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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL CENTRO DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS Y

TECNOLÓLOGICOS

CUAUHTÉMOC

ESCUELA PARA PADRES

2013

Los padres necesitan llenar la cubeta de autoestima de un Adolescente, de

tal manera que el resto del mundo no pueda hacer suficientes agujeros como para agotarla.

El consejo mas inteligente para educar a un hijo consiste en disfrutarlo

mientras aún esté con usted.

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Este manual fue elaborado por las orientadoras del turno

matutino:

SILVIA OCHOA AYALA

VIRGINIA MEDINA GUERRERO

CONCEPCIÓN ÁLVAREZ ROBLES

FORMANDO PARTE DE LOS RECURSOS GENERADOS EN

EL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SIP 20130301

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NSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

CENTRO DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS

“CUAHTÉMOC”

ORIENTACIÓN JUVENIL

PROGRAMA DE ATENCIÓN ESPECIALIZADA

Curso-Taller Escuela para Padres

LA FAMILIA COMO FACILITADORA DE LA TOMA DE

DECISIONES EN EL JOVEN ADOLESCENTE

Presentación

La tarea de ser padres con hijos adolescentes se torna un elemento esencial en la promoción de la autonomía y en la participación comprometida de los jóvenes que actualmente requieren guía y

acompañamiento para diseñar su futuro. La toma de decisiones es un proceso en que no sólo interviene el conocimiento, sino también las actitudes y habilidades que cada uno posee, por lo que los padres pueden apoyar el descubrimiento y desarrollo de estos elementos autodescubriendo sus propias potencialidades y actuando como un valioso modelo que enriquece en el joven sus habilidades para la vida y la toma de consciencia de sus acciones. Este taller tiene como objetivo principal sensibilizar a los padres a través del autoconocimiento y reflexión grupal, sobre su papel como formadores y facilitadores de un estilo de vida saludable que involucre la toma de decisiones positivas que permitan al adolescente desarrollar el sentido de responsabilidad, planeación y búsqueda del conocimiento, para lograr elecciones que le convengan dentro de un marco de autonomía y participación social.

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Temario

I. La herramienta más poderosa de los padres

II. Reconociéndonos como parte de un sistema familiar

III. La pareja el principio de la aventura

IV. Viviendo la adultez en plenitud

V. Mejorando mi comunicación en casa

VI. Sembrando principios, cosechando valores

VII. Autoestima : La piedra angular

VIII. Decisiones que apoyan y fortalecen el aprovechamiento

escolar de mi hijo

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Bienvenida Distinguidos padres de familia, la tarea de ser padres es la más creativa y emocionante aventura que hemos elegido vivir, por lo tanto, debemos estar dispuestos en todo momento a ser capaces de resolver situaciones que nos permiten cuestionar los métodos de relación utilizados hasta ahora con nuestros adolescentes, reconstruir un pasado que nos proporciona elementos pero que también nos plantea la necesidad de reaprender como enfrentar los retos de la vida del padre y madre del joven actual. Una meta importante de ser padres es encausar al adolescente en su independencia y autonomía, por lo que les invitamos a emprender esta búsqueda de estrategias para facilitar este camino y apoyar al joven en la realización de su proyecto de vida personal.

¡ Bienvenidos a esta experiencia !

RUTAS A LA FELICIDAD

1. La felicidad está dentro de ti. No la busques en lo exterior 2. Sólo puedes elegir tu manera inteligente y sensata de caminar por la vida. Elige bien los

ingredientes: madurez, sabiduría, discernimiento, ecuanimidad, amor. 3. Deja el pasado negativo en el pasado y no trates de cambiar a los demás sino de cambiar

tú respecto de las personas y las cosas. 4. Tu felicidad dependerá siempre de la cantidad de tus dependencias, a menos dependencia

más felicidad. 5. Culparte y culpar, preocuparte y preocupar mal camino. Mejor reflexiona y ocúpate. 6. Feliz si, pero hoy, ahora, en este momento, totalmente feliz. 7. Tú eres tu mejor obra creativa, créate a ti mismo cada día. 8. No te quedes en ti, amplía sin límites tu corazón, tu conciencia, tanto que todos los seres

humanos quepan en tu corazón 9. Tu camino y tu meta son una misma cosa. Son amor, servicio la felicidad una

consecuencia de ello. 10. Crea siempre horizontes de esperanza para ti y para los demás, no seas un cenizo,

siempre hay salida. 11. La alegría es el oxígeno del alma, respírala siempre de manera espontánea y contágiala a

los demás. 12. Acéptate, reconoce tus limitaciones pero crece y camina, no te pares. 13. Eres dueño del universo, de la noche y del día, de los bosques, del mar y de la tierra.

Hazlos tuyos en un abrazo de amor a todas las criaturas. 14. Eres tú quien pone los caballos de potencia al motor de tu vida. Los caballos son tus

pensamientos, tenacidad, tu esperanza. Eres y te conviertes en lo que piensas. 15. No confundas bondad con estupidez, no permitas que te chantajeen, te manipulen o te

organicen la vida, tu eres el dueño de tu destino. 16. Decide tú la actitud que quieres tener hacia la vida. Dale un significado. Elige la felicidad

como única alternativa posible. 17. Escoge a personas agradables que te contagien la felicidad… 18. Encierra el hacha primitiva del rencor, odio, venganza, resentimiento, pertenecen a la

Prehistoria. 19. Comprueba por ti mismo lo que se siente al compartir, al dar. 20. Pon todo tu esmero en la conquista de los enemigos internos, libérate de las dependencias

emocionales.

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La Herramienta más Poderosa de los Padres

Objetivo de la Primera Sesión Que los padres reconozcan la importancia que su relación con el adolescente tiene, así como los elementos que se encuentran a su alcance para lograr una relación más saludable y productiva tanto con su adolescente como con su familia en general.

Actividades Ruptura del hielo: ¡A formar refranes! Creación de equipos de trabajo Los padres de familia analizarán los elementos que conforman el éxito de sus hijos ubicando cual es la herramienta más importante que poseen para la formación productiva y autónoma de los mismos anotando sus conclusiones y compartiendo con el grupo. Analizarán el video “Los hijos exitosos” y en grupo, elaborarán las conclusiones del tema.

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Reconociéndonos como parte de un Sistema Familiar

Objetivo de la Segunda Sesión Los padres se reconocerán como parte de un sistema familiar del cual provienen y ubicarán los elementos que han reproducido en su propio núcleo con sus hijos. Identificarán la importancia de los patrones familiares repetitivos y rescatarán los factores tanto positivos como negativos y las posibles

alternativas para mejorar sus funciones parentales.

Actividad Se dividirá al grupo en cuatro secciones proporcionando a cada una una lectura referente a la familia, solicitando realicen en un mapa mental que represente las principales conclusiones del equipo Textos: 30 Días para una Familia Feliz ( hasta día 10) Funciones Parentales Relaciones Nuera-Suegra y La Madre Soltera La Familia Posteriormente nombrarán un relator que nos comunique las impresiones del equipo Construcción de esculturas humanas Visualice la presentación Charco de Lodo y comparta con sus hijos y pareja el contenido de la misma

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30 Días para una Familia Feliz Paul Lewis y Tom Black

Panorama Editorial México 2006

pp. 71-141

¡Dinamita Verbal!

Puedo vivir durante dos meses con un buen elogio.

Mark Twain.

Es virtualmente imposible exagerar el impacto positivo de que los integrantes de

la unidad familiar expresen de modo regular su aprecio mutuo. Una y otra vez, los estudios de familias fuertes revelan que la afirmación mutua es un factor básico de cohesión en todas las familias realmente felices. Si usted ha decidido orientarse a desarrollar su matrimonio y vida familiar expresando más aprecio como primer proyecto de 30 Días hacia una FAMILIA FELIZ, ¡ felicidades!. Ha tomado una decisión sabia y sensible. Los frutos de sus esfuerzos se multiplicarán durante las semanas, meses y años próximos: aun la próxima generación. Recibir palabras sinceras de aprecio, en especial en casa, pueden sentirse igual a respirar aire puro en un mundo de contaminación.

Como utilizar la parte III La Parte III es una guía diseñada para ayudarle a usted y a su familia a dar un paso cada día, durante un mes completo, para aprender a expresar el aprecio. Estas percepciones y actividades lo ayudarán a practicar la afirmación regular en sus relaciones. Cada día introduce una percepción (algo “en que pensar”) y sugiere un actividad o ejercicio sencillo de aplicación (algo “que hacer”). Cada paso diario puede adaptarse con facilidad a un programa ocupado. Si usted pierde uno, dos o más días, no se desaliente. Tome las cosas donde las dejó y siga adelante. Antes que transcurra mucho tiempo, habrá formado nuevos hábitos y estará disfrutando de todas las expresiones de aprecio que se intercambian en su hogar. No permita que nada lo aparte de estos treinta importantes días de desarrollo familiar. En algunas familias, obtener la atención y cooperación de ciertos miembros puede ser todo un reto. Quizá al principio no perciban al profundo valor del proyecto. Por fortuna, desarrollar y practicar las habilidades de aprecio puede comenzar de manera eficaz con usted únicamente. Los demás se unirán a medida que se capta su atención; sus nuevas palabras y acciones de aprecio los motivarán. Los modelos son una forma muy poderosa de enseñar.

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Nada es tan precioso como su familia. Fairchild comprendió esto al final, pero era demasiado tarde. Por fortuna, usted ahora se dará cuenta de que éste es el mejor momento para comenzar.

Parte I: Encontrar el enfoque

¿Qué espejo?

Las palabras de afirmación de los padres y de las madres son como interruptores de luz. Si usted dice una palabra de afirmación en el

momento adecuado de la vida de un niño, será como encender toda

una habitación de posibilidades. Gary Smalley y John Trent

PARA PENSAR: Le guste o no, las palabras tienen la tremenda capacidad de construir y destruir a la personas. Esto es particularmente válido dentro de la familia. Quizá usted recuerde claramente palabras de elogio que sus padres le dijeron hace muchos años. Es más probable que pueda recordar las palabras negativas e hirientes dirigidos a usted por alguna otra persona en el pasado. Quizá el entorno y la expresión facial del orador aún se encuentren vívidamente dibujados en su memoria. El nuevo presidente del consejo estudiantil de una secundaria incluyo la de declaración: “mi padre crece en mí”, en su discurso de aceptación. Después de intentar suicidarse, otro estudiante dijo como sarcasmo: “Mis padres me creen estúpido”. Cada declaración utiliza sólo cinco palabras, pero qué en contraste. Una habla de vida, la otra de muerte. ¿De qué manera estos jóvenes adquirieron perspectivas de motivación tan profundas de sí mismos y de sus capacidades? Fueron conformados por “espejos” sostenidos ante ellos por sus padres. Las palabras de un padre se vuelven un espejo: revela al chico una visión positiva y negativa. Sólo los padres más desorientados arruinarán de forma intencional la autoestima de un niño. Pero ello puede ocurrir con gran facilidad si los padres son incapaces de darse cuenta que son ellos las personas de quienes depende el niño para poner en perspectiva los eventos de la vida, tanto como positivos como negativos. Las palabras y actos cotidianos y descuidados de papá y mamá, establecen el significado de tales ocurrencias. Los niños buscan la aprobación de sus padres. Observan los ojos de un padre en busca de señales acerca de lo bien que hacen las cosas. Un padre tiene

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oportunidad de inmortalizar determinados momentos en la vida de un hijo. Los autores Gary Smalley y John Trent lo expresan de esta manera: “Se requiere un padre amoroso y atento para tomar una fecha (evento o experiencia) común y convertirla en un hito en la vida de un hijo o hija”. PARA HACER: Cierre los ojos por un momento y reflexione en el espejo que

sus padres ( y otros adultos importantes) sostuvieron frente a usted .Anote la retroalimentación positiva y negativa que aún resuena en sus oídos. Palabras positivas que me dijeron: Palabras negativas que me dijeron: _____________________________ ___________________________ _____________________________ ___________________________ _____________________________ ___________________________ _____________________________ ___________________________ _____________________________ ___________________________ _____________________________ ___________________________ Haga notas respecto de cada comentario positivo o negativo que pueda recordar que haya hecho a su hijo durante la ultima semana o dos. Sea honesto. Observaciones Positivas: Observaciones Negativas:

Reflexione en dos respuestas a estas preguntas en las 24 últimas horas. Si tiene cónyuge, comparen las respuestas de ambos.

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Parte Uno: Encontrar enfoque

El corazón del aprecio

El principió mas profundo de la naturaleza humana es el esfuerzo por ser

apreciado.

William James

PARA PENSAR: Afirmar y apreciar a los demás significa atribuirles valor: levantarlos, ensalzarlos y honrarlos; recomendarlos y aplaudir el contenido de su corazón, según lo revelan sus palabras y obras. El verdadero aprecio en la familia va más allá de los errores y faltas de cada miembro, para celebrar todo lo que es único y especial respecto de esa persona: Afirmar su lugar distintivo en el corazón de usted. El enfoque es hacia lo positivo. Como observa Matthew Fox, “las familias sanas recuerdan entre sí en su bondad; las familias no sanas recuerdan entre sí sus fracasos”. En su familia, no puede ser manipulador el aprecio: una herramienta poco sincera para obtener lo que uno quiere, exprimir un poco más de desempeño de los chicos o mantener el control de una relación. El verdadero aprecio es del tipo que se expresa de manera genuina del corazón de una persona al de otra. PARA HACER: Todas las personas desarrollan modos habituales de ver y

tratar a los demás miembros de la familia. A veces, estas visiones no son enteramente justas y necesitan ajustarse. Pruebe uno de los siguientes ejercicios para acentuar lo positivo y renovar su percepción mutua. *Cree un acróstico utilizando las letras del nombre de pila de cada miembro de la familia. Luego utilice cada letra para comenzar una palabra o frase que describa una de las cualidades positivas de esa persona. No se permiten cualidades negativas. *A la hora de acostarse, coloque a todos en una cama con una botella y una superficie dura sobre lo cual hacerla girar. Jueguen una nueva versión de “la botella”. Aquel que gira la botella debe identificar una cualidad que admira en la persona ala cual señala ésta. Luego esta persona hace girar la botella, y así sucesivamente.

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Los frutos del aprecio

Las mejores familias que observo son aquellas en las cuales los miembros se

preocupan entre si lo suficiente para darse un sentido de apoyo y autoestima.

Los chicos saben que valen porque la familia los hace valiosos.

Un pediatra.

PARA PENSAR: M. Scott Peck indica dónde se origina la autoestima de un

niño en su libro clásico, The Road Less Treaveled: “Los chicos amados de verdad y de manera incondicional, saben en su fuero interno que son valorados. Este conocimiento vale más que el oro… El sentimiento de ser valioso: yo soy una persona valiosa, es básico para la salud mental y el piedra angular de la autodisciplina. Es un resultado directo del amor paternal”. Se considera universalmente que una alta autoestima es la base de una vida y relación sana. Definida en términos sencillos: “La autoestima es el sentido de sentirse digno de ser amado y de ser capaz”. En el espejo creado por las palabras y acciones en la familia, los niños ven un reflejo de lo que creen que es la imagen mas auténtica de quienes son. El aprecio que se expresa con frecuencia hace que esta reflexión sea vividamente positiva. *La comunicación fluye con mayor libertad. *Se llena de energía la interdependencia. *Se alienta en el crecimiento y la madurez. *Se liberan potenciales para asumir riesgos y obtener logros. El resultado es que los chicos y los cónyuges creen que son valiosos, dignos de ser amados y capaces de alcanzar el pleno potencial de sus dones y habilidades. PARA HACER: Pase diez minutos hoy en un lugar tranquilo. Cierre los ojos e

imagine a su hijo de pie frente a usted. Piense en una grabadora de videocasetes entre los ojos y oídos de su hijo. Todo lo que éste ve, escucha y siente se registra en la grabadora. Pregúntese: ¿Quién es la máxima estrella en esta película? Reconozca que la respuesta es... ¡usted! ¿Está usted satisfecho de su trabajo como estrella? ¿Dónde caería la mayor parte de sus acciones u observaciones dentro del eje de la retroalimentación paterna?

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Nota: La retroalimentación que usted recibió como niño y su propio tipo de personalidad, influyen definitivamente en sus instintos como padre. Usted tenderá a inclinarse hacia uno de los cuadrantes más que hacía otro. No obstante, en un día o semana específicos, quizás su retroalimentación no encaje en la norma. Simplemente estudie estos dos ejes continuos y los cuatro resultados paternos, durante el tiempo suficiente para entender la dinámica general.

Parte Uno: Encontrar el enfoque.

Aprecio contra adulación

Las buenas palabras valen mucho y cuestan muy poco.

George Herbert

PARA PENSAR: Si bien tanto la adulación como la expresión de aprecio acentúan la positivo, es posible trazar una sutil distinción entre ambas, Las declaraciones de aprecio comienzan por lo general con la palabra “yo”, y reconocen el valor de una acción u obra de una persona. E l enfoque radica en lo que se dijo o hizo. Por ejemplo: *”Aprecio tu reflexión y esfuerzo”. *”Aprecio la ayuda, Pedro. No pasaste por lo alto nada al doblar y guardar la ropa limpia. Yo no pude hábelo hecho mejor”. Mientras más especifico sea lo que se aprecia, más poderoso será el impacto.

Demasiado

consentidor

Poco

afirmativo

Disciplina Permisivo

Afirmativo

Descuidado

Nutricio

Amor

condicional

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Por otra parte las declaraciones aduladoras por lo general comienzan con

la palabra “tú” y llaman la atención hacia la persona, en lugar de hacerlo con las obras de esta. Por ejemplo: “tú eres maravilloso, fantástico, notable”. Este tipo de elogio general puede ser contraproducente si el chico comienza a pensar: “¡si, claro, por su puesto...! Si realmente me conocieras, o supieras lo que estoy pensando en este instante, no habrías dicho eso”. La adulación puede llevar a lo además (en especial a los niños) a creer que su valor surge normalmente en la forma como equiparan con lo que espera o desea la persona que habla. El aprecio da a los niños o adultos la garantía de que su valor será el mismo, independientemente de tener éxito o fracaso en las cuestiones que intenten. Esto promueve un esfuerzo y crecimiento honesto. La presión del desempeño no es un factor. Como dice el especialista familiar Kevin Lehman acerca de las expresiones honestas o de aprecio, “esto los deja (a los niños) libre para probar siempre, sin miedo a ser críticos, regañados o que se espera que salten un poco más alto la próxima vez” La adulación dice “eres fantástico porque hiciste algo” El aprecio dice “es fantástico que algo se haya hecho, y te aprecio por ello”. HACER: Establezca esta semana una meta para hacer al menos una

declaración de aprecio cada día para cada miembro de la familia (siga el ejemplo del hombre moribundo de la historia y llene un cuaderno de treinta páginas con formas sencillas de aprecio que puedan expresarse: una al día para cada miembro de la familia). Enfóquese en las fortalezas personales. Esto afirmará los sentimientos de capacidad de cada persona y construirá una autoestima positiva. Busque oportunidades para expresar, frente a otro adulto, el aprecio por su hijo. Enumere a continuación el nombre de cada miembro de la familia y una de sus acciones rutinarias por las cuales usted está agradecido esta semana _______________: _______________________________________________ (Persona) _______________: _______________________________________________ (Persona) _______________: _______________________________________________ (Persona) _______________: _______________________________________________ (Persona)

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Buscar oro

Los niños se desarrollan del mismo mundo que Carnegie explicó que se

extrae el oro de las minas: Es preciso eliminar toneladas de tierra para

obtener una onza de oro. Pero, uno no se dedica a la minería buscando la

tierra. Lo hace por el oro.

Paul Lewis

Este proyecto de 30 días para un familia inteligente esta diseñada para hacer

participar a todos los miembros de la familia. Utilice su tiempo de hoy para ayudar a que todos participen: En especial el cónyuge o hijo mayor que quizá hayan estado lejos o que no hayan expresado interés en el proyecto. Durante algunos minutos después de la cena o a la hora de acostarse, realice una breve reunión familiar. En este momento: *Explique porque quiere ser mejor expresando su aprecio. Tome el siguiente examen de aprecio familiar (pida a cada miembro de la familia que responda Verdad, Falso o A veces) V F A

1. En esta familia, nos elogiamos libremente entre nosotros. 2. En nuestra familia, cuando un niño habla, se le presta tanta atención como cuando lo hace un adulto. 3. Creo que (nombre del niño) siente que yo, como padre, lo aprecio. 4. Los hijos de esta familia expresan aprecio por lo que sus padres

dicen y hacen. 5. Damos elogio cuando un miembro de la familia pierde tanto como

cuando gana, 6. Nos alienta la atmósfera de nuestra familia. *Describa la forma como espera que un enfoque especial en las habilidades de aprecio hará de su hogar un lugar mas feliz dentro de treinta días y de que manera serán diferentes sus relaciones y patrones interactivos.

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*Sugiera a cada miembro de la familia tratar de ayudar a los demás, a romper el mal hábito de la crítica sin límites. Sugerencia: Cuando se de cuenta de que salieron de su boca palabras insensibles y negativas, deténgase y diga: “Cancelado” o “¡Lo siento, no quise decir eso!” o bien “déjame decirlo de otro modo”. Quizás incluso usted diga a su hijo, ”me acabo de dar cuenta que estuve utilizando palabras que me herían cuado yo era pequeño y no quiero hacer eso nunca mas. La próxima vez que escuches decir eso, por favor recuérdamelo”. Cuando sea herido por sus palabras, el niño podría desear comunicarse con usted utilizando palabras específicas de señal, como “Dilo de nuevo”, “Cancela”, o “¡Ay, papá, prueba de nuevo!”. Recuerde: El éxito significa levantarse una vez más cuando usted haya caído. En el Separador de aprecio numero 1, al final d esta sección, se encuentra un promesa de participar en este proyecto de 30 días. Pida a cada miembro de la familia que este de acuerdo, que lo firme. Recórtelo y colóquelo en su planificador diario o en otro lugar al cual usted puede hacer referencia regular. También enumera los temas que se cubrirán en los próximos cuatro días en la parte 2 “eliminar obstáculos”. Como recordatorio, anote el día de la semana cuando planea atacar cada obstáculo.

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Parte dos: Eliminar Obstáculos

Una base débil La regla dorada de la paternidad ¡Haz a tus hijos como quisiste que tus padres

te hicieran a ti!

PARA PENSAR: Los maestros de escuela primaria pueden decir cuáles de sus estudiantes viven en hogares emocionalmente sanos. ¡Las cosas positivas y negativas que se experimentan en casa aparecen en el aula en los grandes momentos! Stephanie Marston, autora, de The Magic of Encouragement, habla de una madre que desde la cocina le grito a su hija ¡eres una cerda! ¡Nunca recoges nada! De pronto, se sobresaltó al darse cuenta como las palabras que ella odiaba de niña y había jurado nunca proferir, eran las que estaba dirigiendo, en tono de indignación moralista, a su propia hija. Como muchos padres, no era consciente de repetir antiguas cintas de infancia de sus propios oídos infantiles. ¡Quizá usted también haya experimentado esto! Usted necesita autoestima positiva en si mismo. A fin de aumentar su capacidad para expresar el aprecio por los demás; será capaz de valorarse a si mismo y tratarse con amor, dignidad y respeto. Poseer una alta autoestima significa sentir que el mundo es un mejor lugar, por que estamos en el. Irradiamos un sentido de confianza y esperanza. La integridad, honestidad, amor y compasión fluyen libremente de aquellos que tienen una alta autoestima. PARA HACER: Se requiere un autoconciencia poco común para diagnosticar el propio déficit de autoestima, y mucho valor para empezar a repararla. Si la baja autoestima le hace difícil apreciar de manera consistente los demás, pruebe una cierta plática consigo mismo que se útil cuando tales sentimientos afloren en usted. Repitan en su mente una declaración cuidadosamente desarrollada y veraz respecto de si mismo, como: “soy una persona y/o cónyuge inteligente, cariñoso y valioso y actúo con amor y madurez responsable hacia mi familia”. Un consejero profesional puede ayudarlo a tratar los problemas más profundos de autoestima. Comparta sus propias historias y pida a los demás miembros de la familia que recuerden momentos cuando se sintieron bien acerca de si mismos. Analice quiénes estaban y lo que hacían en esos momentos. Utilice tantos detalles como le sea posible. ¿Cuáles de las siguientes situaciones puede recordar usted?

Me sentí importante ante alguien a quien respeto y cuya opinión valoro.

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Sentí que hice algo que solo yo puede haber hecho en esta forma especifica. Me siento especial y tuve sensación de mis propios dones únicos.

Me sentí responsable de lograr algo que propuse. Me sentí confiado de poder manejar cualquier problema que debí enfrentar.

Compartí con alguien un pensamiento, sentimiento u opinión difícil de expresar. Al hacerlo, me uní con esa persona en un nivel mucho mas profundo que nunca antes*.

Un fuerte antídoto para la baja autoestima de un niño son encuentros inmediatos, frecuentes y positivos con personas importantes en la vida de ese niño.

Los regalos fuera de control

La pasión ilimitada de las habilidades naturales es la mayor amenaza

a una vida saludable y adulta.

Thom Black.

PARA PENSAR: A lo largo de la vida, los errores y fracasos llaman nuestra atención con mucha más frecuencia que los logros y los éxitos. En los documentos y pruebas de la escuela, se resaltan las respuestas equivocadas, no las correctas. En una revisión de desempeño del empleo, el jefe podrá ofrecer algunas palabras positivas, pero la mayor parte de la atención se enfoca en las áreas que necesitan mejorar. Este tipo de retroalimentación correctiva (lo opuesto al aprecio) pasa por alto una percepción crítica. La mayor parte de nuestros errores de conducta: de autocontrol, criterio u oportunidad; están relacionadas con una de las principales habilidades o dones personales. Ese rasgo de la personalidad, nos hizo errar, es el mismo que nos permite realizar nuestro mejor trabajo; la capacidad simplemente se utilizó en una forma negativa o dañina. Por ejemplo, algunas personas tienen un don natural para el liderazgo. Durante toda su vida, hacen contribuciones importantes a las organizaciones en las que

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trabajan. Sin embargo, si bien este don pudiera haber estado activo durante su infancia, aun no se había desarrollado y no se encontraba bajo su control. En el concurso de voluntad entre padre e hijo, un hijo líder nato no quiere que se le diga que hacer. Siempre estará tratando de dirigir las decisiones de la casa. Sin embargo, debido a su inmadurez, muchas veces lo hará manera inaceptable o carente de respeto. En reacción, el padre castiga el deseo y la disposición del hijo, inconsciente de que es alimentado por uno o más de los mayores dones del niño: los mismos que un padre cuidadoso desea valorar y apreciar más. Por cada don y habilidad firme, siempre existe un lado oscuro. El mismo punto lo afecta a usted como padre. Una de sus principales habilidades podría ser; dimensionar con rapidez una situación, hablar con palabras fuertes o expresar compasión. Quizás usted sea bueno siendo estrella u organizando actividades. No obstante, cuando este don se sale de control, quizás usted sea incapaz de adaptarlo a una situación familiar. En vez de buscar algo que apreciar en su hijo en ese momento, su primer instinto es utilizar su don para controlar la situación. PARA HACER: Retroceda y sea objetivo durante algunas minutos. Piense en algún momento reciente cuando su hijo haya exhibido una conducta negativa, y trate de identificar las habilidades y fortalezas naturales de carácter que usted pudo haber pasado por alto. A medida que usted percibe las habilidades y fortalezas que actuaron una y otra ves en varios entornos, comience a expresar palabras de aprecio. Las palabras positivas se hincaran profundamente en el corazón de su hijo. Incluso cuando usted disciplina a su hijo por una conducta negativa, trate de recordar la fundamental capacidad positiva que estaba momentáneamente fuera de control: las buenas intenciones detrás de la conducta y las cosas buenas que usted sabe que ocurrirán en el futuro a medida que su hijo madura y se vuelve mas capaz de controlar sus fantásticas fortalezas.

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Aplastar la crítica.

Los niños absorben la crítica como una esponja.

Stephanie Marston.

PARA PENSAR: Un estudio de la Organización Nacional de Padres y

Maestros, sobre la interacción entre padre e hijos, determinó que la relación entre respuestas críticas a respuestas de elogio era de un promedio de 18 a 1. Otro estudio de la Universidad de Calgary demostró que es más probable que el abuso verbal provoque daños en la autoestima de un niño que el abuso físico, por que los niños se evalúan a si mismos con base en las opiniones de sus padres. La critica no verificada es un veneno verbal que puede erosionar profundamente la relación con los hijos .Sabemos que tan difícil puede ser corregir los errores de conducta de nuestros hijos, y recordar afirmarlos al mismo tiempo, en especial durante momentos de alta carga emocional. Una clave eficaz y esencial para responder a los hijos consiste en separar al niño de la conducta indeseable. Las declaraciones:”Tu” (“Tu no puedes hacer nada bien”, “¿Qué anda mal contigo?” “¿Cómo pudiste ser tan estúpido?”). Se enfocan a quien es el niño (por que es algo que el no puede cambiar) en vez de lo que el niño hace (porque es algo que si puede cambiar.) Cuando se emplea el término “tu”, seguido por un sustantivo o adjetivo, que se considera describe al niño, se transfiere el juicio de éste, no a su conducta. Las declaraciones “yo” son más eficaces para lograr la meta:

“yo me siento__________ cuando tu__________, porque__________ y quiero que tú__________“. * (Me siento furioso cuando dejas tus zapatos en el piso de la sala, por que hacen que la casa se vea desordenada, y yo quiero que los pongas en tu armario”). Las declaraciones “yo” funcionan porque (1) son eficaces, (2) se enfocan en la conducta y no en la persona, (3) hacen saber al niño con toda claridad lo que usted quiere y (4) acentúan la relación de causa y efecto entre las acciones del niño y respuesta de causa y efecto entre las acciones del niño y respuestas de usted. “Mama se siente__________ por que yo hice__________ “.Así se aprende las habilidades de juicio.

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La sustitución es otro medio de responder a las conductas negativas: “No

hagas__________; en vez de eso, haz__________”. (“No le pegues a tu hermana; en vez de eso, pégale a una almohada o a tu saco de arena”). Por favor observe que todas las declaraciones “tu” son dañinas. * “Hiciste un buen trabajo”. * “Necesitas terminar de guardar los platos”. * “Debes sentirte orgulloso de ti mismo”. El tono de voz alerta al chico acerca del tipo de mensaje que usted le transmite: PARA HACER: Tome un lápiz y marque una “x” en la línea inferior, en el punto donde usted considera que representa con mas justicia el equilibrio entre los declaraciones “tu” y las declaraciones “yo” que por lo general usted le hace a su hijo. Declaraciones “tu” Declaraciones “yo” Ahora, si usted quiere estar seguir de estar en contacto con la realidad, pida a su hijo su opinión al respecto. Explique la diferencia entre las de aclaraciones “tú” y “yo”. Luego dibuje la línea continua anterior en una hoja de papel y pida a su hijo que ponga una “x” en la línea. Si un cónyuge esta presente, pruebe de nuevo la evaluación. Si usted esta insatisfecho con las respuestas que usted y los miembros de su familia han dado, acaba de descubrir otra razón por la que este proyecto es importante. Haga una nota en su calendario para recuperar de nuevo esta prueba al final de su proyecto de treinta días.

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Parte dos: Eliminar obstáculos

Tiros a la luna

Una familia es un grupo que posee e instrumenta un compromiso irracional al bienestar de sus miembros.

Doctor Urie Bronfenbrenner.

PARA PENSAR: Seamos honestos. Es difícil tener pensamientos de aprecio sobre un niño o cónyuge cuando las rarezas de conducta de la persona le han estado erizando los nervios. Todos queremos sentir un aprecio cotidiano por los seres queridos, descubrir nuevas pepitas de oro para apreciar. Sin embargo, nos desalentamos por las toneladas de “tierra” que es preciso eliminar primero. Al mismo tiempo, con frecuencia nuestros niños se sienten atrapados. Nuestras expectativas hacia ellos son tan altas, que tratar de cumplir parece como tratar de alcanzar la luna. Asimismo, es muy fácil que los niños también se sientan desalentados. Ellos se empapan en la decepción que ven en nuestra mirada y escuchan las frases que muchas veces incluimos de manera insensible dentro de nuestras oraciones: *”Cuantas veces te he dicho...” * “Por supuesto que te das cuenta…” * “Cuándo podrás…” * “Si tuvieras algo de inteligencia…” * “Tú siempre…” * “Tú nunca…” ¿Suena o se siente familiar? Esperamos que no. Tómese un momento para leer una vez más la declaración del Dr. Bronfenbrenner. La palabra clave de su definición familia es “irracional”. Significa que, aun si usted está decepcionado con las elecciones o conducta de un miembro de ésta, usted seguirá defendiendo y creyendo en esa persona: viendo más allá de las excentricidades de conducta que lo molestan. También significa que usted no puede afirmar las acciones de esta persona, en tanto que afirmarla a ella. Su amor es incondicional. Es esta dimensión no racional del amor lo que realmente tiene recompensas.

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PARA HACER: Es esencial mantener el sentido del humor en una relación

entre usted y el niño. Cuando usted se de cuenta de que estableció sus expectativas demasiado altas, el niño necesita verlo reír de si mismo por haber cometido tal error. Esto ayuda a aliviar la vergüenza que el niño pudiera sentir por haber sido incapaz de satisfacer sus normas. El día de hoy o mañana, mientras vaya en el auto con su hijo (o con toda la familia), cite la declaración del doctor Bronfenbrenner respecto de la familia y pregunte, “¿qué acciones de nuestra familia muestran que estamos comprometidos de manera irracional entre nosotros?” Piense en una forma nueva para expresar tal compromiso hoy mismo o durante esta semana.

¿Qué necesitamos?

Los padres necesitan llenar la cubeta de autoestima de un niño, de

tal manera que el resto del mundo no pueda hacer suficiente agujeros como para agotarlo.

Anónimo

Con demasiada frecuencia nuestra hijos reciben el mensaje , tanto verbal como

tácito, de quien su valor es fortuito, en tanto no se metan en problemas, sean limpios, hagan bien las cosas de la escuela , en la clase de música o en los deportes, o en una lista interminable de cosas, que hacen padres enorgullecerse- ¿Puede se verdad esto en nuestra familia? Reúna hoy y mañana a toda la familia para realizar una sencilla evaluación. Abastezca de refrescos y palomitas de maíz para una reunión de treinta minutos el día de hoy, y realice los tres pasos siguientes: Paso uno: Pida que cada persona identificar al miembro de la familia que mejor encaja en las siguientes descripciones (puede ser la mascota de la familia): *Esta persona me abraza. *Esta persona esta disponible para hablar con ella. *Esta persona responde de inmediato.

Día

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*Esta persona cree en mí. *Esta persona expresa su ira en una forma sana. *Esta persona es una influencia tranquilizadora en la casa. *Esta persona felicita. *Esta persona comparte sus sentimientos personales. *Esta persona me ayuda a encontrar soluciones. *Esta persona recuerda las cosas especiales que me gustan. *Esta persona me saluda cuando llego a casa. *Esta persona es generosa. Segundo paso: Hable de las veces en la semana pasada (desde la ultima reunión familiar) cuando usted fue capaz de corregirse a si mismo después de hacer una observación desalentadota a alguien, o cuando ayudó a otro miembro de la familia a reconocer la forma en que la observación que hizo fue hiriente. Aplauda y salude al reconocer cada momento exitoso. Paso tres: Formen un enorme abrazo de grupo y griten tres veces: “día tras día, expresamos mejor nuestro aprecio”. Cuelgue en la cocina de la casa un banner, firmado por cada miembro de la familia, que diga, “¡QUE FAMILIA!”.

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LA FAMILIA

P A R A E M P E Z A R

En nuestras vidas enfrentamos y resolvemos problemas, hacemos planes,

tomamos decisiones y emprendemos proyectos; al hacerlo, algunas veces nos divertimos y otras nos preocupamos. Los éxitos y fracasos que tenemos dependen en parte de la seguridad y de la confianza en nosotros mismos; de lo que sabemos; del afecto que recibimos y de los valores y capacidades que aprendemos por medio de las experiencias que vivimos desde nuestra niñez.

Todo esto forma parte del equipaje que llevamos en el camino de la vida. Lo

empezamos a formar en nuestra infancia principalmente con el apoyo de nuestra madre y de nuestro padre, o de las personas que en sustitución de éstos se ocuparon de nosotros, y siempre seguimos enriqueciéndolo.

Aún parecen cercanos los días en que eran bebés, cuando intentaron sus primeros pasos,

palabras y juegos. ¿Recuerdan el primer día en que los llevaron a clases? A partir de su

entrada a la escuela el mundo se volvió más grande para ellos, y cada día se enriquece

con nuevos descubrimientos y experiencias. Ocupan su tiempo en entender el mundo y

en prepararse para vivirlo. Una de las formas en que lo hacen es mediante el juego. Por

eso es importante que le dediquen parte del día y que estén en contacto con otras

personas, con la naturaleza y con diversos objetos: libros, juguetes, papeles y colores;

con ello, además de jugar, desarrollan habilidades.

Para los niños y las niñas, jugar es una oportunidad para fortalecer su

personalidad y aprender a vivir. Necesitan observar, conocer, comprender, repetir, ensayar y aprender formas de convivencia con ancianos y adultos, así como con jóvenes, niños y niñas de su misma edad. Poco a poco se reconocen en sus cuerpos que crecen, y gradualmente adoptan comportamientos de hombres o de mujeres.

Como padres y madres nuestra tarea es precisamente ayudarlos a entender

que hay reglas, normas y valores para convivir, como el respeto por uno mismo y por los demás, la sinceridad y la honestidad, la amistad y el amor, la solidaridad y el compromiso, la libertad y la igualdad entre todas las personas. En la preparación de nuestros niños y niñas tenemos la responsabilidad de ayudarlos a descubrir los límites entre ellos y los demás, y a disfrutar sus vidas.

Las familias son diferentes

Los seres humanos nos relacionamos unos con otros. Tenemos necesidades de

alimentación y de cuidados que en nuestros primeros años son atendidas por los adultos

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con quienes vivimos. También nos es indispensable comunicarnos con otras personas,

ser aceptados y amados y saber que pertenecemos a uno o varios grupos. Esto es

importante para dar un significado y un valor a nuestra vida, así como para saber que

tenemos un lugar en el mundo. Todo ello se obtiene inicialmente en la familia.

Una familia es un grupo de personas que tienen lazos de parentesco, costumbres y hábitos comunes. Cuando viven bajo un mismo techo, comparten formas de entender el mundo, afectos, alegrías, tristezas, logros, fracasos, preocupaciones y recursos económicos, a la vez que tareas y responsabilidades tales como:

dar alimento, vestido y cuidados a las personas, particularmente a los menores, a los adultos mayores y a los miembros de la familia con alguna discapacidad,

educar a los niños y a las niñas,

ayudar a que sus integrantes sientan seguridad, confianza, tranquilidad y valor como seres humanos,

enseñar conceptos y prácticas que los ayudarán a ser hombre o ser mujer, así como a relacionarse respetuosamente con todas las personas, y

transformar o mantener las costumbres y los hábitos de la cultura y de la sociedad a la que pertenece

No todas las familias son iguales. Por ejemplo, en algunas hay papá, mamá e hijos, en

otras sólo mamá e hijos o papá e hijos; también las hay con abuelos o tíos que viven en

la misma casa. En algunas hay hijos adoptados y en otras, hijos de alguno de los

miembros de la pareja, o parejas sin hijos. Las familias son diferentes por las personas

que las forman y por las circunstancias propias de cada una. Así, al tiempo en que en

unas nacen los hijos, en otras se van o llegan parientes, yernos o nueras. Las familias con

hijas o hijos pequeños se organizan de distinta manera que aquellas en las que también

hay adolescentes, jóvenes, abuelos y abuelas o personas con alguna discapacidad.

Cualquier familia puede pasar por situaciones penosas o difíciles que alteran su vida: un

divorcio, una enfermedad o una muerte.

Las circunstancias en que se desenvuelve una familia influyen de manera muy

importante en la formación de sus integrantes. Pero lo más decisivo son las conductas y pautas que ustedes se marquen para cumplir con las responsabilidades que tienen con sus hijos.

La educación ayuda a sobreponerse a las condiciones materiales del medio.

Prepararse como padres y asegurar la educación de sus hijos impulsará el desarrollo de su familia.

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Todas las familias requieren en algún momento hacer ajustes y adaptarse a las nuevas demandas, cambiar sus formas de relación, o bien organizar la

participación de las generaciones que conviven en ellas. De las experiencias que ustedes vivieron

¿Cuáles conviene transmitir a la familia que están formando?

¿Se acuerdan cómo iniciaron su familia?

¿Cómo es su familia ahora?

En familia aprendemos a vivir

Para algunas familias la vida puede ser más complicada que para otras. Mientras que en unas los problemas se resuelven con facilidad, y por lo general las relaciones son más tranquilas, respetuosas y armoniosas, en otras hay mayor dificultad para resolver sus necesidades o comunicar sus ideas y deseos. En estas familias no se sabe o no se puede expresar el afecto y el apoyo hacia los otros; con frecuencia las personas se enojan, se pelean y se alejan; les cuesta trabajo aceptar sus diferencias y adaptarse a sus cambios, y la convivencia se hace más difícil.

Si pensamos en nuestra familia, sabremos que hay eventos y personajes de los que todos hablamos y otros que preferimos olvidar. Esos recuerdos y olvidos pasan de generación en generación y forman parte de nuestros modos de pensar, de actuar y de relacionarnos.

Comprender cada uno de los momentos y situaciones por los que pasa la mayoría de las familias, nos ayuda a expresar lo que sentimos y pensamos en forma constructiva y a establecer relaciones amorosas, equitativas y respetuosas que puedan contribuir a resolver nuestros problemas.

Cada familia tiene su propia historia, y en ésta las personas aprenden maneras de actuar y de relacionarse.

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¿Cómo es la historia de su familia? ¿Cómo ha cambiado?

¿Cómo vivían antes las familias y cómo viven ahora?

Las familias no están solas. Viven en rancherías, barrios, comunidades o colonias donde se relacionan entre sí. Se apoyan, aprenden unas de otras e intercambian valores, ideas, experiencias y creencias que influyen en la educación de los niños y de las niñas.

En esa convivencia, los hijos y las hijas aprenden que el mundo no sólo es

como en su casa. Se dan cuenta de que existen personas cariñosas, exitosas, violentas, flojas o trabajadoras. De muchas de ellas escuchan ideas o refranes que reflejan actitudes, creencias y maneras de relacionarse que se dan en su comunidad. Por ejemplo, es frecuente escuchar:

Hijo de tigre, pintito La letra con sangre entra

Malos reyes, muchas leyes

El que con lobos anda, a aullar se enseña

Estos refranes nos hablan de costumbres y formas de educar que no siempre concuerdan con las ideas de respeto, autonomía, libertad, responsabilidad y amor que hoy consideramos indispensables para un desarrollo feliz y armónico de nuestras familias.

Para que los podamos orientar es muy importante que desde pequeños

nuestros hijos nos tengan confianza y nos platiquen lo que ven y oyen.

Además de la convivencia comunitaria, las familias también reciben información de los periódicos, las revistas, la radio y, de manera importante, de la televisión. Estos medios envían mensajes diversos que influyen en la educación de los niños. Por ejemplo, nos informan sobre lo que sucede en el país y en el mundo o sobre

Recuerden que... Los niños y las niñas observan la forma de actuar de los adultos, y por lo general aprenden a ser hombres y mujeres imitando a sus propios padres. Lo que ellos y ellas escuchan y lo que ven se convierte en un ejemplo que pueden seguir y que pasa de generación en generación. Así aprenden lo que es la autoridad, el respeto, el amor y la convivencia.

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los avances de la ciencia o de la forma de vida en otros países. Encontramos que con frecuencia, y sobre todo en algunas novelas, caricaturas o series policíacas de televisión, los protagonistas mienten, manipulan, lastiman o incluso cometen asesinatos. Así, los niños y las niñas conocen la destrucción, la muerte y la agresión como estilos de vida.

Los pequeños pueden imitar los modelos de conducta o a los personajes de estos programas, algunos de los cuales contienen mensajes con actitudes y valores positivos como la cooperación, la ayuda, el amor al trabajo, la justicia, la libertad; pero otros, actitudes y valores negativos como la violencia, la envidia, la codicia, la opresión y la mentira.

Piensen en las actividades que se desarrollan diariamente en su comunidad, en cómo las perciben sus hijas y sus hijos. El sentido más profundo de nuestra tarea como padres y madres es construir junto con nuestros hijos e hijas valores, relaciones y ambientes agradables y

positivos que nos permitan vivir a todos en un mundo mejor.

¿Acompañan a sus hijos a ver programas en la

televisión y a escuchar la radio?¿Platican con ellos sobre los mensajes que reciben o acerca de las

historietas y revistas que leen? ¿Hablan con ellos sobre los rasgos positivos y agradables o negativos y desagradables

de su personaje preferido? ¿Comentan las ventajas, desventajas y posibles

consecuencias de querer parecerse a ellos?

Orienten a sus hijos acerca de los mensajes negativos que reciben a través de la radio, la televisión, periódicos y revistas, para que ellos sean capaces de formarse un juicio objetivo que les permita valorarlos. Hacerlo puede ayudar a que aprendan a distinguir lo real de lo ficticio, lo importante de lo superficial y, en su caso, a identificarse con personajes positivos. No sólo en la familia educamos a nuestras hijas y a nuestros hijos. Aprenden de todo lo que les rodea. Por ello, debemos tomar esto en cuenta para poder conducirlos mejor. Para hacerlo es necesario:

acompañarlos, cuidarlos y, sobre todo, darles amor y confianza

para que tengan seguridad en sí mismos y en nosotros. Esto es lo primero, lo más necesario e importante que nuestros hijos han de guardar en el equipaje que llevarán por siempre en el camino de sus vidas.

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P A R A D I S F R U T A R L A V I D A ¿Qué llevo?

La familia es un grupo donde los mayores tienen funciones importantes que

cumplir para ayudar a que los menores se hagan de conocimientos y cualidades que los fortalezcan en el camino por la vida.

Éstos se empiezan a cultivar en los primeros años de vida, y para que florezcan

es indispensable que los pequeños tengan, además de confianza y seguridad en ellos mismos, la certeza de que pertenecen a un grupo.

¿Qué queremos decir con esto?

Tener confianza en uno mismo es un sentimiento que resulta de saber que

existimos, que no estamos solos, que contamos con apoyo de nuestros padres y de otras personas, y que somos capaces de aprender a resolver problemas y a conducir nuestra vida.

Cuando las niñas y los niños sienten confianza, saben que tienen un lugar y una

función importante que realizar en su familia y en su sociedad.

Sentir seguridad es reconocer y valorar lo que sabemos hacer y estar conscientes de nuestra capacidad para enfrentar situaciones diversas.

Cuando sentimos seguridad nos comportamos con firmeza y sin temores. Esto

nos puede ayudar a ser más comprensivos y a que nos guste compartir momentos y experiencias con otros.

Sabemos que un pequeño o una pequeña tienen seguridad cuando en la casa y

en la escuela juegan y platican en armonía con sus primos, hermanos, vecinos, tíos, abuelos y compañeros. Cuando esto sucede, seguramente sienten que:

pertenecen a una familia donde se sienten queridos y protegidos,

sus compañeros y los adultos que los rodean los aceptan,

tienen un lugar en la familia y en la escuela,

pueden compartir y mostrar lo que saben hacer,

tienen cualidades que pueden engrandecer y defectos que pueden superar,

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otros aprecian lo que hacen,

pueden tener amigos y amigas.

Sentir que pertenecemos a una familia forma parte de nuestra identidad. Nos

hace saber que tenemos las mismas raíces y algunos valores de papá, mamá, hermanos, hermanas, tíos, tías, abuelos y abuelas. Reconocer las virtudes y los defectos de los adultos de nuestra familia, muchas veces ayuda a entender sus formas de actuar y de pensar. Además de sentir y saber que pertenecemos a una familia, tenemos valores, hábitos y costumbres que compartimos con parientes, vecinos y con muchas otras personas. Por ejemplo, nuestros modos de vestir, hablar, comer o relacionarnos con otros; nuestras formas de festejar los cumpleaños y las bodas; la feria del pueblo; nuestras ideas y sentimientos patrios o leyendas de personajes, también forman parte de nuestra vida en comunidad.

Todo esto nos distingue de otros grupos sociales y de otras culturas, y da las

bases para que nos identifiquemos y para que seamos reconocidos como parte de nuestra comunidad y de nuestro país.

Recordemos que una persona está mejor preparada para la vida cuando siente

confianza, seguridad y pertenencia a un grupo. Esto es resultado de:

las experiencias de sus primeros años,

sentirse aceptada y querida por su familia,

su conocimiento de sí misma

sus relaciones con los demás,

vivir con respeto y amor,

reconocer sus defectos y cualidades,

luchar por ser mejor, y

sentirse útil y valiosa en la familia, la escuela y la comunidad.

Apoyar a las niñas y a los niños para que tengan confianza y seguridad en ellos mismos les ayuda a sentir que son personas valiosas y a tener gusto por vivir.

Los que tienen la fortuna de contar con el amor de su familia y de

las personas con quienes conviven, pueden desarrollarse más plenamente. Lamentablemente, no todos los niños crecen así

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El placer de vivir

Generalmente, las personas vivimos primero en la familia y después en otros grupos. Para ello recorremos un camino lleno de aprendizajes y cambios que durante toda la vida nos enseñan a reconocer, expresar y manejar nuestros deseos y nuestra fuerza para vivir.

Lo que los niños viven y aprenden en los primeros años de vida los acompañará

siempre, por eso es importante:

entender lo que piensan,

enseñarles a distinguir entre lo que quieren y desean hacer, y lo que les es posible realizar,

enseñarles a vivir con gusto y con placer, así como a entender que en el hogar y en otros lugares hay reglas que seguir,

tratarlos con cariño, respeto y comprensión,

que los niños y las niñas sepan que todas las personas merecen respeto, sin distinción de género, raza, religión o forma de pensar.

Ayudar a sus hijas e hijos a reconocer, expresar y manejar sus sentimientos, pensamientos, deseos y actitudes les facilitará tener mayor confianza y un mejor desarrollo. Aproximadamente en los primeros tres años los niños pequeños aprenden con ayuda de los adultos a caminar, a comer o a cantar. También empiezan por sí mismos a reconocer, expresar y controlar lo que sienten, piensan, desean y hacen. Pensemos un poco en lo siguiente: Sentir es recibir y expresar emociones frente a nuestras experiencias. Es

reconocer y manifestar afectos ante personas, objetos, situaciones o lugares. Por ejemplo:

Aun cuando los defectos de los hijos pueden ser grandes; y sus fracasos, muy frecuentes, nuestra obligación como padres consiste en ayudarles a encontrar caminos de superación y no quitarles nunca la confianza en la posibilidad de ser mejores.

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emoción ante la llegada de un amigo o amiga,

asombro hacia lugares desconocidos,

curiosidad ante objetos nuevos,

miedo a una situación peligrosa, o

satisfacción por un logro. Pensar es tener un lenguaje, desarrollar ideas y construir conocimientos para entender las relaciones entre las personas y lo que hacen, y entonces explicarnos lo que pasa. Por ejemplo:

entender que la mamá no está todo el tiempo con su hija o hijo porque trabaja para traer dinero a casa y porque realiza otras actividades que le gustan,

comprender que el papá llama la atención a su hija o hijo para evitar algún accidente, o

comprender que si no nos lavamos las manos nos podemos enfermar. Desear es querer con fuerza vivir una experiencia, tener un objeto que nos

puede agradar, o resolver una necesidad. Se relaciona con gozar el juego, el trabajo, el conocimiento o la convivencia, y también con lo que podemos imaginar, como jugar con la fantasía de lo que queremos ser y de lo que esperamos conseguir. Reconocer los deseos, y valorar aquellos que se pueden lograr o no, es parte de lo que se aprende en la infancia. Por ejemplo:

estar con una persona querida,

obtener una buena calificación,

tener un juguete nuevo, o

comer un platillo favorito. Actuar es expresar lo que sentimos y hacer lo que pensamos para conseguir

lo que deseamos. Es ponernos en movimiento hacia las metas que nos proponemos, hacia el objeto deseado, hacia la realización de nuestros propósitos. Algunas personas se dejan llevar por lo que sienten y desean, otras piensan detenidamente antes de actuar. En este sentido, los niños empiezan un aprendizaje que nunca acaba, y necesitan tener presente que:

no siempre se puede hacer todo lo que se quiere,

no todo lo que se desea se puede obtener,

a veces hay que esperar para satisfacer nuestras necesidades y nuestros deseos,

por lo general hay que trabajar y perseverar para conseguir lo que queremos,

es conveniente pensar antes de actuar, y

es importante ver y escuchar lo que sienten, piensan, desean y hacen los demás.

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Las niñas y los niños poco a poco se dan cuenta de sus emociones; sueñan,

imaginan, reaccionan y actúan. A veces entienden la diferencia entre lo que quieren y lo que pueden hacer, otras no. Por ello, es necesario:

entender que, sobre todo los más pequeños, apenas empiezan a aprender qué pueden hacer y qué no, y que esto les lleva tiempo,

explicarles que para realizar nuestros deseos, a veces es necesario esperar, compartir o llegar a acuerdos con los demás, y

hacerles ver que si una persona actúa sólo para obtener lo que desea, se vuelve egoísta y molesta a los demás.

Es importante que los niños aprendan a estar solos sin sentirse mal, a estar

fuera del foco de atención de los adultos, ocupándose de sus propias cosas. El niño puede estar solo por abandono, y entonces se trata de una soledad

indeseable; o estar solo en situaciones que no necesariamente son inconvenientes, sino que deben formar parte de un aprendizaje del ser humano que consiste en saber estar consigo mismo, y que será importante a lo largo de toda su vida. Esto tendrá especial importancia en la adolescencia, y se prepara desde los primeros años.

Disciplina para ser libres

La disciplina es una práctica necesaria para alcanzar objetivos en la vida. Se caracteriza por definir metas, establecer y seguir reglas para vivir en orden, organizar el tiempo para satisfacer necesidades, cumplir con responsabilidades, ejercer derechos, y divertirse. La disciplina es indispensable en la vida de la casa, la escuela, el trabajo y en la comunidad.

Vivir con disciplina es vivir en un ambiente organizado que nos facilita descubrir,

aprender y desarrollar nuestras destrezas y aptitudes, relacionarnos con los otros, organizar actividades y nuestro tiempo, así como respetar el de los demás.

La responsabilidad, la verdad, la justicia y la libertad son valores que las niñas y los niños adquieren en el medio en que crecen. Cuando viven en un ambiente donde existe coherencia entre las normas y lo que se practica en la vida diaria, para ellos es más fácil distinguir estos conceptos e ideas.

Si vivimos en una comunidad en la que acordamos normas y defendemos el

respeto a los intereses propios y de los demás, podemos vivir con fraternidad y armonía. Si en nuestra familia seguimos reglas establecidas por todos, somos

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colaboradores y respetamos a los demás, podemos crear un ambiente donde todos cuentan y pueden desarrollarse.

La disciplina en la familia implica un compromiso de todos y cada uno de sus miembros de respetar las reglas y repartir las responsabilidades a fin de alcanzar la armonía y la fortaleza del núcleo familiar. La disciplina ayuda a:

establecer las obligaciones de cada quien,

reconocer los límites de cada quien en razón de los espacios de los demás,

considerar que cuando alguien no cumple con su responsabilidad tiene que enfrentar las consecuencias, y

basarse en la autoridad de los padres, quienes han de distinguir qué reglas son modificables y cuáles no, de acuerdo con el interés que debe protegerse.

Es importante evitar:

aplicar las reglas con excesiva rigidez, o según el humor o la conveniencia de quien las aplica,

Un primer paso para enseñar a nuestros hijos el sentido del orden y de la disciplina es que desde pequeños vean en nosotros el cumplimiento de las reglas acordadas, la congruencia entre lo que decimos y hacemos. También es importante que sientan nuestro apoyo permanente para que cumplan con sus obligaciones. Todo esto mediante el diálogo y el convencimiento, de tal manera que les demostremos respeto, comprensión y cariño. Estas ideas se llevan a la práctica de muchas formas. Algunas de ellas, muy concretas, son:

acordar y cumplir horarios para hacer la tarea, jugar y colaborar en los quehaceres de la casa,

enseñarlos a hacerse cargo del orden de sus cosas, e

invitarlos a hacerse responsables de un deber en la casa para que cooperen con la familia.

Todo esto será más fácil si ven que

nosotros hacemos lo mismo.

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contradicciones frecuentes al tratar de manera opuesta situaciones iguales o parecidas. No es correcto que un mismo comportamiento a veces se apruebe y a veces no. Esto confunde a los niños.

Las relaciones familiares pueden ser más cordiales, equitativas y orientadoras

si hay reglas claras que faciliten que las niñas y los niños puedan comunicar sus sentimientos y pensamientos y aprendan a ser responsables, flexibles y tolerantes con los demás. De ser así, es muy posible que cuando crezcan sean ordenados, cooperadores y flexibles.

Puede haber circunstancias familiares nuevas, inesperadas, difíciles o

dolorosas en las que por un tiempo breve se alteren las reglas habituales en casa, tales como situaciones de muerte, enfermedad o accidente de una persona cercana; el desempleo; la separación de la pareja; el cambio de vivienda y la llegada de un nuevo hermano o de otro familiar. Es común que en estas experiencias las niñas y los niños tengan temores, pesadillas, bajo rendimiento escolar, peleas y llantos frecuentes, aislamiento y otras conductas como orinarse en la cama o morderse las uñas.

Por ello, es conveniente construir una disciplina flexible que pueda responder a

las diferentes circunstancias, a las necesidades y a los intereses de la familia. Esto puede contribuir a que los pequeños crezcan con sentido de responsabilidad, seguridad y confianza en sí mismos.

Reglas y circunstancias En la vida diaria, nuestras hijas y nuestros hijos aprenden que hay actitudes y conductas que resultan agradables para los demás y que causan aceptación; también se dan cuenta de que hay comportamientos desagradables que provocan el rechazo de las personas que los rodean. Por ello, para participar en las actividades de la familia y de la escuela, los niños y las niñas necesitan conocer, entender y aceptar la forma en que las personas se relacionan y se comunican, y cuándo es necesario cambiar las reglas que rigen esas relaciones.

Una disciplina adecuada facilita que los hijos adquieran responsabilidades de manera progresiva, y puedan desarrollar

la capacidad de hacerse cargo de sí mismos.

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Conforme las niñas y los niños crecen, su manera de entender las reglas

cambia. Hasta los seis o siete años la mayoría acepta las normas solamente porque los adultos lo dicen, y supone que si alguien no las cumple, merece un castigo. A los nueve o diez años aceptan las reglas porque empiezan a convencerse de que son necesarias para el respeto, la convivencia y la organización; comprenden que si alguien no las cumple, más que un castigo, debe enfrentar las consecuencias de la falta. A los once o doce años ya comprenden el sentido de las reglas, y las circunstancias en que las excepciones son justificadas, así como la conveniencia de apegarse, en general, a las convenidas.

Es común que los padres castiguen a sus hijas e hijos por haber

cometido faltas, sin conseguir con esto mejores resultados. Por ello, ante lo que los adultos consideramos una falta es preferible platicar

con ellos acerca de las causas de que actuaran así, de las consecuencias que tiene la falta para ellos y para los demás, de cómo se sienten al haber afectado a los otros, de la necesidad de remediar el daño y de las opciones que los hijos proponen para solucionar el

problema. Platicar con los adultos después de haber cometido una falta ayuda a las niñas

y a los niños a entender el alcance y el significado de sus actos. Reconocer sus errores y aciertos junto con ellos es de gran ayuda para su formación y para su aprendizaje.

Las reglas orientan la convivencia, las responsabilidades, los hábitos, las funciones y los derechos de quienes las practican. Podemos decir que las reglas son:

formas de actuar aceptadas en uno o varios grupos de personas,

indicaciones acerca de lo que se permite hacer en esos grupos,

límites para convivir con respeto a uno mismo y hacia los demás,

derechos y obligaciones para compartir la vida con otras personas al realizar las actividades necesarias para el grupo.

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Hay diferentes motivos por los que el aprendizaje de las reglas puede ser más difícil para algunas niñas y algunos niños, por ejemplo:

En la infancia lo más importante y placentero es el juego, de ahí que en

ocasiones olviden o descuiden nuestras peticiones, sobre todo si los adultos no sabemos elegir el momento o el modo para solicitarles algo.

Los adultos no somos claros en lo que les pedimos, les demandamos

varias actividades al mismo tiempo o exigimos más de lo que ellos pueden hacer.

Hemos hecho excepciones en la aplicación de las reglas cuando han

estado enfermos, por lo que éstas han pasado a un segundo plano, y a veces es difícil que las retomen cuando ya están sanos.

Si tienen un carácter firme alegan por todo y antes de colaborar reclaman

y defienden sus intereses. Sin embargo, esto no debe exasperarnos ni debemos considerarlo algo negativo.

Unas veces respetamos las normas, y otras no. Esto descontrola a los

niños.

En este camino en que las niñas y los niños conocen, entienden y aceptan las reglas es importante:

explicarles que las normas existen no sólo porque el adulto lo dice, sino porque facilitan la convivencia y el respeto a sí mismos y a los demás.

ayudarlos a reflexionar sobre el porqué y el para qué de una regla.

comentar con ellos si es necesario cambiarlas y cuáles serían sus sugerencias.

platicarles sobre las consecuencias de no seguirlas, y

aplicar las reglas con cariño y energía.

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Cada uno de nuestros hijos es único, sin embargo, podemos considerar las siguientes recomendaciones generales:

respetar su tiempo de juego,

explicarles la conveniencia de cumplir con sus responsabilidades oportunamente,

asignarles tareas domésticas que puedan realizar en un tiempo y a una hora en que no interfiera con sus deberes

escolares ni con su juego o descanso,

pedirles sólo una actividad a la vez y darles las indicaciones con claridad. Es conveniente preguntar a los más pequeños sobre lo que se les pidió para ver si entendieron,

cuidar que colaboren en actividades adecuadas a su edad, divertidas y de su interés,

idear con ellos cómo realizar lo que les pedimos,

reconocer lo que hacen bien y lo que corrigen, y

si estuvieron enfermos, alentarlos a que poco a poco retomen sus responsabilidades.

Recordemos que... Para ellas y ellos entender el sentido de las normas es posible a partir del ejemplo de los adultos con quienes conviven, y de su propia experiencia con otros niños y niñas. Todos los miembros de la familia deben valorar el trabajo y

las responsabilidades de cada uno.

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Iguales oportunidades para niños y niñas

La sociedad tradicionalmente ha establecido que mujeres y hombres tengan diferentes funciones, tareas, responsabilidades, gustos e intereses. A las mujeres se ha asignado estar en casa al cuidado de la familia, hacer las labores domésticas, ser tiernas, dependientes, quietas y afectuosas. A los hombres ha correspondido trabajar fuera del hogar, aportar el dinero para las necesidades materiales de la familia, ser inteligentes, agresivos, conquistadores e independientes.

Estos comportamientos han sido transmitidos de las abuelas y abuelos a sus

hijas e hijos y de éstos a las nietas y nietos. Se aprenden imitando actitudes, formas de vestir, el trato diferenciado a las niñas y a los niños, actividades que unas y otros realizan en la casa, en la escuela y en la comunidad.

Aunque hay diferencias biológicas, hoy sabemos que la mayoría de las formas

de actuar de hombres y mujeres son aprendidas y por lo tanto pueden cambiar. Esto ha llevado a pensar que la desigualdad en las posibilidades que tienen las mujeres y los hombres para desarrollar capacidades, destrezas y habilidades puede ser superada. Tener trabajo, educación, y salud por lo general se ha dificultado más para las mujeres que para los hombres, pero la sociedad y cada persona, en particular los padres y las madres de las nuevas generaciones, pueden hacer mucho para que esto siga cambiando.

Afortunadamente, las sociedades avanzan y cada vez es más claro que los comportamientos pueden no ser exclusivos de un género o de otro. Hay hombres que participan en actividades del hogar y en el cuidado de los niños; hay mujeres que trabajan en oficios y profesiones que por muchos años sólo realizaban los hombres, aportan dinero para cubrir las necesidades familiares y, en muchos casos, son el único sostén del hogar.

Sin embargo, a muchas personas todavía les cuesta trabajo entender, aceptar y

cambiar los modelos tradicionales y, por lo tanto, educar a mujeres y hombres para que expresen por igual su ternura, logren su autonomía, acepten y confirmen la necesaria participación de hombres y mujeres en actividades laborales remuneradas, al igual que colaborar en la crianza de los hijos.

Seremos más equitativos si en la vida diaria de la familia y de la comunidad

podemos brindar oportunidades equivalentes de desarrollo a niñas y niños, y si logramos que el trato que reciben en su educación y en su participación en actividades hogareñas de limpieza o mantenimiento sea similar. ¿Qué hacen ustedes para que las actividades, las responsabilidades y los gustos se compartan equitativamente entre hombres y mujeres?

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Ser hombre y ser mujer

A lo largo de la primaria, las niñas y los niños continúan con la observación y el

conocimiento de su cuerpo, así como con el descubrimiento de lo que son capaces de hacer y sentir con él. Comparan su tamaño, su fuerza y sus habilidades con los de sus hermanos, hermanas, amigos, amigas, mujeres y hombres adultos.

Su interés en el cuerpo se dirige a su crecimiento, les gusta saber la diferencia

que logran de un mes a otro. Relacionan su altura y su peso con la posibilidad de ser más fuertes, por eso se comparan con otras niñas u otros niños. Se fijan en cualidades y limitaciones como su agilidad o su torpeza, su velocidad o su lentitud, su fuerza o su debilidad.

Niñas y niños son prácticamente iguales en su inquietud, su capacidad física, su

fuerza, su voz, los rasgos de la cara. La diferencia corporal es más visible en sus

órganos sexuales, los cuales a esta edad no están muy desarrollados.

Si bien el cuerpo es la base, ser mujer u hombre se determina por el comportamiento de una y de otro. La comunidad y la familia esperan ciertas

actividades y actitudes de las niñas y otras de los niños.

Si estamos de acuerdo en que las oportunidades para hombres y mujeres deben ser iguales, en que unos y otras podemos desarrollar las mismas capacidades, destrezas y habilidades, entonces ¿por qué no ser flexibles y empezar por compartir juegos, tareas y responsabilidades en nuestro propio hogar?

Si impedimos a los niños jugar con niñas a la mamá y al papá, ¿Cómo aprenderán a atender y cuidar a sus hijos

el día en que sean padres? Si a las niñas les prohibimos treparse a un árbol o ser líderes de un equipo,

¿Cómo aprenderán a enfrentar riesgos y a resolver problemas?

Si evitamos que los niños participen en la limpieza del hogar, ¿Cómo podrán aprender a asumir estas

responsabilidades? Si no permitimos jugara niñas y niños juntos, entonces,

¿Cómo aprenderán que una relación entre hombres y mujeres puede ser espontánea,

de comprensión y ayuda mutua?

Las diferentes características de los niños y de las niñas no deben dar

lugar a desigualdades ni a tratos indignos.

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En la tarea de aprender actitudes y comportamientos diferenciados para hombres o mujeres, los niños y las niñas entre los seis y doce años pasan por momentos en que se rechazan.

Los niños dicen de ellas: "son lloronas" "sus mochilas están ordenadas" "platican del amor " "son coquetas" "dibujan mariposas y corazones"

Éstas son expresiones de sus experiencias, pero también de sus prejuicios, de

los conocimientos que van tratando de construir para reconocerse como hombres o como mujeres, frente a lo cual los adultos debemos ser comprensivos, pero procurar que aprendan a conocer y a respetar a las personas de sexo diferente al suyo.

Por un lado, los niños se alejan de las niñas y ellas de ellos, pero por el otro,

gustan de experimentar los primeros noviazgos que, aun cuando breves, son de importancia porque ellos y ellas prueban ser aceptados, ven sus cualidades y sus dificultades en el trato con los demás y empiezan a reconocer su masculinidad o su feminidad.

Los noviazgos entre niñas y niños pueden ser una oportunidad para que ustedes platiquen con ellos sobre sus propias experiencias cuando fueron menores. Otras formas de ayudarlos son:

platicar sobre lo que sienten sus hijos e hijas,

evitar las críticas hacia sus amigos o amigas,

comentar con ellos y ellas las formas de relación que ven en parejas cercanas a la familia,

sugerir atenciones y detalles que pueden tener hacia sus amigos y amigas, y

platicar acerca de la amistad.

Pregunten a sus hijas o hijos qué piensan de sus compañeros y compañeras. Platiquen sobre lo que más les gusta y les disgusta de ser niña o niño y ayúdenlos a aceptarse y a transformar las condiciones que quizá no los benefician.

Las niñas dicen de ellos:

"son bruscos" "siempre andan sudados" "sólo platican de deportes" "guardan cosas raras en sus mochilas" "son groseros"

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La vida diaria ofrece valiosas oportunidades para que nuestros hijos aprendan nuevas formas de actuar y de relacionarse con los demás; hombres y mujeres podemos, sin distinción de sexos:

compartir funciones y responsabilidades en nuestra familia y en nuestra comunidad,

participar por igual en las diferentes tareas domésticas, escolares y comunitarias,

expresar todo tipo de sentimientos: ternura, tristeza, enojo, miedo, entre otros, y

disfrutar de actividades y juegos en los que mostramos inteligencia, control, cuidado, compañerismo, ternura y respeto.

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Las funciones parentales vistas desde la teoría del apego

Carlos Ochoa-Torres, Isabelle Lelong. En: Solis-Ponton Leticia. La Parentalidad, Desafío para el tercer milenio. Editorial Manual Moderno 2004. pp 105-109.

INTRODUCCIÓN

Actualmente se habla a menudo de la violencia y del maltrato a niños y adolescentes. La atención se ha orientado hacia la sociedad, la escuela, pero sobre todo hacia la familia, la cual será observada y criticada de manera diferente según los individuos, los profesionales y otros personajes (p. ej., los políticos). Cada uno quiere poner énfasis en la disfunción, la indecisión, la pérdida de identidad, etc., en las familias. Conforme el tiempo transcurre, nos enfrentamos a la evolución de este concepto y poco a poco las miradas se dirigen hacia los roles familiares, haciendo hincapié en el hecho de ser padres (a lo que se llama parentalidad y que se aborda con detalle en otros capítulos de este texto) y, por supuesto, en las funciones parentales. Definir la patentabilidad y las funciones parentales es una tarea ardua, lo que ha tenido como consecuencia que cada profesional busque dar su definición ideal. Al se encuentran explicaciones de tipo antropológico, demográfico, sociológico, económico, político, religioso, jurídico, psicológico, biológico, etc., que sobrepasan ampliamente lo que un padre y una madre pueden tener como idea acerca de la parentalidad y de las funciones parentales (figura 10-1). Si uno se ubica en el campo de la psicología para abordar a las familias, es evidente que existen tantas respuestas como corrientes teóricas diferentes; de modo que aquí se enfocará este punto de vista desde el ángulo de la teoría del apego.

CONTRIBUCIONES DE LA TEORÍA DEL APEGO

El término “apego” se utiliza en circunstancias diferentes en psicología, pero también en psicopatología. Se considera que el niño nace con una necesidad social primaria. El apego se establece cuando la figura materna satisface su necesidad de contacto social. En esta teoría sobre la génesis de los lazos afectivos del niño, elaborada por Bowlby (1989), el término de apego designa, en sentido restringido, la concepción teórica del autor acerca de la necesidad social primaria. Bowlby es un psicoanalista que se interesa en las experiencias afectivas tempranas. Sus primeras investigaciones se referían a las reacciones del niño pequeño separado de la madre y situado en un ambiente desconocido. Describe

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las consecuencias emocionales de protesta, de reacción depresiva seguida de la indiferencia del niño privado de su madre, y, por último, el temor de otra separación luego de haberla encontrado; lo que conduce al autor a preguntarse sobre la constitución del vínculo madre-niño. Bowlby tenía en cuenta ciertos conceptos etológicos, sobre todo, los comportamientos instintivos “teniendo todos como resultado previsible la conservación y el aumento de la proximidad a la madre”. Este autor señala cinco comportamientos principales: succión, abrazo (aferramiento), acción de seguir, llantos y sonrisa. Los procesos de aprendizaje y de refuerzo por retroalimentación (feedback)- donde es evidente que el principal agente de refuerzo es la pareja que responde a las solicitudes sociales del niño- contribuyen a desarrollar el apego. Esto proporciona al niño la seguridad y la confianza necesarias para explorar el entorno. El apego se considera como el lazo intrafamiliar, es decir, parte del sistema familiar. La familia es el sistema de relaciones de parentesco organizado de modo distinto según las culturas. Su núcleo principal está compuesto de vínculos afectivos adquiridos entre los familiares: alianza entre los esposos, intimidad y compromiso, apego de los niños hacia sus padres, sistemas de cuidados paternos y maternos, lazos fraternos que pueden transformarse en apego, etc. El apego es el lazo afectivo que el individuo (niño, adolescente, o adulto) establece con las personas del sistema familiar. Este vínculo emocional contribuye a la búsqueda de proximidad y de contacto con las personas con quienes se tiene apego, llamadas figuras de apego. Es factible considerar tres componentes de base en el apego: los comportamientos de apego, la representación mental de la relación y los sentimientos; éstos continuarán durante todo el ciclo vital, pero cambiarán en su contenido. Según esta teoría, el pego favorece la supervivencia de los niños en la búsqueda de proximidad y contacto con sus padres (o de aquellos que representan la figura materna al inicio de la infancia); esta primera función mantiene las relaciones de parentesco y la predisposición para la protección y la ayuda mutua. Otra función del apego es brindar seguridad emocional; el individuo está próximo a las figuras de apego, ya que siente seguridad con ellas, pues es aceptado sin condición, protegido en sus recursos emocionales y sociales para su bienestar. La ausencia o pérdida de las figuras de apego se percibe como amenazadora. En cada sistema familiar hay miembros que pertenecen a diferentes sistemas familiares y a diferentes generaciones. Los cambios de la dimensión familiar a menudo deben plantearse sobre tres generaciones o tres sistemas familiares (los abuelos, los padres, y los hijos). Durante el ciclo vital, es posible que toda persona mantenga relaciones íntimas con cinco generaciones familiares diferentes: abuelos, padres, la creada por el matrimonio, hijos y nietos. Estas generaciones heredan de la historia familiar anterior y están influidas por los cambios históricos, sociales, económicos, políticos, etc. En este contexto, la historia del apego durante el ciclo de vida, se ve influida por los diferentes sistemas familiares y los roles que tienen cada uno de los miembros al interior de cada sistema. De modo que todo individuo tiene varias

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figuras de apego que se mantienen a lo largo de su vida. En el transcurso de su historia existen celos y grandes tensiones desde el lugar de cada persona en esta relación con el otro, además de los diferentes duelos de las figuras de apego.

EL APEGO Y SU EVOLUCIÓN.

A continuación se describirán brevemente las diversas características del apego desde el nacimiento hasta la edad adulta.

1. Al nacimiento, el lactante prefiere los estímulos sociales (rostro, voz, calor, etc.) No reconoce a las personas como ellas mismas, pero identifica una parte de los estímulos dados (la postura de la madre para amamantarlo, los rasgos del rostro de la madre, la manera de cargarlo y de acariciarlo y así por el estilo). Durante los tres primeros meses la actividad del niño está regulada por los sistemas biológicos.

2. Entre los 3 y 5 meses de edad, el bebé muestra preferencia por la

interacción con los adultos que el cuidan, pero no rechaza a los extraños. Comienza a discriminar a las personas y muestra sus preferencias por quienes se ocupan a menudo de él. Empieza también a diferenciar las figuras de apego. Esta interacción es suficientemente flexible y más amplia que la que se observa entre adultos.

3. Desde el segundo semestre de vida se observa la formación de sistemas

racionales: apego, afiliación, exploración, angustia de separación y miedo al extraño. El niño tiene una preferencia evidente por las figuras de apego y, al mismo tiempo, rechaza a los extraños. El sistema de apego se organiza: los comportamientos de apego se utilizan para obtener o mantener la proximidad de las figuras de apego, de igual manera en reacción a las separaciones breves, al sufrimiento debido a la pérdida de éstas figuras y al rechazo o desconfianza frente a los extraños. La figura de apego se usa como base primordial para explotar el mundo externo (físico y social)

4. A partir del primer año de vida, luego de la instalación del apego, el niño

adquiere una cierta independencia con respecto a las figuras de apego, gracias a sus nuevas capacidades locomotoras, orales y cognitivas. Este proceso a menudo es conflictivo por que necesita continuamente re-adaptaciones, con adquisición o pérdida de ciertos privilegios.

5. .De 4 a 6 años de edad, el niño quizá muestre celos intrafamiliares. Al

mismo tiempo, se desarrollan las capacidades de la comunicación verbal, hay un aumento de los conocimientos sociales y una mejor capacidad de autocontrol. En las situaciones armoniosas, el menor establece buenas relaciones con las figuras de apego, ya que experimenta un sentimiento de seguridad gracias a una representación parental eficaz y tranquilizadora (“mis padres me aman mucho, mis padres me aceptan, mis padres saben como protegerme, mis padres me comprenden”). El sistema de valores,

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normas y características del funcionamiento social de los padres son aceptados sin oposición. Diferentes acontecimientos de la vida familiar pueden trastornar a toda la familia, como la separación de los padres y así por el estilo. Frente a estas situaciones, las figuras de apego tienen un rol importante. En otras ocasiones, cuando el niño no tiene figura de apego de los adultos, los chicos de la misma edad llegan a ser figuras de apego, en especial, durante la adolescencia.

6. En la edad escolar el niño mantiene como figuras de apego a sus padres,

y como figuras secundarias a los hermanos y a otros componentes de la parentela. Poco a poco aparecen cambios lentos pero continuos: la mejor aceptación de las figuras de apego, un contacto físico menos cercanos y menos continuo, un comportamiento de exploración sin la presencia física de la figura de apego. No obstante, en los momentos de tristeza o de separación, percibidos como amenazadores, hay una activación ascendente de los comportamientos de apego, con reacciones similares a aquellas del niño pequeño.

7. Durante la adolescencia, las relaciones con las figuras de apego son

importantes por su carácter incondicional y su disponibilidad, lo que refuerza el sentimiento de seguridad, la apertura hacia otras relaciones sociales con los pares y las primeras experiencias con el sexo opuesto. Una de las situaciones difíciles entre padres y adolescentes es la “crisis” frente a la exigencia de autonomía por parte del joven hacia sus figuras de apego. Tal crisis puede ser muy conflictiva o intranquila, con un cambio importante del sistema de relaciones entre padres y niño. Se presentan situaciones ambivalentes entre los padres y el adolescente.

El adolescente parece no tener necesidad de las figuras de apego y algunas veces quisiera que estuvieran alejadas; en otros casos, las solicita como cuando era niño.

Si el adolescente tiene una confianza completa en sus padres, a pesar de la dificultad para soportar su pérdida, puede alejarse cada vez más de ellos, mostrando preferencias por sus pares.

Quizá habrá momentos de relaciones armoniosas y, en otras ocasiones, se volverán conflictivas y dramáticas.

El adolescente probablemente experimente afectos contradictorios: aceptación y rechazo, orgullo y vergüenza, amor y odio, etc. Quizá busque otras figuras de apego.

8. El adulto joven se involucra progresivamente en la realidad y, es evidente

la gran variación de las situaciones que experimenta. El comportamiento de apego, la representación mental de la relación y muy probablemente los sentimientos, se relacionan con las obligaciones sociales aprendidas y con la formalización de los diferentes roles, dando así un contenido a la relación. Una primera etapa de la vida adulta es establecer una relación de

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pareja, lo que da inicio a un nuevo ciclo familiar. Con ello se produce una adaptación a nuevos roles, a nuevas tareas o a otras formas de relaciones que se establecen con el sistema familiar de sus padres, del mismo modo que con el de los suegros. Cuando las relaciones de la pareja son estables, cada uno de los miembros de la misma se convierte en la figura principal de apego del otro. En esta forma de apego, existe una transferencia de las funciones esenciales de apego a la pareja y al sistema de de cuidados de los niños. El cónyuge encarna las cuatro funciones propias del apego infantil: de proximidad y de contacto, de protesta frente a la separación, de base de seguridad y, por último, el sentimiento de seguridad emocional y de bienestar en presencia del otro. El niño y el adulto comparten las mismas necesidades emocionales y sociales de base: las necesidades de contacto íntimo y apego. Con el primer niño, el sistema familiar se reajusta, ya que el pequeño tiene necesidad de cuidados diarios y constantes durante varios años. Los padres deben aceptar y cumplir sus funciones de manera estable y total. La aparición de los subsistemas paterno y materno cambia también el sistema de la pareja. Cada padre llega a ser la figura de apego, tanto uno para el otro- que fue la experimentada durante su infancia (simetría y reciprocidad)- como también de sus niños (relaciones asimétrica y complementaria). Por otra parte, los lazos paternos y maternos filiales conducen a los padres a dar cuidados incondicionales a su hijo (en una relación asimétrica).

FORMAS DE APEGO EN EL NIÑO.

Ainsworth y colaboradores (1978) describen algunas formas de apego de base, según un protocolo experimental, las cuales darán inicio a los estudios sobre apego en el niño. Es posible diferenciar el comportamiento y la calidad del apego de la siguiente manera: *Apego de evitación (A). Cuando el niño juega lejos de su madre, se va cuando ella quiere cogerlo en sus brazos, no se latera por su ida ni por la presencia de un extraño; el niño evita o ignora a su madre. *Apego seguro (B). El niño utiliza a su madre como una base de seguridad:

puede jugar lejos de ella, pero vuelve de vez en cuando hacia ella; le gusta que su madre le cargue y protesta cunado lo deja de hacer; se altera cunado ella se va y se alegra de volver a encontrarla; acepta jugar con el extraño en presencia de su madre, pero se siente más intimidado en su ausencia. *Apego ambivalente (C). El niño está muy perturbado luego de la separación de su madre, pero su regreso no lo apacigua; grita cuando ella vuelve y lo toma en sus brazos, busca escaparse, pero grita de nuevo cunado ella lo deja; está demasiado alterado para jugar y no acepta el extraño; el pequeño quizá grite mucho o permanezca pasivo luego de gritar. *Apego desorganizado (D). El niño parece muy temeroso e incluso deprimido, y se comporta de manera contradictoria. *Apego evitante-resistente (A/C). Se ve en los mismos maltratados, quienes son sumamente ansiosos; buscan a su madre y, al mismo tiempo, la evitan y la rechazan.

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La Pareja: El Principio de la Aventura

Actividad: Repase con atención el contenido de la presentación: La Pareja y comente con sus compañeros la importancia de la relación de pareja de los padres para el joven adolescente, sugiera alternativas y conclusiones. En hoja para rotafolio anote su trabajo y exponga en pleno. Comente en grupo con 2 o 3 personas la presentación: Las tormentas, anote conclusiones. Analice la presentación “El Matrimonio” y reflexione sobre los mitos e ideas equívocas que se llegan a manejar dentro del sistema de

pareja.

Objetivo de la Tercera Sesión Los padres identificarán el papel de la relación de pareja y su importancia en la estabilidad y futuras relaciones amorosas del joven adolescente. Ubicarán los elementos que pueden afectar la relación de pareja y las posibles fuentes de conflicto, generando estrategias que permitan

solucionar productivamente los mismos.

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Viviendo la Adultez en Plenitud

Objetivo de la Cuarta Sesión

Los padres conocerán las etapas del desarrollo psicológico y explicarán cada

una, así como la importancia que tienen dentro del proceso de crecimiento

humano.

Actividades:

Dinámica: Vivamos la adolescencia

Formar equipo con 8 personas las cuales darán lectura al texto “Etapas de

Desarrollo”, tomando cada quién, una etapa para explicarla posteriormente,

haciendo hincapié en la importancia que éstas tiene para el desarrollo de la

personalidad del ser humano.

Dar lectura al texto “Cuando alguien se va” retomando lo elementos que se

consideren valiosos para la vida cotidiana.

Analizar individual o colectivamente las presentaciones:

Mi padre

Ocasión Especial y

Un mensaje con lindas fotos

Adolescencia

Dar lectura al texto Adolescencia y explicar la importancia de la etapa

adolescente en la vida de todo ser humano

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ADOLESCENCIA

Así, el individuo necesita tiempo para integrarse en la edad adulta, y la sociedad se lo concede. El joven experimenta con pautas de identidad antes de adoptar decisiones más integrales. El adolescente se toma un tiempo antes de comentarse en un desarrollo continuo. Esta situación puede darse en cualquier combinación, o simplemente en cualquiera de las siete dimensiones siguientes; cada dimensión presenta un polarización parcial de las crisis desarrollado sobre el continuo desarrollo. 1.-Perspectiva temporal versus difusión temporal. Un concepto del tiempo es

esencial para la identidad. Si su perspectiva del tiempo es un problema, el joven puede reclamar una acción inmediata o inmovilizarse inmediatamente totalmente, en la desesperada esperanza de que el tiempo se detendrá y esa temida decepción nunca se materializara. El adolescente utiliza, en forma intermitente, oportunidades para postergar el planeamiento y rememorar el pasado. Solo cuando puede ver su vida en una perspectiva definida su sentido del tiempo lo conduce a un sentido de identidad plena. 2.- Certidumbre acerca de si mismo versus apatía. La certidumbre acerca de si

mismo implica una lucha entre la conciencia de identidad y la huida hacia la apatía. En la adolescencia, el joven puede exhibir un aire de vanidad total de insensibilidad, como si su propia apariencia fuese todo lo que importa, o como si ello careciese absolutamente de importancia. Solo cuando el conocimiento de si mismo y las imprecisiones que el expresa a otros coinciden, adquiere certidumbre de su mismidad y un sentido de su propio identidad, al mismo tiempo que disminuye su autoconciencia de duda y confusión acerca de si y autonomía. 3.- Experimentación de rol versus identidad negativa. El niño que se desarrolla halla numerosas

oportunidades de experimentar con muchos roles, pero el adolescente comprueba que la experimentación esta limitada por peligros y compromisos. En su caso, la experimentación tiene un carácter esencial. El interés por los extremos, los experimentos con los contrarios, especialmente los que son mal mirados por los mayores, se convierten en el centro de sus experimentaciones de rol con las imágenes que tiene de si mismo. En ultima instancia, la identidad positiva o negativa depende de la experimentación exitosa con una amplia gama de roles. 4.- Previsión del logro versus parálisis en el trabajo. El adolescente necesita desarrollar su sentido de la industria dentro de una pauta persistente, en lugar de afrontar oportunidades situacionales desvinculadas unas con otras. La lucha para completar una tarea, o a veces simplemente para iniciarla, se convierte en una cuestión fundamental cuando el joven reflexiona acerca de la suficiencia de su propio dotación. Generalmente, ello no significa falta de capacidad, en realidad, (a

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veces) algunos de los individuos más dotados padecen particularmente esta situación. La persistencia y la integración son esenciales para plasmar una

identidad ocupacional y trazar planes de gran alcance. 5.- Identidad sexual versus difusión bisexual. El adolescente necesita resolver sus conflictos bisexuales y con el tiempo identificarse con su propia rol sexual. Necesita experimentar comodidad en su gama de contactos con los miembros del sexo opuesto. Necesita verse primero totalmente varón (o mujer). En este punto, el adolescente no puede concebirse como un poco de ambas cosas. La adolescencia ofrece situaciones y actitudes de permanentes experimentaciones que tienen que resolverse si la identidad sexual del joven ha de contribuir a un

sentido más integral de identidad y a acercarlo a la conducta prescripta para los adultos de su sexo. 6.- Polarizaciòn del liderazgo versus difusión de la autoridad. La capacidad del adolescente para dirigir y captar debe coincidir con el índice de autoridad de su sociedad. Un enfoque realista y claro de la autoridad-y la disposición a asumir autoridad, llegado el caso-son actitudes estrechamente vinculadas con el dominio eficaz de las fases anteriores de desarrollo y con la eventualidad aceptación de una identidad positiva. 7.- Polarizaciòn ideológica versus difusión de ideas. El adolescente debe

seleccionar una filosofía básica, una ideología o una religión, que le dan una confianza fundamental en su vida y su sociedad. La adolescencia afronta muchas alternativas. Sin embargo los adolescentes tienden a manifestar prejuicios inflexibles y una belicosa lealtad a las ideas y los valores de su propio grupo. Este manifestarse contra algo es una de sus principales necesidades, pues al contrastar su propia persona y sus ideas con grupo contrario, afirman su sentido asimismo. Durante la adolescencia, el individuo tiene la oportunidad en estas siete áreas y de utilizar las numerosas facetas de su moratorio. Los extremos de experiencia subjetiva, alternativas de preferencia ideológica y posibilidades de compromiso realistas pueden convertirse en el objeto del juego social y del dominio conjunto. Si al monetaria fracasa, significa que el individuo se a definido muy tempranamente y este comprometido con la sociedad adulta entes de hallarse preparado, o alienta hondas sentimientos de fracaso por que sélo dejo privado al peligro de esta crisis y se siente perdido como persona. En esta ultima situación, no se sabe que quiere

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ser verdaderamente o quien es en realidad ante los ojos de otros. Aparece la ambivalencia en las actividades conductuales, verbales y cognoscitivas. De hecho, la organización y meditación acerca de las alternativas importantes. El lenguaje menudo se limita a reflejar en voz alta el pensamiento. El habito adolescente de conversar interminablemente con determinado amigo del mismo sexo o grupo de edad es uno de los medios de búsqueda de identidad. Una vez concertado un perdurable compromiso de identidad, el lenguaje ya no es importante solo como medio de comunicación; también viene a ser esencial para relevar un compromiso con los valores sociales que concurren con su identidad. El juego ya ha perdido su importancia como función fundamental del yo. Ahora es más probable que el individuo se encuentre a ser mas joven como válvula de escape de sus impulsos regresivos, porque su sociedad mira con malos ojos la conducta infantil del adolescente. Erikson que en la adolescencia la presencia de roles y las incursiones en la fantasía construyen un modo apropiado de manejar la difusión de la identidad. La representación de roles y la exageración verbal del tipo Te desafió a y Me atrevo a son una forma de juego social y un legitimo sucesor del juego infantil . En el adolescente sano, una gran capacidad va acompañada por mecanismos yoicos que permite al individuo internarse profundamente en las peligrosas regiones de la fantasía o la experiencia social y contenerse a ultimo momento, y desatraerse en la compañía de otros, la actividad, la literatura o la música. Este juego, o experimentación social, incluye esencialmente actitudes y roles de significado adulto-conducta ocupacional, preparación para la intimidad, selección del futuro cónyuge, etc.. Mas tarde la conducta de pandilla, camarilla o multitud, con su insistencia en los ritos y otras formas de conformidad de los miembros del grupo, constituirá un aspecto fundamental de la representación de roles y un impulso así la autoexpresión. El joven seleccionara a sus adultos significativos, a las personas que tienen mayor importancia para el, a causa de su influencia anterior o por que representan relaciones actuales esenciales. En este primer grupo, el niño puede incluir a sus padres, maestros vecinos y otras personas que le inspiren confianza. Los miembros del segundo grupo son seleccionados de acuerdo con el significado que tienen para el adolescente que atraviesa un periodo de difusión temporaria de roles, mas que por sus funciones sociales. Si el joven los considera aceptables, los asistentes sociales, los psicólogos, los sacerdotes, los jueces, los oficiales de reclutamiento los directores de equipo, los instructores de baile o cualquiera de las personas hacia las cuales puede volverse en su búsqueda están en condiciones de convertirse en individuos que ejercen influencia fundamental en su desarrollo. Erickson Erick. Tres teorías sobre el desarrollo. Ed. Paidos Buenos Aires argentina 1999.

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El Bebé: (Confianza contra Desconfianza) ¿De Donde Vienen Las Fuerzas Internas?

En la primavera del año 1961, el psiquiatra Robert Coles, estudiaba la lucha de los niños negros del sur para la integración racial de las

escuelas, con muy pésimas posibilidades de lograrlo. Al ver el Dr. Coles la forma en que cuatro niñas negras de seis años respondían a las

constantes provocaciones con tranquilo valor, se puso a pensar que daba a estas pobres y vulnerables niñas, tanto valor y tanta resistencia.

Ninguna de sus intrincadas explicaciones sociológicas daba razón de ellas. Entonces escuchó lo que una madre negra de Louisiana le decía:

“Mi niña regresa a casa de la escuela, y oye a todos esos blancos gritándole, y no les va a dar el

gusto de mostrarles que está asustada, ni por un momento, pero si lo está. Yo sé que así es. Y lo

primero que de verdad hace es venir conmigo y yo la abrazo. Va entonces a tomar algo de comer, su jugo, etc. Y regresa conmigo, a que la acaricie. Yo

también me perturbaría, pero gracias a Dios mi mamá todavía vive con nosotros, y voy con ella,

para que ponga su mano en mi brazo, a fin de que me tranquilice de nuevo: entonces yo también

puedo poner mi mano en el brazo de mi niña. Como nuestro pastor dice: el Señor nos toca todo el tiempo, con tan sólo que se lo permitamos, y

actúa a través de cada uno de nosotros. De modo que cuando

mi madre pone su mano en mí y yo toco a mi hija, es Dios quién nos dá la fuerza ”

(Robert Coles: “Touching and being

touched”)

CAPITULO 1

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El Niño Pequeño

(Autonomía contra Vergüenza y Culpa)

¿Quién es el que está al frente?

Melvin, un monje muy distraído, dio un día un paseo para leer su breviario. Desafortunadamente, el domingo de Pascua tenía algunos salmos extra, y Melvin se fue muy lejos, hasta la orilla del precipicio. Afortunadamente se dio cuenta de que algo extraño pasaba, y alcanzó a pescarse de una rama. Mientras sus pies quedaban colgando a cientos de metros de altura sobre el cañón, gritó desesperadamente:

- “!Ayúdenme, Auxilio! ¿Hay alguien allá arriba?”

De repente las nubes se abrieron y se escuchó una fuerte voz

... -“Yo te ayudaré, ¿Estás dispuesto a cumplir cualquier cosa que

te pida?”

- Por supuesto. ¿Que quieres que haga?

- “ Déjate caer”

- “¿Quién eres?”

- “Soy Dios”

- “¿No hay nadie más allá

arriba?”

(Anónimo)

CAPITULO 2

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Edad del Juego

(Iniciativa contra Culpa)

El clérigo que quedó todo mojado

Había una vez un clérigo que

vivía en un poblado en el que cayó una tromba que amenazaba con inundar todo. El

agua llegaba ya a 20 cm. Dentro de su oficina, en la que

continuaba él tranquilamente.

Algunos parroquianos que pasaron remando (por supuesto) le pidieron que se fuera con ellos. “No, váyanse ustedes”,

les replicó “no me pasará nada, Dios me cuidará”, y se fueron los vecinos.

Después el agua subió hasta el primer piso. Volvieron los angustiados parroquianos en su bote para llevarse al clérigo, le pidieron de nuevo que se fuera con ellos.

Pero volvió a rehusarse. Cuando el bote regresó otra vez, la casa ya estaba toda

cubierta, y el clérigo a salvo sobre el saliente de la chimenea “Reverendo”, le gritaron, “vengase con nosotros o se ahogará”. El clérigo les respondió: “ No, no pasará

nada: Dios proveerá”. Ellos se fueron... y el clérigo se ahogó.

Una vez llegado al cielo, hizo una cita con Dios para reclamarle todo enojado: “¿Porqué me hiciste esto? Yo hice lo que tú me dijiste que hiciera. Me puse a rezar y tú no me

ayudaste”

“¿Cómo que no te ayudé?- le contestó Dios sorprendido- no te diste cuenta. Te envié tres veces un bote para recogerte.”

(Toby Rice Drews, “Getting them sober” II)

CAPITULO 3

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Edad Escolar

Laboriosidad contra Inferioridad

Este año lo haré mejor...

Estuve pensando “ Este año lo haré mejor ” ...

Estudiaré duro, pondré atención, tomaré

bien los apuntes, y si alguien me interroga le

responderé con voz alta y clara y no con una

respuesta así nada más, sino una brillante

contestación.

Pero llegó el mes de Octubre y yo no entendía nada de nada.

Tenía miedo de que me preguntasen, y el miedo hacía sentir pesado el ambiente; y el profesor lo aspiraba, por lo que

entonces se acercó a mí y me dijo: “Ve al pizarrón a ver que es lo que puedes hacer”. – y de pie

junto al pizarrón, mirando el problema matemático, pensé-: “ Señor, toma el gis y escribe la respuesta. O haz que el pizarrón

se desprenda y me mate, por favor”

-Escribí unos cuantos números borrosos

mientras oía las risas de los más listos...

CAPITULO 4

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La Adolescencia

Identidad contra Confusión de la Identidad

Águila Real

Un hombre encontró un huevo de águila. Y se lo llevó y lo colocó en el nido de una gallina. El aguilucho fue incubado y crecía con la nidada

de pollos.

Durante toda su vida el águila hizo lo mismo que hacían los pollos, pensando que era un pollo. Escarbaba la tierra en busca de gusanos e insectos, piando y cacaraqueando, incluso sacudía las alas y volaba

unos metros en el aire al igual que los pollos. Después de todo ¿no es así como vuelan los pollos?

Pasaron los años y el águila se hacía mayor. Un día pasó muy por lo alto, en el límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y

majestuosamente por entre las corrientes de aire, moviendo apenas sus poderosas alas doradas.

Mirando con asombro hacia arriba, ¿que es eso? Le preguntó a una gallina que estaba junto.

-“Es el águila, el rey de las aves”, respondió la gallina. Pero ni pienses

en ello, tú y yo somos diferentes a él. De modo que el águila no volvió a pensar en

ello. Y murió creyendo que era una gallina de corral. Antonio De Mello. “El canto del pájaro”

CAPITULO 5

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EL Adulto Joven

Intimidad contra Aislamiento

El Monstruo

En remotas épocas, hubo un hombre

que errando desde su territorio llegó a

la tierra de Los Locos. Pronto vio que muchas personas huían aterrorizadas

de un campo en el que habían estado

segando trigo. “Hay un monstruo en ese campo”-le decían. Él se fijó bien

y vio que era un melón. Y se ofreció a

“matarles el monstruo”. Cuando partió a la mitad el melón, separó una rebanada y empezó a

comérsela. Y las personas se aterrorizaron al ver lo que había hecho,

mucho más de lo aterrorizadas que estaban con sólo ver el melón monstruo. Lo expulsaron entonces, con sus instrumentos de

labranza, gritando: “nos matará luego, a menos que nos libremos de

él.”

Y aconteció después que en otra ocasión, otra persona llegó también a la tierra de Los Locos, y lo mismo empezó a pasar con él. Pero en vez de ofrecerles su ayuda respecto al “monstruo”, estuvo de acuerdo con

Los Locos en que era peligroso, y huyendo de puntillas con ellos, se ganó su confianza. Estuvo mucho tiempo con ellos, viviendo en sus

casas, hasta que pudo enseñarles, poco a poco, los hechos básicos que los capacitarían, no sólo a perder

el miedo a los melones, sino incluso, a cultivarlos.

Don Mc Neil, Douglas A. Morrison Compassion

CAPITULO 6

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La Edad Adulta

Productividad contra Estancamiento

El Granero

En una tierra muy remota en el campo, existían dos hermanos, los cuales trabajaban la tierra como agricultores y a la vez, tenían un molino que pertenecía a los dos. Siempre que cosechaban,

recolectaban el maíz en el molino y lo repartían por partes iguales guardándolo cada quién en su granero. Un día, el hermano soltero pensó: mi hermano tiene cuatro hijos que mantener y muchos gastos que afrontar, sería bueno que yo le ayudara, entonces llenó una carreta de maíz y en la noche se dirigió al granero de su hermano con una buena cantidad del grano. Por otra parte, el hermano casado dijo para sus adentros: mi hermano está sólo ¿qué sucederá si se enferma o bien, cuando envejezca cómo podrá mantenerse? Yo tengo cuatro hijos que velarán por mí cuando sea anciano y él no tiene familia que lo cuide… tomo su carretilla y en la noche llevaba puntualmente una buena cantidad de maíz. Al paso del tiempo, ambos hermanos se preguntaban, cada quién por su parte, ¿ que está sucediendo con el maíz, parece que no cambia la cantidad que tengo?. Una noche de luna llena, los hermanos se encontraron en el campo con sus carretillas y se abrazaron con gran afecto. A este lugar se le llamó el lugar sagrado como el amor de los dos hermanos.

CAPITULO 7

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Ancianidad

Integridad contra Desesperación

La siguiente oración fue encontrada en el campo de exterminio de Ravenshuk, en el que murieron 92000 mil personas, entre mujeres y niños principalmente. Fue garabateada en un papel de envoltura cerca de un niño muerto.

“ Señor, acuerdate no sólo de los hombres y mujeres de buena voluntad, sino también de los de mala voluntad. Pero no sólo

recuerdes el sufrimiento al que nos han sometido.

Recuerda también los frutos que se han producido a partir de ese sufrimiento –nuestro compañerismo, nuestra lealtad, nuestra

sumisión, nuestra humildad, el valor, la generosidad, la grandeza de corazón surgida de todo esto; y cuando vayan a ser juzgados,

deja que todos estos frutos que hemos producido, sean su perdón”

CAPITULO 8

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Raquel Levinstein

Cuando alguien se va

Reflexiones sobre la vida y la muerte

La muerte es compañera de la vida, llega cuando menos se le espera y nos recuerda nuestra propia fragilidad. Es como la noche que sigue a un día de sol; como la novia distante, pero siempre presente. Es como el agua que desemboca en un río, pero que sabe que su cauce es el mar.

La muerte no respeta edades ni sexo ni condición social. Vamos, ni siquiera requiere de una enfermedad, una tragedia o un desastre natural. La muerte sólo tiene como requisito a la vida misma, pues para morir lo único que se requiere es estar con vida.

Y cuando vemos este vínculo tan estrecho entre la vida y la muerte, no entendemos por qué esta última nos causa tanto dolor. Me viene a la mente un rito judío, en las ceremonias de sepultura, cuando el Rabino cuestiona a los deudos sobre la posibilidad de recobrar a ese ser amado a cambio de que nunca más volviera a salir el sol, de que nunca más las estrellas volvieran a aparecer en la bóveda celeste de que jamás las aves emitieran sus trinos, de que la vida se detuviera y de que jamás volvieran a nacer un bebé ni a sonreír un niño. En esos momentos de profundo dolor, los deudos afirman al unísono que a ese costo tan alto: ¡NO! Como si interiormente adivinaran que la vida, en esas condiciones, sería como la misma muerte y que tal vez… la muerte que está tan cercana a la vida, sea también la vida, pero en otra forma de expresión, la cual sólo es posible captar desde el corazón. Y, estoy segura de que si éste se encuentra lleno de tristeza, de culpa y resentimiento, no es posible establecer un puente para alcanzar a percibir esta dimensión, misma que no es factible vislumbrar con los ojos del rostro ni con la piel. Pues esta dimensión, en la que es viable un reencuentro con nuestros seres queridos ausentes, donde es posible comulgar y dialogar con ellos, aun cuando ya no se encuentran entre nosotros e incluso comulgar con Dios, se navega en ella sólo con los sentimientos más nobles y puros y con los pensamientos más encumbrados y transparentes.

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Es por ello que resulta imprescindible aplicarnos en hacer “limpieza de armario”, limpieza del corazón, para poder lograr la paz interior, para lograr un rencuentro con ellos que extrañamos y necesitamos tanto aquí y ahora, en esta vida, en esta, nuestra realidad cotidiana. Y cuando menciono un reencuentro con ellos, no hablo de espiritismo, ni de desarrollar cualidades extra sensoriales para descubrir fantasmas o espectros sino de crecer interiormente, lo suficiente como para aprender a vivir sin la presencia física de ellos a quienes tanto amamos, pero con la certeza de que, como Dios mismo, se encuentran más cerca de nosotros que nunca, de que es posible platicar con ellos en silencio, como quien pronuncia una oración o dialoga con una estrella y que es viable percibirles en las cosas bellas que nos ofrece el Creador en cada día, en cada amanecer y en cada anochecer, como un rayito de luz, el calor del sol, el brillo de una estrella, en la caricia del viento, en las gotas de lluvias, en nuestros recuerdos y en nuestros anhelos, en cada pensamiento bello y en cada invocación. Sé bien que de inicio, esto que propongo parece difícil y casi imposible, pero la verdad es que lo necesitamos tanto de bien vale la pena continuar con este intento, que bien vale la pena trabajar con nosotros mismos para dejar atrás el infierno que genera su ausencia, el dolor de su partida, el miedo y la soledad que se han instalado en el corazón desde que se han marchado. Para empezar, te digo que este camino lo tenemos que iniciar con un gran valor y una fe aún mayor. Y tú me preguntarás: ¿cómo tener fe si toda ella se la robó su partida, si todo lo bueno se fue con él, con ella? Yo no tengo palabras para convencerte de seguir adelante, sólo el deseo que brote desde lo más profundo de mi corazón, vestido con el amor y la paz que el Señor me regala, a pesar de haber sufrido pérdidas tremendamente dolorosas, para ofrecértelo a ti. Solo te puedo decir, ¡inténtalo!, no se trata de ver para creer sino de creer para poder ver y, si de algo te sirve mi propia experiencia, te puedo decir que sí es posible volver a sentir paz y consuelo después de su pérdida, que sí es posible platicar en silencio, cada día, con ellos, que sí es posible sentirles cerquita, que sí es posible saldar cuentas y decirles ¡TE AMO!, aun en la distancia. Esa distancia, que es la misma que existe entre la materia y el cielo, el cielo que, como ya lo dijo Cristo Jesús: “Está dentro de ti mismo”

Si es tu deseo dejar de sufrir y no permitir que su ausencia se convierta en la tumba de tu propia vida, de tu familia, de los seres que amas; si es tu deseo comenzar a construir una vida diferente, una vida mejor, una vida que sea construida paso a pasito, con infinito amor y conciencia, que sea para ellos el mejor tributo, ellos quienes físicamente ya no están pero que viven eternamente en nuestro corazón, te pido que te atrevas a dar el primer paso y seguir adelante en tu propósito de transformación interior, de realizar una profunda limpieza del alma, de construir un puente hasta el corazón de Dios, para encontrarles a ellos

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para, reencontrar, también, un nuevo sentido a la vida. En realidad, para comenzar de nuevo a… vivir. Y para iniciar este proceso de transformación interior, considero conveniente retomar otra frase de Cristo Jesús, de Él, nuestro hermano mayor. “No busques entre los muertos a los que están vivos”. Y ya escucho tu respuesta, ya escucho el grito que sale desde lo más profundo del corazón: “Entonces, ¿en dónde, en dónde le busco?, ¿en dónde, en dónde le encuentro?” Deseo, de todo corazón, que la respuesta la encontremos juntos a lo largo de estas páginas y, por supuesto, en los más profundo de tu corazón. Sólo te pido que no ignores que, a lo largo de esta travesía, de este intento por clausurar el dolor de la ausencia, está junto a ti mi mano extendida, y siempre cerca de nosotros la presencia silenciosa y amorosa de Él, nuestro Creador, tal como tú puedas concebirle, tal como tú puedas entenderle.

Historia de la mariposa

No recuerdo si esta historia la leí, la escuché o me la contaron. Tampoco recuerdo si pertenece a algún autor conocido, si es del dominio público o si es anónimo. Sólo recuerdo que su contenido me impactó y hoy quisiera compartirla contigo con mis propias palabras, con mi propia interpretación. Sin duda alguien tuvo que haberla escrito, sea quien sea, que Dios le bendiga siempre. Con profunda humildad y gratitud le entrego mi reconocimiento y mil disculpas por no recordar su nombre y mencionar su autoría. La historia es la siguiente: Había una vez… un par de orugas posadas en la rama de un árbol. Los días transcurrían uno tras otro sin novedad alguna, hasta que un día, ya

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convertida en crisálida, una de ellas logró romper el caparazón que la mantenía atrapada y se transformó en una hermosa y radiante mariposa, extendió las alas y emprendió el vuelo, un vuelo de libertad. Un vuelo que, quizá, no hubiera disfrutado tanto si no hubiera conocido con anterioridad la prisión en la que se encontraba atrapada, en calidad de un simple y feo gusano. La mariposa se encontraba extasiada ante tanta belleza, su dicha no tenía fin, sobre todo, cuando contempló su imagen reflejada en el estanque que adornaba ese lugar. Sus alas estaban teñidas con pinceladas de tanto y bello colores que parecía que el mismito arco iris se hubiera plasmado en sus delicadas y hermosas alas. De pronto, escuchó un llanto tan triste y desgarrador que atrapó su atención, y enseguida se dirigió al sitio de donde provenía el llanto. Cuál sería su sorpresa al descubrir que quien lloraba desconsolada era su hermana la oruga, que aún se encontraba prisionera dentro de su caparazón. Enseguida, la mariposa le preguntó a la oruga: “¿por qué lloras de esa manera tan desconsolada y triste?” A lo que la oruga contestó con gran dificultad porque el llanto le impedía hablar con fluidez y claridad: “es que… se acaba de morir mi hermana”. Enseguida la mariposa, consternada, le respondió: “No llores, hermanita; mira, no me he muerto, ahora soy una linda mariposa”. –Sus palabras las acompañaba con breves y cadenciosos vuelos- La oruga, molesta, le pidió que no se burlara de su dolor y su tristeza; que ella no podía ser su hermana porque era, evidente que era, una bellísima mariposa, y su hermana, al igual que ella, era un horripilante e inútil gusano atrapado en una monstruosa y pesada caparazón, de la que no podría escapar jamás: “claro, a menos que muriera como ella, tal como sucedió”. La mariposa, desesperadamente, intentó convencer a la oruga de que en realidad era su hermana y que ahora disfrutaba de una maravillosa e inesperada libertad y que seguramente dentro de muy poco tiempo ella disfrutaría de una condición similar. Pero la oruga parecía que ya no la escuchaba; por el contrario, cada vez su llanto era más triste y desolador, como si su propia condición de oruga le impidiera ver el destino maravilloso que la vida tenía previsto para ella. Hasta que, ya cansada, la mariposa le dijo a su hermana la oruga: “Mira, ya no recuerdo cuánto tiempo estuve atrapada en esa condición y también ignoro el tiempo que Dios Tenga dispuesto para mí en este nuevo y maravilloso estado y, ¿sabes?, quiero aprovechar cada momento. Ojala que la tristeza y tu incredulidad no te maten antes de que puedas disfrutar de la libertad, la dicha y la plenitud que hoy puedo disfrutar y percibir lo que he descubierto yo, pues hoy sé que: LA

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MUERTE ES VIDA, Y QUE EVOLUCIONA HACIA MEJORES FORMAS DE EXPRESIÓN” Esta es la historia, ésta la reflexión, la que te invita a pensar o, por lo menos, a cuestionarte la posibilidad de que la vida no termina con la llamada muerte y que, porque no logremos ver a ese ser amado con los ojos del rostro y que ya no podamos tocarle con la piel ni abrazarle más, ello signifique que se haya perdido del todo, que ya no sea posible sentirle cerca, de platicar con él, con ella; que aun cuando físicamente ya no están, el corazón les percibe, les anhela y les busca. Y así, como el pasto espera al rocío, como la flor al sol, como el océano al agua, como si cada uno adivinara que ése es su destino, ése su lugar, así les extrañamos nosotros y desde lo más profundo del corazón se anhela el reencuentro, y su recuerdo no nos abandona jamás. Creo, firmemente, que más allá del dolor de la pérdida, del llanto que produce su ausencia y de la tristeza que no invade su recuerdo, prevalece la esperanza del reencuentro, la oportunidad de poder decirles todo lo que en vida faltó y sobre todo repetirles mil veces.

“TE AMO, TE AMO CON TODO EL CORAZÓN”

Cuando llega la muerte

Cuando llega la muerte, se estremece el alma, se desgarra el corazón. Cuando llega la muerte, todo lo que nos separaba de ese ser amado se desvanece: el reproche, el enojo, el resentimiento y sólo queda la ausencia y el tiempo que nos queda se torna diferente. A veces parece eterno, a veces sólo un suspiro, pero lo cierto es que ya no es el mismo sin él, sin ella. El tiempo se convierte en verdugo, en reclamo constante por el tiempo que se nos fue, el que ya no regresará más. Nos queda el inventario del alma en saldo rojo por el tiempo que faltó, tiempo para decirle lo mucho que le necesitábamos, lo importante que era para nosotros; tiempo para gritarle a la vida: ¡sólo quiero otra oportunidad! Lo que prevalece después de su partida es un vacío que no se llena con nada, es la culpa o por lo menos la sensación de que podíamos haber hecho algo más por él, por ella. De pronto, se presentan ante nosotros todos lo reclamos, las cosas que no hicimos, o todo aquello que hicimos y que, en vida, nos separó. Los proyectos que no realizamos, el tiempo que desperdiciamos, queda la culpa y el

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resentimiento también, quedan tantas cosas, tantas dudas, tantos reclamos, tantas emociones encontradas y tanto, tanto dolor. Quedan tantas cosas, recuerdo, añoranzas, proyectos sin terminar, parece que sobra todo lo que lastima. Sólo falta él, ella, que físicamente ya no se encuentra.

Cuando se instala el dolor Y es cuando el dolor se instala en el alma que a fuerza de tanto doler se transforma e un sufrimiento perpetuo y eterno que tiñe todo de gris. La vida se convierte en muerte, la existencia en sepultura. De pronto parece que ya no hay camino ni motivo para andarlo. Parece que el futuro se borra y el presente se desvanece devorado por el ayer. La silla vacía grita soledad; la vida entera huele a ausencia, sabe a dolor, los caminos y lugares recorridos con él, con ella, aprisionan el alma y reclaman su presencia. Los nuevos lugares se visten de gris; parece que caminas con una nube sobre la cabeza, con una lápida en la espalda y una daga en el corazón. Y hasta te duele respirar, te pesa vivir, y más de una vez sientes el reclamo que brota del alma que parece decirte: ¿cómo es posible que la vida siga si él o ella ya no está? ¿Cómo disfrutar de la luz y el calor del sol si el alma se encuentra vestida de negro y sólo el frío de la ausencia se puede percibir? Y, de repente, te sientes enojado con la vida, enojado contigo, con él, con ella, que ya no está. Te sientes enojado con Dios y le cuestionas, le reclamas una y otra vez: ¿por qué te lo llevaste, por qué me lo quitaste, por qué, por qué, por qué?

Dios se lo llevó

Y es que se nos olvida que la vida es prestada, que no nos pertenece. Se nos olvida que la vida la tenemos sólo cada hoy. Pero resulta que de tanto hoy repetido se nos olvida vivir. Planeamos para mañana, tenemos la agenda programada por semanas, meses y hasta años adelantados y se nos olvida que la vida es sólo por hoy. “Mañana nos vemos”, “mañana le digo que lo quiero”, “mañana lo perdono”, “mañana le dedico un ratito”, “mañana, mañana, mañana”. Y, ¿quién te dijo que el

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mañana lo tenemos asegurado?, ¿quién te dijo que llegamos a la vida con un contrato de permanencia? Es tanta nuestra inconciencia que en vez de agradecerle a Dios por cada amanecer, por la vida, por las oportunidades que nos regala con cada amanecer para compartir y disfrutar cada día, cada instante con los seres que amamos, nos enojamos cuando se presenta la muerte, cuando llega el punto final y, de repente, él o ella, que amábamos tanto, ya no esta. Y te das cuenta de que todo lo que faltó por decirle, todo lo que faltó por hacer, de las deudas que no saldaste, de las promesas que no cumpliste, de los proyectos que no realizaste y, por si todo esto fuera poco, la muerte te confronta con tu propia finitud. Es por todo ello que te enojas con Dios; es mejor culparle a Él que aceptar la responsabilidad de nuestras propias fallas. Y por si esto fuera poco, cuando alguien con el sincero afán de consolarnos, se acerca y nos dice; “Es la voluntad divina”, “Dios así lo quiso”, “DIOS SE LO LLEVÓ”, “ACEPTA SU VOLUNTAD”, SIENTES UNA IRA PROFUNDA Y DESMEDIDA CONTRA LA VIDA Y CONTRA Él, nuestro Creador. Sientes que Él está contra ti, piensas que quizá lo que estás enfrentando es castigo divino, que Dios no te quiere, que se olvidó de ti. Lleno de ira te vuelcas contra Él y luego te sientes culpable por sentir lo que sientes, por pensar lo que piensas y, así sin darte cuenta, el miedo y la culpa se van apoderando de ti, y la vida entera se convierte en un eterno dolor, dolor que duele, dolor que lacera el alma, que parte en dos el corazón.

Preparándonos para enfrentar el dolor

Y así, con esta confusión en el alma, con este dolor clavado en el corazón, se inicia el proceso de duelo, en el que las emociones brotan a flor de piel; pero, generalmente, por ignorancia y por miedo, las evadimos, las reprimimos, y el dolor del primer impacto, cuando se anunció su partida, se transforma en sufrimiento, sufrimiento eterno, sufrimiento que crece, que se desborda del alma. Y sin importar el tiempo transcurrido desde el momento de la pérdida, parece que el tiempo se hubiera detenido, que apenas fue ayer cuando experimentamos el impacto de su ausencia. Es como si el tiempo no transcurriera más, como si hubiéramos quedado prisioneros de él. Y es, entonces, cuando nos damos cuenta de que el tiempo, por sí mismo, no sana las heridas; que sólo la confrontación de las emociones, es decir, hacer conciencia o conocer lo que pasa en nuestra mente y en nuestro corazón, nos permite salir a flote, comenzar a respirar de nuevo: aire nuevo, aire de vida, aire de libertad.

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Es por ellos que te invito a realizar, conscientemente, el proceso de duelo, que se llama así, precisamente, porque duele, porque lastima, pero como la inyección o la intervención quirúrgica, que sin duda causan molestias y, generalmente, duele, pero sana, así la confrontación de emociones, en cada una de las etapas del duelo, nos permite enfrentar una realidad que nos ahoga, pero al hacerlo nos liberamos de las cadenas de la inconciencia para dar un salto emocional y mental hasta el nivel de la conciencia desde donde es posible penetrar en la dimensión del espíritu, la dimensión en donde los milagros se encuentran al alcance, ya que, como San Agustín decía “Los milagros no están contra la naturaleza sino contra lo que el hombre sabe de la naturaleza”, y es ahí en donde es viable el reencuentro con lo seres a que amamos, sin importar el tiempo transcurrido, el espacio físico la geografía que nos limita. Porque, en esta dimensión espiritual, el tiempo no existe, así como tampoco existen las fronteras ni la limitación de la materia ni lo llamado imposible. Y lo más importante y maravilloso de este encuentro es que se puede llevar a cabo aquí y ahora en esta nuestra realidad. Pero, para alcanzar esta dimensión espiritual, es necesario realizar una profunda “limpieza de armario”, es decir, un inventario consciente de nuestras emociones y sentimientos, además de un trabajo intensivo con la culpa y el resentimiento que generalmente se estacionan en nosotros después del impacto de una pérdida tan significativa. Es por eso que realizar un proceso de duelo es tarea indispensable para quien desea, de todo corazón trascender y transformar el dolor de la ausencia en la dicha y la plenitud que proporciona un reencuentro espiritual con quien amamos tanto y que, a nivel material, ya no está. Considero conveniente mencionar que las etapas de duelo que a continuación se presentan coinciden de manera impresionante con las mismas que propone Elizabeth Kubler Ross, a quien se considera como “la madre de la tanatología”, no obstante, yo las menciono acorde a la experiencia que me ha permitido integrar el contacto con miles de radioescuchas, conferencistas y pacientes a lo largo de mis propias vivencias y trayectoria profesional y, con base en ello, describo las experiencias que han sido compartidas, y agrego la etapa de la apertura espiritual en la cual es posible establecer el reencuentro tan anhelado, en la que, por fin, el alma se acomoda y el corazón se llena de paz, pues es justo en esta etapa cuando es posible renovar la esperanza y el impulso para construir una vida nueva, y así, en cada día de nuestra vida, construir peldaño a peldaño una escalera al cielo para comulgar con Dios –tal como tú puedas entenderlo- y ahí, en ese lugar en donde sólo prevalece el amor conversar con él, con ella, aun cuando materialmente ya no se encuentre con nosotros. Y en ese sitio donde el pensamiento puro, envuelto por un sentimiento de amor, que no conoce espacio, geografía ni fronteras, es posible compartir nuestros anhelos, esperanzas, cada momento bello, así como los momentos difíciles, y sentir que no caminamos solos ni solas, que hemos conquistado la llamada muerte, para comprobar aquí y ahora que la vida siempre es vida y que es posible sentir, más cerca que nunca, a quIen, en un momento, sentimos que la muerte nos arrebató.

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Te suplico que te prepares a corazón abierto para iniciar este proceso, doloroso pero transformador y liberador; para ello, vamos a pedirle al Padre, a ese Poder Superior, tal como tú puedas concebirle, a pesar de que existe la posibilidad de que te encuentres enojado, distanciado de Él, que nos ayude a transitar este camino doloroso, a enfrentar la pena, el dolor de la ausencia, a no estacionarnos frente a los obstáculos que presenta nuestra propia inconsciencia, ante los fantasmas de los recuerdos, los remordimientos, las culpas y los resentimientos y, sobre todo, que nos permita alcanzar esa dimensión en la que es posible el reencuentro tan anhelado, tan necesitado por el alma y deseado por el corazón. Que nos permita iniciar una vida nueva con la sonrisa en los labios y con paz en el corazón una vida nueva en la que, día a día, nuestra ofrenda para ellos no sea sólo de recuerdos de tristeza y culpa acumulada o flores que se marchitan, sino, nuestro propio cambio, el tributo a la vida que su presencia nos dejó como enseñanza para no cometer los mismos errores ni caer en la indolencia o el distanciamiento con los que ahora tenemos cerca.

LAS ETAPAS DE DUELO

La negación Es un mecanismo de defensa interior que se presenta cuando llega la amarga noticia, cuando alguien te dice o tú mismo confirmas que él o ella, ya no están. Cuando la noticia de su muerte o la sola posibilidad de perderle se presenta ante ti como un monstruo de tamaño descomunal y sientes que se desgarra el alma, que todo se viste de gris. Es entonces cuando se presenta LA NEGACION que, como un chaleco salvavidas, te mantiene a flote cuando la mar embravecida de emociones encontradas que genera su partida, que sin piedad te arrastra hacia el océano tormentoso del dolor y la desolación. En esta etapa, el alma grita mil veces: “No es posible”, “no puede ser”, pues te resistes a aceptar la dolorosa realidad que de pronto se encuentra frente a ti: él o ella, YA NO ESTÁ. Y en esos momentos de dolor indescriptible, los mil “no” que brotan del alma conforman esta primera etapa del proceso de duelo: LA NEGACION, y cuando experimentas dolor, angustia y desesperación, esta función o mecanismo de defensa: LA NEGACION, tiene una acción bondadosa para ti, pues en lo que la información se acepta de manera consciente, te permite expresar emociones mediante el llanto desgarrador, las expresiones de dolor y aun el silencio avasallador que te envuelve con el fin de encontrar alguna explicación en tu interior, y aun, cuando en esa condición, las mil respuestas que emanan del corazón no logran explicar ni mucho menos amainar el dolor de la ausencia, por lo

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menos, sí permite expresar el dolor y la desolación, aun cuando, de manera desordenada y desarticulada, en esos momentos nadie parece entender lo que sientes lo que piensas, y lo más curioso es que ni siquiera para ti resulta claro; lo único que resulta evidente es el dolor desgarrador que aprisiona al alma. Por eso, es importante que no reprimas las emociones en estos momentos cuando el dolor se instala en el alma pues, de lo contrario, el mismo dolor va creciendo al nutrirse de tus propias emociones y sentimientos reprimidos que, sin darte cuenta, se perfilan para convertirse en un sufrimiento perpetuo. Cuando permites que, tanto el llanto como las emociones fluyan, el dolor mismo te va guiando hacia la siguiente etapa del proceso de duelo. Recuerda que éste no se contabiliza por el tiempo transcurrido o por el intenso dolor experimentado sino por los sentimientos confrontados, por la conciencia o conocimiento de lo que el corazón grita y que, por inconsciencia y temor, pretendemos callar.

El enojo, la culpa y el miedo

En esta etapa las emociones brotan a flor de piel. Te sientes enojado con la vida y también con la muerte. Con la vida, porque parece que terminó de un solo tajo con todo lo que valía la pena vivirse; también con la vida, por lo que no se vivió, por todo lo que no se realizó. Con la muerte, simplemente porque se lo llevó. Enojado con Dios, porque piensas que esa pérdida es castigo Divino, porque piensas que es injusto, que no te escucha y que no te escuchará más. Te sientes enojado contigo mismo por todo lo que hiciste y también por todo lo que dejaste de hacer. Por todo lo que callaste y por todo lo que dijiste en ese mal momento, cuando la ira, el resentimiento o la simple inconsciencia nublaron la razón y silenciaron el corazón. En esta etapa ya no sólo el enojo y el dolor se encuentran presentes sino, además, el miedo y la culpa se van apoderando de tus pensamientos y de tus sentimientos: culpa por lo que hiciste, por lo que dijiste, por lo que no hiciste, por lo que callaste. Culpa por los recuerdos que comienzas a invadir tu mente: los pleitos, los malos momentos, los recuerdos dolorosos de la infancia, los golpes, el abandono, los abusos, las comparaciones y todo aquello que te molestaba y que te llevó a alejarte de él, de ella, dejando para mañana la aclaración, la reconciliación. Todo aquello que te llevó a callar un “te quiero”, “eres importante para mi”. La culpa, que se presenta frente a ti como un monstruo descomunal, recriminándote tus ausencias, tus enojos, tus malos deseos o pensamientos

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destructivos hacia él o hacia ella cuando te embargaba la ira o te abrumaba el cansancio que te impedía dedicarle un momento de tu tiempo, un instante de tu atención o el cansancio que experimentabas en las frías y prolongadas noches y los interminables días en que había que cuidarle, que atenderle. Cuando experimentaste una y otra vez el impacto de la injusticia de la familia, cuando nadie tenía tiempo, ni dinero y tú…, tú tampoco o que, finalmente, era tan poco y tan de malas. Esta culpa que te carcome te hace sentir hipócrita, no concibes la turbulencia y la dualidad interior que te produce el conflicto de haber experimentando odio y rechazo a quien, por naturaleza, sólo deberías amar. Alguien por quien ahora darías tu propia vida por volverle a tener cerca, por poder abrazarle aunque sea sólo por un instante. Y, por si fuera poco, experimentas también la culpa que los demás se empeñan en marcarte, para descargar su propio dolor, su propia responsabilidad y desde luego, su propia culpa por no avisarle a fulano, por no llamar al doctor perengano o la doctora zutana, por no llevarle al hospital a tiempo, por haberle dejado ir a la fiesta o de viaje con los amigos, por haberte ido a trabajar y dejarle solo, porque te quedaste dormido, por no haber sido un buen padre o una buena madre, por no ser un buen esposo o esposa, por no haberle apoyado en el momento en que lo necesitaba, por no estar con él, con ella, cuando el reloj material marcó el punto final, por no haberle dado cuenta a tiempo de lo que se “veía venir”, y por tantas y tantas cosas más. También se experimenta la culpa imaginaria, la que tú concibes por lo que crees que los demás te reprochan pero que no te lo dicen y por que no es más que una vertiente de tus propias culpas, producto de tus fallas y errores, por exigirte perfección. Es tanto el peso de la culpa, que no te permite siquiera respirar, y si no la confrontas y aprendes a trabajarla para eliminarla, te consume, te aprisiona. Puedes caer, bien en la auto condolencia y la auto flagelación o bien, es factible que el peso de la culpa sea tal que comiences a justificar tus errores delegando la responsabilidad y la culpa en los demás. En el primer caso, generando mayor dolor y sufrimiento –es bien conocido el hecho de que cuando alguien sufre una tragedia o de manera específica la pérdida de un querido—se generan desgracias y sufrimientos unos tras otros, como enfermedades, pleitos, pérdida de otro ser querido. En el segundo caso lo que se genera son conflictos, pleitos y distanciamientos entre amigos y parientes, situación que de momento te brinda cierta comodidad o desahogo ya que, de momento, parece “bueno” tener localizado al culpable, pero la verdad la grita el corazón: la culpa y el remordimiento, siguen instalados en ti, agazapados en una alianza secreta con el miedo que se apodera de ti y te impulsa hacia la depresión, la neurosis, la enfermedad, la escasez y al sufrimiento perpetuo que tú mismo, sin darte cuenta, has generado, pues de manera inconsciente te has programado para pagarle en abonos a la vida lo que tú mismo consideras que le debes.

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Y esto, por cruel y absurdo que parezca, no es más que un pago simbólico e inconsciente de la culpa que te devora. Ésta es una de las etapas más difíciles y dolorosas puede durar un instante o una eternidad, de ti depende. Por eso, es importante saber manejar esta etapa del duelo, ya que, si no es superada conscientemente, garantiza un infierno repetido y permanente. Además, te aleja de la paz y la armonía interior y nubla la posibilidad de una apertura espiritual y ese reencuentro tan anhelado con el ser amado, justo en el corazón de Dios, ese sitio que sólo se alcanza a través de la aceptación y del amor. Recuerda que la culpa, por sí misma y de manera inconsciente, genera, automáticamente, castigo, dolor y sufrimiento, te pone de espaldas a la vida y te aleja del corazón de Dios, no por castigo Divino, sino por ignorancia por inconsciencia, por la necesidad absurda e inconsciente de flagelar al alma, de auto castigarte pensando que con esto vas pagando en abonos “fáciles” lo que supones que la vida te reclama. En esta etapa también se presenta el enojo con la vida, con Dios, contigo mismo, con la familia e incluso con ese ser que tanto amas y que el corazón reclama, simplemente porque se fue; luego te sientes ridículo, infantil y hasta un tanto loco. Estos sentimientos encontrados de enojo y rechazo, en conflicto con el amor, alimentan la culpa y el miedo, por lo que, si no los trabajas conscientemente, pueden hacer más prolongada esta etapa; pueden convertir tu vida en un verdadero infierno sin importar el tiempo transcurrido desde su partida, así que, por favor, no te quedes instalado en esta etapa, continúa adelante en tu propósito de realizar el proceso de duelo, no sólo para acomodar el alma y respirar en paz sino para lograr ese despertar espiritual tan anhelado en donde el corazón adivina que es posible ese reencuentro tan necesitado con él, con ella, aun cuando físicamente no es posible verle más.

Trabajando con la culpa y el miedo El miedo es la energía que nutre a la inconsciencia, se alimenta de todos y cada uno de los pensamientos y emociones destructivas que pueblan tu mente y tu corazón hasta lograr convertirse en un fantasma decomunal que se coloca frente a ti para atormentarte con los recuerdos dolorosos del ayer y generar angustia en tu corazón por todo lo que pudiera venir. Te impulsa a vivir encadenado por un ayer que ya pasó y atormentado, agobiado por un mañana que aún no llega y que, quizá, no llegue jamás.

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El miedo, en condiciones normales, tiene una función preventiva o de alerta que te invita a enfrentar el ayer para aprender de él y te previene de las cosas que podrían suceder si realizas tal o cual acción. El miedo es un mecanismo natural de la mente que se presenta siempre en primera instancia, pero también es un fantasma que ronda permanentemente en tu mente y en tu corazón, que se nutre de la nada y al cual, por ignorancia de tu propia esencia, de la grandeza que hay en tu interior, tú le otorgas poder y se convierte en un verdugo implacable. Y, curiosamente, mientras mayor es el miedo, mayor es la culpa, el resentimiento, la ira y todas esas emociones que tú bien conoces; son aquellas que convierten tu vida en tumba y tus sueños en pesadillas; éstas alimentan al miedo y el miedo alimenta a toda emoción destructiva. Y así tu mente se convierte en un campo de batalla y en infinito vacío y desolación. Pero déjame decirte que el miedo es cobarde y cuando lo enfrentas se desvanece, se aleja de ti. Ahí tiene un camino firme para deshacerte del miedo, ése que te atormenta de día y de noche. Y así cuando te acuse y te señale tus errores acepta lo que te dice, conviértete en amigo del miedo.

Si te dice que fuiste un mal padre o una mala madre, esposo o esposa, hermano o hermana, acéptalo y enseguida separa personas de actitudes, esto es: “acepto que tuve una o mil actitudes equivocadas, pero eso no me convierte en un mal padre…”. Si el miedo te dice que tú le odiabas, a él o ella, acéptalo también; pero de igual manera SEPARA LA ACTITUD DE LA PERSONA, por ejemplo: platicando con el miedo en un diálogo interior silencioso dile: “sí que detestaba o incluso odiaba tal o cual acción, pero existe una verdad y esa traspasa fronteras de geografía, tiempo y espacio, y esa verdad es que a él, a ella, le amo y le amaré siempre con todo el corazón”. Con esta sencilla acción te darás cuenta de que el miedo deja de atormentarte, la culpa se aleja y con firmeza puedes dar un paso hacia delante en tu propósito de recobrar la paz interior y la alegría de vivir, la dicha de percibir cada amanecer que el Creador te regala con infinito amor, envuelto para regalo con la nota invisible de que viene junto a la entrega de un día nuevo, un día nuevo para estrenar, para realizar hoy todo lo que no hicimos ayer y, además, nos regala la posibilidad de reencontrarnos aquí y ahora con nuestro ser amado y añorado. Otra faceta de la culpa y el miedo es cuando en vida te mantuviste distanciado –sin importar la razón o la causa--- incluso peleado con él, con ella; cuando te encargabas de decirles a todo mundo lo mal padre, madre, hijo, esposo que era, y de repente, cuando la muerte se presenta y te lo arrebata, comienzas a comentar todo lo contrario y no te cansas de decir lo bueno que era él o ella, lo mucho que se querían, la maravillosa relación que llevaban. ¡CUIDADO!, ésta es una peligrosa faceta de la inconciencia y te puede llevar de nuevo a la etapa de la negación, cuyo riesgo mayor es permanecer atrapado en el auto engaño y en

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sufrimiento perpetuo, atormentando por la culpa, fustigado por el miedo, encadenado por la soledad. Es importante que, de igual manera como has aprendido a dialogar con el miedo, confrontes tus errores, aceptes la realidad material de la convivencia entre ustedes, que no disfraces los errores de él o de ella, con virtudes que tú mismo sabes que no existían. No caigas en la trampa de inconsciencia de pensar que todo entre ustedes fue maravilloso porque, en primera, nadie te la cree, pues a los que ahora, auspiciado por el dolor, les hablas de todas las bondades y méritos de él de ella, y de mutua relación perfecta, son los mismos que, cuando embriagado por tu dolor, cuando antaño te escuchaban quejarte sin tregua, los mismos con quienes vertiste tu amargura y tu dolor. . Pero éste no es el riesgo mayor; lo más grave es lo que pasa en tu interior. La culpa y el miedo se alimentan de tus recuerdos y te atormentan sin tregua, te acosan sin conmiseración lo mismo de día que de noche, lo mismo despierto que dormido. Y así, cuando menos piensas, tu vida se ha convertido en un infierno; sin darte cuenta lastimas a los que tienes cerca, pues de manera inconsciente tratas de demostrar tu amor desmedido por él, por ella, que ya no se encuentra contigo. Opacas todo mérito de los demás descalificas toda buena acción pretendiendo, inconscientemente, resaltar las cualidades y bondades de quien ya no está, pero tu mente inconsciente te reclama y despiadadamente te acusa diciendo: “eso lo hubieras reconocido antes”, “eso lo hubieras hecho o dicho cuando él o ella estaba con vida; ahora, ¿ya para qué?” Sin darte cuenta, te encuentras aterrado, pues de nuevo te encuentras negando realidades que, aun cuando son dolorosas, son parte de tu historia, parte de la verdad de tu relación con él, con ella. No tienes que gritarlo a los cuatro vientos, no es necesario que lo publiques ni lo propagues, basta que lo aceptes tú –aunque duela, aunque lastime---sin disfrazar ni justificar para salir de la negación y del auto engaño. Para eliminar la culpa sólo es necesario separar personas de actitudes; ya lo sabes; acepta el error, la acción equivocada, tanto la tuya propia, como la de él o ella que hoy se encuentra ausente. No trates de disimular, de disfrazar, lo errores; esto sólo alimenta a la inconsciencia e incrementa el dolor. Pero recuerda que cometer errores es una característica de nuestra especie; aprender de ellos es una oportunidad de crecimiento interior y evolución espiritual. Y lo más importante, recuerda que los errores cometidos, tanto de una como de otra parte, no tienen el poder de anclarte a un infierno repetido, ni mucho menos de borrar la verdad que hoy trasciende fronteras de espacio, tiempo y geografía; esa verdad que, hoy, tú sabes mejor que nadie: que el amor que les unía era infinitamente grande, incluso mucho mayor que el dolor que hoy te embarga, pues éste puede ser superado, no por el tiempo transcurrido sino por tu apertura de conciencia, por el valor para enfrentar el dolor de su ausencia. Todo esto alentado por ese sentimiento que permanece intacto: EL AMOR, el cual no sólo no es posible borrar jamás sino que con el tiempo crece hasta el infinito, al grado tal en que, casi sin

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darte cuenta, día con día, percibes que ese ser amado forma parte de tu ser, que tú y él, tú y ella, como uno mismo son y que juntos pueden dialogar en el corazón de Dios, éste que no es otra cosa que el amor mismo, cualquiera que sea su manifestación.. Por su parte, el miedo, recuerda que es cobarde y que, cuando lo enfrentas, desaparece. Así que, no te dé miedo el miedo; enfréntalo, acepta el error, la falla cometida, separa personas de actitudes y aprende a vivir sólo por hoy, pues no olvides que el miedo te recuerda todo lo malo y se nutre del ayer y del mañana, que aún no llega. Cuando vives cada hoy sintiendo que caminas de la mano de Dios, el miedo se desvanece, se aleja de ti. Así que, no olvides que la vacuna para enfrentar el miedo es el amor y vivir sólo por hoy, siempre tomado de la mano de Dios. Estos son los recursos que tiene en todo momento al alcance, pues es por amor que te aventuras a realizar este proceso de duelo, es el amor el que te invita a voltear al cielo y a platicar con las estrellas, es el amor el que te impulsa a dar un salto, tan alto e infinito, que para ti ya es posible tocar el corazón de dios. Y vivir sólo por hoy es tu decisión, no permita que el ayer te lacere por todo lo que hiciste o por lo que dejaste de hacer, ni aceptes que el mañana te angustie. Estas aprendiendo a caminar e cada hoy bajo el amparo y la protección de dios nuestro Creador ¡SOLO POR HOY!. Y así, aceptando, confrontando y experimentando sentimientos en un constante diálogo silencioso contigo mismo, contigo misma, llegamos a la siguiente etapa del duelo.

El regateo En esta etapa del proceso de duelo comienzan a aparecer por tu mente recuerdos agradables, recuerdos de buenos momentos compartidos con él o con ella, pero todavía aparecen los desagradables, lo que te suman a reproche y te llenan de vergüenza, de culpa, y remordimiento. O bien, de coraje, de reclamo, si es que es el caso de que esos recuerdo tristes o dolorosos provengan de acciones u omisiones del hoy ausente. No te asustes ni pretendas disimular o negar que esto que hoy ocupa tu mente jamás sucediera en la realidad material, pues corres el riesgo de caer de nuevo en la primera etapa del duelo –la negación—y con ello perpetuar el dolor y abrir las puertas al sufrimiento. Tú ya sabes el camino: acepta lo que tus pensamientos te recuerda, separa personas de actitudes y aprende a personar y a perdonarte en la distancia.

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El perdón en la distancia

Para ilustrar este proceso liberador, quisiera compartir contigo mi propia experiencia. Cuando a mi mente vienen recuerdo tristes o doloroso, generados por los errores o actitudes negativas de ese ser amado que hoy ya no se encuentra a mi lado, —recuerda que somos humanos--- traigo a mi mente su recuerdo, reconstruyo su imagen y le doy un beso en la frente y en silencio le digo: “olvídalo, eso ya no me causa daño, porque las cosas buenas que dejaste en mi vida son muchas más y de mayor cuantía; además, esto nos sirvió para aprender, perdonar, crecer y trascender hasta el mismito corazón de Dios, en donde hoy por su gracia infinita, coincidimos”. Un “olvídalo” es suficiente cuando en tu imaginación le entregas un beso en la frente y sientes que algo se acomoda en el alma y te invade un sentimiento profundo de paz y serenidad. Si, por el contrario, sientes que no te es posible perdonar de esta manera tan sencilla pídele a nuestro Creador que te permita y te ayude a perdonar, tanto para la libertad de él o de ella, como para tu propia libertad y evolución personal. No permitas que los errores de antaño le mantengan a él o ella atados a unos recuerdos dolorosos y tristes; no te mantengas atado a un ayer que ya no te pertenece. En este caso, imagina que la persona, que físicamente ya no se encuentra y que te causó daño y dolor, penetra en una cascada en la que fluye agua color violeta, en donde se introduce él o ella y le dices todo aquello que tanto daño te causó y que hoy quieres perdonar de todo corazón. Enseguida entra tú a la misma cascada y perdónate por todas las emociones encontradas, por los malos pensamientos y deseos destructivos que su acción haya generado, y enseguida imagina que el agua de la cascada se tiñe de color rosa; y en silencio di: “En el amor divino te libero y me libero yo. Después de esto, observa cómo te invade un sentimiento profundo e infinito de paz y entonces sí será posible otorgarle un beso en la frente y en silencio decir “Olvídalo”. Si es el caso de que los recuerdos que invaden tu mente sean referidos a tus propias acciones de inconciencia, aquellas que te llenan de vergüenza y dolor, sigue el mismo proceso que realizaste para perdonarle a ellos imagina que es él o ella quien te besa en la frente y con una sonrisa te dice: “Olvídalo” Lo importante es que aprendas a perdonarte tú mismo, pues recuerda Que es soberbia no hacerlo, pues quien hizo mar y tierra lo ha hecho ya. Recuerda que el perdón libera, desata los nudos y abre los candados que te mantienen atado a un infierno repetido, anclado a un ayer que no te pertenece. El perdón genuino, ése que brota del corazón, te regala alas de libertad y,

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paradójicamente, sólo si tú lo deseas mantiene un lazo invisible de comunión con ese ser amado que ya no se encuentra en este plano material. Cuando los recuerdos son agradables, disfrútalos, pues ellos abren un camino de reencuentro con ese ser amado y extrañado y te regalan momentos de paz y tranquilidad. Es como cuando te dices para ti mismo: “por lo menos hice lo posible”, “él sabía que lo quería”, “ella sabía que podía contar conmigo”, “pasamos muy buenos momentos juntos”. Es probable que, enseguida de cada pensamiento agradable o feliz, aparezca uno o más de carácter desagradable pero, sólo si tú lo permites, éstos pueden instalarte en el dolor que genera la culpa, el miedo y el resentimiento. Tú ya sabes trabajar con el perdón, la culpa, y también sabes cómo eliminar el miedo; acepta los pensamientos y los sentimientos que aparecen en tu interior. Enseguida, separa personas de actitudes, realiza el proceso de perdón mediante la forma que tú consideres conveniente; lo importante es perdonar y perdonarte. Elimina la culpa separando personas de actitudes y aceptando e error. Agradécele al miedo por recordarte aquello que hoy sabes y puedes perdonar y sigue adelante en tu proceso de duelo, te encuentras ya muy cerca de la posibilidad de ese reencuentro espiritual tan anhelado, tan necesitado. Y, además, aprende la lección que te deja el trabajo con esta etapa; los momentos en los que, a pesar del dolor, hoy es posible experimentar: oleadas de paz, lo que te permite alejarte del dolor y la desesperación, y eso es todo lo bueno que viviste con él, con ella, todo aquello que te recuerda un acto generoso de tu parte, los momentos de tolerancia, comprensión, perdón para las infracciones cometidas, el tiempo que le regalastes, los momentos en que le escuchaste, aquellos en los que silenciaste un reproche para regalar una sonrisa. ¿Te das cuenta?, eso mismo puedes hacer hoy con los seres que amas, con los que hoy puedes compartir lo mejor de ti mismo, hoy que tienes ida. Este aprendizaje te lo brinda la ausencia de él, de ella, así que cuando tú mismo notes tu cambio y tu transformación, cuando comiences a actuar con los demás como hubieras querido actuar con él con ella, si es que la vida te brindara otra oportunidad, recuerda que la oportunidad la tienes ¡hoy! Entrega en silencio esta transformación a él, ella, como una ofrenda, como una flor que no marchita y conquista con ello un peldaño que te acerca cada vez más al corazón de Dios, en donde muy pronto podrás coincidir con quien tanto amas, con quien tanto extrañas. Es probable que después de este trabajo interior se aproxime la siguiente etapa del duelo.

La tristeza

La tristeza viene a ser la cuarta etapa del proceso de duelo y la caracteriza precisamente ese sentimiento que se acompaña de la melancolía, una sensación de pesadumbre e intenso dolor anímico. En esta etapa, es importante, como en

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cada una de las etapas del duelo, que aceptes estos sentimientos para que puedan fluir libremente, pues en caso contrario, al intentar negarlos, disfrazarlos o disimularlos, corres el riesgo de caer en una depresión profunda, agravando con ello el dolor y la tristeza. Además, es factible que este cúmulo de emociones encontradas se manifieste en enfermedad o carencia, pues las emociones necesitan un marco de expresión. Cuando no las aceptas ni las confrontas, éstas toman un camino de expresión diferente que te obliga a realizar un alto. Y, lo más grave, es que mantienen encadenado al dolor y el sufrimiento. A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que el paso, más importante, en cualquiera de las etapas del duelo, es: LA ACEPTACION, pues a partir de ella es viable confrontas y transformar los sentimientos mediante los ejercicios que has venido realizando. Evadir o negar la tristeza te puede llevar de la mano hacia la primea etapa del duelo y con ello instalarte de nuevo en el dolor y el sufrimiento. Así que, si experimentas este sentimiento, por favor no lo disimules, no lo evadas con alcohol, droga, atracones de comida, tabaco, sexo desbocado o trabajo compulsivo. No lo niegues ni lo ocultes bajo la bandera de que eres hombre o de que eres mujer, que estés la fuente de la familia o que eres coronel. Pues recuerda que antes de cualquier puesto, función o profesión, está el ser humano, ese ser humano que ha sido acerado por una pérdida brutal. Ese ser humano que vive día a día, el dolor de la ausencia, el vacío y la soledad. Por favor, llora todo lo que tengas que llorar. Grita, si el grito sale del alma. ¡acepta la tristeza!, y verás que muy pronto ésta se va. Y con ello te acercas a la última etapa del proceso de duelo.

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Mejorando mi comunicación en casa

Objetivo de la Quinta Sesión

Los padres identificarán los elementos que intervienen en el proceso de

comunicación, así como los tipos de interacción que existen ubicando la

dinámica que cada una construye dentro de la familia.

Propondrá estrategias pertinentes para mejorar la comunicación al interior de

la familia en un marco de asertividad y afecto nutricio.

Actividad

Analizar el video “La comunicación en Familia” y anotar al menos 5

conclusiones aplicables a su vida familiar.

Revisar lo leído sobre el texto “30 Días para una Familia Feliz”, desde el día

11 hasta el día 20. Comentar en equipo anécdotas y vivencias familiares.

Revisar la propuesta diseñada en la presentación “La Comunicación en la

Familia” y adaptar estrategias para mejorar la comunicación en familia.

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Control del clima del hogar.

Esta es el hambre que todos tenemos: gustarle a alguien, ser amado,

compartir nuestro amor y nuestra vida; aunque muchas familias son

incapaces de saciar esta hambre. Por diversas razonen, engañosamente simple de vivir juntos en una familia.

Dolores Curran

Del mismo modo que cada miembro de la familia posee huellas digitales únicas,

así el clima básico o estado de ánimo de la familia es también distintivo. El especialista Dr. Jerry M. Lewis explica que la familia opera con base en ese “estado de ánimo” cuando todo funciona bien. La forma en que la familia sobrevive a sus tensiones depende de este estado básico. En algunas familias, e incluso cuando toda todo va tan bien como pudiera esperarse, el estado de ánimo clima básico es de depresión. Una característica del estado de ánimo de las familias sanas es la esperanza: la cualidad de mirar hacia delante. Aunque algunas tensiones pudieran durar años, se les percibe como temporales. Una familia sana siempre parece encontrar los recursos para manejarlas. En una breve reunión familiar de seguimiento el día de hoy, verifique los patrones de “clima emocional”: el clima que por lo general se experimenta en la familia. Pida a los miembros de esta que hablen cuando las veces cuando el “clima” en las relaciones familiares se sintió: *Soleado, con brisa cálida. *Parcialmente nublado. *Encapotado y frío. *Lluvioso y con tormentas. *Ventoso, con advertencia de tornado. *De nieve, con condiciones de borrasca

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*Frió y cálido como un deshielo primaveral, con riesgo de una posible inundación, Ahora, deje que cada miembro de la familia sugiera las formas en que todos se traten entre sí y puedan ayudar a crear días de sol con brisas cálidas. Ideas: Escuchar y hablar; ayudarse entre si; enfocarse en las soluciones en vez de asignar culpas; darse tiempo para jugar; planear sorpresas. Durante la próxima semana , convengan todos en establecer el termostato del control del clima en su hogar en “soleado con brisa cálidas” al saludar a cada persona en una forma positiva, en especial durante los primeros cuatro o cinco minutos después de que lleguen a casa cada día, ya sea de la escuela o del trabajo, temprano o tarde. No habrá regaños ni comentarios negativos durante ese momento. En vez de ello, todos tratarán de demostrar interés y atención entre si (así como compartir abrazos y besos). Hable de las percepciones de aprecio y expresión que usted espera desarrollar durante los próximos cuatro días dentro de este proyecto familiar de 30, a medida que ve la sección “que apreciar”, a continuación. Coloque un aviso en el tablero de la familia o la puerta del refrigerador el cual muestre los siguientes temas durante los próximos cuatro días: (a continuación de cada título, escriba el día de la semana cuando surgirá el tema) Que apreciar: *Hacer lo que viene naturalmente: (día de la semana). *Fortalezas de carácter: (día de la semana) *Tareas domésticas: (día de la semana) *Grandes elecciones: (día de la semana). En el separador aprecio de número de dos, al final de esta sección, escriba el día de la semana en donde se enfocará en cada tema. Como recordatorio, recórtelo y colóquelo en su planificador cotidiano o en otro que usted vea regularidad.

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Parte tres: Qué apreciar.

Hacer lo que viene con naturalidad

Dios apuesto algo noble y bueno en todo corazón creado por Su

mano.

Mark Twain.

PARA PENSAR: Al expresar aprecio, la tendencia natural es enfocarse en lo

que las personas hacen: actos de amabilidad y apoyo, o bien en sus diversos dones, grandes y pequeños. No obstante, en un nivel más básico, es necesario valorar a las personas simplemente por lo que son: por “ser” tanto como por “hacer”. Queremos que los miembros de nuestra familia sepan que se les ama, sin importar ninguna otra cosa. El día 7, se observó la forma como nuestros dones naturales, cuando están fuera de control, generan conductas que irritan y nos meten en problemas con los demás miembros de la familia. Sin embargo, ver mas aya de la irritación para detectar y apreciar los dones naturales de los miembros de la familia, es uno de los hábitos más amorosos que una familia puede adquirir. PARA HACER: Como actividad familiar o individual, haga una lista de las

conductas que cada miembro de la familia que: (1) a veces lo irrita a usted, (2) haya oído que los demás comenten y (3) ha permitido a esa persona lograr buenas cosas. Ahora observa las “capacidades” básicas que se utilizan en estos diversos momentos de irritación o éxito. Por ejemplo (y hay muchos otros), quizá la persona básicamente: * Interactúa con las personas y las une. * Aproveche el potencial de una situación. * Satisface las necesidades de los demás o de una situación. * Supera el reto de un momento difícil. * Obtiene respuestas de las personas. * Cumple los requerimientos de una situación. Enfoque su aprecio a estas habilidades básicas. De esta manera, usted alimentará a otros miembros de la familia del mismo modo que la leche materna nutre a un bebé. Por ejemplo: Un hermano que no deja de hacer un ruido molesto o siempre se mete en las cosas personales de usted (conductas negativas), también demuestra la capacidad de estar lleno de recursos y superar los retos. Un cónyuge “adicto al trabajo” pudiera tener fuerte habilidades empresariales (extrae potencial) o ejecutivas (cumple con los requerimientos)…si bien éstas están fuera de control.

Día

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Fortalezas de carácter

Sueño que mis cuatro hijos un día vivirán en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel, si no por el contenido de su

carácter.

Dr. Martin Luther King, Jr.

PARA PENSAR: Marque un cuadro:

Mi hijo tiene personalidad Es un personaje. Con toda honestidad, a la mayoría de los padres les gustaría marcar ambos cuadros. El día 12 nos enfocamos en las cuestiones de “personaje”, que merecen aprecio regular y las fortalezas básicas que demuestran. Hoy en día, nuestro en foque es las fortalezas de “carácter”, que los miembros de la familia ven entre si; cualidades como: honestidad, lealtad, valor, fe, compasión, generosidad, humildad, gentileza, amabilidad, se servicial, diversión, capacidad de ser amado, etcétera. Usted puede contribuir profundamente al crecimiento de su hijo, a su conocimiento de si mismo y a su madurez, si es capaz de ayudarlo a ver que tiene muchos atributos únicos y otorgados por Dios. Es posible contribuir a ellos en un entorno de aula o grupo. Estas características naturales atraerán a las personas (cuando el niño no trate de hacer otra cosa). De manera constante, recuerde a su hijo no compararse con sus hermanos y hermanas, ni con ninguna persona. Siempre señale a su hijo sus dones y habilidades únicas y propias. HACER: Piense en la forma en como usted respondería a la pregunta:

hábleme de su (hijo, hija, cónyuge, padre o madre)”. La mayoría de las personas emplearía una o dos frases para describir características físicas, en especial algo distintivo; en vez de pasar de inmediato a hablar de los rasgos de personalidad y carácter de esa persona. Como familia, haga una lista de las cualidades distintivas de carácter que se ven entre si: características como las enumeradas arriba. Pase algunos minutos hojeando los álbumes o cajas de fotos de la familia. Seleccione una o más que muestren estas cualidades en acción. Siéntese tanto en familia como en forma personal. Muestre la foto a ese miembro de la familia y describa el don que usted ve en funcionamiento. Diga a la persona cuánto valora y aprecia esa cualidad.

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Si no hay fotos disponibles, describa una imagen que pueda imaginarse tomándola a ese miembro de la familia. ¿Cuál es la imagen que reflejaría la fortaleza de carácter que usted tiene en mente? Haga que todos los miembros de la familia seleccionen un rasgo de carácter el cual le gustaría obtener o mejorar. Ayúdense entre si a pensar en un paso o hábito especifico para trabajar esta semana, que seria útil para mejorar el crecimiento en esta área. Escríbalo en una tarjeta de 3 x 5 pulgadas (12 x 7.5 cm.) y colóquela en el espejo del baño o el tablero de avisos como recordatorio para la semana. Márquela en el separador también.

Trabajo en casa.

El objetivo del amor no es lograr algo que uno quiere, si no hacer

algo para el bienestar de la persona a quien se ama. William James.

PARA PENSAR: Como se observó antes, cuando se trata de expresar aprecio, lo que generalmente viene primero a la mente son los dones tangibles e intangibles que los demás nos otorgan. Si bien la parte de éstos quizá sea implícita y se reciba en el hogar entre los padres y los hijos, el hogar también puede ser el lugar en donde las palabras de aprecio se escuchen hasta el fin: en especial para los dones comunes y esperados: alimentos, vivienda y ropa, un aparato estereofónico, un televisor y transporte. ¿Cómo piensa usted que la vida en el hogar cambiará si de pronto cesaran las contribuciones que hace cada miembro de la familia? ¿Que faltaría de pronto? ¿Qué problemas crearía estos para usted? PARA HACER: Escriba el nombre de cada miembro de la familia en la parte superior de una hoja de papel. Bajo el nombre, haga dos columnas: marque una como “Contribuciones Físicas” y la otra como “Contribuciones Emocionales”.

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Luego toda la familia deberá realizar una tormenta de ideas conjunta de lo que usted incluirá a la lista de cada persona. Bajo las Contribuciones Físicas, sea específico. Incluya todo, desde hacer camas y limpiar (pisos, baños, ventanas, automóviles y ropa) a ganar dinero para pagar la hipoteca, alimentos, jabón y pasta de dientes, electricidad, recogida de basura, salidas a cenar y fiestas de cumple años. Bajo Contribuciones Emocionales, enumere cosas como: ríe mucho, sabe escuchar, conforta los sentimientos heridos, ama, y se comunica con los miembros de la familia extendida, permanece hasta tarde esperando, cuida a la familia y hace música para está. Coloque estas listas en un lugar prominente durante unos días, de modo que los miembros de la familia puedan agregar nuevas puntos a medida que se les ocurran. Y para recordar las cosas que usted quiere estar seguro de poder expresar su aprecio.

Grandes elecciones.

Acepte las fortalezas y debilidades de su hijo, sus virtudes y defectos, de un modo que él pueda aprender aceptarse así mismo.

Cheri Fuller.

PARA PENSAR: El poder elegir es fundamental para poder sentirse vivo como ser humano y experimentar la libertad. Cuando se ejerce este poder remunera y hiere. Por el lado negativo, el poder de la elección es lo que nos mete en problemas (y nos enseña muchas de las mejores lecciones de la vida). Como alguien observo, “una persona la cual nunca comete un error es alguien que nunca toma una decisión”. Por el lado positivo, las buenas opciones recompensan a las personas de manera poderosa, a medida que se perciben y experimentan los frutos, éxitos y deleites que resultan de las buenas decisiones. En la familia, apreciar, afirmar y

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celebrar las buenas elecciones de todos, y en distintas etapas de la vida, contribuye de manera importante a la felicidad mutua, alegría y el sentido de bienestar. Por lo general estas opciones se guardan como recuerdo en los álbumes de fotos y videos de miembros de la familia, si tienen éxito en algún deporte o talento; completan otra frase de su educación o simplemente permanecen vivos durante el tiempo suficiente para celebrar otro cumple años. Dignas igualmente de aprecio, pero menos observadas, son las opciones pequeñas, cotidianas y semanales, criticas para alcanzar los éxitos principales . PARA HACER: Sólo por diversión, realicen una tormenta de ideas como sobre

mesa de la cena durante una botana, comiendo palmitas de maíz, sobre lo que ocurriría sí cada miembro de la familia dejara de hacer buenas elecciones de tipo cotidiano y semanal. Suponer que papá o mamá dejaran de detenerse en los semáforos, o ya no fueran amables con sus amigos o jefes. Suponer que usted dejará de bañarse con regularidad, cepillarse los dientes, de comer proteínas suficientes o cuidar a la mascota. Agregue cierto condimento hablando de los momentos que en realidad ustedes tomaron malas decisiones y cuales fueron los resultados. Los niños siempre disfrutan al conocer las formas como mamá o papá metieron la pata. Agradezca a los miembros de la familia por hacer las cosas correctas y dar buenos ejemplos. Dígales lo orgulloso que lo hace a usted sentirse parte de esta familia. Exprese siempre aprecio por las decisiones correctas que usted percibe que toman los miembros de la familia y otras personas. Estará desarrollando un excelente hábito.

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¡Tiempo fuera!

El aprecio cuenta

El elogio logra maravillas para nuestro sentido de la audición.

Arnoldo Glasgow.

Durante aproximadamente dos semanas, nos hemos enfocado a conocer el valor

del aprecio ¿No ha sido bastante claro por qué expresar al aprecio es uno de los principales rasgos que los investigadores encuentran en las familias fuertes de modo consistente? ¿Percibe usted a los demás miembros de la familia ante una luz más positiva? Imagine que cada uno de los miembros de la familia tiene una cuenta en el Banco del Aprecio. Mientras mayor sea al saldo en la cuenta, mas “ricos” serán como personas y como familia. Al igual que cualquier saldo en una cuenta, es importante vigilar su estado para asegurarse de que el saldo está creciendo. La verificación del saldo de una cuenta puede realizarse en menos de cinco minutos. Cierre los hojas y piense de nuevo en los últimos siete días. ¿Cuáles fueron los “depósitos” que usted recuerda haber hecho en la cuenta de cada miembro de la familia? Recuerde cada “depósito” intencional con sus dedos. Establezca una meta personal: Usted realizará cinco o seis depósitos específicos durante una semana. Si usted no cumple esa meta, o hace grandes retiros en la forma de críticas ásperas, o si ocurren otras experiencias negativas “que vacían” la cuenta durante la semana, decida aumentar los depósitos durante la semana siguiente. Las diversas formas de hacer depósitos: a continuación se enumeran las habilidades para expresar el afecto en la forma práctica; es el enfoque durante los próximos seis días del proyecto familiar. Será divertido. Colocar una nueva lista que enumere estos temas en el tablero de avisos o puerta del refrigerador, de modo que todos puedan prever lo que les deparará cada día. O bien usted puede describirlos en una hoja de papel, doblarla en tres partes como un folleto tríptico y cerrar con cinta adhesiva los extremos en la forma de un recordatorio de sobremesa para el comedor (vea el boceto de la parte II de este libro). Cómo apreciar las habilidades:

* El poder de la palabra (día de la semana). * 26 poderosos soldados (día de la semana).

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* Usted tiene el toque (día de la semana). * Echar un vistazo (día de la semana). * ¡Te atrapé! (día de la semana). * El detective de los sentimientos (día de la semana). En el separador aprecio numero 3, al final de esta selección, anote el día de la semana cuando espera trabajar en cada habilidad. Recórtelo y coloque como recordatorio de planeación en su agenda diaria o cualquier otro lugar al que usted haga referencia con regularidad. Ahora, siga un progreso planeando y haciendo los depósitos de aprecio en cada área de habilidad durante los próximos seis días.

Parte IV: Cómo apreciar

El poder de las palabras.

Las palabras son muy poderosas. Pueden evocar hostilidad o felicidad. Pueden llenar su hogar con conflictos o con una atmósfera

de apoyo amoroso.

Paúl Lewis

PARA PENSAR: Todas las personas experimentan épocas de duda de sí mismas.

Durante esas ocasiones, ¿las frases negativas y críticas que se le expresaron en el pasado, quizá hace varios años suenan de nuevo en sus oídos? ¡Es ese el poder de las palabras! El apóstol Santiago describió el poder de las palabras de esta manera. Comparó la lengua con el pequeño freno colocado en el hocico de un caballo. Con él, se hace que este poderoso animal se mueva en la dirección elegida por el jinete. Del mismo modo, observa Santiago, se quiere solo un pequeño timón para ser aun poderoso barco cambiar el rumbo en el océano. El Rey Salomón, con toda su legendaria sabiduría, describió absolutamente el poder de las palabras cuando escribió: “la vida y la muerte están en el poder de la lengua”. Considere la siguiente pregunta en forma serena: “¿trato bien a mi familia tan bien como a mis amigos?” De hecho, muchas personas nunca dirían palabras humillantes y duras que pronuncian en casa. La persona dejaría de ser amigo. La “charla vacía” describe muchas palabras expresadas dentro de las familias. Hay mucha charla, pero se deciden pocas cosas, y hacen aún menos. Cuando las palabras no son reflexivas y bien enfocadas, o bien rebelan que no estamos

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prestando atención al escuchar a la otra persona, las palabras pierden valor. El cónyuge y los hijos hacen oídos sordos y se desconectan de la persona. Asimismo, la “charla de mantenimiento” es una plaga en muchos hogares. Las personas pasan por los corredores y habitaciones, saludándose entre si con un solo gruñido. En la mesa, a la hora de la cena, hacen las preguntas de costumbre, “¿Cómo estás? ¿Cómo fue tu día?” Son comunes las preguntas de control: “¿Recogiste tus juguetes? ¿Sacaste la basura?” “Mamá, ¿dónde esta mi patineta?” Todos hablan, pero el contenido no es importante. PARA HACER: Decida que, a partir del día de hoy, mejorará la capacidad de expresar el aprecio, utilizando un lenguaje claro y poderoso. Pruebe los siguientes enfoques:

1. Utilice imágenes verbales para refrescar el vocabulario y el impacto del aprecio:

”Tomaste__________, como un __________para__________”. “No creo que__________ hubiera podido hacer un mejor trabajo que tú”. “Al observarte, me acuerdo de tu (abuelo, tío, sobrino), El gran__________. Tú serás una persona tan completa como él__________”. Describa su amor y aprecio por los hijos pequeños en términos gigantescos: mayor que el océano, más alto que el cielo, etcétera”.

2. De manera regular, comience a pedir a los miembros de la familia que le den su

opinión sobre las cosas: historias en las noticias que escuchan, decisiones que están tratando de tomar, o quizá las actividades de las figuras deportivas o estrellas cinematográficas. Cuando escuche un punto de vista fresco a una reflexión inteligente, exprese su aprecio comentando, “ese es comentario interesante y perceptivo. Nunca pensé de ese modo. De verdad desafiaste mi forma de pensar” 3. Recuerde logros pasados de los miembros de la familla. Practique expresar

aprecio en forma verbal y recordando esos éxitos. “Recuerda la vez que_______. Tal vez entonces no te lo haya dicho, pero me impresionó la capacidad que demostraste para__________. ¡Estuviste soberbio!” Utilice los primeros diez minutos de la mañana, mientras los chicos se levantan, y los últimos diez por la noche, antes de que vayan a la cama y llénelos con mensajes de aprecio. Estos momentos del día es el tiempo cuando el niño esta mas abierto emocionalmente. Los primeros lanzan buenos sentimientos sobre si mismos al comenzar el día. Los segundos le permiten a su subconsciente reproducir una y otra vez los mensajes de aprecio durante toda la noche. Escriba en el separador de la guía de planeación los depósitos verbales que usted realizará.

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26 poderosos soldados.

Las buenas palabras valen mucho y cuestan poco. George Herbert.

PARA PENSAR: Esas 26 letras de alfabeto que usted aprendió como niño: 26 “soldados” capaces de eliminar la duda y hacer cantar el corazón de su hijo, son sus mejores armas en la batalla cotidiana para expresar el aprecio. Quizá las palabras habladas no se recuerden durante mucho tiempo. Pero cuando se escribe, esas mismas palabras pueden repetir el mensaje una y otra vez durante semanas… aún a lo largo de toda una vida. Stephanie Marston se tomó diez minutos para escribirle a su hija esta nota después de un periodo difícil que la niña experimentó en la escuela: “Ama, me sentí muy bien por la forma en que te manejaste a ti misma y la situación con Wendy. Te amo. Eres muy especial para mí. Estoy feliz de que seas mi hija. Te quiero mucho, mamá”. La nota significa mucho para Ama. La puso en su caja especial, donde guarda sus buenos recuerdos. Un padre ponía todos los días una nota positiva en la mochila del almuerzo de su hija. Mas tarde describió como ella había tapizado la puerta de su dormitorio con estas notas. No es necesario ser un escritor profesional para crear un precio por escrito con impacto. El único requerimiento es que las palabras vengan del corazón y sean consistentes con las demás acciones PARA HACER: Las siguientes son varias ideas frescas las cuales aumentarán el estilo de apreciación por escrito:

1. A medida que transcurre el día y usted piensa a menudo en cierto miembro de la familia, escriba una breve nota de esa persona, no una lista de “cosas por hacer” como recordatorio, si no de las cosas que usted aprecia.

2. Escriba notas de amor para dárselas a sus hijos en el desayuno, o bien deslice un de ellas bajo la puerta del dormitorio. Es una idea particularmente útil cuando usted debe salir de la casa antes que su hijo despierte.

3. Cuando visite el salón de clases de la escuela de su hijo durante una clase abierta, deje una nota elogiando el trabajo de su hijo. Si no puede estar en

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la clase abierta, en la feria de las ciencias o en un encuentro deportivo pasa por la escuela con antelación y deje una nota expresando su admiración.

4. Infle un globo y sosténgalo en el aire el tiempo suficiente para describir en él un mensaje de aprecio con un marcador. Luego déjelo desinflarse e inclúyalo en una tarjeta o póngalo en otro lugar en donde su hijo lo encuentre.

5. Cuando usted envía a su hijo a pasar la noche a la casa de algún amigo, o a un campamento durante la semana, o cuando éste se vaya a la Universidad, incluya una funda especial para almohadas en la que usted y los demás miembros de la familia hayan escrito expresiones de amor y aprecio. Este recordatorio será muy poderoso en una noche de nostalgia”.

Elige una idea de aprecio por escrito que usted “deposite” en la cuenta de un miembro de la familia hoy mismo. Anote este plan en su separador.

Usted tiene el toque

El objetivo no es hacer cosas notables, sino cosas ordinarias con la convicción de su inmensa importancia.

Teilhard de Chardin.

PARA PENSAR: ¿Podría, ser verdad que, en muchos hogares, la mascota recibe caricias y abrazos con más frecuencia que las personas? De hecho, es posible, en particular si los chicos son adolescentes; aunque éstos aún necesitan ser acariciados… simplemente de formas distintas a cuando eran más pequeños. Una caricia sana ayuda a que penetren las palabras expresas y escritas de un padre. Las hace más creíbles. El contacto físico entre las personas es una de las expresiones más básicas de confianza. Las culturas familiares varían con la cantidad de afecto físico que es “normal”.En especial, los padres pueden sentirse confusos sobre la forma apropiada de tocar a un hijo, en especial a una mujer, que parece adulta, pero emocionalmente es mucho más pequeña. La investigación sugiere que se requieren al menos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenerse y 16 para crecer emocionalmente. Un padre puede proporcionar comodidades para un niño, pero no hay mayor reafirmación de

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la posibilidad de ser amado como la de tocar y abrazar al hijo con afecto: y mientras lo hace, incluya besos, apapachos, abrazos tiernos y palmadas en la espalda. El doctor Harold Voth, psiquiatra senior de la fundación Menninger, dice, “abrazar es un excelente tónico. Abrazar insufla nueva vida en un cuerpo cansado y lo hace sentir más joven y vibrante. En casa, el abrazo cotidiano reforzará las relaciones y reducirá de manera significativa la fricción”. PARA HACER: ¡Tóquense y abrácense entre sí más que nunca! Pruebe las caricias en los pies, en la espalda, las palmadas en la espalda luchar en el piso juegos ligeros y deporte. Los toques tiernos son, a veces, una habilidad olvidada. A veces las personas son más tiernas con sus animales, joyas, jardines y automóviles que con la esposa e hijos. Mientras usted coloca el desayuno de un niño frente a él, abrace su hombro o mano. Frote los hombros y la parte de atrás de su cuello a medida que lo ayuda con un problema en casa. Dele una gentil palmada mientras pasa por el corredor. Esos pequeños gestos dicen, “me encanta que estés aquí”. En un clima cultural donde el abuso físico sexual esta más alto que nunca, simplemente pregunte a su hijo, de vez en cuando, si alguna de las formas cuando usted lo toca le hacen sentirse incómodo. Explique que usted quiere que su hijo se sienta completamente amado, pero de ningún modo incómodo, con esas expresiones de contacto. Al utilizar el contacto, ¿cuál será hoy su “depósito” de aprecio?

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Dar un vistazo

¿Cuándo fue la última vez que usted miró los ojos de su hijo? ¿Aún

son castaños? ¿Aún son grandes? ¿Sabe usted cómo decir “te amo”

a su hijo con la forma en que lo observa? Thom Black

PARA PENSAR: La parte verbal de la comunicación es sólo un parte del mensaje total…según algunas estimaciones, menos del 30%. Horas, días o apenas minutos depuse de que usted habla, quizá no se recuerde las palabras reales que utilizó, pero a veces los sentimientos y acciones no verbales transmitidas son inolvidables. El impacto de nuestra comunicación es mucho más poderoso cuando el lenguaje corporal de las emociones está en sincronía con las palabras. En particular y de manera casi instantánea, el contacto visual y las expresiones faciales comunican muchas cosas a un niño. Ningún padre amoroso puede permitir pasar por alto la entrada a la puerta visual de sus hijos. El contacto visual positivo es una forma insuperable de decir: “Te estoy prestando atención”. “Me preocupo”. “Quiero que lo sepas”. “¡Te amo!” A veces los ojos son l lamados las ventanas del alma. PARA HACER: A la hora de la comida o de ir a la cama hoy (o durante una

sesión de charla intrascendente de la familia), hable y muestre la “miradas” que usted recuerda haber recibido como niño, por otra parte su padre, madre, maestros, vecinos o parientes. Diga lo que significan y como lo hicieron sentirse a usted. Aliente a su hijo para hablar de sus propias “miradas” paternas y cómo lo hace sentir ¿Puede su hijo imitar sus varias miradas? Reír juntos por el esfuerzo puede aligerar las tentaciones y crear un momento sano. En caso de descubrir que sus “miradas” envían mensajes que usted no pretende transmitir, realice los ajustes necesarios de inmediato. Haga hoy mismo un depósito de aprecio, usando el contacto visual y una mirada amable. Anote su éxito en su separador.

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Sembrando Principios, Cosechando Valores

Objetivo de la Sexta Sesión

Los padres identificarán los valores básicos en el seno familiar y la forma en

que se fomentan dentro de la propia familia

Actividades

Tomando en cuenta la información contenida en la presentación “Los Valores

en la Familia” elabore un collage o cartel donde represente el valor más

importante para usted en lo particular, a continuación elabore un segundo

cartel donde represente los valores de su familia, comente con los miembros

de su familia y/o compañeros del taller.

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Autoestima, La Piedra Angular

Objetivo de la Séptima Sesión Los padres identificarán los factores que integran la autoestima positiva del adolescente Los padres de familia reconocerán en la autoestima el elemento principal que apoya la toma de decisiones positivas para el joven así como la calidad de su autocuidado y relaciones con el entorno.

Actividades Analizar los elementos que incluye la presentación”La Autoestima en el Adolescente” Se rescatarán los elementos de la lectura “30 días para una Familia Feliz” correspondientes a los días 21 a 30, ubicando las acciones que han dado lugar al desarrollo de una relación más armoniosa que favorezca la autoestima del adolescente y su capacidad para decidir de manera autónoma. Comentar conclusiones en grupo.

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Parte IV: Cómo apreciar

¡Te atrapé!

Los niños nunca dejarán de tratar de ser los mejore para un padre o una madre que piensan que lo son.

Anónimo.

PARA PENSAR: A nadie le gusta ser descubierto haciendo algo equivocado.

No obstante, atrapar a los hijos “en el acto”, “in fraganti”, parece ser parte implícita de la paternidad. Pero atraparlos in fraganti no siempre tiene que ser algo negativo ¿Y si se les sorprende haciendo algo correcto? En vez de que un niño sienta vergüenza y deseos de esconderse, sentirá orgullo y el brillo cálido de la aprobación de sus padres. Ser bueno “atrapando” lo positivo requiere práctica: las personas llevan demasiado tiempo haciendo lo contrario. Como padres, la mayoría de las personas son mucho mejores /y ciertamente más rápidos) para señalar los fracasos de un niño. Pero no se requiere mucho tiempo para darse cuenta cuando algo anda mal con esa imagen .Si los logros positivos de mi hijo no reciben al menos un tiempo igual que los errores, es probable que mi hijo pierda interés y se desaliente por sus fragilidades humanas, en vez de sentirse cautivado por su potencial Es necesario poner unos “anteojos” paternos imaginarios. Es preciso ver con mayor claridad cómo se libera el potencial de las “grandes expectativas”. Sorprender al hijo haciendo sus tareas domésticas sin recordárselo, hablando con amabilidad a un hermano, ayudando, practicando una habilidad deportiva o musical, haciendo un esfuerzo adicional en su tarea escolar, comunicando un pensamiento u observación profundos, haciendo reír a la familla; incluso cuando él se sorprende a sí mismo antes de tomar una elección equivocada. Cuando las personas creen en el potencial de su hijo, éstos comienzan a creer en si mismos. Ellos nos escuchan hablar con frecuencia sobre nuestra creencia en ellos. Esas palabras tan genuinas de potencial, dichas con un trasfondo de amor incondicional, tienden a convertirse en profecías que se cumplen a si mismas. Somos animadores de nuestro hijo.

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PARA HACER: Encuentre o tome una o más fotos de su hijo haciendo “cosas

correctas”. Asegurase que la expresión fácil del niño refleje claramente su deleite. Coloque esta foto, junto con otra de toda la familia, y al nivel visual del niño junto a su cama. Aquello que lo saluda a primera hora de la mañana y ve por último en la noche antes de quedarse dormido, es él mismo como persona exitosa y como miembro de una familia amorosa. Stephanie Marston recomienda frecuentes veladas de estrella por una noche, cuando un niño “estrella” recibe la atención no compartida de la familia. Puede ser durante la cena, en un juego de “dígalo con mímica”. Durante este momento, se pide al niño contar sus logros, actividades especiales y de lo que le interesa. Al final, denle una ovación de pie con aplausos, porras y gritos Esos momentos especiales alientan sentimientos de cercanía, satisfacción y aumenta de la autoestima. Anote en su separador de proyectos a cada miembro de la familia al que usted haya “sorprendido in” y cual fue “el acto”. Diga a toda la familia de ello.

El detective de los sentimientos

Todas las personas se vuelven más hermosas cuando son amadas, y si uno se ama así mismo, entonces siempre será

hermoso. Alice Walker en El Color Púrpura.

PARA PENSAR: En su libro The Magic of Encouragement, Stephanie Marston

explica cómo la mayoría de las personas crecieron en hogares en los que se negaba la existencia en intensidad de los sentimientos. En consecuencia, escucharon declaraciones como “no tienes razón para estar molesto”, “no puede ser tan malo”, o “estás ahogándote en un vaso de agua”. Tal desprecio por las emociones dificulta a las personas responder con empatía a los hijos.

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No obstante, el desarrollo de patrones emocionales saludables es crítico para que un niño se sienta amado y capaz: las dos partes componentes de la autoestima. Los padres, tanto como los hijos, necesitan aprender a comprender la comunicación en un nivel de sentimientos, y a ser buenos manejando los sentimientos. Kay Kuzma pone los sentimientos en perspectiva con su diagrama de la pirámide de cuatro niveles de comunicación: de los clichés en el nivel más bajo a informar, a pensar, a sentir en el nivel mas alto. Es esencial que los niños, independientemente del género, tengan oportunidad de expresar todas sus emociones. Los niños no pueden dejar de sentir lo que sienten. Los sentimientos son neutrales: ni buenos ni malos. Es posible aceptar los sentimientos de un niño si hacerlo con la conducta de éste, pero definitivamente existe una conexión entre los sentimientos y las acciones. La forma de ayudar a los niños aprender a manejar sus sentimientos consiste en escucharlos y aceptarlos.

(Compartir los sentimientos más profundos. Apropiado solo cuando ustedes están

profundamente comprometidos entre sí)

(Expresar pensamientos y creencias. “Yo creo...”)

(Transmitir los “hechos del día”, una

cosa divertida me ocurrió”)

(Declaraciones o preguntas sin riesgo ¿cómo estás” “Bien”)

PARA HACER: Escuche en forma reflexiva: ser un “detective de los sentimientos”

es un de las formas mas sencillas y poderosas de reconocer los sentimientos de un miembro de la familia. Cuando se niegan los sentimientos en el hijo, o se declara que estos deberían cambiar, no desaparecen los sentimientos. Simplemente se reprimen. Y los sentimientos reprimidos se hacen mas fuertes y la larga estallan en la forma de berrinches, golpes, pesadillas, etcétera.

Sentir

Pensar

Informar

Frases hechas.

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Cuando un niño está molesto, usted puede mostrarle empatía con retroalimentación verbal compresión. Eso ayudará al niño a comenzar a comprender sus sentimientos, además de proporcionarle tiempo para que éstos se disipen y desarrollen en forme constructiva. Stephanie Marston ilustra la forma como la conversación podría desarrollarse: Mamá: Steven, ¿cómo fue tu día? Steven: Asqueroso. Detesto a Chuck y a Jason. Mamá: Suenas molesto. Steven: Hablo en serio. Los detesto, mamá. Mamá: Algo debió haber ocurrido para molestarte a tal grado. Steven: Así fue. Ellos se fueron y debí regresar a casa caminando. Mamá: Apuesto a que te sentiste herido y abandonado. Steven: Así es. Me gustaría golpearlos en la nariz. Mamá: De verdad que estás molesto con ellos, ¿no es así? Steven: Así es. Me gustaría arrojarlos al bote de la basura. Mamá: Vaya, de verdad te ves molesto con ellos Formen parejas en la familia, luego reflexionen en un momento reciente y molesto, y dramaticen la conversación entre usted y su hijo. Practicar esto los ayudará a ambos. Tomen turnos siendo la persona molesta y quien escucha con empatía, hasta que las palabras fluyan con facilidad. Ahora está usted listo para la siguiente vez que los sentimientos heridos hagan erupción. Stephanie relata la ocasión cuando un hijo habló con su madre después de que comenzó a reconocer sus sentimientos: “Siempre has estado en mi mente. Ahora estas en mi equipo”. Y recuerde, tener empatía con los sentimientos no significa que usted condona la conducta. Anote en su marcador la vez que ha tenido un dialogo de “sentimientos” con un miembro de la familia.

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Parte V: Hacer del aprecio un hábito.

Dones equivocados

En realidad no es posible disfrutar la vida hasta que se aprende a ver y decir algo positivo sobre cada cosa.

Charlie “Tremendo” Jones PARA PENSAR: Además de la muerte y los impuestos, existe una certidumbre

adicional la cual siempre está con nosotros: ¡los errores!. Los frutos de nuestras malas decisiones, grandes y pequeños, están constantemente en nuestra vida y en la de nuestros hijos. Nuestros errores pueden ser los mejores maestros cuando somos capaces de recibirlos como un “don” las percepciones respecto de la vida y sus opciones. Valuando la oportunidad del crecimiento personal presentada por estos tutores que no reciben con agrado ese otro hábito de aprecio que nosotros y nuestros hijos podemos cultivar. Apreciar el recubrimiento planteado en los errores supone un retroalimentación empática cuando un hijo mete la pata; no llenando el aire con sermones furibundos y “te lo dije”. Una respuesta iracunda el error del hijo elimina el enfoque más útil de las lecciones por aprender de las consecuencias lógicas o naturales del error. Una respuesta mucho más valiosa al error de un hijo es la expresión de tristeza: una pena genuina por el error que se cometió, y en la empatía entre la confusión y/o sentimientos horribles que el niño pudiera experimentar. PARA HACER: Puede prepararse para responder al próximo error de su hijo practicando algunas frases “empáticas”, que podrá utilizar en vez de molestarse. Las siguientes son algunas oraciones eficaces de los autores de Love and Logic. Anótelas en una tarjeta y llévelas con sigo. Que metida de pata.

”¡Qué metida de pata!”

“¿De verdad? Te conozco y se que ningún error será mayor a ti. Estoy seguro que se te ocurrirá algo”

“Es terrible. ¿Cómo lo manejarás? En algún lugar debe haber una lección”.

“Es una forma realmente interesante de verlo. Déjame ver como se desenvuelve”.

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“¡Oh, no, estoy feliz de que no sea mi (Tarjeta de calificaciones, nota, asignación posterior, problema específico, etc.). Debes sentirte horrible ¿Qué puedes hacer?.

Los comentarios de este tipo lo mantienen firmemente con su hijo del lado del problema y por tanto en una buena posición, para alentarlo a ver más allá de la frustración a la percepción o lección que deberá aprender y a larga apreciar. Ayudar al hijo a encuentran las palabras para explicar con claridad la dificultad que ha creado un error es un importante primer paso para ayudarlo a encontrar la mejor solución.

Bueno y furioso

Una chamarra rasgada se remienda pronto; pero la herida que provocan las palabras duras lastiman el corazón de un hijo.

Desconocido.

PARA PENSAR: La afirmación y la ira parecerían ser los extremos opuestos del espectro emocional. En términos de resultados típicos, lo son. Una refuerza el lazo entre las personas, en tanto que la otra la enajena. No obstante, entro de la familia, la afirmación y la ira se unen en par de formas estratégicas. Primero, cuando se expresa de manera adecuada, la ira puede afirmar el amor. Con frecuencia se ocultan los sentimientos de ira, por miedo de decir o hacer algo abusivo. El propósito de expresar la ira no es hacer que la otra persona se sienta mal; más bien, es aclarar la causa fundamental de la misma. La ira es casi siempre una emoción secundaria desencadenada por las heridas, frustración o miedo. Identificar éstas lo ayuda a comenzar a abordar la causa fundamental: el hecho de que usted se preocupe y que no es indiferente al dolor de la otra persona.

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Segundo, cuando se utiliza de manera adecuada, la ira puede crear un acceso para resolver un problema o mejorar una relación. La administración es vital para impedir que la ira destruya lo que la afirmación construyó. Cuando los miembros de una familia se dan cuenta de lo mucho que sus acciones y palabras ofendieron o lastimaron, evidenciado por la intensidad de sus emociones, su amor puede comenzar a crear nuevas acciones y palabras que mejorarán en vez de destruir la relación. De hecho, reforzar la ira comunica que usted es identificar la conducta de la familia exactamente lo opuesto a lo que usted es indiferente a la conducta del miembro de la familia: exactamente lo opuesto a lo que usted quiere comunicar. Aprenda a decir, “no me hubiera sentido tan herido o frustrado si no me preocupara tanto por ti; si no quisiera tanto que esta relación (entre padre e hijo o entre cónyuges) funcionará”. PARA HACER: Responda las preguntas: “¿Algunas vez la ira ha producido un

resultado positivo en nuestra familia? ¿Por qué si o por qué no? Puede hacerlo con base en los pasos siguientes: Paso uno: Admita y acepte la responsabilidad por su ira. La otra persona o situación no puso la ira en usted (no es verdad: “él me hizo enojar tanto”). El miembro de la familia simplemente provocó una situación, la cual reveló su capacidad de molestarse. Paso dos: Reconozca la señales de advertencia: una tensión en su cuerpo, un ritmo mas rápido de latidos cardiacos, hablar más fuerte o más rápido. Aprender el “patrón de ira” es el inicio de la administración de ésta. Paso tres: Logre el control. Tómese unos momentos para calmarse, de modo que pueda pensar con claridad. Así, las palabras que usted dice enseñarán en vez de humillar. “Me enfurecí por que me sentí lastimado (frustrado, temeroso) por lo que tu hiciste (dijiste). Necesito que_____”. Paso cuatro: Perdónense entre si: Apréciense para valorar la relación lo suficiente para trabajar en el problema en vez de ocultarse de él. Y siempre busque una forma de transformar un a observación insensible. Cuando frustrada, una madre llamó a su hijo “un pequeño idiota”, redimió el comentario con rapidez explicando que, a partir de ese momento, “idiota” en la familia significaría una persona totalmente asombrosa, irresistible y responsable.

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¡Entonces, aliénteme!

Nadie, grande u oscuro, es pasado por alto por un aprecio genuino. Tenemos una necesidad doble: ser elogiados y

saber cómo elogiar. Fulton Oursler

PARA PENSAR: Una de las mayores razones por la que se fracasa al

apreciar a los demás es también la más sencilla: no es posible pensar en las palabras apropiadas. Esto es una excusa, por supuesto, pero estar en desventaja en las palabras nos detiene el tiempo suficiente para que el momento oportuno pase a nuestro lado y nos ignore. Esto no es un problema para las personas que hablan mucho, pero un padre o miembro de la familia taciturno pude beneficiarse decienta ayudas prácticas. PARA HACER: Hoy por la noche, pase con su familia algunos momentos

adicionales entorno a la mesa del comedor, o bien en la cafetería con colaboradores, recordando y haciendo tormentas de ideas sobre las diversas formas y frases que se ocurran para expresar el aprecio y aliento. Determine remplazar las frase no lo haré, no puedo y eso está mal con otras como: puedes hacerlo, estas mejorando o echemos un vistazo al problema. Responda estas preguntas para comenzar: *Recuerda las palabras pasadas de aliento o aprecio que significaron mucho cuando se las dijeron a usted.

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*Enumere aquí las palabras que significan mucho para sus hijos y que les gustaría escuchar con mayor frecuencia. *Enumere las frases que usted haya descubierto eficaces. Para comenzar, considere las siguientes: “¡Bien hecho!” “Aprecio tus esfuerzos para…” “¡Eso es!”, “Vas en el camino correcto”. “Tu habitación (o lo que sea) luce fantástico. No pasaste nada por alto. ¡Gracias!” “Me encanta ver que disfrutas tu trabajo.”Apuesto que tu también estas contento...” “Vaya, ¡mira cómo estás! Eso es una verdadera mejora. Apuesto que te sientes muy bien ahora que...” “Me gusta (o estoy muy orgulloso) de la forma como tú…”

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Muy remunerador

Es un gran que los hombres renuncian a elogiar, por que cuando dejan de decir lo que es encantador, renuncian a

pesar que eso es encantador. Oscar Wilde

PARA PENSAR: El momento especial de logro personal de un miembro de la

familia merece nuestro aprecio. Nosotros elogiamos el trabajo bien hecho, la perseverancia tuvo resultados. El reconocimiento de nuestros homólogos, o el aplauso de un público, son validaciones del logro de un miembro de la familia. El orgullo y aprecio, expresados en esos momentos importantes, en particular por parte de la familia, constituyen un profundo impacto. ¿Qué recompensan valoran más los diversos miembros de la familla? ¿Alguien prefirió las palabras generosas de elogio? ¿La exhibición de una obra y un trofeo? ¿Regalos efectivos? ¿Reconocimientos a los compañeros? Quizás el tipo de recompensa que un apersona valora profundamente no significa tanto para otra. Estos deberán influir en su enfoque al aprecio. Un niño puede trabajar duro para recibir una buena calificación a cambio de una recompensa en efectivo. Para otro la recompensa más deseable pudiera ser el reconocimiento de maestro o bien aparecer en el periódico de la escuela. Algunas trabajan más duro para si propio aprobado. Lo que otros digan o piensen de la escuela solo tiene importancia secundaria. (NO OBSTANTE SIGUEN SIENDO DIGNOS.) PARA HACER: Durante la semana o bien mientras usted maneja el automóvil hacia algún sitio una conversación familiar sobre la recompensa y el tipo de reconocimiento que prefiere cada miembro de la familia. Comience la conversión preguntando de todas las recompensas que usted a recibido a cambio de un logro ¿cual sobre sale en su mente como la más satisfactoria? En la casa o en el dormitorio de un niño se exhiben las recompensas más comunes del logro listones trofeos certificados. A medida que usted identifica los

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otros tipos de recompensa comienza a buscar la forma de exhibirlas y apreciar las. Enmarque una foto copia del cheque de un bono que hubiera recibido. Cuando un jefe elogia al hijo anote a note las palabras de elogio y coloque las para que todas las sean. En marque aquel articulo en el periódico respecto del éxito de su hijo en la feria de las ciencias o bien del evento comunicatorio para que el papa y mama trabajen tan duro. Comienza un libro de recortes d en el cual mantener los recortes y fotografías y asigne una pagina en la cual usted enumere los logros de los pequeños. No olvide lo que aprendió aquí respecto de los demás. Téngalo en mente al planear c cumpleaños u otras celebraciones para esa persona en los meses y años por venir.

Apreciar a los niños más pequeños

El consejo mas inteligente para educar a un hijo consiste en disfrutar mientras esta a un del lado de usted.

Anónimo PARA PENSAR: En el día 3 de reste proyecto pensamos en que la forma del autoestima es la base para la vida y la relaciones saludables. Se definió el autoestima como el sentimiento de sentir de capaz de ser amado. Se vio en que la forma en que el aprecio es una herramienta esencial poderosa para convencer a un niño de que es valioso amado y capacidades. Como se dijo antes, las repuestas de los padres son el espejo y determina gran parte de lo que un hijo llega a creer acerca de si mismo y de lo que es. Sufijo es pequeño solo vez Pregunte a los padres de sus hijos mayores y le dari como aquellos primeros años pasan con gran rapidez incluso usted sentirá una sensación de urgencia si se considera que el breve tiempo con su hijo es con cemento húmedo permanecer receptivo alo que usted diga o haga durante solo un fugas puñado de año.

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PARA HACER: Lee cada una de las siguientes sugerencias y coloque una marca

de verificación a las que pueda utilizar de inmediato. Luego anote en su calendario semanal momentos y puntos de aplicación especifica. Aprecio los logros pequeños. Los grandes se apreciaran así mismos. No se espera que su hijo termine un tarea importante para que usted le demuestro aliente y amor. Juegue con frecuencia con su hijo: de dos a cinco o diez minutos invertidos con frecuencia, desarrollan la relación. Si su hijo siente su presencia a menudo, no estará tan renuente a dejarlo ir cuando usted diga que debe hacerlo. Se estima que el niño promedio hace medio millón de preguntas antes de cumplir los quince años de edad. Trate de no desperdiciar ni un solo de estos momentos de enseñanza. En vez de regañar, gritar y frustrase por tener qué recordar un hijo el hacer una tarea, anote en un Post-It: Hola Mark. Se que estas ocupado con tu tarea escolar y practica de fútbol, pero olvide darle de comer al gato. Te quiere, mama. Para un hijo mama pequeño, dibujase imágenes sencillas de tarea: una cama, un perro con un tazón, un cepillo de dientes. Con un pequeño cuadro marcar cuando la tarea se allá llevado acabo. Afirme la conducta positiva que usted desea en vez del resultado negativo que usted detesta. Quiero que recojas tus juguetes ahora, es mucho mejor deja de hacer tanto desorden. ¿Su hijo escucha que usted utiliza palabras por favor y gracias? El modelo siempre es una forma de enseñar más poderosa que el regaño. Los niños nacen con motivación natural para aprender, crecer y contribuir. Tenga cuidado con las veces que dice, eres demasiado pequeño para ayudar: No sabes que hacer o… lo romperlas (tiras, lastimaras, chocaras). Cuando seas un poco mayor podrás hacerlo. Ve s ver un video o jugar. Demasiadas dosis de desaliente pueden llevar con facilidad a una actitud de nunca podré lograrlo, entonces para que intentarlo, y una falta de confianza. Algunos años después, cuando usted desee la ayuda de su hijo, tendrá momentos muy difíciles del deshacer todo esa retroalimentación negativa. En un cartel en el dormitarlo de su hijo, mantenga una lista de las habilidades aprendidas. Trate de agregar algo a ella varias veces a la semana. Al numerar la habilidad mas reciente, exprese en forma verbal su aprecio por la forma que ve a su hijo usar otras habilidades para ayudarlo a usted y a la familia.

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Apreciar a los chicos.

El recuerdo es un cofre maravilloso del tesoro para aquellos que saben como llenarlos.

Anónimo.

PARA PENSAR: Desde en principio, incluso desde que uno tiene uso de razón, cada persona ha buscado el elogio de sus padres y otras personas a quien respeta. Si la relación entre padres e hijos durante los primeros años fue fuerte o enferma, los jóvenes aun quieren una vuelta bancaria de aprobación en la que se realicen depósitos generosos hoy en día. Para ellos es muy claro si la aprobación de un padre esta arraigada en el amor incondicional o se basa en el desempeño. Cuando fracasan el padre o ellos mismos, necesitaran ser capaces de aprovechar las reservas de su cuenta de aprecio. Considere las siguiente palabras de Adele Faber: Cuando una adolescente se aleja de sus padres en su viaje hacia la independencia, estos muchas veces responden distanciándose ellos mismos. Piense en la relación entre el padre y el adolescente como dos personas en los dos extremos de las pasan cuerda, cada cual jalando para su lado. Si ambos se la pasan jalando al mismo tiempo que también negocian, se acercaran más al centro. Pero si sueltan la cuerda, el hijo cae completo, y quizá se meta en problemas. PARA HACER: Al igual que lo hizo en el día 27, lea cada una de las sugerencias

siguientes y coloque una marca de verificación frente a cada una de las que pueda utilizar de inmediato. Anote en su calendario semanal los momentos y puntos de aplicación. Lo que parece trivial para los padres con frecuencia es demoledor para un adolescente. Así, mantenga sus oídos abiertos para mostrar como usted de verdad valora lo que esta joven persona le comunica. Así mantenga sus oídos abiertos para mostrar como usted de verdad valora lo que esta joven persono le comunica. Cada día, pregúntele por la escuela amigos intereses. Utiliza preguntas de extrema abierta, como: ¿Cuál fue la mejor (más loca, más feliz, más difícil) cosa que te ocurrió en la escuela? Usted de vera preocuparse lo suficiente para escuchar historias de su hijo y sus luchas sin hacer algún juicio.

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El otorgo un efecto generoso a un adolescente no es lo mismo que ser demasiado blando o consentida. El amor y los límites deben formar parte de la relación entre padres e hijos adolescentes. Solo porque el joven parece más interesado en estar con sus amigos que con usted, no se siente desorientado. Todo adolescente necesita y quiere que sus padres sean principales fanáticos y admirados. Aparecer en los juegos y además eventos, proporcionan transporte cuando el hijo hija y sus amigos necesitan que alguien los lleve, estar allí para celebrar los éxitos del muchacho son formas muy poderosas de expresar la aceptación y desprecio. Mantenga las reglas en un mínimo, pero haga cumplir que establezca en forma consistente. De manera regular salga con su hijo. Establezca citas semanales o bimestrales para desayunar con su hijo. Anote tales compromisos en la agenda, como cualquier otra reunión importante, demuestre la prioridad que tiene su hijo en su vida y garantídsele que usted esta en contacto con el.

A través de ojos agradecidos

Es muy probable que exista una conexión directa entre lo agradecido que este una persona con dios y sus expresiones de aprecio para con

los demás seres humanos. De Buildding Stronger Familys.

PARA PENSAR: Ser padre no es una carrera de velocidades, si no un maratón. En la línea de llegada, todo padre reflexivo espera encontrar hijos que se vuelvan personas humanas, compasivas, fuertes y confianzas. Debido a que cada familia y experiencia de vida están marcadas por eventos, incluso tragedias, mucho más allá de nuestro control; la capacidad de ser agradecido por los deleites, dones y bendiciones de cada día es una habilidad crítica de apreciación. Los ojos agradecidos y corazón agradecido se cultivan sobre todo mediante modelos. Los padres establecen ritmos.

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PARA HACER: Mantener un diario de agradecimiento de la familia es un lugar poderoso y practico para comenzar. Encuentra un libro o cuaderno sencillo de argollas en blanco y atractivo para guardar en la mesa de la cocina. A la hora de la comida, o siempre que se reúnan dos o mas miembros de la familia, tómelo y registre sus agradecimientos con bendiciones que experimento y observo de la vida. Registre asimismo la percepción que le permitieran estar agradecido por los momentos duros y difíciles de la vida, como haber sido hecho responsables de los errores y quebrantar las reglas. Este registro semanal de sus gratitudes es una forma maravillosa de mantener fluyendo el aprecio, y es poderoso recordatorio para revisar en el día de acción de gracias y en otros momentos especiales a lo largo del año. Este diario puede mantener vivo mucho de lo que la familia aprendió y practico a lo largo del proyecto. Otra herramienta poderosa es una dotación de tarjetas que se mantengan ser ca de la mesa (o bien dentro del diario) en las cuales usted anote las palabras del aprecio para cualquier persona que haya hecho algo útil, o lo haga inspirado en cualquier forma. Incluso los niños más pequeños pueden poner sentimientos de agradecimiento en palabras que usted pueda escribir en notas e incluir en el diario. Utilice esos momentos cuando usted haga un registro en el diario como un momento de agradecimiento, oración, refresco espiritual y gratitud. Preste especial atención a expresar cada miembro de la familia: lo que lo exaspera a usted y que lo hace reír.

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¡Tiempo fuera!

Ahora podemos apreciar con claridad. Ser padre es un juego de jalar la cuerda entre quines pensamos que deberían estar y quienes somos realmente: entre lo que queremos

hacer y lo que en realidad somos capaces. Stephanie Marston.

Durante los últimos 30 días, su familia ha descubierto el valor de expresar el aprecio. Usted esta reconociendo las habilidades que hacen del aprecio un habito familiar bien alimentando y fructífero. A medida que este proyecto especial llega a su fin, ¿Cómo van ustedes? ¿Cómo grupo, que aprendió? ¿Expresar el aprecio supone una diferencia fresca en su familia? ¿Alguien se siente dejado fuera de la diversión? La respuesta quizás se encuentra en cada miembro de la familia diaria si hablara completamente con el corazón en mano, con amor y con pasión. En ese caso, en este día numero 30, tómense el tiempo para cierta plática de corazón. A continuación se explica como: La plática con el corazón ocurre cuando uno tiene una reunión familiar sin prisas. De manera ideal, el aprecio familiar será el único punto de la orden del día. Entregue algunos libros colorear u otra actividad tranquila para mantener ocupados a los niños mientras usted habla. La botana también puede ayudar a que fluya en forma más natural la plática con el corazón. Antes de comenzar busque alrededor de la casa un objeto en forma de corazón el cual sirve como parlante (podría ser una alhaja, un cortador de galletas, una caja pequeña, o un recorte en forme de corazón, de plano de construcción). Tomar turnos sosteniendo el corazón parlante y hablar de lo que este proyecto de aprecio significado para cada persona en particular. Siga las sencillas reglas siguientes: Solo la persona que sostiene el corazón puede hablar. Todos los demás escuchen con tensión y apoyo. Mantengan turnos son una duración de 2 o 3 minutos. Cada persona puede tomar varios turnos. Pase suavemente (no arroje) el corazón parlante a su izquierda.

Día

30

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Si esta persona no quiere hablar simplemente pase el corazón a la siguiente

persona a la izquierda. Hable de lo que siente o piensa, y no de lo que otra persona haya dicho. Sobre todo, cree una atmósfera segura y sin juicios, para que todos sientan que pueden hablar con libertad. Los temas para sesión de hablar con el corazón podrían ser: Como se siente nuestra familia como resultado de expresar el aprecio. Lo que hemos aprendido hacerla del aprecio. La forma en que las diversas expresiones de aprecio lo hacen sentir a uno. Como planea uno seguir adelante en esta área. (PARA UNA PERSONA que no haya participado mucho) Lo que piensa sobre este tipo de proyectó familiar. Al término de esta reunión de charla de corazón, las reflexiones más importantes expresadas por los miembros de la familia. Luego anote las ideas pasos prácticos que su familia utilizara para mantener el refuerzo de sus relaciones expresando, incluyo el uso de su diario de agradecimiento personal y/o familiar

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Decisiones que apoyan y fortalecen el aprovechamiento

escolar de mi hijo(a)

Objetivo de la Octava Sesión Que el padre de familia identifique las características personales como estudiante de su hijo(a) optimizando sus potencialidades para

un mejor rendimiento escolar

Actividades Los padres analizarán el video “Crisis Familiar: La hora de la Tarea”, anotando algunos elementos que consideren oportunos en su práctica al vigilar el aprovechamiento del o la adolescente. Los padres de familia responderán un inventario sobre las características del como aprende (estilos de aprendizaje), posteriormente aplicará este inventario a su hijo y comentará con él o ella los resultados del instrumento.