TERRITORIO

Para concluir me permito decantar el punto de partida teórico y epistemológico sobre el

concepto de territorio.

El territorio es un producto de los actores el cual se genera, crea, constituye a partir del

espacio que es anterior a él; cuando el territorio es apropiado por los actores se genera

la territorialización, donde se hace manifiesto relaciones de poder representadas por

medio de redes, flujos y centralizaciones que presentan permanencias variables, pero

su estructura es fija. En el preciso instante en que se produce y reproducen relaciones

sociales de poder en un espacio; este poder Raffestin lo divide en dos: 1- poder está

ligado con el saber, con la heterogeneidad de las relaciones de fuerza y dominio. Se

manifiesta en las relaciones como intercambio o comunicación, donde se hace

manifiesto sus características como son la intencionalidad que da cuenta de sus fines y

resistencia como expresión de la relación asimétrica y 2- Poder se manifiesta por

medio de aparatos que marcan el territorio, controlan la población (natalidad,

mortalidad) y los recursos,, del cual el primero es el màs eficaz y peligroso ya que es

originado por organismos.

El poder se encuentra presente en cualquier producción apoyada en el espacio, del

cual surgen dos tipos de relaciones 1- simétrica donde los costos y beneficios son

equivalentes para las partes involucradas, no se ejerce violencia simbólica, lo que da

lugar al crecimiento de las organizaciones y no al decremento o desaparición de otros y

2- asimétrica en la cual el crecimiento de una organización conlleva al decremento de

otra y a la destrucción de su estructura posteriormente, negando las necesidades del

otro a medida que uno de los actores acepta las necesidades con relación a las

equivalencias forzadas (Raffestin, 2011, pág. 30)

El territorio es un espacio en el cual el trabajo es proyectado (medios de producción

para Lefrebvre), al igual que la información y la energía, donde se encuentran

relaciones de poder simétricas y asimétricas. Las representaciones no tocan al espacio,

a no ser que sea utilizado para relaciones sociales, en los cuales se asegura un

dominio del poder y una organización por medio de él. De igual forma es un

reordenamiento del espacio, cuyo orden se busca en los sistemas informáticos de los

cuales dispone el hombre para establecerse de dentro de una cultura, estas

modificaciones territoriales constituyen una semiotizaciòn del espacio, progresivamente

“traducido” y transformado en territorio. (Ibíd.)

Por lo tanto, un espacio se cualifica en territorio por medio de relaciones de interacción

que generan una delimitación, permitiendo la reproducción de la estructura social y de

su organización dentro del espacio socializado (García, 1976). Conceptos como mallas,

nudos y redes (desde los sistemas informáticos, lo cual hace referencia a los mapas

que son las representaciones del espacio) son invariantes en el sentido en que todas

las sociedades contemporáneas las han utilizado por medio de prácticas sociales y

conocimiento (Raffestine, 2011); lo cual da lugar a la creación de prolongaciones

materiales para señalar territorios generando la territorialidad, por consiguiente el

territorio es una prolongación del organismo, por medio de los sentidos (olfato, visual,

vocal y tacto principalmente) ya que gracias a ellos se perciben, conocen y aprenden

las relaciones sociales y las normas ocultas dentro de un espacio, de la misma forma

que comportamientos y relaciones proxemicas. (Hall,1972)

Según Lefebvre (1974), el territorio está conformado por espacios más amplios, es

decir el regional, nacional, continental o mundial, por ende el espacio comprendido

desde lo geográfico o físico, social e histórico, es el territorio para Raffestine, teniendo

como punto base que esas concepciones son políticas, históricas y sociales. Un

espacio pasa a ser territorio por medio de la producción del espacio y su reproducción

dentro de una práctica espacial, ya que esta producción se hace social y culturalmente;

todo espacio tiende a la producción del mismo ya que en su principio fue naturaleza, a

medida que se va produciendo y reproduciendo por medio de la practica social este

estado natural desaparece sin dar la opción de volver a su estado original, es la materia

prima para que las sociedades conformen su propio espacio a partir de los medios de

producción.

El espacio social producido, contiene y asigna los lugares idóneos y apropiados para

las relaciones sociales de reproducción orientadas hacia las relaciones sexuales de la

especie, edades y organización familiar y las relaciones de producción “con la división

del trabajo y su organización y funciones sociales, y por tanto a las funciones sociales

jerarquizadas” (Lefebvre, 1974, pág. 91). Estos espacios sociales producidos pueden

ser dilucidados desde la territorialidad metafórica ya que por medio de esta se da

cuenta del porque la organización espacial de un territorio presenta una forma

determinada y los significados de esta, por otro lado la territorialidad metonímica es el

significado territorial en un contexto determinado (Garcia, 1976). En el espacio social

convergen los actos sociales colectivos e individuales, dando lugar a que el espacio es

vital, se despliegan en el las prohibiciones, normas, reglas de comportamiento y se

muere, convirtiéndose así el espacio social (territorio) un instrumento fundamental para

el análisis de la sociedad.

Lefrebvre (1974) a lo largo de su libro la “Producción del Espacio” analiza una triada

por medio de la cual se lleva a cabo la producción del espacio: 1- la practica espacial

comprendida por la producción y reproducción, infraestructura que funciona como

lugares de encuentros sociales asegurando la cohesión. En la sociedad moderna o

neocapitalista esta se vislumbra a partir de la relación entre la realidad cotidiana y uso

del tiempo y la realidad urbana comprendida por rutas y redes que ligan los lugares de

residencia, trabajo, y ocio, es un espacio percibido, 2- la representación del espacio

definida como el orden impuesto al espacio a partir de los medios de producción,

desplegándose en el conocimiento, signos, códigos y relaciones, por medio de la

cientificidad del ordenamiento del territorio, es un espacio concebido y 3- los espacios

de representación que son las construcciones de infraestructura que genera

simbolismos sociales y a su vez puede estar ligado al arte; es un espacio dominado ya

que son objetos los cuales son modificados y tomados desde los símbolos y signos no

verbales, es un espacio vivido.

El espacio representado es una relación y (…) sus propiedades se actualizan a través

de códigos y sistemas sémicos. Los sistemas del espacio son los límites que el sistema

sémico utiliza para representarlo. (…) Pero el sistema sémico mismo está marcado por

toda una infraestructura, fuerzas de trabajo y relaciones de producción; en una palabra,

por modos de producción. (…) eso quiere decir que la representación no toca, en el

espacio, más que aquello susceptible de corresponder a las “utilidades” sociales lato

sensu. Así pues, la representación asegura la puesta en escena, la organización, como

espectáculo del dominio original del poder. (Raffestin, 2011, pág. 102-103)

Los espacios de representación y la representación del espacio, pueden ser definidos

desde la triada de Edward Hall (1972) de los espacios, no obstante también es un

punto fundamental para la determinación de los espacios en la territorialidad

metonímica y metafórica con las siguientes características:

1- Espacios de características semifijas: demarcaciones territoriales con posibilidad

de modificar la organización de los objetos y relaciones sociales como en los

restaurantes, cafès, etc, sin embargo la delimitación de la infraestructura es

fundamental.

2- Espacios de caracteres fijos: demarcaciones territoriales que tienen como

función la organización de actividades sociales ya sea de índole colectiva o

individual. Está compuesta por normas interiorizadas de comportamiento, como

son los edificios de organizaciones gubernamentales, religiosas por ejemplo; los

cuales presentan un lugar privilegiado dentro de la estructura social y

probablemente relaciones de poder simétricas y asimétricas desde la

concepción de Raffestine y hasta la organización territorial de un pueblo, ciudad

aldea.

3- Espacio informal: Según Hala es el más importante, ya que tiene en si inmerso

las relaciones proxémicas que es el estudio de las relaciones del individuo con

su espacio social, en el cual el sentido del tacto es el más importante ya que por

medio de este las distancias entre individuos y espacios pueden percibirse.

El espacio de representación es vivido y está representado ya sea en un núcleo o

centro afectivo como la vivienda, el dormitorio, la plaza, la iglesia, cementerio, entre

otros; contiene inmersos en si escenarios de emociones como la pasión y acción, lo

cual implica el tiempo, conllevando así al estudio de la historia tanto de la

producción del espacio como de las representaciones, mediante la infraestructura,

construcciones; análisis que no debe ser llevado a cabo de manera aislada sino que

debe compaginarse en un contexto dado, el cual se encuentre dotado de

simbolismo e imaginario colectivo. (Lefebvre, 1974)

De lo anterior expuesto se hace evidente la estrecha relación entre el espacio

socializado (territorio) y la infraestructura. Para García (1976) el territorio es un

sustrato espacial imprescindible para todas las relaciones sociales y humanas, en el

cual su acceso es dado por medio de significaciones que no están determinadas por

las condiciones físicas, ya que no es posible hacer un reduccionismo de este a nivel

netamente cartográfico porque se encuentra dotado de manipulación ideológica, no

obstante el espacio no tiene importancia, puesto que para el autor cambiaría

innecesariamente la discusión sobre una antropología del territorio y por ello debe

ser integrado al territorio y denominarlo espacio territorial, lo que da lugar a un

complemento de la definición primera la cual es que el territorio es un espacio con

características sociales y culturales, es un espacio socializado. Los espacios

comparten características físicas tales como la casa, propiedades territoriales,

espacios de ubicación grupal, donde se presenta exclusividad ya sea positiva o

negativa.

Para el estudio del territorio es necesario tener en cuenta el análisis de la

infraestructura donde se lleva a cabo la socialización y culturización del espacio, la

territorialidad metafórica (relacionado con la organización espacial) y la

territorialidad metonímica (significado territorial en un contexto).

Cada espacio dentro del territorio, contiene como ya se ha manifestado

construcciones las cuales son socializadas y presentan normas ocultas, lo conlleva

a que existen espacios utilizados por cualquier individuo en la vida social y otros

que presentan restricción al momento de ingresar a ellos, esto es denominado por

García como exclusividad negativa y positiva.

En la categoría de exclusividad negativa, se encuentra presente en los territorios

reservados expresados de dos formas los que siempre prohíben la entrada o

función dentro de su organización y los que circunstancialmente lo son y de este se

deriva la exclusividad positiva, ya que en todo territorio se dan relaciones de

oposición, ya que la exclusividad negativa en una empresa por ejemplo se prohíbe

la entrada a individuos que no trabajan allí, no obstante los trabajadores si pueden

ingresar significando ello exclusión positiva. De igual forma es importante entender

que para el estudio de la territorialidad se debe tener en cuenta los derechos sobre

el uso de un territorio y las restricciones del uso (García, 1976), denotando las

relaciones sociales de poder dentro de un territorio, simetricas y asimétricas

(Raffestin, 2011)