ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR. INGENIERÍA TÉCNICA...

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UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA. ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR. INGENIERÍA TÉCNICA FORESTAL. CONTENIDO DE RESINA TOTAL EN FAMILIAS DE LA POBLACIÓN DE MEJORA DE Pinus radiata DE GALICIA. VARIACIÓN GENÉTICA, INDUCCIÓN MEDIANTE Metil jasmonato Y RELACIÓN CON LA RESISTENCIA A Hylobius abietis EN LABORATORIO. PROYECTO FIN DE CARRERA AUTORA: Mª CLARA FERNÁNDEZ PEÑA DIRECTORES: LUÍS SAMPEDRO PÉREZ XOAQUÍN MOREIRA TOMÉ ABRIL 2009 1

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UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA.

ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR.

INGENIERÍA TÉCNICA FORESTAL.

CONTENIDO DE RESINA TOTAL EN FAMILIAS DE LA

POBLACIÓN DE MEJORA DE Pinus radiata DE GALICIA.

VARIACIÓN GENÉTICA, INDUCCIÓN MEDIANTE Metil jasmonato Y

RELACIÓN CON LA RESISTENCIA A Hylobius abietis EN

LABORATORIO.

PROYECTO FIN DE CARRERA

AUTORA: Mª CLARA FERNÁNDEZ PEÑA

DIRECTORES: LUÍS SAMPEDRO PÉREZ

XOAQUÍN MOREIRA TOMÉ

ABRIL 2009

1

UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

ESCUELA POLITÉCNICA SUPERIOR DE LUGO

INGENIERÍA TÉCNICA FORESTAL

CONTENIDO DE RESINA TOTAL EN FAMILIAS DE LA POBLACIÓN DE

MEJORA DE Pinus radiata DE GALICIA. VARIACIÓN GENÉTICA,

INDUCCIÓN MEDIANTE METIL JASMONATO Y RELACIÓN CON LA

RESISTENCIA A Hylobius abietis EN LABORATORIO.

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

AUTORA: Mª CLARA FERNÁNDEZ PEÑA

DIRECTORES: LUIS SAMPEDRO PÉREZ

XOAQUÍN MOREIRA TOMÉ

TUTORA: Mª JOSEFA LOMBARDERO DÍAZ

Convocatoria: ABRIL 2009

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Mi agradecimiento a todas las personas que han participado de alguna forma en

este proyecto; a los directores Luis Sampedro y Xoaquín Moreira, y en especial a mis

padres, a quienes se lo dedico.

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Título: Contenido de resina total en familias de la población de mejora de Pinus radiata

de Galicia. Variación genética, inducción mediante metil jasmonato y relación con la

resistencia a Hylobius abietis en laboratorio.

Autora: Mª Clara Fernández Peña

Directores: Luis Sampedro Pérez y Xoaquín Moreira Tomé

Convocatoria: Abril 2009

Este Proyecto Fin de Carrera se ha realizado en el centro de Investigaciones

Ambientales de Lourizán bajo la dirección de los investigadores Luis Sampedro Pérez y

Xoaquín Moreira Tomé, al amparo de los Proyectos de investigación INIA-RTA 05-173

“Eficiencia del uso del fósforo en coníferas de crecimiento rápido. Variabilidad

genética, mejora y repercusiones fitosanitarias” y RTA-100 “Efectos maternos en Pinus

pinaster: influencia del estado nutricional y sanitario de árboles madre en el vigor y

resistencia de sus progenies. Implicaciones en la evaluación temprana dentro de los

programas de mejora”.

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ÍNDICE

RESUMEN 6

1.INTRODUCCIÓN 7

1.1.- El hospedador (Pinus radiata Don.) 7

1.2. El herbívoro (Hylobius abietis L.) 12

1.3. Sistemas defensivos en coníferas 15

1.4. Metil Jasmonato como inductor de defensas inducidas 17

2. HIPÓTESIS DE TRABAJO Y OBJETIVOS 19

3. MATERIAL Y MÉTODOS 20

3.1. Material vegetal 20

3.2. Diseño experimental 20

3.3. Aplicación de los tratamientos experimentales y cosechado 22

3.4. Captura de H. abietis 23

3.5. Bioensayo “in vivo” 24

3.6. Bioensayo “in vitro” 25

3.7. Medición y análisis de mordeduras 26

3.8. Determinación del contenido de resina 26

4. RESULTADOS 28

5. DISCUSIÓN 35

5.1. Efecto del genotipo sobre la producción de resina en tallos de juveniles

de P. radiata

35

5.2. Efecto de los tratamientos de inducción sobre la producción de resina en

tallos de juveniles de P. radiata

36

5.3. Efecto de los tratamientos de inducción sobre el ataque del herbívoro H.

abietis a juveniles de P. radiata

37

6. CONCLUSIONES 40

7. BIBLIOGRAFÍA 41

8. SUMMARY 47

9. RESUMO 48

5

RESUMEN

Pinus radiata Don. es una de las especies más importantes del sector forestal gallego.

En los años 80 se instaló en Sergude (A Coruña) un huerto semillero injertando clones

de árboles plus con el fin de obtener semilla de alta calidad genética para repoblar los

montes gallegos. Los genotipos de P. radiata seleccionados presentaban mejores

crecimientos, mayor rectitud del fuste y menor ramosidad para aumentar con ello la

producción de volumen de madera, tanto en calidad como en cantidad. Además del

estudio del crecimiento de estas progenies mejoradas, en los últimos años también se ha

mostrado que la resistencia a plagas y enfermedades y los sistemas defensivos que las

plantas emplean para combatir contra ellas también están sujetos a variación genética.

En el presente trabajo se ha evaluado (i) la variación genética en el contenido de

defensas, tanto constitutivas como inducidas, (medido como contenido de resina), (ii) el

efecto de la aplicación exógena de metil jasmonato (MeJa) y la realización de heridas

mecánicas en el tallo de las plantas en las respuestas defensivas (evaluadas como

contenido de resina) y, por último, (iii) la posibilidad de emplear bioensayos para

detectar la variación en la resistencia a Hylobius abietis L. Entre los resultados de este

trabajo, no hemos detectado, con los métodos empleados, efecto familiar en el

contenido de defensas, ni tampoco en la capacidad de expresar defensas inducidas entre

las diferentes familias de pino estudiadas (interacción MJxG no significativa). Por otro

lado, los tratamientos de inducción fueron efectivos a la hora de inducir defensas en las

plantas. Las plantas a las que se realizaron heridas mecánicas presentaron un contenido

de resina un 25 % y un 45 % mayor que las plantas tratadas con MeJa y las plantas

control, respectivamente. Sin embargo, a pesar de que los tratamientos de inducción

incrementaron la producción de resina en los tallos, éstos no redujeron de forma

significativa la preferencia del curculiónido H. abietis, tanto cuando fue evaluada en

bioensayo con planta viva (in vivo) como en bioensayo en placa Petri (in vitro).

Palabras clave: Pinus radiata, resina, Hylobius abietis, variación genética, defensas

constitutivas, defensas inducidas

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1.INTRODUCCIÓN

1.1.- El hospedador (Pinus radiata Don.)

La especie Pinus radiata, pertenece al orden coniferales, familia Pinaceae. Se

conoce vulgarmente como pino insigne, pino de Monterrey o pino radiata. Es originario

del Suroeste de Estados Unidos, principalmente del litoral e islas de California (Figura

1.1), donde su área de distribución natural actual es muy reducida (unas 6000 ha), y en

esta zona está protegida debido a la excesiva presión de herbivoría a la que se encuentra

sometida por una excesiva densidad de cabras (Dans et al., 1999)

Figura 1.1. Mapa de distribución natural de P. radiata. (a) www.plants.usda.gov (b)

www.fao.org/docrep

7

Es una especie de crecimiento rápido, pudiendo alcanzar una altura de 30

metros y un diámetro de 50 centímetros en un intervalo de tiempo de 25-35 años. Posee

un follaje verde hierba, que forma una copa cónica de joven y luego bastante regular,

grande y densa. El tronco es derecho y con una corteza oscura y con grietas. Las hojas

forman grupos de tres acículas (7-15 cm) blandas, flexibles, verde oscuras y brillantes,

sobre ramillas pardo encarnadas. Los conos son sésiles, ovalados, asimétricos, de 7-14

cm por 5-8 cm, normalmente aparecen agrupadas (2-3-5); poseen una giba por donde les

da el sol, con una apófisis redondeada, no pinchuda (Figura 1.2). Las piñas permanecen

largos periodos en las ramas (serotina) aunque son bienales.

Figura 1.2. Organografía de P. radita (www.geocities.com)

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P. radiata es una especie de clima suave y húmedo, termófila, que sufre mucho

con las heladas, sobre todo si son tardías. Su mayor crecimiento se produce en suelos de

naturaleza sílice y profundos. Es resistente a fuertes vientos.

La madera de esta especie posee unas cualidades técnicas muy aceptables

(ligera, blanda y con poca resina), destacando su fibra larga, que la hace apreciada en la

industria de al celulosa química (cartones, cartulinas y papeles con cierta resistencia) y

la obtención de fustes sin curvaturas, por lo que las trozas son largas y rectas para su

empleo en la construcción. Actualmente, la mayor parte de la madera de esta especie se

destina a la industria del aserrío y tableros. Esto es debido a las progresivas

sustituciones de masas de Pinus pinaster por el eucalipto en repoblaciones, creando un

déficit en este sector (Dans et al., 1999).

En 1833, esta especie exótica llegó a Inglaterra, poco después a España (País

Vasco) y más tarde a Galicia. Su expansión global comenzó en los años 30 del siglo XX

en Nueva Zelanda, convirtiéndose en país pionero. Su auge como especie de

repoblación, llegó en los años 60, llegando a ocupar el 65% de las plantaciones con

especies exóticas. Otros países donde ha tenido una buena acogida son: Sudáfrica,

Australia, Brasil y Chile (Figura 1.3); esta última destaca ya que sus plantaciones con P.

radiata ocupan el 78% del total de la superficie reforestada (Dans et al., 1999).

La consolidación de esta especie en los montes de Galicia (principalmente en A

Coruña y Lugo Occidental) se produjo en los años 90, siglo XX, gracias a unas ayudas

distribuidas por la Unión Europea destinadas a la forestación de tierras agrarias, como

consecuencia de la reforma de la Política Agraria Comunitaria (reglamento de la UE

2080/92).

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Figura 1.3. Distribución mundial de P. radiata. (www.gabarro.com).

En los años setenta, esta especie experimenta una regresión debido a los problemas

sanitarios que presenta, sustituyéndolo por especies más resistentes (Dans et al., 1999).

Caben destacar algunas de las plagas y enfermedades que más le afectan: Hylobius

abietis (gorgojo del pino), perforador que ocasiona daños en el tronco alimentándose en

el cambium y floema, pudiendo provocar la muerte de la planta en fase juvenil (Zas et

al., 2008); Thamatopoea pityocampa (procesionaria del pino), defoliador, las orugas

producen fuertes defoliaciones en los árboles en el invierno, ocasionando una pérdida de

crecimiento en grosor (Cobos Suarez y Ruiz Urrestarazu, 1990); Tomicus piniperda,

perforador, la hembra realiza galerías para la reproducción y la puesta, las larvas que

nacen se alimentan del floema y el cambium ocasionando la muerte al hospedador y en

la fase de copas causa también una reducción del crecieminto (Cobos Suarez y Ruiz

Urrestarazu, 1990, Lombardero et al., 2008); Mycosphaerella pini (enfermedad de la

banda roja), hongo defoliador activo que reduce el crecimiento tanto en diámetro como

en altura, afectando más a plantas jóvenes que a adultos (Cobos Suarez y Ruiz

Urrestarazu, 1990); y Fusarium circinatum, hongo que causa daño en semillas, planta

de viveros y árboles adultos, puede provocar la muerte punta del árbol (Ioos et al.,

2009).

10

Actualmente, P. radiata ocupa una superficie a nivel mundial de 4,1 millones de

ha (www.todochile.cl). Según el tercer Inventario Nacional Forestal del año 2007, la

superficie total española forestal es de 27,527.974 millones de ha (54.44% del territorio

total) de las cuales 18,265.394 ha son monte arbolado (la mayor parte se localiza en la

zona atlántica). P. radiata ocupa 9.918 ha arbolada repartidas por Galicia, País Vasco y

Cornisa Cantábrica. Tiene un turno de 35 años con una producción media de 18

m3/ha.año, con una calidad de estación buena (Dans et al., 1999).

La adaptación de P. radiata como especie exótica es tan próspera que su

producción mundial equivale al 13% del consumo de madera de la UE (Dans et al.,

1999). Es la tercera especie forestal en importancia comercial como materia prima de

Galicia, junto con P. pinaster y Eucalyptus globulus. Estas tres especies conforman el

90% de la industria forestal gallega. En los montes gallegos el crecimiento anual

productivo de esta especie es de 912 miles de metros cúbicos (Xunta de Galicia, 2005).

Según el tercer Inventario Forestal Nacional del año 2007, las existencias de esta

especie son 7,6 millones de metros cúbicos.

En las repoblaciones, sobre todo en Galicia, lo ideal es seleccionar el material a

edades tempranas, en viveros, escogiendo los mejores genotipos o familias (Zas et al.,

2004). Debido a la importancia productiva de P. radiata en el sector forestal gallego, en

los años 80 se impulsó un programa de mejora genética para dicha especie. Su objetivo

fue proporcionar semilla de alta calidad genética por lo que se seleccionaron árboles

plus y se injertaron en un huerto semillero en Sergude (A Coruña). Estos árboles plus

presentaban unas características mejores que el resto: mayor altura y diámetro, rectitud

del fuste y baja ramosidad. Con todo ello se busca un incremento en la producción de

volumen de madera, tanto en cantidad como calidad. La mejora genética de esta especie

es de destacada importancia ya que junto con P. pinaster y E. globulus son las especies

11

más utilizadas en repoblaciones en Galicia, donde se plantan anualmente entre 3000 a

6000 ha (Red de información Forestal para Europa).

1.2. El herbívoro (Hylobius abietis L.)

H. abietis es un coleóptero de la familia Curculionidae. Este insecto posee un

ciclo biológico bastante complejo (Figura 1.4). Las hembras, después de invernar entre

la hojarasca del suelo, realizan la puesta (de uno a cinco huevos) sobre tocones o raíces

de árboles recién apeados o enfermos. La puesta se lleva a cabo principalmente en

primavera aunque también lo pueden hacer en otras épocas del año. Se reproducen

continuamente pudiendo llegar a poner una hembra entre 60-100 huevos. Las larvas

nacen de 2-3 semanas después de la puesta. Son blanquecinas, encorvadas,

relativamente gruesas y con la cabeza marrón. Miden de 14-16 mm. Las larvas se

alimentan debajo de la corteza, haciendo galerías descendentes. Para finalizar su

desarrollo entran en una fase de pupación dentro de la galería, que dura entre 2-3

semanas. Pasado este tiempo el insecto perfectamente formado, abandona la cámara de

pupación perforando la corteza. El imago tiene una longitud de 7-13 mm, posee una

trompa ligeramente arqueada y unas antenas insertadas en su extremo anterior. Tiene

una coloración mayoritariamente negruzca. El gorgojo para completar su desarrollo

tiende a volar largas distancias hasta encontrar un sitio idóneo para su alimentación y

reproducción (Orlander et al., 2000). Suelen vivir entre 2-3 años.

12

Figura 1.4. Ciclo de vida de Hylobius abietis. (www.forestry.gov.uk/forestry)

H. abietis es una de las plagas más importantes en coníferas en Europa (Leather

et al., 1999). Las masas más importantes de este insecto se sitúan en el norte y centro

de Europa (Bylund et al., 2004; Wainhouse, 2004), siendo muy peligroso para

repoblaciones jóvenes, ya que al ser más pequeñas las plantas, su vulnerabilidad frente

al ataque de la plaga es mayor (Von Sydow, 1997).

El imago come durante todo el periodo vegetativo pero destacan dos ataques,

uno en primavera y otro en otoño. Se alimenta de la corteza y del floema de la planta

(Figura 1.5) pudiendo ocasionar la muerte por anillamiento del tallo si la intensidad del

ataque es lo suficientemente alta (Zas et al., 2005; Zas et al., 2006). Las plantas que

13

sobreviven presentan normalmente la pérdida de la guía principal y una reducción

importante de su crecimiento (Zas et al., 2005; Zas et al., 2006).

Figura 1.5. Daño en ramillo causado por H. abietis.

Existen factores que pueden favorecer la permanencia de esta plaga, el

debilitamiento de las plantas y en especial la presencia de restos de corta y tocones, ya

que los imagos se sienten atraídos por el olor que desprende la madera recién cortada

(Leather et al., 1999).

Como medidas preventivas son recomendables realizar después de la corta una

quema de ramas gruesas y eliminación de tocones (algo poco viable porque es muy

caro) (Orlander et al., 2001), retrasar el establecimiento de la masa (para que los

insectos no encuentren plántulas jóvenes y susceptibles de ser atacadas) (Leather et al.,

1999), la escarificación del suelo que afecta a los 5-10 primeros cm del suelo (Petersson

y Orlander, 2003) y proteger el nuevo arbolado con barreras físicas (Nordlander et al.,

2008). Todas estas medidas de prevención suponen un aumento en el coste de las

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repoblaciones por lo que es de interés encontrar un equilibrio donde coexista un buen

crecimiento y una buena defensa contra los posibles ataques.

1.3. Sistemas defensivos en coníferas

Las coníferas son el grupo de árboles superiores más antiguos y han sobrevivido

a las adversidades hasta nuestros días, por lo que es lógico pensar que su capacidad para

defenderse de los ataques ha sido clave (Phillips y Croteau, 1999). Debido a las

numerosas plagas y enfermedades que existen y a las que están expuestos los árboles,

estos deben defenderse u oponer resistencia para poder persistir (Phillips y Croteau,

1999).

Los sistemas de defensas son estructuras físicas o sustancias químicas que

funcionan de forma conjunta para defender a la planta del ataque de los organismos. Las

primeras se basan en la producción de estructuras que protegen a la planta del ataque,

como por ejemplo endurecimiento de las hojas, alto grosor de corteza, aparición de

pelos o espinas o la impregnación de tejidos con lignina (Franceschi et al., 2005). Las

segundas se basan en la producción, acumulación y liberación de sustancias tóxicas o

repulsivas para los herbívoros (Franceschi et al., 2005). En ambas la construcción y

mantenimiento de estas defensas lleva asociado un coste energético de la planta, por lo

que deberá existir una compensación entre el crecimiento y la defensa (Karban et al.,

1997).

Las defensas en las plantas, tanto si son mecánicas como químicas, pueden ser

de dos tipos: constitutivas o inducidas (Berryman, 1972). Las defensas constitutitas son

generalizadas, se localizan por la mayor parte de los tejidos de la corteza, floema, en

tejidos foliares y también en menor medida en el xilema (Franceschi et al., 2005). Estos

mecanismos están siempre presentes en la planta y la protegen de forma continua del

15

ataque de insectos herbívoros u otros patógenos (Franceschi et al., 2005). La defensa

constitutiva más importante en coníferas es la producción de oleoresina, una mezcla de

ácidos resinosos y terpenos, que se produce en células resinosas y canales resiníferos del

floema y xilema (Franceschi et al., 2005). Las células de resina acumulan resina

internamente bajo presión, cuando existe un daño la resina bajo presión se lanza contra

el organismo encerrándolo o matándolo con su toxicidad (Franceschi et al., 2005). Otra

defensa química y de gran importancia en coníferas es la producción de compuestos

fenólicos en diferentes tejidos de las plantas, especialmente en las hojas (Franceschi et

al., 2005). Por otro lado, las defensas inducidas son aquellas que aparecen como

consecuencia de un ataque, con la finalidad de incrementar la respuesta a esa primera

invasión, y de prever futuros probables ataques (Karban et al., 1997; Franceschi et al.,

2005). Esta respuesta inducida se localiza normalmente justo donde se produce la

agresión. Entre las defensas inducidas más comunes en coníferas encontramos el

aumento del flujo de resina (Tisdale et al., 2003), la síntesis de células polifenólicas en

el parénquima (Franceschi et al., 2000), la formación de canales resiníferos traumáticos

(Fäldt et al., 2003; Hudgins et al., 2004) o el incremento en el contenido de sustancias

repelentes o tóxicas para los herbívoros como por ejemplo fenoles o alcaloides

(Franceschi et al., 2005). Las defensas constitutivas e inducidas tienen distinta

naturaleza. Las defensas constitutivas normalmente están reguladas por la genética del

individuo y el ambiente en el que viven (Franceschi et al., 2005), mientras que las

defensas inducidas dependen también de la propia naturaleza del ataque (Franceschi et

al., 2005).

Ambas defensas (constitutivas e inducidas) tienen ventajas e inconvenientes. Las

defensas constitutivas al estar formadas antes de que se produzca el ataque o agresión,

cuando éste llega la planta ya están preparadas, obteniéndose de este modo una

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respuesta defensiva rápida. Sin embargo, si no apareciese ningún ataque o agresión, se

habría inmovilizado una alta cantidad de energía de forma inútil necesaria para otros

procesos (Franceschi et al., 2005). En cambio, para las defensas inducidas sólo se

dedica la energía necesaria cuando se produce la agresión (Agrawal et al., 1999;

Franceschi et al., 2005). El gran inconveniente es que esta respuesta inducida, en la

mayoría de los casos, no es inmediata a la agresión (Franceschi et al., 2005). Ambas

defensas son necesarias, y habitualmente una relación óptima entre ambas estrategias

produce una mejor defensa de la planta en cada circunstancia ambiental (disponibilidad

de nutrientes, frecuencia esperable de ataques, agresividad de lo posibles patógenos en

la zona, etc.) (Franceschi et al., 2005).

Existen cuatros fases que definen el mecanismo de defensa de las plantas

(Franceschi et al., 2005). Franceschi et al. (2005) proponen que en una primera fase, las

defensas constitutivas repelen o impiden la invasión, si esto no fuese efectivo, se pasa a

una segunda fase donde el objetivo es matar o frenar la invasión del organismo. En la

tercera fase se procede a sellar los daños producidos para que la planta pueda seguir

funcionando con normalidad y además se evita el ataque de oportunistas (Franceschi et

al., 2005). La última y cuarta fase, se corresponde con la resistencia sistemática a

futuros ataques que serán más fáciles de defender (Franceschi et al., 2005).

1.4. Metil Jasmonato como inductor de defensas inducidas

El Metil jasmonato (MeJa) es una fitohormona que aplicada de forma exógena a

las plantas ha resultado útil para la elicitación de respuestas defensivas inducidas

similares a las que se producirían por el ataque de un herbívoro (Franceschi et al., 2002;

Zeneli et al., 2006). Varios autores han observado que su aplicación en especies de

coníferas induce reacciones defensivas como son: la formación de conductos

17

traumáticos de resina (Martin et al., 2002), la síntesis y acumulación de mono y

diterpenos (Martin et al., 2002) o la formación de células parenquimáticas polifenólicas

en la zona cambial (Erbilgin et al., 2006; Zeneli et al., 2006). Todavía se ha investigado

poco sobre este tema en coníferas, pero está demostrado que el tratamiento con MeJa

induce resistencia en Picea abies a los hongos Ceratocystis polonica Siem. (Moreau)

(Franceschi et al., 2002; Zeneli et al., 2006) a Diplodia pinea (Desm.) en P. radiata

(Gould et al., 2008) y a H. abietis en Pinus sylvestris L. (Heijari et al., 2005). Sin

embargo, los sistemas defensivos de las plantas pueden ser también inducidos por otros

métodos, unos son bióticos como herbivoría real y controlada (mediante bioensayos) y

otros son abióticos, con sustancias químicas como el benzo (1,2,3) thiadiazole-7-

carbothioic acid S-methyl ester (BTH) o ácido salicílico, o con héridas mecánicas en

diferentes partes de la planta (‘mechanical wounding’).

En tres proyectos fin de carrera previamente realizados en el CINAM de

Lourizán se ha observado que la aplicación de MeJa en plantas juveniles de P. pinaster

es capaz de estimular la producción de compuestos defensivos como por ejemplo un

incremento del contenido de resina en los tallos (Blanco, 2007), un incremento del

contenido de fenoles foliares (Rodríguez-Morales, 2008) o un menor consumo de

floema por parte de H. abietis en bioensayos realizados en laboratorio con respecto al

control (Costas, 2007). Sin embargo, hasta la fecha se desconoce cuales son los efectos

de la aplicación del MeJa en plantas juveniles de P. radiata.

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2. HIPÓTESIS DE TRABAJO Y OBJETIVOS

En este trabajo pretendemos evaluar la variación genética en la resistencia a

insectos en juveniles de P. radiata. Para ello evaluaremos el contenido de resina en los

tallos de plántulas de 2 años inducidas o no con MeJa, valorando la eficacia de este

carácter como evaluador de la resistencia a insectos mediante el establecimiento de

bioensayos “in vivo” e “in vitro” con el herbívoro generalista H. abietis. Para ello se

plantean los siguientes objetivos:

1. Estudiar si existe variación genética en el contenido de resina constitutiva e inducida

entre familias juveniles de la población de mejora de Galicia de P. radiata.

2. Evaluar si la aplicación exógena de MeJa y la realización de heridas mecánicas en el

tallo de las plantas son efectivas como agentes inductores de respuestas defensivas

(evaluadas como contenido de resina) en plántulas de P. radiata.

3. Estudiar si la aplicación exógena de MeJa y la realización de heridas mecánicas en el

tallo de las plantas aumentan la resistencia contra el herbívoro H. abietis.

19

3. MATERIAL Y MÉTODOS

3.1. Material vegetal

Para responder a los objetivos de este trabajo, se realizó un experimento en

invernadero en el que se sometieron 36 familias de medios hermanos de P. radiata

procedentes de polinización abierta de árboles plus de primera generación del huerto

semillero de Sergude a tres tratamientos experimentales (un control no tratado y dos

tratamientos de inducción de defensas). En Abril del 2006, las plantas fueron

germinadas y cultivadas en el invernadero del CINAM de Lourizán en condiciones

controladas de luz, temperatura y humedad. Se dispusieron dos plantas, apropiadamente

identificadas, en macetas de polietireno negro de 2 litros. Se sembraron sobre una

mezcla de de turba parda y perlita (1:1 volumen:volumen) y 12 gramos de fertilizante de

liberacion lenta (Multicote®; N:P:K 15:15:15). Fueron regadas diariamente con agua,

mediante aspersión temporizada. Las plantas se dispusieron en el diseño de bloques

definitivo en el primer invierno.

3.2. Diseño experimental

El diseño experimental de este estudio fue un split-plot replicado en cuatro

bloques (Figura 3.1). Cada bloque está dividido en tres tratamientos: un control no

tratado y dos tratamientos de inducción, uno mediante la aplicación exógena de MeJa y

otro basado en la realización de heridas mecánicas en el tallo (‘mechanical wounding’)

(Figura 3.1). Para reducir el esfuerzo experimental, se utilizó un tamaño muestral

diferente para cada uno de los tres objetivos planteados. Por tanto, cada tratamiento tuvo

un número de familias diferente. En los tratamientos control y MeJa se emplearon 36

20

familias, mientras que para el tratamineto de heridas mecánicas se emplearon 10

familias elegidas al azar dentro de las 36 totales de las que consta el estudio.

Para un primer objetivo, analizar si la variación genética influye en la cantidad

de defensas constitutivas e inducidas, se emplearon dos tratamientos, un control no

tratado para estudiar las defensas constitutivas, y un tratamiento de inducción de MeJa

para estudiar las defensas inducidas, en 36 familias para un total de 288 plantas (36

familias x 2 tratamientos x 4 bloques).

Para el estudio del segundo objetivo, comparar los daños físicos (‘mechanical

wounding’ o heridas mecánicas) con la inducción mediante MeJa el tamaño muestral se

redujo a 10 familias de las 36, en 3 tratamientos (control, MeJa y heridas mecánicas)

para un total de 120 plantas (10 familias x 3 tratamientos x 4 bloques).

Para el estudio del tercer objetivo, estudiar la efectividad dos tratamientos de

inducción en la resistencia contra H. abietis, se emplearon dos bioensayos, uno “in

vivo” con planta viva y otro “in vitro” con segmentos de tallo en placas de Petri. Para el

bioensayo “in vitro” se emplearon tres tratamientos (un control no tratado y dos

tratamientos de inducción, MeJa y heridas mecánicas). En los tratamientos control y

MeJa se emplearon 36 familias y para el tratamiento de heridas mecánicas 10 familias

para un total de 328 plantas (36 familias x 2 tratamientos x 4 bloques + 10 familias x 1

tratamiento x 4 bloques). En el bioensayo “in vivo” el tamaño muestral se redujo a 10

familias, en 3 tratamientos (control, MeJa y heridas mecánicas) para un total de 120

plantas (10 familias x 3 tratamientos x 4 bloques).

21

22

Figura 3.1. Diseño experimental.

3.3. Aplicación de los tratamientos experimentales y cosechado

A los dos años (Julio 2008) se midió diámetro y altura de todas las plantas, y se

aplicaron los distintos tratamientos experimentales de inducción de defensas (heridas

mecánicas y aplicación del MeJa).

El tratamiento de MeJa se aplicó planta por planta mediante pulverización de

aproximadamente 6 ml de una solucion 25 mM de MeJa en agua destilada con Tween

20® al 0.1% v/v. A las plantas control se le aplicó de idéntica forma agua destilada.

Las heridas mecánicas se realizaron con una herramienta (sacabocados)

practicando una pequeña herida en la mitad del tallo que profundizase hasta el xilema.

Un mes después de la aplicación de los tratamientos de inducción, se midió

diámetro y altura de todas las plantas, y se cosechó una planta por maceta, sellando el

pequeño tocón con masilla. Las plantas cosechadas se cortaron en partes, separando la

fracción destinada a la evaluación de las defensas mediante bioensayo con H. abietis

‘MECHANICAL CONTROL METIL JASMONATO

WOUNDING’

N =36 familias N =36 familias N =10 familias

BLOQUE

(bioensayo “in vitro”), y el resto del material se conservó en bolsas de plástico

etiquetadas en un congelador a -30 ºC para analizarlas posteriormente.

3.4. Captura de H. abietis

Para realizar los bioensayos planificados necesitábamos disponer de unos 300

ejemplares de H. abietis. Para su captura, se colocaron trampas por distintos pinares de

Ourense y Pontevedra. Estas trampas consistían en obtener trozos de corteza y floema

de pino y situarlas en el suelo con la parte externa hacia arriba (Figura 3.2a),

añadiéndole un chorro de esencia de trementina y otro de etanol (Moreira et al., 2008).

El olor de esta combinación de productos atraía intensivamente a estos insectos a las

trampas. Un día o dos después, se levantaban y se capturaban los imagos que podían

aparecer comiendo en el floema, escondidos en las grietas de la corteza, o bien

enterrados por el suelo bajo la trampa. El promedio de capturas fue variable, pero

oscilaba entre 1-4 insectos por trampa y día, dependiendo sobre todo de la zona de

captura. De esta forma se capturaron unos 500 ejemplares aproximadamente. Para

intentar reducir el estrés de los insectos capturados, se simuló su hábitat disponiendo en

la base de un recipiente de polietileno ventilado, una capa de arena y otra superior de

serrín humedecida con agua, y cubierta con trozos de corteza (Figura 3.2b). Las cajas de

cultivo se guardaban en un cuarto oscuro dentro de unas neveras a 14ºC para evitar que

tuviesen demasiada actividad, alimentándolos periodicamente con tallos de juveniles de

P. radiata.

Un día antes de realizar los bioensayos, se sacaron los ejemplares necesarios de

las cajas, se pesaron en una balanza de tres decimales y se dispusieron individualmente

en placas Petri numeradas con una base de papel de filtro humedecido. Se guardaron de

23

nuevo en la nevera a 14ºC y se les dejó 24 horas sin comida. Al día siguiente se

realizaron los bioensayos.

Figura 3.2 (a) Trampas con corteza para H. abietis y (b) caja de cultivo para la captura

de H. abietis.

3.5. Bioensayo “in vivo”

Este bioensayo se realizó en la segunda planta que quedó sin cosechar de cada

maceta. Para encerrar al insecto en la sección media de la planta viva se empleó una tela

de tul con unas dimensiones de 25 x 35 cm. Se dobló por la mitad más ancha y se

graparon los extremos quedando una forma de cilindro (Figura 3.3). La planta se

introdujo por el hueco, los extremos se cerraron con cinta adhesiva dejando una forma

de huso e introduciendo el H. abietis, de peso conocido, en su interior. El insecto se

alimentó de la planta viva durante 24 horas, luego se cosecharon las plantas y se

congelaron a -30ºC para su posterior valoración de las mordeduras y del contenido de

resina.

24

25

Figura 3.3. Bioensayo ”in vivo”.

3.6. Bioensayo “in vitro”

Al cosechar las plantas, se destinaron dos segmentos de los extremos de la parte

central de la planta para este bioensayo, de aproximadamente 2,5 cm cada uno. Los dos

segmentos de cada planta se introdujeron en las placas Petri numeradas con un insecto

previamente pesado (Figura 3.4). La numeración se corresponde con un número de

muestra concreto. El insecto permaneció en una cámara de cultivo a 18 ºC, a oscuras y

durante 24 horas comiendo. Al finalizar, se retiró el insecto y los tronquitos se

guardaron en las placas Petri en la nevera a 4 ºC para el posterior análisis de los daños o

mordeduras.

3.7. Medición y análisis de mordeduras

El análisis de mordeduras de H. abietis, fue idéntico para los dos bioensayos. En

ambos casos se cogió el segmento de tallo empleado, se envolvió en su totalidad con

celo transparente y con un rotulador permanente se dibujaron las mordeduras

ocasionadas; luego se despegó el celo y se pegó en un folio en blanco A4, nombrándolo

con el correspondiente número de muestra. Posteriormente, se escanearon los folios con

los celos pegados y se empleó el programa de análisis de imagen Image-ProPlus® para

calcular el área de la superficie total del tronco y el área de las mordeduras ocasionados

por el insecto (marcadas por el rotulador permanente).

3.8. Determinación del contenido de resina

Para la evaluación del contenido de defensas constitutivas e inducidas de P.

radiata, se determinó el contenido de resina por unidad de peso seco del tallo (mg de

residuo resinoso g-1 peso seco del tallo) siguiendo el método propuesto por Wainhouse

et al. (2000) ligeramente modificado. Para ello, se cortaron pequeños segmentos de tallo

(5 cm aproximadamente) de la parte basal, separada 5 cm del cuello de la raíz. Cada

muestra se colocó en un tubo de vidrio previamente numerado y pesado en una balanza

de precisión, hasta el miligramo. A continuación, se añadió hexano a cada tubo hasta

cubrir la muestra. El hexano es un disolvente volátil que se emplea para la extracción de

resina. Cada uno de los tubos se agitó mediante un vortex VWR (VV3) a velocidad 2x y

se metieron en tandas de 50 tubos en gradillas metálicas en un baño de ultrasonidos

(BRANSON 2510) a 40-45ºC durante 10 minutos, para facilitar la penetración del

hexano en el sistema de canales resiníferos del tronco. Durante un día, se dejó reposar

en la campana extractora. Pasadas las 24 horas, se procedió a filtrar el material vegetal

segmentado con la ayuda de un embudo y con un papel de filtro de fibra de vidrio

26

(Glass Fiber Filters, VWR), recogiendo el solvente en un segundo tubo numerado y

pesado. Después de la primera filtración, se vuelve a añadir hexano a la muestra, a

agitar, a meter en el baño de ultrasonidos e imediatamente después se realiza la segunda

filtración. Los tubos con los restos de los troncos se secaron en una estufa (BINDER) a

80ºC durante 24 horas y los restos de hexano con resina se dejaron en la campana

extractora hasta que se volatilizase todo el hexano, dejando la resina en el tubo

(aproximadamente 72 horas). Por último, se pesaron todos los tubos en balanza de

precisión y por diferencia de peso entre los tubos de la primera y segunda filtración y

los pesos de los mismos vacíos se calcularon los mg de residuo resinoso (suma de los

mg de la primera y segunda filtración). De forma idéntica se pesaron los tubos con los

tallos secos y por diferencia de pesos del tubo lleno (con los tronquitos) y vacío se

calcularon los g de peso seco del tallo. La resina total fue medida como mg residuo

resinoso por g de peso seco del tallo.

27

28

Cuadro 3.1. Diagrama de los bioensayos.

Fig. 1. Trampas en campo para H. abietis .

Fig. 2. Contenedor de cultivo para H. abietis

.

Fig. 3.a. Bioensayo in vivo Fig. 3.b. Bioensayo in vitro

Fig. 4.b. Daños causados

por el insecto

Fig 5. Evaluación de daños con celo transparente

Fig. 6. Análisis de mordeduras con Image Pro Plus

Fig. 4.a. Daños causados por el insecto

29

Fig. 1. Segmentacion del tallo Fig. 2. Añadir hexano muestras

Fig. 3. Gradilla con 50

Fig. 6. Reposo en campana Fig. 5. (Fig. 9.) Baño de ultrasonidos Fig. 4.Agitar con un vortex extractora

Fig. 7. (Fig. 10.) Fig. 8. Añadir hexano de nuevo Filtraciones 2ª extracción

Fig. 11. Estufa 80ºC Fig. 12. Extracciones de resina

Fig. 13. Pesada en balanza de precisión.

Cuadro 3.2. Método de la extracción de resina.

4. RESULTADOS

En las tablas 1 y 2 se muestran los resultados del análisis estadístico de las

mediciones del contenido de resina realizados según los factores de diseño para los

objetivos 1 y 2. En ellas se pueden observar los grados de libertad del numerador (GL

num), los grados de libertad del denominador (error; GL den), el valor del estadístico F

y la probabilidad (p) de aceptar la hipótesis nula para el correspondiente valor de F y sus

grados de libertad para cada uno de los efectos.

Para el primer objetivo, analizar si la variación genética influye en la capacidad

de inducir defensas, observamos que el efecto de la pertenencia a una u otra familia de

P. radiata y la interacción entre el tratamiento de MeJa y la familia (TxG) no resultaron

significativas (Tabla 4.1). Por otro lado, la aplicación experimental de MeJa afectó de

manera significativa al contenido de resina en el tallo de los pinos (Tabla 4.1), de

manera que las plantas tratadas con MeJa presentaron un contenido de resina un 20 %

mayor que las plantas control (Figura 4.1). Esto indica que el tratamiento con MeJa fue

efectivo induciendo la cantidad de resina en el tallo.

Tabla 4.1. Resumen del análisis de varianza según el modelo mixto para el contenido de resina en el tallo de plantas de 2 años de edad pertenecientes a 36 familias de polinización abierta de P. radiata sometidas a dos tratamientos de inducción de defensas (control y 25 mM MeJa).

Efecto GLnum GLden F p

B 3 3 0,10 0,953

T 1 3 22,26 0,018

G 35 104 1,15 0,290

TxG 35 104 1,30 0,153

BxG 105 104 0,97 0,556

30

0

5

10

15

20

25

Control MeJa

b

am

gre

sidu

o re

sino

so g

-1pe

so s

eco

31

Figura 4.1. Contenido de resina en el tallo de plantas de 2 años de edad de P. radiata sometidas a dos tratamientos de inducción de defensas (control y 25 mM MeJa). Los datos mostrados son las lsmeans ± error estándar. N = 144.

Para el segundo objetivo, comparar el efecto de la inducción mediante daños

físicos (‘mechanical wounding’ o mordeduras artificiales) con la inducción mediante

MeJa, observamos que el realizar heridas mecánicas a las plantas afectó

significativamente al contenido de resina en el tallo de los pinos (Tabla 4.2). Las plantas

a las que se realizaron heridas mecánicas presentaron un contenido de resina un 25 % y

un 45 % mayor (ambas significativamente diferentes) que las plantas tratadas con MeJa

y las plantas control, respectivamente (Figura 4.2). Por otro lado, en este grupo de

familias sí que observamos diferencias significativas en el contenido de resina entre las

diferentes familias de P. radiata (Tabla 4.2) y, además, la interacción entre el

tratamiento de inducción de defensas y la familia (TxG) también fue significativo

(Tabla 4.2, Figura 4.3), demostrando de este modo que las diferentes familias de pino

tienen una capacidad de inducción de defensas dispar.

32

Tabla 4.2. Resumen del análisis de varianza según el modelo mixto para el contenido de resina en el tallo de plantas de 2 años de edad pertenecientes a 10 familias de polinización abierta de P. radiata sometidas a tres tratamientos de inducción de defensas (control, 25 mM MeJa y mechanical wounding).

Efecto GLnum GLden F p

B 3 6 0,24 0,863

T 2 6 12,06 0,008

G 9 55 2,97 0,006

TxG 18 55 1,83 0,045

BxG 27 55 1,60 0,069

Figura 4.2. Contenido de resina en el tallo de plantas de 2 años de edad de P. radiata sometidas a tres tratamientos de inducción de defensas (control, 25 mM MeJa y mechanical wounding). Los datos mostrados son las lsmeans ± error estándar. N = 40.

0

5

10

15

20

25

30

Control MeJa Mechanicalwounding

mg

resi

duo

resi

noso

g-1

peso

sec

o

c

a

b

33

Figura 4.3. Contenido de resina en el tallo de plantas de 2 años de edad pertenecientes a 10 familias de polinización abierta de P. radiata sometidas a tres tratamientos de inducción de defensas (control, 25 mM MeJa y mechanical wounding). Los datos mostrados son las lsmeans ± error estándar. N = 4.

Para el tercer objetivo, estudiar si la inducción experimental de defensas es

efectiva contra el ataque del herbívoro H. abietis, observamos en bioensayos in vitro (en

placas Petri) que ni la aplicación de MeJa (Figura 4.4a) ni la realización de heridas

mecánicas (Figura 4.4b) afectaron significativamente a los daños realizados por el

herbívoro con respecto al control. A pesar de que, según lo esperado, el herbívoro

realizó un mayor daño en las plantas control que en las plantas tratadas, con defensas

incrementadas, las diferencias no fueron estadísticamente significativas (Figuras 4.4a,

4.4b). Además, en otro bioensayo realizado in vivo (sobre plantas vivas), tampoco

observamos diferencias significativas entre los diferentes tratamientos de inducción de

defensas (MeJa y heridas mecánicas) en los daños provocados por H. abietis con

respecto al control (Figura 4.5). En este caso también fueron mayores los daños

05

10152025303540

0 22 37 44 51 69 74 78 83 84

Familia de P. pinaster

ControlMeJaMW

mg

resi

duo

resi

noso

g-1

peso

sec

o

34

provocados en las plantas control aunque no lo suficiente para ser considerados como

estadísticamente diferentes.

Figura 4.4. Efecto de la inducción de respuestas defensivas en juveniles de P. radiata mediante (a) la aplicación de 25 mM MeJa y (b) la aplicación de 25 mM MeJa y la realización de heridas mecánicas sobre el % de área consumida por el herbívoro H. abietis en bioensayos in vitro realizados con segmentos de tallo en placas Petri. Los datos mostrados son las lsmeans ± error estándar. N = 144 y N = 40 respectivamente.

Figura 4.5. Efecto de la inducción de respuestas defensivas en juveniles de P. radiata mediante la aplicación de 25 mM MeJa y la realización de heridas mecánicas sobre el % de área consumida por el herbívoro H. abietis en un bioensayo in vivo (sobre planta viva). Los datos mostrados son las lsmeans ± error estándar. N = 40.

0

5

10

15

20

25

30

Control MeJa% á

rea

mor

dida

por

Hyl

obiu

s

0

5

10

15

20

25

30

Control MeJa mechanicalwounding

F1,3 = 4,58; n.s. F2,6 = 1,45; n.s.

In vitro

(a) (b)

0.0

0.5

1.0

1.5

2.0

2.5

3.0

3.5

4.0

Control MeJa

F2,6 = 0,66; n.s.

In vivo

% á

rea

mor

dida

por

Hyl

obiu

s

mechanicalwounding

5. DISCUSIÓN 5.1. Efecto del genotipo sobre la producción de resina en tallos de juveniles de P.

radiata

El efecto familiar sobre la capacidad defensiva basada en la producción de resina

no resultó significativo cuando analizamos las 36 familias de P. radiata objeto de este

estudio y que fueron sometidas a dos tratamientos de inducción de defensas (control y

MeJa), sugiriendo de este modo que no existen genotipos superiores en cuanto a la

producción de resina. Estos resultados no se corresponden con estudios anteriores

realizados por otros autores en otras coníferas donde se encontró que la capacidad

defensiva de las plantas, y entre ellas la producción de resina, está sujeta a un fuerte

control genético (Rosner y Hannrup, 2004; O'Reilly-Wapstra et al., 2006; Donaldson y

Lindroth, 2007). En este sentido, Rosner y Hannrup (2004) observaron que el número y

la densidad de canales resiníferos en Picea abies están afectados significativamente por

la genética del individuo, encontrando además altas heredabilidades en alguna de ellas.

Sin embargo, en otro estudio anterior realizado en el CINAM de Lourizán donde se

analizó el contenido de resina en 34 familias de P. pinaster tampoco existieron

diferencias significativas entre ellas (Blanco, 2007). No obstante, pudiera ser que la

precisión de cuantificación del contenido de resina tanto en este ensayo mencionado

como en el nuestro, no resultase suficiente para encontrar significación, o que fuese

necesario un mayor tamaño muestral, es decir, analizar un mayor número de familias y,

especialmente, una mayor cantidad de individuos dentro de cada familia.

Un dato llamativo de nuestro estudio es que cuando analizamos solamente 10 de

las 36 familias (para el segundo objetivo) sí que encontramos diferencias familiares

significativas, además de que la interacción entre el tratamiento de inducción y la

familia también fue significativa, indicando que dichas familias de pino varían en

35

36

cuanto a su capacidad de inducir defensas. Estas 10 familias fueron seleccionadas al

azar dentro de las 36 que componen el experimento, por lo que podría darse el caso de

que hayan sido seleccionadas justamente las que presentan una mayor variabilidad en

cuanto a la producción de resina. En el contexto de los programas de mejora genética de

la productividad y calidad de madera, la resistencia a plagas y enfermedades de la

población mejorada es un elemento clave. La resistencia resulta de una combinación de

la resistencia constitutiva, la existente previamente al ataque, y de la habilidad para

generar una eficiente resistencia inducida por el propio ataque, por lo que tener en

cuenta la posibilidad de mejorar genéticamente las variables de resistencia contra la

herbivoría, como la cantidad de resina o fenoles en tallos y hojas es de vital

importancia.

5.2. Efecto de los tratamientos de inducción sobre la producción de resina en tallos

de juveniles de P. radiata

Tanto la aplicación éxógena de MeJa como la realización de heridas mecánicas

en el tallo aumentaron significativamente el contenido de resina en el tallo de las

plantas. El uso eficaz del MeJa como elicitador de respuestas inducidas equivalentes a

las de la herbivoría real en juveniles de coníferas está notoriamente demostrado en la

literatura reciente (Martin et al., 2002; Hudgins et al., 2004; Hudgins y Franceschi,

2004; Miller et al., 2005). Martin et al. (2002) observaron que después de la aplicación

de MeJa en P. abies aumentaba significativamente la formación de canales de resina

traumáticos o inducidos en el xilema, aumentando por lo tanto el flujo de resina en el

tallo. En este mismo sentido, Hudgins et al. (2004) observaron que aplicando MeJa en

12 especies de coníferas aumentaba significativamente la concentración de resina,

fenoles y otros sistemas defensivos. El aumento de la capacidad defensiva de las plantas

37

después de realizar heridas mecánicas en el tallo también ha sido encontrado

previamente en otras especies de coníferas (Ruel et al., 1998; Lombardero et al., 2006),

aunque estos autores estudiaron plantas adultas que responden de forma diferente. Ruel

et al. (1998) observaron incrementos significativos del flujo de resina en el tallo de

árboles de P. taeda después de realizar punciones sobre el tallo. Lombardero et al.

(2006) observaron que 55 días después de realizar heridas mecánicas en el tallo de

árboles de P. resinosa se incrementaba al doble el flujo de resina con respecto a los

controles.

A pesar de que varios han sido los autores que han encontrado que la aplicación

exógena de MeJa y la realización de heridas mecánicas provocan respuestas defensivas

similares a las que se producen en la herbivoría real, este es uno de los primeros trabajos

(el primero en P. radiata) en el que se compara la capacidad de inducción de ambos.

Nuestros resultados mostraron que la realización de heridas mecánicas en los tallos

superaba ampliamente la capacidad de inducción de defensas (basada en el contenido de

resina en el tallo) obtenida después del tratamiento con MeJa a pesar de lo reducido de

la herida. Este resultado tiene un gran interés a la hora de realizar experimentos de

herbivoría simulada ya que la gran ventaja de utilizar elicitadores químicos externos es

que se produce un estrés en la planta parecido al de la herbivoría real sin la necesidad de

realizar daños físicos en la misma. Sin embargo, en este trabajo observamos que las

diferencias entre un tratamiento y otro son importantes. En esta misma dirección, son

necesarios nuevos experimentos donde se compare las respuestas defensivas inducidas

por la herbivoría simulada (mediante MeJa y daños mecánicos) y la herbivoría real.

5.3. Efecto de los tratamientos de inducción sobre el ataque del herbívoro H. abietis

a juveniles de P. radiata

38

La aplicación de tratamientos inductores de respuestas defensivas no fue eficaz

contra el daño provocado por H. abietis. Ni la aplicación de MeJa ni la realización de

heridas mecánicas afectaron significativamente a los daños realizados por el herbívoro

con respecto al control, tanto en ensayos in vivo como in vitro. Estos resultados no están

de acuerdo con los encontrados previamente por otros autores en otras especies de

coníferas (Heijari et al., 2005; Miller et al., 2005; Heijari et al., 2008). La aplicación

exógena de MeJa ha sido previamente descrita como un tratamiento eficaz contra el

ataque de un gran rango de insectos herbívoros. Heijari et al. (2005) observaron que

aplicando diferentes concentraciones de MeJa (0, 10 y 100 mM) a P. sylvestris de dos

años de edad se reducía significativamente el área de corteza comida por H. abietis,

siendo menor el daño a medida que se aumentaba la concentración de MeJa. Miller et

al. (2005) encontraron que la aplicación de MeJa a abetos de dos años de edad era

efectiva contra el daño provocado por el curculiónido Pissodes strobi (Peck.). Sin

embargo, y a pesar de que existen varias referencias sobre estos efectos en otras

coníferas, este es el primer trabajo que estudia el efecto de la aplicación de MeJa en

juveniles de P.radiata. En el caso del ‘mechanical wounding’ hasta la fecha apenas

existen referencias previas de cómo afecta en la resistencia a insectos herbívoros en

coníferas. Lombardero et al. (2006) observaron que los árboles tratados con heridas

mecánicas no presentaban ataques de perforadores de corteza. En este trabajo, como

describimos previamente, encontramos que induce significativamente el contenido de

resina en los tallos (un 45 % más que en el control) pero este fenómeno no está

directamente relacionado con un menor consumo por parte de H. abietis. Una posible

explicación a esta falta de efecto en el bioensayo in vivo podría ser que, al igual que se

encontró en trabajos anteriores llevados a cabo en el CINAM de Lourizán, el ataque del

herbívoro induzca en poco tiempo (se ha observado que en tan sólo 48 horas) respuestas

39

defensivas que provoquen que las plantas más atacadas sean las que mayor contenido de

defensas sinteticen. De este modo, estas plantas pueden responder mejor al ataque,

perdiéndose así el efecto inicial del tratamiento.

40

6. CONCLUSIONES

1.- El efecto familiar sobre la capacidad defensiva basada en la producción de resina no

resultó significativo en las 36 familias de P. radiata objeto de este estudio. La

capacidad de inducir defensas tampoco varía entre las diferentes familias de pino

estudiadas (interacción MJxG no significativa).

2.- Sin embargo, cuando se ensayó con la aplicación exógena de MeJa y un tratamiento

basado en heridas mecánicas en el tallo de las plantas (‘mechanical wounding’) en 10 de

esas familias escogidas al azar, estos tratamientos resultaron efectivos como inductores

experimental de defensas en P. radiata, existiendo además variación genética en el

contenido de resina y en la capacidad de inducir defensas (interacción MJxG

significativa).

3.- La realización de heridas mecánicas (‘mechanical wounding’) como inductor de

defensas en P. radiata incrementó significativamente la cantidad de resina respecto a la

aplicación de MeJa, y ambos también sobre el control.

4.- La aplicación exógena de metil jasmonato y el tratamiento ‘mechanical wounding’

no redujeron de forma significativa la preferencia del curculiónido H. abietis con

respecto al control, tanto cuando fue evaluada en bioensayo con planta viva (in vivo)

como en bioensayo en placa Petri (in vitro), a pesar de que las plantas presentaron una

mayor cantidad de resina.

41

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8. SUMMARY

Pinus radiata Don. is one of the most important forest tree species of Galicia. In the

80’, it was installed a seed orchard in Sergude (A Coruña) to obtain seed material with

high genetic quality to restock Galician forests. These P. radiata genotypes have better

growth, stem form and branching characteristics, looking forward increase the

productivity of this species. In the last years, several studies have also showed that

herbivory resistance and plant defenses were under genetic control. In the present study

we evaluated (i) genetic variation in pine constitutive and induced defenses (assesment

as resin concentration in the stem) (ii) the effect of exogenous application of methyl

jasmonate (MeJa) and wound-induced in the stem (mechanical wounding) on pine

defensive responses and, finally, (iii) the possibility of employing laboratory bioassays

to study the variation on phloem feeder Hylobius abietis L. resistance. The results of

this sudy showed that we did not detect significant genetic effects on pine defenses

neither on the capacity of expressing induced responses between pine families (MJxG

interaction not significant). Anyway, induced treatments were effective to induce

defenses on pine seedlings. Mechanical wound-induced seedlings showed 25% and 45%

greater resin concentration than MeJa-induced and control seedlings, respectively.

However, although induced treatments increased resin content in pine stems, these

induced treatments did not significantly reduced H. abietis preference in the in the

laboratory bioassays.

Keywords: Pinus radiata, resin content, Hylobius abietis, genetic variation, constitutive

defenses, induced defenses

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9. RESUMO

Pinus radiata Don. é unha das especies máis importantes do sector forestal galego. Nos

anos 80 instalouse en Sergude (A Coruña) un horto sementeira inxertando clons de

árbores plus co fin de obter semente de alta calidade xenética para repoboar os montes

galegos. Os xenotipos de P. radiata seleccionados presentaban mellores crecementos,

maior rectitude do fuste e menor ramosidade para aumentar con isto a produción de

volume de madeira, tanto en calidade como en cantidade. Ademais do estudo de

crecemento destas proxenies melloradas, nos últimos anos tamén mostrouse que a

resistencia a pragas e enfermidades e os sistemas defensivos que as plantas empregan

para loitar contra elas tamén están suxeitos a variación xenética. No presente traballo

avaliouse (i) a variación xenética no contido de defensas, tanto constitutivas como

inducidas, (medido como contido de resina), (ii) o efecto da aplicación exósena de metil

xasmonato (MeJa) e a realización de feridas mecánicas no talo das plantas nas respostas

defensivas (avaliadas como contido de resina) e, por último, (iii) a posibilidade de

empregar bioensaios para detectar a variación na resistencia o herbívoro Hylobius

abietis L. Entre os resultados deste traballo, non detectamos, cos métodos empregados,

efecto familiar no contido de defensas, nin tampouco na capacidade de expresar

defensas inducidas entre as diferentes familias de pino estudadas (interacción MJxG non

significativa). Por outra banda, os tratamentos de indución foron efectivos á hora de

inducir defensas nas plantas. As plantas ás que se lle realizaron feridas mecánicas

presentaron un contido de resina un 25% e un 45% maior que as plantas tratadas con

MeJa e as plantas control, respectivamente. Sen embargo, a pesar de que os tratamentos

de indución incrementaron a produción de resina nos talos, estes tratamentos non

reduciron de forma significativa a preferencia do curculiónido H. abietis, tanto cando

foi avaliada no bioensaio con planta viva (in vivo) como no bioensaio en placa Petri (in

vitro).

Palabras chave: Pinus radiata, resina, Hylobius abietis, variación xenética, defensas

constitutivas, defensas inducudas