¿Es posible estar fuera de control?
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http://ptqk.wordpress.com/ Suplemento Cultural MUGALARI / Diario GARA 17 de marzo 2007 ¿Es posible estar fuera de control? Cultura audiovisual y vigilancia ¿Es posible estar fuera de control? Con esta pregunta incómoda se da el pistoletazo de salida a la novena edición del festival de cultura audiovisual Zemos98 que se celebrará en varios espacios de Sevilla del 19 al 25 de marzo. “Ya no vivimos rodeados de imágenes, sino que las imágenes viven dentro de nosotros” declaran los organizadores en el texto de presentación. Televisiones digitales, circuitos de videovigilancia, portátiles y móviles con cámara integrada... la maquina de vedere lontano se amplía hasta el punto de que, en la sociedad de la hiper-comunicación, el lujo ya no consiste en estar permanentemente conectados sino todo lo contrario. Apagar la tele, desconectar el móvil, desactivar creativamente los DRM (Digital Rights Management, gestión de derechos digitales) de la computadora, cubrir las cámaras de vigilancia con graffitis o enviar correos electrónicos sobre terrorismo poético son algunas de las ideas que nos sugieren los invitados a Zemos98 para subvertir la ideología de la seguridad. La sección “Panel de Control – Interruptores críticos para una sociedad vigilada”, comisariada en colaboración con la Fundación Rodríguez, propone algunos ejes desde los que abordar la cuestión. Por ejemplo, el de las cámaras de videovigilancia que proliferan en el entorno urbano y que, como muestra el bilbaíno Luis André en Kutxa Beltza, no sólo sirven para gestionar el tráfico de las ciudades sino también para controlar a los flujos humanos que las atraviesan. En esta misma sección, el colectivo de agitadoras vascas Pripublikarrak (un nombre que, en la más pura línea de reivindicación feminista cuestiona los límites entre el espacio público y el privado) añaden un tercer plano al binomio vigilancia/visualidad: el de las relaciones de género. Y lo resuelven, precisamente, prescindiendo del lenguaje visual en beneficio del sonoro. En esta ocasión, ocuparán las ondas radiofónicas y las paredes de algunas calles de Sevilla con el proyecto “Shift Control: el miedo en la construcción de género”, una llamada a la apropiación de los comandos de la sociedad patriarcal “para que en vez de ser dirigidas por otros podamos dirigirnos y construirnos nosotras mismas como sujetos políticos”. Otra de los estrategias de vigilancia que cuestionan los invitados a Zemos98 es el que se refiere a los dispositivos de consumo cultural y entretenimiento como música, películas o videojuegos, cada vez más asociados a los usos de la tecnología en el espacio doméstico. Pensemos, por ejemplo en la nueva versión de Windows que ya no se llama XP (extra-profesional) sino Vista (vocablo latino que sugiere ocio e informalidad, es decir: tiempo libre) e introduce mecanismos anti-copia DMR para evitar la reproducción de música o películas descargadas de la red. O en videojuegos como el popular Second Life que cada vez más empresas utilizan para observar los hábitos de consumo y experimentar nuevas tendencias de mercado. Pero ya sabemos que la relación entre ocio e ideología no es nada nuevo. Flavio Escribano, comisario de la exposición Atari Cold War, también estará en Zemos98 para hablar sobre aquellas primeras videoconsolas de finales de los setenta en las que jóvenes europeos y norteamericanos jugaban (¿virtualmente?) a ganar la Guerra Fría, defender el aparato militar de la OTAN o apoyar el intervencionismo estadounidense en América Latina. Aunque seguramente el dispositivo de vigilancia más difícil de desactivar es el propio estilo de
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¿Es posible estar fuera de control? 8ª EDición del Festival Zemos98. Publicado en Mugalari (diario Gara). 17 de marzo 2007.
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Suplemento Cultural MUGALARI / Diario GARA17 de marzo 2007
¿Es posible estar fuera de control? Cultura audiovisual y vigilancia
¿Es posible estar fuera de control? Con esta pregunta incómoda se da el pistoletazo de salida a la novena edición del festival de cultura audiovisual Zemos98 que se celebrará en varios espacios de Sevilla del 19 al 25 de marzo. “Ya no vivimos rodeados de imágenes, sino que las imágenes viven dentro de nosotros” declaran los organizadores en el texto de presentación. Televisiones digitales, circuitos de videovigilancia, portátiles y móviles con cámara integrada... la maquina de vedere lontano se amplía hasta el punto de que, en la sociedad de la hiper-comunicación, el lujo ya no consiste en estar permanentemente conectados sino todo lo contrario. Apagar la tele, desconectar el móvil, desactivar creativamente los DRM (Digital Rights Management, gestión de derechos digitales) de la computadora, cubrir las cámaras de vigilancia con graffitis o enviar correos electrónicos sobre terrorismo poético son algunas de las ideas que nos sugieren losinvitados a Zemos98 para subvertir la ideología de la seguridad.
La sección “Panel de Control – Interruptores críticos para una sociedad vigilada”, comisariada en colaboración con la Fundación Rodríguez, propone algunos ejes desde los que abordar la cuestión. Por ejemplo, el de las cámaras de videovigilancia que proliferan en el entorno urbano y que, como muestra el bilbaíno Luis André en Kutxa Beltza, no sólo sirven para gestionar el tráfico de las ciudades sino también para controlar a los flujos humanos que las atraviesan. En esta misma sección, el colectivo de agitadoras vascas Pripublikarrak (un nombre que, en la más pura línea de reivindicación feminista cuestiona los límites entre el espacio público y el privado) añaden un tercer plano al binomio vigilancia/visualidad: el de las relaciones de género. Y lo resuelven, precisamente, prescindiendo del lenguaje visual en beneficio del sonoro. En esta ocasión, ocuparán las ondas radiofónicas y las paredes de algunas calles de Sevilla con el proyecto “Shift Control: el miedo en la construcción de género”, una llamada a la apropiación de los comandos de la sociedad patriarcal “para que en vez de ser dirigidas por otros podamos dirigirnos y construirnos nosotras mismas como sujetos políticos”.
Otra de los estrategias de vigilancia que cuestionan los invitados a Zemos98 es el que se refiere a los dispositivos de consumo cultural y entretenimiento como música, películas o videojuegos, cada vez más asociados a los usos de la tecnología en el espacio doméstico. Pensemos, por ejemplo en la nueva versión de Windows que ya no se llama XP (extra-profesional) sino Vista (vocablo latino que sugiere ocio e informalidad, es decir: tiempo libre) e introduce mecanismos anti-copia DMR para evitar la reproducción de música o películas descargadas de la red. O en videojuegos como el popular Second Life que cada vez más empresas utilizan para observar los hábitos de consumo y experimentar nuevas tendencias de mercado. Pero ya sabemos que la relación entre ocio e ideología no es nada nuevo. Flavio Escribano, comisario de la exposición Atari Cold War, también estará en Zemos98 para hablar sobre aquellas primeras videoconsolas de finales de los setenta en las que jóvenes europeos y norteamericanos jugaban (¿virtualmente?) a ganar la Guerra Fría, defender el aparato militar de la OTAN o apoyar elintervencionismo estadounidense en América Latina.
Aunque seguramente el dispositivo de vigilancia más difícil de desactivar es el propio estilo de
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vida de la sociedad informatizada que nos impone un ritmo de consumo de información que raya lo post-humano. Casi toda la música y el cine contemporáneos están disponibles en apenas unos clics pero ¿tenemos tiempo de disfrutar de todo ello? ¿O se están convirtiendo en un factor de stress añadido? Como señala Franco Berardi, teórico de los medios más conocido en la infoesfera por su apodo Bifo, la paradoja consiste en que mientras que el ciberespacio es virtualmente ilimitado, nuestro cibertiempo no lo es. Factores físicos y psíquicos lo acotan y vuelven muy frustrante la relación con un espacio mediático saturado de objetos de deseo. Fruto de esta hiperestimulación aparecen lo que Bifo llama nuevas patologías del sujeto conectado, incapaz de gestionar la sobre-dosis de inputs a la que potencialmente puede tener acceso. Así, la depresión, tan extendida en los años ochenta, ha dejado de ser la primera causa de desorden mental en los países desarrollados para ceder su puesto al pánico, la ansiedad y los trastornos de la atención. Y esta saturación de estímulos informativos crea formas muy sofisticadas de control de la conducta manifestadas en la confusión entre tiempos de ocio y de trabajo, la desarticulación de los afectos y -paradójicamente- la pérdida de capacidad comunicativa que produce un infoespacio esquizofrénico y altamente competitivo.
Como en ediciones anteriores, Zemos98 apuesta por un enfoque interdisciplinar y un ritmo de maratón. En total, más de 90 horas de visionado (entre la sección oficial, la de pantallas paralelas y la de video a la carta), el estreno de “Confabulación” del granadino Valeriano López (III Premio RTVA – Zemos98 a la Creación Audiovisual Andaluza) y seminarios como “Feliz 1984: Hacia una sociedad vigilada” o “Un jardín de micro-chips, una wiki plaza” en colaboración con Hackitectura.net. En la programación de conciertos, destaca la presencia de Nettle (proyecto multimedia de DJ/rupture), del experimentalista canadiense Janek Schaeffer o de los gurús del corta y pega sonoro Coldcut (Matt Black y Jonathan More), también conocidos en la escena electrónica por su labor al frente del mítico sello Ninja Tune. Pero la guinda la pondrá sin duda el agitado Alec Empire, enfant terrible de la escena berlinesa y líder de los no menos subversivos Atari Teenage Riot.
¿Es posible estar fuera de control? Festival de cultura audivisual Zemos98 Del 19 al 25 de marzo, Sevillahttp://www.zemos98.org/
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