Escuela de Frankfurt AVR

download Escuela de Frankfurt AVR

of 21

description

pdf

Transcript of Escuela de Frankfurt AVR

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    LA INFLUENCIA DE LA ESCUELA DE FRANKFURT EN ZYGMUNT BAUMAN Y RICHARDRORTY: DE LA TEORA CRTICA A LA MODERNIDAD LQUIDA Y EL PRAGMATISMONORTEAMERICANO.1

    Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    Universidad Complutense de Madrid

    Resumen

    Es mediante la apelacin a algunos crticos relevantes de la modernidad Freud, Simmel, Adorno,Horkheimer, Shestov, Mller-Hill, Kafka, etc. que Bauman se esfuerza por construir una autntica ontologade la modernidad, as como una fenomenologa crtica de sus implicaciones culturales, morales y polticas, yde sus lmites perfilados por la presencia infranqueable de la ambivalencia, con las que su texto adquiere elrango de una aportacin seera a esta misma tradicin moderna de la sospecha.2 Bauman, apoyado enautores como Horkheimer y Adorno, quienes realizan una crtica demoledora de la Ilustracin y dejan entreverun influjo de desconfianza y pesimismo sobre buena parte de la literatura filosfica europea de la segundamitad del siglo XX. Es Horkheimer, uno de los miembros fundadores de la Escuela de Frankfurt, quiendesarrolla la teora critica3, a partir del predominio de una racionalidad procedimental a partir de la cual elconocimiento humano no opera segn presupuestos jerrquicos-metafsicos (teora tradicional) sinopragmtico-procedimentales (teora crtica) al interior de las comunidades cientficas y de los contextos socio-culturales del mundo. Esto significa que todo modo de conocer es interesado y, que slo conocemos por elinters. Con lo que sienta las bases de la Ecuela de la Sospecha. De all que Bauman en Modernidad yambivalencia4 pretendiera, como bien lo apunta Wellmer,5 complementar la tarea emprendida por lospensadores ms destacados de la primera generacin de la Escuela de Frankfurt. Bauman intenta envolvercon carne histrica y sociolgica el esqueleto de la Dialctica de la Ilustracin.6 Lo que dota a Bauman deuna particular originalidad a la vez que de una filiciacin a tradiciones filosficas reconocibles ycontrapuestas: por un lado, la que originndose en Schopenhauer, pasa por Nietzsche para acabaralcanzando a Klages7 y, por otro, la que desde Hegel, pasando por Marx y Weber, arriba hasta el jovenLukcs.

    1 Adelanto del Libro La La Influencia De la Escuela de Frankfurt de prxima aparicin (2015) P & V, Madrid-Mxico.2 VARGAS, Llus Pla, La modernidad y sus abismos, En Astrolabio. Revista internacional de Filosofa, 2006. N 3. Barcelona.

    ISSN 1699-7549 3 HORKHEIMER, Max, Teoria tradicional y Teoria Critica, Ed. Paidos, Barcelona, 20094 BAUMAN, Zygmunt Modernidad y ambivalencia, Anthropos,. Barcelona, 2005, 5 WELLMER, Albrecht, Sobre la dialctica de modernidad y postmodernidad. La crtica de la razn despus de Adorno

    (1985), Visor, Madrid, 1993, pp. 15-16.6 BAUMAN, Zygmunt, Modernidad y ambivalencia, Anthropos, Barcelona, 2005, p. 397 KLAGES, L., Los fundamentos de la caracterologa, Paids, Buenos Aires, 1965, pp. 306-307.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    The Influence of the Frankfurt School in Zygmunt Bauman and Richard Rorty: From TheoryCriticism of Liquid Modernity and Pragmatism

    AbstractIt is by appealing to some important critics of Freud, Simmel, Adorno, Horkheimer, Shestov, Mller-Hill, Kafka,etc. Bauman strives to build a real ontology of modernity modernity, and a critical phenomenology cultural,moral and political implications, and its limits -perfilados by the impassable presence of ambivalence withwhich the text acquires the status of a landmark to this very modern tradition of sospecha.1 Baumancontribution, based on authors as Horkheimer and Adorno, who made a devastating critique of theEnlightenment and glimpse an influx of mistrust and pessimism over much of European philosophical literaturein the second half of the twentieth century. It Horkheimer, one of the founding members of the FrankfurtSchool, who developed the "critical theory" from the predominance of a procedural rationality from whichhuman knowledge does not operate as hierarchical-metaphysical assumptions (traditional theory) butpragmatic-procedural (critical theory) within scientific communities and socio-cultural contexts of the world. Thismeans that every mode of knowing is concerned, and we know only the interest. Thus the basis of Ecuela ofSuspicion. Hence Bauman in Modernity and ambivalencia pretend, as well as pointing Wellmer, complementthe work undertaken by the leading thinkers of the first generation of the Frankfurt School. Bauman "trywrapping with historical and sociological flesh the skeleton of the Dialectic of Enlightenment". What Baumangives a particular originality while a filiciacin a recognizable and competing philosophical traditions: "first,which originating from Schopenhauer, passes Nietzsche6 to finish reaching Klages and, secondly, that fromHegel, Marx and Weber through, up until the young Lukcs".

    Palabras clave

    Modernidad, individualismo, sociedad, miedo, posmodernidad, globalizacin, Escuela de Frankfurt, Teoracrtica, Dialctica de la Ilustracin, pragmatismo, ironismo, contingencia.

    KeywordsModernity, individualism, society, fear, postmodernism, globalization, Frankfurt School Critical Theory, Dialecticof Enlightenment, pragmatism, ironism, contingency.

    Revista Observaciones Filosficas - N 18 / 2014

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, La Influencia de la Escuela de Frankfurt en Zygmunt Bauman y Richard Rorty: DeLa Teora Crtica a la Modernidad Lquida y el Pragmatismo, en Revista Observaciones Filosficas, N 18 2014 ISSN 0718-3712, Indexado en DOAJ - Directory of Open Access Journals Lund University, http://www.observacionesfilosoficas.net/lainfluenciaescuelafranfurt.htm

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    I.- Parte

    ZYGMUNT BAUMAN: MODERNIDAD LQUIDA, AMBIVALENCIA Y FRAGILIDAD HUMANA

    LA INFLUENCIA DE LA ESCUELA DE FRANKFURT

    Introduccin:

    El influjo del pensamiento de Nietzsche, en los varios niveles de la cultura occidental, se insert enun ambiente espiritual acompaado de otros movimientos, enraizados en el proyecto de una nuevamoralidad y religiosidad postcristianas. Movimientos contemporneos y ligados muchas veces alnietzscheanismo han sido el wagnerismo, el espiritismo y el ocultismo, las sectas antroposficas yteosficas, algunas formas de socialismo o de anarquismo, y grupos anlogos, que buscaban eneste tipo de filosofas, y en las ciencias contemporneas, la justificacin de su visin del mundo y desus prcticas heterodoxas neopaganas. En este contexto Nietzsche influy de modo notable en lapraxis de la psicologa en sus mismos orgenes, an antes y ms fuertemente que en filosofa. Unejemplo claro de ello es Ludwig Klages, uno de los fundadores de la caracterologa y de lagrafologa. La psicologa klagesiana se funda en su pensamiento filosfico nietzscheano que inspir

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    su militancia en crculos teosficos y ocultistas pro-arios y antisemitas -algunos lo consideran comouno de los fundamentos tericos del nacionalsocialismo-. La "psicologa del futuro", si quiere serfecunda, afirma Klages, debe inspirarse en las intuiciones nietzscheanas. Sobre todo, el psiclogodebe, como Nietzsche, superar su misma humanidad, ponindose ms all del bien y del mal,descubriendo la malicia esencial del corazn humano. Para Klages, finalmente, el psicoanlisis esuna versin vulgarizada de la psicologa de Nietzsche. Klages es hoy un autor casi olvidado, tal vezpor su vinculacin con el nacionalsocialismo, y fue vencido por el psicoanlisis. Sin embargo, suinflujo fue grande en sus contemporneos, sobre todo en aquellos dedicados al estudio del carcter.Adems de su discpulo Hans Prinzhorn, podemos nombrar entre los autores que se inspiranenormemente en el caracterlogo alemn a Philipp Lersch, tercer sucesor de Wundt en Leipzig, ydespus profesor en Munich.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    1.- Modernidad lquida y desarraigo afectivo.

    La caracterizacin de la fase tarda de la modernidad como un tiempo lquido la expresin, acuada porZygmunt Bauman8 da cuenta del trnsito de una modernidad slida estable, repetitiva a una lquida flexible, voluble en la que los modelos y estructuras sociales ya no perduran lo suficiente como paraenraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el que, sin darnos cuenta, hemos idosufriendo transformaciones y prdidas como el de la duracin del mundo y sus objetos, vivimos bajo elimperio de la caducidad9 y la seduccin; de la acumulacin no funcional y del individualismo exacerbado fenmenos que han determinando una nueva configuracin de las relaciones humanas, tornndolasprecarias, transitorias y voltiles. Un momento en que se renuncia a la memoria como condicin de untiempo post-histrico. La modernidad lquida esta dominada por una inestabilidad asociada a ladesaparicin de los referentes a los que anclar nuestras certezas.

    Y es que tal vez Lipovetsky tenga razn al sealar que no vivimos el fin de la modernidad, sino por elcontrario, estamos en la era de la exacerbacin de la modernidad, de una modernidad elevada a unapotencia superlativa. Estamos en una era hper: hipercapitalista, de hiperpotencias, hiperterrorismo,hipervacaciones, hiperindividualismos, hipermercados10 De modo que lo que nos tiene que preocupares la fragilizacin de los individuos-. El individuo hipermoderno es libre, pero frgil y vulnerable. Disfruta desu individualismo hedonista y bulmico, pero vive angustiado por la ausencia de referencias.

    La modernidad lquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: los slidos conservan su forma ypersisten en el tiempo: duran, mientras que los lquidos son informes y se transforman constantemente:fluyen. Como la desregulacin, la flexibilizacin o la liberalizacin de los mercados.11

    Zygmunt Bauman muestra cmo la esfera comercial lo abarca todo, cmo las relaciones, "los riesgos yangustias de vivir juntos y separados", son siempre pensadas en trminos de costos y beneficios, deconveniencia. El 'homo economicus' y el 'homo consumens' definen y conforman la sociedad de mercado.Frente a ellos, el 'homo sacer', los habitantes de los campos de refugiados, "obstinada permanencia de loefmero, que puede convertirse un da en el hbitat comn y corriente de todos los habitantes de un planetarepleto y globalizado".12

    Asistimos a lo que Bauman llama el desvanecimiento de todo lo slido en el aire y la permanencia de todolo lquido en la realidad.13 El desencanto(s) que ya analizamos, tiene implicaciones no slo en laconstitucin social sino que incide directamente en todas las manifestaciones sociales. La ausencia de algodefinitivo en el centro de la vida empuja a buscar una satisfaccin momentnea en excitaciones,satisfacciones en actividades continuamente nuevas, lo que nos induce a una falta de quietud y detranquilidad (hasta velar por la seguridad quita la tranquilidad) que se puede manifestar como el tumulto dela gran ciudad, la mana de los viajes, la lucha despiadada contra la competencia, la falta especfica de

    8 BAUMAN, Zygmunt, Modernidad lquida, Editorial Fondo de Cultura Econmica, Mxico DF, 2003.9 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, Baudrillard; Cultura, simulacro y rgimen de mortandad en el Sistema de los objetos.,

    En Cuaderno de Materiales 10 LIPOVETSKY, Gilles, Los tiempos hipermodernos, Editorial Anagrama, Barcelona, 2006.11 BAUMAN, Zygmunt, Modernidad lquida, Editorial Fondo de Cultura Econmica, Mxico DF, 200312 BAUMAN, Zygmunt, Amor Lquido, Sobre la fragilidad de los vnculos humanos,Editorial: F.C.E. Mxico, 2005.13 BAUMAN, Zygmunt, La sociedad sitiada, Editorial : F.C.E. , Buenos Aires, 2004.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    fidelidad moderna en las esferas del gusto, los estilos, las relaciones. La ambivalencia parece ser el estatuto(el sitz im leben: espacio vital) de la recomposicin cultural propia de la era de la globalizacin.

    Es mediante la apelacin a algunos crticos relevantes de la modernidad Freud, Simmel, Adorno,Horkheimer, Shestov, Mller-Hill, Kafka, etc. que Bauman se esfuerza por construir una autntica ontologade la modernidad, as como una fenomenologa crtica de sus implicaciones culturales, morales y polticas, yde sus lmites perfilados por la presencia infranqueable de la ambivalencia, con las que su texto adquiereel rango de una aportacin seera a esta misma tradicin moderna de la sospecha.14 Bauman, apoyado enautores como Horkheimer y Adorno, quienes realizan una crtica demoledora de la Ilustracin y dejanentrever un influjo de desconfianza y pesimismo sobre buena parte de la literatura filosfica europea de lasegunda mitad del siglo XX. Es Horkheimer, uno de los miembros fundadores de la Escuela de Frankfurt,quien desarrolla la teora critica15, a partir del predominio de una racionalidad procedimental a partir de lacual el conocimiento humano no opera segn presupuestos jerrquicos-metafsicos (teora tradicional) sinopragmtico-procedimentales (teora crtica) al interior de las comunidades cientficas y de los contextossocio-culturales del mundo. Esto significa que todo modo de conocer es interesado y, que slo conocemospor el inters. Con lo que sienta las bases de la Ecuela de la Sospecha. De all que Bauman en Modernidady ambivalencia16 pretendiera, como bien lo apunta Wellmer,17 complementar la tarea emprendida por lospensadores ms destacados de la primera generacin de la Escuela de Frankfurt. Bauman intenta envolvercon carne histrica y sociolgica el esqueleto de la Dialctica de la Ilustracin. 18 Lo que dota a Bauman deuna particular originalidad a la vez que de una filiciacin a tradiciones filosficas reconocibles ycontrapuestas: por un lado, la que originndose en Schopenhauer, pasa por Nietzsche19 para acabaralcanzando a Klages20 y, por otro, la que desde Hegel, pasando por Marx y Weber, arriba hasta el jovenLukcs.

    La incertidumbre en que vivimos se corresponde a transformaciones como el debilitamiento de los sistemas

    14 VARGAS, Llus Pla, La modernidad y sus abismos, En Astrolabio. Revista internacional de Filosofa, 2006. N 3.Barcelona. ISSN 1699-7549

    15 HORKHEIMER, Max, Teoria tradicional y Teoria Critica, Ed. Paidos, Barcelona, 200916 BAUMAN, Zygmunt Modernidad y ambivalencia, Anthropos,. Barcelona, 2005, 17 WELLMER, Albrecht, Sobre la dialctica de modernidad y postmodernidad. La crtica de la razn despus de Adorno

    (1985), Visor, Madrid, 1993, pp. 15-16.18 BAUMAN, Zygmunt, Modernidad y ambivalencia, Anthropos, Barcelona, 2005, p. 3919 El influjo del pensamiento de Nietzsche, en los varios niveles de la cultura occidental, se insert en un ambiente

    espiritual acompaado de otros movimientos, enraizados en el proyecto de una nueva moralidad y religiosidadpostcristianas. Movimientos contemporneos y ligados muchas veces al nietzscheanismo han sido el wagnerismo, elespiritismo y el ocultismo, las sectas antroposficas y teosficas, algunas formas de socialismo o de anarquismo, ygrupos anlogos, que buscaban en este tipo de filosofas, y en las ciencias contemporneas, la justificacin de su visindel mundo y de sus prcticas heterodoxas neopaganas. En este contexto Nietzsche influy de modo notable en la praxisde la psicologa en sus mismos orgenes, an antes y ms fuertemente que en filosofa. Un ejemplo claro de ello esLudwig Klages, uno de los fundadores de la caracterologa y de la grafologa. La psicologa klagesiana se funda en supensamiento filosfico nietzscheano que inspir su militancia en crculos teosficos y ocultistas pro-arios y antisemitas-algunos lo consideran como uno de los fundamentos tericos del nacionalsocialismo-. La "psicologa del futuro", siquiere ser fecunda, afirma Klages, debe inspirarse en las intuiciones nietzscheanas. Sobre todo, el psiclogo debe, comoNietzsche, superar su misma humanidad, ponindose ms all del bien y del mal, descubriendo la malicia esencial delcorazn humano. Para Klages, finalmente, el psicoanlisis es una versin vulgarizada de la psicologa de Nietzsche.Klages es hoy un autor casi olvidado, tal vez por su vinculacin con el nacionalsocialismo, y fue vencido por elpsicoanlisis. Sin embargo, su influjo fue grande en sus contemporneos, sobre todo en aquellos dedicados al estudiodel carcter. Adems de su discpulo Hans Prinzhorn, podemos nombrar entre los autores que se inspiran enormementeen el caracterlogo alemn a Philipp Lersch, tercer sucesor de Wundt en Leipzig, y despus profesor en Munich.

    20 KLAGES, L., Los fundamentos de la caracterologa, Paids, Buenos Aires, 1965, pp. 306-307.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    de seguridad que protegan al individuo y la renuncia a la planificacin de largo plazo: el desarraigo afectivose presentan como condicin del xito. Esta nueva (in)sensibilidad exige a los individuos flexibilidad,fragmentacin y compartimentacin de intereses y afectos, se debe estar siempre bien dispuesto aabandonar compromisos y lealtades. Bauman se empea en mostrar cmo la esfera comercial lo impregnatodo, que las relaciones se miden en trminos de costo y beneficio de liquidez en el estricto sentidofinanciero.

    2.- Individualismo y privatizacin.

    El incremento del individualismo y el incremento de la proteccin de las formas de la vida privada de lapropiedad privada, del domicilio privado se ve reforzado por el el desarrollo de la tecnologa digital, con suposibilidades telemticas. La proliferacin de los computadores personales en los hogares medios delcontinente est alterando drsticamente los modos de convivencia o de enclaustramiento en nichospersonales, estaciones de trabajo, o bnkeres del entretenimiento solitario. Una expansin muy parecida ala de los televisores hace 5 o 6 dcadas.

    La exploracin de nuevos mundos, el vrtigo de las nuevas carreteras de la informacin nos permitentraspasar fronteras y gozar de una hiperconectividad que propicia la comunicacin con alejados individuosde todo el orbe, pero que paradojalmente limita nuestros lazos afectivos familiares y fragmenta nuestrosespacios de relacin cotidiana. La complejidad del ser humano se disgrega en un contacto instrumental querehuye la franquicia del cara a cara.

    La relacin de alteridad, cara a cara, a la que tambin se refiere Levinas, es una relacin tica originaria,fundante de la afectividad y que se expresa a travs de la imagen, a travs del rostro que me mira y mereclama, sin que pueda olvidarle, sin que pueda dejar de ser responsable de su miseria.21

    As para Levinas el rostro, y en particular la mirada, es el principio de la conciencia emotiva, ya que laidentidad slo puede constituirse a partir de la mirada del otro; frente a ella develamos nuestra frgildesnudez, nos volvemos vulnerables y comprensibles, somos traspasados.

    As el ser humano no puede entenderse ni ser entendido sino en una compleja red de relaciones,constituidas por miradas que se entrecruzan con otras, en un entorno amueblado por signos identitarios dediverso orden y registro, por la fisionoma del rostro, por el acento de un gesto facial.

    Llega un momento en que los individuos se retiran habitualmente del campo de intercambio de miradas que los griegos siempre comprendieron tambin como campo de intercambio de palabras a una situacindonde ya no necesitan el complemento de la presencia de los otros, sino que, por decirlo as, son ellosmismos los que pueden complementarse a s mismos.

    Internet se convierte as en un simulacro del encuentro persona a persona en una sociedad donde rozarseen un supermercado o acariciar por la calle al nio de otro puede dar motivos respectivamente para

    21 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Individualismo, modernidad lquida y terrorismo hipermoderno; de Bauman aSloterdijk", En ERRANCIA, La Palabra Inconclusa Revista de Psicoanlisis, Teora Crtica y Cultura, N 3 2012,Universidad Nacional Autnoma de Mxico UNAM. http://www.iztacala.unam.mx/errancia/v3/errancia_3.html

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    disculparse o para ser sospechoso de desorden sexual.

    En lugar de relaciones, en la modernidad lquida, debe hablarse de conexiones. A diferencia derelaciones o pareja y categoras semejantes que enfatizan el compromiso mutuo y excluyen su opuesto,el descompromiso, la red representa una matriz que conecta y desconecta a la vez. No es sino elsolipsismo de la navegacin por la Web.

    Bauman en su anlisis de las relaciones humanas en la sociedad globalizada, profundiza en las paradojasdel eros contemporneo, siempre temeroso de establecer lazos fuertes. La angustia ambivalente del querervivir juntos y separados es lo que constituye la actual condicin humana, la del sexo sin compromiso delas parejas semiadosadas.

    3.- Estados transitorios y voltiles de los vnculos humanos.

    Junto al individualismo podemos reconocer tambin como nota caracterstica de nuestras sociedades delconsumo, la alienacin del trabajo y la degradacin de los sin empleo. Bauman se vale de conceptos tanprovocadores como el de desechos humanos para referirse a los desempleados (parados), que hoy sonconsiderados gente superflua, excluida, fuera de juego. Hace medio siglo los desempleados formabanparte de una reserva del trabajo activo que aguardaba en la retaguardia del mundo laboral una oportunidad.Ahora, en cambio, dado el desarrollo tecnolgico se habla de excedentes, lo que significa que la gente essuperflua, innecesaria, porque cuantos menos trabajadores haya, mejor funciona la economa. Para laeconoma sera mejor si los desempleados desaparecieran. De acuerdo a esta racionalidad utilitarista, en laactual produccin social los ciudadanos pobres se corresponderan con los de residuos que las fbricasvierten en sus entornos creando tasas de contaminacin. Los pobres son detritus, se abandonan comostocks improductivos en las aceras, quedan quietos en las esquinas de las barriadas perifricas. Sealcoholizan en los suburbios, forman parte del aire txico de los cordones industriales. Estn ah comoparte del sistema competitivo. El nmero de ricos parece gestarse a partir del nmero de pobres.Materialmente son un efecto de la produccin, moralmente son una consecuencia que el escrutinio delmercado aplica sobre la heterogeneidad de los seres humanos.22

    Es el Estado del desperdicio, el pacto con el diablo: la decadencia fsica, la muerte es una certidumbre queazota.23 Es mejor desvincularse rpido, los sentimientos pueden crear dependencia. Hay que cultivar el artede truncar las relaciones, de desconectarse, de anticipar la decrepitud, saber cancelar los contratos atiempo.

    El alto grado de competitividad en vida social, en los confrontaciones deportivas, en las carrerasuniversitarias de mayor prestigio, en el consumo, se corresponde con la agresividad del talante empresarialque domina nuestras sociedades.

    4.- Decrepitud; estados transitorios y voltiles.

    22 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, Zygmunt Bauman: Modernidad Lquida y Fragilidad Humana, En NMADAS,Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas - Universidad Complutense de Madrid, N 19 2008 (I), pp. 309-316,

    23 BAUMAN, Zygmunt, Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias. Barcelona. Paids Ibrica. 2005.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    El amor, y tambin el cuerpo decaen. El cuerpo no es una entelequia metafsica de nietzscheanos yfenomenlogos. No es la carne de los penitentes ni el objeto de la hipocondra diettica. Es el jazz, el rock,el sudor de las masas. Contra las artes del cuerpo, los custodios de la vida sana hacen del objeto la pruebadel delito. La mercanca, el objeto malo de Mlanie Klein aplicado a la economa poltica, es la extensindel cuerpo excesivo. Los placeres objetables se interpretan como muestra de primitivismo y vulgaridadmasificada.

    Quin soy? Esta pregunta slo puede responderse hoy de un modo delirante, pero no por el extravo de lagente, sino por la divagacin infantil de los grandes intelectuales. Para Bauman la identidad en estasociedad de consumo se recicla. Es ondulante, espumosa, resbaladiza, acuosa, tanto como su montonametfora preferida: la liquidez. No sera mejor hablar de una metfora de lo gaseoso? Porque lo lquidopuede ser ms o menos denso, ms o menos pesado, pero desde luego no es evanescente. Serapreferible pensar que somos ms bien densos como la imagen de la Espuma que propone Sloterdijk paracerrar su triloga Esferas, all con la implosin de las esferas se intenta dar cuenta del carcter multifocalde la vida moderna, de los movimientos de expansin de los sujetos que se trasladan y aglomeran hastaformar espumas donde se establecen complejas y frgiles interrelaciones, carentes de centro y enconstante movilidad expansiva o decreciente24.

    La imagen de la espuma25 es funcional para describir el actual estado de cosas, marcado por el pluralismode las invenciones del mundo, por la multiplicidad de micro-relatos que interactan de modo agitado, ascomo para formular una interpretacin antropolgico-filosfica del individualismo moderno. Con elloEspumas responde a la pregunta de cul es la naturaleza del vnculo que rene a los individuos, formandolo que la tradicin sociolgica llama sociedad, el espacio interrelacional del mundo contemporneo.

    Nuestras comunidades son artificiales, lquidas, frgiles; tan pronto como desaparezca el entusiasmo de susmiembros por mantener la comunidad sta desaparece con ellos. No es posible evitar los flujos, no sepueden cerrar las fronteras a los inmigrantes, al comercio, a la informacin, al capital. Hace un ao miles depersonas en Inglaterra se encontraron repentinamente desempleadas, ya que el servicio de informacintelefnico haba sido trasladado a la India, en donde hablan ingls y cobran una quinta parte del salario.

    24 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, Peter Sloterdijk; espumas, mundo poliesfrico y ciencia ampliada de invernaderos", EnKONVERGENCIAS, Revista de Filosofa y Culturas en Dilogo, N 16 - 2007, Capital Federal, Argentina, pp. 217-228.

    25 SLOTERDIJK, Peter, Esferas III , Espumas, Editorial Siruela, Barcelona, 2005

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    II.- Parte

    RICHARD RORTY Y EL IRONISMO LIBERAL: DE LA TEORA CRTICA AL PRAGMATISMONORTEAMERIACANO.

    1.- Horkheimer y el debate hermenutico

    Debemos a la Escuela de Frankfurt la tematizacin de la diferencia entre una racionalidad de losfines y una meramente instrumental. La racionalidad instrumental ha otorgado continuidad y fortaleza a losms diversos modelos de poder poltico, postergando las posibilidad de genuina emancipacin. Lanecesidad de cuestionar estos procesos condujo necesariamente a una crtica profunda y exhaustiva de larazn, lo que constituye el rasgo principal de la llamada Teora Crtica de la Escuela de Frankfurt.

    El concepto de razn instrumental posee as un carcter de denuncia que descalifica el sentido dominantede la racionalizacin social en la cultura moderna. En una definicin (ya clsica) Max Weber considera asta la razn instrumental como una accin subjetivamente racional con arreglo a fines 26 , cuya funcinracionalizadora presenta la impronta opaca de lo puramente tcnico y pragmtico... Slo nos quedan purasrelaciones tcnicas vivivimos en un mundo desencantado donde todo funciona y esto es precisamente loinhspito, que todo funciona y que el funcionamiento lleva siempre a ms funcionamiento y que la tcnicaarranca al hombre de la tierra cada vez ms y lo desarraiga.27 As, aunque el mecanicismo, como esenciacultural, se revele considerablemente eficaz en el mbito tecnolgico, adquiere sin embargo una dimensinsiniestra cuando oficia como principio de la integracin social, pues entonces se reduce a un mero ejerciciode expansin totalitaria del orden poltico. Como seala Jacobo Muoz, se trata en este caso de unapseudorracionalizacin cuyo costo anmico resulta incalculable y que se traduce en ese intento deadaptarse u homogeneizarse, al que el individuo se ve constantemente forzado.28 La adaptacin oacomodacin amenaza convertirse, bajo el predominio social de la racionalidad instrumental, en el criterionico al que puede acogerse cualquier comportamiento subjetivo, en tanto que la idea de progreso como finen s fomenta el continuo espejismo de que la realidad establecida es al mismo tiempo el ideal al quepodemos aspirar. Esta paradoja abismal, de estirpe kafkiana, fue sealada por Horkheimer29 como el rasgocaracterstico de la cultura contempornea y el principal obstculo al que se enfrenta hoy el pensamientocrtico de aspiraciones radicales.

    Una sntesis de las disposiciones esenciales de la llamada Teora Crtica de la Escuela de Frankfurt pone derelieve la relevancia y persistencia de la nocin de dialctica de la Ilustracin, por la que se manifiesta,como carcter constitutivo de la cultura moderna, el enlace entre racionalizacin productiva y deformacininstrumentalista de las relaciones sociales.

    Ahora bien es Max Weber quien advierte el carcter dialgico de la relacin existente entre infraestructura

    26 WEBER, Max, La tica protestante y el espritu del capitalismo, Ed. Pennsula. Barcelona. 1979.27 MUOZ, Jacobo, Figuras del desasosiego moderno, Encrucijadas filosficas de nuestro tiempo, A, Machado Libros, S.

    A., Madrid, 2002, p. 71.28 MUOZ, Jacobo, Lecturas de filosofa contempornea, Ariel, Barcelona, 1984, p. 12729 Cf. HORKHEIMER, M. (1969), caps. I y II. 289

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    econmica y supraestructura ideolgica. Esto marca una diferencia no menor con el marxismo ortodoxo30,que, en cambio, haba optado por continuar la defensa de la separacin rgida entre ciencia e ideologa, enparte por una cuestin de consistencia terica y en otra parte por una cuestin de consecuencia poltica.

    Es precisamente la pretensin epistemolgica la que nos permite entender por qu a Marx hay queconsiderarlo an como un pensador de la modernidad: Marx considera que con el mtodo31 adecuado [elmaterialismo histrico] se puede penetrar profundamente en el ncleo mismo de lo real. Desde esepretendido ncleo de lo real puede denunciarse cientficamente que toda 'construccin' [aparato]explicativa(o) que no se derive de l, es una forma ilusoria, un engao. Es desde la infraestructuraeconmica desde donde se pretende hacer ciencia; cualquier otra cosa no es ms que ideologa, y portanto, la ideologa no puede ser sino un enmascaramiento de la realidad, una legimitacin del ordenestablecido que se juega estrictamente en el plano de lo econmico y lo productivo.

    Ahora bien son los primeros escritos de Horkheimer32 los que, dentro de la mejor tradicin marxista, sehacen cargo de la crtica a la metodologa de las "ciencias del espritu", desarrollando un mtodo crticoexplicativo, en el sentido de Marx. Lo que da actualidad a Horkheimer es, precisamente, esta forma deentender el mtodo. En un momento en que cobra auge el debate hermenutico la posicin de Horkheimerpermite enfrentar desde una perspectiva crtica -y con ello refutar- varios tipos de hermenuticas"antifundamentalistas" como las de Rorty, Vattimo y Gadamer. Autores que desde posiciones escpticas,adoptan el capitalismo como supuesto de sus posiciones filosficas.

    Dentro de esta corriente neoconservadora se puede incluir a autores como Daniel Bell, Jean Baudrillard,Hans Georg Gadamer, Richard Rorty y ltimamente a ex marxistas como Gianni Vattimo. En general,autores que plantean una visin desencantada de la modernidad. Se trata de conceptos que se reducen aposiciones apocalpticas, pesimistas (quejas y aoranzas sobre aquello que habramos perdido con lamodernidad) o puramente conformistas (elogios al capitalismo y a la democracia liberal).

    Lo que esencialmente nos plantean los filsofos como Rorty, Gadamer y Vattimo, es la idea de que es apartir de lo local cmo se determina la vida de las sociedades, es decir, todo lo que apela a un saber local yno ya a una verdad universal. Este planteamiento no tiene en s nada de reprochable. Sin embargo, locriticable es el intento de generalizacin ilegtima. En el caso de Rorty por ejemplo, la formulacin del saberlocal implica una extensin al resto del mundo del modelo de la democracia liberal estadounidense. Aqutenemos una clara posicin relativista absoluta que hemos llamado un "caso tpico de posmodernismoconservador". Aceptar la tesis de que toda verdad depende fundamentalmente de un contexto socialparticular, significa necesariamente postular una defensa incondicional del relativismo, abandonando eluniversalismo. Pero para nosotros, tan falso es este relativismo absoluto como el postular un universalismoabstracto.

    30 Ha sido Popper* quien ha sealado que el marxismo es ciencia en la misma medida como lo es el psicoanlisis queriendo decir con ello, que ninguno realmente lo es. An cuando el enfoque de Wittgenstein acierte en completar estejuicio, sealando que de l no debe desprenderse que (al menos en lo referido al psicoanaisis) de l no puedandesprenderse observaciones iluminadoras en el mbito antropolgico cultural. Precisamente lo que molestaba aWittgenstein era que el psicoanalisis se presentar como ciencia escondiendo como ms tarde dir Sloterdijk sussecretos origenes magolgicos que lo emparentan con un linaje de estudios medico-magneopaticos y alotecnolgicosque Sloterdijk denomina los secretos bizarros de Freud. [*Karl Popper, en La sociedad abierta y sus enemigos analiz lo que llama profecas marxistas, segn su opinindesmentidas por la historia. Popper escribi tambin un ensayo crtico con las pretensiones del marxismo comociencia de la historia, considerando que incurre en lo que llama historicismo.]

    31 Marx desarrolla sus estudios econmicos e histricos usando el mtodo del materialismo histrico. 32 Horkheimer, H., "Teora tradicional y teora crtica", en Teora crtica.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    Richard Rorty postul que no podemos escapar de la contingencia, del contexto casual de circunstancias yprejuicios, que no existe un hechos exentos de interpretacin; slo podemos movernos en medio de juegoslingsticos locales. El objetivo de la filosofa y de nuestros esfuerzos intelectuales se debe abocar aaceptar y reconocer serenamente la contingencia y a convertirnos en ironistas liberales, ciudadanospragmticos, tolerantes y mejor dispuestos al atractivo de la racionalidad instrumental33, programa, al cualno se le puede negar un dejo de elegante cinismo, aunque su valor radica precisamente en su carctermodesto y local (egoista) frente a las demandas del deber, de la antigua tica maximalista, donde elformalismo del imperativo categrico y el rigorismo kantiano no es, sino la versin secular del cristianismo.As, con Rorty, y coincidedentemente con Lipovetsky en su Crepsculo del deber, la tica se tornaindolora en los nuevos tiempos democrticos, deviniendo slo en algunos imperativos blandos, relativas a locosmtico y privado se emplaza una tica de mnimos o para decirlo en terminos rortianos una esperanzaegosta comn.34

    En la posibilidad que el individuo incluya en sus deseos particulares, la esperanza de disminuir elsufrimiento y la humillacin poltica, el sujeto rortyano se ubica en el punto de encuentro entre el espaciode lo pblico y lo privado. Sin embargo, no lo hace en el modo de la conmensurabilidad entre estas dosesferas, en el sentido especfico de que ambas encuentren unidad y fundamentacin en alguna esencia onaturaleza humana; por el contrario, aunque son pensables y, de hecho, ocurren inseparablemente en lavida real de los individuos, dichas esferas slo pueden ser asumidas en su inconmensurabilidad.

    Lo que intenta Rorty es, dicho con claridad, reformular las esperanzas liberales, pero emancipadas deracionalismos y universalismos; de esa forma considera que los seres humanos no pueden encontrarsignificado a sus vidas y organizaciones, ms all de otras inspiraciones igualmente contingentes.

    De manera que, concebir una comunidad liberal implica ser consecuentes con la propuesta de Wittgensteinpor la cual todo lxico es creacin humana, herramienta para crear cultura, sociedad, poesa, ciencia yretrica.

    Sin embargo, esto, que efectivamente conducira a la total relatividad en las posibilidades dado que noexiste una esencia humana a la base de la socializacin a la cual deba responderse, permite una profundainconmensurabilidad, ya no entre lo pblico y lo privado, sino en la diversidad de concepciones entre lopblico y lo pblico. Cul sera entonces la apuesta de dicha comunidad y qu implicaciones conllevara,dado que slo se permitira a ella misma una redescripcin con la cual quisiera comprometerse, enconciencia de su contingencia?

    Si Rorty puede ser clasificado como sustancialista, ser en el sentido de que ofrece un contenido concretode la moralidad, el de la democracia occidental contempornea, la cual, como se ha visto, si bien resultaaplicable en el plano privado, no puede trasladarse a los fines sociales o polticos del liberalismo.

    El peligro de los totalitarismos y toda actitud intransigente radica en la posibilidad que amenaza a una ideade volverse ideologa; tal acechanza puede ser descrpita como la tendencia o tentacin -de querer

    33 RORTY, Richard Solidaritt oder Objektivitt? Drei philosophische Essays (Solidaridad u objetividad? Tres ensayosfilosficos). Reclam, Stuttgart, 1988, p. 5 sq., 70, 108; Rorty, Contingency, Irony and Solidarity, Cambridge: CambridgeU. P. 1989, passim.

    34 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Pragmatismo y poltica en Rorty; la construccin del espacio pblico". En AstrolabioRevista internacional de filosofa N 2 2006 - Universidad de Barcelona URL:http://www.ub.es/astrolabio/Articulos2/Victor.vasquez.rocca.pdf

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    transformar nuestro lxico ltimo o premisas fundamentales (sistema de ideas y creencias) en un lxicotrascendental, una verdad objetiva que queremos imponer a otros, siendo pues -de este modo- lapretensin de objetividad slo un argumento para obligar, esto es un intrincado mecanismo ideolgico. Elpragmatismo, en este punto, puede sintetizarse como un rechazo de la nocin de verdad objetiva. Laverdad, para el pragmatismo, es circunstancial, aunque no completamente relativa sino resultado de unacuerdo o convencin. Esta filosofa critica tambin la idea de una racionalidad ahistrica, capaz de definirde antemano el carcter de lo que es moral y de lo que no lo es, y finalmente rechaza la pretendida"objetividad" de los hechos y de las explicaciones que de ellos nos forjamos. Lo que esta todava encuestin con se ha advertido es en qu medida las aspiraciones del pragmatismo puedancorresponderse con las efectivas prcticas polticas y tecnocientficas que identifican hoy a lonorteamericano. De hecho, Rorty mismo da cuenta de esa incertidumbre.

    El antiesencialismo y el antifundamentalismo de Rorty, que ataca la Filosofa entendida como bsquedaprivilegiada de fundamentos, est en la base de su renuncia al puesto de profesor de filosofa y su paso aprofesor de humanidades, ya que sita la filosofa junto con la crtica literaria, la poesa, el arte y otrasformas de la actividad humanstica, y abandona toda pretensin de un acceso privilegiado a la verdad.35

    Esto no constituira problema alguno si no mediara el concepto de verdad. Toda ideologa -y todo sistema-se propone como verdadero. Es decir, como explicacin verdadera. De qu? Del mundo? No (tengamosen cuenta que el mundo siempre se dice dentro de un sistema): como explicacin de un mundointerpretado: el universo que se ha urdido a partir de una serie de conceptos cuya validez y referencialidadno se cuestionan.

    2.- Rorty: Lxico ltimo e ironismo liberal .

    En Contingencia, irona y solidaridad36 Rorty sostiene que los sujetos llevan consigo una serie de palabrasque les permiten justificar sus acciones, creencias y vida, son las palabras con las que narramosprospectiva o retrospectivamente nuestras vidas, este conjunto de palabras las define como lxico ltimo.

    Rorty entiende por lxico ltimo aquel conjunto de palabras que (los seres humanos) emplean parajustificar sus acciones, sus creencias y sus vidas y aclara que es ltimo en el sentido de que si seproyecta una duda acerca de la importancia de esas palabras, el usuario de stas no dispone de recursosargumentativos que no sean sino circulares.

    Un lxico ltimo se compone de trminos como Cristo, Inglaterra, La Revolucin, El Libre Mercado,etc. El ironista trata tambin a ciertos autores no como canales annimos que conducen a ciertas creencias,sino como emblemas o abreviaturas de determinados lxicos ltimos y de sus filiaciones afectivas. Es elcaso de Nietzsche, Friedman, Toms de Aquino, Sade, Teresa de Calcuta y de otros nombres quesoportan todo un imaginario de resonancias ideolgicas. El Hegel ms tardo se convirti en el nombre de

    35 La idea de que la filosofa puede confirmar o desacreditar las pretensiones de conocimiento de la ciencia, la tica, el arteo la religin es una construccin histrica que debe ser rechazada de plano. Si la filosofa se transform en una especiede tribunal de la cultura es porque se adjudic una "comprensin especial de la naturaleza del conocimiento y de lamente" que hoy resulta ilegtima. Los filsofos dice Rorty no tienen un conocimiento peculiar, superior, que puedaconducirlos sin obstculos hacia afirmaciones ms ciertas o seguras.

    36 RORTY, Richard, Contingencia, irona y solidaridad, Ed. Paids, Barcelona, 1996, Cp. Irona privada y esperanzaliberal.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    un lxico as, y Kierkegaard y Marx se han convertido en nombres de otros tantos.

    Para evitar todo dogmatismo (integrista) e intransigencia (poltica) se hace necesario percibir lacontingencia de nuestro lenguaje de deliberacin moral, as como para evitar el etnocentrismo se requierereconocer el carcter puramente local de los usos y creencias de nuestra comunidad; esto es, convenir enque no existe ningn metalxico trascendental.37 Ello hace del ironista liberal figura paradigmtica de latolerancia y respeto mutuo una persona incapaz de tomarse demasiado en serio a s misma porque sabeque siempre los trminos con que se describe a s misma estn sujetos a cambio, porque sabe siempre dela contingencia y fragilidad de sus lxicos ltimos y, por tanto de su yo38. El ciudadano democrtico deRorty es el ironista, los ciudadanos de su sociedad liberal son las personas que perciben la contingencia desu lenguaje de deliberacin moral, conciencia y comunidad.39

    La figura paradigmtica es el ironista liberal quien piensa que los actos de crueldad son lo peor que sepuede hacer y quien combina el compromiso con una comprensin de la contingencia de su propiocompromiso y he aqu la irona.

    La irona anida y deja su huella en el vocabulario de una lengua. Hay palabras cuya funcin es, como enpoltica, restringir la asercin que se est haciendo o incluso significar lo contrario de lo que dicen. Un claroejemplo de esta cuestin es el decir que no hay cosa ms incierta que la edad de las seoras que se dicende cierta edad. O en la mordaz observacin de que decimos seguramente cuando estamos todo menosseguros de algo. En este sentido no hay expresin ms genuinamente socrtica que la palabra quiz.Precisamente estableciendo una comparacin entre las interpretaciones de la irona histricamente msdestacadas, cabe decir que mientras la sabidura socrtica desconfa tanto del conocimiento de s mismocomo del conocimiento del mundo y llega al saber de su propia ignorancia, la irona romntica aniquila elmundo para tomarse ms en serio a s misma.40

    Ironizar acerca de la propia vida no es algo simple, sobre todo cuando la propia vida se entiendeafectivamente. Por ello se requiere una falta total de complacencia, una modestia particularmente exigente,y la decisin inconmovible de llegar, si es preciso, hasta el sacrilegio41 para poner en ejercicio la irona42,entendida sta como un radical desprendimiento de s mismo.

    El hombre irnico se identifica con esa misma capacidad de rerse de s mismo, una capacidad que pondra prueba no solamente con su propio lxico, sino tambin con sus sentimientos los cuales no son, endefinitiva, tan independientes de nuestro lxico como solemos creer y con sus actos. La irona, llevada alextremo de recaer sobre s misma, coincidira con el estado de nadificacin que caracteriza ciertos caminosmsticos en su fase final.

    Para Rorty la irona tiene indudablemente un carcter epistemolgico desde el momento en que con ellonombra la relacin que mantiene cierto tipo de persona con los valores fundamentales de su cultura o, en laterminologa de Rorty, con su lxico ltimo. Dado que todo cdigo de comportamiento se establece deacuerdo con esos valores, no puede negarse que la irona tiene tambin un carcter tico. Ahora bien, el

    37 MAILLARD, Chantal, La Razn Esttica, Ed. Alertes, Barcelona, 1998, p. 28.38 RORTY, Richard, Contingencia, irona y solidaridad, Ed. Paids, Barcelona, 1996, p. 92.39 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, Rorty: pragmatismo, ironismo liberal y solidaridad, En A Parte Rei Revista de la

    Sociedad de Estudios Filosficos de Madrid N 39 2005. http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/vasquez39.pdf40 JANKELEVITCH, W. La irona, Ed Taurus, Madrid, 1982, 41 Ibid. p. 2442 Ibid. p. 24

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    ironista epistemolgico es definido por Rorty como aquel que como hemos sealado - tiene serias dudasacerca de su propio lxico, y la certeza de que esas dudas no podrn disiparse con argumentos quepertenezcan al mismo lxico, ni tampoco, por supuesto, con argumentos pertenecientes a lxicos ajenos.Los distintos caminos metafricos se le ofrecen al ironista como caminos equivalentes entre los cuales nocabe mejor eleccin posible, dado que no existe ningn metalxico referencial43. Ello hace del ironista unapersona incapaz de tomarse en serio a s misma porque sabe que siempre los trminos con que sedescribe a s misma estn sujetos a cambio, porque sabe siempre de la contingencia y fragilidad de suslxicos ltimos y, por tanto de su yo44.

    Rorty, como queda claro, emplea el trmino ironista para designar a quienes reconocen la contingencia yfragilidad de sus creencias y deseos ms fundamentales. Los ironistas liberales son personas que entreesos deseos imposibles de fundamentar incluyen sus propias esperanzas.

    As pues, en el concepto de Rorty la sensibilidad postmoderna queda caracterizada por el ironismo, esdecir por la actitud caballeresca y distante que el intelectual mantiene hacia las propias creencias, mientrasque la masa, para quien tal irona pudiera resultar un arma demasiado subversiva, seguir saludando a labandera y tomndose la vida en serio45.

    Para los ironistas, seala Rorty46, nada puede servir como crtica de un lxico ltimo salvo otro lxicosemejante; no hay respuesta a una redescripcin salvo una re-re-redescripcin. Nada puede servir comocrtica de una persona salvo otra persona, o como crtica de una cultura, salvo otra cultura alternativa, pues,como se ha sealado, personas y culturas son lxicos encarnados. Por eso nuestras dudas acerca denuestros caracteres o de nuestra cultura slo pueden ser resueltas o mitigadas mediante la ampliacin denuestras relaciones y nuestras perspectivas, del alcance de nuestra mirada. La mejor manera de hacerlo esla de leer libros o ver obras cinematogrficas, por lo cual los ironistas pasan la mayor parte de su tiempoprestando ms atencin a las obras literarias y cinematogrficas que a las personas reales. Los ironistastemen quedar atascados en el lxico en que fueron educados si slo conocen gente del vecindario, demanera que intentan trabar conocimiento con personas desconocidas (Alcibades, Gregor Samsa, WinstonSmith), familias desconocidas (los Karamazov, Rocco y sus hermanos) y comunidades desconocidas (loscaballeros teutnicos, la polica del pensamiento del Londres de 1984, los obreros de Metrpolis.47

    La solidaridad humana vendr, as, en manos de Rorty desprendida de su carcter universal y racional.Para l, la solidaridad humana slo puede entenderse con referencia a aquel con el que nos expresamosser solidarios, con la idea es uno de nosotros, en donde el nosotros es algo mucho ms restringido y mslocal que la raza humana. Esto tiene su razn de ser en que los sentimientos de solidaridad dependennecesariamente de las similitudes y las diferencias que nos den la impresin de ser las ms notorias, y lanotoriedad estar a final de cuentas en funcin de ese lxico ltimo histricamente contingente.48 De estamanera la solidaridad humana para el ironista liberal, figura central de la sociedad liberal de Rorty, no escosa que dependa de la participacin en una verdad comn o en una meta comn, sino cuestin decompartir una esperanza egosta comn: la esperanza de que el mundo de uno las pequeas cosas en

    43 MAILLARD, Chantal, La Razn Esttica, Ed. Alertes, Barcelona, 1998, p. 28.44 RORTY, Richard, Contingencia, irona y solidaridad, Ed. Paids, Barcelona, 1996, p. 92.45 EAGLETON, Ferry, Ideologa; una introduccin, Ed. Paids, Barcelona, 1997, p. 31.46 RORTY, Richard, Contingencia, irona y solidaridad, Ed. Paids, Barcelona, 1996, pp. 98.47 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Rorty: pragmatismo, ironismo liberal y solidaridad", En A Parte Rei N 39, 2005,

    Madrid. URL: http://serbal.pntic.mec.es/%7Ecmunoz11/vasquez39.pdf48 RORTY, Richard, Objetividad, relativismo y verdad, Paidos, Barcelona, 1996. 207-211.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    torno a las cuales uno ha tejido el propio lxico ltimo no ser destruido.49

    Aqu se debe notar nuevamente que este planteamiento de Rorty se resigna a la discontinuidad entre loprivado y lo pblico. Los seres humanos, segn Rorty, debemos decidir dos cosas distintas. Por una parte,cmo vivir nuestra vida. Por otra, cmo organizar la convivencia.

    Para Rorty ser, por otra parte, con literatura o la ficcin narrativa, con lo que se llena el vaco de lasreflexiones descontextualizadas sobre el carcter moral de las acciones humanas, al modo deformulaciones eticas abstractas como el imperativo categrico de la tica formalista de Kant. Ya no sebusca ni alcanza (para mover a la empata) de formulaciones abstractas y vacas, sino de referencia aexperiencias humanas concretas, como el dolor o la traicin las que al ser compartidas, genere lanecesaria empata desde la cual se geste la solidaridad y la compasin.

    Es importante insistir en que Rorty cree que esta persuasin a ser solidarios y compasivos no ha de tenerlugar a travs de la argumentacin filosfica no hay fundamentacin ltima alguna en la preocupacin porla justicia sino a travs de las redescripciones de la metafsica como irona, y de sta la irona comocompatible con el liberalismo. Contingencia, irona y solidaridad no pertenece, por lo tanto, al gnero de lafilosofa sino ms bien al de la crtica literaria que, para Rorty, es la nica forma de discurso que puedetener relevancia moral en nuestra cultura posfilosfica50: la sociedad liberal necesita literatura y no filosofa.

    Rorty, como detractor de los discursos fundacionalistas, afirma la inutilidad de la pregunta por qu sersolidario y no cruel? Slo los telogos y los metafsicos piensan que hay respuestas tericas suficientes ysatisfactorias a preguntas como esta. Por el contrario de lo que se trata es de afirmar que tenemos laobligacin de sentirnos solidarios con todos los seres humanos y reconocer nuestra comn humanidad.Explicar en qu consiste ser solidario no es tratar de descubrir una esencia de lo humano, sino en insistir enla importancia de ver las diferencias (raza, sexo, religin, edad) sin renunciar al nosotros que nos contiene atodos.

    Rorty parte de la doctrina de Williams Sellars de la obligacin moral en trminos de intenciones -nosotroswe- intentions. La expresin explicativa fundamental es la de uno de nosotros equivale a gente comonosotros, un camarada del movimiento radical, un italiano como nosotros.

    3.- El giro narrativo de la tica y la Educacin Sentimental.

    Rorty propone demostrar que la nocin e idea de uno de nosotros tiene ms fuerza y contraste a laexpresin uno de nosotros, los seres humanos. El nosotros significa algo ms restringido y local que laraza humana. De ah entonces que Rorty conciba al individuo, ms bien, como una contingencia histrica.La idea tradicional de solidaridad humana segn la cual dentro de cada uno de nosotros hay algo

    49 VSQUEZ ROCCA, Adolfo, Rorty: Pragmatismo, ironismo liberal y solidaridad, En Revista POLIS, Volumen 4, N11, (2005) publicacin de la Universidad Bolivariana UB y Ed. LOM, Santiago. Polis N 11 (2005) Monogrfico:Gestin del cuerpo y control social, Editor: Centro de Investigacin Sociedad y Politicas Pblicas (CISPO). URL :http://polis.revues.org/588 ; DOI : 10.4000/polis.5881

    50 CRITCHLEY, Simon, Derrida: Ironista privado o liberal pblico?, en Deconstruccin y Pragmatismo, Compilacinde Chantal Mouffe, Ed., Paids, Buenos Aires, 1998, pp. 52 y 53.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    nuestra humanidad esencial que resuena ante la presencia de eso mismo en otros seres humanos sedifumina.

    No existe un componente esencial en razn del cual un ser humano se reconozca como tal, ni existetampoco un tal yo nuclear. No existe esencia, o fundamento o naturaleza humana. El ser humano es algorelativo a la circunstancia histrica, algo que depende de un acuerdo transitorio acerca de qu actitudes sonnormales y qu prcticas son justas o injustas51. Es de esta forma como Rorty afirma la contingencia del serhumano.

    As la solidaridad humana no podr consistir ni fundarse en el reconocimiento de un yo nuclear de laesencia humana en todos presente. Ms bien se la ha de concebir como la capacidad de percibir cada vezcon mayor claridad que las diferencias tradicionales tnicas, polticas, religiosas, sexuales carecen deimportancia cuando se las compara con las similitudes referentes al dolor y la humillacin.

    De all que Rorty sostenga que las principales contribuciones del intelectual moderno al progreso moral sonlas descripciones detalladas de variedades de dolor y humillacin contenidos en novelas e informesetnogrficos ms que los tratados filosficos y religiosos. Pinsese, por ejemplo, en 1984 la novela deOrwell, de la que Rorty realiza un prolijo anlisis.52

    La literatura seala Rorty contribuye a la ampliacin de la capacidad de imaginacin moral, porque noshace ms sensibles en la medida en que profundiza nuestra comprensin de las diferencias entre laspersonas y la diversidad de sus necesidades [...] La esperanza va ms bien en la direccin de que, en elfuturo, los seres humanos disfruten de ms dinero, ms tiempo libre, ms igualdad social, y que puedandesarrollar una mayor capacidad de imaginacin, ms empata... la esperanza en que los seres humanos sevuelvan ms decentes en la medida en que mejoran sus condiciones de vida.53

    As pues, la tarea de la ampliacin de nuestras lealtades supone una transformacin sentimental basadaen el desarrollo de emociones como el amor, la confianza, la empata y la solidaridad, slo por esta va seposibilitar un verdadero encuentro de las diferencias culturales.

    En definitiva, ms educacin sentimental y menos abstraccin moral y teoras de la naturaleza humana. Deah que Rorty54, por ejemplo, critique el enorme grado de abstraccin que el cristianismo ha trasladado aluniversalismo tico secular. Para Kant, no debemos sentirnos obligados hacia alguien porque es milans onorteamericano, sino porque es un ser racional. Rorty critica esta actitud universalista tanto en su versinsecular como en su versin religiosa. Para Rorty existe un progreso moral, y ese progreso se orienta enrealidad en direccin de una mayor solidaridad humana.

    Por ello, ms educacin sentimental y moral a travs del desarrollo de la sensibilidad artstica. Debemosprescribir novelas o filmes que promuevan la ampliacin del campo de experiencias del lector, ms auncuando el lector es un poltico, un economista, un trabajador social, un mdico, un empresario, un dictador,o, ms an, cuando se trate de un nio que tenga, como tal, la posibilidad de convertirse en cualquiera deestos tipos humanos reconocibles.

    51 En este sentido debemos traducir la idea de objetividad como intersubjetividad o solidaridad y conocimiento comosolidaridad. Debemos traducir el deseo de objetividad como el deseo de alcanzar el mayor acuerdo intersubjetivoposible. Objetividad ha de entenderse, en definitiva, como acuerdo entre los miembros de nuestra comunidadepistmica y otras comunidades, slo as podr lograrse un dilogo y comunicacin entre todos los participantes.

    52 RORTY, Richard, Contingencia, irona y Solidaridad, Editorial Paids, Barcelona, 1996. 53 RORTY, R., Filosofa y futuro, Barcelona, Gedisa, 2002, pg.158-15954 RORTY, Richard, Contingencia, irona y Solidaridad, Editorial Paids, Barcelona, 1996

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    Este proceso de llegar a concebir a los dems seres humanos como uno de nosotros, y no como ellos,depende de la descripcin detallada de cmo son las personas que desconocemos y de una descripcin decmo somos nosotros. Ello, como se ha aclarado, no es tarea de una teora, sino de gneros como laetnografa, el informe periodstico, los libros histricos, el cine, el drama documental y, especialmente, lanovela. Ficciones como las de Richard Wright o Malcolm Lowry nos proporcionan detalles acerca de formasde sufrimiento padecidas por personas en las que antes no habamos reparado. Ficciones como las deJames o Nabokov55 nos dan detalles acerca de las formas de crueldad de las que somos capaces y, conello, nos permiten redescribirnos a nosotros mismos. Esa es la razn por la cual la novela y el cine poco apoco, pero ininterrumpidamente, han ido reemplazando al sermn y al tratado de tica como principalesvehculos del cambio y del progreso moral. Este reconocimiento rortyano es parte de un giro global encontra de la teora y hacia la narrativa.

    La tica se constituye como reflexin y disciplina precisamente porque la razn humana es incierta, porquelos seres humanos estamos con-viviendo en un mundo interpretado, en un universo simblico, en el quetodo lo que hacemos y decimos se eleva sobre un horizonte de provisionalidad.

    La realidad es inseparable de la ficcin porque es inseparable del lenguaje o de los lenguajes, de la palabrao de las palabras y de los silencios, porque es inseparable de las interpretaciones, porque vivimos en unmundo interpretado en el que nunca nos sentimos seguros.

    Sin una imaginacin literaria no es posible conmoverse ante el mal. La educacin sentimental y literariabusca, pues, formar individuos que sean capaces de indignarse ante el horror. La razn educativa desde elpunto de vista literario es una razn perturbadora, es una razn sensible a la humillacin del otro.

    Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    Doctor en Filosofa por la Pontificia Universidad Catlica de Valparaso; Postgrado Universidad Complutensede Madrid, Departamento de Filosofa IV, Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofa de la PontificiaUniversidad Catlica de Valparaso; Profesor Escuela de Psicologa Universidad Andrs Bello UNAB.Profesor Asociado al Grupo Theoria Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado UCM. EasternMediterranean University - Academia.edu. Director de Revista Observaciones Filosficas. AcadmicoInvestigador de la Vicerrectora de Investigacin y Postgrado, Universidad Andrs Bello. InvestigadorAsociado y Profesor adjunto de la Escuela Matrztica de Santiago dirigida por el Dr. Humberto Maturana.Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovacin para la Competitividad (CNIC). Profesor dePostgrado, Magster en Biologa-Cultural, Escuela Matrztica de Santiago y Universidad Mayor 2014.

    E- Mail: [email protected]

    55 RORTY, Richard, Contingencia, irona y Solidaridad, Cp. 7 La crueldad en Nabokov, pp. 159 a 186.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    BIBLIOGRAFA I PARTE

    BAUMAN, Zygmunt, Miedo lquido. La sociedad contempornea y sus temores, Paidos, Barcelona,2007.

    AUG, Marc, (1993), Los no-lugares: espacios del anonimato, antropologa sobre modernidad, Gedisa:Barcelona.(2001)

    BAUMAN, Zygmunt, (2003), Comunidad, Siglo XXI: Argentina.

    BAUMAN, Zygmunt, (2004), tica postmoderna, Siglo XXI: Argentina.

    BAUMAN, Zygmunt, (2005a), Legisladores e intrpretes. Sobre la modernidad, la postmodernidad y losintelectuales, Universidad Nacional de Quilmes: Argentina.

    BAUMAN, Zygmunt, (2005b), Modernidad lquida, Fondo de Cultura Econmica: Argentina.

    BAUMAN, Zygmunt, (2005c), Amor lquido. Acerca de la fragilidad de los vnculos humanos, Fondo deCultura Econmica: Argentina.

    BAUMAN, Zygmunt, Miedo lquido. La sociedad contempornea y sus temores, Paidos, Barcelona,2007.

    SLOTERDIJK, Peter, Temblores de aire, en las fuentes del terror, Ed. Pre-Textos, Valencia 2003

    BAUMAN, Zygmunt, (2005d), Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias, Paids: Buenos Aires.

    SLOTERDIJK, Peter, Esferas III , Espumas, Editorial Siruela, Barcelona, 2005.

    BECK, Ulrich, (1998), La sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad. Paids: Barcelona.

    KOKOREFF, Michel, (2006), Francia: la poltica de la revuelta. Revista de Cultura . N 121,Argentina.

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    ARTCULOS I PARTE

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, Zygmunt Bauman: Modernidad Lquida y Fragilidad Humana, EnNMADAS, Revista Crtica de Ciencias Sociales y Jurdicas - Universidad Complutense de Madrid, N 19 2008 (I), pp. 309-316, http://www.ucm.es/info/nomadas/19/avrocca2.pdf

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Individualismo, modernidad lquida y terrorismo hipermoderno; de Baumana Sloterdijk", En ERRANCIA, La Palabra Inconclusa Revista de Psicoanlisis, Teora Crtica y Cultura, N 3 2012, Universidad Nacional Autnoma de Mxico UNAMhttp://www.iztacala.unam.mx/errancia/v3/errancia_3.html

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Individualismo, Modernidad Lquida y Desilusin Hipermoderna: DeBauman a Sloterdijk, En Redazione Rosebud Critica, Scrittura, Giornalismo Anno III, DUBLIN,IRELAND, marzo, 2013.http://rinabrundu.com/2013/03/23/filosofia-individualismo-y-modernidad-liquida-y-desilusion-hipermoderna-de-bauman-a-sloterdijk/

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Zygmunt Bauman; Modernidad Lquida y Fragilidad Humana", En RevistaObservaciones Filosficas - N 6 / 2008 - ISSN 0718-3712, PUCV.http://www.observacionesfilosoficas.net/zygmuntbauman.html

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Individualismo, modernidad lquida y terrorismo hipermoderno; de Baumana Sloterdijk", En KONVERGENCIAS, Revista de Filosofa y Culturas en Dialogo, N 17, 2008 - ADEFYCAsociacin de Estudios Filosficos y Culturales, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, pp, 122 - 130.http://www.konvergencias.net/vasquezrocca168.pdf

  • La Influencia de la Escuela de Frankfurt. Dr. Adolfo Vsquez Rocca

    BIBLIOGRAFA II PARTE

    RORTY, Richard, Contingencia, irona y solidaridad, Ed. Paids, Barcelona, 1991.

    RORTY, Richard, Objetividad, relativismo y verdad, Paidos, Barcelona, 1996.

    RORTY, Richard Ensayos sobre Heidegger y otros pensadores contemporneos, Paidos, Barcelona,1996.

    RORTY, Richard, Pragmatismo y politica, Pragmatismo y Poltica. Editorial Paids, Barcelona, 1997.

    RORTY, Richard, Esperanza o Conocimiento? Una introduccin al pragmatismo), Fondo deCultura Econmica, S.A., Buenos Aires 1997.

    RORTY, Richard, Filosofa y futuro, Barcelona, Gedisa, 2002.

    Editor: Adolfo Vsquez Rocca D. Phil, ROF, N 18, 2014

    Como Citar este Artculo:

    VSQUEZ ROCCA, Adolfo, La Influencia de la Escuela de Frankfurt en Zygmunt Bauman y Richard Rorty:De La Teora Crtica a la Modernidad Lquida y el Pragmatismo, en Revista Observaciones Filosficas, N18 2014 ISSN 0718-3712, Indexado en DOAJ - Directory of Open Access Journals Lund University,http://www.observacionesfilosoficas.net/lainfluenciaescuelafranfurt.htm

    I.- Parte