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No podéis hacerme daño Luchy Núñez © Grupo Anaya, S. A., Madrid, 2009 Proyecto realizado por: Ana Pinar www.anayainfantilyjuvenil.com Proyecto de lectura E S P A C I O A B I E R T O

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No podéishacerme daño

Luchy Núñez

© Grupo Anaya, s. A., Madrid, 2009Proyecto realizado por: Ana Pinarwww.anayainfantilyjuvenil.com

Proyecto de lectura

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Luchy Núñez

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No podéis hacerme dañoLuchy Núñez

ARGUMENTO

P icio tieNe dieciséis años y padece dislalia, por lo que no puede pronunciar la letra «r»; sus compañeros de insti-tuto se burlan cruelmente de él. Picio no lo cuenta en casa;

¿para qué preocupar a sus padres? Además, ¿qué podrían hacer ellos? su padre y su hermana menor tienen el mismo problema de pronunciación, pero no les importa. Picio se refugia en el mundo de la fantasía, dibuja insistentemente el mar, y en sus imágenes aparece una hembra de delfín a la que el muchacho llama Bertie.

Bertie se convertirá en una suerte de «amiga invisible» que le hablará de su vida en el fondo del mar y le dará sabios consejos para enfrentarse al mundo real. cuando Picio sea capaz de acep-tarse como es y de plantar cara a los «matones» del instituto, Ber-tie podrá volver al universo submarino al que pertenece. Y Picio lo consigue gracias a que cuenta con la ayuda de Zulma, la chica que le quiere y que adora su particular forma de hablar; tiene también el apoyo de su hermanita, que con solo siete años, proporciona fortaleza a su hermano y confianza en sí mismo, con su manita en-tre las suyas, Picio se siente valiente. Pero sobre todo ha de contar consigo mismo: es inteligente, creativo, tiene sentido del humor y...

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no le dan miedo las ratas. esto último puede parecer baladí, pero le aporta el prestigio a los ojos de Los Bucardos, los bravucones que le acosan, que en el fondo esconden sus propios miedos tras la máscara de sus fanfarronerías.

LA AUTORA

LUchi NúñEz nació en tarragona. es licenciada en Filología Hispánica, articulista y escritora. su obra ha sido galardonada con numerosos premios, entre los que destacan el «césar González Ruano» y el «José María Pemán», ambos de periodismo.

cOMENTARiO

L ucHY NúñeZ Nos introduce en el instituto de un pue-blo de montaña cercano a las tres sorores, al lado de sa-biñánigo. un entorno poco frecuente en los libros para

jóvenes actuales, que o bien se desarrollan en grandes ciudades, o bien hablan de los pueblos como lugares de vacaciones, de refugio o de «exilio». Y, sin embargo, los pueblos son el lugar donde, no lo olvidemos, siguen haciendo su vida cotidiana muchísimas per-sonas. ese entorno tiene sus peculiaridades: todos se conocen, con lo que ello tiene de bueno y de malo, se está siempre ante la mirada del vecino; también se podrá, llegado el caso, contar con su ayuda.

Y la naturaleza, Picio, el protagonista contempla cada día las montañas cercanas, los árboles, huele el cambio de las estaciones, escucha el aullido del lobo y conoce el lenguaje de la lluvia. Gra-cias a él, los lectores podemos vivir esas experiencias.

Por otra parte, la autora nos plantea un asunto de plena ac-tualidad: el acoso escolar. Y lo hace sin maniqueísmos: presen-tando a los acosadores como chicos de carne y hueso con su lado malo, pero también con sus aspectos positivos y sus penas y debi-lidades. igualmente, nos describe las flaquezas de Picio y se atreve a analizar cómo la conducta del acosado puede empeorar su situa-ción. Así, la responsabilidad del acoso no es solo de la sociedad, de los profesores, de las medidas contra los «matones», sino también de la «víctima» que tiene que mostrar el coraje suficiente para salir de la situación.

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La novelista consigue, además, conjugar sabiamente su des-cripción de la realidad cotidiana, en la que hasta refleja las pecu-liares formas de hablar de cada personaje, con el mundo de fanta-sía que crea su protagonista. Perfectamente entretejidos tenemos una novela realista y un maravilloso cuento en el que las criaturas marinas cobran vida y trasladan al lector a un reino mágico su-mergido bajo el océano. Y en ese cuento no solo se experimentan hermosas y extrañas aventuras, sino que se ofrece al lector toda una filosofía de la vida.

PERSONAJES

Picio

estudia cuarto de eso, tiene una hermana, su padre es taxista y su madre trabaja en un supermercado. Hasta aquí una vida de lo más normal. Pero Picio tiene dislalia. No dice «pero», dice «pedo». obviamente detesta esa conjunción adversativa que provoca las risas de sus compañeros, que de las burlas están pasando a las humillaciones. Y aunque Picio tiene un gran sentido del humor y una enorme imaginación y talento para inventar historias y para el dibujo, no es capaz de reírse un poco de sí mismo ante sus com-pañeros y hacerles frente... Aprenderá a enfrentarse con valentía a sus problemas y a hacerse respetar.

zulma

es «la chica más bajita de 4º de eso y, además, la única pelirroja y, por si eso fuera poco, la única en todo el instituto y en el pueblo que tenía un ojo de cada color. el derecho azul y el izquierdo am-barino». (Pág. 14). Además, Zulma está enamorada de Picio y le encanta su forma de (no) pronunciar la erre. su cariño y su lealtad serán de enorme relevancia para Picio, pues gracias a ella descubri-rá que nadie es perfecto.

Los Bucardos

son los matones del instituto. tato, el cachalote, carlos y Matillas hacen la vida imposible a Picio. Pero ellos esconden sus tristezas y sus problemas tras su actitud desafiante. Picio irá descubriendo que puede enfrentarse a ellos y hasta ser su amigo.

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carla

es la hermana de siete años de Picio, a ella le gusta también cómo habla su hermano. tiene el mismo problema, pero no le importa. si hay que reírse de su defecto, pues ella se ríe con los demás y ya está. esa es su lección, inocente, para su admirado hermano, que la trata con ternura, casi con devoción.

Bertie

es la joven delfín nacida de la imaginación de Picio, pero para es real, como para los lectores. ella es una maestra para el muchacho: le habla de la autoestima, del valor, de los miedos de los otros, de la confianza en los amigos, de la dureza del mundo... y de sus dulzu-ras. ella se vuelve a su mar imaginado cuando Picio ya no la nece-sita, pero antes le cuenta que va a tener un delfinito; ¿dibujará Picio de nuevo algún día a Bertie y a su hijo?, ¿le relatará sus historias a sus propios hijos cuando él los tenga?

Por supuesto, en estas páginas conocemos a más gente: a los pa-dres de los estudiantes, a algunos profesores, como el Gallofante, a los dueños de las tiendas, a Blasa, la antigua hornera... Ya se sabe cómo son los pueblos, que no solo son un grupo de casas, sino, sobre todo, un grupo de gentes.

VALORES

esta novela está llena de frases llenas de sabiduría que, si los lectores están atentos, podrán sin duda aprovechar, para ser más felices, para hacer felices a los otros, para comportarse con respon-sabilidad y para hacer frente a las adversidades.

Aquí van algunos ejemplos:

«[…] si las cosas se pueden ver de distintas maneras es por-que podemos elegir la manera de verlas. La que más nos convenga. Y si podemos elegir, será que no estamos obligados a verlas como las ve todo el mundo». (Pág. 30).

«carla había adquirido la costumbre de cerrar su manita dentro de la de su hermano y este sentía como si diera calor a un gorrión aterido. Le gustaba saber que alguien confiaba en su for-taleza». (Pág. 34).

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«[…] sobrevivir es tener siempre presente que se es quien se es, por mucho que los demás se empeñen en que lo olvides». (Pág. 55).

«Los humanos no tienen idea de lo terriblemente fácil que es hacer que se tambalee la autoestima de cualquier individuo». (Pág. 58).

«—Nosotros tenemos recuerdos.

—Pues si se trata de eso, ¿por qué no eliges los buenos re-cuerdos en lugar de los que te lastiman?» (Pág. 91).

Y para terminar, las palabras de shakespeare que cita el pro-fe de literatura: No tienes ni la mitad del poder para hacerme daño del que yo tengo para sentirme dañado. sin duda, el bardo sabía de psicología.

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Actividades

A continuación, se ofrecen unas actividades de animación para realizar antes de leer el libro, y así suscitar el interés por su lectura, y después de leer-lo, para recrear los distintos aspectos de su conte-nido y fomentar la creatividad de los lectores.

ANTES dE LA LEcTURA

Luchy Núñez

se leerá la breve biografía de la autora que aparece al final del libro. Allí se explica que además de novelista es una periodista re-conocida y premiada. ¿Por qué no intentar localizar alguno de sus textos periodísticos en la red? seguro que también se hallan refe-rencias de los medios en los que publica. La lectura de sus artículos permitirá a los lectores acercarse a los intereses de la escritora, así como a su forma de ver la vida. Y todo ello contribuirá sin duda a la comprensión del libro que se va a leer a continuación.

No podéis hacerme daño

¿en qué situaciones decimos esta frase que da título a la historia? Propondremos que por tríos inventen escenas en las que se excla-me: «¡No podéis hacerme daño!». cada trío escenificará en el aula la escena que ha imaginado.

citas literarias

se leerán las citas que la autora ha escogido para que precedan (y acompañen) a su historia. Pertenecen a Marguerite Yourcenar, Bernardo Atxaga y Henrik ibsen. Los tres fragmentos aluden a la paz interior y a su fragilidad. sin duda, vamos a conocer en estas páginas a más de un personaje atribulado.

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conversaremos sobre esos breves textos. cuando acabemos la no-vela podremos volver sobre ellos e interpretarlos de nuevo a la luz de lo que Luchy Núñez nos relate. entre tanto, ¿por qué no inves-tigar un poco sobre los tres autores seleccionados? cada uno leerá a sus compañeros algún fragmento de una obra de esos autores y explicará los motivos de su elección.

Seguir el índice

en el índice del final del libro aparecen los títulos que la autora ha puesto a cada capítulo. Algunos casi parecen sentencias o retazos de una arcana filosofía. cada lector seleccionará uno y tratará de darle sentido escribiendo un breve relato basado en una experien-cia personal.

Eso no le produjo alegría

Leeremos el primer capítulo del libro, que se titula como esta ac-tividad. conoceremos a Picio, un chico al que sus compañeros de clase humillan. conversaremos sobre la escena descrita:

— ¿Han vivido alguna situación similar? ¿como espectadores o como acosados?

— ¿Qué debería hacer Picio?

— ¿cuáles creen que son los motivos de «los matones»?

— ¿esa actitud desafiante muestra fuerza, poder o en realidad oculta flaquezas, debilidades e incluso miedo?

— ¿Por qué «los matones» van siempre en grupo?

— ¿Y los espectadores? ¿Qué deberían hacer ellos?

Acosados

el acoso escolar es un tema que últimamente aparece con frecuen-cia en la televisión y en la prensa escrita. Pediremos que recojan esas noticias. Las analizaremos en clase y reflexionaremos sobre el tratamiento que se da en ellas a ese problema, sobre hasta qué punto los periodistas reflejan la realidad de los institutos con ob-jetividad.

Finalmente, ¿por qué no enviar una «carta al director» dando cuenta de nuestro análisis? Al fin y al cabo, los lectores, que son también estudiantes, conocen la realidad de los institutos «de pri-mera mano».

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charlas animadas

Picio, nuestro protagonista, resulta ser alguien muy especial. este deseo lo expresa poco después de iniciarse la novela: «ojalá exis-tiera la comunicación entre todos los seres vivos y no únicamente entre las personas. No daríamos tanta importancia a la manera de hablar de cada uno si tuviéramos que aprender el lenguaje de las hormigas y de los osos hormigueros, de los peces pequeños y de los escualos [...]». (Pág. 26). Propondremos que escriban cuentos en los que el deseo de Picio se haga realidad.

Picios y pecios

sin duda, aunque de Picio se burlen porque no sabe pronunciar la «r», tiene un arma muy poderosa a su disposición: el sentido del humor. Por eso es capaz de jugar con su nombre (que también le da más de un quebradero de cabeza) y bromea con los Picios y los pecios. sugeriremos que cada lector se ría un poco de sí mismo e invente juegos de palabras con su propio nombre.

Nadie es perfecto

Picio tendrá que aprender que su defecto de pronunciación en realidad no tiene tanta importancia, que todos tenemos nuestras fallas y tememos exponer ante los demás aquello de lo que nos avergonzamos. Así, ¿quién dijo miedo? invitaremos a los lectores a que cuenten con alegría sus «flaquezas»; seguro que al hablar de ellas en libertad se vuelven pequeñitas. Y no serán los otros quien se rían de uno... sino uno quien se ría de sí mismo.

Googleando

«se entretuvo en buscar en Google palabras como delfín, beluga, calderón, zifio, cetáceo, marsopa, buzo, gruta submarina, arrecife, cardumen...». (Pág. 64).

A Picio le fascina el mar, no para de dibujarlo, ni de inventar histo-rias pobladas por criaturas oceánicas. sugeriremos a los alumnos que hagan la misma búsqueda que Picio en Google. con la infor-mación y las imágenes obtenidas se elaborará un gran cartel que sin duda ambientará la clase para la lectura de una novela muy marinera que ocurre en un pueblo cercano a sabiñánigo, a los pies de los Pirineos.

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dESPUéS dE LA LEcTURA

Novela gráfica

sugeriremos que realicen ilustraciones para cada uno de los capí-tulos del libro, cuidando que se reflejen en ellas los dos mundos que se entrelazan en esta novela: el real y el submarino. con esos dibujos cada lector tendrá su propia «novela gráfica» sobre la his-toria que acaba de leer.

Objetos perdidos

«Zulma me explicó que cuando peddemos algo es podque va a otda pedsona que lo necesita más que quien lo piedde, pedo ya ha dejado la suedte en tu vida». (Pág. 22).

Propondremos que escriban relatos a partir de esta hermosa idea de Zulma. todos hemos perdido algo; ¿qué fue de esos objetos? Los lectores recrearán las «andanzas» de sus objetos perdidos. Quizá sea una forma de reencontrarlos... o al menos de pensar en cuál fue la fortuna que nos dejaron.

La sabiduría de los delfines

Bertie da valiosísimos consejos a su amigo Picio. ¿Por qué no loca-lizan todas las «sentencias» que le ofrece al atribulado muchacho? con esas frases tendremos un manual de vida, que podríamos titu-lar Aforismos del mar.

ofreceremos algunos ejemplos:

«[…] cuando no hay más remedio, sobrevivir significa adaptarse». (Pág. 54).

«Las alas son cosa de cada uno. tienes que descubrirlas tú mis-mo». (Pág. 59).

«descubrí el truco. Las cosas de fuera y los otros pueden seguir siem-pre igual. están en su derecho. soy yo quien puedo cambiar si quie-ro. en realidad, solo yo soy la dueña de mi actitud». (Pág. 104).

La realidad de las fantasías

seguro que los lectores también se dejan llevar en ocasiones por sus fantasías como hace Picio. ¿cuáles son las suyas? Propondre-mos que escriban relatos breves en los que combinen su propia

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realidad cotidiana con el mundo imaginario que pueden crear pa-ralelamente. Leeremos los relatos en el aula.

Blasa, la hornera

«su abuela Blasa, la hornera, era una anciana que vio a sus hijos abandonar el pueblo porque, muerto el padre, ninguno quiso con-tinuar con el negocio. durante años, la anciana se limitó a asar los panes y tortas que amasaban las mujeres del pueblo y las be-renjenas, pimientos, cabezas y espaldas de cordero que guisaban». (Pág. 70).

La historia de Blasa, como su oficio, apenas aparecen esbozados en el relato, y, sin embargo, resultan evocadores e interesantes. Propondremos a los lectores que se informen sobre la importancia que tenía el horno de los pueblos en los tiempos en que en las casas no había gas ni electricidad y se cocinaba en la lumbre.

cada uno escribirá después un relato sobre la juventud de Blasa y su trabajo en el horno. Los relatos incluirán alguna receta de los panes, bollos o guisos que se cocían en esos hornos comunitarios.

Tintineo de ángeles

«escurrió su pelo rojo al sol. una avispa voló a refrescarse en su cabeza y ella la sacudió con fuerza. Fue la primera vez que Picio oyó el tintineo de su pelo. sonó lo mismo que si hubiera estado enjaezado con cascabeles diminutos de cristal». (Pág. 76).

Picio no solo tiene talento para dibujar y para inventar historia. también es capaz de transformar con sus comparaciones y me-táforas un hecho corriente (sacudirse el pelo) en una experiencia maravillosa. Aquí tenemos otro ejemplo, sobre la lluvia en el mar: «[…] guarda siempre el mismo sonido, como si goteara tiempo». (Pág. 82).

Propondremos a los alumnos que creen ellos sus propias compa-raciones y metáforas sobre sonidos, olores, colores... que les «en-candilen».

Tintineo de palabras

La novela, que ocurre cerca de la montaña, está llena de palabras que tintinearán en los oídos de los lectores de ciudad: mansarda, serbal, erizón, cancela, bordas, hornera, boj, mostajos, abedules, arces... ¿saben lo que significan? entre todos elaboraremos un dic-

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cionario gráfico, en un gran cartel colgado en el corcho, que dé sentido a esas palabras y a cuantas encuentren extrañas (o tinti-neantes) en el libro que acaban de leer.

discursos

Picio se siente avergonzado por su forma de hablar. Acaba ven-ciendo sus temores. se enfrenta a la clase, y pronuncia todo un discurso. seguro que a casi todos los estudiantes les da un poco de miedo hablar en público, así será cuestión de tomar ejemplo de Pi-cio y atreverse... Les invitaremos a que escojan un cuento de terror (ya que se ha hablado tanto del miedo en estas páginas) y que se lo cuenten a los compañeros osando subir a la palestra.

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