Estoicismo 1 y 2
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ESTOICISMO 1
Fundamentos
I. La distinción maestra (1) De lo existente, unas cosas dependen de nosotros; otras no dependen de nosotros.
De nosotros dependen el juicio, el impulso, el deseo, el rechazo y, en una palabra,
cuanto es asunto nuestro. Y no dependen de nosotros el cuerpo, la hacienda, la
reputación, los cargos y, en una palabra, cuanto no es asunto nuestro. (2) Y lo que
depende de nosotros es por naturaleza libre, no sometido a estorbos ni impedimentos;
mientras que lo que no depende de nosotros es débil, esclavo, sometido a
impedimentos, ajeno. (3) Recuerda, por tanto, que si lo que por naturaleza es esclavo
lo consideras libre y lo ajeno, propio, sufrirás impedimentos, padecerás, te verás
perturbado, harás reproches a los dioses y a los hombres, mientras que si consideras
que sólo lo tuyo es tuyo y lo ajeno, como es en realidad, ajeno, nunca nadie te obligará,
nadie te estorbará, no harás reproches a nadie, no irás con reclamaciones a nadie, no
harás ni una sola cosa contra tu voluntad, no tendrás enemigo, nadie te perjudicará ni
nada perjudicial te sucederá. / Epicteto, Manual, 1.
INTERNO LO QUE DEPENDE DE MÍ
(MIS ESTADOS MENTALES: JUICIOS, DESEOS,
ASENTIMIENTOS, RECHAZOS, EMOCIONES, ETC.)
BIEN / MAL
EXTERNO LO QUE NO DEPENDE DE MÍ
(CUERPO, PATRIMONIO, REPUTACIÓN, CARGOS, LO
QUE LOS OTROS PIENSEN, DIGAN, HAGAN, ETC.)
PREFERIDO / DISPREFERIDO
LIBRE PROPIO
MÍO
ESCLAVO AJENO OTRO
SUFRIMIENTO
DESAPROPIACIÓN DE LO PROPIO
No me hago cargo de mis estados mentales y,
en lugar de tomar sus riendas y cultivarlos,
los dejo a merced de factores externos.
“APROPIACIÓN” DE LO IMPROPIO
Oriento mi vida en función de lo externo y, en
consecuencia, me vuelvo dependiente de
factores que están más allá de mis poderes.
Imperturbabilidad ante lo que sucede por una causa externa, justicia en lo que se
ejecuta por una causa que depende de ti. / Marco Aurelio, Meditaciones, 9.31.
Lo que no has escogido deliberadamente y supones que es tu bien o tu mal, por fuerza,
en el caso de experimentar el mal mencionado o en el de fracasar el bien indicado, se
lo criticas a los dioses y es motivo de odio contra los hombres que son causantes o
supones que podrán serlo de ese fracaso [...] Por el contrario, si sólo juzgamos como
bueno y malo lo que de nosotros depende, no queda ya motivo alguno ni de acusar a la
divinidad ni de tomar partido hostil contra el hombre. / Ibid., 6.41.
II. Lo que no depende de mí: lo externo (vía negativa)
Los hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las suposiciones sobre las
cosas. / Epicteto, op. cit., 5.
Las cosas exteriores a nuestras puertas se mantienen ellas por sí mismas, sin saber
nada de sí ni manifestarlo. ¿Qué es, pues, lo que se pronuncia acerca de ellas? El
principio rector [o “el guía interior”, tò hēgemonikón]. / Marco Aurelio, op. cit., 9.15.
(1) Tu mal no reside en un principio rector ajeno, tampoco en una modificación o
alteración de lo que te rodea. (2) ¿Dónde, entonces? Donde se encuentre tu suposición
sobre los males. Que no se produzca esa suposición y todo está bien. / Ibid., 4.39.
Cuerpo
La enfermedad es un impedimento del cuerpo pero no del albedrío, a menos que él lo
consienta. La cojera es un impedimento de la pierna, pero no del albedrío. Y di eso
mismo de cada asunto al que vamos a dar. Hallarás que es impedimento de alguna
otra cosa, pero no tuyo. / Epicteto, op. cit., 9.
(3) Incluso si [...] el cuerpo se corta, se quema, supura todo él, se gangrena, a pesar de
ello que se mantenga tranquila la parte que hace suposiciones sobre eso, esto es, que
no juzgue que algo es malo ni bueno de lo que por igual le puede acontecer al hombre
malo y bueno. (4) Porque lo que acontece por igual al que vive contra la naturaleza
como al que según la naturaleza, eso no es ni contra ni según la naturaleza. / Marco
Aurelio, op. cit., 4.39.
Honores, reputación, cargos
¿Recibió alguien más honores que tú en un banquete o en una recepción o en ser
invitado a un consejo? Si esos son bienes, has de alegrarte porque aquél los consiguió;
si son males, no te entristezcas por no haberlos conseguido tú. Recuerda que si no
haces lo mismo para conseguir lo que no depende de nosotros, no puedes merecer lo
mismo. (2) ¿Cómo va a tener lo mismo el que no frecuenta las puertas de uno que el
que sí las frecuenta? ¿El que no hace la corte que el que sí la hace? ¿El que no hace
alabanzas que el que sí hace alabanzas? Serás injusto e insaciable si pretendes
recibirlo de balde, sin ofrecer a cambio el precio por el que se vende [...]
Pero si quieres no ofrecer aquello y conseguir esto, es que eres insaciable y estúpido.
(5) ¿Es que no tienes nada a cambio [...]? Tienes el no haber alabado a quien no
querías [...] / Epicteto, op. cit., 25.
Pequeña [es] también la reputación postrera, incluso la más extensa, y dependiente de
la transmisión de hombrecillos que han de morir al punto. / Marco Aurelio, op. cit., 3,
10, 2.
(2) Pero supón que los que te van a recordar son incluso inmortales y que el recuerdo
es inmortal. ¿Y eso a ti qué? Y no afirmo sólo que no signifique nada para el que está
muerto; pero, ¿qué es el elogio para el que está vivo? / Ibid., 4.19.
Todo es flor de un día, tanto el que recuerda como lo que se recuerda. / Ibid., 4.35.
Ofensas e injurias
Quienes ignoran lo que de verdad es hermoso o vergonzoso y se quedan boquiabiertos
ante la opinión, piensan también que les ofenden si alguien les mira de manera aviesa
o se burla de ellos o les golpea o les insulta. Pero el hombre sensato y de sentido, como
ha de ser el filósofo, no se altera por ninguna de estas cosas, ni cree que sea
vergonzoso el padecerlas, sino más bien el hacerlas. / Musonio Rufo, Disertaciones, 10.
Recuerda que no ofenden el que insulta o el que golpea, sino el opinar sobre ellos que
son ofensivos. Cuando alguien te irrite, sábete que es tu juicio el que te irrita. Por
tanto, intenta lo primero no ser arrebatado por la representación. Si consigues una
sola vez dilatarlo en el tiempo, te dominarás más fácilmente. / Epicteto, op. cit., 20.
Cuando alguien te haga algún daño o hable mal de ti, recuerda que obra o habla
creyendo que es su deber. Y que no es posible que comprenda lo que te parece a ti,
sino lo que le parece a él mismo, de modo que, si lo que le parece es incorrecto, recibe
el daño aquel que está engañado [...] Partiendo de esto, te comportarás mansamente
con quien te injuria. Dite en cada ocasión: «Le pareció bien». /Ibid., 42.
II.1 Corolario: aceptación No pretendas que los sucesos sucedan como quieres, sino quiere los sucesos como
suceden y vivirás sereno. / Epicteto, op. cit., 8.
El regente interior, cuando está conforme a la naturaleza, adopta una postura tal
frente a los sucesos que se transforma fácilmente según lo que le sea dado. (2) En
efecto, no desea ninguna materia específicamente asignada, sino que [...] convierte en
su propia materia incluso lo que le era obstáculo; como el fuego, cuando se apropia de
las cosas que caen sobre él, bajo las que una pequeña lumbre se habría apagado. Pero
un fuego radiante, al contrario, rápidamente se lo apropia, lo consume y a partir de ese
preciso material se levanta más alto. / Marco Aurelio, op. cit., 4.1.
Si alguna vez viste una mano amputada, un pie, una cabeza cortada tirada lejos del
resto del cuerpo... pues en algo parecido se convierte uno mismo, en lo que de él
depende, quien por no aceptar los sucesos se escinde a sí mismo en dos [...] / Ibid.,
8.34.
III. Lo que depende de mí: el albedrío o uso de las representaciones (vía “positiva”) Piensa que todo es suposición y ésta depende de ti. Suprime, por tanto, cuando
quieras, la suposición y habrá tranquilidad como la hay para el que dobla un cabo,
todo estará firme en un golfo sin olas. / Marco Aurelio, op. cit., 12.22.
De cuánto sosiego se beneficia el que no observa qué ha dicho, qué ha hecho, qué ha
pensado el prójimo, sino sólo qué hace él mismo para que su actuación por sí misma
sea justa, virtuosa... Deja el carácter sombrío, deja de mirar en derredor, por el
contrario corre sobre la línea de meta con el cuerpo recto sin dispersarte. / Ibid., 4.18.
(1) Tu reflexión será según tus representaciones. En efecto, el alma se empapa de las
representaciones. (2) Por tanto, empápala sin interrupción de representaciones tales
como que donde es posible vivir, allí también se vive bien. / Ibid., 5.16.
(Relación con el budismo:
Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos construimos el mundo.
Habla o actúa con una mente pura
y la felicidad te seguirá
como tu misma sombra, inseparable. (Dhammapada, I))
El que yerra, yerra contra sí mismo. El que es injusto es malo consigo mismo porque
se hace malo a sí mismo. / Marco Aurelio, op. cit., 9.4.
Las prácticas
¿Cómo llegaría uno a ser justo habiendo
aprendido que hay que amar tener lo justo, pero
sin haberse ejercitado en rehuir el ansia de tener
más? ¿Cómo podríamos llegar a conseguir el valor,
considerando, de un lado, que no es tembile lo que
al vulgo le parece espantoso, pero, a la vez, sin
habernos ejercitado en mantenernos libres de
temor frente a ello? (...) Por ello es preciso que la
práctica siga al aprendizaje de los conocimientos
que se refieren a cada virtud, si es que ha de
resultarnos algún beneficio de este aprendizaje.
Musonio Rufo, Disertaciones, 6.
El que organiza cada día como si fuera una vida
entera, ni desea el mañana ni lo teme.
Séneca, De la brevedad de la vida, 3,9.
I. Las notas diarias o hypomnēmata1
A ningún lugar más tranquilo, más pacífico se retira un hombre que hacia su propia
alma, sobre todo aquel que tiene dentro recursos tales que, si se inclina hacia ellos, de
inmediato se encuentra en total bienestar [...] (3) Por tanto, concédete sin pausa ese
retiro y renuévate. Que sean preceptos breves y elementales de modo que, una vez que los hayas encontrado, te basten para disolver toda tu insatisfacción y enviarte de nuevo, sin irritación, a la vida ante la que te retiras [...] (9) acuérdate del retiro hacia el
jardincillo de tu propio interior [...] (10) Que tus recursos más inmediatos sean dos: uno, que los asuntos no afectan tu alma sino que se quedan fuera sin moverse y que los desasosiegos dependen sólo de tu suposición interior; (11) dos, que todo cuanto ves, ¡en
qué poco tiempo cambiará y dejará de ser! / Marco Aurelio, Meditaciones, 4.3; el
subrayado es mío.
1 Etimológica y literalmente: soportes de (la) memoria.
II. Prácticas básicas: las anticipaciones y las auto-evaluaciones
1. Anticipaciones (praemeditatio) sobre la base de la distinción maestra
(A) Preparación del día: autoafirmación
(1) Desde el alba hay que decirse con énfasis a uno mismo: me toparé con el
entrometido, con el desagradecido, con el soberbio, con el taimado, con el malicioso, el
insociable. (2) Todos esos rasgos concurren en ellos por su ignorancia de los bienes y
males. (3) Yo, al contrario, tras haber contemplado la naturaleza del bien y ver que es
algo bello, y la del mal y ver que es algo vergonzoso, y la naturaleza del que yerra y ver
que es de mi linaje, no por la misma sangre o simiente, sino por ser partícipe de la
inteligencia y fracción divina, tampoco puedo sufrir perjuicio por parte de alguno de
ellos, porque nadie me cubrirá de vergüenza; tampoco puedo encolerizarme con el
que es de mi linaje ni odiarlo. (4) Hemos nacido para la colaboración, como los pies,
las manos, los párpados, las filas de los dientes de arriba y abajo. / Marco Aurelio, op. cit., 2.1.
(B) Claridad de los objetivos: el objetivo instrumental (su consecución no depende de
mí) y el objetivo espiritual (su consecución depende de mí)
Cuando vayas a emprender algún asunto, recuérdate a ti mismo qué clase de asunto
es; si vas a bañarte, ten en mente lo que sucede en el baño: los que salpican, los que
empujan, los que insultan, los que roban. Y así emprenderás con más seguridad el
asunto, si enseguida te dices: «Quiero bañarme y conservar mi albedrío conforme a la
naturaleza ». Y lo mismo en todos los asuntos. Y así, si surge algún impedimento para
el baño, tendrás a mano de lo de que «Pero no quería sólo eso, sino también conservar
mi albedrío conforme a la naturaleza; y no lo conservaré si me enfado por lo que
sucede». / Epicteto, Manual, 4.
(C) Anticipación de las dificultades
(1) En cada cosa mira los preceptos y las consecuencias y acércate a ello de acuerdo
con eso. Si no, al principio irás animoso, como el que no ha tenido en cuenta nada de lo
que va a venir; pero luego, al presentarse algunas dificultades, te apartarás
bochornosamente.
(2) ¿Quieres vencer en Olimpia [en Londres 2012]? ¡Y yo, por los dioses, pues es
agradable! Pero mira los preceptos y las consecuencias y, de esa manera, pon manos a
la obra. Has de llevar una vida ordenada, someterte a un régimen alimenticio,
abstenerte de dulces, entrenarte por fuerza a la hora señalada con calor o con frío, no
tomar agua fría, no tomar vino a tu antojo [...] Y luego, en el combate, andar cogiendo
tierra; a veces, desencajarte la muñeca, torcerte un tobillo, tragar mucho polvo, y otras
veces, incluso, ser azotado y, después de todo eso, ser vencido. (3) Teniendo eso en
cuenta, si aún sigues queriendo, ve a hacerte atleta.” / Epicteto, Manual, 29.
(D) Anticipación de la muerte propia y de la de mis queridos (para la cuarta sesión)
* * *
Nota: La praemeditatio busca traer al presente un momento temido o ansiado, de modo
de experimentarlo tan vivamente como se pueda. Se trata de que ese evento pase a ser
algo ya vivido, ya experimentado, algo sobre lo que nos hemos pronunciado ya de manera
clara. Las fuentes antiguas lo explican así:
Y dice [Crisipo] que por qué todo lo inusitado y extraño, cuando sobreviene de golpe,
deja atónito y aparta de las primeras intenciones, mientras que lo ejercido, habitual o
prolongado no ocasiona ninguna desviación como un movimiento pasional, o
ciertamente una muy pequeña. Por ello dice [Crisipo] «instalarse con antelación»
(proendēmeîn) en los hechos, y considerar lo que no está presente igual que si
estuviera presente. Para Posidonio el término ‘instalarse con antelación’ quiere decir
como imaginar previamente y figurarse previamente en uno mismo una cosa que va a
ocurrir, y habituarse poco a poco a ello como si ya hubiera ocurrido. / Galeno, Sobre las doctrinas de Hipócrates y Platón (De Placitis Hippocratis et Platonis), IV 7, 7-8.
* El ejercicio de la praemeditatio (o proendēmeîn) debe escribirse en PRESENTE.
2. Autoevaluaciones (A) El examen vespertino
(1) [...] Sextio hacía lo siguiente: al terminarse el día, cuando se había retirado al
descanso nocturno, preguntaba a su espíritu: «¿Qué vicio curaste hoy? ¿A cuál te
resististe? ¿En qué aspecto has mejorado?» (2) Cesará la ira y será más moderada si
sabe que diariamente hay que presentarse a juicio [...] (3) Uso esta capacidad y
diariamente defiendo mi causa ante mí. Cuando se me ha quitado la luz de la vista y ha
callado mi esposa, conocedora ya de mi costumbre, analizo todo mi día y valoro mis
acciones y mis palabras; nada me oculto a mí mismo, nada paso por alto. Pues, ¿por
qué voy a sentir temor ante alguno de mis fallos si puedo decir: (4) «Mira a ver que no
vuelvas a hacer esto, ahora te perdono [...]» / Séneca,
Hoy salí de todo aprieto, mejor dicho, expulsé todo aprieto, porque éste no estaba
fuera de mí, sino dentro, en mis opiniones. / Marco Aurelio,
(B) Recordatorio de virtudes y logros: auto
(2) Recuerda también por qué cosas has
(3)También [...] cuántas hermosuras tienes vistas, cuántos placeres y penas
despreciaste, de cuántas cosas tenidas en estima [por otros] pasaste de largo, ante
cuántos arrogantes fuiste indulgente. / Marco Aurel
I. Hypomnēmata, ejercicios de escritura
Haz una lista de las cosas de tu vida diaria que dependen de ti y otra lista de las cosas de tu
vida diaria que no dependen de ti. Observa y registra cuánto tiempo destinas a unas y a otras.
Escribe diariamente alguna modalidad de anticipación, siguiendo la
Puede tratarse de la preparación del día en la mañana o de la anticipación de algún evento en el
que haya ansiedad o temor. Lo importante es escribir teniendo en mente la distinción maestra. Se
puede escribir en primera persona,
(“Recuerda que...”). Esto puede ser de ayuda para intentar darle voz al principio rector.
Escribe diariamente la evaluación del día tomando el ejemplo que refiere Séneca (el de
Sextio).
Escribe uno o dos recordatorios de virtudes y logros.
callado mi esposa, conocedora ya de mi costumbre, analizo todo mi día y valoro mis
y mis palabras; nada me oculto a mí mismo, nada paso por alto. Pues, ¿por
qué voy a sentir temor ante alguno de mis fallos si puedo decir: (4) «Mira a ver que no
vuelvas a hacer esto, ahora te perdono [...]» / Séneca, Sobre la ira, III, 36
Hoy salí de todo aprieto, mejor dicho, expulsé todo aprieto, porque éste no estaba
fuera de mí, sino dentro, en mis opiniones. / Marco Aurelio, op. cit., 9.13.
(B) Recordatorio de virtudes y logros: autoafirmación
(2) Recuerda también por qué cosas has pasado y qué cosas fuiste capaz de aguantar.
(3)También [...] cuántas hermosuras tienes vistas, cuántos placeres y penas
despreciaste, de cuántas cosas tenidas en estima [por otros] pasaste de largo, ante
cuántos arrogantes fuiste indulgente. / Marco Aurelio, op. cit., 5. 31.
Ejercicios
ejercicios de escritura
una lista de las cosas de tu vida diaria que dependen de ti y otra lista de las cosas de tu
vida diaria que no dependen de ti. Observa y registra cuánto tiempo destinas a unas y a otras.
Escribe diariamente alguna modalidad de anticipación, siguiendo las indicaciones anteriores.
Puede tratarse de la preparación del día en la mañana o de la anticipación de algún evento en el
que haya ansiedad o temor. Lo importante es escribir teniendo en mente la distinción maestra. Se
puede escribir en primera persona, pero también en segunda persona, como Marco Aurelio
(“Recuerda que...”). Esto puede ser de ayuda para intentar darle voz al principio rector.
Escribe diariamente la evaluación del día tomando el ejemplo que refiere Séneca (el de
dos recordatorios de virtudes y logros.
callado mi esposa, conocedora ya de mi costumbre, analizo todo mi día y valoro mis
y mis palabras; nada me oculto a mí mismo, nada paso por alto. Pues, ¿por
qué voy a sentir temor ante alguno de mis fallos si puedo decir: (4) «Mira a ver que no
, III, 36
Hoy salí de todo aprieto, mejor dicho, expulsé todo aprieto, porque éste no estaba
, 9.13.
pasado y qué cosas fuiste capaz de aguantar.
(3)También [...] cuántas hermosuras tienes vistas, cuántos placeres y penas
despreciaste, de cuántas cosas tenidas en estima [por otros] pasaste de largo, ante
una lista de las cosas de tu vida diaria que dependen de ti y otra lista de las cosas de tu
vida diaria que no dependen de ti. Observa y registra cuánto tiempo destinas a unas y a otras.
s indicaciones anteriores.
Puede tratarse de la preparación del día en la mañana o de la anticipación de algún evento en el
que haya ansiedad o temor. Lo importante es escribir teniendo en mente la distinción maestra. Se
pero también en segunda persona, como Marco Aurelio
(“Recuerda que...”). Esto puede ser de ayuda para intentar darle voz al principio rector.
Escribe diariamente la evaluación del día tomando el ejemplo que refiere Séneca (el de
II. Ejercicios de auto-observación (la escritura es opcional)
Presta atención a los diálogos que tienes contigo mismo/a:
-¿Tengo diálogos conmigo mismo/a? ¿Monólogos? ¿Qué clase de diálogos o monólogos predominan
en mí? ¿Peleo o discuto en mis diálogos? ¿Seduzco? ¿Adulo? ¿Concilio? ¿Defiendo? ¿Ataco? ¿Me
comparo? ¿Me mido con otros?
-¿Qué temas predominan en mis diálogos?
-¿Con quiénes dialogo? ¿Qué figuras aparecen ahí como mis interlocutores?
-¿Aparece en mis diálogos algo así como un “guía interior” o “principio rector”?
Es importante no juzgarse, sino limitarse a tomar nota de todo esto.
Presta atención al uso de los posesivos: mi casa, mi esposa, mi marido, mi hijo, mi tiempo, mi
cuerpo. Pregúntate en cada caso si eres el efectivo poseedor de eso que denominas como “mío”.
¿Qué es mío y qué no es mío? ¿Qué depende enteramente de mí, y puedo llamar mío, y qué no?
ESTOICISMO 2
Lo que depende de mí: el uso de las representaciones
La teoría estoica del conocimiento
1. Representaciones, primeros movimientos y asentimientos
Las representaciones en el ánimo (lo que los filósofos llaman phantasíai), que
empujan la mente del hombre hacia el alma de la cosa con la primera visión de lo que
ocurre, no nacen por la voluntad ni de modo arbitrario, sino que vienen a
conocimiento de los hombres con cierta fuerza propia. (16) Los asentimientos (a los
que llaman synkatathéseis) por medio de los cuales se reconoce lo que ha sido visto,
son voluntarios y nacen del arbitrio de los hombres. (17) Por eso, cuando hay algún
estruendo terrible procedente del cielo o del hundimiento de un edificio, o un anuncio
repentino de no sé qué peligro o sucede alguna otra cosa del mismo tipo, es de
necesidad que se conmueva, contraiga y palidezca un poco incluso el alma del sabio,
no por estar atrapada por la opinión de algún mal, sino por algunos movimientos
rápidos y automáticos que se adelantan al oficio de la mente y la razón.
(18) Sin embargo, un momento después, ese mismo sabio no aprueba, esto es, no
asiente ni admite esas representaciones como terroríficas en su ánimo, sino que las
aparta y las rechaza y no le parece que haya en ellas nada de temible. (19) Y dicen que
en eso difiere el ánimo de los sabios del de los insensatos, en que el insensato aprueba
también con su asentimiento y admite las representaciones que por su propio impulso
al principio se le habían formado en el ánimo como crueles y ásperas, y considera que
las ha comprendido en sí mismas tal y como si en justicia hubiera de temerlas; (20) el
sabio, por el contrario, tras conmoverse en el color y en el rostro, breve y
rápidamente, no asiente, sino que mantiene el estado y el vigor de su dictamen, el que
tuvo siempre sobre las representaciones de este tipo: que son cosas que no hay que
temer en absoluto aunque asusten con su aspecto falso y su terror ilusorio.
(21) Leí en el libro que mencioné [las Disertaciones recogidas por Arriano] que eso es
lo que sentía y decía el filósofo Epicteto, extrayéndolo de las teorías estoicas. / Aulo
Gelio, Noches Áticas, XIX, 1.
Aparta la suposición y queda apartado el «estoy perjudicado». Aparta el «estoy
perjudicado» y queda apartado el perjuicio. / Marco Aurelio, Meditaciones, 4.7.
Nota: Toda actividad del alma arroja representaciones (o impresiones), no solamente la percepción. Así, cuando recuerdo, tengo representaciones del pasado (recuerdos); cuando imagino tengo representaciones de cosas imaginadas; cuando anticipo el futuro, tengo representaciones del futuro; cuando pienso, tengo representaciones de pensamientos y así. Podría decirse que la actividad mental es un flujo incesante de representaciones de distintas clases.
Prácticas: el buen uso de las representaciones
I. Reconocimiento general de mis representaciones y mis respuestas 1. La atención a mis representaciones
En cualquier lugar y en todo momento está en tu
servicio de la impresión [
inadvertida. / Marco Aurelio,
Observación: las respuestas a mis representaciones
¿Suelo estar atento a mis
-¿Soy en general consciente de las sugerencias que traen mis
-¿Tiendo a asentir a mis representaciones de manera inmediata e involuntaria? ¿O soy
capaz de establecer una pausa ant
Observación: mis representaciones
-¿Qué clase de representaciones me arrebatan con mayor frecuencia?
-¿Son percepciones (de cualquiera de los cinco sentidos), recuerdos, fantasías,
anticipaciones del futuro, pensamientos?
-¿De qué modo me arrebatan? ¿Hacen que me encolerice, que me preocupe, que sienta
temor o desasosiego, que me pierda en ensueños?
-¿Qué representaciones (siempre en el más amplio sentido de la palabra) me causan
mayor bienestar?
-¿Cuáles me causan m
-¿Qué sugerencias traen unas y otras?
Si te ayuda, puedes escribir todo lo que observes.
2. El objetivo: representaciones absolutamente veraces (o No te digas a ti mismo nada más que lo que te anuncian las primeras
representaciones. Se te ha anunciado que Fulano habla mal de ti. (2) Esto es lo que se
ha anunciado. No se te ha anunciado que sufras algún daño. (3) Veo que el niño está
enfermo. Lo veo. Pero no veo que esté en peligro. (4) Por tanto, quédate así siempre en
las primeras representaciones y no añadas nada de tu cosecha, y nada te sucederá. /
Marco Aurelio, Meditaciones
Se lava uno con prisas: no digas que «mal», sino que «con prisas»
vino: no digas que «mal», sino que «mucho». Antes de examinar detenidamente la
Prácticas: el buen uso de las representaciones
I. Reconocimiento general de mis representaciones y mis respuestas
1. La atención a mis representaciones
En cualquier lugar y en todo momento está en tu mano [...] poner todo tu arte al
servicio de la impresión [phantasía] presente, para que nada se te infiltre de manera
inadvertida. / Marco Aurelio, Meditaciones, 7.54
respuestas a mis representaciones
¿Suelo estar atento a mis representaciones o más bien vivo envuelto en ellas?
¿Soy en general consciente de las sugerencias que traen mis representaciones?
¿Tiendo a asentir a mis representaciones de manera inmediata e involuntaria? ¿O soy
capaz de establecer una pausa antes de dar mi asentimiento?
Observación: mis representaciones
¿Qué clase de representaciones me arrebatan con mayor frecuencia?
¿Son percepciones (de cualquiera de los cinco sentidos), recuerdos, fantasías,
anticipaciones del futuro, pensamientos?
¿De qué modo me arrebatan? ¿Hacen que me encolerice, que me preocupe, que sienta
temor o desasosiego, que me pierda en ensueños?
¿Qué representaciones (siempre en el más amplio sentido de la palabra) me causan
¿Cuáles me causan mayor malestar?
¿Qué sugerencias traen unas y otras?
Si te ayuda, puedes escribir todo lo que observes.
2. El objetivo: representaciones absolutamente veraces (o cataléptica
No te digas a ti mismo nada más que lo que te anuncian las primeras
representaciones. Se te ha anunciado que Fulano habla mal de ti. (2) Esto es lo que se
ha anunciado. No se te ha anunciado que sufras algún daño. (3) Veo que el niño está
Pero no veo que esté en peligro. (4) Por tanto, quédate así siempre en
las primeras representaciones y no añadas nada de tu cosecha, y nada te sucederá. /
Meditaciones, 8.49.
Se lava uno con prisas: no digas que «mal», sino que «con prisas»
vino: no digas que «mal», sino que «mucho». Antes de examinar detenidamente la
Prácticas: el buen uso de las representaciones
I. Reconocimiento general de mis representaciones y mis respuestas
mano [...] poner todo tu arte al
] presente, para que nada se te infiltre de manera
representaciones o más bien vivo envuelto en ellas?
representaciones?
¿Tiendo a asentir a mis representaciones de manera inmediata e involuntaria? ¿O soy
¿Qué clase de representaciones me arrebatan con mayor frecuencia?
¿Son percepciones (de cualquiera de los cinco sentidos), recuerdos, fantasías,
¿De qué modo me arrebatan? ¿Hacen que me encolerice, que me preocupe, que sienta
¿Qué representaciones (siempre en el más amplio sentido de la palabra) me causan
catalépticas)
No te digas a ti mismo nada más que lo que te anuncian las primeras
representaciones. Se te ha anunciado que Fulano habla mal de ti. (2) Esto es lo que se
ha anunciado. No se te ha anunciado que sufras algún daño. (3) Veo que el niño está
Pero no veo que esté en peligro. (4) Por tanto, quédate así siempre en
las primeras representaciones y no añadas nada de tu cosecha, y nada te sucederá. /
Se lava uno con prisas: no digas que «mal», sino que «con prisas». Bebe uno mucho
vino: no digas que «mal», sino que «mucho». Antes de examinar detenidamente la
opinión, ¿cómo sabes si estaba mal? Así no te ocurrirá el tener representaciones
catalépticas de unas cosas y asentir a otras. / Epicteto, Observación: los agregados de mi cosecha
Observa durante la semana si agregas suposiciones, inferencias o juicios de valor en tus
representaciones.
Si lo consideras oportuno, enmienda las representaciones en las que hayas identificado
agregados de tu cosecha, redescribiéndolas
II. Disolución de las representaciones perniciosas Ejercicio 1: Desnudar las
A los consejos mencionados añádase todavía uno: delimitar o
representación que sobreviene, de manera que se la pueda ver tal cual es en esencia,
desnuda, totalmente entera a través de todos sus aspectos, y pueda designarse con su
nombre preciso y con los nombres de aquellos elementos que la constituyero
que se disolverá. / Marco Aurelio,
Un ejemplo de lo anterior:
Así es como se tiene una representación de los pescados y los comestibles: sabiendo
que éste es el cadáver de un pez, aquello el cadáver de
el Falerno [uno de los vinos más famosos de la Campania] es un juguito de un racimo
de uvas; y que la toga púrpura son pelitos de corderito teñidos con sangrecita de
marisco; y que el coito es frotamiento de entrañas y cie
medio de una convulsión. (2) Tales son las representaciones que llegan hasta el fondo
de las cosas y las atraviesan hasta hacernos ver cómo son (3) [...] cuando te
representes que las cosas son respetabilísimas, desnúdalas, observa
acaba con el cuento que las hace majestuosas. / Marco Aurelio,
Observación: representaciones que provo
¿Qué es, en último caso, eso que me despierta avidez?
proporcionará? ¿Qué utilidad tendrá para los otros eso que me proporcione? ¿Cuánto
tiempo durará el presunto bien que la representación sugiere traer?
¿Qué es, en último caso, eso que me despierta rechazo?
daño puede hacerme?
Durante la evaluación del día (o examen vespertino), describe las representaciones que te
hayan arrebatado. Haz primero una descripción de la representación tal como te llegó al
arrebatarte. Luego haz una segunda descripción, desnudándola en sus componente
opinión, ¿cómo sabes si estaba mal? Así no te ocurrirá el tener representaciones
catalépticas de unas cosas y asentir a otras. / Epicteto, Manual, 45.
ión: los agregados de mi cosecha
Observa durante la semana si agregas suposiciones, inferencias o juicios de valor en tus
Si lo consideras oportuno, enmienda las representaciones en las que hayas identificado
cosecha, redescribiéndolas con precisión, sin agregados.
II. Disolución de las representaciones perniciosas
las representaciones (véase el anexo)
A los consejos mencionados añádase todavía uno: delimitar o describirrepresentación que sobreviene, de manera que se la pueda ver tal cual es en esencia,
desnuda, totalmente entera a través de todos sus aspectos, y pueda designarse con su
nombre preciso y con los nombres de aquellos elementos que la constituyero
que se disolverá. / Marco Aurelio, Meditaciones, 3.11; la cursiva es mía.
Un ejemplo de lo anterior:
Así es como se tiene una representación de los pescados y los comestibles: sabiendo
que éste es el cadáver de un pez, aquello el cadáver de un pájaro o el de un cerdo y que
el Falerno [uno de los vinos más famosos de la Campania] es un juguito de un racimo
de uvas; y que la toga púrpura son pelitos de corderito teñidos con sangrecita de
marisco; y que el coito es frotamiento de entrañas y cierta secreción de moco en
medio de una convulsión. (2) Tales son las representaciones que llegan hasta el fondo
de las cosas y las atraviesan hasta hacernos ver cómo son (3) [...] cuando te
representes que las cosas son respetabilísimas, desnúdalas, observa
acaba con el cuento que las hace majestuosas. / Marco Aurelio, Meditaciones
representaciones que provocan avidez y/o rechazo
¿Qué es, en último caso, eso que me despierta avidez? ¿De qué se compone?
proporcionará? ¿Qué utilidad tendrá para los otros eso que me proporcione? ¿Cuánto
tiempo durará el presunto bien que la representación sugiere traer?
¿Qué es, en último caso, eso que me despierta rechazo? ¿De qué se compone?
daño puede hacerme? ¿Cuánto durará ese presunto daño?
Durante la evaluación del día (o examen vespertino), describe las representaciones que te
hayan arrebatado. Haz primero una descripción de la representación tal como te llegó al
arrebatarte. Luego haz una segunda descripción, desnudándola en sus componente
opinión, ¿cómo sabes si estaba mal? Así no te ocurrirá el tener representaciones
Observa durante la semana si agregas suposiciones, inferencias o juicios de valor en tus
Si lo consideras oportuno, enmienda las representaciones en las que hayas identificado
describir siempre la
representación que sobreviene, de manera que se la pueda ver tal cual es en esencia,
desnuda, totalmente entera a través de todos sus aspectos, y pueda designarse con su
nombre preciso y con los nombres de aquellos elementos que la constituyeron y en los
, 3.11; la cursiva es mía.
Así es como se tiene una representación de los pescados y los comestibles: sabiendo
un pájaro o el de un cerdo y que
el Falerno [uno de los vinos más famosos de la Campania] es un juguito de un racimo
de uvas; y que la toga púrpura son pelitos de corderito teñidos con sangrecita de
rta secreción de moco en
medio de una convulsión. (2) Tales son las representaciones que llegan hasta el fondo
de las cosas y las atraviesan hasta hacernos ver cómo son (3) [...] cuando te
representes que las cosas son respetabilísimas, desnúdalas, observa su escaso valor y
Meditaciones, 6.13.
¿De qué se compone? ¿Qué me
proporcionará? ¿Qué utilidad tendrá para los otros eso que me proporcione? ¿Cuánto
¿De qué se compone? ¿Qué
Durante la evaluación del día (o examen vespertino), describe las representaciones que te
hayan arrebatado. Haz primero una descripción de la representación tal como te llegó al
arrebatarte. Luego haz una segunda descripción, desnudándola en sus componentes últimos.
Escribe sobre el beneficio o perjuicio que efectivamente podía reportarte (ten en mente la distinción
maestra). Examina cuánto tiempo durará ese presunto beneficio o perjuicio.
Si prefieres, puedes integrar el ejercicio anterior dentro de la m
(praemeditatio). En ese caso, en lugar de describir las representaciones que te hayan arrebatado,
tendrás que anticiparte con tu imaginación a las que puedan arrebatarte (perceptuales o no).
Ejercicio 2. El uso de “antídotos
En cada cosa que sobrevenga,
capacidad cuentas para el uso de ellafrente a eso tienes la capacidad de la continencia; si se te presenta un esfuerzo,
hallarás la perseverancia; si un insulto, hallarás la paciencia; y una vez así
acostumbrado no te arrebatarán las representaciones. / Epicteto,
cursivas son mías.
(3) Qué es y de qué elementos
su naturaleza lo que provoca
eso, como, por ejemplo, mansedumbre
autosuficiencia, etcétera. / Marco Aure
Observación: mi botica de antídotos
Una vez que hayas observado el tipo de impresiones que te arrebatan con mayor
identifica cuáles son tus mejores herramientas para prevenir futuros arrebatos y
mentalmente, una botica de antídotos.
Cuando escribas tu praemeditatio
“externas”) que puedan arrebatarte. Recuérdate por escrito los antídotos que tienes a mano para
hacerle frente a cualquier repre
momento invocar el antídoto.
Examina antes de acostarte si te viste arrebatado por tus representaciones (de nuevo,
“internas” o “externas”). ¿Qué antídoto hubiese sido efectivo en ese caso
mano? ¿Qué faltó?
Escribe sobre el beneficio o perjuicio que efectivamente podía reportarte (ten en mente la distinción
maestra). Examina cuánto tiempo durará ese presunto beneficio o perjuicio.
Si prefieres, puedes integrar el ejercicio anterior dentro de la modalidad de anticipación
). En ese caso, en lugar de describir las representaciones que te hayan arrebatado,
tendrás que anticiparte con tu imaginación a las que puedan arrebatarte (perceptuales o no).
antídotos”
cada cosa que sobrevenga, vuélvete a ti mismo y acuérdate de mirar con qué capacidad cuentas para el uso de ella: si ves a un hermoso o una hermosa, hallarás que
frente a eso tienes la capacidad de la continencia; si se te presenta un esfuerzo,
perseverancia; si un insulto, hallarás la paciencia; y una vez así
acostumbrado no te arrebatarán las representaciones. / Epicteto,
elementos está compuesto y cuánto tiempo va a permanecer por
su naturaleza lo que provoca en mí esta representación y qué virtud preciso frente a
, por ejemplo, mansedumbre, valentía, sinceridad, fidelidad
/ Marco Aurelio, Meditaciones, 3.11.
Observación: mi botica de antídotos
Una vez que hayas observado el tipo de impresiones que te arrebatan con mayor
cuáles son tus mejores herramientas para prevenir futuros arrebatos y
una botica de antídotos.
praemeditatio, anticipa las representaciones del día (“internas” o
“externas”) que puedan arrebatarte. Recuérdate por escrito los antídotos que tienes a mano para
hacerle frente a cualquier representación. Desarrolla frases breves que te permitan en cualquier
momento invocar el antídoto.
Examina antes de acostarte si te viste arrebatado por tus representaciones (de nuevo,
“internas” o “externas”). ¿Qué antídoto hubiese sido efectivo en ese caso? ¿Por qué no lo tuv
Escribe sobre el beneficio o perjuicio que efectivamente podía reportarte (ten en mente la distinción
odalidad de anticipación
). En ese caso, en lugar de describir las representaciones que te hayan arrebatado,
tendrás que anticiparte con tu imaginación a las que puedan arrebatarte (perceptuales o no).
y acuérdate de mirar con qué : si ves a un hermoso o una hermosa, hallarás que
frente a eso tienes la capacidad de la continencia; si se te presenta un esfuerzo,
perseverancia; si un insulto, hallarás la paciencia; y una vez así
acostumbrado no te arrebatarán las representaciones. / Epicteto, Manual, 10; las
está compuesto y cuánto tiempo va a permanecer por
virtud preciso frente a
fidelidad, sencillez,
Una vez que hayas observado el tipo de impresiones que te arrebatan con mayor frecuencia,
cuáles son tus mejores herramientas para prevenir futuros arrebatos y constrúyete,
, anticipa las representaciones del día (“internas” o
“externas”) que puedan arrebatarte. Recuérdate por escrito los antídotos que tienes a mano para
sentación. Desarrolla frases breves que te permitan en cualquier
Examina antes de acostarte si te viste arrebatado por tus representaciones (de nuevo,
? ¿Por qué no lo tuviste a
III. El cultivo de las representaciones beneficiosas
Ejercicio 1: El bien de los otros
Cuando quieras reconfortarte, recapacita en los puntos sobresalientes de los que
conviven contigo. Por ejemplo, en uno es su actividad, en otro es su decencia, en otro
su generosidad, así sucesivamente. /Marco Aurelio,
Nota: Ejemplo de lo anterior es todo el Libro Primero de las
De mi madre, la devoción, la generosidad y refrenarse tanto de hacer daño como de
tener la idea de hacerlo; (2) además, la sencillez
costumbres de los ricos. / 1.3
De mi padre, la gentileza, la firmeza sin oscilación en decisiones previamente
analizadas; (2) no vanagloriarse en lo que se considera motivo de honras [...] / 1.16
Escribe, al final de cada día (o cuando te quede cómodo), sobre los bienes que viste en otros y
los beneficios directos e indirectos que recibiste de los otros.
Ejercicio 2. Mi bien hacia los otros
Cuando has actuado bien y los demás han salido bien parados, ¿por qué buscas,
además, una tercera cosa, como los necios, parecer que has actuado bien o conseguir
recompensa? Marco Aurelio,
Alguno hay que cuando le hace algo beneficioso a alguien está muy dispuesto a llevar
la cuenta de ese favor. (2) Otro hay que no está muy dispuesto a ello; sin embargo, en
su interior reflexiona y es consciente de la deuda. (3) Hay otro que ni siquiera sab
que ha hecho, que es igual a la parra que da el racimo y no busca nada añadido más
allá de dar su propio fruto. (4) El hombre que ha hecho el bien no se jacta, sino que
acude a continuación a otro hombre como la parra da de nuevo su racimo, como el
caballo corre, el perro sigue la pista y la abeja hace miel. / Marco Aurelio,
Meditaciones, 5.6
Observa si hay o no satisfacción cuando beneficias a alguien. Si la hay, ¿se basta a sí
misma? ¿Necesitas de una satisfacción adicional? ¿Por qué?
III. El cultivo de las representaciones beneficiosas
Nadie se cansa de beneficiarse. Beneficiar es una acción de
acuerdo con la naturaleza. No te canses de beneficiarte
mientras tú beneficies.
Marco Aurelio,
Ejercicio 1: El bien de los otros
Cuando quieras reconfortarte, recapacita en los puntos sobresalientes de los que
conviven contigo. Por ejemplo, en uno es su actividad, en otro es su decencia, en otro
sivamente. /Marco Aurelio, Meditaciones, 6.48.
Ejemplo de lo anterior es todo el Libro Primero de las Meditaciones:
De mi madre, la devoción, la generosidad y refrenarse tanto de hacer daño como de
tener la idea de hacerlo; (2) además, la sencillez en el régimen de vida lejos de las
costumbres de los ricos. / 1.3
De mi padre, la gentileza, la firmeza sin oscilación en decisiones previamente
analizadas; (2) no vanagloriarse en lo que se considera motivo de honras [...] / 1.16
cada día (o cuando te quede cómodo), sobre los bienes que viste en otros y
los beneficios directos e indirectos que recibiste de los otros.
Mi bien hacia los otros
has actuado bien y los demás han salido bien parados, ¿por qué buscas,
además, una tercera cosa, como los necios, parecer que has actuado bien o conseguir
recompensa? Marco Aurelio, Meditaciones, 7.73.
Alguno hay que cuando le hace algo beneficioso a alguien está muy dispuesto a llevar
la cuenta de ese favor. (2) Otro hay que no está muy dispuesto a ello; sin embargo, en
su interior reflexiona y es consciente de la deuda. (3) Hay otro que ni siquiera sab
que ha hecho, que es igual a la parra que da el racimo y no busca nada añadido más
allá de dar su propio fruto. (4) El hombre que ha hecho el bien no se jacta, sino que
acude a continuación a otro hombre como la parra da de nuevo su racimo, como el
ballo corre, el perro sigue la pista y la abeja hace miel. / Marco Aurelio,
Observa si hay o no satisfacción cuando beneficias a alguien. Si la hay, ¿se basta a sí
misma? ¿Necesitas de una satisfacción adicional? ¿Por qué?
Nadie se cansa de beneficiarse. Beneficiar es una acción de
acuerdo con la naturaleza. No te canses de beneficiarte
Aurelio, Meditaciones, 7.74
Cuando quieras reconfortarte, recapacita en los puntos sobresalientes de los que
conviven contigo. Por ejemplo, en uno es su actividad, en otro es su decencia, en otro
6.48.
De mi madre, la devoción, la generosidad y refrenarse tanto de hacer daño como de
en el régimen de vida lejos de las
De mi padre, la gentileza, la firmeza sin oscilación en decisiones previamente
analizadas; (2) no vanagloriarse en lo que se considera motivo de honras [...] / 1.16
cada día (o cuando te quede cómodo), sobre los bienes que viste en otros y
has actuado bien y los demás han salido bien parados, ¿por qué buscas,
además, una tercera cosa, como los necios, parecer que has actuado bien o conseguir
Alguno hay que cuando le hace algo beneficioso a alguien está muy dispuesto a llevar
la cuenta de ese favor. (2) Otro hay que no está muy dispuesto a ello; sin embargo, en
su interior reflexiona y es consciente de la deuda. (3) Hay otro que ni siquiera sabe lo
que ha hecho, que es igual a la parra que da el racimo y no busca nada añadido más
allá de dar su propio fruto. (4) El hombre que ha hecho el bien no se jacta, sino que
acude a continuación a otro hombre como la parra da de nuevo su racimo, como el
ballo corre, el perro sigue la pista y la abeja hace miel. / Marco Aurelio,
Observa si hay o no satisfacción cuando beneficias a alguien. Si la hay, ¿se basta a sí
Identifica bajo qué disposición beneficias a los otros. ¿Soy generoso con los otros (soy
como una parra)? ¿Llevo la contabilidad de mis beneficios? ¿En cuál de las situaciones que enumera
Marco Aurelio estoy? ¿En cuál me gustaría estar? ¿Qué creencias sobre bienes y males hacen que
esté en el lugar en el que estoy? ¿Qué creencias sobre bienes y males debería tener para estar en
el lugar que quiero estar? ¿De cuál de los dos estoy más cerca?
Anexo: Desnudar el alma de los otros
1. Comprender sus valores
¡Cómo son sus principios rectores: por qué se afanan y qué aman y qué honran! (2)
Considera que estás viendo sus pequeñas almas al desnudo. Cuando creen que
perjudican al censurar o benefician al halagar, ¡cuánta ilusión! / Marco Aurelio,
Meditaciones, 9.34.
Cuando te topes con alguien, reflexiona para tus adentros: ¿qué convicciones tiene
éste sobre el bien y el mal? (2) Porque si sobre el placer, el sufrimiento y lo que los
provoca, y sobre la fama, la mala fama, la muerte y la vida tiene unas convicciones de
tal o cual tipo, no me parecerá extraño o sorprendente que actúe de tal o cual forma. Y
deberé recordar que se ve obligado a actuar así. / Marco Aurelio, Meditaciones, 8.14.
2. No censurar (2) No hay que censurar a nadie. Si puedes, corrígelo. Si no puedes, corrige al menos
su acción. Y si tampoco esto es posible, ¿de qué te sirve censurar [o irritarte]? / Marco
Aurelio, Meditaciones, 8.17
¿Acaso te irritas con el que apesta? ¿Te irritas con el que tiene mal aliento? ¿Qué
adelantas? Tiene la boca así. Tiene los sobacos así. Por fuerza sale de ellos ese efluvio.
(2) «Pero», se afirma, «el hombre tiene razón y puede reflexionar, si repara en ello,
sobre por qué es ofensivo». (3) ¡Pues, muy bien!, porque en definitiva también tú
tienes razón. Pon en movimiento con disposición racional una disposición racional,
muestra, recuerda. Si presta atención, podrás curarlo y no habrá necesidad de cólera.
(4) Ni actor ni puta [Nota: Quizá puede leerse así: No actúes histriónicamente, como si
tuviera lugar un escándalo, ni prostituyas tus convicciones siendo condescendiente
con los que te ofenden.] / Marco Aurelio, Meditaciones, 5.28. 3. No abrigar expectativas desmesuradas Perseguir imposibles es locura; imposible es que los ruines dejen de hacer ruindades.
/ Marco Aurelio, Meditaciones, 5.17.