Escuela Mercantilismo

63
Escuela Mercantilismo DEFINICION El mercantilismo es un conjunto de ideas económicas que considera que la prosperidad de una nación-estado depende del capital que pueda tener, y que el volumen global de comercio mundial es inalterable. Fue un periodo intervencionista entre el feudalismo y el liberalismo. El termino mercantilismo se aplica frecuentemente al entorno intelectual e institucional que acompañó al ascenso de la nación- estado. El capital, que está representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, se incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que el gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante una política proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo la importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en estas ideas a veces recibe el nombre de sistema mercantilista. ORIGEN El mercantilismo fue la teoría predominante a lo largo de toda la Edad Moderna (desde el siglo XVI hasta el XVIII), época que aproximadamente indica el surgimiento de la idea del Estado Nación y la formación económico social conocida como Antiguo Régimen en Europa Occidental. Muchos mercantilistas eran comerciantes y otros solo se adhirieron a la causa de sus propios intereses. Fue un credo compartido por Inglaterra, Holanda, España, Alemania, Francia y Escandinavia. En Francia, el mercantilismo nace a principios del Siglo XVI, poco tiempo después del reforzamiento de la monarquía. En 1539, un real decreto prohíbe la importación de mercancías textiles de lana provenientes de España y de una parte de Flandes. El año siguiente se imponen restricciones a la exportación de oro.

Transcript of Escuela Mercantilismo

Page 1: Escuela Mercantilismo

Escuela Mercantilismo

DEFINICIONEl mercantilismo es un conjunto de ideas económicas que considera que la prosperidad de una nación-estado depende del capital que pueda tener, y que el volumen global de comercio mundial es inalterable. Fue un periodo intervencionista entre el feudalismo y el liberalismo. El termino mercantilismo se aplica frecuentemente al entorno intelectual e institucional que acompañó al ascenso de la nación- estado.  El capital, que está representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, se incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que el gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante una política proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo la importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en estas ideas a veces recibe el nombre de sistema mercantilista.ORIGENEl mercantilismo fue la teoría predominante a lo largo de toda la Edad Moderna (desde el siglo XVI hasta el XVIII), época que aproximadamente indica el surgimiento de la idea del Estado Nación y la formación económico social conocida como Antiguo Régimen en Europa Occidental.Muchos mercantilistas eran comerciantes y otros solo se adhirieron a la causa de sus propios intereses. Fue un credo compartido por Inglaterra, Holanda, España, Alemania, Francia y Escandinavia.En Francia, el mercantilismo nace a principios del Siglo XVI, poco tiempo después del reforzamiento de la monarquía. En 1539, un real decreto prohíbe la importación de mercancías textiles de lana provenientes de España y de una parte de Flandes. El año siguiente se imponen restricciones a la exportación de oro.En Inglaterra, el mercantilismo alcanza su apogeo durante el periodo llamado del Long Parliament (1640–1660). Las políticas mercantilistas también se aplicaron durante los periodos Tudor y Estuardo, especialmente con Robert Walpole como principal partidario. El control del gobierno sobre la economía doméstica era menor que en el resto de Europa, debido a la tradición de la Common law y el progresivo poder del parlamento.Los monopolios controlados por el estado se habían extendido, especialmente antes de la primera revolución inglesa, a pesar de que a menudo eran cuestionados. Los autores mercantilistas ingleses estaban divididos acerca de la necesidad de control de la economía interior. El mercantilismo inglés adoptó sobre todo forma de control del comercio internacional.En España la revolución de los precios que afectó a toda Europa desde el siglo XVI, tuvo su origen en la llegada a España de las remesas anuales de metales preciosos que traía la flota de Indias, con lo que la reflexión sobre sus causas y posibles soluciones produjo el primer pensamiento económico digno de tal nombre. A ello se sumaba la tradición de peticiones de orden económico en las Cortes, tanto las castellanas como las de los reinos de la Corona de Aragón.

Page 2: Escuela Mercantilismo

Castilla, desde la Baja Edad Media había presenciado un enfrentamiento entre los intereses vinculados a la exportación de la lana (la aristocrática Mesta, y la alta burguesía de mercaderes de Burgos, las ferias y puertos conectados con Flandes) y los vinculados a la producción interna de paños (la baja burguesía y el patriciado urbano de las ciudades centrales, como Segovia y Toledo), que se expresaron en las guerras civiles de los Trastamara e incluso la de las Comunidades.ANTECEDENTESLos pensadores mercantilistas preconizan el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las naciones gracias al comercio exterior, lo que permite encontrar salida a los excedentes de la producción. El Estado adquiere un papel primordial en el desarrollo de la riqueza nacional, al adoptar políticas proteccionistas, y en particular estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la exportación.La doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de Jean Bodin "no hay nada que alguien gane que otro no pierda" (Los Seis libros de la República). Por tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un grupo por definición también harían daño a otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza común, o el bien común.El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento del capitalismo, antes de la Revolución industrial.Derivado de la expansión militar europea y del incipiente desarrollo manufacturero, como complemento de la producción clásica de la agricultura, el mercantilismo incrementó notablemente el comercio internacional. Los mercantilistas fueron los primeros en identificar la importancia monetaria y política de éste.El mercantilismo se desarrolló en una época en la que la economía europea estaba en transición del feudalismo al capitalismo. Las monarquías feudales medievales estaban siendo reemplazadas por las nuevas naciones estado centralizadas, en forma de monarquías absolutas o (en Inglaterra y Holanda) parlamentarias. Los cambios tecnológicos en la navegación y el crecimiento de los núcleos urbanos también contribuyeron decisivamente al rápido incremento del comercio internacional. El mercantilismo se enfocaba en cómo este comercio podía ayudar mejor a los estados.APORTES TEORICOS No es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden pasarse de ellas".

En la obra The Circle of Commerce (El círculo del comercio, 1623), Edward Misselden desarrolló un concepto de balanza comercial expresado en términos de débitos y créditos:

Page 3: Escuela Mercantilismo

La idea mercantilista de "balanza de comercio multilateral" corresponde a la actual noción de "balanza de pagos" y se compone de cinco cuentas:   1. Cuenta corriente (balanza comercial)         1.1. Mercancías (A)         1.2. Invisibles (fletes, seguros, etc.) (A)   2. Cuentas de capital        2. 1. A corto Plazo (C)         2.2. A largo plazo (A)   3. Transferencias unilaterales (donaciones, ayuda militar, etc.) (A)   4. Oro (C)   5. Errores y Omisiones Intereses por el mundo real: las cosas materiales se convirtieron en el fin de la atividad humana.

Objetivo social general: poder del estado.

Las condiciones nacionales en la economía mercantilista típica se componía de regulación detallada en algunos sectores de la economía, poca o ninguna regulación en otros, impuestos y subsidios en el caso de algunas industrias y entrada restringida en muchos mercados.

Los monopolios legales en forma de privilegios y patentes fueron comunes en el mercantilismo. Un privilegio garantizaba los derechos exclusivos de comercio a un comerciante particular o a una sociedad de comerciante. A veces dichos privilegios incluían subsidios masivos del rey.

Los intereses de la clase mercantil adinerada y de la aristocracia confluyeron en la cuestión de las políticas nacionales relativas al trabajo y a los salarios.

La política económica interna que defiende el mercantilismo estaba todavía más fragmentada que la internacional. Mientras que Adam Smith presentaba un mercantilismo que apoyaba el control estricto de la economía, muchos mercantilistas no se identificaban con tales ideas. Durante los comienzos de la era moderna estaba a la orden del día el uso de las patentes reales y la imposición gubernamental de monopolios. Algunos mercantilistas los apoyaban, pero otros veían la corrupción e ineficiencia de esos sistemas.

Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de los trabajadores. Los asalariados y los granjeros debían vivir en los "márgenes de subsistencia". El objetivo era maximizar la producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo. El hecho de que las clases más bajas tuvieran más dinero, tiempo libre, o educación se veía como un problema que degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la economía del país.

UBICACIÓN ESPACIALEl concepto de mercantilismo se define a partir de los grandes descubrimientos geográficos, consecuencia de la apertura de las rutas comerciales marítimas por los portugueses entre el siglo XV y 1500 (fecha del descubrimiento de Brasil) y la consolidada corriente inagotable del metal precioso (oro y plata principalmente) llevado desde los territorios nuevos a Europa, en particular después del establecimiento de los virreinatos de Nueva España y de Perú, por los castellanos.

Page 4: Escuela Mercantilismo

Íntimamente conectado a la emergencia del Estado-nación moderno y basado en la existencia del binomio "metrópoli – colonias", el mercantilismo asumió formas nacionales, de las cuales pueden citarse, en orden cronológico: Portugal, España, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca y Suecia durante los siglos XVI, XVII y XVIII. En esta época, el mercantilismo evoluciona de tal manera que genera un estudio apropiado y se traduce como una actividad económica, a tal grado que se habla de políticas y normas económicas.APLICABILIDAD DE SUS IDEASEl pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:   1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.   2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas   3. Que se fomente una población grande y trabajadora.   4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.   5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros   6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.   7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que puedan acabarse en el país.   8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.   9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.

PRINCIPALES REPRESENTANTES

MARTÍN DE AZPILICUETA JAUREGUÍZARNacio en Barásoain (Navarra), 13 de diciembre de 1492 – murió en Roma, 21 de junio de 1586.. Uno de los más importantes intelectuales de su tiempo.Nació en el seno de una familia agramontesa de origen baztanés. Hijo de Martín de Azpilcueta y de María de Jaureguízar, oriundos de los palacios de sus apellidos situados en el valle de Baztán.En 1509 inicia estudios de Filosofía y Teología en la Universidad de Alcalá, fundada entonces por el cardenal Cisneros, donde permaneció durante 4 años. Graduado en ambas ciencias, cursó después Derecho Canónico en la universidad de Toulouse, la más famosa en aquel tiempo para el estudio de esta disciplina. Obtuvo la cátedra de Cánones de dicha universidad a la edad de 26 años, impartiendo clases en dicha universidad, así como en la de Cahors.

Page 5: Escuela Mercantilismo

Durante su estancia en Toulouse se ordenó sacerdote, regresando a Navarra en 1523, a pesar de las ofertas recibidas para permanecer en dicha universidad.En compañía del prior de Roncesvalles pasó a la universidad de Salamanca en 1524. Estando en Salamanca, y aún antes de obtener en ella cátedra alguna, fue promovido por Carlos V a una plaza en el Consejo Real de Navarra y le concedió también una canonjía en la catedral de Pamplona, aunque rehusó ambos cargos.Fue catedrático en Salamanca durante de catorce años, en el transcurso de los cuales asistió en cierta ocasión a escucharle el emperador Carlos V, ante el cual disertó acerca del origen democrático del poder. Formó discípulos, entre los que se cuentan Diego de Covarrubias (1512-1577), el jurisconsulto portugués Arias Pinelo, Francisco Sarmiento y Pedro Deza (1526-1600)Por orden del emperador pasó a la Universidad de Coímbra (Portugal), recién fundada por los monarcas portugueses. Una vez allí, el rey Juan III le concedió en 1538 la cátedra de Prima de Cánones y una renta anual de ochocientos cincuenta ducados, además de una chantría en la catedral de aquella ciudad.Durante su estancia en Coimbra, además de su actividad docente, ejerció influencia en la vida pública portuguesa como consejero y confesor de personalidades ilustres. Fue consultado acerca de diversos asuntos por los tribunales de la Inquisición y se le quiso dar un obispado, lo cual rehusó. Y después de dieciséis años de docencia en aquella Universidad, determinó abandonar aquel reino para emplearse en el estudio y en las tareas necesarias para la publicación de sus obras.Después de jubilarse en 1555, regresó a Navarra para acoger a tres sobrinas suyas huérfanas. En su viaje se detuvo en Valladolid, donde la princesa regente Juana le encargó la visita de dos monasterios. Uno de ellos era el de San Isidoro de León, que ya había visitado veinte años atrás. En esta ocasión se le encomendó dar solución a las diferencias que los religiosos del monasterio tenían con su abad, cumpliendo dicho cometido con gran prudencia.Ya anciano, en 1577, fue enviado por Felipe II a Roma, donde permanecería hasta su muerte, para encargarse de la defensa del también navarro Bartolomé de Carranza, arzobispo de Toledo y cardenal primado de España, acusado de herejía ante el tribunal de la Inquisición. Concluido el largo y complejo proceso durante el pontificado del papa Pío V, y gracias a la brillante defensa del Doctor Navarrus, Carranza, que iba a morir poco después de conocer la sentencia, fue al fin absuelto de los cargos que se le imputaban.Junto con el trabajo que requería la defensa del arzobispo de Toledo, y la edición en latín de muchas de sus obras, ingresó como consultor en el Supremo Tribunal de la Penitenciaría, a propuesta de Pío V y de Carlos Borromeo. Fue también muy estimado por los pontífices Gregorio XIII y Sixto V, quienes acudieron con frecuencia a Martín de Azpilcueta en busca de consejo acerca de materias muy diversas.Una vez fallecido, conforme a su voluntad, fue sepultado en la iglesia de San Antonio de los Portugueses de dicha ciudad.EscritosLas principales obras de Martín de Azpilcueta, muy estimadas por teólogos y canonistas de todos los tiempos, son:

Page 6: Escuela Mercantilismo

    * Manual de Confesores y Penitentes, publicado en Coimbra en 1553, obra que fue numerosas veces reproducida tanto en castellano como en latín. En 1569, aparecieron unas "Additiones al Manual"    * De Usuras y Simonía, en las que el autor justifica la licitud de los préstamos con interés (1569, acompañanado a las "Additiones al Manual").    * Tratado sobre las rentas de los beneficios eclesiásticos, "De redditibus beneficiorum Ecclesiaticorum...", que alcanzó numerosas ediciones a partir de su primera publicación en Valladolid (1566).    * Comentario Resolutorio de Cambios.    * Enajenación de las Cosas Eclesiásticas.    * Comentario sobre los expolios de los clérigos.    * Cuatro Comentarios de Regulares.    * Tratado de las Horas Canónicas y de Oración.    * Tratados del Rosario.    * Silencio en el Oficio Divino.    * Capitulo Inter Verba.    * Capitulo Humanae Aures,    * Tractatus de Finibus Humanorum Actuum,    * Tratado de Penitencia,    * Tratado de Indulgencias y Jubileo,    * De Rescriptis,    * Tratado de Juditiis, etc.Sus obras completas se publicaron en Venecia (1598) bajo el título de "Compendium horum omnium Navarri operum".Contribuciones a la EconomiaConsiderado a la vez como teólogo, jurisconsulto y economista. Autor de numerosos ensayos. Perteneció a la llamada Escuela de Salamanca junto con otros jesuitas, dominicos y franciscanos, muy anteriores a los fundadores de la Economía Clásica (Gran Bretaña, siglo XVIII, Adam Smith y sus seguidores, entre otros), que se tienen generalmente como iniciadores de la economía moderna, sin serlo.Se ocupó de los efectos económicos de la llegada de metales preciosos de América, siendo precursor de la teoría cuantitativa del dinero; hizo notar la diferencia existente entre la capacidad adquisitiva del dinero en los distintos países según la abundancia o escasez de metales preciosos que hubiera en ellos. Define lo que se llamó la teoría del valor-escasez en los siguientes términos: "Toda mercancía se hace más cara cuando su demanda es más fuerte y su oferta escasea".También hizo una de las primeras exposiciones del concepto de la preferencia temporal, es decir, que a igualdad de circunstancias, los bienes presentes siempre se valorarán más que los bienes futuros. Esta idea está en la base del concepto de interés de la Escuela Austríaca, que lo considera uno de sus precursores. Defendió la licitud del cobro de intereses en préstamos, contra el criterio de la iglesia católica de entonces.

TOMÁS DE MERCADO O.P.

Page 7: Escuela Mercantilismo

Nació en Sevilla, España, 1523 o 1530 — murió en México, 1575. Economista de la Escuela de Salamanca y teólogo dominico. Natural de Sevilla, se marchó muy joven a México, donde tomó el hábito de la Orden de Santo Domingo. Estudió allí, llegando a ser prior del convento de la capital. Regresó a España para completar sus estudios en Salamanca. Residió algún tiempo en Sevilla, y murió el año 1575 en el mar, de retorno a México.EscritosSus estudios estuvieron fuertemente marcados por: Vives, Porfirio, Pedro Hispano y, por supuesto, por Santo Tomás y Aristóteles. La lectura de este último la hizo de un modo más directo de lo que se había hecho hasta entonces. Este reestudio de los clásicos, quitando o dejando en segundo plano el sinnúmero de comentarios posteriores, es rasgo definitorio del renacimiento.    * "Tratos y contratos de mercaderes y tratantes" (Salamanca, 1569)    * "Suma de tratos y contratos" (Sevilla, 1571) esta es una reedición del anterior con algunos matices novedosos.Se publican diversas ediciones en el siglo XVI y su primera traducción al italiano es en 1571. Es citado por Juan de Lugo en el siglo XVII.

Contribuciones a la EconomíaEn sus escritos define la Teoría Cuantitativa del dinero, estudiando el efecto que tenía la importación de metales americanos en los precios de España y Europa.Define brillantemente el Precio Justo o Precio de Mercado:Es el que corre de contado públicamente y se usa esta semana y esta hora, como dicen la plaza, no habiendo en ello fuerza ni engaño, aunque es más variable según la experiencia enseña, que el viento.Si bien es cierto que este personaje no es un renacentista, sí es un innovador dentro del sistema escolástico, que trata de poner en claro los conocimientos encerrados en conceptos tan oscuros que tantos y tantos dialécticos se ocuparon en llenar con alambicadas palabras.El instrumento que tomaría para combatir tanta verborrea fue el más preciado para la escolástica, el que más tiempo de estudio tomaba en los alumnos, esto es: la dialéctica.Valorando la dialéctica para la mejor obtención de conocimiento, aquí se muestra la influencia de Pedro Hispano, quien decía en la summalae logicales:La dialéctica es el arte de las artes y la ciencia de las ciencias porque tiene el camino para llegar al principio de todos los métodos. En efecto, solamente la dialéctica puede discutir con probabilidad los principios de todas las artes y, por lo tanto, la dialéctica debe estar en primer término en el aprendizaje de las ciencias.Derivado de esto, se pueden señalar tres puntos en el pensamiento de Tomás de Mercado sobre lo dicho:   1. Afirma con Pedro Hispano que la dialéctica es ciencia de ciencias y arte de artes, pero añade que esto es así porque se ocupa en exponer la naturaleza de la definición, de la división y de la argumentación.   2. La dialéctica es la primera de las ciencias que se aprende.   3. El estudio de la dialéctica ha de empezarse con el término.Con tal estima hacia la dialéctica, que según Aristóteles es la lógica de las cosas probables y según los estoicos y escolásticos es igual a la lógica, decide hacer de

Page 8: Escuela Mercantilismo

ésta algo más inteligible, de modo que se dé un vistazo general cuando apenas se empieza su estudio, para hacerlo con más detenimiento en etapas posteriores. Para hacer esto consideraba necesario dejar las palabras oscuras y abigarradas, para escribir de modo más libre. Ya no vemos la estructura férrea en él, se puede decir que incluso es desordenado, aun cuando se trata de lógica.En 1569, por encargo de los mercaderes de Sevilla publica en Salamanca Tratos y contratos de mercaderes y tratantes, que se reeditaría en 1571 en Sevilla bajo el nombre de Suma de tratos y contratos nombre por el que fue más conocida. En esta obra reflexiona sobre el fundamento del interés alabando los usos éticos del mismo frente a la interpretación restrictiva de la Iglesia católica que lo tenía como usura, y plantea y profundiza en la teoría cuantitativa del dinero a partir de la tradición de la Escuela de Salamanca, en especial en lo tocante a la circulación internacional de divisas.

WILLIAM PETTYNació el26 de mayo de 1623- Londres, murió el 16 de diciembre 1687) fue un filósofo, médico, economista y estadístico inglés.Petty estudió medicina en las universidades de Leiden, París y Oxford. Petty tuvo extensas propiedades en Irlanda debido a su asociación con Oliver Cromwell y la Mancomunidad (Commonwealth). Fue por un tiempo breve miembro del Parlamento inglés. Durante su vida fue un científico, inventor, empresario, y uno de los miembro fundadores de la Royal Society. Le fue concedido el título de sir en 1661. Fue bisabuelo de William Petty Fitzmaurice.Es mejor conocido por sus escritos de historia económica y estadística previos al trabajo de Adam Smith. Sus trabajos más famosos son los de tipo demográfico, Aritmética política y títulos similares, en los se trata del primer intento de entender las relaciones entre la población y la economía. Fue creador del termino pleno empleo y formulador de la Ley de Petty.Contribuciones a la economíaConsideraba que las funciones estatales debían comprender, además de las tradicionales (defensa, justicia, etc.), tres funciones adicionales: sostenimiento de las escuelas y colegios; financiamiento de los orfelinatos y cuidado de los necesitados; y, finalmente, mantenimiento de los caminos, corrientes navegables, puentes y puertos. No obstante enrolarse en el Mercantilismo, su cita favorita, el aristotélico "el mundo rechaza el ser mal gobernado", anunciaba la aparición de las ideas liberales. Como fórmula básica para el establecimiento de impuestos, Petty aducía que los hombres debían contribuir para el Estado según la participación y el interés que tuvieran en la "paz pública", es decir, conforme a sus "posesiones o riquezas". Consideraba, sin embargo, que la gente era remisa a pagar impuestos (por escasez de moneda, inconveniencia de la época de pago, inequidad, o porque se suponía que el soberano pedía más de lo que necesitaba, y que su finalidad era el esplendor superfluo de éste y su corte, etc.). Sostenía que los impuestos no debían ser tan altos como para reducir los fondos que eran menester para mantener el comercio de la nación; no eran perjudiciales en tanto se los invirtiera en productos nacionales (entendiendo que los impuestos volvían directamente al pueblo). Le parecía que eran esencialmente justos los impuestos sobre el consumo (que cada persona pagara impuestos en proporción a lo que

Page 9: Escuela Mercantilismo

disfrutaba o a sus gastos), y que fomentando la frugalidad se incrementaría la riqueza de la nación. Los impuestos sobre las importaciones y las exportaciones debían aplicarse de modo razonable y en cierta medida selectivamente (aplicar un derecho de importación alto sobre los bienes fabricados en Inglaterra); había que cobrar impuestos muy reducidos o no cobrar tributos sobre las materias primas necesarias para las industrias inglesas. Los impuestos sobre la exportación nunca debían exceder del punto en que elevaran el costo del producto por encima del propio exigido por los competidores de otras naciones. Se oponía a otros tipos menores de impuestos (sobre los monopolios, porque fomentaban su creación; sobre las loterías, pues afirmaba que si la lotería debía ser explotada, correspondía que lo fuera por el Estado, y no por los intereses privados, etc.). Su trabajo ha constituido el primer tratamiento sistemático de tributación'.[2] 'Escritos    * A Treatise of Taxes and Contributions (1662)    * Verbum Sapienti or an Account of the Wealth and Expences of England, and the Method of raising Taxes in the most Equal Manner (1665, publicada en 1691)    * Anatomía política de Irlanda (Political Anatomy of Ireland) (1671-1672, publicado en 1691);    * La Aritmética política (Political Arithmetick or a Discourse concerning the Extent and Value of Lands, People, Buildings,... etc. As the same relates... to the Territories of ... Great Britain,... Holland, Zealand, and France) (escrito aprox. 1672-1676, publicado 1690);    * Quantulumcunque Concerning Money (1682, publicado 1695);    * Another Essay in Political Arithmetick concerning the Growth of the City of London (1682, publicado 1683);    * Observations (and further Observation) upon the Dublin Bills of Mortality (1683 y segunda edición 1686);    * Two Essays in Political Arithmetick concerning London and Paris (1687);    * Observations upon the Cities of London and Rome (1687);    * Five Essays in Political Arithmetick (1687); y    * A Treatise of Ireland (escrito en 1687, publicado en 1899)

JUAN BODINOFrancés: Jean Bodin nacio en Angers, 1529/30 – murió en Laon, 1596, fue un destacado intelectual francés que desarrolló sus ideas en los campos de la filosofía, el derecho, la ciencia política y la economía. Sus aportes a la teoría del Estado, en particular mediante el concepto de soberanía, han sido de gran importancia para la modernidad y conservan en gran medida su valor.Bodin nació en una familia burguesa. En su juventud recibió formación en los claustros de los carmelitas en Angers. En París, siguió cursos en la Universidad y en el Collège de France, impregnándose de la escolástica medieval y del humanismo renacentista. A partir de 1549 fue liberado de los votos monacales. Estudió y enseñó derecho romano en la Universidad de Toulouse durante la década de 1550.Volvió a París en 1561, en una época en que comienzan las guerras de religión. Bodin no es ajeno a su época, y habiendo sido monje carmelita, se sintió atraído

Page 10: Escuela Mercantilismo

por las enseñanzas rabínicas, así como por la corriente reformada de Juan Calvino.En París ejerció como abogado y como miembro del Parlamento de París (tribunal superior de justicia).A partir de 1566 comenzó a dedicarse a los temas que marcarán su pensamiento: la filosofía de la historia, la filosofía del Estado y la Economía.Asentado en Laon, ejerciendo como procurador, murió de peste en 1596.Contribuciones a la EconomíaEl pensamiento de Bodin se proyecta al menos en dos direcciones:Pensamiento políticoJean Bodin escribe y piensa en el contexto de las guerras de religión entre calvinistas (hugonotes) y católicos en la Francia del XVI. Afirma que el origen de la autoridad está en el pacto que se da entre las diversas familias que componen las élites de una sociedad, que deberían ponerse de acuerdo en una persona o institución para que ejerza la autoridad y gobierne. Por ello, el poder político debiera ser el resultado de un pacto, pero una vez concretado ese pacto, la persona que ostente la autoridad deberá tener todo el poder y ha de ser obedecida por todos.Para Bodin, Dios es el fundamento de la razón humana y de la naturaleza humana. Y luego los Hombres se ponen de acuerdo para buscar una autoridad. Por ello el Estado no ha de estar determinado por la Iglesia, pero sí ha de respetarla.Existen diversas formas posibles de gobierno, teniendo en cuenta dónde se concentra la soberanía:a) En la democracia el pueblo como cuerpo posee el poder soberano. b) En la aristocracia la soberanía es poseída por una menor parte de dicho cuerpo. c) En la monarquía la soberanía se concentra en una persona.Pensamiento económicoSu primer texto sobre teoría monetaria fue una respuesta a Monsieur de Malestroit, quien había pretendido negar la subida de los precios a largo plazo. En su escrito, Bodin sostiene que los precios suben debido a diferentes causas, la principal de las cuales es el aumento de las cantidades existentes de oro y plata (señalando, además, la influencia de los monopolios y otras causas)Publicado en 1568, el texto tuvo gran influencia en Europa. Por largo tiempo fue considerado como la primera exposición de una teoría cuantitativa del dinero. Pero esa impresión ha sido cuestionada tras el descubrimiento reciente de una construcción científica anterior sobre esta materia, elaborada por pensadores de la Escuela de Salamanca (en concreto, por Martín de Azpilcueta), quienes habían descrito ya los efectos inflacionistas de la masiva importación de metales. Algunos sostienen que es probable que Bodino haya conocido las ideas de aquella escuela española (y señalan, en particular, que había coincidido con Martín de Azpilcueta en la Universidad de Toulouse).En "Los seis libros de la República" (en el sexto, en particular), Bodin hace una exposición de principios económicos mercantilistas, abogando por el establecimiento de limitaciones a la salida de materias primas y a la importación de manufacturas no imprescindibles. Sin embargo, defiende el comercio

Page 11: Escuela Mercantilismo

internacional, sosteniendo que el beneficio de uno no supone necesariamente pérdida para otro.Escritos    * (Methodus ad facilem historiarum cognitionem, 1566)    * Paradoxes de M. de Malestroit touchant le fait des monnaies et l'enrichissement de toutes choses (1568)    * Los seis libros de la República (Les six livres de la République, 1576)    * Démonomanie des sorciers (1580)    * "Iuris universi distributio", 1580.    * Le théâtre de la nature universelle (1596)    * "Colloquium Heptaplomeres de rerum sublimium arcanis abditis", o Coloquio de los siete sabios sobre arcanos relativos a cuestiones últimas (inédito hasta 1857, ed. de L. Noack)

Vigencia de la teoria MercantilistaEl mercantilismo tiene como objetivo general elevar la riqueza del país, a la que define muy estrechamente como la cantidad de divisas, metales preciosos y recursos naturales que posee dentro de sus fronteras.

La única manera para aplicar una política mercantilista es que ella sea ordenada e impuesta por el gobierno, el que utiliza la coerción para prohibir actividades como la importación de bienes —será, por tanto, característico del mercantilismo la existencia de aduanas en sus fronteras para evitar importaciones. Por consecuencia, el mercantilismo es una política económica opuesta al libre comercio.

Actualmente el Mercantilismo es una política económica general de tipo intervencionista, el gobierno debe intervenir regulando a la actividad económica para implantarla pues no hay otra manera de hacerlo. Su centro neurálgico es la regulación gubernamental de las importaciones y las exportaciones que realizan las personas de un país, con el objetivo de tener un superávit de recursos: tener el máximo de exportaciones y el menor número de importaciones posibles.

La presencia del Mercantilismo en la actualidad puede ser valorada a partir de la permanencia  o no de algunas de las características de esta teoría y/o política en las economías capitalistas actuales:

El Intervencionismo Estatal: Una de las características distintivas del mercantilismo, lo encontramos en mayor o menor medida en la actualidad casi sin discusión. En los Estados Unidos, el Estado controla la redistribución de los ingresos por medio de los impuestos y los servicios públicos, se controlan los precios de determinadas mercancías.

El Poblacionismo: Aún cuando existen visiones antagónicas ante el hecho de si una gran población sea positiva o negativa  para el desarrollo económico, muchos autores sostienen, al igual que los mercantilistas, que en los países en vías de desarrollo el Poblacionismo es positivo.

Balanza Comercial Positiva: En la actualidad la balanza comercial puede estar negativa y ser compensada por otras variables, pero en términos generales se sigue aceptando que las ventas deben exceder a las compras.Proteccionismo: Esta política se ha alternado a través de la historia económica con las tesis librecambistas. En la actualidad ambas figuras se entremezclan en el panorama mundial.

Page 12: Escuela Mercantilismo

Mercantilismo:Aunque es a partir del siglo XVI cuando aparecen las primeras teorías económicas que dan forma a la doctrina mercantilista, no es hasta fines del siglo XVII cuando se puede hablar con propiedad y toma cuerpo de doctrina económica el mercantilismo entendido como enriquecimiento de las naciones mediante acumulación de metales preciosos. Los rasgos esenciales del mercantilismo son:

1. La esencia de la actividad económica se centra en la adquisición de monedas y metales de oro y plata como única forma de enriquecerse el estado.

2. El mercantilismo es centralista al considerar que es el propio estado el que debe organizar y programar la adquisición de metales preciosos.

3. Con el mercantilismo aparece por primera vez el concepto de balanza comercial, ya que los países se ven forzados a desarrollar al máximo las exportaciones de productos pagaderos en oro y plata y reducir en lo posible las importaciones que supongan pagos en este tipo de moneda. El mercantilismo propicia una balanza comercial constantemente favorable.

4. Esta doctrina implica una gran dedicación al marco legal que regula la producción y el comercio, como vías de conseguir una óptima organización que lo facilite: desarrollo de la infraestructura del país, comunicaciones, puertos, desarrollos de mercados exteriores que absorban exportaciones, etc.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII en los que se desarrolla esta doctrina económica, el mercantilismo se presenta con matices y modalidades distintas según los países o las épocas.

El mercantilismo español se basó más que en un actividad puramente exportadora en la defensa de los metales preciosos que entraban a España procedentes de América, atesorándolos en forma de lingotes básicamente.

El mercantilismo francés:El mercantilismo francés es muy diferente al español, al carecer Francia de minas de oro y plata, por lo que ésta intenta adquirirlos en los mercados exteriores. Colbert (1619-1683), ministro de Luis XIV, institucionalizó la exportación de productos franceses para crear oro y a cuyos efectos desarrolló de forma muy importante la industria gala. Por ello, el mercantilismo francés es conocido por colbertismo. Colbert consiguió el progreso de Nueva Francia (Canadá) y convirtió este territorio en el almacén de trigo de Francia. Hasta entonces la penetración francesa en las orillas del río San Lorenzo había sido poco intensa.

Page 13: Escuela Mercantilismo

Jean Baptiste Colbert (Reims 1619-París 1683):Pertenecía a una familia de comerciantes textiles. Fue intendente de la fortuna personal de Mazarino y durante la Fronda, intermediario entre éste y la reina. Trabajaba dieciséis horas diarias. Reprochaba en vano a Luis XIV los dispendios de Versalles. Mme. De Sevigné lo llamaba por su frialdad "el Norte". Creó la contabilidad pública moderna, obligando a llevar un libro de entradas, otro de salidas y un tercero de fondos.

La industria:No tenía el menor interés en enriquecer al pueblo. El Estado creaba industrias para proveer el mercado interno. Protegía empresas particulares e impulsaba la creación de otras. Con créditos, franquicias para determinados impuestos, subvenciones, reducción de los intereses de préstamo al 5%, libertad para despedir trabajadores, etc. Quebrantó la rigidez del corporativo sistema laboral francés de la época. Favoreció el aumento de la población para disponer de mayor cantidad de mano de obra. Concedió la exención tributaria temporal a las familias con más de diez hijos y a los que se casan jóvenes. Prohibió la emigración de obreros y procuró atraer a oficiales extranjeros con sus familias, aprendices y herramientas. Creó manufacturas reales, empresas con producción controlada por el Estado donde se imparten enseñanzas técnicas. Intendentes e inspectores fijan precios y analizan calidades.

El comercio:Protegió el comercio interior de la competencia extranjera. En 1664 y 1667 se decretó un aumento de las aduanas de puertos: los holandeses, máximos perjudicados, adoptaron idéntica medida sobre las mercancías francesas que se repartían mundialmente desde Amsterdam. Colbert decidió prescindir de este intermediario y planeó la construcción de una flota mercante y de guerra suficiente (se pasó de 18 buques en 1661 a 276 en 1683), mediante subvenciones. Los empresarios que adquiriesen naves extranjeras cobrarían 2,5 libras por cada tonelada de su capacidad; pero si la construían en su propio país, el premio sería de 5 libras. Se fundaron Compañías Comerciales al estilo inglés y holandés: Compañías de las Indias Orientales, Occidentales, del Senegal, del Levante y del Norte, cuyo éxito no duró más que la vida de Colbert. Francia en realidad no sentía el empuje colonial de sus vecinos. Los tributos constituían una pieza fundamental. Los privilegiados no pagaban impuestos directos sobre la renta (talla). Sólo los campesinos tributaban. Constituían el 90% de la población (17 ó 18 millones). Dedicaban al menos 30 días al año a las obras públicas del Estado como caminos y acequias y otros 30 a su

Page 14: Escuela Mercantilismo

respectiva jurisdicción señorial. Colbert ejercía un control directo sobre los nombramientos en el ejército y la Administración.

Distintos grados de progreso como resultado:El mercantilismo inglés y francés es una forma mercantilista mucho más comercial que las anteriores, ya que primero Holanda, a finales del siglo XVI y principios del XVII, y después Inglaterra, se especializaron en el transporte y en la intermediación a través de sus dominios de los mares. En este sentido, el mercantilismo inglés puede ser el más puro de todos, ya que además de un fuerte desarrollo de la industria y exportaciones propias, propició todo tipo de intercambios comerciales, siempre que supusiera para ellos un diferencial medio en oro y plata. Pese a las críticas muy fuertes de que fue objeto el mercantilismo por la sociedad de su tiempo, este hecho no impidió la expansión del sistema, incluso bajo su forma más dictatorial, como fue el colbertismo, que no sólo pretendía un fuerte incremento de la industria como medida de hacer posible las exportaciones, sino que también suponía conservar y aumentar el poder del rey, poder que se medía a través de la abundancia de dinero; por ello, el colbertismo, además de ser una doctrina que suponía la industrialización, implicaba, también, un régimen muy ordenancista o burocrático, al situar todo el poder en manos del aparato del estado. Este tipo de mercantilismo rígido se extendió por Rusia y Alemania en el siglo XVIII, dentro de la generalización de la cultura francesa. En realidad, el auténtico mercantilismo fue una importante vía de progreso en países donde fue aplicado con más rigor como Holanda, Inglaterra y Francia, y fue precisamente su éxito lo que suscitó la necesidad y preparó el triunfo de las doctrinas liberales del siglo XIX.

Fue Keynes, en su teoría general del dinero (1936), el que presentó un nuevo apoyo a las doctrinas mercantilistas, al defender y demostrar que un excedente de exportaciones podría aumentar el empleo, la producción y la renta interior, aunque también sostuvo que estaban indicadas restricciones importantes al comercio internacional. (José Luis Carranza)

La formación de los imperios coloniales. Ramón Tamames:El gran salto hacia un futuro comercio mundial se habría de producir a finales del siglo XV con el avance de los pueblos ibéricos en la ruta de la India (Portugal) y de América (primeramente España). Con las exploraciones y

Page 15: Escuela Mercantilismo

factorías comerciales y zonas de colonización de ambos países ibéricos, se inició una fuerte recuperación no sólo del comercio intraeuropeo, sino que al propio tiempo nació el verdadero intercambio mundial. A mediados del siglo XVI se extendió la penetración comercial europea hasta ambas costas del Pacífico; los navíos españoles hacían la ruta del Perú a Europa vía Portobelo(Panamá), y los portugueses llegaban hasta las Molucas (actualmente Indonesia), haciendo entrar en la corriente internacional no sólo nuevas mercancías (las especias traídas ahora en grandísima abundancia), sino sobre todo un elemento reactivador de la circulación económica: los metales preciosos, procedentes de la América española, que causaron lo que los historiadores de la Economía -y entre ellos, fundamentalmente E.J.Hamilton- llamaron justamente "La revolución de los precios". Sin embargo, aun con el control de extensos territorios (España) o factorías ultramarinas (Portugal), las dos naciones ibéricas no supieron o no pudieron convertirse en verdaderas metrópolis comerciales e industriales. La Corona portuguesa negociaba fundamentalmente a través de su "Factor" de Amberes, verdadero emporio comercial de Europa, desde donde se distribuía la mayor parte de las plusvalías comerciales, reforzándose así la vieja burguesía flamenca. España no consigue un centro de comercio mundial:Por su parte, la Corona Española, no obstante los intentos de crear un centro comercial de primer rango en Sevilla -tan bien estudiada por el historiador Chaunu-, apenas pudo retener el flujo de metales preciosos al resto de Europa, fundamentalmente a Flandes e Italia, llegando sus efectos a Alemania a partir de la entronización de los Habsburgo en España. Surgió así en Alemania una primera generación de banqueros, como los Welser, los Hochstetter y los Fugger (conocidos en España como los Fúcares), bien estudiados en la obra de Carande. Las guerras de religión que se desatan con los intentos de Carlos V de frenar la expansión del Luteranismo y el poder de los reyes y príncipes del Sacro Imperio, fueron la causa -junto con la desgraciada política económica seguida en España- de esta casi puro tránsito del oro americano por el suelo español. En definitiva, el exterminio de las Comunidades de Castilla por Carlos V fue el toque decisivo para impedir el progreso de la burguesía castellana; no en vano calificó Maravall el movimiento de las Comunidades como la primera revolución moderna de Europa. El segundo paso que había de frustrar la aspiración de convertir España en el centro del comercio mundial no tardó en darse. Se inició con la prohibición de Felipe II a los "rebeldes" holandeses, autoindependizados en Flandes, de comerciar en Amberes y Lisboa (entonces bajo dominio español en ambos casos). La prohibición puso en marcha a una nueva potencia comercial, Holanda, que entró a saco en los establecimientos portugueses en Oriente. Y el capitalismo holandés, organizado por primera vez en la Historia en forma de sociedades anónimas (la más famosa de ellas la "Compañía de las Indias Orientales", creada

Page 16: Escuela Mercantilismo

en 1602), fue el punto de arranque no sólo de un activo comercio, sino también de la creación de industrias transformadoras en los Países Bajos, que por entonces traían en jaque casi simultáneamente a España y a Inglaterra. La entrada de Francia en el comercio internacional fue mucho más tardía y menos fructuosa. Los franceses fundaron sus primeros establecimientos americanos en Canadá, y más concretamente en Quebec. Pero esas colonias no dieron el fruto apetecido, y algo parecido sucedió con las factorías francesas en la India, que quedaron muy a la zaga de las que Holanda había montado más hacia el Este, en las Indias Orientales (actual Indonesia) e incluso en Japón. Inglaterra se convierte en potencia comercial:Las guerras entre Francia y Holanda y entre Francia y España, y el golpe de muerte que para las pretensiones de Felipe IIrepresentó la derrota de la Armada Invencible, fueron las grandes acciones históricas que habrían de facilitar la emergencia de una nueva y más definitiva potencia comercial: Inglaterra. Los corsarios ingleses buscaron nuevos horizontes en las zonas de América que España no había llegado a ocupar. En 1585, Walter Raleigh fundó la primera de las que habían de ser trece colonias (Virginia). Y con la posesión de varias Antillas menores, los ingleses no tardaron en asegurarse las bases territoriales de lo que ulteriormente sería "fecundo" comercio triangular: envío de desde Inglaterra al golfo de Guinea de géneros diversos y quincalla para la adquisición de esclavos; esclavos que se "exportaban" a las nuevas plantaciones del Caribe y de las trece colonias; desde allí se embarcaba algodón, azúcar y tabaco hacia Europa. El 1651 los avances de Inglaterra -que hacía presa en los galeones españoles del Caribe y del Pacífico- se consolidaron con la Navigation Act, de Cromwell, que reservó el tráfico de productos ingleses a la flota de Inglaterra. Una medida que junto a la creación de las compañías comerciales reforzó el poderío marítimo de Inglaterra y su comercio internacional. Avances que a su vez se vieron acelerados con el tratado de Methuen de 1703, que de hecho convirtió aPortugal y a su extenso imperio colonial en una colonia económica británica; tanto a cambio de las preferencias concedidas a los vinos portugueses, como por las garantías que prestó Londres para preservar la integridad de los territorios de la Corona de los Braganza de las apetencias de España o de otros países (Holanda y Francia). Frente a España, también supo Inglaterra arrancar concesiones importantes. Desde el tratado de Utrech (1714), la presencia inglesa en las Ferias de Portobelo -punto de paso de las mercancías del Perú a Europa- ya fue permanente. El comercio y el contrabando británicos se convirtieron en un hecho institucionalizado en todo el Imperio español en América. (Ramón Tamames)

Page 17: Escuela Mercantilismo

(*) Texto de José Ignacio del Castillo:[...] Con el nombre de mercantilistas, la Historia del Pensamiento Económico identifica a una serie de pensadores asistemáticos, cuya obra se desarrolla durante los siglos XVI, XVII y primera mitad del XVIII, y cuyo común denominador es la defensa de las restricciones económicas con la intención de beneficiar los intereses y el desarrollo de industrias particulares. En ellos ya se advierten las principales ideas del inflacionismo, entre otras:

1. La identificación de prosperidad con consumo -inclusive el suntuario. Véase por ejemplo: La Fábula de las Abejas de Bernard de Mandeville. Esta idea se entiende, no como que un mayor consumo es signo de prosperidad, sino como que el consumo crea la prosperidad.

2. Énfasis en la importancia de la balanza de pagos y en el hecho que las exportaciones superen a las importaciones, todo ello con el fin atraer poder adquisitivo hacia el país.

3. Proteccionismo arancelario, para que las compras de los nacionales impulsen a las industrias del país y no se pierdan "creando empleo" en el extranjero.

4. Aumento de la "masa monetaria" a través del envilecimiento de la moneda (rebaja de su contenido metálico).

5. Fomento de las obras públicas.6. Confiscación por parte del soberano de todo el metal, lo que equivale a la

nacionalización de los pagos internacionales.

Las consecuencias lógicas de estas doctrinas son absurdas, a la vez que terribles. Absurdas, porque renunciar a las ventajas del comercio internacional implica tener que producir a un coste mayor lo que puede obtenerse de modo más económico. Significa que los ciudadanos de Groenlandia no deben comprar café en Colombia, sino producirlo en la Tundra, o que los cirujanos no deben contratar enfermeras, para evitar así la competencia de la mano de obra "cualificada". Llevada a su conclusión lógica, la doctrina debería defender el autoconsumo individual completo, para asegurarse de que el trabajo nunca falta. Decía el americano Henry George que había que ser muy necio para pensar que es bueno establecer en tiempos de paz, lo que los enemigos tratan de imponerte en tiempos de guerra: el bloqueo de los puertos para evitar el aprovisionamiento desde fuera. También son terribles porque, de acuerdo con estas teorías, no puede existir armonía de intereses entre las naciones. Un país que carezca de determinado recurso (por ejemplo petróleo), no tiene forma de adquirirlo entregando otra cosa que no sea dinero, -recordemos que, según la doctrina mercantilista, el resto de países no deberían comprar productos extranjeros elaborados. Por tanto, si dicho país no produce dinero -entiéndase dinero-mercancía, como el oro-, su única salida es la conquista militar. En este sentido,

Page 18: Escuela Mercantilismo

la doctrina hitleriana del Lebensraum fue la conclusión lógica de las políticas proteccionistas keynesianas de los años 30, al igual que el colonialismo constituyó el ideal de la etapa mercantilista. El economista francés Fréderic Bastiat resumió la idea con su célebre frase: "Si las mercancías no cruzan las fronteras, lo harán los soldados" Este evangelio de la escasez, este "miedo a las mercancías" como lo denominó el sueco Eli Heckscher, se fue haciendo popular durante el Renacimiento, y podemos asegurar que su auge fue el resultado de la paulatina generalización de la economía monetaria y crediticia y de la transición desde el autoconsumo hacia la producción para el mercado. Los mercantilistas se fijaron como objetivo proteger al productor nacional, para garantizar tanto los aprovisionamientos indispensables, como el empleo. Sin embargo, cegados con este deseo, perdieron de vista el objetivo final de la producción, que no es otro que la satisfacción más abundante posible de las necesidades del consumo. De este modo, abogaron por una serie de medidas restrictivas que garantizasen la escasez de mercancías, los precios altos y la abundancia de poder adquisitivo. En general, no fueron capaces de advertir que, en condiciones normales, el poder de compra radica en la propia producción; que los bienes se cambian por bienes a través de esa gigantesca cámara de compensación que es el crédito comercial; que la función del dinero es servir como unidad de cuenta y como garantía de la soberanía del consumidor y que en general, sólo se requiere su presencia física para ajustar las diferencias entre pagos y cobros. Tampoco alcanzaron a comprender que las tasas de atesoramiento inusualmente elevado, se producen únicamente, cuando se destruye el crédito y no queda otro modo de conservar riqueza que a través del atesoramiento de moneda. Todos estos puntos quedarán aclarados conforme avancemos en nuestra exposición. (José Ignacio del Castillo)

Librecambio

Mercantilismo

Page 19: Escuela Mercantilismo

Cuadro de Le Lorrain que representa un puerto de mar francés de 1638, en el momento cumbre del mercantilismo.

Se denomina mercantilismo a un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de

gran pragmatismo que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad

del XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente

con el desarrollo del Absolutismo monárquico.

Consistió en una serie de medidas que se centraron en tres ámbitos: las relaciones entre el poder

político y la actividad económica; la intervención del Estado en esta última; y el control de la moneda.

Así, tendieron a la regulación estatal de la economía, la unificación del mercado interno, el crecimiento

poblacional, el aumento la producción propia -controlando recursos naturales y mercados, protegiendo

la producción local de la competencia extranjera, subsidiando empresas privadas y

creando monopolios privilegiados-, la imposición de aranceles a los productos extranjeros y el

incremento de laoferta monetaria -mediante la prohibición de exportar metales preciosos y la acuñación

inflacionaria-, siempre con vistas a la multiplicación de los ingresos fiscales. Estas actuaciones tuvieron

como finalidad última la formación de Estados-naciónlo más fuertes posible.

El mercantilismo entró en crisis a finales del siglo XVIII y prácticamente desapareció para mediados

del XIX, ante la aparición de las nuevas teorías fisiócratas y liberales, las cuales ayudaron a Europa a

recuperarse de la profunda crisis del siglo XVII y las catastróficas Guerras Revolucionarias Francesas.

Se denomina neomercantilismo a la periódica resurrección de estas prácticas e ideas.

Contenido

  [ocultar]

1 Introducción

2 Doctrina económica mercantilista

o 2.1 El mercantilismo como conjunto de ideas económicas

o 2.2 Interpretación histórica del mercantilismo

o 2.3 La época mercantilista

o 2.4 Las ideas mercantilistas

o 2.5 El mercantilismo como proceso económico

3 Políticas mercantilistas

o 3.1 En Francia

o 3.2 En Inglaterra

o 3.3 En España

o 3.4 En otros países

Page 20: Escuela Mercantilismo

4 Críticas

5 Legado

o 5.1 Ideas mercantilistas supervivientes

o 5.2 Herencia política

6 Referencias

o 6.1 Notas

o 6.2 Bibliografía

7 Véase también

8 Enlaces externos

Introducción

El mercantilismo es el conjunto de ideas económicas que consideran que la prosperidad de una nación-

estado depende del capital que pueda tener, y que el volumen global decomercio mundial es inalterable.

El capital, que está representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, se

incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo

mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que

el gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante

una política proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo

la importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en estas

ideas a veces recibe el nombre de sistema mercantilista.

Los pensadores mercantilistas preconizan el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las

naciones gracias al comercio exterior, lo que permite encontrar salida a los excedentes de la producción.

El Estado adquiere un papel primordial en el desarrollo de la riqueza nacional, al adoptar

políticas proteccionistas, y en particular estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la

exportación.

Page 21: Escuela Mercantilismo

Jakob Fugger «el Rico», pintado porAlberto Durero (1519) justo cuando estaba realizando el «negocio del siglo»: el

préstamo a Carlos I de España que le permitió convertirse en Emperador, al financiar los cuantiosos sobornos a los

príncipes electores. Los impuestos con los que se pensaba devolver el crédito fueron una de las causas de la Guerra

de las Comunidades en Castilla. Poco antes, la venta de indulgencias para financiar la construcción de San Pedro de

Roma, encendieron, también en Alemania, la Reforma luterana. Resulta comprensible que en la época se

entendiese a la economía como algo explicable desde un punto de vista secular, no únicamente religioso, un juego

de suma cero en que sólo se gana lo que otro pierde y estrechamente vinculado al poder político.

El mercantilismo como tal no es una corriente de pensamiento. Marca el final de la preeminencia de la

ideología económica del cristianismo(la crematística), inspirada en Aristóteles y Platón, que rechazaba

la acumulación de riquezas y los préstamos con interés (vinculados al pecado de usura). Esta nueva

corriente económica surgió en una época en la que las monarquías deseaban disponer del máximo

dinero posible para sus cuantiosos gastos. Las teorías mercantilistas buscaban satisfacer esa demanda,

y desarrollaron una dialéctica basada en el enriquecimiento. Esta corriente se basaba en un sistema de

análisis de los flujos económicos muy simplificado en el que, por ejemplo, no se tenía en cuenta el papel

que desempeñaba el sistema social.

Fue la teoría predominante a lo largo de toda la Edad Moderna (desde el siglo XVI hasta el XVIII), época

que aproximadamente indica el surgimiento de la idea del Estado Nación y la formación económico

social conocida como Antiguo Régimen en Europa Occidental. En el ámbito nacional, el mercantilismo

llevó a los primeros casos de intervención y significativo control gubernativo sobre la economía, y fue en

este periodo en el que se fue estableciendo gran parte del sistema capitalista moderno.

Internacionalmente, el mercantilismo sirvió indirectamente para impulsar muchas de las guerras

Page 22: Escuela Mercantilismo

europeas del periodo, y sirvió como causa y fundamento del imperialismo europeo, dado que las

grandes potencias de Europa luchaban por el control de los mercados disponibles en el mundo.

Como agente unificador tendente a la creación de un estado nacional soberano, el mercantilismo tuvo

en contra dos fuerzas: Una, más espiritual-jurídica que política-económica, fueron los poderes

universales: la Iglesia y el Imperio, la otra, de carácter predominantemente económico fue

el particularismo local, con la dificultad que produce a las comunicaciones y la pervivencia de la

economía natural (en determinadas zonas los ingresos del estado eran en especie y no en dinero);

mientras que la pretensión mercantilista es que el mercado cerrado sea sustituido por el mercado

nacional y las mercancías como medida de valor y medio de cambio sean remplazadas por el oro. El

mercantilismo ve la intervención del estado como el medio más eficaz para el desarrollo económico.

Otra tendencia del mercantilismo era robustecer hacia el exterior el poder del Estado, subordinando la

actividad económica hacia ese objetivo, e interesándose por la riqueza en cuanto sirva de base para

ella. El liberalismo considerará a la riqueza como preciosa para el individuo, y por ende, digna de ser

alcanzada como fin en sí misma: si el particular no debe pensar más que enriquecerse, es un hecho

puramente natural e involuntario que la riqueza de los ciudadanos contribuya a aumentar la riqueza del

estado. En cambio, para los mercantilistas, la riqueza privada es simplemente un medio, y como tal se

subordina al estado y a sus fines de dominio.

A lo largo de este periodo durante el cual las hipótesis evolucionaron, aparece una literatura compleja,

que da idea de que existe una corriente vagamente unificada. En el Siglo XIX, se extenderá por la

mayoría de las naciones europeas, adaptándose a las características nacionales. Entre las escuelas

mercantilistas se distingue: el bullionismo (o «mercantilismo español») que propugna la acumulación de

metales preciosos; el colbertismo (o «mercantilismo francés») que por su parte se inclina hacia

la industrialización; y el comercialismo (o «mercantilismo británico») que ve en el comercio exterior la

fuente de la riqueza de un país.

A partir de esa época, las cuestiones económicas dejan de pertenecer a los teólogos. La Edad

Moderna marca un giro con la progresiva autonomía de la economía frente a la moral y la religión así

como frente a la política. Esta enorme ruptura se realizará por medio de consejeros de los gobernantes

y por los comerciantes.1 Esta nueva disciplina llegará a ser una verdadera ciencia económica con

lafisiocracia. Entre los muchos autores mercantilistas, hay que destacar a Martín de Azpilicueta (1492-

1586), Tomás de Mercado(1525-1575), Jean Bodin (1530–1596), Antoine de Montchrétien (1576–1621),

o William Petty (1623–1687).

La confianza en el mercantilismo comenzó a decaer a finales del siglo XVIII, momento en el que las

teorías de Adam Smith y de otros economistas clásicos fueron ganando favor en el Imperio Británico, y

en menor grado en el resto de Europa (con la excepción de Alemania, en donde la Escuela Histórica de

Page 23: Escuela Mercantilismo

Economía fue la más importante durante todo elsiglo XIX y comienzos del XX). Adam Smith, que lo

critica con dureza en su obra titulada Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las

naciones (conocida comúnmente como La riqueza de las naciones), califica el mercantilismo como una

«economía al servicio del Príncipe».

Curiosamente, y si bien había sido una antigua colonia británica, los Estados Unidos de América no se

adhirieron a la economía clásica, sino al régimen económico que fue llamado «sistema americano» (una

forma de neo-mercantilismo) a través de las políticas de Alexander Hamilton, Henry Clay, Abraham

Lincoln y por lo que más tarde serían las prácticas económicas del Partido Republicano, que a su vez se

reflejaron en las políticas de los historicistas alemanes y economistas como Friedrich List. Esto duró

hasta el surgimiento del New Deal tras la crisis de 1929.

Hoy en día la teoría del mercantilismo es rechazada por la mayoría de los economistas, si bien algunos

de sus elementos en ocasiones son vistos de forma positiva por algunos, entre los cuales cabe citar

a Ravi Batra, Pat Choate, Eammon Fingleton, o Michael Lind.2

Doctrina económica mercantilista

El mercantilismo como conjunto de ideas económicas

Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como

mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola

ideología económica, sino que el término fue acuñado por Victor Riquetti, Marqués de

Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera

persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La

Riqueza de las Naciones.3 La palabra procede de la palabra latina mercari, que tiene el sentido igual al

castellano mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio, y que procede de la raíz merx que

significa mercancía. Fue utilizada inicialmente sólo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y

Smith, pero pronto fue adoptada por los historiadores.

El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no

hubo escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía

ideal, tal y como Adam Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor

mercantilista tendía a enfocar su atención en un área específica de la economía.4 Sería después del

periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron posteriormente integrasen las diversas ideas

en lo que llamaríanmercantilismo, como por ejemplo Eli F. Heckscher5 que ve en los escritos de la época

a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación de la actividad económica, un

sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza comercial. Sin

embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista,

Page 24: Escuela Mercantilismo

argumentando que da «una falsa unidad a hechos dispares».6 El historiador del pensamiento económico

Mark Blaug hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como «molesto

equipaje», «diversión de historiografía», y de «gigantesco globo teórico».7

Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría

general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en

donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de

Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que otro no pierda» (Los Seis libros de la República). Por

tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un grupo por definición también harían daño a

otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza

común, o el bien común.8 Parece que los escritos de los mercantilistas se hubieran hecho para justificara

posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el mejor modo de

llevarlas a término.9

El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo

intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento

del capitalismo, antes de la Revolución industrial.10

Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del Siglo XVI estuvieron marcadas por

el bullionismo (del inglés bullion: oro en lingotes). A ese respecto, Adam Smith escribía:

La doble función que cumple el Dinero, como instrumento de comercio y como medida de los valores, ha

hecho que se produzca de modo natural esa idea popular de que el Dinero hace la riqueza, o que la riqueza

consiste en la abundancia de oro y plata […]. Se razona de la misma manera con respecto a un país. Un país

rico es aquél en el que abunda el dinero, y el medio más sencillo de enriquecer el suyo, es amasar el oro y la

plata […]. Debido al creciente éxito de estas ideas, las diferentes naciones de Europa se han dedicado,

aunque sin demasiado éxito, a buscar y acumular oro y plata de todas las maneras posibles. España y

Portugal, poseedores de las principales minas que proveen a Europa de esos metales, han prohibido su

exportación amenazando con graves represalias, o la han sometido a enormes tasas. Esta misma prohibición

ha formado parte de la política de la mayoría de las naciones de Europa. Uno la encuentra incluso donde

menos lo esperaría, en algunas antiguas actas del parlamento de Escocia, que prohíben, bajo fuertes penas,

transportar oro y plata fuera del reino. La misma política se puso en marcha en Francia y en Inglaterra11

Page 25: Escuela Mercantilismo

Thomas Gresham, comerciante y financiero inglés.

Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían desde las colonias españolas

del Nuevo Mundo hacia Europa. Para los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham,

la riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro que poseen. Cada nación debe pues

acrecentar sus reservas de oro a expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La

prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la riqueza acumulada por el gobierno, sin

mencionar la Renta Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica en parte por la

importancia de esas materias primas en tiempos de guerra. Los ejércitos, que contaban con

muchos mercenarios, eran pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que controlaban las

minas de oro y plata, la principal manera de obtener esas materias primas era el comercio internacional.

Si un Estado exportaba más de lo que importaba, su «balanza del comercio» (lo que corresponde en

nuestros días a la balanza comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta de

dinero.

Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se

prohibía estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en

marcha altas tasas de interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país.

En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba

la visión simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo

el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal,

admitían que existían otras fuentes de riqueza, como las mercancías.

«(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el

mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más

cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las

Page 26: Escuela Mercantilismo

Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden

pasarse de ellas»12

El objetivo de una balanza comercial excedentaria seguía persiguiéndose pero desde ese momento se

veía interesante importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos bienes en el

mercado europeo con importantes beneficios.

«Y para dejar la cosa aún más clara, cuando decimos […] que 100.000 libras exportadas en efectivo pueden

servir para importar el equivalente aproximado de 500.000 libras esterlinas en mercancías de las Indias

Orientales, hay que entender que la parte de esa suma que puede llamarse con propiedad nuestra

importación, al ser consumida en el reino, tiene un valor de unas 120.000 libras esterlinas anuales. De manera

que el resto, es decir 380.000 libras, es mercancía exportada al extranjero bajo la forma de nuestros tejidos,

nuestro plomo, nuestro estaño, o de cualquier otro producto de nuestro país, con gran aumento del patrimonio

del reino y eso en el tesoro, por lo que podemos concluir que el comercio de las Indias Orientales provee a

ese fin.»13

Esta nueva visión rechazaba a partir de ese momento la exportación de materias primas, que una vez

transformadas en bienes finales constituían una importante fuente de riqueza. Mientras

el bullionismo había favorecido la exportación en masa de lana de Gran Bretaña, la nueva generación

de mercantilistas apoyaba la prohibición total de exportar materias primas y propugnaba el desarrollo

de industrias manufactureras domésticas. Al necesitar las industrias importantes capitales, en el Siglo

XVIII se vio una reducción de las limitaciones contra la usura. Como muy bien demostró William Petty, la

tasa de interés se ve como una compensación por las molestias ocasionadas al prestador al quedar

sinliquidez. Un resultado de esas teorías fue la puesta en marcha de las Navigation Acts a partir

de 1651, que dieron a los barcos ingleses la exclusiva en las relaciones entre Gran Bretaña y sus

colonias, prohibiendo a los holandeses el acceso a ciertos puertos para restringir la expansión de

los Países Bajos.

Las consecuencias en materia de política interior de las teorías mercantilistas estaban mucho más

fragmentadas que sus aspectos de política comercial. Mientras Adam Smithdecía que el mercantilismo

apelaba a controles muy estrictos de la economía, los mercantilistas no estaban de acuerdo entre sí.

Algunos propugnaban la creación de monopolios y otras cartas patentes. Pero otros criticaban el riesgo

de corrupción y de ineficacia de tales sistemas. Muchos mercantilistas también reconocían que la

instauración de cuotas y de control de precios propiciaba el mercado negro.

En cambio, la mayor parte de los teóricos mercantilistas estaban de acuerdo en la opresión económica

de los trabajadores y agricultores que debían vivir con unos ingresos cercanos al nivel de supervivencia,

para maximizar la producción. Unos mayores ingresos, tiempo libre suplementario o una

mejor educación de esas poblaciones contribuirían a favorecer la holgazanería y perjudicarían la

Page 27: Escuela Mercantilismo

economía.14 Esos pensadores veían una doble ventaja en el hecho de disponer de abundante mano de

obra: las industrias que se desarrollaban en esa época precisaban de mucha mano de obra y además

eso reforzaba el potencial militar del país. Los salarios se mantienen pues a un bajo nivel para incitar a

trabajar. Las leyes de pobres (Poor Laws) en Inglaterra persiguen a los vagabundos y hacen obligatorio

el trabajo. El ministro Colbert hará trabajar a niños con seis años en las manufacturas de Estado.

La reflexión sobre la pobreza y su papel social en la Edad Moderna cobró importancia sobre todo tras

la Reforma Protestante y los diferentes papeles que a la predestinación y el triunfo personal daban la

teología de Lutero, Calvino o la Contrarreforma. La opinión católica tradicional se asociaba al

mantenimiento del Antiguo Régimen, sancionando el ocio de los privilegiados y considerando la

condena del trabajo como un castigo divino, mientras que las sociedades donde triunfó el protestantismo

parecían adecuarse más a los nuevos valores burgueses.15 La valoración tradicional de los pobres los

veía como más cercanos a Dios, y las instituciones de caridad no se veían como medios de erradicar la

pobreza, sino de paliar sus efectos. No obstante, entre los católicos también se incluye la obra de Juan

Luis Vives De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II (Los dos libros de la

subvención a los pobres o de la necesidad humana. Brujas, 1525), que trata el problema de la

mendicidad buscando soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los verdaderos

pobres y hacer trabajar a los que sólo son vagos; para ello consideraba preciso una organización de la

beneficencia y una reforma del sistema sanitario, de asilo. Siguiendo sus ideas se organizó la actuación

contra la pobreza en la ciudad de Brujas.

Interpretación histórica del mercantilismo

En efecto, no se puede hablar de una escuela mercantilista, pues para poder hablar de una escuela

debe existir un conjunto de características que englobe este término. Una de ellas es la presencia de un

maestro que cree un pensamiento el cual sea seguido por los miembros de la escuela, además de

homogeneidad en el pensamiento. Así, por ejemplo, podemos hablar de la Escuela Clásica con Adam

Smith como epicentro del pensamiento, es decir , como maestro, y la afinidad entre los distintos autores

de la misma. Sin embargo, en lo que se refiere al pensamiento llamado mercantilista no encontramos

ninguno de los atributos necesarios para identificarlo con una escuela de pensamiento.

El mercantilismo ha tenido diversas interpretaciones a lo largo del tiempo. Desde Adam Smith hasta la

actualidad se suceden explicaciones de lo que han sido y han significado todos estos autores llamados

mercantilistas. John Maynard Keynes, Gustav Schmoller, William Cunningham y el ya mencionado

Adam Smith, entre muchos otros, han aportado su perspectiva del mercantilismo. Señalaremos

particularmente a Eli Heckscher que, influido por los tres últimos autores mencionados, aúna las

interpretaciones de éstos para luego añadir la suya. Habla del mercantilismo desde el punto de vista de

su política proteccionista y sus actitudes monetarias (como ya refiere Smith), como una doctrina en la

Page 28: Escuela Mercantilismo

construcción del estado (recogido de Schmoller), como un sistema de poder (propugnado por

Cunningham) y añade su tesis a estas cuatro: describe el mercantilismo como una concepción social

que rompió con los moldes tanto morales como religiosos que determinaban el comportamiento de los

agentes económicos.

A partir de los años cuarenta se disgrega las interpretaciones, desde una perspectiva general, en cuatro

direcciones diferentes. Por una parte, historiadores que hablan de un período preanalítico del

pensamiento económico.Por otra parte, los que argumentan la anticipación de la doctrina clásica en

muchos aspectos( mecanismos de los precios, etc.) Un tercer grupo de historiadores hacen hincapié en

la política, ya no exterior y proteccionista, sino en la local y nacional. Por último, y como aportación

argumentativa a la afirmación de la inexistencia de una escuela mercantilista, un cuarto grupo de

historiadores aboga que el mercantilismo es una invención de los investigadores, pues, no hay

homogeneidad ni coherencia en su doctrina sino disparidad en los asuntos tratados según que países, y

que, por tanto, el debate que gradualmente se centra en una visión homogénea es erróneo.

Haciendo referencia aquellos autores que creen que el mercantilismo es la anticipación a la doctrina

clásica, podemos destacar a Richard Cantillon. Este autor, que se percibe entre el pensamiento

mercantilista y clásico, perfecciona el concepto de balanza de comercio en términos de trabajo. Desde

esta óptica se tiene en cuenta el aumento del empleo como término positivo en las ganancias de la

balanza comercial. Así, pues, Cantillon, aboga por medidas para la estabilidad de los precios e impedir

su subida (por la acumulación del dinero) y en consecuencia la pervivencia de un nivel alto de empleo

La época mercantilista

El concepto de mercantilismo se define a partir de los grandes descubrimientos geográficos,

consecuencia de la apertura de las rutas comerciales marítimas por los portugueses entre el siglo

XV y 1500 (fecha del descubrimiento de Brasil) y la consolidada corriente inagotable del metal precioso

(oro y plata principalmente) llevado desde los territorios nuevos a Europa, en particular después del

establecimiento de los virreinatos de Nueva España y de Perú, por los castellanos.

Los españoles del siglo XVII, llegaron a considerar al mercantilismo como el sentido mismo de la riqueza

mediante la teoría del enriquecimiento de las naciones a través de la acumulación de metal precioso.

El oro y la plata constituyen el objetivo del comerciante y por lo tanto se pueden considerar como el

impulso al intercambio de mercancías. El oro y la plata por sí mismos no generaron los acontecimientos

económicos de la época, sino que conjuntamente con otras causas fueron moldeando la economía

europea de esos tiempos. Algunas de estas causas fueron: los grandes descubrimientos geográficos,

el Renacimiento, la Reforma religiosa, la aparición del estado moderno y el régimen colonial, o sea la

primera globalización o el «primer sistema-mundo», según la expresión de Fernand Braudel.

Page 29: Escuela Mercantilismo

Íntimamente conectado a la emergencia del Estado-nación moderno y basado en la existencia del

binomio «metrópoli – colonias», el mercantilismo asumió formas nacionales, de las cuales pueden

citarse, en orden

cronológico: Portugal, España, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca y Suecia durante los siglos XVI,

XVII y XVIII. En esta época, el mercantilismo evoluciona de tal manera que genera un estudio apropiado

y se traduce como una actividad económica, a tal grado que se habla de políticas económicas y normas

económicas. Al mercantilismo se le empieza a conocer con otras denominaciones, las mismas que dan

sentido a su concepto, estas son: sistema mercantil, sistema restrictivo, sistema comercial, Colbertismo

en Francia y Cameralismo en Alemania.

Derivado de la expansión militar europea y del incipiente desarrollo manufacturero, como complemento

de la producción clásica de la agricultura, el mercantilismo incrementó notablemente el comercio

internacional. Los mercantilistas fueron los primeros en identificar la importancia monetaria y política de

éste.

El mercantilismo se desarrolló en una época en la que la economía europea estaba en transición del

feudalismo al capitalismo. Las monarquías feudales medievales estaban siendo reemplazados por las

nuevas naciones estado centralizadas, en forma de monarquías absolutas o (en Inglaterra y

Holanda) parlamentarias. Los cambios tecnológicos en la navegación y el crecimiento de los núcleos

urbanos también contribuyeron decisivamente al rápido incremento del comercio internacional.16 El

mercantilismo se enfocaba en cómo este comercio podía ayudar mejor a los estados.

Otro cambio importante fue la introducción de la contabilidad moderna y las técnicas de doble entrada.

La nueva contabilidad permitía llevar un claro seguimiento del comercio, contribuyendo a la posibilidad

de fiscalizar la balanza de comercio.17 Y por supuesto, tampoco se puede ignorar el impacto que supuso

el descubrimiento de América. Los nuevos mercados y minas descubiertas impulsaron el comercio

exterior hasta cifras que hasta entonces no se podían ni concebir. Esto último llevó a un gran incremento

de los precios y a un incremento en la propia actividad comercial.18 Curiosamente, la relación entre la

llegada de metales preciosos americanos y la inflación europea del siglo XVI (un fenómeno a una escala

hasta entonces desconocida) no fue plenamente establecido hasta las investigaciones de Earl J.

Hamilton en una fecha tan tardía como 1934 (El tesoro americano y larevolución de los precios en

España, 1501-1650).

Antes del mercantilismo, los estudios económicos más importantes que se habían realizado en Europa

fueron las teorías de la Escolástica medieval. El objetivo de estos pensadores era encontrar un sistema

económico que fuese compatible con las doctrinas cristianas acerca de la piedad y la justicia. Se

enfocaban principalmente en las cuestiones microeconómicas y a los intercambios locales entre

Page 30: Escuela Mercantilismo

individuos. El mercantilismo, por su parte, estaba alineado con las otras teorías e ideas que estaban

reemplazando el punto de vista medieval.

En esta época se fueron adoptando también las teorías de la Realpolitik impulsadas por Nicolás

Maquiavelo y la primacía del interés nacional en las relaciones internacionales. La idea mercantilista de

que el comercio era una suma cero en las que las partes hacían lo posible para ganar al otro en una

dura competencia, se integraba dentro de las teorías filosóficas de Thomas Hobbes. Los juegos de

suma cero como el dilema del prisionero pueden ser consistentes con un punto de vista mercantilista.

En el mencionado dilema los jugadores son premiados por traicionar a sus compañeros/oponentes,

aunque todo el mundo estaría mejor si todos cooperasen.

Ese punto de vista pesimista sobre la naturaleza humana también encaja con

la mentalidad del puritanismo en su concepción del mundo, que inspiró parte de

la legislaciónmercantilista más dura, como las Actas de Navegación (Navigation Acts) introducidas por el

gobierno de Oliver Cromwell.19

Las ideas mercantilistas

El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:20

1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las

manufacturas.

2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas

nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas

3. Que se fomente una población grande y trabajadora.

4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se

mantenga en circulación.

5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros

6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera

mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.

7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que

puedan acabarse en el país.

8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas

de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo

suficiente y adecuado en el país.

Sin embargo, la política económica interna que defiende el mercantilismo estaba todavía más

fragmentada que la internacional. Mientras que Adam Smith describía al mercantilismo como un sistema

Page 31: Escuela Mercantilismo

de excesivo control de la economía, muchos mercantilistas no se identificaban con tales afirmaciones.

Durante los comienzos de la era moderna estaba a la orden del día el uso de las patentes reales y la

imposición gubernamental de monopolios. Algunos mercantilistas los apoyaban, pero otros veían la

corrupción e ineficiencia de esos sistemas.

Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de

los trabajadores. Los asalariados y los granjeros debían vivir en los «márgenes de subsistencia». El

objetivo era maximizar la producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo. El hecho de que las

clases más bajas tuvieran más dinero, tiempo libre, o educación se veía como un problema que

degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la economía del país.21

Por otra parte, los estudiosos no se ponen de acuerdo en el motivo por el cual el mercantilismo fue

la ideología o teoría económica dominante durante dos siglos y medio.22 Un grupo, representado

por Jacob Viner, argumenta que el mercantilismo fue simplemente un sistema muy directo y que

contaba con bastante sentido común. Sin embargo, se sustentaba sobre una serie de falacias lógicas

que no podían ser descubiertas por la gente de la época, dado que no tenían las herramientas analíticas

necesarias. Otra escuela, apoyada por economistas como Robert B. Ekelund, entiende que el

mercantilismo no era un error, sino el mejor sistema posible para aquellos que lo desarrollaron. Esta

escuela argumenta que las políticas mercantilistas fueron desarrolladas y puestas en práctica por

comerciantes y gobiernos, cuyo objetivo era incrementar al máximo los beneficios empresariales. Los

empresarios se beneficiaban enormemente, y sin que ello les supusiera un esfuerzo, por la imposición

de monopolios, las prohibiciones a las importaciones y la pobreza de los trabajadores. Los gobiernos,

por su parte, se beneficiaban del cobro de los aranceles y los pagos de los mercaderes. Si bien las

ideas económicas más tardías fueron desarrolladas a menudo por académicos y filósofos, casi todos los

escritores mercantilistas eran comerciantes o personas con cargos en el gobierno.23

El mercantilismo como proceso económico

Dentro de la doctrina económica mercantilista emergieron, de manera natural, tres cuestiones

fundamentales que generaba esta lucrativa actividad comercial:

El monopolio de exportación.

El problema de los cambios y su derivación.

El problema de la balanza comercial.

Mercantilismo

Page 32: Escuela Mercantilismo

Cuadro de Le Lorrain que representa un puerto de mar francés de 1638, en el momento cumbre del mercantilismo.

Se denomina mercantilismo a un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de

gran pragmatismo que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad

del XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente

con el desarrollo del Absolutismo monárquico.

Consistió en una serie de medidas que se centraron en tres ámbitos: las relaciones entre el poder

político y la actividad económica; la intervención del Estado en esta última; y el control de la moneda.

Así, tendieron a la regulación estatal de la economía, la unificación del mercado interno, el crecimiento

poblacional, el aumento la producción propia -controlando recursos naturales y mercados, protegiendo

la producción local de la competencia extranjera, subsidiando empresas privadas y

creando monopolios privilegiados-, la imposición de aranceles a los productos extranjeros y el

incremento de laoferta monetaria -mediante la prohibición de exportar metales preciosos y la acuñación

inflacionaria-, siempre con vistas a la multiplicación de los ingresos fiscales. Estas actuaciones tuvieron

como finalidad última la formación de Estados-naciónlo más fuertes posible.

El mercantilismo entró en crisis a finales del siglo XVIII y prácticamente desapareció para mediados

del XIX, ante la aparición de las nuevas teorías fisiócratas y liberales, las cuales ayudaron a Europa a

recuperarse de la profunda crisis del siglo XVII y las catastróficas Guerras Revolucionarias Francesas.

Se denomina neomercantilismo a la periódica resurrección de estas prácticas e ideas.

Contenido

  [ocultar]

1 Introducción

2 Doctrina económica mercantilista

o 2.1 El mercantilismo como conjunto de ideas económicas

Page 33: Escuela Mercantilismo

o 2.2 Interpretación histórica del mercantilismo

o 2.3 La época mercantilista

o 2.4 Las ideas mercantilistas

o 2.5 El mercantilismo como proceso económico

3 Políticas mercantilistas

o 3.1 En Francia

o 3.2 En Inglaterra

o 3.3 En España

o 3.4 En otros países

4 Críticas

5 Legado

o 5.1 Ideas mercantilistas supervivientes

o 5.2 Herencia política

6 Referencias

o 6.1 Notas

o 6.2 Bibliografía

7 Véase también

8 Enlaces externos

Introducción

El mercantilismo es el conjunto de ideas económicas que consideran que la prosperidad de una nación-

estado depende del capital que pueda tener, y que el volumen global decomercio mundial es inalterable.

El capital, que está representado por los metales preciosos que el estado tiene en su poder, se

incrementa sobre todo mediante una balanza comercial positiva con otras naciones (o, lo que es lo

mismo, que las exportaciones sean superiores a las importaciones). El mercantilismo sugiere que

el gobierno dirigente de una nación debería buscar la consecución de esos objetivos mediante

una política proteccionista sobre su economía, favoreciendo la exportación y desfavoreciendo

la importación, sobre todo mediante la imposición de aranceles. La política económica basada en estas

ideas a veces recibe el nombre de sistema mercantilista.

Los pensadores mercantilistas preconizan el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las

naciones gracias al comercio exterior, lo que permite encontrar salida a los excedentes de la producción.

El Estado adquiere un papel primordial en el desarrollo de la riqueza nacional, al adoptar

políticas proteccionistas, y en particular estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la

exportación.

Page 34: Escuela Mercantilismo

Jakob Fugger «el Rico», pintado porAlberto Durero (1519) justo cuando estaba realizando el «negocio del siglo»: el

préstamo a Carlos I de España que le permitió convertirse en Emperador, al financiar los cuantiosos sobornos a los

príncipes electores. Los impuestos con los que se pensaba devolver el crédito fueron una de las causas de la Guerra

de las Comunidades en Castilla. Poco antes, la venta de indulgencias para financiar la construcción de San Pedro de

Roma, encendieron, también en Alemania, la Reforma luterana. Resulta comprensible que en la época se

entendiese a la economía como algo explicable desde un punto de vista secular, no únicamente religioso, un juego

de suma cero en que sólo se gana lo que otro pierde y estrechamente vinculado al poder político.

El mercantilismo como tal no es una corriente de pensamiento. Marca el final de la preeminencia de la

ideología económica del cristianismo(la crematística), inspirada en Aristóteles y Platón, que rechazaba

la acumulación de riquezas y los préstamos con interés (vinculados al pecado de usura). Esta nueva

corriente económica surgió en una época en la que las monarquías deseaban disponer del máximo

dinero posible para sus cuantiosos gastos. Las teorías mercantilistas buscaban satisfacer esa demanda,

y desarrollaron una dialéctica basada en el enriquecimiento. Esta corriente se basaba en un sistema de

análisis de los flujos económicos muy simplificado en el que, por ejemplo, no se tenía en cuenta el papel

que desempeñaba el sistema social.

Fue la teoría predominante a lo largo de toda la Edad Moderna (desde el siglo XVI hasta el XVIII), época

que aproximadamente indica el surgimiento de la idea del Estado Nación y la formación económico

social conocida como Antiguo Régimen en Europa Occidental. En el ámbito nacional, el mercantilismo

llevó a los primeros casos de intervención y significativo control gubernativo sobre la economía, y fue en

este periodo en el que se fue estableciendo gran parte del sistema capitalista moderno.

Internacionalmente, el mercantilismo sirvió indirectamente para impulsar muchas de las guerras

Page 35: Escuela Mercantilismo

europeas del periodo, y sirvió como causa y fundamento del imperialismo europeo, dado que las

grandes potencias de Europa luchaban por el control de los mercados disponibles en el mundo.

Como agente unificador tendente a la creación de un estado nacional soberano, el mercantilismo tuvo

en contra dos fuerzas: Una, más espiritual-jurídica que política-económica, fueron los poderes

universales: la Iglesia y el Imperio, la otra, de carácter predominantemente económico fue

el particularismo local, con la dificultad que produce a las comunicaciones y la pervivencia de la

economía natural (en determinadas zonas los ingresos del estado eran en especie y no en dinero);

mientras que la pretensión mercantilista es que el mercado cerrado sea sustituido por el mercado

nacional y las mercancías como medida de valor y medio de cambio sean remplazadas por el oro. El

mercantilismo ve la intervención del estado como el medio más eficaz para el desarrollo económico.

Otra tendencia del mercantilismo era robustecer hacia el exterior el poder del Estado, subordinando la

actividad económica hacia ese objetivo, e interesándose por la riqueza en cuanto sirva de base para

ella. El liberalismo considerará a la riqueza como preciosa para el individuo, y por ende, digna de ser

alcanzada como fin en sí misma: si el particular no debe pensar más que enriquecerse, es un hecho

puramente natural e involuntario que la riqueza de los ciudadanos contribuya a aumentar la riqueza del

estado. En cambio, para los mercantilistas, la riqueza privada es simplemente un medio, y como tal se

subordina al estado y a sus fines de dominio.

A lo largo de este periodo durante el cual las hipótesis evolucionaron, aparece una literatura compleja,

que da idea de que existe una corriente vagamente unificada. En el Siglo XIX, se extenderá por la

mayoría de las naciones europeas, adaptándose a las características nacionales. Entre las escuelas

mercantilistas se distingue: el bullionismo (o «mercantilismo español») que propugna la acumulación de

metales preciosos; el colbertismo (o «mercantilismo francés») que por su parte se inclina hacia

la industrialización; y el comercialismo (o «mercantilismo británico») que ve en el comercio exterior la

fuente de la riqueza de un país.

A partir de esa época, las cuestiones económicas dejan de pertenecer a los teólogos. La Edad

Moderna marca un giro con la progresiva autonomía de la economía frente a la moral y la religión así

como frente a la política. Esta enorme ruptura se realizará por medio de consejeros de los gobernantes

y por los comerciantes.1 Esta nueva disciplina llegará a ser una verdadera ciencia económica con

lafisiocracia. Entre los muchos autores mercantilistas, hay que destacar a Martín de Azpilicueta (1492-

1586), Tomás de Mercado(1525-1575), Jean Bodin (1530–1596), Antoine de Montchrétien (1576–1621),

o William Petty (1623–1687).

La confianza en el mercantilismo comenzó a decaer a finales del siglo XVIII, momento en el que las

teorías de Adam Smith y de otros economistas clásicos fueron ganando favor en el Imperio Británico, y

en menor grado en el resto de Europa (con la excepción de Alemania, en donde la Escuela Histórica de

Page 36: Escuela Mercantilismo

Economía fue la más importante durante todo elsiglo XIX y comienzos del XX). Adam Smith, que lo

critica con dureza en su obra titulada Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las

naciones (conocida comúnmente como La riqueza de las naciones), califica el mercantilismo como una

«economía al servicio del Príncipe».

Curiosamente, y si bien había sido una antigua colonia británica, los Estados Unidos de América no se

adhirieron a la economía clásica, sino al régimen económico que fue llamado «sistema americano» (una

forma de neo-mercantilismo) a través de las políticas de Alexander Hamilton, Henry Clay, Abraham

Lincoln y por lo que más tarde serían las prácticas económicas del Partido Republicano, que a su vez se

reflejaron en las políticas de los historicistas alemanes y economistas como Friedrich List. Esto duró

hasta el surgimiento del New Deal tras la crisis de 1929.

Hoy en día la teoría del mercantilismo es rechazada por la mayoría de los economistas, si bien algunos

de sus elementos en ocasiones son vistos de forma positiva por algunos, entre los cuales cabe citar

a Ravi Batra, Pat Choate, Eammon Fingleton, o Michael Lind.2

Doctrina económica mercantilista

El mercantilismo como conjunto de ideas económicas

Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como

mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola

ideología económica, sino que el término fue acuñado por Victor Riquetti, Marqués de

Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera

persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La

Riqueza de las Naciones.3 La palabra procede de la palabra latina mercari, que tiene el sentido igual al

castellano mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio, y que procede de la raíz merx que

significa mercancía. Fue utilizada inicialmente sólo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y

Smith, pero pronto fue adoptada por los historiadores.

El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no

hubo escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía

ideal, tal y como Adam Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor

mercantilista tendía a enfocar su atención en un área específica de la economía.4 Sería después del

periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron posteriormente integrasen las diversas ideas

en lo que llamaríanmercantilismo, como por ejemplo Eli F. Heckscher5 que ve en los escritos de la época

a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación de la actividad económica, un

sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza comercial. Sin

embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista,

Page 37: Escuela Mercantilismo

argumentando que da «una falsa unidad a hechos dispares».6 El historiador del pensamiento económico

Mark Blaug hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como «molesto

equipaje», «diversión de historiografía», y de «gigantesco globo teórico».7

Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría

general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en

donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de

Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que otro no pierda» (Los Seis libros de la República). Por

tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un grupo por definición también harían daño a

otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza

común, o el bien común.8 Parece que los escritos de los mercantilistas se hubieran hecho para justificara

posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el mejor modo de

llevarlas a término.9

El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo

intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento

del capitalismo, antes de la Revolución industrial.10

Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del Siglo XVI estuvieron marcadas por

el bullionismo (del inglés bullion: oro en lingotes). A ese respecto, Adam Smith escribía:

La doble función que cumple el Dinero, como instrumento de comercio y como medida de los valores, ha

hecho que se produzca de modo natural esa idea popular de que el Dinero hace la riqueza, o que la riqueza

consiste en la abundancia de oro y plata […]. Se razona de la misma manera con respecto a un país. Un país

rico es aquél en el que abunda el dinero, y el medio más sencillo de enriquecer el suyo, es amasar el oro y la

plata […]. Debido al creciente éxito de estas ideas, las diferentes naciones de Europa se han dedicado,

aunque sin demasiado éxito, a buscar y acumular oro y plata de todas las maneras posibles. España y

Portugal, poseedores de las principales minas que proveen a Europa de esos metales, han prohibido su

exportación amenazando con graves represalias, o la han sometido a enormes tasas. Esta misma prohibición

ha formado parte de la política de la mayoría de las naciones de Europa. Uno la encuentra incluso donde

menos lo esperaría, en algunas antiguas actas del parlamento de Escocia, que prohíben, bajo fuertes penas,

transportar oro y plata fuera del reino. La misma política se puso en marcha en Francia y en Inglaterra11

Page 38: Escuela Mercantilismo

Thomas Gresham, comerciante y financiero inglés.

Durante ese periodo, importantes cantidades de oro y plata fluían desde las colonias españolas

del Nuevo Mundo hacia Europa. Para los escritores bullionistas, como Jean Bodin o Thomas Gresham,

la riqueza y el poder del Estado se miden por la cantidad de oro que poseen. Cada nación debe pues

acrecentar sus reservas de oro a expensas de las demás naciones para hacer crecer su poder. La

prosperidad de un Estado se mide, según los bullionistas, por la riqueza acumulada por el gobierno, sin

mencionar la Renta Nacional. Este interés hacia las reservas de oro y plata se explica en parte por la

importancia de esas materias primas en tiempos de guerra. Los ejércitos, que contaban con

muchos mercenarios, eran pagados con oro y quitando a los pocos países europeos que controlaban las

minas de oro y plata, la principal manera de obtener esas materias primas era el comercio internacional.

Si un Estado exportaba más de lo que importaba, su «balanza del comercio» (lo que corresponde en

nuestros días a la balanza comercial) era excedentaria, lo que se traducía en una entrada neta de

dinero.

Esto llevó a los mercantilistas a proponer como objetivo económico el tener un excedente comercial. Se

prohibía estrictamente la exportación de oro. Los bullionistas también eran partidarios de poner en

marcha altas tasas de interés para animar a los inversores a invertir su dinero en el país.

En el Siglo XVIII se desarrolló una versión más elaborada de las ideas mercantilistas, y que rechazaba

la visión simplista del bullionismo. Esos escritores, como Thomas Mun, situaban como principal objetivo

el crecimiento de la riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal,

admitían que existían otras fuentes de riqueza, como las mercancías.

«(...) no es la gran cantidad de oro y plata lo que constituye la verdadera riqueza de un Estado, ya que en el

mundo hay Países muy grandes que cuentan con abundancia de oro y plata, y que no se encuentran más

cómodos, ni son más felices […]. La verdadera riqueza de un Reino consiste en la abundancia de las

Page 39: Escuela Mercantilismo

Mercancías, cuyo uso es tan necesario para el sostenimiento de la vida de los hombres, que no pueden

pasarse de ellas»12

El objetivo de una balanza comercial excedentaria seguía persiguiéndose pero desde ese momento se

veía interesante importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos bienes en el

mercado europeo con importantes beneficios.

«Y para dejar la cosa aún más clara, cuando decimos […] que 100.000 libras exportadas en efectivo pueden

servir para importar el equivalente aproximado de 500.000 libras esterlinas en mercancías de las Indias

Orientales, hay que entender que la parte de esa suma que puede llamarse con propiedad nuestra

importación, al ser consumida en el reino, tiene un valor de unas 120.000 libras esterlinas anuales. De manera

que el resto, es decir 380.000 libras, es mercancía exportada al extranjero bajo la forma de nuestros tejidos,

nuestro plomo, nuestro estaño, o de cualquier otro producto de nuestro país, con gran aumento del patrimonio

del reino y eso en el tesoro, por lo que podemos concluir que el comercio de las Indias Orientales provee a

ese fin.»13

Esta nueva visión rechazaba a partir de ese momento la exportación de materias primas, que una vez

transformadas en bienes finales constituían una importante fuente de riqueza. Mientras

el bullionismo había favorecido la exportación en masa de lana de Gran Bretaña, la nueva generación

de mercantilistas apoyaba la prohibición total de exportar materias primas y propugnaba el desarrollo

de industrias manufactureras domésticas. Al necesitar las industrias importantes capitales, en el Siglo

XVIII se vio una reducción de las limitaciones contra la usura. Como muy bien demostró William Petty, la

tasa de interés se ve como una compensación por las molestias ocasionadas al prestador al quedar

sinliquidez. Un resultado de esas teorías fue la puesta en marcha de las Navigation Acts a partir

de 1651, que dieron a los barcos ingleses la exclusiva en las relaciones entre Gran Bretaña y sus

colonias, prohibiendo a los holandeses el acceso a ciertos puertos para restringir la expansión de

los Países Bajos.

Las consecuencias en materia de política interior de las teorías mercantilistas estaban mucho más

fragmentadas que sus aspectos de política comercial. Mientras Adam Smithdecía que el mercantilismo

apelaba a controles muy estrictos de la economía, los mercantilistas no estaban de acuerdo entre sí.

Algunos propugnaban la creación de monopolios y otras cartas patentes. Pero otros criticaban el riesgo

de corrupción y de ineficacia de tales sistemas. Muchos mercantilistas también reconocían que la

instauración de cuotas y de control de precios propiciaba el mercado negro.

En cambio, la mayor parte de los teóricos mercantilistas estaban de acuerdo en la opresión económica

de los trabajadores y agricultores que debían vivir con unos ingresos cercanos al nivel de supervivencia,

para maximizar la producción. Unos mayores ingresos, tiempo libre suplementario o una

mejor educación de esas poblaciones contribuirían a favorecer la holgazanería y perjudicarían la

Page 40: Escuela Mercantilismo

economía.14 Esos pensadores veían una doble ventaja en el hecho de disponer de abundante mano de

obra: las industrias que se desarrollaban en esa época precisaban de mucha mano de obra y además

eso reforzaba el potencial militar del país. Los salarios se mantienen pues a un bajo nivel para incitar a

trabajar. Las leyes de pobres (Poor Laws) en Inglaterra persiguen a los vagabundos y hacen obligatorio

el trabajo. El ministro Colbert hará trabajar a niños con seis años en las manufacturas de Estado.

La reflexión sobre la pobreza y su papel social en la Edad Moderna cobró importancia sobre todo tras

la Reforma Protestante y los diferentes papeles que a la predestinación y el triunfo personal daban la

teología de Lutero, Calvino o la Contrarreforma. La opinión católica tradicional se asociaba al

mantenimiento del Antiguo Régimen, sancionando el ocio de los privilegiados y considerando la

condena del trabajo como un castigo divino, mientras que las sociedades donde triunfó el protestantismo

parecían adecuarse más a los nuevos valores burgueses.15 La valoración tradicional de los pobres los

veía como más cercanos a Dios, y las instituciones de caridad no se veían como medios de erradicar la

pobreza, sino de paliar sus efectos. No obstante, entre los católicos también se incluye la obra de Juan

Luis Vives De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II (Los dos libros de la

subvención a los pobres o de la necesidad humana. Brujas, 1525), que trata el problema de la

mendicidad buscando soluciones en las instituciones públicas, que deben socorrer a los verdaderos

pobres y hacer trabajar a los que sólo son vagos; para ello consideraba preciso una organización de la

beneficencia y una reforma del sistema sanitario, de asilo. Siguiendo sus ideas se organizó la actuación

contra la pobreza en la ciudad de Brujas.

Interpretación histórica del mercantilismo

En efecto, no se puede hablar de una escuela mercantilista, pues para poder hablar de una escuela

debe existir un conjunto de características que englobe este término. Una de ellas es la presencia de un

maestro que cree un pensamiento el cual sea seguido por los miembros de la escuela, además de

homogeneidad en el pensamiento. Así, por ejemplo, podemos hablar de la Escuela Clásica con Adam

Smith como epicentro del pensamiento, es decir , como maestro, y la afinidad entre los distintos autores

de la misma. Sin embargo, en lo que se refiere al pensamiento llamado mercantilista no encontramos

ninguno de los atributos necesarios para identificarlo con una escuela de pensamiento.

El mercantilismo ha tenido diversas interpretaciones a lo largo del tiempo. Desde Adam Smith hasta la

actualidad se suceden explicaciones de lo que han sido y han significado todos estos autores llamados

mercantilistas. John Maynard Keynes, Gustav Schmoller, William Cunningham y el ya mencionado

Adam Smith, entre muchos otros, han aportado su perspectiva del mercantilismo. Señalaremos

particularmente a Eli Heckscher que, influido por los tres últimos autores mencionados, aúna las

interpretaciones de éstos para luego añadir la suya. Habla del mercantilismo desde el punto de vista de

su política proteccionista y sus actitudes monetarias (como ya refiere Smith), como una doctrina en la

Page 41: Escuela Mercantilismo

construcción del estado (recogido de Schmoller), como un sistema de poder (propugnado por

Cunningham) y añade su tesis a estas cuatro: describe el mercantilismo como una concepción social

que rompió con los moldes tanto morales como religiosos que determinaban el comportamiento de los

agentes económicos.

A partir de los años cuarenta se disgrega las interpretaciones, desde una perspectiva general, en cuatro

direcciones diferentes. Por una parte, historiadores que hablan de un período preanalítico del

pensamiento económico.Por otra parte, los que argumentan la anticipación de la doctrina clásica en

muchos aspectos( mecanismos de los precios, etc.) Un tercer grupo de historiadores hacen hincapié en

la política, ya no exterior y proteccionista, sino en la local y nacional. Por último, y como aportación

argumentativa a la afirmación de la inexistencia de una escuela mercantilista, un cuarto grupo de

historiadores aboga que el mercantilismo es una invención de los investigadores, pues, no hay

homogeneidad ni coherencia en su doctrina sino disparidad en los asuntos tratados según que países, y

que, por tanto, el debate que gradualmente se centra en una visión homogénea es erróneo.

Haciendo referencia aquellos autores que creen que el mercantilismo es la anticipación a la doctrina

clásica, podemos destacar a Richard Cantillon. Este autor, que se percibe entre el pensamiento

mercantilista y clásico, perfecciona el concepto de balanza de comercio en términos de trabajo. Desde

esta óptica se tiene en cuenta el aumento del empleo como término positivo en las ganancias de la

balanza comercial. Así, pues, Cantillon, aboga por medidas para la estabilidad de los precios e impedir

su subida (por la acumulación del dinero) y en consecuencia la pervivencia de un nivel alto de empleo

La época mercantilista

El concepto de mercantilismo se define a partir de los grandes descubrimientos geográficos,

consecuencia de la apertura de las rutas comerciales marítimas por los portugueses entre el siglo

XV y 1500 (fecha del descubrimiento de Brasil) y la consolidada corriente inagotable del metal precioso

(oro y plata principalmente) llevado desde los territorios nuevos a Europa, en particular después del

establecimiento de los virreinatos de Nueva España y de Perú, por los castellanos.

Los españoles del siglo XVII, llegaron a considerar al mercantilismo como el sentido mismo de la riqueza

mediante la teoría del enriquecimiento de las naciones a través de la acumulación de metal precioso.

El oro y la plata constituyen el objetivo del comerciante y por lo tanto se pueden considerar como el

impulso al intercambio de mercancías. El oro y la plata por sí mismos no generaron los acontecimientos

económicos de la época, sino que conjuntamente con otras causas fueron moldeando la economía

europea de esos tiempos. Algunas de estas causas fueron: los grandes descubrimientos geográficos,

el Renacimiento, la Reforma religiosa, la aparición del estado moderno y el régimen colonial, o sea la

primera globalización o el «primer sistema-mundo», según la expresión de Fernand Braudel.

Page 42: Escuela Mercantilismo

Íntimamente conectado a la emergencia del Estado-nación moderno y basado en la existencia del

binomio «metrópoli – colonias», el mercantilismo asumió formas nacionales, de las cuales pueden

citarse, en orden

cronológico: Portugal, España, Inglaterra, Holanda, Francia, Dinamarca y Suecia durante los siglos XVI,

XVII y XVIII. En esta época, el mercantilismo evoluciona de tal manera que genera un estudio apropiado

y se traduce como una actividad económica, a tal grado que se habla de políticas económicas y normas

económicas. Al mercantilismo se le empieza a conocer con otras denominaciones, las mismas que dan

sentido a su concepto, estas son: sistema mercantil, sistema restrictivo, sistema comercial, Colbertismo

en Francia y Cameralismo en Alemania.

Derivado de la expansión militar europea y del incipiente desarrollo manufacturero, como complemento

de la producción clásica de la agricultura, el mercantilismo incrementó notablemente el comercio

internacional. Los mercantilistas fueron los primeros en identificar la importancia monetaria y política de

éste.

El mercantilismo se desarrolló en una época en la que la economía europea estaba en transición del

feudalismo al capitalismo. Las monarquías feudales medievales estaban siendo reemplazados por las

nuevas naciones estado centralizadas, en forma de monarquías absolutas o (en Inglaterra y

Holanda) parlamentarias. Los cambios tecnológicos en la navegación y el crecimiento de los núcleos

urbanos también contribuyeron decisivamente al rápido incremento del comercio internacional.16 El

mercantilismo se enfocaba en cómo este comercio podía ayudar mejor a los estados.

Otro cambio importante fue la introducción de la contabilidad moderna y las técnicas de doble entrada.

La nueva contabilidad permitía llevar un claro seguimiento del comercio, contribuyendo a la posibilidad

de fiscalizar la balanza de comercio.17 Y por supuesto, tampoco se puede ignorar el impacto que supuso

el descubrimiento de América. Los nuevos mercados y minas descubiertas impulsaron el comercio

exterior hasta cifras que hasta entonces no se podían ni concebir. Esto último llevó a un gran incremento

de los precios y a un incremento en la propia actividad comercial.18 Curiosamente, la relación entre la

llegada de metales preciosos americanos y la inflación europea del siglo XVI (un fenómeno a una escala

hasta entonces desconocida) no fue plenamente establecido hasta las investigaciones de Earl J.

Hamilton en una fecha tan tardía como 1934 (El tesoro americano y larevolución de los precios en

España, 1501-1650).

Antes del mercantilismo, los estudios económicos más importantes que se habían realizado en Europa

fueron las teorías de la Escolástica medieval. El objetivo de estos pensadores era encontrar un sistema

económico que fuese compatible con las doctrinas cristianas acerca de la piedad y la justicia. Se

enfocaban principalmente en las cuestiones microeconómicas y a los intercambios locales entre

Page 43: Escuela Mercantilismo

individuos. El mercantilismo, por su parte, estaba alineado con las otras teorías e ideas que estaban

reemplazando el punto de vista medieval.

En esta época se fueron adoptando también las teorías de la Realpolitik impulsadas por Nicolás

Maquiavelo y la primacía del interés nacional en las relaciones internacionales. La idea mercantilista de

que el comercio era una suma cero en las que las partes hacían lo posible para ganar al otro en una

dura competencia, se integraba dentro de las teorías filosóficas de Thomas Hobbes. Los juegos de

suma cero como el dilema del prisionero pueden ser consistentes con un punto de vista mercantilista.

En el mencionado dilema los jugadores son premiados por traicionar a sus compañeros/oponentes,

aunque todo el mundo estaría mejor si todos cooperasen.

Ese punto de vista pesimista sobre la naturaleza humana también encaja con

la mentalidad del puritanismo en su concepción del mundo, que inspiró parte de

la legislaciónmercantilista más dura, como las Actas de Navegación (Navigation Acts) introducidas por el

gobierno de Oliver Cromwell.19

Las ideas mercantilistas

El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de las nueve reglas de Von Hornick:20

1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las

manufacturas.

2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas

nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas

3. Que se fomente una población grande y trabajadora.

4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se

mantenga en circulación.

5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros

6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera

mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.

7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que

puedan acabarse en el país.

8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas

de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo

suficiente y adecuado en el país.

Sin embargo, la política económica interna que defiende el mercantilismo estaba todavía más

fragmentada que la internacional. Mientras que Adam Smith describía al mercantilismo como un sistema

Page 44: Escuela Mercantilismo

de excesivo control de la economía, muchos mercantilistas no se identificaban con tales afirmaciones.

Durante los comienzos de la era moderna estaba a la orden del día el uso de las patentes reales y la

imposición gubernamental de monopolios. Algunos mercantilistas los apoyaban, pero otros veían la

corrupción e ineficiencia de esos sistemas.

Uno de los elementos en los que los mercantilistas estaban de acuerdo era la opresión económica de

los trabajadores. Los asalariados y los granjeros debían vivir en los «márgenes de subsistencia». El

objetivo era maximizar la producción, sin ningún tipo de atención sobre el consumo. El hecho de que las

clases más bajas tuvieran más dinero, tiempo libre, o educación se veía como un problema que

degeneraría en pocas ganas de trabajar, dañando la economía del país.21

Por otra parte, los estudiosos no se ponen de acuerdo en el motivo por el cual el mercantilismo fue

la ideología o teoría económica dominante durante dos siglos y medio.22 Un grupo, representado

por Jacob Viner, argumenta que el mercantilismo fue simplemente un sistema muy directo y que

contaba con bastante sentido común. Sin embargo, se sustentaba sobre una serie de falacias lógicas

que no podían ser descubiertas por la gente de la época, dado que no tenían las herramientas analíticas

necesarias. Otra escuela, apoyada por economistas como Robert B. Ekelund, entiende que el

mercantilismo no era un error, sino el mejor sistema posible para aquellos que lo desarrollaron. Esta

escuela argumenta que las políticas mercantilistas fueron desarrolladas y puestas en práctica por

comerciantes y gobiernos, cuyo objetivo era incrementar al máximo los beneficios empresariales. Los

empresarios se beneficiaban enormemente, y sin que ello les supusiera un esfuerzo, por la imposición

de monopolios, las prohibiciones a las importaciones y la pobreza de los trabajadores. Los gobiernos,

por su parte, se beneficiaban del cobro de los aranceles y los pagos de los mercaderes. Si bien las

ideas económicas más tardías fueron desarrolladas a menudo por académicos y filósofos, casi todos los

escritores mercantilistas eran comerciantes o personas con cargos en el gobierno.23

El mercantilismo como proceso económico

Dentro de la doctrina económica mercantilista emergieron, de manera natural, tres cuestiones

fundamentales que generaba esta lucrativa actividad comercial:

El monopolio de exportación.

El problema de los cambios y su derivación.

El problema de la balanza comercial.

Page 45: Escuela Mercantilismo

VENTAJA COMPARATIVA

Una situación en la que un país (o compañía) puede producir un artículo (o

tomar dinero a préstamo) con un coste inferior que otro país (o compañía) en el sentido especial

de que debe sacrificar menos de un bien alternativo para hacer su producción. El término se

asocia tanto con la teoría de la ventaja comparativa (utilizada para explicar el negocio entre

naciones) como con la teoría de la ventaja relativa para explicar la existencia de mercados

de swaps. 

Teoría desarrollada por David Ricardo cuyo postulado básico es que, aunque un país no

tenga ventaja absoluta

en la producción de ningún bien, le convendrá especializarse en aquellas mercancías para las

que su ventaja sea comparativamentemayor o su desventaja comparativamente menor.

Comparative advantage. 

(En inglés: comparative advantage )

Supuestos dos países (A, B), y dos mercancías (X, Y), se dice que un país A tiene ventaja

comparativa para laproducción de X cuando se verifica que lx / lx* < ly / ly*, siendo (En inglés:

lx ) el número de horas necesarias para la producción de X en el país A, (En inglés: lx* ) el

número de horas necesarias para la producción X en B, (En inglés: ly ) el número de horas

necesarias para la producción de Y en A, y (En inglés: ly* ) el número de horas necesarias para

la producción de Y en B, suponiendo un solofactor de producción (En inglés: (l) )

y economías constantes de escala. La teoría de la ventaja comparativa defiende que los

países deben especializarse en la producción de productos en los que tienen una ventaja

relativa, de forma que exportarán parte de estos productos e importarán aquéllos que otros

países produzcan con menores costes relativos. Esta teoría, por tanto, adiferencia de la teoría de

la ventaja absoluta, no defiende la producción de aquel bien que resulte más barato, sino que

opta por la producción de aquelbien en el que se tengan mejores costes comparativos, aunque,

en términos absolutos, su producción resulte más cara que la del bien anterior. 

Situación en la que un país puede producir un bien a un costo total menor con respecto a otro

país.

Page 46: Escuela Mercantilismo

VENTAJA ABSOLUTA

La capacidad de un país para producir más de un bien dado con sus recursos propios. En el

contexto de los swaps, la capacidad de una parte para tomar prestado a un tipo de

interés inferior al asequible a la otra parte para unamoneda dada. Esto contrasta con la ventaja

comparativa.

Ver también ventaja comparativa como contraste. 

(En inglés: absolute advantage )

Capacidad de un país para producir determinado bien utilizando menos recursosque el resto de

países. La teoría de la ventaja absoluta defiende que los paísesdeben especializarse en

los bienes para cuya producción emplean menorcantidad de inputs que los demás países

y exportar parte de éstos para comprar los bienes que otro país produce con un menor coste.

El comercio internacional no se rige por esta teoría, sino por la teoría de la ventaja comparativa.