LOURDES MORGADES Barcelona 23 MAR 2011 - 10:39 CET

Estoy en tus manos, tcameDiario de un piano de cola en las calles de Barcelona para que los transentes lo toquen

Era ya un piano desahuciado. Ya nadie me tocaba desde haca tiempo, aunque no soy unpiano viejo. Solo tengo 20 aos!, pero he vivido mucho estas dos dcadas. Me compr unaempresa que organizaba espectculos y representaba artistas y he ido de aqu para all,recorriendo Espaa. Donde me necesitaban all estaba yo para que me tocaran. Y no han sidolas muchas manos que han tocado mis teclas sino los numerosos transportes de un lado aotro los que me llevaron al retiro, aparcado en un almacn. Pero he vuelto! Estoy en la calle,en Barcelona, para que la gente, los transentes, me toquen. Cada da en un lugar diferentede 10 a 20 horas hasta el 31 de marzo, fecha en la que termina el Concurso Internacional deMsica Maria Canals que me ha rescatado de mi solitario fin despus de que mi amo, JordiMorell, me cediera a los organizadores.

El ao pasado los del concurso sacaron 20 pianos a la calle para que la gente los tocara. Los porque se lo he odo comentar a los voluntarios que vigilan que ningn vndalo memaltrate. Ellos eran pianos de pared. Yo, en cambio, soy un elegante piano de cola negrocharol. Un coln Young Chang de 175 centmetros con mis 88 teclas, 52 blancas y 36 negras,en perfecto estado. Mi punto flaco era el mueble, magullado por mi ajetreado pasado, peroJaume Barmona, el tcnico que me ha puesto a punto y revisa mi afinacin cada un par dedas ahora que estoy en la calle, me ha hecho unos retoques y luzco estupendo. Tcame,tcame!

Mi primer da en la calle fue el 18 de marzo, la fecha en que empez el concurso con unamaratn de 12 horas en la plaza Reial con un Yamaha de gran cola a disposicin, como yo, detodo el mundo, aunque se haba pactado el paso por all de pianistas profesionales yestudiantes de piano de diferentes conservatorios y escuelas de Barcelona. Yo estuve en elcentro comercial Pedralbes Centre, junto al Corte Ingls de Diagonal. Fue una maanaaburrida, casi nadie me hizo caso, pero por la tarde se anim. Qu colas tena de jvenesque queran tocarme! La mayora universitarios que a la salida de las facultades se topabanconmigo en su paseo por la Diagonal y tecleaban modernas melodas. Un excelentecomienzo!

Me pas el soleado fin de semana en el parque de la Ciutadella, lleno de jvenes y familiasque me miraban curiosos, me acariciaban y jugueteaban con mis teclas. Y el domingo por lamaana hasta vino una chica desde Rub cargada con partituras para tocarme! En su casatiene un piano de pared y no quera perderse la oportunidad de tocar un piano de cola. Ocomo se lo contaba a Maria del Mar Guasch, una rubia simptica que estudia Protocolo yRelaciones Institucionales que hace prcticas en el concurso cuidndome a ratos y que haestudiado la carrera de piano. Cuando la cosa decae, ella se sienta en la banqueta y me toca-lo suyo es la msica clsica- para animar a la gente a que tambin lo haga.

Y por fin el lunes estuve en La Rambla. Vaya espectculo! Y cunto ruido! No es queja, queconste, pero es que no estaba acostumbrado a estar en la calle. Llegu tarde ese da a LaRambla. Media hora de retraso. No fue culpa ma. A mi me traen y me llevan los de lamudanza, que me montan por la maana y me desmontan por la noche para volverme amontar a la maana siguiente. Me esperaba frente al palacio de la Virreina Josep Cusc, otrode mis fieles vigilantes voluntarios. Aqu, junto a la mtica Casa Beethoven, seguro que habrmuchos que sepan tocar el piano, pens mientras Jaume Barmona me afinaba entre el ruido

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del trfico. Pero ni ms ni menos que en otros lugares de la ciudad. Eso s, la de turistas quepasan por La Rambla! Habr que ver si el 29 de marzo en la plaza de Catalunya bato elrcord de fotos que la gente se ha tomado conmigo. Ya estoy colgado en Facebook y enTwitter!

Me estren bien en La Rambla. Barmona justo haba terminado de afinarme cuando, zas!, sinque pudiera ponerme la tapa frontal del teclado, sali disparado de Casa Beethoven uno desus empleados y empez a tocarme. Fue una meloda ligera que provoc un corrillo de gentea mi alrededor que le aplaudi al terminar. Luego me pase una hora sin que nadie sacarademasiada msica de m. Cuatro notas mal tocadas de una decena de personas queexperimentaban el contacto con un piano de cola y varios turistas y algn local capaces deextraer melodas de mis teclas -el Para Elisa de Beethoven, el Canon de Pachebel, el Clarode luna de Debussy, el Maple Leaf Rag de Scott Joplin o el inicio de la banda sonora de lapelcula Carros de fuego compuesta por Vangelis-, pero incapaces de recordar ms de 10compases.

Luego me acapar durante 20 minutos una adolescente portuguesa estudiante de piano, pasfugazmente una turista israel con un inacabado Let it Be, a la que sigui una prometedorasonata de Beethoven que una compatriota coreana inici y a los 25 segundos me abandonbruscamente. Suerte de la llegada de Maria del Mar Guasch, que me toc el nocturno El lagode Como, de la misteriosa Madame G. Galos, un hit del piano en los salones de casa bien delsiglo XIX, que le sirvi de prembulo para iniciar su eficiente proselitismo en busca de clientespara m. Me encontr, ni ms ni menos, que una familia Trapp del piano: cinco hermanos,desde un nio de pocos aos a un adolescente, todos estudiantes del Conservatorio deBadalona. Lo que no haya en La Rambla! Y un adolescente formalito que estuvoimprovisando jazz durante 20 minutos. No est mal!Pero lo que ms me gust de mi da en La Rambla, con un montn de estudiantes por la tardede la escuela de msica de l'Eixample, fue el rubio alemn, que en su ltimo da en Barcelonaantes de regresar a casa con su tres amigos, se entreg a la msica en plena calle con unheterogneo repertorio -ora Hotel California de los Eagles, ora el Canon de Pachebel, ora elLet it Be de los Beatles...- rindiendo a los transentes a sus pies.

Ayer estuve en la plaza de les Dones del 36, en el bonito barrio de Grcia. Hoy en la plazaOrfila, en Sant Andreu. Y me pasar por los barrios de Sarri-Sant Gervasi, Horta-Guinard, elEixample, Sant Mart, Nou Barris, Sants-Montjuc y acabar mi periplo en el Palau de laMsica Catalana!, donde estar dos das, el 30, fecha de la final del Concurso Maria Canals,en el mismo Palau, y el 31 de marzo. Ven a verme!. Estoy en tus manos, tcame.

EDICIONES EL PAS, S.L.

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