentuales, estas variaciones reflejan de manera general la demanda y supresión de
puestos de trabajo que el desempeño de la economía va generando.
10.8.2. Subutilización de la Mano de Obra
Un logro evidente del actual Gobierno, en el ámbito de la oferta de mano de obra, tiene que
ver con el manejo de la economía en el contexto de crisis económico- financiera en los países
desarrollados sufrida desde el 2008,323 lo cual se ve reflejado en la disminución de las tasas de
desempleo y subempleo a nivel nacional, urbano y rural.
Según el INEC, en el 2011 el desempleo urbano en el Ecuador ha caído al 5,1%. Esta cifra se
encuentra por debajo de la media estimada por organismos internacionales (CEPAL y OIT) para
América Latina que se encontraba en 6,8%. Por su parte, en el área rural el desempleo llega al
2,4%, evidenciándose una disminución en relación al 2009 donde la tasa de desempleo alcanzó
el 3,6%. Sobre la base de estas cifras se puede concluir que el desempleo en el Ecuador, al
igual que en varios países de la región, es un fenómeno netamente urbano.
Gráfico 21
Desempleo por áreas geográficas
322
La tasa de ocupación bruta (TOB) es la relación porcentual de las personas ocupadas y la PET. 323
De acuerdo al FMI (2009). “La economía mundial atravesó un período de inestabilidad financiera sin
precedentes en 2008–09, que estuvo acompañada de la peor desaceleración económica mundial y del
colapso más marcado del comercio internacional en muchas décadas” Informe Anual 2009.
246
En cuanto a las tasas de subempleo, si bien existen disminuciones en sus niveles, se advierten
asimetrías en el ámbito geográfico. En el área urbana, el subempleo pasó de 50, 5% en el 2009
a 44,2% en el 2011; por su parte, en el área rural en el mejor de los casos el subempleo afecta
a 3 de cada 4 personas que forma parte de la fuerza de trabajo (75,9% en el 2011), es decir casi
duplica el nivel de subempleo registrada en el área urbana. En otras palabras, existen
1’664.121 personas que habitan en el área rural y que trabajan o tienen un empleo, pero están
dispuestas y disponibles para modificar su situación laboral a fin de aumentar la duración o la
productividad de su trabajo.
Gráfico 22
Porcentaje de subempleo por áreas geográficas
247
50,2 48,8 50,547,1
44,2
78,0 77,0 78,976,1 75,9
27,8 28,2 28,5 28,9 31,7
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
2007 2008 2009 2010 2011
URBANO RURAL BRECHA
Fuente: INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Varios años
En definitiva, la noción de subutilización de la mano de obra -alimentada por personas
desempleadas y subempleadas- es un fenómeno del mercado laboral ecuatoriano que afecta
directamente a los trabajadores del área rural, pues 4 de cada 5 personas son subutilizadas en
términos laborales y se desempeñan en trabajos de muy baja productividad, mostrándose
inflexible frente a otros factores como el crecimiento de la economía o la reducción de la
pobreza.
Gráfico 23
Subutilización de la mano de obras por áreas geográficas
56,3 56,1 58,453,2
49,3
81,0 80,1 82,578,8 78,3
24,7 24,0 24,1 25,629,0
0
20
40
60
80
100
2007 2008 2009 2010 2011
URBANO RURAL BRECHA
SUBUTILIZACIÓN DE LA MANO DE OBRA POR ÁREAS GEOGRÁFICAS(porcentaje)
Fuente: INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Varios años
248
El contexto del empleo rural en el Ecuador, al igual que en los países de la Región, es complejo:
industrias y agricultura comercial modernas, productivas y de gran rentabilidad coexisten con
un sinnúmero de actividades rurales de pequeña escala, tradicionales y de subsistencia, de
carácter temporal y sin la debida protección social.
Reforzar la institucionalidad laboral es una de las claves para reducir pobreza y mejorar la
distribución de los ingresos en las áreas rurales, se necesita poner una prioridad política
fundamental en generar una institucionalidad laboral que resguarde los derechos de los
trabajadores, fomente la creación de empleos dignos, formales y con protección social,
además de ampliar las capacidades de los trabajadores mediante educación y capacitación
laboral.
Algunos países en desarrollo, fundamentalmente de Asia, han conseguido reducir rápidamente
la pobreza mediante una mayor productividad agrícola. Se han obtenido mejores resultados al
mejorar los procesos, el almacenamiento, el transporte, y el acceso a los mercados internacio-
nales desde el ámbito local, y mediante la capacitación de los recursos humanos. Iniciativas de
gran envergadura, como el Pacto Mundial para el Empleo (2009), incluyen componentes de
índole rural, animando a los mandantes a reconocer el valor de la agricultura y la necesidad de
contar con infraestructura, industria y empleo rural. El empleo rural es el primer elemento
clave de la “hoja de ruta” para la puesta en marcha del Pacto Mundial para el Empleo en
África.
Para enfrentar este desafío es preciso que las políticas rurales se adapten a cada contexto y
estén integradas, que reflejen las características y el potencial local, y aborden los déficits más
graves; además, tienen que estar interrelacionadas con respecto a las inversiones, los incenti-
vos, la infraestructura, las instituciones del mercado laboral, las calificaciones, la iniciativa
empresarial, las condiciones de trabajo, la protección social, los derechos laborales y la
representación de los trabajadores y los empleadores, con el objeto de defender los intereses
locales y orientar las estrategias y los recursos nacionales hacia las zonas rurales. Se debe
prestar especial atención a los jóvenes y a las mujeres, que son los verdaderos “impulsores”
del desarrollo rural (pese a que su contribución sea ampliamente infravalorada), es
indispensable contar con enfoques integrales que promuevan la participación activa de los
jóvenes y las mujeres, a fin de desarrollar su capacidad, ayudarles a hacer oír su voz e
incrementar su aportación a la agricultura productiva, las agroindustrias y demás ocupaciones
afines.
En 2008, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó una Resolución relativa a la promo-
ción del empleo rural para reducir la pobreza en la que se hace hincapié en los aspectos del
249
empleo en el desarrollo rural, así como en las normas del trabajo, la protección social y el
diálogo social, señalando su interrelación y su naturaleza sinérgica, y haciendo un llamado a la
coordinación y la cohesión en los países interesados. En el ámbito del trabajo rural, la prioridad
general de la OIT324 es el desarrollo de la capacidad; ello supone:
fortalecer los sistemas de recolección de datos rurales e idear metodologías para la
realización de encuestas periódicas;
impulsar la inclusión de la dimensión rural en las políticas nacionales de empleo;
mejorar los enfoques de desarrollo económico locales, incluido el perfeccionamiento
de las cadenas de valor rurales;
promover y apoyar la creación y el mantenimiento de infraestructura con un alto
coeficiente de empleo en las zonas rurales;
ayudar a desarrollar las calificaciones locales basándose en la demanda, y ampliar los
sistemas nacionales de formación a las zonas rurales;
facilitar la creación de cooperativas en las zonas rurales;
promover la iniciativa empresarial adaptada a las pequeñas y medianas empresas y a
las microempresas rurales;
concebir soluciones de microcrédito y micro- seguros rurales;
reforzar la protección social, inclusive a través de códigos de prácticas sobre salud y
seguridad en el trabajo;
promover la extensión de la legislación laboral a todos los trabajadores rurales;
llevar a cabo análisis orientados a la acción sobre temas de actualidad, tales como los
programas de garantía del empleo, las políticas del mercado de trabajo y la pobreza
rural, el impacto de los biocombustibles en las empresas y el empleo, y la utilización de
las remesas de los inmigrantes;
promover el empleo rural y los enfoques integrados para el trabajo decente en la
cooperación técnica;
brindar orientación práctica acerca de temas técnicos a través de informes de política;
elaborar guías y material de formación, por ejemplo, sobre inspección del trabajo rural
y enfoques integrados para el empleo rural y el trabajo decente;
facilitar el acceso a las herramientas pertinentes de la OIT en materia de empleo rural,
incluidos los temas relacionados con la iniciativa empresarial, la orientación
324 Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa (2008).
250
profesional, el desarrollo de las calificaciones, la seguridad social en el trabajo, el
VIH/SIDA, los grupos desfavorecidos, y el fortalecimiento de los interlocutores sociales.
10.8.3. Trabajo Infantil
A pesar que la comunidad internacional lo ha condenado en términos claros e inequívocos y de
que muchos países lo han declarado ilegal, el trabajo infantil sigue existiendo en el Ecuador. La
escasa inversión pública en políticas que favorezcan el desarrollo de los niños, la poca o nula
coordinación que tradicionalmente ha existido entre las políticas sociales en relación con el
trabajo infantil, así como las debilidades de los organismos responsables de su control y
protección han incidido para que el trabajo infantil se constituya históricamente en una lacra
social.
La incidencia del trabajo infantil ha experimentado una importante caída en los últimos 5 años.
A nivel nacional el porcentaje de niños y adolescentes, entre 5 y 17 años, que trabajan bajó
entre 2006 y 2011, del 17,0% al 5,8%; este mismo comportamiento se advierte en el área
urbana, donde la tasa llegó en el 2011 a 3,2% en comparación con el 9,0% registrada en el
2006 y 10,3% alcanzada a inicios de la década del 2000, esto en respuesta a las políticas de
abolición del trabajo infantil y el mayor acceso al sistema educativo.
En el área rural se advierte que entre el 2001 y 2006 se registran las mayores tasas de trabajo
infantil, incluso detectándose en este último año que 3 de cada 10 niños entre 5 y 17 años se
encontraban trabajando. La pobreza es indudablemente la principal fuerza motriz del trabajo
infantil en el área rural, un factor permanente asociado ha sido el fenómeno migratorio que ha
dado como resultado la desestructuración de muchas familias con lo cual los ingresos, que
provienen del trabajo de los niños, se consideran cruciales para su supervivencia o para la de la
familia ya que han debido asumir tempranamente varios roles de las personas adultas.
A partir del 2007 la incidencia del trabajo infantil en las zonas rurales disminuye en niveles
importantes, encontrándose que en 1 de cada 10 niños todavía se encuentran trabajando a
finales del 2011. Las propias familias campesinas son un factor principal ya que muchos niños
ingresan temprano en el mercado laboral sin calificación alguna y se convierten en
trabajadores no remunerados de las empresas familiares y/o unidades de producción
agropecuaria que dependen de la mano de obra familiar para sobrevivir.
La problemática del trabajo infantil en las áreas rurales se complementa con la siguiente
información para el 2011: del total de niños entre 5 y 17 años, el 5,8% estuvo dedicado a
251
tareas laborales y asistió a la escuela, el 4,4% trabajó y no estudió, el 6,1% ni trabajó ni
estudió, mientras que el mayor grupo, el 83,6% estudió y no trabajó325. Sobre la base de estos
indicadores, se advierte claramente que la erradicación del trabajo infantil debe constituirse
en uno de los pilares fundamentales para la política social.
El significado del trabajo infantil en el medio rural podrá comprenderse con más facilidad si se
aprecia que, junto con el retraimiento experimentado por la mano de obra rural, se ha
producido un aumento porcentual de la fuerza laboral de los menores en el campo. Una de las
modalidades habituales de inserción de los niños en las actividades laborales es el trabajo
junto a los padres, sobre todo en aquellas familias en que los adultos perciben un salario por
un trabajo a destajo. Esta modalidad de trabajo con incorporación de niños es muy frecuente
en ciertas actividades de la cosecha y en los primeros procesamientos de ciertos productos
agrícolas, en floricultores y horticultores.
Los niños se incorporan a realizar actividades a una temprana edad, primero para cuestiones
relacionadas con el mantenimiento del hogar, como el cuidado de los más pequeños del
núcleo familiar. A los seis o siete años, los niños comienzan a colaborar en la cosecha de
productos agrícolas; a los once o doce años comienzan sus tareas aplicando agroquímicos; a
los trece o catorce años, ya trabajan regularmente en las quintas, aunque ya antes y durante
los meses en que se agota lo producido por la cosecha, el menor sale de su hogar para realizar
“cachuelos” en otras cosechas.
Una de las consecuencias que el trabajo precoz tiene sobre los niños se refiere a los peligros
para su salud ante el uso frecuente de sustancias peligrosas para ella y la escasa protección
que los menores utilizan en aquellas tareas. Otras consecuencias se refieren a las
deformaciones que sufren los menores al exponer su cuerpo en desarrollo a esfuerzos físicos
prolongados y excesivos. Las consecuencias también se sienten en el desempeño escolar, los
hogares declaran que realizan esfuerzos para que sus hijos asistan regularmente a la escuela,
pero estos intereses se ven dificultados en épocas de cosecha. Las escuelas de las zonas rurales
informan que los niños generalmente se atrasan en la escuela, por lo que finalmente terminan
desertando.
En esta panorámica se debe hacer referencia a la ausencia de indicadores que midan la real
magnitud del trabajo infantil en el medio rural. No es tan sólo un problema de los
instrumentos de medición, sino que también se relaciona con las características que asume el
trabajo de los niños en las tareas agrícolas, muchas veces adquieren características que hacen
325
INEC, Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Quito, 2011.
252
difícil su percepción; en particular, puede hablarse de la invisibilidad de estas tareas, por
cuanto la prestación de servicios alejados de las ciudades, distantes de rutas o accesos, o en
lugares impenetrables, imposibilita el conocimiento de la situación existente. Pero también se
da una suerte de naturalización de sus formas, pues, para las familias rurales, por la tradición
cultural, es algo natural que sus hijos menores ayuden en las tareas laborales de los adultos y,
muchas veces, se considera que la pobreza y el trabajo manual es parte de su destino, que
trabajando desde niño se aprenderá mejor el trabajo de sus padres, valorizándose como más
favorable (costo de oportunidad) este tipo de formación que la que puedan recibir en la
escuela.
En forma complementaria, la mano de obra infantil es más barata no sólo por la exigencia de
un menor salario, sino fundamentalmente porque al ser ilegal, solo puede darse en el sector
informal o no tradicional y, en consecuencia, sobre la remuneración no deben cargas sociales
ni administrativas, ni seguros computables. Las normas jurídicas son pensadas y desarrolladas
para el ámbito urbano; de igual manera, los planes y programas sociales han apuntado a los
sectores urbanos con el objeto de maximizar beneficios con el menor costo posible. El sector
rural es uno de los caracterizados como invisibles, como aquellos a los que no puede llegar
ninguno de los servicios de inspección. La relación no permanente en el ámbito rural
constituye la circunstancia que más favorece el trabajo infantil. Es de difícil constatación ya
que los períodos de duración de este tipo de relación laboral son muy cortos; pueden ser de
horas o días y, al igual que en el sector urbano, la precarización de las relaciones laborales se
ha incrementado en forma constante.
El trabajo de los niños se da en el marco familiar. Sólo excepcionalmente los menores de 14
años trabajan sin los padres. La gran mayoría de las actividades rurales que involucran familias
cuyos niños y niñas trabajan son del tipo intensivo y estacional. Esto se traduce en contratos
precarios, de escasa duración y con gran concentración de trabajadores. La remuneración es
medida por el rendimiento, esto implica que no existe una remuneración individual para el
niño, sino que el fruto de su tarea es contabilizado en el conjunto de su familia y pagada a
quien la encabeza. La pobreza genera trabajo infantil que impide la educación y la calificación,
siendo a su vez causa de nueva pobreza.
10.9. Opciones de política
Las tendencias y comportamientos descritos en los apartados precedentes se enmarcan en los
cambios y transformaciones que presenta la política social en el Ecuador durante la última
décadas; cambios y transformaciones inducidas por las tensiones que generó la apertura e
integración a lógicas globales de reproducción económica y social y donde la política social se
253
convirtió en una agregación desarticulada de programas sociales, muchos de ellos
redundantes, sin parámetros de gestión o de eficiencia que permitieran establecer escalas de
calificación, que definieran líneas incrementales de innovación y desarrollo institucional.
Actualmente, el Ecuador -en procura de institucionalizar la política social- asiste a una
transición desde el tradicional modelo asistencialista e intervencionista del Estado, hacia un
modelo en el cual éste asume un rol regulador y de orientación estratégica del desarrollo.
En este contexto, al interior de la Estrategia del Buen Vivir Rural (EBVR), la política de
protección social debe asegurar a la población en situación de pobreza condiciones mínimas de
sobrevivencia, en la perspectiva de contribuir al mejoramiento de sus condiciones de vida de
manera estructural y permanente; la política de desarrollo humano debe brindar servicios de
salud y educación a la población para contribuir a la acumulación de capital humano, mejorar
las condiciones de vida y eliminar los mecanismos de reproducción intergeneracional de la
pobreza; y, la política de inclusión productiva debe promover la generación de empleos dignos
para la población, a través de la transferencia de activos productivos, la dinamización de las
capacidades productivas locales y la formación y capacitación de los recursos humanos.
En el diagnóstico se ha evidenciado que la definición de estrategias y programas en el ámbito
rural no ha sido suficiente para consolidar una política coherente de reducción de la pobreza y
de desarrollo social. La experiencia empírica indica que la identificación de prioridades de
política debe ser una tarea consensuada que incluya una amplia participación ciudadana a fin
de dotarlas de suficiente legitimidad.
En definitiva, la definición de las opciones de política social debe contextualizarse en dos líneas
de estrategia, vinculadas entre sí, para impulsar el diseño de una política social coherente, con
capacidad de alcanzar logros de equidad, eficacia y sostenibilidad. Una de carácter sectorial,
que vincule la política social con otros ámbitos de la política pública (política fiscal, fomento y
reactivación productiva, competitividad, innovación y desarrollo tecnológico); y, otra de
carácter intrasectorial, que vincule aspectos específicos de intervención de la política social en
una lógica orientada a proteger a la población vulnerable, promover el desarrollo humano y
mejorar las condiciones de inclusión y reactivación productiva de la población en condiciones
de pobreza.
10.9.1. Definición y objetivos de los ejes que agrupan la propuesta de políticas de la
dimensión social
254
Al interior de la dimensión social se han definido cuatro ejes transversales que han recuperado
la visión de lo público con el fin de universalizar los servicios básicos y han consolidado las
rectorías y fortalecimiento de la institucionalidad y del servicio público. En forma
complementaria, han permitido establecer reformas legales adecuadas a la nueva Constitución
y han consolidado varias políticas sectoriales e intersectoriales del sector social.
Protección Social
El sistema de Protección Social está orientado a reducir la vulnerabilidad de la población y a
mejorar su calidad de vida, en particular para las personas más desprotegidas. Ello implica
garantizar el acceso a un nivel de ingreso mínimo para la población en situación de
vulnerabilidad y pobreza, creando condiciones básicas necesarias para desarrollar las
capacidades y la autogeneración de ingreso. En el Sector de Inclusión Económica y Social se
establecen políticas liberadoras e incluyentes que protegen y promueven los derechos de los
grupos de atención prioritaria y dan oportunidades económicas y sociales a la población
excluida para reducir la desigualdad.
Educación
La educación constituye un derecho social básico que permite orientar el desarrollo individual,
potenciar la inclusión y construir ciudadanía. Las políticas planteadas en este Sector se
orientan a conseguir una educación universal, gratuita y de calidad con un enfoque transversal
de género, generacional, intercultural, de inclusión y ambiental; específicamente, se pretende
universalizar la cobertura de los servicios educativos y mejorar progresivamente la calidad de
la educación en todos los niveles y modalidades.
Salud
Con enfoques transversales de género, generacional e interculturalidad se pretende alcanzar
los objetivos de salud con excelencia, equidad, calidad y eficiencia. Sus objetivos se enmarcan
en la necesidad de aumentar el nivel de cobertura y mejorar la infraestructura física y
equipamiento y en establecer un sistema económico social, solidario y sostenible suscitando
cambios en los patrones de consumo para generalizar hábitos saludables y solidarios. Los ejes
que agrupa la propuesta de este Sector se orientan a garantizar la atención integral de salud
gratuita y oportuna para los usuarios en cada ciclo de vida, fortalecer la prevención, el control
y la vigilancia de la enfermedad y fomentar entornos saludables.
Vivienda
255
Un elemento fundamental al interior de la política social tiene que ver con el garantizar a toda
la población el acceso a una vivienda digna, independientemente de la situación social y
económica de cada hogar para garantizar espacios del buen vivir para los habitantes. El
mejoramiento de la calidad de la vivienda para la población, especialmente la más vulnerable,
se inscribe en una lógica de intervención en el territorio.
11. Componente: Sustentabilidad Ambiental y Derechos de la Naturaleza.
La Constitución de la República del Ecuador en el artículo 10, establece: La naturaleza será
sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución. En otros artículos
constitucionales se reconoce el respeto integral de su existencia, el mantenimiento y
regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos y el derecho a su
restauración326. Al referirse al régimen de desarrollo, la Constitución (Art. 276, numeral 4)
plantea la necesidad de “Recuperar y conservar la naturaleza y mantener un ambiente sano y
sustentable que garantice a las personas y colectividades el acceso equitativo, permanente y de
calidad al agua, aire y suelo, y a los beneficios de los recursos del subsuelo y del patrimonio
natural” 327.
El Plan Nacional del Buen Vivir establece el objetivo de “garantizar los derechos de la
naturaleza y promover un ambiente sano y sustentable” debido a que “Ecuador es un país
multidiverso en paisajes, relieves y recursos naturales. El patrimonio natural ecuatoriano es un
recurso estratégico de importancia nacional para el Buen Vivir, que debe ser utilizado de
manera racional y responsable, … el paisaje natural ecuatoriano, formado por áreas naturales,
agropecuarias y urbanas debe ser entendido como un solo territorio con diferentes usos y
vocaciones, conformado por recursos renovables y no renovables, cada uno con sus
particularidades específicas y una serie de presiones y conflictos que deben encontrar
soluciones integrales en cada intervención”328.
Ecuador es uno de los 17 países megadiversos del mundo. En su territorio existe la mayor
concentración de variedad de especies en relación a su superficie, albergando entre un 5 y
10% de la biodiversidad del planeta329 . Pero sus ecosistemas sufren presiones derivadas de
múltiples y complejos procesos: la alta densidad demográfica del país, el crecimiento urbano,
la frontera agrícola que presiona sobre tierras no aptas para cultivos y la actividad ganadera, la
326
Constitución de la República del Ecuador, Asamblea Nacional, 2009. 327
Ídem. 328
Plan Nacional del Buen Vivir, Versión Resumida, SENPLADES, Quito, 2010. 329
Ídem.
256
contaminación del agua y del suelo provocada por las actividades industriales, extractivas,
agroindustriales, y por las aguas servidas vertidas sin tratamiento, la destrucción del suelo por
afectaciones a la fertilidad, por la erosión natural y por procesos de deforestación y
desertificación, además de los riesgos naturales y el impacto caótico del cambio climático,
todo lo cual provoca una alta incidencia de inundaciones, deslaves, sequías, perjuicios sociales
y económicos.
En este contexto, las innovaciones constitucionales que definen a la naturaleza como sujeto de
derechos, el acceso al agua como derecho humano, el principio de prevalencia que opta por la
sustentabilidad, la imprescriptibilidad de acciones por daños ambientales, y la intangibilidad de
las áreas protegidas330, constituyen avances notables relativos al cuidado del ambiente para el
disfrute de las actuales y futuras generaciones. Sin embargo, también existen aberturas
legales en la Constitución al establecer el principio del “interés nacional” que permite las
actividades extractivas en las áreas protegidas.
Ecuador es suscriptor de múltiples tratados internacionales331, y actualmente están vigentes
numerosas leyes que protegen el medio ambiente332, incluyendo una compleja arquitectura
institucional que revela todo un sistema de ideas y reglas formales que orientan las decisiones
y las acciones de numerosos actores, pero que presenta diversos problemas de gestión,
reproduciendo vulnerabilidad. Como los problemas relacionados con la duplicidad de
funciones y la superposición de competencias, el deficitario nivel de aplicación de fiscalización
ambiental y de sanciones, la falta de claridad en la rectoría sectorial del agua y del suelo, y una
débil presencia de la institucionalidad pública nacional y sub-nacional en los mundos rurales.
La iniciativa gubernamental de poner en marcha un Plan Integral Ambiental Nacional (PIAN),l
liderado por el MAE en concertación con la SENPLADES y otras entidades del sector ambiental,
constituye una inédita oportunidad para crear mayor convergencia de política pública en los
territorios rurales, en un esfuerzo concertado con los GADs.
Este capítulo constituye el diagnóstico de la dimensión ambiental en el ámbito rural
ecuatoriano, con especial énfasis en la situación de la Agricultura Familiar Campesina (AFC);
330
Presentación de Ricardo Crespo Plaza, CEDA, Quito, 2010. 331
Como en los casos del Convenio de Diversidad Biológica, el Protocolo de Cartagena, el Convenio
sobre el Tráfico de Especies en Peligro de Extinción (CITES), el Convenio RAMSAR sobre humedales,
el Convenio Marco sobre Cambio Climático, el Protocolo de Kyoto, el Protocolo de Montreal y el
Convenio de Viena sobre el Ozono, entre otros. 332
Por ejemplo, la Ley de Prevención y Control de la Contaminación Ambiental, la Ley de Gestión
Ambiental, la Ley Forestal y de Conservación de Áreas Naturales y Vida Silvestre, la Ley de Galápagos,
el “TULAS”, el COOTAD, entre otras.
257
analiza los principales problemas ambientales de la ruralidad que afectan directa e
indirectamente a las familias campesinas, indígenas, afro-ecuatorianas, montubias y de
colonos333.
11.1. Dinámicas estructurales del medio ambiente rural
Entre las décadas de 1950 y 1990 cuatro grandes procesos concurren para configurar los
nuevos paisajes estructurales rurales: las reformas agrarias, la colonización que expande la
frontera agropecuaria, la dinámica agro-exportadora, y el descontrolado crecimiento urbano.
Estas dinámicas modifican la morfología del espacio geográfico rural y agropecuario, activando
la disminución de las formaciones vegetales naturales, la densificación poblacional y la gradual
saturación del espacio nacional334.
La dinámica que más ha caracterizado al modelo de acumulación en el agro ecuatoriano, ha
sido la agro-exportación de materias primas, base de la ecuación del poder rural. Grandes
extensiones de tierra tradicionalmente especializadas en monocultivos para la exportación;
banano, camarón, madera, flores y palma africana, principalmente. Los casos del cacao y del
café tienen una estructura agraria distinta, pero son también rubros importantes de
exportación. El otro proceso ambiental crítico, impulsado principalmente por la escasez
relativa de capital y trabajo, de la mano con la búsqueda del menor riesgo, se refiere a la
expansión de la ganadería extensiva vinculada al mercado interno de leche y de carne; el
incremento del hato bovino va acompañado del aumento de pastizales.
A partir de 1972 Ecuador ingresa en una matriz de crecimiento económico, el de la exportación
de petróleo, similar a lo que ocurre en el presente, que inaugura un patrón de explotación
minera a gran escala, principalmente de oro y cobre.
La combinación de los procesos dominantes de economía productiva rurales impactan de
forma variable en las familias y comunidades campesinas, transformando sistemáticamente su
función en las dinámicas ambientales rurales; los principales sistemas agropecuarios, al
artificalizarse, van disminuyendo su capacidad de reacción frente a los cambios del ambiente.
Carlos Larrea, a partir de sus investigaciones, concluye que “la frontera agraria se agotó hacia
1980, y la expansión de áreas cultivadas se ha dado después principalmente en zonas no
333
No constituye una línea de base, ni es un diagnóstico pormenorizado de la problemática ambiental en
el ámbito rural, es más bien un acercamiento cualitativo con limitados sustentos cuantitativos acerca de
las dinámicas de la Agricultura Familiar Campesina y el ambiente en el campo ecuatoriano. 334
Catalina Noroña, Estudio ambiental para el Plan Nacional del Buen Vivir Rural, SENPLADES-CTB.
258
sustentables”335 y sintetiza las principales amenazas sobre la pequeña producción agrícola en el
campo:
Expansión del gran capital vinculado al agro-negocio que tiende a excluir a los pequeños
productores.
Deterioro ambiental creciente: erosión y agotamiento de los suelos, falta de agua, expansión
vertical de cultivos hacia las zonas de páramos, y sobre suelos no apropiados de la Amazonia.
La falta de una política integrada de desarrollo rural en escala territorial.
Mapa 1:
Expansión de la frontera agrícola en Ecuador
Fuente: Carlos Larrea, Expansión de la frontera agrícola, Seminario FLACSO-
SENPLADES, marzo 2012.
El gráfico antes expuesto, muestra que la expansión de la frontera agrícola se realiza en buena
medida en suelos con limitaciones severas de fertilidad.
335
Carlos Larrea, Presentación en el Seminario sobre AFC, SENPLADES-FLACSO, marzo, 2012
259
El fenómeno de la expansión descontrolada de la frontera agrícola se vuelve complicado y
complejo con el proceso constante de pérdida de la tierra arable per cápita que se registra
invariablemente desde el 2008 que se tienen registros. Del 2000 al 2009 Ecuador ha perdido
miles de toneladas métricas de tierra vegetal, sumado a la pérdida de superficie forestal. Esa
erosión grave y moderada del suelo afecta principalmente a las tierras de cultivo y pone en
peligro la futura disponibilidad de alimentos. Se estima que para producir la cantidad
adecuada de alimentos se requiere un promedio de 0,5 hectáreas de tierra arable per cápita.
En Ecuador, tomando en cuenta la PEA vinculada a la agricultura, nos estamos rápidamente a
ese umbral, luego del cual seremos deficitarios. Las tierras andinas de ladera que están
desprotegidas, principalmente, son afectadas por los fuertes vientos y precipitaciones,
afectando al suelo vegetal que contiene materia orgánica. 336
Ecuador, como lo anotamos en el capitulo relacionado con productividad, dispone de muy
poca tierra arable adicional para la producción de alimentos, salvo que proceda a reconvertir
mucha de la superficie destinada a la ganadería extensiva a patrones sostenibles. Debido a su
topografía, solo en la Costa y en el Oriente es posible dedicar mayores extensiones de tierra
arable a la producción de commodities alimentarias, creando mayor disponibilidad per cápita.
La sierra ecuatoriana debe reflexionar sobre el modelo de agricultura que es sustentable para
el futuro. En todo caso, debemos prepararnos para un país que se urbaniza 337y nos acercamos
al umbral de disponibilidad de tierra arable per cápita, en el marco de un crecimiento
demográfico que llega al 1.4% anual.
Grafico 24
336
El análisis realizado por la SENPLADES coincide con el estudio realizado por el MAGAP a través de
las ERAS. La materia orgánica del suelo contiene mucha vida microscópica que opera reciclando los
nutrientes que demandan las plantas y posibilitan el cultivo. Se estima que 1m2 de tierra vegetal alberga
hasta 200 mil artrópodos y miles de millones de microbios . Una hectárea de buen terreno vegetal
contiene alrededor de 1.000 kilos de gusanos, 1.000 kilos de artrópodos, 150 kilos de protozoos, 1.700
kilos de bacterias y 2.700 kilos de hongos. ( Duery, Lilian 1996. Avances del Conocimiento", Editorial
Antártica ) 337
En América Latina, según la CEPAL, dos de cada tres habitantes viven en ciudades de 20.000 o más
habitantes y las metrópolis (de 1 millón o más habitantes) han aumentado de 8 en 1950 a 56 en 2010 y
concentran un tercio de la población.
260
La AFC viene siendo acosada por diversos intereses y poderes rurales que han generado y
generan diversas formas de perturbación ambiental, afectando su viabilidad, en especial por la
concentración de las mejores tierras en manos de pocos propietarios, el enfoque mono-
productivo de las políticas sectoriales, la promoción incontrolada de plaguicidas y fertilizantes
químicos, la extensión agrícola que promueven cultivos con variedades uniformes, las malas
prácticas productivas que conllevan el deterioro de los suelos, la disminución de los caudales
de agua y los problemas de contaminación, las políticas de crédito que fomentan la
ganaderización, el fraccionamiento de la tierra campesina, las relaciones asimétricas de
mercado, etc.
11.2. Modelos de acumulación en el sector rural: agro-exportación y extractivismo
La estructura de las exportaciones ecuatorianas aun muestra una alta dependencia con el
sector primario338, lo cual confirma que la reprimarización de la economía es una constante.
Esta tendencia, en un contexto de crisis económica global que tiende a aumentar los precios
del petróleo y demás commodities, se ha intensificado. Con lo cual la presión sobre los
338
SENPLADES, 2011.
261
ecosistemas tiende a ser más cruenta. Con la apertura de una nueva era de explotación minera
de gran escala, está propensión a buscar actividades que incrementan las exportaciones en el
sector primario tiende a profundizarse. Debemos frenar al extractivismo depredador, asegurar
un eficiente control estatal de la actividad minera, distribuir la renta petrolera en la solución
de los principales problemas nacionales.
Gráfico 25:
Serie histórica de exportaciones primarias e industrializadas
Fuente: SENPLADES, 2011.
Se puede afirmar, sin embargo, que el proceso de explotación petrolera se está acercando a su
fin, lo que demanda cambios en la matriz energética y productiva. Resulta previsible que en
apenas 10 años la producción de petróleo en el Ecuador muestre una tendencia clara de
decrecimiento339. El Plan Nacional del Buen Vivir –Versión Resumida (2010)- nos dice que la
explotación de los recursos no renovables deberán observar las mayores precauciones340. Se
reconoce la importancia del sector primario para la economía, y plantea que se debe
precautelar la protección del ambiente y la participación ciudadana para el control de estas
actividades. De manera especial, debemos empezar a pensar en nuestra agrobiodiversidad
339
Presentación de Antonio Gaybor, Quito, 2010. 340
“Un quinto de la superficie del territorio ecuatoriano posee importantes recursos naturales no
renovables: reservas petroleras, yacimientos minerales metálicos y no metálicos. Su explotación – con
todas las precauciones que se puedan implementar – tiene impacto ambiental, sin embargo es fundamental
en el funcionamiento de la sociedad y como fuente de divisas para el país. En este contexto, el Estado
ecuatoriano reconoce la importancia sustancial de estas actividades para la economía del país y considera
que deberán darse exigiendo el estricto cumplimiento de normas ambientales y reglamentos. Por su parte,
se ha comprometido a que los primeros beneficiarios de estas actividades productivas extractivas sean las
comunidades aledañas a los proyectos. Así también, es necesario implementar acciones para la
restauración, rehabilitación y remediación ambiental sobre las áreas extractivas existentes. Considerando
además la participación de las comunidades locales en las diferentes etapas de conceptualización y
ejecución de los proyectos, todas las obras estructurales del Estado deberán ser debatidas con la
comunidad a través de mecanismos como la consulta previa y otras formas de participación social”,
SENPLADES, PNBV, 2010.
262
como patrimonio natural, garantizar la soberanía alimentaria y también responder a la
demanda mundial de alimentos.
Gráfico 26:
Tendencia producción de petróleo
Ecuador
Producción Anual (miles de barriles/día)
0
100
200
300
400
500
600
1970 1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040
10Gb
9Gb
8Gb
Datos Históricos
Fuente: PPT, Antonio Gaybor Tobar, 2012.
En los siguientes cuadros se muestran las tendencias de crecimiento en la producción de
minerales en el Ecuador. En el primero sobre la producción, hasta el año 2007 y en el segundo
cuadro sobre la contribución de la minería a las exportaciones. Cabe observar el crecimiento
de este rubro desde el año 2007 en adelante:
Cuadro: 15
Producción minerales (toneladas)
Mineral/Años 1998 2000 2002 2005 2007
Oro
Plata
Roca y piedra
Materiales construcción
Dióxido de carbono
0,003330
0,000000
3.743,09
29,23
0
0.00643
0.00000
3.932,52
31,46
0,02884
0,00615
0,00010
6.828,81
54,14
0.75227
0,01194
0,00028
6.926,28
68,63
0,58902
0,01027
0,00045
8.813,13
92,14
0,35892
Fuente: Dirección Nacional de Minería, Gestión de seguimiento y control minero.
Cuadro: 16
Contribución minería a las exportaciones (miles de dólares y %) Rubro/Años 2003 2005 2007 2008 2009 2010
Total exportaciones mineras
Total exportaciones
11.879
6.222.693
15.936
10.100.031
69.942
14.321.316
87.464
18.510.598
60.289
13.762.276
83.440
15.386.100
263
% exportaciones mineras/total 0,19% 0,16% 0,49% 4,47% 0,44% 0,54%
Fuente: Banco Central del Ecuador.
Si bien antes del año 2012 la minería artesanal o ilegal estaba ya extendida en diferentes
territorios del país, con las consecuencias negativas en cuanto a contaminación de suelos y
aguas superficiales y subterráneas, nuestra economía rural inaugura un capitulo inédito de
explotación minera a gran escala, con inéditos desafíos de orden ambiental y social, con lo cual
la conflictividad socio-ambiental será un tema crucial en los próximos años. Las nuevas
concesiones y contratos para explotación minera introducirán cambios muy importantes en el
ambiente y en las poblaciones rurales341.
En cuanto a la actividad agro-exportadora, el siguiente cuadro muestra la tendencia histórica
(2000- 2007) de la producción de palma africana que si bien introduce cambio industrial con la
producción de aceite y agrocombustibles, tiene un notable impacto negativo en la destrucción
de la floresta tropical:
Cuadro 16
Crecimiento de la producción de Palma Africana342
341
La actividad minera a gran escala produce problemas ambientales de alta consideración: la remoción
de la cobertura vegetal, la movilización de millones de toneladas de tierra, el procesamiento del mineral
con químicos altamente tóxicos, el uso de millones de metros cúbicos de agua para el trabajo de la mina,
la potencial contaminación de los cursos de agua y de los acuíferos, así como de los suelos y la presencia
de los daños y perturbaciones ambientales durante muchos años, incluso en tiempos posteriores a la
concesión. Todos estos pasivos ambientales constituyen problemas de magnitud que estarán presentes en
la zona de explotación mineral y que afectarán a las comunidades que habitan en las zonas cercanas. 342
Tomado de Diagnóstico socio ambiental elaborado por Catalina Noroña para el diseño de una
propuesta de PNBVR, SENPLADES-CTB, Quito, 2011.
264
Algunos datos muestran que la expansión de la palma africana es tan acelerada que ahora
cubre una mayor superficie que la ocupada por el banano.
Los grandes monocultivos, como ya se ha dicho, tienden a marginalizar la AFC, generan empleo
de baja calidad, promueven una agricultura altamente dependiente de insumos, en especial de
agro-tóxicos, destruyen el tejido social y en algunos de los casos ocupan zonas de alta
biodiversidad.
11.3. La gestión socio-política del territorio
El mundo rural ecuatoriano está constituido por territorios o paisajes culturales muy
politizados; a medida que “bajamos” a los territorios nos encontramos con estructuras de
poder relativamente rígidas. La institucionalidad pública ha enfrentado fracasados en algunos
de programas por no comprender esta realidad. Se asume una actitud instrumental, se
contrata un operador y se construyen obras sin mayor consideración de los impactos sociales,
culturales y ambientales.
Por ejemplo, no menos de un tercio de la población del Ecuador accede al agua de consumo
humano por intermedio de prestadores comunitarios del servicio, las llamadas Juntas
Administradoras de Agua Potable (JAAP). La acción pública que pretenda una acción eficaz de
rehabilitación de los sistemas de agua y saneamiento en el sector rural deberá trabajar de
manera concertada y en una gestión compartida con las JAAP, para mediar con los bloques de
poder presentes en las comunidades rurales. Es necesario que la oferta pública se ajuste a la
demanda concreta de la población local.
En el mundo rural ecuatoriano, se ejerce poder comunal y local sobre el territorio. Las familias
campesinas habitan de forma ancestral estos espacios y se organizan para su gestión. Cuentan
con normas consuetudinarias que les otorgan derechos y deberes, que no son comprendidas
por los marcos jurídicos nacionales. Se requiere gestión pública proactiva y democrática,
promoviendo un enfoque de cuidado y gestión compartida de los bienes comunes. En la
dimensión ambiental, este principio que combina derechos y deberes resulta trascendental, en
particular para la gestión de los páramos, suelos, el agua de consumo, las fuentes de agua, los
bosques, etc.
11.3.1. Zonas agroecológicas
265
A partir del análisis de la problemática estructural agraria y tomando como fuente los estudios
de Catalina Noroña343 a su vez sustentados en el informe realizado por Southgate-Whitaker
(1994) y por la propuesta del Herbario Nacional y de EcoCiencia (1999), información que ha
sido contrastada con datos más actualizados, se propone el análisis de la problemática
ambiental del sector rural ecuatoriano bajo una visión del territorio organizado según zonas
agroecológicas. Las zonas agroecológicas priorizadas son las siguientes: 344 Costa seca,
Cuenca del Guayas, Litoral Norte Estribaciones de los Andes Páramos y laderas del Norte Valles
del Norte, Sierras del Sur, Selva Alta, Selva Baja
Costa seca
Para la actividad agropecuaria esta zona requiere de sistemas de riego y es deficitaria en el
acceso a servicios de agua de calidad para consumo humano. Históricamente esta región sufrió
procesos importantes de deforestación. Se estima que solo queda un 1% de los bosques secos
originales. La actividad agrícola y ganadera son las principales causas de la destrucción del
ecosistema original. Se trata de una zona muy sensible a procesos de desertificación.345
En esta zona agroecológica, “la agricultura es de secano, como café, maíz y arroz. Donde existe
infraestructura de riego y corrigiendo la alcalinidad del suelo se ha cultivado: arroz, tabaco,
algodón, soya, ajonjolí, maíz, yuca, fréjol, tomate, pimiento, caña de azúcar, cítricos y
hortalizas. El cultivo con riego típico de esta zona de vida es el banano sobre todo en el área de
influencia que rodea a Máchala, el cual muchas veces es revertido a plantaciones de
cacao”346.Los monocultivos intensivos generan problemas ambientales por el uso de
agroquímicos; las fumigaciones aéreas que ocasionan problemas en la salud.
La cuenca del Guayas
La Cuenca del Guayas es una de las más ricas del planeta, pero tiene un complejo problema de
sedimentación. Los agroecosistemas y en general la actividad antrópica transformaron la
cobertura vegetal original de bosque en un ecosistema de sabana tropical. Los procesos de
deforestación agudizan la problemática de sedimentación en la Cuenca.
343
Diagnóstico socio ambiental elaborado por Catalina Noroña para el diseño de una propuesta de
PNBVR, SENPLADES-CTB, Quito, 2011. 344
Ídem. 345
“Las áreas protegidas que existen en esta zona son: Refugio de vida silvestre marino costero Pacoche,
Parque Nacional Machalilla, Reserva de producción faunística marina costera Puntilla de Santa Elena y la
Reserva Ecológica Arenillas. La mayoría de estas áreas protegidas son de reciente declaración y
enfrentan serios problemas de financiamiento y mantenimiento. 346
Ídem.
266
“El único remanente natural de vegetación nativa de la cuenca se puede encontrar en la
Reserva Natural Manglares Churute, la que se encuentra seriamente amenazada por la
frontera agrícola. Otras áreas protegidas de reciente creación son el Refugio de vida silvestre
manglares El Morro, Reserva de producción faunística manglares el Salado, Área Nacional de
Recreación los Samanes y Refugio de vida silvestre Isla Santa Clara”347.
La cuenca del Guayas es muy sensible a problemas críticos de inundaciones periódicas que con
el avance de la frontera agrícola y de la urbanización se convierten en severas amenazas a la
vida social y a la producción. Este problema de las inundaciones se ve acrecentado por el
cambio climático y por los procesos de sedimentación que afectan la profundidad natural de
los cauces de los ríos. Esta zona se basa en una agricultura intensiva, en la parte baja
especialmente de arroz y también de banano especialmente en la zona de Babahoyo.
Litoral norte
Los suelos en esta zona son frágiles y en general no son aptos para la agricultura. En términos
ecológicos el Litoral Norte es de una riqueza natural de excepción, posee el más importante
remanente de bosque húmedo tropical en la zona occidental del país, es parte del Chocó y su
riqueza fluvial también es relevante. La principal actividad económica que genera grandes
perturbaciones ecológicas es la explotación maderera y mono cultivos como los de la palma
africana. La explotación maderera es sobre todo del bosque nativo, antes que de plantaciones
forestales.
Las condiciones de saneamiento ambiental son críticos y el acceso a servicios, especialmente
de agua, eliminación de excretas y de tratamiento de aguas residuales es marginal.
“Las áreas protegidas que existen en esta zona son: Reserva Ecológica Manglares Cayapas
Mataje, Reserva Marina Galeras San Francisco, Reserva Ecológica Mache Chandul, Refugio de
vida Silvestre la Chiquita, Refugio de vida Silvestre El Pambilar y Reserva Ecológica Cotacachi
Cayapas”348.
Un problema adicional que sufre esta zona es la contaminación hídrica ocasionada por los
derrames de hidrocarburos, dada la presencia de la Refinería de Esmeraldas. En síntesis, la
explotación forestal en el bosque nativo, la deforestación causada por el cultivo de la palma
347
Ídem. 348
Ídem.
267
africana, y la afectación a los manglares por la actividad camaronera, constituyen problemas
ambientales críticos en esta zona de alta biodiversidad.
Estribaciones de los Andes
Los suelos de las estribaciones tienen limitado valor para las actividades agrícolas y ganaderas,
sin embargo, se trata de una zona en la que la expansión de la frontera agrícola y la
fragmentación de la tenencia generan severos problemas. Sin la cobertura forestal estas zonas
son proclives a procesos de erosión y esto sumado al efecto de las lluvias produce riesgos
naturales por la presencia de deslaves. Los programas de reforestación en décadas anteriores,
privilegiaron la plantación de eucalipto lo cual ha contribuido al deterioro de los suelos.
“Las siguientes áreas protegidas no se extienden solamente en esta zona de vida, sino también
llegan hasta otras zonas de la Sierra Central. Es así que tenemos las siguientes zonas de
conservación: Reserva Ecológica Cotacachi Cayapas, Reserva Ecológica Cayambe Coca, Parque
Nacional Llanganates, Reserva Ecológica Antisana, Parque Nacional Sangay, Reserva Ecológica
Los Ilinizas”349.
En algunas estribaciones de los Andes, especialmente en el Sur, se presentan actividades de
minería artesanal, altamente contaminante. Adicionalmente, por procesos previos de
colonización, en las estribaciones se practica la agricultura y la ganadería. Puesto que es una
zona de altas pendientes, los procesos erosivos provocados por la agricultura son también
importantes. Esto contribuye a una falta de regulación en las laderas de las aguas de
escorrentía y se produce sedimentación e inundaciones aguas abajo.
Páramos y laderas del norte
Los páramos son ecosistemas tropicales de altura o de alta montaña que se encuentran entre
los bosques nublados andinos y los glaciares. Los páramos cumplen una función de regulación
hídrica, pues actúan como esponjas que conservan el agua y la sueltan poco a poco. Puesto
que los páramos poseen suelos volcánicos y en su subsuelo existe alta cantidad de materia
orgánica, por lo cual constituyen una reserva muy importante de carbono, estos suelos son
aprovechados para la agricultura, con efectos muy perniciosos al ambiente.
El mayor problema de estas zonas es su uso inadecuado y la consiguiente erosión. Agricultura
en páramos y laderas, así como el pisoteo y ramoneo del ganado destruyen los suelos y la frágil
349
Ídem.
268
cobertura vegetal. Por efecto de estos procesos erosivos, los páramos pierden su función de
retención hídrica lo que sumado al cambio climático y a la progresiva desaparición de los
glaciares, produce problemas a los caudales hídricos y, en especial, en lo relativo a la
conservación de las fuentes de agua.
“Según un estudio de EcoCiencia de 2001, en el Ecuador existían 1’599.989,4 ha., de páramo,
que representaban el 6,2% del territorio nacional. Actualmente existen 1’309.764,2 ha.350.
La AFC tiene especialmente en el sub-páramo un espacio muy importante de vida y de
producción. Resulta fundamental que la tendencia a subir la cota de la frontera agrícola sea
detenida a tiempo. El cambio climático produce un efecto pernicioso al hacer más benigno el
clima de mayor altura, generando posibilidades climáticas para que se desarrollen cultivos por
encima de los 3.600 m.s.n.m.
Valles del norte
Esta zona agroecológica ha sido transformada históricamente por los procesos acelerados de
urbanización y por la actividad agrícola. Sus suelos son muy ricos, pero dada la intensa
actividad agrícola, pecuaria, agro-industrial y por el poblamiento urbano, la contaminación
hídrica y del suelo, constituyen problemas ambientales importantes.
Los valles del Norte, fueron espacios de una reforestación con especies exóticas,
especialmente eucalipto y pino, lo cual no ha contribuido a procesos de restauración ecológica.
“Las áreas protegidas en esta zona son pocas, y se encuentran ubicadas en zonas de
amortiguamiento de actividades agrícolas, las zonas son: Reserva Ecológica Cayambe Coca,
Reserva geobotánica Pululahua, Refugio de Vida Silvestre Pasochoa”351.
En esta zona coexisten los procesos productivos de haciendas ganaderas, actividades
industriales, procesos artesanales peri-urbanos, AFC y urbanismo, y una actividad importante
de exportación como es el caso de la floricultura.
350
Las áreas protegidas que se encuentran en esta zona de vida son: Reserva Ecológica el Ángel, Reserva
Geobotánica Pululahua, Parque Nacional Cotopaxi, Área Nacional de Recreación el Boliche, Reserva
Ecológica los Ilinizas, Reserva Ecológica Antizana, Reserva de Producción Faunística Chimborazo,
Parque Nacional Sangay y el Parque Nacional Cajas. Muchas de estas áreas protegidas se cruzan con
otras zonas de vida” Ídem. 351
Ídem.
269
Sierras del sur
Los suelos son de un volcanismo antiguo y la topografía es irregular. También se encuentran
suelos muy deleznables, especialmente en zonas de Azuay y de Cañar. Todo esto hace que
estos suelos tengan límites para la agricultura. Se trata de suelos degradados en varias zonas
de las provincias de Loja, Azuay y Cañar.
“En la sierra sur solo se encuentra el Parque Nacional Cajas; los parques nacionales
Podocarpus y Yacuri, pertenecen más a las estribaciones orientales de los Andes y a la
Amazonía Alta. En consecuencia en esta zona existe un vacío de conservación”352.
En esta zona se encuentran los mayores yacimientos de minerales e importantes concesiones.
También está presente la minería artesanal con los consiguientes problemas de contaminación
tanto de agua como del suelo. La principal planta de hidro-energía del país, Paute y Mazar, se
encuentra en esta zona.
Selva alta
Es una zona con suelos frágiles, donde ha entrado la colonización con actividades
especialmente de ganadería extensiva, que presiona al bosque para su conversión en
pastizales. También es importante la explotación forestal. Se trata de una zona muy rica en
recursos hídricos cuyas aguas alimentan principalmente las vertientes orientales o amazónicas.
En esta zona se encuentran principalmente las siguientes áreas protegidas: “Reserva Ecológica
Cofan Bermejo, Reserva Ecológica Cayambe Coca, Parque Nacional Sumaco Napo Galeras,
Reserva Ecológica Antisana, Parque Nacional Llanganates, Parque Nacional Sangay, Parque
Nacional Podocarpus”353.
Otra actividad de importancia en la temática ambiental es la minera y también recibe el influjo
nocivo de la actividad petrolera.
Selva baja
En la Selva Baja se presentan los suelos poco profundos que no deben ser usados para la
agricultura. Pero también existen llanuras y terrazas aluviales con suelos fértiles y donde se
asientan los cultivos de palma africana.
352
Ídem. 353
Ídem.
270
Los procesos de deforestación por el avance de la colonización motivada en parte por la
actividad petrolera, las palmicultoras, la explotación petrolera en sí misma y la ganadería
extensiva, constituyen las principales amenazas al ecosistema. Esta es la zona de bosque
húmero tropical remanente más importante del país, y uno de los más megadiversos del
mundo. Es territorio de vida de pueblos y nacionalidades indígenas, algunas de ellos no
contactados.
“Reserva de producción Faunística Cuyabeno, Parque Nacional Yasuní, Parque Binacional El
Cóndor, Parque Biológico El Quimi, Refugio de Vida Silvestre el Zarza. Las dos primeras áreas
protegidas son de importancia nacional, pero sin embargo enfrentan serios riesgos. A
pesar que el Parque Nacional Yasuní es el epicentro de varias iniciativas sustentables, el
parque enfrenta serios problema de explotación de madera y con el peligro constante de la
explotación petrolera”354.
11.4. Problemáticas ambientales
A continuación se presentan de forma muy resumida los principales problemas ambientales
que afectan al mundo rural y en especial a la Agricultura Familiar Campesina - AFC. Por esto se
han priorizado los temas de suelos, agua, saneamiento ambiental, cobertura vegetal, cambio
climático y riesgos naturales.
11.4.1. Suelos: fertilidad, erosión, contaminación
Los suelos se caracterizan por su capacidad de albergar y reproducir la vida; la pérdida del
suelo y su fertilidad no es otra cosa sino la destrucción de esa capacidad. Para los campesinos
el suelo y el agua constituyen elementos fundamentales para reproducir su modo de vida y su
subsistencia. Tanto la seguridad alimentaria como la convivencia social rural dependen de
manera prioritaria del acceso a la tierra y a suelos de calidad.
La fertilidad de los suelos es un tema crucial para la productividad agropecuaria. Las
dificultades que tienen las familias campesinas para mejorar su productividad y niveles de
ingresos están directamente relacionadas con las limitaciones en el acceso a la tierra, con los
intensos procesos de producción en pequeñas parcelas, las prácticas productivas, y el
consiguiente agotamiento o fatiga de los suelos. A su vez, las limitaciones económicas de la
AFC impiden una reinversión eficiente en el mejoramiento de la fertilidad o en una gestión
354
Ídem.
271
sustentable que permita mantener la riqueza bio-química de los suelos. Si los suelos
campesinos no están bien nutridos, los campesinos generalmente sufren de desnutrición.
Con el fraccionamiento de los terrenos se hace cada vez más difícil la aplicación de la rotación
de cultivos y el descanso de las parcelas, esto sumado a la aplicación de agro-químicos,
produce en poco tiempo una mayor fatiga de los suelos. Además, los pequeños campesinos
confrontan las consecuencias del cambio climático que aumentan los riesgos de pérdida y
degradación de los suelos por erosión e inundaciones. Algunos campesinos indígenas nos han
informado que el calentamiento de la tierra incide en la ampliación de los cultivos en los
páramos; en todo caso los calendarios agrícolas han cambiado.355 Será necesario apoyar a los
campesinos a recuperar la fertilidad de sus suelos y ampliar prácticas y técnicas de cultivo
“climáticamente inteligentes”, combinando el conocimiento ancestral con el moderno, hacia
una agricultura sostenible. Desafortunadamente, en el Ecuador las prácticas más extendidas
de conservación de suelos se han centrado en aspectos físicos y químicos356.
En el Ecuador hacen falta estudios pormenorizados sobre la fertilidad y apenas se encuentran
investigaciones sobre zonas muy específicas. Los mayores estudios sobre suelos se realizaron
en el país durante las décadas de 1980 y 1990357. El IPGH (Instituto Panamericano de Geografía
e Historia) cuenta con un mapa general de la capacidad – fertilidad de los suelos del Ecuador,
pero los datos están desactualizados.
En la sierra central y sur y en el litoral manabita se expresan problemas de fertilidad y erosión
de los suelos tal como aparece en el gráfico siguiente. La cuenca del Guayas –de las más
fértiles del mundo- enfrenta riesgos de salinización por el aumento del nivel del mar, problema
asociado al cambio climático. La pérdida de fertilidad en los territorios que aportan a la
soberanía alimentaria obedece, principalmente, a su excesiva explotación, altas dosis de
abonos químicos. La erosión es causada por una combinación de “agentes naturales” como
vientos, lluvias, pendientes, etc., y malas prácticas productivas. Debido a la pobreza, el
descanso de los suelos es una práctica poco frecuente en muchas comunidades campesinas,
particularmente en las zonas agroecológicas más bajas.
355
Carlos Jara (2010) Informe de visita al Cantón Chunchi y Colta. IICA-MCDS. 356
CONDESAN, Ecosuelos: investigación para un manejo más productivo y sostenible de los suelos
andinos, Propuesta para un Proyecto de investigación PROMSA. 357
FLACSO, GEO-ECUADOR, 2008, Estado del Suelo, Quito,
272
Las ERAS del MAGAP realizaron un estudio que incluyó el análisis de 9.200 muestras de suelos
de todo el país. El 47% de dichas muestras arrojaron un resultado deficiente en materia
orgánica. Hay suelos pobres en nitrógeno, potasio y fósforo358.
Gráfico 26:
PH de los suelos en el Ecuador
PROMEDIO Litoral Sierra Amazonia Galapagos Nacional
Muy ácido 20,4 19,1 13,3 15,7 17,1
Ácido 16,2 11,1 18,7 8,0 13,5
Media. Ácido 21,3 20,3 27,0 23,0 22,9
Liger. Ácido 16,6 19,1 15,0 10,6 15,3
Prac. Neutro 14,3 19,2 14,6 17,3 16,4
Neutro ,0 0,2 ,7 0 ,2
Lige. Alcalino 9,1 8,0 7,5 13,3 9,5
Media. Alcalino ,0 0,0 ,1 0 ,0
Alcalino 1,9 2,5 2,8 11,2 4,6
Requiere Cal ,1 0,4 ,5 ,7 ,5
Fuente: MAGAP, ERAS, 2011
El gráfico, antes descrito muestra las deficiencias de los suelos en relación a la acidez de los
suelos, a la fijación de nitrógeno y a la presencia diferenciada de fósforo, potasio y de materia
orgánica. El crecimiento demográfico ha obligado a incorporar nuevas tierras a la agricultura,
llevando al uso más intensivo de los suelos.
358
Entrevista a Mauricio Proaño, Director de las Escuelas de la Revolución Agraria (ERA) del MAGAP,
marzo, 2012.
273
En el mapa presentado a continuación, también aportado por las ERAS, se identifica una
amplia superficie del Ecuador con una fertilidad media y baja, lo cual constituye un serio
problema para la agricultura y en especial para la AFC, más todavía cuando los pequeños
productores poseen parcelas muy pequeñas, muchos de ellos en tierras marginales.
Mapa 2:
Fertilidad de los suelos en el Ecuador y ubicación de las ERAs
Fuente: MAGAP, ERAS, 2011.
274
Junto a la fertilidad, el problema de la erosión de suelos es crítico en el ámbito rural. Las
causas inmediatas de la erosión tienen que ver con la expansión de la frontera agrícola en
suelos no aptos, la acción de las lluvias y del viento, el trabajo con maquinaria agrícola en
zonas de ladera lo cual produce una pérdida notable de suelo, y en general, las técnicas
inadecuadas de labranza. A todo esto deben sumarse los procesos ecológicos naturales de
desertificación.
En el estudio elaborado por Sandra Jiménez Noboa del Observatorio de Política Ambiental
(CTT-USFQ-Fundación Carolina) de julio de 2011, “se evidencia que 37.5 mil Km2, que
representan 15% del total de la superficie nacional, se encuentra en erosión activa o muy
activa. Las provincias de mayor incidencia y grados de erosión están concentradas en la región
de la sierra, Azuay, Loja y Chimborazo, que representan porcentajes de 6%, 8%, y 4%
respectivamente. En la región costa, la zona de mayor prevalencia de este fenómeno está en
las provincias de Manabí (28%), Esmeraldas (13%), y Guayas (6%)”.En ese mismo estudio se
presenta una gráfica de la incidencia de la erosión provincial.
Gráfico 26
Porcentaje provincial de erosión muy activa y activa
Fuente: NEWVI. Elaboración: Sandra Jiménez Noboa, CTT-USFQ-Fundación Carolina
En el siguiente mapa se visualiza la intensidad de erosión del suelo en el Ecuador, graficando
un nivel mayor de degradación del suelo en la región interandina:
Mapa 3:
Intensidad de erosión del suelo en el Ecuador359
359
Sandra Jiménez Noboa, CTT-USFQ-Fundación Carolina, Julio 2011. Fuente NEWVI.
275
Fuente: Observatorio Política ambiental.org
En el mismo estudio se identifican a los cantones con mayores problemas de erosión:
Gráfico 26
En términos generales puede decirse que la AFC requiere de asistencia técnica y financiera
para enfrentar los problemas de la fertilidad y de la erosión de los suelos, y para esto se
requiere de una transición hacia prácticas agrícolas con base ecológica, para sostener y
aumentar los rendimientos sin agroquímicos; la ciencia agroecológica posibilita mejorar la
productividad de forma sostenible, enfatiza la innovación mediante el interaprendizaje entre
276
campesinos.360 Hay que realizar un gran esfuerzo para recuperar la fertilidad de los suelos
procesando materia orgánica, de manera que pueda ser transformada en materia asimilable.
Contaminación del suelo
En este campo el Ecuador no dispone de información actualizada. Sin embargo, los datos sobre
el limitado tratamiento de aguas residuales y la falta de disposición adecuada de residuos ( la
práctica de depositar los desechos sólidos urbanos a cielo abierto y sin tratamiento alguno) ,
pasando por el uso indiscriminado de plaguicidas, provocan contaminación en los suelos
agrícolas del Ecuador. A esto debe sumarse la contaminación causada por las actividades
petroleras y mineras.
Desde el punto de vista agrícola, el problema más crítico de contaminación constituye el uso
de agro-químicos. Los agricultores en muchos casos no hacen un uso adecuado de estos
insumos provocando problemas graves de contaminación del suelo y cultivos, pero también de
las personas que aplican estos productos. La incorporación de insumos externos generalmente
ocurre en las zonas de mayor potencial productivo, buscando mayor competitividad en
rendimientos, teniendo como contrapartida la degradación de los suelos, el empobrecimiento
de la diversidad genética, comprometiendo la calidad y cantidad de los recursos hídricos.
“Algunos de los impactos directos que se pueden observar al aplicar este tipo de plaguicidas
son la generación de organismos resistentes que al largo plazo requieren de mayores dosis de
aplicación del mismo producto o la variación por un producto mayormente tóxico, la
persistencia ambiental de residuos tóxicos lo cual transforma la estructura compositiva del
suelo impidiendo el libre desarrollo de los recursos naturales que requieren ser cultivados
sobre el mismo terreno. La contaminación de recursos hídricos que implica una seria
degradación de la flora y fauna; este tipo de contaminación se produce en tanto los cursos de
agua reciben desde el aire la caída del producto o cuando se descarga residuos tóxicos por el
lavado de envases o equipos directamente a las flujos hídricos”361.
“También es importante tener en cuenta efectos laterales de este impacto (…), en esta
medida, la contribución indirecta producida por lixiviación (infiltración) de productos, caída
por desniveles y por contaminación de suelos. Las aguas contaminadas expanden el tóxico a la
flora y fauna produciendo la muerte de especies, el aumento de la intoxicación humana, la
360
Miguel Altieri (2002). Agroecology: The science of natural resource management for poor farmers in
marginal environments. Agriculture, ecosystems and environment. 361
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, Plan del Buen Vivir Rural,
2011.
277
pérdida del curso de agua como recurso utilizable y la probable contaminación de las
reservas hídricas (acuíferos)”362.
11.4.2. Agua de consumo humano y saneamiento
Hemos afirmado anteriormente que el agua es un derecho fundamental del ser humano, es
deber del Estado garantizar su adecuado uso y distribución, priorizando el consumo humano a
otros usos, entre los que se encuentran el riego, la soberanía alimentaria y otras actividades
productivas para lo cual es necesario un adecuado control de la contaminación de todas las
fuentes hídricas”363. El criterio de prelación, presente en la Constitución, establece la máxima
prioridad para el agua de consumo humano entre los usos consuntivos y no consuntivos.
“En cuanto a disponibilidad de recursos hídricos, el Ecuador es un país privilegiado. Sin
embargo, la distribución de la escorrentía en el interior del territorio es irregular lo que
provoca zonas con gran déficit, el cual se agrava en el caso de grandes concentraciones
urbanas y la escasa conciencia ciudadana sobre su adecuado manejo y preservación. La
estrategia territorial busca lograr el manejo integrado y sustentable del agua en cada una de
sus cuencas hidrográficas tanto para consumo humano como para riego y generación de
energía. Además, implementar soluciones para minimizar los impactos de las descargas de
desechos líquidos y contaminantes sobre cauces naturales”364.
11.4.2.1. Disponibilidad del agua
La SENAGUA cuenta con información sobre disponibilidad del agua365. Esta información en
términos de caudales establece un total nacional a nivel continental de 8.917 metros cúbicos
por segundo; la cifra aportada es el resultado de la suma de las disponibilidades de agua cruda
provenientes de las cuencas hidrográficas tanto del Pacífico como de la cuenca amazónica.
Está extendida la visión de que el país cuenta con abundantes recursos hídricos. Si bien en
términos absolutos, esto puede tener un fundamento, en cambio en términos de acceso y
distribución del agua, la situación es muy asimétrica. Zonas con mucha agua y zonas con poca
agua, se arrastran viejos problemas de distribución y de falta de acceso a agua de calidad;
problema que se ve agravado por el hecho de que la demanda de agua aumenta entre dos y
362
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, Plan del Buen Vivir Rural,
2011. 363
PNBV, Versión Resumida, SENPLADES, 2010. 364
PNBV, Versión Resumida, SENPLADES, 2010. 365
Ver Anexo 1.
278
tres veces más rápido que la tasa de crecimiento demográfico.366 En algunas regiones la falta
de agua no es el problema, sino su uso ineficiente, la pérdida efectiva del agua disponible, la
contaminación de los acuíferos que toma miles de años para recuperarse; son muchas las
enfermedades de la población rural causadas por el consumo de agua insalubre.
“El territorio nacional se divide en 31 Sistemas Hidrográficos, conformados por 79 cuencas.
Estos sistemas corresponden a las dos vertientes hídricas que naciendo en los Andes drenan
hacia el Océano Pacífico en un número de 24 cuencas, la cual representan 123.243 Km2, con
un porcentaje de superficie del territorio nacional de 48,07%; y en un número de 7 hacia la
Región Oriental, la cual enmarca una área de 131.802 Km2 y que representa el 51,41% del
territorio nacional. La superficie insular aledaña al continente es de 1.325 Km2, que
representa el 0.52% del territorio nacional. Los aportes totales de la red hidrográfica nacional,
con un error del 30% probable, son de 110 billones de m3 por año en la vertiente del Océano
Pacífico y de 290 billones de m3 por año en la vertiente Amazónica. Existe una gran
heterogeneidad de la distribución espacial de los caudales en las diferentes regiones
geográficas del Ecuador, dado por las diversas condiciones físico-climáticas imperantes en el
territorio nacional. El grado de uso del agua subterránea en el Ecuador es bajo”367.
En relación a los usos del agua, las cifras mundiales de distribución son aproximadamente las
siguientes: “Del agua accesible en el mundo, aproximadamente, tan solo el 10% sirve para el
consumo humano, el 20% se usa en la industria y el 70% para la agricultura”368.
“De acuerdo con el CNRH, el riego absorbe el 81,1% del agua para usos consuntivos, y respecto
a su importancia económica, el valor de la producción bajo riego se estima en el 70% de la
producción agrícola total, lo que indica que la productividad de las tierras bajo riego es
aproximadamente cinco veces mayor a las que no tienen acceso al mismo (CNRH, 2002). Las
actividades de irrigación que demandan en promedio 13.000 m3 de agua por ha al año (CNRH,
2002: 30), obtienen el recurso principalmente de fuentes superficiales, las cuales suministran
alrededor del 99% de la superficie bajo riego, misma que según datos del 2006, es de 899.000
ha (CNRH, 2006 b). Cabe mencionar que esta superficie regada equivale solamente al 30% del
total potencial regable del país, que abarca 3,1 millones de has (CNRH, 2002). Los principales
impactos que generan las actividades agrícolas sobre los recursos hídricos están relacionados
con los escurrimientos de agua utilizada para el riego, y que regresa a los cauces hídricos
366
Según el Foro Mundial del Agua. Japón. 367
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, Plan del Buen Vivir Rural,
2011. 368
La gestión comunitaria del agua para consumo humano, Foro de los Recursos Hídricos, CAMAREN,
marzo, 2012.
279
cargada de contaminantes como pesticidas y fertilizantes que se utilizan en los cultivos (GEO,
2008)”369.
Mapa 4:
Cuencas hidrográficas del Ecuador370
Para comprender mejor el problema de la distribución del agua, las concesiones de uso de
agua constituyen la información quizás más relevante. La SENAGUA aporta con los siguientes
datos: “Desde el año 1973 se ha venido registrando las concesiones de agua otorgada para los
diferentes tipos de uso. Es así que se tiene registrado 91.328 concesiones en total, de las
cuales 73.015 están vigentes y el resto corresponde a no vigentes”371. Considerando
únicamente los registros vigentes, se ha clasificado las concesiones de agua otorgadas en cada
Demarcación Hidrográfica para uso doméstico y riego como se indica en los cuadros siguientes.
369
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, Plan del Buen Vivir Rural,
2011. 370
Mapa de las cuencas hidrográficas del Ecuador. Fuente: SENAGUA. Tomado del Plan Integral
Ambiental Nacional, MAE, 2011. 371
Información aportada por la SENAGUA, marzo 2012.
280
Gráfico 26:
CAUDAL DE AGUA CONCESIONADO PARA CONSUMO HUMANO (1973-2010)372
DH No. CONCESIONES
AÑO 2010
Q CONSUMO
l/s %
ESMERALDAS 2489 9996,39 22,06
GUAYAS 4702 15293,74 33,76
JUBONES 2637 974,00 2,15
MANABÍ 179 3134,98 6,92
MIRA 1026 3993,44 8,81
NAPO 62 185,01 0,41
PASTAZA 2533 6388,33 14,10
PUYANGO 6655 1114,39 2,46
SANTIAGO 3827 4227,60 9,33
TOTAL 24110 45307,88 100,00
Fuente: SENAGUA, 2012.
Gráfico 27:
Caudal de agua concesionado para riego (1973-2010)373
DH
No.
CONCESIONES
AÑO 2010
Q RIEGO
l/s %
ESMERALDAS 2958 64458,56 12,40
GUAYAS 5132 157863,16 30,36
JUBONES 6170 80450,56 15,47
MANABÍ 63 17410,23 3,35
MIRA 1688 63315,58 12,18
NAPO 52 9391,76 1,81
PASTAZA 3502 81498,35 15,67
PUYANGO 13060 31006,34 5,96
SANTIAGO 2014 14554,67 2,80
TOTAL 34639 519949,19 100,00
Fuente: SENAGUA, 2012
372
Ídem. 373
Ídem.
281
Los dos cuadros antes expuestos, facilitados por la SENAGUA, muestran que los caudales de
agua cruda son concesionados especialmente para agua de riego, con un total de 519.949,19
litros por segundo, mientras que para agua para consumo humano las concesiones llegan a
45.307,88 litros por segundo. Esto en general corresponde a las cifras internacionales donde el
80% en promedio de las aguas se destinan al riego.
Respecto a la concentración del agua para riego, la SENAGUA aporta la siguiente información:
“El total de registros de concesiones de agua para riego (34.639) indica que la suma de los
caudales de apenas 16 de ellos representa el 16,44%, mientras que 34.628 concesiones
representan el 83,56% del caudal total concesionado durante el período (1973-2010). Sin
embargo, esta inequidad está relacionada directamente con la acumulación de tierras”374.
El cambio climático ha crea mayores incertidumbres en la agricultura de secano donde
generalmente participan los campesinos. El acceso al agua y al riego es factor determinante
de la salud humana y de la productividad de la tierra, posibilitando estabilizar los
rendimientos. Contar con acceso a agua de calidad para el consumo humano y con agua de
riego para la producción constituye factores críticos para asegurar la sostenibilidad productiva
y la sustentabilidad ambiental de las agriculturas.
En síntesis, entre los problemas prioritarios en el ámbito rural sobre el agua, cabe considerar
los siguientes: “inequidad en el acceso, manejo sectorial o manejo integrado, riego estatal vs
riego privado e ineficiencia en el marco normativo e institucional. Siendo el último punto el
más importante puesto que denota la centralidad de las leyes para el manejo y distribución del
recurso natural”375. A estos problemas deben sumarse aquellos vinculados a las dinámicas
ambientales: pérdidas de agua por ineficiencia en los sistemas, contaminación de las aguas y
disminución de los caudales por diversos factores naturales y antrópicos.
Desde la perspectiva de la gestión, los problemas del agua están vinculados a una dinámica
tradicional dominada por el paradigma de la infraestructura de riego y de los grandes
proyectos multipropósito, algunos de ellos extremadamente onerosos y que atienden a un
número reducido de pequeños y medianos productores. Por esto, se debe evolucionar a un
nuevo paradigma en los sistemas de gestión de riego y de agua en general, promoviendo un
enfoque de gestión social de los sistemas de riego y agua y equilibrando las prioridades entre
la infraestructura, el fortalecimiento organizacional, los derechos de uso de agua y la gestión
integrada.
374
Ídem. 375
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, Plan del Buen Vivir Rural,
2011.
282
En la gestión integrada se contemplan dos aspectos fundamentales: en primer lugar, la
coordinación y concertación entre diversos usos sectoriales del agua; y, en segundo lugar, una
gestión que mira el agua de forma sistémica, desde la protección de las fuentes, la captación,
la distribución, el uso sostenible, y la entrega de las agua río abajo con el debido tratamiento.
Hay que levantar información territorial y empezar a capacitar a las comunidades locales a
proteger y conservar sus disponibilidades del recurso. El empoderamiento comunitario deberá
partir de una visión integral del agua, relacionada no sólo con el consumo, sino con la
producción, el saneamiento y el manejo integrado de los recursos hídricos; mejorar la
gobernanza del agua, asegurando que la población rural, los campesinos, sean fortalecidos
por las políticas relacionadas al agua en los territorios rurales.
En la Amazonia la disponibilidad del recurso es alta, por lo tanto, la conflictividad de uso es
menor. Esto con excepción de las zonas donde hay una competencia por el recurso y el peligro
en torno a la contaminación, como en el caso de la actividad petrolera en la Selva Baja y por la
actividad minera en la Selva Alta del Sur del país.
El litoral Centro tiene problemas serios de disponibilidad de agua así como Loja y la región
interandina especialmente del Centro del país.
11.4.2.2. Contaminación del agua
Se trata de un problema crítico del país y particularmente de las zonas rurales. Las diversas
actividades agronómicas, industriales y el uso de agua en las ciudades, carecen en su mayoría
de procesos de tratamiento de aguas residuales. Los cursos de agua que atraviesan ciudades y
que reciben sus efluentes contaminantes, siguen río abajo contaminando a otros pobladores y
a las actividades agrícolas y pecuarias.
Los botaderos de basura, las actividades mineras e industriales generan lixiviados que se
depositan en acuíferos y en aguas superficiales con contaminantes altamente tóxicos que no
reciben tratamiento alguno. Incluso se han dado casos en el país de contaminación de los
sistemas de agua potable de algunas ciudades con aguas residuales no tratadas, generando
procesos cruentos de morbi-mortalidad. En la Amazonia la actividad petrolera constituye un
factor clave de contaminación.376
376 Según el estudio “Informe Yanacuri” (Instituto de Epidemiología y Salud Comunitaria “Manuel
Amunarriz”, 2000) “hacia el 2000, los cientos de pozos petroleros ubicados en la región habrían generado
más de 4,3 millones de galones de desechos tóxicos, la mayor parte de los cuales fueron derramados
283
En el ámbito agropecuario, lo más preocupante es la contaminación del agua y del suelo por el
uso de agroquímicos. Los siguientes cuadros muestran las tendencias crecientes de uso de
agroquímicos y el potencial incremento de la contaminación del agua. El cambio en la matriz
productiva, en este sentido, debe caminar de la mano con la sustentabilidad; las innovaciones
tecnológicas que conlleva el paradigma de la economía verde, también deben ser incluyentes.
La Estrategia propone repensar la economía en función de la equidad, la sustentabilidad y la
ética.
Cuadro 17
Importaciones de plaguicidas en Ecuador (en millones de USD)377
Año 1972 Año 2002
2,3 107,8
Cuadro 18
Superficie cultivada y uso de plaguicidas, Ecuador 2000 378
Cultivos Área fumigada ha Área no fumigada Total
Transitorios solos 653.914 351.290 1.005.204
Transitorios asociados 53.670 243.524 297.194
Perennes solos 498.079 575.995 1.074.074
Perennes asociados 75.368 607.046 682.414
Total 1.281.031 1.777.855 3.058.886
directamente al ecosistema sin tratamiento previo. También hacia aquel año, se estima que las roturas
accidentales en el Sistema del Oleoducto TransEcuatoriano (SOTE) provocaron el derrame de unos
400.000 barriles (16,8 millones de galones) de petróleo. El estudio Informe Yanacuri contiene una serie
de análisis realizados en las parroquias rurales de los cantones de Francisco de Orellana y Sacha en la
provincia de Orellana y en las parroquias rurales del cantón Shushufindi en la provincia de Sucumbíos,
con el propósito de evidenciar la contaminación hídrica y los efectos epidemiológicos (i.e. incidencia en
la salud general de la población, afectaciones en la salud reproductiva e incidencia de cáncer en la
comunidad de San Carlos), asociados a la actividad petrolera. Los resultados del estudio hídrico,
evidenciaron la presencia de niveles muy altos de Hidrocarburos Totales de Petróleo (HTP), 10 en 18 ríos
pertenecientes a ocho comunidades en la zona estudiada, variando su concentración desde 0,02 partes por
millón (ppm) en el río Manduro 1 hasta 2,883 ppm en el río Basura. En algunos ríos, la concentración de
hidrocarburos superó en más de 100 veces el límite permitido por la ley de la Comunidad Europea, que es
de 0,01 ppm para el agua potable. La influencia de la actividad extractiva en el ordenamiento territorial, el
caso de la amazonia ecuatoriana, Grupo FARO, Sigrid Vásconez, Isabela Figueroa, Quito, agosto, 2010. 377
Édgar Isch, Contaminación de las aguas y políticas para enfrentarla, Foro de los Recursos Hídricos,
abril, 2011. 378
Ídem.
284
“Al analizar el uso (de plaguicidas) por tipo de cultivos, se observa que los cultivos solos –o
monocultivos– son altamente consumidores de agrotóxicos. De estos, los transitorios solos –
cuyo prototipo sería el arroz– emplean agrotóxicos en 65% de su área, y los perennes solos–
cuyo prototipo sería el banano –lo hacen en 46% de su extensión. Contrariamente, los cultivos
asociados, es decir aquellos en que coexisten o comparten el área de cultivo varios productos
a la vez, el uso de agrotóxicos se revela muchísimo menor: 11% en perennes asociados y 18%
en transitorios asociados. El caso de la agroindustria de flores es un caso emblemático del
excesivo y perjudicial uso de los plaguicidas”379.
Esto muestra que la AFC tiene un mayor potencial de sustentabilidad ambiental pues al
promover la agrobiodiversidad, sus cultivos están más protegidos frente a la plagas y, por lo
tanto, dependen menos de los agroquímicos para sostener la producción.
11.4.3. Saneamiento
Según los últimos datos del Censo de Población y Vivienda del Ecuador del año 2010, el
abastecimiento o acceso al agua en el sector rural no pasa de un 65,6% y la eliminación de
excretas, a través de sistemas de saneamiento, no supera el 37,9% 380.
Sin embargo los datos de ENEMDU 2003-2011 (información aportada por MCDS-SIISE),
muestra una situación crítica en cuanto al acceso al agua entubada en el sector rural
ecuatoriano.
Cuadro 19
379
Ídem. 380
Los sistemas comunitarios de agua y saneamiento, diagnóstico y propuesta, Foro de los Recursos
Hídricos, 2012.
285
Fuente: ENEMDU 2003-2011. Elaboración: MCDS-SIISE
Cuando se construye un nuevo sistema de agua en el sector rural, sin el sistema de
saneamiento correspondiente, el problema de la insalubridad se incrementa.
La mayor parte de los sistemas de agua y saneamiento en el sector rural fueron construidos en
la época del Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias - IEOS (años 60 al 80), por lo que
muchos de los sistemas se encuentran obsoletos y su gestión tiene múltiples problemas. “La
potabilización del agua, en términos generales, se reduce a prácticas de clarificación y
desinfección, es decir, aplicación de coagulantes para eliminar colores y turbiedad, y empleo
de substancias que permitan la eliminación de microrganismos (cloración)”381.
Dadas estas deficiencias, las enfermedades y las muertes producidas por la contaminación de
las aguas, constituyen problemas prioritarios de salud pública que afectan principalmente a los
pobladores rurales y que debilitan las opciones de la AFC. Afrontar estas enfermedades
constituye un alto costo para los servicios públicos de salud.
“Entre las enfermedades de origen hídrico cabe destacar: Enfermedades transmitidas por el
agua (entre otras: el cólera, la fiebre tifoidea, la shigella, la poliomielitis, la meningitis, la
hepatitis A y E y, la diarrea). Enfermedades con base en el agua (entre otras: el gusano de
Guinea, la paragonimiasis, la clonorquiasis y la esquistosomiasis). Enfermedades de origen
vectorial relacionadas con el agua (entre otras: la malaria, fiebre amarilla, dengues,
enfermedad del sueño y filariasis). Enfermedades relacionadas con la escasez de agua (entre
otras: el tracoma y la tuberculosis). Enfermedades relacionadas con aguas contaminadas por
agentes químicos (entre otras: intoxicaciones, dermatitis, enfermedad de Minamata, etc.)” 382.
Precisamente, durante los últimos meses del año 2011 y el primer trimestre del año 2012, la
Costa ecuatoriana se ha visto afectada por el dengue y el país ha debido lamentar varios
fallecimientos y miles de personas que sufren los estragos de esta enfermedad, que se
produce por la proliferación del vector contaminador principalmente en aguas estancadas y
contaminadas.
El siguiente mapa muestra los cantones con mayor cantidad de desechos arrojados sin algún
tratamiento (alcantarillado y basura); información proporcionada por el Ministerio de
Ambiente a través del Plan Integral Ambiental Nacional (PIAN) y con base en la información del
Censo 2010:
381
Édgar Isch (2011). Contaminación de las aguas y políticas para enfrentarla, Foro de los Recursos
Hídricos. Quito. . 382
Presentación PPT sobre Agua y Salud de Alex Zapata.
286
Mapa 5:
Cantones (en azul más intenso) que depositan desechos sin tratamiento alguno
Fuente: MAE-PIAN, 2012
En el mapa, solo se aprecian los cantones en situación más crítica en cuanto al tratamiento de
desechos. En realidad, este es un problema que afecta prácticamente a todo el territorio
nacional. En la mayor parte de cantones los desechos sólidos se depositan a cielo abierto sin
tratamiento alguno generando lixiviados que contaminan los suelos y los cursos de agua. Los
botaderos de basura a cielo abierto constituyen un atentado ambiental de gran magnitud. A
esto debe sumarse que ni los GAD, ni las empresas realizan tratamiento de las aguas
residuales. Ante tal círculo vicioso de contaminación, cabe añadir el desperdicio de recursos,
pues con la permacultura se podrían aprovechar los desechos orgánicos, sólidos y líquidos,
para mejorar la fertilidad y la producción agropecuaria.
Y el siguiente cuadro muestra las graves deficiencias nacionales en cuanto al saneamiento y la
calidad ambiental 383:
Cuadro 19
Coberturas de saneamiento, 2010
383
Ministerio de Ambiente, PIAN (Plan Integral Ambiental Nacional), 2012 (con base en la información
del Censo 2010).
287
Calidad Ambiental
Cobertura alcantarillado 43,17%
Tratamiento de aguas 0,00%
Cobertura de agua Potable 57,98%
Manejo de desechos- rellenos 40,00% Fuente: MAE-PIAN, 2012
De forma que un desafío estratégico ambiental en el ámbito rural es garantizar el acceso a
agua potable y a sistemas de saneamiento, incluyendo la dotación de alcantarillado a
poblaciones rurales cohesionadas y de pozos sépticos a poblaciones rurales dispersas que no
se abastecen de aguas subterráneas. Y se disponen de opciones tecnológicas muy variadas
para enfrentar estas falencias. Por ejemplo, en poblaciones rurales con casas dispersas entre sí
y en zonas de ladera, funcionan bien sistemas de alcantarillado “condominial”. Aprovechando
la gravedad, cada casa deposita sus desechos por medio de mangueras, las mismas que reúnen
los desechos de todas las casas en un tanque de tratamiento. También se destaca el uso de
“baños secos” que funcionan asociados a prácticas de permacultura, especialmente allí donde
no es aconsejable el uso de pozos sépticos. En definitiva, existen alternativas para, además de
realizar saneamiento ambiental, aprovechar los desechos y convertirlos en insumos agrícolas
de bajo costo que incrementan los rendimientos y que mantienen la fertilidad de los suelos,
evitando además la contaminación de las aguas.
Resulta indispensable, también, que los centros poblacionales y las actividades industriales y
agro-industriales realicen tratamiento adecuado de sus aguas. El 70%, aproximadamente, de
las descargas provienen de los domicilios y el 30% restante de la actividad industrial. En el país,
con excepción de la ciudad de Cuenca, prácticamente no se realiza tratamiento de aguas
residuales. Esta situación en un país densamente poblado y donde conviven en forma cercana
ciudades, industrias y actividades agropecuarias, constituye una bomba de tiempo en términos
de los índices de salud y enfermedad. Adicionalmente, este factor de falta de calidad
ambiental afecta especialmente a las familias más pobres del campo, aquellas que
protagonizan la AFC.
El Plan Integral Ambiental Nacional (PIAN), liderado por el MAE, tiene realizado los cálculos de
financiamiento para que los territorios avancen tanto en el tratamiento de aguas residuales,
como en los sistemas de alcantarillado. Este Plan debería convertirse en una estrategia
convergente de política pública para resolver este que puede ser el principal problema de
salud pública del Ecuador.
288
El marco institucional que organiza la gestión del agua en el Ecuador adolece de problemas
críticos. No hay claridad en la rectoría del agua, tampoco existe una institucionalidad que
permita un control y regulación efectivas de la gestión del agua. Adicionalmente la propuesta
de Ley de Agua no ha sido tramitada en su debido tiempo y tampoco ha sido el producto de un
proceso adecuado de diálogo.
11.4.4. Ecosistemas y cobertura vegetal
El Ecuador es un país de una gran diversidad de ecosistemas. Su ubicación equinoccial, la
presencia de dos corrientes marítimas en sus costas, la cordillera de los Andes, la Cuenca del
Guayas y del Amazonas, los glaciares, los páramos y los bosques andinos, constituyen algunos
de los elementos naturales que le otorgan al país una condición excepcional de riqueza natural
en un territorio relativamente pequeño.
Pero toda esta riqueza natural está en serio riesgo, pues la cobertura vegetal que caracteriza a
cada uno de los principales ecosistemas del país, está siendo destruida por diversos y
complejos procesos. Lamentablemente la información sobre destrucción de las florestas y
ecosistemas es limitada y los procesos de monitoreo son insuficientes.
“Según el último informe forestal del Ministerio de Ambiente el bosque tropical ecuatoriano
cubre el 45,5% del territorio nacional, donde la madera que proviene de bosque nativo
(húmedo y seco tropical), representa solamente el 15,47% del total de madera autorizada para
aprovechamiento a nivel nacional. Lamentablemente estos datos no se pueden comparar con
respecto a la deforestación; los datos que se manejan son los que provienen del estudio de
deforestación del Ecuador continental publicado por el CLIRSEN en el año 2000, según el cual
la tasa de deforestación reportada para el período comprendido entre 1991 y 2000 fue del
1,47 %, es decir 198.000 hectáreas por año. Las estadísticas que se utilizan en la actualidad
tienden a utilizar diversas metodologías y visiones, donde por lo tanto, el resultado siempre
difiere entre las diversas instituciones. En todo caso la tasa de deforestación estaría entre el
1% y el 2% anual. Lo que sí se puede afirmar es que la deforestación es notablemente
diferente entre las distintas regiones del país. En la costa se estima que de los bosques secos
originales apenas queda 1%, de los bosques nublados 4%, de los húmedos 8% y de los pluviales
40%. Algunas de las principales razones por las cuales existe la deforestación son: la apertura
de vías y carreteras, la ampliación de la frontera agrícola por la colonización, una
gobernabilidad débil ambiental y la incoherente política económica extractivista. Sumado a
estas razones, también se debe señalar la ineficiente y desorganizada explotación forestal que
ha existido en el país. Pero sobretodo es importante tener presente que la economía
289
ecuatoriana se ha caracterizado por ser primordialmente exportadora de materia prima, y en
economías de esta característica existe una relación directa entre expansión de las
exportaciones, degradación del ambiente y el agotamiento del capital natural. (Fander y otros,
2005)”384.
El CLIRSEN presentó un estudio que determina la cantidad de forestas que han desaparecido
desde 1991. Según los datos del CLIRSEN, en 1991 existían 13'462.654 hectáreas de bosques
húmedos, secos y manglares, mientras que para el 2000, el área con cubierta vegetal se
registró en 11'679.822, lo cual da una tasa anual del 1,47 por ciento. Es decir, que hasta el
2004 han desaparecido unas 792.000 hectáreas más. 385.
La cifra del Colegio de Ingenieros Forestales de Pichincha indican que solamente de Esmeraldas
salen cada mes entre 30.000 y 35.000 metros cúbicos de madera, esto equivale a una columna
aproximada de 1.000 tráileres llenos con trozas y tablones de madera. Pero se desconoce qué
porcentaje es legal. En la actualidad, Vigilancia Verde monitorea el transporte de la madera en
cuatro puntos: Baeza, Mera, Lita y San Mateo386.
Cuadro 20
Tasas de deforestación en tres provincias amazónicas
Provincia Hectáreas/año
deforestadas
Tasa de deforestación
anual
Napo 18.399 2,38%
Sucumbíos 20.481 1,61%
Orellana 13.697 0,77%
Fuente: Diario El Comercio, jueves 3 de noviembre de 2005.
Debemos volver a la frontera agrícola. Los dos siguientes mapas, el uno de 1990 y el otro del
año 2008 muestra el avance acelerado de la frontera agrícolas en tierras no aptas y todo esto
en apenas 18 años:
384
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, 2011. 385
CLIRSEN, 2002 (consulta internet). 386
Fuente Diario El Comercio, jueves 3 de noviembre de 2005.
290
Mapa 6:
Uso y cobertura del suelo en 1990387
Mapa: 7
Uso y cobertura de suelo en 2008388
387
Carlos Larrea, Exposición sobre agricultura familiar y medio ambiente, Seminario SENPLADES-
FLACSO, marzo 2012. 388
Ídem.
291
Las diferencias entre los
dos mapas son
pronunciadas. Por ejemplo,
en las provincias de
Sucumbíos y Orellana se puede apreciar la expansión de las actividades agropecuarias en
detrimento del bosque húmedo amazónico. Pero esta destrucción del bosque se aprecia en
toda la Amazonia ecuatoriana y en la Costa prácticamente solo sobreviven pequeñas zonas de
bosques, observándose la destrucción dramática del bosque tropical en la Provincia de
Esmeraldas.
El siguiente gráfico muestra la disminución de la superficie boscosa en el Ecuador, derivada de
procesos de deforestación, urbanización y crecimiento de la frontera agrícola:
Gráfico 26:
Superficie boscosa
292
Fuente: PNVB, SENPLADES
“Según el último informe forestal del Ministerio del Ambiente, en el período 2007 – 2009, la
institución autorizó el aprovechamiento de 7,92 millones de m3 de madera en pie (…) en un
total de 249,1 miles de hectáreas. Según los datos presentados por el Ministerio ha existido un
crecimiento con la actividad, del 2007 al 2008 existió un crecimiento de 25,87%, mientras que
para el 2008 al 2009 creció en 5,74%; de igual manera también la superficie intervenida ha
aumentado, pasando de 81.403 hectáreas en el 2007 a 82.144 en el 2008 y 85.553 en el 2009.
Estos datos coinciden con PNUMA y el Consejo de Administración Forestal (Forest Stewardship
Council, FSC, PNUMA, 2008) que señala que el número de hectáreas destinadas a la
producción forestal certificada en ALC, ha pasado de poco menos de cuatro millones a casi 10
millones de 2002 al 2007, es decir ha aumentado en promedio un poco más de un millón de
hectáreas anuales”389.
En cuanto a las tasas de deforestación existe una notable diferencia entre los datos que había
aportado el CLIRSEN hace algunos años, con los datos con los que cuenta el MAE. El CLIRSEN
había calculado una tasa de deforestación anual de entre 1,47% llegando incluso a un 2% de
deforestación anual, lo cual constituye una cifra en extremo preocupante y que llega a una
deforestación aproximada de 200.000 ha por año. En cambio, el MAE con nuevos cálculos
aporta con el dato de una tasa de 0,63% de deforestación anual para el período 2000-2010.
Con esta tasa la deforestación disminuye a unas 74.300 ha por año, que de todas maneras
sigue siendo una cifra alta frente a la vulnerabilidad de los ecosistemas del Ecuador.
Cuadro 21
Tasas de deforestación comparativas entre MAE y CLIRSEN
Institución
Tasa de
deforestación
1990-2000
Pérdida
cobertura
boscosa
1990-2000
ha/año
Tasa de
deforestación
2000-2010
Pérdida
cobertura
boscosa
2000-2010
ha/año
MAE 0,68% 74.300 0,63%* 61.800*
389
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio SENPLADES-CTB, 2011.
293
CLIRSEN 1,47% 198.000
* Dato periodo 2000-2008 390
Fuente: SENPLADES, 2012
Los bajos niveles de reforestación muestran las limitaciones del país en términos del cuidado
de su patrimonio forestal. El siguiente gráfico muestra lo poco que se hace en este campo:
Gráfico 26
Hectáreas reforestadas a nivel nacional
Fuente: PNVB, SENPLADES
Adicionalmente debe tomarse en cuenta la importancia de los humedales. La Convención de
RAMSAR se encuentra en vigencia en el Ecuador desde el 7 de enero de 1991. Actualmente se
cuenta con trece sitios RAMSAR con un total de 262.906,41 hectáreas que representan el
1,03% de la extensión territorial del país. Los sitios RAMSAR del Ecuador son: Reserva
Ecológica de Manglares Churute, Zona marina del Parque Nacional Machalilla, Reserva
Biológica Limoncocha, Abras de Mantequilla, La Segua, Isla Santay, Laguna de Cube, Parque
Nacional Cajas, Reserva Ecológica de Manglares Cayapas-Mataje, Complejo de Humedales
Ñucanchi Turupamba y Complejo Llanganati 391. (MAE, 2012).
En el siguiente mapa se aprecian las superficies de “Patrimonio de Áreas Naturales del Estado”
(PANE) del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), según información proporcionada
por el MAE por intermedio del PIAN:
Mapa 8:
Patrimonio de Áreas Naturales del Estado” (PANE)
del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP)
390
PNBV, SENPLADES, 2010. 391
MAE, 2012.
294
Fuente: PIAN, MAE
Como puede observarse, una parte importante de la superficie continental del Ecuador está
protegida, sin embargo, existen problemas en la gestión de estas áreas, pues el control no
siempre es suficiente y se producen al interior de las áreas y en sus zonas de influencia o
amortiguamiento actividades que perturban el medio ambiente.
En términos generales puede decirse que los problemas principales respecto a los ecosistemas
y en general a la cobertura vegetal tienen que ver con:
Limitada información sobre el estado de los ecosistemas.
Falta de control y sanciones efectivas para actividades depredadoras de los ecosistemas y de las florestas.
Explotación maderera en zonas vulnerables (bosque húmedo tropical en Esmeraldas y en las provincias amazónicas).
Expansión agrícola en zonas de páramos y sub-páramo con el peligro a la destrucción de las fuentes de agua.
Actividades extractivas, especialmente la actividad petrolera y minera, en ecosistemas frágiles y de alta biodiversidad.
Riesgos naturales y cambio climático.
La época de los extremos climáticos parece que ha comenzado, con tendencias probablemente
irreversibles. Ha sido ampliamente demostrado que la temperatura promedio global en el
2011 llegó a 14,52ºC, lo que registra el año mas caliente desde que se empezó a levantar
información, hace 132 años. Estas expresiones extremas del clima, que antes eran percibidas
295
como anomalías, amenazan con volverse comunes, mientras Gaia se calienta. “El Ecuador está
expuesto a constantes amenazas naturales y antrópicas: erupciones volcánicas, sismos y/o
terremotos, inundaciones, incendios, deslizamientos, grandes oleajes, y contaminación por
diversas fuentes”392.
El cambio climático es una amenaza global que afecta con singular fuerza al Ecuador. Los
eventos extremos, la afectación de los glaciares, los cambios en las altitudes para la formación
de las nubes, el incremento de la temperatura provocando que las plagas accedan a mayores
altitudes, etc., constituyen problemas críticos para el país.
La principal iniciativa ecuatoriana en el plano de la formulación de políticas constituye la
Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC)393. Se trata de una estrategia nacional prevista
para el período 2011-2025. La lidera el MAE y ha sido construida con un amplio proceso de
concertación interinstitucional. La principal instancia directiva constituida por el país para
orientar el trabajo es el Comité Interinstitucional de Cambio Climático (CICC). Es una instancia
de alto nivel político para la coordinación y articulación de Políticas y medidas / acciones. Fue
creado mediante el Decreto Ejecutivo 495. “Son miembros de este comité los Ministerios y
Secretarías de Estado de las siguientes entidades enlistadas alfabéticamente: Ministerio
Coordinador de Desarrollo Social ‐ MCDS; Ministerio Coordinador de la Producción; Empleo y
Competitividad ‐ MCPEC; Ministerio Coordinador de los Sectores Estratégicos - MICSE;
Ministerio Coordinador de Patrimonio Natural y Cultural - MCPNC; Ministerio de Relaciones
Exteriores; Comercio e Integración ‐ MRECI; Ministerio del Ambiente (actúa como presidente) -
MAE; Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos - SNGR; Secretaría Nacional de Planificación y
Desarrollo - SENPLADES; Secretaría Nacional del Agua – SENAGUA”394.
La ENCC establece dos líneas estratégicas que constituyen los ejes de trabajo para el
cumplimiento de la visión al año 2025:
a) Adaptación al cambio climático: Reducir la vulnerabilidad social, económica y ambiental
frente a los impactos del cambio climático.
b) Mitigación del cambio climático: Reducir las emisiones de GEI en los Sectores Estratégicos.
392
Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), PPT, 2012. 393
Gobierno de la República del Ecuador, Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), 2011-2025,
Julio 2011. 394
Gobierno de la República del Ecuador, Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), 2011-2025,
Julio 2011.
296
En este marco, el Ecuador junto a los países andinos está impulsando algunas iniciativas,
programas y proyectos para la adaptación al cambio climático y a la variabilidad climática. Así
por ejemplo, se cuenta con el Proyecto de Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de
Glaciares en los Andes Tropicales (PRAA). “Este proyecto es una iniciativa que busca conservar
las micro cuencas ubicadas alrededor del nevado Antisana, pertenecientes en su mayor parte
al cantón Quijos de la provincia del Napo, y de otros ecosistemas andinos. Tiene como
objetivo reforzar la resiliencia de los ecosistemas y economías locales ante los impactos del
retroceso glaciar de los Andes Tropicales, a través de la implementación de actividades piloto
que muestren los costos y beneficios de la adaptación al cambio climático en
cuencas seleccionadas en Bolivia, Ecuador y Perú”395. Es un proyecto financiado por el GEF, el
Banco Mundial y el Gobierno del Japón, y está administrado por la SGCAN (Secretaría General
de la Comunidad Andina). La otra iniciativa clave es el Proyecto de Adaptación al Cambio
Climático (PACC). “El Comité Directivo del Proyecto de Adaptación al Cambio Climático a través
de una efectiva gobernabilidad del agua en Ecuador PACC ha identificado una cartera de 12
proyectos dentro de la Iniciativa comunitaria de financiamiento de proyectos de adaptación al
cambio climático en el sector agrícola y recursos hídricos. Esta iniciativa cofinancia proyectos a
nivel comunitario que contienen la visión del cambio climático y constituyen una respuesta
para reducir la vulnerabilidad y mejorar las capacidades locales para enfrentar los impactos del
cambio climático a través de un manejo eficiente de los recursos hídricos en el sector agrícola.
Entre las instituciones implementadoras de los proyectos se encuentran consejos provinciales,
juntas parroquiales, gobiernos locales, universidades, ONGs de las provincias de Loja, Azuay,
Los Ríos, Bolívar y Manabí”396. Finalmente, se cuenta con el Proyecto Gestión de la Adaptación
al Cambio Climático para disminuir la vulnerabilidad social, económica y ambiental (GACC).
“Este proyecto permite responder a los impactos producidos por el cambio climático. Con esta
finalidad, el proyecto genera herramientas de información sobre las causas y efectos del
cambio climático en el país a través de un proceso participativo. En este sentido se puede
mencionar que la estrategia nacional de cambio climático constituye el accionar del gobierno
ecuatoriano sobre el cual desarrolla herramientas para ejecutar su propuesta”397.
Uno de los enfoques más importantes para trabajar en adaptación al cambio climático, desde
la Estrategia del Buen Vivir Rural, es el enfoque basado en agroecosistemas. Así, la comunidad
científica ha encontrado que potenciando la agricultura familiar en su función de
diversificación de los agroecosistemas se logra un efectivo secuestro biológico de carbono.
También, la función de la agricultura familiar en la conservación de turberas y de humedales
395
www.mae.gob.ec 396
Idem. 397
Ídem.
297
tiene un alto potencial, en especial en ecosistemas alto andinos, como páramos, subpáramos y
bosques nativos andinos.
En general, frente a las amenazas del cambio climático, el concepto de vulnerabilidad es clave:
“La existencia de personas o grupos de comunidad vulnerable y amenazas en un lugar y
momento específico, da como resultado la posibilidad de que estas personas y sus bienes
puedan resultar afectados por la amenaza”398.
“En el Ecuador varios factores propician la concretización de amenazas, tales como
abundantes precipitaciones de elevada intensidad, vertientes empinadas y de gran extensión,
formaciones geológicas sensibles a la erosión, planicies fluviales con débil pendiente (cuenca
del Guayas), zonas de subducción de la placa de Nazca con la placa Sudamericana (una de las
más activas del mundo) que origina terremotos, erupciones volcánicas de tipo explosivo,
etc.”399.
Los riesgos de inundaciones pueden observarse en los siguientes mapas (Cruz Roja):
Mapa 9
Zonas potencialmente inundables en el Ecuador
398
SNGR, PPT, 2012 399
SENPLADES (2012) Equipo formulador de la ENBVR.
298
Fuente: http://www.cruzrojainstituto.edu.ec/Documentos/Ecuador.pdf
Mapa 10
Nivel de amenaza por inundación por cantón en el Ecuador
299
Fuente: http://www.cruzrojainstituto.edu.ec/Documentos/Ecuador.pdf
Precisamente en este año los efectos de las lluvias, especialmente en el Litoral ecuatoriano
han sido devastadores. En la Cuenca del Guayas son más de 20.000 ha las afectadas con
amplias pérdidas de cultivos, especialmente de arroz400.
Mapa 11:
400 SNGR ( 2012)
300
Riesgos de inundaciones en la cuenca del Guayas
Fuente: CIIFEN401
Según datos de la CEPAL y de DIPECHO, citados por la SNGR402: “El Niño de 1997-98 ocasionó
pérdidas por 100 mil millones de dólares en el mundo. En Ecuador las pérdidas fueron entre
3,5 y 4 mil millones.
El niño en el Ecuador:
1987: 10.000 damnificados
1992: 22 muertos y 205.000 damnificados
97-98: 286 muertos y 30.000 damnificados”
Con el cambio climático y en la hipótesis de un aumento aunque sea leve del nivel del mar, las
aguas marinas pueden ingresar con mayor incidencia en la Cuenca del Guayas, infiltrarse en los
suelos y provocar una alta salinización, con lo cual la productividad de estas tierras podrían
ponerse en riesgo. El otro factor clave de riesgo es la sismicidad. El gráfico muestra las
mayores zonas de riesgo en el Ecuador por efectos de terremotos o de sismos:
Mapa 12:
Zonas de riesgos de terremotos y de sismos (SENPLADES)
401
Tomado de la presentación de Carlos Larrea, Seminario sobre la AFC, SENPLADES-FLACSO,
marzo, 2012. 402
SNGR/ PPT ( 2012)
301
Y en cuanto al volcanismo, los puntos rojos muestran los volcanes potencialmente activos en el
Ecuador
Mapa 13: Volcanes continentales potencialmente activos en el Ecuador
302
Fuente:http://www.cruzrojainstituto.edu.ec/Documentos/Ecuador.pdf
Mapa 14:
Amenazas volcánicas potenciales en el Ecuador continental
303
Como puede observarse, prácticamente en todo el país están presentes los riesgos naturales.
Desde la perspectiva de la AFC, el país ya tiene experiencia en las desastrosas consecuencias
de la presencia de ceniza en los alrededores del volcán Tungurahua por un período que supera
los 10 años, de las inundaciones periódicas que afectan especialmente a los campesinos que
habitan y producen en la Cuenca del Guayas, y los problemas de deslaves por tierras
deleznables en provincias como Azuay y Cañar.
Ecuador es uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático. La acelerada
disminución de los glaciares andinos y el aumento general de la temperatura genera períodos
más intensos y contrastantes de sequías y de lluvias. Las plagas tienden a subir, los cultivos
también, todo lo cual afecta a los páramos, y en la Amazonia los pronósticos no son
alentadores pues podría producirse un clima más cálido pero más seco y con los años, la selva
húmeda tropical podría convertirse en una sabana tropical, claro está esto después de varias
décadas y siempre y cuando las hipótesis de cambio climático confirmen los escenarios más
pesimistas403.
En cualquier caso, el Ecuador debe estar preparado con estrategias de gestión y adaptación al
cambio climático y a los riesgos naturales derivados de estos cambios globales.
11.4.5. Gobernanza ambiental local
En el ámbito rural, más que en otros territorios, la relación entre los grupos humanos y el
medio ambiente es de cercanía y de corresponsabilidad. Esto es algo característico de la AFC.
Los campesinos, indígenas, afroecuatorianos, montubios, colonos y en general todo habitante
que vive y produce en el campo, tienen una relación cotidiana con las fuentes de agua, los
bosques, las lagunas, los ríos, árboles y los animales, con los agroecosistemas, y con las selvas
tropicales. Para los citadinos estos ambientes son generalmente interpretados como
ecosistemas o como recursos naturales o tienen una existencia abstracta en un mapa o en un
área delimitada de protección.
Para la gente del campo, sin embargo, la relación es simbólica y va cargada de subjetividad
afectiva: un páramo para una comunidad indígena es más un territorio propio desde un punto
de vista colectivo, es un bien común, sobre el cual la comunidad hace un determinado uso. Los
mismo una micro-cuenca o una fuente de agua o un bosque.
403
Exposición de Carlos Larrea, Seminario sobre agricultura familiar, SENPLADES-FLACSO, marzo,
2012.
304
Elinor Ostrom, Premio Nobel de Economía en el año 2009, propone la gestión compartida de
los bienes comunes y gracias a múltiples estudios demuestra que este tipo de gestión es más
eficiente que aquella que puede realizar el sector público o el privado. Con amplios
fundamentos, critica la noción de la “tragedia de los comunes”, según la cual los bienes
compartidos tienden a ser mal manejados, pues los individuos solo buscan maximizar su
propio beneficio individual. Ostrom en cambio demuestra que en muchos casos esto no es así.
Que las comunidades por medio de su organización, de reglas de convivencia colectiva y de
diversos liderazgos democráticos, logran manejar bienes comunes como un bosque o un
acueducto de una manera en la que todos se benefician y donde, además, se cuida el bien
común, en este caso, el bien natural.
Precisamente el Ecuador rural está profundamente entretejido por organizaciones sociales que
realizan de una u otra forma gestión compartida de los recursos naturales; la base organizativa
en el sector rural constituyen precisamente las familias agricultoras. Las familias se organizan
en comunas, las comunas en organizaciones intercomunales, luego en organizaciones de
segundo grado y así hasta llegar a organizaciones nacionales. Para el riego están las Juntas de
Regantes. Para el agua de consumo humano, las Juntas Administradoras de Agua Potable y
Alcantarillado. Para los páramos, existen organizaciones de usuarios del recurso (caso del
Fondo de Páramos en Tungurahua). Y para la producción también existen asociaciones u
organizaciones de productores.
El principal cuello de botella de la acción pública ha sido una muy limitada comprensión de las
estructuras organizativas e institucionales que existen en el campo ecuatoriano. Se ha partido
de una visión negativa que afirma que dichas organizaciones no tienen la capacidad de gestión
sostenible de recursos, junto al mito de que es muy conflictivo trabajar con las organizaciones
de base. Al aplicar dicha visión, las políticas públicas casi siempre han fracasado, pues la
gestión no se reduce a lo técnico, aunque la ciencia ofrece un conjunto de nuevos
instrumentos, sino esencialmente a lo organizacional.
La Estrategia del Buen Vivir Rural abre la oportunidad de implementar estrategias
democráticas que parten del tejido social existente y lo fortalezcan. Desde esta base se debe
construir institucionalidad de forma que las organizaciones junto a los GADs y a las
dependencias desconcentradas del gobierno central, puedan implementar las políticas para su
propio beneficio.
En este sentido, las políticas ambientales en la Estrategia del Buen Vivir Rural deberán
inspirarse en algunos principios:
305
La gestión compartida de bienes comunes, esto es, el fortalecimiento del rol de las
comunidades para que ellas asuman de forma colectiva la protección, el manejo y el uso de los
ecosistemas: de los páramos, de los bosques, de los humedales.
El reconocimiento público de las normas comunales de protección de los ecosistemas.
La promoción del secuestro biológico de carbono en agroecosistemas y en ecosistemas
forestales gestionados por las comunidades rurales.
La gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH), con el fin de promover la conservación de
las fuentes de agua y la coordinación de los diversos sectores usuarios del agua, generando
opciones de usos múltiples de un mismo curso de agua y así incrementar la eficiencia.
Superar la brecha social en el saneamiento ambiental. La población rural, y en especial, los
pequeños agricultores familiares se encuentran excluidos y en situación de alta vulnerabilidad
frente a los problemas del saneamiento. Se trata de un problema muy grave del país que
requiere la más alta prioridad de política pública.
11.4.5.1. Algunas políticas en marcha
Como se indicó en la introducción quizás la principal estrategia delineada por el gobierno para
los próximos años en materia ambiental sea el diseño del Plan Integral Ambiental Nacional
(PIAN) del MAE en trabajo concertado con la SENPLADES. El PIAN debe proyectar los costos de
la acción ambiental estratégica en todo el territorio nacional, por ejemplo, para lograr acceso
universal de agua de calidad a toda la población ecuatoriana, o para que todos los municipios
del Ecuador traten sus aguas servidas y tengan su sistema de relleno sanitario.
Se trata del mayor desafío de convergencia de política pública en temas de gestión de la
calidad ambiental y su implementación implica la coordinación con todas las instituciones
tanto del nivel nacional como subnacional.
La otra política pública en medio ambiente que debe ser convergente con la Estrategia
Nacional del Buen Vivir Rural es la Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC), también
liderada por el MAE. En la ENCC concurren diversas instancias que tienen competencias sobre
la adaptación al cambio climático y en la mitigación de las emisiones de gases de efecto
invernadero.
Un ejemplo de trabajo eficiente en gestión ambiental, ha constituido el programa Socio
Bosque. “En la actualidad 619 mil hectáreas de bosques y páramos nativos son conservados
306
bajo la modalidad de Socio Bosque” 404.
Gráfico 27
Número de convenios incorporados a Socio Bosque405
Pero este es solo un ejemplo de uno de los programas de gestión ambiental que se ejecutan en
el ámbito rural. En el anexo 1 se mencionan algunas de las políticas prioritarias y de las
acciones en marcha en el sector lideradas por los diversos ministerios que tienen atribuciones
en la dinámica ambiental.
Una margen importante de acción especialmente en calidad ambiental es competencia de los
gobiernos municipales, pero en este ámbito es muy limitada la acción pública, por ejemplo en
cuanto a los sistemas de agua potable, el alcantarillado y, en general, la disposición de
excretas, la disposición y procesamiento de residuos sólidos y el tratamiento de aguas
residuales.
La gestión de cuencas hidrográficas corresponde a los gobiernos regionales, todavía
inexistentes, y la gestión del riego a los gobiernos provinciales. Las Juntas Parroquiales tienen
jurisdicción en la gestión forestal.
11.4.6. Conclusiones
404
Diagnóstico ambiental final, Catalina Noroña, Estudio Plan del Buen Vivir Rural, SENPLADES-CTB
(datos de 2011) 405
Fuente: SENPLADES, PNBV, 2010.
307
A modo de síntesis, el diagnóstico de la dimensión ambiental en el ámbito rural y en su
relación con la AFC, permite establecer los siguientes problemas prioritarios:
Problemas institucionales y jurídicos en relación a la gobernabilidad y gobernanza de los
recursos hídricos en el Ecuador, lo cual genera vacíos en la rectoría, control y regulación
para el acceso, distribución, uso y manejo del agua.
Problemas estructurales, ambientales y de gestión de la tierra, que provoca deterioro de los
suelos, producido por múltiples factores, con la afectación a las posibilidades de la AFC para
el cumplimiento de su rol en la soberanía alimentaria.
Contaminación del agua, relacionada a los sistemas de saneamiento, que ocasiona
enfermedad y muerte en las familias del sector rural y que, a su vez, genera contaminación
en los suelos y en la producción agrícola y pecuaria.
Disponibilidad de agua en cantidad suficiente y de calidad para la AFC, producto de
problemas ambientales globales y locales y de una inadecuada gestión del recurso.
Cambio climático y riesgos naturales que provocan inundaciones, sequías, caída de ceniza y
deslaves afectando, especialmente, a las familias de limitados recursos que habitan en el
campo.
Uso indiscriminado de agroquímicos con los consiguientes efectos sobre los cultivos y sobre
la salud de los agricultores y consumidores.
11.4.7. Propuestas de política ambiental rural
Con base en los elementos aportados por el diagnóstico, las políticas públicas en la dimensión
ambiental consideran los siguientes elementos orientadores de la propuesta:
Las políticas priorizan la relación entre la vida rural y los problemas ambientales que
afectan directamente a la población que habita en el campo. Por lo tanto, las políticas
ambientales no cubren la compleja y amplia problemática ambiental nacional, sino que
solo se centran en aquellos ámbitos más prioritarios en los que se encuentra una relación
directa entre las dinámicas rurales y los problemas ambientales. Dado que los sujetos
prioritarios de la Estrategia Nacional del Buen Vivir Rural son los agricultores familiares
campesinos, las políticas priorizadas se concentran en esa relación
Las políticas ambientales de la ENBVR parten de una constatación: la agricultura familiar
campesina contiene importantes externalidades positivas en la dinámica ambiental. Las
fincas campesinas tienden a mantener una relación equilibrada entre emisión y captura
de carbono, constituyen una garantía para el sostenimiento de la agro-biodiversidad,
308
potencialmente son la principal fuente de producción de alimentos sanos, La agricultura
familiar campesina es la base de la gobernanza ambiental en el campo, pues desde estas
estructuras sociales se gestionan y protegen las fuentes hídricas, los páramos, los
bosques, las sabanas tropicales, las turberas y los humedales. Por lo tanto, las políticas
integrales que buscan el fortalecimiento de la agricultura familiar campesina, son al
mismo tiempo, políticas que contribuyen a la sustentabilidad ambiental de los
ecosistemas.
Sin embargo, aunque en menor medida en relación a otras prácticas productivas, la
agricultura familiar campesina también es generadora de problemas ambientales en el
ámbito rural. Estos problemas están relacionados con las formas de ocupación del suelo y
con las prácticas de manejo de los cultivos y del ganado. La baja productividad, la
ganadería extensiva, el uso indiscriminado y poco técnico de plaguicidas, y las prácticas de
cultivo que generan erosión de los suelos y pérdidas en la fertilidad, constituyen algunos
de los principales problemas ambientales generados desde la agricultura familiar
campesina. Las políticas ambientales de la ENBVR deben al mismo tiempo fortalecer la
base natural de la agricultura familiar, pero corrigiendo o mitigando sus externalidades
negativas.
Otro elemento clave que produce severos disturbios en el medio ambiente y en las
personas que habitan en los campos ecuatorianos, con efectos en los centros poblados,
constituye la falta de acceso a servicios. Las grandes brechas socio-económicas entre el
sector urbano y el rural, y dentro del sector rural, las brechas todavía mayores entre la
agricultura familiar campesina y las otras formas de producción en el campo, genera
problemas ambientales graves. Concretamente se trata de la falta de acceso a servicios de
agua y saneamiento básico. Los pobladores rurales no acceden en su gran mayoría a
servicios de agua y saneamiento de calidad. Esto produce un círculo vicioso de
contaminación, enfermedad y muerte. El Ecuador es un país altamente denso, donde las
poblaciones rurales y urbanas, viven cerca unas de otras y donde los cursos de agua son
como puentes que interconectan a las poblaciones. Ciudades que no tratan sus aguas
servidas, provocan contaminación de aguas río abajo que son usadas en las zonas rurales
para la agricultura y para el consumo. Y, a su vez, las poblaciones rurales que no tratan sus
aguas tanto en el uso agrícola como en el uso domiciliario, contaminan los cursos de agua
afectándose a sí mismos, y a poblaciones rurales y urbanas que dependen de estas
fuentes de agua. El país, el Estado y las familias pierden ingentes recursos especialmente
en salud y en capacidad laboral, por efectos de las enfermedades y de las muertes
asociadas a los problemas de la mala calidad del agua y del saneamiento. Y todo esto
produce un debilitamiento generalizado de las posibilidades de la agricultura familiar
309
campesina para cumplir sus mayores roles, esto es: producir alimentos de calidad,
generar opciones para eliminar las brechas socio-económicas y promover una mayor
sustentabilidad ambiental.
El tejido social en el ámbito rural constituye la base de la gobernanza ambiental. Y la base
del tejido social en el campo es la familia campesina. Los territorios rurales habitados de
forma ancestral por las poblaciones campesinas, indígenas, afro-ecuatorianas y montubias
han sido manejados de forma colectiva por muchos años. Este tipo de relación de
convivencia y manejo colectivo del territorio, no siempre es entendido por las
instituciones. Las comunidades rurales por lo general tienen una relación de soberanía
sobre el territorio, que va más allá de las formas convencionales de propiedad. Una
comunidad que ha accedido durante siglos a los páramos circundantes para obtener de
ellos el agua y las zonas de pastoreo de sus ovejas, comprende ese espacio de una manera
distinta a cómo entiende un poblador citadino, por ejemplo, una parque urbano de
recreación. La comunidad durante muchos años se ha organizado para definir normas
consuetudinarias de uso de los recursos naturales, ha trabajado de manera colectiva
según esas normas para por ejemplo abrir canales de agua o bien para organizar la
producción por ejemplo en los pastizales o para el aprovechamiento de la madera. Es
decir, las comunidades rurales han administrado el espacio rural pues de él dependen
para sobrevivir. Y estas formas de administración no pueden ser entendidas ni desde la
gestión pública, como tampoco desde la gestión empresarial privada. Los académicos y
los políticos frecuentemente perciben sólo dos alternativas frente a la gestión de los
bienes comunes: o el Estado regula todo o lo privatiza todo, colocando al Estado frente al
mercado. Nunca se pensó en una “ecología de cooperación”. Se trata de otra forma de
gestión que Elinor Ostrom caracteriza como “gestión compartida de bienes comunes”.406
Este tipo de gestión, desde la perspectiva pública y empresarial, requiere sobre todo de
comprensión y respeto. La gestión compartida de bienes comunes constituye una garantía
de mantenimiento del stock de bienes naturales, pues es la colectividad rural la que debe
asegurar la sobrevivencia del bosque, de la fuente de agua, de las plantas medicinales, del
suelo, pues de ellos depende para sobrevivir. La política ambiental de la ENBVR sustenta
su propuesta en este enfoque y en esta comprensión. En este sentido, las propuestas de
política constituyen un llamado de atención a las formas convencionales de intervención
pública y privada que tienden a desconsiderar una forma de gestión social que es distinta
y que además incorpora elementos claves de sustentabilidad.
406
Premio Nobel de Economía en 2009 por "su análisis de la gobernanza económica, especialmente de
los recursos compartidos". Ver, El Gobierno de los bienes comunes: la evolución de las instituciones de
acción colectiva (2000) UNAM. México. lanic.utexas.edu/project/etext/colson/24/24_10.pdf
310
Las cuencas hidrográficas constituyen, desde la perspectiva de la administración y
especialmente de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), unidades
territoriales fundamentales para el manejo ambiental en el ámbito rural. Si bien diversos
expertos recomiendan que las cuencas hidrográficas deben ser solamente o sobre todo
unidades geográficas de información y análisis, pues gestionar de forma integral una
cuenca es un desafío altamente complejo, sí puede ser posible en cambio, generar
procesos de convergencia de la política pública de forma que las intervenciones sean
coherentes y concurrentes en una misma cuenca hidrográfica, en términos de las políticas
ambientales que se implementan en ese territorio. La política ambiental de la ENBVR
propone especialmente el fortalecimiento de las capacidades de los tomadores de
decisión para impulsar una acción que observe las diversas variables que afectan la
dinámica de la cuenca hidrográfica.
12. EJES TRANSVERSALES DE LA ESTRATEGIA.
12.1. Eje Transversal: Innovación Institucional
El Gobierno de la Revolución Ciudadana ha logrado recuperar al Estado de las manos del
mercado. Las estructuras institucionales destinadas a responder a las demandas sociales de los
grupos rurales menos favorecidos fueron casi desmontadas por el neoliberalismo. Se ha
propiciado un escenario social participativo y democrático en lo económico, social y cultural,
creando nuevas reglas del juego sustentadas en la vigencia del derecho, con capacidad de
regulación, transparentes y con hondo sentido de justicia social. Se ha invertido mucho en la
modernización de la institucionalidad, buscando dinamizar los procesos de gestión y facilitar el
cumplimiento de sus fines; la capacidad operativa del aparato estatal se ha fortalecido en
muchas áreas. El Estado también ha definido prioridades de inversión, ha implantado sistemas
de control y rendición de cuentas, ha rediseñado procesos, se ha propuesto fortalecer la
confianza pública, y también ha promovido el acceso a la función pública a profesionales que
cumplan con perfiles de capacidad. En síntesis, la Revolución Ciudadana ha buscado organizar
al Estado bajo los principios de eficiencia, agilidad, transparencia, participación, buscando
racionalizar y legitimar su gestión, acompañado de esfuerzos de descentralización y
desconcentración. 407
Sin embargo, aún no hemos logrado crear una cultura de gestión pública compartida,
complementaria, dinámicamente coordinada. No conseguimos lidiar con la complejidad de las
problemáticas que exigen intervenciones intersectoriales, garantizando la pertinencia de las
407
Senplades (2012). Evaluación del Plan Nacional del Buen Vivir.
311
propuestas y la creación de valor público. Falta mucho para lograr que las propuestas
programáticas alcancen carácter estratégico y adopten un sentido adaptativo e innovador
coherente con las cambiantes características de los territorios. Algunos de los instrumentos, de
las rutinas y capacidades organizacionales que se aplican responden a modelos verticales de
gestión que presentan severas limitaciones para manejar lo intertemático. Faltan mecanismos
territoriales de mediación adecuados para ajustar las políticas a los contextos culturales
territoriales; soluciones locales creativas y una cultura de gerenciamiento territorial
participativo. Observamos forcejeos, fragmentación, gestiones en diferentes direcciones,
intereses locales divergentes, duplicidad, una política de proyectos dispersos, en no pocos
casos, el peso decisivo de fuerzas transterritoriales en la toma de decisiones del espacio
territorial.
El examen de las políticas públicas e instrumentos programáticos dirigidos a apoyar el
desarrollo de la agricultura ecuatoriana y el Buen Vivir Rural nos hace plantear la hipótesis de
que el país cuenta con una amplia oferta de actividades y mecanismos de acción. No obstante
que los esfuerzos institucionales deben alinearse al Plan Nacional del Buen Vivir, estas siguen
enfoques y agendas diversas, como reflejo de una sociedad diferenciada y corporativizada.
Persiste la inercia histórica de intervención sectorial, sin llegar a incidir sobre los aspectos
estructurales que reproducen la exclusión y la desigualdad; hay poco espacio para la
creatividad transformadora. Se evidencia una marcada descoordinación institucional, de la
mano con una dispersión de proyectos locales que persiguen objetivos puntuales y específicos,
sin crear sinergias, ni resonancias sociales. Se observa un juego de agendas asignadas por
diversos actores, internos y externos, fundadas en particularísimos políticos e ideológicos.
No existe un arreglo institucional adecuado para atender a la diversa realidad rural
ecuatoriana que responda a una propuesta de transformación estructural, particularmente en
la esfera económica productiva, que privilegie al campesinado. Se requiere diseñar una nueva
institucionalidad plena de coherencia internas y correspondencias externas para orientar los
cambios estructurales. En metáfora, el escenario agrario y rural dibuja una especie de
“rompecabezas desarmado”, esbozando un “conjunto desarticulado…de leyes, instituciones,
políticas e inversiones cuyas competencias se orientan al cumplimiento de partes
(componentes) de las funciones básicas de apoyo al desarrollo rural sostenible (que) carece de
enfoque ordenador que las articule para transformarlos en componentes funcionales de una
estrategia sistémica de desarrollo. Ese fenómeno es posiblemente causado por la carencia de
una concepción holística del desarrollo, aunado al vacío de una visión de conjunto de sus
procesos”. A lo que se suma la debilidad histórica de no pocos GADS, la presencia de
liderazgos territoriales clientelares, la preponderancia de políticas públicas asistencialistas, el
poder invisible de la corrupción, etc.
312
Los nuevos arreglos institucionales deberán permitirnos resolver los problemas estructurales
que arrastra la gestión pública, particularmente para crear valor agregado político en escala
territorial. Somos desafiados a mejorar la calidad de la gestión y del impacto de las
intervenciones públicas en ambientes cambiantes y complejos, potenciando los diálogos
sociales, las mediaciones, las competencias y los acuerdos, que son los que permiten
establecer relaciones intersistémicas, intersectoriales, posibilitando las emergencias
cualitativas que nos aproximan al Buen Vivir.
La creación de espacios democráticos, apoyados por el conocimiento y la información, se
impone como prioridad para entrelazar sectores, actores y niveles; la solidaridad institucional
es fundamental para que los sujetos – los campesinos de base familiar - puedan convertirse en
actores del cambio, reinventarse libremente, defender sus derechos y combinar las políticas
territoriales con el respecto de la diversidad cultural. Todo ello depende mucho de la
formación del talento humano, como base para introducir nuevos esquemas de procesos
organizacionales, con capacidad reflexiva y flexibilidad para introducir cambios en los mismos,
de manera continua y sostenida.
12.2. El modelo de gestión del Buen Vivir Rural.
La Estrategia del Buen Vivir Rural ha sido conceptualizada como un intenso proceso de cambio
técnico y político resultante de una elevada interacción social e institucional, llamada a
articular sectores, actores, niveles de gobierno, programas e inversiones, para el logro de la
Revolución Agraria, la soberanía alimentaria, la emancipación social y el cuidado del ambiente
y la naturaleza, en el presente contexto marcado por la crisis y la oportunidad.408 La Estrategia
tiene una naturaleza integradora de esfuerzos públicos que apuntan hacia la transformación
de estructuras para viabilizar a los distintos tipos de agricultura familiar, fortalecer a las
múltiples actividades no agrícolas, y para modificar las relaciones socioculturales y políticas
que bloquean el acceso y capacidades y ejercicio de la igualdad y libertad.
En coherencia con la diversidad del sujeto - de los/las agricultores/as familiares campesinos/as
- y con la heterogeneidad de los territorios rurales donde deberán condensarse las políticas
públicas, los programas, los instrumentos y las inversiones, se propone establecer una
pequeña plataforma institucional de carácter intersectorial, que posibilite el despegue de los
procesos y la ejecución de la Estrategia del Buen Vivir Rural. Un arreglo institucional
intersectorial innovador, con suficiente capacidad política para armonizar, articular y ordenar
408
La Estrategia del Buen Vivir Rural no puede ser concebida desde una visión mecánica, considerando todos los detalles y factores que pueden intervenir en la misma. El camino hacia el Buen Vivir Rural es la Estrategia; será la propia dinámica de la implementación la que perfeccione su concepción.
313
esquemas de políticas diferenciadas a fin de territorializarlas, en función de las realidades
locales, para que sean ejecutadas por el Ejecutivo, los GADS, los actores sociales e
institucionales y las organizaciones territoriales de base, principalmente.
Todo lo anterior supone propiciar una gestión pública de carácter sistémico e intersectorial -
un mecanismo coordinador de coordinaciones - que exprese nuevas habilidades institucionales
para construir relaciones de complementariedad y facilitar las transformaciones. Significa
avanzar desde la gestión sectorial aislada – que ha demostrado unilateralmente su impotencia
para producir cambios estructurales – hacia un enfoque integral que construya concurrencia.
Significa avanzar desde la intervención reducida a la manifestación del problema hacia la
ruptura de relaciones asimétricas, la ampliación de capacidades y sus consecuencias
emancipadoras en el sujeto. Ello supone, igualmente, la adopción de perspectivas holísticas en
el despliegue del Buen Vivir en escala territorial para lidiar con problemáticas que son
intertemáticas y demandan enfoques multidisciplinarios.409
Sin observar aún los niveles intermedios de gestión, por un lado, se tienen las orientaciones
generales definidas en esta Estrategia, que llama a un alineamiento de esfuerzos sectoriales; la
búsqueda constante de sincronías en el modo de articulación de programas, instrumentos e
inversiones en favor del Buen Vivir Rural. En el otro lado, se tiene al territorio rural concreto,
sus demandas y trayectorias; una construcción donde la población apuesta a ciertas
finalidades o prioridades que requieren de intervenciones específicas.410 Esos escenarios
futuros locales, esas imágenes compartidas, ese conjunto coherente de hipótesis sobre el
cambio requerido y de las políticas requeridas, en una escala de tiempo, deben encontrar un
apoyo razonado y eficiente por parte de los diversos ministerios involucrados, junto a los GADS
en el marco de sus competencias. 411
Las lecciones de la experiencia nos llevan a concebir una instancia central intersectorial
coordinadora, situada al más alto nivel del Ejecutivo, necesariamente complementada a nivel
zonal o provincial, por órganos ágiles, flexibles, proactivos, pequeños, interministeriales, con
capacidad para ajustar políticas y programas, de aportar coherencia a las mismas, con la
participación de las organizaciones de base y el protagonismo de los GADS.
409
Sergio Sepúlveda. 2008. Gestión del Desarrollo Sostenible en Territorios Rurales: Métodos de planificación, IICA- Sede Central, San José, Costa Rica. 410
En los territorios rurales encontramos una diversidad de planes, proyectos y acciones llevadas a cabo por los GADS, ONGs e iniciativas particulares que deben encontrar complementariedad y coherencia. 411
Debemos anotar que todos los GADs y territorios disponen de un conjunto de recursos que pueden ser complementados o reactivados para promover proyectos estratégicos.
314
La nueva arquitectura institucional para la gestión del Buen Vivir Rural será la siguiente:
12.2.1. Comité Intersectorial del Buen Vivir Rural
Se propone una instancia que posibilite coordinar las coordinaciones, capaz de potenciar los
recursos y articular las políticas públicas vinculadas al despliegue del Buen Vivir Rural, desde
escalas territoriales. Constituye la instancia rectora del Buen Vivir Rural que estará compuesta
por dos Ministerios de Coordinación (MCDS y MCPEC), el Viceministerio de Desarrollo Rural del
MAGAP y la SENPLADES, con funciones claves para orientar estratégicamente los procesos de
transformación social y productiva en escala de los territorios rurales. El Comité Intersectorial
del Buen Vivir Rural deberá conformar un cuerpo colegiado jerárquicamente elevado dentro
del Ejecutivo, con capacidad de articular sectores, de definir lineamientos estratégicos y
orientar las políticas públicas, de organizar las inversiones, pero esencialmente de facilitar los
procesos de cambio integral demandados por la sociedad local organizada en los diversos
territorios.412
412
Cambios que involucran a las diversas esferas de la vida social: educación, salud, producción, comercialización, convivencia intercultural, acceso a activos productivos, equidad de género, infraestructura, entre otras.
315
El Comité Intersectorial será el órgano responsable de proporcionar direccionamiento
estratégico, y de definir las políticas públicas, programas y acciones que posibilitan la
integralidad de los cambios. Tiene la responsabilidad de vincular a las principales
coordinaciones sectoriales, y por su intermedio a los ministerios en línea que necesariamente
deberán involucrarse en la ejecución conforme a sus competencias.
El Comité Intersectorial, por consiguiente, es concebido como la instancia que promueve y
consolida la cooperación interadministrativa, la concurrencia de políticas públicas y
programas, decreta cuales deben ser los territorios rurales prioritarios y vela por la
consolidación de los Comités de Acción Territorial a ser conformados por las instancias
desconcentradas del Ejecutivo, los GADs, organizaciones territoriales de base, y sector privado
en general. Pero también acompaña los procesos de cambio promovidos y vela por el
cumplimiento de los objetivos fijados.
Tiene por igual la función de organizar la inversión y de solicitar, cuando sea necesario, la
reprogramación de los recursos técnicos y financieros indispensables para ejecutar los Planes
Estratégicos de Acción Territorial, para viabilizar los objetivos de corto, mediano y largo plazo.
Por último, es la instancia responsable de formular y mantener los sistemas de seguimiento,
monitoreo y evaluación de la Estrategia del Buen Vivir Rural.
La gobernanza del Comité Intersectorial deberá lograrse mediante acuerdos políticos,
administrativos y financieros, que posibiliten la concurrencia de políticas públicas, programas e
instrumentos sectoriales. Su función articuladora se afirma en el poder moral para influenciar
contenidos, trayectorias, planes, programas, presupuestos, según los principios del Buen Vivir.
Será también función del Comité Intersectorial establecer soberanamente las pautas que
orienten de manera pertinente las estrategias de cooperación internacional, por intermedio de
la Secretaria de Cooperación Técnica Internacional – SETECI.
El Comité Intersectorial es un espacio para:
• Direccionamiento estratégico, definición políticas públicas diferenciadas, articulación de programas instrumentos y acciones.
• Establecimiento de coordinaciones sectoriales y territorialización de las políticas públicas y programas según las características y demandas de cada territorio
• Fomento de la concurrencia de las políticas públicas nacionales con las políticas públicas y competencias de los GAD.
• Da lineamientos para la gestión de recursos técnicos y financieros de diversas fuentes, necesarios para la ejecución de estrategias territoriales
• Seguimiento de la ENBVR.
316
Para cumplir con esta compleja función, el Comité Intersectorial se apoyará en un pequeño órgano operativo y técnico, que constituye su Secretaría.
12.2.2. Secretaria del Comité Intersectorial
La Secretaria del Comité Intersectorial es la instancia operativa que apoya al ente rector
colectivo en el proceso de ordenamiento y organización de las políticas públicas sectoriales y
de los programas propios de cada ministerio, en función a las demandas, requerimientos y
realidades de cada territorio rural. Responde por las disposiciones políticas del Comité,
coordinando con los distintos ministerios y con los GADS. Su función principal es impulsar los
procesos de intervención concretando la articulación intersectorial y la complementariedad de
esfuerzos y recursos, para dar coherencia al proceso diferenciado de intervención; pero
también de levantar información sobre desempeños y resultados, lo que la obliga evaluar las
metas y los objetivos establecidos, y el funcionamiento de los modelos de gestión en los
territorios. Es la instancia responsable de convocar a las instancias locales de gestión del Buen
Vivir para concretar la integración de programas y proyectos sectoriales, junto a los GADS.
La Secretaria asiste al Comité Intersectorial recomendando la construcción de ecuaciones
específicas de políticas públicas diferenciadas ajustadas a las trayectorias territoriales; facilita
la ejecución de las prioridades de acción definidas democráticamente desde los territorios,
posibilitando el logro de metas; organiza la articulación y cooperación de los ministerios,
aproximando agendas y definiendo mecanismos de corresponsabilidad; promueve y facilita la
organización de las instancias colegiadas de gestión en los niveles provinciales y territoriales,
317
reforzando las diversas formas de participación y dialogo entre actores sociales y públicos;
formula matrices de inversiones para organizar la asignación de recursos técnicos y financieros
destinados a los territorios; formula y mantiene un sistema de información, seguimiento y
evaluación de planes, programas y acciones ejecutadas en los territorios.
Por su intermedio, además, las instancias de gestión establecidas en los territorios, exigirán
revisar y ajustar los marcos normativos y las reglas del juego que no posibilitan la
transformación productiva y emancipación social de la población rural, particularmente las
organizaciones de agricultores campesinos de base familiar, posibilitando el cambio
institucional y mayor coherencia normativa.
Otra función de la Secretaría sería la de vigilar y asegurar que en los programas e instrumentos
sectoriales de las dependencias y entidades de la administración pública, se incorporen a los
planes estratégicos de acción territorial, dará seguimiento a la ejecución de los mismos y
evaluará sus resultados siguiendo las pautas definidas por SENPLADES.
El Comité Intersectorial y su Secretaria serán responsables de transformar la lógica tradicional
de la gestión pública en los territorios rurales. No sólo se trata de superar la dispersión de las
políticas, mediante el ordenamiento de la gestión en torno a los territorios, sino de promover
la integración de Ejecutivo central con los GADS, buscando complementariedad y calidad de
impacto. Además de promover el cambio en las reglas del juego, existe la responsabilidad de
mejorar las relaciones entre los sectores públicos y privados, y de respetar y fortalecer la
autonomía de los gobiernos locales.
A nivel nacional:
• Se conforma un pequeño equipo técnico anclado en la instancia que preside el Comité Intersectorial del Buen Vivir Rural.
• Asiste al Comité Intersectorial de Desarrollo Rural en articulación de políticas públicas y programas de desarrollo en territorios.
• Coordina la gestión territorial con los respectivos Ministerios, según características territorios y demandas estratégicas expresadas localmente en los planes estratégicos de acción territorial.
• Mantiene un apoyo directo a la institución que lleve la Secretaria en territorios.
A nivel territorial:
• Convoca al Comité de Acción Territorial, y vela por la gestión concurrente de Ministerios, GADs y sociedad civil para la ejecución de políticas públicas diferenciadas el logro de metas y objetivos y por los compromisos asumidos por la colectividad. Cada territorio deberá definir la institución que realice ese rol.
318
• Presenta al Comité Intersectorial, cuando este las solicite, evaluaciones relacionadas con el cumplimiento de planes y programas de desarrollo territorial.
12.2.3. Comité de Acción Territorial
El COOTAD nos dice que “todas las competencias se gestionarán como un sistema integral que
articula distintos niveles de gobierno...” y que “el ejercicio de las competencias observará una
gestión solidaria y subsidiaria entre los niveles de gobierno, con participación ciudadana y una
adecuada coordinación interinstitucional.” El proceso de formulación del COOTAD fue anterior
a la construcción de esta Estrategia, pero es imposible objetar la necesidad de coordinar, en
los espacios territoriales delimitados, las intervenciones públicas y las privadas, integrando los
esfuerzos y las acciones.
La gestión de la acción intersectorial en escala territorial es algo mucho más complejo que la
administración de proyectos aislados, o la coordinación interna de cualquier programa
sectorial. La coordinación intersectorial supone adoptar una visión sistémica y de contexto, y
demanda de procesos decisorios más democráticos, afirmados en el consenso social e
institucional. Esa coordinación no se concreta sobre un agregado de intervenciones
desacopladas, como ocurre con la ejecución de proyectos puntuales locales. La coordinación
tanto intersectorial como entre niveles de gobierno se gestiona alrededor de un Plan
Estratégico de Acción Territorial, con propuestas coyunturales para el corto y mediano, y
proyectos estructuradores para el largo plazo. El instrumento operativo de ese Plan, que
traduce el escenario social deseado a partir de las transformaciones reclamadas por la
sociedad, que define metas y objetivos concretos, pero también el ajuste de políticas públicas
a las realidades del territorio, es el Comité de Acción Territorial.
El Comité de Acción Territorial no es sinónimo de Unidad Ejecutora pues no solamente
persigue la integración técnica de las acciones públicas, desde un centro local de mando con
un cierto poder de decisión. El Comité participa en dos esferas de coordinación, la una
relacionada con las intervenciones públicas haciendo posible la acción conjunta dentro del
ejercicio de las respectivas competencias. La otra esfera tiene que ver con su intervención
clave en las instancias locales de participación, fortaleciendo los procesos de gestión social.413
413
La gestión social es un instrumento de la vida democrática que busca aproximar a los actores sociales e institucionales mediante vínculos de solidaridad, creando espacios de diálogo, negociación y control permanente. Define por igual un proceso político que posibilita empoderar a los actores sociales vinculados al territorio, no solo actuando reflexivamente en la formulación del Plan Estratégico de Acción Territorial, sino incidiendo en las reglas del juego, solicitando la rendición de cuentas,
319
Cada territorio priorizado por las políticas del Buen Vivir Rural tendrá su espacio de
participación ciudadana, su colegiado, que será parte del Comité de Acción Territorial. 414 Se
trata de la presencia de un espacio ciudadano que vele por la calidad de la ejecución de
políticas y programas, pero que también tenga la capacidad de proponer o incidir en la
formulación de políticas públicas. 415
En perspectiva, se quiere que los programas de cambio social y económico, de cuidado
ambiental y gestión sustentable de recursos naturales generen procesos crecientemente
autónomos, pero también alternativos, coherentes con el propósito principal de cambiar el
modelo de desarrollo agropecuario y rural.
El Comité de Acción Territorial será la instancia pública más próxima a la realidad social
territorial; el Comité articula a los agentes institucionales del ejecutivo involucrado en la
ejecución del Plan Estratégico, pero también de los GADS, que deben asumir el protagonismo y
fortalecer sus competencias.
Los Comités de Gestión Territorial son las instituciones territoriales que, en última instancia,
garantizan la integración de las acciones públicas con las comunidades y organizaciones
sociales y productivas. Asegura la convergencia de políticas y programas, la pertinencia de las
decisiones provenientes del Comité, velando por la calidad de procesos, el cumplimiento de
actividades técnicas, administrativas y financieras relacionadas con gestión territorial. También
realiza actividades seguimiento y propone medidas de corrección y complemento a las
actividades programadas. Apoya la formación de mancomunidades y contribuye a mejorar las
competencias de GADS, favoreciendo los procesos de cohesión territorial.
El Comité de Acción Territorial es un espacio para:
• Articulación de políticas públicas sectoriales con las locales y de instrumentos programáticos a ser aplicados en los territorios rurales.
acompañando los procesos de cierre de brechas, acompañando las transformaciones. Cada territorio tendrá su Comité de Acción Territorial.
414 La Ley Orgánica de Participación Ciudadana establece en el Artículo 29 relacionado con la
participación y la construcción del poder ciudadano que: “El poder ciudadano es el resultado del proceso de la participación individual y colectiva de las ciudadanas y ciudadanos de una comunidad, quienes, de manera protagónica participan en la toma de decisiones, planificación y gestión de asuntos públicos; así como, en el control social de todos los niveles de gobierno, las funciones e instituciones del Estado, y de las personas naturales o jurídicas del sector privado que manejan fondos públicos, prestan servicios o desarrollan actividades de interés público, tanto en el territorio nacional como en el exterior”.
415 Se trata de asegurar que los planes de desarrollo territorial sean el producto de la apropiación
simbólica de la sociedad, pero también el fruto de acuerdos generados por la propia sociedad.
320
• Generación de Planes Estratégicos de Acción Territorial. • Coordinación de responsabilidades entre las instituciones involucradas y demás
actores para la ejecución compartida de programas y proyectos. • Fortalecimiento de alianzas estratégicas con los GADs y demás actores vinculados al
territorio. • Promueve la organización y la movilización de los actores locales vinculados a los
territorios. • Facilita los procesos de concertación y contribuye a la definición democrática de las
prioridades territoriales. • Apoyo a la formación de consorcios o mancomunidades, para asegurar la gestión de
proyectos territoriales estructuradores que complementen inversiones inter GADs y favorecer así procesos de cohesión territorial.
12.3. Planes Estratégicos de Acción Territorial – PEAT.
La idea es que el Plan Estratégico de Acción Territorial – PEAT pueda ser la expresión de una
responsabilidad colectiva - pública y privada – traducida en una creciente sincronía tanto
intersectorial como entre niveles de gobierno. La gestión de los procesos que posibilitan el
despliegue del Buen Vivir rural en los territorios se concreta en torno a un PEAT, que acoge las
demandas y prioridades, articula esfuerzos, reconoce los potenciales y organiza la realización
de acciones intersectoriales tomando en cuenta el conjunto de la realidad territorial. El PEAT
debe traducir una apuesta colectiva “en la que participan y juegan un papel las organizaciones,
el sector público, las autoridades locales y regionales, el sector privado y las reglas del juego
establecidas por instituciones transcendentes para la democracia, el mercado, la organización
social, el legado cultural y la entidad reconocida o en vías de construcción.”416
Debemos ser capaces de articular las propuestas locales de desarrollo para que PEAT tenga la
mayor coherencia interna posible. El marco orientador del PEAT es el Plan de Ordenamiento
Territorial, que según lo dispuesto en el Art. 43 del COPFP, “son los instrumentos de la
planificación del desarrollo que tienen por objeto el ordenar, compatibilizar y armonizar las
decisiones estratégicas de desarrollo respecto de los asentamientos humanos, las actividades
económico-productivas y el manejo de los recursos naturales en función de las cualidades
territoriales, a través de la definición de lineamientos para la materialización del modelo
territorial de largo plazo, establecido por el nivel de gobierno respectivo”. El PEAT no puede
perder de vista este marco más amplio, pero tampoco desconsiderar que el territorio es un
416
Germán Escobar (2010) Desarrollo territorial rural en los países de la CAN: conceptos, criterios, limitaciones y desafíos. RIMISP, Chile.
321
especio con identidad cultural y que las transformaciones que se buscan son proyectos
concertados social y políticamente.
El PEAT se enmarca dentro de los cinco lineamientos definidos por la SENPLADES para orientar
la planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial: 1) reducción de inequidades y
satisfacción de necesidades básicas a través de una estrategia de desarrollo endógeno y de un
ordenamiento territorial equilibrado; 2) coordinación y gestión transectorial (coordinación
horizontal); 3) articulación intergubernamental (entre niveles de gobierno); 4) articulación con
el Plan Nacional de Desarrollo; y 5) fomento de la planificación participativa, la rendición de
cuentas y el control social en los procesos de planificación y de ordenamiento territorial, que
reconozca la diversidad de identidades.417 El PEAT, en este sentido, fortalece los procesos de
descentralización con estructuras de gestión y participación, genera relaciones de
corresponsabilidad, valora las sabidurías y los conocimientos ancestrales, establece criterios
para que los recursos fluyan con oportunidad y transparencia, plasma la consciencia colectiva
sobre el cuidado ambiental, pero esencialmente identifica los cambios estructurales que
deben ser impulsados para alcanzar los objetivos de eliminar la inequidad, la pobreza, la
exclusión, la indignidad. El PEAT, es esencia, ajusta las políticas sectoriales a los contextos
culturales, y define las acciones que conducen a la ruptura de las relaciones que año tras año
han producido y reproducido la miseria humana, la exclusión socioeconómica, la destrucción
del ambiente natural, con consciencia intercultural y de género.
El PEAT traduce un proyecto político de la sociedad local, junto a los GADS, lo que supone la
concreción en acciones de una imagen de futuro socialmente acordada, acoplado a los
escenarios más amplios. Es el marco de referencia que simultáneamente ajusta las políticas
sectoriales territorializadas y orienta las acciones que posibilitan el despliegue local del Buen
Vivir. La propia noción de Plan denota un proceso racional y afectivo de toma de decisiones
que deben acatarse para condicionar nuevas trayectorias de cambio en el territorio; pero
igualmente traduce un método de acción para las instituciones y la sociedad organizada,
propositivo e interactivo. El PEAT debe traducir un pacto social y ser un instrumento
compatible con los objetivos políticos compartidos de la sociedad local y los GADS, flexible
para poder territorializar las políticas sectoriales. Todo el proceso participativo de formulación
del PEAT debe contribuir a generar un clima de entusiasmo que favorezca la acción colectiva y
de optimismo social que favorezca el despliegue de la cooperación, la solidaridad, la
innovación social y la sinergia institucional.
417
SENPLADES, CONCOPE, AME, CONAJUPARE (2010). Lineamientos para la planificación del
desarrollo y el ordenamiento territorial: estrategias para el fortalecimiento del Sistema Nacional
Descentralizado de Planificación Participativa. Quito.
322
El Comité de Acción Territorial, junto a la sociedad organizada del territorio que participa en
los espacios democráticos locales, tiene la responsabilidad de concretar la gestión del PEAT.
Se trata de favorecer un gerenciamiento moldeado para potenciar el Buen Vivir desde los
territorios rurales, en beneficio de los grupos menos favorecidos. La descentralización que
propone el COOTAD establece un nuevo orden de organización del poder diferente de aquel
tradicional del Estado central. Debemos crear una cultura de gestión territorial, sin descuidar
la lectura de las fuerzas extraterritoriales que buscan organizar a su favor los potenciales
endógenos, generalmente vinculados a los recursos naturales estratégicos.
13. Eje Transversal: Emancipación y Cohesión Social
Las transformaciones socioeconómicas que supone el despliegue del Buen Vivir en los mundos
rurales se activan más fácilmente, y eventualmente descansan, sobre un denso tejido de
relaciones sociales hechas principalmente de aprendizajes e informaciones. Una malla social
tejida por una diversidad de elementos intangibles, como son las aceptaciones, las
expectativas, las confianzas reciprocas y también voluntades compartidas idealmente
encaminadas a modificar esos aspectos del contexto percibidos como negativos, que impiden
el acceso a libertades.
La ciencia nos enseña que los sistemas vivos tienden a auto-organizarse. El acercamiento o la
proximidad entre actores sociales e institucionales, apoyados por la comunicación, posibilitan
vertebrar la emergencia de nuevas configuraciones estructurales; cuando se establecen
puentes entre organizaciones, comunidades, productores, productoras, con sus saberes,
prácticas, aptitudes, actitudes, afectos, habilidades, experiencias, etc., se crean condiciones
que posibilitan la emergencia de nuevos patrones.
El proceso de Revolución Agraria, de la mano con propuestas que buscan la emancipación
social de las poblaciones rurales convoca, como nunca antes, a todos los grupos y movimientos
sociales del Ecuador rural, a desempeñar un rol protagónico inédito. Ese protagonismo se
fortalece por medio de la comunicación que aproxima y enriquece la participación social.
El Buen Vivir Rural, como propuesta histórica de cambio, precisa de renovadas concepciones e
instrumentos de aprendizaje colectivo y diálogos, que posibiliten aumentar la aproximación
social, cercanías, contactos, conversaciones, motivaciones, creando la capacidad de promover
el fluir de la auto-organización. La sociedad local, mediante el intercambio de la información,
mejora su capacidad de aprendizaje y de reacción frente al entorno. Es la calidad del tejido
323
asociativo, urdido por la frecuencia de los diálogos, y por el enlace entre las competencias y los
afectos, lo que permite desplegar y sostener el Buen Vivir.
Mientras bajo el neoliberalismo la sociedad generalmente es pensada como un agregado de
individuos encerrados en sus propios intereses, que hacen de sus prácticas sociales una dura
competencia por lograr ventaja mercantil, creando insociabilidad, el Buen Vivir supone
encaminar a los sujetos hacia relaciones de cooperación, que se traduzcan en prácticas
sociopolíticas orientadas por comportamientos de confianza, que brotan desde diversos
niveles de conciencia social, posibilitando la cohesión social, la gobernanza.
La sociedad rural tiene que estar en mejor capacidad para procesar la situación de caos y
complejidad que suponen los procesos de transformación, de orientar el rumbo de su propia
evolución y de formular elecciones informadas, cuidadosas, participativas, responsables y
conscientes. Mucho de esto va a depender de nuestra capacidad para mejorar la calidad del
tejido social en aras de alcanzar una sociabilidad donde las relaciones asuman cada vez más
una dimensión confiada y solidaria. La intención de alcanzar un escenario realista compartido
en los territorios siempre va enfrentar la oposición de intereses particulares. La capacidad de
mediar entre posiciones contrapuestas está relacionada con el buen liderazgo, el emocionar
que motiva, la confianza que une, el sentido de pertenencia a la común unidad, las
conversaciones que comunican experiencias y crean nuevos conocimientos. Aquello que se
siembra en los corazones de las organizaciones y comunidades rurales es lo que cosecharemos
en las manifestaciones sociales de sus territorios.
Una noción esencial del sistema económico justo democrático, productivo y sostenible que
debemos construir, es la idea de alcanzar mayores grados de organización social solidaria,
como base de una acción ciudadana que promueva el bien común. El neoliberalismo
menosdesprecia la noción del bien común orientado el cotidiano a la satisfacción de los
bienestares privados. O nuestra sociedad logra entretejer un tejido social denso y solidario en
el seno del cual los/las ciudadanos/nas amplíen sus oportunidades, intercambiando iniciativas
y mejorando sus alternativas de opción, para insertarse al sistema con dignidad, o no lo
consigue y se resigna al convivir dentro de la separatividad que nos excluye, que acabarán
arruinando las conquistas sociales y ampliando las brechas en el mediano plazo. Los problemas
de llamado “desarrollo” son motivados por una privación múltiple de varios derechos. Somos
desafiados a mejorar la calidad y densidad del tejido social y a construir puentes de
articulación entre los diversos sectores.
Se trata de apoyar la formación y entrelazamiento de redes sociales; de construir puentes
entre actores sociales y crear densidad de tejidos afectivos; de promover la aproximación de
324
actores y ampliar los espacios de dialogo e interaprendizaje; de estimular las relaciones de
cooperación y activar los intercambios de saberes; de multiplicar las comunidades de práctica
y expandir las comunicaciones que posibilitan compartir imaginarios, con capacidad de
transmitir información. Esta dinámica multiplicadora de relaciones entre personas y actores
puede intensificarse mediante las tecnologías de información que aumentan la velocidad de
procesar información y comunicar conocimiento. Pero en escala territorial, para contar con el
otro y la otra, lo ideal es facilitar la emergencia de sistemas de relaciones relativamente cortas,
casi cara a cara, con capacidad de articular la vida privada con la vida pública. Debemos
multiplicar los encuentros, enriquecer las celebraciones, recompensar las buenas prácticas,
acrecentar las conversaciones. Porque la confianza de que el otro actor social actuará como se
espera, de que las organizaciones campesinas acumulen experiencias positivas de contar con
las otras, nutren la solidaridad, generan un sentido de misión compartida. Debemos
desarrollar “tecnologías blandas” que nos permitan aumentar la intensidad afectiva de las
relaciones, crear compromiso entre las personas y mejorar gradualmente las capacidades de
autogestión.
El fomento de la solidaridad traduce un imperativo político dirigido a nutrir la cohesión social,
como elemento aglutinante de la vida ciudadana. La solidaridad consciente supone el
reconocimiento y el respeto por el otro y convoca a la responsabilidad por uno mismo y por los
demás. Debemos ser capaces de cambiar la cultura del “que me importa”, para de alguna
manera ser nuestros propios médicos, cuidar del ambiente, colaborar con el vecindario, ser
proactivos frente a las emergencias, ser sensibles con los vulnerables, ser intolerantes frente a
los actos de discriminación, exigir el cumplimiento de los derechos reconocidos, no permitir la
explotación laboral, etc.
Si somos capaces de visualizar las causas de los problemas que bloquean el fluir del Buen Vivir,
debemos ser capaces formular acciones coherentes para erradicarlas, comenzando por uno
mismo. La emancipación social que propone la Estrategia del Buen Vivir Rural depende de ese
cambio cultural hacia la conducta ética ciudadana; supone la multiplicación de actitudes y
comportamientos que respondan responsablemente a la vida social, más allá del paternalismo
o las simples señales del mercado. Más allá de la esfera de la moral reducida al cumplimiento
de la ley, de la exigibilidad de la norma vigente. Para ello es necesario recuperar y ampliar los
espacios y oportunidades para enriquecer la convivencia, para mejorar la calidad de las
actividades culturales y artísticas, para ampliar el juego y el deporte, para la conversación, la
amistad, la vida. Sin ese cambio cultural estamos amenazados por una creciente segmentación
social.
325
De la misma manera que somos llamados a crear densidad de tejidos, simultáneamente hay
que aprender a “destejer” las relaciones que producen y reproducen la separatividad social, en
particular, la discriminación étnica y social, la desigualdad de género. Los derechos se
respetan, pero también se conquistan constantemente. Las personas, los actores que cumplen
con las normas y regulaciones son social y ambientalmente responsables por obligación. La
cohesión social que posibilita el tejido social denso y solidario brota de la libertad, de la
elección, de una opción personal y colectiva por un Buen Vivir compartido. Por ello, el tejido
social resulta en acción colectiva y también en movilización social. Se trata que la solidaridad
sea vivida e internalizada en la subjetividad desde interacciones afectivas y conscientes de los
ciudadanos y ciudadanas, partiendo de los contextos territoriales; lo que supone concertar la
gestión de políticas y estrategias territoriales, entre las instituciones públicas y las
organizaciones.
Para ampliar la solidaridad en la economía rural somos llamados a promover redes inter-
empresariales, funcionales al mejoramiento del poder de negociación comercial, dando paso a
sistemas inéditos de innovación. Dentro y entre los territorios, las redes económico
productivas pueden realizar una mejor prospección comercial y tecnológica; interactuar
consensuando prioridades para enfrentar problemas comunes; lograr alternativas de
financiamiento; construir proyectos cooperativos, etc. Es posible crear responsabilidades
colectivas y alianzas estratégicas que conducen a la acción colectiva, aunque demandan de un
amplio esfuerzo de coordinación. Es necesario que las agendas de prioridades sobre temas
rurales y agrarios puedan ser concertadas en los diversos espacios, nacionales, regionales,
distritales y a nivel territorial.
Operando desde los territorios, se trata de incrementar y mejorar la calidad de la participación
ciudadana, de escuchar las iniciativas de la población y sus organizaciones, de fomentar las
veedurías, el cuidado por los bienes públicos, recuperando el sentido del trabajo comunitario.
Las propuestas de cambio territorial, la aplicación de políticas intersectoriales, precisan
sustentarse en el empoderamiento ciudadano y en el fomento de vínculos de
corresponsabilidad. Se requiere el diseño de herramientas de participación ciudadana
ajustadas a las cambiantes condiciones sociales y culturales, ampliando los espacios de
conversación, debate y consulta. De manera especial, los pueblos indígenas, montubios y
afroecuatorianos que residen en los territorios del Buen Vivir, deben influir en las políticas
públicas, garantizando se concrete el enfoque intercultural, lo que también incrementa las
oportunidades de inclusión.
Además de mejorar la densidad de los tejidos sociales territoriales y apoyar los procesos de
desfragmentación social e institucional que impide una gestión solidaria y complementaria, es
326
necesario reflexionar, dentro y fuera de territorios, sobre instrumentos de aprendizaje,
individual y colectivo, que contribuyan a eliminar las relaciones de discriminación racial, étnica
y de género. Es necesario velar, en el contexto de los territorios, que la problemática social
sea atendida considerando la diversidad cultural, ajustando enfoques y modelos de atención,
para influir en el mejoramiento de los servicios.
La formación ciudadana, la ampliación de los contactos y comunicaciones entre pueblos,
organizaciones y personas, la información sobre los mecanismos de exigibilidad de derechos,
son algunas acciones indispensables a realizar para fortalecer los tejidos ciudadanos. La
articulación de intervenciones sectoriales en los Comités de Gestión Territorial es de
importancia fundamental, para ganar eficiencia, concurrencia y coherencia, de la mano con
credibilidad. Ello supone garantizar que la participación social sea un componente constitutivo
de la gestión territorial de las políticas públicas, ampliando los espacios de dialogo, los
instrumentos de mediación de conflictos; asegurar que las nacionalidades y los pueblos se
perciban e identifiquen con las propuestas de los Planes de Acción Territorial que propone la
Estrategia. La gestión social territorial y la gobernanza en los territorios rurales suponen un
esfuerzo dirigido a estructurar la cooperación, articular las intervenciones y ampliar los
espacios de participación social intercultural.
De central importancia será el esfuerzo compartido con la sociedad civil tendiente a la
formación de liderazgos, de gestores locales y de valores ciudadanos, como puentes entre
culturas, desarrollo de mediaciones, control social y veeduría ciudadana.
Este componente se apoya en las siguientes líneas estratégicas:
a) Apoyar el fortalecimiento de la asociatividad, la formación y organización ciudadana, y la ampliación de las capacidades de gestión de la población rural, para democratizar los procesos, construir concertaciones y sinergias de todo orden; b) Promover el dialogo intercultural y el ajuste de las políticas públicas, planes y actividades a los contextos culturales, garantizando el reconocimiento de las comunidades, pueblos y organizaciones como dimensión de los derechos humanos; c) Promover y desarrollar redes sociales territoriales sostenibles, sistemas culturales de comunicación, ampliación de espacios de veeduría, para garantizar la igualdad de oportunidades, el reconocimiento mutuo y la incidencia política de la población rural y sus organizaciones; d) Apoyar la gestión eficiente y democrática de los Comités de Gestión Territorial, la articulación social e institucional, la resolución de conflictos locales, incrementando
327
el dialogo social y la inclusión intercultural y la corresponsabilidad en la construcción y ejecución de políticas las públicas;
14. Eje trasversal : Equidad de Género e Interculturalidad
No es posible gestar el paradigma del Buen Vivir que nos inspira, y por ende cambiar el actual
modelo de desarrollo, que nos decepciona, sin un cambio fundamental en nuestra visión de lo
femenino, y de lo que es culturalmente diverso, sin reconocer las capacidades creadoras de la
mujer, su condición de sujeto, y también el valor de la diversidad cultural, para potenciar las
libertades y llegar efectivamente a emanciparnos. Es muy difícil gestar un nuevo régimen de
desarrollo con modelos de convivencia que no permiten acoger a los otros y las otras, que
agreden a la naturaleza, que bloquean la posibilidad de solidarizarnos para transcender,
actuando desde nuestras propias biografías, para afirmar la tradición humanizadora. Se
demanda construir una nueva convivencia, más por razones éticas que por entendimientos
políticos, para cambiar mentes y corazones. Porque “todos debemos nuestra existencia al
gesto solidario de nuestras madres que nos acogieron en la vida y en la familia”.
Actuamos dentro del mundo de la manera como entendemos y sentimos el mundo; lo
observamos desde lentes que vienen culturalmente fabricados, que son social e
históricamente condicionados, usualmente fundados en la voluntad de dominación de los
otros y de la naturaleza, recurriendo inclusive a la violencia. Son lentes cambiantes, que sin
embargo, definen nuestro convivir cultural, compuestos de ideas, hipótesis, principios y
valores, dinámicamente armados de experiencias, sentimientos, explicaciones, plasmados en
relaciones sociales. Los modos culturales de vida siempre se renuevan, pero cada vez que el
organismo social sufre mutaciones en su base material, hay ciertas relaciones que tienden a
conservarse por residir en campos psíquicos o espacios subyacentes de la consciencia, y que
más allá de los instrumentos jurídicos que reconocen explícitamente los derechos y sus
titulares, y que plantean posiciones morales y marcos normativos para favorecer la equidad,
prolongan la inequidad, el racismo y el sexismo, mantienen las brechas separadas,
conservando una sensorialidad que se traduce en prácticas reales o simbólicas, de agresión,
opresión, explotación, exclusión, discriminación, corrupción, pobreza, desposesión, etc.
En el mundo social en que vivimos - en nuestra compleja ruralidad - persisten concepciones y
relaciones de dominación y opresión, inclusive traducidas en normas e instituciones, que
inferiorizan y discriminan a las mujeres, reproduciendo una perversa situación de
dependencia. Esa dinámica relacional, al mismo tiempo, condiciona y reproduce una
multiplicidad de ejes de desigualdad que insisten en deslegitimar al otro y a la otra,
328
construyendo a las mujeres como seres incompletos y sumisos. Se trata de la permanencia de
la ideología genérica patriarcal que niega libertades y produce autodevaluación, conllevando
un acumulado de circunstancias desfavorables referentes a la educación, el empleo
remunerado, el acceso a activos productivos y financieros, los vínculos con el mercado, la
atención a las necesidades prácticas para apropiarse del tiempo, el acceso a los servicios
básicos, la ampliación de la representación política y la acción directa de la mujer dirigida a
ejercer derechos civiles y políticos, la autonomía para tomar decisiones sobre su sexualidad y
reproducción, etc., en respeto, sin temor, sin humillación o maltrato.
Por lo que es infructuoso un tratamiento unidimensional y sectorial de la separatividad de
género, como fenómeno que reproduce la desigualdad, y también poco fértil una propuesta
normativa de abordaje transversal que no incorpore cambios en la cultura y la subjetividad,
para que pueda desempeñar un papel proactivo en las relaciones cotidianas. Las conductas
patriarcales enfermizas, violentas y adictivas, son expresiones manifiestas de un espacio
psíquico marcado por la inequidad. Es necesario transformar los patrones socio culturales de
conducta de hombres y mujeres; a nutrir las relaciones de confianza y solidaridad, a promover
prácticas inclusivas en todos los espacios, diseñando instrumentos de innovación social, redes
de conversaciones, estrategias de aprendizaje que afirmen los fundamentos emocionales
sobre los cuales se apoyan las conductas solidarias. No bastan las normas que anuncian
igualdad de oportunidades, se requiere un profundo cambio cultural.
Debemos asegurarnos que la perspectiva de género se revele en todas las dimensiones de la
Estrategia y sus políticas sectoriales e intersectoriales y formular acciones solidarias de
respuesta civil, que intervengan positivamente en una estructura social, económica y política
excluyente, con capacidad de recrear a las personas, particularmente a las mujeres y a los
jóvenes, de reconstruir relaciones, y propiciar la puesta en marcha de medidas legales y
conductas que posibiliten a hombres y mujeres un acceso más equitativo a la educación, la
política, el tiempo, el mercado laboral, los activos productivos, el conocimiento, el crédito,
entre otros.
Lo que nos obliga a programar, desde los territorios rurales, jornadas reflexivas dirigidas a
identificar las causas que reproducen las relaciones de rechazo en la vida cultural rural - los
estereotipos, los prejuicios, las discriminaciones - y a diseñar medios inéditos que permitan
suprimir o debilitar los efectos dañinos que estas producen en la vida cotidiana. Somos
llamados a cambiar fundamentos cognitivos, significados, creencias, a reducir las distancias
intergrupales, a construir conductas igualitarias fomentando simpatías; a contrarrestar rutinas
y prácticas afirmadas en el prejuicio, de inferioridad o de superioridad, incluyendo los
329
estereotipos que “justifican” o agravan la violencia contra la mujer. Pero esencialmente a
posibilitar que las mujeres rurales se apropien del tiempo.
Las comunidades campesinas, montubias y afroecuatorianas, los pueblos indígenas también
son custodios de nuestra identidad nacional. Es necesario cultivar la diversidad cultural para
fortalecer la cohesión social y la unidad nacional.
14.1. Elementos conceptuales
Nos interesa conocer la situación de desigualdad de la mujer rural, su posición en la actual
estructura económica, social y cultural. Por lo que este diagnóstico parte de la idea de que las
mujeres campesinas, montubias, indígenas y afroecuatorianas, tanto jóvenes como de la
tercera edad, que viven en los territorios rurales, se encuentran empobrecidas y excluidas,
sufriendo los impactos de la discriminación y la violencia, debido a factores que se
desprenden, no solo del hecho de pertenecer a hogares y segmentos sociales desfavorecidos, y
a su posición subalterna en la división sexual del trabajo, sino a la estructura desigual del
reparto de la riqueza, los activos productivos y las oportunidades.418 Se observa un proceso de
feminización de la pobreza, pero también de feminización de la agricultura de base familiar,
por consiguiente, una intensa transferencia de costos hacia la esfera reproductiva, afectando
al Buen Vivir de las mujeres y sus hogares.
Los elementos conceptuales que orientan este diagnóstico se refieren a la emancipación y el
empoderamiento de las mujeres, de pueblos y nacionalidades, incluyendo los jóvenes y los
grupos de la tercera edad que viven en los territorios rurales. Esto implica entender su papel
en el proceso de toma de decisiones que se relacionan con la vida comunitaria, con la
producción rural y agropecuaria, pero también con las oportunidades de acceso a los activos
productivos, especialmente agua, tierra, crédito, apoyo técnico y mercados. Está claro que
para las mujeres, mediante todo un sistema de roles patriarcales aprendidos, los mecanismos
de exclusión tienden a afectarlas, más que a los hombres. Adicionalmente implica indagar
sobre el control de las mujeres sobre sus propios ingresos, el liderazgo e influencia que ejercen
en las decisiones locales y su capacidad de incidir sobre la distribución del tiempo, para
proyectar la vida femenina hacia alternativas que las emancipen.
Las sociedades patriarcales que persisten en los mundos rurales ecuatorianos reproducen la
opresión de las mujeres. La emancipación social, económica y política tiene mucho que ver
418
Los hombres y las mujeres campesinas no están sólo definidos por su género sino también por su
posición social dentro de la estructura agraria.
330
con la calidad del proceso de democratización - como construcción histórica - aplicada en
forma horizontal, de abajo hacia arriba, alejada del tradicional asistencialismo clientelar y la
cooptación de las organizaciones de hombres y mujeres. El proceso de democratización debe
caracterizarse por la expansión del poder ascendente, desde la parcela y el hogar campesino
hacia las instancias de decisión donde se esperan comportamientos y prácticas inclusivas y
transparentes por parte de los poderes públicos. Una democracia enriquecida por el
pluralismo y la diversidad, la articulación libre de organizaciones y movimientos, los procesos
participativos en la toma de decisiones, el dialogo, el aprendizaje compartido, las redes de
solidaridad. Esferas que posibiliten y promuevan la garantía de derechos, la defensa de
intereses, tanto de las mujeres, como de los pueblos y nacionalidades, haciéndolos visibles en
el diseño y gestión de las políticas públicas.
La presencia activa de la mujer en la vida política, además, implica la necesidad de establecer
una ruptura con el legado de aislamiento, subordinación y exclusión, resultante de la
organización patriarcal, racista y adultocéntrica proyectada en el cotidiano, la desprotección
social y cultural, y la necesidad de incidir en las decisiones que afectan sus vidas. Se trata de
cambiar las relaciones de poder y de lograr una mejor distribución de los recursos y las
oportunidades, creando ambientes más incluyentes. La economía de subsistencia ha pasado a
subsidiarse por una economía de compensaciones, lo cual ha creado indignidad en los hogares.
Se parte igualmente de la constatación de que las mujeres, los pueblos y nacionalidades
indígenas, jóvenes y personas de la tercera edad - en diverso grado, espacios y tiempos - han
estado históricamente relegados a segundo plano, sin mayor protagonismo en las esferas de
decisión.
Muchas de las políticas o programas destinados a mejorar sus condiciones han sido
concebidas, pensadas desde afuera, en no pocos casos de manera impositiva, sin mayores
cambios cualitativos en lo relativo al cierre de brechas. Si algo de común se comparte entre
estas categorías es la percepción patriarcal que observa ciudadanos y ciudadanas de segunda.
En el caso de las mujeres esto se plasma en la reproducción de los servicios que incorpora la
economía del cuidado, sin la cual mucho del mundo del trabajo no funcionaría, y también, en
la opresión de los cuerpos, el maltrato, la estigmatización, la violencia.
Pero la negación de los derechos no se detiene en las mujeres. Persisten impedimentos que
niegan la especificidad social y cultural, y los derechos colectivos de los pueblos y
nacionalidades indígenas, reproduciendo percepciones estereotipadas que les asignan un
papel inferior. La exclusión social y cultural no tiene que ver tanto con la ausencia de normas -
muchas de las cuales están impregnadas de paternalismo - sino a un proceso relacional
marcado por las humillantes prácticas del racismo y la discriminación; relaciones marcadas por
331
la negación, la incomprensión, el prejuicio, el trato desigual.
Lo que queremos afirmar al analizar la situación de la mujer rural, campesina, indígena,
montubia y afroecuatoriana, pero también al observar a los pueblos indígenas, es que en
nuestra sociedad aún gravita la perversa combinación de una economía rural socialmente
concentrada y una cultura política, enraizada en concepciones androcéntricas y relaciones de
dominación, que vienen condicionadas por el maridaje entre colonialidad y la modernidad. Se
han configurado relaciones intersubjetivas muy difíciles de mudar, que afirman la capacidad de
ciertos grupos sociales, rurales y urbanos, de imponerse sobre otros.419 El prejuicio define una
actitud social que excluye y separa, que tiene profundo carácter subjetivo, que responde a
reacciones emocionales, que viene resonando desde antaño entre la población, en esencia,
desde la percepción de grupos sociales dominantes que lograr reproducir sus vínculos de
desigualdad, estigmatizando al otro grupo, como inferior.
Ser mujer y ser indígena o afroecuatoriana es enfrentar la crudeza de la desigualdad como
fenómeno socioeconómico, y la indignidad de la exclusión como fenómeno cultural que
institucionaliza el rechazo y la interdicción.
A partir de estas concepciones se busca conocer más claramente la situación de estos sujetos,
develar sus problemáticas, y a la luz de los principios del Buen Vivir y los preceptos
constitucionales, sugerir políticas públicas que posibiliten afirmar la libertad de oportunidades
y promuevan la inclusión y la equidad por razones culturales. La Estrategia del Buen Vivir
Rural, va más allá de la economía y los mercados, incorporando el enfoque de derechos
humanos y el cuidado de la naturaleza; intenta enmarcar en la propuesta de emancipación
social no solo el reconocimiento de la diferencia, sino la necesidad de introducir la perspectiva
intercultural en todo el esfuerzo de cierre de brechas. La dimensión cultural – la identidad – es
un elemento crucial para garantizar una integración social afirmada en el respeto; el acceso a
servicios de calidad donde se ven reflejados los valores, las costumbres, las creencias que
influyen en los comportamientos.
La Estrategia del Buen Vivir Rural reconoce que las mujeres rurales son actores fundamentales
de los procesos de transformación, para lo cual deben tener acceso a tierras, créditos, capital,
y servicios de extensión y capacitación, a las esferas de decisión y al poder. Se trata de que la
mujer tenga un creciente papel activo en los procesos de cambio, con capacidad de influir en la
elaboración e implementación de las políticas públicas. Para lo cual no es suficiente valorar el
rol que cumplen la mujeres en la economía del cuidado, sino ante todo eliminar la
419 Aníbal Quijano (s/f) Colonialidad del poder y Clasificación Social. (Internet)
332
discriminación que reproduce las relaciones de desigualdad; el diseño de formas de
convivencia que minimicen los antagonismos y las diferencias que representan la negación del
otro y de la otra, frustrando la solidaridad social.
El Buen Vivir no puede florecer o sostenerse sin pautas culturales que conlleven significados y
comportamientos compartidos en favor de la igualdad de género y el empoderamiento de las
mujeres. Lo que supone un gran esfuerzo de aprendizaje dialógico y reflexivo dirigido a
develar, comprender, explicar y cambiar los mecanismos explícitos e implícitos de la
subordinación de las mujeres.
14.2. La problemática de los sectores sociales excluidos y la
interculturalidad.
La desigualdad social, económica y política en la sociedad ecuatoriana afecta principalmente a
los pueblos y nacionalidades indígenas, a las comunidades afro, pero particularmente a las
mujeres. La discriminación también es étnica y constituye una relación que separa y excluye,
que bloquea las posibilidades de compartir, condicionando lógicas de abandono y conductas
que llegan inclusive a la violencia. Pobreza, exclusión, discriminación, subordinación, no
accesibilidad, rechazo, negación, desempoderamiento, son partes del mismo fenómeno. No
obstante que la Constitución del 2008, define la necesidad de “Garantizar sin discriminación
alguna el efectivo goce de los derechos, en particular la educación, la salud, la alimentación, la
seguridad social y el agua para sus habitantes” y que en el Plan Nacional de Desarrollo se
declaran políticas dirigidas a “Garantizar los derechos del Buen Vivir para la superación de
todas las desigualdades (en especial salud educación, alimentación, agua y vivienda). Y
también, “promover la inclusión social y económica con enfoque de genero, intercultural e
intergeneracional para generar condiciones de equidad.”420
Si bien desde 1998 el país reconoce en su Carta Magna su condición de Estado pluriétnico y
multinacional, los avances logrados en 2008 tuvieron significado histórico. Gracias a un fuerte
proceso de incidencia del movimiento indígena, se logró introducir en el nuevo marco
institucional nuevos principios de desarrollo en torno al imaginario del Buen Vivir o Sumak
Kawsay. 421 Se reconocieron alternativas de cambio socioeconómico opuestos a los ofrecidos
por el neoliberalismo; se valora la cosmovisión de la nacionalidad Kichwa que busca alcanzar
un estado de armonía, entre los seres humanos, con la comunidad y con la Pacha Mama. Pero
420
Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013. 421
René Ramírez Gallegos (2010) Socialismo del Sumak kawsay o biosocialismo republicano. En
Socialismo y Sumak Kawsay, los nuevos retos de América Latina. SENPLADES, Quito.
333
esencialmente, se persigue una “utopía, porque lo que reclama y propone es la lucha
constante por la igualdad”. 422
Los derechos del Buen Vivir nos obligan a establecer una convivencia afirmada en el dialogo
intercultural, lo que a su vez demanda radicalizar la democracia abriendo un debate sobre
aquello que afirma o niega la especificidad social, la etnicidad y los derechos colectivos de los
“diversos”, sobre las relaciones que condicionan la falta de libertad, sobre las maneras de
alcanzar individual y colectivamente una existencia digna. Eso supone ir más allá de las
declaraciones formales, de las normas establecidas y pasar a crear mecanismos que
promuevan las conversaciones, de la mano con soluciones operativas que incorporen el
enfoque intercultural en las políticas, pero principalmente reaccionar ente los sistemas e
instituciones que reproducen la discriminación, manteniendo viva la capacidad de
indignarse.423 Siendo que el principio rector de la Constitución es el Sumak Kawsay, se
entiende que los principales lineamientos de política social y económica deben ser
transversalizados por el enfoque intercultural.424 A riesgo que mantener abiertas las fracturas
sociopolíticas que limitan la constitución de una nación pluricultural.
De un total de 1`018.176 indígenas, 799.605 viven en áreas rurales, por lo tanto, apenas 21 de
cada 100 indígenas viven en zonas urbanas. La provincia con mayor población indígena rural es
Chimborazo. Del total de 1`0041 de pobladores afroecuatorianos que hay en el país 774.486
habitan en áreas urbanas, por lo tanto 26 de cada 100 habitan en zonas rurales, que
corresponde a 267.073 habitantes.
Las mujeres y pueblos indígenas estuvieron invisibilizados y excluidos de las políticas casi hasta
la Constitución del 2008.425 Si bien perduran las relaciones de inequidad de género y las
discriminaciones étnicas - básicamente porque no conseguimos superar la visión binaria y
patriarcal imbuida en los modelos convencionales de desarrollo - hay un reconocimiento
explico de la inmoralidad que conlleva este tipo de desigualdad. Es un gran logro político el
reconocer que es necesario defender no solamente los derechos políticos y sociales, sino
422
Blanca Chancoso (2010). “El Sumak Kawsay desde la visión de la mujer”. América Latina en
Movimiento, ALAI. No. 453 Alternativas Civilizatorias: los viejos nuevos sentidos de humanidad,
Marzo 2010, Año XXIV, II Época, Quito, Ecuador 423
Gloria Alicia Caudillo Felix (2012). El Buen Vivir: un diálogo intercultural.
http://uaim.edu.mx/webraximhai/Ej-23articulosPDF/14-El-buen-vivir.pdf 424
En el Ecuador existen 14 nacionalidades indígenas (Quichuas, Shuar-Achuar, Awa, Chachis, Sáchilas,
Huaoranis, Cofán, Siona – Secoya, y los Záparos y afroecuatorianos, etc.) siendo la kichwa la más
numerosa: 85.9%, seguida por la Shuar 9,4 %. 425
Convenio 169 sobre los Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de la Organización
Internacional del Trabajo. Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas de 2007
334
también los derechos culturales, buscando los medios de articular a la diversidad cultural en el
espacio público. Las normas constitucionales nos obligan a redefinir la política social que
también deberá atender los problemas de desigualdad social que vienen condicionados por
razones culturales. El concepto de Buen Vivir es una importante herramienta conceptual para
evitar la perdida de la identidad cultural y la ruptura de los equilibrios ecológicos.
De la totalidad de personas que viven en el Ecuador 7 de cada 100 se autoidentifican como
indígenas, lo que representan alrededor de 1`018.176 habitantes. En el 2010 la población
autodenominada como indígena incrementó un 22,6%. Del total de los pobladores
autodefinidos como indígenas, el 50,9% son mujeres, un número ligeramente mayor que el de
los varones, que representan el 49,1% de los habitantes. Si revisamos los datos del Censo
2001, notamos un ligero incremento de la población masculina indígena; los datos registraban
para esa fecha que el 48.7% de la población indígena era de varones y el resto mujeres, es
decir el 51.3%426.
Por otra parte de 100, 7,2 se auto identificaron como afroecuatorianos, esto representa un
pueblo de 1`041. 559 habitantes. La población definida como afroecuatoriana aumentó en un
57,9% es decir 437.550 pobladores; del total de pobladores autodefinidos como
afroecuatorianos, el 50,7% son hombres y el 49,3% son mujeres427.
Según el INEC, en el 2010, la población ecuatoriana ubicada entre los 10 y 14 años representa
el 11% del total, es decir, 1’539.342; 28.200 de ellos son jóvenes indígenas. El 23,4% de este
segmento poblacional se encuentra entre las edades de 20 a 34 años, presentándose un
incremento del 2,7 % en relación a la década anterior; la población adolescente entre 10 y 19
años representa el 23%.428
La tasa de juventud de la población afroecuatoriana, para el 2010 es de 309.404 jóvenes
afroecuatorianos, lo que representa un grupo poblacional de 30 jóvenes por cada 100
afroecuatorianos. La mayoría de la población ecuatoriana tiene un promedio de 28 años de
edad, esto quiere decir que estamos hablando de una población joven429. La presencia de la
juventud afrodescendiente es importante en algunos territorios rurales, particularmente la
provincia de Esmeraldas; es el segmento que soporta los más altos niveles de desempleo y
subempleo y condiciones precarias en el trabajo.
426
INEC, 2011 427
INEC, 2011 428
INEC, 2011 429
INEC, 2011
335
Mas grave es el problema de las mujeres jóvenes, cuya tasa desempleo a nivel nacional es
significativamente mas alta que la de los hombres jóvenes. En América Latina y el Caribe
durante la década de 1993 al 2003, según datos de la Organización Internacional del Trabajo,
el desempleo de los jóvenes de 15 a 24 años aumentó del 12,4% al 16,6% triplicando la tasa
correspondiente a los adultos; la gravedad del problema es aún mayor en el caso de las
mujeres jóvenes, cuya tasa de desempleo a nivel regional alcanzó el 28,8%, más alto que los
hombres jóvenes, situada en el 14,0%.
Por ejemplo en las encuestas de empleo realizadas por FLACSO durante los años 2002-2004, la
mayoría de hombres manifestaron haber trabajado una hora la semana anterior a la encuesta,
contrario a las mujeres que declararon no haberlo hecho. Y entre los hombres y mujeres que
buscan trabajo la mayoría son jóvenes (65%). Un importante número de mujeres no pueden
encontrar empleo porque se dedican a los quehaceres del hogar (36%), o sea, se mantienen
atrapadas en su rol cuidador, en las responsabilidades domésticas, que de por sí reducen sus
ya débiles posibilidades de vincularse al mercado laboral.
Por otra parte, las oportunidades de integración al mercado laboral de los y las jóvenes rurales
se ven debilitadas por los bajos niveles de educación; existen pocos servicios de orientación
sobre calidad, cualificaciones y competencias demandadas. La tasa de desocupación de los. Se
puede afirmar que los jóvenes asalariados representan el grupo más desprotegido de los
asalariados; mínimos beneficios laborales, empleos ocasionales, prolongadas jornadas
laborales, violación de normas legales.
Los niveles de pobreza que demuestran muchos territorios rurales, que se reflejan en el nivel
de escolaridad de su población, y también en la migración y pluriactividad de las pequeñas
unidades productivas, también influye en la probabilidad de las adolescentes de ser madres.
Las jóvenes de las zonas rurales tienden a quedar embarazadas con más frecuencia que las
residentes en zonas urbanas, lo que les impide terminar sus estudios.
14.3. Problemas étnicos, de género y generación que inciden en la población
rural y campesina
14.3.1. Inserción laboral de la mujer por áreas urbana y rural
336
La tasa de ocupación430 de la mujer es mayor en el área rural, existe en este sector un
porcentaje más alto de mujeres que se ubican en el subempleo. En cambio, en el área urbana,
la mujer tiene más alta participación en el desempleo abierto. Se observa que las mujeres
están en una situación de desventaja en relación a los hombres:
Cuadro 22 Inserción laboral áreas rural y urbana por sexo
Area rural Area urbana
Mujer % Hombre % Mujer % Hombre %
Tasa de Participación Bruta 35.2 58.3 37.2 54.9
Tasa de Participación Global 39.7 71.5 43.7 66.2
Tasa de Ocupación Global 95.6 98.1 92.8 94.7
Tasa de Subempleo Global 87.0 73.7 57.1 45.3
Tasa de Desempleo 4.4 1.9 7.2 5.3
Fuente: INEC ENEMDU DIC 2010. Arboleda María. Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas.
Comisión de Transición de Género, 2011
14.3.1.1. Las mujeres en la economía rural
Arboleda431 (2011) por otra parte anota que por una parte la participación promedio de las
mujeres en la PEA ocupada a nivel nacional es del 38.84 %, a nivel rural es solo de 34.32 %.
Parte de esta desigualdad podría obedecer, según la FAO (2007: 21)432, a que “el trabajo
agrícola y pecuario de las mujeres cuando lo hacen en sus propios predios no siempre es
remunerado,… las mujeres son las responsables de la alimentación de sus familias, … por lo
tanto, este trabajo no es remunerado, al igual que la agricultura destinada a la venta, actividad
en la que generalmente participa toda la familia.”433
Adicionalmente llama la atención el trabajo agrícola de niños, niñas, jóvenes y adultos mayores
que efectivamente es parte de las economías, mientras que el sector moderno emplea de
forma preponderante a personas en los rangos de edad de los 19 a los 40 años. 434 Así la autora
demuestra dicha problemática a través de una clasificación en donde muestra como las
mujeres integradas al trabajo agrícola son mayoría en las categorías cuenta propia, pero
430
Arboleda, María (2011) Diagnóstico Estado de las Mujeres Ecuatorianas. Consultoría Insumos para la
Agenda de Igualdad de Género. Comisión de Transición de Género.
431 Ídem.
432 Citado en Consejo Sectorial de Patrimonio, Política Sectorial de Género e Interculturalidad 2011-2013,
Quito, 2011, página 38. 433 Ibid. 434 Ibid, pág. 40.
337
también en las de familiar no remunerado y empleada doméstica.
Cuadro 23
Trabajo agrícola por sexo
Ocupación Hombres Mujeres
Patrón 7,8 4,6
Cuenta propia 24,7 30
Familiar no remunerado 4,1 10,8
Asalariado de gobierno 9 11
Asalariado privado 54 33,8
Empleado doméstico 0,4 9,8
Fuente: SIISE-2010. Elaboración: Consejo Sectorial de Patrimonio, 2011. Arboleda María. Diagnóstico
Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de Género, 2011
“Para el caso de las mujeres indígenas, afroecuatorianas y campesinas, y colonas pobres del
país, el trabajo no remunerado es parte de su rutina de vida, pues la pobreza y sumado a ello
los factores culturales que en la mayoría de casos naturalizan estos roles en las mujeres… “435.
Adicionalmente, la misma autora (2011) analiza que los factores de presión y desigualdad
como el minifundio, la erosión, la falta de acceso a recursos como la tierra y el agua, vías de
comunicación, recursos económicos y técnicos, afecta a la actividad económica de las familias
rurales, en las cuales las mujeres de pueblos y nacionalidades tienen importantes roles
productivos. Además, “la pérdida de las semillas propias hace que la soberanía alimentaria
cada vez sea escasa y se impulsen actividades productivas dirigidas al mercado y esto significa
la invasión del monocultivo a cambio de la producción de subsistencia donde las mujeres
ejercen el rol de mantener la chacra para el autoconsumo.”436
A ello hay que añadir la persistencia de patrones de dependencia para muchas mujeres de
pueblos indígenas a “los padres, esposos, hermanos, suegros y otros parientes dependiendo
del grado de relación de poder y parentesco”. El Consejo de Patrimonio, al reconocer que
“desde el análisis de género, las mujeres de estas poblaciones son las más pobres,
acentuándose estas desigualdades principalmente en las mujeres indígenas” afirma también
435
Ibíd. 436
Ibíd.
338
las responsabilidades del Estado y de la sociedad en la mantención de este tipo de situaciones,
producto de “la herencia colonial que subyugó a estas poblaciones, manifestándose hasta hoy
día en la discriminación racial y de género, la exclusión étnica y cultural, de carácter estructural
e institucional sostenido por el Estado y por la sociedad.”437
En cuanto a las mujeres afroecuatorianas, el Plan de Desarrollo 2007-2010 de la SENPLADES,
en el Componente de Pueblos Afroecuatorianos, dice: “El panorama de la economía rural
afroecuatoriana… las mujeres combinan el trabajo agrícola con la manufactura, la artesanía y
la venta de insumos agrícolas en el mercado. Muchas de ellas, especialmente en el Valle del
Chota, desarrollan actividades comerciales adicionales que les generan mayores ingresos que
aquellos derivados del trabajo agrícola. En la zona rural de la provincia de Esmeraldas las
actividades laborales son complementadas por la recolección (de) conchas y cangrejos de los
manglares, la pesca a pequeña escala y la extracción de productos del bosque. En zonas
turísticas como Atacames las mujeres han encontrado en la venta de dulces, platos típicos y en
el peinado a turistas, fuentes importantes de ingresos.”438
Por su parte el Plan de los Pueblos Afroecuatorianos: Derecho a no sufrir discriminación439
visibiliza las actividades económicas y productivas de las mujeres afros, en los diversos
territorios. En el Valle del Chota, con actividades comerciales y trabajo agrícola. En la zona
rural de Esmeraldas con la recolección conchas y cangrejos de los manglares, la pesca a
pequeña escala y la extracción de productos del bosque. En zonas turísticas, con la venta de
dulces, platos típicos y peinados a turistas. Sin embargo, destaca la poca disponibilidad de
tierras para el cultivo entre las familias afroecuatorianas que incrementa la pobreza y
promueven la migración a los cinturones de pobreza de ciudades como Ibarra y Quito.
También habla440 de la vulnerabilidad de sus territorios ancestrales y la presión que existe
sobre sus recursos naturales en el norte de la provincia de Esmeraldas, en el gran bosque del
Chocó Biogeográfico, territorio afro de propiedad colectiva amenazados desde los años 90 por
un aumento de la explotación comercial de manglares y criaderos industriales de camarones o
cultivos de palma aceitera.
437
Ibíd. 438
SENPLADES, Plan de Desarrollo 2007-2010 (Componente de Pueblos Afroecuatorianos), Quito,
agosto 2007, p.8 439
Antón Sánchez, John, Pueblos Afroecuatorianos: Derecho a no sufrir discriminación, MCDS- STFS,
SISPAE-SIISE, Publicado por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo SENPLADES, Quito,
Agosto 2007. 440
Arboleda, María (2011) Diagnóstico Estado de las Mujeres Ecuatorianas. Consultoría Insumos para la
Agenda de Igualdad de Género. Comisión de Transición de Género.
339
El Sistema de Indicadores Sociales del Pueblo Afroecuatoriano (SISPAE_ 2010) registra que del
5,06%, de población afroecuatoriana integrada en la PEA, las mujeres son el 29,94% en el área
urbana, y el 21,23% en el área rural. Según el SISPAE, “apenas el 41% de la población
económicamente activa en el sector rural está amparada con contratos de trabajo y sólo el
27% corresponde a las mujeres. Debe resaltarse además que solo el 17% de mujeres indígenas
de un total del 26% para estos pueblos y el 58% de mujeres afroecuatorianas, de un total del
61% tienen contratos de trabajo.”
14.3.1.2. Trabajo doméstico remunerado de las mujeres 441
Tal como afirma la EDEMDU (2007), el trabajo doméstico remunerado representa el 5 % de la
PEA. Esta situación habría evolucionado, pues en 1988 el empleo doméstico remunerado
constituía el 14 %. En el 2007, esa participación había bajado al 11 %. En esta categoría, el 95 %
de quienes realizan el trabajo doméstico remunerado, son mujeres. 442
El sector del trabajo doméstico remunerado es uno de los que mayores desigualdades e
injusticias ha presentado para las mujeres: “La sociedad ecuatoriana mira aún el trabajo
doméstico como servidumbre, lo que resta derechos, complejiza la situación los prejuicios
étnicos, de clase, regionales y de nacionalidad. La cualificación del trabajo doméstico es
incipiente y no hay espacios para ello.”443
“En ciudades como Guayaquil y Lago Agro son las mujeres que (sic) sostienen la escasa
canasta familiar. Ellas, en especial las más jóvenes encuentran trabajos en las labores
domésticas (…) Muchos de estos empleos se caracterizan por ocupar más tiempo del
reglamentario de la jornada laboral, con bajos ingresos salariales ($ 80 al mes), maltrato y
agresiones por parte de los patrones…”444
Hay que considerar que el 4 % de las 200.000 personas que han emigrado a Europa se
encuentra realizando trabajo doméstico remunerado. La jornada laboral de estas personas es
de 6 días y 42 horas de trabajo semanal promedio. La disminución porcentual del empleo
441
Arboleda, María (2011). 442
Armas, Amparo, Vásconez, Alison, Contreras Jacqueline, La economía del cuidado, el trabajo no
remunerado y remunerado del Ecuador, CDT, INEC, UNIFEM, AECID (2009), p. 46 443
Gina Benavides y Gardenia Chávez, Proyecto Manejo del flujo migratorio de trabajadoras domésticas
hacia la UE y España, Fundación Esperanza, Quito, noviembre, 2009, p.78-79, 444
SENPLADES Plan de Desarrollo 2007-2010 (Componente de Pueblos Afroecuatorianos), Quito,
agosto 2007, p.7
340
doméstico remunerado que se registra en la PEA femenina en los últimos 20 años puede
relacionarse, en parte, con el proceso emigratorio al extranjero, aunque también con la
reducción de los ingresos familiares de diversos sectores medios, tradicionales demandantes
de trabajo doméstico.
14.4. PEA de pueblos y nacionalidades
Desde el enfoque socioeconómico, cabe destacar que este indicador se relaciona o puede ser
explicado particularmente por las condiciones de vivienda, educación y servicios a los que
tiene acceso la población indígena. En el siguiente cuadro podemos observar que de todos los
pueblos y nacionalidades, el desempleo de los afroecuatorianos ha crecido en los últimos años,
entre otras razones por el racismo que genera exclusiones en el plano laboral. El desempleo es
menor en los pueblos y nacionalidades indígenas, no obstante dentro de este grupo de la
población existen brechas de género y un creciente problema de subempleo tal como
analizaremos en el siguiente acápite.
Gráfico 27
Fuente: INEC, Encuesta nacional ENEMDUR de diciembre de 2005 a 2010
Elaboración: Unidad de Investigación Socioambiental UASB y CEPLAES
*La categoría "afroecuatoriano" incluye a quienes se definen como negros, mulatos o afrodescendientes
341
La PEA en pueblos y nacionalidades indígenas según el Censo de población, 2010 muestra que
57 de cada 100 indígenas mayores de 10 años se encuentra desarrollando algún tipo de
actividad económica, laboral o están disponibles para trabajar y son la población
económicamente activa445.
Se nota un mayor porcentaje de inclusión laboral en la población masculina, en este sentido las
mujeres indígenas que en su mayoría son rurales, también están excluidas del espacio laboral
formal446. La categoría de labores agrícolas y de cuidado de animales son mayoritariamente
desarrolladas por la población femenina.
El análisis de la estructura de la PEA también nos permite identificar las dinámicas
socioculturales en relación a la actividad u ocupación de la población autoidentificada como
indígena. Según los grupos de ocupación de la población indígena ocupada, distribuida en
tareas o actividades específicas que desarrolla el trabajador dentro de establecimientos a los
que están de acuerdo a la clasificación internacional uniforme de ocupaciones CIUO
2008447,448. Adicionalmente, según los mismos datos, el 55,4% desarrolla actividades por
cuenta propia, el 13,6%son empleadas u obreras. Las personas que estaban desocupadas o
buscando trabajo daban un total de 29,7% en el caso de las mujeres y el 79.3 % en el de
hombres449.
Sin embargo, el hecho de que un porcentaje menor de mujeres indígenas busque trabajo, se
debe a que ellas están siendo en mayor proporción el sostén económico del hogar. Lo que
implica la necesidad de que las propias nacionalidades y el Estado creen mecanismos y
estrategias de empleabilidad e inserción en los nuevos mercados laborales, ampliación en la
cobertura de educación, salud, formación laboral y al incremento de accesibilidad a los
servicios públicos.
Además de las problemáticas mencionadas, podemos observar una creciente problemática de
informalidad entre la población indígena, así del total de la población inactiva 327.728, 62.8 %
son mujeres y el 37, 2% son varones. Del total de estudiantes 28% son varones y 26%son
445
Censo de Población, 2010 446
Así vemos que de toda la población indígena que tiene un empleo formal, el 57,4% son varones y el
42,6% son mujeres 447
Del total de la PEA ocupada, el 39,4% desarrolla actividades como agricultores o trabajadores
calificados, un 21,7 % desarrolla actividades de ocupaciones elementales, un 11,7% son trabajadores de
servicios y vendedores, y finalmente un 10,8% desarrolla actividades como oficiales, operarios o
artesanos. Censo de Población y Vivienda, 2010. INEC-CONEPIA 448
Censo de Población, 2010 449
Idem.
342
mujeres lo que evidencia deserción escolar, en la categoría quehaceres del hogar el 3% son
varones y el 30% son mujeres450. Lo que vuelve a confirmar que las mujeres que se dedican a
los quehaceres domésticos, son el sostén de los hogares. Los datos muestran que la gran
mayoría de población indígena está subempleada, es decir que en la actualidad solamente
389.239 indígenas mayores de 18 años están ocupados, de los cuales solo 66.320 son afiliados
o aportan al Seguro Social, lo que refleja porcentualmente el 17 % en tanto que el 81 % no
aporta451.
La ausencia de aporte al seguro social de gran parte de la población indígena, conlleva a un
serio problema social, particularmente debido a que en su mayoría estos grupos no cuentan
con servicios públicos básicos, si bien muchos de estos pueden recibir apoyos como el bono de
la dignidad, difícilmente pueden tener la cobertura necesaria para atender todos los
requerimientos que podrían ser cubiertos por el seguro social, como pensión de jubilación en
el caso de la tercera edad. Al menos 81 de cada 100 indígenas ocupados se encuentran
desprotegidos en casos de emergencia o vejez452.De manera que, de 61.450 pobladores
indígenas mayores de 65 años, sólo el 2,3% están recibiendo el beneficio de la jubilación, en
tanto que el 97,7% no se beneficiaran de este derecho laboral.
Existen 76 indígenas dependientes menores de quince años y mayores de 65 años por cada
100 pobladores económicamente activos, es un índice alto que demuestra altos niveles de
exclusión social y étnica en nuestra sociedad, niveles de desprotección, aislamiento,
abandono, rechazo familiar y social.
14.4.1. La PEA población afroecuatoriana
En referencia a la población afroecuatoriana, un total de 438.001 estaban ocupados, lo que
quiere decir que 53 de 100 mayores de 10 años se encontraban desarrollando alguna actividad
económica o laboral y representaban a la población económicamente activa. Existe un mayor
porcentaje de inclusión laboral en la población femenina que masculina453. Un 64.2% de las
personas desempleadas son varones y 35.8% son mujeres, es mayor que los otros grupos
poblacionales, por lo cual deberían existir políticas públicas que promuevan el pleno empleo. Y
al igual que en el caso de pueblos y nacionalidades indígenas, aquello es un indicador de que
las mujeres negras están sosteniendo económicamente el hogar a través del trabajo
450
Idem 451
Idem
452 Idem
453 Idem
343
doméstico. A pesar de ello, tal como mostramos en líneas anteriores, el desempleo de la
población afroecuatoriana ha crecido.
Entre los afrodescendientes, las ramas predominantes son la agrícola y el comercio, a estas
actividades se dedican 36 de cada 100 afroecuatorianos, les siguen las actividades de industria
manufacturera y la construcción a la cual se dedican entre 9 y 10 por ciento de personas 454
Existen 59 afroecuatorianos dependientes menores de 15 años y mayores de 65 años por cada
100, económicamente activos. 46 estudiantes, 38de mujeres que se dedican quehaceres del
hogar. Del total de ocupados (381.000), 114,157 están afiliados o aportan al Seguro Social, el
29 %455. Un total de 47.634 pobladores mayores de 65 años solo el 7,8 % reciben beneficio de
jubilación, el 92% no recibe este servicio. De 100 afroecuatorianos 67 se encuentran
desprotegidos en caso de emergencia o vejez456.
14.4.2. PEA de los pueblos montubios
Si analizamos la PEA de los pueblos montubios podemos observar que esta no se diferencia
tanto de otros pueblos y nacionalidades. El problema es que efectivamente los montubios
están invisibilizados y por lo tanto excluidos de muchas políticas, a pesar de que es la
población más pobre (79,8 pobreza calculada por NBI y 47,4 por Necesidades Básicas
Insatisfechas). De esta manera, entre los pueblos montubios existe una tasa de desempleo de
5,5 que supera a la de pueblos indígenas y afroecuatorianos, por otra parte el 58,5% se
encuentran en el sector informal, seguido de los pueblos y nacionalidades indígenas (72,2 %).
De estos datos podemos concluir que es necesario mejorar el acceso de las mujeres y las
poblaciones indígenas al mercado laboral, así como trabajar para aumentar acceso a un rango
mayor de ocupaciones, mejorar el nivel de educación, tomando en cuenta la interculturalidad
y las distintas edades.
14.5. Acceso a la tierra
14.5.1. Las mujeres productoras agropecuarias457
454
Idem
455 Idem
456 Idem
457 Arboleda, María (2011) Diagnóstico Estado de las Mujeres Ecuatorianas. Consultoría Insumos para la
Agenda de Igualdad de Género. Comisión de Transición de Género.
344
Según el III Censo Nacional Agropecuario (INEC, 2000), las mujeres productoras agrícolas
equivalen cuantitativamente a una cuarta parte del total de la población productora
agropecuaria. Como se ve en el cuadro siguiente, en las Upas, el censo agropecuario registró la
existencia de un 25.4 % de mujeres y un 74.6 % de hombres.
Cuadro 23: Población en las UPA’s según sexo
Total UPA’s %
Hombres 629.151 74.6
Mujeres 213.731 25.4
Total 842.882 100
Fuente: III Censo Nacional Agropecuario, INEC, 2000 / Elaboración: CDT
14.5.2. Mujeres y titularidad de la tierra458
Según datos del Censo Nacional Agropecuario (2000), las mujeres serían un 68.4 % en las
Unidades de Producción Agrícola UPAs, catalogadas como de “tenencia propia con título”, la
que sería prácticamente igual a la propiedad masculina que asciende a 68.5 %. Son un
pequeño porcentaje más que los hombres en la producción al partir con un 1.2 %. Y
representan un porcentaje menor en las propiedades ocupadas sin título, donde hay un 5.5 %
de mujeres frente a un 7.1 % de hombres, en las propiedades arrendadas (mujeres 0,8 % vs.
1.3 % de hombres) y en la propiedad como comunero o cooperado, donde representan el 0,9 %
frente a un 1,8 % de hombres.
Cuadro 24
Personas productoras según tenencias de las Upas por sexo
458 Arboleda, María (2011).
345
NACIONAL
Personas
por
tenencia
de Upas
%
Tenencia
de Upas
Hombres
%
Tenencia
de Upas
Mujeres
%
Propia con título 68,5 68,5 68,4
Ocupada sin título 6,7 7,1 5,5
Arrendada 1,2 1,3 0,8
Aparcería o al
partir 1,1 1,1 1,2
Comunero o
cooperado 1,6 1,8 0,9
Otra forma de
tenencia 5,1 4,6 6,5
Tenencia mixta 15,9 15,6 16,6
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, Año: 2000. Elaboración: SIMUJERES
Gráfico 28
Personas productoras según tenencias de las UPAs por sexo
346
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA 2000. SIMUJERES / Elaboración: Arboleda María.
Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de Género, 2011
Los datos que se incluyen en el siguiente cuadro permiten ubicar dónde se encuentran
ubicadas las mujeres según el tamaño de las UPAs. El número de mujeres productoras
agrícolas tiende a ser mayor si la UPA es de menor extensión. Así, las mujeres productoras son
el 40.2 % en los minifundios de menos de 1 hectárea, los más pequeños entre todos, y solo el
7.7 % en las UPAs de 200 y más hectáreas.
En suma, conforme aumenta la extensión de la UPA el porcentaje de mujeres productoras
disminuye tendencialmente. Según la proporción de superficie de las UPA’s de su propiedad
con título, las mujeres representarían el 72.4 % frente a un 71.8 de hombres.
Cuadro 24:
UPA’s y personas productoras por tamaños según sexo (%) Menos de
1 Ha 1 a 2 Ha
2 a 3 Ha
3 a 5 Ha
5 a 10 Ha
10 a 20 Ha
20 a 50 Ha
50 a 100 Ha
100 a 200 Ha
200 y más Ha
Hombres 59.8 70.6 75.9 79.5 82.8 85.7 88.4 90.9 91.8 92.3
347
Mujeres 40.2 29.4 24.1 20.5 17.2 14.3 11.6 9.1 8.2 7.7
Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Fuente: III Censo Nacional Agropecuario (INEC, 2000)
De otros datos procesados del Censo Agropecuario, se encuentra que:
Del total de trabajadores agropecuarios, permanentes remunerados, el 40.4 % son hombres, y el 25.3 % son mujeres.
Del total de trabajadores agropecuarios ocasionales remunerados, el 59.6 % corresponden a hombres, y el 74.7 % a mujeres.
Esto lo podemos comprobar en el cuadro siguiente:
Cuadro 24 Trabajadores permanentes y ocasionales remunerados en la UPA por sexo
Desgloses Trabajadores remunerados en las UPAS %
Trabajadores remunerados en las UPAS hombres %
Trabajadores remunerados en las UPAS Mujeres %
Trabajadores/as
permanentes 38,7 40,4 25,3
Trabajadores/as
ocasionales 61,3 59,6 74,7
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, Año: 2000. Elaboración: SIMUJERES
348
Gráfico 29 Trabajadores permanentes y ocasionales remunerados en la UPA por sexo
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, Año: 2000. SIMUJERES / Elaboración: Arboleda María. Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de Género, 2011
Cuadro 25
Desgloses
Trabajadores
remunerados
en las UPAS %
Trabajadores
remunerados
en las UPAS
hombres %
Trabajadores
remunerados
en las UPAS
Mujeres %
Trabajadores/
as
permanentes 38,7 40,4 25,3
Trabajadores/
as ocasionales 61,3 59,6 74,7
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, Año: 2000. Elaboración: SIMUJERES
349
Gráfico 30
Trabajadores permanentes y ocasionales remunerados en la UPA por sexo
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, Año: 2000. SIMUJERES / Elaboración: Arboleda María. Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de Género, 2011
14.5.3. Acceso de las productoras a educación y agremiación agropecuaria459
El acceso de mujeres y hombres productores rurales a la educación agropecuaria en el año
2000 era, de modo general, mínima. Un 98,9 por ciento de productores no tenían acceso a
este tipo de educación, con un 1,9 % de hombres productores que sí accedían y apenas un 0,3
por ciento de acceso para las mujeres productoras.
Cuadro 26 Mujeres / hombres productores según educación agropecuaria
Con educación agropecuaria Sin educación agropecuaria Promedios
Mujeres
Hombres
Mujeres
Hombres
Con
Sin
0,3 % 1,9 % 99,7 %
98,1 % 1,1 % 98,9 %
459 Arboleda, María (2011).
350
Fuente: Censo Nacional Agropecuario, 2000 - Elaboración: SIMUJERES
En relación con la pertenencia a gremios agropecuarios, la situación es similar aunque los
porcentajes de pertenencia son un poco mayores. De un promedio de 5.9 productores que sí
pertenecían a gremios en el año 2000, un 4.3 por ciento eran mujeres y un 7.5 por ciento eran
hombres.
Cuadro 27
Mujeres y hombres productores por pertenencia a gremios agropecuarios
Pertenecen a gremios
agropecuarios
No pertenecen a gremios
agropecuarios Promedios
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Pertenecen No
pertenecen
4,3 7,5 95,7 92,5 5,9 94,1
Fuente: Censo Nacional Agropecuario, 2000 - Elaboración: SIMUJERES
14.6. Acceso al crédito de mujeres y hombres productores rurales
El crédito para los productores agropecuarios ha sido, en general, limitado en las últimas
décadas con un promedio de 6,45 por ciento. Las mujeres productoras que sí accedían al
crédito en el año 2000, según el Censo Agropecuario, apenas llegaban a un 4,6 por ciento. El
dato promedio para los hombres productores fue de 8,3 por ciento.
Cuadro 28 Acceso al crédito de mujeres y hombres productores agropecuarios
Acceden al crédito No acceden al crédito Promedios
Muje
res
Homb
res
Muje
res
Homb
res
Acce
den
No
acced
en
4,6 8,3 95,4 91,7 6,45 93,55
Fuente: Censo Nacional Agropecuario, 2000- Elaboración: SIMUJERES
351
14.6.1. Mujeres y hombres productores remunerados y horas promedio de trabajo460
Apenas un 25,3 por ciento de mujeres productoras que trabajan en las UPA’s eran
remuneradas en 2000, mientras los hombres productores remunerados alcanzaban el 40,4 por
ciento este mismo año.
Cuadro 29: Trabajadores remunerados en las Upas, hombres y mujeres, 2000
Trabajador
es
remunerad
os en las
UPAs ( % )
Trabajador
es
remunerad
os en las
UPAs
Hombres (
% )
Trabajador
es
remunerad
os en las
UPAs
Mujeres (
% )
Trabajadores/as
permanentes 38,7 40,4 25,3
Trabajadores/as
ocasionales 61,3 59,6 74,7
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, 2000; SIMUJERES 2011
Gráfico 31
Trabajadores remunerados en las Upas, hombres y mujeres, 2000
460
Arboleda, María (2011) Diagnóstico Estado de las Mujeres Ecuatorianas. Consultoría Insumos para la
Agenda de Igualdad de Género. Comisión de Transición de Género.
352
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, 2000; SIMUJERES 2011
/ Elaboración: Arboleda María. Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de Género, 2011
Las horas promedio de trabajo de las mujeres como parte de la población ocupada en la
producción agropecuaria dentro de la UPA ascendían a 27.7, frente a 34,7 horas de los
hombres en la misma situación. Hombres y mujeres poseen el mismo promedio de horas de
trabajo agropecuario fuera de la UPA.
Cuadro 30:
Horas promedio de trabajo hombres y mujeres, 2000
Horas promedio
de trabajo
Hombres ( % )
Horas promedio
de trabajo
Mujeres ( % )
Dentro de la UPA 34,7 27,7
Fuera de la UPA y Agropecuario 40,3 40,1
Dentro/Fuera de la UPA y Agropecuario 46 43,6
Fuera de la UPA y No Agropecuario 44 40,6
Dentro/Fuera de la UPA y Ambos 48,8 44,9
Fuera de la UPA y Ambos 48,4 48,1
Fuente: Censo nacional agropecuario - INEC - SICA – MAG, 2000; Elaboración: SIMUJERES
353
Para 2009, según la ESPAC, el porcentaje de mujeres trabajadoras agropecuarias remuneradas
era prácticamente igual que en 2000, habiendo descendido ligeramente a 25,1 por ciento
(perdiendo dos décimas) mientras que los hombres trabajadores agropecuarios remunerados
llegaban al 74,9. Encontró además que las mujeres seguían siendo minoría entre aquellos
trabajadores agrícolas sin remuneración, mientras su participación alcanzaba solo a un 16 %
entre los remunerados ocasionales.
Por regiones, la remuneración de las mujeres trabajadoras agropecuarias cambia
notablemente. En la región Sierra es donde alcanzan mayor porcentaje como remuneradas
con un 39,3 por ciento, seguida de la región Amazonía donde un 21,2 por ciento de mujeres
en esta misma calidad son remuneradas. En la región Costa, por el contrario, existe apenas un
9,8 por ciento de mujeres trabajadoras agropecuarias remuneradas.
Cuadro 31: Mujeres y hombres trabajadores agrícolas con/sin remuneración, por regiones, 2009
Personas trabajadoras
Sierra Mujeres
Sierra Hombres
Costa Mujeres
Costa Hombres
Amazonía Mujeres
Remunerados permanentes
39,3 60,7 9,8 90,2 21,2
Remunerados ocasionales
29,1 70,9 6,3 93,7 3,3
Trabajadoras sin remuneración (productoras y/o familiares)
48,1 51,9 33,4 66,6 39,6
Fuente: Encuesta de Producción Agropecuaria Continua - ESPAC 2009 – Elaboración: SIMUJERES
Gráfico 32 Mujeres y hombres trabajadores con/sin remuneración, por regiones, 2009
354
Fuente: Encuesta de Producción Agropecuaria Continua - ESPAC 2009. Elaboración: Arboleda María. Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de Género, 2011
Al mismo tiempo, los datos de la ESPAC 2009 muestran que las mujeres como trabajadoras sin
remuneración son menos también en la región Costa, donde se encuentra el mayor número de
hombres trabajadores agropecuarios sin remuneración. El mayor porcentaje de mujeres
trabajadoras agropecuarias sin remuneración se encuentra en la Sierra, posiblemente con una
alta participación de las mujeres indígenas, lo cual solo podrá ser adecuadamente interpretado
a la luz de una comprensión más fina de la imbricación de los sistemas productivos y de género
de pueblos y nacionalidades. El caso de la Amazonía es similar, aunque en esta región incide
mucho además el trabajo de hombres y mujeres colonos.
Para el CODENPE, “Las tres cuartas partes de las mujeres campesinas ocupadas en la
agricultura lo hacen en las tierras de familiares y sin remuneración, viéndose obligadas a
lanzarse al mercado de trabajo cobrando frecuentemente la mitad que los varones (Fuente:
CODENPE, Agenda de Igualdad en la Diversidad, Quito, 2010).
Cuadro 25 Participación de hombres y mujeres, tasa neta y bruta, en el área rural
Tasas Mujeres Hombres
Tasa de Participación Bruta en el área rural 35,2 58,3
Tasa de Participación Global en el área rural 39,7 71,5
Tasa de Ocupación Global en el área rural 95,6 98,1
Tasa de Subempleo Global en el área rural 87,0 73,7
355
Fuente: INEC ENEMDU DIC2010 -– Elaboración: SIMUJERES
14.7. Elementos Sociales
14.7.1. Educación de las mujeres rurales
14.7.1.1. Nivel de escolaridad por sexo y etnia461
Según el Censo de Población y Vivienda 2010 (INEC), el nivel promedio de escolaridad462 de 24
años y más de edad situado en 8,17 años en 2001 subió a 9,59 en 2010, con una diferencia a
favor de las áreas urbanas donde ascendió a 10,9 años mientras en las áreas rurales tan solo al
7,1. No se registran diferencias por sexo. El Censo registró el mismo promedio de
aproximadamente 9.5 años de escolaridad para ambos sexos. Pichincha es la provincia con
mayor nivel de escolaridad con un promedio de 11,4 años, mientras Cañar es la que registra el
menor nivel de escolaridad con 7,6 años en promedio.
Para el 2010 en el mismo tramo de edad, los porcentajes de escolaridad por etnia han
mejorado aunque continúan deficitarios. Si bien los mestizos alcanzan un promedio de 9,8
años de escolaridad; los afroecuatorianos tienen 8,4; los montubios 7,4 y los indígenas apenas
6,4 años de escolaridad. El 9,2% de la población afroecuatoriana tiene nivel de instrucción
superior, frente al 6,8% de los montubios y apenas el 4,9% de los indígenas. Estos promedios
generales, al ser desagregados por sexo, muestran mayores desigualdades asociadas:
Mientras el porcentaje nacional de mujeres sin ninguna instrucción es de 6 %, para el caso de las mujeres indígenas sin ninguna instrucción ascienden a un 18 %. Las afroecuatorianas sin ninguna instrucción registran un 5.8 %.
Mientras a nivel nacional hay un 34 % de mujeres con nivel de instrucción solo primaria, las mujeres indígenas en el mismo nivel llegan al 39 % y los hombres casi al 42 %, cinco y siete puntos más. En la población afrodescendiente, los hombres solo con primaria casi llegan al 40% y las mujeres al 39 %, seis y cinco puntos más que a nivel nacional.
461 Arboleda, María (2011) Diagnóstico Estado de las Mujeres Ecuatorianas. Consultoría Insumos para la
Agenda de Igualdad de Género. Comisión de Transición de Género.
462 Los niveles de escolaridad indican el grado de eficiencia de una sociedad para cumplir con el derecho
de todas las personas a iguales oportunidades de acceso al sistema educativo básico, intermedio y de
profesionalización superior.
356
En el acceso a la educación superior, mientras a nivel nacional las mujeres presentan una tasa de participación del 14 % y los hombres del 13 %, este porcentaje es de apenas 2.8 para las mujeres indígenas y de 3.8 para los hombres indígenas. En los pueblos afro, los porcentajes son algo mayores: 7.5 % para las mujeres y 5.5 % para los hombres.
Es un signo preocupante que el porcentaje de mujeres indígenas y no-indígenas que declaran que “ni estudian ni trabajan” casi duplique al de hombres en igual condición, pues aquello revela una exclusión total del sistema educativo y del mercado laboral.
Los promedios nacionales y las diferencias por sexo y etnia se pueden ver en los siguientes
gráficos.
Gráfico 33
Nivel de instrucción indígena por sexo
Fuente INEC, Censo de Población 2010 - Elaboración: CDT, 2011.
Respecto de la educación media encontramos que en las últimas décadas el nivel de
instrucción es ligeramente mayor para las mujeres, lo que podría explicarse por la presión
para incorporarse al mercado de trabajo que sufren los hombres indígenas.
Gráfico 34
357
Nivel de instrucción afroecuatorianos por
sexo
Fuente INEC, Censo de Población 2010 - Elaboración: CDT, 2011.
14.7.1.2. Matriculación de las mujeres463
El Ecuador se ha comprometido a alcanzar hasta el año 2015 el 100 % de matriculación en la
educación general básica (EGB), lo que involucra a los grupos de edad entre los 5 y 14 años de
niñas, niños y jóvenes. De acuerdo con la encuesta ENEMDU (INEC), en el año 2009 se había
llegado a apenas a 3 puntos debajo de esa meta: las niñas y los niños se encontraban
prácticamente igual en la tasa neta de matriculación en la educación básica, con 95.04 % para
ellas y 94.2 % para ellos.
Cuadro 29
Matriculación464
en educación básica por sexo
Femenino Masculino
2006 91.66 % 91.08 %
2007 91.78 % 91.40 %
2008 93.07 % 93.30 %
2009 93.53 % 92.83 %
2010 95.04 % 94.21 %
Fuente: INEC-ENEMDU, 2010
463
Arboleda María. Diagnóstico Situación de las Mujeres Ecuatorianas. Comisión de Transición de
Género, 2011 464
La tasa de matriculación indica el grado de inclusión de la población en la edad respectiva en el
sistema educativo. Por principio, debe estar matriculado en el nivel básico el 100 % de la población
comprendida entre 5 y 14 años de edad.
358
“A nivel nacional, apenas un 35 % de las mujeres jóvenes matriculadas terminan el
bachillerato…”465 Esto implica una “deserción” de las mujeres de la educación media que “lleva
a que estas jóvenes tengan una situación desfavorable en lo laboral y se empleen en trabajos
de muy baja remuneración”.466
En cuanto al acceso de las mujeres a la educación superior se puede apreciar que en diciembre
del 2007 tuvieron una representación de 26.32% mientras que los hombres se ubicaron con
un 23.87% hombres matriculados, para diciembre 2011 aumenta a 33.41% para las mujeres y
disminuye a 26.92% hombres, estos datos deben confrontarse con los egresamientos y
graduaciones, se infiere que los resultados cambian en beneficio de los varones.
Cuadro 26
Tasa neta de matrícula de educación superior por sexo
Tasa neta de matricula de educación superior FEMENINO MASCULINO
dic 2007 26.32% 23.87%
dic 2008 29.73% 25.30%
dic 2009 29.73% 25.17%
dic 2010 31.02% 25.89%
dic 2011 33.41% 26.92%
Fuente: ENEMDU
Elaboración: SENPLADES
Si analizamos por área la tasa de matrícula de educación superior, conforme al cuadro
siguiente, vemos que existen brechas significativas, en el área urbana se tiene una
representación de 32.01% en diciembre del 2007 frente a 8.89% para el área rural. En el año
2011 se mantiene la brecha al ubicarse el área urbano en 35.8% en relación a 16.24% en lo
465
Soledad Martínez, Situación Educativa de las Mujeres, en: Informe Derechos Humanos Ecuador 2009-
2010, Corporación Humanas Ecuador, Quito, 2010, pdf. p.187. 466
Ibíd. p.187
359
rural, estos datos vislumbran que existen mayores dificultades para acceder a este nivel de
educación asociados con pobreza, marginación, ubicación geográfica.
Cuadro 27
Tasa neta de matrícula de educación superior por área
Tasa neta de matricula de
educación superior Urbano Rural
dic 2007 32.01% 8.89%
dic 2008 34.49% 11.73%
dic 2009 34.19% 11.80%
dic 2010 35.25% 12.95%
dic 2011 35.81% 16.24%
Fuente: ENEMDU
Elaboración: SENPLADES
14.7.1.3. Tasa de asistencia y desigualdades por área, género y etnia467
Las tasas de asistencia al sistema escolar de los niños/as y jóvenes muestran que el 9% de la
población de más de 15 años que asiste regularmente a un centro de estudios no termina la
educación básica, provocando el fenómeno conocido como rezago estudiantil. Esta situación,
con todo, es 2,07 puntos menor que en el 2001, cuando se registró un 11,07% de rezago.
Actualmente, las provincias con menor rezago estudiantil son El Oro con 7,25% y Cotopaxi con
7,82%, mientras Napo y Morona Santiago registran las mayores tasas de rezago con el 13,15%
y 14,53% respectivamente.
A nivel de las áreas urbanas y rurales, la tasa neta de asistencia es menor en casi 6 puntos en la
población rural, que apenas alcanza un 21.68%. Comparado con el promedio nacional la
población indígena rural tiene una brecha en contra de 23 puntos puesto que el total nacional
es de 44.40. El ultimo eslabón de la cadena constituye la menor asistencia de la población
indígena a la educación superior, la tasa neta de mujeres es del 4.40%, de hombres el 6.3% lo
cual muestra una brecha de género en relación al promedio nacional que es del 17.2%.468
467 Arboleda María( 2011) 468
Camacho et al, op. cit. 2010.
360
“Entre los factores que inciden están: la dispersión de los asentamientos humanos respecto de los centros urbanos donde se concentran los servicios educativos lo que hace que el tiempo, costos y la inseguridad en los desplazamientos limite el acceso a la población rural y particularmente a las mujeres. Adicionalmente, los estereotipos de género vinculados con las culturas locales, que asignan a las mujeres las tareas domésticas y de cuidado de los hijos, limitan las opciones de desarrollo profesional de las mujeres y la inversión en educación que los padres deben hacer. La menor asistencia de hombres a la educación superior estaría asociada con la necesidad de incorporarse al mercado de trabajo.….”469
14.7.1.4. Analfabetismo por sexo, área y etnia470
Desagregada por sexo, la tasa de analfabetismo afecta actualmente al 7.7 % de mujeres y al
5.8 % de hombres. Estas cifras denotan la existencia de una más acelerada disminución de la
brecha de género del analfabetismo en los últimos años: en efecto, el analfabetismo de las
mujeres cayó del 13,8% en 1990 al 7.7 % en 2010, lo que equivale a una disminución de 6
puntos porcentuales; mientras el analfabetismo de los hombres cayó desde 9,5% en 1990 a
5.8% en 2010, es decir aproximadamente 4 puntos porcentuales.
Cabe recalcar que aún los programas públicos de erradicación del analfabetismo, no han
incorporado el enfoque de género, inclusive aquellos que se ejecutan actualmente, y tampoco
han procurado oportunidades especiales a las mujeres para superar la brecha que las afecta.471
Los promedios nacionales encubren la persistencia de grandes diferencias en el analfabetismo
rural. Mientras la tasa promedio de analfabetismo472 en las ciudades cayó a un 4,3 %, que las
acercaría a ser declaradas libres de analfabetismo según los estándares de la UNESCO, en las
áreas rurales el analfabetismo asciende a 12.22%. Un 6 % de mujeres son afectadas por el
analfabetismo en las ciudades y un 14.17 % en las áreas rurales. Considerando la intersección
469
CODENPE, Agenda de Igualdad en la Diversidad, Quito, 2010 470
Arboleda María.(2011) 471
"A pesar de que…hay actualmente interés por dar un trato diferenciado a la problemática del
analfabetismo, ninguno de estos programas se planteó por objetivo específico reducir el alfabetismo de
las mujeres. Si bien el material didáctico contiene temas de interés para las mujeres como por ejemplo el
tratamiento de la violencia intrafamiliar y la participación de las mujeres, la brecha de género que existe
en la exclusión de las mujeres del sistema educativo formal se mantiene…” Soledad Martínez, op. cit.,
p.182 472
La Tasa de analfabetismo es la relación de los analfabetos dentro de su mismo grupo étnico.
361
por género y etnia, las tasas de analfabetismo473 son las siguientes según el Censo de Población
y Vivienda 2010 (INEC):
en la población indígena, 26.7 % para las mujeres y 13,7 % para los hombres.
en la población montubia, 12,6 % para las mujeres y 13,1 % para los hombres.
en la población afroecuatoriana, 7.12% para las mujeres y 6.6 % para los hombres.
en la población mestiza, 5.9 % para las mujeres y 4.2 % para los hombres.
Esta situación, con todo, refleja un cambio respecto de la situación en 2001 cuando el
analfabetismo en pueblos indígenas era 5 puntos mayores y el de las mujeres indígenas llegaba
al 36 %. Las variaciones en la tasa de analfabetismo de los pueblos afroecuatorianos, tanto
general como diferenciada por sexo, son menores. Esto señala que el combate al
analfabetismo estuvo mucho más dinámico entre los pueblos indígenas, lo cual podría tener
correspondencia con la intensa actividad de algunos gobiernos locales de territorios indígenas
en esta área.
El CODENPE, con base en los datos de analfabetismo del 2008, señaló: “Estos datos denuncian
la afectación y marginación en el campo de la educación sobre todo para las mujeres, debido a
la pobreza y a la desigualdad de oportunidades en que viven. Al respecto, la alta relación entre
los niveles de desnutrición de la población infantil con las tasas de analfabetismo de las
madres, convierte al indicador de analfabetismo femenino en uno de los indicadores de
relevancia en el componente Uso de la Seguridad Alimentaria.”474
Por otro lado, las tasas de analfabetismo funcional revelan la insuficiencia de los avances en la
materia.475 Un aporte al analfabetismo funcional es la población en edad escolar que no asiste
a la escuela. En el área rural, el analfabetismo funcional en el año 2010 se mantiene en un
altísimo 28.3 %, esto es, casi una de cada tres personas adultas. Así se revela la ausencia de
una política pública de alfabetización como proceso continuo y sistemático. El analfabetismo
473
A nivel de provincias, Galápagos y Pichincha son las provincias con menos analfabetismo con 1,3% y
3,5% respectivamente, mientras Bolívar es la provincia que registró la mayor tasa de analfabetismo con
13,9%. 474
Documento de Políticas Públicas, CODENPE. Octubre, 2009, Quito 475
Se lo define técnicamente como “la condición de las personas que no pueden entender lo que leen, o
que no se pueden dar a entender por escrito, o que no pueden realizar operaciones matemáticas
elementales. Para propósitos de medición son aquellas personas que han asistido a la escuela primaria
tres años o menos…”, SIISE, Ficha metodológica, 2005
362
funcional de los hombres, a escala nacional es 13.68 % y de las mujeres 16.96 %. Es grave que
un 17 % de mujeres adultas estén al presente en condiciones de analfabetas funcionales.
Cuadro 28
Analfabetismo funcional por área y sexo (2010)
Área % Sexo %
Año Rural Urbano Femenino Masculino
2006 30.26 9.30 17.67 14.18
2007 29.91 9.32 17.09 14.61
2008 28.97 9.45 17.22 14.03
2009 28.82 9.49 17.26 14.05
2010 28.30 9.22 16.96 13.68
Fuente: INEC-ENEMDU, 2010 - Elaboración: SIMUJERES
El analfabetismo funcional es aún más grave para las mujeres indígenas y afros. “Las provincias
con mayor población indígena y afroamericana tienen tasas de analfabetismo funcional
superior al 16 %. En estas regiones el analfabetismo de las mujeres llega a alcanzar el 22 % de
la población mayor de 15 años.”476 De estos datos se infiere que en Ecuador ha habido en el
último quinquenio un estancamiento en materia de analfabetismo funcional.
14.7.2. Salud: Principales causas de muerte de las mujeres rurales
Las principales causas de muerte de las mujeres rurales están relacionadas con la mala
alimentación, como consecuencia de la extrema pobreza, si analizamos las tres primeras
razones (diabetes, enfermedades cerebrovasculares, enfermedades hipertensivas) por las
cuales mueren las mujeres en el campo, podemos inferir que ellas no están consumiendo
alimentos que les permitan prevenir enfermedades relacionadas por ejemplo al consumo
excesivo de sal, sodio y grasas.
476
Soledad Martínez, Situación Educativa de las Mujeres, en: Informe Derechos Humanos Ecuador 2009-
2010, Corporación Humanas Ecuador, Quito, 2010, pdf, p.183-184.
363
Gráfico 34
14.7.3. Las mujeres indígenas y la urgencia de políticas de salud sexual y reproductiva
En relación a la salud sexual y la salud reproductiva la última Encuesta Demográfica y de Salud
Materno Infantil (ENDEMAIN 2004) se evidencia que las mujeres indígenas se encuentran en
situación de desventaja, pues los porcentajes sobre partos en instituciones de salud y acceso a
métodos anticonceptivos, a nivel nacional enmascaran diferencias regionales y étnicas. Es así
que el 65% de mujeres que se autoidentifican como indígenas afirman haber tenido partos
domiciliarios. En provincias con alta población indígena y afroecuatoriana, el parto domiciliario
alcanza un 40% y en la región amazónica esta situación llega al 38%.
Las principales de causas de muerte son: 1) diabetes, melitus (6,5%) 2) enfermedades cerebro vasculares (6.4%) hipertensivas (5.8%). Estas enfermedades se relacionan directamente con la malnutrición, Consecuencia de la pobreza.
Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida, 2006
364
Según esta misma fuente esta realidad se refiere especialmente a factores culturales ligados a
las tradiciones y costumbres de estos pueblos y nacionalidades, pero también se refiere a los
tratos y actitudes que las mujeres reciben de parte del personal médico, las mismas que por
momentos aparecerían como situaciones violentas. “Esto incluye numerosos comportamientos
y actitudes que van desde la falta de amabilidad y paciencia de los médicos, enfermeras,
personal administrativo y de servicio; falta de habilidades para comunicarse en idioma nativo
de la paciente, falta de privacidad, no brindar confianza a la paciente al no atender sus
inquietudes y o informarle adecuadamente, hasta manifestaciones más explícitas de maltrato
verbal y físico, trato excluyente y asimétrico477”
Estas cifras nos hablan especialmente de barreras culturales que impiden que las mujeres
accedan a los servicios de salud, ya que los mismos no son reconocidos como espacios seguros,
en que se garantizará su derecho a la salud, sino por el contrario son lugares que representan
en muchos casos violencia y falta de entendimiento y diálogo.
Esto, desde una perspectiva antropológica, responde a un tema de trato institucional con un
modelo hospitalario que responde a un vaciamiento de lo cultural en las instituciones de salud.
En este caso, la institución se presenta como un ente “sin cultura” en donde lo científico
permanece como conocimiento dominante y la sabiduría ancestral y originaria del sujeto
indígena es subordinada, y por tanto no es legítima desde la mirada científica occidental.
Situación que desconoce que la misma ciencia no es más que una forma cultural de acercarse
al conocimiento. Y en este sentido el hospital es una institución va normando sujetos y
prácticas, desde una propia cultura institucional hegemónica, que a su vez pretende “vaciar”
las miradas y cosmovisiones de las y los otros.478
En relación al Sumak Kawsay, aquí se plantea un importante reto: el diálogo de saberes y
cosmovisiones entre la medicina occidental y las medicinas alternativas y ancestrales, que
comprende la salud desde una mirada diferente. Parecería que la posibilidad de este diálogo es
una de las apuestas fundamentales para resolver temas como la muerte materna y el
embarazo en adolescentes, de las mujeres de los pueblos y nacionalidades.
Por su parte, el Plan Nacional del Buen Vivir (2009-2013) afirma quelas provincias del Ecuador
con alta tasa de mortalidad infantil y materna en el año 2007, se caracterizan por tener altos
niveles de pobreza, mayor ruralidad y deficiencias en servicios básicos. Las provincias como
Chimborazo (175 muertes por 100 mil nacidos vivos), Cotopaxi (179 muertes por 100 mil
477
(MSP, 2008:16) 478
Idea de investigación en la Tesis de Paulina Quisaguano (2011), FLACSO. Ecuador.
365
nacidos vivos), Cañar (132 muertes por 100 mil nacidos vivos), Sucumbíos (150 muertes por
100 mil nacidos vivos) y Bolívar (32 muertes por 100 mil nacidos vivos), presentan valores
sensiblemente mayores al total nacional (90 muertes por 100 mil nacidos vivos). Según estos
datos, existe un alto grado de mortalidad materna en los sectores pobres y rurales del país. Lo
que evidencia las brechas en cuanto al ejercicio de derechos de las mujeres indígenas, quienes
por su género y pertenencia étnica, como ya se dijo anteriormente, se encuentran en doble
situación de vulnerabilidad. La muerte materna a su vez se relaciona con la falta de acceso a
servicios, y en este sentido es importante señalar que las muertes maternas son prevenibles.
14.7.4. Violencia de género
En cuanto a la violencia contra las mujeres en el Ecuador, el 60,6% ha tenido algún tipo de
violencia. No existe una diferencia importante entre zonas urbanas (61,4%) y rurales (58,7%).
Según la encuesta, una de cada cuatro mujeres ha vivido violencia sexual, el tipo de violencia
más común es la psicológica con el 53,9% .Las provincias con mayor porcentaje de violencia
de género son: Morona Santiago, Tungurahua, Pichincha, Pastaza y Azuay mientras que
Orellana, Manabí y Santa Elena son las provincias con menor índice de violencia contra la
mujer.Según el estado civil, 8 de cada 10 mujeres divorciadas han vivido algún tipo de
violencia de género, seguido por las separadas con el 78%. Las mujeres solteras registran la
menor tasa de agresión.De acuerdo a la etnia, el porcentaje más alto que ha vivido algún
tipo de violencia se concentra en la población indígena con el 67,8% seguida de la mujer
afroecuatoriana con el 66,7%.
Si clasificamos a las mujeres por nivel de instrucción, el 70% de las que asisten a centros de
alfabetización ha sufrido algún tipo de violencia y aunque las que más educación tienen sufren
menos violencia, los porcentajes no bajan del 50%.De las mujeres que han sufrido violencia
el 76% ha sido por parte de su pareja o ex parejas, 87,3% de ellas ha vivido violencia física y el
76,3% violencia psicológica, la que menos sufren es la patrimonial con el 28,9%.
Ahora bien, si la mayoría de mujeres violentadas son indígenas, quiere decir que ellas viven
sobre todo en áreas rurales, pues tal como habíamos mencionado el 70% de población
indígena habita en zonas rurales. Adicionalmente, la alta tasa de analfabetismo que todavía se
observa en zonas rurales, hace a las mujeres indígenas y afroecuatorianas que viven en áreas
rurales más vulnerables a la violencia de género.
366
Finalmente es necesario cruzar el tema de la violencia de género con la propiedad de la tierra,
pues estudios de carácter cualitativo muestra que las mujeres que tienen tierra pueden salir
más fácilmente de una relación afectiva abusiva. Así mismo asocial la propiedad de una parcela
a la disminución en la incidencia de la violencia íntima de pareja479.
14.7.5. Problemas ambientales y género
El paradigma patriarcal es antropocéntrico y androcéntrico, explota a la naturaleza y fomenta
el machismo a nombre de la competitividad. La modernización del campo se fundamenta en la
apropiación de los recursos naturales. El espacio público donde se toman las decisiones del
desarrollo son casi patrimonio de varones generalmente imbuidos de la lógica patriarcal las
políticas de modernización han expresado descuido ambiental, provocando daños a veces
irreversibles de bienes naturales.
En referencia a las problemáticas ambientales, resulta urgente de las mujeres campesinas,
negras, concheras e indígenas y urbanas como productoras y cuidadoras del medio ambiente.
Por ello muchas organizaciones de mujeres en Esmeraldas, Pastaza, Imbabura, han resistido a
las grandes empresas petroleras y madereras, pues saben que la presencia de tales empresas
en sus territorios, contamina el agua que ellas recogen todas las mañanas para beber,
alimentar sus animales, en donde se bañan sus hijos. Contaminan las huertas en donde ellas
siembran alimentos y plantas medicinales. Así las mujeres con su cuerpo, han resistido a la
presencia de estas empresas.
Por otra parte, recogiendo las tesis del ecofeminismo, las mujeres y la naturaleza han sido
equiparadas por el sistema capitalista, blanco y masculino, que les ha sometido a similares
formas de explotación.
De manera que, otra forma de comprender el desarrollo requiere superar los esquemas
binarios que sustentan el sistema capitalista, patriarcal y racista, esto incluye pensar en otra
estructura de pensamiento: “En el momento presente, lo característico del modelo femenino
no es ya, en múltiples contextos, su frontal oposición al masculino, sino precisamente el ser
parte de otra forma de comprensión del mundo que se está abriendo paso , de un nuevo
paradigma emergente en el que los elementos aparentemente contrarios (orden/desorden,
fuerte/débil, masculino/femenino, etc.) no son vistos como antagónicos sino como
479
Deere, Carmen Diana (2010) Mujer, Tierra y Autonomía Económica. Centro de Estudios de América
Latina
367
complementarios. Estamos en el marco de una forma compleja de aproximarse a la realidad,
incluso de intentar cambiarla”480.
Existen diversos problemas relacionados con el medio ambiente que están afectando
directamente a las mujeres, como por ejemplo la contaminación de los páramos, floricultoras,
bananeras, camaroneras, con agro tóxicos y las fundas de estos contaminantes en la fuentes y
aguas de los ríos. No hay un control del estado de las empresas transnacionales generadoras
de químicos, que afectan mayoritariamente a las mujeres y familias.
El Ministerio de Salud pública debería investigar las enfermedades prevalentes, como cáncer al
estómago, perclorado en la piel, enfermedades masivas, cáncer de piel, y daños genéticos
provocados por tóxicos en las mujeres y familias afectadas. Pues hay un aumento del empleo
femenino en el caso de la floricultura, donde las mujeres constituían el 60% del personal
contratado en el año 1998. 481 El empleo femenino en la floricultura ocupa en promedio doce
personas por hectárea y se estima quede las mujeres constituyen el 60% de la mano de obra
especializada en tareas de producción, como cuidado de plantas, cosecha empaque de flores
para el mercado, mientras los hombres se dedican al riego, fumigación, mantenimiento y
operación de maquinaria, con salarios que se pagan por horas o por tareas, según sea el caso. 482
(Adicionalmente, debería existir seguridad laboral, que se garanticen las condiciones para no
ser víctimas de ninguna forma de violencia sexual (violación, abuso sexual) en los ámbitos de la
producción, fincas agrícolas, agro-exportadoras, plantaciones, camarones, zonas de pesca,
sector artesanal, manglares, producción comunitaria, en las que participan las mujeres483, con
su trabajo directo.
En referencia al medio ambiente, se vuelve necesario retomar los valores y la ética femenina,
sustentada en el cuidado, la solidaridad, las redes de reciprocidad, el trabajo cotidiano. Todo
aquello que va más allá del economicismo y la visión binaria que ha explotado a la naturaleza,
las mujeres, los pueblos y nacionalidades indígenas, considerados salvajes y los sectores de la
población que se consideran improductivos, en los que ahora también se incluyen los adultos
mayores y los jóvenes.
480
http://www.revistapolis.cl/6/novo.htm 481
Newman C, Larreamendy Pilar, et al (2002). 482
Ídem. 483
Pero no solo las mujeres trabajan en estas empresas, existen jóvenes que vuelven de la ciudad al campo
para trabajar en florícolas, lo que da como consecuencia nuevas complejidades en el tejido social.
Marcela Ballara y Soledad Parada, 2010, México D.F: UNIFEM
368
15. Indicadores y metas
16. Mapas de los territorios rurales
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