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Escultura Barroca
Escultura barroca italiana
16/03/2015
Marta Villanueva Mas
2
Escultura barroca
Índice
1.Introdución ................................................................................................................................ 3
2.Contexto histórico .................................................................................................................. 4-5
3.Carcateristicas generales ........................................................................................................... 6
3.1.Escultura .............................................................................................................................. 7
3.1.1Bernini ...................................................................................................................... 8
3.1.1.1 Apolo y Dafne ..................................................................................... 9-10
3.1.1.2. El Rapto de Proserpina ......................................................................... 11
3.1.1.3. David ................................................................................................ 12-13
3.1.1.4. Busto de Luis XIV .................................................................................. 14
3.1.1.5. El Éxtasis de Santa Teresa ................................................................ 15-16
3.1.1.6. Sepulcro de Alejandro VII ..................................................................... 17
3.1.1.7. Cátedra de San Pedro del Vaticano ................................................ 18-19
3.1.1.8. Fuente de los cuatro Ríos ................................................................ 20-21
3.1.2 Alessandro Algardi. ................................................................................................ 22
3.1.3 Nicola Fumo ........................................................................................................... 22
3.1.4 Giuliano Finelli. ................................................................................................. 22-23
3.1.5 Pietro Tacca ...................................................................................................... 23-24
4.Conclusión ................................................................................................................................ 25
5.Bibliografia ............................................................................................................................... 26
3
Introducción
En este trabajo voy a hablar sobre la escultura barroca, como es muy amplia me centrare más
en la escultura barroca italiana. Mencionare sus características y los autores más
representativos de este periodo junto a las caracterizáis propias que hacen especiales sus
obras, también hare un breve análisis de las obras más representativas de cada uno de los
escultores. Para finalizar hare una breve conclusión ha cerca de las dificultades y los
conocimientos que he adquirido a causa de la realización de este trabajo.
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Contexto histórico
El barroco transcurre entre 1600 y 1750, el termino barroco procede de la palabra portuguesa
“barrueca” perla formada irregularmente que se asocia a la complejidad del arte de esta
época. A causa de esto se dice que es barroco a todo aquello que es irregular y complejo.
Es una época de gran depresión económica causada por el descubrimiento de América y los
problemas derivados de la oposición entre la Europa católica y la Europa protestante y la
contrarreforma religiosa producida en el concilio de Trento.
Francia y Roma se convirtieron en los principales núcleos de cultura barroca como centro de
poder político y religioso, y difusores del absolutismo y el contrarreformismo. Aunque España
estaba en una época de decadencia política y económica, tuvo un esplendoroso período
cultural (el llamado Siglo de Oro) que, aunque marcado por su aspecto religioso llevó tanto a la
literatura como a las artes plásticas a cotas de elevada calidad. En el resto de países donde
llegó la cultura barroca (Inglaterra, Alemania, Países Bajos, etc.), su implantación fue irregular.
El Barroco se forjó en Italia, principalmente en la Roma papal, donde el arte fue utilizado como
medio propagandístico para la difusión de la doctrina contrarreformista que derivo hacia un
barroco exuberante y que influyo en todo el arte europeo del siglo XVII y XVIII. La iglesia
católica entro en una enorme crisis durante la primera mitad del siglo XVI a causa de la
reforma protestante. El Concilio de Trento (1545-1563) se celebro para contrarrestar el avance
del protestantismo y consolidar el culto católico en los países donde aún prevalecían las bases
del dogma católico (sacerdocio sacramental, celibato, culto a la Virgen y los santos, etc.). Así
crearon nuevos instrumentos de comunicación y expansión de la fe católica, poniendo
especial énfasis en la educación, la predicación y la difusión del mensaje católico, que adquirió
un fuerte sello propagandístico. Esta idea se plasmo muy bien en la recién fundada compañía
de Jesús o compañía de los Jesuitas que mediante la predicación y la enseñanza tuvo una
notable y rápida difusión por todo el mundo, frenando el avance del protestantismo y
recuperando numerosos territorios para la fe católica(Austria, Baviera, Suiza, Flandes, Polonia).
Gracias a la contrarreforma el poder de la figura del papa se reforzó y mondo creó un
ambicioso programa de ampliación y renovación urbanística de Roma, especialmente de sus
iglesias, con especial énfasis en la Basílica de San Pedro. . El arte fue utilizado como un vehículo
de expresión ad maiorem Dei et Ecclesiae gloriam, y papas como Sixto V, Clemente VIII, Paulo
V, Gregorio XV, Urbano VIII, Inocencio X y Alejandro VII se convirtieron en grandes mecenas y
propiciaron grandes mejoras y construcciones en la ciudad eterna, ya calificada entonces
como Roma triumphans, caput mundi («Roma triunfante, cabeza del mundo»).
Desde el punto de vista artístico, también tuvo una gran importancia la corte española de los
Habsburgo, con centros como Sevilla, valencia, Toledo y Madrid en la península y Nápoles o
Flandes fuera. Francia se aparta de la exuberancia barroca italiana y adopta formas más
académicas, en Holanda se va construyendo un gran foco burgués y protestante, de gran
riqueza artística, sobre todo pictórica.
Culturalmente, el Barroco fue una época de grandes adelantos científicos: William
Harvey comprobó la circulación de la sangre; Galileo Galilei perfeccionó el telescopio y afianzó
la teoría heliocéntrica establecida el siglo anterior por Copérnico y Kepler; Isaac
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Newton formuló la teoría de la gravitación universal; Evangelista Torricelli inventó
el barómetro. Francis Bacon estableció con su Novum Organum el método experimental como
base de la investigación científica, poniendo las bases del empirismo. Por su parte, René
Descartes llevó a la filosofía hacia el racionalismo, con su famoso «pienso, luego existo»
A causa de todos estos acontecimientos, el arte floreció gracias al mecenazgo eclesiástico y
aristocrático. Las cortes de los estados monárquicos —especialmente los absolutistas—
favorecieron el arte como una forma de plasmar la magnificencia de sus reinos, un
instrumento propagandístico que daba fe de la grandiosidad del monarca (un ejemplo
paradigmático es la construcción de Versalles por Luis XIV). El auge del coleccionismo, que
conllevaba la circulación de artistas y obras de arte por todo el continente europeo, condujo al
alza del mercado artístico. Algunos de los principales coleccionistas de arte de la época fueron
monarcas, como el emperador Rodolfo II, Carlos I de Inglaterra, Felipe IV de España o la
reina Cristina de Suecia. Floreció notablemente el mercado artístico, centrado principalmente
en el ámbito holandés (Amberes y Ámsterdam) y alemán (Núremberg y Augsburgo). También
proliferaron las academias de arte —siguiendo la estela de las surgidas en Italia en el siglo
XVI—, como instituciones encargadas de preservar el arte como fenómeno cultural, de
reglamentar su estudio y su conservación, y de promocionarlo mediante exposiciones y
concursos; las principales academias surgidas en el siglo XVII fueron la Académie Royale d'Art,
fundada en París en 1648, y la Akademie der Künste de Berlín (1696).
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Características generales
Actualmente se entiende el arte barroco como el estilo que surgió en Italia durante los siglos
XVII y una parte del XVIII y que se extendió por toda Europa, con un lenguaje propio y
complejo, con diversas soluciones estéticas y formales y con una visión contradictoria y a la
vez unitaria.
El arte barroco se puede definir como la manifestación de los tres poderes establecidos, la
iglesia, la monarquía y la burguesía. Y podemos dividir la producción barroca en dos bloques: la
derivada de la burguesía protestante y la que proviene de la iglesia y del poder real. Esta
diferencia es el resultado de la carga ideológica que se encuentra unida con el arte y del hecho
de que el artista se convierte en trasmisor del mensaje que diversos patrones quieren
potenciar.
En el barroco no se tiene que hacer un estudio individualizado de las obras, sino que también
se tienen que analizar su interrelación, buscar la unidad total y globalizadora de todas las
manifestaciones artísticas que se dan en ese momento. La arquitectura barroca se convierte
en el arte que acoge la pintura y la escultura y las integra en un todo unitario, todo
transformándose en un “theatrum sacrum” (teatro sagrado), en el cual las artes plásticas son
elementos básicos de la representación.
Bernini es el exponente máximo de esta corriente integradora, que se encuentra presente en
la mayoría de sus obras.
El objetivo del artista es persuadir, emocionar mediante la puesta en escena teatral. La belleza
es secundaria, el objetivo es mostrar el poder del papado y la burguesía. Las obras de arte y los
artistas estarán muy condicionadas por la contrarreforma católica y las normas que se
establecieron para crear una obra. Los temas más utilizados en este periodo son los temas
religiosos (martirios y éxtasis), históricos, mitológicos y la pintura de género.
Las composiciones son dinámicas y abiertas buscan el movimiento y están en contraposición
con las composiciones cerradas del renacimiento. Surge un nuevo concepto llamado diagonal
barroca en la cual se colocan las figuras marcando una diagonal.
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Escultura
La escultura barroca igual que pasa con la arquitectura tiene su origen en Italia y adquiere un
valor mayor, porque la encontramos en fachadas, retablos, monumentos públicos de carácter
diverso. La escultura barroca es el elemento crucial para dar sentido simbólico a las
escenografías barrocas.
Los materiales utilizados por los escultores varan según la zona de producción. En Italia, se
utiliza principalmente el mármol, combinado con alabastro y bronce. La piedra se utiliza de
manera generalizada en todas las zonas donde hay producción escultórica. En España se utiliza
casi exclusivamente la madera como material escultórico. Otros materiales utilizados son el
marfil, el oro y la plata, que erróneamente se relacionan con la orfebrería más que con la
escultura.
La tipología y la temática de las obras también son diversas, con temas religiosos o
monumentos funerarios de papas, reyes o príncipes. También se da la temática de contenido
mitológico, pero con un claro sentido simbólico refiriéndose a las virtudes humanas.
La figura exenta o de bulto redondo se relaciona con el relieve porque juega con la
unifacialidad (único punto de vista) de la representación, y rompe con a multifacilidad
(diversos puntos de vista) manieristas.
La unifacialidad se relaciona con la teatralidad ya que cualquier obra barroca pierde su valor si
la separamos del lugar por el cual se ha creado y por tanto tiene que ser contemplada dentro
de un espacio i en relación a un espectador. Es por eso que la arquitectura se pone al servicio
de la escultura, y así se convierte en su escenario i favorece la correcta integración artística
que define la unidad barroca.
Bernini es el artista que define mejor el llamado theatrum saccrum (teatro sagrado) ya que es
capaz de conseguir con maestría una sabia simbiosis de arquitectura, pintura y escultura, sin
olvidar la luz y el color.
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Bernini
Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) es el escultor barroco por excelencia, las obras del cual
representan perfectamente la escultura del siglo XVII e influyen en la del siglo XVIII hasta la
llegada del Neoclasicista Antonio Canova. Entre las obras más destacadas de Bernini caben
destacar las de temática mitológica (Apolo y Dafne, El rapto de Proserpina), bíblicos (David)
retratos (Cardenal Borghese, Busto de Luis XIV), religiosos (Longinos, El Éxtasis de santa
Teresa), funerarios (Sepulcros de Urbano VIII i Alejandro II) y alegóricos (Catedra de san Pedro,
Beata Ludovica Albertoni). Y tenemos que añadir sus monumentos urbanos como la fuente del
tritón u obelisco sobre un elefante frente la iglesia de Santa María sopra Minerva en Roma y la
Fuente de los Cuatro Ríos.
La obra de Bernini, con una gran personalidad, es deudora de modelos pictóricos como de
Rafael y Guido Reni. Su Enees, Anquises y Ascani tienen como referencia el grupo de la
izquierda del Incendio del Borgo de Rafael; de Guido Reni coge como modelos una figura de la
Matanza de los inocentes, que combina con Apolo de Belvedere en su conocida obra Apolo y
Dafne. La referencia al mundo clásico, también se encuentra presente en el escultor más
barroco, ya que las obras como el Laooconte y sus hijos y el Torso Belvedere, tiene influencia
en las obras de Bernini y a través de ella en la escultura barroca europea.
En sus primeras obras Bernini respetaba fielmente los cánones clásicos, a la vez que se
observaba la influencia manierista de su padre. Sin embargo, su estilo muestra una evolución
en los cuatro grupos Borghesianos, donde aparece con fuerza la creatividad del artista.
En estas composiciones el artista plasma el momento culminante del drama, mostrando la
gracia y la expresión de los personajes. Pero sobre todo, lo que fascina de estas obras es el
virtuosismo, la naturalidad, el efecto de materialidad y de claroscuro. Por otro lado, resulta
novedosa la relación de las esculturas con el espacio circundante, ya que están concebidas
para ser observadas desde un punto determinado, no para ser rodeadas y vistas desde
cualquier ángulo.
Como ejemplo de su maestría con la piedra, durante los trabajos del busto de Scipione
Borghese, apareció un defecto en el mármol. Borghese aceptó no posar durante varios días,
ignorando que en ese tiempo esculpiría un busto idéntico desde cero.
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Temática mitológica
Apolo y Dafne
Esta escultura data de 1622-1625, es una escultura exenta o de bulto redondo, el material
utilizado es el mármol, la temática es mitológica y se encuentra en la Galería Borghese en
Roma.
Se pueden apreciar dos cuerpos juveniles (Apolo y Dafne) sobre una base. Apolo se ha captado
en el momento en el que toca a su amada y ella sorprendida en el mismo momento de su
metamorfosis en laurel. El conjunto tiene una composición dinámica y helicoidal, visible sobre
todo en la curvatura que tiene la anatomía de Dafne en el momento de la trasformación.
El valor principal de esta obra cae sobre la extraordinaria habilidad del artista, que ha sido
capaz de transformas un bloque de mármol frio y estático en una imagen de gran tensión y
movimiento. Consigue que el espectador intuya la secuencie completa de la historia. Esto
queda reflejado perfectamente en la figura de la ninfa, los pies, las piernas y las manos de la
cual van transformándose en una morfología vegetal.
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EL trabajo escultórico es de gran calidad, y aunque haya sido diseñado para que solo se
observe desde un punto de vista privilegiado, Bernini trabajo hasta los detallo más mínimos y
precisos. Este trabajo se refleja en una buena captación de las expresiones de los rostros
(sobre todo de Dafne) y en la magnífica diferencia de texturas utilizadas en el mismo material:
áspero para representar las rocas y el laurel que crece, y muy suaves y pulidas para reforzar la
sensualidad de la anatomía de los dos personajes.
Bernini trabajo el potencial dramático de la luz creando un gran número de zonas de
claroscuro por medio de incisiones situadas de manera muy meditada, como el hueco de los
ojos. En este sentido, también es remarcable el tratamiento de las texturas del mármol, que
logran mucho brillo en las partes más pulidas del mármol.
Bernini conservo la herencia del renacimiento de un único punto de vista y la recuperación de
temas mitológicos, y lo combino con Giambologna, con el uso manierista de la composición
concebida de manera que dota a las figuras de un mayor dinamismo.
La obra de Bernini está considerada el paradigma de la escultura barroca y supera la obra de
cualquier otro escultor de su tiempo. Bernini señala en gran manera la ruta entre la escultura
occidental durante todo el siglo XVIII hasta la llegada del Neoclasicismo.
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El rapto de Proserpina
El rapto de Proserpina es una escultura realizada entre los años 1621 y 1622, perteneciente,
por lo tanto, al Barroco inicial. Esta obra fue encargada al artista por el cardenal Scipione
Borghese, quien se la cedió al Cardenal Ludovico Ludovisi en 1622 para que éste la llevara a su
villa. Permaneció allí hasta 1908, cuando el Estado italiano la adquirió y la devolvió a la Galleria
Borghese.
La gran estatua de mármol compone un grupo escultórico que representa a Proserpina —
Perséfone en la mitología griega— siendo raptada por Plutón —Hades—, hermano de Zeus y
soberano de los infiernos. La composición es un ‘contraposto’ retorcido, que remite al
manierismo, ya que el artista presta una especial atención a los detalles y adopta posturas
rebuscadas, al tiempo que nos permite una observación simultánea del conjunto en una
perfecta y armoniosa unidad de las partes, como exigiera el más puro clasicismo siguiendo el
canon renacentista de imitación de los antiguos
Según el lado en que se mire vemos un “superhombre”, Plutón, tratando de mantener bien
segura a Proserpina, no hay ninguna duda de que el rapto es irreversible, premeditado y
contundente, y así nos lo atestiguará el posterior conocimiento del relato mítico en que se
basa el motivo de la obra, si lo contémplanos desde la derecha se pueden ver las lagrimas de la
dios que intenta pedir ayuda desesperadamente. Mirado de frente parece llevar a su presa en
brazos. Desesperadamente la mujer intenta liberarse de Plutón apartando su cabeza en una
lucha desigual, la cual nos llena de ternura, mientras tiende su mano derecha hacia atrás como
pidiendo ayuda desesperadamente.
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Temática bíblica
David
David es una escultura de bulto redondo realizada en mármol blanco y de tamaño natural
(1,70 metros de altura). Representado a David justo en el momento en el que tensa al máximo
la honda para lanzar la piedra que matará al gigante Goliat.
El personaje está apoyado en ambas piernas, donde apenas apoya los dedos de los pies, su
peso recae sobre el pie izquierdo que se encuentra retrasada respecto al derecho. El cuerpo
se arquea y se gira retrayéndose violentamente mientras sus brazos tensan la cuerda de la
honda para lanzar la piedra. La escultura es típicamente barroca tanto por su composición de
líneas abiertas, en forma de aspa o equis, que parecen proyectar toda la energía hacia el
exterior, como por la línea oblicua ascendente marcada por la mirada de David, que se dirige
hacia un punto fuera de la escultura; así como por la inclinación del brazo que tensa la honda.
La obra aunque tiene un punto de vista principal obliga al espectador a girar en torno a ella
mostrando desde cada ángulo puntos de vista novedosos (visión estereométrica). También se
debe destacar la gran riqueza de la manera de esculpir la obra y la sensación de claroscuro que
se puede apreciar.
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David muestra su cuerpo semidesnudo en tensión, manifiesta en los músculos y en un rostro
una sensación de esfuerzo a causa del momento que se está representando.
En esta ocasión Bernini ha optado por un modelo adulto, lejos del apolíneo de Donatello o del
joven de Miguel Ángel, donde prima el realismo frente a la idealización; de manera que David
nos aparece como un vulgar pastor, como podemos observar en los accesorios que lleva
encima. Bernini rehúye de representar el desnudo completo de manera que el cuerpo se ve
semicubierto por una tela. A los pies esculpe una lira aludiendo al futuro rey poeta así como
una coraza, de la que David no hace uso, y que podría simbolizar la superioridad de la fe de
David; quien, sin armas, con una simple honda, vence contra todo pronóstico frente a la
fuerza, representada por Goliat.
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Retratos
Busto de Luis XIV
En torno al año 1664 Luis XIV, rey de Francia, pidió permiso al papa para llevarse a su mejor
artista a la corte de francesa. Alejandro VII envió a Bernini a la corte francesa con el fin de
trabajar en la remodelación del Palacio del Louvre; sin embargo el proyecto propuesto por
Bernini no llegó a convencer a los comisionados franceses y solo seis meses después el artista
regresaba a Italia. Fue precisamente en este viaje cuando el artista talló este busto con la
figura del monarca.
Bernini ha sabido captar a la perfección la personalidad del monarca absolutista con la única
representación del busto; sin ningún elemento adicional el artista ha representado al rey
francés con elegancia y distinción pero con la soberbia de la que a menudo hacía gala.
El monarca aparece con el rostro girado hacia la derecha y ligeramente alzado. El pelo largo y
sedoso cae sobre sus hombros en bucles bien definidos. Especial mención merece el pañuelo
anudado al cuello donde el artista ha cuidado cada detalle de la decoración y la túnica que se
recoge en pliegues voladizos en la zona inferior.
La composición piramidal del busto ha sido recreada con gran ligereza por parte del artista; la
pieza realizada en mármol blanquecino lejos de ser pesada parece volátil como si flotase en el
aire gracias a los pliegues de los ropajes situados en la parte inferior de la obra. Es
precisamente en estos pliegues y en los bucles del pelo, donde Bernini juega con los cambios
de luz recreando un efecto de claroscuro típico de las estatuas barrocas. La teatralidad de la
composición se ve acentuada por el dinamismo de la figura; el rey aparece con un movimiento
en acto –pathos- que se aleja de la estatuaria renacentista más contenida y recatada. Bernini
ha tenido un gran cuidado en la representación de las calidades táctiles otorgando a la obra un
gran realismo.
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Temas Religiosos
El Éxtasis de Santa Teresa
El Éxtasis de Santa Teresa es una escultura realizada entre 1647 hasta 1652.La obra fue
encargada por el patriarca de Venecia, el cardenal Federico Cornaro, quien quiso construir su
capilla fúnebre en el brazo izquierdo del crucero de la pequeña iglesia de los carmelitas, Santa
Maria della Vittoria, y que encontramos representado en la capilla junto a otros miembros de
la familia.
Se trata de un grupo escultórico exento realizado en mármol, se integra la escultura en la
arquitectura. Las dos figuras están colocadas en el espacio con una delicada dislocación:
resulta casi imposible de describir el gesto del ángel-sátiro, captado mientras extrae el dardo
del cuerpo femenino, que queda suspendido un instante antes de caer de espaldas. La santa se
halla ligeramente reclinada hacia atrás (con el simbólico pie que sale hacia fuera), y el pequeño
sátiro gira hacia la parte anterior del escenario.
Bernini utilizó la pintura, la escultura y la arquitectura, a los que añadió el recurso de la
iluminación natural para crear esta alucinante revelación. Creó un espectáculo que sorprende
al espectador. Insatisfecho por la limitada capacidad de las figuras aisladas o de los grupos
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para crear una atmósfera envolvente, Bernini creó en la capilla Cornaro un espacio teatral con
una composición activa que dirige nuestra mirada, lo que pone en evidencia el esfuerzo para
dotar al conjunto de imágenes de una unidad integradora; y buscando efectos escenográficos
lo más reales posible, cubrió la bóveda de la capilla Cornaro con una imagen realista del cielo.
El grupo está realizado en mármol blanco (aunque el conjunto esté formado por una veintena
de mármoles distintos, entre jaspes y mármoles brecha, alabastros y lapislázulis, mármol rojo
de Francia y mármol negro de Bélgica). El querubín parece materializarse sobre el sol radiante,
que los efectos de luz natural y los rayos dorados escenifican. Santa Teresa está literalmente
arrebatada ("Vivo sin vivir en mí / y tan alta vida espero / que muero porque no muero");
víctima frecuente de la levitación mística, aparece sobre una nube de algodón hecha, sin
embargo, con mármol. Se inclina hacia atrás al mismo tiempo que parece encorvarse hacia
adelante y levitar por la acción de una fuerza sobrenatural. Bajo unos párpados pesados, se
revelan unos ojos cegados por la visión mística; los labios entreabiertos, emiten el gemido que
ella misma nos cuenta en su vida. Parece, pues, que la acción ya ha sido consumada, que el
ángel ha atravesado el corazón con la santa.
Los ropajes reflejan el movimiento emocional que la experiencia mística ha provocado en la
santa. Su mano izquierda cuelga insensible, mientras que sus pies siguen suspendidos en el
aire. El cuerpo del ángel, está cubierto con una vestimenta que se pega a su cuerpo con formas
que, recordando la técnica clásica de los "paños mojados", permiten adivinar su anatomía sin
necesidad del desnudo. Destaca la diagonal con la que Bernini señala la entrada de la fuerza
divina.
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Temática funeraria
El sepulcro de Alejando VII
Esta obra es una escultura de temática funeraria que se encuentra en la Basílica de San Pedro
en Roma. Está situada estratégicamente en la Basílica de San Pedro, Bernini muestra en la
parte superior el retrato del Sumo Pontífice arrodillado y despojado de los atributos papales. A
su alrededor se pueden ver distintas representación de las Virtudes Teológicas, Justicia,
Caridad y la Verdad. La escena central se representa en la parte inferior. Del perfecto cortinaje
de mármol que se pliega y rodea a toda la escena, surge un esqueleto dorado representando a
la Muerte que parece romper la serenidad de la escena anterior. Tan sólo logra extender el
brazo y mostrar al espectador en primer plano un reloj de arena, recordándole que el tiempo
pasa rápido y pronto la muerte se deshará de las cadenas que le impiden imponerse. Para
añadir más teatralidad, la figura parece provenir de una misteriosa puerta que se abre justo
debajo, como si fueran las puertas del Más Allá.
La escultura está situada en este lugar porque en la parte superior del muro frontal hay un
enorme ventanal que en el atardecer hace que la luz incida en el monumento dando lugar a
claroscuros e iluminando precisamente el reloj de arena.
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Temas Alegóricos
Cátedra de San Pedro del Vaticano
La Cátedra de San Pedro está situada en el ábside de la Basílica de San Pedro del Vaticano y
consiste en un trono de madera que la cristiandad identifica como la cátedra del primer obispo
de Roma: el apóstol San Pedro. Fue creada entre 1657 y 1666, es un grupo escultórico
realizado principalmente en bronce dorado al igual que el Baldequino aunque para realizar en
baldequino también se utilizan otros materiales como madera y cristal.
Lo que caracteriza a esta obra es su carácter escenográfico mezclando distintos elementos y
materiales en busca de un mayor dinamismo, suntuosidad y expresividad del conjunto. Es un
grupo escultórico que representan a los cuatro padres de la iglesia, Ambrosio, Agustín,
Atanasio y Juan Crisóstomo, sostienen la silla de San Pedro, que se sitúa de esta manera por
encima del mundo material. En el centro el trono de bronce dorado, en cuyo interior se
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encuentra la silla de madera decorada con un relieve representando la «traditio clavum» o
«entrega de llaves».
Por encima del trono colocó un sol de alabastro decorado con estuco dorado rodeado de
ángeles enmarcando una vidriera en la que representa una paloma de 162 cm de envergadura,
símbolo del Espíritu Santo, que ilumina a toda la iglesia católica a través del papa. La luz que
entra por la ventana, fundiéndose con los rayos dorados metálicos que parten desde el óculo y
que representa lo divino a través de ese rompimiento de gloria.
Si miramos al ábside desde el acceso principal, vemos que la cátedra aparee visualmente unida
al baldaquino, que le sirve de marco y que el artista nos presenta de esta manera como si de
una aparición se tratara.
La “cátedra” de San Pedro es la que guía a toda la comunidad cristiana, de ahí la importancia
del programa iconográfico y el simbolismo con la que la concibió Bernini, en conjunción con
todos los elementos que configuran el interior de la Basílica de San Pedro.
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La fuente de los cuatro ríos
Esta fuente fue construida entre 1648 y 1651 y es el elemento central de la plaza y el de mayor
tamaño. Fue inaugurada en junio de 1651. Sigue los esquemas básicos del Barroco: teatralidad,
expresividad, escenografía y movimiento.
Consta de cuatro figuras de mármol travertino que representan a los cuatro ríos más
importantes de la época intentando recrear su entorno con una dramática tensión. En estas
figuras combina magistralmente el movimiento plástico y delicado con las facciones viriles.
En el centro se erige un obelisco egipcio de granito de más de 16 metros de altura que fue
llevado a Roma por Caracalla o Domiciano.
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En este grupo escultórico se representa al rio Nilo, que tiene los ojos vendados, lo que
representa los orígenes desconocidos del río, el Danubio, que mira hacia los emblemas de
Inocencio X, el Ganges, que sostiene un remo por su longitud como río navegable, y el Río de la
Plata, rodeado de monedas para simbolizar la riqueza americana. Así se representa cada uno
de los cuatro continentes conocidos en la época, por los cuales el catolicismo se había
dispersado.
Es interesante como Bernini concibe una gruta hueca por debajo de las figuras, un truco
manierista para que el obelisco parezca suspendido en el aire. Existe además un claro
contraste entre el cuerpo inferior, una pila elíptica simple y regular, y el desarrollo vertical de
todo el conjunto en movimiento. Su estructura se puede dividir en tres cuerpos principales: la
piscina de forma elíptica donde descansa toda la superficie; la estructura de mármol donde
están esculpidos los cuatro ríos; y el cuerpo superior, formado por el obelisco.
La fuente representa figuras de siete animales, además de una paloma en lo alto del obelisco
con una ramita de olivo, relacionando el emblema de los Pamphili: un caballo, una serpiente
de tierra (en la parte alta, cerca del obelisco), una serpiente de mar, un delfín (que funciona
como desagüe), un cocodrilo, un león y un dragón. Los árboles y plantas que emergen del agua
y se encuentran entre las rocas también tienen una escala mayor de la real. Los animales
pertenecen a especies grandes y potentes, y el espectador descubre nuevas figuras según gira
en torno a la fuente, pues estando estático en un solo punto hay figuras que permanecen
ocultas o cubiertas por la masa rocosa.
Su finalidad es tanto utilitaria (proveer de agua a la ciudadanía) como simbólica
(representación del poder papal). Su construcción causó gran polémica al ser construida en un
periodo de hambrunas y pobreza para el pueblo romano.
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Alessandro Algardi
Fue un gran retratista de reyes, papas, aristócratas y burgueses, que utiliza una estética más
clásica. Nació en Bolonia, donde a temprana edad entró como aprendiz en el taller de Agostino
Carracci, pintor de tendencia clasicista. Sin embargo, su aptitud para la escultura le hizo
trabajar para Giulio Cesare Conventi (1577—1640), un artista de talento modesto.
A los veinte años, en 1608, entró al servicio de Fernando I Gonzaga, duque de Mantua, que
comenzó a encargarle obras; también fue empleado de los joyeros locales para que hiciera
diseños figurativos. Tras un corto periodo en Venecia, se trasladó a Roma en 1625, con una
presentación por parte del duque de Mantua al sobrino del Papa Gregorio XV, último papa,
Ludovico Cardinal Ludovisi, quien le empleó durante un tiempo en la restauración de estatuas
antiguas. Estas estatuas restauradas aún forman el núcleo de la Colección Bonacorsi-
Ludovisi en el Palacio Altemps. La restauración de esculturas era un trabajo habitual incluso
para los escultores más prominentes de la época, incluidos Bernini y Ercole Ferrata.
Nicola Fumo
Nació en Saragnano, proviendia de Salerno en 1647. Fue un arquitecto y escultor barroco
italiano, considerado como uno de los más destacados exponentes de la
estatuaria napolitana en madera.
Era miembro de una familia de tallistas, fue discípulo de Cosimo Fanzago, según De Dominici, y
estrechamente relacionado con Gaetano Patalano. Durante su carrera recibió numerosos
encargos tanto de la corte de Nápoles como de Madrid, donde su fama llegó a superar a la
obtenida en Italia. Entre sus obras más famosas se cuenta la Caída de Cristo camino del
Calvario de la Iglesia de San Ginés de Madrid, firmada y fechada en 1698 y donada un año más
tarde a la iglesia por el marqués de Mejorada.
Trabajó para la catedral de Lecce, donde es suya la Asunción de la Virgen del altar mayor,
fechada en 1689, el mismo año en que firmó una serie de esculturas en madera dada de
blanco para la iglesia de San Giovanni Battista delle Monache de Nápoles, en las que se resume
el estilo ligero y de amplio efecto barroco característico del artista.
Giuliano Finelli
Nació en Carrara en 1602 y muere en Roma en 1653 fue un escultor italiano del barroco
iniciado en la escuela de Gian Lorenzo Bernini.
Nacido en Carrara en 1602, en una familia de trabajadores de mármol, en un principio trabajó
en el taller de mármol de Michelangelo Naccherino y permaneció algunos años en el taller de
Bernini, que abandonó en 1629. La razón de la ruptura fue la decepción por la adjudicación a
Andrea Bolgi de una estatua de Santa Elena que se colocó en la Basílica de San Pedro. Otra
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razón aducida por Finelli tampoco era que no le fue reconocido su importante papel en la
realización de Apolo y Dafne de Bernini. Por un tiempo consiguió algunos trabajos ocasionales,
con la ayuda de Pietro da Cortona.
La diferencia estilística entre Bernini y Finelli era muy sutil. Finelli era muy meticuloso en la
talla de pequeños detalles, así se podía observar la carga emocional de compensación,
mientras que Bernini prestaba menos atención en los pliegues de la ropa de encaje, pero
centrándose más en la fuerza psicológica. El contraste se puede ver en sus retratos de un
patrón común, el cardenal Scipione Borghese. El retrato de Bernini es animado, mientras que
el de Finelli es más sobrio. Finelli realizó la imagen del Cardenal Giulio Antonio Santorio
alrededor de 1630 en la Archibasílica de San Juan de Letrán.
Pocos años después de salir del taller de Bernini, Finelli se trasladó a Nápoles con su discípulo y
sobrino de Domenico Guidi. Incluso hoy en día es conocido por sus retratos y sus trece
estatuas en la catedral de Nápoles, la ciudad donde estaba en competencia directa con el
escultor Cosimo Fanzago.
Pietro Tacca
Nacido en Carrara (Toscana), con quince años entró en el taller de Giambologna (1592), el más
importante escultor florentino de la época, del que se convertiría en el primer ayudante. A la
muerte del maestro en 1608, Tacca recibió el usufructo del estudio, y un año después heredó
también el puesto de escultor de los Médicis, grandes duques de Toscana.
Terminó obras inacabadas de Giambologna, comenzando por el monumento ecuestre en
bronce de Fernando I de Médici para la plaza de la Santísima Anunciada de Florencia, un
proyecto en el que había participado en cada etapa, desde los modelos de terracota al proceso
de fundido en el otoño de 1602 y el acabado.
Como su maestro, se aprovechó plenamente de la moda entre los aficionados de reducciones
a tamaño de una mesa de las mejores esculturas en bronce. Luis XIV poseía bronces
giamboloñeses de Hércules y el jabalí de Erimanto que actualmente se atribuyen a Tacca, y que
datan de los años 1620.
Inspirándose en una famosa copia en mármol de un jabalí helenístico (Il Cinghiale) en la
colección ducal de los Uffizi, Tacca emprendió la tarea de superarlo, y el resultado es
el «Porcellino» (1612) del Mercato Nuovo, Florencia, reemplazado por una copia, habiéndose
puesto a cubierto el original.
Entre 1620 y 1623 ejecutó la que se considera su obra maestra: los Quattro mori (Cuatro
moros o Cuatro esclavos), encadenados en la base del monumento a Fernando I de Médici,
obra de Baccio Bandinelli, en la Piazza della Darsena, en Livorno. Reproducciones en bronce de
estas figuras se siguieron fabricando para los aficionados al arte en el siglo XVIII.
Dos fuentes de bronce, destinadas en principio para Livorno (hacia 1629), aún en un estilo
deudor de la obra de orfebrería del manierismo flamenco por sus máscaras grotescas y sus
texturas de concha, se colocaron al final en la Plaza de la Santísima Anunciada, de Florencia.
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Para la estatua ecuestre de Giambologna de Cosme de Médicis en la Plaza de la Señoría, Tacca
contribuyó con los paneles en bajorrelieve de la base.
Su última y trabajosa empresa fue el grandioso monumento ecuestre a Felipe IV de España,
realizado sobre diseño de Velázquez; otras fuentes dicen que se basaba en un cuadro ahora
perdido de Rubens . Empezada la estatua en 1634, fue enviada a Madrid en 1640. Este
monumento es la primera estatua ecuestre con el caballo erguido y sostenido sobre las patas
traseras. Su desafiante estabilidad fue calculada por Galileo Galilei: el caballo se encabrita, y
todo el peso recae sobre las dos patas de atrás y, discretamente, en su cola; una proeza que
nunca se había intentado en una figura de escala heroica, con la que Leonardo había soñado.
El éxito del proyecto se debe en parte a un truco técnico: se dice que el monumento de bronce
es hueco, salvo en la mitad inferior del caballo. Esta escultura, en lo alto de un complicado
pedestal, forma desde el siglo XIX el elemento central de la Plaza de Oriente madrileña.
Anteriormente estaba situada en el Parque del Retiro de Madrid.
Tacca falleció en 1640, poco después de que la estatua de Felipe IV (desde el siglo XIX en la
madrileña plaza de Oriente, frente al Palacio Real) fuera embarcada para España.
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Conclusión
Es este trabajo e investiga sobre las diferentes características y los diferentes autores que
tuvieron más relevancia en la escultura barroca del siglo XVII en Italia.
El escultor por excelencia dentro de la escultura barroca italiana fue Gian Lorenzo Bernini, ya
que sus obras representaban a la perfección la escultura del siglo XVII e ha influido en la del
siglo XVIII hasta la llegada del Neoclasicismo. Sus obras más destacadas por su perfección y
gran dominio de la técnica han sido Apolo y Dafne, El Rapto de Proserpina, David, Busto de Luis
XIV, El Éxtasis de Santa Teresa, Sepulcro de Alejando VII, El Baldequino de San Pedro del
Vaticano y La fuente de los Cuatro Ríos.
Otros autores destacados en esta época por su habilidad a la hora de crear esculturas propias
del estilo barroco han sido, Alessandro Algardi, Nicola Fumo, Giuliano Finelli y Pietro Tacca.
Creo que el Barroco es una época de perfección técnica ya que representan con gran realismo
temas religiosos, retratos, funerarios, mitológicos. E integran muy bien la escultura con la
pintura y la arquitectura, creando así un arte total. Crean composiciones dinámicas y abiertas
buscando el movimiento y trabajan muy bien la luz provocando así efectos de claro oscuro.
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Bibliografía
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http://tom-historiadelarte.blogspot.com.es/2007/03/el-arte-barroco.html
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http://www.joanmaragall.com/fronesis/23/ARC/PROSERP.htm
http://blogarteehistoria.blogspot.com.es/2013/04/comentario-david-de-bernini.html
http://arte.laguia2000.com/escultura/busto-de-luis-xiv-bernini
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http://elpoderdelarte1.blogspot.com.es/2014/02/el-mausoleo-del-papa-alejandro-vii.html
http://www.tuitearte.es/catedra-de-san-pedro-del-vaticano/
http://historiaculturayarte.blogspot.com.es/2012/05/fuente-de-los-cuatro-rios-obra.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Alessandro_Algardi
http://es.wikipedia.org/wiki/Nicola_Fumo
http://es.wikipedia.org/wiki/Giuliano_Finelli
http://es.wikipedia.org/wiki/Pietro_Tacca