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ESPAGIRIA: La Alquimia Vegetal Hace un par de meses, meditando con una raíz de tomillo para ver de qué forma podía utilizarla, lo único que se me manifestó fue la raíz carbonizada, como convertida en cenizas… Esa raíz fue extraída en luna negra, en la estación de invierno y con todo un proceso de conectar con la dríada de la planta para solicitar la extracción de la misma, buscando una planta concreta que pudiera darme su potencial y su vida para ayudarme en un proceso (una experiencia muy emotiva e impactante, por cierto, el ver y sentir cómo esa energía de la planta, tras mi petición, se retira voluntariamente de la misma para poder seguir su ciclo en alguna otra planta que lo necesite). El caso es que pensé que podría quemarla a modo de incienso (posteriormente al proceso de secado), aunque había algo que no me cuadraba demasiado, pero dejé ahí el asunto, a la espera de recibir más información en alguna meditación. En otra meditación con un cuarzo, preguntando expresamente sobre qué proceso debía hacer con esa raíz, lo que “vi” fue humo, lo que me confirmó que debía quemarla, pero me parecía algo demasiado común como para terminar así un proceso tan mágico y especial…

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ESPAGIRIA: La Alquimia Vegetal

Hace un par de meses, meditando con una raíz de tomillo para ver de qué forma podía

utilizarla, lo único que se me manifestó fue la raíz carbonizada, como convertida en

cenizas…

Esa raíz fue extraída en luna negra, en la estación de invierno y con todo un proceso de

conectar con la dríada de la planta para solicitar la extracción de la misma, buscando una

planta concreta que pudiera darme su potencial y su vida para ayudarme en un proceso (una

experiencia muy emotiva e impactante, por cierto, el ver y sentir cómo esa energía de la

planta, tras mi petición, se retira voluntariamente de la misma para poder seguir su ciclo en

alguna otra planta que lo necesite).

El caso es que pensé que podría quemarla a modo de incienso (posteriormente al proceso de

secado), aunque había algo que no me cuadraba demasiado, pero dejé ahí el asunto, a la

espera de recibir más información en alguna meditación. En otra meditación con un cuarzo,

preguntando expresamente sobre qué proceso debía hacer con esa raíz, lo que “vi” fue

humo, lo que me confirmó que debía quemarla, pero me parecía algo demasiado común

como para terminar así un proceso tan mágico y especial…

Días más tarde, buscando otra cosa por Internet fui a para por “casualidad” a una página

donde se hablaba del uso de la ceniza de las plantas y no estaba buscando nada relacionado

con ello. Si, si, ya se que no es casualidad…

Y de esta forma llegó a mí una información de la que nunca había oído hablar que le dio

sentido a mi visión (seguramente los versados en Alquimia sí conozcan este proceso):

La ESPAGIRIA

Se trata de un procedimiento alquímico mediante el cual en la Edad Media se elaboraban

medicinas, a través de la fermentación y destilación de una planta sumado a la extracción

de los componentes minerales de las cenizas de la misma.

Los medicamentos “espagíricos” se basan en la elaboración de una tintura de la planta,

recolectada en la fecha adecuada (en función de la época del año, la luna o las influencias

astrológicas) para el uso que queramos darle, añadiendo la ceniza de la misma planta. Con

la ceniza, se separa así el componente mineral, tratado de forma independiente y añadido a

la tintura se potencian las propiedades de la misma.

La palabra ESPAGIRIA la encontramos documentada por primera vez en las obras de

Paracelso (1493-1541): ("Spagiria") del griego "spaô", extraer y "ageirô" reunir.

«Darumb so lern Alchimiam, Die sonst Spagiria heibt,

Die lernt das falsch scheiden von gerechten».

«...por eso aprende la Alquimia, que de otro modo es llamada Espagiria,

ella enseña a separar lo falso de lo justo».

Paracelso, Opus Paramirum

Paracelso fue iniciado en la Espagiria en Constantinopla, se cree que por Solimán

Trismosin, alquimista granadino desterrado a Estambul.

La misma palabra “espagiria” ya nos indica el proceso de extracción primero y la unión

posterior de las cenizas con la tintura (extraer y reunir). Es lo que en Alquimia se conoce

como solve et coagula, paradigma de todas las ciencias herméticas, simbolizando los dos

estados polares de la materia: Sulfuro y Mercurio.

Y es que la Espagiria se basa a su vez en los tres principios fundamentales alquímicos de:

-Mercurio: el principio de máxima disolución a que tiende el Sulfuro. Elemento AGUA,

femenino. El Espíritu.

En la Espagiria sería el extracto de alcohol de la planta, la destilación, portadora de la

esencia de la vida de la misma.

-Azufre (sulfuro): el principio de la inflamabilidad, es la máxima densidad a la que tiende

el Mercurio. Elemento FUEGO, masculino. El Alma

Son las cualidades de la planta, su aceite esencial, extraído mediante la evaporación.

-Sal: el principio de la no acción e incombustibilidad, es el tercer elemento que completa

los estados extremos, detiene temporalmente la dinámica del espíritu universal (Spiritus

Mundi), apresándolo en su cristalización. Elemento TIERRA, neutro. El Cuerpo.

Representa las cenizas del vegetal, las sales minerales extraídas de las mismas.

La elaboración de la ceniza, representa a su vez todo un ritual de muerte y resurrección…

El nuevo renacer como el Ave Fénix de una forma pura, renovada…

El fuego, destructor, purificador y transmutador por excelencia, se encarga de separar de la

planta su parte impura, dejando sólo la pureza. Elimina la materia y la convierte en espíritu,

el Spiritus Mundi, el Espíritu de la Naturaleza, esencial en la práctica espagírica.

El proceso espagírico de creación de la ceniza consiste en hacerla del residuo de la

destilación de la planta, no de otra planta independiente, dicho de otra forma: al destilarla y

crear el alcohol y la esencia que forman la tintura, el cuerpo ya muerto de la planta (caput

mortuum) debe ser purificado a través de fuego y agua, calcinándolo dando lugar a unas

cenizas de color claro, disolviendo una parte de ellas posteriormente en agua (o en la

tintura). De nuevo solve et coagula: la coagulación posterior se haría a través de una lenta

evaporación del agua, adquiriendo así una sal de color blanco que se uniría a la tintura

previamente hecha.

Los principios activos de la planta quedan en la tintura, el componente vital sería el alcohol

y la sal creada de la ceniza sería el soporte sólido. De nuevo tres componentes separados y

unidos, generando una muerte y una resurrección.

Y la verdad es que le encuentro bastante sentido teniendo en cuenta que cada planta es un

ser vivo con un espíritu, el cual tendremos en cuenta con profundo respeto para la

elaboración de todo el proceso. Pienso que si elaborásemos la ceniza de una planta

independiente, perdería el sentido de unión absoluta y armónica de todos los componentes

antes citados.

Símbolos alquímicos utilizados en la Espagiria

Actualmente a la Espagiria, considerada una ciencia hermética, también se la denomina

Medicina Kémica. La diferencia de la misma con la homeopatía (que se asemeja bastante)

es precisamente que la homeopatía no tiene en cuenta esa parte espiritual de la planta, el Od

de los hebreos, Pneuma para los griegos, Anima para los latinos, Ruh para los

musulmanes…

Además la Espagiria, como muchas otras disciplinas médicas, considera que la enfermedad

es un reflejo físico de un problema en el alma.

El concepto “Kémico” proviene de Egipto, el antiguo país de “Kemi” (o Kemet) o de la

“Tierra negra” (cabe destacar que de esta palabra surgió la palabra “Al-kémico”, Alquimia).

A diferencia de la medicina tradicional, término de la cual procede de los “Medos” o

Persas, que plantean la curación basándose en la oposición de los contrarios, la medicina

kémica desarrolla su sistema basándose en la curación por lo semejante, lo que

posteriormente daría lugar también a la medicina simpática, Ley (o teoría) de las signaturas

(el que las plantas tengan signos físicos de sus propiedades mágicas y terapéuticas) y

homeopatía.

Alquimia medieval árabe

En la Edad Media, tanto en el mundo cristiano como en el musulmán, ambas corrientes

(meda y kémica) se desarrollaron conjuntamente, pero ya en el siglo XVI se adoptó

oficialmente el paradigma médico, relegando el kémico e incluyéndolo dentro de las

“Ciencias malditas”.

La documentación alquímica y espagírica pudo salvarse gracias a Felipe II (1556-1598),

quien recuperó muchas obras escritas en árabe y hebreo, procedentes de expolios de

bibliotecas de Al-Andalus, y se rodeó de alquimistas, elaborando de nuevo procesos que

pasarían a la historia ocultos en bebidas alcóholicas elaboradas por monjes.

En la Espagiria es fundamental establecer en cada paciente la situación entre mercurio y

sulfuro, nacimiento y muerte, o edad biológica, observando las leyes herméticas, la

astrología, etc. Determinando un patrón físico (la Sal), energético (Mercurio) y mental

(Azufre) hacia el que se debe tender para la curación, un equilibrio entre los tres.

La confección del remedio y su dosis se establece a través de la Ley de las Signaturas, la

aplicación del álgebra sagrada, los ritmos del sol y la luna… en general los ritmos del

Universo. Se aplica lo que se llama “Ritmificación”, vinculando así un ritmo conveniente

en las dosis para cada paciente, estableciendo una alineación entre el orden y el caos (o

tendencia entrópica).

Es esencial tener un profundo conocimiento de las leyes de la Naturaleza y extrapolarlo a

su influencia en el cuerpo humano.

PROCESOS PRÁCTICOS:

1º. Seleccionar la planta que vamos a utilizar:

De entrada hay que aclarar que la medicina espagírica será para ingestión, ya sea en gotas,

infusiones… y también para tratamientos externos (ungüentos, pomadas, etc.), por lo que es

sumamente importante el documentarse bien sobre la planta que vayamos a utilizar, no sólo

por si es tóxica o venenosa, sino que hay que asimilar bien todas sus propiedades y

contraindicaciones. Si albergáis la más mínima duda al respecto, no lo hagáis.

Dicho esto, aquí tenéis un enlace general de las propiedades de las plantas, pero si vais a la

sección de Magia y Ocultismo, al Mapa de sección, encontraréis la etiqueta de Botánica

Oculta. Esta misma os llevará a otros temas más específicos de plantas.

http://www.ekiria.org/content/glosario-y-propiedades-magicas-de-las-plantas

Las plantas básicas utilizadas en la Espagiria son las siguientes:

Día

Planeta Poder Órgano

Físico Símbolo Hierba

Nombre

Oficial

Sábado Saturno Estabilidad Bazo W Cola de

Caballo

Equisetum

arvense

Domingo Sol Auto-

Consciencia Corazón Q Eufrasia

Euphrasia

officinalis

Lunes Luna Desarrollo

Psíquico

Cerebro o

Tronco

Cerebral

R Berro Nasturtium

officinale

Martes Marte Energía Vesícula

Biliar U Albahaca

Ocimum

basilicum

Miércoles Mercurio Iniciación y

Comunica-

ción

Garganta/

Tiroides S Hinojo

Foeniculum

vurgare

Jueves Júpiter Asimilación Pulmones o

Estómago V Melisa

Melissa

officinalis

Viernes Venus Armonía Riñones n Pie de León Alchemilla

vulgaris

(Cuadro extraído del libro “El Sendero de la Alquimia”, de Mark Stavish, traducido por Mavon para Zona de Caos: http://www.zonadecaos.com/Articulos2010/Espagiria.html )

2º. Recolección de la planta:

Como ya se ha comentado, es muy importante el tener en cuenta el Spiritus Mundi de la

planta, por lo que cuando vayamos a recolectarla debemos tener en cuenta la luna, la

estación del año para que la planta esté en su máximo apogeo energético y entonces

seleccionarla. Contactar con ella, con su energía, solicitarle permiso y cuando se nos haya

dado, tomar de ella lo esencialmente necesario para el proceso sin arrancarla, sólo cogiendo

ramitas. No hay que abusar y empezar a cortar ramitas por el simple hecho de acumular…

Una vez recolectada, agradecerle y si es posible regarla, ponerle abono o algo de comida

para los animales.

Recordad que para mantener un buen equilibrio con la naturaleza, debemos ser conscientes

de que no podemos hacer un uso –o abuso- unilateral, sólo en nuestro beneficio. Todo lo

que hacemos resuena en los tres planos, así que la ofrenda también alimentará los tres

planos.

La recolección no puede ser un acto mecánico, sino que tenéis que hacerlo como un acto

espiritual, con un proceso interior previo y una conexión y respeto adecuados al entorno

natural.

Si no tenéis posibilidades de recolectar vosotros la planta la podéis comprar en algún

herbolario, pero tened en cuenta que ese primer paso energético ya se habrá perdido.

ADVERTENCIA:

En el caso de que no sepáis diferenciar las plantas en su medio natural, no os arriesguéis

nunca a coger una planta equivocada. En ese caso, pese a lo anteriormente citado,

compradlas siempre en un herbolario.

3º. Elaboración de la Tintura:

De entrada comentar que ya existe un tema sobre las tinturas muy interesante que hizo

Zaphiro:

http://www.ekiria.org/content/las-tinturas

Pero pondré cuatro datos aquí para que quede una idea general.

Dentro de las múltiples formas de hacer tinturas, algunas muy costosas por el precio de los

materiales, explicaré brevemente la más sencilla, elaborada por maceración:

1. Se toman las hojas, flores, o ramas de la planta que vayamos a usar, se lavan bien de

posibles restos de tierra, telarañas, etc. Y se dejan secar a la sombra. Una vez secas

se ponen en un recipiente con alcohol de graduación diferente en función de la parte

de la planta utilizada. La proporción será de 100 a 300 gr de planta por litro de

alcohol en función de si sus principios activos son muy fuertes o más suaves.

Cuando la sustancia es muy activa 50 gr por litro pueden bastar.

Tipo de alcohol Tiempo de maceración

FLORES 60º 1 semana

HOJAS 70º 2-3 semanas

CORTEZAS Y

RAÍCES 80º 3-4 semanas

1. Transcurrido el tiempo de maceración, filtrar la planta con un filtro de gasa o papel

(no de metal) y estrujar bien para terminar de extraer los aceites esenciales que aún

pudieran quedar en la planta. Se pueden usar filtros de café o papel de filtro de

laboratorio.

2. Resguardar la tintura en botes herméticos y opacos, bien guardados para que la luz

del sol no haga perder sus propiedades.

La tintura ya contiene en este momento el Mercurio (alcohol y agua -si lo hemos hecho

mezclando agua-) y el Azufre (aceites esenciales). Hemos realizado el solve. Cuanod le

incluyamos la ceniza calcinada (la Sal) generaremos el coagula.

Encontraréis en Internet métodos más complejos y sofisticados, pero la idea es transmitir al

alcohol las propiedades de la planta.

Hay procesos en los que por ejemplo, antes de realizar la tintura se deja fermentar la planta

unos días en agua, de forma que el proceso de fermentación produce cambios estructurales

en el vegetal y por lo tanto conduce a la formación de nuevas sustancias.

Personalmente descartaría esta opción, ya que nos arriesgamos a que en lugar de fermentar

se pudra.

Otros ejemplos recomiendan la destilación de la planta, creando así por una parte “Agua de

esa planta” y por otra “Aceite esencial puro”, pero este sistema es prácticamente inaccesible

para nosotros, dado el coste del material y la necesidad de un gran espacio para producirlo

todo.

También se puede tener en cuenta el día y hora astrológicos adecuados para elaborar la

tintura, en función del planeta regente de la planta escogida (se puede ver en el cuadro

anterior), de forma que si tomamos consciencia de la misma en el proceso, le otorgará

mayor poder y carga energética a lo que estamos haciendo.

La manipulación de la planta en todo el proceso es también muy importante: el contacto

físico de la planta con nuestras manos nos ayudará a entrar en sintonía con su esencia, con

el proceso en sí, con los cambios alquímicos que vamos a hacer, creándose una

transformación análoga en la planta y en nuestro interior.

4º. Calcinación del residuo de la planta:

Bien, aquí entramos en el quid de la cuestión que me ha traído hasta este tema .

De nuevo es necesario advertir, ya que aquí necesitaremos elaborar las cenizas con fuego.

PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS:

-¡Ojo! Esto no es un juego. Es muy importante que cualquier manipulación con fuego se

haga en un lugar adecuado y con las precauciones necesarias para no provocar un incendio.

-Lo ideal sería poder hacerlo en una chimenea o barbacoa… o, si disponéis de ello, dentro

de un caldero, y colocad siempre los recipientes sobre superficies ignífugas (nunca lo

hagáis sobre una mesa de madera, por ejemplo).

-Ni se os ocurra hacerlo en campo abierto o en la montaña.

-Tened a mano agua por si acaso hiciera falta apagar el fuego.

-Utilizad guantes para no quemaros y los utensilios necesarios para poder manipular e ir

removiendo las cenizas.

Dicho esto…

Necesitaremos:

1. Un lugar para realizar el fuego (chimenea, barbacoa, caldero…)

2. Recipiente ignífugo de cristal apto para horno (tipo pyrex) o recipiente metálico. En

caso de que hiciéramos el fuego dentro de un caldero no sería necesario este

recipiente.

3. Guantes para manipular sin quemarnos.

4. Varilla o cuchara metálica para ir removiendo el fuego (no de madera).

5. Mortero

6. Alcohol

7. Agua (por si hace falta apagar el fuego)

8. Recipiente hermético opaco para guardar las cenizas.

Procedimiento:

1. Tomamos el residuo de la planta que ha quedado después de la realización de la

tintura (el Caput mortuum que hemos mencionado anteriormente) y lo colocamos en

un recipiente de vidrio apto para horno (tipo pyrex) o en un recipiente metálico.

2. Prended fuego a la planta dentro del recipiente (con las precauciones ya

mencionadas). El resto de tintura (algohol) adherida en ella facilitará la combustión

y al quemarse quedará a su vez eliminado. Si se hace en un interior, hacedlo bajo el

extractor de la cocina para que no se llene la casa de humo. Para que el fuego no se

apague hay que irlo removiendo para airearlo y que el aire avive las llamas.

3. Una vez quemada y dejándola enfriar, colocad las cenizas en un mortero y molerlas,

siendo conscientes de nuevo del proceso, de la actuación que estamos realizando. Si

las cenizas resultantes son demasiado negras habrá que repetir el proceso de

quemado, rociando con un poco de alcohol, hasta que se hayan vuelto claras,

repitiendo todo el proceso también de molerlas, lo que facilitará que se tornen más

claras de una forma más rápida.

4. Guardar las cenizas una vez frías en un recipiente hermético en lugar seco y a

oscuras y unirlas con la tintura cuando ésta esté realizada tras el proceso de

maceración. La ceniza se disolverá en seguida en el líquido.

5. Esta mezcla final se puede dejar en reposo de nuevo al menos durante un mes lunar

(28 días) o un mes alquímico (40 días). Aunque en este punto he encontrado algunas

diferencias entre los autores… Algunos no mencionan este proceso final.

CONCLUSIONES FINALES:

Como he mencionado, el uso de la Espagiria antiguamente era a nivel de sanación,

suministrándose gotas o creando pomadas o ungüentos en función de lo que el “Kémico”

(no médico) detectase en el paciente…

Bien, dado el riesgo actual de aplicar una mala administración por una persona que no se

informe bien y no tome todas las precauciones antes descritas, y dada la actual seriedad en

estos temas de los organismos competentes a nivel de sanidad, desaconsejo totalmente su

uso como ingesta, pero creo que todo el proceso espagírico nos puede dar una visión más

amplia de los procesos internos y externos de las energías que mueven el universo, de los

cuales, seamos conscientes o no, formamos parte.

Creo que la tintura final a la cual se le ha añadido la ceniza puede sernos de gran utilidad en

los mismos procesos en los que aplicamos la tintura.

Su uso en rituales, limpiezas, exorcismos o simplemente añadiendo unas gotitas a un baño

o quemando en un esenciero unas gotas de tintura rebajada en agua o en un aceite porteador

nos da un gran abanico de posibilidades para trabajar con ella.

Habiendo sido conscientes de todo el proceso alquímico y del alcance de todo el acto en

todos los niveles, creo que nos podemos hallar más preparados para comprender los

misterios que mueven los ciclos del universo, los estados de la materia, los ciclos de vida y

muerte, solve et coagula… Y eso indudablemente es ya para nosotros una gran lección de

vida y de humildad.

"Recordad que existen dos clases de terrenos capaces de albergar

las enfermedades y de conservar en ellas profundas y duraderas huellas.

Uno de estos terrenos es la materia, es decir, el cuerpo.

El otro, inmaterial, es la esencia del cuerpo,

de naturaleza invisible e impalpable"

Paracelso