Estevez

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ESTEVEZ. PERSONALIDAD DE UN CRUZADO. AUTOR: Federico Gastón Addisi. 2008.

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ESTEVEZ.

PERSONALIDAD DE UN CRUZADO.

AUTOR: Federico Gastón Addisi.

2008.

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CAPITULO I.

LA INFANCIA. LA VIDA CIVIL.

El Teniente Roberto Néstor Estévez nació una tarde de un calor intensísimo, un 24

de febrero de 1957. La “estrella” quiso que por su fecha de nacimiento Roberto

perteneciera al signo de Piscis.

Oriundo de Posadas, provincia de Misiones, fue el séptimo de nueve hermanos, a

saber: Julio Roberto, María Mercedes del Rosario, José María, María Julia, María Josefa,

María del Carmen, Roberto Néstor, José Octavio y José Fernando.

Su padre, Roberto Néstor Estévez, era de Misiones. Católico tradicionalista,

hombre de recto carácter, era hijo de José María Estévez. El abuelo de nuestro biografiado

era español y fue, por aquellos años de inmigración, un comerciante bastante importante

en Posadas. Casado con Rosario Durand, a la sazón, abuela del “Toto”, la “nona” era

argentina nativa. Cabe destacar la importancia de este “mestizaje” por línea paterna, entre

un español y una criolla, que tuvo una influencia clave –sobre todo en lo espiritual y

cultural-, en Roberto (Padre) y que éste transmitió a sus hijos, pero de todos, fue Roberto

(hijo) quién más receptivo resultó, al punto de convertirse, en un auténtico criollo; único y

genuino tronco de donde proviene nuestra identidad nacional.

Su madre, se llamaba Julia Bertha Benítez Chapo. Nació en Apóstoles, un pueblo

del interior de Misiones. Era hija de Valentín Benítez; también de Apóstoles, y de

Mercedes Esther Chapo, una docente que fue a Misiones a trabajar en escuelas rurales

cuando llegaron los primeros inmigrantes polacos y ucranios.

Ambos progenitores de Estévez actualmente están fallecidos. Su madre murió

cuando éste estaba en el Colegio Militar; y su padre, sobrevino a su hijo, pasando a la vida

eterna en el año 1986.

La infancia de Roberto, como la de la mayoría de los chicos del interior del país fue

muy tranquila; andaba siempre con sus hermanas mayores, lo que no impidió que fuera

muy compinche de todos sus hermanos en general, y de María Julia en particular. Algunos

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de éstos tenían pensamientos que “rompían el molde” del entorno familiar; por ejemplo:

Una de las hermanas (María Julia) estuvo casada con un compañero de promoción de

Roberto y años más adelante se divorció. Otra; María Josefa, militaba en la JP de su

provincia. De idea peronista, a través de su esposo tuvo relación con la rama revolucionaria

de la izquierda peronista, concretamente con Montoneros. Por estos contactos fue detenida,

procesada y condenada en el año 1976, a 30 años de prisión. Se le imputaba haber prestado

apoyo logístico en el copamiento al Regimiento 29 de Formosa. Estuvo purgando su

condena en la cárcel de Villa Devoto hasta que logró su libertad con el retorno de la

democracia.

Cabe señalar que efectuamos estos comentarios sobre el entorno familiar de Roberto

por un doble motivo que a nuestro entender, ayudan a “humanizar” la figura del héroe, y no

por un afán de indagar en la vida privada de las personas, ajeno esto –aunque muy de moda

entre ciertos “historiadores” mediáticos- al rigor histórico que pretendemos, y al sentido de

homenaje del que queremos dotar a este libro. Concretamente, lo que nos motivó a

mencionar estos temas familiares no es otro que demostrar que pese a los “deslices” que

ocurren en toda familia, el padre de Roberto jamás se negó a aceptar diferencias, ni mucho

menos, y a pesar de sus sólidas convicciones, a imponer su forma de pensar. Y esta misma

conducta fue la que guió los pasos del Héroe de Malvinas. Ninguna de las particularidades

de la familia modificó un ápice el profundo amor que Roberto sentía por ellos.

Su hermana María Julia, en emocionado y afectuoso recuerdo nos dijo de él: “Era

todo un personaje. Era muy inteligente; le gustaba leer y también dibujar, recuerdo

que escribió una historieta: su personaje se llamaba "Rob-Dick" y era un justiciero

que recorría la Argentina”1. Más adelante volveremos sobre la historieta a la que hace

mención la hermana del “Toto”. Es que para hacer una descripción simple pero ajustada a

su personalidad hay que decir que Roberto, desde muy chiquito se comportó como un ser

especial. Y si como suele decirse; “para muestra basta un botón”, complementamos los

comentarios de su hermana diciendo que aprendió a leer y escribir a los cuatro años de

edad.

1 Lamentablemente la familia no pudo conservar algún ejemplar de la historieta, que por el tinte de los acontecimientos, y el destino de Roberto, hubieran enriquecido sobremanera su biografía.

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Respecto a la historieta a que hiciéramos alusión; ésta estaba muy bien dibujada

(tanto los dibujos como el guión eran íntegramente de Roberto) y fue compuesta cuando tan

sólo contaba con ocho años. El protagonista y héroe de la misma, “Rob-Dick” (Rob, de

Roberto, y Dick, vaya a saber por qué) era un gaucho con capa que libraba distintas

aventuras, todas con un sentido nacional. Las historietas de “Rob-Dick” se extendieron

durante cuatro años, y durante ese tiempo, el superhéroe nacional iniciaba una campaña

para recuperar las islas Malvinas (de allí la mención que hace Estévez a su padre, en la

carta póstuma: “…¿Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y

armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas?…”).

Roberto cursó el ciclo primario en la Escuela N º 3 "Domingo F. Sarmiento" (vaya

paradoja del destino, porque tanto Estevez padre, como su hijo, eran fervientes

admiradores del Restaurador Don Juan Manuel de Rosas); y el secundario en el Colegio

Nacional N º 1. Sus compañeros fueron los mismos hasta que se recibieron, por lo que

resultó un grupo muy unido que estaban siempre juntos incluso en las vacaciones. En esa

época solían organizar campamentos a algún lugar del interior y disfrutaban de sanas

diversiones.

Fue un alumno inquieto y curioso, leía el diario antes de ir al colegio y más de una

maestra lo debe haber "sufrido" ya que era de los que no se quedaba con la duda sobre

ningún tema; preguntaba, preguntaba y preguntaba... Inteligente, como quedo dicho, tenía

un agudo sentido crítico, cuestionaba todo lo que no le parecía justo o verdadero, al

extremo de que a veces las maestras se vieron forzadas a echarlo del aula por sus continuos

cuestionamientos. No soportaba la mentira y justamente esto fue lo que a nivel escolar lo

llevó a cuestionar la “historia oficial”. Cursando séptimo grado, Estevez

participó de un concurso provincial sobre "El Santo de la Espada" y

lo ganó recibiendo una plaqueta que le fue entregada como premio. Pero más que el

reconocimiento por su trabajo, el concurso reafirmó más aún su afición por la historia. Para

esta misma época, su inquietud intelectual lo llevó a encontrar y leer apasionadamente, un

libro que se hallaba en la biblioteca de su padre. Este libro no era otro que el clásico "La

vida de Don .Juan Manuel de Rosas" de Manuel Gálvez. Además de los clásicos del

revisionismo, Roberto leía todos los números de la revista de Félix Luna "Todo es

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Historia", que se compraba puntualmente en la casa paterna. Fanático lector, era común que

se quedara dormido con la luz encendida.

Su padrino de confirmación fue un amigo de la familia; el Profesor Justo Alí

Brouchoud, profesor de historia y escritor, que se dirigió a Misiones desde Entre Ríos a

fundar el Instituto de Profesorado "Antonio Ruiz de Montoya" a solicitud del Obispo

Monseñor Jorge Kemerer. Alí (como cariñosamente le llamaba la familia) se dedicó

a proveerle de material de lectura a Roberto desde que descubrió

cuánto le gustaba y se interesaba por la historia. Cada vez que el padrino iba de vacaciones

al pago de la familia, eran sagradas las conversaciones y debates sobre temas de actualidad

nacional y mundial con su ahijado, que por lo general, se prolongaban en apasionados

cambios de ideas hasta que un nuevo amanecer los sorprendía.

Fuera del plano intelectual, puede decirse que Roberto era una persona

extremadamente alegre y divertida; gustaba de ir a bailar con amigos y no se perdía un fin

de semana de "boliche" o de festejo de cumpleaños de alguna chica. Disfrutaba de la vida al

aire libre y fue aficionado a los deportes. Concretamente, practicó judo y remo mientras

estuvo en Posadas, y otros deportes cuando estuvo en el CMN, pero como

complemento a su formación integral y no en forma competitiva.

Como buen espíritu alegre, era Estevez amante de la música. Le gustaba desde el

chamamé hasta la clásica, y por supuesto, el folklore. En este género su predilección se

encontraba en Rimoldi Fraga, José Larralde, Los Fronterizos y Los Chalchaleros.

Siempre quiso aprender a tocar la guitarra, se esforzó mucho para ello, pero como

era zurdo el encordado “le quedaba invertido” al final dejó de insistir, conformándose con

escuchar y cantar en las guitarreadas que se armaban en los asados. Respecto a esto de ser

“zurdo”, era algo que realmente le fastidiaba, al punto de decir, desengañado por lo mucho

que le costaba todo, que era producto de que escribía con la mano izquierda, porque para

los zurdos el mundo era al revés. No se daba cuenta de que justamente, él era el que

siempre estuvo por el recto camino, y que era el mundo, quien iba, y sigue yendo, al revés.

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CAPITULO II.

LA MADUREZ. LA CARRERA DE LAS ARMAS.

Roberto Néstor Estevez, se decidió de pequeño por la carrera de las armas. Sin

embargo, descubierta su vocación militar, nuevamente apareció el estigma de manejarse

con la mano izquierda. Esto se debió a que un amigo le comentó al “Toto” que aquellos que

escribían con la izquierda, no entraban al Colegio Militar porque tenían problemas para

manejar las armas y disparar. Estévez tenía diecisiete años y no estaba dispuesto a permitir

que nada obstaculice su carrera castrense. Todo lo que se proponía, Estevez no paraba hasta

lograrlo. Por lo tanto, a raíz del comentario de su amigo, y frente a la posibilidad de

quedarse sin ingresar a la Escuela Militar, aprendió a escribir y manejarse con la mano

derecha. De lo que resultó, ambidiestro…

Inicialmente, Roberto decía que quería entrar al arma de Caballería, pero una vez en

tema, se le escuchaba que prefería la Infantería porque sentía más ambiente de camaradería.

En consecuencia, y superando los escollos comentados, ingresó en el Colegio

Militar de la Nación y en 1978 alcanzó el grado de Sargento Cadete y el puesto interno de

Encargado de la Sala de Armas de la Subunidad.

Desde esta época temprana en las FFAA se destacó por su voluntad y esfuerzo,

amén de su capacidad innata para sobreponerse a las dificultades que la dura disciplina del

cuartel suele imponer a sus hombres.

Estevez egresó con el grado de Subteniente, en el IV año del Colegio Militar, el 12

de octubre de 1978, por la posibilidad de una guerra con Chile, y ante la necesidad de más

personal militar. Por lo antedicho fue su primer destino el Regimiento de Infantería 25, con

asiento en Colonia Sarmiento, Chubut. Allí dio sus primeros pasos como oficial,

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destacándose de tal manera que recibió el premio “Al mejor Infante”, además de ser

distinguido con el honor de ser abanderado.

Logró desde el principio la estima de sus subalternos. Sobresalió entre sus

camaradas por su gran profesionalismo, su capacidad, pero también por lo divertido de su

personalidad. Esta cualidad, no era obstáculo para que fuera inflexible en el mando, ya que

en él se combinaban armoniosamente la camaradería y el rigor del jefe.

Pero subrayando que los héroes no son de bronce, sino seres humanos de carne y

hueso –y por lo tanto imitables si uno se lo propone- Estevez tenía una llamativa dificultad

para todas las actividades de destreza o que demandaran gran coordinación. Es que los

hombres no son perfectos. Cualquier tarea que le exigiera alguna agilidad especial (como

por ejemplo el andinismo), le costaba un triunfo. Sin embargo, contrarrestaba este defecto

con una gran cualidad que también lo caracterizaba; su tenacidad. Era persistente hasta lo

increíble en el camino para alcanzar sus objetivos.

Así pues pasó sus primeros años como oficial. En el año 1980 le tocó la distinción

de ser elegido como el mejor oficial de la unidad. Al año siguiente se preparó para dar otro

paso en lo que fue su brillante carrera. Este peldaño no fue uno cualquiera; más bien todo lo

contrario. La decisión de efectuar el curso de comandos lo marcaría a fuego; era prepararse

para entrar en la “élite” del ejército. Durante la realización de dicho curso se sucedieron dos

anécdotas que pintan de cuerpo entero el temple de nuestro biografiado. La primera fue

durante un ejercicio conocido como “pasillo de fuego”. En el mismo el aspirante recorría

una pista con obstáculos para agilizar la rapidez de decisión y proceder ante situaciones

límites. El ejercicio duraba todo un día, y antes de finalizar, después de horas y horas de

exigencia, el futuro comando entraba al pasillo de fuego propiamente dicho, el cual

consistía en un pasillo cavado en la tierra, que no permitía ir totalmente parado ni de

frente; arriba estaba tejido con un “techo” de alambre de púas y conforme uno lo iba

recorriendo, detonaban cargas explosivas que iban atontando al cursante. Al final del

pasillo se enfrentaba con un grupo desplegado en semicírculo de instructores que lo

sometían a un combate cuerpo a cuerpo. Cuando lo normal para aquel que sólo deseara

“pasar” el ejercicio sería encarar la lucha por algún lateral para así tener menos

contendientes, o bien encontrar un hueco, Estevez hizo todo lo contrario. En su afán de

autoexigencia y superación arremetió directo contra el centro del dispositivo, lo cual era sin

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duda el peor lugar. Al final del ejercicio fue felicitado y es una muestra más de la voluntad

de hierro de quien estaba llamado por la Providencia para ser un héroe.

El otro momento que vamos a señalar es más gráfico que el anterior. Al final de la

etapa del curso de comando que se desarrollaba en Córdoba, se realizaba un ejercicio

denominado “campo de prisioneros”. Allí los cursantes “caían prisioneros”, y los supuestos

enemigos los sometían a largos interrogatorios. Fue durante este ejercicio cuando el cuerpo

del Subteniente pareció no tolerar más, ya que tuvo dos paros respiratorios.

El médico que lo atendió, no obstante declararlo muerto, continuó prodigándole los

auxilios correspondientes: y milagrosamente, reaccionó. Casi de inmediato, sufrió un

segundo paro, del que volvió a recuperarse. Fue enviado al Hospital en forma inmediata.

Todos se quedaron sorprendidos cuando, al día siguiente, se presentó para continuar

el curso. Parecía como si Dios mismo le tuviera reservado un espacio de gloria en la lucha

por nuestras Malvinas, en la que Roberto ofrendó su vida y que nada podría apartarlo de

este destino. Ese destino que sólo recorren los santos y héroes.

Pese a los problemas físicos, y a que lo normal ante circunstancias como las

narradas hubiera sido la separación del aspirante del entrenamiento para comando, el Jefe

del curso le permitió continuar y Roberto completó el adiestramiento adquiriendo la

preciada especialidad.

Justamente, en la etapa final del curso, fue cuando su familia lo vio por última vez,

al estar realizando el adiestramiento en la parte de “selva”, en su provincia natal, Misiones.

Volviendo a lo estrictamente militar; Estevez en 1981 era comando y ascendió a

Teniente. Pese a que por su ascenso le hubiera correspondido el pase y traslado, él pidió

permanecer un año más en Colonia Sarmiento, Chubut, en el Regimiento 25, que ya

comandaba el Teniente Coronel Seineldín con quien Roberto trabó una amistad y en quien

vio reflejado el arquetipo de soldado.

Finalmente, Estevez fue en busca de la gloria defendiendo a su Patria contra la

agresión de nuestro enemigo histórico: Inglaterra. Así, partió a Malvinas el día 27 de marzo

de 1982 con el convencimiento de que no regresaría.

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La carta póstuma para su padre y su familia quedó en el Regimiento, y fue

entregada a los familiares en julio de 1982, una vez conocido su fallecimiento, junto con

sus objetos personales y una carta para su novia2.

2 Las cartas se encuentran todas en poder de la familia quien gentilmente me las facilitaron, a excpeción de la carta para su novia a quien desgraciadamente no se puedo localizar.

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CAPITULO III.

MALVINAS.

Corría el año 1982 y lo encontró a Estevez en “su” cuartel de Chubut y

perfectamente afianzado como oficial, habiéndose distinguido entre sus pares era ya un

“soldado completo”. Poco faltaba para que lo demostrara en Malvinas, aunque fuera a costa

de su vida. Porque Roberto fue a Malvinas, y al igual que otros que escribieron páginas de

gloria con su sangre, (basta recordar por ejemplo el caso del “Perro” Cisneros, que partió a

las islas diciendo: “No sé rendirme, después de muerto, hablaremos”, y que como toda

despedida para con su hermano Mario le manifestó: “Yo rendido no vengo. O ganamos o

no vuelvo vivo”) tenía el íntimo convencimiento de que no volvería.

Todo transcurría con normalidad en la Guarnición, hasta el día 23 de marzo del

citado año 1982. Esta fecha resultaría clave para lo que vendría después. Dicho día, el

Teniente Coronel Seineldín desapareció secretamente de la base Sarmiento, reapareciendo

tres días después dando un llamado para una reunión secreta de oficiales. En la reunión,

Seineldín les comunicó que se debía marchar a Malvinas. Se procedió entonces, a dar la

organización para el combate. “En la Orden de Operaciones (es la orden detallada del

plan a realizar) por él recibida, de parte del comandante de Brigada, se establecía la

formación de un escalafón anfibio que dependería del General Daher (…) Estaría

formado por el Batallón de Infantería de Marina 2 (BIM 2), la Agrupación de

Comandos Anfibios, y la Compañía “C” del Regimiento de Infantería 25. Esta última

tendría como jefe al Teniente Primero Esteban; la primera sección que era la sección

de aspirantes a oficiales de reserva de la unidad, estaría al mando de Estévez; la

segunda sección sería conducida por el Subteniente Gómez Centurión y la tercera

sección, a la sazón, la sección exploración del Regimiento, sería llevada al combate por

el Subteniente Reyes”. (MANSILLA, Alberto, Argentina tiene héroes, Buenos Aires,

Editorial Nueva Hispanidad, 2003).

Todos los nombrados precedentemente y que pertenecían al Regimiento –como

alguien dijo alguna vez, “especial”- 25, se destacaron por su heroico valor en combate,

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inscribiendo para siempre sus nombres en la Gloria de la Gesta de Malvinas, y en los anales

de la historia patria.

Otorgado el plan de acción, todo se concentró en la preparación tanto del equipo y

armamento, como del espíritu de los soldados para prepararse para el combate y ofrendar

sus vidas de ser necesario. Y es importante destacar, que en esta preparación espiritual para

la lucha, no estuvo ausente en el temple de nuestro héroe, el temor. Pues nadie en su sano

juicio, y más aún si está imbuido de una filosofía cristiana, puede pensar que no se teme por

la vida o que no se la valora. Esto es realmente importante, porque engrandece la figura del

héroe en su exacta dimensión; la de un hombre que sobreponiéndose a las flaquezas y

debilidades logra dejarlas atrás para ser enteramente protagonista de la epopeya. Esta

dimensión humana, lejana de la pureza del bronce, es lo que hace de Estevez, y tantos otros

un ejemplo a imitar.

Allí estaba nuestro biografiado, con sus luchas internas que lo enaltecieron como

hombre, sumergido en cavilaciones, pensando en sus seres queridos, en la ocasión histórica

de defender la Patria, en pisar el preciado suelo de Malvinas y sobre todo avanzaba en él un

convencimiento…moriría combatiendo en Malvinas.

El “Toto” -como lo llamaban los más íntimos-, canalizaba sus inquietudes y

ansiedades con serenidad y razonabilidad. Esto hizo que mientras tantos y tantos

pensamientos pasaban por su fuero íntimo, él se sumergiera en la escritura de sendas cartas.

De ellas, una cobró gran difusión en la opinión pública Argentina. Nos referimos a la carta

que dirigió a su padre; otra tenía como destinatario a su novia. Hubo otras, escritas ya

desde las islas dirigidas siempre a su familia.

Creemos conveniente, para reflejar el pensamiento de Estevez, transcribir

completamente las misivas y dejar que el hombre-héroe hable por sí mismo.

Carta póstuma del Teniente Estevez a su padre.

"Querido Papá: Cuando recibas esta carta yo, ya estaré rindiendo mis acciones

a Dios Nuestro Señor. El, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el

cumplimiento de la misión. Pero fijate vos ¡qué misión! ¿No es cierto? ¿Te acordas

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cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a

recuperar las Islas Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía? Dios, que es un

Padre Generoso, ha querido que éste, tu hijo, totalmente carente de méritos, viva esta

experiencia única y deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria. Lo único que a todos

quiero pedirles es, 1º) Que restauren una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de

Cristo; 2º) Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea la apertura a la

tristeza, y muy importante, 3º) Que recen por mí.

Papá, hay cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que

hoy debo decírtelas: Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por

creer en el honor; gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e

hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que

es el fruto de ese hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, sí Dios lo permite.

Un fuerte abrazo. Dios y Patria ¡O Muerte!".

Roberto.

La carta citada precedentemente, Estevez quiso entregársela a su gran amigo y

camarada el Subteniente Gómez Centurión, pero éste no acepto produciéndose el siguiente

diálogo según relata Isidoro Ruiz Moreno en su más que recomendable libro “Comandos en

Acción”:

“- Acabo de escribir una carta para mi padre y para mi novia, por si me pasa

algo. Dígale a su señora que me las tenga, y en ese caso, que por favor se las mande.

- ¡Pero déjese de macanas, viejo, no sea agorero! ¿Quién está pensando en estos

momentos que se va a morir?”

A raíz del rechazo de su camarada “decidió entregársela al maestro de banda

del regimiento, ya que éste no iría a Malvinas:

- Mi capitán (le diría Estevez), esto es para mi padre. Hágasela llegar si me

pasa algo.

- No se preocupe Estevez (diría el oficial entre turbado y sorprendido por la

mirada serena y profunda que le dirigía). No se preocupe…

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Un apretón de manos confirmó la promesa y un silencio frenó las preguntas

que el capitán tenía ganas de hacer a este enigmático teniente”. (RUIZ MORENO,

Isidoro, Comandos en acción, Buenos Aires, Emecé, 1992).

El resto de las horas y los días que transcurrieron desde el 26 de marzo hasta el 1 de

abril fueron de preparación del equipo propio, y el de los soldados y suboficiales, como así

también, de templanza para estar pronto espiritualmente para no volver de la campaña.

Como se podrá ver en otra carta que Roberto envió a su padre, y que a continuación

transcribimos en toda su extensión, fechada la misma en Puerto Santiago (Ex – Goose

Green), el día 11 de abril, el hecho de estar embarcado esperando el momento de entrar en

acción ponía a nuestro héroe en un particular estado de ansiedad y nerviosismo que le hacía

desdeñar la relativa comodidad de la que gozaba en el buque que los trasladó al teatro de

operaciones.

II Carta del Teniente Estevez a su padre.

“Puerto Santiago (Ex Goose Green, 11 de abril de 1982. Pascua de

Resurrección del Señor).

Querido Papá: ¡Felíz Pascua! Cristo Rey venció a la muerte y ha resucitado.

¿Cómo les va? ¿Bien? Dios quiera que si. Yo con una alegría muy especial, que

tiene la explicación de saberme en el lugar por donde se inició, se desenvuelve y donde

seguirá el episodio más importante de lo que va del siglo XX en la Argentina. El Señor

es generoso conmigo y ha decidido que yo tenga el privilegio de integrar como Jefe de

Sección el componente de la Fuerza del Ejército de la “Operación (no Operativo como

dicen los periodistas) Rosario”. Mi Regimiento, a tal efecto, organizó una Compañía

(la C), que estuvo movilizada en pocas horas. Viajó en camión a Comodoro, de ahí en

707 a la Base Aeronaval Comandante Espora (2/3 parte de la Compañía en el ARA

Almirante Irízar, mi Sección incluída, 1/3 con el J R I 25 en el ARA San Antonio, con

la Infantería de Marina y con el staff del Comando del Teatro de Operaciones). El

Irizar es una cosa de locos: helipuerto, sauna, todo climatizado, de puente de mandos

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a bodegas, telediscado a todo el país, estabilizadores, videocasetes, cantina con una

cocina de sobresaliente calidad.

Realmente en la “Navy” no se privan de nada. Que me perdone el Sr.

Vicealmirante, pero navegar me pareció algo muy semejante a un castigo, por el

sedentarismo tan burgués y tedioso que deprime (…) no me bancaba más estar allí.

No es que sea melodramático, pero uno esta hecho para algo diametralmente opuesto,

más activo, más dinámico, más variado y también más despistado, desorganizado e

ineficiente. Esa es la verdad. El Oficial de Comando Naval (no así el Infante de

Marina) “hace su vida”, no tiene más que un levísimo contacto con uno u otro sub-

oficial y absolutamente ninguno con la tropa. ¡Ah!, excepción hecha del mozo del

“Camarote de Oficiales”, versión de ultramar de una especie de club privado: whisky,

naipes, música, etc. En realidad todo lo que uno entiende por “militar” brillan por su

ausencia a bordo. Golpes de taco, armas, “ser tropero”, explosivos, órdenes a los

gritos, acción, ¡todas esas cosas tan lindas y vitales! Nada de eso hay. Pero los tipos

con pelo muy largo (para ser militares) y modales suaves (también para ser militares)

manejan las cosas con seriedad y rendimiento. Bueno, el martes 30 nos agarró un

temporal que nos tuvo mal. Como habrá sido de fuerte que las amarras del

helicóptero “Puma” del Ejército (francés, USS 4.000.000 aprox, 20 plazas, empleo:

transporte de carga y personal), que estaba bien atadito en el hangar del helipuerto se

soltó y empezó a flamear rompiendo todo lo que encontraba. Daban ganas de llorar.

Tan lindo que era y ya no sirve para nada. Tenías que verlo al Capitán que lo

piloteaba, parecía el jinete que debe ultimar a su caballo mal herido. Te digo, ahora

estoy de Oficial de Servicio y me voy a recorrer nuestra Base en estos pagos

recuperados para Dios y la Patria.

0540 hs.- Bueno aquí estoy de regreso, para variar en esta madrugada hay

viento, cielo cerrado y lloviznas intermitentes. Después te voy a hablar del

archipiélago y sus peculiaridades. Volvamos al Irizar, viajamos en él hasta el 1 de

abril en que arribamos a la línea de Partida para el Ataque. Esa tarde, en una de las

bodegas se celebró la Santa Misa, a cargo del Capellán del Comando de Operaciones

Navales (…) En todo este hermoso buque se pasa la arenga del Comandante del

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Teatro de Operaciones “Malvinas” y luego la del Componente Naval. Para entonces la

flota estaba formada para combate. Las fragatas “Hércules” y “Santísima Trinidad”,

el “Irizar”, transportes “Islas de los Estados” y “San Antonio”, y un poco mas atrás el

portaaviones “25 de Mayo”. Así se inicia la aproximación de la muchachada de la

Agrupación de los Buzos Tácticos y los de la Agrupación Paracaidistas, los Comandos

Anfibios, algunos de los cuales tengo el orgullo de contarlos como amigos. Ellos

llegaron a costa e iniciaron la espera. A las 0500 hs. un Batallón de Infantería de

Marina y otras fracciones de apoyo desembarcaron. Breves momentos antes, el

Primer Escalón de Buzos y Comandos, había desactivado y apagado todos los puestos

claves (usinas, teléfonos, faro, agua corriente, etc, etc). Hasta ese momento una de las

secciones de la Compañía C debía quedar como Reserva del Comandante en el

“Irizar”, mientras que a mí deberían lanzarme desde helicópteros con el Jefe de

Compañía y Sección en esta zona donde hoy estoy; Goose Green/Darwin (los dos

pueblos están separados por no más de 2 millas, a lo británico) y la otra Sección (una

Compañía de Infantería, 3 Secciones Tiradores) desembarcan atrás de los Infantes de

Marina para ocupar el aeropuerto. La acción sobre Puerto Stanley y Goose Green

debía ser simultánea (en ellos todos, en nuestras apreciaciones coincidíamos con el

planeamiento del Comandante). Cuál será mi sorpresa, la bronca y la amargura;

cuando con toda la Sección lista, con todo listo, esperaba tan sólo la orden de

embarcar en el helicóptero, veo que con cara de embole se acerca el Jefe de la

Compañía (un Teniente 1) y dice que el General García (el Comandante) decidió dejar

también a mi Sección de Reserva, por si era necesario empeñar algún elemento en

algún sector en situación desfavorable. No dudo que el General García tendría sus

razones para ordenar tal medida, pero ¡que amargo es ver desde un buque el combate

en tierra! La acción en tierra fue muy breve (…) Se aterrizó un C-130 Hércules con un

Grupo de Operaciones Especiales y el resto del Regimiento de Infantería 25. Mientras

tanto los Comandos Anfibios, los Buzos y la Infantería de Marina cercaron la Casa de

Gobierno. Estos atorrantes de los ingleses cuando se la vieron mal levantaron bandera

blanca, pero luego, cuando algunos de los integrantes del cerco iban a entrar, abrieron

fuego, así fue como hirieron a García Quiroga, al otro que no recuerdo el apellido y

como mataron al Capitán Giachino. ¡Son una basura! Recién al otro día echamos pie

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a tierra, como para tomar contacto con los Abastecimientos del Regimiento de

Infantería 25, y luego volver a embarcar en el “Islas de los Estados”, un cascajo

torturante, ahora sí rumbo a Darwin; en esa localidad efectuamos un cerco,

requisamos armas (increíble: prácticamente cada hombre tiene su rifle o escopeta,

cuando no más de un arma). Goose Green (algo así como “Pradera del Ganso”) y

Darwin quedan en el istmo de la Isla Oriental del Archipiélago. Goose Green es una

aldea un poquito mas poblada que Bonpland y por supuesto que sus casas super

inglesas. Los pobladores de buen aspecto económico y cultural en general. Pero eso sí,

salvo los hogares, el resto de los elementos; herramientas, ropas, vehículos, no tienen

nada que envidiarle al japonés Kenoda. Son unos relajados estos gringos. Apenas el

Jefe de Compañía tuvo reunido al pueblo; con sus armas y vehículos habló educada

pero firmemente, aclarando que si nada raro se hacía, nadie se buscaría problemas.

La gente se agarró un cagazo que aún les dura. Tanto aquí como en Stanley el respeto

a la propiedad privada y al estilo de vida fue la máxima posible. Nos hemos llevado

bastante bien de entrada con los pobladores y como las reglas fueron muy claras, yo

me manejo sin problemas con el idioma pero les tengo que decir que hablen más

pausadamente.

Tengo más, mucho más para contarles pero ahora debo ir a organizar

prácticas de defensa de nuestra base, porque aquí no nos agarrarán desprevenidos,

que ni lo sueñen. Así que les digo, que estos se vienen, como otras tres veces también

con todo y una vez más Dios Señor de los Ejércitos y su Santa Madre, Nuestra Señora

del Rosario nos guiará a la victoria, como a Don Santiago de Liniers y como al

General Mansilla. Hoy recordamos a San Pablo: “¡Si Dios con nosotros, quién contra

nosotros!”. No nos va a faltar nada, ni astucia, ni inteligencia, ni conocimiento, ni

valor, ni saber como morir, pero menos, mucho menos, Fe en el Padre. Ya volveremos

a estar en contacto. ¡Viva la Patria! ¡Viva Cristo Rey!

Un fuerte abrazo de tu hijo que mucho los quiere (…) Que nadie deje de orar

al Señor que era y es nuestra arma verdaderamente eficaz frente al corrupto

enemigo”.

ROBERTO.-

Page 17: Estevez

De la carta citada se desprende la ansiedad que tenía Roberto por entrar en combate,

al efectuarse el desembarco de las tropas nacionales el 2 de abril. A su vez, no deja de ser

pintoresco, las “quejas” sobre la comodidad de la que disfrutaba en el buque “Irizar” siendo

él, un soldado, comando, preparado para las penurias de la guerra. Pero volviendo a lo que

Estevez le comentaba a su padre en la misiva, en lo referente al día de la recuperación de

las islas; lo que motivó que su sección no participe activamente de la Operación Rosario e

hizo que el General García los deje embarcados como reserva para emplearlos allí donde

algún foco de resistencia complique las acciones, fue que el helicóptero que debía

trasladarlo se rompió y además se tenían informaciones que en el aeródromo de la isla

había obstáculos que era preciso remover. Nuestro biografiado, rectifica abundante

bibliografía sobre la Guerra de Malvinas, que sostiene que su Sección y él mismo, por

supuesto, eran reserva el día del desembarco, por el contrario, le manifiesta con claridad a

su padre que toda su Sección estaba dispuesta a ser desplegada sobre Darwin: “(…)

mientras que a mí deberían lanzarme desde helicópteros con el Jefe de Compañía y

Sección en esta zona donde hoy estoy; Goose Green/Darwin (…) Cuál será mi

sorpresa, la bronca y la amargura; cuando con toda la Sección lista, con todo listo,

esperaba tan sólo la orden de embarcar en el helicóptero, veo que con cara de embole

se acerca el Jefe de la Compañía (un Teniente 1) y dice que el General García (el

Comandante) decidió dejar también a mi Sección de Reserva, por si era necesario

empeñar algún elemento en algún sector en situación desfavorable (…)”.

¿Habrá sido la rotura del helicóptero el factor que más importancia tuvo en el

cambio de planes? No lo sabemos, lo cierto es que la primera misión del Teniente Estevez,

se efectuó el 2 de abril y consistió, como generalmente se dice, en permanecer embarcados

como reserva de los elementos que ya actuaban en tierra.

Nuestra hipótesis, sostenida en el documento trascripto, parece ser correcta, toda

vez que, ni bien desembarcaron Estevez y Gómez Centurión con sus Secciones –recién

pudieron hacerlo el 3 de abril-, el General Daher le ordenó a la Compañía C que tomara

Goose Green. Y esto, concuerda perfectamente con el relato de la Operación que Roberto

hacía a su padre en la carta que citamos: “ (…) Recién al otro día echamos pie a tierra,

como para tomar contacto con los Abastecimientos del Regimiento de Infantería 25, y

Page 18: Estevez

luego volver a embarcar en el “Islas de los Estados”, un cascajo torturante, ahora sí

rumbo a Darwin; en esa localidad efectuamos un cerco, requisamos armas (…)” Por

todo lo dicho, creemos que efectivamente, inicialmente Estevez y su sección iban a ser

participes del desembarco el 2 de abril con la misión que finalmente tuvieron que realizar

(sólo que 24 horas más tarde; esto es, tomar Goose Green).

Con lo relatado quedan perfectamente delimitadas las dos primeras misiones que

tuvo que cumplir Roberto en Malvinas. No obstante sería él mismo quien en carta a su

hermana María de las Mercedes se encargaría de detallar su accionar. En ella expresaba con

claridad: “(…) Nuestra permanencia en las Islas es, como ya sabrás, desde la primer

hora y la actividad puede dividirse en: Operación Rosario (27/3 a 2/4); Ocupación

Green Goose – Darwin (4/4 a 1/5) y operaciones contra la “Task Force”, a partir del

1/5 (…)”. Transcribimos la totalidad de la misiva para proseguir el relato en palabras de su

protagonista.

Carta del Teniente Estevez a su hermana María de las Mercedes del Rosario.

“25 de mayo de 1982. Soberanía o Muerte.

Mi querida María de las Mercedes del Rosario: Hoy no cambiaba mi puesto

por ninguno que pueda desempeñar un argentino en cualquier lugar.

Presidí una misa, que en conmemoración del día de la Patria, celebró un

capellán para mi Sección, en un descampado próximo a nuestras posiciones. El oficio

fue en acción de gracias por tantas cosas que debemos al Señor, de las cuales ninguna

duda que la más inmediata era que, pese a la actividad de los British, el personal de la

Base Santiago no debe lamentar ni siquiera un herido, desde el 27/3 en que fuimos

asignados a la Operación Rosario hasta el presente.

Nuestra permanencia en las Islas es, como ya sabrás, desde la primer hora y la

actividad puede dividirse en: Operación Rosario (27/3 a 2/4); Ocupación Green Goose

– Darwin (4/4 a 1/5) y operaciones contra la “Task Force”, a partir del 1/5.

Por el momento acá “se puede vivir”, estamos, mis soldados, suboficiales y yo,

totalmente bien, estimo que si Dios nos permite seguir llevando en nuestro nivel las

Page 19: Estevez

cosas como hasta ahora, si somos empeñados en combate propiamente dicho, las cosas

pueden andar en forma relativamente positiva.

Para hablar de la Operación Rosario, me voy a tomar el tiempo, allá en

Posadas, con unos amargos dando vuelta y sin mucho apuro, ¿Sí?

En cuanto a la 2 Etapa fue bastante “divagateur” y se trató de darle un aire de

vida de cuartel con mentalidad de guerra, de forma tal que, salvo la rigurosísima

seguridad y la construcción de posiciones defensivas, la vida no se diferenciaba

mucho de la que llevábamos en Guarnición Sarmiento (Chubut). En estos días

aproveché para practicar mi inglés con los “Kelpers” (buenos tipos, pero van a seguir

siendo “british”, mal que le pese al gobierno Argentino; no quieren saber nada con la

Argentina; la prensa judaica multinacional, “The Amnesty”, Pérez Esquivel y otros

infames se están luciendo con la mano de brea que nos dieron; charlando con los

“Kelpers” uno se da cuenta).

Además empecé a leer “The Knights of the round Table” in english of course,

pero con los Sea Harriers que cada tanto mandan los muchachos de la Royal Navy,

perdimos algunas buenas costumbres, tales como vivir en edificios o carpas (desde el

1/5 vivimos en las posiciones), o leer en inglés (ya no tengo tiempo ni concentración

como para leer y darle al diccionario), entonces ahora leo castilla nomás. Eché mano a

la catarata de libros que la buena gente linda desde el continente nos hizo llegar, junto

con tanta cosa increíblemente variada y encontré “Los centuriones”, la obra preferida

de uno de mis autores preferidos. Lo terminé por 2 vez, hace poco, ahora estoy

leyendo, entre zambullida en las posiciones y otras actividades, “Regreso al país de las

sombras largas”, “Cartas del desierto” de Carlos Carreto y un libro de Lovercraft con

todo un despliegue de morbosa imaginación.

A pesar de las alertas y Alarmas (raids aéreos, probable desembarco, cañoneo

naval y otros números del circo británico), tratamos de mantenernos dentro de un

ritmo metódico de vida; Educación Física, aseo, limpieza de sectores y desde mañana,

repaso de temas de instrucción. Con las últimas luces rezamos nuestro rosario, el

arma N 1 desde siempre (las de fuego y las blancas vienen después), para lo cual

muchos de mis soldados lo deben sacar del cañón de la FAL en donde los tienen

atados.

Page 20: Estevez

Estamos muy bien y sabemos qué vamos a hacer y que vamos a triunfar

porque, como dice San Pablo y como es el lema de mi sección: “Si Dios con nosotros,

¡quién contra nosotros!”.

Como te dije estamos bien, pero yo quiero que mis soldados estén mejor, así

que por ello te voy a manguear algunas cosas; aquí van: una lata de cemento de

contacto (pegan cuero y goma), una bobina de hilo encerado para cueros; 2 o 3 agujas

de zapatero, (para hacer nuestro propio mantenimiento a los borceguíes y no tener

que esperar turno de taller) y unas latas de ese unto para cueros (montaduras, toldos,

etc).

Vos con esto ya estás eximida de aportar al Fondo Patriótico. Desde el frente y

con gesto patriarcal, te eximo ¿sabés?

Y ahora te dejo, estoy de jefe de seguridad y debo darme una vuelta de control.

Saludos a todos. Esto viene a ponerse interesante, hay que analizar con ojos críticos

todo lo que se está gestando en el país:

1) La gente retorna con pasión a la Fe Católica, la única.

2) Hispanoamericana se une ante la agresión (se cae la máscara de la farsa

liberal argentina europeizante).

3) Se respira un aire de unidad nacional ante la causa común.

4) Tal vez llegó la hora de prenderle fuego a 132 años de claudicaciones

históricas y hacer imperar la Argentina Eterna, Católica, Hispanoamericana, Unida

para el Bien Común y tras un destino de grandeza.

Un beso para tus guainitas, para Pauline y un fuerte abrazo para Edmond y si

lo ves a Hugo, mis más especiales saludos. Un beso de,

ROBERTO.

¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Patria! VENCEREMOS”.

Esta misión de “tomar y asegurar” Prado del Ganso, era de importancia estratégica y

política ya que allí se encontraba la principal empresa de la isla. Se trataba de la Falkland

Island Company que poseía aproximadamente 1.000.000 ovejas y dominaba la vida

económica de las islas. Era propietaria de un 46% de las tierras en el archipiélago. Sólo

había en las Malvinas treinta agricultores independientes y el resto de las tierras estaban en

Page 21: Estevez

manos de otras compañías. Pero la Falkland Island Company era la principal empresa

comerciante de la isla. Sus gerentes locales eran de hecho los alcaldes de las aldeas, y por

supuesto debían ser ingleses, ya que ese cargo estaba vedado para los kelpers. La FIC

controlaba los barcos de suministros y se ocupaba del comercio de lana de

ovejas -principal fuente de recursos de las Malvinas-.

El mismo día 3 de abril al terminar el día, la misión de tomar, ocupar y controlar

Gosse Green y la Empresa Falkland Island estaba cumplida.

Al Teniente Roberto Estevez sólo le faltaba cumplir con la tercera y más delicada

misión. Las Operaciones contra la “Task Force”. Esta sería la que le costaría la vida y la

que pondría a nuestro Héroe de cara con el Creador. La Compañía C, de Estevez se ubicó

en la escuela del poblado, una zona ventajosa para la defensa. La Sección BOTE de Estevez

se encargó de fortificar la posición y la de su gran amigo, Gómez Centurión, de censar y

requisar armamento a la población civil. Como quedó dicho en los documentos transcriptos,

la postura Argentina respecto a la propiedad privada fue respetuosa en este sitio pero acorde

a tiempos de guerra. Lentamente iban llegando todos los elementos que constituyeron lo

que se conoce como “Base de Tareas Mercedes”, que estaba integrado por el

Vicecomodoro Pedrozo y sus componentes de F. Aérea que organizó la base con los

Pucará. Luego llegó el Subteniente Reyes, con lo que recién allí se completó la Compañía

C del Regimiento 25. Más tarde, y con exasperante lentitud (a cuenta gotas) fue llegando el

Regimiento 12 de Infantería (se completaría ya en pleno combate con los ingleses sobre la

posición nacional), que estaba al mando del Teniente Coronel Italo Piaggi, quien quedó al

frente de todas las tropas que se encontraban allí destinadas.

El 1 de mayo los ingleses iniciaron el ataque sobre Goose Green y como se efectuó

con fuego naval sobre la población se procedió a darle refugio a la misma sacándolos de sus

casas y juntándolos en la Iglesia. Esta precaución no pudo evitar “cierto espionaje”

realizado por kelpers que informaban a los ingleses sobre las defensas argentinas. Se cuenta

que Hard Castle, funcionario de la FIC, desapareció de su casa y sólo volvió marchando

con las tropas inglesas cuando la posición argentina había caído.

El 21 de mayo se produjo el desembarco inglés en San Carlos y se perdió contacto

con parte de las fuerzas propias allí destinadas. El Regimiento de Infantería N 12 ya estaba

desplegado constituyendo el primer anillo de defensa, que se constituía esquemáticamente

Page 22: Estevez

hablando, de dos semicírculos apoyados en el mar. La parte norte, tenía como reserva a la

Sección del Teniente Estevez. La parte sur, contaba con la Sección del Subteniente Gómez

Centurión como reserva. Por lo tanto, la totalidad de la “Fuerza de Tareas Mercedes”, al

mando del Coronel Italo Piaggi estaba compuesta por: a) Regimiento 12, compañías A y C,

contaba con 439 hombres entre oficiales, suboficiales y soldados; b) Regimiento 25,

compañía C, integrada por 78 hombres; c) Un grupo de la Compañía de Ingenieros 9, con

tan sólo 11 hombres; d) Grupo de Artillería 4, sección de la Batería A, eran 45 hombres; e)

Sección del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601, con un total de 33 hombres; f)

Regimiento de Infantería 8, una sección de 39 hombres. El total de hombres de la “Fuerza

de Tareas” era entonces de 643 combatientes para cubrir 31 km lineales, y una superficie de

17 km cuadrados.

Desde que se produjo el desembarco británico, comenzó un fuego de ablandamiento

sobre las primeras líneas defensivas argentinas por parte de la artillería inglesa. Con el

correr de los días el fuego fue en aumento, lo que hacía prever que se acercaba el ataque

por tierra sobre las posiciones de la “Fuerza de Tareas Mercedes”.

El 28 de mayo, aproximadamente a las 2:30 AM los paracaidistas del Segundo

Batallón inglés, con apoyo de fuego de una Fragata y seis piezas de artillería, atacaron por

el norte del dispositivo de defensa argentino, tratando de quebrar por la posición del

Regimiento 12.

La Compañía A del Reg. 12 luego de soportar lo máximo posible la presión

enemiga se replegó. Algunos elementos lo hicieron en forma ordenada, otros,

lamentablemente, en forma caótica. En esos momentos el flanco izquierdo de la defensa

comenzaba a flaquear y se producía el siguiente diálogo:

- PADRE MORA: "Señor Teniente Coronel, basado en mi propia experiencia,

durante la Segunda Guerra Mundial en Italia, estimo que, por el potente fuego de

artillería enemiga que se recibe más el cansancio de los soldados, será muy difícil

sostener las líneas defensivas. Si Ud. me permite, creo que sería conveniente utilizar la

Sección de Tiradores Especiales, del Teniente Roberto Estévez, a la que le reconozco

un excelente espíritu para el combate."

Page 23: Estevez

El Padre Santiago Mora, Capellán del Regimiento de Infantería 12 y veterano de la

II Guerra en el Teatro de Operaciones Italia, le hizo esta proposición al Jefe de la Defensa,

Coronel Piaggi.

- TENIENTE CORONEL PIAGGI: "Gracias, Padre, lo pensaré; mis asesores

también me dieron el mismo consejo; esta Reserva es lo último de que disponemos".

Luego, se sostuvo otro diálogo trascendental entre el sacerdote y Estevez al que se

sumaría –con la orden esperada- el Teniente Coronel Piaggi:

- PADRE MORA: “Disculpe Estevez, yo le dije al Teniente Coronel Piaggi que

podría mandarlo a usted al frente para apoyar el repliegue de la Compañía A”.

- TENIENTE ESTEVEZ: “Gracias Padre. Eso era lo que estaba esperando”.

Seguidamente el Teniente Coronel dio sus órdenes:

- TENIENTE CORONEL PIAGGI: “Teniente Estévez, como último esfuerzo

posible, para evitar la caída de la Posición Darwin-Goose Green, su Sección

contraatacará en dirección Noroeste, para aliviar la presión del enemigo sobre la

Compañía "A", del Regimiento 12 de Infantería. Tratará de recomponer, a toda costa

la primera línea. Sé que la misión que le imparto sobrepasa sus posibilidades, pero no

me queda otro camino”.

Luego, lo despidió con un fuerte abrazo.

Estevez conciente de lo difícil de la misión jamás se sintió intimidado y se dirigió a su

tropa de la siguiente manera:

- “Por fin ha llegado el momento más importante de sus vidas como soldados; si

recuerdan toda la preparación que han tenido, la fracción tiene más posibilidades de

cumplir con la misión. Soldados, en nuestras capacidades están las posibilidades para

ejecutar este esfuerzo final, y tratar de recomponer esta difícil situación. Estoy seguro

de que el desempeño de todos será acorde a la calidad humana de cada uno de ustedes

y a la preparación militar de que disponen…Y ahora…Seguirme!".

Efectuada la breve arenga el Héroe marchó a cumplir con su destino. Dios guiaba sus

pasos. Marchaba decidido al frente de sus soldados para enfrentar al invasor. Se preparaba

mientras tanto para la posibilidad de la muerte, estaba dispuesto…todo estaba listo para

vencer o morir…

Page 24: Estevez

“A las 6 de la mañana de aquel 28 de mayo, la Sección “Bote” se puso en fila y

comenzó a avanzar hacia el norte por el ondulado y descubierto terreno en medio de la

oscuridad, tratando de cubrir lo antes posible el poco más de kilómetro y medio que la

separaba de su objetivo. Detrás, quedaban el cabo Rosales y los soldados Álamo, López y

Maina y dos conscriptos del grupo de apoyo de la Sección “Romeo”, Héctor Cabrera y José

Luis Cevallos, para dar seguridad al puesto comando de la compañía y para actuar como

escalón de recibimiento en caso de repliegue de la fracción. Estévez encabezaba el grupo de

hombres, cuya masa estaba constituida por veintiséis soldados aspirantes a oficiales de

reserva, secundado en el mando por el cabo primero Olmos y los cabos Zárate y Castro.

También había sido agregado al contingente el cabo Miguel Ángel Ávila, jefe del grupo de

apoyo de la sección del subteniente Gómez Centurión, y cuatro de sus conscriptos

(Buffarini, Culasso, Bartolucci y Arce) portando una ametralladora MAG y un

lanzacohetes. Si bien estos últimos estaban acoplados a la Sección “Bote” sólo desde los

principios del mes de mayo, habían desarrollado una buena camaradería con los hombres

del teniente Estévez como así también con el propio cabo Ávila, un jujeño de diecinueve

años de edad. Varios minutos después de haber partido, los adelantados de la fila se

encontraron con algunos efectivos del Regimiento de Infantería 12, replegados desde lo que

había sido la primera línea del combate observado en aquella madrugada; se encontraban en

sus antiguas posiciones y contaban con un jeep, desde cuyo interior podían oírse el

intercambio de tráfico radioeléctrico. A cargo de esa pequeña porción de tropas estaban el

teniente primero Manresa, jefe de la Compañía A de aquella unidad, y el teniente Alejandro

Garra, compañero de promoción de Estévez. En la breve charla que se produjo en medio

del campo y la oscuridad, aquellos le comentaron al oficial del 25 qué era lo que había

pasado durante el combate y le indicaron hacia dónde estaban las posiciones que debía

ocupar, facilitándole dos guías para una mejor orientación; tras la despedida, la Sección

“Bote” continuó con la marcha. En las proximidades de la zona que debían alcanzar, los

infantes cruzaron por una tranquera que estaba abierta.

Apareciendo por la retaguardia, ya muy cerca de los pozos en donde estaba establecida

la sección de los servicios, la fracción sorprendió al subteniente Peluffo. Sin tener un aviso

previo de la llegada de refuerzos, Peluffo pensó que el enemigo lo había sobrepasado, pero

cuando uno de sus soldados le dijo que esos eran los hombres del 25 que estaban con ellos

Page 25: Estevez

en la zona de Pradera del Ganso, el joven subteniente salió a recibirlos. A la vez, el teniente

Estévez impartía a su sección la orden de desplegarse en cadena con el mismo frente que

traían en la marcha. Luego de que Peluffo se presentara, Estévez le inquirió: - ¿Cuál es la

situación? El subteniente le informó acerca de los movimientos que el enemigo había

hecho durante la noche, incluido el fuego de ablandamiento efectuado por su artillería en el

sector, y del repliegue de parte de la Compañía A; también le comentó la disposición de su

tropa y el armamento de que disponía, remarcándole que la altura que tenían a la derecha se

encontraba desocupada. Obrando en consecuencia, el teniente le ordenó que tomara un

grupo de tiradores y una de las ametralladoras MAG y que se ubicara cubriendo ese flanco

para evitar un probable envolvimiento del sitio. Los jefes de grupo de la Sección “Bote” se

habían acercado también para recibir las directivas acerca del despliegue de la fracción.

Con la Sección “Bote” desplegada todavía sobre el faldeo sur de la hondonada que se abría

ante ella, el cabo Luis Miño y el soldado Alberto Moschen fueron designados para efectuar

el reconocimiento y avanzaron hacia la tropa observada. Momentos más tarde, una

ametralladora enemiga abrió el fuego desde el sector de su aproximación y la ráfaga

alcanzó al cabo y al soldado, quienes murieron en forma inmediata. Al mismo tiempo, todo

el sector de la defensa comenzó a ser intensamente saturado por el fuego de armas

automáticas, el que encontró a los soldados del Regimiento 25 sin ninguna protección. A

los gritos, el teniente Estévez les dijo a sus hombres que se tiraran cuerpo a tierra ya que los

estaban atacando los ingleses y les ordenó que cada uno se arrastrara hasta el primer pozo

que encontrara. En la medida de lo posible y aún con la oscuridad cernida sobre ellos,

apoyados por los infantes del Regimiento 12 que también disparaban a discreción sobre las

bocas de fuego enemigas, los soldados de la sección fueron cumpliendo con este propósito

y desde las protecciones que iban obteniendo comenzaron a responder con mayor eficacia

al ataque inglés; el intercambio de disparos se generalizó por ambos bandos y el combate se

transformó en una situación caótica y feroz. El subteniente Peluffo, quien había pensado en

cumplimentar la orden de Estévez de cubrir el flanco derecho de la posición llevando

consigo un grupo de tiradores y una de las ametralladoras del cabo primero Ríos, no tuvo

tiempo de ejecutarla ante la precipitación de los acontecimientos. Se arrastró hasta uno de

los pozos y empezó a combatir. Eran, aproximadamente, las siete y media de la mañana. La

ametralladora del conscripto Sergio Rodríguez había logrado abrir el fuego. Pero los

Page 26: Estevez

servidores de la pieza no estaban todavía a cubierto y, cuando se encontraban en busca del

reparo de los refugios, un proyectil de mortero cayó muy cerca de ellos. El soldado Arnaldo

Zabala, uno de los asistentes, recibió de lleno varias esquirlas en su cuerpo muriendo en

forma casi instantánea, y Rodríguez fue herido gravemente por una de ellas entre ambas

piernas, en la zona del periné. Luego de recuperarse a medias del shock inicial, pudo llegar

arrastrándose hasta un pozo sin soltar su MAG (la que tenía colocada aún una de sus

bandas) y allí se encontró con algunos soldados del Regimiento 12, uno de los cuales tomó

el arma (…) Unos metros a la izquierda y desplazados hacia atrás ya estaban combatiendo

el cabo primero Olmos y los soldados Pecchio y Orellana, aunque con un frente algo

distinto al de la MAG. Eric Langer se despojó rápidamente del lanzacohetes, un elemento

sumamente incómodo en caso de sostener un combate de encuentro, y de los seis

proyectiles que llevaba repartidos entre su pecho y su espalda. Arrastrándose en medio de

las balas que pegaban a un lado y otro de su cuerpo cayó de pronto en un pozo; ya estaban

allí su compañero Brión y el cabo Zárate. Momentos después, desplazándose desde la

derecha del sector, el teniente Estévez llegó corriendo hasta el mismo pozo, ubicado hacia

el extremo oeste de las posiciones argentinas, y se tiró en él. Desde allí se asomó y le gritó

al cabo primero Olmos: - ¡Bien Olmito, bien esa MAG! ¡Organizame el fuego y no

dejen de tirar! Después se volvió y le preguntó a Langer: - ¿Qué hiciste con el

lanzacohetes? Cuando este contestó que lo había dejado tirado, le ordenó que lo buscara.

El soldado salió del agujero y nuevamente comenzó a ser acosado por decenas de impactos

los que, milagrosamente, no dieron en su cuerpo. Regresó con el arma en sus manos y

Estévez le dijo que la cargara y que se dispusiera a seguirlo. A su vez, Langer le pidió a

Brión, su abastecedor de munición, que fuera con él. Cuando Estévez se expuso

nuevamente para tratar de llegar corriendo hasta el pozo en donde veía una MAG

disparando, dos proyectiles enemigos impactaron en él: uno en una pierna y el otro en un

brazo, ambos del lado izquierdo, haciendo que su cuerpo diera una vuelta en el aire

Arrastrándose, el teniente llegó hasta la trinchera que buscaba. Además del soldado

Rodríguez, que se encontraba en el fondo de aquel pozo con su complicada herida, unos

seis efectivos resistían desde aquella posición. La MAG que Estévez pudo observar en

acción era la que pertenecía a Rodríguez y había sido empuñada, con una gran decisión, por

uno de los soldados del Regimiento 12. Este conscripto logró tirar en dirección a la tropa

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enemiga desde los primeros momentos del combate hasta que una esquirla o un proyectil

inglés pegó en el arco protector del gatillo del arma, quebró parte de la cola del disparador

y le arrancó una porción del dedo. Sin titubear, el apuntador improvisó un vendaje sobre la

herida y siguió combatiendo con su otra mano. Pero minutos más tarde, una bala impactó

en su cabeza y cayó muerto en el fondo del pozo. Roberto Frattari, otro de los integrantes

de la Sección “Bote”, continuó disparando con la ametralladora después de quedarse sin su

FAL y sin un FAP, ambos fuera de servicio luego de una serie de disparos. Cuando el

teniente Estévez ordenó que la sección se desplegara en cadena, la formación resultante

quedó en posición oblicua a la línea de los pozos de la defensa; por tal razón, los que

venían marchando al frente quedaron mucho más cerca de estos y lograron refugiarse antes

que los que conformaban la retaguardia, muchos de los cuales permanecieron varios

minutos totalmente expuestos al fuego enemigo. Adrián Sachetto fue uno de ellos: cuerpo a

tierra, tiraba para donde le habían dicho que lo hiciera sin tener la certeza de pegarle a

algún enemigo en medio de la penumbra (…) Cuando el soldado Langer vio que al teniente

Estévez lo habían herido ni bien salió corriendo del pozo, le preguntó a Zárate: - ¿Qué

hago, mi cabo, voy o no voy? El suboficial le dijo que se quedara, ya que el riesgo de salir

del lugar era muy grande. De pronto, comenzaron a escuchar unos gritos a unos pocos

metros detrás de ellos: era Fabricio Carrascull. - ¡Vení, vení, arrastrate al pozo! -

comenzaron a pedirle desde esa posición, pero lo único que alcanzaron a escucharle en dos

o tres oportunidades fue que no podía hacerlo, que le habían dado. Pocos segundos más

tarde llegaron al agujero Adrián Sachetto (quien cayó encima de sus ocupantes) y Sergio

Bartolucci, después de que ambos hubieran estado durante mucho tiempo sin ninguna

cubierta frente a las balas enemigas que los buscaban en la semi oscuridad. Cuando fueron

preguntados por Fabricio, los dos dijeron que había sido herido y, en el ínterin, éste ya no

volvió a ser oído. La ametralladora MAG que traía Bartolucci, de la cual era su apuntador,

estaba completamente inoperable al estar llena de barro y no pudo ser puesta en servicio

pese a los intentos de limpieza realizados. Tampoco funcionaban el lanzacohetes de Langer,

perforado por algunos impactos, ni uno de los dos fusiles FAL ni el FAP que había en aquel

pozo. Armados con un solo FAL, aquellos hombres comenzaron a responder el ataque en

forma por demás limitada. - ¡Rodríguez! ¿Qué le pasó? - preguntó Estévez a su conscripto

cuando lo vio herido. Éste le respondió de inmediato pero le inquirió, a su vez, por las

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heridas que él tenía: - No es nada lo mío... - contestó el teniente. Una vez que estuvo

ubicado en esa posición, el teniente Estévez efectuó varios disparos de fusil con su brazo

derecho, no sin un gran esfuerzo, mientras alentaba a los gritos a sus soldados para que

sostuvieran el combate. En forma casi simultánea, logró establecer comunicación con la

artillería de campaña que estaba tirando desde Pradera del Ganso para corregir su puntería,

ya que los primeros impactos de los obuses de 105 milímetros habían caído peligrosamente

cerca de los pozos ocupados por los argentinos, sin que llegaran a afectar a los ingleses;

durante varios minutos más sostuvo este enlace con la batería propia, oficiando de

improvisado observador de tiro (…)” (TEVES, Orlando, "Pradera del ganso (Goose Green)

- Una batalla de la Guerra de Malvinas", Bs As, Edición del Autor, 2007). - TENIENTE

ESTEVEZ: "Para la Sección, sobre las fracciones enemigas que se encuentran detrás

del montículo, ¡fuego! Artilleros, sobre el lugar, deriva 20 grados, alza 400 metros,

¡fuego! Esté atento Cabo Castro, en dirección a su flanco derecho, puede surgir

alguna nueva amenaza..." - diversas órdenes se cruzaban en medio del fragor del combate

y; finalmente, se logró bloquear el avance, y aliviar en parte la presión ejercida por los

ingleses. En medio de la lucha y frente al desorden general de la Compañía A, Estevez

pidió por radio apoyo de fuego de morteros al tiempo que afirmaba, “Usted que me conoce

sepa que yo no me voy de acá. Yo no me voy a replegar”. Contenido momentáneamente,

como se ha dicho, el avance inglés, insistió con el pedido de los morteros que no le

mandaron (…)

“A unos siete u ocho metros del oficial, protegido solo por un pequeño parapeto de

tierra al no haber podido llegar a ninguno de los pozos, el soldado Buffarini tenía en sus

manos su propio lanzacohetes. Sin proyectiles, ya que su abastecedor estaba un poco más

adelante, recibió una orden de Estévez: - ¡Buffarini, tire con el Instalaza pero tire para el

cementerio! - Después de dos o tres minutos de putearse con su compañero Culasso, quien

no quería arriesgarse a salir de su refugio para alcanzarle la munición, éste se arrastró y le

alcanzó tres o cuatro proyectiles. Buffarini cargó y efectuó el primer disparo hacia el

antiguo cementerio rural, que estaba ubicado hacia la izquierda de su frente, y desde donde

varios ingleses hacían fuego con armas automáticas. - ¡Bien soldado, tire otro! - gritó

Estévez, al observar la eficacia lograda por el conscripto de la Sección “Romeo”. En

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aquellos momentos, dos esquirlas pegaron en la cabeza de Sergio Rodríguez y unos hilos de

sangre comenzaron a correr por su rostro. Al ver eso, el teniente le alcanzó al conscripto el

casco del soldado del Regimiento 12 muerto en el pozo y le dijo que se lo pusiera. A pesar

de las heridas que había recibido, Estévez no cejaba en su voluntad de lucha y en uno de

sus últimos contactos radioeléctricos con Pradera del Ganso manifestó que no pensaba en

replegarse y que continuaría la misión que le había sido asignada. Entonces, al asomarse al

borde del pozo para hacer una nueva observación, recibió otro balazo que le entró por el

pómulo derecho y lo tiró hacia atrás; después de caer encima de Rodríguez, balbuceó

algunas palabras y murió rápidamente (…)” (TEVES, Orlando, “Pradera del ganso (Goose

Green) - Una batalla de la Guerra de Malvinas", Bs As, Edición del Autor, 2007).

La heroica muerte de Estevez fue recordada más tarde por dos de sus soldados. El

soldado Rodríguez dijo: “(…) Llegó a mi posición el Teniente Estevez, herido con dos

balazos en el cuerpo, en la pierna derecha y en el brazo, que lo tenía colgando.

Llevaba el arma con el otro y la radio. Me preguntó si estaba herido, que lo de él no

era nada (…) seguía dando órdenes y haciéndonos sostener el combate, mientras él

con su único brazo sano se comunicaba con el puesto comando dando toda la

información del enemigo. No sé cómo los ingleses habían tomado posiciones tan

elevadas. Estaba hablando por radio cuando recibió otro balazo en la cabeza que le

entro por el pómulo derecho. El impacto del proyectil lo tiró para atrás a Estevez. Yo

ya no tenía miedo ni nada. Era como que esperaba tener a tiro a algún inglés, o lo

mato yo o me mata él a mí. Y el Teniente desangrándose (…) Hubo un momento en

que me rozaron dos esquirlas en la cabeza y el Teniente Estevez que agonizaba en

silencio, me habla y me dice que me ponga el casco de un muerto. Me caían unos

hilitos de sangre por la cara. Cuando volví a mirarlo, mi Teniente Estevez había

muerto…” En tanto el soldado Huircapán recordaba las acciones de la siguiente manera:

“Parecía que todo se había aquietado, pero de repente apareció el Teniente y nos dijo

que teníamos que trasladarnos desde la zona de la escuela en la que estábamos

apostados, hacia el cerro Darwin, más al norte, donde estaba el Regimiento 12. El

Teniente recibió la orden de iniciar un contraataque, nos alistamos y empezamos a

avanzar en fila india por una pradera muy plana. Caminamos en silencio unos 2.500

Page 30: Estevez

metros hacia el norte y de repente tomamos contacto con una sección del 12. Primero

se adelantó el Teniente Estévez y, mientras nosotros nos preparábamos para iniciar el

contraataque, vimos movimientos de soldados abajo, hacia el mar, a unos setecientos

metros. Todavía estaba muy oscuro y no estábamos seguros si eran tropas inglesas, así

que Estévez mandó a una patrulla a verificar. Habrán pasado unos veinte minutos,

escuchamos un tiroteo y prácticamente ahí se armó el combate. Estábamos al

descubierto todavía y empezamos a recibir ráfagas de ametralladoras de todos lados.

Nos fuimos arrastrando como pudimos hacia las trincheras y desde ahí intentamos

repeler el ataque. El Teniente Estévez iba de un lado a otro organizando la defensa

hasta que de repente lo hirieron en un hombro. Pero así y todo, malherido, él siguió

arrastrándose por las trincheras, dando órdenes, alentando a los soldados,

preguntando por todos. Poco después lo hirieron en el costado, pero igual, desde la

trinchera siguió dirigiendo el fuego de la artillería por radio. Ahí empezó el duelo de

artillería, los ingleses querían avanzar y no podían. Hubo una pequeña tregua y

después los ingleses reiniciaron el ataque, intentaron avanzar y nuevamente los

rechazamos. En ese momento hubo un desbande y yo me quedé con dos compañeros,

Ledesma y Testoni. Tratábamos de relevarnos entre nosotros como podíamos. Se nos

había trabado la ametralladora de Ledesma y de repente vimos que venían avanzando

tres ingleses que todavía no nos veían. Avanzaban hacia la trinchera de tres

correntinos que estaban mirando hacia el norte y me quedó esa imagen, la

desesperación que teníamos por destrabar la ametralladora. Era el culote de una

munición que se había quedado pegado en el percutor. La destrabamos desesperados,

Ledesma pudo disparar y ahí vimos cómo cayeron dos de los ingleses y el otro

desapareció. Después ubicamos al inglés que guiaba la artillería de ellos, le veíamos la

antena pero no lo veíamos a él. Vimos que se arrastraba y que hablaba por radio y le

disparamos. Yo tenía tres antitanques y tres antipersonales y le tiré los seis. Ahí nos

enteramos de que el Teniente Estévez había muerto. Junto con él habían caído el Cabo

Castro y Fabricio Carrascull, el radiooperador. Porque cuando cayó Estévez, el Cabo

siguió operando la radio hasta que le dieron y después siguió Fabricio, hasta que

también cayó (…)” (SPERANZA Graciela; CITTADINI, Fernando, Partes de Guerra, Bs

As, Grupo Editorial Norma, 1997, pp. 133-135).

Page 31: Estevez

Los ingleses comenzaron un nuevo repliegue. Se los había detenido y obligado a

retirarse. Habiendo cumplido con su misión, sin Jefes, agotadas las municiones y

transportando la mayoría de sus muertos y heridos, la veterana y gloriosa Sección de

Estevez se retiró hacia sus posiciones iniciales, habiendo cumplido con su objetivo. En el

combate de Darwin murieron: Regimiento 25, compañía C, sección Bote: el Tte. Roberto

Estévez, y sus subordinados, Cabo Mario Castro, Soldado Fabricio Carrascul, Soldado

Horacio Giraudo, Soldado Arnaldo Zabala; Regimiento 12: Cabo Primero José Luis Ríos,

Cabo Luis Miño, Soldado Gabino Ruiz Diaz, Ireneo Mendoza, Alberto Moschen, Ireneo

Maciel, Rubén Horacio Gomez3.

Respecto de los sucesos ocurridos en Darwin/Goose Green, en particular lo referido a

los decesos del Cabo Mario Castro, y el soldado Fabricio Carrascul, es importante señalar

la existencia de dos versiones opuestas. Una de ellas, que denominamos “oficial” es la que

hemos adoptado y narrado precedentemente. La misma tiene sus fuentes en: a- Testimonio

del Mayor ERNESTO ORLANDO PELUFFO, b- Testimonio del soldado NELSON

GUILLERMO HUIRCAPÁN, c- Testimonio del Sr. HECTOR CISNERO (Presidente de

la Comisión de Familiares de los Caídos en Malvinas), d- Testimonio del Mayor JUAN

JOSE GOMEZ CENTURION, e- Testimonio del Teniente General ROBERTO BENDINI,

f- Página Oficial del Arma de Infantería del Ejército Argentino

(http://www.infanteria.ejercito.mil.ar/unidades/unidades/RegimientodeInfanteriaMecanizad

o25/historia.htm).

Sin embargo, el otro relato referido a las muertes del Cabo Castro y el soldado

Carrascul no puede dejarse de lado, y dada nuestra imposibilidad durante la investigación

de llegar a establecer cuál de las dos historias es la real, preferimos mencionar ambas. Esta

segunda versión de los hechos, la denominamos “Libro del 25” y sostiene que: a- Muerte en

combate del Cabo Castro y el soldado Carrascul: El Cabo Mario Castro se encontraba

reunido con el Jefe de Sección para recibir órdenes, juntamente con los Jefes de los demás

escalones. Fue en ese momento en que comenzó el combate recibiendo intenso fuego la

Seción corrió bajo el fuego enemigo para ubicarse en el centro de su escalón e impartirles

3 Según el historiador y amigo, que gentilmente colaboró con este trabajo, aportando datos del suyo, la nómina de bajas es mayor; llegando a 15 muertos, entre componentes del Reg 12, Secciones del Reg 25.

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las órdenes adecuadas a la situación imperante en esos momentos. Fue en ese preciso

instante que cae mortalmente herido presuntamente por un disparo de fósforo blanco y un

disparo en el estómago. La herida por el fósforo motivó que comenzó a salirle humo de la

espalda quemándose la chaquetilla por esta razón y en su agonía pedía a un AOR que

estaba próximo que lo matara. Aproximadamente al cabo de 1 hora se produjo el deceso

final.

El soldado Fabricio Carrascul, en el momento que comenzó el combate se arrastraba

buscando una cubierta para poder contrarrestar con su arma el fuego enemigo. En ese

trayecto fue herido mortalmente. Sus compañeros recuerdan sus últimas palabras “¡Me

dieron!”. Dicho relato tiene su fuente en el Libro Histórico de la Compañía A del Reg. 25,

a- Testimonio del soldado SERGIO DANIEL RODRIGUEZ, b- Investigación del Sr

ORLANZO TEVES (entrevista con el autor).

A pesar, de estas opiniones divergentes de cómo se produjeron exactamente los sucesos

en la batalla de Darwin/Goose Green, ninguna fuente niega el valor y heroísmo con que se

batieron nuestros soldados, tanto es así, que ganaron para la historia el sobrenombre de

“Los bravos del 25”4.

El Teniente Roberto Estevez había conquistado un lugar en la constelación de Héroes

de nuestra Patria. Un lugar al lado de los más valientes y brillantes hombres de la Nación.

Así lo recordaba su subordinado, el soldado Guillermo Aliaga: “Estévez fue herido en

la pierna derecha y en el brazo, pero siguió sosteniendo a los soldados en el combate

hasta el final. Con su único brazo sano se comunicaba con el puesto de comando

dando toda la información sobre el enemigo. Era un tipo muy especial. Desde el

principio supo lo que le iba a pasar y se preparó para eso con un convencimiento casi 4 Las versiones contradictorias respecto de las muertes del Cabo Oviedo y del Soldado Carrascul llegan al extremo de que, en una misma publicación se den las dos versiones opuestas como ciertas. Así en el libro “Malvinas 20 Años, veinte héroes, Bs. As, Círculo militar, 2003, p. 304, Selva Echagüe escribe la versión no oficial del Ejército, es decir, la muerte por herida de fósforo blanco de Oviedo, y la muerte de Carrascul posterior a la de Oviedo pero anterior a la de Estevez, por lo cual era imposible que tanto Oviedo como Carrascul hubieran operado la radio muerto Estevez. En tanto, en el mismo libro, en la p. 290, Antonio Rodríguez Villar, sin ser muy preciso respecto de la muerte de Fabricio Carrascul, acerca su relato a la versión oficial del Ejército, toda vez que su narración se apoya en las declaraciones de los familiares y amigos de Fabricio. Todos ellos sostienen que el soldado murió después de Estevez y del Cabo Oviedo intentando comunicarse con P. Argentino.

Page 33: Estevez

místico. Porque uno se puede jugar en el combate y si te toca morir, te toca, pero la

convicción con la que él asumió su muerte, lo hacía diferente. Los soldados veían eso y

les quedó la marca del tipo que estaba preparado para todo”. (SPERANZA Graciela;

CITTADINI, Fernando, Partes de Guerra, Bs As, Grupo Editorial Norma, 1997, pp. 136)

Le fue otorgada la condecoración: "LA NACIÓN ARGENTINA AL HEROICO

VALOR EN COMBATE", por: "Dirigir un contraataque durante la noche, en una zona

ocupada por fuerzas enemigas superiores, para permitir el repliegue de efectivos propios

comprometidos. Pese a resultar herido seriamente, continuar en la acción, ocupar el

objetivo asignado y mantenerlo en situación desventajosa, rechazando sucesivos ataques,

oportunidad en la cual ofrenda su vida".

Fue un excelente amigo y compañero. Rindió su existencia como un Cruzado, con fe en

la causa justa que defendía y en la certeza de que su vida no le pertenecía.

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APENDICE DOCUMENTAL.

I-

DOCUMENTO TRANSCRIPTO DEL DIARIO EL

TERRITORIO. JUEVES 12 DE AGOSTO DE 1982.

ESCRITO POR EL PROFESOR JUSTO ALI-BROUCHEUD,

PADRINO DE ROBERTO ESTEVEZ.

“Evocación de un soldado”.

“Todo hombre debe amar a su patria y procurar su mayor bien. Por consiguiente de be

cuando la vea invadida por los enemigos, defenderla con todas sus fuerzas, aunque sea a

costa de su vida” (Tratado de las Obligaciones del Hombre).

PATRIOTISMO ARGENTINO.

La Guerra de las Malvinas avivó en el pueblo argentino la virtud del patriotismo con una

unanimidad que no se conocía desde las grandes gestas emancipadoras, por ello afirmamos

en su momento que el acto recuperatorio argentino tenía la trascendencia de una segunda

independencia nacional.

Page 35: Estevez

Seguramente deberá transcurrir el tiempo para tener la verdadera perspectiva de la

dimensión de la grandeza de esta epopeya argentina.

No será la opinión mezquina, interesada, ni malintencionada, ni aún aquella que de buena

fe busca por razonamientos más o menos válidos explicar la inoportunidad del hecho o de

las carencias de que adoleció, lo que ha de quitar el valor de esta lucha argentina por su

soberanía. Esto es lo trascendente, lo que debemos rescatar de esta batalla por las Malvinas;

esto es lo que se puede exaltar en estos momentos de duro pesar y de duro pasar; en que el

temple de un pueblo se debe probar para obtener, por la experiencia vivida de un cruento

contraste, la fortaleza y la preparación para la victoria.

La Guerra de las Malvinas nos ha dejado testimonios que nos muestran por sobre la

hojarasca de la publicidad de los mercaderes de adentro como de afuera, el sentido

profundo del patriotismo argentino.

LA LECCION DE UN TESTIMONIO.

Un joven oficial de nuestro Ejército nos dejó una lección póstuma sobre el significado del

patriotismo y la ofrenda de la vida por la Patria; el Teniente 1 Roberto Néstor Estévez, hijo

de esta tierra misionera, en la que transcurrieran su niñez y su adolescencia.

El día 27 de marzo, en la sede de su Regimiento, el 25 de Infantería, de Colonia Sarmiento,

en la provincia de Chubut, a pocas horas de partir para el frente de las Malvinas, sin duda

recogido en el silencio de su habitación, dejó trazado de su pluma estos párrafos que

siguen, cuya lectura despiertan la emoción y aviva el sentimiento patrio.

Es una carta premonitoria de su destino que dirige a su padre, don Roberto Estévez antes

de partir y que deja para ser entregado si no alcanzaba a regresar:

“Cuando recibas esta carta yo, ya estaré rindiendo mis acciones a Dios Nuestro Señor. El,

que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en el cumplimiento de la misión. Pero

fijate vos ¡qué misión! ¿No es cierto? ¿Te acordas cuando era chico y hacía planes,

diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar las Islas Malvinas y restaurar en

ellas Nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre Generoso, ha querido que éste, tu hijo,

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totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a

Nuestra Patria. Lo único que a todos quiero pedirles es, 1º) Que restauren una sincera

unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo; 2º) Que me recuerden con alegría y no que mi

evocación sea la apertura a la tristeza, y muy importante, 3º) Que recen por mí.

Su amor de hijo lo deja expresado en el párrafo:

Papá, hay cosas que, en un día cualquiera, no se dicen entre hombres pero que hoy

debo decírtelas: Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el

honor; gracias por tener tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre

española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese

hogar donde vos sos el pilar. Hasta el reencuentro, sí Dios lo permite”.

Brilla en esta sentida carta la virtud y la humildad y el vivo amor a Dios, a la Patria y al

Hogar, síntesis magnífica de los valores de los hombres, como los cuales, como el Teniente

1 Estevez no dudaron como posible en ofrendar la vida.

La enseñanza que nos deja la vida y la muerta de este joven oficial, como la de otros

argentinos que ofrendaron la vida bajo la Cruz del Sur, debe ser para cada uno de nosotros

el momento de asumir, unidos el amor a la Patria, por la que ellos entregaron sus vidas

(…)”

Page 37: Estevez

II-

COMBATE DEL CERRO DARWIN

Mayor de Infantería ERNESTO ORLANDO PELUFFO.

1. Desarrollo

El 28 de mayo de 1982 a las 0800 horas, mi sección se encontraba ocupando una posición defensiva en las alturas Norte del CERRO DARWIN; durante toda la noche anterior habíamos recibido fuego de artillería sobre la posición y observado el combate por el fuego que libraba la compañía “A” del RI 12, al Norte de la embocadura del ISTMO DE DARWIN que conducía hacia la salida, y posteriormente A GOOSE GREEN, el asentamiento isleño más importante de la zona. Así amanecimos ese día, sin dormir, agotados por la tensión de los fuegos de artillería que a Dios gracias no nos habían ocasionado bajas y con la incertidumbre de no saber qué nos aguardaría; era un día gris y la llovizna nos mojaba constantemente. De pronto, una fracción desplegada apareció a nuestras espaldas, se trataba de la sección BOTE (1RA Sección de la Compañía C del RI 25), del Teniente ESTEVEZ constituida por los soldados Aspirantes a Oficiales de Reserva (AOR) y por entonces agregada a la Fuerza de Tareas (FT) MERCEDES (RI 12), la que venía realizando un contraataque desde retaguardia, para apoyar a las tropas que mantenían el contacto con el enemigo. Inmediatamente tomé contacto con la sección BOTE e informé a su Jefe acerca de la situación que vivíamos, por lo que luego, el aludido Teniente dispuso reforzar nuestra posición con sus hombres, quedando de hecho a cargo de la posición por ser el más antiguo. En dicha circunstancia le materialicé en el terreno, sobre el flanco derecho de las posiciones, una altura no ocupada por las propias tropas, ordenándome el Teniente que la ocupara con una ametralladora, para evitar que desde allí se envolviera la posición. De pronto, el Sarg 1ro JUMILLA se aproxima y nos informa que en el frente de las secciones se divisaban tropas desplazándose en actitud ofensiva, por lo que de inmediato ordeno que dos hombres se adelanten para observar si dichos efectivos pertenecían al enemigo o a las

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propias fuerzas que se replegaban, tarea que les fuera encomendada al Cabo MIÑO con el Soldado RUBEN GOMEZ. Todo era muy confuso, pues en esos momentos también recibíamos fuego de mortero sobre la posición, arrastrándose los integrantes de la sección hasta sus pozos de zorro. El combate cercano había empezado y nuestras ametralladoras hacían fuego sobre los efectivos ingleses que buscaban refugio en una barranca próxima a la playa, desde donde continuaban batiéndonos con fuego de morteros. En esas circunstancias la sección supo que el Cabo MIÑO y el Soldado GOMEZ, al aproximarse, habían sido muertos por el enemigo, y yo no logré ocupar la altura del flanco este de la posición, a consecuencia de lo cual y dado la diversidad de fuegos que recibíamos, los paracaidistas británicos empezaron a envolvernos desde esa dirección. Inicialmente los ingleses intentaron un ataque frontal pero fueron rechazados, en parte merced a la intervención del Cabo Primero RÍOS que conducía dos ametralladoras, el que luego de combatir toda la noche se había replegado a las posiciones de la sección permaneciendo en dicho lugar. Este heroico suboficial instantes después, fue batido por un misil que le ocasionó la muerte cuando se encontraba realizando fuego con una de las ametralladoras. El combate se hacía cada vez más intenso, el Teniente ESTEVEZ fue herido reiteradamente en un brazo y en una pierna, sin que por ello dejara de conducir su sección. Murió como consecuencia de un tiro que hizo impacto en su rostro mientras operaba un equipo de radio por el cual transmitía a la artillería las ubicación de las posiciones enemigas para que las batiesen. Al morir el Teniente ESTEVEZ, se hizo cargo de la radio el Cabo CASTRO, quien también perdió la vida por un impacto de bala, operando entonces la radio el Soldado CARRASCUL, quien imitando a sus jefes, moría en la acción, no sin antes transmitir la posición del enemigo y la situación que vivía su sección. A pocos metros de allí, fui herido primero en una pierna por una granada de mortero que estalló cerca de mi posición antes de que pudiera refugiarme en mi pozo de zorro, por suerte la herida no me limitó para continuar combatiendo. Conduje el combate de la sección, alenté a mi gente con mi grito característico de correntino, “EL SAPUCAY”, ya que también eran correntinos la mayoría de mis soldados. En oportunidad de ser herido un soldado apuntador de un fusil ametrallador, luego de buscarle refugio, me hice cargo del arma y abrí fuego en dirección al ataque enemigo. Los ingleses ya estaban próximos, la Sección combatía en las distancias cortas, entre los cien y cincuenta metros, ellos avanzaban cubiertos por cortinas de humo y protegidos por los intensos fuegos de artillería y de morteros sobre nuestra posición. Su avance era jalonado con fumígenos de colores, para no ser batidos por el fuego de su propia artillería, yo no dejaba de disparar con el fusil ametrallador. De pronto una bala impactó en mi cabeza y caí desplomado en el fondo del pozo, el proyectil había perforado mi casco quedando fuera de combate debido a una herida en el rostro. Fue el Soldado PONCE, que desde su posición me auxilió, me vendó y me alentó para continuar conduciendo

Page 39: Estevez

El combate entonces transcurría sin mengua, los integrantes de la Sección desde cada pozo luchaba contra su enemigo. En una oportunidad, un soldado que se había puesto mi casco, al salir a tirar desde la posición, recibió un impacto sin consecuencias, ya que el tiro rebotó, suceso que provocó un asombro general. En otra ocasión, un soldado que operaba un lanzacohetes antitanque y antipersonal, al salir de la posición para disparar, fue alcanzado por un impacto que perforó su tubo anterior inutilizándolo. El combate era muy violento, los ingleses se preparaban para asaltar la posición habiendo conquistado algunos pozos del flanco derecho. Los hombres de la sección, que ocupaban esos pozos, habían sido reducidos y sacados de la posición, por lo que era imposible hacer fuego sobre los ingleses que estaban entre ellos. En esa circunstancia, restando ya escasísima munición para continuar el combate y sin posibilidades de recibir refuerzos, decidí ordenar la rendición, ya que no había posibilidades de éxito. Resistir el asalto significaba un derramamiento inútil de sangre, con el consecuente aumento de pérdida de vidas. El combate estaba perdido. Un soldado sacó un fusil fuera del pozo con una servilleta blanca atada en su extremo como bandera de rendición, cumpliendo así lo ordenado por el Jefe de Sección. Al principio este hecho no fue debidamente interpretado y se le disparó, dando los impactos en el arma. Ordené entonces que se insistiera y el enemigo detuvo el fuego. De esta manera pudimos salir de las posiciones y fuimos tomados prisioneros. Al revisarnos los ingleses nos hicieron un “cacheo” violento, pues habíamos luchado duramente y los ánimos estaban muy alterados. Luego fuimos llevados a un lugar de reunión de prisioneros de guerra próximo a las posiciones de la sección pero como la propia artillería empezaba a batirlos, tuvieron que llevarnos a una pendiente en desenfilada, que reunía condiciones de seguridad. Estuvimos todo el 28 de mayo a la intemperie y también durante la noche. Los ingleses no pudieron hacer mucho por los heridos. Los combates continuaban en GOOSE GREEN. No obstante, algunos soldados ingleses, mostrando un gesto humanitario, entregaban su único paquete de vendas en favor de los heridos argentinos. El 29 de mayo, después de la caída de GOOSE GREEN, fuimos separados. Los ilesos fueron llevados a retaguardia, y los heridos transportados en helicóptero al hospital de campaña inglés de SAN CARLOS, donde fuimos atendidos. Así terminó el combate del CERRO DARWIN. 2. Conclusiones

a. El 28 de mayo de 1982, en las alturas del cerro Darwin, se desarrolló uno de los combates más cruentos de la Guerra de MALVINAS. Fue el primero y el único de los combates diurnos de magnitud superior a una compañía de infantería. De allí en más, los ingleses sólo atacaron de noche, dado el costo en vidas y materiales que les ocasionara.

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b. El segundo Batallón de Paracaidistas del Reino Unido de Gran Bretaña se enfrentó

en el cerro Darwin con una sección de los servicios del RI 12 “GENERAL ARENALES”, reforzada con armas automáticas y con la Sección BOTE del RI 25.

c. El resultado del combate fue adverso para las tropas argentinas. Luego de más de

tres horas de lucha, los ingleses tomaron la posición, y las pocas resistencias argentinas que aún se sostenían debieron rendirse. El saldo fue de doce muertos y más de veinte heridos, sobre un total de aproximadamente setenta hombres.

d. Los ingleses perdieron en esta acción doce hombres, mientras que versiones, luego

confirmadas, indicaban que durante el ataque también había muerto el Jefe del Batallón, Teniente Coronel H. JONES.

e. En el combate del CERRO DARWIN ofrendaron sus vidas en cumplimiento del

sagrado deber militar de defender nuestra Soberanía Territorial, los siguientes soldados:

1. Teniente ROBERTO ESTEVEZ RI 25 2. Cabo Primero JOSE LUIS RÍOS RI 12 3. Cabo MARIO CASTRO RI 25 4. Cabo LUIS MIÑO RI 12 5. AOR FABRICIO CARRASCUL RI 25 6. AOR ARNALDO ZABALA RI 25 7. AOR HORACIO GUIRAUDO RI 25 8. S/C 62 GABINO RUIZ DIAZ RI 12 9. S/C 62 IRENEO MENDOZA RI 12 10. S/C 62 ALBERTO MOSCHEN RI 12 11. S/C 63 IRENEO MACIEL RI 12 12. S/C 63 RUBEN HORACIO GOMEZ RI 12

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III-

Yo vi morir a nuestro querido Teniente Estévez Por el ex soldado conscripto Sergio Daniel Rodríguez

El dramático relato de uno de los soldados que combatió en Darwin a las órdenes de ese

inolvidable oficial que fue jefe de la Sección Bote del Regimiento de Infantería 25.

Pertenezco a la clase 63 e ingresé en febrero de 1982 en el Regimiento de Infantería 25, que

tiene asiento en la localidad de Sarmiento, provincia del Chubut. A poco de haber llegado,

los que teníamos estudios fuimos separados del resto de los soldados conscriptos. Yo estaba

cursando la carrera de analista de sistemas en el primer año; me ubicaron en la sección de

aspirantes. El Teniente Roberto Néstor Estévez, quien posteriormente dejaría un recuerdo

imborrable en todos nosotros, fue el que nos seleccionó personalmente uno a uno.

Comenzó una instrucción, que no vacilo en calificar de dura y severa, hasta el 24 de marzo

a cargo de Estévez, que pertenecía el grupo de Comandos, y su segundo jefe de sección, el

Cabo Primero Faustino Olmos, también de esa misma especialidad.

La instrucción era diurna y nocturna con todo tipo de armamentos, teorica–práctica, y

estaba destinada solamente a este grupo seleccionado, que yo, gracias a Dios, tuve la suerte

de integrar. Debo añadir que esta instrucción fue altamente valiosa a la hora del combate y

Estévez, un jefe calificado que no sólo se preocupaba por nuestro estado físico sino también

por nuestra espiritualidad, no cesaba de darnos ánimo y valor con sus propios gestos

personales. Les cuento un ejemplo: Allá, en el sur, hay unos pastos ásperos y filosos

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llamados coirones y durante nuestros habituales “cuerpo a tierra” y posteriores

deslizamientos, tratábamos de evitarlos. Al darse cuenta de esto, Estévez hizo él mismo el

ejercicio, sin importarle las lastimaduras que tales matas le ocasionaron, y luego nos dijo:

“Si están en pleno combate, no van a tener tiempo de bordearlos, la guerra es así”.

Este tipo de ejemplos estaban muy a tono con su naturaleza de persona de una alta moral,

ética y honor. Y sólo tenía 24 años. Nosotros, los AOR (Aspirantes a Oficiales de Reserva)

en la mitad de la noche, más de una vez fuimos levantados y nos hacían salir

a correr sorpresivamente bajo fina lluvia o nevizca, sólo vestidos con

pantaloncitos cortos y ballenera (remera de manga corta).

Y como decía Nietzsche, lo que no te mata te fortifica. Ese fue nuestro caso. Del inicial

grupo escogido, cuarenta y cinco, quedamos cuarenta. Y esos cuarenta fuimos a Malvinas.

Aquel inolvidable 2 de abril nos tocó desembarcar al mediodía y nos sentíamos muy

orgullosos en razón de pertenecer al único elemento del Ejército que participó de la

operación de neto corte aeronaval en aquel momento. A bordo del Almirante Irizar fuimos

partícipes de una tocante ceremonia que nos concernía de un modo muy especial.

Como no habíamos tenido tiempo de jurar la bandera se organizó para nosotros una jura de

nuestra enseña nacional, que tuvo el carácter de provisoria y levantó nuestro orgullo hacia

las nubes. Y ahí nos enteramos de que íbamos a Malvinas. Puedo afirmar que, entre

lágrimas y abrazos, ahí mismo se terminó de consolidar nuestro grupo.

Estuvimos brevemente en Puerto Argentino y luego, a bordo del barco Isla de los Estados

fuimos enviados a Darwin con el objetivo de tomarlo. Nuestro grupo de AOR era parte de

la Compañía C, formada por tres secciones, Gato, Bote (la de Estévez) y Romeo, a cargo de

Gómez Centurión. Entre el 4 y 5 de abril nos asentamos en Darwin y comenzamos nuestras

tareas de limpieza, minado y excavación de “pozos de zorro” y puestos de ametralladora.

Nuestro jefe directo era Estévez y el jefe de la compañía, el Teniente Primero Daniel

Esteban. Yo era tirador de MAG (ametralladora pesada) y fui elegido para eso debido a mi

buena puntería en aquellos ejercicios anteriores en Chubut. Disponíamos de 2 MAG, 2

lanzacohetes y fusiles FAP y FAL. Nuestra base de operaciones era una escuela kelper

construida íntegramente de madera, que constaba de dos pisos; ahí estaba ubicada la

compañía C. Recuerdo que, faltando algo de raciones, algunos oficiales y suboficiales se

fueron a cazar avutardas y durante tres días esos pajarracos fueron parte distinguida de

Page 43: Estevez

nuestro menú. Disponíamos de un buen equipo de abrigo, muchas medias de recambio

y guantes que nos protegían manos y pies del frío.

El 1º de mayo, a las 8 de la mañana, los Harrier ingleses atacaron a los Pucará estacionados

en el aeropuerto de Darwin. Nosotros estábamos ubicados a unos 500 metros del aeropuerto

y vimos perfectamente todo. Darwin es un caserío, una especie de pequeña bahía, todo

bastante plano geográficamente hablando. Luego del ataque abandonamos la escuela y nos

instalamos en nuestros “pozos de zorro”. De ahí en más, el agua y el frío fueron nuestros

íntimos compañeros. Recuerdo que rezábamos al levantarnos y al acostarnos. En los

respiros que nos daban los desayunos hablábamos de nuestras respectivas familias y el

hecho histórico y singular que estábamos protagonizando. Todas esas cosas no hacían más

que reforzar la alta moral que, inculcada por la labor encomiable de Estévez, existía en el

grupo. Debo añadir que el día 24 de abril hicimos nuestro juramento oficial a la bandera en

suelo malvinense, privilegio que, creo, nadie lo tuvo. La compañía se dividió. Rumbo a San

Carlos marcharon Esteban y los suyos al caserío de Darwin, Gómez Centurión con su gente

y nosotros quedamos en nuestros “pozos de zorro” a cargo de Estévez. Y permanecimos en

aquel sitio hasta el 27 de mayo, momento en que el Teniente Coronel Piaggi le ordenó a

Estévez que debíamos marchar hacia la primera línea de combate, debido a que los

ingleses, que habían desembarcado en San Carlos el 1º de mayo, avanzaban hacia Darwin y

ya se habían producido enfrentamientos con efectivos del Regimiento de Infantería 12.

Según nos testimonió el capellán militar padre Mora, al recibir la orden, Estévez se puso

contento. “Era lo que estaba esperando”, dijo. A las 2 de la madrugada del 28 de mayo

llegamos a Boca House (Casa Boca), sitio cercano al cementerio de Darwin que ya era zona

de combate. Al hacerlo, nos cruzamos con gente del Regimiento 12, a cargo del

Subteniente Peluffo, que venía de combatir. Estévez nos hizo desplegar en abanico y

quedamos distribuidos allí. Luego, a la derecha del abanico, entró en contacto con el

enemigo y nosotros, que aún no estábamos en las posiciones que debíamos ocupar, según

las órdenes recibidas, nos unimos con los del 12 para permitirles un respiro pues, mientras

ellos se replegaron, nosotros contraatacamos. Al hacerlo, chocamos con la compañía A del

batallón de paracaidistas ingleses, que tenía unos ciento cincuenta efectivos y estaban muy

bien armados. Se peleó muy duro, sin dar ni pedir cuartel, en un combate que desde las 5 de

la mañana se prolongó hasta casi las 10. Fueron casi cinco horas de auténtica estadía en el

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infierno. Nosotros efectuamos tres repliegues y sucesivos contraataques. Ellos tenían

apoyos de las fragatas que estaban en San Carlos y de artillería, combinada con los

Blowpipe (misiles antiaéreos) que barrían el terreno. La disparidad de fuerzas era

abrumadora a favor del enemigo. Al hablar de lo que fue ese combate, recuerdo las balas

trazantes que iluminaban la oscuridad, los morterazos, los gritos de dolor y de furia con que

unos a otros nos animábamos. Debido a la elevada preparación física espiritual con que

contábamos, durante el combate estábamos calmos, tranquilos. La angustia previa al

choque con el enemigo nos había tenido nerviosos, pero ahora, en plena lucha, las cosas se

revelaban tan simples como terribles. Y en la sencillez del “matar o morir” todo estaba

resumido. Yo estaba a cargo de una de las dos MAG que teníamos y Zabala, otro soldado

conscripto, era mi cargador de municiones. Desde nuestro puesto disparaba a todo lo que

veía o creía ver frente a mí. De pronto, un proyectil de mortero cayó muy cerca de nosotros.

El pobre Zabala recibió de lleno las esquirlas y murió en el acto. Yo recibí impactos de

esquirlas en el perineal izquierdo. Recuerdo que antes de perder la lucidez,

atontado por la onda explosiva, le pedí a Dios que

no me dejara morir allí. Realmente no sé cuánto tiempo estuve inconsciente o atontado.

Luego, sin soltar mi MAG, me arrastré hasta un pozo cercano mientras sentía la tibieza de

la sangre en mi piel y no sabía qué tan herido estaba. Me zambullí en el pozo y encontré

que allí había soldados del 12. Ese pozo era como tener una butaca para contemplar el

infierno. El Cabo Castro había intentado llegar también al pozo donde yo estaba cuando un

proyectil de fósforo lo alcanzó y lo envolvió, convirtiéndolo en una antorcha humana.

Oíamos sus gritos desgarradores. El pobre decía: “¡Rodríguez, máteme!”- gritaba mientras

se quemaba vivo. A Romero, otro soldado que estaba allí, le gritó lo mismo,

pero nadie se atrevió a dispararle y terminar con su agonía. Un rato después no

escuchamos más su voz; que Dios lo tenga en la gloria.

Y llego en mi relato a lo que considero el instante supremo del combate, desde mi situación

personal por supuesto. No hay que olvidar que en medio de ese caos del combate muchos

estaban sufriendo experiencias únicas e indelebles. La que les narro a continuación fue la

mía:

El Teniente Estévez estaba recorriendo las posiciones, gritando órdenes a derecha e

izquierda, todo esto, repito, bajo el terrible fuego enemigo. Al salir del pozo contiguo al

Page 45: Estevez

mío recibió dos balazos en el brazo y pierna izquierda, respectivamente. Tambaleándose,

llegó al pozo donde yo me encontraba. Este valeroso oficial, sin preocuparse de sus propias

heridas, me preguntó por las mías, pues yo estaba ensangrentado. Le contesté que podía

arreglármelas. Estévez tomó un FAL y comenzó a disparar; luego, por radio estuvo dando

nuevas órdenes. Mi MAG la tomó otro soldado del 12 y abrió fuego contra el enemigo. Ese

soldado recibió un balazo en la cabeza, obra de francotiradores –los que mayores bajas

causaron en nuestra dotación– y cayó muerto. Éramos cinco en el pozo en ese momento.

Comenzamos a soportar fuego directo de morteros y las cercanas explosiones de los

proyectiles que caían nos arrojaban lluvia de tierra sobre nuestras cabezas. Estévez, lo

repito, sin importarle sus heridas, tomó el casco del soldado muerto del 12 y me lo colocó

en la cabeza para protegerme, ya que nosotros usábamos boinas verdes y eso

no protege nada ante una bala o una esquirla.

En ese momento recibió un nuevo balazo en el pómulo derecho y se desplomó pesadamente

a mi lado. Tratamos de auxiliarlo y le oímos decir algo, que nadie entendió, y luego expiro.

Como estaba cargado de granadas, cualquier proyectil podía impactarlas y volarnos a todos,

se las quitamos y sacamos el cuerpo fuera del pozo. Luego, afuera, su cuerpo de héroe

recibió numerosos balazos más, quedó casi irreconocible y la prueba de esto es que luego

del combate lo reconocieron por la manera especial que tenía, como lo hacen los comandos,

de atarse los cordones de los borceguíes. Tomé la radio y después de algunos intentos logré

comunicarme con el Teniente Coronel Piaggi y le informé que Bote (nombre clave de

Estévez) estaba muerto. Le pedí instrucciones. “Esperen y aguanten hasta que lleguen los

Pucará de apoyo”- me contestó. Los Pucará nunca llegaron. Entretanto, los ingleses habían

logrado tomar las alturas y desde allí su fuego nos estaba acribillando. El Subteniente

Peluffo, para evitar un inútil derramamiento de sangre, ya que habíamos agotado todas

nuestras municiones, alzó la bandera blanca y todo terminó para nosotros. Recuerdo que en

nuestras posiciones los muchachos se pusieron a fumar o comer chocolates y caramelos,

embargados de una total tranquilidad y satisfacción por haberse batido como bravos.

Al tomarnos, nos registraron como prisioneros y los ingleses descubrieron que teníamos

ocultos cuchillos y “ahorcadores” (tanzas usadas para estrangular) y algunos recuerdos de

tropas británicas que habíamos conseguido después de desembarcar. Eso, más que nada, los

hizo entrar en furia y nos golpearon. A mí, que estaba herido en el suelo, tendido sobre un

Page 46: Estevez

chapón, me propinaron un puntapié. La noche del 28 nos efectuaron los primeros auxilios.

El Soldado Giraudo, que fue herido cumpliendo funciones de estafeta bajo el fuego

enemigo, falleció esa noche. Sé que todos mis compañeros caídos, con el Teniente Estévez

a la cabeza, deben estar ahora en el paraíso brutal de los valientes. Y vaya

mi recuerdo sincero y emocionado para todos ellos.

Prosigo con mi relato. A la mañana siguiente – era el 29 de mayo– nos llevaron a un

hospital de campaña en San Carlos y allí me efectuaron dos operaciones, una colostomía

(ano contra natura) y una operación de búsqueda en el interior de mi cuerpo, tratando de

localizar fragmentos de proyectil. Posteriormente, cirujanos argentinos me hicieron otras

cuatro operaciones. Estando internado, un compañero me relató que Gómez Centurión y un

grupo de prisioneros intentaron fugarse para regresar a nuestras líneas, pero no pudieron

lograrlo. Luego fui trasladado al buque hospital Uganda y ahí un capellán inglés, que

hablaba un perfecto castellano, me dijo: “La guerra se terminó para vos”. Antes de que me

trasladaran al Bahía Paraíso, el 5 y 6 de junio debí soportar, como todos mis compañeros, el

interrogatorio de la inteligencia inglesa. El hecho de tener prisioneros “boinas verdes” en

San Carlos y Darwin y la enconada resistencia que les opusimos les hacía no creer que

cincuenta efectivos con sólo dos MAG, dos lanzacohetes y fusiles, hubieran podido detener

a toda una compañía de tropas altamente especializadas, obligándolas a replegarse tres

veces durante aquellas cinco horas infernales. Así fue, ciertamente, el combate de Goose

Green o Pradera del Ganso. Algunos pocos soldados del 8 y del 12 y nuestra sección AOR

dio material al jefe del comando inglés, Brigadier Mayor Julian Thompson, que en su libro

No pic-nic describió la dureza de esta batalla que retrasó considerablemente los planes

ingleses de tomar Darwin. También supe que en otra acción durante el 29, el Teniente

Coronel Jones, Jefe del Batallón de paracaidistas ingleses, murió en un choque con las

fuerzas de la sección Romeo, a cargo del Subteniente Gómez Centurión.

El regreso

Page 47: Estevez

El 7 de junio desembarqué en Puerto Belgrano y permanecí internado en el hospital naval

por seis meses, afrontando, como ya dije, cuatro operaciones más.

Aquel maravilloso grupo formado por el Teniente Estévez aún perdura. Entre agosto y

octubre de cada año solemos reunirnos en comidas de camaradería donde abundan los

recuerdos, las emociones y por qué no alguna que otra lágrima furtiva.

A pesar de todas las penurias sufridas, he logrado rescatar lo positivo que hubo y que fue

mucho. Quien tiene a la muerte cara a cara no deja, después de esos momentos, de mirar la

vida de otra forma, la jerarquiza y trata de darle el más valioso y noble de los sentidos, el

del amor a la familia, el trabajo, el estudio, la responsabilidad y el respeto.

El haber tenido el privilegio de estar junto a hombres de la talla del Teniente Estévez, que

se convirtió en un modelo a seguir en mi vida, es algo que me ha marcado a fuego y que

jamás olvidaré. Malvinas fue un punto de inflexión en nuestra historia. Nada será igual

después de eso. Ojalá todos los argentinos nos encolumnemos tras el objetivo de

recuperarlas, esta vez siguiendo los caminos de la diplomacia, el respeto mutuo y la paz. En

lo personal, me he propuesto rastrear, investigar, profundizar para rescatar del olvido a esos

héroes y sus ejemplos, cosa que noto está faltando en la actual sociedad argentina. Los

conceptos de patria, probidad, honor, moral, ética, sustentados con la propia vida, estrella

polar de los que cayeron en el Atlántico Sur, no deben caer jamás en saco roto. A las

nuevas generaciones debemos hacerles conocer quiénes fuimos los que padecimos y

luchamos y que ahora tenemos una edad de alrededor de cuarenta años; nosotros

comenzamos a ser los nuevos dirigentes de este ciclo. Dios quiera que sepamos volcar

nuestras experiencias para construir una Argentina mejor.

Deseo volver a Malvinas, detenerme ante la tumba del Teniente Estévez y las de mis

compañeros caídos. Quiero volver a cierta ruta natural donde junto al Padre Mora

emplazamos la imagen de la Virgen, ante la que teníamos misa por las mañanas. Quiero

volver a rezar allí por el alma de los vivos y los muertos y agradecerle por haberme

preservado. Y pedirle fuerza y conciencia para que mi vida no sea inútil sino provechosa

para quienes me rodean, mi comunidad y mi familia.

Después de todo, ese es el mensaje que nos legó el Teniente Estévez.

Page 48: Estevez

IV-

Libro Histórico de la Compañía A.

Circunstancias en que fallece personal de la Compañía

Hechos ocurridos antes y durante el combate librado en Darwin por la Sección “AOR”

27-5-82 El Jefe de la Sección Bote de la Ca “C” Tte Estévez había recibido la orden del

escalón Superior y a su vez comunicaba a los Jefes de Escalones la posible movilización a

1ra línea para reforzar a la Ca “A” del RI 12. Aproximadamente a las 21 hs. dio comienzo

el cañoneo aislado por parte de ambos bandos. La seguridad se desarrollaba normalmente el

50 %.

28-5-82. 01:00 hs: Se intensificó el cañoneo y el fuego de las armas automáticas (se

observaba el trayecto de las municiones trazantes y las bengalas que iluminaban el campo

de combate) lo que hacía suponer que las avanzadas de combate y la 1ra Línea habían

tomado contacto con el enemigo. Dichas acciones se prolongaron durante toda la noche.

Siendo aproximadamente las 05:00 hs. el Jefe de Sección Tte Estévez recibió la orden del

Comando Superior de reforzar con su Sección las primeras Líneas. 05:15 hs: El AOR

Ledesma del Escalón Río que se desempeñaba como centinela en la costa cuyo frente daba

a la zona de combate, vio aproximarse a dos soldados que lo hacían por la playa (los

mismos pertenecían a la Ca “A” del RI 12) argumentando haber recibido orden de

repliegue, no portando estos sus respectivos armamentos. 05:20 hs: El Jefe de Sec. reúne a

los Jefes de Escalones para impartirles la orden de: Reunirse en el Puesto Comando con

todos los integrantes de los respectivos escalones portando toda la munición y el

armamento para reforzar 1ra Línea. 06:00 hs: La Sec. inicia la marcha en una columna

Page 49: Estevez

hacia 1ra Línea. Quedando como seguridad en el Puesto Comando un Jefe de Escalón y 5

soldados (3 AOR y 2 integrantes de la Sec. Romeo). La Sec. marchaba integrada por: 1

Oficial; 4 Suboficiales; 26 AOR; 4 soldados (Sec. Romeo). Cabe destacar que la Sec. tenía

como Fuerza agregada el Gpo. Apoyo (1 Mag, 1 lanzacohetes de la Sec. Romeo)

compuesta por 1 Suboficial: Cabo Ávila y 4 soldados. En el trayecto el Jefe de Sec. tomó

contacto con un oficial del RI 12 al cual le requirió información sobre la situación y este a

su vez facilita 2 guías para conducirlo hacia 1ra Línea. 07:15 hs: La Sec. desplegada en

cadena llega a la altura donde se encontraba una Sec. de la Ca. Servicios del RI 12. El Tte

Estévez toma contacto con el Jefe de la Sec. de la Ca. Servicio requiriendo información

más detallada sobre el Enemigo y propia tropa para que de tal forma él pueda desplegar y

ubicar su Sec. en las alturas para contrarrestar el avance enemigo. 07:20 hs: El Tte Estévez

reúne a los Jefes de Escalones para impartirles órdenes sobre el despliegue y ubicación de

la Sec. Fue en ese momento cuando se divisa el avance de tropa sobre la playa

(aproximadamente a 400 mts.) Ante la duda el Tte pregunta al oficial del RI 12 sobre el

avance de dicha tropa: - ¿Ese personal que viene avanzando es propia tropa o enemigo? -

Creo que es la Ca “A” que se viene replegando. - Dudo que esa columna sea propia tropa,

es demasiada gente. ¿Mandó a tomar contacto con ese personal? - Sí, mandé 2 hombres.

En ese preciso instante comenzaron los disparos seguido por un intenso fuego de armas

automáticas por parte de ambos bandos, sorprendiendo a la Sec. fuera de las posiciones.

Durante el transcurso del combate: a) La Sec. por el intenso fuego de armas automáticas

que recibía se vio en la necesidad de arrastrarse hasta las posiciones que ocupaba la Sec. del

RI 12 para tomar cubierta, de esa manera refugiarse del fuego y contrarrestar con mayor

eficacia el avance enemigo. El frente era muy reducido por lo cual se encontraban de 4 a 6

hombres por posición. b) El enemigo apoyado por fuego de artillería, morteros y armas

automáticas efectuaban un ataque envolvente. c) El combate se desarrolló a lo largo de

3 hs. causándole al enemigo numerosas bajas.

1- TENIENTE ESTEVEZ ROBERTO

El Tte en el momento del combate, en medio del fuego enemigo, se desplaza a la carrera

hacia la posición del cabo Zárate para comunicarse por la radio de este con el Cabo 1º

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Olmos, una vez terminada la comunicación regresa nuevamente a la posición de una MAG

(en ese trayecto fue herido en el brazo izquierdo) logrando llegar a la posición

arrastrándose, desde esa posición imparte órdenes a los apuntadores de MAG y

Lanzacohetes, luego tomó su radio comunicándose con el puesto comando para que

alargaran el fuego de artillería que estaba cayendo sobre propia tropa. Fue en ese momento

cuando al incorporarse tratando de observar para dirigir el fuego de artillería recibió un

impacto en el ojo derecho el cual le produjo la muerte instantánea. Aumentan el volumen

de fuego de los cañones ya que los ingleses con su artillería nos van a pasar por encima.

2- CABO CASTRO

Se encontraba reunido con el jefe de Sec. para recibir órdenes, juntamente con los Jefes de

los demás escalones. Fue en ese momento en que comenzó el combate recibiendo intenso

fuego la Sec. corrió bajo el fuego enemigo para ubicarse en el centro de su escalón e

impartirles las órdenes adecuadas a la situación imperante en esos momentos. Fue en ese

preciso instante que cae mortalmente herido a escasos metros de su escalón, recibiendo un

disparo en el estómago y heridas en el resto del cuerpo y por causas no determinadas

comenzó a salirle humo de la espalda quemándose la chaquetilla por esta razón y en su

agonía pedía a un AOR que estaba próximo que lo matara. Aproximadamente al cabo de 1

hora se produjo el deceso final.

3- AOR CARRASCULL FABRICIO

En el momento que comenzó el combate se arrastraba buscando una cubierta para poder

contrarrestar con su arma el fuego enemigo. En ese trayecto fue herido mortalmente. Sus

compañeros recuerdan sus últimas palabras “¡Me dieron!”

4- AOR ZABALA ARNALDO

En el momento de iniciarse el combate trataba de llegar a una posición arrastrándose y en

ese lapso, es abatido por el intenso fuego enemigo, recibiendo un disparo en pleno rostro.

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5- AOR GIRAUDO HORACIO

En el momento de iniciarse el combate se arrastró hasta detrás de una posición cubriéndose

del fuego por el parapeto de la misma no pudiendo entrar a esta por la cantidad de personal

que la ocupaba, fue en ese lugar, que estando cuerpo a tierra, recibió un disparo en la

columna. - “Estoy herido, no me puedo mover”. Luego de una larga agonía murió mientras

estábamos prisioneros.

El Jefe de la Sec. de la Ca. Ser. del RI 12 dio la orden de rendirse por las siguientes causas:

1) Las bajas y los heridos que tenían ambas Sec, lo cual produjo una disminución notable

del volumen de fuego. 2) La falta de munición. 3) Falta de apoyo y refuerzo. 4) La

superioridad numérica del enemigo. 5) Estar totalmente rodeados lo cual impedía la acción

de repliegue u otra maniobra.

Page 52: Estevez

V-

COMPAÑÍA C, REGIMIENTO INF. 25

Pelotón Comando Compañía C "SANTIAGO"

TENIENTE 1º INFANTERIA ESTEBAN CARLOS DANIEL RI MEC 25 11303566

CABO INFANTERIA CANO ANTONIO BIENVENIDO RI MEC 25 14160034 SOLD AIME NORBERTO RENE RI MEC 25 16484435 SOLD BRICCHI RAUL FELIX RI MEC 25 16188968

1º Sección "BOTE"

TENIENTE INFANTERIA ESTEVEZ ROBERTO NESTOR RI MEC 25 13031545

CABO 1º INFANTERIA OLMOS OSVALDO FAUSTINO RI MEC 25 13674609 CABO INFANTERIA CASTRO MARIO RODOLFO RI MEC 25 16520328 CABO INFANTERIA ROSALES RENE ARNALDO RI MEC 25 14226574 CABO INFANTERIA ZARATE ROBERTO JORGE RI MEC 25 14730393 SOLD ABERASTEGUE MARCELO GASPAR RI MEC 25 16313244 SOLD ALAMO DOMINGO VICTOR RI MEC 25 13650438 SOLD AMBROGGIO DANIEL ALEJANDRO RI MEC 25 16329150 SOLD ARMITANO JORGE ALBERTO RI MEC 25 14520474 SOLD BRACAMONTE JOSE LUIS RI MEC 25 16499217 SOLD BRARDA CARLOS ALBERTO RI MEC 25 16104326 SOLD BRION CARLOS RUBEN RI MEC 25 14130807 SOLD CARRASCULL FABRICIO EDGAR RI MEC 25 16848072 SOLD FRATARI ROBERTO RICARDO RI MEC 25 16274607 SOLD GIRAUDO HORACIO LORENZO RI MEC 25 16093370 SOLD GRAZIANI CARLOS RI MEC 25 14928531 SOLD HERRMAN EDUARDO OMAR RI MEC 25 16052995 SOLD HUIRCAPAN NELSON GUILLERMO RI MEC 25 16318753 SOLD LANGER ERIK WALTER RI MEC 25 14511725 SOLD LEDESMA JORGE OSCAR RI MEC 25 16255049 SOLD LOPEZ FABIAN ESIO RI MEC 25 14881159 SOLD MARCONI ADRIAN ITALO RI MEC 25 16070924 SOLD MAYNA RUBEN ALBERTO RI MEC 25 16201547 SOLD MORANO DIEGO LEONARDO RI MEC 25 14926398 SOLD ORELLANA ARMANDO RAUL RI MEC 25 14586400 SOLD PECCHIO OSVALDO JUAN RI MEC 25 16255403 SOLD QUIROGA ITALO RUBEN RI MEC 25 16070743 SOLD RODRIGUEZ SERGIO DANIEL RI MEC 25 16445992

Page 53: Estevez

SOLD ROMERO SERGIO FABIAN RI MEC 25 16654854 SOLD ROSSI ADRIAN RAMON RI MEC 25 16289516 SOLD RUFINO ORLANDO JAVIER RI MEC 25 16194885 SOLD SACHETTO ADRIAN OSCAR RI MEC 25 16180434 SOLD TESTONI JORGE OSVALDO RI MEC 25 16210931 SOLD ZABALA ARNOLDO ENRIQUE RI MEC 25 16238632 SOLD ZABALA SERGIO EDGARDO RI MEC 25 16530276

2º Sección "ROMEO"

SUBTENIENTE INFANTERIA GOMEZ CENTURION JUAN JOSE RI MEC 25 12522145

SARG INFANTERIA GARCIA SERGIO ISMAEL RI MEC 25 11979264 CABO INFANTERIA AVILA MIGUEL ANGEL RI MEC 25 14373917 CABO INFANTERIA MARTIN EMILIO GABRIEL RI MEC 25 16448962 CABO INFANTERIA OVIEDO HECTOR RUBEN RI MEC 25 16347012 CABO INFANTERIA PACHECO JORGE ALBERTO RI MEC 25 16332781 SOLD AFRANCHINO CARLOS ABEL RI MEC 25 16274721 SOLD AGUERREBENGOA JOSE LUIS RI MEC 25 16255035 SOLD AGUILERA JOSE HORACIO RI MEC 25 16503667 SOLD ALFONSO HUGO GUILLERMO RI MEC 25 16115388 SOLD ALLENDE JOSE LUIS RI MEC 25 16499213 SOLD ALVAREZ ELIO DANTE RI MEC 25 14910733 SOLD AMAYA NESTOR EDGAR RI MEC 25 16282189 SOLD ARCE SANTOS RI MEC 25 16338124 SOLD ARGUELLO ROBERTO BLAS RI MEC 25 16529883 SOLD AUSTIN RICARDO ANDRES RI MEC 25 16511854 SOLD AVILA EDUARDO ANTONIO RI MEC 25 16289216 SOLD BARTOLUCCI SERGIO OSCAR RI MEC 25 16716874 SOLD BELLIDO JOSE LUIS RI MEC 25 16481541 SOLD BERDINI MIGUEL ANGEL RI MEC 25 16239207 SOLD BERTELLO EDGARDO RAMON RI MEC 25 16515516 SOLD BESSONE MARCOS DANIEL RI MEC 25 16329840 SOLD BOVO OSVALDO FELIPE RI MEC 25 16328853 SOLD BRACAMONTE VICTOR EDUARDO RI MEC 25 16311965 SOLD BRAVO JOSE RICARDO RI MEC 25 16432692 SOLD BUFARINI WALTER HUGO RI MEC 25 16289244 SOLD BUSTOS MARCELO OSCAR RI MEC 25 16330465 SOLD CABRERA HECTOR ANDRES RI MEC 25 16239060 SOLD CABRERA RAMON ANGEL RI MEC 25 16431958 SOLD CAMPILLAY JOSE LUIS RI MEC 25 16363943 SOLD CANYASO MIGUEL ANGEL RI MEC 25 16363909 SOLD CAROBBIO ANSELMO JOSE RI MEC 25 16529931 SOLD CEBALLOS JOSE LUIS RI MEC 25 16201856 SOLD CULASSO ENRIQUE ANTONIO RI MEC 25 16428416 SOLD ESPARZA JOSE DANIEL RI MEC 25 16654737 SOLD ORTEGA JOSE HONORIO RI MEC 25 16284550

3º Sección "GATO"

SUBTENIENTE INFANTERIA REYES ROBERTO OSCAR RI MEC 25 13928545

Page 54: Estevez

SARGENTO INFANTERIA COLQUE MARTIN RENE RI MEC 25 11943300 CABO 1º INFANTERIA MAIDANA LUIS OSCAR RI MEC 25 11718289 CABO 1º INFANTERIA PEREZ LUIS RODOLFO RI MEC 25 12517855

CABO INFANTERIA GODOY HUGO OMAR RI MEC 25 14702926 CABO INFANTERIA SALAS RUBEN DARIO RI MEC 25 14438534 SOLD ALARCON JOSE LUIS RI MEC 25 16484150 SOLD ALMONACID JOSE ANTONIO LUIS RI MEC 25 16001946 SOLD AMARANTE VICTOR HUGO RI MEC 25 16361910 SOLD BAUDRACCO SERGIO LORENZO RI MEC 25 16155999 SOLD BERGERO FERNANDO ROQUE RI MEC 25 16151129 SOLD BERTONE VISTOR HUGO RI MEC 25 16457177 SOLD CABRAL WALTER LUIS RI MEC 25 16274212 SOLD CARLETTI VICTOR HUGO RI MEC 25 16093393 SOLD CEPEDA HECTOR DANIEL RI MEC 25 16151006 SOLD CLOT CESAR ROBERTO RI MEC 25 16151217 SOLD COSARO JUAN ALBERTO RI MEC 25 16424124 SOLD DIAZ SERGIO RUBEN RI MEC 25 14624610 SOLD ESCUDERO OSCAR GUMBERTO RI MEC 25 16656220 SOLD FAZZI SERGIO GERARDO RI MEC 25 16141600 SOLD FRAIRE RAUL EDUARDO RI MEC 25 16403921 SOLD GAUNA RITO MIGUEL ANGEL RI MEC 25 16524772 SOLD MASSEI GABRIEL OSVALDO RI MEC 25 16515433 SOLD MOYANO CARLOS ALBERTO RI MEC 25 16414997 SOLD MURUA EDUARDO ROQUE RI MEC 25 16338224 SOLD NOEL DANIEL GUSTAVO RI MEC 25 16530303 SOLD OPORTO RENE VICTOR RI MEC 25 16692830 SOLD PESARESI DIEGO ENRIQUE RI MEC 25 13726997 SOLD RIVAS SEGUNDO PORFIRIO RI MEC 25 16001557 SOLD RODRIGUEZ CARLOS ALBERTO RI MEC 25 16653244 SOLD RODRIGUEZ VICTOR HUGO RI MEC 25 16274350 SOLD SQUIZZATO JUAN CARLOS RI MEC 25 16653217 SOLD VARGAS JOSE DANIEL RI MEC 25 16363182 SOLD VELAZQUEZ SERGIO ANGEL RI MEC 25 16432296 SOLD VELEZ DANIEL ALBERTO RI MEC 25 16542055 SOLD VELEZ FERNANDO FAUSTO RI MEC 25 16486002

Page 55: Estevez

VI-

LISTADO DE LOS COMPATRIOTAS CAIDOS EN MALVINAS.

FUERZA AÉREA ARGENTINA

1-Vicecomodoro DE LA COLINA Rodolfo Manuel

2- Vicecomodoro MEISNER Hugo César

3- Mayor FALCONIER Juan José Ramón

4- Capitán CASADO Fernando Juan 5- Capitán DEL VALLE PALAVER Hugo Angel

6- Capitán GARCIA Jorge Osvaldo 7- Capitán GARCIA CUERVA Gustavo Argentino

8- Capitán KRAUSE Carlos Eduardo

9- Capitán LOTUFO Marcelo Pedro

10- Capitán MARTEL Rubén Héctor

11- 1er. Teniente ARDILES José Leónidas

12- 1er. Teniente BOLZAN Danilo José 13- 1er. Teniente BUSTOS Manuel Oscar

14- 1er. Teniente CASTAGNARI Luis Darío José

Page 56: Estevez

15- 1er. Teniente CASTILLO Omar Jesús

16- 1er. Teniente GAVAZZI Fausto 17- 1er. Teniente GONZALEZ Mario Hipólito

18- 1er. Teniente GUADAGNINI Luciano

19- 1er. Teniente MANZOTTI Daniel Fernando

20- 1er. Teniente VÁZQUEZ José Daniel

21- Teniente ARRARAS Juan José

22- Teniente BEAN Pedro Ignacio

23- Teniente BERNHARDT Juan Domingo

24- Teniente BONO Jorge Alberto 25- Teniente CASCO Jorge Eduardo

26- Teniente CASTILLO Carlos Julio

27- Teniente DE IBANEZ Eduardo Jorge R.

28- Teniente FARIAS Jorge Ricardo 29- Teniente GIMENEZ Miguel Angel 30- Teniente IBARLUCEA Jorge Rubén

31- Teniente JUKIC Daniel Antonio

32- Teniente LOPEZ Néstor Edgardo

33- Teniente NIVOLI Maño Víctor 34- Teniente VOLPONI Héctor Ricardo

35- Alférez VALKO Maño Luis 36- Alferez VÁZQUEZ Alfredo Jorge A.

Page 57: Estevez

37- Sub Principal LASTRA Julio Jesús 38- Sub Ayudante ALBELOS Manuel Alberto

39- Sub Ayudante LUNA Francisco Tomás

40- Sub Auxiliar MARIZZA Guido Antonio 41- Cabo Principal CANTEZANO Carlos Domingo

42- Cabo Principal CARDONE Miguel Angel

43- Cabo Principal DUARTE Mario

44- Cabo Principal RODRIGUEZ Juan Antonio

45- Cabo Primero BRASICH Andrés Luis 46- Cabo Primero CARRIZO Miguel Angel 47- Cabo Primero MALDONADO José Alberto

48- Cabo Primero MONTAÑO Agustín Hugo

49- Cabo Primero PERALTA José Luis

50- Cabo VARAS Héctor Hugo 51- S/C 62 AGUIRRE Héctor Walter

52- S/C 62 BORDON Héctor Ramón 53- S/C 62 GARCIA Guillermo Uvaldo

54- S/C 62 LUNA Mario Ramón

55- S/C 62 SEVILLA Luis Guillermo

PREFECTURA NAVAL ARGENTINA

Page 58: Estevez

1- Marinero JORGE EDUARDO LOPEZ 2- Cabo Segundo JULIO OMAR BENITEZ

ARMADA ARGENTINA5

1- CIMA GUANCA Patricio Alfredo 2- SIMQ ARTUSO Félix Oscar Crucero ARA "General Belgrano" 3- CP SS ACEVEDO IGNACIO ALFREDO

4- GU TC AGUIRRE JUAN JOSE

5- CS CI AHUMADA HUGO DARDO

6- MI CS AHUMADA JULIO CESAR

7- CO CS ALEMAN HUMBERTO CESAR

8- CS CI ALFARO MIGUEL ALBERTO

9- CO CS ALMIRON WALTER NORBERTO

10- SS SI ALVAREZ CESAR ERNESTO

5 Referencias: AG Cantineros Civiles, MI Marinero Primero, CI Cabo Primero, SI Suboficial Primero, CO Conscripto, SM Suboficial Mayor, CP Cabo Principal, SP Suboficial Principal, CS Cabo Segundo, SS Suboficial Segundo, GU Guardiamarina, TC Teniente de Corbeta.

Page 59: Estevez

11- CP SS ALVAREZ OSCAR MANUEL

12- CO CS ALVAREZ RUBEN HORACIO

13- MI CS AMARILLA HIPOLITO JORGE D.

14- CO CS AMESGARAY ALBERTO EDGARDO

15- SS SI ANDRADA MANUEL ANTONIO

16- CP SS ANDRADA NORBERTO

17- CP SS ARCE ANGEL ANTONIO

18- AG AG AVILA HERIBERTO

19- AG AG AVILA LEOPOLDO

20- MI CS AZAR DOMINGO MIGUEL

21- CS CI BAEZ ROBERTO ANTONIO

22- CP SS BAIUD JORGE CARLOS

23- CP SS BALMACEDA ARGENTINO ANTONIO

24- CP SS BARRIONUEVO JUAN EDELMIRO

25- SS SI BARRIONUEVO ROBUSTIANO A.

26- SM SM BARRIOS RAMON

27- CP SS BEDINI JUAN DOMINGO

28- CS CI BEHRENDT EDUARDO GUSTAVO

29- CS CI BENITEZ JUAN ROGELIO

30- CP SS BENITEZ PANTALEON

31- CS CI BOLLO JUAN CARLOS

32- CP SS BORDON ANTONIO MARIO

33- CP SS BORDON MIGUEL ANGEL

Page 60: Estevez

34- CO CS BORDOY ROBERTO ALDO

35- CP SS BOUTRON RUBEN ISIDORO

36- CS CI BRIZUELA LUIS OSVALDO

37- CP SS BROUCHOUD DELIS HECTOR

38- CO CS CABALLERO HECTOR RICARDO

39- CO CS CABALLERO ROBERTO MARCELINO

40- CP SS CACERES LUIS MARTIN

41- CP SS CACEREZ FRANCISCO

42- CP SS CAMPOS BERNARDINO ISIDORO

43- CO CS CARDOZO JOSE DANIEL

44- CI CP CARDOZO JULIO ANTONIO

45- CO CS CASALI HECTOR ANIBAL

46- CP SS CASSANO JULIO ERNESTO

47- CS CI CASTILLO OSVALDO ROQUE

48- CS CI CASTRO NESTOR DANIEL

49- CP SS CASTRO PEDRO ANTONIO

50- CO CS CATICHA RUBEN DARIO

51- CS CI CHAILE JOSE FRANCISCO

52- CO CS CHAILE OMAR ANDRES

53- CI CP CICOTTI JORGE ENRIQUE

54- SS SI CISNEROS OMAR SANTIAGO

55- CO CS COLOMBO OSCAR ALDO

56- CS CI CONDORI NIEVE CLAUDIO

Page 61: Estevez

57- SS SI CORDOBA JUAN CARLOS

58- CO CS CORDOBA NESTOR DAVID

59- CP SS CORONEL ABEL EUGENIO

60- CP SS CORREA HECTOR BASILIO

61- CS CI CORVALAN NESTOR DANIEL

62- MI CS CUELLO JULIO CESAR

63- CI CP CUEVA CARLOS A.DEL ROSARIO

64- MI CS DE CHIARA ORLANDO

65- SS SI DE ROSA RUBEN NORBERTO

66- CO CS DIAZ ANTONIO MARIA

67- CO CS DIAZ LUIS ROBERTO

68- CO CS DIEZ GOMEZ HECTOR HUGO

69- CS CI DORGAMBIDE FERNANDO

70- CO CS DUKS JORGE CARLOS

71- CP SS ESCOBAR ORLANDO ADRIAN

72- CO CS ESCOBAR RENE ANTONIO

73- CI CP ESCUDERO JUAN MIGUEL

74- CS CI ESTUREL DANIEL OSVALDO

75- CO CS FABIAN RAMON VICENTE

76- CO CS FAJARDO SIXTO JAVIER

77- CO CS FARFAN RAUL ARISTOBULO

78- MI CS FATTORI GABRIEL GUSTAVO

79- SS SI FAUR JOSE DANTE

Page 62: Estevez

80- CP SS FERNANDEZ FRANCISCO VELINDO

81- CS CI FERNANDEZ HUGO RAMON

82- SS SI FERNANDEZ MANUEL DOMINGO

83- SS SI FERREYRA GERARDO RAMON

84- CO CS FIGUEROA CARLOS IGNACIO

85- SS SI FLEITA MATIAS

86- CS CI FLORES LUIS ROLANDO

87- SS SI FLORES MARIO ENRIQUE

88- CS CI FLORICE RAUL OMAR

89- CO CS FRANCISQUEZ NESTOR LUJAN

90- CS CI FREGOTE OSVALDO LUIS

91- CS CI FREITES CESAR JULIO

92- CS CI FROLA MARIO ESTEBAN

93- CP SS FUENTES JULIO CESAR

94- CS CI FUNEZ MARIO ALBERTO

95- CO CS GAGLIANONE MARCELO CLAUDIO

96- CP SS GALEANO JOSE MARIO

97- CP SS GALLARDO RICARDO GABRIEL

98- CO CS GALLIANO HUGO ALBERTO

99- CI CP GALLO FELIPE SANTIAGO

100- SI SP GALLO LUIS ANTONIO RAMON

101- CS CI GALVAN JUAN ROLANDO

102- CO CS GALVARNE OSVALDO ANIBAL

Page 63: Estevez

103- CO CS GALVEZ FRANCISCO ALFREDO

104- CO CS GAONA JOSE ANTONIO

105- CI CP GARCIA ANTONIO FERNANDO

106- CS CI GARCIA JOSE LUIS

107- CS CI GARCIA OMAR LUIS

108- CO CS GATICA HUGO RAMON

109- CO CS GAZAL ENRIQUE OMAR

110- CO CS GEMMA CARLOS LEONARDO

111- MI CS GIANOTTI LUIS ARMANDO

112- CO CS GIARETTI CLAUDIO MARCELO

113- CO CS GIORGI HUMBERTO OMAR

114- CS CI GODOY RUBEN OSCAR

115- SS SI GOMEZ ALBERTO EDMUNDO

116- CO CS GOMEZ ALCIDES ROMUALDO

117- CS CI GOMEZ JOSE EDGARDO

118-CS CI GOMEZ JOSE LUIS

119- SS SI GOMEZ JUAN ALBERTO

120- CS CI GOMEZ JUAN JOSE

121- CP SS GOMEZ MIGUEL ANGEL

122- CS CI GONZALEZ ALFREDO ALEJANDRO

123- CI CP GONZALEZ ANTONIO RAUL

124- CO CS GONZALEZ CARLOS ANGEL

125- CI CP GONZALEZ EVARISTO

Page 64: Estevez

126- SS SI GONZALEZ IGNACIO ELOY

127- SS SI GONZALEZ JUAN CARLOS

128- SS SI GONZALEZ MARIO LUIS

129- CO CS GONZALEZ MIGUEL ANTONIO

130- CP SS GORORDO RAUL OMAR

131- CS CI GOROSITO HECTOR OMAR

132- CS CI GOROSITO NESTOR CESAR

133- CS CI GOROSITO OMAR HILARIO

134- CO CS GRANADO JOSE CARLOS

135- CO CS GRANIC CLAUDIO

136- CS CI GREGORI JUAN LUIS

137- CS CI GRIMOLDI CLAUDIO ARIEL

138- CO CS GROSSO CLAUDIO NORBERTO

139- CP SS GUERRERO MARCELINO

140- CP SS GUIZZO NORBERTO DELFIN

141- CO CS GUTIERREZ RAMON

142- CO CS HEREDIA HUGO ALBERTO

143- SS SI HEREDIA JOSE LUIS

144- CO CS HORSZCZARUK PEDRO RICARDO S.

145- CO CS IBAÑEZ LUIS ALBERTO

146- CO CS ILLANES ORLANDO ANTONIO

147- CS CI INSAURRALDE MARIO DE JESUS

148- CI CP INTERLICHIA JORGE ALBERTO

Page 65: Estevez

149- CS CI ISELLI SERGIO LUIS

150- CI CP JIRA ISAAC FLAVIO

151- MI CS JUAREZ ANGEL RICARDO

152- CO CS JURIO ALFREDO

153- CI CP LACROIX TULIO ESTEBAN

154- CO CS LAGOS DANIEL ENRIQUE

155- CO CS LAGUNA TEODORO

156- MI CS LAMAS MARCOS ANTONIO

157- CO CS LAPORTE OSMAR LORENZO

158- CP SS LAZIAR ANTONIO HILARIO

159- CI CP LEGUIZAMO RAUL ALBERTO

160- CO CS LENA JUAN CARLOS

161- CI CP LENCINA JUAN CARLOS

162- SS SI LEZCANO ARCELIO ESTEBAN

163- SS SI LLANOS HUGO ANGEL LEON

164- SS SI LOBO ROBERTO SEGUNDO

165- CO CS LOBOS JULIO CESAR

166- SS SI LOPEZ CRISTOBAL CASTULO

167- CS CI LOREIRO RUBEN ALBERTO

168- CS CI LUCERO JOSE ESTEBAN

169- CS CI LUGO FERNANDO ESTEBAN

170- CO CS MACIEL ENRIQUE ALEJANDRO

171- CS CI MACIEL MARTIN OMAR AUGUSTO

Page 66: Estevez

172- CO CS MADRID OMAR ALFREDO

173- CS CI MAGLIOTTI SERGIO DANIEL

174- SS SI MAMANI JUSTO EUSTAQUIO

175- MI CS MARAGLIANO SAVERIO JOSE

176- CO CS MARCHISIO GERARDO MARCELO

177- CS CI MARTINEZ OSVALDO FRANCISCO

178- CO CS MARTINO ALBERTO

179- CO CS MASIN FELIX TARCISIO

180- CO CS MECCA ADOLFO EDUARDO

181- SS SI MEDINA CARLOS HUGO

182- CO CS MEDINA MANUEL ALBERTO

183- CS CI MELIAN ANSELMO NICOMEDES

184- MI CS MENDEZ JOSE ALBERTO

185- CO CS MENDIETA HECTOR EDUARDO

186- CO CS MENDIETA JORGE LORENZO

187- CS CI MENDOZA JULIO MARTIN

188- CO CS MERAVIGLIA RICARDO OMAR

189- CI CP MEZA MIGUEL ANGEL

190- CP SS MIGUEL EDUARDO ELIAS

191- CS CI MIRANDA GERARDO NICOLAS

192- CO CS MIRETTI GUSTAVO OSVALDO

193- CO CS MOLINA ADOLFO ERNESTO

194- CP SS MOLINA JERONIMO YBAR

Page 67: Estevez

195- CO CS MONTEGROSSO OSCAR ALFREDO

196- CS CI MONZON JULIO CESAR

197- CS CI MORANDO NESTOR ALBERTO

198- CO CS MORENO EDGARDO RUBEN

199- CI CP MORENO EDUARDO WALDO

200- CS CI MORENO RAMON ALDO

201- CP SS MORETTO HUGO JOSE

202- CP SS MOTTA OSCAR ALFREDO

203- CS CI MOYANO SERGIO DANIEL

204- CO CS MULLER RENE OMAR

205- MI CS MUÑOZ JUAN CARLOS

206- CP SS NAVARRO IBANOR

207- MI CS NIEVA VICTOR ANTONIO

208- SS SI NUÑEZ TOMAS ANGEL

209- CO CS NUÑEZ VICTOR RAUL

210- SS SI OBREGON PABLO

211- CO CS OCAMPO JULIAN HECTOR

212- SS SI OJEDA ANTONIO JAVIER

213- SS SI OLARIAGA ROBERTO NICOLAS

214- SS SI ORELLANA JOSE DEL CARMEN

215- CI CP ORELLANO JOSE ALBERTO

216- SS SI ORTIZ PABLO ARMANDO

217- CP SS ORTIZ RESTITUTO

Page 68: Estevez

218- CP SS OVIEDO CESAR AUGUSTO

219- CO CS PALLARES VICTOR DANIEL

220- CS CI PARDOU JORGE DELFINO

221- MI CS PAREDES ROQUE ANTONIO

222- MI CS PASINATO JORGE OSCAR

223- SS SI PAZ MIGUEL ROBERTO

224- CO CS PAZ RICARDO ARMANDO

225- CO CS PERALTA JORGE CARLOS

226- CO CS PERALTA JOSE LUIS

227- CS CI PERDOMO MARCELO FABIAN

228- CP SS PEREYRA ENRIQUE OMAR

229- SS SI PEREYRA RAMON GREGORIO OVIDIO

230- SS SI PEREYRA RAMON OSVALDO

231- MI CS PEREZ ROBERTO EULALIO

232- MI CS PEÑA JUAN EFRAIN

233- CO CS PIEDRABUENA EDUARDO JOSE LUIS

234- CO CS PINEDA RICARDO LIONEL

235- CS CI PINTOS FABIAN

236- CO CS PRAMPARO EDGARDO ROBERTO

237- CI CP PUCHETA JOSE ERNESTO.

238- CS CI QUILAHUEQUE ISAIAS

239- CP SS QUINTANA ROQUE RAMON

240- CS CI QUIPILDOR OSCAR ALBERTO

Page 69: Estevez

241- CS CI RAGNI HECTOR OSVALDO

242- CI CP RAMIREZ JOSE LUIS

243- CS CI RAMIREZ RICARDO

244- CO CS RAMOS ELEUTERIO HILARIO

245- CO CS REARTES RICARDO ALFREDO

246- MI CS REGUERA JUAN CARLOS

247- CO CS RICARTE MARTIN MAURICIO

248- MI CS RIOS HECTOR RUBEN

249- SS SI RIVAS ABRAHAM RAFAEL

250- SS SI RODRIGUEZ JOSE HUMBERTO

251- CS CI RODRIGUEZ RUBEN ORLANDO

252- CO CS ROJAS RUBEN HORACIO

253- CS CI ROLLHEISER CARLOS ENRIQUE

254- CO CS ROMANO AROLDO RUBEN

255- CI CP ROMERO DANIEL ALBERTO

256- CS CI ROMERO FRANCISCO

257- CI CP ROMERO JOSE ALBERTO

258- CO CS ROMERO MARCELO OSCAR

259- CS CI ROMERO ROBERTO TEODORO

260- CO CS RUBIO REINALDO OMAR

261- MI CS RUIZ JORGE DENNYS

262- CS CI RUIZ RICARDO HORACIO

263- CO CS SAJAMA ANTENOR

Page 70: Estevez

264- CS CI SALAS CASTRO JORGE LUIS

265- CI CP SANABRIA SATURNINO

266- MI CS SANCHEZ JUAN SIMON

267- CO CS SANCHO ROBERTO ENRIQUE

268- CS CI SARMIENTO ANIBAL CESAR

269- CO CS SEITUN GUSTAVO DANIEL

270- CI CP SENDROS JORGE ALBERTO

271- GU TC SEVILLA GERARDO ESTEBAN

272- CO CS SILVA EDUARDO TOMAS

273- CO CS SIRI FABIAN EDGARDO

274- CS CI SORIA ROQUE LUIS

275- CO CS SORIANO MIGUEL ANGEL

276- CO CS SOSA FABIAN ENRIQUE

277- CS CI SOSA FRANCISCO OSVALDO

278- CS CI SOSA JORGE ROBERTO

279- CO CS SOSA JOSE LUIS

280- CS CI SOSA MIGUEL ANGEL ANTONIO

281- CO CS SOTELO SORIANO

282- SS SI SUELDO ATILIO INDALECIO

283- MI CS TASIUK MIGUEL ANGEL

284- CS CI TELLO JULIO CESAR

285- CO CS TEVEZ GUILLERMO OMAR

286- CS CI TIBALDO RENE ANGEL

Page 71: Estevez

287- MI CS TOLEDO GABRIEL LORENZO

288- GU TC TORLASCHI EMILIO CARLOS

289- CO CS TORRES JORGE RUBEN

290- CI CP TORRES PEDRO ANGEL

291- CP SS TORRES RICARDO ALBERTO

292- CS CI TORTOSA CLAUDIO OMAR

293- CS CI TULIS JOSE ALBERTO

294- CO CS UZQUEDA ROBERTO ANTONIO

295- CP SS VALDEZ CARLOS ALBERTO

296- CP SS VANEGA CARLOS HUMBERTO

297- CS CI VARGAS GARCIA HECTOR ALEJANDRO

298- MI CS VARGAS OMAR

299- CO CS VASSALLO ANGEL OMAR

300- CS CI VAZQUEZ JULIO OSCAR

301- MI CS VELAZQUEZ MIGUEL MARCELO

302- SS SI VELEZ JORGE LUIS

303- CI CP VENDRAMIN PEDRO ANTONIO

304- CP SS VENTANCU MARTIN REY

305- CP SS VERA DARIO ELEODORO

306- CO CS VERA OMAR ELVIO

307- CS CI VERGARA ALEJANDRO ANTONIO

308- CS CI VERON ARMANDO ROSA

309- MI CS VERON JUAN ALBERTO

Page 72: Estevez

310- CP SS VILA CARLOS DANIEL

311- MI CS VILCA CONDORI MARIO

312- CO CS VILLA JOSE ORLANDO

313- CS CI VILLALBA OSCAR ANTONIO

314- MI CS VILLEGAS JOSE AGUSTIN

315- CP SS VILLORDO MARIO OSCAR

316- CI CP VIVIER NESTOR EDGAR

317- CS CI YACANTE JORGE ANTONIO

318- CO CS ZABALA MARIO JOSE

319- CO CS ZALAZAR RAMON ELIAS

320- CO CS ZANGANI JUAN CARLOS

321- CI CP ZAPATA CESAR ALBERTO

322- CI CP ZARATE SERGIO RUBEN

323- CO CS ZARZOSO FERNANDO FABIAN

324- CO CS ZOLORZANO RAMON AGUSTIN

325- CO CS ZURBRIGGEN ELIAS LUIS

ARA "Alferez Sobral"

326- CCCBNACD GOMEZ ROCA Sergio Raúl

327- GUCBNACD OLIVIERI Claudio

328- CPCO ALANCAY Mario Rolando

329- CSCO DEL MONTE Ernesto

330- CSCO MEDINA Sergio Rubén

Page 73: Estevez

331- CSCO TONINA Elbio Daniel

332- MICO DUFRECHOU Héctor A.

333- S/C 62 D’ERRICO Roberto

Buque transporte "Isla de los Estados"

334- CC (RE) PANIGADI Tulio Néstor

335- TC (RE) BOTARO José Esteban

336- CPCO TORRES Rubén

337- CIEN CRUZ Orlando

338- CSCO MESLER Oscar José

Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque

339- TFCBNACD BENITEZ Carlos Alberto

340- TCCBNACD MIGUEL Daniel Enrique

Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque

341- CCCBNACD ZUBIZARRETA Carlos María

342- TFCBNACD MÁRQUEZ Marcelo Gustavo

Batallón de Infantería de Marina Nº 1

343- CCCBIMCD GIACHINO Pedro Edgardo

344- S/C 62 ALMONACID Mario

345- S/C 62 AGUILA Jorge Néstor

Page 74: Estevez

Batallón de Infantería de Marina Nº 5

346- SSIM CASTILLO Julio Saturnino

347- SSIM JUÁREZ Víctor H.

348- S/C 62 AGUIRRE Félix Ernesto

349- S/C 62 CAVIGLIOLI Hugo Daniel

350- S/C 62 CERLES Héctor Abel

351- S/C 62 DABALO Juan Carlos

352- S/C 62 FERREYRA Diego

353- S/C 62 GALARZA José Luis

354- S/C 62 GONZÁLEZ Juan Carlos

355- S/C 62 IÑIGUEZ Godofredo Omar

356- S/C 62 LEYES Roberto

357- S/C 62 MONZON Eleodoro

358- S/C 62 PATRONE Aldo Osmar

359- S/C 62 RAM1REZ Ricardo A.

360- S/C 62 RAVA Juan Francisco

361- S/C 62 ROBLEDO Sergio Ariel

Batallón Comando

362- S/C 62 FERNANDEZ Luis Roberto

363- S/C 62 GIUSEPETI Sergio

364- S/C 62 INCHAUSPE Jorge R.

365- S/C 62 MACIEL Jorge Alfredo

366- S/C 62 MEZA Ramón Antonio

367- S/C 62 ROLLA Héctor Miguel

Page 75: Estevez

368- S/C 62 SCAGLIONE Claudio N.

Batallón Antiareo

369- S/C 62 PORTILLO Rito Florencio

370- S/C 62 ROMERO Raúl Ricardo

Batallón de Artillería de Campaña Nº 1

371- S/C 62 FALCON Justo Silverio

372- S/C 62 MANSILLA Oscar E.

Base Islas Malvinas

373- MIMA TURANO Juan Ramón

Companía de Ingenieros Anfibios

374- S/C 62 DIAZ Vicente Antonio

375- S/C 62 ORDONEZ Ramón Edmundo

Fuerza de Apoyo Anfibio (SPAC)

CSIM SISTERNA Jorge Luis

S/C 62 OLAVARRIA Víctor Oscar

Page 76: Estevez

MARINA MERCANTE

1- Agente Civil AVILA Heriberto

2- Agente Civil AVILA Leopoldo Marcelo

3- Contramaestre RUPP Omar Alberto

4- Jefe de Máquinas AGUIRRE Miguel

5- Primer Maquinista CUEVAS Alejandro Omar

6- Segundo Oficial POLITIS Jorge Nicolás

7- Cabo de Mar BOLLERO Jorge Alfredo

8- Marinero CAYO Antonio Máximo

9- Mecánico HUDEPOHL Enrique Joaquín

10- Contramaestre IBÁÑEZ Benito Horacio

11- Marinero LIMA Antonio Manuel

12- Primer Cocinero LUZARDO Rafael

13- Primer Electricista MENDIETA Pedro A.

14- Primer Cabo MIN Omar Héctor

15- Marinero OLIVEIRA Manuel

16- Mayordomo SANDOVAL Néstor Omar

GENDARMERÍA NACIONAL

Page 77: Estevez

1- Esc Seg "ATUCHA" 1er Alferez SÁNCHEZ Julio Ricardo

2- Esc Ser Apoyo GN Subalféez NASIF Guillermo

3- Jef Región I Sarg Ay ACOSTA Ramón Gumersindo

4- Esc 34 "BARILOCHE" Cabo 1º VERON Marciano

5- Esc 42 "CALAFATE" Cabo 1º GUERRERO Víctor Samuel

6- Rae 36 "ESQUEL" Cabo PEREYRA Carlos Misael

7- Esc 31"LAS LAJAS" Gendarme TREPPO Juan Carlos

EJÉRCITO ARGENTINO

1- S/C 63 BASTIDA Claudio Alfredo 2- Capitán (Ing) MARQUEZ Rubén Eduardo

3- Tte 1º ESPINOSA Ernesto Emilio 4- Sarg 1º (I) BLAS Oscar Humberto

5- Sarg 1º (Ing) SBERT Mateo Domingo 6- Sarg 1º CISNERO Mario Antonio

Page 78: Estevez

7- Tte (A) DACHARY Alejandro 8- Sarg 1' (A) BLANCO René Pascual 9- S/C 62 BELLINZONA Diego Martín 10- S/C 62 DIARTE Oscar Daniel 11- S/C 62 LLAMAS Jorge Alberto 12- S/C 63 GURRIERI Ricardo Mario 13- S/C 61 UGALDE Daniel Alberto 14- Capitán BUSCHIAZZO Juan Carlos 15- Capitán FIORITO Roberto Mario 16- Tte (I) FASSIO Marcos Antonio 17- Sarg 1° (Mec Av) CAMPOS Pedro Andrés 18- Sarg 1° (Mec Av) DIMOTTA Raúl Horacio

19- Sarg (Mec Av) BARROS Néstor Daniel 20- Cap (A) NOVOA Marcelo Sergio

21- Sarg Ay (MecOp) BENZO Víctor Jesús 22- Tte (Ing) AUVIEUX Julio César

23- Cabo EC BUSTO Roberto Adrián

24- S/C 62 ROMERO Claudio Alejandro

25- S/C 63 PLANES Marcelo Gustavo 26- S/C 62 CANTERO Aldo Rubén 27- S/C 59 MOSTO Carlos Gustavo

Page 79: Estevez

28- S/C 62 RODRIGUEZ Mario Gustavo

29- S/C 62 GOMEZ Sergio Oscar 30- S/C 60 REYES LOBOS José 31- S/C 61 CAO Julio Rubén 32- S/C 62 FOLCH Andrés Aníbal 33- S/C 62 SEGURA Julio César 34- S/C 62 SORIA Jorge Oscar 35- Sarg Ay (I) AGUILAR Eusebio Antonio 36- Suboficial Principal I (Coc) OCHOA Edgar Néstor 37- S/C 62 AZCARATE Sergio Omar 38- S/C 62 BALDIVARES Horacio Adolfo 39- S/C 62 BECERRA Walter Ignacio 40- S/C 62 BORDON Luis Jorge 41- S/C 62 ECHAVE Horacio José 42- S/C 62 GUANES Héctor Antonio 43- S/C 62 HORISBERGER Juan Domingo 44- S/C 62 LUNA Ricardo José 45- S/C 62 RODRIGU7EZ Juan Domingo 46- Teniente I BALDINI Juan Domingo 47- Sargento I RIOS Darío Rolando 48- Cabo EC OROZCO Pedro Alberto 49- S/C 54 GATTONI Alfredo 50- S/C 61 PEREYRA Dante Luis Segundo 51- S/C 62 ARAUJO Elbio Eduardo 52- S/C 62 ARRASCAETA Miguel Angel 53- S/C 62 BENITEZ Angel 54- S/C 62 BRITO Omar Aníbal 55- S/C 62 CARBALLIDO Sergio Alberto 56- S/C 62 DEL HIERRO José Luis 57- S/C 62 DIAZ Luis Alberto 58- S/C 62 FALCON Miguel Angel 59- S/C 62 FERREYRA Aldo Omar 60- S/C 62 GONZALEZ Miguel Angel 61- S/C 62 GONZALEZ Néstor Miguel 62- S/C 62 GRAMISCI Donato Manuel 63- S/C 62 GRANADO Guillermo Ernesto 64- S/C 62 HERRERA Ricardo Horacio 65- S/C 62 HORNOS Carlos Alberto 66- S/C 62 JUAREZ Manuel Alberto 67- S/C 62 MAIDANA Julio Héctor

Page 80: Estevez

68- S/C 62 MASSAD Marcelo Daniel 69- S/C 62 PACHOLCZUK Rolando Máximo

70- S/C 62 PASCUAL Miguel Angel 71- S/C 62 PETRUCELLI Albérto Daniel 72- S/C 62 QUINTANA Ramón Omar 73- S/C 62 ROCHA Isaac Erasmo 74- S/C 62 RODRIGUEZ José Luis 75- S/C 62 RODRIGUEZ Macedonio 76- S/C 62 RODRIGUEZ Víctor 77- S/C 62 ROMERO Julio 78- S/C 62 RONCONI Enrique Horacio 79- S/C 62 VARGAS Alejandro Pedro 80- S/C 62 VOJKOVIC Pedro Horacio 81- S/C 62 ZELARRAYAN Manuel Alberto 82- Sarg 1º (C) RON Jorge Alberto 83- Sarg (C) CABRERA Adolfo Luis 84- Cabo EC (Cond Mot) CHAVEZ Alberto Fernando 85- S/C 62 GABRIELLI Fabián Mario 86- S/C 62 GARCIA CAÑETE Mario Aquilino 87- S/C 62 TORRES Omar Enrique

88- S/C 62 CURIMA José Domingo 89- S/C 62 SINCHICAY Sergio César 90- S/C 62 INDINO Ignacio María 91- Sarg 1º (Mec Mot) LARROSA Pedro Florentino 92- Sarg (Mec Mot) PEREYRA Alejandro Raúl 93- S/C 62 HERRERA Omar Jesús 94- S/C 62 DESZA Sergio Raúl

95- S/C 62 OJEDA Guillermo Raúl 96- S/C 62 SERRADORI Juan Raúl 97- Tte (I) MARTELLA Luis Carlos 98- Subt (I) SILVA Oscar Augusto 99- Cabo Ec (I) GOMEZ Mario (Ec Subof) 100- Cabo Ec (I) GONZALEZ Osmar Luis (Ec Subof) 101- Cabo (Res) GONZALEZ Hipólito 102- Cabo (Res) VERDUN Roberto 103- S/C 62 AGUILERA Luis Orlando 104- S/C 62 ALMARAZ Bernardino Benito 105- S/C 62 AYALA Juan Alejandro 106- S/C 62 CASCO Carlos Epifanio

Page 81: Estevez

107- S/C 62 GOMEZ Eduardo aaaaaaaaaaaa 108- S/C 62 GOMEZ Martiniano 109- S/C 62 GREGORIO Alfredo 110- S/C 62 LEDESMA Roberto Juan Luis 111- S/C 62 MENDEZ Luis José 112- S/C 62 PAEZ Celso 113- S/C 62 PALAVECINO Ramón Orlando 114- S/C 62 VALLEJOS Adolfo Víctor 115- S/C 63 ACUÑA Juan José 116- S/C 63 AYLAN Orlando 117- S/C 63 RODRIGUEZ Andrés Daniel 118- S/C 63 ROMERO José Luciano 119- S/C 59 ALEGRE Raúl 120- S/C 62 AGUIRRE Alberto Marcelino 121- S/C 62 CABALLERO Ramón Salvador 122- S/C 62 FERNANDEZ Remigio Antonio 123- S/C 62 MACIEL Geronimo 124- S/C 62 QUINTANA Juan 125- S/C 62 SÁNCHEZ Mario 126- Cabo 1º (I) RIOS José Luis 127- Cabo (I) GOMEZ Raúl Adrián 128- Cabo 1ro I MARCIAL Edmundo Federico 129- Cabo EC (Cond Mot) MIÑO Luis 130- S/C 62 ALEGRE Celso 131- S/C 62 AVALOS Ofelio Víctor 132- S/C 62 DIAZ Carlos Agustín 133- S/C 62 DWORAK Vladimiro 134- S/C 62 ENCINA José Alberto 135- S/C 62 FERNANDEZ Carmelo 136- S/C 62 FERRAU José Ramón 137- S/C 62 FRIAS Carlos Alberto 138- S/C 62 GARCIA Ramón 139- S/C 62 LUQUE Daniel Omar 140- S/C 62 MACIEL Irineo Osvaldo 141- S/C 62 MENDOZA Irineo 142- S/C 62 MONZON Juan Carlos 143- S/C 62 MOSCHEN Alberto José 144- S/C 62 PEGORARO Néstor Oscar Avelino 145- S/C 62 RAMIREZ Rubén Norberto 146- S/C 62 PERALTA Juan Anselmo 147- S/C 62 ROMERO Julio 148- S/C 62 RUIZ DIAZ Gabino 149- S/C 62 SÁNCHEZ Roque Evaristo 150- S/C 63 AVALOS Omar Alberto 151- S/C 63 BARRIOS Rafael 152- S/C 63 BLANCO Ramón Cirilo

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153- S/C 63 GOMEZ Rubén Horacio 154- S/C 63 LUGO Fernando Jesús 155- S/C 63 NUÑEZ Guillermo 156- S/C 63 OSYGUSS Carlos Omar 157- S/C 63 PEREZ Vicente Ramón 158- S/C 63 RIQUELME Segundino Antonio 159- S/C 63 RODRIGUEZ Victor 160- S/C 63 SEGOVIA Higinio 161- Tte (A) RAMOS Alberto Rolando 162- Cabo 10(A) QUISPE Angel Fidel 163- Sarg (I) MONTELLANO Héctor Ricardo 164- S/C 62 PAVON Alberto Genaro 165- Cabo EC (int) LABALTA Oscar Eduardo (ESPAC) 166- S/C 62 PIZARRO Néstor Osvaldo 167- S/C 63 ROMERO Jorge Eduardo 168- S/C 63 VALLEJO Eduardo Antonio 169- Cabo EC (Cond Mot) WAUDRIK Juan 170- S/C 61 SOSA Eduardo 171- S/C 62 ANTIECO Simón Oscar 172- S/C 63 LUDUEÑA Jorge Daniel 173- S/C 63 NOSIKOSKI Sergio Fabián 174- Tte (I) ESTEVEZ Roberto Néstor 175- Sarg (I) GARCIA Sergio Ismael 176- Cabo (I) AVILA Miguel Angel 177- Cabo (I) CASTRO Mario Rodolfo 178- Cabo (I) OVIEDO Héctor Rubén 179- S/C 63 ALLENDÉ José Luis 180- S/C 63 AUSTIN Ricardo Andrés 181- S/C 63 CABRERA Ramón Angel 182- S/C 63 CARRASCUL Fabricio Edgar 183- S/C 63 GIRAUDO Horacio Lorenzo 184- S/C 63 ORTEGA José Honorio 185- S/C 63 ZABALA Arnaldo Enrique 187- General de Brigada I AREVALO Clodoveo Miguel Ángel 188- Tte 1º (I) SOSA Roberto Remi 189- Sarg Ay (1) SANAGUA Alberto Antonio 190- S/C 61 CINI Marcelo Gustavo 191- S/C 63 MARCIAL Jesús Artemio 192- S/C 63 MILLAPI Oscar Calixto

Page 83: Estevez

193- S/C 63 PALAVECINO Daniel Alberto 194- S/C 63 SIEYRA Fernando Luis

186- Subt EC (C) ABRAHAM Juan Omar (CMN)

VII-

APENDICE FOTOGRAFICO

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Estevez y su familia. Roberto es el que esta acariando el perro.

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Estevez y el soldado Huircapán.

Estevez en Malvinas con uno de sus soldados “especiales”

de la Compañía C del Regimiento 25.

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Estevez con parte de su Regimiento”Especial” 25.

Roberto Estévez en formación, honrando nuestra bandera.

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Teniente Roberto Estevez (RI MEC 25) Medalla "La Nación Argentina al heroico valor en combate".

Tumba del Teniente Estevez en el viejo cementerio

de Darwin (actualmente enteramente refaccionado

por la Comisión de Familiares de los Caídos en la Guerra

de Malvinas).

Page 88: Estevez

Bibliografía:

- RUIZ MORENO, Isidoro, Comandos en acción, Buenos Aires, Emecé, 1992.

- MANSILLA, Alberto, Argentina tiene héroes, Buenos Aires, Editorial Nueva Hispanidad,

2003.

- COSTA, Eduardo José, Guerra bajo la cruz del sur, Buenos Aires, Hyspamerica, 1988.

- KASANZEW, Nicolás, Malvinas a sangre y fuego, Buenos Aires, Siete Días, 1982.

- CARDOSO, O; KIRSCHBAUM, R; VAN DER KOOY, E; Malvinas la trama secreta,

Buenos Aires, Sudamericana, 1983.

- EDDY, Paul; LINKLATER, Magnus; Una cara de la moneda, Buenos Aires,

Hyspamerica, 1983.

- PIAGGI, Italo, Ganso Verde- Goose Green, Buenos Aires, Planeta, 1989.

- TUROLO, Carlos, Así lucharon, Buenos Aires, Sudamericana, 1985.

- CIRCULO MILITAR, Relatos de soldados, Círcilo Militar, Buenos Aires, 1983.

- SPERANZA Graciela; CITTADINI, Fernando, Partes de Guerra, Buenos Aires, Grupo

Editorial Norma, Buenos Aires, 1997.

- TEVES, Orlando, “Pradera del ganso (Goose Green) - Una batalla de la Guerra de

Malvinas", Buenos Aires, Edición del Autor, 2007.

Revista:

(Diario El País, Puerto Stanley - 17/07/1982 )

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