Especial Decimo Aniversario

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Impreso por RPANIAGUA el 01/05/2002 a las 05:36:26 PM horas C M Y K C M Y K C M Y K 2C LA PRENSA GRÁFICA DOMINGO 6 DE ENERO DE 2002 3C LA PRENSA GRÁFICA DOMINGO 6 DE ENERO DE 2002 EN FOQUES EN FOQUES no es cosa fácil; se luchaba hasta por la última coma. Algunas cosas se retrasaron demasiado; el tema de la tenencia de tierras, una preocupación constante del FMLN, se comenzó a tratar en serio hasta las 5:00 p.m. del 31 de diciembre. A LO SALVADOREÑO Pero eso no fue extraordina- rio. Como un signo de salvadoreñi- dad, quizás, las partes siempre avanzaron con mayor rapidez cuando estaban apremiadas por el tiempo. En abril de 1991, por ejemplo, la negociación llevaba ya ocho meses desde el último acuerdo firmado. En ese momento se advirtió que cual- quier cambio constitucional emanado de los acuerdos debía hacerse ese mes, para no dilatar por tres años el proceso. En 25 días, las partes lograron ponerse de acuerdo en el marco legal de la negociación; lo que ha- cía suponer que lo demás vendría fácil. Pero no fue así; las pláticas volvieron a estancarse: el Go- bierno insistía en que la mesa de la negociación del cese al enfren- tamiento armado no avanzaba con la celeridad que lo hacía la mesa de los acuerdos políticos. LOS RECLAMOS El 29 de mayo en Caraballeda, Venezuela, mientras se retomaba el tema de la Fuerza Armada, el FMLN arrojó la siguiente conclu- sión: “El Gobierno ha retrocedido y elevado la parada”. Luego se trajo a cuento la vie- ja sospecha de que éste no quería ir más allá de pedir la rendición del FMLN, y la exhortación a que se convirtiera el partido político. La delegación agregó: “Cono- cemos que para el GOES es inne- gociable la existencia del Ejército, pues para el FMLN también es innegociable su ejército”. El 30 de mayo, el Gobierno respondió que no aceptaba que el FMLN pretendiera tener su mis- mo estatus, ya que “cada quien es lo que representa”. Luego se trajo a cuenta que en julio de 1990, el Gobierno había respondido a todas las inquietu- des del FMLN sobre el Ejército, y que entre ellas no iba la abolición de éste. “¿Quién está elevando la parada?”, se increpó. no lo entendía como un proceso rápido de entrega de armas y des- movilización, mientras que el FMLN, por un tiempo, insistió en “la paz armada”. En dos meses no hubo firma de nuevos acuerdos, sino hasta en los últimos días de diciembre: el cese del fuego sería rápido, de lo con- trario la Fuerza Armada no redu- ciría sus unidades. Ese mismo 31 de diciembre, Javier Pérez de Cuéllar terminaba su gestión como Secretario Gene- ral de Naciones Unidas. El Acuer- do de Paz llegó sobre la hora. os dos años de esfuerzo di- plomático por lograr la paz estuvieron bajo los sobre- saltos de los movimientos de las partes en el frente de batalla y el propagandístico. Al inicio de la ronda de nego- ciación, se tomaron acuerdos para mantener a raya la propaganda y silenciar un poco los fusiles. Los grupos negociadores acor- daron que la pláticas serían secre- tas. El tercer acuerdo firmado, además, fue sobre el cumplimien- to de los derechos humanos. Estas dos cosas debían evitar que surgieran corrientes de opi- nión en contra los acuerdos, y que la guerra se calentara. Eso no sucedió; al inicio de ca- da ronda de negociación, cada co- misión se daba a la tarea de que- jarse ante el representante de Naciones Unidas de las violacio- nes al acuerdo de confidenciali- dad y al de derechos humanos. Los negociadores se acusaban de forma mutua de decir en públi- co opiniones contrarias a las ex- presadas en la mesa y desatar es- DIEZ AÑOS DESPUÉS DIEZ AÑOS DESPUÉS Siempre sobre la hora LARGOS E INFRUCTÍFE- ROS ENCUENTROS PRO- VOCARON QUE LOS TEMAS MEDULARES DE LA NEGO- CIACIÓN SE HICIERAN CON- TRA EL TIEMPO. EDWIN SEGURA [email protected] l 29 de diciembre de 1991, el Secretario General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, se reunió con la delegación del Gobierno encabezada por el ex presidente Alfredo Cristiani, para hablar de los avances del proceso de paz. “Quiero señalar ciertos pun- tos que parten de la base de que el FMLN ha aceptado someterse al régimen constitucional, en forma y en sustancia”, le dijo Pérez de Cuéllar a la delegación. Luego mencionó una de las principales concesiones del FMLN en la negociación: aceptar la existencia del Ejército y desistir de su deseo de que se fusionara con sus combatientes. Mencionó, además, que los rebeldes ya habían aceptado que iban rumbo al desarme y la des- movilización, en una fecha deter- minada. Pérez de Cuéllar se reunió luego con la delegación del FMLN e hizo reflexiones simila- res: el Gobierno ya había acepta- do depurar a la Fuerza Armada, desmovilizar parte de sus unida- des e investigar algunos casos de relevancia política. Agregó que se había aceptado hacer reformas políticas profun- das y que se estaban haciendo es- fuerzos para garantizar el cum- plimiento de lo pactado. El funcionario sabía que el fin de la guerra salvadoreña estaba cerca, pero hizo una salvedad: “Si no conseguimos el objetivo en los próximos días, se perdería esta gran oportunidad”, dijo. A esa fecha, los temas más di- fíciles de la negociación ya esta- ban superados, pero aún faltaba mucho trabajo por hacer: tradu- cir lo pactado en un documento Bajo las balas y la propaganda “HAPPY NEW YEAR” (1992). El presidente Alfredo Cristiani (al fondo), junto a los miembros de la delegación negociadora del Gobierno, el en- tonces presidente de ARENA, Armando Calderón Sol, y el general Emilio Ponce, regresan contentos de Nueva York, luego de haber pactado con la guerrilla el acuerdo que puso fin a los doce años de guerra, en la víspera del nuevo año. caladas militares para fortalecerse en el frente diplomá- tico. El 27 de noviembre, días des- pués de que el FMLN declaró una tregua unilateral, la queja se hizo extrema: “Esto nos está haciendo la vida imposible”, se quejó Sal- vador Samayoa. Se refería a expresiones con- frontativas de parte del Gobierno y a la intensificación de los opera- tivos de la Fuerza Armada. “Todo esto genera una situa- ción de alto riego político-mili- tar”, advirtió Samayoa. La tregua estaba en peligro. El FMLN que- ría garantías para sus combatien- tes. “Las cosas se vuelven más di- fíciles cuando se está llegando al final”, respondió Óscar Santama- ría. “En esto no está en juego la posición de una sola de las par- tes.” La sensatez prevaleció; no hu- bo ruptura de la tregua unilateral, y el tono de las declaraciones ba- jó, pero la guerra y la propaganda continuaron hasta el final. hacía alusión a un mecanismo y no a personas de forma directa. El FMLN no estaba de acuerdo con esa terminología, porque no quería ver, al final de una evalua- ción, que hubiera premios en lu- gar de expulsiones. La palabra se mantuvo. TRANSFORMACIÓN, NO DESMOVILIZACIÓN También hubo una batalla se- mántica en el terreno del FMLN: no quería que se usaran las pala- bras desarme y desmovilización. Eso, argumentaban, desmora- lizaría a los combatientes de un solo golpe, que se podía ensayar palabras como transformación y transición, y expresiones como devolución de las armas. El Gobierno insistió en que no quería palabras ambiguas, pero en el acuerdo de Nueva York se llegó a la elegante expresión: fin de la estructura militar del FMLN y reincorporación de sus inte- grantes. La guerra l destino de la Fuerza Ar- mada y la entrega de las ar- mas del FMLN fueron, co- mo era previsible, los temas más duros durante todo el proceso de negociación. Las partes no estaban dis- puestas a descuidar ni el más mí- nimo detalle: hasta la última pa- labra contaba. La delegación del Gobierno, por ejemplo, siempre resintió el uso de la palabra “depuración”, cada vez que se hablaba de sacar a los malos elementos de la Fuer- za Armada. Temía que la connotación de la palabra provocara resistencias indeseables en los miembros de la Fuerza Armada. Esa palabra, además, era propia del lenguaje del FMLN. El Gobierno prefería el uso de la palabra cualificación de la Fuerza Armada, la cual se logra- ría por medio de un proceso de evaluación. Esto, argumentaban, era más justo y preciso porque se En aquel escenario parecía que el tiempo no había pasado, pero los representantes de Nacio- nes Unidas encontraron la forma de que lo discutido no terminara en la basura. Las deliberaciones siguieron en México en los siguientes tres meses, sin que se firmaran acuer- dos; las reuniones indirectas re- sultaron ser más fructíferas. El FMLN insistía en que el ce- se del enfrentamiento estaba ata- do al cumplimiento de los acuer- dos políticos. No sería hasta que el último estuviera cumplido, que vendría la entrega de las armas. Mientras tanto se viviría en pe- ríodo de “paz armada”. Para el Gobierno, una vez que se acordara el conjunto de acuer- dos políticos, procedía la desmo- vilización del FMLN, cuya celeri- dad dependía de aspectos técnico-militares. El 25 de septiembre se lle- gó finalmente a un nuevo pacto para inyectar más confianza al proceso: se es- tableció crear una comi- sión que verificara el cum- plimiento de los acuerdos de la mesa política. Se aceptó la reduc- ción de la Fuerza Arma- da, la disolución de al- gunas de su unidades, la creación de una co- misión para depurar a la Fuerza Armada y el nacimiento de la Po- licía Nacional Civil. El Gobierno logró, por su par- te, comprimir la agenda para lo- grar todos los acuerdos políticos que permitieran el cese del fue- go. En un tercer documento, lla- mado “Entendidos de los Acuer- dos de Nueva York”, se aclaró que un porcentaje de combatientes del FMLN podría incorporarse a la nueva Policía; pero, desde ese momento, renunciaba a su pre- tensión de disolver o ser parte de la Fuerza Armada. En los siguientes encuentros realizados en México se trató la agenda comprimida y el cese del conflicto. El Go- bier- E Llega la paz L por las palabras El tema de la tenencia de tierras se comenzó a tratar en serio hasta las 5:00 p.m. del 31 de diciembre. E Foto cortesía de Mauricio Vargas

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Especial Decimo Aniversario

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Impreso por RPANIAGUA el 01/05/2002 a las 05:36:26 PM horas

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2C LA PRENSA GRÁFICA DOMINGO 6 DE ENERO DE 2002 3CLA PRENSA GRÁFICADOMINGO 6 DE ENERO DE 2002

EN FOQUES EN FOQUES

no es cosa fácil; se luchaba hastapor la última coma.

Algunas cosas se retrasarondemasiado; el tema de la tenenciade tierras, una preocupaciónconstante del FMLN, se comenzóa tratar en serio hasta las 5:00p.m. del 31 de diciembre.

A LO SALVADOREÑOPero eso no fue extraordina-

rio. Como un signode salvadoreñi-dad, quizás, laspartes siempreavanzaron conmayor rapidezcuando estabanapremiadas por eltiempo.

En abril de1991, por ejemplo, la negociaciónllevaba ya ocho meses desde elúltimo acuerdo firmado. En esemomento se advirtió que cual-quier cambio constitucionalemanado de los acuerdos debíahacerse ese mes, para no dilatarpor tres años el proceso.

En 25 días, las partes lograronponerse de acuerdo en el marco

legal de la negociación; lo que ha-cía suponer que lo demás vendríafácil.

Pero no fue así; las pláticasvolvieron a estancarse: el Go-bierno insistía en que la mesa dela negociación del cese al enfren-tamiento armado no avanzabacon la celeridad que lo hacía lamesa de los acuerdos políticos.

LOS RECLAMOSEl 29 de mayo en Caraballeda,

Venezuela, mientras se retomabael tema de la Fuerza Armada, elFMLN arrojó la siguiente conclu-sión: “El Gobierno ha retrocedidoy elevado la parada”.

Luego se trajo a cuento la vie-ja sospecha de que éste no quería

ir más allá de pedir la rendicióndel FMLN, y la exhortación a quese convirtiera el partido político.

La delegación agregó: “Cono-cemos que para el GOES es inne-gociable la existencia del Ejército,pues para el FMLN también esinnegociable su ejército”.

El 30 de mayo, el Gobiernorespondió que no aceptaba que elFMLN pretendiera tener su mis-mo estatus, ya que “cada quien eslo que representa”.

Luego se trajo a cuenta que enjulio de 1990, el Gobierno habíarespondido a todas las inquietu-des del FMLN sobre el Ejército, yque entre ellas no iba la aboliciónde éste. “¿Quién está elevando laparada?”, se increpó.

no lo entendía como un procesorápido de entrega de armas y des-movilización, mientras que elFMLN, por un tiempo, insistió en“la paz armada”.

En dos meses no hubo firma denuevos acuerdos, sino hasta en losúltimos días de diciembre: el cesedel fuego sería rápido, de lo con-trario la Fuerza Armada no redu-ciría sus unidades.

Ese mismo 31 de diciembre,Javier Pérez de Cuéllar terminabasu gestión como Secretario Gene-ral de Naciones Unidas. El Acuer-do de Paz llegó sobre la hora.

os dos años de esfuerzo di-plomático por lograr la pazestuvieron bajo los sobre-

saltos de los movimientos de laspartes en el frente de batalla y elpropagandístico.

Al inicio de la ronda de nego-ciación, se tomaron acuerdos paramantener a raya la propaganda ysilenciar un poco los fusiles.

Los grupos negociadores acor-daron que la pláticas serían secre-tas. El tercer acuerdo firmado,además, fue sobre el cumplimien-to de los derechos humanos.

Estas dos cosas debían evitarque surgieran corrientes de opi-nión en contra los acuerdos, y quela guerra se calentara.

Eso no sucedió; al inicio de ca-da ronda de negociación, cada co-misión se daba a la tarea de que-jarse ante el representante deNaciones Unidas de las violacio-nes al acuerdo de confidenciali-dad y al de derechos humanos.

Los negociadores se acusabande forma mutua de decir en públi-co opiniones contrarias a las ex-presadas en la mesa y desatar es-

DIEZ AÑOS DESPUÉS DIEZ AÑOS DESPUÉS

Siempre sobre la hora

LARGOS E INFRUCTÍFE-

ROS ENCUENTROS PRO-

VOCARON QUE LOS TEMAS

MEDULARES DE LA NEGO-

CIACIÓN SE HICIERAN CON-

TRA EL TIEMPO.

EDWIN [email protected]

l 29 de diciembre de1991, el SecretarioGeneral de NacionesUnidas, Javier Pérezde Cuéllar, se reunió

con la delegación del Gobiernoencabezada por el ex presidenteAlfredo Cristiani, para hablar delos avances del proceso de paz.

“Quiero señalar ciertos pun-tos que parten de la base de que elFMLN ha aceptado someterse alrégimen constitucional, en formay en sustancia”, le dijo Pérez deCuéllar a la delegación.

Luego mencionó una de lasprincipales concesiones delFMLN en la negociación: aceptarla existencia del Ejército y desistirde su deseo de que se fusionaracon sus combatientes.

Mencionó, además, que losrebeldes ya habían aceptado queiban rumbo al desarme y la des-movilización, en una fecha deter-minada.

Pérez de Cuéllar se reunióluego con la delegación delFMLN e hizo reflexiones simila-res: el Gobierno ya había acepta-do depurar a la Fuerza Armada,desmovilizar parte de sus unida-des e investigar algunos casos derelevancia política.

Agregó que se había aceptadohacer reformas políticas profun-das y que se estaban haciendo es-fuerzos para garantizar el cum-plimiento de lo pactado.

El funcionario sabía que el finde la guerra salvadoreña estabacerca, pero hizo una salvedad: “Sino conseguimos el objetivo en lospróximos días, se perdería estagran oportunidad”, dijo.

A esa fecha, los temas más di-fíciles de la negociación ya esta-ban superados, pero aún faltabamucho trabajo por hacer: tradu-cir lo pactado en un documento

Bajo las balas yla propaganda

“HAPPY NEW YEAR” (1992). El presidente Alfredo Cristiani (al fondo), junto a los miembros de la delegación negociadora del Gobierno, el en-tonces presidente de ARENA, Armando Calderón Sol, y el general Emilio Ponce, regresan contentos de Nueva York, luego de haber pactadocon la guerrilla el acuerdo que puso fin a los doce años de guerra, en la víspera del nuevo año.

caladas militares parafortalecerse en el frente diplomá-tico.

El 27 de noviembre, días des-pués de que el FMLN declaró unatregua unilateral, la queja se hizoextrema: “Esto nos está haciendola vida imposible”, se quejó Sal-vador Samayoa.

Se refería a expresiones con-frontativas de parte del Gobiernoy a la intensificación de los opera-tivos de la Fuerza Armada.

“Todo esto genera una situa-ción de alto riego político-mili-tar”, advirtió Samayoa. La treguaestaba en peligro. El FMLN que-ría garantías para sus combatien-tes.

“Las cosas se vuelven más di-fíciles cuando se está llegando alfinal”, respondió Óscar Santama-ría. “En esto no está en juego laposición de una sola de las par-tes.”

La sensatez prevaleció; no hu-bo ruptura de la tregua unilateral,y el tono de las declaraciones ba-jó, pero la guerra y la propagandacontinuaron hasta el final.

hacía alusión a un mecanismo yno a personas de forma directa.

El FMLN no estaba de acuerdocon esa terminología, porque noquería ver, al final de una evalua-ción, que hubiera premios en lu-gar de expulsiones. La palabra semantuvo.

TRANSFORMACIÓN,NO DESMOVILIZACIÓN

También hubo una batalla se-mántica en el terreno del FMLN:no quería que se usaran las pala-bras desarme y desmovilización.

Eso, argumentaban, desmora-lizaría a los combatientes de unsolo golpe, que se podía ensayarpalabras como transformación ytransición, y expresiones comodevolución de las armas.

El Gobierno insistió en que noquería palabras ambiguas, peroen el acuerdo de Nueva York sellegó a la elegante expresión: finde la estructura militar del FMLNy reincorporación de sus inte-grantes.

La guerra

l destino de la Fuerza Ar-mada y la entrega de las ar-mas del FMLN fueron, co-

mo era previsible, los temas másduros durante todo el proceso denegociación.

Las partes no estaban dis-puestas a descuidar ni el más mí-nimo detalle: hasta la última pa-labra contaba.

La delegación del Gobierno,por ejemplo, siempre resintió eluso de la palabra “depuración”,cada vez que se hablaba de sacara los malos elementos de la Fuer-za Armada.

Temía que la connotación dela palabra provocara resistenciasindeseables en los miembros dela Fuerza Armada. Esa palabra,además, era propia del lenguajedel FMLN.

El Gobierno prefería el uso dela palabra cualificación de laFuerza Armada, la cual se logra-ría por medio de un proceso deevaluación.

Esto, argumentaban, eramás justo y preciso porque se

En aquel escenario parecíaque el tiempo no había pasado,pero los representantes de Nacio-nes Unidas encontraron la formade que lo discutido no terminaraen la basura.

Las deliberaciones siguieronen México en los siguientes tresmeses, sin que se firmaran acuer-dos; las reuniones indirectas re-sultaron ser más fructíferas.

El FMLN insistía en que el ce-se del enfrentamiento estaba ata-do al cumplimiento de los acuer-dos políticos. No sería hasta queel último estuviera cumplido, quevendría la entrega de las armas.Mientras tanto se viviría en pe-ríodo de “paz armada”.

Para el Gobierno, una vez quese acordara el conjunto de acuer-dos políticos, procedía la desmo-vilización del FMLN, cuya celeri-dad dependía de aspectostécnico-militares.

El 25 de septiembre se lle-gó finalmente a un nuevopacto para inyectar másconfianza al proceso: se es-tableció crear una comi-sión que verificara el cum-plimiento de los acuerdosde la mesa política.

Se aceptó la reduc-ción de la Fuerza Arma-da, la disolución de al-gunas de su unidades,la creación de una co-misión para depurar a la FuerzaArmada y el nacimiento de la Po-licía Nacional Civil.

El Gobierno logró, por su par-te, comprimir la agenda para lo-grar todos los acuerdos políticosque permitieran el cese del fue-go.

En un tercer documento, lla-mado “Entendidos de los Acuer-dos de Nueva York”, se aclaró queun porcentaje de combatientesdel FMLN podría incorporarse ala nueva Policía; pero, desde esemomento, renunciaba a su pre-tensión de disolver o ser parte dela Fuerza Armada.

En los siguientes encuentrosrealizados en México se trató laagenda comprimida y el cese delconflicto. El Go-bier -

E

Llega la pazL

por las palabras

El tema de la tenencia detierras se comenzó a trataren serio hasta las 5:00 p.m.

del 31 de diciembre.

EFoto cortesía de Mauricio Vargas

Page 2: Especial Decimo Aniversario

Impreso por eruis el 12/21/2001 a las 09:13:38 PM horas

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LA PRENSA GRÁFICA DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 20017C

EDWIN [email protected]

l propósito de la ne-gociación era claro:finalizar la guerra ydemocratizar alpaís. Las reglas del

juego estaban más o menos cla-ras. No había más excusa. La ne-gociación debía comenzar.

En la última reunión entre laComisión de Diálogo del Go-bierno y la Comisión Política delFMLN, en Ginebra, había que-dado claro; sin embargo, aúnexistía un abismo entre las par-tes.

El Gobierno deseaba un cesedel enfrentamiento armado y ladesmovilización del FMLN, co-mo uno de los primeros puntosde negociación.

La guerrilla, por otra parte,insistió en que eso ocurriría lue-go de que hubiera acuerdos po-líticos para democratizar al paísy garantías para su cumplimien-to.

“El objetivo inicial será el delograr acuerdos políticos para laconcertación de un cese al en-frentamiento armado”, reza elacuerdo de Ginebra del 4 deabril de 1990.

Para el FMLN estaba claro:primero lo político. Y para el Go-bierno también estaba claro: elcese del enfrentamiento era unobjetivo inicial.

CARACAS:LOS PUNTOS SOBRE LAS ÍES

El jueves 17 de mayo en Cara-cas, Venezuela, comienza lacuarta reunión del proceso depaz. Óscar Santamaría, a la ca-beza de la delegación del Go-bierno, señaló que ya tenía una

propuesta: el tema inicial, segúnlo planteado en Ginebra, era ce-se del enfrentamiento armado yacuerdos políticos congruentescon éste.

Schafik Hándal, a la cabezadel FMLN, señaló que no podíahaber cese del enfrentamientosin un acuerdo político sobre lascausas de la guerra. Que ése erael espíritu de Ginebra, insistió.

A las 12:30 se suspende lareunión y se reanuda hasta las9:00 p.m. del viernes 18.

Mientras tanto, De Soto sereúne de forma privada con am-bas partes para integrar unaagenda.

Al amanecer del sábado, eltrabajo sobre la agenda y la ca-lendarización siguió. Fue hastael domingo, ya bien entrada la

noche, que el borrador de calen-dario satisfizo a las partes. El díasiguiente se suscribió el Acuer-do de Caracas.

Primero se discutirían losacuerdos políticos: Fuerza Ar-mada, derechos humanos, siste-ma judicial, sistema electoral,reforma constitucional, el pro-blema económico-social y la ve-rificación de Naciones Unidas.

En esta fase se hablaría, además,del cese del enfrentamiento ar-mado.

En la segunda fase, luego derepasar los mismos temas, ven-dría la discusión sobre la rein-corporación de los integrantesdel FMLN.

A ambas partes les volvió aquedar claro: los temas políticosse discutirían primero, y el cesedel fuego también.

EL PRIMER ESCOLLO:LA FUERZA ARMADA

La siguiente cita comenzó el16 de junio en Oaxtepeque,México. El primer tema de agen-da era Fuerza Armada.

Durante siete días se habla dela reestructuración de la misma,de su depuración, desmilitariza-ción de la sociedad, desmantela-miento de fuerzas paramilitaresy reclutamiento forzoso.

En la segunda reunión, elFMLN planteó que en una socie-dad pacífica no hay enemigo in-terno y que en el mundo actual(1990) no hay enemigo externo;por lo tanto, las Fuerzas Arma-das son prescindibles.

A las 6:30 p.m., luego de unreceso de 30 minutos, la Comi-sión de Diálogo del Gobierno hi-zo un anuncio: “El carácter per-manente de la FAES no esdiscutible”.

El FMLN replica que paraellos sólo es aceptable una nue-va policía civil para el orden so-cial.

Al día siguiente, 20 de junio,la discusión se orienta al temade la impunidad; otras vez haymás choques que coinciden-cias.

El FMLN quiere que se inves-tiguen varios homicidios y seña-la a la FAES como la fuente de to-da impunidad.

El Gobierno afirma que sedebe limitar el papel de la FAESy mejorar la administración dejusticia para acabar con la im-punidad en general.

El resto de la mañana siguióen el mismo tono; a las 12:00 sesuspendió la reunión y se reanu-dó hasta las 5:25 p.m.

De Soto habló con ambas par-tes para saber qué opinaban so-bre la posibilidad de formar un

LAS TRES PIEZAS PRINCIPALES. El entonces coronel Mauricio Ernesto Vargas dirigió el grupo que negoció elCese al Enfrentamiento Armado (CEA); David Escobar Galindo se encargó de los acuerdos políticos, yÓscar Santamaría, era jefe de la Comisión del Diálogo del Gobierno (CODIAL).

En lasentrañas

de la negociación

EL FMLN, AL INICIO DE

LA NEGOCIACIÓN, QUERÍA

QUE LA FUERZA ARMADA

FUERA D I S U E LTA O QUE SE

FUSIONARA CON SUS

C O M B AT I E N T E S . EL GO-

BIERNO SE OPUSO A AMBAS

P R O P U E S TA S , PERO TUVO

QUE CEDER EN SU PRETEN-

SIÓN DE UNA NEGOCIACIÓN

TEMPRANA DE CESE DEL

FUEGO.

E

““Es absolutamente impres-cindible (depurar laFA ES)”.

Comisión Política del FMLN sobre su pro-puesta de “depurar” a ciertas personas yunidades de la Fuerza Armada.

EN LA RECTA FINAL

Page 3: Especial Decimo Aniversario

Impreso por eruis el 11/23/2001 a las 08:52:43 PM horas

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El Frentediplomático

razones personales, y Ungo y Za-mora pasaron a la legalidad en 1987bajo la bandera de la ConvergenciaDemocrática (CD).

Entraron a llenar los vacíos delFMLN Nidia Díaz (PRTC), MiguelSáenz (PC) y Roberto Cañas (RN). ElFDR, por su parte, desapareció.

A la hora de aceptar el llamado adialogar que hizo el presidente Al-fredo Cristiani en 1989, esta comi-sión ya tenía bastante experiencia.

Pero las negociaciones no corre-rían sólo por su cuenta; el FMLNdispuso que un miembro de la Co-mandancia los acompañaría: Scha-fik Hándal o Joaquín Villalobos.

En asuntos de suma trascenden-cia, toda la Comandancia Generalpodía hacer acto de presencia; estoexplica por qué en la mayoría de en-cuentros siempre la delegación delFMLN solía ser más numerosa quela del Gobierno.

LAS SOSPECHAS“Cuando el presidente anuncia

que la comisión no va a ser del Go-bierno ni del partido sino de la so-ciedad, nos dio mala espina” re-cuerda la negociadora AnaGuadalupe Martínez.

“Dijimos: este viejo lo que noquiere es tomar responsabilidad co-mo Gobierno de una situación quesignifica un compromiso a fondo”,agrega Martínez.

El frente guerrillero dudaba de larepresentatividad y capacidad de to-mar decisiones de los miembros dela comisión.

El coronel Martínez Varela a pe-sar de ser ex miembro del COENA yde la Fuerza Armada no era visto co-mo un peso pesado dentro del am-bas instituciones.

El doctor Abelardo Torres, a losojos del FMLN, podía ser un inter-mediario con la empresa privada,pero no estaba ahí como represen-tante.

“Esta comisión sólo va a ser delleva y trae” concluyeron, dice Mar-tínez. “Por eso hicimos un comuni-cado rechazando el ofrecimiento”.

Al final los consejos de la IglesiaCatólica y en particular de IgnacioEllacuría hicieron mella en la vo-luntad del FMLN. Aceptaron ir a unaprimera reunión.

EL FMLN COMENZÓ LA NE-

GOCIACIÓN CON UN EQUIPO

QUE TENÍA NUEVE AÑOS DE

EXPERIENCIA DIPLOMÁTICA.n 1980, unos días des-pués de que se oficiali-zó el nacimiento delFMLN, se presentó enMéxico ante los perio-

distas un grupo de izquierdistas sal-vadoreños como la Comisión Políti-co-Diplomática del frenteguerrillero.

El grupo estaba encabezado porlos miembros del FDR, GuillermoUngo y Rubén Zamora. Las caras vi-sibles del FMLN eran Salvador Sa-mayoa (FPL), Mario Aguiñada (PC),Ana Guadalupe Martínez (ERP),Napoleón Rodríguez Ruiz (RN) yFabio Castillo (PRTC).

Estaban convencidos de que,una vez tomaran el poder en la ofen-siva de 1981, ellos se constituiríanen algo así como una cancillería.

El primer supuesto nunca secumplió, pero lo segundo sí: esegrupo se convirtió poco a poco en elMinisterio de Relaciones Exterioresdel FMLN.

Nunca tuvieron la oportunidadde ejercer diplomacia de Estado, pe-ro fueron acumulando experiencia,contactos y amistades a escala inter-nacional.

El grupo cambió con el tiempo;Castillo y Rodríguez se retiraron por

Los hombres delPresidente

ministro de la Presidencia, el coronelJuan Antonio Martínez Varela, quetambién había estado en el COENA.

Para infundir confianza en el sectorprivado se incluyó al doctor AbelardoTorres, abogado, economista y ex mi-nistro de Economía.

Se sumó, en representación delPCN, al abogado Hernán Contreras,que para entonces ya era rector de laUniversidad Nueva San Salvador.

Terminaba la nómina, el doctor Da-vid Escobar Galindo, estrecho colabo-rador y amigo del presidente.

Además de abogado, fue parte de lacomisión que logró el acuerdo de pazcon Honduras en 1980, y asesoraba laComisión de Límites de la Cancillería.

EL REPRESENTANTE DE LA FAESEn la ceremonia de juramentación

del 8 de septiembre de 1989 no partici-pó, quien a la postre sería el represen-tante permanente de la Fuerza Arma-da: el coronel Mauricio ErnestoVargas.

Vargas era el mejor representantede los intereses de la institución: se gra-duó de la Escuela Militar en 1966 (“LaTandona”), y estuvo destacado en elprincipal teatro de las hostilidades: eloriente del país.

“Inicia la comisión de Cristiani y sedan cuenta de que el componente mi-litar no tenía ningún grado de aseso-ría”, recuerda Vargas. Luego de barajarvarios nombres, el alto mando lo desig-nó a él.

La comisión, aunque no lo merecía,tuvo que cargar con el escepticismoheredado de cinco años de diálogos fa-llidos.

LA DELEGACIÓN GUBERNA-

M E N TA L NO INCLUÍA A LAS

P R I N C I PA L E S FIGURAS POLÍTI-

CAS, M I L I TA R E S NI ECONÓMI-

CAS DEL PA Í S .na de las primeras deci-siones del Gobierno ensu plan de paz fue nom-brar una comisión paraque llevara adelante la

negociación.El presidente Alfredo Cristiani in-

tentó que la comisión no fuera sólorepresentativa del Ejecutivo o delpartido ARENA.

“La primera opción fue invitar alos partidos para ver si querían par-ticipar”, recuerda Cristiani. “Sólo elPCN mostró interés.”

El Gobierno, entonces, optó porbuscar a personalidades que, a pesarde no representar sectores, gozarande absoluto respeto y reconocimien-to.

Los civiles convocados sólo de-bían cumplir con una condición: serabogados e intelectuales con expe-riencia.

“Una de las cosas importantes eratratar de generar confianza, en estanegociación que iba a ser reservada”,dice Cristiani.

A la cabeza de la comisión quedóel entonces ministro de Justicia, Ós-car Santamaría, ex director ejecutivode la ANEP, ex miembro del COENAy amigo del presidente.

El Gobierno también incluyó al

COMISIÓN DEDIÁLOGO.HernánContreras,MauricioVargas, ÓscarSantamaría,Abelardo Torres,Juan AntonioMartínez, DavidEscobarGalindo.

“El objetivo era

Enfoques: ¿Tenía valor estraté-gico la participación del doctorContreras y del PCN en la comi-sión?

Alfredo Cristiani: Había tresgrandes sectores que probable-mente iban a tener mucha des-confianza durante un proceso denegociación reservado: el sectorprivado, porque la negociaciónera con un grupo ideológicamen-te contrario; la Fuerza Armada,porque era en ese momento el an-tagónico, y el sector político en elque, si no participaba, se podía co-menzar a generar críticas. Des-pués se formó la interpartidaria, yeso hizo que los partidos fueranparte del proceso y tuvieran un rolimportante. Era necesario que lagente viera gente conocida de ca-da sector y dijera: ‘bueno éste nova hacer locuras’.

¿Cuál fue la misión que se leencomendó a la Comisión?

Todo lo que se hiciera debía es-tar dentro del marco constitucio-nal; esto no era fácil porque sabía-mos que el FMLN siempre habíaexpresado y le había restado vali-dez a la Constitución. Eso era unlineamiento inquebrantable. Losegundo era que se tenía que ne-gociar alrededor de la institucio-nalidad del país, y tercero, el obje-tivo de esta negociación era que el

FMLN, como grupo político ar-mado, se desarmara y que se de-dicara al quehacer político sinarmas. Aquí no íbamos a nego-ciar políticas económicas.

¿Cuál era el acuerdo más fa-vorable que esperaban?

El acuerdo ideal era cómofortalecer la institucionalidad de-mocrática y que los salvadoreñospudiéramos vivir en paz y en de-mocracia. Nosotros decíamos: sicon esta negociación salimoscon una democracia fuerte, en-tonces ese era el acuerdo ideal,sin ganadores ni perdedores.

¿Lo inadmisible era negociarel modelo económico?

No teníamos que ir a negociarcon el FMLN políticas económi-cas ni ellos tenían el derecho. Te-nían el derecho de participar conigualdad de condiciones en unproceso abierto, libre y transpa-rente. Se podía aceptar que tuvie-ran logros para sí por el hecho deestar armados, pero si ellos que-rían implementar otro modeloeconómico primero debían bus-car el respaldo de la población enun proceso abierto. Para eso eranecesario fortalecer la institucio-nalidad democrática, porque elproceso recién había comenzadoen 1984, nos hacía falta, y todavíahace falta.

¿Quién le ayudó en arquitectu-ra de la propuesta que hizo el díade la toma de posesión?

Participamos el doctor Calde-rón Sol, el mayor, el doctor Esco-bar Galindo y el doctor Santama-ría. Fue una participación delpartido y David Escobar, que nosayudó mucho en la conformacióndel discurso.

¿Qué había aprendido de laexperiencia del PDC?

Que nunca esquematizó unproceso; sólo hacían un llamado,platicaban por un día y nada más.Eso generaba mucha desconfian-za; por eso nos opusimos a ese es-quema. El presidente (Duarte)quería ser la figura; el presidenteviolentaba la Constitución porquelo que le mandaba en ese mo-mento era capturar a todos los de-legados del FMLN y apresarlos.Nosotros, primero, no veíamos aun FMLN comprometido con unproceso de negociación; habíaque manejar las cosas de otra ma-nera porque sólo se daba espaciospara que el FMLN despotricarasin adquirir compromisos.

EN COSTA RICA.El segundo encuentro

entre representantesdelgobierno y la guerrillase realizó en octubre en

San José, Costa Rica.Eduardo Sancho y

Guadalupe Martínezfueron captados

haciendo ejercicios,antes de comenzar la

jornada.

ASESOR MILITAR. El entonces coro-nel Mauricio Vargas se incorporóa la segunda ronda de diálogocomo asesor gubernamental enmateria militar.

COMISIÓN POLÍTICADEL FMLN.

GuadalpueMartínez,

DagobertoGutiérrez, Miguel

Sáenz, EduardoSancho, Schafik

Hándal, RobertoCañas y Nidia

Díaz.

U E

LA RECTA FINAL

FOTO DE LA PRENSA, ARCHIVO. FOTO DE LA PRENSA, ARCHIVO.

desarmar alFM LN”

El ex presidente Cristiani comenta

8C LA PRENSA GRÁFICA DOMINGO 25 DE NOVIEMBRE DE 2001 9CLA PRENSA GRÁFICADOMINGO 25 DE NOVIEMBRE DE 2001LA RECTA FINAL

En cada entrega de estaserie presentaremos loscomentarios, opiniones y

reflexiones del expresidente Alfredo Cristiani.

Page 4: Especial Decimo Aniversario

Impreso por morellana el 01/04/2002 a las 07:53:19 PM horas

CMYK CMYKCMYK

10C LA PRENSA GRÁFICA DOMINGO 6 DE ENERO DE 2002 11CLA PRENSA GRÁFICADOMINGO 6 DE ENERO DE 2002

EN FOQUES EN FOQUES

EDWIN [email protected]

nfoques: ¿Descon-fió usted en algúnmomento de la vo-luntad de las par-tes, en la negocia-ción del proceso depaz?

Álvaro de Soto: Lo que yo leestoy diciendo ahora lo puedo de-cir 10 años después, porque todoparece más fácilmente explicabley más evidente; pero sí, en los doslados, tanto del lado del Gobiernocomo del FMLN, había sin dudasectores que deseaban una solu-ción negociada bastante menosque otros.

¿Qué sectores o personas creeque le apostaban más a una salidamilitar?

Eso es para mí difícil de decir-lo, pero la forma en que esto se re-flejaba era a través de crisis, difi-cultades y obstáculos en lanegociación. Para citarle dosejemplos: a fines de 1990, des-pués de que se había conseguidoel acuerdo de Derechos Huma-nos se produjo una reacción muyadversa a la negociación por ellado del FMLN, en el cual estesector consideraba que había quehaberle dado prioridad más biena la negociación del tema de laFuerza Armada. Se mostraronmuy reacios a aceptar la posibili-dad de fórmulas de compromisosrespecto de sus posiciones másradicales (la disolución de laFuerza Armada y de los juicios

ejemplares contra determinadosjefes militares).

bre todo para poner fin a la posi-ción predominante dentro de lasociedad y la Fuerza Armada.Apuntalar el esquema institucio-nal del Estado para proteger ypreservar los derechos huma-nos.

Tenía otros objetivos también:reformas en el aspecto económi-co y social, pero allí una de lasconcesiones que hicieron fue noinsistir en tratar de imponer a tra-

Hubo momentos difíciles ytensos. La verdad es que el diálo-go que se producía en la mesa denegociaciones propiamente di-cho no era un diálogo muy fruc-tífero; las negociaciones de fondose producían más hablando se-paradamente por ambos lados. Ycuando una persona como yo,que estaba representando el pa-pel de intermediario, presenta lasposiciones del otro, y como nohay mucho diálogo entre ellos,hay una tendencia a considerarque uno es el vocero del lado opo-sitor. Ése es un error que ocurríamuy frecuentemente.

Había acuerdo de que el diálogofuera secreto. Ya en el camino de irimplementando el acuerdo de De-rechos Humanos, al inicio de cadaronda se daban denuncias de quese estaban violando algunas co-sas. Hubo en algún momento exas-peración de estar teniendo que li-diar con la negociación y este tipode cosas.

Desde luego que sí; ése era unaspecto bastante exasperante. Pa-ra mí una de las lecciones que heaprendido de la negociación deEl Salvador es que la mayor prue-ba de la seriedad de la negocia-ción es si las partes están respe-tando su confidencialidad. Porejemplo, en los últimos días delas negociaciones sobre las refor-mas constitucionales que se cele-braron en México, en abril de1991, nada trascendió a la prensa.Entre menos filtraciones, más se-rias y mejores posibilidades tieneuna negociación de tener éxito.

¿Qué es la experiencia que hacapitalizado Naciones Unidas delproceso de paz salvadoreño?

Hay muchas. Una de las pri-meras es cómo manejar comple-jas operaciones que requieren deuna sincronización muy cuida-dosa de reformas en el campo ci-vil y militar. Ésta fue una de lasprimeras operaciones en las quemanejamos una misión paraayudar a las partes. Eso dio unaenorme experiencia a NacionesUnidas y que hemos utilizado enotras ocasiones.

DIEZ AÑOS DESPUÉS DIEZ AÑOS DESPUÉS

Un capítulocerrado

IQBAL RIZA, EL PRIMER

JEFE DE LA MISIÓN DE NA-

CIONES UNIDAS EN EL

SA LVA D O R , DICE QUE SÓ-

LO ESTÁN ESPERANDO LA

INFORMACIÓN DE SUS RE-

P R E S E N TA N T E S EN El Sal-

vador sobre el tema del

Fondo de Lisiados para

oficializar que después

de 10 años ha conclui-

do el cumplimiento del

Acuerdos de Paz.

El Secretario General (KofiAnnan) tendría que decir que to-do está resuelto en el Fondo de losLisiados porque no hemos recibi-do más detalles. Una vez que ten-gamos la confirmación a travésde la oficina del PNUD, entoncesse podría tomar una decisión, to-davía está pendiente.

¿Cree que antes del 16 de eneropuede haber una resolución en esesentido?

Yo creo que sí, si recibimosuna confirmación de la oficina enSan Salvador.

¿No se puede decir que el tema dela verificación sea un tema ya ce-rrado entonces?

Una vez que se haya conclui-do este último paso.

¿Cree que El Salvador tiene ya lafuerza institucional, democrática,para no tener vigilancia y escruti-nio internacional de las actuacio-

nes estatales?En mi opinión sí. La sociedad

salvadoreña ha demostrado unamadurez política que es impre-sionante. Ambas partes tenían lavoluntad política de cumplir. Sinesta voluntad política no se hu-bieran podido cumplir estosacuerdos detallados, exigentes.Desde mi punto de vista no hayninguna razón para una supervi-sión internacional.

Hay personas que dicen que mien-tras no haya un cambio de Gobier-no, que un gobierno de derechapermita a un gobierno de izquierdaasumir en el Ejecutivo, no se puederealmente saber si realmente elproceso es sólido, que puede haberalternabilidad.

Yo acabo de decir que en miopinión no hay necesidad parauna supervisión de los procesosen El Salvador, pero en las elec-ciones sería un aspecto positivo

tener una observación interna-cional que tienen ahora muchospaíses. Pero aparte de éste yo creoque no hace falta un papel inter-nacional. Si las elecciones sonlimpias, si surge un partido de laderecha o de la izquierda esto de-pende de los votantes.

¿Hay lecciones del proceso salva-doreño para esfuerzos de pacifica-ción en el mundo?

Sí hay lecciones. Primero, sihay un conflicto de esta naturale-za, conflicto civil, hay que nego-ciar un acuerdo preciso y claro,donde los compromisos quedenbien entendidos y no haya unaopinión o caso para argumenta-ción.

el país todavía se encuentra enproblemas.

EDWIN [email protected]

nfoques: Usted puedeconfirmarnos si Nacio-nes Unidas estará aquípresente para la cere-monia del cierre de ve-

rificación del Acuerdos de Paz?Iqbal Riza: Claro que vamos a

tener representación; no hemosdecidido quién iría, pero sí habríarepresentación.

¿La verificación de Naciones Uni-das ha concluido ya en el procesode paz salvadoreño?

Casi ha concluido. La mayorparte del aparataje fue concluidohace tiempo. Fueron cuatro ocinco temas pendientes el añopasado. Y se resolvieron todos,con la excepción de un tema: elFondo de los Lisiados. Y estoy in-formado de que ya hay un acuer-do que concluyó en diciembre.Entonces, si ya hay un acuerdocon el Fondo de los Lisiados sepuede decir que ya efectivamentehemos llegado al fin del proceso.Claro, que se tiene que tomar unadecisión formal de concluir esteproceso.

Esa decisión, ¿quién debe tomar-la?

“”

La sociedadsalvadoreña hademostrado unamadurez políticaimpresionante... No hayninguna razón parauna supervisióninternacional.

E

“Estuvimosal borde del

precipicio”ÁLVA R O DE SOTO RECAPITULA ALGUNOS DE LOS MOMEN-

TOS MÁS DIFÍCILES QUE TUVO QUE SOR TEAR EN SU PA P E L

DE mediador para lograr que el Gobierno y la gue-

rrilla llegaran a un acuerdo de finalización de la

guer ra.

vés de la negociación un modelo.Aceptaron que el modelo econó-mico y social tenía que ser fijadopor quien resultara democrática-mente elegido en las elecciones.

Así que es muy difícil compa-rar, llegar a hacer un parámetrode quién concedió más.

E

Al final de la negociación,¿quién cedió más con respecto alos puntos pactados de la negociación?

No me parece que partían deposiciones equitativas, no era co-mo una negociación de orden co-mercial.

El Gobierno tenía como obje-tivo poner fin a la insurrección yconseguir la disolución delFMLN y su desarticulación comofuerza militar y como amenaza ala Fuerza Armada.

Mientras que el FMLN teníamás bien reformas de carácterpolítico, en el sistema político, so-

¿Sintió usted alguna vez que al-guna de las partes creyera que pre-sionaba para que prevaleciera laopinión de la otra parte?

Es probablemente uno de loscasos en los que Naciones Unidasha incursionado en el tema deocuparse de las causas profundasdel conflicto. Porque si usted ve elAcuerdos de Paz: Fuerza Arma-da, el inicio de una reforma delpoder judicial, algunas cosas delsistema electoral. También está lacreación de la Policía NacionalCivil y la creación de la Procura-duría sobre Derechos Humanos.Pero el conjunto de esto es en rea-lidad la creación o la reforma deinstituciones a fin de apuntalar eltema de derechos humanos.

Y esto abrió el camino paraque el Consejo de Seguridad mis-mo tomase un interés de fondopor los derechos humanos, queantes había sido terreno vedadopara él. Las negociaciones erannegociaciones políticas y no depaz y seguridad. Ahora se trató deir a las causas profundas.

Otro ejemplo es la reformaconstitucional acordada a finesde mayo de 1991. Allí el problemamás bien surgió por el lado delGobierno. Les costó mucho acep-tar la inevitabilidad de hacer re-formas profundas a los capítulosde la Constitución, incluidos losque otorgaban un papel a la Fuer-za Armada que no deberían co-rresponder a las institucionesmilitares dentro de una Constitu-ción democrática y moderna, ta-les como el ser el defensor de laseguridad pública. Pero esos pro-blemas también se resolvieronfaltando días.

Ésos fueron dos momentos enlos que estuvimos al borde delprecipicio y en los que finalmentedimos el paso atrás en lugar delpaso hacia adelante.

Últimamente en Latinoamérica, in-cluso en El Salvador, se ha dado al-guna conflictividad por problemaseconómicos, ¿en su opinión faltaalgo que hacer en la materia de par-te de lo que provocó el conflicto pa-ra evitar que haya nuevos conflic-tos como el que hubo en ElSalvador?

Estamos hablando de la justi-cia social. Cada sociedad tieneque buscar la justicia social; peropara los países pobres, no avan-zados, puede ser muy difícil acausa de la reflexión de las reali-dades mundiales. Los países ri-cos avanzados todavía dominaneste tema internacional, por lotanto, los países que producen losproductos básicos tienen unadesventaja tremenda, aparte delpetróleo. Pero café, algodón, etc.,están perdiendo su poder de ne-gociar, vender, a causa de los pre-cios bajos, aranceles, etc.

¿Es decir que estamos en una en-crucijada difícil?

Claro. Algunos países hanmanejado mal su economía, noes culpa puramente de los paísesricos.

¿Cómo se puede manejar la exas-peración que puede haber en gru-pos sociales en cada país, que almargen de cuál sea la razón estánexigiendo que sus condiciones devida mejoren?

Se ha hablado mucho en losúltimos años de la globalización yla interdependencia. Entonces,esto implica que los países quehan beneficiado en el pasado aeste sistema internacional, es de-cir los países ricos, los países quehan sido colonialistas, tienen quehacer un esfuerzo mucho másfuerte para ayudar a los paísespobres. Y aunque han hecho mu-chos acuerdos y esfuerzos, toda-vía falta. Y no puede ser solamen-te la vía de la ayuda económica yfinanciera, sino ayudar a los paí-ses pobres para desarrollar suscapacidades en la producción y elcomercio, para que puedan ga-nar sus ventajas en vez de recibirayuda financiera.

Y la segunda necesidad es quesin la voluntad política de laspartes no se puede cumplir unacuerdo. Hemos visto un ejem-plo. En Angola teníamos unacuerdo, pero un lado estaba de-terminado a sabotear; entonces

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